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Universidad Autónoma del Estado de México Centro Universitario UAEM Texcoco Licenciatura en Turismo Arqueología y Turismo Profesora: Norma González Paredes Sacrificios humanos en la América Prehispánica Alumno: Flores Carrillo Juan Secuencia: LTU 01 01 Sacrificios humanos en la América prehispánica El sacrificio humano en el mundo prehispánico fue una práctica religiosa que se realizaba en el contexto de ciertos cultos de los pueblos indígenas de América. Sacrificios humanos mostrados en el Códice Magliabechiano. Está documentado tanto por los códices como precolombina la iconografía en general. Aunque los casos más conocidos son los correspondientes al área mesoamericana, su está probada el incario y otras continente. La existencia también en partes del práctica del sacrificio humano en las religiones indígenas fue una cuestión condenada por los europeos a su llegada a América en el siglo XVI. La corriente mayoritaria y más aceptada en la historiografía y la arqueología de América no niega la existencia de estas prácticas. Aunque hay quienes sugieren que esta práctica es una leyenda de origen teocéntrico europeo. Lo cierto es que hay abundante evidencia arqueológica e histórica que da cuenta de ella. Un punto de acuerdo entre ambas posturas es que el sacrificio humano debe ser entendido en su contexto histórico y cultural, y no de modo sensacionalista, especialmente por el hecho de que sacrificios humanos hubo en otras partes del mundo, no sólo entre los pueblos indígenas precolombinos. Los sacrificios en contexto Los sacrificios humanos han sido practicados en muchas culturas, especialmente en el Mundo Antiguo. Se mataba a las víctimas ritualmente de una forma que pretendía apaciguar a los dioses. Los sacrificios fueron practicados en las religiones celtas de la edad de bronce y en los rituales relacionados con la adoración de los dioses en Escandinavia. Roma realizó sacrificios humanos hasta 97 a. C. Para los habitantes de la antigua Cartago, el sacrificio de infantes era también una manera de aplacar a sus dioses. Los primeros hebreos también practicaron el sacrificio. La historia de Abraham y su hijo Isaac sugiere una ruptura con la práctica. Excavaciones en el palacio de Cnosos muestran que también los primeros griegos sacrificaban. En la India contemporánea, el ritual llamado sati (ritual), en que la viuda de un difunto tiene que arrojarse a la pira funeraria, aún ocurre ocasionalmente, especialmente en las áreas rurales. Página | 1 En Mesoamérica Los historiadores conocen mejor el Posclásico del altiplano que de otras regiones. La práctica de exponer los cráneos de los sacrificados ya se observa en Huamelulpan (Oaxaca) a principios de nuestra era; y en sitios de períodos posteriores como Copán, Honduras y Uxmal. Estostzompantli alcanzaron grandes proporciones, mayores incluso que las de los posteriores tzompantli de la gran capital azteca Tenochtitlan. Sacrificios olmecas El Señor de Las Limas Los olmecas fueron la primera gran civilización mesoamericana. Aunque no existe evidencia irrefutable de sacrificio de infantes en esta cultura, se han encontrado esqueletos completos de recién nacidos, así como fémures desmembrados y calaveras, en un sitio olmeca en el estado de Veracruz llamado El Manatí. Estos huesos han sido asociados con ofrendas sacrificiales, particularmente, unos bustos de madera. Aún no se sabe cómo murieron los infantes. Algunos investigadores también han asociado el sacrificio de infantes con el ritual olmeca que muestra a bebés laxos o flácidos, siendo el más famoso la enorme piedra labrada que se encuentra en el Altar 5 de La Venta, o la figura del monumento de Las Limas. Respuestas definitivas sobre este asunto tendrán que esperar a ulteriores investigaciones. Sacrificios teotihuacanos En Teotihuacán, la gran metrópolis del Clásico, el sacrificio por extracción del corazón fue una práctica importante, como se observa en la pintura mural. Muy poco se sabe de Teotihuacán. No se conoce el nombre de un solo rey y el mismo nombre de Teotihuacán es una invención mesoamericana posterior. Los huesos encontrados en las Pirámide del Sol y de la Luna hacen suponer que se