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ASPECTOS FITOSANITARIOS EN PLANTACIONES FORESTALES
Alberto Ramírez-C.
Ingeniero Forestal – Patología
Marzo 7 de 2008
Introducción
Se pretende resumir en este texto, los aspectos más sobresalientes de los
principales daños bióticos y abióticos en algunas especies forestales tropicales,
utilizadas en programas de reforestación, con especial énfasis en aquellos
cuyo conocimiento y manejo corresponden a la Patología Forestal, pero
también se mencionan, muy someramente, algunos casos entomológicos, con
el objeto de facilitar al interesado información sobre algunos insectos o ácaros,
cuyos daños en algunos eventos pueden conducir a confusión acerca de la
verdadera etiología del problema, o en otros casos , pueden inducir o propiciar
la acción de agentes patógenos, o derivarse de la acción de éstos. Este
aspecto se sustenta también en la consideración ampliamente aceptada de la
necesidad de manejo interdisciplinario de problemas fitosanitarios forestales.
Aunque este texto ha sido diseñado fundamentalmente para ingenieros
forestales, se ha utilizado una técnica descriptiva de casos muy sencilla, lo cual
facilita su comprensión a personas que no tengan aquella disciplina, pero que
dispongan de los conocimientos básicos no sólo de la especie motivo del
problema, sino de la capacidad de observación, seguimiento y análisis del
problema planteado, sin dejar de considerar las condiciones medio-ambientales
que pudieron haber promocionado el daño. Esto, por lo menos, permite
conducir a un diagnóstico presuntivo, que puede evaluarse, o confirmarse por
medio del concepto de un especialista, o mediante análisis de laboratorio.
Para muchos casos de enfermedades se recomiendan formas de control
curativo o a posteriori. Pero, definitivamente, debe propenderse siempre por un
control preventivo: Toda la información suministrada en este texto apunta
fundamentalmente a eso. Por esto no sobra insistir en la necesidad de
encontrar un equilibrio adecuado entre la especie forestal y la calidad de sitio,
sin dejar de considerar que gran número de daños en plantaciones se originan
en el vivero. Luego de definido este importante aspecto, se debe prodigar el
mejor manejo silvicultural posible.
2
Presentación de casos
Se presentan algunos casos de importancia para algunas especies forestales
utilizadas en programas de reforestación en Colombia.
TECA – Tectona grandis
1 – Enfermedades vasculares
A - Botryosphaeria sp. (Probablemente B. dothidea)
Síntomas
Secamiento de yemas terminales. Bifurcación. Muerte del ejemplar
Epidemiología
Hongo con un rango amplio de hospederos. El proceso de patogénesis se
inicia por heridas naturales o inducidas.
Control
Buen manejo silvicultural. Evitar heridas
Yemas terminales de Teca afectadas por Botryosphaeria sp.
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Ejemplar de Teca afectado por Botryosphaeria sp. (Foto A. Ramírez-C)
Plantación de Teca afectada por Botryosphaeria sp. (Foto A. Ramírez-C)
4
Herida en fuste propicia para ataque de Botryosphaeria sp. (Foto A. Ramírez-C)
Pudrición basal en Teca, asociada con Botryosphaeria sp. (Foto A. Ramírez-C.)
5
Secamiento y muerte de Teca por ataque de Botryosphaeria sp. (Foto Ramírez-C)
Bifurcación promocionada por ataque anterior de Botryosphaeria sp. (Foto A. Ramírez-C)
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B - Phellinus noxius
Síntomas
Hongo asociado con la “pudrición de corazón” (Heart-rot). Es muy difícil de
detectar en árboles en pie, pero puede causar la muerte temprana de
ejemplares. Este hongo, y un grupo similar, tienen un rango amplio de
hospederos.
Epidemiología
El hongo penetra por heridas de diferente origen, incluidas las radiculares.
Control
Buen manejo silvicultural. Evitar heridas, incluidas las de poda. Sólo realizarlas
en épocas secas, con herramientas adecuadas, personal capacitado, utilizando
cicatrizantes protectantes.
Trozas de Teca con pudrición de corazón (Foto A. Ramírez-C)
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2 – Enfermedades foliares
No se han reportado en Colombia casos de enfermedades foliares en Teca a
nivel de daño económico. Los disturbios foliares más serios, se han encontrado
asociados con insectos, enfermedades carenciales, plantas parásitas
superiores y déficit hídrico.
Síntoma de déficit hídrico en Teca (Foto A. Ramírez-C)
Hormiga arriera – Atta sp. (Hymenoptera: Formicidae) en Teca (Foto A. Ramírez-C)
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Ejemplar de Teca afectado por plantas parásitas. Se asocian primordialmente las especies
Oryctanthus alveolatus y Phthirusa stelis, ambas reportadas por este autor en 2000, las
cuales presentan un amplio rango de hospederos, causando desde inhibición de crecimiento,
hasta la muerte del ejemplar afectado, indiferentemente de la edad. (Foto A. Ramírez-C)
Enfermedades radiculares
En Colombia no se han reportado enfermedades radiculares de importancia en
plantaciones de Teca, excepto aquellas originadas en vivero, y presentes en
ejemplares juveniles, relacionadas con pudriciones radiculares. Asociadas con
hongos tales como Pythium spp., Rhizoctonia spp., Phytophthora spp.,
Los mayores problemas radiculares en Teca, tienen relación con insectos
plaga, tales como termitas o comején (Amitermes foreli –Isoptera: Termitidae y
Heterotermes sp.- Isoptera: Rhinotermitidae), al igual que la “chisa”: Phyllophaga sp.
Y
Cyclocephala ruficollisB. (Coleoptera: Melolonthidae), pero de mayor
ocurrencia son las deformaciones radiculares originadas en vivero, o por
sistema indebido de plantación.
9
Deformación radicular en Teca (Foto A. Ramírez-C)
10
EUCALIPTO - Eucalyptus spp.
1 – Enfermedades vasculares
A – Chancro del Eucalipto – Cryphonectria cubensis
Síntomas
Causa daños en la corteza, cambium y duramen. Sólo se presenta bajo
condiciones de campo, luego de 5 meses de edad de la plantación, con los
siguientes síntomas principales:
Muertes esporádicas y lesiones basales, especialmente en ejemplares
entre los 6 meses y 2 años de edad.
Reventamiento y desprendimiento de la corteza, en forma de tiras, en
árboles con lesiones poco profundas, que no alcanzan a deteriorar el
cambium. Se puede presentar una hinchazón, que puede ser prominente
en la base del fuste. Hay exudación abundante de resina.
El chancro típico, caracterizado como una lesión con borde calloso,
puede ocupar una porción grande de la circunferencia del fuste.
Generalmente se presenta en ejemplares con más de 2 años de edad,
pero a pesar de corresponder al nombre de la enfermedad, no es el
síntoma más común en una plantación afectada.
Epidemiología
Este hongo ataca especies de Eucalipto de zonas basales tropicales. Aunque
se le ha encontrado en especies nativas de Melastomataceae y otras
Myrtaceae, puede asegurarse que su mayor incidencia patológica es en el
genero Eucalyptus.
Control
Buscar resistencia inter e intraespecífica.
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Ejemplar de Eucalyptus grandis afectado por Cryphonectria cubensis (Foto A. Ramírez-C)
Lesión basal por Cryphonectria cubensis (Foto A. Ramírez-C)
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Daño vascular por Cryphonectria cubensis (Foto A. Ramírez-C)
Plantación aparentemente libre de Cryphonectria cubensis (Foto A. Ramírez-C)
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Peritecios, ascas y ascosporas de Cryphonectria cubensis
(Foto: F.A. Ferreira - Brasil)
B – Botryosphaeria dothidea – Chancros y secamiento de yemas
Síntomas
Chancros en fuste o en sitios de inserción de ramas y pecíolos
Secamiento foliar distal por anillamiento causado por chancros
Envés de hojas áspero, tipo papel de lija, y haz bronceado
Defoliación
Epidemiología
Heridas previas, inducidas o naturales
Especies fuera de su rango, o ejemplares bajo estrés
Control
Buen manejo silvicultural. Evitar heridas de toda índole.
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Secamiento de yemas, como daño distal causado por Botryosphaeria dothidea (Foto Ramírez-C)
Secamiento inicial de yemas por B. dothidea (Foto Ramírez-C)
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B. dothidea: Chancros en puntos de inserción de ramas (Foto A. Ramírez-C)
Tumores indicativos de respuestas hormonales a factores adversos al ejemplar, pero sin
ninguna significancia patológica. Caso muy diferente a la acción de B. dothidea.
(Foto A. Ramírez-C)
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Caso avanzado de ataque por B. dothidea (Foto A. Ramírez-C)
Daños vasculares por Botryosphaeria dothidea en Eucalipto (Foto A. Ramírez-C)
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Daños vasculares por B. dothidea (Foto A. Ramírez-C)
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2 – Enfermedades Foliares en Eucalipto
Puccinia psidii – Roya del Eucalipto
Síntomas
Esta enfermedad sólo se presenta en ejemplares entre los 5 meses y 2
años de edad.
Ataca solamente órganos tiernos de la planta, tales como primordios
foliares, con sus pecíolos y yemas.
