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8 Estreñimiento Fermín Mearin, Agustín Balboa, Miguel A. Montoro Instituto de Trastornos Funcionales y Motores Digestivos Servicio de Aparato Digestivo. Centro Médico Teknon. Barcelona Unidad de Gastroenterología del Hospital de San Jorge. Huesca Introducción El estreñimiento constituye un motivo muy frecuente de consulta entre los pacientes que acuden a centros de Atención Primaria. Aunque la mayoría de estos enfermos pueden ser tratados eficazmente por el médico de familia, algunos son derivados a servicios de Gastroenterología para recibir una atención especializada. Discernir qué tipo de pacientes será subsidiario de pruebas complementarias específicas, es una decisión importante que requiere de un juicio clínico bien ponderado. Éste debe de sustentarse en el conocimiento de las claves que proporciona la historia, el examen físico y algunas pruebas analíticas elementales. El objetivo del presente capítulo es proporcionar al lector los recursos necesarios para establecer un diagnóstico clínico eficiente y el modo en que estos pacientes pueden ser tratados de una manera coste-efectiva. Definiciones y nomenclatura Para las sociedades occidentales, los límites normales del ritmo deposicional oscilan entre tres deposiciones diarias como máximo y tres deposiciones semanales como mínimo. Debe hacerse notar que estas frecuencias consideradas “normales” se hicieron públicas para atenuar la preocupación, a menudo obsesiva, de las sociedades occidentales por los hábitos defecatorios. Sin embargo, aunque el médico suele centrar su atención en la frecuencia del ritmo deposicional, los resultados de una encuesta realizada sobre población general demuestran que este síntoma tiene significados diversos para las personas1. Así, el 52% entiende por estreñimiento la necesidad de un esfuerzo defecatorio excesivo o desproporcionado; un 44% considera que padece estreñimiento cuando exterioriza heces duras y de escaso volumen y un 34%, cuando no Objetivos de este capítulo ❱❱ Describir los tipos de estreñimiento y proporcionar las claves para una evaluación diagnóstica coste-efectiva. ❱❱ Conocer los recursos terapéuticos disponibles para el tratamiento del estreñimiento crónico funcional y las bases para un uso racional de los mismos. ❱❱ Describir someramente las complicaciones asociadas al estreñimiento y su pronóstico. 1. Longstreth GF, Thompson WG, Chey WD, Houghton LA, Mearin F, Spiller RC. Functional Bowel Disorders. Gastroenterology 2006;130: 1480-91. 2. Bharucha AE, Wald A, Enck P, Rao S. Functional anorectal disorders. Gastroenterology 2006;130:1510-8. 3. Ford AC, Suares NC. Effect of laxatives and pharmacological therapies in chronic idiopathicconstipation: systematic review and metaanalysis. Gut 2011;60:209-18. REFERENCIAS CLAVE consigue evacuar, a pesar de experimentar el deseo consciente de la defecación. Solo el 32% de la población define el estreñimiento como una baja frecuencia en el ritmo deposicional. Otras acepciones incluyen la sensación de evacuación incompleta o la simple ausencia de deseo por la defecación (tabla 1). Por lo tanto, desde la perspectiva global del médico y del paciente, una función defecatoria saludable es aquella en la que la persona realiza, S Í N T O M A S G A S T R O I N T E S T I N A L E S F R E C U E N T E S 147 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes TABLA 1. Distintas acepciones del estreñimiento para el paciente 1 litar la expulsión (extracción digital o compresión del suelo pélvico), o evacúa menos de tres veces por semana (tabla 2)2. ❱❱ Esfuerzo y/o dificultad excesivos para expulsar el Estreñimiento funcional ❱❱ Heces de menor volumen y consistencia dura. ❱❱ Deseo de defecar sin conseguirlo. ❱❱ Disminución en la frecuencia de las Los pacientes con un cuadro de estreñimiento que no puede ser atribuido a una patología orgánica reconocible o al efecto de un fármaco —estreñimiento secundario— se considera que padecen un trastorno primario o funcional de la función defecatoria. Como en cualquier trastorno funcional se trata de pacientes con un cortejo sintomático generalmente de curso crónico y recidivante que no puede ser atribuido a una alteración estructural o bioquímica. De acuerdo con los criterios de Roma III, la definición de estreñimiento funcional precisa que el paciente haya presentado en los últimos 3 meses y con un inicio de los síntomas al menos 6 meses antes del diagnóstico, dos o más de los síntomas asociados al estreñimiento expuestos con anterioridad (tabla 2). Además, las heces líquidas deben ser infrecuentes si no hay consumo de laxantes y el paciente no debe reunir criterios de síndrome del intestino irritable (SII) (no debe tener dolor abdominal relacionado con la deposición)2. contenido fecal. deposiciones. ❱❱ Sensación de evacuación incompleta. ❱❱ Ausencia de deseo de defecar. al menos tres evacuaciones por semana, es indolora y se realiza sin un esfuerzo excesivo. Además el individuo debe alcanzar una sensación de desocupación completa del recto. Los criterios de Roma III han permitido conciliar la dispersión de criterios y acepciones, incorporando términos cuantitativos y cualitativos. Estreñimiento Según los criterios de Roma III se considera que un paciente sufre estreñimiento cuando en más del 25% de las deposiciones, presenta dos o más de los siguientes síntomas: precisa de un esfuerzo excesivo, presenta heces duras o caprinas, no logra una sensación confortable de desocupación rectal, tiene sensación de obstrucción en el área anorrectal, utiliza maniobras manuales para faci- Epidemiología La prevalencia de estreñimiento entre la población general oscila entre un 2% y un 28% según las fuentes consultadas3-6. Este amplio rango de variabilidad refleja, en gran medida, la diversidad de acepciones y definiciones de este síntoma (véase TABLA 2. Criterios de Roma III para el diagnóstico de estreñimiento 2 ❱❱ 1. Debe reunir dos o más de los siguientes síntomas: • Esfuerzo defecatorio en más del 25% de las deposiciones. • Heces duras o caprinas en más del 25% de las deposiciones. • Sensación de evacuación incompleta en más del 25% de las deposiciones. • Sensación de obstrucción anorrectal en más del 25% de las deposiciones. • Necesidad de maniobras manuales para facilitar la defecación en más del 25% de las deposiciones • Menos de tres deposiciones por semana. ❱❱ 2. Heces líquidas infrecuentes si no hay uso de laxantes. ❱❱ 3. No debe reunir criterios para síndrome del intestino irritable. Estos criterios deben cumplirse en los últimos 3 meses, con inicio de los síntomas al menos 6 meses antes del diagnóstico. 148 8. Estreñimiento más arriba). El estreñimiento es más frecuente en las clases sociales más bajas7. Durante la infancia es más frecuente en los niños, pero en la edad adulta afecta más al sexo femenino que al masculino, en una relación aproximada de 3:1. Por encima de los 65 años, la prevalencia aumenta en ambos sexos, de forma que un 34% de las mujeres y un 26% de los varones se autodefinen como estreñidos. Estas cifras aumentan en personas ancianas hospitalizadas o en instituciones geriátricas7. Calidad de vida La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se ve notablemente deteriorada en los pacientes con estreñimiento funcional8. Su carácter crónico y recurrente y el disconfort propiciado por los síntomas referidos repercuten de manera clara y evidente sobre el bienestar psicológico9. Este hecho es más significativo entre los pacientes que muestran un tiempo de tránsito colónico normal (véase más adelante). En un estudio realizado sobre una población en la que se detectó una prevalencia de estreñimiento funcional del 7,8%, el estreñimiento llegó a afectar a la función mental en mayor medida que otros trastornos funcionales como la pirosis funcional, la dispepsia funcional y el SII10. Recientemente se ha validado en nuestro país un cuestionario específico de CVRS para pacientes con estreñimiento, una herramienta muy útil si queremos valorar por ejemplo el impacto de un tratamiento11. Repercusiones económicas Aunque solo una minoría de los pacientes con estreñimiento llega a consultar con el médico (1,2%), solo en los EE.UU., esta cifra representa más de 2,5 millones de consultas facultativas anuales. Un 4% de estas personas (100.000/año) son derivadas a un medio especializado. El impacto económico de este problema viene condicionado por tres hechos: 1) el coste de los laxantes, que en los EE.UU. representa entre 350-400 millones de dólares, solo en productos dispensados sin receta médica; 2) el coste de las exploraciones complementarias. Por ejemplo, la colonoscopia, una exploración frecuentemente indicada para excluir una dolencia orgánica, implica un gasto aproximado de 150 € en nuestro país. Por lo tanto, es una grave responsabilidad del clínico determinar qué pacientes deben ser o no tributarios de una atención especializada. 