realizaban sacrificios a Tláloc. En 2007 análisis del ADN confirmaron que las víctimas eran traídas de pueblos muy distantes. Sacrificios mayas El sacrificio de prisioneros recreaba el mito cósmico y fue clave en la ideología de los señoríos mayas. Michael Coe explica el gran cambio producido por los nuevos estudios de la civilización maya, a partir de que descifraron los jeroglíficos: Página | 2 Ahora es sorprendentemente claro que los mayas de la época clásica, y sus antecesores del Preclásico, eran gobernados por dinastías hereditarias de guerreros, para quienes el auto-sacrificio y el derramamiento de la sangre, y el sacrificio de la decapitación humana eran obsesiones supremas. La extracción del corazón aparece en algunos cuantos casos del arte maya. Los sacrificados casi siempre parecen niños. La extracción de corazones de niños se ve en la cerámica pintada. Otro caso conocido es la Estela 11 de Piedras Negras en Guatemala, en que se ve la cavidad pectoral de un niño sacrificado. En el sacrificio de adultos, existe una imagen pintada sobre una vasija en que se ve el sacrificio ritual de un prisionero atado a un cadalso y un grotesco personaje que le saca las entrañas con una lanza, mientras los músicos tocan tambores y trompetas —«una de las escenas más terribles del arte maya». En los muros de Bonampak también hay terribles imágenes de tortura ritual. Otra forma de sacrificio era arrojar a la víctima al interior de un cenote. Sacrificios toltecas Tzompantli asociado al Templo Mayor, Códice Ramírez. En 2007 los arqueólogos anunciaron que habían analizado los restos de dos docenas de niños, de cinco a quince años, encontrados enterrados con figurillas de Tláloc. Los niños, encontrados cerca de las viejas ruinas de Tula, la capital tolteca, habían sido decapitados. Los restos fueron fechados de 950 a 1150 DC. « ¿Cómo explicar que existan 24 cuerpos reunidos en un mismo espacio? Pues la única forma es pensar que hubo un sacrificio humano», afirmó el arqueólogo Luis Gamboa, responsable del rescate de los restos en Tula. Sacrificios totonacas Los totonacas en ocasiones sacrificaban niños para extraerles la sangre, la cual era mezclada con semillas para hacer una pasta la cual era comida entre los adultos. La Isla de Sacrificios, actualmente en el estado de Veracruz y descubierta por el español Juan de Grijalva, recibió ese nombre debido a que en ella se hallaron cuerpos sacrificados de indígenas durante una ceremonia de ofrenda a sus dioses. Página | 3 Sacrificios aztecas (mexicas) En Xochimilco, al sur de la Ciudad de México se encontraron los restos de un niño de tres a cuatro años cuyos huesos presentaban una coloración naranja o amarilla traslúcida; texturas tersas o vítreas, y compactación del tejido esponjoso, además de estrellamiento del cráneo. Dado que después de sacrificarlos los mexicas solían hervir algunas de las cabezas, los arqueólogos concluyeron que el cráneo fue hervido y que se estrelló debido a la ebullición de la masa encefálica. Fotografías del cráneo han sido publicadas en revistas especializadas. En Tula, los toltecas asociaban la práctica de sacrificios humanos a la veneración de Tezcatlipoca. En la mitología mexica, a partir de las reformas de Tlacaélel el sacrificio era el recurso humano para salvar al universo de su destrucción, asegurando la supervivencia del sol, y con ello la vida misma. Un ciclo de 18,980 días se repetía cada 52 años, al término del cual el «Quinto Sol» (Nahui Ollin) corría el riesgo de extinguirse para siempre, y la tierra de ser dominada por seres de la noche. Un enemigo debía entonces ser sacrificado en el monte Huixachtépetl para hacer brotar el fuego nuevo, después de lo cual sangre y corazones humanos debían, periódicamente, nutrir al dios en los siguientes 52 años. La práctica servía también a una estrategia de dominación: garantizar los privilegios de las clases dominantes. Para interpretaciones más modernas como la de Lloyd deMause, resulta significativo que las víctimas fueran investidas de un profundo significado cosmológico. Según los psicohistoriadores el sacrificio era una forma inconsciente de vengar los métodos brutales de puericultura en la América precolombina (a la vindicación