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Transcript
Introducción
JOSÉ LUIS TORNEL SALA
GRAMATICALIZACIÓN Y
VECTORES LINGÜÍSTICOS
Las perífrasis verbo-nominales
1
Título: Gramaticalización y vectores lingüisticos. Las perífrasis verbo-nominales.
Autores: José Luis Tornel Sala
I.S.B.N.: 84-8454-033-2
Depósito Legal: A-893-2000
Edita: Editorial Club Universitario
Web: www.editorial-club-universitario.es
Printed in Spain
Imprime: Imprenta Gamma - Telf.: 965 67 19 87
C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante)
E. mail: [email protected]
Web: www.1gamma.com
Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o
transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación
magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación sin permiso escrito
de los autores y del editor.
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Introducción
Para Rosa, que llena la separatidad
de la que hablaba Erich Fromm
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José Luis Tornel Sala
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Introducción
INTRODUCCIÓN*
Siempre existe temor hacia el vacío, hacia la inexistencia de un algo al
cual poder asirnos con fuerza y determinación. La nada, la carencia de existencia y
contenido, se evidencia en diversas facetas de nuestra vida, y, como no podía ser
menos, también es factible su aparición en el ámbito de la Lingüística.
Es precisamente esa extraña y ambigua sensación de misterio y desarraigo
lo que ha impregnado el origen del proceso investigador que hemos desarrollado
en nuestro trabajo. Desasosiego provocado por el hecho de desconocer cuáles eran
los diferentes elementos conceptuales que habíamos de desplegar en el proyecto,
así como los principios metodológicos a aplicar como fundamento y base de
posteriores investigaciones. Y, junto a ello, misterio, misterio derivado del deseo
de averiguar los cauces por los que fluiría el proceso mismo de investigación:
conocíamos el indicio, la pequeña luz en el túnel, la posible fuente de contenido:
apenas una intuición: una forma verbal como cualquier otra (pongamos dar) y un
complemento nominal (supongamos voces), y la derivación de todo ello: una
unidad lingüística compleja cuyo eje predicativo parecía desplazarse desde el
segmento verbal hacia el elemento nominal, como lo probaba su realización
sintética (digamos vocear).
Ese fue el origen, la génesis, a partir de ahí, la incógnita. Y sucedió que de
manera paulatina aquella luz que en principio brillaba de forma tenue, casi
asustada, fue adquiriendo mayores dosis de luminosidad, hasta alcanzar el
alumbramiento del trabajo que prologamos en estas líneas.
Partiendo de lo anterior, es fácil deducir que los objetivos que ha
perseguido nuestro trabajo han confluido en la necesidad de establecer en qué
consistían esas formas verbales perifrásticas, cuyo segundo componente, a
diferencia de las perífrasis verbales, no estaba constituido por un verboide sino por
una unidad de naturaleza nominal.
Qué es, por tanto, una perífrasis de esta clase ha sido el objetivo
primordial de todo el proceso investigador que viene a continuación. Junto a ello,
*
El presente trabajo de investigación ha sido realizado gracias a la aportación económica de una beca de
doctorado de la Fundación Caja de Madrid, entidad a la que agradezco de antemano su confianza y apoyo.
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José Luis Tornel Sala
igualmente, el establecimiento de los principios metodológicos que sirviesen de
base para alcanzar, precisamente, esa definición conceptual de lo que creímos
acertado denominar perífrasis verbo-nominal, dada su naturaleza categorial mixta
(verbal y nominal).
En este sentido, como se observa en el trabajo, hemos partido de la
confluencia de diferentes principios metodológicos a la hora de abordar el estudio
perifrástico verbo-nominal, a saber: la propia configuración teórica de la
auxiliaridad verbal, sus constituyentes, características y clasificaciones; la
aportación de la teoría de los verbos soporte llevada a cabo, fundamentalmente,
por la escuela de Gross y su léxico-gramática; la concepción lingüística de la
gramaticalización de autores como B. Heine, Traugott o Hopper, entre muchos
otros, cuyas aportaciones han resultado de lo más imprescindibles para lograr
configurar el armazón definitorio de las perífrasis verbo-nominales, y, por último,
la influencia decisiva de la gramática cognitiva, como el pilar básico y englobador
de lo anterior y de nuestra labor analítica.
Una vez establecido el objeto de estudio y sus diferentes disciplinas
metodológicas, señalaremos la estructura que el presente estudio ha configurado.
El primer capítulo se centra en el análisis de todo lo referente al estado de
la cuestión de las construcciones perifrástico-verbales en la Lingüística. De esta
forma, como información de base de nuestro objeto de estudio, hemos elaborado
una visión panorámica de este tipo de construcciones, partiendo de las opiniones
que al respecto han establecido diferentes autores y disciplinas lingüísticas. Qué es
una perífrasis verbal, en qué consiste un verbo auxiliar, cuáles son las propiedades
de una construcción perifrástica, si existe una categoría auxiliar diferente a la
categoría verbal o si esa categoría auxiliar posee o no, rango universal, son
algunos de los aspectos teóricos abordados en este primer capítulo.
A continuación ofrecemos un análisis detallado del concepto de
gramaticalización, su vinculación con la cuestión de la auxiliaridad y con las
unidades perifrásticas verbo-nominales. En este apartado encontramos, en primer
lugar, las definiciones dadas acerca del término gramaticalización; a continuación
se ofrece una visión histórica de este fenómeno, pasando por el establecimiento de
los principios generales de tal proceso (desemantización, instrumentos cognitivos
de gramaticalización, unidireccionalidad, descategorización, morfologización,
erosión, entre otros).