3) Un tercer aspecto a considerar es el gasto imputable a las complicaciones, a menudo graves, asociadas al estreñimiento. En los niños, las infecciones urinarias, la enuresis nocturna y el reflujo vesicoureteral; en los ancianos, la úlcera estercorácea, el prolapso rectal, la incontinencia y el vólvulo con isquemia. Muchos de estos problemas constituyen un factor determinante del traslado de pacientes de edad avanzada, desde sus hogares hasta instituciones cerradas, lo que también grava los costes sanitarios12,13. Tipos de estreñimiento El tipo más frecuente de estreñimiento es el denominado estreñimiento crónico simple o “constipación idiopática”. Existen, sin embargo, otras causas de estreñimiento condicionadas por la presencia de alteraciones orgánicas o por un trastorno “secundario” de la función motora, cuyo origen puede relacionarse con el consumo de determinados fármacos o con la presencia de enfermedades sistémicas de naturaleza endocrinometabólica, neurógena o neuromuscular (tabla 3). Es importante discernir la presencia de cualquiera de estas afecciones, dado que su identificación y tratamiento ayudan a corregir el trastorno, evitando con ello incomodidad a los pacientes, pruebas complementarias superfluas y un coste inapropiado para las administraciones sanitarias13. Estreñimiento secundario a una dolencia orgánica gastrointestinal ❱❱ Enfermedad del tracto digestivo superior: algunas circunstancias como la acalasia, la estenosis pilórica y las neoplasias, pueden provocar estreñimiento relacionado con un menor grado de vaciamiento del alimento (figura 1). ❱❱ Enfermedades que causan obstrucción del colon: la obstrucción de la luz intestinal determina la aparición de un estreñimiento, generalmente asociado a otros síntomas de cierre abdominal. Deben distinguirse las causas extraluminales de las intraluminales. Entre las primeras cabe citar algunas que pueden resolverse con tratamiento conservador (hernias reductibles, bridas, vólvulos) y otras que requieren una resolución quirúrgica (compresión extrínseca por tumores o mesenteritis retráctil). Respecto a las causas intraluminales, la mayoría de ellas obedecen a tumores o a procesos de naturaleza isquémica o inflamatoria que ocluyen la luz durante la fase 149 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes TABLA 3. Causas secundarias de estreñimiento debidas a alteraciones de la función neuromuscular ❱❱ Enfermedades endocrinometabólicas: ❱❱ ❱❱ ❱❱ • Diabetes mellitus: acidosis, neuropatía. • Hipotiroidismo. • Uremia. • Hipercalcemia. • Porfiria. • Feocromocitoma. • Glucagonoma. • Panhipopituitarismo. • Intoxicación por plomo. Causas neurógenas: – Enfermedades que afectan al sistema nervioso entérico. • Enfermedad de Hirschsprung. • Hipoganglionosis. • Hiperganglionosis (displasia neuronal intestinal). • Ganglioneuromatosis. • Enfermedad de Chagas. • Neuropatía visceral paraneoplásica (Ca de pulmón, tumor carcinoide). – Trastornos que comprometen a la inervación extrínseca del colon. • Traumatismos medulares. • Mielomeningocele sacro. • Tabes dorsal. • Esclerosis múltiple. • Tumores. – Enfermedades que afectan al cerebro. • Demencia. • Accidentes vasculares cerebrales. • Esclerosis múltiple. • Enfermedad de Parkinson. • Neoplasias. – Trastornos psiquiátricos. • Depresión. • Psicosis. • Anorexia nerviosa Enfermedades que afectan al músculo liso intestinal: • Miopatías congénitas o adquiridas que originan pseudoobstrucción intestinal. • Miopatía hereditaria del esfínter anal interno. • Esclerosis sistémica progresiva. • Amiloidosis. • Distrofias musculares (por ej.: distrofia miotónica). Fármacos (véase tabla 5). 150 cicatricial: diverticulitis, colitis isquémica o enfermedad inflamatoria. ❱❱ Alteraciones anorrectales: determinadas patologías que afectan al anorrecto como fisuras, hemorroides, fístulas o tumores pueden favorecer la aparición o agravamiento de un estreñimiento, al provocar una hipertonía del esfínter anal. Estreñimiento secundario a enfermedades que alteran la función motora del colon ❱❱ Trastornos endocrinometabólicos: algunos trastornos metabólicos van acompañados de estreñimiento (tabla 3). Los más frecuentes son el hipotiroidismo y la diabetes mellitus. El hipotiroidismo provoca un trastorno motor que enlentece el ritmo eléctrico básico intestinal14. En la mayoría de los casos, éste se corrige al restituir la función tiroidea a la normalidad. La diabetes también puede provocar estreñimiento. De hecho, un 60% de los pacientes diabéticos muestran formas leves o moderadas de estreñimiento. El trastorno puede llegar a ser grave en los casos que cursan con neuropatía autónoma15. Dentro de este apartado debe considerarse igualmente la hipercalcemia que acompaña al hiperparatiroidismo, la sarcoidosis o el cáncer (hipercalcemia paraneoplásica). ❱❱ Enfermedades neurógenas: la actividad motora del colon depende de una adecuada coordinación de distintos sistemas que incluyen la inervación extrínseca (simpática y parasimpática) y el propio sistema nervioso entérico. Una disregulación de estos sistemas puede conducir a estados de constipación, bien por alteraciones del sistema nervioso central o del sistema nervioso periférico (tabla 3). ❱❱ Alteraciones del sistema nervioso entérico: el ejemplo más representativo de este trastorno es la enfermedad de Hirschsprung, caracterizada por una ausencia de células ganglionares intramurales, tanto en la submucosa como en el plexo mientérico. Este defecto anatómico determina un fallo en la relajación del esfínter interno del ano, en respuesta a la distensión rectal, y una dilatación progresiva del colon proximal. El diagnóstico viene sugerido por la manometría anorrectal al demostrar la ausencia del reflejo rectoanal inhibitorio, y se confirma mediante biopsia rectal. Aunque la mayoría de los casos 8. Estreñimiento TABLA 4. Factores que explican la aparición de estreñimiento en la enfermedad de Parkinson ❱❱ Inactividad física. ❱❱ Disminución del nº de neuronas que contienen dopamina en el plexo mientérico. ❱❱ Hipomotilidad secundaria al efecto anticolinérgico de las drogas antiparkinsonianas. ❱❱ Fallo en la relajación del músculo estriado del suelo pélvico. La enfermedad de Parkinson, puede provocar estreñimiento de origen multifactorial16 (tabla 4). A su vez, la esclerosis múltiple, que puede afectar tanto al cerebro como a la médula, conduce a situaciones de constipación. Figura 1. Algunos casos de estreñimiento están condicionados por un menor vaciado del alimento al intestino. La imagen corresponde a un esófago tortuosamente dilatado en un paciente con acalasia. se descubren en los seis primeros meses de vida, algunos pacientes son descubiertos en edades más avanzadas, al estudiar un estreñimiento crónico inveterado. ❱❱ Enfermedades que afectan a la inervación extrínseca del colon: en este apartado se incluyen básicamente los traumatismos que provocan lesiones medulares, sobre todo los que inciden sobre los segmentos sacros de la médula. Debe considerarse que la integración neural, tanto del control esfinteriano, como de la actividad propulsora del recto-sigma, se localiza fundamentalmente en el nivel D5-S3. Una grave lesión medular a este nivel conduce a un estado de constipación grave asociada tanto a un estado de hipomotilidad, como a un descenso del tono y sensibilidad del recto. Otros trastornos que alteran la inervación extrínseca incluyen el mielomeningocele sacro, la tabes dorsal, la esclerosis múltiple y los tumores. ❱❱ Enfermedades del sistema nervioso central: los accidentes vasculares cerebrales, las neoplasias que afectan al cerebro y la demencia senil pueden alterar la percepción visceral o deteriorar la atención sobre el hábito regular de la defecación, abocando a estados de estreñimiento. ❱❱ Enfermedades psiquiátricas: en la depresión, la constipación puede ser una manifestación somática del trastorno afectivo o una consecuencia del efecto anticolinérgico de los antidepresivos. En una mujer joven con signos de adelgazamiento, el estreñimiento obliga a considerar la anorexia nerviosa en el diagnóstico diferencial. Finalmente, la constipación puede ser el primer motivo de consulta de un cuadro psicótico. Enfermedades que alteran la musculatura lisa intestinal Algunas enfermedades pueden producir estreñimiento al alterar el músculo liso de la pared intestinal. Entre ellas deben citarse las miopatías congénitas o adquiridas que provocan cuadros de pseudoobstrucción intestinal, la miopatía hereditaria del esfínter anal interno, la esclerosis sistémica progresiva, en la que el músculo liso es sustituido por tejido fibroso y las distrofias musculares (incluyendo la distrofia miotónica), en las que puede existir afectación concomitante del músculo liso y estriado17. Fármacos Se ha descrito una amplia miscelánea de fármacos causantes de estreñimiento. Entre ellos cabe destacar la utilización de opiáceos, frecuentes en el control del dolor crónico de pacientes oncológicos y los medicamentos con propiedades anticolinérgicas. Entre ellos, los antidepresivos tricíclicos, antiespasmódicos, fenotiacinas, utilizadas como agentes 151 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes TABLA 5. Medicaciones de uso frecuente que pueden afectar a la función colónica y causar estreñimiento* Grupo farmacológico Indicaciones comunes Antiácidos Alivio del ardor y la pirosis Ejemplos Fórmulas con aluminio Bismuto Terapia anti-Helicobacter pylori Subsalicilato de bismuto Ranitidina-bismuto Anticolinérgicos Alivio de los síntomas del Parkinson, depresión, ansiedad y nerviosismo Diciclomina, amitriptilina, levodopa y carbodopa Anticonvulsivantes Antiepilépticos y trastornos vertiginosos Fenitoína, ácido valproico Antidepresivos Tratamiento de la depresión Amitriptilina, imipramina Antihipertensivos Control de la hipertensión Metildopa, clonidina Antipsicóticos Tratamiento de la esquizofrenia Haloperidol, risperidona Quelantes de las sales biliares Hipercolesterolemia Colestiramina, colestipol Calcioantagonistas Tratamiento de la angina y de la hipertensión Diltiazem, nifedipina, verapamilo Suplementos de calcio Osteopenia y osteoporosis Carbonato cálcico, fosfato cálcico Suplementos de hierro Anemia y deficiencias de hierro Sulfato ferroso Opiáceos Alivio del dolor oncológico Fármacos que contienen morfina o codeína * Adaptado de Harmful Effects of Medicine on the Adult Digestive System. National Digestive Diseases Information Clearinghouse and Evaluation and Treatment of Constipation. Scott Harris, MD. IFFGD Publication nº 118. 