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TESIS DOCTORAL “LA OTRA TRANSICIÓN DE LA IGLESIA. EL CONTROL CONSERVADOR DE LAS DIÓCESIS CASTELLANOMANCHEGAS Y SU DIFÍCIL DESENGANCHE DEL NACIONALCATOLICISMO” Autor: Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Director: Prof. Dr. D. Ángel Luis López Villaverde Departamento de Historia Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades UNIVERSIDAD DE CASTILLA LA MANCHA “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente! ¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división. De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra". Evangelio según San Lucas 12, 49-53. (Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios) Foto de portada: Moneda de 10 céntimos del año 1959. En su anverso reza: ―Francisco Franco, Caudillo de España, por la Gracia de Dios‖. ÍNDICE Agradecimientos ................................................................................. 9 Siglas y abreviaturas ......................................................................... 11 Introducción: ¿Transición eclesiástica y política en la Iglesia? ................. 13 Planteamientos y estudios previos ....................................................... 31 PARTE PRIMERA DE LA IGLESIA EN CONNIVENCIA CON EL RÉGIMEN A LA DEL ―CAMBIO‖ . 71 Capítulo I. Una jerarquía en contra de la nueva concepción del Concilio Vaticano II sobre la autoridad dual Iglesia-Estado ................................. 73 I.1. Nacionalcatolicismo y ―Religión politizada‖ ...................................... 73 I.2. El ―cierren filas‖ de los obispos con el franquismo durante el Concilio 101 I.3. La nueva Conferencia Episcopal con mayoría prorrégimen ............... 133 I.3.1. Prelados contra la Ley sobre Libertad religiosa de 1967 y la desconfesionalización del Estado ................................... 141 Capítulo II. La presión de las bases hacia una ―Transición eclesial‖ en CLM ..................................................................................................... 149 II.1. La temprana combatividad de los movimientos obreros de AC de Albacete contra del régimen .............................................................. 149 II.2. Guerra Campos atenaza a los Movimientos por su diálogo con marxistas, sindicación y politización ................................................... 169 II.3. La contestación del clero en Albacete, Toledo y Guadalajara. El curaobrero como nuevo modelo de evangelización ..................................... 217 Capítulo III. La convulsión de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros (1969-1971) ................................................................................... 235 III.1. La ―Transición eclesiástica‖ de una Iglesia sumida entre la secularización y la politización ........................................................... 235 III.1.1. Marcelo González: de la disputa con el nacionalismo catalán a Toledo, y el reconocimiento del régimen ............. 255 III.1.2. Las Asambleas del Presbiteriado: el revulsivo para un clero expectante por los cambios en la institución .............. 265 III.1.3. El amplio debate de la Asamblea nacional en medio de una dura confrontación en la cúpula ................................. 307 Capítulo IV. Tensiones con el régimen tras la Asamblea de la ―otra‖ Transición, la eclesiástica (1972-1975) ............................................... 331 IV.1. La complicada diplomacia/distensión entre los prelados del ―cambio‖ y los inmovilistas ................................................................................ 331 IV.2. Guerra Campos, el ―Obispo de España‖, en Cuenca. La jerarquía de la provincia eclesiástica de Toledo referente del conservadurismo ............. 369 IV.3. El clero de Albacete y Toledo contra el régimen. Del control de los obispos en el resto de las diócesis castellano-manchegas...................... 419 IV.4. La jerarquía apoya los MCC y el Opus mientras HOAC y JOC pasan a la praxis política .................................................................................. 457 IV.5. La muerte de Franco provoca en los obispos afectos al régimen la máxima exaltación de su figura ......................................................... 507 PARTE SEGUNDA IGLESIA Y DEMOCRACIA: SU RESITUACIÓN EN UNA SOCIEDAD PLURAL. 539 Capítulo V. La Iglesia ante el nuevo régimen democrático ..................... 541 V.1. El ―no‖ a la Ley de Reforma Política de los inmovilistas .......... 541 V.2. El ―apartidismo‖ de la cúpula de la Iglesia de CLM ante las elecciones de 1977 .................................................................. 581 V.3. Una Constitución, la de 1978, sin Dios e ―incitadora al crimen‖, según Guerra Campos ............................................................. 617 V.4. La oposición frontal de la jerarquía al divorcio y aborto ......... 657 V.5. Los Acuerdos de 1979 prorrogan los privilegios a la Iglesia. El Vaticano retoma postulados de la jerarquía inmovilista ................ 695 Capítulo VI. Epílogo. Marcelo González y José Guerra diseñan su pervivencia frente al Estado aconfesional ............................................................. 711 VI.1. La acogida de órdenes arcaicas y reabrir el diálogo con ciertas bases como líneas de supervivencia de la tradición ...................... 711 VI.2. El dispar final eclesiástico de González Martín, en buena lid diplomática con la izquierda, y el retraimiento social de Guerra Campos ................................................................................. 745 CONCLUSIONES .............................................................................. 763 ANEXOS ......................................................................................... 791 Anexo 1: Capítulo I. José Guerra Campos. Sus pasos previos hasta el Concilio ............................................................ 793 Anexo 1.1. Texto original, completo, de Guerra ―Pablo VI advirtió los errores‖ al publicado por ABC, 8-12-1975 ......... 799 Anexo 2. Capítulo III. Personal del clero por provincias en 1968 ................................................................................... 807 Anexo 2.1. Proposiciones de las diócesis, e interdiocesanas, castellano-manchegas a la Asamblea Conjunta .................. 809 Anexo 3. Capítulo IV. Carta de José Guerra a la muerte de Franco .......................................................................... 863 Anexo 4. Capítulo V.2. Resultados de las elecciones generales de 1977 en CLM............................................................. 865 APÉNDICES DOCUMENTALES ............................................................ 869 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA ................................................................ 871 Agradecimientos El trabajo que viene a continuación no tendría ningún valor sin la aportación de todas aquellas personas que, desinteresadamente, nos han transmitido su experiencia, sabiduría y recuerdos que, con las valiosas y certeras orientaciones de mi director de Tesis, Ángel Luis López Villaverde, han llevado a buen puerto este reto. A todas ellas mi más profundo agradecimiento, con un recuerdo muy especial para todos los profesores y profesoras de los Cursos de Doctorado ―Territorio y Patrimonio Histórico Cultural‖, en especial a un amigo que leerá estas hojas desde algún lugar, Ángel Luis Mota Chamón; y a Manuel Ortiz Heras que, con su buen hacer y confianza, nos ha hecho discurrir por márgenes muy enriquecedores en la indagación sobre nuestra historia reciente. También, como no, a quienes nos han acercado los documentos que sirvieron para testificar estas páginas (técnicos de archivos y bibliotecas) y, por supuesto, a las que, por inmerecido olvido y espacio, no están en estas líneas. Es preciso añadir a este apartado a aquellos compañeros y compañeras que han participado de la curiosidad y el entusiasmo porque esta idea saliera adelante. Algunos han pasado a ser amigos. Valorar, por otro lado, la licencia por estudios que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid nos otorgó para desarrollar parte de este trabajo durante el curso 2009-2010, lo que posibilitó acudir a fuentes lejanas y documentos que, de otra manera, hubiera sido imposible compilar. Y más que agradecer queremos devolverles el tiempo, su entusiasmo y cariño, a quienes nos han animado a cada instante a continuar: especialmente a María y a nuestros hijos, Yáiza y Borja; a mis padres, Andrea y Narciso; a mi hermano -magnífico investigador- Juan Carlos; a mis suegros Felicitas y Juan Pedro, a quienes tanto les debo; y a tantos amigos que han compartido desde el principio las ilusiones que ponemos en cada nuevo reto. De todas ellas, y ellos, también es este modesto texto. Siglas y abreviaturas AC: Acción Católica / ACE: Acción Católica Española ACGHOAC: Archivo de la Comisión General de la HOAC ACNP Asociación Católica Nacional de Propagandistas ACO: Acción Católica Obrera AGA: Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) ANHOAC: Archivo Nacional de la HOAC, Madrid AHJEC: Archivo Histórico de la Juventud Estudiante Católica, Madrid AHJOC: Archivo Histórico de la Juventud Obrera Católica, Madrid AHPGCA: Archivo Histórico Provincial Gobierno Civil de Albacete AHPGCC: Archivo Histórico Provincial Gobierno Civil de Cuenca AP: Alianza Popular ATM: Archivo Tomás Malagón BAC: Biblioteca de autores cristianos BEAS: Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Sevilla BEAT: Boletín Eclesiástico de la Archidiócesis de Toledo (desde 1969), con anterioridad Boletín Oficial del Arzobispado de Toledo (BOAT) BOAM: Boletín Oficial de la Archidiócesis de Madrid-Alcalá BOAS: Boletín Oficial del Arzobispado de Santiago BOAV: Boletín Oficial Eclesiástico del Arzobispado de Valladolid BOC: Boletín Oficial de las Cortes BOCEE: Boletín Oficial de la Conferencia Episcopal Española BOE: Boletín Oficial del Estado BOOA: Boletín Oficial del Obispado de Albacete BOOC: Boletín Oficial del Obispado de Cuenca BOOPOM: Boletín Oficial del Obispado de las Órdenes Militares (Ciudad Real) CCOO: Comisiones Obreras CCP: Comunidades Cristianas Populares CEAS: Comisión Episcopal de Apostolado Seglar CEC: Comisión Episcopal del Clero CEDA: Confederación Española de Derechas Autónomas CEE: Conferencia Episcopal Española CELAM: Conferencia Episcopal Latinoamericana CLM: Castilla La Mancha CONCAPA: Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos CPS: Cristianos por el Socialismo DC: Democracia Cristiana ETA: Euskadi Ta Askatasuna FECUM: Federación de Congregaciones Universitarias Marianas FERE: Federación Española de Religiosos Españoles FN: Fuerza Nueva FRAP: Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico GE: Gabinete de Enlace, del ministerio de Información y Turismo GRAPO: Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre HOAC: Hermandad Obrera de Acción Católica HOACF: Hermandad Obrera de Acción Católica Femenina HSE: Hermandad Sacerdotal Española INE: Instituto Nacional de Estadística JACE: Juventud de Acción Católica Española JARC: Juventud de Acción Rural Católica JEC: Juventudes de Estudiantes Católicos JECF: Juventud Estudiante Católica Femenina JIC: Juventud Independiente Católica JOAC: Juventud Obrera de Acción Católica JOC: Juventud Obrera Católica JOCF: Juventud Obrera Católica Femenina LRP: Ley de Reforma Política MAS: Movimiento de Apostolado Seglar MCC: Movimiento de los Cursillos de Cristiandad MFC: Movimiento Familiar Cristiano MIT: Ministerio de Información y Turismo MRA: Movimiento Rural de Adultos de AC MRC: Movimiento Rural Cristiano OD: Opus Dei OS: Organización Sindical PCE: Partido Comunista de España PP: Partido Popular PSOE: Partido Socialista Obrero Español PSUC: Partido Socialista Unificado de Cataluña SNC: Secretariado Nacional del Clero TOP: Tribunal de Orden Público UCD: Unión de Centro Democrático UGT: Unión General de Trabajadores UNAS: Unión Nacional de Apostolado Seglar USO: Unión Sindical Obrera VOJ: Vanguardia Obrera Juvenil VOS: Vanguardia Obrera Social 13 ―La otra Transición de la Iglesia… Introducción: ¿Transición eclesiástica y política en la Iglesia? La Transición política española del régimen autoritario, encarnado en la figura del general Francisco Franco y Bahamonde (1892-1975), a la instauración de un sistema democrático y sus instituciones, continúa siendo argumento de estudio en constante revisión y análisis desde los ámbitos político, jurídico, sociológico, histórico, ideológico o, como en nuestro caso, religioso1. 1 Algunos de los autores que han sistematizado una bibliografía básica desde distintos enfoques: Powell, Ch.: ―Bibliografía básica sobre la Transición en España‖, Revista de Occidente, núm. 54, 1985, pp. 138-141 (óptica jurídico-política, sin referencias al papel de la Iglesia); Ortiz Heras, M.: ―Historiografía de la Transición‖, La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes documentales. VI Jornadas de Castilla-La Mancha sobre investigación en archivos, ANABAD, Guadalajara, 2004, pp. 223-240; Entre la bibliografía específica sobre la Transición y la Iglesia: Cuenca Toribio, J. M.: ―La Historiografía eclesiástica contemporánea. Balance provisional a finales de siglo (1976-1999)‖, Hispania Sacra, nº 51, 1999, pp. 355-383; López Villaverde, Á. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.), Culturas políticas del nacionalismo español. Del franquismo a la transición, La Catarata de los Libros, Madrid, 2009, pp. 153-183; Martín de Santa Olalla, P.: ―La Iglesia durante la Transición a la Democracia: Un balance historiográfico‖, en Navajas Zubeldía, C. (Ed.): Actas del IV Simposio de Historia actual, Instituto de Estudios Riojanos, Logroño, 2002; Suárez Fernández, L.: Franco y la Iglesia. Las relaciones con el Vaticano, Homo Legens, Madrid, 2011. Tusell, J.: ―Transición: lo importante sucedió antes‖, en La fuerza del diálogo, Homenaje a Joaquín Ruiz Jiménez, Madrid, Alianza, 1997, pp. 202-208; Tusell, J. y Soto, A.: Historia de la transición, (1975-1986), Alianza Editorial, Madrid, 1996. Sobre la influencia de la Iglesia católica, desde la óptica de historiadores extranjeros: Payne, S. G.: El catolicismo español, Barcelona, Planeta, 1984; Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998), Barcelona, Crítica, 2003; Botti, A.: Cielo y dinero. El nacionalcatolicismo en España (1881-1975), Madrid, Alianza, 1992; Lannon, F.: Privilegio, persecución y profecía. La Iglesia Católica en España 1875-1975, Madrid, Alianza, 1990. Desde la sociología, tenemos el punto de vista de Díaz Salazar, R. y Giner, S.: Religión y 14 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La Iglesia católica, con estatus preponderante sobre el resto de credos por su exclusiva relación con el régimen, aporta indudables claves al proceso. De hecho, son muchos los que aseveran que la institución vive su propia evolución, con anterioridad al hecho político, en lo que ha venido a llamarse ―Transición eclesiástica‖2. Una Transición basada en el intento por sociedad en España, CIS, Madrid, 1993; Recio, J. L., Uña O. y Díaz Salazar, R.: Para comprender la transición española. Religión y política, Verbo Divino, Estella, 1990; DíazSalazar, R.: ―Los cristianos, la lucha por la democracia y la creación del nuevo movimiento obrero (1947-1977), XX Siglos, nº 16 (1993/4), pp. 5-14. FOESSA: Informe sobre el cambio social en España, 1975-1983, IV Informe, vol. 2, Madrid, 1983, pp. 517-638; Casanova, J.: "La recristianización de Europa. Catolicismo y democratización en España y Polonia" en Historia y Fuente Oral, núm. 2 y 10, 1993, pp. 45-71; Hernández, A.: El quinto poder. La Iglesia de Franco a Felipe, Temas de Hoy, Madrid, 1995; Moreno María, N. A.: "La Iglesia ante el cambio político, 1975-1979" en Soto, A., Marín J. M., Díaz Gijón J. R., Martínez Lillo, P. y Pan-Montojo, J. (coord.): Historia de la Transición y consolidación democrática en España, tomo I, UNED, Universidad Autónoma de Madrid, 1996, pp. 141-149; Brasloff, A.: Religión and Politics in Spain. The Spanish Chrurch in Transition, 1962-1996, London/N. York, 1998; Urbina, F. y otros: Iglesia y Sociedad en España, 1939-1975, Edit. Popular, Madrid, 1977. Sobre movilizaciones sociales y Transición: Sartorius, N. y Alfaya, J.: La memoria insumisa: sobre la Dictadura de Franco. Barcelona, Crítica, 2002; Sartorius, N., y Sabio, A.: El final de la dictadura. Los meses que cambiaron la historia de España (Noviembre 1975– junio 1977), Temas de Hoy, Madrid, 2007; sobre Castilla la Mancha (CLM), la región a la que nos ceñimos en este trabajo, Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979, Biblioteca Añil, Almud Ediciones de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, 2008. 2 Son muchos que, al igual que el profesor Javier Tusell, reconocen una evolución en la Iglesia anterior al cambio político: ―[…] La España democrática posterior a la transición resultó, en gran medida heredera del catolicismo avanzado de los años sesenta y setenta. […] la transición de la Iglesia fue anterior a la política y acabó por facilitarla. [..] La Iglesia española, en realidad, realizó su propia evolución mucho antes de que tuviera lugar el cambio político de la transición, adelantándose de este modo al cambio de la sociedad. Este hecho debe ser reconocido, pasado el tiempo‖, Tusell, J.: ―Desarrollo económico, aperturismo y 15 ―La otra Transición de la Iglesia… transformar sus estructuras arcaicas, fruto de las exigencias de parte de sus integrantes que, al mismo tiempo, se involucran en que la institución abandone el apoyo a un régimen totalitario que se tambalea, confluyendo en una doble intencionalidad: acceder a nuevos cauces de participación en dos parcelas comunitarias, la religiosa y la política. En lo que se refiere a ambas Transiciones, la política y la eclesial, creemos que desempeñado se ha desde otorgado ―arriba‖ un en excesivo la reconocimiento recuperación de las al papel libertades democráticas. Hablamos de los altos estamentos del poder eclesiástico, político y militar, con ciertos rasgos, tal y como sostiene M. Redero, de una ―revolución pasiva‖, según el modelo gramsciano, donde los grupos tardofranquismo (1966-1975)‖, en Lynch, J.: Historia de España, Época Contemporánea 1808-2004, Crítica, Barcelona, 2007, pp. 651 y 653. Santos Juliá plantea la primera ―Transición‖ eclesiástica: ―[…] la primera ocasión en que aparece el postulado de un periodo de transición para España es la declaración aprobada en febrero de 1937 por el Comité français pour la paix civile et religieuse en Espagne, presidido por el teólogo y filósofo católico francés Jacques Maritain. Maritain y el Comité, en abierta oposición a la actitud mantenida por la Iglesia católica española, y muy especialmente por el cardenal arzobispo de Toledo y por el obispo de Salamanca, los catalanes Isidro Gomá y Enrique Plá y Deniel, proponían un plan de mediación internacional que condujera a un ‗periodo de transición‘, necesario para el apaciguamiento de los espíritus, la renuncia a la violencia, el restablecimiento de la paz y que culminaría en un plebiscito sobre la ‗constitución fundamental del país‘. Transición aparece, pues, en esta primera ocasión, como el periodo de tiempo necesario para que el pueblo español recuperara la posibilidad de decidir libremente la forma de gobierno que prefiriera y que no podría expresarse ‗más que en una votación popular, un plebiscito, por ejemplo…‖. Juliá, S.: ―Transición antes de la transición‖, en Gómez Bravo, G.: Conflicto y consenso en la transición española, 2009, pp. 21-38. 16 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón dirigentes marginan la iniciativa y el protagonismo popular3. La historia y la teoría política señalan, como indica Held, que el motivo del cambio democrático que guía a diferentes grupos, clases y movimientos, tiene como fin: ―[…] un mayor grado de autonomía y control sobre sus vidas contra distintas formas de estratificación, jerarquía y opresión política‖4. En la institución eclesiástica el protagonismo apunta, hasta aquí, a su jerarquía, principalmente al cardenal Vicente Enrique y Tarancón quien, tras su llegada a la presidencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE), dirige, junto a un grupo cada vez más numeroso de obispos de tendencia aperturista, la Iglesia española hacia su resituación en el nuevo orden político que se vislumbra para el país (una Iglesia en la que sus diferentes poderes -como en el resto de instituciones inmersas en cualquier proceso de cambio-, no se orientan hacia unos mismos objetivos, no se adaptan a los 3 Redero San Román, M.: ―La iglesia y la transición‖, La transición a la democracia en España, Marcial Pons, Madrid 1996, pp. 229-30. El segundo de esos rasgos es la capacidad para anular y desorganizar a los grupos opositores más revolucionarios (obsérvese el estado de los partidos a la izquierda del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) durante la Transición), cuestión que trataremos de ver en la Iglesia. El autor destaca la importancia del factor religioso en el comportamiento de una mayoría de españoles. Ibídem. Como afirma Mariano del Mazo: ―[…] la voz transición llegó a convertirse en la transición de la que todo el mundo, incluso quienes nunca habían sido oposición ni formado parte de ningún grupo de la disidencia, comenzó a hablar desde el momento en que Manuel Fraga (ministro en varios gobiernos con Franco) se sumó también al carro cuando declaró: ‗Mi lema es la reforma, y ello supone una táctica de ordenada transición‘‖. Declaraciones de Mariano del Mazo a El Correo Catalán, 7-4-1971. 4 Held, D.: ―Citizenship and Autonomy‖ en Held, D. (ed.): Political Theory and the Modern State. Cambridge, Polity Press, p. 199. 17 ―La otra Transición de la Iglesia… procesos de cambio en los mismos tiempos, ni por supuesto aceptan de igual modo las nuevas normas de relación institucional sobrevenidas)5. 5 El papel del ―cardenal del cambio‖ está sometido a debate. Vid. Martín Descalzo, J. L.: Tarancón el cardenal del cambio, Planeta, Barcelona, 1982. Desde quienes rebajan su protagonismo a otros actores y colectivos, Vid. Piñol I Font, J. M.: La transición democrática de la Iglesia española, Trotta, Madrid, 1999. Según José Cuenca Toribio: ―[...] tal vez, la jerarquía eclesiástica, junto con los políticos y el ejército, se atribuye un protagonismo desmesurado en la singladura de la transición, empresa, en verdad, de la que todo el pueblo español puede ufanarse. Por lo demás, su ‗reconversión‘ no ha sido tan profunda como a veces se afirma, y ha estado lastrada por un oportunismo que, a la vista de la historia moderna, bien pudiera creerse congénito a la institución episcopal […]‖. Cuenca Toribio, J. M.: Iglesia-Estado en la España contemporánea, prólogo a la segunda edición, Alhambra, Madrid, 1989, p. 13. Vicente Enrique y Tarancón, ordenado sacerdote en 1929, es obispo de Solsona (1946-1964), arzobispo de Oviedo (1964-1969), cardenal primado de Toledo (19691971) y arzobispo de Madrid (1971-1983). Nombrado cardenal por el Papa Pablo VI, en 1969, fallece en 1994. Él mismo recoge en su obra autobiográfica Confesiones (póstuma), Madrid, PPC, 1996, los frentes y maniobras que, en uno y otro sentido, la jerarquía ejerce durante la Transición. Su vicario general en Madrid, José María Martín Patino, mantiene que el propio Tarancón destruye unas primeras Memorias de las que nadie ha desvelado dato alguno: ―[…] él quería dejarlo todo; lo que decía del Rey, lo que decía de Suárez, lo (terrible) que decía del obispo Guerra Campos... Había tenido muchos encuentros y muchos desencuentros, y ahí estaban, mezclados con su rabia de ciudadano dispuesto a contar qué pasó‖. Cruz J.: ―La rabia de Tarancón‖, El País, 22-1-2012. Del resto de sus escritos destacamos: La nueva forma del apostolado seglar, Vigo, 1937; Renovación total de la vida cristiana (1954); Los seglares en la Iglesia (1958); Sucesores de los apóstoles (1960); La parroquia, hoy (1961): La Iglesia en el mundo de hoy (1965); El sacerdocio a la luz del Concilio Vaticano II (1966); La crisis de fe en el mundo actual (1968); Liturgia y lengua del pueblo (1970); Unidad y pluralidad en la Iglesia (1970); y Cartas a un cristiano (1987). Sobre Vicente Enrique y Tarancón: Blas, C. de: El cardenal que coronó al Rey: Pablo VI eligió a Tarancón para separar a la Iglesia del Franquismo, Barcelona, 1995; Infiesta, J.: Tarancón. El cardenal de la reconciliación. Ed. San Pablo, Madrid, 1995; Escámez, P.: ―Un eminente cardenal español‖, La Gaceta del Poniente, 13-1-1995 y Piñar, B.: Mi réplica al cardenal Tarancón, Ed. FN, Madrid 1998, para el autor, una réplica al libro del cardenal, Confesiones. 18 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La Iglesia tiene una desmedida presencia en las propias instituciones regidoras del Estado tras la guerra civil (1936-1939), estamentos donde se diseñan las líneas en el ámbito legislativo que se trasladan posteriormente sobre la organización social y política del país. Sin embargo, también se produce, desde principios de los años cincuenta, la presencia de ciertas bases en los incipientes conflictos de tipo social y político que promueven sindicatos y partidos clandestinos, poniendo en tela de juicio el ―maridaje‖ Iglesia-Estado, postura que ―fuerza‖, entendemos, gradualmente a coincidir a cierta parte de la jerarquía renovada generacionalmente. El Concilio Vaticano II (1961-1965) -sin entrar a analizar si las conclusiones del mismo son consecuencia de la presión intelectual que provocan en millones de fieles las corrientes de racionalismo y reivindicación social y política a nivel local-, define un nuevo marco de separación de poderes civil y eclesiástico, sobre todo en regímenes totalitarios, con el consiguiente giro en la trayectoria de su ―historia‖ y confirmando los deseos de muchos militantes católicos6. El Episcopado español se encuentra con que gran parte de la base sociológica del país -que aboga por los cambios a la participación política a partir de la década de los sesenta- está ideológicamente formada, e influida 6 Sartorius y Sabio apuntan: ―[…] Las relaciones entre la Iglesia y el Estado se deterioraron porque la constitución Gaudium et Spes proclamaba el derecho a la participación y el pluralismo político, derecho a la huelga y a la libre sindicación de los trabajadores. De hecho, a mediados de los setenta no es raro ver sacerdotes y cristianos de base ‗empapados‘ en la Teología de la Liberación y con las premisas del Concilio de fondo, implicados en la tarea de sensibilización hacia el sindicalismo agrario como lucha antifranquista‖. Sartorius, N., y Sabio, A.: Op. cit., p. 235. 