Negación del cambio climático
La negación del cambio climático antropogénico es una corriente científica escéptica que afirma que el calentamiento global no es causado por seres humanos. Generalmente lo atribuyen a cambios cíclicos del sol así como ciclos de la tierra o incluso la acción de rayos cósmicos. Muchos científicos de renombre mundial afirman además que no es un fenómeno único en la historia de la tierra y que hay evidencia de que ha sucedido muchas veces antes, incluso antes de haberse iniciado la era industrial o incluso mucho antes del propio ser humano. Las evidencias paleoclimáticas y geológicas indican que se han producido unas 30 glaciaciones y sus respectivos calentamientos. Otros incluso afirman además que una prueba está en el hecho de que todo el sistema solar se está calentando, lo que descartaría al ser humano como causante del mismo.Según estos escépticos, los intereses de promover la idea del calentamiento global pueden ser varios: Evitar que los países en desarrollo usen combustible fósil, y por tanto, evitar que se desarrollen como competencia. Promover la conservación del medio ambiente por medio de mentiras. Poner un impuesto sobre el carbono para obtener ganancias ilícitas. Obtener trabajo y más fondos para los políticos del clima. Seguir las directivas contenidas en el Informe de la Montaña de Hierro de 1962, donde se recomendaba la creación de diversos miedos para obligar a la población mundial a aceptar políticas de enormes gastos improductivos y derroche financiero para mantener el sistema económico nacido como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.Los defensores de que el calentamiento global es causado por el hombre afirman que esta negación es producto de intereses comerciales por parte de corporaciones que distribuyen productos que afectan el medio ambiente, como por ejemplo, las petroleras. Afirman además que esto es desinformación por parte de un grupo supuestamente reducido de científicos y corporaciones. La réplica a este argumento es que las corporaciones petroleras y la industria nunca ganaron más dinero que desde que la neurosis por el calentamiento global comenzó a impulsarse hacia fines de la década de 1970. Otra evidencia que disipa la acusación de los subsidios de las petroleras a los escépticos, o realistas es que, mientras ExxonMobil ha invertido poco más de US$20 millones en los escépticos en un lapso de 20 años, ha donado más de us$100 millones a grupos e instituciones que, como la Scripps Institution of Oceanography, son grandes promotores de la idea del calentamiento Global Antropogénico.