En este mismo capítulo, una vez inventariados los principios definitorios
de la teoría de la gramaticalización, se ofrece la vinculación existente entre este
fenómeno y la gramática cognitiva, observando el hecho de que cualquier proyecto
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Introducción
de gramaticalización tiene como origen el principio cognitivo de resolver
problemas expresivos, a través de la utilización de elementos de contenido
elemental, o concreto, para reflejar aspectos semánticos de mayor abstracción.
De igual forma, en este segundo capítulo se aborda la relación existente
entre esta concepción metodológica y los aspectos que atañen a las unidades
perifrásticas, esto es, la vinculación entre la gramaticalización y la auxiliaridad,
labor esta relevante, en cuanto la auxiliaridad parte de la idea cognitiva y de la
gramaticalización de emplear elementos léxicos concretos para expresar nociones
más abstractas (en definitiva, el proceso por el cual un verbo predicativo pierde
total o parcialmente su significado para transformarse en auxiliar).
El apartado finaliza estableciendo la relación que hallamos entre la teoría
de la gramaticalización y la de los verbos soporte, concepción esta última paralela
o similar a la que se aplica, posteriormente, a las perífrasis verbo-nominales.
El tercer capítulo centra su atención en la distinción entre las perífrasis
verbo-nominales y un tipo de construcciones que, en principio, podían ser
susceptibles de semejanza y confusión: las llamadas expresiones fraseológicas.
Precisamente para intentar acotar en la mayor medida posible la noción de
perífrasis verbo-nominal y evitar, de este modo, posibles confusiones con otro tipo
de unidades, destinamos este tercer capítulo a ofrecer las características y
clasificación de estos elementos fraseológicos.
Por fin, el apartado siguiente circunscribe su radio de investigación en la
concreción y delimitación de nuestro objeto de estudio, esto es, las perífrasis
verbo-nominales. En él, se establecen los principios metodológicos que han
confluido en su definición (auxiliaridad, verbos soporte, gramaticalización y
gramática cognitiva), así como las propiedades definitorias que posibilitan su
discriminación de entre la maraña lingüística de una lengua, principios que
participan, como decimos, de la convergencia de los instrumentos metodológicos
empleados.
Obviamente, no todas las perífrasis verbo-nominales se hallarán presentes
en este trabajo; posiblemente algunas de las señaladas podrán ser colocadas bajo el
signo de la duda, así como es factible que otras construcciones sean susceptibles
de discriminación y adición al corpus señalado. En cualquier caso, este trabajo ha
pretendido, ante todo, ofrecer un escalón más dentro de la escalinata que ha de
conducir al conocimiento definitivo de este tipo de unidades lingüísticas, y como
tal, es, potencialmente, modificable en un futuro.
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José Luis Tornel Sala
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CAPÍTULO PRIMERO
AUXILIARIDAD Y PERÍFRASIS VERBALES.
1. 1. Origen de las perífrasis verbales.
Se suele presentar como rasgo eminentemente característico de las lenguas
románicas la expresión de categorías lingüísticas como el aspecto, el tiempo o la
diátesis, a través de construcciones verbales ciertamente complejas a las que se
denomina perífrasis verbales, independietemente de que en cada una de las lenguas
existan diferencias (Dietrich, 1983 [1973]: 482). En concreto, W. Dietrich (1983
[1973]: 11-15), distingue tres grandes agrupaciones perifrásticas en el seno de esta
familia lingüística:
A) Perífrasis que expresan categorías temporales (cat. vaig veure; rum. voi
merge; cast. he comido, etc.)
B) Perífrasis que reflejan la diátesis pasiva y causativa (fr. je suis battu
par; cast. hace construir una casa, etc.)
C) Perífrasis de orden aspectual1.
No obstante, la cuestión que plantea desde un punto de vista diacrónico es,
sin duda, si tales contrucciones se desarrollaron ya en los mismos orígenes latinos
de las lenguas románicas, o si bien, el momento de su aparición se halla
circunscrito a un período mucho más reciente.
En este sentido, Coseriu (1977ª: 147; 1977b: 77) y Dietrich (1983 [1973]:
28-29; 483) señalan la inexistencia de perífrasis verbales de naturaleza aspectual
en la lengua latina, o al menos en su configuración clásica, defendiendo la
concepción genésica de estas construcciones en el griego antiguo, la transmisión al
1
En español, según Dietrich, podemos encontrar las siguientes perífrasis aspectuales: ir a + inf; estar + ger;
ir, andar, venir, llevar + ger; ir, andar, seguir + pp; seguir, continuar, permanecer + ger; quedar(se) + ger;
tomar, coger, agarrar, ir, saltar en construcciones copulativas (tomo y me voy); estar para, estar por + inf;
salir + ger; ponerse a, echarse a, romper a, coger a, entrar a, dar a, agarrar a, soltarse a, largarse a, , pasar a,
empezar a, comenzar a + inf; continuar a + inf; acabar de + inf; empezar por, comenzar por, continuar por,
acabar por, terminar por, concluir por + inf; llegar a, ir a, venir a + inf; ir, venir en construcciones
copulativas (fue y dijo); tener + pp concertado con el objeto; volver a, tomar a + inf. (W. Dietrich, 1983
[1973]: 14-15).
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José Luis Tornel Sala
latín vulgar y el consiguiente retrotaimiento de las formas y funciones románicas a
esta base del latín vulgar.
