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Transcript
LAS COLUMNAS NEURONALES SOMATICA5 EN LA
REGIO N SACROCOCCIGEA MEDULAR *
Dr. E. PO NS TORTELLA
(Barc e lolla )
A disposición columnana de las
células motoras de las astas
medulares anteriores ha sido admitida, casi unánimement e, desde
1888, en que WALDEYER la describió por primera vez, hasta nuestros días. Esta concepción, ratificada y ampliada por KAISER en
1891 establece una distinción precisa entre las columnas somáticas
mediales y las laterales. Las primeras, indivisas, se extienden de
un modo continuo a lo largo de
toda la médula y tienen a su cargo la inervación de los músculos
vertebrales, por medio de los ramos nerviosos primarios dorsales.
Las segundas, fragmentadas longitudinalmente en un cierto número de núcleos , inervan los restantes músculos por medio de los
primarios ventrales.
Estas conclusiones informan la
·~, ..' .....a '''UIa.u de las múltiples investique sobre esta cuestión
llevado a cabo, lo mismo
~~::~CI~O de tipo netamente morfológico
(~A.C0l3S0HN, 1908 ; MASSAZA, 1922BERTRAND Y VAN BOGAERT, Ro-
L
MANES, 1941; ELLIOT, 1942) que
las de índole experimental (MARINESCO, 1898-1901; BIKELES, 1905 ;
REED, 1940) . Las citadas publicaciones se refieren, por lo general,
a las zonas medulares origen de
los nervios de las extremidades
(plexos braquial y lumbosacro) ,
pero las conclusiones obtenidas se
han aplicado, por extensión y con
falta de observaciones directas en
la mayoría de los casos, a la totalidad de la médula.
A SPRAGUE se deben una serie
de r ecientes estudios sobre esta
cuestión. Es preferentemente a los
trabajos de este autor que hemos
de referirnos en el presente comentario.
En 1946 publicó SPRAGUE los
resultados de sus observaciones
histológicas en médulas de fetos
jóvenes de oveja, en las que fu é
posible seguir, en prepar aciones
t eñidas con plata piridina, los axones de ambos grupos de célul as,
medial y lateral, hasta las divisio nes de las raíces motoras. Estas
observaciones se llevar on a cabo
30
ANALES DE M EDICI N A Y CIRUGÍA
en fragmentos de médula cervical,
braquial y torácica superior, no
pudiendo comprobar, en ningún
caso, la localización de las células
mediales y laterales en consonancia con la distribución periférica
de los ramos primarios dorsales
y ventrales. Llegó a la conclusión
de que, o las condiciones fetales
son transitorias o la antigua teoría morfológica es en parte errónea, ya que todos los grupos celulares intervienen en la formación
de ambos ramos.
Trabajos experimentales, en el
Macacus Rhesus, llevados a cabo
por sección operatoria de los ramos primarios ventral es y dorsales de las raíces nerviosas en determinadas alturas vertebrales, seguida del estudio de las lesiones
de cromatolisis encontradas en las
neuronas de las astas anteriores,
han inducido posteriormente a
SPRAGUE (1948) a rectificar en
ciertó modo las conclusiones de
su anterior trabajo morfológico.
La distribución neuronal del asta
anterior en un grupo medial y otro
grupo lateral, origen, respectivamente, de las fibras integrantes de
los ramos primarios dorsales y
de los ramos primarios ventrales,
se encuentra tan sólo en las zonas
medulares de los abultamientos
origen de los plexos que inervan
las extremidades. Por el contrario, en las regiones dorsal y sacrococcígea las neuronas de origen de
ambos ramos primarios, se encuentran irregularmente distribuí-
Vol. XXXIX. - N." 151
das en el asta anterior sin guardar una topografía determinada.
A base de los datos obtenidos
por este procedimiento, el mencionado autor pone de manifiesto la
ineficacia que, a su juicio, ofrecen
las clasificaciones morfológicas de
las neuronas medulares y rechaza
el término «columna » en el sistema espinal motor, por considerar
que entraña un concepto irreal y
equivocado.
La región sacro-coccígea no ha
sido, apenas, objeto de estudio por
parte de SPRAGUE. Casi sin la aportación de observaciones directas y
sólo por deducción de lo que ocurre en la región dorsal, le atribuye
una configuración semejante.
Nuestras observaciones, que a
continuación exponemos, se refieren, de un modo exclusivo, a la
región sacro-coccígea, que en este aspecto permanecía poco estudiada.
