Download y los virus "ECHO"
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] 11nw, 1957 ~ll<:NINCITJS Hematíes en millones por mm. 3 ASf:PTll>\ \GUIJA Y LOS VIRUS "J:Clln" 1 2 3 4 7,7 10,4 6,8 6,3 116 °/0 21,4 gr.% 18 gr.% °la Hemoglobina 148 Hematocrito 72% 61 Volumen sanguíneo y plasmático °lo normales füperplasia de la serie eritropoyética Medula ósea El resto de las exploraciones, tanto clínicas como de laboratorio, resultó normal. La extirpación de los tumores (histerectomía total, con rnlpingovariectomía bilateral) dió lugar a una mejoría progresiva d:o los síntomas aquejados por las enfermas y a la normalización más absoluta del cuadro hematológico. Los tumores extirpados fueron del tipo de los fibrcmiomas, sin características anatomopatológicas especiales; sólo el tumor del caso de Horwitz y Me. Kelway i mostró una vascularización muy abundante. Dichos autores son los únicos que intentan una explicación patogénica de esta rara asociación: la intensa vascularización del tumor en su caso, insinuaría la posible existencia de anastómosis arteriovenmas en el interior del mismo que originarían, secundariamente, la presentación de la eritrocitosis mencionada. El resto de los autores 2 · 1 • s no se refieren a la vascularización de los fibromiomas observados por ellos. Las líneas anteriores sugieren el siguiente aforismo: Ante cualquier poliglobulia ne catalogada y que ocurre en mu6 171 jeres debe procederse también, además del resto de las exploraciones necesarias, al examen del aparato genital. BIBLIOGRAFÍA l. P. FARRERAS-VALENTÍ. Enfermedades de la sangre y órganos hematopoyéticos. En A. PEDRO PoNS. Patología y Clínica !Vlédiras. Tomo V, lI ed. (en prensa), 19.57. 2. THOMPSON, A. P. Lance/. II: 759, 195:-l. :-i. HORWITZ, A. y w. P. Me KELWAY. JAlvJA. 1.)8: 1360. 19.).). 4., ENGEL. H. w. y K. SINGER. JAMA. l.)9: 190, l %5. ,). SINGMASTER, L. JAlVJA. 163: :l6, 19.)7. Meningitis aséptica aguda y los virus "ECHO" La investigación y el estudio sistemático de las afecciones víricas se ha simplificado hasta tal punto que es posible su aplicación a la clínica diaria en mu- 17:2 \IE1\!NGJTIS ,\SI':l"fJC\ \GUIJ\ chas centros hospitalarios acondicionados. Ello, lógicamente, tenía que conducir al descubrimiento de virus nuevos y al esclarecimiento de numerosos problemas relacionados con las enfermedades víricas ya conocidas. Y así ha ocurrido en efecto, pues además de lograrse valiosas adquisiciones en el estudio de los virus de la poliomielitis, del grupo Coxsackie y otros ya conocidos, se han descubierto mediante los estudies sistemáticos citados, fundamentalmente dos grupos de virus nuevos: a) los llamados APC (adenc-faringo-con juntivales), relacionados con la enfermedad respiratoria aguda, la fiebre faringoconjuntival, la queratoconjuntivitis epidémica y, posiblemente, otras enfermedades, y b) los virus ECHO (((enteric cythopathogenic human orphansJJ), hasta hace muy poco no relacionados con ninguna enfermedad determinada, y considerados como apatógenos en la mayoría de los casos. Los virus ECHO han sido descubiertos al extenderse la práctica de los cultivos de tejidos en las investigaciones sobre la poliomielitis, habiéndose aislado en numerosas ocasiones de las heces de niños afectos de meningitis aséptica, pero también de niños normales. Se han distinguido 13 tipos antigénicos. Durante el verano, estos virus entéricos están muy difundidos entre los individuos normales, por lo que ha Eido difícil establecer una relación causal de los mismos con una determinada enfermedad 1 . El síndrome de la meningitis aséptica aguda podemos describirlo, con Steigman 2 , de la siguiente manera: En el curso de uno o dos días. a un niño y menos veces un adulto, que antes estaba sano se le presentan fiebre, náuseas o vómitos; puede estar irritable. pero no está desasosegado: prefiere permanecer quieto en la cama y si está levantado se queja de dolor en el cuello y en la espalda. Cuando se le explora se observa que tiene rigidez de nuca y de la columna vertebral, pero los reflejos no son anormales ni Y LOS VIHUS .. f-Ll/U .. Vol. I faltan, ni se encuentran signos neurológicos de localización; no hay signos patognomónicas, como la parotiditis de las paperas, la paresia de la poliomielitis o la ictericia que acompaña a la leptospirosis o a la mononucleosis infecciosa. La fórmula leucocitaria es prácticamente normal. El examen de líquido cefalorraquídeo revela de 30 a 3.000 células por milímetro cúbico, predominantemente linfocitos; con el examen directo del mismo no se encuentran bacterias y la glucorraquia es normal o ligeramente elevada. Este cuadro clínico de meningitis a líquido claro, pero sin signos patognomónicas ni de laboratorio, tiene diversas causas, y entre ellas, la mayoría son infecciosas. Las más frecuentes