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San José, 18 de noviembre de a.D. 2013 Muy queridos hermanos en el presbiterado: Dios es Amor y nos concede el privilegio de ser instrumentos de su amor. SAN PÍO X Y LA REFORMA LITÚRGICA TERCERA PARTE: LOS DECRETOS EUCARÍSTICOS (Comunión frecuente y comunión de los niños) Cercanas a las reformas litúrgicas, tenemos por supuesto los decretos del Papa San Pío X sobre la Eucaristía. El 19 de abril de 1880, Monseñor de Ségur le había escrito estas palabras proféticas a la señorita Tamisier, inspiradora de los Congresos Eucarísticos: "Me parece que si fuera Papa, el fin principal de mi pontificado sería el de restaurar la comunión diaria. Hablé de esto con Pío IX, pero quizás no haya llegado todavía el tiempo. El Papa que haga esto, bajo el impulso del Espíritu Santo, será el renovador del mundo". Desde el 30 de mayo de 1905 hasta el 14 de julio de 1907, se contabilizaron doce intervenciones de San Pío X en este sentido. Para dar idea del estado de espíritu de ciertos sacerdotes en el siglo XIX, citemos esta carta del párroco de Rouilly-Sacey (Aude, Francia) enviada a un Obispo en vísperas de Navidad: "Monseñor, alégrese conmigo. Hoy no hubo comuniones sacrílegas, pues no he abierto el sagrario" y más tarde, cuando a este Obispo, le fueron a pedir si se podía organizar en su diócesis la Cruzada Eucarística, replicó: "¿La Cruzada? ¡Una vez más, una máquina para fabricar sacrilegios!" La importancia de la comunión nunca se puso en duda por la piedad popular católica. Pero la tibieza y los restos del jansenismo del siglo XVII (so pretexto de respeto) la habían alejado de muchas almas. En el siglo XIX, hubo celosos apóstoles de la comunión frecuente, tales como San Juan María Vianney y San Juan Bosco. Desde el 5 hasta el 8 de junio de 1905 debía tener lugar en Roma un Congreso Eucarístico Internacional. Pío X aprobó e indulgenció para la ocasión una oración para “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org. obtener la difusión del piadoso uso de la comunión diaria. Cada año, luego, el Papa enviaría a cada Congreso Eucarístico Internacional, un legado pontificio. El 20 de diciembre de 1905 se publicó el decreto "SACRA TRIDENTINA SYNODUS - DE QUOTIDIANA SS. EUCHARISTIAE SUMPTIONE". El decreto declara primero: "Jesucristo y la Iglesia desean que los fieles se acerquen cada día al banquete sagrado". Da luego los motivos que deben conducir cada día a los fieles a este banquete: "Sobre todo, y con el fin de estar unidos a Dios por medio de este sacramento, reciban de Él la fuerza para reprimir las pasiones, y con Él purifíquense de las faltas leves que puedan presentarse cada día, y que puedan evitar las faltas graves a las cuales está expuesta la fragilidad humana. No es entonces principalmente para dar gloria a Dios ni como una suerte de favor o de recompensa por las virtudes de aquellos que se acercan a ella". Dos condiciones son necesarias para esa práctica: el estado de gracia y la intención recta. Nueve artículos precisan más el espíritu del decreto, para terminar luego con esta frase: "está prohibido abrir de nuevo toda discusión al respecto". Así estaba restablecida la verdadera noción cristiana de la comunión. El canonista Ferrerés, S.J., escribirá: "Este decreto pone fin a una controversia que duraba desde hace siglos. Resuelve cuestiones debatidas por los genios más eminentes, corrige en varios puntos las opiniones expuestas hasta ahora por grandes Santos e ilustres doctores. "Casi no hay obras de moral entre aquellas que han sido escritas hasta ahora que no tengan necesidad de ser enmendadas, y se puede decir lo mismo de las Reglas, Constituciones, Direcciones Espirituales, libros de devoción y obras críticas". Entonces, ¿había que favorecer la comunión frecuente y diaria en las casas de educación? ¿Había que recomendarla a los niños desde su primera comunión? ¿Había que mantener la costumbre de dejar pasar un año entre la primera comunión y la segunda? La Congregación del Concilio contestó esto el 14 de febrero de 1906: “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org. "Es necesario que los niños sean nutridos por Cristo antes de que sean dominados por las pasiones, para que puedan rechazar con más valentía los ataques del demonio, de la carne y de otros enemigos de afuera y de adentro". Quedaba por definir la edad de la primera comunión. El decreto "QUAM SINGULARI", del 8 de agosto de 1910, la precisó. En el curso del siglo anterior, se había impuesto la costumbre de atrasar la edad de la primera comunión hasta los 10, 12, 14 años, o más tarde aún. El documento fija definitivamente la edad de "discreción", es decir, la edad en la cual el niño empieza a razonar, hacia el séptimo año, o aún menos. Desde esa época comienza la obligación de satisfacer el doble precepto de la confesión y la comunión. Está claramente indicado que no se precisa un perfecto conocimiento de la doctrina cristiana para responder a esta obligación. La ciencia que basta consiste en conocer, según el propio grado de inteligencia, los misterios de fe, de necesidad de medio y en distinguir el Pan Eucarístico del pan ordinario. A pesar de la voluntad del Soberano Pontífice, la aplicación de estos decretos eucarísticos no se hizo sin reticencias de parte de un clero cuya doctrina en este punto frecuentemente era tributaria de una formación rigorista. Varias disposiciones los acompañaron, con la finalidad de facilitar su práctica. En favor de los enfermos, a quienes la obligación del ayuno les impedía comulgar, fueron los decretos del 7 de diciembre de 1906 y del 6 de marzo de 1907, introduciendo algunas dispensas. Para ellos, la Congregación de los Sacramentos, en diciembre de 1912, facilitaba el llevarles las Hostias Consagradas. Aquí también se debe mencionar el apoyo de San Pío X a la Cruzada Eucarística, que santificara a millones de niños durante décadas. De hecho, entre los Santos no han faltado niños, y Pío XII brindará un caluroso homenaje a su predecesor en una carta oficial del 9 de septiembre de 1948. Con un cordial saludo, les invito a que continúen compartiendo con nosotros estas breves reflexiones, y que, con lenguaje catequético, las compartan con el pueblo de Dios. En Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, PBRO. ALFONSO MORA M. Vicario Episcopal de Liturgia “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org.