Observ acione s pe rsonales
La intumescencia lumbar se extiende desde la parte inferior de
la médula dorsal. hasta la parte
alta de la médula sacra. Sus límites presentan variaciones individuales que abarcan la extensión
de una o dos metámeras, hecho
bien conocido que ha sido descrito por diversos autores (FORSTER,
LARUELLE,RoMANES, SPRAGUE) . En
la parte baja de la intumescencia,
la presencia de la columna fibr ilar
o centro parasimpático pelviano,
Enero-Febrero .1 959 .
A N ALES DE M EDICI NA Y CIRUGíA
3.1
situada en el tercio ventral del
asta anterior, ocasiona notables
modificaciones en el dispositivo de
las agrupaciones celulares somáticas. Estas modificaciones atañen,
de un modo especial, al nivel de
terminación Y a la morfología de
las columnas neuronales. De estas
circunstancias Y de las relaciones
que se establecen entre las columnas somáticas y el núcleo vegetativo parasimpático, hemos de ocuparnos a continuación, estudiando
las agrupaciones neuronales de la
médula sacro-coccígea en cortes
vérticofrontales que pasan por las
regiones ventral y dorsal de las
astalJ anteriores.
que pasen rigurosamente, en toda
su extensión, por el mismo plano
vérticofrontal, resulta difícil por
el hecho de que la médula en su
parte inferior no es cilíndrica, sino
cónica. Por ello se explica que en
un mismo corte, ventral en su parte baja y más dorsal en su parte
all.a o viceversa, puedah aparecer
simultáneamente las columnas somáticas centrales, parte de la columna fibrilar, la columna somática pósterolateral, la columna vegetativa intermediolateral sacra y
la zona periependimaria.
Son especialmente demostrativos 101? cortes vérticofrontales que
pasan por los planos A y B (fig. 1).
ra(ÜOlleS han sido temétodo Nissl y por
argénti:l>;'t'.'tC(lIS~La oblicujdad en las direccioy frontal que presencortes dificulta, en
'~!..,,u.ICI:I. la interpretación de los
obtención de cortes
Cortes que pasan por la región ventral del asta anterior .
A nivel de la parte baja de la
intumescencia lumbar, los cortes
vérticofrontales por el tercio ventral. del asta anterior seccionan la
columna fibrilar y demuestran la
presencia de tres columnas de
neuronas somáticas: ánterolateral,
central y medial. En las dos primeras las neuronas están orientadas horizontalmente y en la tercera su orientación es vertical (figura 2).
Las columnas central y ánterolateral bordean en una cierta extensión la cara externa de la columna fibrilar, para desaparecer al
llegar a un nivel variable (S2-S.3) ,
en consonancia con el nivel inferior de la intumescencia yen, última instancia, con el tipo pre o
A.
32
A NA LES DE M EDIUNA y CI RUCIA
caracteres semejantes a los que
ostentaba en regiones más elevadas.
Es indudable la pr esencia de
una columna somática medial de
la médula sacro-coccígea) que se
inicia en el extremo inferior de la
columna fibrilar y acaba en el cono.
post fijado (FORSTER) que adopte
la médula estudiada.
La columna medial está bien
desarrollada y sus neuronas, orientadas longitudinalmente, se encuentran a lo largo de t oda la médula hasta la parte baja de la
r egión lumbar o superior de la saA
Vol. XXXIX. - N .o 151
B
c.
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A
Fig. l . - T rc[-; ~eccio ll c~ esqu c ll uHicas \'é r t icofronlak de lu rel:,!'i6n
lulIllJo· ... ;H.:ro-coccígea medu la r : A, Se a precia ll las ln: s columua s SOlllÚ tica~ (a l1 l~ ro l ate ral, central y medial) y la colum na parasi111pútica fibrila r. La coluIIlna m edial, q ue aparece inte rrumpida e n las dos llletúllH::rns sac ra ~ ocu padas por la colulIl ua fib rilar, prese nta en la parte
baja UIl nú cleo com isurul Que: la ul1e a la colulllna del otro lado, B. Se aprecia la columna mecHal, tambié n inte rrum pida, la colU11l n a
po~tt! r olatt' ral di:,p\1t'~ta ll'; f Oflll a de n lH.:lt'O¡': Illonolifon\lt ~ y la por·
ción llI Ú~ dorsal d e la columna fihrllar. - C. El corte pasa por la zo na
\·egetati\"l.\ illtermediolatt'rnl, poni(:nd o d e lI\auifi e~ t o los nidos celula·
res típicos de la colu llI na yegetali\'a intermed iolnteral, las corr ie lltes
fibrilares inte rnas, la columna m,-.. dial y la zona e pe lldin1ar iu .
cra, en donde la columna desapar ece bruscamente. Después de dos
o tres metámeras en las que per ..
siste su ausencia, precisamente
aquellas en las que se extiende ia
columna fibril ar, a la alt ura del
tercio inferior de ésta (S .2 ó S.3)
r eaparece la columna medial con
terminal de la m édula coccígea por
disminución paulatina del númer o
de neuronas (fig. 3 ) .
