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alacena | hinojo
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hinojo | alacena
Por sus propiedades diuréticas,
el hinojo es recomendado en dietas
de adelgazamiento
Hinojo
Hierba santa
Aromática y dulce, con un sabor muy similar al del anís,
esta planta es una buena aliada de la gastronomía y la salud:
entre otras propiedades, realza el sabor de los alimentos
que acompaña y favorece su digestión
María Isabel Capiello | fotografía orlando palencia
Según la mitología, fue en un tallo de hinojo que Prometeo
sacó el fuego que robó del Olimpo. También hay escritos que
revelan que en la antigua Grecia esta planta era conocida como
“maratón”, palabra que diera nombre a la ciudad donde se librara –sobre un campo sembrado de hinojo– la memorable batalla
de Maratón (490 aC), en la que los griegos lograron vencer a
los persas. Siglos antes, los chinos curaban las mordeduras de
serpiente con hinojo y los egipcios reconocían sus propiedades
digestivas, así como su eficacia para expulsar parásitos y tratar
afecciones oculares.
Entre los romanos esta planta tenía un significado mágico:
cuando los gladiadores regresaban victoriosos de sus batallas
eran condecorados con guirnaldas de hinojo, y a las parejas
recién casadas se lo regalaban para desearles suerte en el amor.
En esa época, el naturalista Plinio (23-79 dC) identificó 22 remedios hechos a base de hinojo, y aseguraba que sus hojas eran
capaces de restaurar completamente la visión.
Durante la Edad Media, se conocía al hinojo con el nombre
de “hierba santa”. Se creía que espantaba los malos espíritus y,
mezclado con otras hierbas, era considerado un eficaz antídoto
contra los efectos de hechizos y brujerías. Su agradable sabor y
penetrante aroma también le otorgaron un lugar privilegiado
en la cocina medieval: era uno de los ingredientes favoritos de
Carlomagno.
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Otros usos
• Algunas pastas dentales naturales contienen entre
sus ingredientes el hinojo como base.
• El penetrante aroma del hinojo puede actuar como
repelente de insectos.
• El hinojo se utiliza como planta auxiliar para el secado
de algunos frutos, como los higos.
El hinojo dejó también su huella en la literatura.
Existen muchas referencias a esta planta en versos
medievales que hablan de sus beneficios curativos
y culinarios, y siglos más tarde el poeta inglés John
Milton la menciona en su poema épico El paraíso
perdido (1667): “y sentí que de sus ramas salía un delicioso perfume que excitaba el apetito, más sabroso
al olfato que el olor del más dulce hinojo”.
Sana hortaliza
Perteneciente a la familia de las Umbelíferas, el
hinojo –cuyo nombre científico es Foeniculum vulgare– es una planta perenne y sumamente aromática
que crece en estado silvestre en toda la cuenca del
Mediterráneo, desde donde se ha expandido al resto
del mundo. Caracterizada por sus hojas en forma de
follaje plumoso verde, la planta de hinojo tiene un
bulbo blanquecino, fruto oblongo –más largo que
ancho– que crece al ras del suelo. Sus tallos verdosos
nacen del bulbo y sus semillas son muy pequeñas y
de color gris oscuro. También posee florecillas amarillas que suelen ser utilizadas como ornamento.
Apreciado por sus propiedades medicinales, el
hinojo es un excelente aliado para regular la digestión y eliminar la aerofagia (acumulación de gases
intestinales) y el estreñimiento. Gracias a sus propiedades diuréticas, es recomendado en dietas de
adelgazamiento, en tratamientos para eliminar la
celulitis y en casos de cistitis, pues ayuda a depurar
al cuerpo de toxinas. Tomado en infusión también
brinda beneficios a la salud: sirve como expectorante y se utiliza en baños oculares y para sanar
heridas y aftas.
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Estudios han comprobado que el consumo de
hinojo activa el sistema glandular imitando al estrógeno, de ahí que facilite la secreción de leche en
madres que amamantan, estimule el deseo sexual
y ayude en casos de trastornos menstruales y problemas menopáusicos.