Dietrich explicita de forma concisa el motivo de este retrotaimiento al latín
vulgar como origen de las perífrasis verbales aspectuales de las lenguas románicas
actuales:
“La influencia griega sobre el latín fue particularmente fuerte en los
primeros siglos d. C. Una gran parte de la población -y precisamente de las
capas inferiores- era entonces bilingüe, especialmente en Roma. Es cierto
que la influencia del griego sobre la lengua hablada (“latín vulgar”) era
mayor, como es natural, que sobre la lengua literaria. De la forma más
clara resulta evidente en el vocabulario, donde esta influencia ha sido más
a fondo estudiada en la investigación”
(W. Dietrich, 1983 [1973]: 483)
En efecto, según estos autores, construcciones similares a las perífrasis
verbales románicas se hallaban ya en el griego antiguo, en concreto las de ser, ir,
venir + participio de presente, y las de tomar, ir, + venir en participio +
semiauxiliar conjugado o finito:
a) ερχοµαι, ειµι, ηκω + participio de futuro
b) ειµι, κυρεω, τυγγανω, εστηκα, γιγνοµαι, εχω, etc. + participio de
presente
c) ερχοµαι, (πελω), ειµι, ηκω, βαινω, (διατελω) + participio de
presente
d) ελθων, ιων, λαβων, κιων, µολων + verbo finito
e) αρχοµαι + infinitivo
f) πανοµαι + infinitivo
Según Dietrich (1983 [1973]: 29), mientras las bases de las perífrasis
verbales aspectuales de las lenguas románicas para la categoría de la visión y para
la perspectiva prospectiva secundaria, se hallan en modelos griegos, en la categoría
de la fase no parecen existir semejanzas tan evidentes, ya que las fases inminente y
egresiva (que se dan solamente en algunas zonas de la Romania) parecen erigirse
como innovaciones románicas, al no existir prototipos ni en latín ni en griego.
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Auxiliaridad y perífrasis verbales
En definitiva, como bien declara Dietrich, “las perífrasis verbales
aspectuales de las lenguas románicas actuales hay que remontarlas al latín vulgar”
(1983 [1973]: 484)2.
1. 2. Las categorías temporales y aspectuales de Coseriu y Dietrich.
En el epígrafe anterior hemos señalado la existencia (e inexistencia) de
determinadas perífrasis verbales que partían de categorías aspectuales y temporales
tales como la visión, la fase o la perspectiva prospectiva secundaria. Resulta
indudable (como ya veremos más adelante) que una perífrasis verbal es una forma
verbal compleja que en su conjunto (particularmente debido a la influencia del
llamado verbo auxiliar) otorga un contenido gramatical de carácter diverso aspectual, diatético, temporal, modal- al segmento verbal de contenido léxico
pleno o canónico.
No es objetivo de este trabajo realizar una investigación de las categorías
verbales que acabamos de mencionar, sin embargo, dada la naturaleza eminentemente
gramatical del significado aportado por el verbo auxiliar, sí consideramos necesario
definir al menos de forma esquemática los conceptos a los que nos referimos, haciendo
hincapié en la innovación conceptual de estos términos llevada cabo por Coseriu y
Dietrich, hecho que nos permitirá, de un lado, conocer las categorías mencionadas en el
apartado anterior y, de otro, comprender la terminología relativa a la clasificación
perifrástica efectuada por el segundo de estos autores.
Partiendo de la obra de E. Coseriu, Das romanische Verbalsystem, W.
Dietrich (1983 [1973]) establece una serie de categorías temporales y aspectuales
determinadas: el plano, la primera perspectiva, la segunda perspectiva, la tercera
perspectiva, la duración, la repetición, el cumplimiento, el resultado, la visión, la
fase (o grado) y la colocación, manifestada cada una de ellas en las diferentes
lenguas románicas por algún tipo concreto de construcción verbal perifrástica.
En cuanto al plano, Dietrich (1983 [1973]: 201) menciona en su interior
dos grandes ámbitos: el plano actual y el plano inactual:
“′Actual′ es lo que existe en el momento del hablar o lo que está
en la línea del tiempo real. En el presente este espacio se expresa en todas
las lenguas románicas mediante el presente (…) Lo ′inactual′ se refiere a lo
que no existe inmediatamente en el momento del hablar, pero tampoco
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Vid. el trabajo de Mª. C. Isart Hernández, “Evolución de las perífrasis aspectuales griegas”, Anuario de
Estudios Filológicos, XVIII, 1995, pp: 239-249, para una mayor información acerca de la historia de las
perífrasis verbales aspectuales griegas.
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José Luis Tornel Sala
puede caracterizarse expresamente como pasado (anterior) o futuro
(posterior) (…) El espacio inactual se designa, en el presente, en todas las
lenguas románicas mediante el imperfecto”
Nelson Cartagena (1978), ha tomado como punto de partida el trabajo de
Dietrich y adaptado su concepción temporal y aspectual al sistema verbal
indicativo español de la época, trasladando los resultados de este autor a una
solución generativista basada en reglas de reescritura. En este sentido, Cartagena
(1978: 375-376), señala que el plano es una categoría temporal (al igual que las
perspectivas primera y segunda) y expresa en una concepción reglada las dos
variantes señaladas por Dietrich:
Plano temporal {
act }
ina
indicando que el plano actual (Ptact) coincide con la línea del tiempo real, siendo
el significado encontrado en las formas verbales canto, canté, cantaré y su eje
central la forma del presente (Cartagena, 1978: 375-376).
