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Estudio sobre los factores
determinantes del uso de antibióticos
entre consumidores de El Callao, Perú
Iniciativa de Enfermedades Infecciosas en América del
Sur (SAIDI, por sus siglas en inglés)
Proyecto financiado por la
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
Contrato No. GHS-I-00-03-00037-00
2
Este proyecto es parte de la Iniciativa de Enfermedades Infecciosas en América del Sur
(SAIDI, por sus siglas en inglés) y fue financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) (Contrato No. GHS-I-00-03-00037-00).
El documento no refleja necesariamente los puntos de vista u opiniones de USAID.
Este documento puede ser reproducido siempre que se dé crédito a la SAIDI, Links Media y
APUA.∗
AGRADECIMIENTO
Este estudio fue llevado a cabo por un equipo formado por Celso Briceño, Andrés Claudio,
Brian Kubiak y Marisabel Sánchez, de Links Media; Aníbal Sosa, de la Alianza para el Uso
Prudente de los Antibióticos (APUA); y Brigitte Davey, Carola Giurcovich, Gustado Yrala y Urpi
Torrado de DATUM International.
El equipo de trabajo quiere expresar su agradecimiento por su contribución al estudio a
todos los miembros de la iniciativa SAIDI: Ministerio de Salud del Perú (MINSA); Dirección
General de Medicamentos Insumos y Drogas del Perú; Dirección de Salud I Callao (DISA I
Callao); Dirección General de Promoción de la Salud (DGPS); Municipalidad Metropolitana de
Lima; Acción Internacional para la Salud (AIS); Servicios de Medicina PROVIDA; Proyecto
VIGIA; Universidad Nacional Mayor San Marcos; Representación de la Agencia de los Estados
Unidos para el Desarrollo (USAID) en el Perú, y Asociación Peruana de Consumidores y
Usuarios (ASPEC). Asimismo, extiende su agradecimiento a los funcionarios y proveedores de
servicios de salud de DISA I El Callao, y a la comunidad, por tomar tiempo de sus programas de
trabajo para dedicarlo a este estudio.
∗ Citación recomendada: Sánchez, M., Claudio, A., Kubiak, B., Sosa, A., Yrala, G. y Torrado, U. 2006.
Iniciativa de Enfermedades Infecciosas en América del Sur (SAIDI): Estudio sobre los factores
determinantes del uso de antibióticos en consumidores de El Callo, Perú. Gaithersburg, MD: Links Media,
APUA, DATUM, para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
3
SIGLAS
AIS
APEIM
APUA
ASPEC
CDC
CHAI
DGPS
DIGEMID
DIGESA
DISA
FMSTM
GDF
MINSA
MMSS
MSH
OMS
OPS
PEPFAR
RAMB
SAIDI
SISOL
UNICEF
USAID
USP
Acción Internacional para la Salud
Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercados
Alianza para el Uso Prudente de los Antibióticos
Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (EUA)
Iniciativa de VIH/SIDA de la Fundación William G. Clinton
Dirección General de Promoción de la Salud, Perú
Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas, Perú
Dirección General de Saneamiento Ambiental, Perú
Dirección de Salud, Perú
Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria
Global TB Drug Facility
Ministerio de Salud del Perú
Servicio de Suministro de Medicamentos contra la Malaria
Management Sciences for Health
Organización Mundial de la Salud
Organización Panamericana de la Salud
Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (EUA)
Resistencia a los Antimicrobianos
Iniciativa de Enfermedades Infecciosas en América del Sur
Sistema de la Solidaridad
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
United States Pharmacopeia
4
CONTENIDO
RESUMEN EJECUTIVO ................................................................................................ 5
INTRODUCCIÓN............................................................................................................ 5
MATERIALES Y MÉTODO ............................................................................................ 6
A.
ESTUDIO CUALITATIVO – GRUPOS FOCALES DE CONSUMIDORES ............................... 7
Tamaño y selección de la muestra.................................................................... 7
Técnicas de investigación aplicadas ................................................................. 8
B. ESTUDIO CUANTITATIVO – ENTREVISTAS PERSONALES ............................................. 8
1. Tamaño y selección de la muestra.................................................................... 8
2. Técnicas de investigación aplicadas ................................................................. 9
1.
2.
RESULTADOS............................................................................................................... 9
A.
CONOCIMIENTO ..................................................................................................... 9
Función de los antibióticos ...................................................................................... 9
Eficacia y efectos secundarios de los antibióticos...................................................10
Importancia de seguir el tratamiento.......................................................................10
Calidad de los antibióticos ......................................................................................11
Ley de venta de antibióticos ...................................................................................11
B. ACTITUDES ...........................................................................................................12
Expectativa como paciente ante el médico .............................................................12
Antibióticos genéricos y de marca ..........................................................................12
Actitud frente a la necesidad de comprar antibióticos y tener recursos económicos
limitados .................................................................................................................12
C. PRÁCTICAS ..........................................................................................................12
Prácticas ante una enfermedad ..............................................................................13
Prácticas de compra...............................................................................................15
Práctica de consumo ..............................................................................................16
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES..................................................................................18
RECOMENDACIONES .................................................................................................19
REFERENCIAS.............................................................................................................20
5
Resumen Ejecutivo
Este documento presenta los resultados de una investigación realizada en el marco de la
Iniciativa de Enfermedades Infecciosas en América del Sur (SAIDI). El objetivo de SAIDI para
sus dos primeros años de funcionamiento fue generar información que proporcionara la
evidencia sobre la cual se formularían estrategias de contención de la resistencia a los
antibióticos.
El objetivo de este estudio fue analizar los factores que determinan el uso de antibióticos
entre los consumidores de la Provincia Constitucional de El Callao, Perú. Sus objetivos
específicos fueron obtener información sobre el conocimiento, actitudes y prácticas del grupo
objeto de la investigación (los consumidores) con respecto al uso de los antibióticos, y obtener
información sobre las características generales de ese grupo, los factores que influyen sobre
ellos y las principales fuentes y canales de información de que disponen.
El método incluyó dos fases independientes y complementarias: la primera utilizó la técnica
cualitativa de grupos de enfoque para explorar las opiniones de los participantes sobre el
conocimiento, las actitudes, las prácticas y los factores que influyen en el uso de antibióticos. En
la segunda fase se utilizó una técnica cuantitativa, de encuestas personales, que permitió medir
el uso de antibióticos y sus factores determinantes.
Se conformaron 14 grupos de enfoque con un total de 132 personas. En la fase cuantitativa,
o sea las entrevistas personales, participaron 412 individuos de ambos sexos.
Los resultados señalan que entre la población estudiada se dan conocimientos, actitudes y
prácticas que no contribuyen a la contención de la resistencia a los antibióticos y que afectan
negativamente el avance de la resistencia. Asimismo, se identifican elementos estructurales,
relacionados principalmente con la falta, real o percibida, de acceso a lo servicios de salud que
limitan la posibilidad de exigir la receta médica a los consumidores. Se señalan diversos
comportamientos sobre los que habría que incidir para cambiar la conducta de la población, y
también la del comercio farmacéutico y de los servicios de salud.
Introducción
El uso innecesario de los antibióticos para trastornos que no los requieren y su uso de dosis
inapropiadas en los casos que en que son necesarios son dos factores que favorecen el desarrollo
1,2
de la resistencia a los antimicrobianos.
