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¿En qué consiste la homeopatía?
Dr. José E. Eizayaga
Departamento de Homeopatía
Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad Maimónides
[email protected]
www.homeos.org
Enero de 2012
La homeopatía es una rama de las
ciencias médicas. Tiene una orientación
esencialmente terapéutica y está basada en
el llamado principio de similitud. Este
último sostiene que cuando una sustancia es
capaz de producir determinados síntomas
en un individuo sano, es también capaz de
curar esos mismos síntomas en un enfermo
cuando se la administra en dosis pequeñas.
Sus principios fundamentales fueron establecidos por primera vez por el
médico e investigador sajón Christian
Friedrich Samuel Hahnemann (Meissen
1755 – París 1843) a
fines del siglo XVIII,
luego de 16 años de
cuidadosas observaciones y experimentaciones. Su primera publicación, considerada piedra angular de la homeopatía, data de 1796.1
terápicos, los cuales son
elaborados a partir de cultivos
microbianos u otras sustancias
de origen biológico.
La forma de
preparación
de
los
medicamentos
homeopáticos se encuentra establecida en
diversas farmacopeas.
Estas consisten en
formularios
oficiales
que reglamentan cómo
deben ser producidas
todas las drogas que
cada país autoriza para
su uso en medicina.
Ejemplos de estas farmacopeas homeopáticas son The Homoeopathic Pharmacopoeia
of the United States (HPUS),2 la
Pharmacopée Française, la sección correspondiente de la European Pharmacopoeia y
la Farmacopeia Homeopática Brasileira
(FHB II).3
¿Qué origen tienen los medicamentos
homeopáticos?
¿Quién hace los medicamentos
homeopáticos y quién los receta?
Los medicamentos homeopáticos
provienen
de
extractos vegetales como la
Belladonna, la Pulsatilla o el
Arnica; de sustancias minerales
como el fósforo, el azufre o la
sal marina; de sustancias de
origen animal como la abeja o
la cantárida y, con mucha
menor frecuencia, de algunas
sustancias químicas de síntesis.
También se utilizan en homeopatía un importante número de
medicamentos llamados bio-
Los medicamentos homeopáticos
son elaborados por farmacéuticos especializados o por laboratorios de manera industrial. En la Argentina, la preparación de
productos homeopáticos está sólo autorizada a los farmacéuticos y por prescripción
médica por receta.
Sólo los médicos, odontólogos y
veterinarios se encuentran legalmente autorizados a recetar medicamentos homeopáticos en la Argentina.
2
¿Poseen los medicamentos homeopáticos
toxicidad o efectos adversos y
colaterales?
Además del principio de similitud,
otro descubrimiento del método homeopático consiste en que aunque las sustancias
medicamentosas que se utilizan puedan ser
originariamente tóxicas, cuando son administradas en dosis infinitamente pequeñas
pierden su potencial toxicidad, al tiempo
que paradójicamente conservan poder farmacológico y actividad biológica.
Los medicamentos homeopáticos
son elaborados según un particular procedimiento de pasos sucesivos de dilución y
agitación que lleva la concentración de la
sustancia inicial a niveles no dosables por
métodos convencionales. Por esta razón
también se las denomina ultra diluciones,
campo fascinante de investigación en la
actualidad.
Contrariamente a lo que hasta hace
poco tiempo se creía, hoy hay evidencias
experimentales de que las sustancias
originales con las que se preparan los
medicamentos homeopáticos no desaparecen totalmente de los medicamentos
terminados. Este hecho podría tener un rol
en la explicación de su mecanismo de
acción.4
Debido entonces a que los medicamentos homeopáticos se encuentran altamente diluidos, carecen de toxicidad
sobre los seres vivos. Esto permite su
utilización segura en todas las edades de la
vida a partir del nacimiento y durante el
embarazo.5 Puede ocurrir que al iniciar un
tratamiento homeopático los síntomas que
tiene el enfermo se intensifiquen transitoriamente. Este fenómeno mal llamado
agravación homeopática, se produce en
general dentro de los primeros 10 a 15 días
del tratamiento de una afección crónica. Es
habitualmente leve y breve, puede ser
indicativo de que el medicamento es el
correcto y es en general seguido de mejoría
clínica y sintomática del paciente. La
frecuencia de esta intensificación transitoria
de los síntomas es variable, y depende por
lo menos en parte de la forma en que son
prescriptos los medicamentos homeopáticos.6
¿Cómo actúan los medicamentos
homeopáticos?