Inicialmente se presentan puntuaciones verde-claro, que luego se
convierten en pústulas amarillas en el envés de las hojas.
Se presenta deformación de los limbos foliares.
Las hojas maduras o viejas, no son atacadas
En ejemplares jóvenes hay superbrotamiento, y la planta permanece
achaparrada ante ataques sucesivos.
Epidemiología
Este hongo convive naturalmente con otras Mirtáceas nativas, tales como
Marcia popayanenses, Psidium guajaba y Eugenia jambos
Control
Buscar resistencia interespecifica, interprocedencias, intraprocedencias
o trabajar con especies precoces en buena calidad de sitio.
Ataque inicial de Puccinia psidii (Foto A. Ramírez-C)
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Ataque avanzado de Puccinia psidii (Foto Ramírez-C)
Uredosporas de Puccinia psidii (Foto F.A. Ferreira - Brasil)
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Enfermedades radiculares en Eucalipto
No se han reportado enfermedades radiculares de importancia en plantaciones
de Eucalipto, excepto aquellas originadas en vivero, y presentes en ejemplares
juveniles, relacionadas con pudriciones radiculares, asociadas con hongos
tales como Pythium spp., Rhizoctonia spp., Phytophthora spp., etc.
Los mayores problemas radiculares en Eucalipto, tienen relación con insectos
plaga, tales como termitas o comején (Amitermes foreli –Isoptera: Termitidae y
Heterotermes sp.- Isoptera: Rhinotermitidae), al igual que la “chisa”: Phyllophaga sp.
y
Cyclocephala ruficollisB. (Coleoptera: Melolonthidae), pero de mayor
ocurrencia son las deformaciones radiculares originadas en vivero, o por
sistema indebido de plantación.
Deformación radicular en Eucalipto (Foto Ramírez-C)
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PINOS - Pinus spp.
Enfermedades vasculares
A – Botryosphaeria dothidea
(Ver caso similar al presentado en Teca y Eucalipto)
B – Sphaeropsis sapinea (Sin.: Diplodia pinea)
Aunque se le considera por algunos autores como una enfermedad foliar, en
estado avanzado de ataque causa serios daños vasculares en fuste y ramas,
caracterizados por chancros y “mancha azul” de la madera (blue-stain)
Síntomas
Lesiones iniciales hundidas de color púrpura en la base de los fascículos
de acículas infectadas.
La yema Terminal puede curvarse, y eventualmente morir.
Generalmente se presenta un secamiento descendente (die-back)
Heridas de podas, y daños similares, especialmente daños por granizo,
pueden propiciar el desarrollo de grandes chancros en el fuste, y agravar
el cuadro clínico.
Epidemiología
Este hongo, al igual que Botryosphaeria dothidea en Eucalipto, puede
encontrarse como endófito asintomático en especies de pino, pero por otra
parte, se encuentra como saprofito en residuos de pino, tales como corteza,
acículas y conos, de donde las conidias se pueden transportar por lluvia o
viento a ejemplares sanos.
Control
De acuerdo con la calidad del área, trabajar con especies resistentes.
Realizar podas tempranas, a fin de propiciar mejor aireación de las
partes basales.
Realizar las podas en épocas de menor precipitación, con herramientas
adecuadas. No usar machete.
Remover el material producto de la poda, para evitar que se convierta en
fuente de inóculo.
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Daño terminal en Pino por Sphaeropsis sapinea (Foto A. Ramírez-C)
Yemas terminales de Pino afectadas por S. sapinea (Foto A. Ramírez-C)
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Enfermedades foliares en Pinos
Mycosphaerella pini (Sin.: Scirrhia pini)
Síntomas
Necrosis de acículas, las cuales adquieren color rojizo
Secamiento ascendente
Defoliación y posible muerte del ejemplar afectado
Importante: Eventualmente se pueden confundir los síntomas con los
producidos por el hongo Cylindrocladium pteridis. Verificar en laboratorio
Epidemiología
Generalmente se puede presentar en épocas de lluvias prolongadas, en
material bajo condiciones de estrés.
Control
Propiciar muy buen manejo silvicultural, a partir de excelente calidad en vivero.
Evaluar deficiencias edáficas y calidad física del suelo en el área de plantación.
Daños causados por Mycosphaerella pini en Pinus caribaea (Foto A. Ramírez-C)
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Daño en Pinus caribaea por Mycosphaerella pini (Foto A. Ramírez-C)
Mycosphaerella pini en Pino caribe (Foto A. Ramírez-C)
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Daño típico de M. pini en Pino caribe (Foto A Ramírez-C)
Enfermedades radiculares en pinos
1 – Rhizina undulata – Enfermedad del fuego en pinos
Síntomas
Decaimiento y muerte de ejemplares jóvenes
Pudrición radicular
Presencia de esporóforos (cuerpos fructíferos del hongo), de color café,
o sus restos ennegrecidos como carbón.
Si no se aprecian en primera instancia los esporóforos, el daño se puede
confundir con deficiencia de Boro o toxicidad por Aluminio.
Epidemiología
Periodos de calor intenso, ya sea por radiación solar intensa, pero más
comúnmente por quemas en la preparación del sitio para plantar, estimulan la
germinación de las esporas del hongo. Se han presentado pérdidas serias en
Pinus patula en el Norte de Antioquia por este patógeno.
Control
No quemar antes de plantar pinos
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Retardar la plantación por un periodo de 8-12 meses antes de plantar
pinos, si se ha preparado el sitio con quema.
La activación de Rhizina undulata también puede ocurrir por incendios
accidentales, o cualquier otro factor que incremente sensiblemente la
temperatura del suelo.
No se dispone de estrategias para el control químico de este hongo
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2 – Deformaciones radiculares
Son de común ocurrencia cuando en vivero se produce pino en recipientes o
contenedores muy pequeños, menores de 6cm de diámetro, o cuando el
material vegetal permanece por un tiempo muy prolongado en vivero,
sobrepasando su desarrollo normal para plantar en campo.
Sistema radicular inapropiado, originado en vivero (Foto A. Ramírez-C)
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Deformación radicular fuerte en pino (Foto A. Ramírez-C)
Muerte de pino por deformación radicular (Foto Ramírez-C)
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Decaimiento inicial de pino pátula por deformación radicular (Foto A. Ramírez-C)
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ACACIAS – Acacia sp.
Enfermedades de las Acacias
Los principales casos reportados hacen referencia especial a Acacia
mangium, especie que ha tomado mucho auge en zonas bajas tropicales,
especialmente de la formación bh-T, encontrando fundamentalmente:
Pudriciones radiculares. Acacia mangium
es extremadamente
sensible a mal drenaje en el suelo, generando severas pudriciones
radiculares, por factores físico-químicos y biológicos que se derivan de
dicha condición. Pudriciones radiculares severas, conllevan a
volcamientos, o a la muerte temprana del ejemplar muerte del ejemplar.
Pudrición de corazón. Esta especie se presenta como extremadamente
sensible a la pudrición de corazón (Heart-rot), ante heridas de diferente
naturaleza, incluida la acción de insectos perforadores de fuste y ramas.
Se ha considerado de importancia, anexar información amplia sobre las
Enfermedades de las Acacias, por lo cual se incluye un documento
especial sobre tal fin.
ENFERMEDAES DE LAS ACACIAS – Documento especial
NOTA IMPORTANTE
Gran parte de la información consignada en este documento, corresponde a un resumen
de la publicación "A Manual of Diseases of Tropical Acacias in Australia, South-East
Asia and India", producida por Kenneth M. Old, Lee Su See, Jyoti K. Sharma, y Zi
Qing Yuan, en el Center for International Forestry Research, Jakarta, Indonesia, en
2000, con el apoyo de CSIRO-Forestry & Forest Products - Canberra, Australia. Por lo
anterior, priman Derechos de Autor y sólo puede utilizarse este documento, con
circulación restringida, para Consulta Bibliográfica.
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1 - Características y distribución del Género
El género Acacia comprende aproximadamente 800 especies, originarias
primordialmente de los trópicos y subtrópicos, con más del 50% originarias de
Australia. Son latifoliadas siempreverdes, representadas con arbustos y árboles. Aunque
es un género pantropical, tanto del Viejo como del Nuevo Mundo, su distribución se
puede extender más allá de los trópicos de Cáncer y Capricornio, alcanzando latitudes
de 30°N y 40°S. En las zonas más desérticas de Australia, India y África, es común
encontrarlas formando masas homogéneas de mucha importancia en el uso para leña,
forraje, postes, y árboles de sombra.
Dentro de su fisonomía sobresalen sus hojas bipinnaticompuestas, sin foliolo terminal.
Las flores son uni o bisexuales, generalmente pequeñas, prevaleciendo el color amarillo,
pero eventualmente blancas. Muchas especies presentan equínulas o espinas muy
fuertes. Taxonómicamente se les ubica en la Superfamilia Leguminosae, Familia
Mimosoideae, comúnmente denominado Grupo Mimosaceae.