19 ―La otra Transición de la Iglesia… en gran medida, por la Iglesia7. De ahí que ciertos integrantes comprendan el mensaje y traten de retomar la iniciativa de ese ―cambio‖ hasta los límites que en su propia naturaleza le sostiene y, que como ocurre en toda conformación grupal, producirá una reacción contraria en otros que se anclan en el continuismo, el inmovilismo y hasta involución8. El pretendido 7 Montero, F.: "La Iglesia y la transición", Ayer, nº 15, 1994, pp. 223-241. Gregorio Rodríguez Cabrero y Julia Montserrat recogen el interés de los jóvenes por la política que coincide en su punto más alto con el final de la dictadura y con el máximo esplendor del asociacionismo. Según su estudio el asociacionismo remonta en cifras años más tarde, al contrario que la participación política que no deja de descender. Es significativo que en 1965 un 19% se declara interesado en política y que en 1975 alcanza el 30-45%, para bajar hasta el 11% en 1982. Por otro lado, según recoge la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA), de DATA para Cáritas Española, en 1973 el 37% de los españoles pertenece a alguna asociación: 13% deportivas, 15% religiosas, 11% culturales, 11% cívico-sociales (de padres de familia, de consumidores, Cruz Roja y otras) y el 4% políticas (Falange, Sección Femenina, Frente de Juventudes, Comunión Tradicionalista, Alféreces y Sargentos Provisionales y otras). Rodríguez Cabrero, G. y Montserrat, J. (Dirs.): Las entidades voluntarias en España, Madrid, ministerio de Asuntos Sociales, 1996. 8 Los términos ―inmovilismo‖ o ―inmovilista‖ se aplica a quienes -viendo el final del régimen franquista- tratan de perpetuarlo ―perfeccionándolo‖, y ―sin perder las señas de identidad del Estado surgido a raíz del ‗Alzamiento del 18 de julio‘‖. Soto Carmona, A.: ―El régimen de Franco‖, en AA. VV.: Historia de la España actual, 1939-2000. Autoritarismo y democracia, Madrid, 2001, p. 14. Podemos caracterizar tres grupos de posicionamiento de los miembros de la institución eclesiástica, tal y como también se reproduce entre la ciudadanía: inmovilistas, continuistas y oposición o aperturistas/rupturistas, ante el cambio de régimen. Los primeros, los inmovilistas, se preocupan desde muy temprano del rearme ideológico y a destacar el desarrollo socioeconómico que vive el país, al tiempo que sostienen que no es necesario el modelo de asociaciones políticas, o parlamentario, sino la lucha contra las ―desviaciones‖ y la degradación que sufren otros países en el aspecto moral. En el polo opuesto están los aperturistas que ven estos planteamientos insuficientes a sus aspiraciones políticas en la representación del individuo en una democracia inorgánica. Entre ambos cabrían los continuistas, más moderados, que admiten un asociacionismo restringido, 20 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón abandono paulatino de los principales centros del poder político nos plantea se produce por la conformación de un nuevo criterio en su seno, desde plurales canales de participación y discusión, configuración de ―su‖ propia Transición, o de presiones internas en la inercia generalizada en el país. De ahí, la creciente e imparable contraposición que surge entre el discurso jerárquico-institucional inmovilista y el de las bases, donde aquellos tratan de evitar la pérdida del estatus de protección, frente a la opción ―posibilista‖, originaria principalmente en el ―Movimiento católico‖9 (al que articulado eso sí en el Movimiento Nacional del franquismo, teniendo al Consejo Nacional como marco institucional. García Martínez, J. L. y Pérez Tornero, R.: ―Fuentes para el estudio de colectivos sociales y partidos políticos en el fondo del gobierno civil del Archivo Histórico Provincial de Cuenca‖, en La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes documentales…, Op. cit. Según Ruiz Rico: ―[…] La posición oficial de la Iglesia española, tras el cambio, es, pues, reformista, en algún modo centrista y dotada de límites que usualmente no se consideran. Se trata de conseguir el cambio del nivel régimen (generalmente a partir del orden institucional existente), pero en ningún caso de alterar cualitativamente el cuadro conformado por las clases colocadas en posición de dominio. Cambio de régimen, pero no de sistema o, más exactamente, cambio de régimen para lograr la persistencia del sistema‖. Ruiz Rico, J. J.: El papel de la Iglesia católica en la España de Franco, 1936-1971, Tecnos, Madrid, 1977, p. 23. 9 Julio de la Cueva Merino recoge una simbiosis de las acepciones que su definición generan F. Montero y P. Fullana: ―[…] podríamos definir al movimiento católico como el conjunto de formas en que se manifiesta la acción de los católicos en la sociedad contemporánea, entendidas tales formas en cuanto partes integrantes de un proyecto global de presencia y, sobre todo, de defensa católica…‖, extendiendo estas cualidades más allá del periodo al que se ciñe en su trabajo, sobre la Iglesia durante la Restauración, y sobre todo, ampliándolo a lo restringido anteriormente para movimientos populares (o hasta hace poco para los sociales, aplicado principalmente a la izquierda). De la Cueva Merino, J.: ―Clericalismo y movilización católica durante la Restauración‖, en De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L. (Coord.): Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición, 21 ―La otra Transición de la Iglesia… se le ha otorgado, creemos, también excesiva importancia sobre lo que supone de presión sobre la jerarquía)10. Ambas visiones representan distintos ordenamientos simbólicos de la realidad11. Analizar los discursos que se generan en las dos esferas, la controladora y la aperturista, durante ese periodo, son indispensables para conocer los aspectos que desembocan en la globalidad conocida, en una institución con dominios y ámbitos sociológicos muy amplios, de una estratificación rígida y una clara ―opresión política‖ sobre quienes se alejan de sus preceptos. Esta perspectiva rompe una visión monolítica de la institución, así como la deriva no calculada hacia ciertas posiciones de difícil previsión para sus protagonistas. Fruto de las interacciones inter y extra orgánicas, como sucede en toda organización, la Iglesia tiende a desdibujar o reorientar su pasado según las conveniencias de sus directores. El estudio de sus divergencias Colección Almud, núm. 5. Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla La Mancha, Cuenca, 2005, p. 29. 10 Especialistas del tema observan una cierta debilidad organizativa y la impresión de que el impulso propagandístico y organizativo, principalmente desde los movimientos obreros católicos, es en realidad una tarea individualizada que choca a menudo con la indiferencia de la mayoría. Vid. Montero, F.: El movimiento católico en España, Eudema, Madrid, 1993, pp. 90-91. Un ejemplo es Guillermo Rovirosa, dirigente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), apartado de la dirección en 1957 por la jerarquía eclesiástica ante los resquemores que su implicación política genera en el régimen, en AA. VV.: Guillermo Rovirosa, ¡Ahora más que nunca! Ediciones HOAC, Madrid, 2006. 11 Melucci, A.: ―The process of collective identity‖ en Johston, H. y Klandermans, B.: Social Movements and Culture. Minneapolis, University of Minnesota Press, 1995, pp. 41-47. 22 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón internas son claves para conocer en qué medida suponen un empuje, o freno según el caso, al cambio de régimen, dado que a un tiempo es una institución ligada a la dictadura, y por otro lado concurren segmentos, movimientos y asociaciones, que interactúan con otros instrumentos de participación, como partidos y sindicatos en la clandestinidad, con indudable influencia en el ámbito social e ideológico12. Es por ello que intentemos delimitar hasta qué punto no se abandona la religiosidad por la proliferación de la ―religión social‖ o ―religión política‖, pues esa motivación supone un cambio de fondo en la institución y su imagen social, a pesar de los frenos de una superestructura –con origen en la jerarquía reaccionaria- política y religiosa contraria13. La Iglesia, como macro-institución, se sitúa en el área del poder, y nuestro interés proviene del análisis de su proceso interno de transición 12 Muchos católicos se implican desde sus parroquias, con cierta permisividad de la jerarquía y del clero, en una renovación evangelizadora y social con base política. Como afirma el historiador de la Iglesia y teólogo A. Hastings: ―[…] la religión, la política y la cultura interactúan de manera tan obvia…‖. Hastings, A.: La construcción de las nacionalidades, Madrid, Cambridge University Press, 2000, p. 13. 13 Para López Villaverde: […] A la hora de organizar la convivencia -y el orden social, por tanto- el poder político y la Iglesia católica han rivalizado históricamente mediante una pugna dialéctica que ha fluctuado desde la confluencia de intereses -llegando a politizarse la religión o a conceder una dimensión religiosa a la política- hasta el enfrentamiento más o menos abierto y ha dado lugar a debates tan enriquecedores como el que actualmente pivota en torno a la laicidad‖. López Villaverde, Á. L. (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha, Almud ediciones de Castilla La Mancha, Biblioteca Añil, Ciudad Real, 2010, p. 16. El sociólogo Salvador Giner defiende que las sociedades han ido acercándose a las opciones ―religión civil o política‖ a medida que han ido apartándose de una encarecida e histórica dimensión religiosa, fruto del avance imparable del proceso de secularización. Ibídem, p. 15. 23 ―La otra Transición de la Iglesia… endógena, y como ésta influye en el devenir de un contexto externo -su desenvolvimiento en la Transición española- por lo que debemos plantearnos de qué forma y en qué han consistido sus actuaciones y sus subpoderes endógenos14. Serán los activos, los militantes -los de ―abajo‖- el centro de mira de los análisis donde encontrar el origen de las presiones, y por tanto algunas de los motivos de los cambios llevados a cabo. Como recalca insistentemente en sus informes FOESSA, la dimensión religiosa en España es esencial para comprender el desarrollo de la política española durante la Transición por sus antecedentes, su actitud en el ámbito social, preferencias ideológicas y conducta electoral e imagen de los partidos15. 14 Linz, J. J.: ―El uso religioso de la política y/o el uso político de la religión: la ideología sucedáneo versus la religión sucedáneo‖, Revista Española de Investigaciones Sociológicas (REIS), núm. 114, abril-junio, 2006, con anterioridad en Maier, H. (ed.): Concepts for the Comparison of Dictatorships, vol. 1, Londres, Routledge, 2004, pp. 107-125. El autor analiza la relación entre religión y política, sobretodo en regímenes totalitarios -al papel desempeñado por la ―religión-sucedáneo‖ como la denomina- y las religiones políticas, que enlazan, según su visión, con procesos de secularización. 15 FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981), Euramérica, Madrid, 1981, año 1975, p. 308. También Vid. Informe sociológico sobre el cambio social en España (1975-1983), Madrid, Euramérica, 1983. Por su parte, Laura Serrano afirma: ―[…] La desproporcionada presencia de la religión y de lo eclesiástico durante largos años en España lleva a González Anleo a hablar de una inflación religiosa del país, y al propio Tarancón a calificar de excesivo el protagonismo social y político de la Iglesia española‖. Serrano Blanco, L.: Aportaciones de la Iglesia a la democracia desde la diócesis de Valladolid, 1959-1979, UPSA, Salamanca, 2006, p. 18. Redero San Román señala: ―[…] la relevancia del factor religioso en el comportamiento político y electoral de los españoles durante la transición, subrayando las novedades históricas de esa incidencia: la relativa dispersión del voto católico, la ruptura de la tradicional polarización izquierdas-derechas con sus consiguientes efectos pacificadores (superación del conflicto clericalismo-anticlericalismo). Más allá de las 24 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Si bien hasta la muerte de Franco no se produce la democratización de las instituciones del Estado, es innegable que con anterioridad, una importante movilización social -donde el concurso de múltiples agentes sociales, colectivos e individuos- hacen posible una cultura política, lo que podríamos denominar ―pretransición‖ hacia un sistema de participación y gobierno democráticos. La presencia de católicos y sus organizaciones intraeclesiales en el proceso, que generan lo propio en su contexto religioso, es indudable16. Las bases, concretamente militantes de los movimientos habituales interpretaciones sobre el pluralismo político de los católicos, pone de relieve la existencia de una verdadera frontera entre una minoría significativa de católicos de ‗izquierdas‘ partidarios de un cambio de sistema y la mayoría de los católicos y de la propia Iglesia institucional propiciadora de un mero cambio de régimen. Esa divisoria política sería la responsable de las tensiones en el interior de la Iglesia, y del pluralismo que pervive en el mundo católico antes y después de la transición […]‖. Redero San Román, M.: Op. cit., pp. 229-30. Sobre el paralelismo entre modernización de la sociedad e Iglesia/Transición, César Alonso de los Ríos asegura: ―[…] No sería posible hablar de la modernización de la sociedad española sin la católica‖. Alonso de los Ríos, C.: ―El cura como pretexto‖, ABC, 6-2-2002, sección Opinión. Consideramos relevantes los análisis socio-antropológicos de Fernández Fernández, G.: Religión y poder. Transición en la Iglesia Española, Edilesa, León, 1999. 