No existe en la actualidad una
teoría satisfactoria que explique el mecanismo de acción de los medicamentos
homeopáticos. No obstante, numerosas
experimentaciones básicas en el área de la
física, fisicoquímica y biología demuestran
que las diluciones homeopáticas son
diferentes en su estructura y acción
biológica que el solvente utilizado como
control.7-10 Dos números de la publicación
británica Homeopathy, los de octubre de
2009 y enero de 2010 están íntegramente
dedicados a los modelos biológicos utilizados en la investigación homeopática.11,12
¿Qué aspecto tiene un medicamento
homeopático? ¿Qué precauciones hay
que tener al tomarlos?
Los medicamentos homeopáticos
pueden administrarse de maneras diversas.
La
forma
más
común y tradicional
es en pequeños
glóbulos de sacarosa
que están impregnados con el medicamento. También
pueden usarse gotas
con diferentes contenidos de alcohol
(5 a 20%), gotas sin
alcohol, pequeños
sobres conteniendo
0,5 gramos de lactosa en polvo o
tabletas de lactosa impregnados que se
disuelven rápidamente en la boca. Con
menos frecuencia se utilizan medicamentos
homeopáticos en cremas, pomadas, óvulos
y colirios. Es excepcional la utilización de
inyectables.
El medicamento, cualquiera
sea su presentación,
tiene un nombre en
latín claro que
expresa el contenido. Los medicamentos homeopáticos nunca vienen
3
en forma de cápsulas o comprimidos de
colores como los medicamentos alopáticos.
Las gotas pueden ingerirse puras,
sin diluir o en poca agua, en tanto que para
los glóbulos, tabletas y sobres se suele
recomendar disolverlos en la boca sin agua
o colocarlos bajo la lengua. Conviene ingerir los medicamentos alejadamente de la
ingesta de alimentos y bebidas, con
excepción del agua. El tiempo sugerido es
variable según el médico, pero lo habitual
es entre 15 y 30 minutos antes o después de
los mismos.
El ideal del tratamiento homeopático es el de administrar al paciente un
solo medicamento por vez. Esta práctica
recibe el nombre de homeopatía unicista.
Sin embargo hay situaciones especiales en
las que puede ser inevitable utilizar más de
un medicamento simultáneamente.
¿Qué diferencias hay entre el
tratamiento homeopático y el alopático?
El tratamiento alopático busca por
medio de drogas de acción química, aliviar
o suprimir los síntomas y manifestaciones
patológicas del enfermo de manera directa,
utilizando el llamado principio de los
contrarios. Es decir, emplea sustancias de
acción opuesta a las manifestaciones del
paciente. De allí por ejemplo el uso de
laxantes en la constipación o antidiarreicos
en la diarrea, antiinflamatorios en la
inflamación y antialérgicos de diversos
tipos. Esta supresión de síntomas y
manifestaciones patológicas no modifica su
origen y causas. Por otro lado, debido a que
los seres vivos reaccionan oponiéndose a
los estímulos que reciben del exterior, se
resisten también a la acción de estas
sustancias dando lugar a una tolerancia que
se traduce en disminución, con el tiempo,
del efecto farmacológico. También se
explican así las recaídas y el efecto rebote
que se observan tras la suspensión del
tratamiento alopático. Se especula que este
último, el efecto rebote, podría constituir
una evidencia indirecta a favor del principio
de similitud.13-15 Este concepto de la
utilización de drogas de acción contraria no
es aplicable a los antibióticos, antivirales o
antiparasitarios, los cuales están dirigidos a
destruir o inhibir el desarrollo de agentes
infecciosos causantes de la enfermedad.