Por su parte, el plano inactual (Ptina) es paralelo al tiempo real, y ubica
“las acciones que ocurren en el punto temporal referido, pero como trasfondo de
otras que se enfocan en primer plano, o bien, haciéndolas aparecer como inseguras,
condicionadas, dependientes o alejadas de las acciones actuales correspondientes”
(Cartagena, 1978: 375-376). A este plano corresponderían las formas cantaba y
cantaría, constituyendo su centro la forma del pretérito imperfecto.
Dentro de cada uno de estos dos planos, señala Dietrich, podemos hallar
diferentes perspectivas, atendiendo a la posición del hablante respecto a la acción
verbal; es lo que denomina la primera perspectiva: la acción puede desarrollarse
de manera paralela a cada plano e incluir el punto temporal del acto de habla, o,
por contra, situarse el hablante en una perspectiva anterior (perspectiva
retrospectiva) o posterior a dicho hablante (perspectiva prospectiva).
De manera esquemática (Cartagena, 1978: 203):
Retrospectiva
P. Actual
P. Inactual
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Paralela
Prospectiva
Hice
Hago
Haré
Hiciera
Hacía
Haría
Auxiliaridad y perífrasis verbales
Desde el punto de vista de reglas de reescritura, Cartagena (Cartagena,
1978: 377) nos habla de una perspectiva primaria (o primera perspectiva):
PP → {
re1
pa
pr1
}
Por su parte, y siempre dentro de esta categorización deíctica de índole
temporal, Dietrich (1983 [1973]: 204), nos habla de una segunda, e incluso una
tercera, perspectiva. En el interior de cada ámbito temporal delimitado por la
primera perspectiva se pueden originar al mismo tiempo cada una de las tres
perspectivas, tomando como base cada uno de ellos y subdividiéndolo
secundariamente con el mismo principio. En castellano, las formas secundarias de
la perspectiva retrospectiva se construyen con las formas correspondientes del
verbo auxiliar haber más el participio del verbo conjugado; las formas secundarias
de la perspectiva prospectiva mediante la perífrasis verbal ir a + infinitivo
(Cartagena, 1978: 380).
La tercera perspectiva, sin embargo, carece de configuraciones formales
en todas las lenguas románicas, ya que sólo se realiza en francés, occitano y
dialectalmente en el rumano en la perspectiva retrospectiva (Dietrich, 1983 [1973]:
205).
La duración es, en palabras de Dietrich (1983 [1973]: 206) un “lapso de
tiempo en el que ocurre la acción verbal”, categoría ya implicada en las propias
unidades léxicas (ej. mirar ´durativo`, llegar ´momentáneo` o ´puntual`, picotear
´reiterativo`, etc.), que no se encuentra gramaticalmente realizada, al igual que
sucede con el cumplimiento (no cumplimiento de la acción verbal (→…) o la
facticidad (→)) (Dietrich, 1983 [1973]: 207).
Por su parte, las categorías de repetición, resultado, visión y fase se
introducen, según Cartagena (1978: 388), en el ámbito de la categorización
aspectual:
Rep
Res
Asp →{ Vis }
Fs
En la repetición, la acción verbal se nos presenta como repetida,
empleando el español para su expresión instrumentos como la afijación (rehacer)
(Dietrich, 1983 [1973]: 206), y la perífrasis volver a + inf (Rep→{volve + a + r})
(Cartagena, 1978: 389): Volvió a leer la novela.
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José Luis Tornel Sala
El resultado, como bien expresa su nomenclatura, contempla la acción del
verbo con relación a su producto: resultativo y no resultativo, pudiendo ser lo
resultativo, al mismo tiempo, efectivo, es decir, referirse al agente, o productivo, o
lo que es lo mismo, referirse al producto de la acción (Dietrich, 1983 [1973]: 207).
Las formas perifrásticas susceptibles de expresar esta categoría aspectual
en español son, en consecuencia, las configuradas por los verbos tener, traer,
llevar más el participio del verbo principal (Cartagena, 1978: 389):
• Tengo escritos cinco capítulos
• Lo trae / lleva muy bien pensado
En cuanto a la categoría aspectual de la visión, ésta “considera la acción
verbal entre dos puntos (A, B), y ello o bien en parte (parcializadora) o bien total o
indivisiblemente (globalizadora)” (Dietrich, 1983 [1973]: 208). Según Cartagena
(1978: 390):
Vis →{
gl
}
parc
La visión parcializadora engloba diferentes subdivisiones en su interior:
Parc{
Ang }
retr
prosp
cont
com
(Cartagena, 1978: 392)
siendo su forma de expresión diferentes perífrasis constituidas por un verbo
auxiliar más un gerundio. Analizaremos cada una de ellas detenidamente:
1) Visión angular: “significa la contemplación del transcurso
ininterrumpido de una acción entre dos puntos A y B, acentuando el
punto C como centro del intervalo delimitado, expresándose a través de
la perífrasis estar + gerundio (ang → esta + ndo) (Cartagena, 1978:
392):
• Juan está jugando a las cartas con sus amigos
• Estoy leyendo un libro
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Auxiliaridad y perífrasis verbales
2) Visión retrospectiva: se considera el proceso desde el pasado hacia el
momento del habla. Su forma de expresión es la perífrasis venir +
gerundio (retr → veni + ndo) (Cartagena, 1978: 392):
• Los médicos de Juan lo vienen molestando con sus
diagnósticos inciertos
3) Visión prospectiva: se considera el proceso desde el momento del habla
hacia adelante, siendo su forma de expresión la perífrasis ir + gerundio
(prosp → i + ndo) (Cartagena, 1978: 392):
• Juan va leyendo un libro mientras viaja en el tren
4) Visión continuativa: se produce una consideración del proceso antes y