Se acepta corrientemente que la
columna medial del ast a anterior
se continúa sin interrupción hasta
la parte inferior de la médula y,
sin embargo, esto es tan inexacto
Encro. Febrero 195J
ANALES DE MEDIC INA Y CIRUGíA
como admitir que la co lumna somática medial acaba en plena r eo'ión lumbar (L. 3 en opinión de
o
LARUELLE) , para no vo lver a apa··
33
columna somá ti ca medial. B ERY V AN BOGAERT ponen también de manifiest o este hecho.
SPRAGUE, aplicando un mét odo ex-
TRAND
vt!rtico"fron ta l de 1l1~d ul a humana <¡ Ul' abarca la parte l.;aja de la inlumescC'l1c1o.
hasta el segmento ~ac ro 4. ". El curte pu:-;u por e l terci o venlral de las astas ante·
; ~q'l/.i e f(lo, en su parte baja, corla la totalidad de la columna fi bri lar. En la parle
tres column a:.; somútic8S med ial , ce ntral Y allteroexte r118. En los te rcios medio
np"R"" r p,·",o la columna medial, qu t:'da u únicamen te la~ otras dos con gran dens idad
derec h o el corte e~ algo mús do rsal. En s u parte alta se aprecian las colu mn as
y luedia l. Eu la región sacra apa rece n algunos gruDos~ muy dorsales, de In.
y alg unos nidos somáticos dep\.'ll dit' llles de la colulll na pósterolateral. (Col. de Ni5~1.)
acabamos de indicar.
perimental, llega a una conclusión
parecida.
La columna somática medial sa-
34
A N ALES DE M EDICI NA Y CIRuCtA
cro-coccígea (figs. 5, 6 Y 8 ) ocupa
la parte interna del asta anterior ,
limitando directamente con el cordón anterior. Formada por neu.:.:.: _. ~
.
Vol. XXXIX. - N ." 15 1
sea en profundidad, ocupa toda la
superficie medial del asta anterior
hasta la comisura gris.
En la región sacra inferior pre-
.J.. .'.
.f,·•• · ;_.
'
~
1
I
.\
I
I
¡'
i
¡
Fig. 3. - Corte vérticofronta l de médula hU lIlana, com prendiendo la pa rte ba ja de la intu mescencia
lumbar. El corte pa sa por un plano más dorsal Que el de la figu ra a nterior. - Lado izquierdo: No
se observa la colum na medial. En la pa rte a lta se obse rva úuicamente la central l' la Íln teroexte.r na.
En la parte baja (corte a lgo más do rsa l ) única lll eute la pó, teroexleruu d isgregada en for ma de
acúmulos celulares arrosa.riados y más hacia dentro, lo~ l1i do:-o más dorsale!'" de la coluUlna parasimpática fib r ilar, cuyas neu ronas on de una ta lla notal;klllente inferior a la de las 'célu las somá·
ticas. - L ado derech o : En la pa rte alta se observan la colulIlna medial 1 Que fiuaLiza a In altura de
'. [ ap roximadamente, las columnas central y ánteroexterna . E n la parte baja la reanudad 6n de la
colum na medial (después de u na zona de interrupción ) y la coltllllr.a pÓste roexterno. (Co!. de )jis.!. )
ranas de orientación vertical, su
grosor es de 2 ó 3 hileras celulares. En sentido ventro-dorsal, r¡
senta, con frecuencia, un núclec
de células situado en la comisur8
blanca anterior que une a las ca,
E nero-Febrero 1959
ANALES DE M EDICINA Y CIRUGÍA
lumnas mediales de ambos lados
(fiO"ura 7). SPR AGUE ha observado
enoniveles más elevados de la mé ·
dula núcleos celulares somáticos,
35
de emergen las raí ces nerviosas de
los plexos sacro y coccígeo, obligan a considerar que esta agrupación neuronal tiene a su cargo :a
Corte vérticofronlal de médula humana, com prendiendo la parte baja de la intumesc<..'llcia
Lado izqH; crdo: ' El corte es lJa~tallte dor~al. En la parte ('lc;~\'ac1a se aprecian las columuas
Y. post(· ro l att.'r~ 1. Eu la parte uaja úllic811lt:utt: la pósterolateral, di~gregada en núcleos sepapobres' en ' células . ......: LOl't.O c.fcrr c1lo: En la pa rte alta se ol>sen'all la colu mna Iuedial y
llhlus de la columna pj:-:tt'rolatt'ral. EIl la pan,-' haja, la colu111na fihrilar. (Col. de ~is~l. )
-
-
en la comisura blanca andependientes de las raíced
L· Y.IU~I""'" v3ntrales y dorsales. Las
........ U>I.J\;CU¡ de las columnas ';o.
