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ARTÍCULOS VARIOS PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LA ALIANZA MILITAR CON ESTADOS UNIDOS RESPECTO A MARRUECOS (1953-2008) Francisco Castillo Arenas Resumen: Exposición y análisis del devenir histórico de las relaciones diplomáticas entre España y los Estados Unidos, así como del papel de estos últimos en la mediación en los roces entre España y Marruecos desde que el segundo obtuvo su independencia en la década de los cincuenta del siglo XX. Palabras clave: Política exterior española, relaciones diplomáticas EE UUEspaña-Marruecos, Sidi-Ifni, Marcha Verde, isla de Perejil INTRODUCCIÓN La posesión por parte de España de unos enclaves en la costa del norte de Marruecos acarrea una serie de problemas estratégicos y posibilidades de conflicto que no se le escapan a los estrategas españoles1. Es por ello que se considera fundamental el papel a jugar por los Estados Unidos en caso de hostilidades, ya que tanto España como Marruecos se declaran amigos y aliados de la nación norteamericana. El presente trabajo tiene por objeto exponer y analizar el devenir histórico de la actuación de los Estados Unidos en los roces entre ambas naciones desde que Marruecos obtuvo su independencia en la década de los cincuenta del siglo XX. La relación de cooperación militar española con los Estados Unidos comenzó oficialmente en 1953 con los denominados Pactos de Madrid, firmados entre la dictadura del general Franco y la administración Eisenhower. En estos pactos, España cedía bases militares en suelo español2. Dicho acuerdo supuso una serie de logros para el franquismo: por un lado, el respaldo de los EE UU al país en lo tocante a su admisión en los organismos internacionales; por el otro, que España se ligaría al bloque occidental y recibiría una compensación económica junto a medios militares. Dejemos de lado la ayuda económica y centrémonos en la militar. Los EE UU hicieron constar por escrito en los protocolos secretos del pacto que se ocuparían exclusivamente de defender sus bases y que un ataque a España no tendría por qué suponer necesariamente una respuesta por su parte, por más que el franquismo filtró a la prensa que eso era algo per se, ya que España sí se echó a los brazos anglosajones3. Pero aun así el franquismo obtenía una baza para contrarrestar el expansionismo de Marruecos —que se independizaría de Francia y España en 1956—. La nación ibérica logró obtener armas provenientes en gran parte de material sobrante de la Guerra de Corea, aun así, supuso un alborozo para unos militares armados con material que tecnológicamente —y a veces directamente— provenía de la Guerra Civil de 1936-39. Eso sí, los militares españoles no se fijaron en la letra pequeña de los acuerdos, según la cual el material norteamericano venía cedido con una serie de condiciones. LA GUERRA DE SIDI IFNI Y SAHARA En 1957 tropas irregulares pro-marroquíes atacaron el enclave español de Sidi Ifni — frente a las costas de Canarias— y el Sahara. El respaldo de Marruecos a los atacantes fue más 1 Se trata de las ciudades de Ceuta y Melilla, los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, las islas Chafarinas y el islote Perejil. Por otro lado, las islas Canarias no suelen considerarse como pertenecientes a este «paquete», pero al estar frente a la costa atlántica marroquí, también podrían son afectadas por las relaciones bilaterales. 2 Sobre el tema, ver A. VIÑAS (2003): En las garras del Águila: Los pactos con Estados Unidos de Francisco Franco a Felipe González (1945-1995), Crítica. 3 Ibid., pp. 211 y siguientes. Isagogé, 5 (2008) 17 que evidente, por más que Franco y Carrero Blanco disculparan al Sultán y lo achacaran todo a su omnipresente enemigo, el comunismo internacional4. Los militares españoles se aprestaron a luchar en una guerra que había cogido a sus líderes por sorpresa y obviamente decidieron echar mano del material americano, incluyendo los cazas a reacción F-86 Sabre, los primeros de este tipo del ejército del aire español. Los estadounidenses, ante estos movimientos de tropas, expusieron claramente al gobierno español que ellos habían cedido el armamento para luchar contra una invasión soviética y no para guerras en las colonias, por lo que vetaban su uso5. Los españoles tuvieron, pues, que pelear, aunque pírricamente, con el material anterior que aún no había sido desguazado, copias de armamento superado como el «Buchón»6 —versión local del caza alemán Messerschmitt 109 que tanta fama había ganado sobre los cielos de Gran Bretaña en 1940— o material americano comprado de tercera mano a Francia, país que por intereses propios —asegurarse que Mauritania quedara bajo su influencia— ayudó a España en el Sahara, pero no en Sidi Ifni. Tras estos sucesos, los militares españoles, ya escaldados, decidieron crear alternativas para abastecerse de material con el objeto de evitar quedar