2004. neurolépticos y las drogas antimuscarínicas empleadas en el Parkinson. Los calcioantagonistas, los antiácidos que poseen aluminio en su composición y los recientemente incorporados antagonistas de los receptores de la serotonina, también deben ser considerados entre la lista de fármacos capaces de justificar la aparición de estreñimiento (tabla 5). Trastornos anorrectales o del suelo pélvico Se trata de problemas que afectan de forma selectiva a la región anorrectal o el suelo pélvico generando una seria dificultad para completar la evacuación. Estos incluyen el rectocele o prolapso rectal, más frecuente en mujeres con antecedentes de histerectomía, el síndrome del periné descendente (debilidad de los músculos del periné), igualmente frecuente en mujeres con antecedentes de traumas obstétricos y el síndrome de la úlcera solitaria del recto. Todos estos problemas se asocian a un esfuerzo defecatorio excesivo, proctostasia, y sensación de evacuación incompleta. Algunos de ellos pueden beneficiarse de un tratamiento quirúrgico. 152 Estreñimiento crónico idiopático (estreñimiento simple o primario) En la mayoría de los pacientes no logra identificarse una causa reconocible que explique los síntomas. Tales casos presentan un estreñimiento idiopático y su patogenia se relaciona con un trastorno primario de la motilidad colónica o anorrectal. Durante largo tiempo se ha estimado que las dietas pobres en fibra y la inactividad física ejercen una influencia determinante en la aparición de este trastorno. Sin embargo, no existen claras evidencias que sustenten estos postulados18-22. Algunos pacientes mejoran con el ejercicio físico y suplementos de fibra. Otros, sin embargo, no obtienen una mejoría consistente. La tabla 6 enumera los factores de riesgo tradicionalmente vinculados al estreñimiento crónico idiopático. Fisiopatología Desde un punto de vista fisiopatológico el estreñimiento primario puede categorizarse en cuatro subgrupos12. 8. Estreñimiento TABLA 6. Factores ambientales que han sido relacionados con la aparición de estreñimiento ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ ❱❱ Músculo puborrectal Recto Sexo femenino. Edad avanzada. Inactividad física. Ingesta baja en calorías. Ingesta deficitaria en fibra. Bajo nivel socioeconómico. Bajo nivel educativo. Consumo de fármacos (tabla 5). Depresión. Historia de abusos o maltratos físicos o psicológicos. ❱❱ Disfunción cólica o estreñimiento por tránsito lento. En este tipo se identifica una progresión lenta y defectuosa del contenido fecal desde el colon proximal hasta el colon distal y recto. Dentro de esta categoría se han descrito dos subtipos: a) Inercia cólica, propiamente dicha, cuya patogenia se relaciona con un descenso del número de ondas propulsivas de alta amplitud. Su ausencia determina un tiempo superior de permanencia del residuo fecal en el colon derecho. b) El segundo grupo está constituido por pacientes que presentan un incremento de la actividad motora descoordinada en el colon distal que, al oponer una resistencia al bolo fecal, favorece la retropropulsión de las heces. ❱❱ Obstrucción funcional distal. En esta categoría se incluyen un grupo heterogéneo de trastornos caracterizados por una disfunción anorrectal selectiva que provoca una dificultad para la eyección del bolo fecal. El más importante es la disinergia rectoesfinteriana o disfunción de los músculos del suelo pélvico. Básicamente consiste en una ausencia de la relajación o incluso contracción paradójica del músculo puborrectal y del esfínter externo durante la defecación (figura 2). Ello conduce a un esfuerzo defecatorio desproporcionado. Algunos pacientes presentan ambos trastornos (constipación de tránsito lento y obstrucción funcional distal). ❱❱ Percepción rectal anómala. Este subgrupo de pacientes no experimenta el deseo normal de la defecación porque cuando llegan las heces al recto no lo notan. En algunos casos, este fenó- Esfínter anal interno Canal anal Esfínter anal externo Figura 2. Anatomía de la región rectoesfinteriana y puborrectal. En la disinergia rectoesfinteriana el esfínter externo no se relaja durante el esfuerzo de la defecación, sino que se contrae, de forma paradójica, aumentando la presión. meno viene favorecido por el hecho de reprimir de forma voluntaria la defecación debido a condicionantes personales o de tipo social8. ❱❱ Disminución de la prensa abdominal. En algunos pacientes la expulsión de las heces se ve dificultada por la imposibilidad de aumentar la presión abdominal, y por ende la intrarrectal, durante la maniobra defecatoria. Este es el caso de los enfermos con lesiones medulares altas, con miopatías, o personas de edad avanzada. Evaluación diagnóstica Historia clínica La anamnesis constituye la piedra angular para una aproximación coste-efectiva al paciente con estreñimiento. De hecho, en el ámbito de una consulta especializada, aquella debería ser guiada por un cuestionario dirigido con el fin de no soslayar ningún aspecto relevante13. A continuación se enumeran los aspectos que pueden proporcionar información crucial para el diagnóstico: 153 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes ❱❱ Edad. Como en otros trastornos funcionales, la edad debe ser justamente ponderada a la hora de evaluar la probabilidad de una lesión maligna. De hecho, el cáncer colorrectal debe de ser firmemente considerado en cualquier persona que consulta por este problema a partir de los 50 años. La sospecha adquiere mayor peso específico cuando existen antecedentes familiares de neoplasias colorrectales o cuando el enfermo refiere otros síntomas de alarma (véase más adelante). ❱❱ Comorbilidades. Como ya se ha mencionado, la coexistencia de determinadas enfermedades puede explicar la presencia de estreñimiento (tabla 3). Es importante, por consiguiente, recabar información acerca del padecimiento de enfermedades endocrinometabólicas como la diabetes o el hipotiroidismo, enfermedades desmielinizantes como la esclerosis múltiple, alteraciones medulares de naturaleza infecciosa, traumática o tumoral, especialmente si afectan a la cola de caballo, y alteraciones congénitas como el mielomeningocele sacro o la propia enfermedad de Hirschsprung, un diagnóstico que puede pasar desapercibido durante la infancia. Algunos cuadros como la enfermedad de Parkinson pueden producir estreñimiento, no solo por el impacto que ejercen sobre la actividad motora del colon, sino por las propiedades anticolinérgicas de algunos de los fármacos empleados para su tratamiento. ❱❱ Fármacos. Ya se ha insistido en la necesidad de verificar la posible influencia que cualquier medicación pueda ejercer sobre un estreñimiento de reciente aparición (tabla 5). En ocasiones, el paciente olvida mencionar la toma habitual o frecuente de algunos medicamentos de libre prescripción y de uso muy común incluyendo antiácidos que contienen calcio o aluminio en su composición o analgésicos que contienen codeína. ❱❱ Descripción del síntoma guía. Como en cualquier otro apartado de la medicina clínica, una correcta descripción del síntoma guía constituye una valiosa ayuda para orientar la etiología del trastorno. El clínico dispone de siete preguntas claves para cumplir este objetivo23. 1. ¿Cuándo comenzó el estreñimiento? La duración del problema guarda una relación inversa con la posibilidad de encontrar una 154 causa orgánica. Así, con la excepción de la enfermedad de Hirschsprung, el estreñimiento de larga duración sugiere el padecimiento de un trastorno funcional idiopático. Por el contrario, un cambio reciente en el hábito intestinal, en un sujeto que ordinariamente presentaba un ritmo deposicional regular, debe hacer sospechar la existencia de una dolencia orgánica. 2. ¿En qué consiste realmente su estreñimiento?: ¿ausencia de deseo o esfuerzo excesivo durante la evacuación? El paciente que no experimenta la sensación espontánea de defecar, al menos de un modo frecuente y regular, probablemente padece una constipación originada por un trastorno de la motilidad (tránsito lento) o ha suprimido los reflejos defecatorios normales por falta de hábito (percepción rectal anómala). Por su parte, los pacientes que refieren dificultad para la evacuación (esfuerzo defecatorio excesivo, sensación de bloqueo anorrectal o de evacuación incompleta), pueden ser portadores tanto de un problema orgánico (impactación fecal, carcinoma de recto), como funcional. 3. ¿Ha observado un cambio reciente en el hábito deposicional? Aun en el caso de que se trate de un paciente con estreñimiento habitual, un cambio reciente en el hábito intestinal debe alertar sobre el padecimiento de una lesión orgánica. Una excepción a esta regla es el trastorno del ritmo deposicional que se inicia coincidiendo con un cambio en los hábitos higienicodietéticos, con la aparición de un suceso vital estresante o un viaje, o con la toma de determinados fármacos. 