Asimismo, médicos, farmacéuticos, empleados de farmacias y vendedores de medicamentos
contribuyen a ese uso innecesario. Los pacientes que experimentaron en algún momento los beneficios
de los antibióticos tienden a automedicarse cuando no pueden obtener asistencia en los servicios de
salud formales. En la actualidad, los antibióticos hay mayor disponibilidad de antibióticos en los países
gracias a iniciativas privadas, mundiales o bilaterales en beneficio de la población, tales como el Fondo
Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (GFATM, por sus siglas en inglés), el Plan
de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR), la Iniciativa de VIH/SIDA de la
Fundación William G. Clinton (CHAI, por sus siglas en inglés) y diferentes mecanismos de
organizaciones internacionales que facilitan el acceso de los países de poco desarrollo económico a los
medicamentos esenciales para controlar infecciones específicas. Entre las últimas constan el Servicio
Mundial de Medicamentos de Tuberculosis (Global TB Drug Facility, GDF), el Servicio de Suministro de
Medicamentos contra la Malaria (MMSS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo
6
Mundial de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Al mismo tiempo, los antimicrobianos están
siendo utilizados de forma menos controlada, lo que aumenta el riesgo de que pierdan su eficacia por la
alta carga ecológica de su en otros sectores de la economía, como el agropecuario. La RAMB se ha
convertido en un problema de salud pública porque reduce la posibilidad de dar tratamiento eficaz con
los medicamentos existentes en casos de infecciones; prolonga el tiempo de la enfermedad y obliga a
utilizar nuevos medicamentos más costosos para la población; alarga el período de internación de los
pacientes en los hospitales, y aumenta el sufrimiento humano y la mortalidad.
Los antimicrobianos son un grupo de medicamentos de uso frecuente debido a la alta incidencia de
enfermedades infecciosas en la población. Sin embargo, su efecto beneficioso sobre la salud de la
población se ve afectado cuando se los usa de modo inadecuado o injustificado, lo cual tiene también
como consecuencia la aparición de resistencia a los antimicrobianos.
La resistencia es el resultado de un aumento de exposición de los microorganismos a los
antimicrobianos, que le permite a los primeros desarrollar mecanismos para sobrevivir en presencia de
3, 4 y 5
los últimos.
Las ganancias en salud logradas por programas prioritarios, como los de lucha contra la
tuberculosis, la malaria y las enfermedades de la infancia y la niñez, las enfermedades de transmisión
sexual y el VIH/Sida, se encuentran cada vez más amenazadas por el desarrollo acelerado de la
resistencia de los gérmenes a los antimicrobianos de uso actual. Las consecuencias de la RAMB
incluyen un aumento de la mortalidad y la morbilidad, así como del costo de la atención de la salud
6, 7 y 8
resultante.
El uso indiscriminado de los antimicrobianos se ve influenciado por una serie de factores, tales como
la propaganda inadecuada de los medicamentos, la influencia de la industria farmacéutica sobre los
médicos, la dificultad de la población para acceder a los servicios de salud, el manejo deficiente del
suministro de medicamentos, los elevados precios de los fármacos, la falta de información oportuna e
independiente sobre los antibióticos para la toma de decisiones, y la formación deficiente de los recursos
humanos del sector sanitario.
El presente estudio es parte de un plan integral de trabajo sobre el uso de medicamentos en la
comunidad, que tiene por objeto identificar problemas, diseñar estrategias y aplicar intervenciones que
promuevan el uso adecuado de medicamentos en la comunidad. Este estudio es también parte de una
fase intensiva de recolección de información que permita identificar los factores determinantes del
consumo de medicamentos para determinar los elementos deque deben contener las estrategias de
comunicación y educación más eficaces para llegar al público. Por separado se presentarán los
resultados de un estudio sobre los factores que influyen en las decisiones de quienes prescriben (en
Perú, los médicos) los medicamentos y quienes los venden.
El objetivo general de este estudio fue analizar los factores que determinan el uso de antibióticos
entre los consumidores de los distritos de la Provincia Constitucional de El Callao, Perú.
Los objetivos específicos del estudio fueron: 1) obtener información sobre el conocimiento, actitudes
y prácticas de la audiencia meta con respecto al uso de los antibióticos; y 2) obtener información sobre
las características generales de la audiencia meta, los agentes que influyen sobre ella y las principales
fuentes y canales de información de que disponen.
Materiales y Método
La investigación se llevó a cabo en dos fases independientes y complementarias. En la primera fase,
se utilizó una técnica cualitativa de grupos de enfoque que permitió explorar y obtener la variedad de
opiniones de los participantes (consumidores) sobre el conocimiento, las actitudes, las prácticas y los
factores que influyen en el uso de antibióticos. Por ejemplo: ¿Qué conocen?, ¿Cómo y por qué tienen
ciertos hábitos? ¿Qué esperan de los profesionales de la salud? ¿Cuál es su concepto de los
antibióticos? Esta técnica de análisis permite explorar y analizar las respuestas de los participantes sobre
el significado de los comportamientos y las motivaciones.
7
En la segunda fase se utilizó una técnica cuantitativa, de encuestas personales, que permitió medir
el uso de antibióticos y las causas del uso de esos fármacos.
A. ESTUDIO CUALITATIVO – GRUPOS FOCALES DE CONSUMIDORES
La fase cualitativa se realizó en la circunscripción de la Provincia Constitucional de El Callao, Perú.
Se organizaron 14 grupos de enfoque constituidos por mujeres y hombres de 18 a 65 años de edad, que
habían consumido antibióticos en los últimos seis meses y que representaban tres niveles
socioeconómicos: medio (B), bajo ascendente (C) y bajo (D). Se celebró igual número de grupos de
enfoque para ambos sexos. El número promedio de participantes en cada grupo de enfoque fue de 8 a
10 personas. Las sesiones, celebradas en salas equipadas con un espejos ciegos y sistema de
grabación de audio y vídeo, fueron dirigidas por psicólogos sociales especializados en la conducción de
este tipo de estudio.
1. TAMAÑO Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA
Para realizar la investigación se eligió la Provincia Constitucional de El Callao, decisión que fue
tomada conjuntamente por la misma provincia, representada por su Dirección de Salud (DISA 1 El
Callao), los socios de SAIDI, los órganos de gobierno locales y otros sectores interesados.
Para determinar el tamaño y el método de selección de la muestra se tomaron en cuenta los
siguientes criterios:
•
•
•
•
Que los participantes fueran residentes de los distritos de la Provincia Constitucional de El Callao.
Que la muestra fuera representativa de la población de El Callao entre los 18 a 65 años de edad y de
los niveles socioeconómicos B, C, y D.
Que la cantidad de hombres y mujeres entrevistados representara la misma distribución por sexo
que la población de El Callao (mujeres 52%, hombres 48%).
Que los participantes estuvieran al alcance del equipo investigador, dados el tiempo y los recursos
humanos y financieros disponibles.
El tamaño del universo se determinó con base en el último Censo Nacional de Población de 2005,
que dio una población total estimada para El Callao de 502.355 habitantes. Para seleccionar a las
personas por niveles socioeconómicos, se utilizó una serie de preguntas filtro (utilizadas y
estandarizadas por la Asociación Peruana de Empresas de Investigación de Mercado - APEIM), a partir
de cinco variables y asignación de puntajes. Así se formaron 14 grupos de enfoque cuyas características
se detallan en el Cuadro 1.