desarmados durante otro eventual veto estadounidense, por lo que empezó a comprarse material francés, que complementaba al cedido por los norteamericanos. No obstante, en 1969, el régimen franquista optó por entregar el enclave de Sidi Ifni a la monarquía alauita, pero reteniendo el Sahara 7, donde empezaban a encontrarse yacimientos rentables de fosfatos. En el ínterin, los EE UU habían sido obligados a desmantelar las bases que Francia les había concedido en Marruecos tras la Segunda Guerra Mundial. Mucho después, la USAF ha vuelto al país norteafricano, donde tiene instalaciones para hacer entrenamientos aprovechando sus despejados cielos. LA MARCHA VERDE La siguiente crisis bélica con Marruecos fueron los sucesos de la «Marcha Verde». En esta ocasión, el régimen alauita lanzó una invasión de civiles hacia el Sahara español aprovechando el delicado momento político español provocado por la agonía de Franco. España pidió ayuda a EE UU para ganar tiempo, pero éstos ya habían decidido. Hassam II había argumentando muy oportunamente que un Sahara independiente caería bajo la órbita argelina y esta última estaba vinculada a Moscú, lo que podría suponer bases soviéticas en el Atlántico norte. La suerte, pues, estaba echada. En los años ochenta, España dio un paso más en sus relaciones de alianza con los Estados Unidos al entrar en la OTAN durante el gobierno de Calvo Sotelo, sin que esto modificara los acuerdos bilaterales con Estados Unidos, pero sí normalizando la situación militar española a nivel de Europa occidental. Sin embargo, la carta fundacional de la Alianza Atlántica negaba la implicación de esta en guerras situadas en el continente africano, por lo que Ceuta, Melilla y demás enclaves quedaban desprotegidos de su ayuda directa8. 4 El gubernamental diario Arriba, en su edición del 7 de marzo de 1958 escribía así: «Se sabe que muchos de los cadáveres de los insurgentes [...] muestran fogonazos en la cabeza, demostración de haber sido rematados [...] Esta cruel y brutal determinación confirma la implantación de métodos comunistas en semejantes tropas». 5 Sin embargo, los Estados Unidos dieron todo su apoyo a Reino Unido en su lucha contra Argentina en la guerra de las Malvinas de 1982, como expuso la representante de Estados Unidos en la ONU, Jeanne Kirkpatrick. El País, 25-XI-1984. 6 La designación oficial era Hispano Aviación HA-1112. El apodo de «Buchón» se le impuso porque hubo que agrandarle el fuselaje para instalarle un motor Rolls-Royce más voluminoso que el original alemán, lo que le daba aspecto de una paloma con el buche grande. 7 La resolución de la ONU número 2072 de 1965 instaba a España a descolonizar Sidi Ifni y Marruecos. Recordemos que el régimen franquista era un firme defensor de este tipo de resoluciones pues en una de ellas se amparaba en su reclamación de Gibraltar. 8 Artículo 6 18 Isagogé, 5 (2008) EL INCIDENTE DE PEREJIL Llegamos cronológicamente al último conflicto armado entre España y Marruecos: Perejil, en el que ambos contendientes proclamaron que los EE UU estaban de su parte. La situación llegaba en un momento especialmente dulce de las relaciones bilaterales con el gigante norteamericano, ya que el gobierno de José María Aznar apoyaba sin condiciones la intervención estadounidense en Irak. Por parte marroquí, se jugaba la baza de su condición de país musulmán que se oponía al fundamentalismo islámico en un área tan inestable como el Magreb. En el verano de 2002, unos gendarmes marroquíes ocupaban un islote de dudosa soberanía a ocho kilómetros del enclave de Ceuta llamado por los españoles «Perejil» y «Laila» por los marroquíes. Dos semanas después, los ocupantes alauitas, gendarmes en principio, infantes de marina después, eran expulsados a través de la frontera de dicha plaza de soberanía española tras un asalto de las fuerzas especiales del ejército de tierra español. Analicémoslo desde el punto de vista español y de la utilidad de la alianza norteamericana. Marruecos ocupó el islote sorprendiendo al gobierno español. ¿Lo sabían los EE UU? Si no lo sabían, es que no controlan tan bien a Marruecos como algunos creen —y esto también rige para los servicios de inteligencia españoles—; y, si lo sabían, lo cierto es que no avisaron a los españoles. España y Marruecos pidieron apoyos internaciones. España los obtuvo explícitamente de la presidencia de turno de la Unión Europa —Dinamarca— y de países como Italia y Rusia que tenían motivos particulares para hacerlo. Marruecos obtuvo el apoyo implícito de Francia. Los EE UU declararon que no querían ver como dos de sus países amigos se peleaban y no se posicionaron abiertamente, lo que conllevaba el no tomar partido por España. Los marroquíes se negaron a irse de Perejil tras las públicas peticiones españolas. Es decir, si los EE UU hicieron gestiones en la crisis —Colin Powell9 declaró tiempo después su fastidio por tener que dedicar tres días de su agenda