Los representantes más conocidos son:
Australia: A. melanoxylon, A.auriculiformis
Asia: A. catechu, A. horrida
África: A. albida, A. nilotica, A. senegalensis
Suramérica: A. farnesiana (Lamprecht, 1990)
Las Acacias han adquirido gran importancia en programas de reforestación, con cerca
de 2 millones de hectáreas alrededor del mundo, principalmente en el Sudeste Asiático y
en algunos países de Latinoamérica, predominando las siguientes especies: Acacia
mangium Willd. y A. auriculiformis Cunn. ex Benth. Algunas procedencias de A.
crassicarpa y A. aulacocarpa parece que ofrecen también muy buenas perspectivas.
Plantaciones comerciales de A. cassicarpa han sido establecidas en los últimos años en
Indonesia. Todas las especies anteriores presentan una muy buena alternativa de
maderas duras [hardwood] con turnos realmente cortos (Old, et al. 2000)
2 - Enfermedades
Al igual que todas las especies forestales utilizadas en programas de reforestación, las
Acacias están sujetas a daños por agentes asociados con enfermedades infecciosas, al
igual que insectos plaga, y disturbios de origen abiótico, en especial desórdenes
nutricionales, y otros factores físicos, químicos, o climáticos, que se pueden derivar de
su ubicación fuera del rango de condiciones medio-ambientales adecuado para la
especie elegida. Para nuestro caso, se hará énfasis en las enfermedades infecciosas más
comunes, dentro de las cuales generalmente se encuentran involucrados diferentes tipos
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de hongos, determinando en lo posible los factores que promueven la misma. Es
importante anotar que estas enfermedades pueden presentarse en cualquiera de las
estructuras que conforman el ejemplar: Raíz, fuste y ramas, hojas y pecíolos, y aún la
semilla [pre ó postcosecha], y en cualquiera de sus etapas de desarrollo, desde plántulas
de vivero hasta ejemplares adultos en plantaciones, y que los agentes asociados
disponen de un amplio rango de hospederos, y no son necesariamente enfermedades
específicas de las Acacias. Para tal efecto, se han agrupado aquí de la siguiente manera:
Enfermedades en vivero, enfermedades radiculares, enfermedades en fuste y ramas,
enfermedades foliares.
2.1 - Enfermedades en Vivero
Varias enfermedades pueden presentarse en viveros de Acacias que no ofrezcan
condiciones adecuadas de manejo. Pudriciones radiculares y damping-off pueden ser las
más comunes, con pérdidas mayores si no se toman las medidas preventivas para evitar
su incidencia. Luego de la presencia de estas enfermedades, es poco probable su control,
de tal manera que las siguientes prácticas deberían establecerse con la debida
anticipación:
Disponer de semilla sana y vigorosa, preferiblemente tratada con un fungicida
protectante a base de captan + carboxin [p.e. Vitavax-300]
Disponer de un sustrato [para germinador o recipientes individuales]
previamente desinfestado, con un fumigante de suelos de amplio espectro [p.e.
Formol o Basamid], rico en arena y bajo en materia orgánica, con un pH
moderado [5.0-5.5]
Disponer de un sustrato rico en arena y reducido moderadamente en contenido
de materia orgánica. Sustratos con exceso de Nitrógeno, y pH superior a 5.5,
pueden promover la acción de algunos hongos (p.e. Fusarium). Contenidos
moderadamente altos de Potasio, prodigan resistencia al ataque de patógenos, no
sólo en plántulas sino en ejemplares juveniles y adultos.
Permitir la máxima luminosidad posible en toda el área del vivero
Utilizar cantidades razonables de agua de buena calidad [no propiciar
saturación excesiva o encharcamientos]
Evitar aglomeración de plántulas. Mínima densidad posible (Ramírez, 1993)
2.2 - Enfermedades radiculares
Un grupo numeroso de hongos se pueden asociar en casos de pudriciones radiculares,
especialmente Basidiomicetos y mitospóricos, destacándose los siguientes:
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Phytophthora spp., Phellinus noxius, Rigidoporus lignosus, Ganoderma spp.,
Tinctoporellus epimiltinus, Amauroderma cf. parasiticum.
Síntomas
En plantaciones, se pueden observar grupos de árboles, en "parches", que en estados
iniciales de la afección presentan decaimiento generalizado, porte bajo, hojas cloróticas,
debido a un suministro inadecuado de agua y nutrientes. Se puede presentar producción
de frutos y semillas fuera de la época fenológica normal, y puede haber rompimiento del
fuste por viento. Ejemplares severamente afectados pueden morir. Por el color que
adquieren las raíces infectadas, se pueden distinguir los diferentes tipos de patógenos
que las afectan. Coloraciones inicialmente rojizas, que avanzan hasta colores pálidos en
madera esponjosa, con un olor característico, podrían indicar la asociación de
Ganoderma spp. [Este caso es típico en Acacia mangium]. Coloraciones pardas o café,
con líneas hifales debajo de la corteza, pueden indicar la presencia de Phellinus noxius.
Coloraciones negras, en forma de costra, con engrosamientos de la corteza, pueden estar
relacionadas con Amauroderma cf. parasiticum, pero no se debe descartar la presencia
de Phytophthora sp. Coloraciones blancas, con capas gruesas de rizomorfos,
generalmente están relacionadas con
Rigidoporus sp. Para cualquier caso,
indistintamente de su coloración, es conveniente realizar los análisis de laboratorio que
indiquen con certeza el agente asociado, ya que las variaciones que se presentan en las
condiciones del suelo pueden enmascarar dichas coloraciones.
Epidemiología e Impacto
Los hongos involucrados en pudriciones radiculares generalmente viven como
saprofitos endémicos en los bosques naturales. Cuando se establecen plantaciones de
Acacia, ellos ya se encuentran en tocones y material vegetal remanente, pudiendo llegar
a ser patógenos muy virulentos de ejemplares de Acacia que presenten algún grado de
estrés, de cualquier origen, en especial cuando se planta esta especie fuera de su rango.
Árboles de poco vigor son los primeros candidatos a sufrir pudriciones radiculares. Las
pérdidas pueden variar, desde algunos pocos ejemplares por área, hasta pérdidas
completas en grandes lotes.
Control
Habida cuenta que los patógenos asociados con pudriciones radiculares sobreviven en
material leñoso en el suelo, su control es muy difícil e incierto. Se recomiendan las
siguientes acciones preventivas:
a - Disponer de material vegetal de muy buena calidad genética y fisiológica.
b - Asegurarse de ejemplares de vivero con muy buena conformación radicular [sin
espiralamiento, cuello de ganso, y sin heridas].
c - Inactivar tocones recientes con herbicidas [p.e. Tordón], o con una solución fuerte
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de cal viva, incluyendo tocones de Acacias, resultantes de entresacas.
2.3 - Enfermedades en fuste y ramas
2.3.1
Costra rosada [Pink disease]
Agente asociado: Corticium salmonicolor Berk. & Br. [sin.: Pellicularia salmonicolor]
Síntomas
Se presentan 4 estados de desarrollo de la enfermedad, caracterizados por cobertura tipo
telaraña en las ramas o fuste, pústulas, incrustaciones rosadas, y finalmente parches de
masas conidiales color naranja-rojizo [estado necator]. Las hojas de las ramas afectadas
se marchitan y luego mueren, tornándose de color café, pero sin presentarse la
defoliación inmediata. Las ramas afectadas también mueren, generando un secamiento
descendente progresivo, pero se pueden producir algunas yemas [brotes epicórmicos].
Lesiones severas pueden originar chancros. En hospederos muy susceptibles se puede
producir la muerte del ejemplar.
Epidemiología e Impacto
Esta enfermedad cubre un amplio rango de hospederos, principalmente en áreas
lluviosas o en épocas de invierno. Las basidiosporas y las conidias del estado necator
son dispersadas por el viento. Árboles infectados [de otras especies] vecinos a la
plantación de Acacias, pueden fácilmente promover la enfermedad, si se dan las
condiciones propicias de humedad para la esporulación y germinación de esporas de
Corticium salmonicolor. Aunque los daños pueden ser menores, limitándose a pérdida
de rebrotes, se han encontrado, para algunos casos, pérdidas sustanciales.
Control
En plantaciones de Caucho (Hevea brasiliensis) y en cultivos de frutales, se han tratado
los síntomas iniciales con éxito utilizando caldo bordelés [CuSO4:CaO: H2O = 1:2:10],
o en su defecto Oxicloruro de Cobre [35%], aunque otras formulaciones químicas
también pueden ser eficientes. En plantaciones de Acacias, y otras especies forestales,
estas prácticas pueden ser muy costosas. Lo ideal es disponer de variedades resistentes,
buen manejo silvicultural, y supervisiones periódicas que permitan detectar infecciones
iniciales, con el objeto de eliminar ramas afectadas y minimizar focos de infección.
2.3.2 Chancros en fuste y ramas
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Agente asociado: Varios hongos, individualmente, pueden asociarse con esta
enfermedad:
- Botryosphaeria spp. y sus ah amorfos Lasiodiplodia theobromae(Pat.) Griff. & Maubl.
y Dothiorella spp.
- Valsa Fr., anamorfo Cytospora spp.
- Nattrassia mangiferae(H.& P. Syd.)Sutton & Dyko [sin. Hendersonula toruloidea
- Macrovalsaria megalospora (Mont.)
- Phomopsis spp.