Tampoco se aplica a las drogas antineoplásicas, destinadas a la destrucción de
células anómalas.
Por su parte, el tratamiento homeopático no busca suprimir manifestaciones
patológicas de manera directa sino que
tiene como objetivo estimular la reacción
curativa espontánea del enfermo. Todos los
seres vivos tienen capacidad de autorreparación y la homeopatía recurre a ella.
Esto lo realiza valiéndose de la misma
oposición que los seres vivos tienen a los
estímulos externos. Es la reacción del
paciente enfermo desencadenada por la
medicación homeopática la que conduce al
alivio o curación. Esto mismo explica la
falta de efecto rebote luego del abandono
del tratamiento homeopático. Es por este
recurrir a las fuerzas curativas espontáneas
que el tratamiento homeopático puede
considerarse como más natural. Cuando la
enfermedad es incurable, el tratamiento
homeopático muchas veces es capaz de
aliviar al enfermo pero en una forma más
suave y de alguna manera más saludable.
Otra gran diferencia entre el
tratamiento alopático y homeopático reside
en el modo de abordar al paciente ya que el
primero, por su naturaleza, tiende a
fragmentar al individuo enfermo en órganos
y aparatos otorgando a veces poca consideración al conjunto y sobre todo a la persona
enferma. Esto es debido a que en dicha
modalidad terapéutica la elección del
tratamiento está basada casi exclusivamente
en el diagnóstico clínico y fisiopatológico.
La consecuencia es que a menudo el
paciente no se sienta comprendido en su
totalidad.
Por su parte, el tratamiento
homeopático suele considerar al paciente en
su totalidad e individualidad. Si bien el
viejo aforismo no hay enfermedades sino
enfermos resulta sólo parcialmente cierto, la
observación muestra que una misma
enfermedad se presenta en diferentes sujetos de formas variadas, de acuerdo a sus
características individuales, a su constitución física y psíquica y al medio en que se
desenvuelve. Es además sabido que
conflictos profundos o situaciones emocionalmente traumáticas son capaces de
desencadenar enfermedades que son a veces
4
graves. La investigación de todas las
características
individuales
de
las
manifestaciones patológicas y de todos los
rasgos de la constitución y personalidad del
enfermo y de los posibles desencadenantes
emocionales de su enfermedad actual
forman parte de la esencia del método
homeopático. Es el conjunto de toda esta
información lo que guía a la elección de un
medicamento. Así, una misma afección
puede ser tratada con distintos medicamentos homeopáticos según cómo se
presente en cada individuo en particular y a
su vez, un mismo medicamento puede
resultar útil en afecciones diferentes.
Es esencial también al método
homeopático buscar no sólo el alivio de las
manifestaciones patológicas concretas del
paciente sino el de promover además una
sensación de bienestar general y mejoría del
estado anímico. Esta mejoría subjetiva
acompaña a la mejoría de los síntomas
físicos y a veces la precede en el tiempo. La
homeopatía es en este sentido verdadera
medicina psicosomática.
¿Son compatibles el tratamiento
homeopático y el alopático?
Los dos tipos de tratamiento son
perfectamente compatibles en la mayoría de
los casos. Aún más, en algunas situaciones
son complementarios. Existe la creencia de
que si se combinan ambos tipos de
tratamiento podrían producirse en el
enfermo efectos nocivos, pero no hay
ninguna prueba de que esto sea así. A veces
puede ocurrir que la medicación alopática
enmascare los síntomas naturales del
enfermo y la enfermedad, lo que puede
dificultar el hallazgo del tratamiento
homeopático correcto. Además, se cree que
algunas medicaciones alopáticas podrían
anular parcial o totalmente el efecto
terapéutico de los medicamentos homeopáticos en algunas circunstancias. Pero por
otro lado, hay situaciones en las que resulta
imposible suspender la medicación alopática que el paciente ya está recibiendo e
inclusive es necesario ocasionalmente
complementar el tratamiento homeopático
con algún medicamento alopático. Cada
modalidad terapéutica tiene sus indicaciones y sus limitaciones.