a un conflicto estúpido—, no sirvieron para los intereses españoles. Los marroquíes fueron neutralizados por boinas verdes de las Compañias de Operaciones Especiales. Para esta acción no contaron con ningún apoyo de tropas norteamericanas, por lo que a ellas se les debe en exclusividad el haber finalizado la crisis. La situación del islote quedó en statu quo, por lo que España, a efectos legales, no ha reafirmado su soberanía, sólo se la ha negado a Marruecos. ¿Por qué Marruecos no contraatacó? Según algunas versiones, porque los EE UU le manifestaron a Mohamed VI que apoyarían incondicionalmente a España. Según otra, el hecho de que España exhibiera su muy superior poderío militar —por poner un dato, contaba con seis submarinos frente a ninguno alauí— fue lo que desanimó a Marruecos a emprender un conflicto que no podía ganar bélicamente. Recordemos cómo luego se confirmó que durante el asalto estaban armados cuatro cazabombarderos F-1810, dos en misión de superioridad aérea y otros dos en bombardeo, con el objetivo de dar una rápida y contundente A efectos del artículo 5, se considerará ataque armado contra una o varias de las Partes, el que se produzca: * Contra el territorio de cualquiera de las Partes en Europa o en América del Norte, contra los departamentos franceses de Argelia (3), contra el territorio de Turquía o contra las islas bajo la jurisdicción de cualquiera de las Partes en la zona del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer. Tratado del Atlántico Norte. En <http://www.nato.int/docu/other/sp/treaty-sp.htm> 9 Colin Powell, nacido en Nueva York (EE.UU) en 1937, fue Jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU de 1989 a 1993 y Secretario de Estado de los EEUU desde 2001 hasta 2005. Extraído de Enciclopedia Británica <http://www.britannica.com/> y elaboración propia. 10 Comprados directamente a través del programa FACA a los EE.UU durante los años 80 del siglo XX por lo que no tenían restricciones de uso al no ser procedentes de una cesión. Isagogé, 5 (2008) 19 respuesta ante cualquier reacción. Marruecos disponía sólo de un puñado de Mirage F 1 y F 5, muy inferiores tecnológicamente. ENFRIAMIENTO DE LAS RELACIONES: GOBIERNO DE RODRÍGUEZ ZAPATERO El alto grado de sintonía personal alcanzado entre el presidente de EE UU George Bush Jr. y el presidente de gobierno español José María Aznar no se repetiría con su sucesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Éste ya había disgustado a los estadounidenses cuando, al estar presente como líder de la oposición en el desfile del día de la Fiesta Nacional del 12 de octubre 2003, no se levantó al paso de la bandera de los EE UU que portaban unos marines como fuerza extranjera invitada11. Después, tras la toma de posesión de 2004, el nuevo gobierno español cumplió su promesa electoral de retirar las tropas españolas desplegadas en Irak en apoyo del contingente estadounidense, lo que se interpretó como la primera brecha en la coalición internacional12. Desde algunos medios de análisis estratégicos conservadores como GEES, se apuntó de inmediato que esto acarrearía una debilidad en caso de conflicto con Marruecos al deteriorarse las relaciones con los EE UU13. Lo cierto es que el alejamiento diplomático entre España y los EE UU ha sido una realidad en los últimos años, sin que haya habido una crisis con Marruecos que haya podido testar hasta qué punto eso ha podido ser lesivo para España en el aspecto que nos ocupa. CONCLUSIÓN Provocar enemistades con los EE UU no parece que sea una política sensata, pero hasta el momento los EE UU no han manifestado ninguna tendencia a ayudar a España frente a Marruecos, si esto no contribuye a sus intereses, pues los acuerdos bilaterales no les obligan a ello ni tampoco el tratado de la OTAN. Es, pues, necesario que España tenga en cuenta esta circunstancia en sus relaciones geopolíticas con Marruecos con el objeto de no confiar en una ayuda que, en el mejor de los casos, solo será de utilidad real cuando nuestros intereses coincidan con los norteamericanos. BIBLIOGRAFÍA AGUILAR OLIVENCIA, M. (1999): El ejército español durante el franquismo. Un juicio desde dentro, Akal. DIEGO AGUIRRE, J. R. (2003): La última guerra colonial de España. Ifni-Sáhara —19571958—, Algazara. PRESTON, P. (2002): Franco. «Caudillo de España», Grijalbo. SEGURA VALERO, G. (2006): Ifni: La guerra que silenció Franco-50 años de aniversario de nuestro abandono, Martínez Roca. TUSELL, J. y GARCÍA QUEIPO DE LLANO, G. (1993): Carrero. La eminencia gris del régimen de Franco, Temas de Hoy. VIÑAS, A. (2003): En las garras del Águila: Los pactos con Estados Unidos de Francisco Franco a Felipe González (1945-1995), Crítica 11 ABC, 13-X-2003. El Mundo del siglo XXI, 21-V-2004. 13 C. RUIZ (2004): La conveniencia de repensar el giro de nuestra política exterior, Grupo de Estudios Estratégicos, <http://www.gees.org/articulo/517/>. 12 20 Isagogé, 5 (2008)