El término robo coronario (que, junto con los síntomas, se denomina también síndrome de robo cardiaco) define a un fenómeno en el que una alteración de los patrones de circulación conlleva a una reducción en el flujo de sangre dirigida a la circulación coronaria del corazón. Se produce cuando existe un estrechamiento de las arterias coronarias y, al administrar un medicamento vasodilatador, las zonas que no sufrieron el estrechamiento inicial logran dilatarse en mayor proporción que las arterias afectadas, ""robando"" la sangre desde las partes estrechas del corazón. Por lo tanto, la dilatación de los vasos sanguíneos en la circulación coronaria hace que la sangre se desvíe de los vasos coronarios que suministran las zonas isquémicas, creando más isquemia.