sobre chivos expiatorios los psicólogos denominan desplazamiento). Las ceremonias ligadas a la Guerra Florida o Xochiyáoyotl también fueron formas sacrificiales. Los prisioneros capturados podían ser guerreros enemigos de poblaciones aledañas a Tenochtitlan. Los sacrificados a Xipe Tótec eran desollados después de muertos. Su piel era utilizada por los sacerdotes que, poniéndosela encima, personificaban al dios. Códice Tudela. Bernardino de Sahagún, autor de documentos valiosos para la reconstrucción de la historia del México antiguo, cuenta que los sacrificadores se extraían sangre a ellos mismos durante los cinco días anteriores al rito. En la víspera se organizaba la solemne «danza de los cautivos», donde la víctima era forzada a bailar. Las personas condenadas a morir y sus sacrificadores pasaban la noche Página | 4 en vela juntos. Éstos cortaban a aquéllos una mecha de cabellos para conservarlos como trofeo y objeto mágico portador del «tleyotl» (fuego interior de la víctima). Al amanecer, el sacrificador llevaba a la víctima al templo. Antes de subir, se le retiraba parte de la vestimenta para descubrirle el pecho y, acto seguido, los sacerdotes la subían a la pirámide trunca, donde se le atrapaba de las extremidades y se le extirpaba el corazón. Anualmente se acostumbraba realizar el sacrificio de un músico, por lo que se debía elegir a un prisionero joven para educarlo en las artes musicales, principalmente en tocar una especie de flauta cerámica. Era cuidadosamente alimentado y ricamente vestido como si se tratara de la divinidad Tezcatlipoca. Un mes antes del sacrificio era casado con cuatro doncellas las cuales lo acompañaban hasta el día de su inmolación cuando era llevado por una barca por el lago hasta llegar a una isla donde había un cu, donde éstas lo abandonaban. El músico se dirigía al templo y subía cada peldaño (rompiendo las flautas que había tocado durante su consagración) y al llegar a la parte superior era tomado por sus victimarios que lo sujetaban de sus extremidades y uno de ellos, que era el sacerdote, le abría el pecho con un cuchillo de sílice, le arrancaba el corazón y lo decapitaba. Su sangre era recogida cuauhxicalli, su cabeza clavada en un tzompantli, su corazón era quemado como ofrenda a los dioses y el resto de su cuerpo era despeñado por la escalinata del templo. Además de la extracción del corazón, había otras formas de sacrificio que se aplicaban en rigurosa conformidad al calendario azteca: decapitación, despeñamiento desde un templo, flechamiento, encerramiento en cuevas, ahogamiento, asamiento y «rayamiento» (lucha ritual). Canibalismo Canibalismo entre los mexicas El sacrificio y el canibalismo inició en Mesoamérica hace 2,500 años o tal vez antes. El Conquistador Anónimo nos dice que a los prisioneros de guerra a quienes los mexicas no canibalizarían los esclavizaban. Bernal Díaz del Castillo dice que el tlatoani mismo compartía el canibalismo de su época. "Oí decir que le solían guisar carnes de muchachos de poca edad" para Moctezuma, y en esa misma página se lee que "nuestro capitán le reprendía el sacrificio y comer carne humana, que desde entonces mandó que no le guisasen tal manjar". En Historia de Tlaxcala Diego Muñoz escribió: "Ansí había carnicerías públicas de carne humana, como si fueran de vaca y carnero como en día de hoy las hay". Los rituales del calendario mexica El siguiente calendario está confeccionado a partir de la información proporcionada por Bernardino de Sahagún en su obra Historia general de las cosas de Nueva España. Página | 5 N° Nombre mexica del mes y equivalentes Deidades y sacrificios humanos gregorianos I Atlacaualo (del 2 de febrero al 21 de Tláloc, Chalchitlicue, Ehécatl febrero) II Tlacaxipehualiztli(del Xipe Tótec, Huitzilopochtli, 22 de febrero al 13 de Mayáhuel marzo) III Tozoztontli (del 14 de Coatlicue, Tlaloc, Chalchiuhtlicue, Tona marzo al 2 de abril) Sacrificio de niños. IV Hueytozoztli (del 3 de Centéotl, abril al 22 de abril) Chicomecacóatl, Tláloc,Quetzalcóatl Continúa el sacrificio de niños (hasta la llegada de lluvias abundantes). V Toxcatl (del 23 de abril Tezcatlipoca, Huitzilopochtli, al 12 de mayo) Cuexcotzin VI Etzalcualiztli (del 13 Tláloc, Quetzalcóatl