16 En ese sentido J. I. Calleja afirma: ―[…] La Iglesia española no se desenganchó de la dictadura el día 20 de noviembre de 1975. Existen ya análisis y estudios, siempre susceptibles de notables aportaciones, que demuestran esta tesis‖. Calleja, J. I.: Discurso eclesial para la transición democrática (1975-1982), Eset, Vitoria, 1988, p. 7. El autor continúa preguntándose: ―¿No son también Iglesia muchos de los agentes sociales que conforman otras fuerzas de la Transición? ¿A qué fuerza social atribuir el origen de las actitudes adoptadas por los ciudadanos con ‗doble militancia‘ por ejemplo, a las propuestas de los Obispos, a las opciones socialistas o a los convencimientos conservadores?‖. Ibídem, p. 20. Justo G. Beramendi se refiere a esta movilización como parte de una cultura política proclive a la democracia: ―[…] Entendiendo por cultura política el conjunto de ‗las ideas, valores y pautas de comportamiento político no de la elites políticas o de las minorías políticamente organizadas, sino de las mayorías, de la gente común, de las masas…‘‖. 25 ―La otra Transición de la Iglesia… obreros y especializados de Acción Católica (AC), se encuentran en las distintas movilizaciones y creación de organizaciones de tipo sindical y político, junto a otros movimientos sociales, que gestan unas nuevas bases de normas reguladoras del tejido social17. Esa fuerza, en conjunto, supone un reequilibrio de variables, que supone la modificación de las estructuras Beramendi, J. G.: ―La cultura política como objeto historiográfico. Algunas cuestiones de método‖ en AA.VV.: Culturas y civilizaciones, III Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1998, p. 76. El profesor Israel mantiene: ―[…] Allí donde la autoridad religiosa es fuerte, la historia indica que la sociedad es invariablemente intolerante. […] El país (España) se ha convertido en notablemente más secular, más libre y más próspero…‖. Ibídem. Israel, J.: ―Donde la autoridad religiosa es fuerte, la sociedad es invariablemente intolerante‖, en Infocampus, Revista de Información de la Universidad de Castilla La Mancha, Vicerrectorado de Coordinación, Ciudad Real, junio, 2011, p. 11. Por último, al referirnos al denominado periodo de pretransición, nos ajustamos al acuñado por Raúl Morodo en La Transición Política, Madrid, Tecnos, 1984, pp. 73-98. 17 Según Díaz Salazar: ―[…] la presencia del factor católico y de la Iglesia en el apoyo en la oposición al régimen franquista […] es un tema que ha sido poco estudiado y que deberá seguir siendo investigado‖. Díaz Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia. Catolicismo y Sociedad en España (1953-1979), Ed. HOAC, Madrid, 1981, p. 54. Como apunta Cuenca Toribio: ―[…] La primera apertura, el primer esbozo de reconciliación nacional en el cuerpo social tras la dramática fractura de la guerra civil quepa quizá filiarlo, muy germinal e incipientemente, por supuesto, en la conducta de algunos de sus sectores, como, verbi gratia, las organizaciones apostólicas de base obrera‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo, Ed. Actas, S.L., Madrid, 2008, p. 134. En la nota al texto añade: ―[…] Frente a la opinión de Tusell y García Escudero en el sentido indicado en el texto, dos sobresalientes conocedoras del periodo mantendrán la tesis opuesta (en referencia a E. Nicolás Martín, y A. Alted Vigil en Disidencias del franquismo (1939-1975)… y de E. Berzal de la Rosa en su libro Sotanas rebeldes. Contribución cristiana a la transición democrática, en el que recoge textos sobre la participación directa o indirecta de las asociaciones obreras con el nacionalcatolicismo‖. Ibídem. Vid. Berzal de la Rosa, E.: Sotanas rebeldes. Contribución cristiana a la transición democrática, Diputación de Valladolid, Valladolid, 2007. 26 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón del poder, y pone en evidencia que la obtención de las libertades democráticas se encuentra relacionada con la movilización emprendida desde abajo18. Por tanto, creemos que no podemos hablar de ―la Iglesia de la Transición‖ sin plantearnos el hecho de una ―Transición en la Iglesia‖, que significa un cambio de rumbo en las relaciones con el Estado en una nueva redefinición a lo pactado con un régimen dictatorial, así como la reivindicación más profunda, desde las bases y gran parte del clero de un cambio en las reglas socioeconómicas (si bien sostenemos que el discurso de la institución trata de evitar un desgarro en el tejido social, político y, por supuesto, religioso)19. 18 Foweraker, J. y Landman, T.: Citizenship Rights and Social Movements. A Comparative and Setatistical Analysis. Oxford, Oxford University Presss, 1997, p. 2. 19 Para Laura Serrano: ―[…] la Iglesia prepara y anticipa la Transición, la anticipa porque ella vive su propia transición interna… pero también la prepara alentando la conciencia cívica, la participación ciudadana, formando líderes, combatiendo al régimen, deslegitimando su ideología‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 55. Sobre el grado de responsabilidad en la caída del régimen Simón Arce argumenta: ―[…] acerca de la significación de la ‗ruptura‘ de la Iglesia con la dictadura, se cae de forma habitual en un argumento circular, el desenganche de la Iglesia habría producido la progresiva caída de la dictadura, pero, a su vez, este distanciamiento tendría como origen el propio declinar del régimen, del que la Iglesia se querría separar para no verse afectada por el mismo. Según la visión histórico causalista vigente, la separación de la Iglesia tuvo que ser causa de la caída del régimen o consecuencia de la misma pero no las dos cosas a la vez‖. Simón Arce, R. A.: ―La Iglesia católica española en la Transición desde el franquismo‖, en AA.VV.: Los marxistas españoles y la religión, Edicusa, Madrid, 1977, y en la revista digital Umbral, Puerto Rico, septiembre de 2008. Tal y como afirma L. X. Araujo Cardalda: ―[…] la defensa de sus intereses en el nuevo ordenamiento institucional democrático de acuerdo con los parámetros del corporativismo moderno‖. Araujo Cardalda, L. X.: El Estado oculto. Elementos para una revisión de la transitología canónica. Política y catolicismo en la corporatización de la función religiosa en 27 ―La otra Transición de la Iglesia… En ese camino una parte de la jerarquía trata de guardar los intereses de la institución en un nuevo sistema de reglas políticas y de conformación social, pues temen -guardando sutilmente las distancias en cuanto a los antecedentes, el momento histórico local e internacional, las orientaciones de la Iglesia a nivel mundial, etc.-, que se repita el trauma que para la institución supuso el cambio de régimen surgido tras la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República (1931) con el gobierno del Frente Popular, donde la Iglesia pierde su posición de privilegio con graves tensiones con los partidos de ideología marxista y anticlericales20. En ambos momentos históricos inquieren fórmulas para influir en la redacción de las nuevas Constituciones democráticas (en el periodo de estudio de este trabajo cuenta aún con el garante monárquico, Juan Carlos I, heredado del franquismo)21. Sin entrar en el análisis de aquel periodo, lo cierto es que en España, Tesis doctoral, dirigida por X. L. Barreiro Rivas, Universidad de Santiago de Compostela, http://noticias.universia.es/vida-universitaria/noticia/2009/06/11/661156/tesisusc-estudia-relacion-comunidad-politica-iglesia-catolica-espana.html. 20 Linz matiza que ambos momentos son desiguales en cuanto a la postura de la Iglesia: ―[…] La muerte de Franco (1975), la transición a la Democracia (1975-1977), la nueva Constitución (1978) y la llegada al poder de los socialistas (1982) no supusieron un trauma ni una amenaza significativa para la Iglesia como lo fue la proclamación de la República de 1931. Los cambios de la Iglesia se habían producido en los últimos años del régimen de Franco. El liderazgo, bajo la dirección del cardenal Tarancón, se había estado preparando para el cambio de régimen, lo mismo que la oposición, especialmente el Partido Comunista, que quería evitar una confrontación con la Iglesia. El contraste con 1931 no podía ser mayor‖. Linz, J. J.: La quiebra de las democracias, Madrid, 1993, pp. 33-34. 21 Si bien se ha hablado, y aceptado, que en aquel momento desde el Vaticano se aboga inicialmente por mantener una posición enfrentista con la II República, también lo es que se aconseja a la jerarquía, e Iglesia española en su conjunto, el respeto entre ambas 28 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón los años setenta, como define Sánchez Terán, la Iglesia lleva en curso una ―triple transición‖, la religiosa, cultural y política22. El profesor Feliciano Montero ajusta el término a ―Transición eclesial‖: ―[…] creo que sería mejor hablar de ‗transición eclesial‘ que ‗religiosa‘. […] el horizonte que nos movemos más aquí es el de la relación Iglesia/Estado, la relación de fuerzas políticas y sociales entre el mundo católico, en sus diversas expresiones, y el régimen político‖23. instituciones, en un ejercicio que no altere y genere la paz social (24-4-1931). Cárcel Ortí, V.: Pío XI entre la República y Franco, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 2008. En la Transición, se ha producido el Concilio Vaticano II donde se aboga por la separación de los gobiernos y regímenes de signo dictatorial, cuestión que en principio no es apoyada por gran parte de la jerarquía española afín al franquismo. 22 Sánchez-Terán define el origen de las tres: ―[…] La transición religiosa tiene su fundamento esencial en el Concilio Vaticano II, que fue calando lentamente en la Iglesia española. En la década de los sesenta la defensa de los derechos humanos es ya considerada parte integrante del discurso religioso. La transición cultural se produjo al acentuar la Iglesia su presencia en el mundo y, muy especialmente, en el mundo obrero a través de las organizaciones de la Acción Católica -HOAC y JOC- y con la presencia de las nuevas promociones de jóvenes sacerdotes en las parroquias de los barrios de trabajadores. En cuanto a la transición política, la Iglesia al principio de los setenta mantenía una actitud crítica ante el Régimen por la falta de democracia y de las libertades básicas. […] El momento en que se conjugan las ‗tres transiciones‘ es el 23 de febrero de 1973 (creemos que se refiere a marzo de 1972) -día clave en la Historia de la Iglesia española, pues el pleno de la Conferencia Episcopal elige Presidente, por mayoría, al Cardenal Tarancón, Arzobispo de Madrid-. Esto cambió el signo de la mayoría de la Conferencia Episcopal. Y este hecho fue esencial en la cooperación de la Iglesia a la Transición‖. Sánchez-Terán, S.: ―Tarancón, una clave de la Transición‖, ABC, Opinión, actualizado en web el 1-12-2007. 23 Para Montero ―Transición religiosa‖ se ciñe a los campos: […] sociológico y antropológico, es decir, le interesa ver en qué medida el país se ‗descristianiza‘ y se secularizan las costumbres o la cultura‖. De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L. (Coord.): 29 ―La otra Transición de la Iglesia… Otras visiones afirman que lo que se produce es la coexistencia de varias Iglesias24, desde la que colabora con el régimen (que trata de continuarse por todos los medios una vez desaparecido el dictador, y que crea un reducto focalizado en un contexto local muy concreto como veremos aquí), y otra que se distancia, promoviéndose como oposición en los últimos años a la dictadura25. Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición, Op. Cit., pp. 262-263. El profesor López Villaverde apunta desde dónde se comienza a expandir la crítica al nacionalcatolicismo: ―[…] la crítica al Estado católico se fue abriendo camino desde los movimientos de base y un sector del clero joven. Empezaba así la transición religiosa o eclesial y la refutación del mito de la cruzada‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖, en Ortiz Heras, M. y González, A.: De la Cruzada al desenganche: la Iglesia española entre el franquismo y la Transición, Silex, Madrid, 2011, p. 34. Vid. López Villaverde, A. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖…, Op. cit., pp. 153-184. 24 Pedro Carasa Soto distingue cuatro ―iglesias‖: la ―liberal‖ de los propagandistas; la oficial y jerárquica imbuida del espíritu de cruzada; la de base económica del Opus Dei (OD); y las comunidades de base y curas-obreros. En el prólogo de Berzal de la Rosa, E.: Op. cit., p. x. 25 La Iglesia que protagoniza o participa en los conflictos de oposición al régimen franquista, supone un avance sustancial para el proceso democrático, tal y como destaca J. Domínguez: ―[…] Primera: para deslegitimar al régimen desde dentro y hacer imposible la apariencia misma de conformidad con la doctrina de la Iglesia. Segunda: para hacer evolucionar a muchos creyentes. Tercera: para impedir el apoyo masivo del episcopado, que cada vez se vio más forzado a enfrentarse con el régimen, sobre todo en lo que se refiere a la Ley Sindical y a la renuncia de Franco a la presentación de los obispos, pedida por el Concilio. […] La Iglesia poco a poco se va a retirar y eso será un factor importante en el tránsito a la democracia. Cuarta: para apoyo de los militantes que pudieron decir tranquilos: ‗los herejes eran ellos‘‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975), Ediciones Mensajero, Bilbao, p. 91. 