Síntomas
Los chancros corresponden a lesiones hundidas, con áreas de corteza muerta, y
eventualmente también zona de cambium, albura y duramen, que pueden alcanzar desde
pocos centímetros hasta más de un metro de longitud. Fuste y ramas pueden ser
anillados por chancros envolventes, con los daños distales que se derivan. Los cuerpos
fructíferos del hongo asociado, generalmente se encuentran en el área del chancro, sea
en la parte central, o en la periferia. Muy común en Acacia mangium es el chancro en
fuste y ramas asociado con Macrovalsaria megalospora. Los chancros en Acacias se
pueden presentar en ejemplares que presenten heridas, perforaciones por insectos, o
ramas rotas por el viento.
Epidemiología e Impacto
Los hongos que se asocian con chancros generalmente atacan árboles debilitados por
diferentes factores, árboles con heridas, incluyendo aquellas de podas, y en lotes con
altas densidades. En plantaciones de Acacia bien manejadas, las pérdidas por chancros
pueden ser mínimas, pero en aquellas fuera de su rango, con procedencias
cuestionables, y mal manejo, se pueden esperar pérdidas significativas.
Control
Sólo es posible mediante la selección adecuada de la especie/procedencia para
determinada calidad de sitio, aunada con buen manejo silvicultural.
2.3.3
Pudrición de corazón
Agente asociado: Hay un grupo numeroso de hongos, generalmente de la clase
Hymenomicetos. Los casos más críticos se han estudiado en Acacia mangium, en donde
se han reportado los siguientes hongos:
- Phellinus pachyphloeus, P. noxius
- Trametes palustris
- Tinctoporellus epimiltinus
- Rigidoporus hypobrunneus
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- Oxyporus cf. latemarginatus
Síntomas
Las Acacias afectadas por pudrición de corazón [al igual que otras especies forestales],
no manifiestan síntomas externos de la enfermedad y se confunden fácilmente con
árboles sanos. No obstante, la presencia de ramas secas o quebradas, heridas,
agrietamientos y reventamientos de corteza, pueden ser indicios de la presencia de la
enfermedad. Eventualmente se pueden producir cuerpos fructíferos en árboles vivos o
muertos que indican la presencia del daño interno, y ayudan a la identificación del
hongo asociado.
La pudrición de corazón puede manifestarse en pequeñas porciones o bolsas, o a lo
largo de gran parte del duramen, pero esto sólo se evidencia cuando el árbol es
derribado y seccionado. Generalmente el punto de invasión está relacionado con una
herida anterior, o el punto de inserción de una rama seca.
Epidemiología e Impacto
Las heridas, ya sean traumáticas o naturales, son los puntos de ingreso de los hongos
asociados con la pudrición de corazón. Luego del ingreso del patógeno, sus hifas
pueden invadir el xilema, iniciándose la infección en un periodo aproximado de 4
semanas. En muchas oportunidades, el hospedero dispone de medios de defensa
representados en sustancias químicas, que inhiben el desarrollo del patógeno. La
incidencia y extensión del daño es muy variable, dependiendo de muchos factores, entre
ellos: especie, sitio de la herida sobre el fuste, tamaño y época del daño, edad de las
heridas, dinámica de la plantación y organismo asociado. Hongos que causan
decoloración de la madera, tales como Ceratocystis fimbriata, Chalara sp. y
Phialophora sp., han sido aislados de heridas en Acacia mangium. Estos hongos están
probablemente involucrados en la colonización inicial de la madera afectada, antes de la
invasión de los hongos asociados con la pudrición de corazón. Dependiendo de la
especie, tipos de heridas, condiciones medio-ambientales, y el manejo silvicultural dado
a la plantación, y del uso que se le vaya a dar a la madera, se pueden presentar pérdidas
de volumen, que pueden llegar a ser muy significativas, ya que puede inhabilitar su uso
para fabricación de pulpa y papel, al igual que tableros de fibra de densidad media
[MDF], y ser de rechazo total para madera estructural, por la pérdida de resistencia.
Control
Acacia mangium podría ser la especie más susceptible a pudrición de corazón. Se deben
realizar estudios que indiquen susceptibilidad de procedencias Vs. calidad de sitio.
Igualmente, se debe propender por evitar heridas mayores, incluidas aquellas de podas
cuando se realizan con machete.
37
2.3.3.4 – Plantas parásitas superiores
Agente asociado
Un grupo numeroso de especies de plantas parásitas superiores se puede asociar con
diferentes especies de Acacias. En Colombia se ha reportado para Acacia mangium su
asociación con especies de Loranthaceae, especialmente Phthirusa stelis y Oryctanthus
alveolatus, en plantaciones entre 2 y 7 años en Antioquia, Córdoba y Casanare
(Ramírez, 2001)
Síntomas
Presencia manifiesta de estructuras de la parásita en las ramas del hospedero.
Epidemiología e Impacto
La semilla de estas parásitas es dispersada por varias especies de aves, las cuales la
consumen, y luego, mediante sus deposiciones en ramas de muchas especias arbóreas,
germina y emite haustorios que penetran la corteza y albura del hospedero, de donde
dispone de agua y elementos nutritivos disueltos, causando desde la inhibición del
crecimiento, hasta la muerte parcial o total del ejemplar invadido. Las parásitas citadas
son heliofitas, de tal modo que los daños mayores se presentan en hospederos que
reciben muy buena luminosidad (orillas de lotes, vías o guardafuegos)
Control
Eliminación de ramas afectadas.
38
2.4 - Enfermedades Foliares
2.4.1 Quemazón y manchas foliares por Cylindrocladium
Agente asociado
Hay varias especies del hongo Cylindrocladium spp. que se asocian con daños foliares
en un rango amplio de hospederos, incluyendo las Acacias. Las más conocidas son:
- Cylindrocladium crotalariae (Loos) Bell & Sobers
- C. ilicicola (Hawley) Boedijn & Reitsma
- C. quinqueseptatum Boedijn & Reitsma [Est. Perfecto: Calonectria quinqueseptata
Figuereido & Namekata
- C. scoparium Morgan
- C. theae (Petch) Subramanian [Est. perfecto: Calonectria theae Loos]
Síntomas
Los síntomas comprenden manchas acuosas de color gris, coalescentes [se unen] en
áreas necróticas, generalmente a lo largo de los bordes y del ápice de la hoja. Se pueden
observar gran cantidad de esporas blancas en la superficie de la hoja. Bajo condiciones
favorables de alta humedad, las manchas se extienden por toda el área de la hoja,
produciendo una quemazón, de color pardo-rojizo, y una posterior defoliación. Las
conidias de Cylindrocladium son de forma cilíndrica con una o más septas [paredes
transversales], y se les denomina generalmente "macroconidias", para diferenciarlas de
las "microconidias" que sólo presentan 1 septa [2 celdas].
Epidemiología e Impacto
En Acacias los daños causados por Cylindrocladium sólo son excepcionalmente
significativos, cuando se trabaja, por ejemplo con altas densidades, baja luminosidad y
condiciones muy húmedas, tanto en plantaciones como en vivero.
Control
Ante un ataque eventual en vivero, se han obtenido buenos resultados con la aplicación
de fungicidas tipo carbendazim, pero no obstante, las condiciones medio-ambientales y
de manejo que promueven su acción, deben ser corregidas oportunamente.
39
2.4.2 - Necrosis foliar por Cercospora y Pseudocercospora
Agente asociado: Hongos de los géneros Cercospora y Pseudocercospora
Síntomas
Los síntomas producidos por ambos hongos son similares, y se caracterizan por
manchas y parches extensivos, de color pardo-rojizo, que culminan en área necróticas,
con esporulaciones esparcidas de estructuras del agente fungoso. Las hojas se pueden
distorsionar, arrugar, o enrular.
Epidemiología e Impacto
Los daños se pueden presentar tanto en vivero como en ejemplares juveniles en campo.
El impacto de Cercospora [ que parece ser más virulento que el de Pseudocercospora]
puede ser muy fuerte, ya que muchos ejemplares pueden morir, y las infecciones
extensivas pueden originar exceso de ramificación y muy mala conformación. Los
daños mayores generalmente se presentan en hojas nuevas, y rebrotes muy tiernos, sin
importar la edad o altura del ejemplar.
Control
Buen manejo del vivero, propiciando condiciones da baja densidad, alta luminosidad,
mínima cantidad de agua y materia orgánica, entre otras, garantizan plántulas libres de
ataques de Cercospora y Pseudocercospora. Un buen manejo silvicultural de la
plantación, también puede inhibir estos ataques.
2.4.3 - Mancha foliar por Colletotrichum
Agente asociado
Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Sacc.; telemorfo: Glomerella cingulata
(Stonem.) Spauld. & Schrenk
Síntomas
Pueden variar desde necrosis de los ápices y manchas foliares, hasta antracnosis que se
inician con manchas ovaladas o circulares de color café-rojizo [también negro, o
castaño, según la especie de Acacia involucrada], de tamaño variable, que pueden ser
coalescentes para formar grandes manchas. Infecciones severas pueden causar
secamiento y encrespamiento total del limbo foliar, con una rápida defoliación.
40
Epidemiología e Impacto
En vivero pueden presentarse pérdidas severas. En plantaciones, puede encontrarse en
las partes bajas de la copa de árboles bajo condición de estrés, o en árboles suprimidos.
