Estilo directo
Se narra en estilo o discurso directo cuando el narrador deja que se escuche o lea directamente y en vivo lo que los personajes dicen, piensan, o hacen. Se pueden usar varios procedimientos:Soltó una brusca cacajada, trasero de lo cual añadió:—¿Qué le parece, señora? Le haremos compañía hasta mañana, ¿no está mal, eh?Las palabras de los personajes no se introducen con el verbo “decir” y los dos puntos. El verbo “decir” se pone al final de las palabras de los personajes o se intercala en ellas y se separa con las rayas de diálogo. Junto con el verbo “decir” pueden aparecer otras informaciones:La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negros los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) vio en el camino a una muchacha que hacía señas para que parara. Paró. —¿Me llevas? Hasta el pueblo no más —dijo la muchacha. —Sube —dijo la automovilista. Y el auto arrancó a toda velocidad por el camino que bordeaba la montaña. —Cuidado —decían los habitantes de la ciudad cuando algún turista iba a pasar al lado de la pared—, cruce la calle. Esa pared puede caerse.—Muchas gracias —dijo la muchacha con un gracioso mohín—, pero ¿no tienes miedo de levantar por el camino a personas desconocidas? Podrían hacerte daño. ¡Esto es tan desierto!No se usa el verbo “decir” ni como introducción a las palabras de los personajes ni intercalado en ellas. —No, no tengo miedo. —¿Y si levantaras a alguien que te atraca? —No tengo miedo.—¿Y si te matan? —No tengo miedo.No se usa el verbo de “decir” y se intercalan en las palabras de los personajes informaciones sobre éstos o sobre su entorno:—¿Qué dicen, amigos, se lo dije o no? —Sacudió una y otra vez la pequeña cabeza bajo la gorra de plato, y dirigió de nuevo la vista hacia la carretera—. No hay taxis después de las diez.