regulación de la actividad de grupos musculares dotados de función bilateral sinérgica, tales como
los músculos del periné y de un
modb especial los aparatos esfinterianos estriados de la vejiga y
36
ANALES DE M EDI Cl A Y C/RU GiA
del recto (1). El dispositivo nervioso que ofrecen ambas columnas
medulares, con su núcleo comisu ral, es adecuado para r egular esta
Vol. XXXIX. _ r" \5 \
observaciones de SPRAGUE, al encontrar agrupaciones neuronales
en la comisura blanca anterior
con lesiones neuronolíticas subsi-
Fi~ . 5. Corll: tran sn.:r:-:al (1t' Illl:dnla hUll Ht1W prud i l..'adu u 1l i n' } dd
':;. " sc.:~ llI c nt u lUIlIL a r . 't" (J I :o't,.' f\' ;:¡ lIl1 (:agllll I1l o dll <I:o:t:l 1.\ ntl'fio r izql1 i,,'r·
da, t:.' n t l (¡li t:.' :-,e aprecia la co hllllna ~olll :'ttiL'a lllt.'d in l hon ll-ando t.'1
a 'ta a n tcri(¡ r CO I1 una !'OoIa hilt'ra (\l. cél ula:-: ~ un ntu.:lt-o I1luro ll al
::orn'!-OpulHlit'ute a la Cnhlll1lla ~ .I IIIÚlil.'a Cl utra! ¡( tl l. I.:art :on:.\to de plnta ,l
función. Tales hechos sirven .:le
apoyo a la antigua concepción de
BRUCE (2) . Abonan también esta
tesis, aunque indirectamente, las
(I)
guientes a la sección tanto de las
raíces ventrales como de las dorsales, lo cual demuestra que estos
núcleos comisurales no deben ac-
El apa rato esfinte riauo t:striad u dd n.:du t,.':-'lú integn\du por t res porc io nes (stiperfieial, su o-
c utúlH.:'U y
pro funda ) y por t' 1 1I1/ ¡lIt) r("cllll
se deduce ch' las investi gaciones de
(1
'M t l.l ,l C,AX
fill ra:-, p ú h.:,'lH'u'lah.:-: d e l o~ l'lt'yad llrl..':-' eh 1 a n o , segúu
y
l\f ORG.o\X.
La colu JIlna m ed ial ~o l11 (lti cn ele tu lH~d ul a ~nc ro·cO<..'Cígen nparclltn ~e r la conti nuacióu III
la región caudal de los g r upos Illt:din lt..':-o dl' lo!" :-,C'gl1le llt o~ 111:'ls eIe\'ado$, gruPO~ nl'\1 rO ll ak~ qUl' en la
zo na del en g rosami e nto lum ba r tie nen a su cargo la inervació n dt:' lo~ IlIlhculo:o; llor:o:alt-s cId tronco,
según fo rmula la teoría de \VAI.DlWI-:R y KA1SI-: U" admi ti da por la l11uy o rín d e auto r('~. En co nt ra de
este crite ri o , sus te ntado tamb ién (' 11 la r('}.dón ~nero-coccíJ::t'a. :'\..' Q J,JOlH.' la o p ini ó n de Hln'CE ( J9Ql) .
E ste auto r adtnite qu e l as ctl ulu :-o de o ri gt: 11 <1 t'1 nen' io In1(.le ncto inte rn o !o"e hallan , 12 11 la lllt-du ln,
en posició n m e d ial. A poya ~\1 tl'or ía en la (l ll~t' T\' adúl1 d e ln$ h:::;i o n t' ~ c ro lllatolíli cn :.: 11111rllltnll'S eu·
contradas e n uu ca~o cHuico en Q\1 ~ la to tnlidnd d e l m it:'mbr o infe r io r y parte <k l a pdd ~ hahíau
sido aIllDu tados.
Existe la p osibilidad, apuu tada po r a lgu t1 o!-' n ll to re!-' , de ql\ ~ en l'1 cn~ o citado la mu s-a COll1 ÚU
( Sa('ro~ pill alí~) pucl it: ra h aue r s ido tumbi t- ll i ll jl1 r iada t' 11 l'l trall :-'I..' \l r ~1) d l' la OPl' rLh: ió n . S in embargo,
este argumento, n o d e sp rovis to de r azó n , e~ tnlllui~l1 aplicable n l o~ r (,~ 111tnd os Qu e, tt1 e cliant t.' la
aplicación c1 t." téc n icl\!-' operatoria s, ha n obtt' l1i d o a l g \1t\ o~ nl1t o l'l':O: illlp ll g' llnc1 o n:~ eh: HH. UCE.