Por la pérdida de capacidad fotosintética, y obviamente la defoliación, se puede afectar
el crecimiento de los árboles afectados.
Control
Para casos eventuales en vivero, se han utilizado fungicidas a base de chlorotalonil, pero
corrigiendo paralelamente los factores de manejo que promocionaron su presencia. En
plantaciones, un buen manejo silvicultural, con especial referencia a la densidad de
plantación, y a la eliminación de ejemplares definitivamente suprimidos.
2.4.4 - Roya foliar
Agente asociado
Atelocauda digitata (G.Wint.) Cummins & Y.Hiratsuka; Sin. Uromyces digitatus
Winter; Uromyces phyllodiorum (Berk. & Br.) McAlp.
Síntomas
Las hojas infectadas presentan un rango de síntomas que se sustenta en el ciclo de vida
del patógeno. Las royas tienen ciclos de vida muy complejos, con capacidad de producir
hasta 5 tipos de esporas, comúnmente denominadas: uredosporas [urediniosporas],
teliosporas, basidiosporas, picniosporas y aeciosporas. Las royas macrocíclicas son
aquellas que producen todos los tipos de esporas. Ordinariamente sólo se colectan 1 ó 2
estados del ciclo de vida en plantas infectadas, y por otra parte, durante el curso
evolutivo, las royas pueden perder también 1 ó 2 estados de esporas. Las más comunes
de encontrar, para este caso, son las teliosporas.
Las hojas, yemas terminales, pecíolos y eventualmente frutos de árboles infectados
pueden sufrir serias malformaciones, o agallas e hinchazones, que corresponden a
hiperplasias e hipertrofias. Estas agallas son de color pardo-rojizo, cubiertas con
esporas, en estados juveniles, llegando a colores oscuros o negros en estados avanzados.
En estas estructuras se encuentran teliosporas, aeciosporas y picniosporas. Esta roya,
igualmente, puede producir pústulas de uredosporas, de color café-rojizo en otras hojas.
Epidemiología e Impacto
Esta roya puede atacar yemas terminales [meristemos apicales], afectando el
crecimiento normal, particularmente la forma del fuste. Esta enfermedad se puede
presentar tanto en vivero como en plantación. Ya que este tipo de roya puede completar
todo su ciclo en un solo hospedero, se deben guardar serias precauciones para no
41
ingresar a plantaciones nuevas material infectado en vivero. Los mayores riesgos
pueden presentarse con Acacia mangium
Control
El uso de fungicidas apropiados puede ser importante en viveros de Acacia para limitar
la expansión de esta enfermedad. Se ha encontrado que aquellos a base de Oxycarboxin
[p.e. Plantvax] y Bitertanol [p.e. Baycor] son eficientes, pero en el mercado de
agroquímicos hay otras ofertas para control de royas, de comportamientos similares, que
es importante evaluar. En plantaciones, es importante determinar resistencia genética a
esta enfermedad, ya sea a nivel de especies o de procedencias.
2.4.5 - Roya de agalla
Agente asociado
Uromycladium tepperianum (Sacc.) McAlpine
Uromycladium notabile (Ludw.) McAlpine
Síntomas
El síntoma más característico es la formación de una agalla globosa de color café-rojizo,
de varios centímetros de diámetro, la cual se presenta en el fuste y yemas de los árboles
de Acacia. Estas agallas maduras son cubiertas en su superficie por esporas amarillorojizas. Igualmente, las inflorescencias, limbos foliares, frutos y yemas terminales
pueden presentar pequeñas agallas, en donde causan fuertes deformaciones. Las agallas
pueden ser invadidas por insectos perforadores, desorientando acerca de la verdadera
etiología del problema, ya que erróneamente se puede pensar que tales insectos son los
agentes que han inducido la formación de la agalla. Se pueden presentar centenares de
agallas por rama, que afectan la arquitectura del árbol, debido a ramificación excesiva.
Yemas terminales pueden morir por anillamiento, e infecciones severas pueden causar
la muerte del ejemplar.
Epidemiología e Impacto
Esporas infectivas pueden ser dispersadas por el viento, y eventualmente por insectos,
de una planta infectada a una sana, causando nuevas infecciones, excepto en tallos
viejos con corteza gruesa. La roya desarrolla su ciclo completo en un solo árbol, y una
agalla de tamaño moderado puede producir millones de esporas, que pueden infectar
árboles vecinos, o dispersarse a largas distancias. El impacto sobre árboles susceptibles
puede ser severo, debido a las deformaciones que promueve, e inclusive, la muerte del
ejemplar. Muchas especies de Acacias, que se desarrollan en diferentes zonas de vida,
son susceptibles a esta enfermedad.
Control
42
No se dispone de un método apropiado para el control de la roya de agalla, ni se han
desarrollado programas de resistencia. Se podría implementar un sistema de control
basado en el comportamiento de otras royas similares en otras especies. Sí es muy
importante un buen manejo silvicultural, y un programa de supervisión y monitoreo
periódico, que permita detectar ataques iniciales de esta roya, y obviamente, de
cualquier otra enfermedad, o disturbio biótico o abiótico.
2.4.6 - Mancha foliar por algas
Agente asociado
Cephaleuros virescens Kunze
[Alga verde, Familia Trentepohliaceae, Orden Trentepohliales, División Chlorophyta]
Síntomas
Inicialmente aparecen lesiones en la parte superior de las hojas [haz] similares a
punteaduras de color amarillo. Estas lesiones se expanden hasta conformar parches de
color gris-verdoso inicialmente, y luego púrpura-negruzco, con parte central de color
amarillo-naranja. El color naranja de las esporangiosporas, fase reproductiva del alga, se
debe a la producción de hematocromo, un pigmento rojizo. Las invasiones masivas de
limbos foliares promueven la defoliación.
Epidemiología e Impacto
Esta alga se desarrolla preferencialmente bajo condiciones húmedas y sobre tejidos de
crecimiento lento, de tal manera que los síntomas son generalmente más severos en
árboles viejos o suprimidos. Las estructuras infectivas del alga [zoosporas] se dispersan
por medio del viento, agua e insectos. Las infecciones iniciales regularmente se
presentan hacia el final del invierno. Esta enfermedad puede llegar a ser muy seria
cuando las Acacias son de bajo vigor, y cuando se establecen en sitios muy húmedos,
con muy poca circulación de aire, y baja luminosidad.
Control
Disponer de Acacias de muy buen desarrollo, con adecuado manejo silvicultural, que
garantice podas selectivas, buena circulación de aire, buena luminosidad, y ausencia de
desórdenes nutricionales. Ejemplares suprimidos deben ser eliminados Ante ataques
muy aislados, o casos puntuales, puede recurrirse a fungicidas cúpricos.
2.4.7 - Otras enfermedades de regular incidencia
2.4.7.1 - Mildeu polvoso
43
Agente asociado: Oidium spp.
Síntomas: Manchas blancas pulverulentas, filamentosas, en hojas juveniles.
Control: Evitar altas densidades. Prodigar buena luminosidad.
2.4.7.2 - Moho negro
Agente asociado: Meliola spp. [M. brisbanensis; M. adenanphererae Cit. & Hansf.]
Síntomas: Costras negras radiales sobre la superfice [haz] de hojas. Eventualmente,
pecíolos, ramitas y tallos se pueden infectar.
Control: Hay una estrecha relación entre este hongo e insectos, especialmente
Homópteros. Se considera que las excreciones azucaradas de ellos sirven de sustrato
para el desarrollo de Meliola. Por lo tanto, un programa de control debe incluir
inicialmente la eliminación de los mismos. Los ataques generalmente se presentan en la
parte más baja del follaje, en donde priman condiciones muy húmedas. Enmalezamiento
alto, puede propiciar condiciones favorables para el daño.
2.4.7.3 - Manchas foliares por Phaeotrichoconis
Agente asociado: Phaeotrichoconis crotalariae (Salam & Rao) Subram.
Helminthosporium rostratum (Drechs.) Leonard & Suggs.
Síntomas: Manchas en el limbo foliar, oblongas o elípticas, rojizas, con margen
oscuro, y tejido necrótico pálido en el centro. Con lupa se pueden observar
racimos de conidias oscuras
Control: Esta enfermedad es muy poco común. Sólo se han presentado 2 reportes a nivel
mundial: En A. auriculiformis y en A. crassicarpa.
2.4.7.4 - Mancha foliar por Fomopsis
Agente asociado
Phomopsis spp., que corresponden a estados imperfectos del género Diaporthe.
Síntomas: Lesiones necróticas oscuras-pardo-rojizas, que llegan a ser coalescentes,
formando lesiones necróticas pálidas en toda la superficie de la hoja.
Control: No se dispone de información sobre control de esta enfermedad en Acacias, a
nivel de viveros, pero para enfermedad similar en otras especies forestales se han
44
utilizado fungicidas a base de mancozeb y de carbendazim. En plantación, se deben
seleccionar procedencias resistentes, y evitar todo tipo de daños.
2.4.7.5 - Daños foliares potenciales
Existen reportes de otros agentes que eventualmente pueden afectar Acacias, pero su
incidencia ha sido tan puntual y específica, que aquí sólo se mencionan:
Parches foliares por Phyllosticta - Phyllosticta sp. y su telemorfo Guignardia sp.