después del momento del habla; se expresa mediante la perífrasis
seguir, continuar + gerundio (cont → { segui
}) (Cartagena,
continua + ndo
1978: 393):
• Juan sigue leyendo un libro
• Juan continúa trabajando de abogado en Almadén
5) Visión comitativa: “significa un acompañamiento de la acción verbal
entre los puntos A y B en distintos momentos de su transcurso”
(Dietrich, 1983 [1973]: 209). Se expresa a través de la perífrasis andar
+ gerundio (com → anda + ndo) (Cartagena, 1978: 393):
• Ando leyendo un periódico
Dietrich (1983 [1973]: 211-212), por su parte, ha establecido una nueva
consideración parcial dentro del ámbito de la categoría de la visión que
analizamos, en concreto, nos habla de una visión extensiva, caracterizada por
entender el proceso desde el momento del habla hasta un determinado punto
adelante. Su forma de expresión en español y portugués sería la perífrasis quedar
+ gerundio:
• Juan se quedó durmiendo en casa
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José Luis Tornel Sala
Junto a la visión parcial, se distingue también una visión global (o
globalizadora), que considera la acción como un algo unitario, como una unidad o
globalidad (Dietrich, 1983 [1973]: 211-212; Cartagena, 1978: 395), realizándose
mediante las perífrasis copulativas constituidas por un verbo auxiliar cuyo
significado canónico es el de tomar, coger, agarrar, ir, venir, llegar, etc., la
conjugación copulativa y (e) y la forma conjugada del verbo principal, así como
mediante la perífrasis salir + gerundio (gl → (Cartagena, 1978: 395):
{
Sali +ndo
Coge
tom
agarra + y + vp
i
veni
llega
• Tomo y escribo
• Cojo y escribo
• Entonces, cogió y se marchó
• En cuanto me lo dijo agarré y empecé a escribir
Este tipo de construcciones, al contrario que sucede con las propias de la
visión parcial, no puede ser combinadas con la negación (Cartagena, 1978: 396):
• *Entonces no cogió y se marchó
• *En cuanto me lo dijo no agarré y empecé a escribir
Perífrasis de este último tipo han sido estudiadas por autores como Coseriu
(1977ª), en concreto las de la clase tomo y me voy, indicando sus propiedades
perifrásticas, ya que, en efecto, por un lado, la construcción paratáctica constituye
una unidad, y, por otro, dicha unidad es una perífrasis gramatical (no léxica), en la
cual el verbo tomar (o coger, o agarrar) es un auxiliar que ha perdido su función
predicativa, no puede poseer objeto propio, carece de su originario valor léxico y
funciona como un simple modificador gramatical del verbo al que acompaña
(Coseriu,1977ª: 118).
16
Auxiliaridad y perífrasis verbales
Aunque posteriormente trataremos el tema con más detenimiento, de la
caracterización justificativa que Coseriu realiza acerca de este tipo de perífrasis se
pueden llegar a deducir algunos principios generales necesarios para el
sostenimiento de la existencia de una perífrasis verbal, como son la
gramaticalización del verbo denominado auxiliar y las repercusiones semánticas y
categoriales que ello supone (desemantización del verbo y pérdida de capacidad
selectiva de argumentos (B. Heine, 1992; 1993; Heine, Claudi y Hünnemeyer,
1991; Pérez Saldanya, 1996; 1997; entre otros) y de función predicativa autónoma,
junto al hecho de que de todo ello se deriva una construcción que se erige como
una única unidad verbal compleja (Coseriu, 1977b: 72-73).
M. Aleza Izquierdo y J. García Medall (1986) sancionan, no obstante,
algunos de los aspectos de esta construcción apuntados por Coseriu y Dietrich,
indicando, por su parte, determinados rasgos y características. En primer lugar,
señalan la menor determinación funcional de los elementos de la perífrasis
paratáctica con respecto a la de otras perífrasis aspectuales, así como indican que
dichos elementos carecen de la cohesión interna que sí poseen otras perífrasis,
como lo demuestra el hecho de que se pueda suprimir el verbo deslexicalizado
cojo y (tomo y) sin eliminar la comunicación de la oración: cojo y me voy → me
voy (tomo y me voy → me voy), frente a la imposibilidad de realizar una
transformación similar en estoy escribiendo un libro:
• *Escribiendo un libro
• *Estoy un libro
(M. Aleza Izquierdo y J. García Medall, 1986: 78)
De cualquier forma, las críticas de Aleza-García carecen de justificación
si atendemos a dos aspectos esenciales, a saber: el primero de ellos se refiere al
hecho de que se pueda suprimir la primera parte de la construcción perifrástica
(tomo y; cojo y) sin que ello afecte al grado de comunicación de la misma
perífrasis. En efecto, existe la posibilidad de suprimir parte de la perífrasis sin que
se vea afectada la gramaticalidad de la construcción, pero ello no es debido a una
menor ligazón entre sus elementos sino más bien al sencillo factor de que los
rasgos morfológicos del verbo principal se encuentran actualizados (lo cual
permite su desarrollo sintagmático), frente a la imposibilidad de tal desarrollo por
parte de un verboide no actualizado por una forma verbal dominante y conjugada.
El segundo de los aspectos se fundamente en el anterior y no es sino el
hecho de que la supresión del verbo auxiliar en la perífrasis paratáctica si bien
17
José Luis Tornel Sala
permite, por las razones aducidas, la gramaticalidad de la construcción, elimina el
propio valor aportado por toda ella, que, en palabras de los propios autores, “es la
de constituir un procedimiento sintáctico de ÉNFASIS” (M. Aleza Izquierdo y J.