parecen ser la poliomielitis no paralítica y las paperas no glandulares. Existen otras causas infecciosas menos frecuentes, como son los virus del grupo Coxsackie (tipos A9 y B 1-5), la leptospirosis sin hepatitis ni nefritis, el virus de la coriomeningitis linfocitaria, la encefalitis por artrópodos (casos leves), y herpes simple sin erupción ni estomatitis. Entre estas etiologías infecciosas se pueden incluir, además, los virus del grupo ECHO, según se desprende de las líneas que siguen. Da vis y Melnick ·º publicaron 24 casos de meningitis aséptica aguda en los cuales aislaron el virus ECHO, tipo 6. Svedmyr 4 refiere hallazgos parecidos, habiendo aislado dicho virus algunas veces del líquido cefalorraquídeo. Rhode~ s también aisló tres cepas del líquido cefalorraquídeo. Karzon y col. r, refieren un estudio clínico y de laboratorio muy detallado acerca de una epidemia de meningitis aséptica observada en EE. UU. y ocasionada al parecer, pcr el tipo 6 de los virus ECHO. Clínicamente el cuadro no puede diferenciarse del descrito anteriormente, pero el hecho de aislar con facilidad de muchos enfermos afectos de meningitis aséptica dicho virus; el que en la etiología de dicha enfermedad se eles- funw, !'157 173 lJJSFUNC:HÍN HEJ',\TICA carte la poliomielitis, las paperas y el Coxsackie; los datos epidemiológicos; la aparición de anticuerpos neutralizantes contra el virus ECHO 6; la demostración del virus en el líquido cefalorraquídeo de algunos pacientes y el que el tipo 6 se aisle pocas veces en la gente normal (! entre 212 virus entéricos en un estudio longitudinal :i), apoyan la idea de una relación causal entre dicho virus y el cuadro de la meningitis aséptica mencionada. Por si estas publicaciones no bastaran, Garnett y col. 7 refieren más recientemente una epidemia de meningitis aséptica en Inglaterra que afectó más de 140 personas, la mayoría niños, en la cual se aisló en varias ocasiones el virus ECHO tipo 9. El cuadro clínico estaba constituído principalmente por fiebre, cefalalgia. náuseas y vómitos, dolor en el cuello y espalda. facies enrojecida, fotofobia y en un 25 por ciento de los casos (la mayoría de ellos niños) una erupción macular de tipo rubeoliforme. En el l. c. r. hubo pleocitosis inicialmente a expensas de polinucleares y luego linfocitos. La curación siempre fué rápida y total. De todos los casos observados, sólo se pudieron hospitalizar once. En seis de ellos se aisló el virus referido de sus heces; en cuatro entre diez del lavado de garganta y en cinco entre nueve, del líquido cefalorraquídeo 8 . Rotem 9 refiere sus observaciones sobre l 00 casos de meningitis aséptica observados entre julio y noviembre de 1956 en el Leicester Isolation Hospital. que también presentaron en algunas ocasiones el mencionado rash rubeoliforme. En varios casos se pudo aislar de las heces, líquido cefalorraquídeo y lavados faríngeos. el tipo 9 de virus ECHO. Todas estas observaciones sugieren que pueden incorporarse los virus del grupo ECHO. concretamente los tipos antígénicos 6 y 9, entre los agentes causales de la meningitis aséptica aguda. Es cierto que nos falta mucho por conocer sobre dicho grupo vírico, pero es innegable que pocas dudas pueden oponerse a la sugerencia anterior. BIBLIOGRAFÍA l. 2. 3. :J.. :i. 6. 1. 8. Comitlec on the "ECHCh viruses. Enteric cythopathogenic orphan (Echo) viruses. STEIGMAN, A. J. Pediatrics Clinics of North A me rica. F ehr. 47. 19.5.í. DA vrs, D. C. y J. L. MELNICK. Proc. Soc. Exp. Biol. M ed. 92: 8.)9, 1956. SVED!HYR, A. Ann. N. Y. Acad. Sci. 1956, citado por DA VIS ( 3 J. RHODES, A. J. Ann. ln1. Med. 4;): 106, 19:i6. KARZON, D. T .• A. L. BARRON, w. WINKELSTE!N y S. (OHEN. JA/VJA. 162: 129c1, 1956. GARNETT. D. C., A. BuRLINGHAM v D. VAN ZWANEN BEHG. Lance t. J: :iüü, l 9.íi BorssAHD. G. P. B., L J. STOKES, A. D. NlACHAE y F. 0. MAC CALLUM. Lancet. ] : .)00. 1957. 9. RoTEl\l, CH. E. Lancet. I: .}02. 1957. Disfunción hepática constitucional y síndrome de Dubin-Johnson En algunas publicaciones recientes destaca el interés actu'll de dos enfermedades: la disfunción hepátic'l familiar descrita por Gilbert, y el síndrome no tan benigno descrito después por Dubin y Johnson 2 . El primero se conoce desde principios de siglo, publicándose después una gran variedad de casos. Alguno de estos casos se ha dicho que realmente deberían ser ictericias hemolíticas ligeras. Luego, se ha ido delimitando mejor la sintomatología hasta la descripción como una entidad clínica muy concreta que se caracteriza por hiperbilirrubinemia, y que desde un punto de vista clínico se caracteriza por ictericia permanente o intermitente, y generalmente familiar. No presenta apenas otros síntomas que astenia influída seguramente, según Gilbert McMahon 4 , por factores psicógenos secundarios a la