El hinojo contiene un aceite esencial -compuesto
principalmente por anetol, fenchona y estragol- que
genera efectos antiespasmódicos y antiflatulentos.
Sin embargo, tomado en grandes cantidades, el anetol puede producir un efecto narcótico y problemas
respiratorios. Por su elevado contenido en yodo, esta
planta tampoco es recomendable en personas que
padecen hipertiroidismo.
Ingrediente dulzón
Además de favorecer la digestión de los alimentos
que acompaña, el hinojo también realza su gusto. Su
sabor ligeramente dulce es muy similar al del anís,
por el alto contenido de anetol de ambas especies.
Todas las partes del hinojo pueden ser aprovechadas
en la cocina: las hojas y las semillas secas se usan
como especia, el bulbo se consume como hortaliza
y los tallos se pueden degustar hervidos, igual que
los espárragos.
Los gastrónomos coinciden en afirmar que el
hinojo es uno de los mejores ingredientes para sazonar el pescado, pero también puede ser utilizado
en la preparación de arroces, pastas, lentejas y platos con carne de cerdo. En ensaladas, es preferible
usarlo crudo, sobre todo si los bulbos están tiernos.
Con las semillas del hinojo pueden condimentarse
panes, tortas o galletas. También se añaden a platos
con curry y a ciertos embutidos italianos. Su intenso
aroma las ha convertido en una de las especias más
presentes en la gastronomía del Medio Oriente. En
esa región es frecuente su consumo al final de las comidas, para refrescar el aliento y como digestivo.
•
Fuentes
www.natureduca.com / www.viviendosanos.com / www.infojardin.com /
www.selfsufficientish.com / www.botanical.com / www.la-medicca.com /
www.mdidea.com / www.consumer.es.
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Salmón sobre puré de hinojo
(Para 4 raciones)
Receta elaborada por Federico Tischler
Ingredientes
(Para 4 raciones)
2 hinojos grandes.
50 gramos de mantequilla sin sal.
50 mililitros de aceite de oliva
extra virgen.
5 unidades de anís estrellado.
10 clavos de olor.
2 hojas de laurel.
Agua mineral.
10 gramos de eneldo.
10 gramos de hojas de hierbabuena.
Zumo de limón.
200 gramos de lomo de salmón
fresco.
100 mililitros de salsa de soya.
100 mililitros de cocuy.
50 gramos de azúcar morena.
100 gramos de aceite vegetal.
Flores de eneldo silvestre.
Sal marina.
Preparación
• Limpiar los hinojos. Retirar los tallos con las
hojas y el corazón de los bulbos, y reservar
para preparar luego una ensalada.
• Dorar el resto de los bulbos en una sartén
muy caliente con la mantequilla y el aceite
de oliva.
• Agregar las especias (anís estrellado, clavos de olor y hojas de laurel). Cubrir con
agua mineral y cocinar por 35 minutos
aproximadamente, hasta que el hinojo
quede suave, pero sin desmoronarse.
• Retirar del fuego. Escurrir el líquido, sacar
las especias y preparar un puré con el hinojo. Reservar.
• Limpiar el lomo de salmón, quitándole la
fibra y la grasa, y cortarlo en tacos rectangulares largos.
• Cubrir el salmón con una mezcla preparada con la soya, el cocuy y el azúcar
morena (hasta que se disuelva), y dejarlo
en el refrigerador por 45 minutos aproximadamente, volteándolo con frecuencia.
De este modo el salmón se cocinará de
manera uniforme en maceración y se
conservará al mismo tiempo.
• Retirar el salmón del líquido donde se
maceró (este jugo se puede reservar para
otros usos) y colocarlo en un recipiente
hermético cubierto con el aceite vegetal.
• Preparar una ensalada con los corazones,
los tallos y las hojas de los hinojos, el eneldo
y la hierbabuena. Aderezarla con una vinagreta hecha con zumo de limón y aceite de
oliva (en una proporción de 1 a 3).
• Cortar el lomo de salmón en láminas finas,
pero sin que pierda su textura.
• A la hora de servir, hacer un trazo con
el puré de hinojo sobre el plato, colocar el
salmón y cubrir con la ensalada. Polvorear
con escamas de sal.
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