Cuadro 1. Composición de los grupos de muestra
Grupo
Sexo
Edad
(años)
NSE
1
Femenino
25-34
C/D
2
Femenino
45 y más
C/D
3
Femenino
35- 44
C/D
4
Femenino
18-24
B
5
Masculino
25-34
C/D
6
Femenino
18-24
C/D
7
Femenino
25-34
B
Condiciones
Con hijos menores de 5 años, que hayan
consumido antibióticos en los últimos 6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Con hijos menores de 5 años, que hayan
consumido antibióticos en los últimos 6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Con hijos menores de 5 años, que hayan
consumido antibióticos en los últimos 6 meses
Con hijos menores de 5 años, que hayan
consumido antibióticos en los últimos 6 meses
8
8
Masculino
35-44
C/D
9
Femenino
45 y más
B
10
Masculino
18-24
C/D
11
Masculino
25-34
B
12
Femenino
35-44
B
13
Masculino
18-24
B
14
Masculino
35-44
B
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Que hayan consumido antibióticos en los últimos
6 meses
Nota: NSE: nivel socio económico; A: alto, B: medio, C: bajo ascendente, D: bajo
En total participaron en los grupos de enfoque 132 personas, de las que 57,5% fueron de sexo
femenino y 42,4%, masculino.
2. TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN APLICADAS
Se usó como técnica de investigación cualitativa la discusión en grupos de enfoque, coordinada por
psicólogos sociales, con el fin de comprender el origen y las causas, hechos sociales, y percepción
colectiva de determinados grupos demográficos de El Callao sobre el uso de antibióticos, todos
elementos que afectan tanto a los individuos de una población como a la comunidad en general.
Para los grupos de enfoque se preparó un instrumento con la colaboración y los aportes de socios
nacionales e internacionales de SAIDI y de otros actores interesados en el tema, como la Asociación
Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC). También se consultó la bibliografía existente, que figura
al final de este documento. Dos psicólogos sociales con amplia experiencia en este tipo de estudio
condujeron los grupos de enfoque; contaron con el apoyo de un equipo de trabajo que incluyó
coordinadores, reclutadores y técnicos especialistas. Los grupos se reunieron entre el 7 y 14 de
diciembre del 2005. La información obtenida de los grupos de enfoque sirvió de insumo para el estudio
cuantitativo descrito a continuación.
B. ESTUDIO CUANTITATIVO – ENTREVISTAS PERSONALES
Durante la fase cuantitativa se utilizó la técnica de la encuesta directa y personal en el hogar. Las
encuestas se realizaron en la circunscripción de la Provincia Constitucional de El Callao, Perú. Se
entrevistó a mujeres y hombres de 18 a 65 años de edad, de los niveles socioeconómicos, medio (B),
bajo ascendiente (C), bajo (D) y muy bajo (E), que habían consumido antibióticos en los últimos seis
meses.
1. TAMAÑO Y SELECCIÓN DE LA MUESTRA
Se realizaron 412 entrevistas usando un diseño de muestra aproporcional o arbitraria para cada
distrito de la provincia constitucional de El Callao, sin tomar en cuenta la proporción de la población de
cada distrito sobre el total de la provincia, con el objeto de tener un número suficiente de participantes de
cada distrito. Posteriormente, se aplicaron factores de ponderación para representar en forma adecuada
al universo y área en estudio. El número de entrevistas correspondiente a cada distrito de la Provincia de
El Callao fue distribuido, en su interior, en forma proporcional a las estadísticas demográficas de la zona
en estudio (edad, género, y nivel socioeconómico). De esta forma se obtuvo un número suficiente de
entrevistas que otorgara resultados estadísticamente válidos a nivel de la Provincia de El Callao y
también a nivel de la Red Bepeca. El número de personas entrevistadas en cada distrito fue 111 en
9
Callao Cercado; 61 en La Perla y 61 en Bellavista; 63 en Carmen de la Legua; 55 en La Punta, y 61 en
Ventanilla. A nivel de la muestra total (n = 412), el margen de error es de ± 4,9%.
2. TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN APLICADAS
La investigación se realizó aplicando la técnica de encuesta directa y personal en el hogar. El
instrumento utilizado se preparó en colaboración con los socios nacionales e internacionales de SAIDI .
Para recopilar la información de campo, se seleccionó y capacitó a 20 encuestadores y 6
supervisores. Se conformó el equipo luego de una intensa selección de candidatos, bajo rigurosos
estándares de control de calidad, incluidos evaluaciones psicológicas, capacitación sobre la metodología
(traslado por avenidas y calles, selección de viviendas, selección de informantes), los objetivos del
estudio y otros). La mayoría de los integrantes del equipo tenía estudios universitarios, muchos de ellos
con especialización en ciencias sociales y de la salud. Concluida la capacitación, los encuestadores se
dividieron en grupos, cada uno bajo la dirección de un supervisor. Las entrevistas se realizaron en los
hogares, con el monitoreo de los supervisores .
El trabajo de campo, edición y codificación, y procesamiento de los datos se extendió desde el 15 de
febrero al 12 de marzo de 2006.
Resultados
La siguiente sección provee un resumen consolidado de los hallazgos más significativos de las fases
cualitativa y cuantitativa. Sin embargo, para diferenciar entre las fases, se menciona cuando los
resultados provienen de los entrevistados en los grupos de enfoque o de la encuesta directa.
Cuando hubo consenso en las respuestas de los entrevistados de los diferentes grupos de enfoque,
que fue en la mayoría de los casos, en este informe se usan expresiones como “la mayoría”, “la mayor
parte de la muestra” o “en general” para indicar que no hubo diferencias significativas que justifiquen una
distinción por variable (género, edad o nivel socioeconómico). No obstante, cuando hubo diferencias en
un punto u otro entre algunos de los participantes entrevistados en los diferentes grupos de enfoque, se
incluyeron las expresiones “en menor grado”, “una minoría” y “unos pocos”.
Como se señalara en un párrafo anterior, el objeto de realizar grupos de enfoque fue explorar y
obtener los conocimientos, actitudes y prácticas de los participantes (consumidores) con respecto a los
antibióticos y los factores que influyen en el uso de dichos fármacos. En las secciones siguientes se
presentan los resultados siguiendo ese orden.
A. CONOCIMIENTO
FUNCIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS
La mayoría de los entrevistados de los grupos de enfoque definieron los antibióticos como
medicamentos fuertes, elaborados fundamentalmente para combatir toda clase de infecciones, como las
de vías respiratorias, aparato genitourinario, estómago y oído; son fuertes porque combaten los síntomas
rápida y eficazmente.. Señalaron que el principal indicador para detectar una infección es la fiebre
persistente y elevada (más de 39 ºC), además de decaimiento generalizado del enfermo.
Se observó que los participantes tenían una serie de ideas asociadas con los antibióticos, que se
podrían clasificar como positivas o negativas. Para los entrevistados en la encuesta, las características
positivas atribuidas a los antibióticos incluyen: que cortan la infección en forma rápida (75,6%); calman el
dolor (11%); curan rápidamente cualquier enfermedad (9,9%); no generan efectos secundarios (5,6%); y
bajan la fiebre (1,6%). Entre los atributos negativos, se mencionó que los antibióticos dan dolor de
estómago o gastritis (13,3%) ; bajan la hemoglobina (2%); dañan el hígado (1,1%); y generan alergias
10
(0,6%). Otras ideas mencionadas con menor frecuencia incluyeron que dan náuseas, alteran el sistema
nervioso y dañan el organismo.
Al preguntar en la encuesta personal sobre las diferencias entre una infección y una enfermedad, los
participantes indicaron, en orden de importancia, que la infección: está acompañada de fiebre; es más
peligrosa; produce dolor más intenso; hace doler todo el cuerpo; se cura con antibióticos; es menos
grave que la enfermedad; se presenta de un momento a otro ; dura varios días, y tiene materia o pus.
Otras ideas que surgieron con menor frecuencia fueron la asociación de la infección con enfermedad
avanzada, diarreas, dolor de garganta, palpitaciones, alta presión, pérdida de peso, y el hecho de que la
enfermedad no se cure.