García Medall, 1986: 14).
Parece sin duda lógico pensar que paradigmáticamente no aportan el
mismo valor construcciones del tipo (A) y del tipo (B):
A) Juan cogió y se fue
B) Juan se fue
Esa “centralización de la atención en el hecho que el segundo verbo
configura” (M. Aleza Izquierdo y J. García Medall, 1986: 15) que los autores
mencionan como función de cojo y… aparece reflejado en (A), pero en (B) ese
pretendido énfasis desaparece, con lo cual nos encontramos ante valores
comunicativos diferentes.
Por otra parte, M. Aleza Izquierdo y J. García Medall al continuar
matizando rasgos de estas perífrasis paratácticas, muestran cómo en éstas no
siempre hay uniformidades entre el verbo auxiliar y el auxiliado, ya que aparecen
ciertos casos de no-concordancia temporal o de número entre ellos (M. Aleza
Izquierdo y J. García Medall, 1986: 8-9), si bien el verbo auxiliar aparece
esclerotizado a la tercera persona del singular:
• Va, compra un décimo, y sin más ni más le tocan las trescientas pesetas
(Arniches, Los ambiciosos)
Siguiendo con la categoría temporal, dos son los tiempos más frecuentes
de esta perífrasis, según los autores (M. Aleza Izquierdo y J. García Medall, 1986:
12), el presente y el indefinido, aunque “casi siempre con valor de narración, en un
contexto en el que el hablante reproduce en estilo indirecto una acción del pasado,
bien realizada por él mismo (…) bien por parte de un tercero:
“Cuando llegamos a los guardias, mi madre va y les dice: oiga, cójanlo
que se acaba de escapar del Asilo Durán”
(Oriol Romaní, A tumba abierta)
Por último, cabe señalar que estas perífrasis son susceptibles de
conjuntarse con otro tipo de perífrasis no paratácticas, sin modificar su valor
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Auxiliaridad y perífrasis verbales
aspectual (aglomerados perifrásticos que devienen caraterística de esta clase de
formas verbales complejas, como veremos) (M. Aleza Izquierdo y J. García
Medall, 1986: 10-11):
“Va y pica por allí y por allá en mitad del plato igual que un pajarillo, y
luego va y deja de comer”
(Romero Esteo, Pizzicato Irrisorio)
Continuando con la descripción temporal y aspectual que guía este
capítulo, es preciso hablar de la categoría que Dietrich denomina fase (o grado), y
que se refiere a la posibilidad del hablante de referirse a determinadas fases (o
grados) de realización de la acción verbal (comienzo, medio o fin), o a un punto
anterior a su comienzo o fin (Dietrich, 1983 [1973]: 214; Cartagena, 1978: 396).
La fase, por tanto, engloba diferentes subtipos, que, según Cartagena
(1978: 396), se reescriben como sigue:
inm
ingr
F1{ cont }
concl
egr
1) Fase inminencial: se considera la acción antes de su comienzo,
y se expresa mediante la perífrasis estar + por ∼ para ∼ a punto
de ∼ inf (inm → esta + { Por
) (Cartagena, 1978: 396):
para de + r
a punto
• Estoy por hacer un nuevo truco para mis espectadores
2) Fase ingresiva (o inceptiva): se expresa el punto inicial de la
acción. Las perífrasis que expresan esta categoría son, según
Cartagena (1978: 398), ponerse, echarse, romperse, entrar,
largarse, coger, agarrar + a + infinitivo:
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José Luis Tornel Sala
Ingr {
Pone
echa
rompe
entra
larga
coge
agarra
} + a + r:
• Me echo a llorar
• Cogió a insultarme
• Agarro a saltar
• Me pongo a hacer cosas
• Me largo a reír
• Entro a reflexionar
• Rompo a declarar
Dietrich (1983 [1973]: 216) añade las perífrasis salir + gerundio (salgo
diciendo), dar a + infinitivo (doy a andar), soltar a + infinitivo (me suelto a
cantar), y las construcciones configuradas a partir de los llamados Verba adiecta:
empezar, comenzar, etc. + a + infinitivo3.
3) Fase continuativa: “corresponde a la consideración de la acción en el
punto medio de la supuesta línea del transcurso de la acción” (Dietrich,
1983 [1973]: 217). Según este autor, sólo el francés posee esta
categoría de fase en estado puro, como en construcciones del tipo être
en train de + infinitivo (je suis en train de lire), pero el español posee
las perífrasis llevar + participio o + gerundio, y traer + participio, que
combinan las categorías del resultado y de la fase continuativa
(Dietrich, 1983 [1973]: 218). Según Cartagena, sólo llevar + gerundio
expresa la fase continuativa (cont → lleva + ndo):
• Llevo trabajando dos años en el instituto
3
Sobre este tipo de verbos y su posibilidad de configurar perífrasis se hablará más adelante.
20
Auxiliaridad y perífrasis verbales
4) Fase conclusiva: se considera la acción verbal desde su punto final, y
se expresa mediante la perífrasis dejar + de + infinitivo (concl → deja
+ de + r) (Cartagena, 1978: 398):
• Al oír la noticia dejamos todos de reír
5) Fase egresiva: posibilita el enfoque de la acción desde un punto
inmediatamente después de su finalización. La perífrasis que expresa
este tipo de categoría es la formada por el verbo acabar + de +
infinitivo (egr → acaba + de + r) (Cartagena, 1978: 398):
• Acabo de formalizar un contrato con una cadena privada de
TV
6) Fase progresiva (no mencionada por N. Cartagena en su estudio):
“expresa la consideración de la acción después del comienzo en su
progreso y aparece en las lenguas románicas, en general, como función
secundaria de la “visión prospectiva”” (Dietrich, 1983 [1973]: 216).