4. ¿Cada cuánto tiempo efectúa una deposición? Aunque los actuales criterios de Roma contemplan otras acepciones para definir el estreñimiento, la frecuencia del ritmo deposicional sigue siendo primordial para mensurar la magnitud del problema. Con frecuencia el paciente contesta con poca precisión a ésta y a otras cuestiones relacionadas con las características de las deposiciones. Este aspecto puede mejorar sensiblemente mediante la administración de un diario de síntomas donde el enfermo puede consignar con mayor detalle la información solicitada por el clínico. 8. Estreñimiento Tránsito lento (por ej., 100 horas) Tipo 1 Figura 3. La escala de Bristol permite evaluar de forma sencilla el aspecto y características de las heces. Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4 Tipo 5 Tipo 6 Tipo 7 Completamente líquidas Tránsito rápido (por ej., 10 horas) 5. ¿Cómo son las deposiciones? 7. ¿Tiene dolor coincidiendo con la deposición? Debe interrogarse al paciente sobre la consistencia, aspecto y morfología de las deposiciones. Nuevamente, puede requerirse la ayuda de sistemas de apoyo visual como la escala de Bristol que ha demostrado ser una herramienta de gran valor para describir la forma y consistencia de las heces (figura 3). El estreñimiento funcional rara vez se caracteriza por dolor importante. El dolor abdominal cólico de intensidad relevante, particularmente si se asocia con un estreñimiento de aparición reciente, sugiere obstrucción intestinal. Debe recordarse, no obstante, que el dolor cólico o el malestar abdominal que alivia tras la deposición constituye uno de los criterios de Roma III para el diagnóstico de SII. En este último caso, los síntomas suelen ser intermitentes y no de carácter progresivo, como ocurre en el enfermo con una neoplasia colorrectal estenosante. Finalmente el dolor anorrectal que aparece durante o después de la defecación sugiere la presencia de una patología del canal anal (fisura, hemorroides). 6. ¿Tiene la sensación de haber vaciado el intestino por completo? Una respuesta negativa implica la existencia de residuos fecales en la luz rectal (proctostasia) o una ausencia de relajación adecuada de los músculos rectales y pélvicos, tras la expulsión de las heces. La distinción puede hacerse fácilmente por examen digital o proctoscopia, dado que normalmente no existen heces en la luz rectal, salvo inmediatamente antes de la deposición. ❱❱ Síntomas de alarma. Algunos síntomas sugieren poderosamente la presencia de una dolen- 155 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes cia orgánica y obligan a realizar pruebas complementarias para certificar la sospecha clínica. Entre ellos tiene gran valor la pérdida de peso inexplicable y la presencia de sangre o pus en las heces. El moco no se considera un producto patológico, aunque a menudo está presente en las heces de pacientes con grandes pólipos vellosos del colon (figura 4). El dolor abdominal intenso en forma de crisis intermitentes debe de sugerir la posibilidad de una porfiria aguda intermitente o una intoxicación por plomo. El dolor abdominal postprandial cólico e intenso que se acompaña de distensión abdominal sugiere obstrucción. Debe tenerse en cuenta que cualquier antecedente familiar de cáncer colorrectal, enfermedad inflamatoria o enfermedad celiaca aumenta la probabilidad de una patología orgánica en estos pacientes (algunos enfermos con celiaquía padecen estreñimiento). Finalmente, el clínico debe de estar atento a cualquier síntoma sospechoso de hipotiroidismo, incluyendo la sensación de frío, el aumento de peso y la alopecia. ❱❱ Síntomas gastrointestinales asociados. No es infrecuente que un paciente con estreñimiento crónico de origen funcional presente otros síntomas gastrointestinales como pirosis, plenitud postprandial, saciedad precoz, náuseas, hinchazón o flatulencia. Ello refleja el padecimiento de un trastorno funcional que afecta a la globalidad del aparato digestivo. Algunos de estos pacientes deberán ser categorizados como portadores de un SII. ❱❱ Estilo de vida y hábitos dietéticos. Es importante recabar información sobre los hábitos dietéticos del paciente, incluyendo número de ingestas en las 24 h, aporte diario de fibra y volumen de líquidos ingerido. Algunos pacientes omiten voluntariamente el desayuno por diversas razones. Ello representa un inconveniente importante dado que el reflejo gastrocólico es más intenso por las mañanas, al despertarse o tras el desayuno. No ingerir alimento en un momento tan propicio es privar al colon de un importante estímulo fisiológico. ❱❱ Consumo de laxantes. Es igualmente importante interrogar al enfermo sobre la utilización habitual de laxantes debiendo consignar la formulación, dosis y periodicidad de la administración. A veces, existe una historia familiar de abuso de laxantes. ❱❱ Factores psicosociales. Antes de finalizar la historia clínica, el médico debería obtener información acerca del motivo que ha conducido al enfermo a consultar. No es infrecuente que un 156 Figura 4. Imagen de un pólipo velloso en el sigma. Los pólipos adenovellosos pueden ser causa de pérdida de moco en la deposición. suceso vital estresante ocurrido en los últimos meses (pérdida de un ser querido, separación conyugal, enfermedad grave) haya propiciado la aparición de los primeros síntomas o hacer que el enfermo comience a preocuparse por una clínica hasta entonces infravalorada. Debe observarse cualquier cambio en el estilo de vida o en el patrón de comportamiento, y buscar de forma intencionada síntomas que puedan sugerir el comienzo de una depresión; por ejemplo, insomnio, pérdida de energía o de vitalidad, falta de concentración, pérdida de autoestima o sentimientos de desesperanza o culpabilidad. No es raro que detrás de un estreñimiento grave y refractario exista una historia de abusos o maltratos físicos o sexuales en épocas anteriores (incluso en la infancia). Con frecuencia este tipo de información no es fácil de obtener en la primera visita, pero puede aflorar en visitas sucesivas, si el clínico ha sido capaz de ganar el crédito y la confianza de su paciente17,24. Exploración física La exploración física puede proporcionar signos sugestivos de neuropatía, endocrinopatía o enfermedad sistémica. Algunos datos de la exploración abdominal pueden ser de valiosa ayuda. Tal es el caso de una cicatriz de laparotomía previa, la presencia de distensión o peristaltismo de lucha o la palpación de una masa en el abdomen. No es infre- 8. Estreñimiento cuente la palpación de heces duras en el cuadrante inferior izquierdo del abdomen. Es igualmente importante realizar un examen minucioso de la región perineal y del recto. La inspección anorrectal puede revelar escoriaciones, la presencia de fisuras o de hemorroides. Un ligero pinchazo en los cuatro cuadrantes de la región perianal permite comprobar la preservación del reflejo anal (contracción del esfínter). Su ausencia permite sospechar la presencia de una neuropatía. Finalmente, el tacto rectal puede detectar la presencia de una estenosis, una masa o sangre mezclada con las heces. Debe aprovecharse el tacto rectal para explorar la respuesta del esfínter anal externo al esfuerzo simulado de la defecación. Esta maniobra debería provocar la relajación del esfínter anal externo y del perineo descendente. La ausencia de este fenómeno sugiere obstrucción funcional o disinergia rectoesfinteriana (anismo)25. Exámenes de laboratorio Una analítica elemental, incluyendo hemograma y VSG, así como las determinaciones bioquímicas habituales, calcemia y hormonas tiroideas pueden ser de utilidad, para evaluar la condición general del paciente, detectar signos de alarma (p. ej.: anemia microcítica) o una condición endocrinometabólica que pudiera explicar los síntomas (p. ej.: diabetes, hipotiroidismo). Otras investigaciones más avanzadas como el estudio de porfirinas en orina, niveles plasmáticos de cortisol, parathormona (PTH) o anticuerpos antinucleares deberían solicitarse únicamente sobre la base de una fundada sospecha a b c d clínica. En algunas ocasiones puede ser de utilidad investigar la presencia de leucocitos o sangre oculta en las heces. De hecho, la colitis ulcerosa que afecta al colon izquierdo puede cursar con estreñimiento. Pruebas complementarias Exploraciones para descartar lesiones estructurales ❱❱ Rx simple de abdomen: A menudo, una radiografía simple de abdomen proporciona pruebas en relación con una excesiva cantidad de heces en el colon y puede ser de utilidad en la valoración de pacientes ancianos con estreñimiento inveterado que requieren ser valorados en el área de urgencias. No es infrecuente que la propia Rx simple de abdomen muestre la imagen típica de un vólvulo de sigma o la presencia de una impactación fecal en la ampolla rectal. ❱❱ Enema opaco. El enema opaco es de escasa utilidad; permite evaluar el tamaño y morfología del colon y establecer el diagnóstico de un dolicocolon o un megacolon, pero pocas veces existe una relación entre la longitud o el diámetro del colon y la intensidad del estreñimiento. A su vez, el enema baritado puede descubrir una estenosis residual de origen isquémico o inflamatorio (colitis isquémica o enfermedad de Crohn) o la presencia de una neoplasia colorrectal que estenosa de forma parcial la luz del colon (figura 5). La diverticulosis es una condición que puede Figura 5. El enema opaco permite apreciar una estenosis de origen neoplásico o inflamatorio. Estas últimas pueden originarse durante la fase de colagenización reparativa de una lesión ulcerativa de origen isquémico, actínico o inflamatorio. a) Visión radiológica de un carcinoma estenosante del colon ascendente. b) Imagen endoscópica del mismo tumor. c) Enema opaca que muestra una estenosis de origen inflamatorio en el ángulo esplénico en un paciente de 42 años con enfermedad de Crohn. d) Imagen endoscópica de una estenosis de naturaleza inflamatoria en un paciente con enfermedad de Crohn. 