A la pregunta sobre las ocasiones en que es necesario tomar antibióticos, los encuestados
respondieron que se usan si el dolor es prolongado (39,1%); cuando la fiebre no baja (38,6%); si los
síntomas no pasan (36,9%); cuando hay infección (23,7%); cuando se sienten mal (7,3%); si hay fiebre
(1,5%) y cuando hay inflamación (1,2%). Algunos entrevistados manifestaron que también se utilizan
antibióticos para los pacientes que están recién operados, con la finalidad de evitar una posible infección
de la herida, de acuerdo con la prescripción médica.
En relación con las enfermedades que se curan con los antibióticos, los entrevistados en su mayoría
indicaron que dichos medicamentos se pueden usar para curar cualquier tipo de infección. No obstante,
algunos los asociaron con el alivio de cualquier tipo de dolor, la gripe, y con menor frecuencia, cefalea,
tos, virosis y hepatitis.
EFICACIA Y EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTIBIÓTICOS
Los entrevistados en los grupos de enfoque señalaron que existe una relación entre las infecciones
que se presentan con fiebre y dolor y el uso de los antibióticos para controlar la infección y, por lo tanto,
controlar la fiebre y el dolor. Manifestaron tener conocimiento de que la eficacia de los antibióticos
depende en gran medida de la forma de administración y del cumplimiento de las dosis y los horarios
indicados al paciente. En general, se observó un alto grado de aceptación y valoración de los
antibióticos.
En cuando a los efectos secundarios, la mayoría de los entrevistados manifestó no haber tenido
problema alguno hasta el momento. También afirmaron que no habían tomado medicamentos vencidos,
porque tienden a desecharlos en cuanto se percatan de su fecha de vencimiento. No obstante, una
minoría señaló conocer experiencias ajenas de consumo de antibióticos vencidos (algún familiar
cercano), pero las reacciones citadas fueron distintas en cada caso, por ejemplo, que no se observaron
efectos negativos, pero tampoco hubo mejoría; intoxicación y necesidad de acudir al médico para
cambiar el tratamiento y preinfarto.
Los entrevistados también manifestaron que los antibióticos pueden causar diversos daños al
organismo, pero que ello depende en gran medida de la forma de administración del medicamento y del
estado físico del enfermo, y que si se tomaran las precauciones debidas, el antibiótico no debería causar
daño alguno. Entre los posibles efectos adversos que podrían causar los antibióticos se mencionaron los
siguientes: gastritis, si se consumen sin tener alimento en el estómago; úlcera, si se sufre de gastritis y
se consumen los antibióticos sin alimento en el estómago; anemia, si se consumen en exceso, porque
eliminan los glóbulos rojos; malogran la flora intestinal si se consumen en exceso y sin alimentos;
intoxicación a quienes son alérgicos a ciertos componentes daño al hígado, si se consumen después de
haber bebido alcohol en exceso; bajan las defensas; malogran los dientes y los vuelven amarillentos;
disminuyen el apetito; pueden causar diarrea y alterar el sistema nervioso.
IMPORTANCIA DE SEGUIR EL TRATAMIENTO
Los participantes de los grupos de enfoque señalaron conocer la importancia de completar el
tratamiento con antibióticos, ya que con ellos se para asegurar una la mejoría y disminuir la posibilidad
11
de una recaída. Hubo quien indicó que de no seguir completamente el tratamiento, la enfermedad podría
volverse crónica o el organismo podría tornarse inmune a dicho antibiótico y posteriormente el mismo no
les haría efecto. Sin embargo, a pesar de estas apreciaciones, los entrevistados indicaron que
frecuentemente no terminaban el tratamiento indicado.
En las entrevistas, se registraron las siguientes opiniones acerca de la importancia de completar el
tratamiento: empeoramiento del enfermo (53%); resistencia a los antibióticos (19,8%); falta de mejoría
(17%); muerte (11%); prolongación del tratamiento (9,0%); recaída (6,3%) y efectos secundarios (5,1%).
Un 5,7% señaló que suspender el tratamiento no tendría consecuencia alguna (5,7%).
La importancia de cumplir estrictamente con el horario indicado para la medicación fue señalada por
los entrevistados como parte de la eficacia del antibiótico. Sin embargo, indicaron descuidar este aspecto
en reiteradas ocasiones, ya sea por olvido o flojera (por ejemplo, cuando hay que tomar la dosis en la
madrugada). Esta práctica es más frecuente en el caso de los adultos.
CALIDAD DE LOS ANTIBIÓTICOS
En las entrevistas, los encuestados señalaron que sabían distinguir un antibiótico de calidad, y que
esta dependía de la marca del laboratorio fabricante (31,4%); el lugar de compra (29,6%); la eficacia del
producto (posterior a su uso) (25%); el precio elevado (15%); el estado del envase (14,9%); la fecha de
vencimiento en la etiqueta (6,9%); la recomendación del farmacéutico, el médico y sus familiares (6,1%);
y por otros atributos (4,4%).
Varios participantes señalaron que, tan pronto compran el antibiótico, se fijan en primer lugar en la
fecha de vencimiento (para asegurarse de que no esté próximo a caducar), luego se fijan si el envase del
producto está herméticamente sellado (lo que les indica si el producto está en buenas condiciones y que
además no ha sido adulterado) y si la presentación del envase está en buenas condiciones (envase
nuevo, etiqueta original). En menor grado, hubo entrevistados que se fijan en la presentación del
producto (por ejemplo, si los comprimidos están enteros y en buen estado) y en el precio.
Los atributos o características mencionados por los entrevistados como indicadores para determinar
o identificar un medicamento de buena calidad incluyeron, en orden de importancia: eficacia del
producto; precio elevado (de marca es más caro que genérico y por lo tanto, mejor); lugar de compra
(farmacias o lugares de confianza); marca o laboratorio (si es reconocido); frecuencia con que se receta
(es bueno si el médico lo prescribe con cierta regularidad); ausencia de efectos secundarios, y buena
presentación (envase atractivo).
Por el contrario, los entrevistados consideran que un medicamento falso o adulterado se distingue
por la falta del sello de seguridad; el lugar de proveniencia, por ejemplo, si proviene de un vendedor
ambulante, farmacias pequeñas con mala apariencia y dudosa garantía; por su precio muy barato, o por
la etiqueta, que a veces la lleva sobrepuesta a otra para cubrir la fecha de vencimiento original.
A pesar de estos indicadores, algunos entrevistados señalaron que era muy difícil detectar un
medicamento falso, porque las imitaciones tienden a ser muy semejantes a los originales.
LEY DE VENTA DE ANTIBIÓTICOS
El 53,8% de los entrevistados manifestó que tenía algún conocimiento de la ley que prohíbe la venta
de antibióticos sin receta médica, mientras que el 46,2% expresó desconocer dicha ley. Los primeros
informaron que no estaban seguros de las condiciones en que se aplica la ley ni su vigencia. Añadieron
que existía una ley, pero que sólo se aplicaba a la compra de determinados medicamentos como
somníferos, ansiolíticos, calmantes y fármacos fuertes.
La mayoría de los entrevistados rechazó la idea de prohibir la venta de antibióticos sin receta
médica, considerándolo un perjuicio para las familias de menores recursos. Esto los obligaría a solicitar
atención médica ante cualquier problema de salud para poder contar con una receta médica y
12
redundaría negativamente en sus recursos económicos. Al no poder contar con los recursos necesarios
para pagar una consulta médica, señalaron que tendrían que recurrir a comprar antibióticos en el
mercado negro.
