La habitabilidad en sistemas de enanas naranjas es objeto de estudio para expertos en astrofísica, astrobiología y exoplanetología. Con una masa, radio y luminosidad inferiores a los del Sol pero mayores que los de las enanas rojas, las estrellas tipo K marcan el límite del acoplamiento de marea para los planetas situados en la zona de habitabilidad de sus sistemas. Investigaciones recientes sugieren que podrían ser más hospitalarias para la vida que los análogos solares, como consecuencia de su mayor estabilidad, ciclo vital y ubicuidad.