157 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes estar o no asociada al estreñimiento y que se demuestra mejor en un estudio baritado (figura 6). ❱❱ Colonoscopia. El examen endoscópico del colon goza de una mayor sensibilidad para la detección de pólipos y neoplasias colorrectales, así como para la evaluación de condiciones inflamatorias (p. ej.: colitis ulcerosa) que, a menudo, cursan con estreñimiento y que pueden pasar desapercibidas en un estudio radiológico. A su vez, permite la toma de biopsias para el estudio anatomopatológico de estas enfermedades (figura 5). Exploraciones para evaluar la función motora del colon El estudio funcional de la defecación y de la fisiopatología del estreñimiento es útil no solo desde un punto de vista diagnóstico, sino también terapéutico ya que en algunos casos permite la utilización de técnicas de reeducación (biofeedback). Las técnicas que aportan información acerca de la función y motilidad recto-cólica incluyen: la manometría anorrectal, la electromiografía del suelo pélvico, el estudio del tiempo de tránsito colónico, el estudio de la motilidad colorrectal y el estudio dinámico de la defecación. ❱❱ Manometría anorrectal. Es una técnica que permite obtener información tanto de la presión generada por la actividad contráctil del recto, como de la actividad de la región esfinteriana. A su vez, permite realizar una estimación de la sensación rectal, de su complianza y del funcionamiento del reflejo rectoanal. Este tipo de información es importante para excluir, por ejemplo, la disfunción observada en la enfermedad de Hirschsprung. Normalmente, la distensión provocada por un balón intrarrectal provoca una relajación del esfínter interno del ano, mediada por el reflejo mientérico. Esta respuesta refleja está ausente en la enfermedad de Hirschsprung. A su vez, la manometría permite evaluar la función anorrectal durante el acto de la defecación (figura 2). En condiciones normales, cuando el individuo experimenta el deseo consciente de la defecación, se eleva la presión del recto, a la vez que se inicia la fase de relajación del esfínter externo del ano. Este mecanismo sincrónico y voluntario forma parte de una conducta aprendida. La incapacidad para llevar a cabo este movimiento de forma coordinada constituye la piedra angular en la fisiopatología de la disinergia rectoesfinteriana. En este tras- 158 Figura 6. La diverticulosis es una condición frecuentemente asociada a estreñimiento que se demuestra mejor en un estudio baritado. La imagen demuestra la presencia de numerosos divertículos en el colon descendente. torno, el intento de la defecación se ve frustrado por una ausencia de relajación o incluso un incremento paradójico de la presión del esfínter externo provocando una verdadera obstrucción funcional distal25. Algunos de estos pacientes muestran, a su vez, un incremento en el umbral sensorial del recto, asociado en ocasiones, a un incremento en la complianza del recto. Este trastorno condiciona que el nivel de presión necesario para suscitar el deseo de la defecación sea más alto en estos enfermos. La manometría permite evaluar también este aspecto25. ❱❱ Electromiografía del suelo pélvico. La actividad eléctrica de los músculos del suelo pélvico se registra mediante electromiografía. Para ello se utilizan electrodos que recogen la actividad del esfínter anal y del músculo puborrectal tanto en reposo, como durante la contracción voluntaria y la defecación. Esta técnica es útil para el estudio del estreñimiento provocado por disinergia rectoesfinteriana. En estos casos, se registra un aumento de la actividad eléctrica de la musculatura esfinteriana y puborrectal durante el intento de defecación. Las molestias que ocasiona la electromiografía han hecho que su uso haya disminuido y se utilice más la manometría. ❱❱ Estudio del tiempo de tránsito colónico. Se trata de una técnica muy útil para determinar la velocidad del tránsito del contenido fecal a 8. Estreñimiento través del colon, soslayando la inexactitud con que los pacientes hacen referencia al ritmo y frecuencia de sus hábitos defecatorios (no es inhabitual, por ejemplo, que el tiempo de tránsito colónico sea normal en pacientes “severamente estreñidos” en los que subyace algún tipo de psicopatología). La medición del tiempo de tránsito colónico se realiza de acuerdo al método de Metcalf-Chaussade que permite el cálculo del tiempo de tránsito colónico y segmentario con la práctica de una única radiografía realizada al cuarto día y otra al séptimo día tras ingerir dos cápsulas que contienen 10 marcadores sólidos radiopacos durante tres días consecutivos (figura 7)26. ❱❱ Estudio de la motilidad colónica. El estudio de la motilidad colónica entraña numerosas dificultades técnicas por lo que es una técnica todavía con escasa aplicación clínica. Puede realizarse mediante registro de presiones intraluminales por manometría o de la actividad mioeléctrica por electromiografía. Su mayor utilidad es el registro de la actividad motora en niños con constipación grave. La ausencia de ondas propulsoras de gran amplitud es sinónimo de un trastorno grave de la motilidad y podría apoyar la indicación de una resección cólica segmentaria o total25. ❱❱ Estudio dinámico de la defecación. La dinámica de la defecación se puede estudiar mediante la observación de las maniobras de expulsión de un balón introducido en el recto, y también mediante técnicas radiológicas tales como el proctograma y la defecografía. Durante las maniobras de expulsión del balón intrarrectal se pueden valorar, el comportamiento del esfínter anal, la capacidad expulsiva, así como el volumen intrarrectal, lo que puede ayudar a detectar pacientes estreñidos con disinergia del suelo pélvico27. El proctograma utiliza un balón relleno de contraste que se introduce en el interior del recto. Posteriormente se practican radiografías del paciente sentado tanto en reposo como durante el intento de defecación. De esta forma se valora el ángulo anorrectal, el nivel de descenso perineal durante la defecación y la capacidad de expulsión del balón. Además, permite identificar posibles alteraciones de la pared rectal como el rectocele. La defecografía se realiza introduciendo en el recto 150 ml de una solución de bario de consistencia similar a la de las heces, y observando a través de un sistema de vídeo al paciente en reposo y durante el intento de defecación. Con Figura 7. Imagen radiológica de un estudio de tránsito colónico. Pueden verse los marcadores radiopacos distribuidos a lo largo del colon. 159 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes esta técnica se valoran los mismos parámetros que con el proctograma y, además, se observa la apertura del canal anal y el vaciado del recto. Algoritmo de actuación El manejo del enfermo estreñido comienza con una valoración global e individualizada de cada caso28. Este principio es importante dado que a menudo se dictan normas generales que pueden resultar inadecuadas para un paciente concreto. Como ya se ha mencionado, la historia y el examen físico proporcionan las claves esenciales para una correcta orientación. Los enfermos deben ser interrogados acerca de la frecuencia de sus movimientos intestinales, así como de la consistencia de las heces, el esfuerzo necesario para la defecación, la sensación de evacuación incompleta y la presencia de sangre en la deposición. El cáncer de colon, por ejemplo, debería sospecharse en cualquier paciente de más de 50 años que refiere un cambio reciente en el ritmo deposicional, con sangre visible en las heces, especialmente si presenta una historia Considerar: • Fármacos • Gestación Sospecha de patología anorrectal aguda (fisura anal, congestión hemorroidal, absceso) Inspección anal Anuscopia familiar positiva. Deben revisarse todos los fármacos que toma el enfermo, incluyendo aquellos de libre prescripción, y llevar a cabo una breve historia dietética que permita estimar la cantidad de fibra ingerida. El examen del recto permite explorar el tono del esfínter y la relajación voluntaria del músculo puborrectal, así como la presencia de masas o sangre en la ampolla rectal. Una analítica elemental puede descubrir condiciones subyacentes como la diabetes o el hipotiroidismo que pueden contribuir a la patogénesis de los síntomas. A su vez, una colonoscopia o un examen baritado del colon permiten excluir cualquier lesión estructural. Sin embargo, este tipo de exploraciones implican un coste adicional por lo que su indicación debería restringirse a los pacientes con síntomas o signos de alarma. Los estudios que permiten evaluar la función motora anorrectal se reservan para casos seleccionados (véase más arriba). Las figuras 8 y 9 muestran en forma de algoritmo la secuencia de actuación ante un paciente con estreñimiento de reciente aparición y la pauta recomendada para el diagnóstico del paciente con estreñimiento crónico29. Anamnesis, exploración física, analítica elemental Esfuerzo defecatorio excesivo - Sensación de bloqueo anorrectal Signos de cierre abdominal Cambio reciente en estilo de vida y/o dieta Suceso vital estresante Tacto rectal Rectosigmoidoscopia Manometría anorrectal1 Rx simple de abdomen Introducir cambios dietéticos/laxantes/ evaluar otros TFD3 Fecaloma impactado Neoplasia Obstrucción funcional distal Oclusión mecánica/íleo2 Indicar según el contexto clínico Véase capítulo 25: “Oclusión y seudooclusión intestinales”. 