B. ACTITUDES
Mediante los grupos de enfoque y las encuestas, se midieron las actitudes de los entrevistados con
respecto al uso de antibióticos en tres aspectos: las expectativas que tienen los pacientes del médico
que los atienda; la posición de los consumidores sobre los antibióticos genéricos y de marca; su reacción
ante la necesidad de comprar antibióticos cuando los recursos económicos son escasos. Los resultados
se presentan en ese orden.
EXPECTATIVA COMO PACIENTE ANTE EL MÉDICO
Los entrevistados de los grupos de enfoque indicaron que acuden al médico cuando no pueden
controlar los síntomas por sí mismos, cuando la enfermedad se agrava o cuando se trata de síntomas
pocos comunes. Van al médico con la esperanza de que los cure o les dé un tratamiento adecuado.
Asimismo, los entrevistados consideran que las recetas médicas son una forma de justificar el gasto de
la consulta, sobre todo la del consultorio particular. De lo contrario, piensan que no habría diferencia
alguna entre ir al médico y automedicarse. Por lo tanto, si acudieran a un médico y no recibieran
prescripción alguna, pondrían en tela de juicio la capacidad del profesional y optarían por una segunda
opinión o la recomendación de un farmacéutico. Algunos entrevistados expresaron que entienden que
existen enfermedades de tipo viral que no necesitan de medicación alguna por tratarse de un proceso
que dura sólo unos días. Por lo tanto, entenderían y aceptarían que el médico no les prescribiera nada.
ANTIBIÓTICOS GENÉRICOS Y DE MARCA
En general los entrevistados tenían un conocimiento mediano sobre los antibióticos genéricos y sus
diferencias con los de marca. La mayoría los considera de calidad inferior, puesto que tardan más en
hacer efecto. También los asociaron con la prescripción en postas médicas, hospitales y EsSalud, y por
lo tanto, en su opinión, no tienen garantía de calidad, porque, en algunas ocasiones se entregan
fármacos vencidos y la presentación de los productos es de menor calidad En menor grado, hubo
quienes indicaron que los genéricos eran de igual calidad que los de marca porque curan las
enfermedades, aunque tomen más tiempo para hacer efecto. Por otra parte, la percepción de la mayoría
de los entrevistados de los medicamentos de marca es favorable; los consideran muy eficaces (en poco
tiempo se advierte la recuperación del enfermo), aunque son muy caros.
ACTITUD FRENTE A LA NECESIDAD DE COMPRAR ANTIBIÓTICOS Y TENER RECURSOS ECONÓMICOS
LIMITADOS
Hubo consenso entre los entrevistados acerca de la importancia de la salud; por lo tanto, de tener
necesidad de comprar antibióticos y no contar con los recursos económicos necesarios, tomarían
cualquiera de la siguientes acciones: solicitar un préstamo a algún familiar o amigo cercano; empeñar
alguna prenda o bien; tomar el dinero destinado a algún otro gasto o compra del hogar, por ejemplo,
pago de servicios (agua, luz, teléfono, cable, gas), mensualidad del colegio de los niños, alquiler o
dinero destinado a la compra de los alimentos o a diversión; pedir crédito a una farmacia conocida.
Según lo indicado, los participantes estarían dispuestos a sacrificar cualquier rubro con tal de comprar
los antibióticos que necesiten, especialmente si el enfermo es un hijo.
C. PRÁCTICAS
La evaluación de las prácticas relacionadas con el consumo de antibióticos tomó en cuenta las
razones de los pacientes para acudir al médico, el tipo de atención que buscan (tipo de establecimiento y
personal de salud) y otras, resumidas a continuación.
13
PRÁCTICAS ANTE UNA ENFERMEDAD
Del total de entrevistados, más de la mitad (52,3%) indicó que no había ido al médico durante su
último episodio de enfermedad. En el cuadro que sigue figuran las razones dadas por los entrevistados
para las diversas prácticas adoptadas con respecto al tratamiento de su último episodio de enfermedad.
La suma de las proporciones es más de 100, dado que las preguntas tenían más de una respuesta
válida.
Cuadro 2. Razones dadas por los entrevistados que no fueron al médico para la
práctica correspondiente*
Para no ir al
Para ir a la
Para comprar
Para tomar
Para tomar
médico
farmacia
medicamento
remedios caseros antibióticos
conocido
de una
enfermedad
anterior
Falta de
tiempo
(46,7%);
Dificultades
económicas
(35,8%);
Enfermedad
no era tan
grave (25,9%);
Larga espera
para recibir
atención en
instituciones
de salud
(15,4%)
Otras (....)
Atención más
rápida (34,3%);
Farmacéutico
capacitado o de
confianza
(22,6%+21,7%)
Enfermedad no
era tan grave
(22,2%);
Farmacia
cercana al hogar
(15,4%);
Escasez de
recursos
económicos
(11,1%).
Habían tomado el
antibiótico
anteriormente
(47,3%);
Enfermedad no
era tan grave
(18,4%);
Atención más
rápida (13%);
Para curarse
adecuadamente
(11,5%);
Buscaban
medicamentos
más baratos
(11,2%);
Recomendación
de un familiar
(7,2%).
Enfermedad no era
grave (40,5%);
Son naturales y no
dañinos (37,8%);
Utilidad práctica
(11,2%);
Más baratos (8,7%);
Recomendación de
otros (8,1%). Otras
(....)
Habían tomado
el antibiótico
anteriormente
(85,2%);
Más práctico
(10,2%);
Falta de tiempo
para ir al
médico (7,7%);
Enfermedad no
era grave
(6,9%).
* Las respuestas no fueron excluyentes entre sí, por lo que los totales pueden sumar más de 100%.
Entre los entrevistados que sí fueron al médico, hubo los que buscaron atención en la posta (servicio
de urgencia) u hospital y los que recurrieron a médicos o clínicas particulares. La razón primordial para ir
a uno u otro fue la de curarse adecuadamente. Entre los primeros, también se citaron razones de
diagnóstico, proximidad, costo y confianza en el servicio.
Las prácticas señaladas por los entrevistados varían de acuerdo con sus síntomas, la gravedad y el
tipo de malestar físico de la enfermedad (por ejemplo, si se trata de una enfermedad nueva o recurrente),
y dependiendo de quién sea el miembro de la familia que esté enfermo, por ejemplo, darían prioridad a
la enfermedad de un niño. Ante algunos síntomas, como dolor de estómago, los entrevistados indicaron
que recurren a medicamentos que no requieren receta o algún remedio casero (té yerbas), y en algunos
casos eso es suficiente. Para los casos de fiebre, habitualmente optan por un antifebril. Las razones para
recurrir a soluciones caseras fueron evitar el consumo innecesario de medicamentos y el riesgo de
generar adicción, tener efectos secundarios y gasto innecesario. En el caso de una enfermedad grave o
persistente, los entrevistados van a la farmacia para pedir una recomendación y así atacar la
enfermedad de raíz antes de que empeore.
Los grupos de hombres indicaron que, por lo general, tienden a buscar la opinión de terceras
personas (adultos de mayor experiencia como, por ejemplo, la madre o abuela), antes de comprar un
14
medicamento o ir a la posta médica u hospital. En comparación, las mujeres indicaron que toman acción
inmediata y buscan atención médica.
Los entrevistados, que participaron en los grupos de enfoque, particularmente las mujeres, indicaron
que tienen mayor cuidado con los hijos; por ejemplo acuden en primera instancia a un médico para tener
un diagnóstico y la opinión de un especialista, especialmente cuando el enfermo es un niño de menos de
1 año de edad. Según los entrevistados, durante el último episodio de enfermedad de un hijo, fueron a
establecimientos del Ministerio de Salud (postas médicas y hospitales) y de EsSalud. Las opciones de
acudir a un médico o clínica particular fueron menos consideradas debido al costo o porque consideraron
que la enfermedad no presentaba riesgo.
