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Lesiones Talámicas en Pediatría:
Características en Neuroimagen y Diagnóstico Diferencial
Núria Mayolas, Susana Gispert, Élida Vázquez,
Amparo Castellote, Joaquim Piqueras y Javier Lucaya
S. Radiología pediátrica, Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d´Hebron
y Institut de Diagnòstic per la Imatge (IDI).
Recordatorio Anatómico
del Tálamo y de sus Principales Conexiones
1. Relaciones anatómicas
Los tálamos son dos masas nucleares, de forma ovoide (4 cm. aprox.), con un eje
longitudinal ligeramente inclinado hacia abajo y dorsal. Están dispuestos de forma
simétrica, incluidos en la sustancia blanca cerebral y contribuyen a las paredes
laterales del III ventrículo. Cada tálamo tiene 2 extremos y 4 superficies.
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a
b
c
Figura 1. Anatomía y relaciones normales del tálamo. Esquema sagital (a), Imagen coronal de corte
anatómico con la localización de ambos núcleos talámicos (b), y Relaciones del diencéfalo (c).
El extremo anterior forma el límite posterior del agujero interventricular
homolateral. Su superficie superior ligeramente elevada forma el tubérculo anterior
del tálamo.
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El extremo posterior se proyecta hacia atrás constituyendo el núcleo pulvinar de
forma redondeada sobre el tubérculo cuadrigémino superior y la habénula
homolaterales.
La superficie superior está separada de la medial por una banda blanca más
delgada, la estría medular del tálamo y de la superficie talámica lateral y del cuerpo
del núcleo caudado por la estría terminal y la vena talamoestriada. Posee una fina
cobertura de sustancia blanca, el estrato zonal.
La superficie inferior está situada principalmente sobre la calota del mesencéfalo,
que a menudo se denomina región tegmental subtalámica, y que contiene los
núcleos subtalámicos, los extremos superiores (craneales) de los núcleos rojos y la
sustancia negra, la zona incierta, el asa lenticular y el asa peduncular. Al tálamo
llegan múltiples vía y fascículos, incluyendo los lemniscos medial, espinal, y
trigeminal, y los tractos rubrotalámico, reticulotalámico, dentadotalámico
(cerebelotalámico) a través de su superficie. Anteriormente, está en contacto con la
parte posterior del hipotálamo.
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La superficie medial forma las porciones superior y posterior de la pared lateral
del III ventrículo. Está separada del hipotálamo por el surco hipotalámico, curvado
y a menudo prácticamente indefinido, que se extiende desde el agujero
interventricular al acueducto cerebral (mesencefálico). Las superficies mediales se
unen gracias a una banda (o bandas): la comisura gris intertalámica (masa
intermedia).
La superficie lateral está separada del núcleo lenticular por el brazo posterior de
la cápsula interna. Múltiples fibras, las radiaciones talámicas, se desprenden de la
superficie en dirección a la corteza cerebral. Estas fibras forman la lámina medular
externa, cubierta en su superficie externa por una capa tenue de células nerviosas,
el núcleo reticular talámico.
2. Núcleos talámicos
Cada tálamo consta principalmente de sustancia gris, incompletamente subdividida
en grupos de núcleos anterior, medial y lateral por un septo casi vertical de
sustancia blanca, la lámina medular interna, que contiene pequeños grupos de
células, los núcleos intralaminares. El septo se divide anteriormente en forma de
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b
a
Figura 2(a-b). Anatomía; núcleos del tálamo: Superfice talámica (a), corte unilateral coronal (b).
'Y' para delimitar los núcleos talámicos anteriores, el menor de los tres grupos.
Los núcleos talámicos mediales (éstos y los núcleos anteriores constituyen el
paleotálamo de mayor antigüedad) incluyen los núcleos medianos, o de la línea
media, es decir, el paraventricular, romboidal y reuniens.
Los núcleos talámicos laterales, que han evolucionado posteriormente, han
adquirido una importancia creciente, constituyen el grupo mayor de los núcleos
talámicos: el neotálamo.
