Gratificación aplazada
La gratificación aplazada, gratificación postergada o demora de gratificación [1] denota la capacidad de una persona para esperar con el fin de obtener algo que desea. Este atributo intelectual también se conoce como control de los impulsos, poder de la voluntad, autocontrol y preferencia temporal «baja», en economía. Sociológicamente, el buen control de los impulsos se considera una característica personal positiva; el psicólogo Daniel Goleman indicó que es una característica importante dentro de la inteligencia emocional. Además, quienes carecen de la capacidad psicológica de controlar los impulsos necesitan gratificación instantánea y difícilmente pueden autocontrolarse. El Stanford Marshmallow Experiment (1972) indica que un buen control de los impulsos puede ser psicológicamente importante para los logros académicos y para el éxito en la adultez.