(2)
ANALES DE MEO/CI! A y CIRUGíA
E nero-Febrero 1959
tuar únicamente sobre los grupos
musculares del dorso.
Las células más elevadas de la
columna somática medial sacra se
Fi ~ .
6.
ci:J:-,
hilt-ra ~
37
pático) por medio de las neuronas
horizontales o internas de esta
formación. El engranaje entre am bas formaciones (columna somáti-
A:-:1H d e> de la colulllua :oOo l11útica medial.
FOfllla
c..'t' luia :-u" y r t-C lll ~ rl' toda la :-:ul )t'rfidt'
clll a:-: ta . tC o \. ca rho na to dt, plata .)
il1 ~ l1-11a
Fig, ¡. - Corte vért icofron lal ut: lIlédula humana. );'úcleo
comisural dt:' células sOlllú ti ca ', Región :-:acra il1f~rior . El
n úc1~o
ocu pa la pa rte ce ntral dl' la cO llli f' ura 1 tan ea atltt' fiar y en la pa rte s upt'ri o r cId llli~1I10 conftuYt'll dos UCÚlllUQue eh P t" I H \ t' 1\ dt' la ~ l ' 'llilllna:-: :-:0 11 Ií.Hica!:'
m edial ... (Co l. de Xi,,!. )
los neuronalt':-;
contigüidad
o nidos cela columna
medular parasim-
ca medial y columna fibri lar) es,
en ocasiones, tan marcado que en
realidad constituye un intercambio de neuronas . La solidaridad
38
ANALES DE M EDI CI NA Y CIRUGÍA
Vol. XXXIX. _ N." 151
anatómica que los cortes vérticofrontales ponen de manifiesto entre ambos núcleos (vegetativo parasimpático y somático) puede explicar su actuación solidaria en la
actividad funcional de los aparatos esfinterianos estriados de la
vej iga y del recto (figs. 9, 10 Y 11) .
Cortes que pasan por la región dorsal del asta anterior.
En cortes más dorsales, que pasan por el tercio medio de las astas anteriores, es decir, por detrás
de la columna fibrilar, la imagen
morfológica cambia notablemente .
Las columnas somáticas ánterolateral y central han desaparecido .
Persiste la columna somática medial, cuyos caracteres, reseñados
anteriormente, se conservan y, coexistiendo con ésta, aparece, en
toda su extensión, la columna somática pósterolateral (figs. 3 y 4).
Esta columna está constituí da
por neuronas orientadas horizontalmente, cuya densidad no es uniforme, a diferencia de' lo que ocurre en las otras columnas somáticas. Sus células se ¡agrupan en
núcleos superpuestos, ldejando entre ellos espacios desprovistos de
neuronas (fig. 13) . Esta falta de
uniformidad es tanto más marcada cuanto más inferior es el nivel
medular. Los nidos o núcleos neuronales descienden hasta la parte
baja de la médula sacra, aunque
no lleguen a niveles tan inferiores
como las neuronas de la columna
somática medial.
B.
Fi g . 8. - Co r te "hticofrontal de m~·
unta hUlllana. Regió n sacrocol'cígea.
Se uprt.cia ~ n la pa:te llledia II s urt:n l1\t'cl111ar medi o antt' rio:- )', a cada
lado, el cordón aut riar y la partt'
in terna del asta Qn te ri or con la colum na somática llIl'díal que la limita
lon gitud in a l mente. (Col. de );is>l. )
E nero-Febrero 1959
ANALES DE MEDI CI NA Y CIRUGtA
La orientación celular y la agrupación de las neuronas en núcleos,
así como la morfología de éstos,
dependen de la dirección de las
corrientes fibrilares. Esta circunstancia, acerca de la cual se ha insistido reiteradamente respecto al
39
lares integrados por cilindroejes
de estas cé~ulas, al dirigirse al cordón lateral, siguen una orientación
transversa y fragmentan en grupos
monoliformes a la columna neuronal que encuentran en su trayecto. En una región más dorsal de
,
Fig. 9. Corte tran sye rsa l de m¿dula hum ana a nivel de l
2,' segmento sacro. COlllpre nd e la parte m ed ial le l asta anterior derecha mos trando las neu rona ... \·f"ge ta ~h·a ... ele la c c lulllna
fibrilar, alargadas , s igu ie ndo la di rtcci6n arql1t.acla de la:-: d a!"