30 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 31 ―La otra Transición de la Iglesia… Planteamientos y estudios previos El presente trabajo se sustenta en el análisis de los discursos emanados en y desde ciertos sectores de la institución eclesiástica, principalmente el sector inmovilista frente al posibilista o aperturista, y observar si se produce evolución en los mismos, teniendo en cuenta la pluralidad de canales desde los que surgen26. Ahora bien, la necesidad de ahondar en los fines que nos proponemos nos obliga, en primer lugar, a ceñirnos a compilar aquellos textos que, desde la jerarquía y grupos de la facción inmovilista de la Iglesia, ilustran su doble discurso en el que aparece una clara intencionalidad política, frente al intento de neutralización o censura, llegado el caso, cuando se vierte desde una visión manifiestamente contraria. Para ello, lógicamente, aparecerán elementos contrapuestos dependiendo de la contextualización de los temas. Sin estimar valoración de grado en el lugar de esta exposición, también se intentará realizar el mismo recorrido por las bases, sean seglares o clero, al tiempo que desde aquí, intentaremos despejar la incógnita de si sus 26 Destacamos el planteamiento de J. I. Calleja quien ya analiza los contenidos de los mensajes en el periodo de la Transición. El autor alienta otras perspectivas sobre las que acercarse al tema: ―[…] La literatura laica es muy parca en noticias y análisis sobre la aportación del colectivo eclesial en la Transición. […] Por el contrario, en la literatura ‗eclesial‘ (ensayos, revistas de pensamiento teológico-pastoral, órganos de expresión de las ‗corrientes eclesiales‘ etc.) la aportación que se atribuye a la Iglesia adquiere una relevancia más marcada, hasta alcanzar quizá, en ocasiones, caracteres de épica. Hay además un rasgo que conviene en ambas literaturas y que refleja de antemano una dificultad añadida: el colectivo eclesial es identificado, prácticamente, con el Episcopado, sobre todo, por el discurso ‗laico‘‖. Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 5-6. 32 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón aspiraciones fuerzan u obligan a esa jerarquía a un desplazamiento originario, o posicionamiento contrario, al manifestado hasta entonces con el poder político, de fidelidad y de connivencia clara de resistencia al cambio. De los muchos marcos teóricos desde los que analizar las tensiones que yacen en estos testimonios, seguimos, en parte, el esquema del profesor X. L. Barreiro Rivas (observando la evolución de la propia institución en el contexto social y político del país, y en qué medida sus elementos, jerarquía, clero y fieles, han tenido parte activa en el mismo): a) A través del compromiso individual, fomentado desde una doctrina de solidaridad entre los hombres y respeto a las relaciones existentes entre los miembros de la sociedad. Dicho compromiso es susceptible de abrir a su vez dos grandes formas de acción: a. Acciones destinadas a influir sobre los resortes del poder social y económico (enseñanza, institutos seculares, actividades intelectuales y culturales, etc.). b. Acciones dirigidas a los sectores marginales de la sociedad, destinadas a paliar sus graves carencias (casas de acogida, asilos, hospitales, misiones en el tercer mundo, auxilio a la pobreza, etc.). b) A través de la creación de movimientos o grupos organizados, reflejo de las dos tendencias posibles en la interpretación del compromiso. c) Comunidades de bases que encuadran sectores seglares con compromiso religioso activo, y sectores progresistas avanzados dentro de las órdenes religiosas o del clero secular. 33 ―La otra Transición de la Iglesia… a. Comunidades religiosas destinadas a penetrar en los tejidos del poder social y a encuadrar la actitud religiosa de ciertas élites. d) Las posiciones de la jerarquía, difundidas mediante un complejo y potente sistema de medios de comunicación social, en las que es posible distinguir también dos aspectos: a. Aquellas que responden a una acción individual, susceptible de ser influida por las diversas corrientes de interpretación de la pastoral y del compromiso religioso en el mundo. b. Aquellas que son el resultado de los pronunciamientos colectivos del Episcopado, y que marcan la síntesis posible entre las diversas posturas, tanto desde la perspectiva doctrinal como desde la política de relaciones con el poder civil 27. Desarrollaremos, primordialmente, las referencias y aportaciones sobre los apartados: b), con los movimientos organizados dentro de la Iglesia (esencialmente los movimientos más activos como los obreros y especializados de AC); c) sectores avanzados del clero y sus pronunciamientos en momentos decisivos de su vida en la institución y del país; y d) las posiciones de la jerarquía, tanto a nivel individual como del Episcopado, en sus corrientes políticas de relación con el poder bajo regímenes opuestos como el franquista y democrático. 27 Barreiro Rivas, X. L.: ―La ruptura del discurso eclesial de la Transición: Claves para una interpretación del actual marco de las relaciones Iglesia-Estado‖, RIPS (Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas), año/vol. 1, núm. 002, Universidad de Santiago de Compostela, 1999, p. 40. 34 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En cuanto al apartado a), se señalan referencias concretas a individuos ya que algunos casos escogidos no fundamentan su pertenencia a grupo o corriente definida, y se nutren de comunicaciones o referencias tangenciales surgidas de los contenidos de apartados anteriores. Partimos de que el concepto ―Transición eclesial‖, basada en los cauces de participación y comunicación internos, no cuenta con un criterio unánime sobre el cómo hacerlo entre las bases (Movimientos y asociaciones), ni tampoco en la jerarquía (inmovilista o favorecedora al cambio, aperturista), así como, en última instancia entre sacerdotes, religiosos y religiosas. Los discursos generados en la institución, y las reacciones a los sucesos o procesos de cambio en el contexto que se producen, se mantienen en base, primordialmente, a dos tendencias: la posibilista o legalista que aboga por la transición moderada, y la continuista, que tiene sus antecedentes en el discurso nacionalcatólico vertebrado durante tantos años de coexistencia con el régimen28. 28 Discurso derivado del periodo nacionalcatólico, sobre el que más adelante profundizaremos, término que, para López Villaverde: […] fue acuñado por los sectores más opuestos a la identificación de la Iglesia católica con la dictadura –la paternidad del concepto se suele atribuir al intelectual católico José Luis López Aranguren— y adoptó, por tanto, tintes despectivos […]. Pasó a ser aceptado conceptualmente en el terreno historiográfico de la mano del jesuita Álvarez Bolado, poco después de la muerte del dictador. Quien lo introdujo en el ámbito de estudio del nacionalismo español, con verdadera originalidad, fue el hispanista Alfonso Botti. Sólo recientes estudios (José Manuel Cuenca Toribio) han venido a matizar, criticar o replantear algunas de sus bases. Lo que está en discusión es no sólo su definición, sino, sobre todo, sus límites cronológicos o sus fundamentos y perfiles ideológicos‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp. 20-22. Según Botti el término se remonta a la reacción católica del siglo XVIII y XIX contra la Ilustración, la revolución francesa y la Guerra de Independencia de 1808 -lo lleva implícito el ideal de Cruzada- y hunde sus raíces en la época restauracionista. Botti, A.: Cielo y dinero. El 35 ―La otra Transición de la Iglesia… En el germen de nuestra tesis –sobre la variante referida al modelo político que, durante la Transición, la Iglesia apoya- se encuentra la resistencia de una parte de su jerarquía, principalmente los obispos inmovilistas, reacios al cambio de régimen, con un marcado cariz paralelo en el temor por la pérdida de estatus sobrevenido por sus antecesores ante la Segunda República, en 1931, si bien entonces el resquemor aúna la casi totalidad de la institución29. nacionalcatolicismo en España (1881-1975)…, Op. cit., pp. 31-42. La tesis central del autor se apoya en una historia de España muy marcada, frente al resto de países europeos, por la fusión entre religión y construcción del Estado, sin cuestionarse nunca esa vinculación, frente a otros países del entorno como Francia, Gran Bretaña, Alemania o Italia. El vocablo (popularizado por Max Gallo en Historia de la España franquista, París, 1972, p. 55) expresa la estrecha relación política y de poder entre Iglesia y régimen y que varios autores definen como Estado ―nacionalcatólico‖ a partir del periodo 1942-1945. Casimir Martí compila otras acepciones de otros autores que matizan el originario: ―[…] Efectivamente con aquel vocablo de nueva creación se conseguía una llamada subliminal tendente a poner el maridaje entre la Iglesia católica y el socialismo hitleriano, para señalar así el nacionalsindicalismo español y el nacionalsocialismo hitleriano como partícipe de las ambigüedades de aquellos otros sistemas y como merecedor del rechazo, e incluso de la rechifla, consiguiente‖. Casimir Martí, en el prólogo a Piñol i Font, J. M.: El nacionalcatolicisme a Catalunya i la resistencia (1926-1966), Barcelona, 1999, pp. 11-13. Alfonso Pérez-Agote sostiene: ―[…] Ésta es una terminología utilizada primeramente por sus adictos. En realidad, en un sentido más técnico debiera haberse llamado algo así como patriotismo católico, dado que la utilización del término ‗nación‘ puede inducir a confusión, ya que en general se entiende por nación una comunidad de individuos que reclama o tiene un poder político que sería legitimado por ser expresión (democrática) de ésta‖. Pérez-Agote Poveda, A.: Cambio religioso en España: los avatares de la secularización, Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Madrid, 2012, p. 84. 29 Afirma Seco Serrano: ―[…] El problema religioso –el de las relaciones entre Iglesia y Estado; el de la proyección de aquella en la familia, en la enseñanza, en la ordenación de la sociedad española- se abre con la discusión del texto constitucional (de 1931); se replantea luego de continuo –por ejemplo, en torno a la Ley de Divorcio; o en el de la Ley de 36 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Aunque no vamos a entrar en un análisis comparativo de los dos periodos, lo que sí nos proponemos es recalcar si el discurso nacionalcatólico del franquismo tiene sesgos, si se nos permite el término, de los conceptos que utiliza la derecha en aquel momento, principalmente el líder de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), José María Gil Robles, conformando un universo entre fe y mundo rural, que se repetirá en pastorales y escritos de cierta jerarquía en el nuevo proceso de cambio político30, y si, en ocasiones, también va cargado de ―demonizaciones‖ y Congregaciones, que suprime el derecho a la enseñanza‖. Serrano Seco, C.: ―Estudio preliminar‖, en Gil Robles, J. M.: Discursos parlamentarios, Taurus, Madrid, 1971, p. XIX. Sobre las legislaciones a los temas del final de la cita se tendrán en cuenta en este trabajo. 30 Según Sánchez Jiménez: ―[…] la Iglesia católica que reconstituía y aumentaba su influencia en este mundo ‗rerruralizado‘ tanto por el control de las costumbres –la vida cotidiana- como en su desarrollo cultural, en la ordenación y organización de sus espacios de tiempo, con un calendario a la vez litúrgico, agrícola y político, y en la explicación y orientación de sus propios actos, privados y públicos, dirigidos en su mayoría al esfuerzo por excelencia en tan crucial momento: recristianizar España, una vez derogada por completo la ‗legislación laica y sectaria‘ del periodo republicano‘‖. Sánchez Jiménez, J.: ―La jerarquía eclesiástica y el Estado franquista: las prestaciones mutuas‖, Ayer, núm. 33, 1999, p. 167. Para Ismael Saz: ―El populismo de la CEDA y los tradicionalistas se refería al ‗pueblo católico‘, y su nacionalismo chocaba con su clericalismo y prevenciones antiestatistas‖. Saz, I.: "El primer franquismo", en Gay Armenteros, J. C. (Ed.): Italia-España. Viejos y nuevos problemas históricos, Ayer, n. 36, 1999, pp. 201-221. Vid. Montero, J. R.: La CEDA. El catolicismo social y político en la II República, Madrid, 1977; Morodo, R.: Los orígenes ideológicos del franquismo: Acción Española, Madrid, 1985. Jaime Vicens Vives argumenta en defensa de la CEDA de Gil Robles: ―[…] Los hechos han demostrado categóricamente que ni el populismo ni el agrarismo eran contrarios al funcionamiento de un régimen democrático. Pretendían introducir en la Constitución determinadas reformas relativas a los puntos que lógicamente defendían: bicameralismo, defensa de la religión católica, limitaciones a la socialización y a las autonomías regionales. Pero la opinión republicana los consideró, erróneamente, como reaccionarios clericales, dictatoriales y prefascistas…‖. Vicens Vives, J.: Historia social y 37 ―La otra Transición de la Iglesia… persecuciones por dogmas de fe, referentes caducos para la mayoría de las bases católicas en este nuevo periodo31. Ahora bien, en todos los mensajes se puede observar una doble lectura, la ―intraeclesial‖ o ―extraeclesial‖, pues si bien en un principio van dirigidos a quienes conforman la institución, es obvio que tratan de lograr una conciencia social amplia, con el fin de influir tanto en los gobernantes -a los que se les presume, desde la institución, como fieles practicantes-, como al resto de ciudadanos32. Un ejemplo de ello, en pleno proceso de Transición económica de España y América, T. V., Teide, Barcelona, 1958, p. 434. Ahora bien, coincidimos con Carlos Serrano Seco que: ―[…] recordar que tanto el estudio de la República de derechas como el análisis de sus textos doctrinales, deben partir de los supuestos del tiempo en que aquélla se produjo y éstos se formularon, y no de los del presente en que nos hallamos insertos‖. Serrano Seco, C.: Op. cit., p. XVIII. 