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Los tálamos están conectados con la mayoría de las otras partes del sistema
nervioso central y, en consecuencia, desempeñan una función fundamental en
múltiples actividades neurológicas.
3. Relaciones talamocorticales
Todas las vía que transportan información desde la periferia o el tronco del
encéfalo hacia el neocórtex establecen sinapsis en los núcleos del tálamo dorsal.
Estos núcleos pueden dividirse en dos grupos en función de su estructura,
conexiones y función.
Núcleos inespecíficos. El primer grupo incluye los núcleos de la línea media
(mediales) y los núcleos intralaminares y la porción medial del núcleo ventral
anterior. Estos núcleos reciben impulsos ascendentes desde la formación reticular
mesencefálica y desde la medula espinal (tracto paleospinotalámico), e impulsos
descendentes desde la corteza cerebral. El núcleo reticular cubre la superficie
lateral del tálamo y se cree que las neuronas de este núcleo reciben impulsos de
colaterales de fibras talamocorticales y se proyectan retrógradamente hacia el
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tálamo, constituyendo una vía de retroactivación que regula la excitabilidad
talámica.
Núcleos específicos. El segundo grupo de núcleos se conoce como núcleos
específicos porque se proyecta a regiones limitadas de la corteza. Una serie de
núcleos específicos son los núcleos de relevo sensitivo. Los núcleos ventral
posterolateral (VPL) y ventral posteromedial (VPM) reciben sus impulsos desde
neuronas de relevo somatosensitivas a través del lemnisco medial, lemniscos
trigeminales y tracto neospinotalámico. Se proyectan hacia la corteza
somatosensitiva primaria y secundaria. El núcleo ventral posterointermedio (VPI)
recibe impulsos del sistema vestibular y se proyecta hacia el área vestibular en el
lóbulo parietal. En núcleo geniculado lateral recibe sus impulsos desde la cintilla
óptica y los proyecta hacia el área visual primaria del lóbulo occipital. La porción
principal del núcleo geniculado medial recibe impulsos de los núcleos de relevo
auditivos y se proyecta hacia el área auditiva primaria en la circunvolución
supratemporal transversa.
Un segundo grupo de núcleos específicos esta implicado en el control de la
actividad motora. Los núcleos ventral lateral (VL) y ventral intermedio (VI) y la
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porción lateral del núcleo ventral anterior (VA) reciben implulsos desde el cerebelo
y ganglios basales, respectivamente, y se proyectan hacia las áreas motoras
precentrales.
Los núcleos anterior dorsal (AD) y medial dorsal (MD) están específicamente
relacionados con el sistema límbico, que regula la actividad emocional y autónoma.
El núcleo anterior dorsal recibe impulsos del hipocampo con un relevo previo a
través del tracto mamilotalámico y proyectándose hacia la circunvolución del
cuerpo calloso. El núcleo medial dorsal recibe impulsos desde el hipocampo y
amígdala y los proyecta hacia el lóbulo frontal.
Los restantes núcleos específicos están relacionados con áreas de asociación de
la corteza implicadas en mecanismos de integración superior. Entre ellos se
encuentran los núcleos lateral dorsal (LD) y lateral posterior (LP) y el complejo
pulvinar. La porción medial, magnocelular del núcleo geniculado medial, que recibe
amplios impulsos convergentes de muchos sistemas aferentes, probablemente
pueda incluirse en este grupo.
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Conexiones corticales. Además de recibir el impulso ascendente, todos los
núcleos talámicos reciben impulsos descendentes desde la corteza cerebral,
principalmente desde las regiones corticales hacia las que se proyectan. Estas
proyecciones descendentes sirven como sistema de autorregulación doble entre
cada área cortical y su núcleo de relevo talámico.
Figura 3. Anatomía y relaciones normales del tálamo: Relaciones con
cortex motor y sensitivo.
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No todos los núcleos del tálamo dorsal se proyectan hacia la corteza cerebral. Un
importante núcleo sin proyección cortical es el núcleo centromediano (CM) que se
comunica sólo con los ganglios basales.
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