3 TFD: trastornos funcionales digestivos. 1 2 Figura 8. Algoritmo diagnóstico en un paciente con estreñimiento de reciente aparición. 160 Considerar: • Endocrinopatía • Depresión 8. Estreñimiento Anamnesis, exploración física, Hemograma, VSG, glucemia, Ca, Mg, TSH Considerar fármacos Considerar enfermedad sistémica o endocrinometabólica ¿Síntomas de alarma? ¿Sospecha de daño estructural? Sí No Enema opaca vs. colonoscopia ¿Criterios de intestino irritable? Sí No Tratamiento Sí No Evidencia de patología orgánica Estreñimiento crónico idiopático Tratamiento Ensayo terapéutico. Cambios de estilo de vida y dieta Ausencia de respuesta Normal Patrón de defecación infrecuente Esfuerzo excesivo para la defecación Tiempo de tránsito colónico (TTC) Manometría anorrectal (MA) Test de expulsión con balón (TEB) Defecografía (DF) Tránsito lento Retención de radiomarcadores en el recto Evaluación psicológica • Disfunción del suelo pélvico • Defecto anatómico – Enfermedad de Hirschsprung – Prolapso (rectocele) • Sensación rectal disminuida – Alteración sensorial – Neuropatía Figura 9. Algoritmo diagnóstico en un paciente con estreñimiento crónico. 161 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes Tratamiento El tratamiento del estreñimiento crónico primario o idiopático debe desglosarse en cuatro apartados: 1) Medidas higienicodietéticas y educativas; 2) Uso racional de laxantes; 3) Biorretroalimentación (biofeddback); y 4) Cirugía. Medidas higienicodietéticas Educación El manejo integral del paciente con estreñimiento debería incluir una breve explicación sobre la fisiología de la defecación. Con frecuencia los médicos son instruidos en una serie de consejos que podrían ser beneficiosos para los pacientes, pero pocas veces el médico dispone del tiempo suficiente para explicar al enfermo la importancia de estas medidas educativas. Esta dificultad, podría soslayarse entregando al paciente una hoja informativa donde se razonen este tipo de medidas. Es importante que la información escrita pueda ser asumible por la mayoría de las personas con un nivel intelectual medio. Debe subrayarse que los consejos acerca de determinados hábitos dietéticos o del estilo de vida deberían apoyarse en una explicación fisiopatológica comprensible. La tabla 7 muestra un ejemplo que puede ser modificado o adaptado a cada entorno. Brevemente, los enfermos deberían ser instruidos sobre la importancia de un ejercicio regular, la necesidad de incrementar el contenido de fibra en la dieta, la ingesta de líquidos abundantes (1,5-2 litros/24 h) y el beneficio que comporta el adoptar un horario regular para la defecación (especialmente después del desayuno) y también el perjuicio que conlleva reprimir con frecuencia el deseo consciente de la evacuación. Fibra dietética El promedio de consumo de fibra en el mundo occidental oscila entre 10-15 gramos por día. Un incremento de 15-20 gramos, hasta completar la cantidad de 30 gramos al día determina un aumento del volumen de las deposiciones, una disminución de su consistencia y una reducción del tiempo de tránsito colónico30. Este hecho es particularmente cierto en aquellos pacientes con estreñimiento y tránsito colónico normal. Los enfermos con un tiempo de tránsito enlentecido, obstrucción funcional distal o megacolon suelen empeorar al aumentar la ingesta de fibra. El salvado de trigo constituye la fuente principal de aporte de fibra (44 g/100 g). Algunos pacientes, sin embargo, re- 162 chazan este suplemento, optando por otras formulaciones de mejor sabor. En este sentido, el enfermo debe de ser instruido para leer el etiquetado de los alimentos que incorporan fibra (p. ej.: cereales) para verificar su contenido porcentual (All-Bran®: 26,70%; Cornflakes®: 11%; Krispies®: 4,51%). Otros alimentos como las legumbres y algunas frutas como los kiwis o las ciruelas pasas poseen una cantidad de fibra considerable. Debe explicarse al paciente que el efecto terapéutico de la fibra no es tan inmediato como el obtenido con otros laxantes y que su administración, a menudo va acompañada por un cuadro transitorio de flatulencia debido al incremento en la producción de gas por parte de las bacterias intestinales. Por este motivo, se recomienda que el aporte de suplementos de fibra se realice de un modo gradual28. Laxantes Los laxantes siguen siendo el recurso más utilizado para tratar el estreñimiento. Un informe mostró que solo en los EE.UU. el gasto en laxantes de libre prescripción, sin receta médica alcanzó la cifra de 821 millones de dólares. Su clasificación, mecanismo de acción y efectos secundarios han sido objeto de recientes revisiones sistemáticas y metaanálisis29,31,32. Uno de los mayores inconvenientes para evaluar de forma crítica los resultados de estos estudios es que la mayoría de ellos han empleado como parámetro de eficacia clínica la frecuencia de las deposiciones, obviando otros síntomas, igualmente importantes para el paciente, como el esfuerzo defecatorio, la emisión de heces duras o la sensación de evacuación incompleta, aspectos que deberían ser tenidos en consideración en investigaciones futuras. A continuación se resumen las propiedades, indicaciones y efectos adversos más frecuentes de los laxantes más utilizados. Agentes formadores de volumen (mucílagos) Muchos pacientes no se sienten confortables con el suplemento de fibra en la dieta y el médico acaba prescribiendo preparados comercialmente disponibles conocidos como agentes formadores de volumen o mucílagos. Su mecanismo de acción es similar al de la fibra dietética y requieren ser administrados junto con abundante agua. Entre ellos se incluyen mucílagos naturales obtenidos a partir de la semilla del psilio (procedentes de plantas del género Plantago) o de algas marinas (agar-agar) y otros derivados semisintéticos de la fibra vegetal como la metilcelulosa y carboximetilcelulosa. La 8. Estreñimiento TABLA 7. Información escrita donde se explican las funciones del colon y la importancia de algunas medidas higienicodietéticas para evitar el estreñimiento ❱❱ ❱❱ ❱❱ El colon es un órgano cuya misión primordial es favorecer la propulsión (arrastre) del contenido procedente del intestino delgado y facilitar su expulsión a través del ano (defecación). Diariamente, entran en el colon unos 1.000 cm3 de líquido procedente de los jugos digestivos y de la propia ingesta. El colon es capaz de reabsorber la mayoría de este líquído, reduciendo la cantidad de agua de las heces a la décima parte aproximadamente (100 cc). La fibra que contiene la dieta retiene agua en las heces contribuyendo de este modo a que éstas aumenten de volumen, se vuelvan más blandas y se deslicen mejor a lo largo del intestino. Por la misma razón, ingerir un volumen de 1,5-2 litros diarios de agua puede ser beneficioso para mejorar la función intestinal. El colon descendente es un conducto a través del cual las heces son conducidas hasta el sigma, un segmento donde las heces son almacenadas, permitiendo que gran parte de su contenido acuoso se absorba a través de la mucosa. La incorporación del bolo fecal desde el sigma hasta el recto tiene lugar por medio de un movimiento peristáltico. Este último suele desencadenarse en respuesta al llenado del estómago, un fenómeno que conocemos como reflejo gastroentérico o gastrocólico. Éste suele ser más enérgico tras el desayuno, si bien algunas personas perciben esta sensación en la práctica totalidad de las comidas. Por esta razón, es buena costumbre adquirir el hábito regular de intentar la evacuación cuando el enfermo percibe esta sensación después de las comidas. Una vez que las heces alcanzan el recto, la distensión de sus paredes pone en marcha el deseo consciente de la defecación, al tiempo que se relaja el esfínter interno del ano. En este momento se inicia la fase voluntaria de la defecación. Durante esta fase tiene lugar la relajación de los músculos del suelo de la pelvis y del esfínter externo del ano (un músculo que en condiciones normales evita la salida espontánea de las heces o incontinencia). La contracción de las paredes del recto y de la propia musculatura abdominal y del diafragma permiten finalmente la exteriorización del bolo fecal. Del conocimiento de estos mecanismos se deducen tres importantes consecuencias prácticas: • El ejercicio físico permite fortalecer los músculos del abdomen haciendo más efectiva la prensa abdominal en el momento de la evacuación. • La fase voluntaria de la defecación es una conducta aprendida durante la infancia. Algunas personas, sin embargo, tienen dificultades para relajar el esfínter externo del ano y los músculos del suelo de la pelvis en el momento de la defecación. Incluso pueden experimentar una contracción paradójica y no deseada de estos músculos. Este fenómeno determina que el esfuerzo necesario para la defecación sea desproporcionado. De hecho, algunos pacientes experimentan una sensación de