Mancha foliar por Pestalotiopsis - Pestalotiopsis spp.
45
PLAGAS Y ENFERMEDADES DE Tabebuia rosea (Bertol) D.C.
(Flor morado – Guayacán rosado – Ocobo – Roble)
Alberto Ramirez -C
Ingeniero Forestal – Patologia
I
II
III
IV
-Características Generales
-Taxonomita
-Distribución
-Fisonomía
-Condiciones medioambientales
-Silvicultura
-Utilización
Plagas
Enfermedades
Bibliografía
INTRODUCCION
================
Por su rápido crecimiento y excelente calidad de madera, Tabebuia rosea es
considerada como una de las especies nativas de futuro promisorio en programas de
reforestación en Colombia. Paralelamente, es una de las especies forestales más
utilizadas como árbol ornamental en parques y avenidas de diferentes poblaciones
ubicadas desde el nivel del mar hasta más de 1700m de altitud.
46
Las mayores plantaciones con esta especie en Colombia, han sido establecidas desde
1982 por la empresa Reforestadora de la Costa S.A., con un total de 1700 hectáreas, en
Monterrubio (Pivijay, Magdalena –Lat. 10 14’N- Long. 74 14’W –Bosque Seco
Tropical (1300mm ppa; 25 C). Igualmente esta empresa ha establecido ensayos de
procedencias, selección de árboles élite para el establecimiento de un programa clonal
(incluida la reproducción in vitro), y un ambicioso y eficiente programa de control
biológico de plagas y enfermedades comunes en esta importante especie.
Se espera que la información aquí suministrada sea de utilidad para todos los
interesados en el conocimiento sobre el manejo de esta interesante nativa.
I – CARACTERISTICAS GENERALES
Taxonomita
Tabebuia rosea (Bertol)D.C. es uno de los representantes maderables más importantes
de la familia Bignoniaceae en Colombia. Su sinónimo es Tabebuia pentaphylla y se le
denomina comúnmente “flor morado”, “guayacán rosado”, “ocobo” y “roble”.
También se encuentran en Colombia las siguientes especies:
- Tabebuia billbergi – Coralibe
- T. chrysantha – Guayacán polvillo, cañaguate, chicalá, flor amarillo.
- T. coralibe – Coralibe
- T. guayacan – Guayacán de flor amarilla
- T. serratifolia – Guayacán, guayacán polvillo.
En este documento se le denominará Tabebuia rosea, o roble, en algunos casos.
Distribución
El área de distribución natural de Tabebuia rosea se encuentra en la franja americana
entre los 16 N y 4 S, en las zonas correspondientes a bosque seco, húmedo y muy
húmedo tropical, y ocasionalmente remonta hasta el piso bosque húmedo y muy
húmedo premontano (según Holdridge). Las mayores áreas plantadas en Colombia son:
-
1700ha – Monterrubio (Pivijay, Magd.) 1982-84 – Refocosta S.A.
180ha – Turbo (Antioquia) 1982 – Maderas de Urabá S.A.
Lotes muy pequeños, con área total muy difícil de precisar, se encuentran dispersos
principalmente en los departamentos de Antioquia, Córdoba, Cundinamarca, Huila,
Santander (N & S) y Tolima.
47
Fisonomía
Los árboles de esta especie caducifolia alcanzan alturas hasta de 35m y DAP de 130cm.
El fuste es moderadamente recto y asimétrico, normalmente con déficit de convexidad
en su tercio inferior, con tendencia a bifurcación temprana. En bosques húmedos puede
presentar raíces tabulares gruesas. La copa es grande e irregular, formando subcopas
debido a reiteraciones de ejes plagiotrópicos principalmente. En plantaciones es común
la presencia de varios ejes ortótropos, pero siempre predomina el modelo de
ramificación dicotómico-monopodial, con reiteraciones adaptativas (por cambios en el
medio ambiente) y traumáticas (por daños, generalmente bióticos, y especialmente
causados por el perforador de yemas Lepidomys sp.).
La corteza del fuste es de color gris-oscuro, con estriaciones longitudinales suberosas.
Corteza viva blanda, gruesa, color crema.
Las hojas son opuestas, compuestas de 5 foliolos palmeados, de 6 a 18cm de largo x 4 a
8cm de ancho, glabros, borde liso, color verde oscuro, envés con escamas pequeñas y de
haz brillante. Es una especie caducifolia, con floración intermedia. Posee pecíolo y
pecioluelos acanalados.
Las flores son de color rosado/morado pálido, campanuladas y agrupadas en panícula en
los extremos de las ramas; gamopétalas, zigomorfas.
Los frutos son silicuas (vainas) que alcanzan hasta 40cm de longitud y 2cm de diámetro
en su parte media ventral, de dehiscencia longitudinal. Maduran aproximadamente 60
días después de la floración. Las semillas son de color marrón, con ala doble de color
hialino/rosa.
Para la recolección de semillas se deben cosechar los frutos (vainas/silicuas) con
coloración amarilla, antes de abrir. Se pueden desalar friccionándolas dentro de un saco
de algodón; luego se esparcen en una bandeja y se retiran los residuos de alas con la
ayuda de un ventilador de uso doméstico, a baja velocidad.
Condiciones medioambientales
Tabebuia rosea se encuentra en áreas con temperatura promedio de 24 C y
precipitación promedio anual entre 1200 y 3500mm. Los mejores ejemplares se
encuentran en suelos arenosos, livianos y con buen drenaje. Su desarrollo es menor en
suelos poco profundos, o con inundaciones periódicas.
Silvicultura
Es una especie fundamentalmente heliófita, pero parece ser que es conveniente
prodigarle sombra lateral en estado juvenil, para evitar la bifurcación y ramificación
excesiva.
Las semillas conforman cuerpos alados de aproximadamente 3 x 1cm. Se pueden
encontrar 50000 semillas por kilogramo, y entre 130 y 180 por silicua (vaina).
Generalmente un kilogramo contiene 30000 semillas viables, con un porcentaje de
germinación de 70%. El contenido de humedad de la semilla varia entre 10.5 y 13.5%.
48
La germinación en vivero ocurre entre los 5 y 15 días, y es hipógea. Se recomienda
utilizar 3 semillas por bolsa o 30g de semilla por metro cuadrado de germinador. La
semilla en proceso de germinación es extremadamente susceptible al ataque de hongos
del suelo, por lo cual se requiere una desinfestación apropiada del sustrato. También se
puede propagar por estaca, pero este método sólo alcanza una sobrevivencia cercana al
20%.
Utilización
Madera semi-pesada (aprox. 0.6g/cm3 –r15), veteada, textura mediana, dura a semi-dura,
color rosado-pálido/gris marrón. Fácil de secar y trabajar. Muy apetecida para la
industria del mueble y construcciones interiores. Se le considera como una madera
valiosa.
II – PLAGAS
En este capítulo se hace referencia a los principales insectos y ácaros dañinos asociados
con Tabebuia rosea, los cuales fueron determinados por el Ing. Alejandro Madrigal
(1986)
1- Acrospila gastralis (Guenée) – Lepidoptera – Pyralidae
- Otros hospederos: Crescentia cujete –Bignoniaceae; Hibiscus sp. – Malvaceae
- Sinónimos: Mesocondyla concordalis; M. gastralis
- Nombre común: Tabaquero, pega-pega del roble, pegador de hojas del roble.
Corresponde al insecto más común asociado con Tabebuia rosea en la costa atlántica
colombiana, llegando a ocasionar defoliación severa. Los huevos son depositados por
las hembras en el envés o en el pecíolo de las hojas. Luego de la eclosión las larvas
buscan las hojas más tiernas, que enrollan del borde hacia el centro. Se alimentan desde
el interior de este “tabaco” comiendo el parénquima sin dañar las nervaduras. Hojas
tiernas atacadas muestran necrosis con aspecto de quemazón, fruto de la delgada
película que dejan las larvas. Las hojas, finalmente, quedan esqueletizadas parcial o
totalmente. En cada “tabaco” pueden encontrarse hasta 8 larvas, las cuales pueden
permanecer allí hasta el periodo pupal.
El adulto tiene una envergadura alar de aprox. 20mm; alas anteriores de color crema con
manchas oscuras: una en forma de 8 sobre el borde superior hacia el centro, y la otra en
el ápice. También poseen líneas sinuosas de puntos finos que se extienden hasta las alas
posteriores, las cuales son también de color crema. En plantación de 4 años de edad se
han encontrado todos los árboles atacados, con un promedio de 98 larvas por árbol.
49
2 – Lepidomys sp. (Lepidoptera: Pyralidae)
El primer reporte para Colombia de este insecto fue hecho por Madrigal (1986). Fue
identificado en el Museo Británico. Previamente había sido reportado por Kimball
(1965) atacando plantas de Osmanthus americanus en Florida (USA). En 1975 se
reporta en Cuba (Bruner, Scaramuzza & Otero) un perforador de roble correspondiente
a la familia Chrysaugidae, identificado como Pachymorphus n. sp., cuyos daños
coinciden con aquellos ocasionados por larvas de Lepidomys sp.