Por último, Dietrich (1983 [1973]: 220-223) nos habla de una categoría de
creación propia a la que denomina colocación, la cual indica la relación de la
acción de un verbo con otra u otras acciones del contexto. Según la clase de
colocación encontramos la alineación, en la cual la acción se considera como una
unidad en una serie de acciones que no tienen por qué nombrarse de manera
explícita (comienzo cantando, empiezo cantando, comienzo por cantar, …).
La acción puede deducirse como resultado con relación a las acciones no
consideradas anteriormente, ante lo cual vemos al hablante frente a una
disposición resultante (vino a morir, llegó a hundirse), o bien la acción verbal se
muestra separada, destacada del contexto, es lo que se denomina demarcación (fue
y dijo, vino y dijo, va y hace, etc.).
A la luz de lo analizado a lo largo de este capítulo, podemos deducir al
menos un hecho diferencial y clave para nuestro trabajo, a saber: la importancia
del sistema aspectual en las lenguas románicas y, más concretamente, en el
español, y no sólo a través de la configuración aspectual tradicional perfectivoimperfectivo, basada en la oposición formas simples / formas compuestas
(perífrasis verbales temporales), sino mediante un complejo ámbito aspectual
21
José Luis Tornel Sala
articulado en las categorías mencionadas de la repetición, resultado, visión y fase,
y lo que nos resulta esencial, su expresión a través de un amplio conjunto de
construcciones lingüísticas que denominamos perífrasis verbales (que son, en
última instancia, el objeto nuclear de nuestro análisis).
La exposición de este análisis temporal y aspectual encuentra, pues, su
justificación atendiendo al contenido funcional de orden gramatical -aspecto,
tiempo, diátesis-, expresado por las perífrasis verbales en su conjunto, categorías
gramaticales que no encuentran en español una manera única de representación
mediante unidades sintéticas (i. e. formas verbales que expresan el tiempo
presente, pretérito imperfecto, futuro imperfecto, etc., los modos indicativo,
subjuntivo e imperativo, la voz) sino que también existen formas complejas que
expresan en la conjugación verbal el tiempo, el aspecto y la voz, las perífrasis
verbales.
Ya señalaba Roca Pons (1958: 55-56) que la categoría aspectual en
español se nos ofrecía “en la flexión, como una oposición fundamental entre
tiempos imperfectos y perfectos, pero con un término intermedio, representado
especialmente por el indefinido”, así como mediante “las perífrasis, esencialmente
en los mismos términos que en la conjugación normal, así el imperfectivo en las de
gerundio, el puntual en algunas con infinitivo, el complexivo en las de gerundio y
participio con indefinido y el de perfecto en la mayor parte de las de participio”.
Los demás valores: indicativo, inceptivo, intensivo, etc., insiste el autor,
“pueden ser propios de la misma idea verbal o producidos por la flexión, normal y
perifrástica” (Roca Pons, 1958: 55-56).
La principal conclusión de todo lo anterior se halla, en consecuencia, en la
propiedad de las perífrasis verbales para expresar mediante un doble proceso de
unificación sintáctica y gramaticalización semántica, las categorías gramaticales
que ya hemos señalado (tiempo, aspecto, diátesis). De cualquier modo, y a pesar de
haber adelantado determinados aspectos relativos a las construcciones
perifrásticas, queda por dilucidar el asunto esencial de todo ello, a saber, ¿qué es
una perífrasis verbal?, ¿cuáles son sus características y propiedades?.
En lo que sigue intentaremos en la medida de lo posible ofrecer una visión
panorámica de estas y otras cuestiones.
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Auxiliaridad y perífrasis verbales
1.3. Perífrasis verbales, auxiliaridad y verbo auxiliar.
F. Lázaro Carreter (1990: 319) define las perífrasis verbales como aquellas
unidades lingüísticas en las que “se unen un verbo auxiliar y el infinitivo, gerundio
o el participio del verbo auxiliado [logrando con ellas] precisiones de tiempo,
modo y aspecto inexpresables con los recursos de la conjugación no perifrástica
(…) El verbo auxiliar suele estar total o parcialmente gramaticalizado”.
Esta definición señala ya algunos de los principales aspectos inherentes al
estudio y comprensión de una perífrasis verbal, como son los conceptos de verbo
auxiliar y gramaticalización. De igual forma, se observan dos características
propias de estas construcciones: su significante (verbo auxiliar + (preposición o
nexo) + verbo en forma no personal) y su significado (expresión de tiempo, modo
y aspecto).
En efecto, la mayoría de las teorías que analizaremos a continuación
insisten en la estrecha relación existente entre los términos perífrasis verbal y
verbo auxiliar, así como con el de auxiliaridad o auxiliación. Como veremos, la
vinculación no es arbitraria ni gratuita sino, antes bien, obligada, debido a que sin
verbo auxiliar es inexistente la unidad perifrástica y su significado funcional, y sin
proceso de auxiliación resulta imposible la creación de una unidad sintácticosemántica perifrástica a través de la unión entre elementos diversos (verbo +
(preposición, nexo) + verbo no personal).
1.3.1.
Diferentes interpretaciones del término perífrasis verbal.