bloqueo anorrectal, precisando de maniobras manuales para favorecer la extracción de las heces. Es importante que este tipo de personas intenten relajarse durante el acto de la defecación, buscando un lugar cómodo y apropiado, evitando la sensación de urgencia y distrayendo su atención mediante la lectura de un texto relajante. En algunas clínicas especializadas se dispone de métodos de reeducación (biofeedback) para mejorar este tipo de estreñimiento. • Reprimir el deseo consciente de la defecación de forma frecuente o continuada acaba por alterar la coordinación de los mecanismos descritos y puede conducir a situaciones de estreñimiento crónico. En definitiva, el ejercicio regular, una ingesta adecuada de fibra y de líquidos, así como el adquirir el hábito de intentar la defecación cuando surge el deseo consciente y espontáneo de la misma (especialmente después del desayuno), así como procurar un ambiente cómodo y relajado, puede mejorar el estreñimiento de una proporción mayoritaria de los pacientes, evitando con ello un consumo excesivo o inadecuado de laxantes. dosis debe incrementarse de un modo gradual, dado que poseen los mismos efectos secundarios que la fibra dietética. Laxantes osmóticos Laxantes salinos Se trata de sales de magnesio (hidróxido, citrato o sulfato de magnesio) o de sodio (fosfato de sodio), este último reservado como solución evacuan- te para la limpieza intestinal antes de un enema baritado o una colonoscopia. La eficacia de este tipo de laxantes se basa en que tanto el magnesio como el ion sulfato son escasamente absorbidos por el tubo digestivo, por lo que tienen un efecto osmótico dentro de la luz intestinal, incrementando con ello el contenido de agua de las heces y la frecuencia deposicional. Además de este mecanismo se les atribuye también un efecto mediado por 163 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes prostaglandinas (PGE2) o por hormonas (colecistoquinina). Debido a su bajo coste y eficacia, la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA) los recomienda como primer paso cuando las medidas higienicodietéticas no han sido suficientes. Las sales de magnesio se desaconsejan en casos de insuficiencia renal por su toxicidad. uso debería reservarse para tratar episodios transitorios de estreñimiento intenso o cuando el enfermo no ha respondido a otro tipo de regímenes. La melanosis coli es una pigmentación característica de la mucosa del colon que aparece en personas que consumen regularmente derivados antraquinónicos (figura 10). Azúcares no absorbibles Agentes emolientes (reblandecedores de heces) Cuando el tratamiento con fibra no es suficiente, otra de las opciones terapéuticas válidas son los azúcares no absorbibles. Estos incluyen el manitol, sorbitol, lactulosa, lactitol y polietilenglicol. Al llegar al colon intactos, son metabolizados por las bacterias del colon, formando por un lado, ácidos grasos de cadena corta que tienen un efecto osmótico y estimulante de la motilidad, y, por otro, anhídrido carbónico, que es el responsable de uno de los principales efectos secundarios de estos fármacos: la flatulencia. Por su aplicabilidad en la clínica destacan la lactulosa, el lactitol, y más recientemente, el polietilenglicol, que incluso ha demostrado ser más eficaz que la lactulosa tal como se comprueba en un reciente metaanálisis33. El polietilenglicol se emplea además como solución evacuante para limpiar el colon de forma rápida antes de efectuar un enema de bario o una colonoscopia. Al igual que los anteriores, este tipo de laxantes —de acción rápida— son de utilidad en todas aquellas condiciones en las que se desea evitar un esfuerzo defecatorio intenso como ocurre en patologías agudas del canal anal, después de la cirugía rectal o durante el embarazo. Su uso continuado se asocia a una pérdida de efectividad clínica, por lo que se aconsejan ciclos terapéuticos cortos e intermitentes. El lactitol y la lactulosa siguen siendo de elección en el enfermo cirrótico con encefalopatía hepática. En este grupo se incluyen el dioctilsulfosuccinato sódico, también denominado docusato sódico y los aceites minerales incluyendo el aceite de parafina. Actúan como detergentes favoreciendo la mezcla del componente graso de las heces con el componente hidrófilo. El resultado es un reblandecimiento de las heces, por lo que resultan muy beneficiosos en personas encamadas, en ancianos que presentan frecuentes episodios de impactación fecal y en pacientes que reciben opiáceos para el tratamiento del dolor. El aceite de parafina ejerce además un efecto lubricante que favorece el deslizamiento de las heces. Cuando se administran aceites minerales existe el riesgo de neumonitis lipoideas por aspiración. Por este motivo resultan desaconsejables en pacientes encamados con dificultades para incorporarse o en personas con problemas neurológicos que hacen difícil la deglución. Se ha comunicado que el consumo crónico de aceite mineral produce malabsorción de vitaminas liposolubles. Sin embargo, este efecto solo ha sido descrito en niños que ingerían aceite mineral junto con las comidas. Se recomienda, por consiguiente, que su administración se lleve a cabo en momentos en que el estómago este vacío de alimento28. Agentes de contacto (laxantes estimulantes) Los agentes de contacto también denominados laxantes estimulantes actúan sobre el plexo mientérico activando la peristalsis y promoviendo la secreción de agua y electrolitos. Bajo esta denominación se incluyen los derivados antraquinónicos (sen, cáscara sagrada o áloe) y los polifenólicos (fenolftaleína, bisacodilo y picosulfato sódico). Existe controversia acerca de los efectos nocivos que el uso continuado de estos agentes produce sobre el plexo mientérico29. En cualquier caso, se desaconseja un uso frecuente o prolongado de este tipo de laxantes por el riesgo de causar disturbios hidroelectrolíticos (hiponatremia, hipopotasemia). Su 164 Figura 10. Imagen endoscópica de una melonosis coli. 8. Estreñimiento Preparados de uso rectal (enemas y supositorios) La administración de enemas debe de ser firmemente considerada como alternativa en pacientes con heces acumuladas en la región rectosigmoide, un hecho frecuente en pacientes con constipación crónica y en enfermos que permanecen internados en residencias geriátricas28. La administración de cualquiera de los laxantes mencionados con anterioridad suele producir dolor cólico y distensión abdominal en este tipo de pacientes. Pueden emplearse enemas de agua templada en un volumen no superior a 600 cm3 o enemas de fosfato sódico (igualmente efectivos). Se desaconseja, sin embargo, el uso de enemas de agua jabonosa dado que se han comunicado casos de colitis con necrosis mucosa y shock anafiláctico13. Glicerina Se utiliza en forma de supositorios y es de gran utilidad en niños y ancianos. Estimula la evacuación al promover la incorporación rápida de líquidos hacia la luz intestinal, ejerciendo además un efecto lubricante sobre las heces. Los supositorios de glicerina pueden ayudar a conseguir un hábito defecatorio, pero no son un buen tratamiento para el estreñimiento. Estreñimiento difícil de tratar Estreñimiento con tránsito lento En condiciones ideales, el estreñimiento grave asociado a un tiempo de tránsito lento (inercia cólica) debería ser tratado con agentes procinéticos que estimulasen de forma selectiva el peristaltismo del colon. Desafortunadamente, y desde la retirada de la cisaprida o del tegaserod por sus efectos adversos cardiovasulares, tal agente no está disponible para su uso clínico. La tabla 8 muestra un listado de fármacos con efecto laxante que se han utilizado en pacientes que no han respondido al tratamiento con los laxantes comentados con anterioridad y otros nuevos laxantes cuyo desarrollo está ya muy avanzado34. Así, la colchicina (0,6 mg/8 h) o el misoprostol, en ensayos controlados y doble ciego han demostrado acortar el tiempo de tránsito colónico y mejorar la frecuencia del ritmo deposicional35. Entre los nuevos laxantes procinéticos, que son agonistas de los receptores 5HT4, la prucaloprida es el fármaco cuyo desarrollo está más avanzado, estando ya comercializada en algunos países euro- TABLA 8. Agentes procinéticos y estimulantes de la secreción intestinal en el tratamiento del estreñimiento ❱❱ Parasimpaticomiméticos: • Betanecol. • Neostigmina. ❱❱ Agonistas de la motilina: • Eritromicina. ❱❱ Antagonistas de la CCK: • Dexloxiglumida. ❱❱ Estimulantes de la motilidad y la secreción: • Misoprostol. • Colchicina. ❱❱ Agonistas de los receptores 5-HT4: • Prucaloprida. • Velusetrag. • ATI-7505. ❱❱ Estimulantes de la secreción: • Lubiprostona. • Linaclotida. peos. En un reciente metaanálisis en el que se reunían datos de siete estudios clínicos se concluye que prucaloprida es significativamente más eficaz que el placebo en el control del estreñimiento32. Otros agonistas 5-HT4 que están siendo desarrollados son el velusetrag y el ATI-7505. Otra reciente opción de tratamiento son los laxantes estimulantes de la secreción, de los que hay ya dos fármacos desarrollados: la lubiprostona, comercializada en Estados Unidos de América, y la linaclotida que se encuentra en la fase final de desarrollo, y que muy probablemente se comercializará próximamente tanto en Europa como en Estados Unidos. Ejercen su acción estimulando la secreción intestinal de cloro lo que se acompaña de un aumento de la secreción de agua en la luz intestinal. Ambos fármacos han demostrado su eficacia en el control del estreñimiento, tanto aislado como asociado al SII en varios ensayos clínicos comparados con placebo32,36. Además linaclotida ha mostrado tener efecto antinociceptivo controlando no solo el estreñimiento sino también el dolor abdominal en pacientes con SII36. Estos nuevos laxantes probablemente puedan reemplazar en el futuro a los laxantes estimulantes, evitando con ello sus efectos deletéreos25. 