Se han encontrado ejemplares de roble entre 1.5 y 14 años de edad afectados por este
insecto, con diferentes grados de severidad, siendo más drástico el daño en ejemplares
juveniles. La larva perfora la parte preapical del roble, abriendo un orificio de 1 a
1.5mm de diámetro, ubicado entre 1 y 30cm aprox. del meristemo apical. Se han
encontrado hasta 6 orificios en un tramo de 11cm. La distancia más próxima entre 2
orificios vecinos fue de 1.5cm. Luego de penetrar, la larva socava un túnel a lo largo del
eje del fuste o de la rama, a través de la médula, de 2 a 4mm de diámetro, alimentándose
del tejido parenquimatoso que la conforma, tejido rico en materiales orgánicos y agua.
El túnel es descendente o ascendente, dependiendo de la proximidad del orificio de
entrada al meristemo apical. Cuando ha cumplido parte de su ciclo de vida en dicho
túnel, éste es utilizado por hormigas para efecto de nidificación.
Ante un ataque de Lepidomys sp. pueden ocurrir los siguientes eventos en un ejemplar
juvenil, o en ramas de ejemplares maduros:
A – Muerte del ejemplar o de la porción de la rama, por destrucción física de tejidos
vitales externos a la médula, como xilema, cambium vascular y aún floema. Sólo con la
pérdida parcial del xilema, la planta, o la rama, entra en decaimiento en pocos días. Si
hay deterioro del cambium vascular, la planta (o la rama) puede morir rápidamente.
B – Muerte del ejemplar (o porción de la rama en un ejemplar maduro) si la larva sólo
afecta la médula, pero se presenta conjuntamente un ataque de hongos de herida, cuya
posibilidad es muy amplia. Ceratocystis fimbriata y Fusarium oxysporum son
sospechosos de algunas de estas pérdidas.
C – Bifurcación del fuste en ejemplares juveniles, si sólo es afectada parcialmente la
médula, y la planta dispone de suficiente suministro de agua que le permita sobrevivir,
promocionando la diferenciación de tejidos para obtener bifurcación, que por ser
temprana, conlleva pérdida económica. Hay que advertir que no todas las bifurcaciones
tempranas del roble obedecen a un ataque de Lepidomys sp., ya que también influyen
factores de heredabilidad inherentes a la arquitectura dicotómico-monopodial de
ramificación propia de la especie. El roble se podría ubicar en el modelo arquitectónico
de Leeuwenberg. Por otra parte, factores de tipo abiótico también pueden propiciar
bifurcaciones tempranas indeseables.
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3 – Amphicerus cornutus (Pallas)
Coleoptera: Bostrichidae
Este perforador de fuste parece que está asociado con la muerte de ejemplares de roble>
Hace orificios de 4-5mm de diámetro, con galerías transversales y longitudinales, en el
interior de las cuales se ubican adultos, larvas y pupas.
A. cornutus, es muy similar en tamaño, color y forma a Bostrichopsis uncinata, que
conjuntamente con Xilopsoscus capucinus, son plagas limitantes del eucalipto en
Brasil, y han sido reportadas en Colombia en varias especies maderables.
4 – Lagochirus araneiformis (Col.: Cerambycidae)
Oncideres tessellata (Col: Cerambycidae)
Steirastoma histrionicum (Col: Cerambycidae)
Estas 3 especies de arlequines actúan como perforadores de fuste y ramas en sus estados
de larva y adulto. Los daños que causan pueden ser severos en ejemplares bajo
condición de estrés.
L. araneiformis ha sido reportado en hobo (Spondias mombin) y ciruelo (Spondias
dulcis). Lagochirus sp. ha sido reportado en yuca (Manihot sculenta) y Bursera sp.
5 – Megistops sp. (Coleoptera: Chrysomelidae)
Este cucarrón actúa como roedor de hojas de diferente edad, causándoles manchas
translúcidas y orificios. El adulto es un cucarroncito de 5 a 6mm de largo x 2.5 a 3.5mm
de ancho, de color café, con 4 manchas amarillas de forma ovalada en cada élitro,
inconspicuas, formando un círculo con las del otro élitro. Se ubica en el haz de las
hojas, y es un ágil saltador.
6 – Tenuipalpus sp. (Acarina: Tenuipalpidae)
Corresponde a un ácaro muy pequeño (0.3 a 0.6mm), difícil de ver a simple vista, de
color rojo y forma aplanada. Se ubica en el envés de las hojas en donde produce un
amarillamiento intervenal que luego se torna morado. Parece ser que el ácaro inyecta
una toxina. Cuando la población es alta y el daño está avanzado, las hojas toman un
color morado en la haz, y en el envés se observan abundantes punticos rojos, que
corresponden a los adultos, y blanquecinos que corresponden a las mudas acumuladas.
Las mayores infestaciones se presentan en ejemplares de hasta 2 años de edad, en
periodos de sequía prolongados.
51
7 - Eriophyes sp. (Acarina: Eriophyidae
Corresponde a un ácaro microscópico que origina agallas y corrugados en el envés de
las hojas. Posiblemente corresponda a Eriophyes tabebuia, asociado con Tabebuia
rosea en Cuba. Aunque en Colombia no ha sido reportado como agente de daños
severos en roble, es conveniente su monitoreo, con el fin de determinar oportunamente
cualquier brote que requiera de acciones de control.
8 – Rhabdotalebra sp. ca. signata (Homoptera: Cicadellidae)
Corresponde a una cigarrita de sólo 2.5 a 3.5mm de largo x 1mm de ancho. De color
amarillo, cabeza obtusa, ojos muy grandes, ocupando 2/3 partes de la misma, con
antenas setáceas colocadas debajo de los ojos. Las alas anteriores, semitransparentes,
presentan 3 líneas muy definidas de color café oscuro, que alcanzan 2/3 de la longitud
de las mismas.
Es un insecto plaga de común ocurrencia en verano, produciendo en los árboles un
amarillamiento y posterior caída de hojas afectadas. Puede ser un vector potencial de
enfermedades virales.
Protalebra tabebuia, un género al parecer muy afín, ha sido reportado atacando roble
en Cuba (Madrigal, 1986)
TABLA 1. Insectos y ácaros reportados en plantaciones de Tabebuia rosea en la Costa
Atlántica
Nombre
Orden: Familia
Observaciones
====================================================================
=====
Acrospila gastralis Guenée
Lep: Pyralidae
Pegador de hojas – Larva
Amphicerus cornutus (Pallas) Col: Bostrichidae Capuchino; perforador de tallos y
ramas
Archegozetes sp.
Ori : Epilohmanidae Acaro pintado; yemas terminales
Automeris sp.
Lep: Saturniidae
Gusano espinoso; defoliador
Atta sp.
Hym: Formicidae Hormiga arriera; cortad. hojas
Compsus sp.
Col: Curculionidae Vaquita; fitófago
Diabrotica sp.
Col: Chrysomelidae Morrocoyita; fitófago
Eriophyes sp.
Aca: Eriophyidae Enrulador; agallícola foliar
Gastrothrips sp.
Thy: Phlaeothripidae
Micetófago
Halisidota sp.
Lep: Arctiidae
Chapola boba; defoliador
Hemeroplanes parce F.
Lep: Sphingidae
Gusano cobra; defoliador
Hypothenemus sp.
Col: Scolitidae
Perforador de tallos
Lagochirus araneiformis Linn. Col: Cerambycidae Arlequín café pintado; perforador
Lepidomys sp.
Lep: Pyralidae
Perforador; yemas terminales
Megalostomis anacoreta Lacord.
Col:
Chrysomelidae
Chancho mayor; roedor yemas terminales
Megistops sp.
Col: Chrysomelidae Saltarín del roble; roedor de hojas
52
Oiketicus kirbyi (Lands-Guild.) Lep: Psychidae
Gusano canasta; fitófago
Oncideres tessellata Thoms
Col: Cerambycidae Arlequín manchado; perforador
tallos
Phobetron hipparchia Cram. Lep: Limacodidae Gusano araña; defoliador
Psiloptera sp.
Col: Buprestidae
Larva martillo; perforador de
tallos
Rabdotalebra sp. ca.signata(McAte)
Hom: Cicadellidae Saltador
de
hojas; chupador de savia
Sibine sp.
Lep: Limacodidae Monturita; defoliador
Steirastoma histrionicum Thoms
Col:
Cerambycidae
Arlequín grabado; perforador
Tenuipalpus sp.
Aca: Tenuipalpidae Acaro plano; chupador de savia
Urodera sp.
Col: Chrysomelidae Cucarroncito giboso; roedor de
hojas
Zigogramma cognata Stal.
Col: Chrysomelidae Morrocoyita rayada; perforador
de hojas
=============================================================
Fuente: Madrigal, 1986
Control de insectos plaga
Con especial referencia al grupo de insectos Lepidópteros antes citados, se recomiendan
las siguientes acciones:
Recolección de especimenes para caracterizar los diferentes ínstares mediante
observaciones en laboratorio.
Determinación del comportamiento general del insecto en campo, y condiciones
ambientales prevalentes para el ataque.
Determinación del ciclo de vida.
Determinación de otros posibles hospederos.
Determinar la presencia e incidencia de agentes de control natural, o inducido, por
ejermplo:
Predatores
Calosoma sp.
