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170 + allá de las estrellas Fernando Martín Asín CATEDRÁTICO DE ASTRONOMÍA DR. INGENIERO GEÓGRAFO Y MATEMÁTICO LAS ESTRELLAS SON CUERPOS SEMEJANTES A NUESTRO SOL, DOTADAS DE LUZ PROPIA Y APARENTEMENTE INMÓVILES UNAS RESPECTO DE OTRAS EN EL FIRMAMENTO PROFESOR EMÉRITO U.P.M. Las estrellas no están en reposo. La D ebido a esto, los antiguos distinguieron bien las estre- brillantes los números más bajos. Así observación ha demostrado que sus las estrellas más importantes del cielo posiciones aparentes varían. son las de la magnitud 0 ó 1 y siguen En una estrella, lo que provoca la las siguientes magnitudes 2, 3, 4, 5 ... llas fijas o soles, de las estre- emisión de luz y calor son las reaccio- De forma que podemos explicar que llas errantes o planetas. Para localizar- nes nucleares de fusión que consisten para obtener una magnitud determina- las mejor, el hombre las agrupó en en la unión de varios núcleos atómicos da en una estrella, es preciso juntar la constelaciones. que forman un nuevo núcleo. Para luz de 2,5 estrellas de la magnitud esto se necesitan temperaturas muy siguiente. Así podemos aclarar que, gado 88 constelaciones en el cielo, que elevadas y en el caso de las estrellas, una estrella por ejemplo de magnitud forman como un grandioso empedrado esta reacción se produce entre los 1, brilla tanto como 2,5 estrellas de que nos sirve para orientarnos y locali- isótopos del hidrógeno. magnitud 2 y una de magnitud 2, Podemos decir, que se han catalo- zar zonas especiales interesantes en el firmamento. Con arreglo a su brillo, se clasifican en magnitudes, aplicando a las más como 2,5 estrellas de magnitud 3 y así sucesivamente. Mas modernamente se ha establecido que una estrella de magnitud 1, equivale en brillo a 100 estrellas de magnitud 6, que son las últimas que un ojo con agudeza visual normal puede llegar a ver. Con este planteamiento, digamos con más rigor que una estrella de cualquier magnitud brilla tanto como 2,5118 estrellas de la magnitud siguiente. Las antiguas constelaciones cuyos bordes eran líneas totalmente irregulares en el cielo, pasaron en el año 1927 a ser arcos de paralelos y meridianos y nº 4 julio / agosto 2006 + allá de las estrellas se establecieron por la Unión Astronómica Internacional. A las estrellas dentro de cada constelación, se les asignan según su brillo, o sea según su magnitud, las letras del alfabeto griego. Así a la estrella más brillante se le asigna la letra á (alfa), a la siguiente la â (beta), a la siguiente la ã (gamma) y así sucesivamente. Aparte de esta clasificación, las estrellas más brillantes tienen nombres propios y por eso me quiero centrar solo en tres estrellas que son las más brillantes de las constelaciones de El Cisne, la Lyra y El Águila. Estas es- Recuerdo mis tiempos de universi- trellas son las que configuran el Trián- tario, en que tuve la fortuna de tener punto de luz de magnitud 3,1 pasa a gulo del Verano. a un magnífico profesor, gran amigo y desdoblarse dentro del campo del an- enamorado de la música, que nos ha- teojo en dos. Yo suelo añadir que, estrella que para mi parecer es la do- blaba muchas veces de esa obra de cuando se desdobla Albireo, podemos ble más bella del cielo, decir que está Mussorgsky que se titula “Una noche ver como dos gotas de rocío, una teñi- casi en el centro de ese Triángulo del en el monte pelado”. Nos decía que da de rojo y otra teñida de azul, o Verano, formado por las tres estrellas: después de los primeros minutos, en dicho con algo más de poesía en mis Deneb, Vega y Altair. que se adivina en una noche, una te- palabras, se desdobla en un rubí y una rrible tempestad y tormenta en un turquesa. Creo obligado, antes de hablar de la Cualquier noche del verano, basta blar esta estrella y lo que era un débil levantar nuestros ojos al cielo, para pueblecito de las montañas, acaso de observar casi en el cenit de nuestras los Alpes y que tiene aterrorizados a nes y millones de estrellas, que por miradas ese Triángulo. No voy a dar sus habitantes, que viven rayos y esta vez las vamos a dejar sin hablar detalles de las tres estrellas, lo que truenos y todo lo más espantoso que nada más de ellas. haremos en otros momentos y me podemos imaginar, al amanecer, en esa música descriptiva de Mussorgsky, voy a centrar en ya pasada la tormenta, se adivina un esa estrella que paisaje tranquilo y un delicioso ama- se encuentra necer, en que de pronto, se oye a lo casi en el centro lejos, las campanas de una pequeña de gravedad o iglesia y la flauta de un pastor que baricentro del cuida de su rebaño. Triángulo. Me refiero a la estrella Albireo. Y como sabemos, hay tantos millo- Nos decía aquel profesor, al que recuerdo con cariño, que sólo por oír la flauta del pastor y el tañido de la campana, ¡ Merecía la pena vivir ! Yo digo Albireo de “El Cisne” Esta estrella es la â de la constelación de El Cisne. Quizás quien me algo parecido cuando hablo de esta estrella que es Albireo del Cisne. Sólo por desdoblar esta estrella, ¡ Merece la pena vivir ! Muchas veces he experimentado haya oído alguna vez hablar de esta esa impresión en quien ve esta estre- constelación y, en particular de esta lla doble por primera vez. Es un espec- estrella, recordará una anécdota que táculo delicioso. Con un simple tele- me gusta repetir. scopio de aficionado, podemos desdo- Deneb V ega Altari. En el centr o, la pr eciosa Vega centro, preciosa Albir eo Albireo nº 4 julio / agosto 2006 171