Es importante que los pacientes que
inician un tratamiento homeopático sepan
que no deben suspender abruptamente los
medicamentos de otro tipo que están
recibiendo sin adecuado control médico, ya
que esto podría ocasionarles trastornos a
veces importantes. La medicación alopática
debe ser interrumpida gradualmente y de
acuerdo con un esquema adaptado a cada
situación individual y sólo cuando que esto
sea médicamente posible.
¿El médico homeópata examina al
enfermo, solicita análisis, estudios de
imágenes y hace diagnóstico clínico?
Tanto la alopatía como la homeopatía son dos modalidades terapéuticas y
todo el resto de las ciencias médicas (la
anatomía, la fisiología, la patología, la
semiología, etc.) son comunes a ambas. El
médico homeópata tiene la misma obligación profesional de todo médico de
recurrir a un minucioso interrogatorio y
examen físico del enfermo y a solicitar
todos los análisis y estudios de imágenes o
complementarios y las interconsultas que
sean pertinentes para arribar a un correcto
diagnóstico clínico. Un buen diagnóstico
permite establecer un pronóstico y decidir
cuál es el tipo de tratamiento más adecuado
para cada caso.
¿Cuál es el campo de acción de la
homeopatía?
El campo de acción de la homeopatía es difícil de delimitar con precisión.
El uso de medicamentos homeopáticos es
especialmente útil en las especialidades más
generales de la medicina como la clínica
médica, la pediatría y la medicina de
familia. Puede afirmarse que hay tratamiento homeopático para las patologías más
habituales de todos los órganos y aparatos,
tanto agudas como crónicas. Los médicos
homeópatas en general optan por recurrir al
tratamiento homeopático como primera intención cuando consideran que es lo adecuado y que se puede esperar una respuesta
favorable del paciente. Otras veces tratamientos alopático y homeopático son utilizados simultáneamente. Hay otras situaciones donde el tratamiento homeopático no
5
es el principal o es usado con criterio
exclusivamente complementario o inclusive
paliativo.
En la investigación médica actual
se otorga gran relevancia a los llamados
metanálisis. Un metanálisis es una revisión
sistemática de todos los estudios publicados
acerca de un determinado tratamiento a la
que se le aplica procedimientos matemáticos especiales que aumentan su validez. Un metanálisis positivo da cierta seguridad acerca de la eficacia de un tratamiento
en una determinada afección. En los
últimos años se han publicado metanálisis
con resultado favorable a la homeopatía en
el tratamiento de la influenza16, la rinitis
alérgica17, prevención del íleo posquirúrgico18, la fibromialgia19, la diarrea infantil20,
el SIDA21, algunos efectos adversos de los
tratamientos antineoplásicos22, la artrosis23,
enfermedades reumáticas24, la polinosis25,
infecciones y alergia de la vías aéreas superiores26 y enfermedades de las vías aéreas
superiores incluyendo otitis media.27, 28
En otras áreas de la medicina, la
experiencia de los homeópatas y estudios
observacionales o de series de casos muestran que el tratamiento homeopático es o
podría ser efectivo. Un estudio observacional multicéntrico reciente hecho en casi
4000 pacientes con cualquier afección de
los consultorios de los médicos homeópatas
intervinientes concluyó que “hubo una
mejoría marcada y sostenida de la severidad
de la enfermedad y la calidad de vida de los
pacientes durante el tratamiento. Los hallazgos indican que el tratamiento homeopático podría tener un rol beneficioso en el
cuidado a largo plazo de pacientes con
enfermedades crónicas.”29 Una evaluación
en el tiempo de los mismos pacientes
mostró que la mejoría obtenida se mantenía
8 años después de haber hecho el
tratamiento homeopático.30 En otro estudio
financiado por el gobierno suizo, se comparó el tratamiento homeopático versus el
tratamiento alopático en 3126 pacientes. Se
encontraron diferencias significativas en el
estado de salud (los pacientes con enfermedades crónicas y severas recurrían preferentemente al tratamiento homeopático),
en la percepción de efectos colaterales (mayor porcentaje de efectos colaterales en los
pacientes atendidos con alopatía) y en el
grado de satisfacción (mayor porcentaje de
pacientes satisfechos entre los que recurrían
al tratamiento homeopático).31
La homeopatía, ¿es científica? ¿Hay
evidencias clínicas de la eficacia de la
homeopatía?