Cycloneda sanguinea
Polistes erythrocephalus
Col.: Carabidae
Col.: Coccinelidae
Hym: Vespidae
Parásitos
Chelonus sp.
Meteorus laphygmae
Euplectrus sp.
Apanteles sp.
Trichogramma spp.
Hym.: Braconidae
Hym.: Braconidae
Hym.: Eulophidae
Hym.: Braconidae
Hym.: Trichogrammatidae
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Entomopatógenos
Bacillus thuringiensis
Beauveria bassiana
Cordyceps sp.
Metarhizium anisopliae
Nomuraea rileyi (Spicaria sp).
Muchas especies de pájaros actúan como predatores eficientes de larvas. Se citan
algunas de importancia:
Aramides cajanea cajanea
Aramus guarauna guarauna
Arundinicula leucocephala
Cacicus cela vitellinus
Campylorhinchus griseus albicilius
Coccyzus americanus americanus
Cyanocorax affinis affinis
Elaenia flavogaster flavogaster
Fluvicola pica pica
Icterus nigrogularis nigrogularis
Machetornis rixosus flavigularis
Megarhinchus pitangua pitangua
Piranga rubra rubra
Pitangus sulphuratus rufipennis
Progne chalybea chalybea
Streptoprogne zonaris albicincta
Tachycinela albiventer
Thraupis episcopus cana
Troglodytes aedon atopus
Tyrannus dominicensis dominicensis
Vanelus chilensis cayennensis
Vireo olivaceus olivaceus
Fuente: (Serna & Madrigal, 1987)
Polloneta
Carrao
Viudita
Turpial
Chupahuevo; pachoclo
Cuco
Pechiblanco
Copetón
Viudita
Turpial
Sirirí bueyero
Bichofué
Abejero
Bichofué
Golondrina
Vencejo
Golondrina
Azulejo
Cucarachero
Sirirí blanco
Caravana
Verderón
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III - ENFERMEDADES
1- Roya del Roble
Reportada por primera vez en Colombia por este autor, en 1990.
Síntomas
- Presencia de agallas o tumores verde-claro, en pecíolos, hojas y frutos
- Agallas o tumores anteriores, inicialmente con pequeñas puntuaciones
oscuras (espermogonios o picnidios oscuros o negros, aparentemente ya
muertos o inactivos, que antes eran verde-claros).
- Las mismas agallas o tumores, cubiertos por una esporulación marrón
pulverulenta.
- Deformaciones de los órganos en donde se encuentran las agallas o tumores.
Cuando se preseneta una esporulación de color rosa-anaranjado,
generalmente se debe a la presencia del hongo hiperparásito Cladosporium
sp.
- Presencia de manchas marrón/negro en el envés de los foliolos maduros o
viejos.
Patógeno
Prospodium bicolor (Sin. P. supressum ).- Familia Uropixidiaceae: Uredinales.
El género comprende aproximadamente 40 especies de royas autoicas, las cuales sólo se
presentan en las Familias Bignoniaceae y Verbenaceae, en regiones tropicales de
América.
Hospederos: Tabebuia spp.; Tecoma stans (Chirlobirlo).
Epidemiologia
En árboles adultos, el ciclo del patógeno está directamente relacionado con el ciclo
fenológico del hospedero. En un periodo próximo anterior a la caída natural de las hojas
del roble, iniciado el verano, se presenta una invasión de uredosporas y teliosporas del
hongo, que sobreviven en hojas caidas. Cuando ocurre la refoliación se presentan
infecciones en órganos tiernos y maduros por basidiosporas que son llevadas por el
viento e insectos.
Impacto
En Brasil se presenta más incidencia de esta enfermedad en viveros. En Colombia sólo
ha sido reportada en campo, causando defoliación prematura en ejemplares entre 2 y 14
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años de edad, con efectos inhibitorios del crecimiento. En 1990 se presentó un ataque
severo en plantaciones de 8 años de edad en la Costa Atlántica.
Control
En viveros, o en pequeños focos de infección en campo, o en árboles ornamentales,
hacer aspersiones con Triadimenol + Mancozeb, u Oxicarboxin + Mancozeb
2 – Nódulos y Agallas radiculares
Síntomas
- Presencia de nódulos o agallas radiculares
- Eventual pudrición radicular
- Decaimiento o muerte de la plántula afectada
Patógeno: Meloidogyne incognita (Castaño & Ramírez, 1983)
Hospederos
Tabebuia spp., Cordia spp., Erythrina spp., y muchas otras especies forestales y
agrícolas
Epidemiologia
El nemátodo Meloidogyne incognita es un habitante normal del suelo. Los daños más
graves que produce se presentan en viveros cuando no se realiza una desinfestación
adecuada del suelo. Es poco probable que material sano y vigoroso, producido en
vivero, se infecte en campo. Esto sólo ocurriría ante poblaciones muy altas del
nematodo en campo. Por esta razón, es conveniente realizar un análisis preliminar
acerca del tamaño de estas poblaciones.
Impacto
En vivero se pueden presentar pérdidas serias. El mayor riesgo, con las pérdidas
consecuentes, es plantar en campo material previamente infectado en vivero.
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Control
- Desinfectación adecuada de suelos de vivero.
- Verificar calidad del material antes de llevarlo a campo.
-Analizar previamente poblaciones Del nematode en campo.
- Algunos casos de infección no severa de plántulas, han sido tratados con Carbofurán,
3 g /planta, con resultados satisfactorios.
3 – Costra marrón del roble
Síntomas
Manchas de forma irregular y color amarillo-verdoso en los foliolos. Posteriormente, se
tornan marrón-claro con exudación de cirros conidiales en la haz. Al final, en donde se
define plenamente la enfermedad, las manchas toman color marrón oscuro, con fuerte
necrosis, y porciones centrales blancuzcas.
Patógeno: Apiosphaeria guaranitica.
Hospederos: Tabebuia spp.
Epidemiologia
Variaciones fenológicas de ejemplares ( respecto a la caída de hojas), aunadas con
humedades relativas altas, permiten que hojas viejas que han sido infectadas levemente,
puedan desencadenar infecciones primarias y secundarias en ejemplares vecinos.
Impacto
Ataques severos pueden causar pérdidas por defoliación prematura. Generalmente no
son afectados ejemplares menores de 1 año de edad.
Control
Buen manejo de malezas, con especial énfasis en épocas lluviosas. Prodigar buena
aireación de copa.
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4 - Mancha negra del roble
Síntomas
Formación de manchas de color marrón- oscuro o negro, con un punto blanco brillante
en el centro de la mancha, en la haz de los foliolos. En el envés, las manchas son más
débiles. Las manchas son irregularmente circulares, de 1 a 20mm de diámetro.
Generalmente se forman varias manchas por foliolo, y varias de ellas pueden
interligarse, lesionando gran parte del limbo. Entonces, la sintomatología típica es:
Mancha oscura con centro blanco.
Patógeno: Corynespora cassiicola
Hospederos
Tabebuia spp., Hevea brasiliensis, y muchas otras especies forestales y agrícolas.
Epidemiología
Sólo se presenta esta enfermedad en ejemplares muy juveniles o a nivel de vivero,
cuando prevalecen fuertes condiciones de humedad. En ejemplares maduros o adultos es
poco probable que prospere la acción de este patógeno. Este hongo puede permanecer
como saprófito de material en descomposición.
Impacto
Pueden presentarse pérdidas de ejemplares en vivero por defoliación prematura.
Control
Corynespora cassiicola es muy susceptible a fungicidas de diferente tipo de acción. En
Brasil han dado buen resultado en su control Benomyl, Captán y Oxicloruro de cobre.
5 - Plantas parásitas superiores
-
Oryctanthus alveolatus (HBK)
Phthirusa stelis
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IV – BIBLIOGRAFIA
CASTAÑO, Cecilia. Determinación de la especie del género Meloidogyne asociada con
Roble (Tabebuia rosea). Tesis de Grado Biología; Universidad de Antioquia/Asesor
Ing. A. Ramírez C. 68p. 1983
FERREIRA, Francisco. Patología Florestal; Universidad Federal de Viçosa, MG, Brasil;
570p.1989.
HALLE, F. et al. Tropical trees and forest. An architectural analysis. Springer-Verlag;
Berlin; 285P. 1978
MADRIGAL, Alejandro. Reconocimiento de insectos dañinos en plantaciones
forestales de la Costa Atlántica Colombiana. SOCOLEN; Miscelánea No. 12; pp 8-12.
1986
PARENT, G. Guia de Reforestación.
Colombia. 214p. 1989
CDMB-ACDI-ROCHE; Edisocial, San Gil,
RAMIREZ, L. Alberto. Manual de Patología Forestal. INDERENA; Imprenta
Nacional, Bogotá, D.C. 106p. 1993
SERNA, M.A. & MADRIGAL, A. Inventario preliminar de la avifauna de la zona
forestal de Monterrubio (Magd.); REFOCOSTA; Fotocopiado; Barranquilla, 149p.
1987
VESTER, H. La relación entre la arquitectura del árbol y el ambiente donde crece. In:
Crónica Forestal y del Medio Ambiente, Vol 10; Universidad Nacional de Colombia,
Medellín, pp 121-131 1995