de mayo al 1 de junio) Sacrificio de prisioneros ataviados como tlaloques. Extracción de corazones. VII Tecuilhuitontli (del 2 Huixtocíhuatl, Xochipilli de junio al 21 de junio) Sacrificio de prisioneros y de una mujer ataviada como Huixtocíhuatl. VIII Hueytecuihuitl (del 22 Xilonen, de junio al 11 de julio) Cihacóatl, Ehécatl,Chicomecóatl Sacrificio de niños en diversos montes. Extracción de corazones y antropofagia ritual. Sacrificio de prisioneros. Sacrificio de cautivos: Tequitzin- hombres, mujeres y niños. Extracción de corazones y desollamiento. Sacrificio de un joven Tlacahuepan, cautivo escogido y criado con lujos durante un año. Extracción de corazón. Sacrificio de una mujer Quilaztli- ataviada como Xilonen. Decapitación y extracción del corazón. Página | 6 IX Tlaxochimaco (del 12 Sacrificio por inanición en Huitzilopochtli, Tezcatlipoca, Mictlantecuhtli de julio al 31 de julio) cueva o templo X Sacrificio de prisioneros. Xiuhtecuhtli, Ixcozauhqui, Otontecuhtli, Xocotlhuetzi (del 1 de Quemados vivos y Chiconquiáhitl, Cuahtlaxayauh, agosto al 20 de agosto) extracción de los corazones Coyolintáhuatl, Chalmecacíhuatl antes de la muerte. El sacrificio a Toci culminaba con el sacrificio de una mujer, decapitada Chimelcóatlpor sorpresa: después era Atlauhaco, desollada y un joven vestía su piel. Sacrificio de cautivos. Extracción de los corazones y desollamiento. XI Ochpaniztli (del 21 de Toci, Teteoinan, agosto al 9 de Chalchiuhcíhuatl, Atlatonin, septiembre) Chiconquiáuitl, Centéotl XII Teotleco (del 10 de septiembre al 29 de Xochiquétzal septiembre) Sacrificio de prisioneros, quemados vivos. XIII Tláloc-Napatecuhtli, Matlalcueye, Tepeihuitl (del 30 de Xochitécatl, Mayáhuel, Milnáhuatl, dioses septiembre al 19 de del pulque, octubre) Napatecuhtli, Chicomecóatl, Xochiquétzal Sacrificio de cuatro mujeres y un hombre. Extracción de los corazones y decapitación. Canibalismo. XIV Quecholli (del 20 de Mixcóatl-Tlamatzíncatl, Coatlicue, octubre al 8 de Izquitécatl, Yoztlamiyáhual, Huitznahuas noviembre) Sacrificio de esclavos, y hombres y mujeres ataviados como los dioses citados. Extracción de corazones y decapitación. Panquetzaliztli (del 9 de noviembre al 28 de Huitzilopochtli noviembre) Sacrificio de cuatro esclavos en el juego de la pelota. Otros sacrificios en procesión. Combates rituales a muerte entre los esclavos. Sacrificio de prisioneros y esclavos. Extracción de corazones. Atemoztli (del 29 de Tlaloques noviembre al 18 de Sacrificios XV XVI de niños, y Página | 7 diciembre) esclavos por decapitación. Sacrificio de una esclava Tititl (del 19 de Tonaataviada como XVII diciembre al 20 de Cozcamiauh, Ilamatecuhtli,Yacatecuhtli, dios Ilamatecuhtli. Extracción de enero) del infierno, Huitzilncuátec corazón y decapitación. XVIII Izcalli (del 8 de enero Ixcozauhqui-Xiuhtecuhtli, al 27 de enero) Nancotlaceuhqui Sacrificio de prisioneros y esclavos representando a Xiuhtecuhtli y sus mujeres Cihuatontli, (solo cada cuatro años). Sacrificios de esclavos cebados a cuenta de devotos que querían ganar prestigio. Nemontemi (del 28 de Cinco días baldíos, aciagos. No hay rituales; ayuno general. enero al 1 de febrero) Sacrificio en los juegos Las serpientes de la Lápida de Aparicio (250-900 AD) provienen de El Tajín. Representan chorros de sangre de una víctima decapitada. Museo de Antropología de Xalapa. En la «Lápida de Aparicio» (250-900) que actualmente se encuentra en el Museo de Antropología de Xalapa, México, los borbotones de sangre de un decapitado brotan en líneas rectas en alusión a Chicomecóatl, «siete serpiente». En un panel de un juego de pelota de Chichen Itzá en el Posclásico Temprano, también se ve un decapitado del que brotan serpientes de su cuello (chorros de sangre) como símbolo de la fertilidad. En Mesoamérica el juego de pelota aparece como una de las formas de juego sacrificial. En principio los jugadores no deben tocar la pelota sino con las caderas y las nalgas. En cuanto al número de víctimas ejecutadas al terminar una partida de pelota, Sahagún indica que en Tenochtitlan eran cuatro. «Y cuando les habían dado muerte, arrastraban sus cuerpos por todo el terreno, y era como si pintaran el suelo con su sangre». Página | 8