31 Según Cuenca Toribio se conjugan: ―[…] El mesianismo más hirsuto y la apología exaltada de la Iglesia se mezclaron con la patrimonialización del Evangelio y la satanización de los herejes en su amplia gama de tipos, con referencias continuas a la guerra civil, a sus vencidos y vencedores. Hubo también otros de corte menos angulado, provenientes de curas, canónigos y obispos en los que la tradición balmesiana –afortunadamente intacta, pese a los extremismos del momento, en una copiosa gavilla de eclesiásticos- se dejó sentir en un planteamiento de las relaciones Iglesia y Estado y del talante nacional católico tendente a la mesura‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., pp. 85-86. Es interesante leer su compilación sobre escritos de la jerarquía del mismo autor: Sociología de una elite de poder: el episcopado español e hispanoamericano contemporáneo (1789-1985), Madrid, 1986. 32 Son esclarecedoras las observaciones de Casimiro Martí sobre la cortedad de mira de cierto sector de la jerarquía: ―[...] inclinada a representar un cierto protagonismo político mediante su doctrina ética sobre la convivencia social […] deja de tener en consideración que la vida pública está integrada por otros factores, además de la ética de la Iglesia, y hasta de una ética de aceptación más generalizada‖. Martí, C.: ―La Iglesia de Cataluña en el cambio de la sociedad‖, Iglesia Viva, núm. 61, 1976, p. 40. Vid. el número completo bajo el título ―Iglesia 38 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón política, tal como señala J. I. Calleja, son los dos temas que copan gran parte del discurso y desavenencias en la institución: la Iglesia y su misión en el orden temporal y las relaciones Iglesia-Estado33. En ese sentido existen distintas interpretaciones, conjeturas y definiciones, que van desde el ―oportunismo‖ de la Iglesia como institución, a aquellas que observan una ―estrategia oportuna‖ para no perder su status, si bien se comparte que no parte de una postura en bloque (jerarquía, clero y bases, sin distinción por tanto)34. y Cambio‖; Caston Boyer, P.: ―La Iglesia del Postfranquismo: análisis del comportamiento eclesial ante la nueva situación española‖, en Proyección, núm. 104, 1977, pp. 65-72. 33 Calleja, J. I.: Op. cit., p. 235. El autor cita, entre otros, los textos emitidos desde la CEASO, Orientaciones cristianas sobre participación política y social (9-7-1976), de la comisión permanente de la CEE, Ante las elecciones (22-4-1977), o de la CEE, Los valores morales y religiosos ante la Constitución (26-9-1977). El autor añade que, si bien nos servimos de los documentos públicos más resaltables, no podemos: ―[…] privilegiar a minorías muy locuaces e ignorar a mayorías silenciosas, pero ésta no sería tanto una intención del trabajo, cuanto una constatación más de cómo acontece el devenir social‖. Ibídem, p. 236, reflexión con la que coincidimos de partida. Para Feliciano Montero: ―[…] Dentro de la Jerarquía no es lo mismo el tono e incluso el contenido de los comunicados del conjunto de la Conferencia Episcopal, de la Comisión permanente, de algunos comisiones específicas como la de Apostolado Social, o de algunas provincias episcopales como las diócesis vascas, catalanas o andaluzas. Y lo mismo se puede decir si se comparan de una lado los comunicados de las comunidades de base y las comunidades populares cristianas, Cristianos por el Socialismo, los Movimientos especializados de AC, especialmente obreros, y de otro lado la Asociación Católica Nacional de Propagandistas o los órganos de expresión de movimientos anticonciliares‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975), Ediciones Encuentro, 2009, p. 338. 34 Según Piñol se emplean de un modo confuso los términos ―oportunismo‖ y ―estrategia oportunista‖ sobre dicha evolución, sin tener en cuenta otros factores y elementos de índole conciliar, pastoral, doctrinal, histórica y diplomática: ―[…] no excluimos en absoluto los 39 ―La otra Transición de la Iglesia… En nuestro caso partimos de la idea de que el discurso político ―progresista‖, el mayormente estudiado y valorado, no es ni mucho menos rupturista con el modelo anterior, sino fruto del intento por mantener una situación hegemónica doctrinal y social frente a otras iglesias o creencias; oportunismos de orden personal. Algunos prelados y numerosos eclesiásticos, sensibles a los nuevos vientos que soplaban en y desde Roma, adoptaron entonces posiciones más abiertas con el fin de no comprometer una eventual promoción. Se trató de una versión aparente y pasajera. Los mismos prelados y eclesiásticos han procedido a una radical inversión de tendencias manifestándola sin el menor reparo, una vez concluida la época taranconiana, y ahora con un servilismo absoluto a las directrices restauracionistas del pontificado del papa Wojtyla‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia Católica española, Ed. Trotta, Madrid, 1999, nota 10, p. 48. Por su parte, Feliciano Montero rechaza el término ―oportunismo‖: ―[…] considero que es un dilema falso. Yo creo que hay una sincera conversión de conceptos y actitud de la Iglesia, que nace, en parte, del Concilio Vaticano II, pero que, en parte, también es anterior, que se va difundiendo y asumiendo por unos y por otros. Pese a que hay obispos ‗viejos‘, que nunca se van a convertir –que van a aceptar el Vaticano II por pura obediencia, sin entender nada, sobre todo el concepto de ‗libertad religiosa‘— hay otros que, a lo mejor, entienden algo, que realmente la experiencia del Concilio los ‗convierte‘ o les abre nuevos horizontes y, por tanto, no hay necesidad de hablar solamente de un cambio ‗oportunista‘ sino de una convicción. Me parece que, fundamentalmente hay esto último, lo que no niega que haya también una estrategia ‗oportuna‘, más que oportunista. En todo caso, si hay que hablar de estrategia, creo que sobre todo es por parte del Vaticano […]‖. Frente a esta visión está la encontrada de López Villaverde: ―[…] A mi juicio, la conducta de Tarancón es un claro ejemplo de este ‗oportunismo‘, de esta adaptación por conveniencia, que se aprecia también en los sintomáticos cambios de actitud de antiguos obispos de diócesis castellano-manchegas, como Tabera, Gúrpide o Bereciartúa, que pasaron a defender posiciones más ‗aperturistas‘ al cambiar de destino justo en el momento en que Tarancón lideraba la ‗transición religiosa'. De manera que, bajo esta perspectiva, parecería más sincero el convencimiento de las bases y de un sector de los sacerdotes más jóvenes mientras que sería más forzado el de los obispos‖. López Villaverde, Á. L.: ―Transición política, transición religiosa‖, en De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L.: Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición…, Op. cit., p. 260. Vid. Cuenca Toribio, J. M.: Iglesia y Estado en la España contemporánea…, Op. cit. 40 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón en definitiva una situación de privilegio práctico con el nuevo régimen y sus sucesivos gobiernos, en coincidencia con el que emana desde el sector inmovilista que, en principio, parece indicar una cierta ―deserción‖ de tales fines, con argumentos extremistas y mayoritarios en la jerarquía en su inicio, pero que con los años se perfila hacia posturas manifiestamente más cercanas a lo protagonistas o ―políticamente líderes correcto‖ primigenios dejando relegados a a algunos posiciones de sus públicas secundarias. En definitiva, se genera un corpus doctrinario que no es un ente puramente homogéneo de cierto pluralismo en la forma a la hora de enfrentarse a la propia transformación de la sociedad civil35. Así pues, nos planteamos estudiar las características de ese discurso eclesial y las interpretaciones de distintos colectivos, régimen o individualidades, dentro y fuera de la propia institución, en base a tres interrogantes: 35 Barreiro Rivas habla de pluralismo: ―[…] sustentado por matices de profunda significación, que siempre están presentes en la relación de la Iglesia con los problemas y las vicisitudes de la sociedad civil‖. Barreiro Rivas, X. L.: Op. cit., p. 40. Calleja significa esas evoluciones: ―[…] Siempre que es posible, la palabra episcopal se presenta bajo el signo de la unanimidad. Cuando ésta, públicamente, queda rota por algún obispo, se elige el silencio y, si por algún colectivo no jerárquico, se adopta el reproche. Siempre con firmeza y ciertas obsesiones, casi nunca con absoluta intransigencia o sin ‗caridad‘ […] En el mismo sentido, algunas personalidades de la Jerarquía (V. E. Tarancón, M. González Martín, Obispos del País Vasco, N. Jubany…) ¿tienen protagonismo en hechos y palabras que distorsionan el conjunto? ¿Ocurre lo mismo con algunos grupos de teólogos al darles, en alguna ocasión, carácter de corriente eclesial a los documentos que sustentan? Mantengo que si hubiere distorsión, hubo también realidad distorsionada‖. Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 359-360. 41 ―La otra Transición de la Iglesia… 1) ¿Cuáles son los referentes del discurso conservador- inmovilista, o de involución, de un sector de la jerarquía y del clero que se va enrocando a medida que ven amenazado el status de la Iglesia ante un nuevo régimen? 2) ¿Cuáles son los razonamientos de crítica del grupo inmovilista sobre los gestos de la facción aperturista de la jerarquía, si el fin es perpetuar, desde ambos sectores, una situación de privilegio frente a otros credos? 3) ¿Cuál es la respuesta del resto de la Iglesia y estamentos políticos y sociales al enfrentamiento intraeclesial? En segundo lugar, el periodo al que acotamos el estudio se inicia con las primeras manifestaciones públicas de crisis intraeclesial, con origen en los movimientos especializados de AC, que exigen una nueva manera de relacionarse, y un clero que busca reformas en cuanto la evangelización en una sociedad en cambio rotundo de valores. Ambos sectores, movimientos y una parte del clero, además, se posicionan en un alejamiento del régimen, respaldado por los preceptos emanados del Concilio36. 36 Somos conscientes que el relativo poco tiempo transcurrido nos dificulta -con cierta ―distancia‖ y hasta objetividad- extraer sus innumerables expresiones contextualizadas. Pero en el caso de no acometerse esta tarea, la presencia todavía de muchos de sus protagonistas y documentos, como ha ocurrido en otros periodos, pueden eclipsarse. Calleja sugiere: […] Los historiadores dirán cuándo nos es dada la suficiente distancia para ‗historiar la Transición Política española en cualquiera de sus vertientes‘‖. Calleja, J. I.: Discurso eclesial para la transición democrática (1975-1982)…, Op. cit., p. 21. 42 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La situación desemboca en la convocatoria de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros (1969-1971), punto de partida de un espíritu democratizador exigido por el clero, parejo al que han seguido los movimientos de AC con sus consiliarios frente a su jerarquía37. La Asamblea produce graves secuelas en las relaciones con el poder político hasta la muerte de Franco (1975)38, y desde el comienzo de la etapa pre-constitucional se produce una participación activa de los obispos afines al régimen desaparecido en un intento por mantener cierto trato preferente en la nueva Constitución, hasta llegar a 1979, cuando se celebran las primeras elecciones, con la lucha por contar con suficiente representación en el nuevo modelo político, momento en el que llegan los nuevos Acuerdos con la Santa Sede (desde nuestro punto de vista, final del periodo nacionalcatólico o del nacionalcatolicismo, puesto que la nueva situación de 37 Para J. J. Tamayo Acosta la Asamblea Conjunta supone un momento de catarsis colectiva dentro de la institución religiosa, casi un momento revolucionario y un momento de espectacular crítica y autocríticas políticas. Vid. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a la cristiandad. La Iglesia católica española en la democracia, Ediciones B, colección Sine qua non, Barcelona, 2003. El periodo clave de inicio de nuestro estudio, 1969, coincide con el inicio de la crisis del franquismo, según Fusi y Palafox entre otros: ―[…] desde más o menos 1969-1970, el franquismo se debatirá entre aperturismo e inmovilismo, la tensión que dominó la política española hasta 1975‖. Fusi, J. P. y Palafox, J.: España: 1808-1996. El desafío de la Modernidad, Espasa Calpe, Madrid, 1998. 38 Para el profesor Feliciano Montero es esencial estudiar el decenio 1965-1975: ―[…] entre el final del Concilio y la muerte de Franco, es fundamental para entender la disolución del franquismo y el proceso inmediato de la transición […]‖. Montero García, F.: ―La Iglesia española y la pretransición. Propuesta para una investigación diocesana‖, XX Siglos, núm. 44, 2000, pp. 20-28. 43 ―La otra Transición de la Iglesia… la institución eclesiástica deja de tener el notabilísimo nivel de interlocución con el poder civil39. Dicho lo cual estableceremos como subperiodos: 1. Del Concilio Vaticano II y tardofranquismo: Crisis de los movimientos obreros de AC, y de una parte del clero, con su jerarquía prorrégimen. La nueva CEE, heredera de la Conferencia de Metropolitanos, y la lucha por su control entre obispos provaticanistas e inmovilistas. La Iglesia española ve mermado su poder con la nueva Ley de Libertad religiosa. 