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 Jueves, 27 de enero ACTO DE CLAUSURA Engracia Hidalgo Tena. Consejera de Familia y Asuntos Sociales Comunidad de Madrid
Saludos Protocolarios. Señoras y señores. Voluntarios y voluntarias, amigos todos. En breve concluimos el III Congreso Internacional de Voluntariado de la Comunidad de Madrid, “Sociedad del siglo XXI: ciudadanos activos, compromiso y participación”. Estas jornadas han concitado el interés de un numeroso y diverso número de personas: voluntarios, personal técnico de las organizaciones, responsables de empresas y administraciones, estudiosos del voluntariado, hasta un total de más de quinientas personas han respondido a la convocatoria efectuada por la Comunidad de Madrid para reunirnos estos dos días con el fin de reflexionar sobre el voluntariado y la necesidad de la participación de los ciudadanos. A lo largo de estos dos días se ha debatido en torno a distintos aspectos relacionados con el voluntariado, un fenómeno complejo y de múltiples derivadas. Democracia, ciudadanía activa, participación, cohesión social… Aspectos todos ellos fuertemente vinculados a las actividades de la solidaridad. La experta en asuntos europeos Susana del Río, del Instituto de Gobernanza Democrática, nos explicó ayer la estrecha relación entre una ciudadanía activa y las democracias potentes y avanzadas. El documento del Consejo que declara 2011 Año Europeo de las Actividades de Voluntariado que Fomenten una Ciudadanía Activa y, yendo aún más allá, los propios documentos fundacionales de la Comunidad Europea, consideran que el fomento de una ciudadanía activa es condición esencial para fortalecer la cohesión y consolidar la democracia. Otra idea fuerza de este III Congreso ha sido precisamente ésta, la cohesión social, es decir, la fuerza que mantiene unida la sociedad. Tan profundos y generalizados son los cambios hoy en día que se suele escuchar con frecuencia decir que “no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época”. Ante esta realidad, la cohesión social surge como una condición sine qua non de viabilidad de cualquier sociedad. Eduardo Serra, presidente de la Fundación Everis, nos mostró ayer también cómo la cohesión ‐ 1 ‐
26 y 27 de enero de 2011 Salón de Actos. Ateneo de Madrid Jueves, 27 de enero ACTO DE CLAUSURA Engracia Hidalgo Tena. Consejera de Familia y Asuntos Sociales Comunidad de Madrid
constituye una auténtica potencia para hacer frente a las crisis y a los cambios de todo tipo. En la mesa redonda que sucedió a su conferencia, pudimos escuchar cómo el voluntariado en la empresa o el voluntariado como instrumento de relación entre generaciones o de capacitación y formación de los jóvenes, puede contribuir de forma decisiva a esa cohesión social. Por la tarde, tuvimos también la oportunidad de conocer la situación del voluntariado en la Unión Europea y escuchar a la Vicepresidenta del Centro Europeo del Voluntariado enumerar las oportunidades y retos de futuro a las que se enfrenta este fenómeno a nivel comunitario. En la mesa redonda posterior asistimos al análisis pormenorizado de la sociedad actual, una sociedad vulnerable que necesita del voluntariado para enfrentar las dificultades que conlleva su propia debilidad. De todos es sabido que vivimos en un entorno globalizado, con interacciones diversas y complejas. La autonomía y especialización de los grandes actores sociales –
estado, mercado, sociedad civil‐ hoy ya no parece viable y se precisa de la acción conjunta y al unísono de los tres actores para hacer frente a los problemas y demandas sociales. El comunicador científico Eduardo Punset, en su ponencia “Alianzas para la solidaridad” ha puesto de relieve la interdependencia existente y por tanto la conciencia de la complementariedad que debe presidir la acción de los tres en la sociedad actual. Esto se traduce en la necesidad de la búsqueda de alianzas estratégicas y coordinación entre ONGs y entre éstas y los demás actores sociales. Si en la sesión del primer día pudimos escuchar la situación del voluntariado en Europa, en la mañana de este segundo día hemos conocido el estado de este fenómeno en España. Como saben, el pensamiento griego distinguía entre doxa y episteme –entre la simple opinión y el conocimiento científico‐. La Comunidad de Madrid viene realizando investigaciones científicas periódicamente con la intención de adquirir ese conocimiento científico sobre la realidad del voluntariado y así poder desarrollar políticas más ajustadas a las necesidades reales del voluntariado. La Directora del Área de Cooperación ‐ 2 ‐
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Internacional del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, Laura Ruiz Jiménez, directora asimismo de la investigación que se ha presentado hace escasos minutos, nos ha mostrado las notas más destacadas del voluntariado en España. A continuación, en la mesa redonda, se ha puesto el foco de atención sobre algunos aspectos dignos de destacar en las actividades solidarias en nuestro país, como su identidad, sus funciones y límites y el trabajo en red. Decía al comienzo de mis palabras que en breve terminará este tercer Congreso Internacional del Voluntariado. Pero aún nos queda una conferencia, un magnífico broche final para estas jornadas. Obispo y misionero español establecido en Bolivia, Nicolás Castellanos, alcanzó su celebridad por su renuncia a la diócesis de Palencia en 1991 para dedicarse a su vocación en las misiones. Su trabajo en Bolivia, donde inició el Proyecto Hombres Nuevos para tratar de mejorar las condiciones de vida en los barrios más desfavorecidos de la ciudad de Santa Cruz de Sierra, le valió ser galardonado con el Príncipe de Asturias de la Concordia en el año 1998, junto a Vicente Ferrer, Joaquín Sanz y Muhammad Yunus, entre otros muchos premios en España y en Bolivia. A lo largo de estos años, el Padre Castellanos ha puesto en marcha diversos proyectos para atender a mujeres y a la población infantil: comedores, centros escolares, viviendas sociales y hospitales. Hoy está aquí para mostrarnos cómo el voluntariado puede actuar de forma concluyente ante una de las peores dolencias de nuestro planeta, la pobreza en el mundo, con pequeños gestos, pero de gran efecto multiplicador. Porque ya sabemos que “mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo”. No se me ocurre mejor manera de cerrar este espacio de reflexión que con un testimonio actual de realidad y compromiso vital. Por ello, con el eco de las palabras de Nicolás Castellanos en este esplendido Salón de Actos, ante estas maravillosas pinturas ‐ 3 ‐
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modernistas, entre tantas resonancias culturales y políticas y de intensos debates de intelectuales y estadistas españoles, daremos por clausurado el III Congreso Internacional de Voluntariado de la Comunidad de Madrid, “Sociedad del siglo XXI: ciudadanos activos, compromiso y participación”. Gracias, de nuevo, a los responsables del Ateneo de Madrid por la cesión de estos maravillosos espacios. Gracias a Obra social Caja Madrid por su apoyo, una vez más, en la organización de este congreso. Gracias a los conferencias y ponentes de las mesas redondas. Gracias a la FEVOCAM, Federación de Entidades de Voluntariado de la Comunidad de Madrid, a cuantos expertos participaron en el Comité Científico de este congreso y al equipo de Voluntariado, por su magnífico trabajo. Gracias a todos ustedes y a todas las personas que han asistido a estas sesiones a lo largo de este día y medio. Y gracias, una vez más pero nunca suficiente, a todos los voluntarios de la Comunidad de Madrid. Decía Stuart Mill que “sólo alcanzan la felicidad quienes no la buscan directamente, sino quienes ponen sus vidas al servicio de otros fines distintos del logro de la propia felicidad”. Por eso, quiero terminar mis palabras deseándoles a todos ustedes que sean inmensamente felices. ‐ 4 ‐
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