La
homeopatía
puede
ser
considerada con justicia la primera
farmacología experimental y científica de la
historia. En una época en que las sustancias
medicinales se usaban según criterios
teóricos o al azar, Hahnemann impulsó su
experimentación sistemática en voluntarios
sanos para estudiar sus efectos.1
La piedra angular de la investigación clínica moderna es el llamado
ensayo clínico controlado y aleatorizado o
RCT por sus siglas en inglés. Básicamente,
éste consiste en dividir al azar en dos a un
grupo de enfermos con una determinada
afección y luego administrar a uno de los
subgrupos el tratamiento que se está
evaluando y a la otra mitad un placebo
indistinguible del tratamiento verdadero. Ni
los pacientes ni los médicos que los tratan
saben quién está recibiendo tratamiento y
quién placebo, de manera de evitar la
influencia de la subjetividad. Para que una
droga sea considerada efectiva tiene que
demostrar ser superior al placebo en sus
efectos. También se utiliza el mismo método para comparar dos o más tratamientos
diferentes.
El primer RCT homeopático
publicado data de 1943. En aquel estudio,
hecho durante la 2ª guerra mundial, se
evaluó una preparación homeopática de gas
mostaza como posible preventivo de las
quemaduras producidas por el mismo
tóxico en voluntarios sanos. El tratamiento
resultó ser claramente superior al placebo.32
Dos factores desalientan en general la
realización de RCT homeopáticos. El primero es económico. Debido a la falta de in-
6
terés comercial en los resultados, los
recursos son escasos. El segundo es de
orden metodológico: como en homeopatía
no se da idéntico tratamiento a pacientes
con la misma afección, esto introduce una
complejidad considerable en el momento de
hacer un RCT. De cualquier manera, los
homeópatas han recurrido frecuentemente a
este método de investigación clínica. Una
revisión exhaustiva encontró que hasta fines
de 2008 se habían publicado 138 RCT
homeopáticos para 65 afecciones diferentes,
44% con resultado positivo para la homeopatía, 7% con resultado negativo y 49% no
concluyentes.33
En tiempos recientes ha habido
varios intentos de evaluación global de este
corpus de investigaciones. Una primera revisión sistemática importante fue publicada
en 1991 por epidemiólogos independientes
de la Universidad de Limburgo. Encontraron 106 RCT publicados y evaluables, 81
con resultado positivo a favor de la
homeopatía. De los 23 RCT llevados a cabo
con mayor rigor metodológico, 15 arrojaron
resultado positivo. Los autores de la
revisión manifestaron: “La cantidad de
evidencia positiva aun entre los mejores
trabajos fue una sorpresa para nosotros.
Basados en esta evidencia estaríamos listos
para aceptar que la homeopatía puede ser
eficaz si sólo el mecanismo de acción fuera
más plausible.”34
El primer metanálisis general de
RCT homeopáticos fue publicado en The
Lancet en 1997. Allí fueron analizados 89
RCT que cumplieron con los criterios de
inclusión predeterminados por los autores.
El resultado general fue que el tratamiento
homeopático resultó 2,45 veces superior al
placebo. Incluso limitando el análisis a los
26 RCT de la más alta calidad metodológica, el tratamiento homeopático
resultó ser 1,66 veces superior al placebo.