2. Año 1971. Celebración de la Asamblea Conjunta y el ―cisma‖ entre Iglesia y Estado. El esfuerzo por el ―cambio‖ dentro de la Institución. El recorrido de la ―Transición eclesial‖ previa a la Transición política del país. 39 Muchos estudios establecen como final del periodo de la Transición política, y religiosa o eclesial, según criterios, el triunfo en las elecciones generales de octubre de 1982 por el PSOE, un partido de izquierdas, y por tanto un signo de normalización política, y un peligro de que pusiera en marcha un programa ―laicista‖ y descristianizador. Para López Villaverde la fecha rotunda es el 23 de febrero de 1981, momento en el que parece desechado un nuevo golpe militar involucionista y que coincide con el relevo de Enrique y Tarancón en la presidencia de la CEE. López Villaverde, Á. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖…, Op. cit., p. 170. La fecha de 1979 es definitiva para J. I. Calleja: ―[…] En abril de 1979 veíamos completarse el proceso democratizador iniciado en la Reforma Política de 1977. El ejercicio de la soberanía popular había alcanzado, al menos formalmente, la misma vida municipal. Es indudable que restaban cientos de caminos por andar, pero el marco formal más necesario a la estructura democrática del Estado, si exceptuamos los procesos autonómicos, estaba diseñado‖. Calleja, J. I.: Op. cit., p. 106. Al observarse, en el presente trabajo, relaciones y hechos que superan estas fechas se debe a la nada desdeñable presencia, diríamos que hasta repunte, del discurso inmovilista, desde altas instancias de la institución, que contiene en su fondo una sorprendente visualización de esquemas y contenidos pastorales, de transcendencia social y política, aparentemente ya superados. 44 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En pleno periplo de la Transición política: 3. Periodo 1972-1975. Tensiones con el régimen tras las conclusiones de la Asamblea Conjunta. Muertes del presidente Luis Carrero Blanco (1973) y del jefe del Estado Francisco Franco (1975). Adhesiones a sus figuras como ejemplos y valedores para una Iglesia del poder. 4. Periodo 1975-1979. Resistencias desde la jerarquía inmovilista para que desde la Institución se apoye la Reforma Constitucional, primeras elecciones generales y municipales democráticas y desarrollo legislativo con Leyes sobre divorcio, aborto, educación… Nuevo status en las relaciones Iglesia-Estado, dentro del marco constitucional y firma, en 1979, de los Acuerdos con la Santa Sede, con significado de cierre a una relación de tinte nacionalcatólico. En tercer lugar, el marco geográfico al que circunscribimos este trabajo se refiere a las provincias de la actual región autónoma de CLM que agrupa la histórica Castilla La Nueva (excepto Madrid), más Albacete, (hasta 1978 perteneciente a la región biprovincial de Murcia)40. Son, pues, las 40 Francisco Mora define la actual CLM: ―[…] De una parte el origen castellano, que aunque comparten como castellanos nuevos cuatro de las cinco provincias (Guadalajara, Toledo, Cuenca y Ciudad Real) […]. El término La Mancha se acuña como identificador de una tierra perteneciente a la comarca natural de este nombre abarca la práctica totalidad de las provincias de Albacete y Ciudad Real, una parte importante de las de Toledo y Cuenca, y la llamada Mancha Alta en Guadalajara.‖ Mora Rodríguez, F.: ―De la preautonomía a las primeras elecciones autonómicas‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, p. 98. 45 ―La otra Transición de la Iglesia… provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo que comparten, a su vez, el mapa administrativo de la provincia eclesiástica del arzobispado de Toledo durante la Transición. Mapa actual de la división de las provincias eclesiásticas donde se puede apreciar el territorio de la provincia eclesiástica de Toledo. Fuente: http://www.diocesetuivigo.org/provincias%20ecles iasticas/dioceses%20e%20provincia20eclesiasticas. htm. Consulta, 25-3-2007. Las configuración actual de la provincia eclesiástica se remonta al Concordato de 1851, en virtud del cual se nombra al arzobispo de Toledo Comisario General de Cruzada y se marcan las líneas para la erección de diócesis, creándose dos nuevas segregadas del territorio de la de Toledo: Ciudad Real (creada como Priorato en 1875)41 y Madrid-Alcalá (1885); completan la configuración de la archidiócesis las sufragáneas de Coria41 La diócesis de Ciudad Real es Priorato de las Órdenes Militares de Alcántara, Calatrava, Montesa y Santiago hasta 1980. 46 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Cáceres, Cuenca, Plasencia, Sigüenza-Guadalajara42, Ciudad Real y MadridAlcalá, hasta su elevación, esta última, a arzobispado por Pablo VI en 1964. Con la segregación de las diócesis de Coria-Cáceres y Plasencia a la nueva archidiócesis de Mérida-Badajoz, creada por Juan Pablo II en 1994, y la incorporación de la diócesis de Albacete -proveniente de la provincia metropolitana de Valencia durante gran parte del periodo de estudio)43, queda definitivamente configurada la provincia eclesiástica de Toledo44. La importancia de realizar estudios sobre diócesis aparentemente poco relevantes, como las del presente trabajo, estriba en que los datos que surjan pueden modificar variables sobre la visión global de la institución, ya que puede observarse minuciosamente la significación, a nivel local, de algunos hechos determinantes a nivel social, político o de la propia institución45. 42 La actual diócesis de Sigüenza-Guadalajara se remonta a la Bula de Juan XXIII (9-3-1959). Sus límites datan de 1955 y coinciden con los de la provincia de Guadalajara más la franja sur o margen izquierda del Tajo, anteriormente de Cuenca, y la Campiña, Alcarria Baja y Guadalajara pertenecientes anteriormente a Toledo. 43 Antes de su establecimiento como Diócesis, el 2-11-1949, las parroquias de Albacete pertenecen a las diócesis de Orihuela, Murcia, Cuenca y Toledo. 44 La diócesis de Coria-Cáceres queda al margen de la división político-regional a que nos ceñimos por pertenecer a la región de Extremadura. Sobre esta Diócesis y la acción pastoral de su obispo durante gran parte del mismo periodo: Vad-Romero, M.: Manuel Llopis Ivorra. La huella luminosa de un obispo, Serie Pastoral 5, Instituto Teológico de Cáceres, 2009. 45 Laura Serrano defiende las investigaciones diocesanas: ―[…] se convierten en un valioso instrumento para conocer las interacciones entre la Iglesia y los actores socio-políticos y también para valorar los cambios en su forma de presencia pública y su incidencia real sobre 47 ―La otra Transición de la Iglesia… Hasta aquí los trabajos sobre diócesis ―modestas‖ en lo social, económico y, a priori, políticamente conservadoras en lo religioso, han sido escasos, si bien han aportado importantes matices sobre aspectos que desentrañan una mejor comprensión de las tensiones centrípetas y centrífugas que surgen en cada dominio o zona46. En cuanto a CLM existe una reducida bibliografía que se reduce a las obras de Luis Higueruela del Pino, La Iglesia en Castilla-La Mancha, si bien, a pesar de su título, se centra un territorio determinado‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 21, de Álvarez Bolado, A.: ―Prólogo‖, en Díaz-Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., p. 18. 46 Destacamos: para el caso de Asturias, Iturrioz Fanjul, O.: "La Iglesia asturiana en la transición política española", XX Siglos, nº 16, 1993, pp. 127-143; Barroso, A.: Sacerdotes bajo la atenta mirada del Régimen franquista (Los conflictos sociopolíticos de la Iglesia en el País Vasco desde 1960 a 1975), Bilbao, 1995; Moreno Seco, M.: La quiebra de la unidad. Nacional-catolicismo y Vaticano II en la diócesis de Orihuela-Alicante, 1939-1975, Alicante, 1999; Castaño, P.: Iglesia de la transición en Cartagena, Cuadernos del Estero, IES Politécnico, Cartagena, 2001. Berzal, E.: Valladolid bajo palio, Valladolid, 2002; Serrano, L.: Renovación eclesial y democratización social. La Iglesia diocesana de Valladolid durante la construcción de la democracia, 1959-1979, Tesis en la Universidad de Valladolid, 2002 y publicada posteriormente como Aportaciones de la Iglesia a la democracia desde la diócesis de Valladolid, 1959-1979, UPSA, Salamanca, 2006; Escámez, F. J.: La Transición de la Iglesia en Almería. Renovación Conciliar y preparación de la Democracia, Almería 2007; y rozando el periodo de estudio a Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el franquismo (1938-1967), Servei de Publicacions, Universitat de Lleida, Salamanca, 1998, con quien coincidimos en su hipótesis: ―[…] cuando el catolicismo español ve amenazada su posición ideológica dominante, la Iglesia se coloca en posición defensiva, tanto frente al Estado como a otras instituciones, creando para su defensa determinadas organizaciones confesionales: partidos, sindicatos, congregaciones, etc., y renunciando, en aras de esa defensa, a penetrar en la totalidad de la sociedad, para dedicarse a la consolidación de esa parte de ella que mejor sirve para sus fines‖. Ibídem, p. 10. En coincidencia con Urbina, F. y otros: Iglesia y Sociedad en España, 1939-1975…, Op. cit. 48 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón principalmente en la archidiócesis de Toledo47. La obra coordinada por Ángel Luis López Villaverde, Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha, sí estudia la conformación de la provincia eclesiástica, antecedentes, momentos de confirmación por el poder político desde el Medievo, hasta la confesionalidad, los conflictos y la religiosidad del siglo XX48. Sobre las distintas diócesis, y sobre los protagonistas de nuestro estudio, encontramos una obra de varios autores Los Primados de Toledo, 47 Higueruela del Pino, L.: La Iglesia en Castilla-La Mancha, 2 vols. Colección Monografías, editada por Servicio de Publicaciones de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Toledo (2003). 48 López Villaverde, Á. L.: Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit. Esta obra se acerca al periodo de la dictadura en los capítulos: ―El avance de la secularización y el conflicto político-eclesial‖ (Á. L. López Villaverde); ―La movilización sindical y política de los católicos (P. Fullana Puig-Server); ―Las organizaciones de apostolado‖ (G. Villalba Lorenzo); ―La Buena Prensa‖ (I. Sánchez Sánchez); ―El nacional-catolicismo y sus secuelas (Á. L. López Villaverde); ―Moral y control social‖ (M. Ortiz Heras); ―Iglesia y educación en el siglo XX‖ (I. Lara Martínez); ―La religiosidad popular en el siglo XX‖ (G. Villalba Lorenzo). Con anterioridad se han publicado: Valle Calzado, Á. R. del: ―Hacia una revisión de las fuentes eclesiásticas en España. Una aplicación práctica: Castilla-la Mancha‖, I Congreso de Historia Contemporánea. Salamanca, 1992; Juan Carlos Vizuete Mendoza: ―La estructura de la propiedad agraria en Castilla-La Mancha en el siglo XV: las órdenes monásticas‖, I Congreso de Historia de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, 1988, VI, pp. 27-46; ―La Iglesia en la Edad Moderna‖, Enciclopedia de CLM, V. Madrid, 1999, pp. 168-169; ―Los regulares en el territorio castellano de las Órdenes Militares (siglos XVI-XVIII)‖, en López Salazar Pérez (Coord.): Las Órdenes Militares en la Península Ibérica, II: Edad Moderna, Cuenca, Ediciones de la Universidad de CLM, 2000, pp. 2135-2160; también O. Villarroel González publica Las relaciones entre la Monarquía y el Arzobispado de Toledo en época de Juan II de Castilla (1406-1454), Ayuntamiento de Toledo, 2002. 49 ―La otra Transición de la Iglesia… Junta de Comunidades de CLM, Toledo (1993)49. Del cardenal Marcelo González Martín, han visto la luz: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖, de P. Martín de Santa Olalla Saludes, en Navajas Zubeldía C. e Iturriaga Barco D. (Eds.): Crisis, dictaduras, democracia. Actas del I Congreso Internacional de Historia de Nuestro Tiempo, Universidad de la Rioja, Logroño, 2008; A. González Chaves, Don Marcelo, ―amigo fuerte de Dios‖, vida y semblanza del Cardenal Primado de España Don Marcelo González Martín, Edibesa, Madrid (2005); R. Palmero Ramos, Don Marcelo González Martín, Cardenal Arzobispo de Toledo, diez años de servicio episcopal en la diócesis primada, Gráf. C. Martín, Ávila (1983)50. De la diócesis de Cuenca, y principalmente sobre el obispo José Guerra Campos, encontramos a Antonio Fernández Ferreros con Guerra Campos, apuntes para una biografía, Colección Documentos 1, Obispado de Cuenca, (2000); Domingo Muelas Alcocer con ―Don José Guerra Campos‖ en Episcopologio Conquense, 1858-1997, Diputación Provincial de Cuenca (2002) y el inédito de este autor, José Guerra Campos. ―Habitó entre 49 Sobre aspectos colaterales, y de otros momentos, figuran las obras de: Juan Carlos Vizuete y otros (Coord.): Los arzobispos de Toledo y la Universidad española, Cuenca, Ediciones de la UCLM, 2002. Corpus, cofradías eucarísticas y fiestas del Sacramento en Toledo. Ediciones, de la UCLM, Cuenca, 2007. 50 Otras referencias directas son los enlaces externos: Catholic Hierarchy, ―Sucesión de Modrego en Barcelona‖ por Germinans germinabit y la página dedicada al cardenal en Aciprensa; en biografiasyvidas.com y en la web de la Santa Sede. Una mención especial sobre su figura: ―Don Marcelo, ‗Uno de los nuestros‘‖, El País, 5-3-2003. 50 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón nosotros51; Dimas Pérez Ramírez, ―Episcopado de don José Guerra Campos. 