, -fi brilares que Las e u\"ueh 'e n, cOll :-ot ituídas, t ll ~ r a n parte, por
sus cili ndroeje y por axones proct'dt ntes cle to~ núcleo:-: ~0 1l1ú ·
ticos vec inos. Po r fuera d I." la cu lullIua \'egetati n l a parece un
núcleo somático correspondi t n k a la parte infe rior de la ca1(111111a an terolateral . Se obsern\11 co n toda claridad lus rlif~ r e n ·
das lllorfológicas y de ta m a ilo qu e e xi ~ t~ n fn t r~ la:-; ncuro naf:
somáticas y las ,"egetath"as para:-; i111 púticas, a ~ ( como la notab k
inftuencia Que 10. mieloarQuitectll rn derce ~ol.:re (sta:, últim a!' ,
(Co l. car bon ato de plata.)
concurre tamcolumnas somáticas
la médula ocurre el mismo fenómeno con la columna vegetativa
in termediola teral.
La disposición en forma de acúmulos celulares superpuestos y separados por franjas de haces fibro-
'1,
40
A ALES DE ' M EDICI NA y CIRUGÍA
sos, tal como la observada en la
columna somática póstero lateral,
no es privativa de le: médula vegetativa} como afirman algunos a utores, ni implica carácter específico
alguno. Es, simplemente, una clara demostración de que la cito-
Fi g. 10. Ul'la ll t' a lI :a )' o :' UlI llh. :l '~O
de la Jigura anter ior , (Co l. ca rhonato
de plata .)
orientación en la médula obedece
a la dirección de las corrientes ci1indroaxiles.
La diferenciación entre la columna somática y la columna vegetativa puede establecerse con
facilidad por los caracteres morfológicos de sus neuronas. Así acontece en preparaciones en las que ,
Vol. XXXIX. - N." 151
debido 'a la oblicuidad del corte,
aparecen núcleos celulares de ambas columnas.
Comentarios
Teniendo en cuenta que la disposición morfológica de las agrupaciones neuronales somáticas, tal
como la deducimos de nuestras observaciones, no coincide, en totalidad, con la que se desprende de
las investigaciones de SPRAGUE,
creemos interesante comentar algunos conceptos expuestos por este
autor en sus trabajos experimentales.
En las secciones de los ramos
primarios ventrales y dorsales en
la md u :a to~:ác i ca encuentra SPRAGUE que las células de ambos ramos están distribuídas por toda el
asta antericr , por lo que opina det:m excluirse los t érminos lateral y
medial para la definición de estos
g rupos celulares. Sin embargo,
comprueba una constante excepción a esta irregularidad: el vértice del asta anterior está ocupado siempre por un grupo de células
del ramo dorsal.
En general en todos los segmentos dorsales inferiores hay células
motoras pertenecientes a ambos
ramos que penetran en la comisura blanca anterior. Llamamos la
atención sobre · este hecho: en la
médula torácica ha encontrado
SPRAGUE, con su método experimental, grupos de neuronas motoras comisurales en la zona de la
Enerb-Febrero 1959·
ANALES DE MEDI CI NA Y CIRUGíA
41
más O menos circulares .
cou respecto ·u ellos, la colum·
nledial, bien organizada, que
la purte baja de la médula .
las iutimas relacion es de conti ·
al parecer, de intercambio de ele~ntre aUlbas agrupacioues celulares .
(Col. de Nis.!. )
Fig.
1::.
-
Corte \"é rti co frOll -
tul de Illédula hum ana pasan do por la región intermediolakral. Región ~acra. Column a
';l:ge tati nl ortosi mpútica ínte rlIl edi olate ral.
.
ANALES DE MEDI CI NA Y CIRUGfA
42
comisura ventral, lo cual concuer da con nuestra observación, en la
médula sacra, de un grupo comisural que une las columnas med iales de ambos lados.
En las secciones de los ramos
correspondientes a la zona com-
Fi g. 13. - Detalle a
de la zona cl t n eha
figu r a 3
llIayor
cia morfológica y de talllaflo
en tre
la!o'
UUIlIt..' lI to
i nft.' rior ch.' tu
St:' aprecia la clara (lifl'rt'llL1ell r Olla~
c xi ~ t l' nt l?
l:Oomútics!-'
(h;
la
columna DÓsterolate ral y hl:' \'(.'g'dati·
va~ de la colull1 un Ii hri la r . (Col . eh'
Xi:-osl.l
prendida entre T12 y L3 descubre
el citado autor que los grupos ce lulares de los ramos dorsales son
muy numerosos y se hallan en posición anteromedial. En la parte
baja de la médula lumbar las células mediales se h~cen escasas y
faltan totalmente en los últimos
Vol. XXXIX . - NY \5\
segmentos lumbares y primero sacro, para volver a aparecer a partir de la parte alta de S2, adquiriendo caracteres preponderantes
en segmentos más bajos.