La conclusión de los autores fue: “los
resultados no son compatibles con la
hipótesis de que los efectos clínicos de la
homeopatía son enteramente placebo.”35
En un metanálisis más reciente, se
compararon 110 RCT homeopáticos con
110 RCT alopáticos para las mismas
afecciones y escogidos al azar. Una primera
observación de los autores es que los RCT
homeopáticos resultaron de mejor calidad
metodológica que sus pares alopáticos. Este
hecho por si solo invalida cualquier comparación que se quiera hacer posteriormente. No obstante esto, los autores
llegan a la conclusión de que la mayoría de
los RCT homeopáticos son positivos, como
mínimo tan positivos como los RCT
alopáticos. A posteriori de estas observaciones y utilizando criterios no predefinidos
de tamaño de las muestras, deciden
seleccionar 8 RCT homeopáticos y compararlos con 6 RCT alopáticos, llegando a la
insólita conclusión de que “los efectos
clínicos de la homeopatía son compatibles
con efecto placebo.”36 Una comparación
inapropiada porque se trata de estudios para
afecciones diferentes y no iguales como
había sido originalmente planteado. También la selección a posteriori de sólo 8
trabajos resulta metodológicamente inapropiada. Una investigación posterior detectó
además que los autores habían excluido de
la selección un RCT homeopático grande y
de buena calidad con resultado positivo y
no consideraron como de buena calidad 4
RCT homeopáticos calificados como entre
los 10 mejores en 5 metanálisis previos, 3
de ellos con resultado positivo. En cambio,
incluyeron en el estudio 16 RCT homeopáticos no publicados, todos de baja
calidad, mientras todos los RCT alopáticos
estaban publicados. Estas mismas investigaciones posteriores muestran que un metanálisis de los 21 RCT homeopáticos de
máxima calidad mencionados en el trabajo
original muestran un resultado positivo a
favor de la homeopatía y superior al
placebo. Por todos estos serios cuestionamientos de carácter metodológico, las
conclusiones de este metanálisis de 2005
son inválidas.37, 38
Además de la investigación clínica,
ya fue mencionado más arriba que se lleva
a cabo investigación en campos de la física,
físico-química y biología, en este último
caso tanto en modelos animales como
celulares. Dos campos de investigación creciente son la veterinaria y la agronomía.
¿Cómo es una consulta homeopática?
En un paciente que consulta por
problemas crónicos, la primera parte de una
consulta homeopática es similar a una
7
consulta clínica. El médico interroga al
paciente por los motivos de la consulta y las
características detalladas de sus problemas,
su historia y sus posibles desencadenantes.
También inquiere acerca de los tratamientos
realizados, los medicamentos que el
paciente recibe y todos los antecedentes de
salud personales y familiares pertinentes.
La única diferencia tal vez sea la
importancia que el homeópata da a detalles
acerca de qué factores agravan o alivian los
síntomas, elementos llamados modalidades
y que a veces son decisivos para la elección
de un tratamiento.
En una segunda parte, la más
propiamente homeopática, el médico
pregunta por una serie de características
personales, tanto generales como psíquicas.
Entre otras cosas, se investigan minuciasamente detalles del sueño, transpiración,
sensibilidad a las temperaturas y climas y
otros factores externos; deseo, aversión e
intolerancia a diversos alimentos, agravaciones horarias y cambios generales y anímicos con las menstruaciones. Finalmente,
el homeópata preguntará al paciente cómo
son su forma de ser y su carácter o personalidad e incluso acerca de acontecimientos
traumáticos del pasado que pudieran haber
sido desencadenantes de la enfermedad y
padecimientos actuales.
A continuación el homeópata
examina al paciente de la misma manera
que un clínico y evalúa los estudios de
laboratorio e imágenes que el paciente haya
hecho. Con toda esta información intentará
hacer un diagnóstico clínico y sugerir un
tratamiento. Si lo considera necesario, solicitará nuevos estudios o interconsultas. Es
habitual que una primera consulta con un
médico homeópata insuma entre 40 y 60
minutos.
Cuando se trata de un problema de
salud agudo, la consulta homeopática es
más breve. El interrogatorio se limita al
problema actual y sus antecedentes
inmediatos. El examen físico es esencial
para un correcto diagnóstico y tratamiento.
¿Se oponen los médicos homeópatas a las
vacunas?
En toda vacuna se debe considerar
la ecuación entre su potencial beneficio y su
potencial daño. Esta ecuación cambia de
una vacuna a otra y cambia también con el
tiempo, con la incidencia de las enfermedades y su potencial gravedad y con
características de los pacientes como su
edad, el riesgo de padecer la enfermedad
que se quiere prevenir y el riesgo de sufrir
complicaciones en caso de padecerla.
