Psicologismo
El término psicologismo es utilizado con un marcado carácter reductivo del pensar filosófico a una sola de sus disciplinas: la Psicología. André Lalande, en su Vocabulaire technique et critique de la Philosophie, señala que se denomina psicologismo a la «tendencia a hacer predominar el punto de vista psicológico sobre el punto de vista específico de cualquier otro estudio (particularmente de la teoría del conocimiento o de la lógica)». El término surge en el s. XIX; uno de los primeros en utilizarlo es Vincenzo Gioberti, que lo opone a ontologismo. Para Gioberti, el psicologismo es el sistema que parte del sentido íntimo para, en seguida, realizar y construir todo lo que el hombre puede saber, con lo que lo inteligible se reduce a lo sensible y la Ontología a la Psicología, mientras que el ontologismo sigue el sentido inverso (cfr. Introduzione allo studio della filosofía, II, Milán 1941, 62-63).La noción de psicologismo posee un marcado carácter polémico; Lalande, al realizar la crítica del término, señala que, al igual que otros muchos nombres análogos, el psicologismo «no se emplea más que para desaprobar o eliminar una actitud a la cual nos oponemos»; aunque no siempre sucede así, como indica Husserl, siguiendo el planteamiento de Stumpf, en su obra Investigaciones lógicas (trad. J. Gaos, 2 ed. Madrid 1967, vol. 1, p. 82, nota 3). De todas maneras, como bien señala José Gaos, el psicologismo no es más que una variante o forma del positivismo; y son variedades del psicologismo las que realizan una reducción a la Psicología de las ciencias normativas de la Lógica, de la Teoría del conocimiento o de la Ética (cfr. J. Gaos, o. c. en bibl.).Como psicologista hay que considerar al empirista inglés Hume, que pretende reducir casi todo a Psicología, más aún, a mera Psicología empírica, de forma que la única realidad admisible para él es la sensible, reduciendo también todo conocimiento al mero conocimiento sensible; en esa línea se había movido ya Locke. Así se pretende reducir a «Psicología sensitiva» no sólo la Lógica y la Teoría del conocimiento, sino la misma Metafísica y la Ética. Después hay que destacar como psicologista a John Stuart Mill, para quien, según recoge Husserl, «la Lógica no es una ciencia distinta de la Psicología y coordinada con ésta. En cuanto ciencia es una parte o rama de la Psicología, que se distingue de ésta como la parte del todo y como el arte de la ciencia. La Lógica debe sus fundamentos teoréticos íntegramente a la Psicología, y encierra en sí tanto de esta ciencia como es necesario para fundar las reglas del arte» (J. Stuart Mill, An examination of William Hamilton's philosophy, § 5, 461, citado por Husserl, Investigaciones lógicas, 1,82). También cabe destacar a Theodor Lipps, que hace derivar del fundamento psicológico todas las demás disciplinas. Para Lipps, así lo comenta Husserl, «la Psicología, y más concretamente la psicología del conocimiento, será por ende la que suministre el fundamento teorético para la construcción de un arte lógico» (Investigaciones lógicas, 1,83).