El 87,6% de los encuestados indicó que había llevado a su hijos al médico durante su última
enfermedad. Los que no lo hicieron señalaron como razones, principalmente, dificultades económicas
(51%); la enfermedad no era grave (35,4%); el médico visitó el hogar (7,4%); larga espera en las
instituciones de salud para ser atendido (6,8%); solo consiguieron cita para varias semanas o meses
después (6,8%); falta de tiempo (3,4%); o sabían qué tipo de medicamento debían administrarles (2,7%).
Por lo general, para tratar las enfermedades de sus hijos los entrevistados indicaron: llevarlos al
médico de una posta u hospital público (57,6%); a un médico particular o de una clínica (15,5%); darles
remedios caseros (10,3%); solicitar una recomendación en la farmacia (7,7%); darles medicamentos que
tenían guardados en el hogar (4,2%); o comprar en la farmacia un medicamento conocido (3,6%). En
este punto también se observó una discrepancia entre respuestas a preguntas similares, ya que en el
párrafo anterior el resultado indica que 87,6% de los entrevistados dijo que llevaba al hijo enfermo al
médico y en este, ese porcentaje llega a 73,1. Esta discrepancia se explica en parte porque hay padres
que confunden la atención de la farmacia con la del médico; asimismo, es posible que algunos
participantes hayan respondido lo que creen que es correcto y no lo que en realidad practican.
Si bien la proporción de niños llevados a la consulta médica es más alta que en el caso del
entrevistado (adulto), las razones para consultar siguen un patrón similar al de los últimos, al igual que
las razones para consultar servicios públicos o privados. El motivo principal para llevar a los niños al
médico fueron la mayor preocupación causada por una enfermedad infantil. En el cuadro 3 se resumen
las razones dadas por los entrevistados para las prácticas adoptadas con respecto a la atención de los
hijos en casos de enfermedad.
Cuadro 3. Razones dadas por los entrevistados para adoptar prácticas en relación con la
enfermedad de los hijos*
Para ir a la
farmacia en busca
de recomendación
El farmacéutico
está capacitado
(29,2%)
El farmacéutico
es de confianza
(29,2%)
La farmacia está
cerca del hogar
(18,8%)
La enfermedad no
era grave(16,5%)
Rapidez de la
atención (14,4%)
Buena atención
(14,4%)
Para comprar
medicamento
conocido
Lo habían tomado
anteriormente (51,8%)
Para darles
remedios caseros
La enfermedad no era
grave (23,5%)
Razones prácticas
(27,9%)
Falta de recursos
económicos (26,6%)
Rapidez de la atención
(23,5%)
Para economizar
(10,8%)
La enfermedad no era
grave (16,1%)
Confianza en la
farmacia (2,,2%)
Para evitar daño al
organismo (7,4%)
La enfermedad no
era grave(75,5%)
Para darles
antibióticos guardados
de enfermedad anterior
Los conocían (83,9%)
15
* Las respuestas no fueron excluyentes entre sí, por lo que los totales pueden sumar más de 100%.
En el caso de sus hijos, el 88,3% de los entrevistados aseveró que cumplía con todo el tratamiento,
en comparación con un 5,5% que dijo cumplirlo sólo algunas veces, 4,1% que lo cumplió la mayoría de
las veces y un 0,2% que no lo cumple. En cuanto al horario indicado, el 92,2% informó que lo cumplía
exactamente, el 3,6%, algunas veces y el 2,7%, la mayoría de las veces. Los que respondieron seguir
las indicaciones para sus hijos sólo algunas veces dijeron que lo suspendían una vez que el niño haya
mejorado (60%) o por rechazo al medicamento (40%). Aquellos que señalaron que la mayoría de las
veces no completaban el tratamiento dieron como razones que el niño había mostrado una mejoría
(54,1%); olvido (32,4%); falta de recursos económicos (13,5%).
PRÁCTICAS DE COMPRA
Según los entrevistados de los grupos de enfoque, los antibióticos, por lo general, se compran en las
farmacias, al igual que entre los participantes de la encuesta directa, que respondieron que los
antibióticos que necesitaron durante su última enfermedad los obtuvieron en farmacias (89,3%). En su
mayoría, los antibióticos se compraron en farmacias cercanas al hogar (78,5%), seguidas por las
farmacias de la clínica u hospital (12,1%); cadenas de farmacias (5,9%); Boticas de a Sol (3,4%);∗ o en el
autoservicio del supermercado (0,2%).
La gran mayoría que recurrió a las farmacias cercanas a sus hogares, indicó preferirlas porque están
atendidas personal conocido, de confianza. Asimismo, consideraron que al vender medicamentos de
marca (con respaldo de los laboratorios conocidos del mercado) y el volumen de venta de las farmacias,
los medicamentos que venden tienen garantía de calidad. El grado de confianza tiende a aumentar
cuando se trata de las cadenas más conocidas del medio, ya que se cree que estas no se arriesgarían a
vender cualquier producto que fuera en desmedro de la imagen que proyectan.
En caso de no contar con los recursos para comprar antibióticos de marca, y siendo afiliados al
seguro social, los entrevistados indicaron que optarían por obtenerlos en forma gratuita en EsSalud.
Otros acudirían a las postas médicas u hospitales (donde los medicamentos serían de bajo costo), pero
tendrían en cuenta que en estos lugares expenden medicamentos genéricos. Algunos entrevistados
mencionaron que también podrían obtener los antibióticos en algunas parroquias o en las farmacias de
los mercados con autoservicio. Estos lugares les inspiran confianza por tratarse de instituciones
religiosas y por la garantía que ofrecen, respectivamente. Sin embargo, nadie había adquirido
medicamentos en dichos lugares en el pasado. También hubo quienes hicieron referencia a las boticas
de a Sol y al “hueco”, que es un lugar informal donde se comercializan medicamentos de origen
desconocido o fraudulento y muchas veces vencidos con la fecha remarcada.
Entre los entrevistados que habían comprado antibióticos, el 49,8% dijo haber comprado parte de la
dosis recomendada, mientras que el 48,8% compró el total. Las razones indicadas para comprar sólo
parte de la dosis incluyeron: falta de recursos económicos (61,7%); mejoría (30,3%); o para probar si el
medicamento les hacía efecto (12,4%).
En cuando a la receta médica, los entrevistados de los grupos de enfoque indicaron que buscan
atención médica para obtener una prescripción, si consideran que la enfermedad es una emergencia o
los síntomas del enfermo no se pueden aliviar. La compra de antibióticos sin receta médica se reconoció
como una práctica común. Por lo general, los entrevistados, tanto de los grupos de enfoque como de las
encuestas cara a cara, indicaron que la práctica más frecuente es usar recetas médicas previas o
recomendaciones anteriores del farmacéutico para volver a comprar los mismos antibióticos con los que
tuvieron buenos resultados en episodios anteriores o ante síntomas similares en el pasado.
∗ Boticas de a Sol son centros de venta de medicamentos básicos establecidas por la Municipalidad Provincial de El
Callao, con el fin de vender medicamentos a un valor igual o menor al de un Nuevo Sol (moneda nacional del Perú).