Son especialmente interesantes
estos últimos resultados experimentales por coincidir, también,
con los obtenidos por nosotros
mediante la mera observación morfológica en secciones vérticofrontales de la médula. En efecto , según hemos ya indicado, la columna
somática medial siempre desaparece en la zona lumbar inferior, para
r eaparece r a la altura de la seg unda o tercera metámera sacra, formando una agrupación bien visible
hasta la extremidad inferior de la
médula.
En las investigaciones de SPRAGUE la sección de las raíces medulares moto ras en sus ramos primarios ventral es y dorsales, provoca les iones cromatolíticas en
g r an número de celulas del asta
anter ior de tipo motor, ¡::cro no en
todas las del segmento correspondiente, apreciándose también trast ornos cromatolíticos en gran número de neuronas de tamaño inferior a las 25 micras extendidas en
el lado de la lesión y en el otro
lado (hamo y heterolaterales). A
las grandes células de tipo radicular lesionadas las denomina SPRAGUE motoras tipo 1 y a las de pequeño tamaño motoras tipo 11. Las
grandes células de tipo motor que ·
permanecen indemnes después de
la sección de las raíces reciben la
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ANALES DE M ED I CI NA Y CIRUGíA
denominación de células proprioespinales.
Es por todo ello que SPRAGUE
considera que deben mirarse con
reserva las clasificaciones morfológicas y propugna una clasificación funcional de las neuronas.
Sin embargo, a nuestro entender resulta claro que las neuronas
motoras tipo II son con toda evidencia de naturaleza efer ente, desde el momento en que muestran
lesiones degenerativas después de
seccionar las raíces motoras . Se
describe además en las metámeras
sacras una agrupación de neuronas
tipo II situada en la parte ventral
de ' las astas anteriores, agrupación que se identifica con el núcleo Sympateticus Medialis de Jacobsohn, núcleo que es, sin duda,
de naturaleza vegetativa (columna
fibrilar). Todo nos lleva a formular
las siguientes cuestiones: las demás neuronas motoras tipo II descritas por SRAGUE, ¿no serán también células vegetatívas? y su lesión, al secciqnar las raí ces motoras, ¿no queda bien explicada por
la secci~n de los abundantes convegetativos que transincorp,o rados a las citadas
motoras?
constituyen, por tanto, los
reseñados argumentos en
de las clasificaciones morya que se compaginan
1m ,...... 1", e o n la clasificación
de CAJ AL de las neuasta anterior (neuronas
neuronas comisurales,
43
neuronas cordonales horno y h eterolaterales). Debemos admitir que
las g randes células m otoras de tipo 1 son células radiculares, las
grandes células de tipo motor que
permanecen sin lesiones cromat olíticas después de la sección de las
raíces motoras, o sean las denominadas células proprioespinales,
son células cordonales horno y heterolaterales, Las células m ot oras
de pequeño tamaño o tipo II son
células vegetativas .
Es indudable que la sección de
una determinada raíz m otora provoca la degeneración de sus n euronas de origen, pero no debe olvidarse que la multitud de contingencias que pueden surgir en el
acto operatorio (posible error en
las raíces seccionadas, lesión de
filet es nerviosos correspondientes
a otra raíz , hematomas que provoquen trastornos compresivos, etcét era) aconseja interpretar con
cautela los disturbios fun cionales
provocados. A estas evidentes posibilidades de error hay que añad ir las que derivan de la exclusiva
observación en co rtes medulares
transversales de las lesiones obtenidas, haciendo caso omiso de las
más amplias posibilidades y ventajas de la técnica long itudinal.
Prueba de ello son las contradicciones que descubre el atento exam en de los datos experimentales
que motivan estos comentarios (1).
El concepto morfológico de columna neuronal debe ser válido en
el sistema medular somático , del
ANALES DE M EDI CI NA Y CIRUGfA
44
mismo modo que prevalece en el
sistema vegetativo.
En el embrión humano, a partir del cuarto mes, las células me dulares se agrupan formando co lumnas compactas y uniformes que
se extienden a lo largo de toda la
médula. En ellas se produce, más
adelante, la diferenciación en grupos fisiológica y morfológicamente
distintos.
En la médula de los vertebrados inferiores las neuronas adoptan una disposición columnaria inconfundible.
La adscripción de las agrupaciones celulares motoras somáticas a un concepto meramente funcional resulta difícil. Los datos de
observación en que se apoya este
criterio no son, lo hemos comentado anteriormente, rigurosamente irreprochables. Las neuronas
agrupadas en forma de columna
pueden formar diversos núcleos,
superpuestos o yuxtapuestos, dotados de actividades funcionales
diferentes, lo cual no invalida su
disposición columnaria, pero es necesario determinar en primer lugar la disposición morfológica de
estos núcleos
, ...Dara atribuir, en segundo término, a cada núcleo su
propia función. El camino inverso
no se halla exento de errores, dada
Vol. XXXIX. - N ." 151
la dificultad ele seccionar exclusivamente, con precisión exacta,
determinados ramos nerviosos sin
ocasionar trast::>rnos en otros, cuya alteración perturbaría totalmente la interpretación correcta
de los resultados.