165 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes Obstrucción funcional distal Los casos de estreñimiento producidos por disfunción del suelo pélvico o disinergia rectoesfinteriana pueden responder al tratamiento con biorretroalimentación o biofeedback, una técnica cuyo objetivo es restablecer el patrón normal de la defecación mediante la utilización de un programa de reeducación basado en un sistema de apoyo visual que permite al paciente comprobar, en la pantalla de un ordenador, la adecuada relajación esfinteriana durante la maniobra defecatoria37. Mediante este procedimiento, el 60-70% de los pacientes pueden mejorar no solamente la disinergia rectoesfinteriana, sino el umbral de percepción sensorial rectal, deteriorado en el 60% de aquellos. A menudo se requieren varias sesiones para obtener buenos resultados38. Impactación fecal Algunos pacientes crónicamente estreñidos, frecuentemente encamados o de muy avanzada edad, presentan fenómenos de impactación fecal que requieren de una extracción digital del fecaloma (figura 11). Esta maniobra puede ser extremadamente molesta e incluso dolorosa, requiriendo de sedación e incluso anestesia. Tras la extracción deben adoptarse medidas para prevenir nuevos episodios. En algunos casos se hace necesaria la administración de supositorios de glicerina o de bisacodilo que pueden alternarse con enemas de agua templada o de fosfato sódico (véase más arriba). Alternativamente, algunos pacientes pueden beneficiarse de la administración de laxantes salinos u osmóticos. Un estudio multicéntrico y doble ciego ha demostrado que la administración de una solución de polietilenglicol (PEG-4000) a la dosis de 14,6 g dos veces al día mejora no solamente la frecuencia de las deposiciones, sino que disminuye su consistencia y el esfuerzo defecatorio39. Estreñimiento en el paciente con lesión medular La lesión medular es un problema médico, social y económico de primera magnitud. Estos pacientes tienen en muchas ocasiones dificultad de control de los esfínteres, de forma que el 77% requiere del uso de laxantes para conseguir una evacuación, el 68% precisa tacto rectal, y un 18% necesita más de una hora para la defecación40. Se han definido 3 patrones neuropatofisiológicos dependiendo de la altura del nivel de la lesión medular y de si los reflejos sacros están preservados o no: patrón A, en pacientes con lesión medular por encima de 166 Figura 11. Imagen de un fecaloma impactado en la ampolla rectal con gran distensión del colon. T7, que presentan muy frecuentemente estreñimiento (86%) con dificultad defecatoria, debido a incapacidad para aumentar la presión intraabdominal y a la ausencia de relajación anal durante la maniobra defecatoria; patrón B, en pacientes con lesión medular por debajo de T7 y con reflejos sacros preservados, en los que el estreñimiento no es tan frecuente (50%) pero tienen importante dificultad evacuatoria debida a que aunque en este caso pueden aumentar la presión intraabdominal, presentan un aumento de la resistencia anal y de la presión del esfínter anal externo que dificulta la defecación; y patrón C, en pacientes con lesión medular por debajo de T7 y sin reflejos sacros, en los que el estreñimiento no es tan frecuente pero sí lo es la incontinencia anal, debido fundamentalmente a una incapacidad para aumentar la resistencia anal y la presión del esfínter anal externo41. Según las características del paciente pueden necesitar laxantes orales o rectales, tacto rectal, enemas, e incluso inyección de toxina botulínica en el esfínter anal para lograr una evacuación satisfactoria. Cirugía en el estreñimiento refractario La cirugía debería ser considerada como el último recurso para el tratamiento del estreñimiento 8. Estreñimiento crónico inveterado. Antes de considerar esta alternativa debe excluirse la presencia de un trastorno neuromuscular generalizado con afectación de la globalidad del intestino, siendo imprescindible realizar una manometría gastrointestinal25. Las opciones incluyen la colectomía segmentaria, la colectomía subtotal con anastomosis ileorrectal o la colectomía total con ileostomía. El advenimiento de la cirugía laparoscópica ha contribuído a disminuir el trauma operatorio. Es importante subrayar que la colectomía no mejorará los síntomas que dependen de una obstrucción funcional distal a menos que la disinergia haya sido corregida con anterioridad. Igualmente, la colectomía no proporciona alivio a los pacientes estreñidos con dolor abdominal o problemas psicosociales25,42,43. Estreñimiento en el niño, el anciano y la mujer embarazada El estreñimiento que aparece en edades extremas de la vida o en el embarazo representa una situación especial cuyo abordaje escapa al propósito editorial de esta obra. Existen excelentes revisiones de los problemas gastrointestinales en la infancia, el enfermo anciano y el embarazo, donde el lector puede ampliar esta información44,45. Complicaciones del estreñimiento Impactación fecal Megacolon funcional adquirido Su prevalencia es superior entre niños trastornados y portadores de psicopatías. Su tratamiento consiste en la descompresión total y continuada del intestino dilatado en exceso (figura 12). La administración de varios enemas diarios asociados o no a un laxante suave puede ayudar al colon a recuperar su tono muscular. Vólvulo de sigma Con frecuencia los pacientes con un dolicomegacolon funcional adquirido presentan fenómenos de torsión (vólvulo) del sigma que requieren de una desvolvulación endoscópica o quirúrgica para evitar la necrosis gangrenosa del asa comprometida (figura 13). Resumen y conclusiones El estreñimiento constituye la causa más frecuente de consulta médica por síntomas gastrointestinales entre la población general. El consumo de laxantes y la utilización de recursos humanos y técnicos en el ámbito especializado elevan considerablemente los costes sanitarios para el manejo de este problema de salud. Por dicho motivo, es necesario seleccionar cuidadosamente a aquellos pacientes que serán tributarios de una evaluación especializada. La decisión de llevar a cabo una prueba comple- Como ya se ha mencionado, ocurre con frecuencia en pacientes ancianos, debilitados o sometidos a encamamiento prolongado. La acumulación de las heces en la ampolla rectal es un fenómeno progresivo, que endurece paulatinamente el bolo fecal, dificultando su eliminación. La disquecia inicial va dando paso de forma paulatina a una ausencia de deseos por defecar, debido a la pérdida de tono muscular que implica la progresiva distensión de aquella. No es infrecuente la aparición de una diarrea paradójica con incontinencia, por rebosamiento de heces líquidas por encima del fecaloma. El diagnóstico no es difícil si se efectúa un tacto rectal. En los casos de duda puede procederse a una proctoscopia. Su tratamiento ha sido comentado más arriba. Úlcera estercorácea Suele ser una consecuencia de la situación anterior y su patogénesis hay que buscarla en la necrosis isquémica secundaria a la compresión ejercida por el fecaloma. Su localización habitual es la cara posterior del recto. Figura 12. Megacolon adquirido en un caso de constipación crónica. 167 Sección 1. Síntomas gastrointestinales frecuentes Bibliografía Figura 13. Imagen del vólvulo de sigma. Obsérvese la típica imagen radiológica en “grano de café”. mentaria para excluir una lesión estructural debe sustentarse en los datos que proporciona la historia clínica, el examen físico y una analítica elemental. El cáncer de colon es una causa rara de estreñimiento, siendo más probable en aquellos pacientes mayores de 50 años, que presentan un cambio reciente en el ritmo intestinal, particularmente si presentan síntomas de alarma, incluyendo la presencia de sangre en las heces, la pérdida de peso y la existencia de una historia familiar positiva. El tratamiento de un estreñimiento crónico idiopático incluye básicamente medidas educativas y un uso juicioso de laxantes. Aunque la mayoría de los pacientes responden a este tipo de medidas, algunos casos seleccionados requerirán una evaluación compleja de la función motora anorrectal y un manejo especializado del problema. La disinergia rectoesfinteriana puede beneficiarse de técnicas de biorretroalimentación (biofeedback), en tanto que la cirugía se reserva para casos muy seleccionados de constipación grave secundaria a inercia cólica. Antes de tomar una decisión de este tipo se hace necesaria una profunda evaluación psicológica del paciente. 168 1. Sandler RS, Drossman DA. Bowel habits in young adults not seeking health care. Dig Dis Sci 1987;32:841-845. 2. Longstreth GF, Thompson WG, Chey WD, Houghton LA, Mearin F, Spiller RC. Functional Bowel Disorders. Gastroenterology 2006;130: 1480-91. 3. Sonnenberg A, Koch TR. Epidemiology of constipation in the United States. Dis Colon Rectum 1989;32:1-8. 4. Everhart JE, Go VLW, Hohannes RS, Fitzsimmons SC, Roth HP, White LR. 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