16
Los resultados de la encuesta, por otra parte, señalan que la diferencia de comportamiento entre los
entrevistados fue mínima. El 49,9% indicó comprar antibióticos con receta médica mientras que un
49,6% lo hizo sin receta durante su última enfermedad. Las razones de quienes acostumbran a comprar
sin receta fueron muy similares a las argüidas para no ir al médico: saben qué medicamento que deben
tomar (43,7%); piden recomendación en la farmacia (16,3%); no tienen tiempo de ir al doctor (14,6%);
opinan que la atención sin receta médica es más rápida (14,5%); por falta de recursos económicos
(6,8%), por costumbre (5,8%); o porque no les gusta ir al médico (3,2%).
En cuanto a la cantidad de antibióticos comprados, casi la mitad (49,8%) de los entrevistados indicó
haber adquirido sólo una parte de la dosis recomendada por el farmacéutico o por el médico durante su
última enfermedad. Del 48,8% restante, las razones aducidas para no haber adquirido la cantidad
completa fueron: que no les alcanzaba el dinero (61,7%) para comprar el tratamiento completo; se
sintieron mejor (30,3%) o querían ver cómo iban reaccionando a la medicación (12,4%). De esta manera,
si el tratamiento había sido indicado para 5 ó 7 días, compraban al principio sólo para 2 ó 3 días y, sólo si
ellos lo consideraran necesario, comprarían el resto. Sólo un grupo pequeño indicó preferir comprar el
tratamiento completo por temor a un efecto negativo o recaídas en caso de tomar una dosis incompleta.
La escasez de recursos y la falta del antibiótico solicitado en la farmacia fueron señalados como las
razones principales para sustituir el antibiótico recomendado. En ambos casos, los farmacéuticos son los
que recomiendan o sugieren el uso de un antibiótico similar en cuanto a composición y mecanismo de
acción. De esta manera, los entrevistados informaron que aceptan dicha recomendación porque confían
en los conocimientos y experiencia de los farmacéuticos.
PRÁCTICA DE CONSUMO
Sobre las prácticas de consumo, se exploraron los temas de automedicación, frecuencia del
consumo de antibióticos, tipo de antibiótico usado y cumplimiento del tratamiento.
El 75,5% de los encuestados indicó que tomaba antibióticos por su propia cuenta. Del total, 43,5%
decide por sí mismo la compra y el tipo de antibiótico que va a consumir, mientras que 33,7% pide
recomendación al farmacéutico; 12,7% a un pariente; 5,8% al dependiente de la farmacia; y 4,3% a un
amigo o vecino. Al preguntárseles si sabían la cantidad y duración de antibióticos que debían tomar, los
encuestados respondieron que tomaban lo recomendado por el farmacéutico (55,2%), mientras que
24,3% indicó que cada 8 horas; 13,7% dijo que por experiencia; 12% según lo recomienda un familiar; y
1,3% cada 6 horas, por 3 días.
La mayor parte de los entrevistados de los grupos de enfoque consumen antibióticos entre 2 y 3
veces al año. Otros señalaron que lo hacían con mayor frecuencia, entre 4 y 6 veces al año, y otros,
aunque en menor grado, tomaron antibióticos más de 7 veces al año, porque sufrían de alguna
enfermedad crónica o infecciones recurrentes (urinarias, de las amígdalas, dentales).
Con respecto al tipo de antibiótico consumido en los seis meses anteriores a la encuesta, los
participantes mencionaron, en orden de mayor a menor consumo: amoxicilina (sustancia activa),
ampicilina (sustancia activa), Bactrim (nombre comercial de trimetoprima/ sulfametoxazol), dicloxacilina
(sustancia activa), Ambroxil (nombre comercial), eritrominicina (sustancia activa), Megacilina (nombre
comercial), penicilina (sustancia activa), Posipen (nombre comercial), tetraciclina (sustancia activa),
Velamox (nombre comercial), Velocef (nombre comercial), Velomicín (nombre comercial). En algunos
casos, los entrevistados confundieron los antibióticos con otro tipo de medicamentos, como
expectorantes, mucolíticos, antihistamínicos, analgésicos y otros.
En cuanto al cumplimiento del tratamiento, la mayoría indicó que acostumbra a suspender los
antibióticos cuando percibe una mejoría en su estado de salud. De los entrevistados, 62,6% manifiesta
que cumple totalmente con el plazo (Figura 1) y 67,8% con el horario (Figura 2). A pesar de esta
práctica, los entrevistados también reconocieron que la suspensión del tratamiento podría hacerlos
empeorar (o no mejorar) y crear resistencia a los antibióticos. También señalaron como preocupación los
17
efectos dañinos potenciales del consumo elevado de antibióticos, como la generación de dependencia
del medicamento o que el organismo se torne inmune al mismo.
Figura 1. Porcentaje de entrevistados que cumple con el tratamiento de antibióticos en las dosis
indicadas
62.6%
13.3%
12.2%
Todo lo
indicado
La mayoría de
veces
Algunas
veces
9.3%
2.7%
No cumple
Ns/nc
TOTAL 100%; Base de entrevistas = 412
Figura 2.
antibióticos
Porcentaje de entrevistados que cumplen con el horario del tratamiento de
67.8%
14.8%
Todo lo
indicado
La mayoría de
veces
13.1%
Algunas
veces
1.5%
2.8%
No cumple
Ns/nc
TOTAL 100%; Base de entrevistas = 412
Los que cumplen cabalmente el horario tratamiento señalaron las siguientes razones para hacerlo:
para lograr una recuperación completa (76,4%); para curarse más rápido (17%); y para evitar las
complicaciones (1,9%). Aquellos que cumplían sólo algunas veces señalaron: olvidarse de tomarlos
(62%); porque ya se sentían mejor (26,1%); o porque el medicamento no les hacía efecto (3,6%).
Mientras que los que lo hicieron la mayoría de las veces indicaron hacerlo: porque tenían la intención de
cumplir a cabalidad pero a veces se olvidaron de hacerlo (51,2%); porque deseaban obtener una
recuperación completa (36%); o para curarse más rápido (12,1%). El 1,5% que no cumplió lo hizo porque
se olvidó tomar el medicamento (47,5%); no le prestó mucha importancia al tratamiento (15,4%); o tomó
más de la dosis establecida (6,1%).
Una gran mayoría de los entrevistados de los grupos de enfoque indicaron que acostumbran guardar
los antibióticos sobrantes para una ocasión posterior. Esto fue similar entre los participantes de las
entrevistas personales: el 64,8% los guarda para otra oportunidad. Otros mencionaron botarlos a la
basura sin destruir el envase (13,6%); regalarlos a otra persona que los necesite (7,4%); destruir los
envases y arrojarlos a la basura (5,4%), tirar las pastillas al inodoro o lavatorio (1,9%); o canjear los
sobrantes en la farmacia (0,9%). Se observó una contradicción en las respuestas de los entrevistados a
esta pregunta si se la compara con el cumplimiento del tratamiento, ya que si 64,8% guardan los saldos
para una próxima oportunidad, no es posible que 68% cumpla con el tratamiento indicado. Se infiere de
esta situación que hay participantes que han respondido como creen que deberían actuar y no como
efectivamente lo hacen. Sobre la forma de guardar los antibióticos, la mayor parte de los entrevistados
informaron que por lo general los tiene en su dormitorio, alejado del alcance de los niños, pero al mismo
tiempo a la mano ante cualquier necesidad o emergencia. Algunos entrevistados reconocen la necesidad
18
de conservar los medicamentos en un lugar fresco y con ventilación, pero no en todos los casos lo hacen
porque prima su deseo de tenerlos inmediatamente accesibles.