Debido a estos factores, no es posible hacer
afirmaciones generales. Cuando el beneficio de una vacuna sobrepasa con creces el
riesgo de su utilización, es natural inclinarse a su favor. Es un hecho que varias
enfermedades muy graves han sido
erradicadas o casi erradicadas gracias en
gran medida a las vacunaciones masivas.
Ejemplos paradigmáticos son la viruela, la
difteria y la poliomielitis. Es probable que
la mayoría de los médicos homeópatas opte
por aceptar el calendario oficial de vacunaciones y tienda a desconfiar de una
vacunación excesiva, sin suficientes pruebas de su seguridad y eficacia. Esta postura
es compartida por otros médicos no homeópatas.39
¿Se oponen los médicos homeópatas al
uso de vitaminas o minerales?
La postura del médico homeópata
sobre este tema no difiere a la de la mayoría
de los médicos. Además, no todo lo que no
es homeopatía es alopatía. El espectro de la
medicación alopática está limitado en
general a aquellos medicamentos conocidos
como anti: antialérgicos, antiespasmódicos,
antiinflamatorios, etc. En ese sentido, la
utilización de vitaminas o minerales e inclusive de algunas hormonas en situaciones
especiales no resulta homeopática ni alopática. Son simplemente elementos fisiológicos que actúan reponiendo o suplementando un déficit del organismo y
resultan perfectamente compatibles con el
tratamiento homeopático. Lo mismo ocurre
con la utilización de sueros por vía
endovenosa o transfusiones de sangre.
¿Se oponen los médicos homeópatas a la
cirugía?
En absoluto. La cirugía es el
tratamiento de elección en muchas enfermedades y problemas. Aunque existen
8
algunas situaciones en las que a pesar de
que la cirugía sea el tratamiento convencional indicado, el tratamiento homeopático
puede resolver el problema. Un caso típico
de esto son las otitis a repetición del niño.
El buen resultado terapéutico en esta
patología es el motivo más frecuente por el
cual las familias francesas se vuelcan al
tratamiento homeopático según una encuesta oficial hecha en ese país.40
¿Con qué se confunde la homeopatía?
Muchas veces se vincula erróneamente la homeopatía con otras formas de
terapéutica complementaria con las que en
sentido estricto no tiene ninguna relación.
Sin abrir juicio sobre ellas, la homeopatía
no tiene ningún punto de contacto con la
acupuntura, el naturismo, la fitomedicina
(tratamiento con plantas medicinales), el
iridodiagnóstico (diagnóstico de enfermedades a través de la observación de alteraciones en el iris), la quiropraxia, el ayurveda, la macrobiótica o la terapéutica con
florales (de Bach, California, Bush y otros).
Existen modalidades terapéuticas
relacionadas de alguna manera con la
homeopatía pero que distorsionan en mayor
o menor medida la esencia de la misma,
como son la medicina antroposófica y el
llamado complejismo. Este último, consiste
en administrar medicamentos homeopáticos
mezclados entre sí en la misma preparación
y en un número a veces elevado.
Malintencionadamente se pretende
llamar tratamiento homeopático a la
utilización de preparados magistrales que
contienen anorexígenos (anfetaminas), sedantes, laxantes, diuréticos y hormonas para
el tratamiento de la obesidad. Con el mismo
proceder, se promocionan falsos tratamientos homeopáticos destinados a paliar
las várices, reumatismos u otras patologías.
Los medicamentos
usados
en
estas
prácticas son fáciles
de reconocer ya que
contienen una lista de
sustancias químicas
difícilmente legibles
o en nombre clave y
son presentados en forma de comprimidos
coloreados o cápsulas grandes.
¿Cuánto dura un tratamiento
homeopático?