En apoyo de estas consideraciones recordemos que el número de
células atacadas encontradas por
ROMANES (2) después de la injuria
de nervios periféricos, es tanto
más variable e impreciso cuanto
más cerca del. músculo tiene lugar
la lesión nerviosa, en oposición a
la mayor constancia numérica de
células alteradas si la lesión periférica tiene Jugar en los grandes tron cos nerviosos cerca de su
origen.
CONCLUSIONES
A . Cortes que pasan por la re gión ventral del asta anterior.
1. ~
En la intumescencia lumbar se observan tres columnas:
anteromedial, central y anterolateral. En la primera, las neuronas
son de orientación vertical. En las
dos segundas, de orientación horizontal.
2.º En la parte baja de la médula lumbar, la columna medial
fT\ Sirva n de eje111plo In, rp~ l1 tln(l u~ hH ltado:-: (,\1 Ull animal de l""xll(' rilll p 1\t n ció ll (co tl Cretnlll el1 te
ejemplar n ,' S de la casuística de Sprague), e n e l Que s:e ~ecc i o naro l1 t a~ rnfct'!oO n e rviosas co mpre lldida~ e n tre e .s y T2 . Tra ll ~cribi11l o!i li te ralm e nte: . las células de l fatll O n ?1\trnl se ha llaron, desde
enc ima de C4. hasta debajo de T ~, s ituadas exclu si\'ll1l\ente en la parte laterHl del asta a nterior, cou
exct'pci6n de un peQucft o pero COl1~t a n t e grupo ext(' \l cHdo eu el horde m edial l'l1tre C.¡ y C.S.•. La's
célula~
del ram o dorsal estaban li1l1itad a ~ ne C'4 & 1'.3 al g rupo llI epial , c('xct.'pto algunas célu las,
Que de C-4 - C.S se h-alla rou rli~tribu{rl a~ en po~ici6n lateral y C}ltl' ('~ t abau st've ranleute crolllato lCtica ~, su inju ria dehe at ril' uirse a una prohable le::ióu o pe ratori a ne l o~ tlIú:-:cu los r 0111boi d e~ ~l1 P­
escapular y quizás otros •.
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R OMAKES, \'F;OUCE
J. : J. Comp.
)\ (.'111'0 1., Q4
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Enero-F ebrero 1959
A N A LES DE MEDI CI NA Y CIRUGÍA
desaparece. Las columnas central
y ánterolateral continúan hasta
niveles más bajos, bordeando , en
una cierta extensión, ·la cara externa de la columna fibrilar o núcleo parasimpático pelviano.
3. 9 A nivel de la raíz S III (extremidad inferior de la columna
fibrilar), reaparece la columna medial, y se extiende hasta el cono
terminal de la médula . Queda,
pues, una zona comprendida entre
la .parte baja de la región lumbar
y la tercera metámera sacra, en
que no existe columna somática
medial. Esta columna ha desaparecido como para dejar libre la región interna del asta, en la que se
aprecia la columna fibrilar en toda
su extensión.
4. 9 En la médula sacrococcígea
existe con frecuencia un núcleo comisural, extendido en la comisura
blanca anterior, entre las columnas somáticas mediales de ambos
lados.
5. 9
Los grupos inferiores de la
columna f ibrilar se conexionan,
por sus neuro~as horizontales, con
las células más elevadas de 1a columna somática. Hay contigüidad
muy patente entre ambas forma-
45
ciones y, al parecer, con tacto en tre sus neuronas.
B. Cortes que pasan por la r egión dorsal del asta anter i or.
1.9 Han desaparecido las columnas central y ánterolateral.
2. Q La columna medial persiste, aunque más delgada que en la
zona ventral, formando un manto
que recubre y limita la cara medial del asta.
3.Q La columna pósterolateral
se muestra en toda su extensión
disgregada en forma de acúmulos
celulares superpuestos y separados por espacios fibrilares , adoptando una disposición semejante
a la que, en cortes más dorsales,
presenta la columna vegetativa
intermediolateral. La disposición
monoliforme no es, por lo tanto,
privativa de la médula vegetativa.
y depende solamente de la mieloarquitectura medular.
4. 9 En cortes más dorsales, pasando por la región ependimaria,
aparece la columna vegetativa intermediolateral sacra, extendida
sin interrupción hasta el cono t erminal.
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'¡1'!
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