En relación con la tendencia entre la población entrevistada de recibir información y
recomendaciones de los farmacéuticos, muchos afirmaron que le piden consejo sólo a los químico
farmacéuticos aunque, en ocasiones, también se dejan llevar por el comentario de los vendedores en las
farmacias. En este sentido, los entrevistados expresaron confianza en la opinión de los vendedores en
las farmacias, en caso de no hallarse presente el químico farmacéutico o en caso de que se tratara de un
vendedor conocido, que les inspirase confianza. A pesar de que los entrevistados indicaron conocer la
diferencia entre el químico farmacéutico y el que despacha o vendedor, varios manifestaron no estar
completamente seguros de quién es quién cuando van a la farmacia.
Los entrevistados también indicaron tomar en cuenta y valorar mucho las recomendaciones de sus
familiares cercanos (padres, abuelos, hermanos), porque las recomendaciones de sus familiares se
basan en los resultados favorables que obtuvieron con el medicamento; al mismo tiempo, añadieron que
valoran la experiencia que asocian con las personas adultas, sobre todo la madre y los abuelos.
El farmacéutico, según refieren los entrevistados, es el principal personaje que les da indicaciones
sobre la dosis adecuada y duración del tratamiento según la edad y las características particulares de los
enfermos (síntomas, peso). Los entrevistados indicaron confiar en sus indicaciones porque consideran
que son personas preparadas para poder brindar una orientación y ayuda coherentes.
Discusión y Conclusiones
Se encontró que en la comunidad de El Callao, Perú, la compra indiscriminada de antibióticos y el
incumplimiento del tratamiento por parte de los consumidores constituyen un problema. El 75,5% de la
muestra indicó automedicarse y el 49,8% sólo compra parte del tratamiento. Los factores principales que
contribuyen al problema incluyen: el acceso fácil a la compra de antibióticos, la expectativa del
consumidor del personal de la farmacia, las creencias del consumidor de que las recetas médicas son
vitalicias, problemas de accesibilidad a los servicios de salud, y las creencias, actitudes y percepciones
sobre la función y eficacia de los antibióticos.
El mercado da facilidades a los consumidores para obtener los antibióticos, lo que impulsa y
fomenta el consumo inadecuado. Acudir a la farmacia a comprar un antibiótico sin receta médica es una
práctica común. Es más, ante una enfermedad que no se puede tratar en casa con remedios caseros o
medicamentos guardados, la alternativa más frecuente es acudir a la farmacia en busca de una
recomendación para comprar algún producto, incluidos antibióticos conocidos por haberlos usado con
anterioridad.
La compra de antibióticos sin receta médica es una costumbre respaldada por la falta de exigencia
de la misma al momento de la compra. La ley de venta de antibióticos que requiere receta médica no es
ampliamente conocida por los consumidores. Es más, se apreció durante las discusiones de los grupos
de enfoque que tal medida no cuenta con apoyo de los consumidores, quienes la considerarían injusta,
porque afectaría más a la población de recursos económicos limitados.
Los resultados señalan que el personal de farmacia se ha convertido en el protagonista central de la
venta de medicamentos, a quien el consumidor recurre en primera instancia, incluso confundiendo su
función con la del médico en algunos casos. Ese personal cuenta con la confianza del consumidor,
sobre todo cuando es alguien conocido con quien el consumidor tiene un trato frecuente. Además de
esperar que el farmacéutico trate su enfermedad, el consumidor espera que le venda medicamentos de
buena calidad, que en su opinión son los de marca.
Por otra parte, a pesar de que el 49,9% de los consumidores indicaron comprar sus antibióticos con
receta durante su última enfermedad, más de la mitad fueron directamente a la farmacia durante ese
19
episodio y no al médico. Por las respuestas de los grupos focales, inferimos que los consumidores
piensan que una vez que el médico les receta un medicamento, pueden seguir usándolo, si vuelven a
tener los mismos síntomas o síntomas similares y que las recetas no caducan y pueden utilizarse
recurrentemente con las mismas indicaciones que en el caso original.
La barreras de accesibilidad a los servicios médicos mencionadas por los participantes incluyen las
largas esperas para obtener una cita médica u obtener atención (en el sistema público) y la falta de
recursos económicos para afrontar el costo de los servicios particulares. Como resultado, los
consumidores recurren a la farmacia en busca de tratamiento rápido, especialmente quienes trabajan y
no tienen tiempo de ir a los centros de salud públicos. No obstante, cuando se trata de los niños, los
entrevistados indicaron que agotarían sus medios para conseguir dinero para llevarlos al médico o
comprar los antibióticos o ambos.
Es importante destacar que los entrevistados también consideran que la receta médica es una forma
de justificar el gasto de la consulta, sobre todo si se realiza en un consultorio particular, señalando hasta
cierto punto que no vale la pena ir al médico si no se obtiene una receta y que en esos casos sería
preferible automedicarse.
Los consumidores tienen una creencia arraigada sobre los antibióticos de marca, por considerarlos
más fuertes y eficaces; los genéricos son considerados más baratos y accesibles, pero de peor calidad.
La idea de que los antibióticos actúan de forma rápida está muy fijada en la conciencia de los
consumidores, lo cual, en parte, explica las compras de tratamientos incompletos y las fallas en el
cumplimiento de las indicaciones de dosis y duración. Los pacientes suspenden el tratamiento cuando
los síntomas mejoran; por el contrario, si empeoran, aumentan la dosis recomendada, compran un
nuevo medicamento en la farmacia o, en última instancia, recurren al médico para recibir tratamiento.
Aquí también hay una diferencia cuando se trata de un hijo que está enfermo, especialmente los
menores de 1 años de edad, ya que en esos casos hay mayor disposición por cumplir con el tratamiento
indicado de forma más rigurosa.
Lograr que los consumidores cumplan con el tratamiento de antibióticos requiere diversas
intervenciones, que necesitarán el apoyo de estrategias de educación y comunicación, tanto
interpersonal como masivas. Aunque algunos métodos utilizados para el cumplimiento del tratamiento
para enfermedades como la tuberculosis, el VIH/sida, la diabetes y la hipertensión son complejos y
costosos, tienen algunos elementos que deben incluirse al elaborar un plan que mejore el uso de
antibióticos. Se debe prioridad a estrategias que incorporen al farmacéutico y al vendedor en farmacias
para educar al consumidor y a largo plazo influenciar su conducta. El establecimiento de controles e
incentivos a la venta de los antibióticos, la educación al consumidor sobre la importancia de cumplir con
el tratamiento, y la comunicación entre los consumidores y los profesionales de la salud podrían fomentar
la compra y uso responsable.
Recomendaciones
En vista de los hallazgos del estudio y en consideración al contexto socioeconómico y político
del país proveemos las siguientes recomendaciones para intervenciones:
•
•
•
Desarrollo de un programa de información, educación y comunicación (IEC) dirigido a los
consumidores con especial énfasis en madres de niños pequeños, mujeres embarazadas y
abuelas.
Promoción y amplio acceso de los consumidores al Centro de Información de
Medicamentos (CIM).
Elaboración e implementación de campañas intensivas para promover la importancia de
obtener prescripción medica, cumplir y completar el tratamiento de antibióticos según las
indicaciones de los únicos autorizados el médico y el farmacéutico.
20
•
•
•
Desarrollo e implementación de programas de educación a pacientes en los hospitales que
incluyan clases y talleres de educación en el manejo de los antibióticos especialmente para
madres de niños pequeños.
Hacer mandatario el que todo el personal de farmacia, especialmente los vendedores,
reciban capacitación de corto tiempo sobre el manejo de antibióticos, el problema del uso
inadecuado de los antibióticos, el problema de la resistencia, y asuntos de responsabilidad
social y legal referentes a la dispensación no autorizada.
Promover el uso adecuado de los antibióticos a través de campañas intensivas sobre la
automedicación y el problema de la resistencia.
Referencias
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