El problema de las perífrasis verbales no fue tratado de forma unitaria
hasta los trabajos de G. Gougenheim (1929), ya que autores como Bello, Cuervo o
la RAE habían considerado la cuestión de forma dispersa.
Gougenheim, no obstante, fue el primero en ofrecer una visión de las
perífrasis verbales independiente de otras consideraciones gramaticales, dedicando
un apartado específico al tratamiento de estas unidades lingüísticas, dotándolas de
la asignación perífrasis verbal, más conocida y aceptada hasta la fecha.
Gougenheim entiende la perífrasis verbal como una locución verbal
constituida por los elementos ya conocidos: un verbo en forma personal, una forma
no personal del verbo y la unión entre ambos de una preposición o locución
prepositiva. Junto a su concreción significante, Gougenheim menciona también sus
cualidades funcionales y léxicas: pérdida de significado léxico del verbo auxiliar,
mantenimiento léxico del segundo y modificación gramatical de la perífrasis
verbal:
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José Luis Tornel Sala
“Nous entendons par périphrases verbales les locutions formées d´un
verbe, en géneral à un mode personnel, dont le sens propre est plus ou
moins effacé et d´une forme nominale, participe ou infinitif, d´un autre
verbe qui, lui, a gardé tout son sens. Le premier verbe sert à indiquer que
le procès exprimé par le second est affecté de certains caractères de temps
ou d´aspect, de mode, d´action. Le premier elément peut être uni au second
soit directement, soit par l´intermédiaire d´une preposition ou d´une
locution prepositive”
(G. Gougenheim; 1929: I)
R. Lenz (1935: 398), por su parte, menciona la existencia en español de
una conjugación compuesta o perifrástica, compuesta por “combinaciones de
formas verboides de algún verbo conceptual con verbos auxiliares, que expresan
alteraciones en las relaciones del verbo conceptual parecidas a las que se indican
por la conjugación simple”.
Lenz (1935: 399) emplea de manera implícita dos criterios diferentes a la
hora de definir esas “combinaciones perifrásticas”, una de ellas de índole
semántica, aludiendo a la pérdida de significado léxico del verbo auxiliar (i. e.
gramaticalización), y la otra de naturaleza sintáctica, al señalar la unidad sintáctica
que configuran estas construcciones, debido a la variabilidad distributiva del
pronombre átono lo en dichas unidades:
“(…) en la conversación (…) se dice comúnmente: te lo estaba diciendo
aunque muchos, al escribir, prefieren: estaba diciéndotelo. Del mismo
modo se dice: yo te lo andaba diciendo todos los días, se lo iba a ofrecer,
me lo vino a explicar, me lo tenías que decir, no me lo dejaré sacar, él se
hizo construir una casa, yo te lo mandaré decir, y muchos giros parecidos
con verbos “modales” (querer, poder, deber), que prueban que para la
gramática inconsciente del pueblo estos grupos verbales forman unidades
en que el primer verbo se siente como mero auxiliar del segundo”
(R. Lenz, 1935: 399-400)
El mismo autor, al unísono, reconoce la existencia en español de lo que
denomina “voces perifrásticas”, junto a las conocidas voces activa, media y pasiva
(“modificaciones objetivas” del concepto verbal (…) a través de la combinación
del verbo primitivo con verbos auxiliares y adverbios” (R. Lenz, 1935: 423-424))En concreto, Lenz nos habla de las siguientes voces perifrásticas:
24
Auxiliaridad y perífrasis verbales
1) La voz obligativa (he de escribir, tengo que escribir, hay que escribir)
2) La voz progresiva (voy, vengo, paso a escribir)
3) La voz durativa (estoy escribiendo, con su subespecie progresiva: voy,
vengo, ando, paso, sigo escribiendo)
4) La voz perfectiva activa (tengo escrito, con su pasiva: estoy
convencido)
(R. Lenz, 1935: 438)
Roca Pons en su estudio de 1958, insiste en el criterio semántico anterior
(i. e. pérdida de significado léxico del verbo auxiliar -gramaticalización-) en su
definición de perífrasis verbal y su configuración formal a través de la fórmula
conocida verbo auxiliar + verbo no personal (1958: 10).
No obstante, la principal aportación de Roca Pons a nuestro trabajo
consiste en la evidencia de la no-exclusividad de este proceso de auxiliación y
gramaticalización al ámbito de las perífrasis verbales canónicas, antes bien, este
mismo fenómeno se puede encontrar “en la unión de dos palabras, una de ellas
[actuando] de auxiliar, sin perder completamente su pleno valor significativo, y
[modificando] el concepto expresado por la palabra principal o relacionada con él”
(Roca Pons, 1958: 11).
Se trata de una concepción de la auxiliaridad cercana al tratamiento de las
construcciones perifrásticas que analizaremos en posteriores capítulos y que
denominaremos Perífrasis verbo-nominales; construcciones del tipo dar voces o
tomarse una ducha, en las cuales el verbo se comporta como un verdadero
auxiliar, perdiendo parte de su valor léxico (gramaticalizándose) y sirviendo como
simple vector de actualización verbal de los segmentos nominales a los cuales
acompaña.
En lo que se refiere a la clasificación de las perífrasis verbales, el autor
parte de un criterio exclusivamente formal (forma externa de las perífrasis
verbales: participio, gerundio e infinitivo), para estudiar con posterioridad los
distintos valores temporales, modales o aspectuales susceptibles de ser
distinguidos en el interior de cada una de ellas (Roca Pons, 1958: 62).
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