Esto depende de las características
de la afección, de su gravedad y antigüedad,
de la buena vitalidad del enfermo y de los
tratamientos previos que haya efectuado. La
respuesta suele ser mejor en niños y en
pacientes vírgenes de tratamientos previos.29
Es importante el concepto de que el
tratamiento no produce mejoría de los
síntomas sólo mientras es administrado el
medicamento, sino que genera una reacción
curativa tanto más rápida cuanto mejor es la
vitalidad del paciente y al revés, más lenta
cuanto más tórpida, crónica, antigua y
grave sea la evolución de la enfermedad. En
las enfermedades agudas la respuesta
favorable se observa en horas. En cambio,
en las enfermedades crónicas la respuesta
puede demorar hasta 30 días en hacerse
manifiesta. La mencionada reacción curativa persiste habitualmente luego de la
suspensión del tratamiento También es
importante destacar que la mejoría suele ser
progresiva en el tiempo y presentar altibajos.
¿Cuánto cuesta un tratamiento
homeopático?
El costo de los medicamentos
homeopáticos es tradicionalmente bajo,
menor que el de sus "equivalentes"
alopáticos. Las consultas médicas cuestan
en general lo mismo que una consulta
clínica y debe considerarse que el tiempo
que el médico homeópata dedica a sus
pacientes suele ser sustancialmente mayor.
Los estudios de costo/efectividad en
homeopatía constituyen un campo de
investigación relativamente reciente.
¿Existen especialistas entre los
homeópatas?
Como se afirma más arriba, la
homeopatía se aplica mejor a las grandes
especialidades clínicas de la medicina,
como la clínica médica y la pediatría. Pero
debido a que la homeopatía es fundamentalmente una modalidad terapéutica,
como tal puede ser aplicada en cualquier
9
especialidad de la medicina. En la Argentina el número de especialistas que utilizan
tratamiento homeopático es creciente.
Pero por otro lado, las características intrínsecas de la homeopatía que
obligan a considerar al enfermo en su
totalidad, terminan muchas veces llevando
al médico que recurre a la homeopatía más
allá de su especialidad. Es muy frecuente
que los médicos homeópatas actúen como
médicos de familia.
países europeos que incluyen Francia, Gran
Bretaña, Austria, Suiza y Alemania, los
médicos homeópatas se encuentra incluidos
dentro de los sistemas públicos de salud. En
Gran Bretaña hay cuatro grandes hospitales
homeopáticos pertenecientes al NHS (Ser-
La homeopatía, ¿es legal?
En la Argentina, la ley 17.132 del
ejercicio de la medicina autoriza al médico
a recomendar a sus pacientes el tratamiento
que considera más adecuado en cada caso.
Esto da legalidad a la homeopatía como
acto médico. Como se mencionó más
arriba, sólo los médicos, odontólogos y
veterinarios están autorizados por ley a
prescribir medicamentos homeopáticos.
El estatus legal de la homeopatía
varía en los diversos países del globo. En
Brasil (desde 1980), México y la India se
encuentra reconocida como especialidad de
la medicina. En el Uruguay ha sido declarada acto médico por decreto del Poder
Ejecutivo 447/009 del 25/9/2009. En varios
vicio Nacional de Salud), el más importante
de los cuales se encuentra en Londres.41
En los Estados Unidos la
elaboración y comercialización de los
medicamentos homeopáticos se encuentra
regulada por la Food and Drug
Administration desde 1938.42 La Comunidad Económica Europea comenzó a
unificar la legislación referente a los
medicamentos homeopáticos a partir de
1992.43 Puede consultarse la situación legal
de la homeopatía en la Comunidad Europea
y en cada país europeo en particular en el
sitio del European Committee for Homeopathy.44
Referencias
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2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Hahnemann S. Essay on a new principle for ascertaining the curative powers of drugs, with a few glances at
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43. Directiva 92/73/CEE del Consejo, de 22 de septiembre de 1992, por la que se amplía el ámbito de
aplicación de las Directivas 65/65/CEE y 75/319/CEE relativas a la aproximación de las disposiciones
legales, reglamentarias y administrativas sobre medicamentos y por la que se adoptan disposiciones
complementarias para los medicamentos homeopáticos: http://eurlex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:31992L0073:ES:HTML
44. European Committee for Homeopathy: http://www.homeopathyeurope.org/