1973-1996. Mote ―Esfuerzo por vencer el declive‖, en Centuria de páginas desiguales, Diputación Provincial de Cuenca (2002); Juan Manuel Cabezas Cañavate: La esperanza del Evangelio. José Guerra Campos, Sol, Madrid, 2009 y Sacerdotes, ministros de Jesucristo. José Guerra Campos, Sol, Madrid, 2010 (ambas ediciones, dirigidas por Cañavate compilan las homilías del obispo en la diócesis conquense y pastorales a sacerdotes y con anterioridad en la sede de Madrid como obispo auxiliar)52. De la diócesis de Sigüenza-Guadalajara53 y su obispo, Laureano Castán Lacoma, podemos encontrar: Martín De Santa Olalla, P.: ―Un Obispo para una época polémica: Laureano Castán y la diócesis de Sigüenza- 51 Inédito. Cedido por el Albacea de los herederos al autor de este trabajo. 52 Sobre la figura del obispo José Jesús Herminio Guerra Campos, nombre completo, del autor de este trabajo: Peñuelas Ayllón, M. A.: ―El pensamiento ideológico y político de monseñor Guerra Campos en el horizonte de la Transición: inmovilismo y tradicionalismo en el seno de la Iglesia‖, Diploma de Estudios Avanzados (D.E.A.), director-tutor Ángel Luis López Villaverde, Universidad de Castilla-La Mancha, 2004. También se encuentra como ponencia un extracto de los contenidos con el mismo título en La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes documentales, Op. cit. Algunos datos que añadimos: Anexo1. Capítulo I. José Guerra Campos y sus pasos previos hasta el Concilio. Sobre la diócesis de Cuenca, otras publicaciones que se acercan a los antecedentes o época de nuestro estudio: Clementino Sanz y Díaz que escribe Breve historia de la Diócesis de Cuenca. Obispado de Cuenca, 1974; Gustavo Villalba Lorenzo escribe Los centinelas del Tabernáculo (La Acción Católica en Cuenca 1939-1959), Alfonsípolis, Cuenca (2005), y ya fuera del periodo: López y Baena, M.: Memorias históricas de Cuenca y su Obispado (1787). Edición de A. González Palencia, Madrid, Instituto Jerónimo Zurita del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Ayuntamiento de la Ciudad de Cuenca (1949). 53 De Sigüenza-Guadalajara vid. Minguella y Arnedo de las Mercedes, T.: Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, III Vols., del siglo XIII al XIX, Madrid, 1910-1913. 51 ―La otra Transición de la Iglesia… Guadalajara‖, en Iglesia y Religiosidad en España, Actas de las V Jornadas de Castilla la Mancha sobre Investigación en Archivos, Tomo I; Archivo Histórico Provincial de Guadalajara (2002); Gustavo Villalba Lorenzo: ―Iglesia y transición política. Directrices ‗indirectamente directas‘ del obispo de Sigüenza-Guadalajara ante las primeras elecciones democráticas‖, en Actas de las VI Jornadas de CLM sobre Investigación en Archivos: La Transición a la Democracia en España. Historia y fuentes documentales, ANABAD, Guadalajara (2004). En Albacete destacamos la obra de Ramón Carrilero Martínez, El episcopado del Cardenal Tabera Araoz en la Diócesis de Albacete, 1950-1968, Diputación de Albacete (2005)54. En cuanto a la participación de distintos sectores de la Iglesia en la conflictividad social en el tardofranquismo, e inicios del periodo democrático en CLM –su visibilidad en manifestaciones, huelgas o encierros-, lo que supone el deterioro en la relación entre la institución y el régimen, emergiendo una incipiente esfera pública independiente de éste, es importante subrayar la aportación que, desde la obra de Manuel Ortiz Heras, M. (Coord.), Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979, Biblioteca Añil, Almud Ediciones de CastillaLa Mancha, Ciudad Real (2008), se hace sobre la implicación de las bases y movimientos especializados de AC, principalmente obreros, en la región, y su participación en el proceso democratizador. En cada uno de sus capítulos, 54 Vid. Martín de Santa Olalla Saludes, P.: ―La diócesis de Albacete del Concilio Vaticano II al final de la transición democrática‖, y Ros Córcoles, J.: ―Arturo Tabera Araoz, Obispo de Albacete, en el Concilio Vaticano II‖, en II Congreso de Historia de Albacete. IV Historia Contemporánea, Albacete, IEA, 2002. Sobre Ciudad Real, muy lejano a nuestro periodo: Valle Calzado, Á. R. del: La desamortización eclesiástica en la provincia de Ciudad Real, 1836- 1854, Tesis doctoral, Ed. UCLM, Ciudad Real (1995), publicada como La desamortización de Madoz en la provincia de Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real (1997). 52 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón por provincia, sus autores desgranan hechos y circunstancias por las que pasan los distintos estamentos y sus reivindicaciones más perentorias, aportando una importante línea básica a seguir para esta investigación, pues modifica en gran medida el imaginario, durante el tardofranquismo e inicio de la Transición, hasta aquí uno de esos ―territorios no movilizados‖55. De lo visto hasta aquí, se puede extraer que la región cuenta, de partida, con unas circunstancias históricas y económicas poco favorables para la existencia de una masa crítica que lleve a cabo las movilizaciones sociales esperadas, como ocurre en gran parte del resto del país56. Es cierto, que no aparecen ciertos aspectos sociológicos aparejados al cambio, debido, 55 Apartados concretos a esas movilizaciones desde la Iglesia: sobre Albacete, Martín García, O. J.: ―De la sacristía al barrio y al tajo. El nacimiento de la disidencia en una diócesis nacional-católica‖; Cuenca, Peñuelas Ayllón, M. A.: ―Los movimientos religiosos de base en una diócesis conservadora por antonomasia‖; Guadalajara, Pociños, P., Tieso de Andrés, J. M., y Marín, M.: ―La Iglesia alcarreña ante la transición: el clero viejo y el clero nuevo‖; Toledo, Díaz, B y Pacheco, C.: ―Los movimientos religiosos‖. Vid. también Ortiz Heras, M., Castellanos López, J. A. y Martín García, O. J.: ―Historia social y política para una Transición. El cambio desde abajo y la construcción de una nueva autonomía: Castilla-La Mancha‖, HAOL, publicación online, números 14 y 15, octubre 2007, pp. 115-126; Aguilar, P.: ―La Transición política en Guadalajara‖, Actas de las VI Jornadas de Investigación en Archivos..., Op. cit., pp. 151-221. 56 Según FOESSA los municipios inferiores a 2.000 habitantes cuentan, en 1973, con una mayor tasa de asociacionismo político: un 5%. Ortiz Heras, M.: ―Movimientos Sociales y sociabilidad en Castilla-La Mancha durante el segundo franquismo‖…, Op. cit., pp. 309-332. Si tenemos en cuenta que la actividad económica conlleva determinados coeficientes de concienciación y participación activa en política, la apreciación de Juan de Dios Izquierdo con el territorio que entonces abarca la actual CLM: ―[…] el nivel de concentración de actividad rural superaba con creces al resto de España, por lo que la democracia irrumpió por sorpresa y las libertades casi le vinieron dadas‖. Dios Izquierdo, J. de: ―Sociología electoral en CastillaLa Mancha durante la Transición‖, Curso de Verano de la Universidad de Castilla-La Mancha, Campus de Albacete, 16-07-2002. 53 ―La otra Transición de la Iglesia… en gran medida, al control caciquil que supone un freno económico y cultural en la mayoría de sus provincias, ahora bien, en CLM conviven unas bases –y una parte del clero- que luchan por ganar un margen de libertades políticas y un desenganche del régimen57. Sin embargo, la presencia de una jerarquía extremadamente conservadora en lo político y religioso, con unos perfiles -importantes como para ser fuente de reflexión y análisis-, con una rotundidad y elaboración de los contenidos en un discurso dogmático e inmovilista, con indudables maniobras e intencionalidad manifiesta por imponerlo sobre el clero, religiosos y religiosas, militantes de los movimientos de AC y resto de feligreses, con una finalidad política, hace que las intentonas de aquellos queden fuera de un primer imaginario y publicidad notoria. 57 A lo que hay que sumar que, en una región con ―fama‖ de tradicional sentir religioso, no aparece su reflejo en las encuestas sociológicas sobre asistencia dominical a misas, pues si bien es cierto que se incrementa entre 1965 y 1974, y se mantiene en los años de estancia del grupo de obispos inmovilistas, con signos diferenciadores entre las provincias -en el tejido social y reivindicativo-, con Albacete, Ciudad Real y Toledo, frente a Cuenca y Guadalajara, más pobres también en los campos económico y cultural, y mientras se hablaba de la anterior Castilla la Nueva, estas diócesis no reflejan esa alta ―religiosidad‖: ―[…] El mínimo corresponde al 17,6 de Castilla la Nueva (con Madrid pero no Albacete), donde indudablemente podía influir el peso de Madrid sobre un entorno poco poblado, si bien, con el tiempo, se observaría que la capital del Estado no se caracterizaba precisamente por su mayor descristianización, en relación con el sur de España‖. Andrés Gallego, J.; Pazos, A. M. y De Llera, L.: Los españoles, entre la religión y la política. El franquismo y la democracia, AEDOS, Madrid, 1996, p. 263. En 1985, tras la Transición, en la diócesis de SigüenzaGuadalajara todavía asisten a misa más de un 50% que se declaran católicos practicantes, y entre el 40 y 30% en Cuenca y Toledo, donde continúan José Guerra Campos y el arzobispo Marcelo González. Díaz Salazar, R.: ―La Transición religiosa de los españoles‖ en DíazSalazar, R. y Giner, S.: Religión y sociedad en España, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1993, pp. 93-173. 54 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Relación de Obispos en Castilla La Mancha durante la Transición Periodo Albacete Ciudad Real Cuenca Sigüenza- Arzobispado Guadalajara Toledo de Hasta Arturo Enrique Pla y Deniel 1969 Tabera (1941-1968) Araoz (19501969) Entre Ireneo Juan Hervás y Inocencio Laureano Vicente Enrique y 1969 García Benet Rodríguez Castán Tarancón (1969- Y Alonso 1976) Díez (1943- Lacoma 1972) 1979 (1969- 1973) (1964-1980) (1955- 1980) Marcelo González José Guerra Rafael Torija Martín (1972-1995) Campos de la Fuente (1973- (1976-2003) 1996) Tabla que permite observar los periodos de coincidencia de obispos en las provincias de CLM. Elaboración propia. En ese sentido, recogemos, para una mejor comprensión del origen y trasfondo de la línea discursiva y contexto en el que se produce, lo más destacable a su ascenso dentro de la Iglesia, desde su participación y asunción, o no, de las ideas del Concilio, su admiración hacia el general Franco, su paso y gestión en AC, así como posibles responsabilidades en el ―cisma‖ provocado en aquellos años en la CEE. Seguiremos con su oposición 55 ―La otra Transición de la Iglesia… a varios aspectos de fondo de la Constitución de 1978 y posterior desarrollo legislativo democrático, entre otros de menor calado. En cada uno de esos momentos aparecen seguidores y detractores, por lo que es ciertamente obligado estudiar las disputas con los distintos estamentos religiosos, incluida la CEE, con los movimientos obreros de AC y con los nuevos partidos políticos que toman las riendas del Estado (con el pesar manifiesto a posteriori, y contrariamente a lo mantenido inicialmente, de que, ni bajo el régimen ni en los albores de la Transición, exista un partido político eminentemente católico apoyado explícita y abiertamente desde la jerarquía). Conjugando la incertidumbre y el riesgo a una nueva agresión desmedida hacia la institución, justifican su acción frente a ―previsibles‖ propuestas legislativas que entienden contrarias al Magisterio de la Iglesia con argumentos de tipo político58. Se convierten en grupo de presión que interpreta que con los nuevos cambios legislativos se traspasan ciertos límites de la doctrina católica, argumentando que el país es mayoritariamente todavía católico activo59. Según su criterio deben obviarse 58 Es importante reseñar que no entramos en el campo de la formación teológica, por entender que ese estudio desbordaría los objetivos planteados en este trabajo, aunque no olvidamos que ese apartado es clave para comprender, en gran medida, las bases doctrinales en las que soportan sus ideas. 59 Cuando cualquier autoridad, representante o miembro de la comunidad católica, se refiere a ―doctrina católica‖, se atiene a la definición de aquella que ―enseña el Magisterio universal con un acto doctrinal de verdadera ‗autoridad‘, aunque no infalible. A ella se le debe un ‗asentimiento interno y religioso‘‖. Salaberri, J.: De Ecclesia Christi, núm. 892, en ―Sacrae Theologiae Summa‖, vol. I, Madrid, BAC, 1950, en Castán Lacoma, L.: La indisolubilidad del matrimonio y el derecho natural, Folletos Mundo Cristiano, núm. 304, Madrid, 1980, p. 6. 56 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón legislaciones que favorezcan la libertad de culto, el divorcio, el aborto, o se ponga en duda el modelo educativo que ellos propugnan (intenciones que encierran el temor, con cierto paralelismo, salvando las distancias, a lo ocurrido y vivido por la jerarquía eclesiástica en el cambio de régimen con la llegada de la Segunda República y el mandato de los cardenales Pedro Segura60 y Vidal i Barraquer61 desde la archidiócesis de Toledo)62. Trataremos, pues, de inferir las acciones de los obispos destinadas a penetrar en los tejidos del poder social y político de aquellos años en las cinco provincias, todo ello en un enfoque que va de lo universal a lo particular. Intentaremos sistematizar sus posiciones seriando sus acciones 60 Sobre el cardenal Pedro Segura y Sáenz ver: Gil Delgado, F.: Pedro Segura. Un cardenal sin fronteras, Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 2001; Martínez Sánchez, S.: Los papeles perdidos del cardenal Segura, 1880-1957, EUNSA, Navarra, 2004. 61 Vid. Arbeloa, V. M.: Vidal y Barraquer, cardenal de la paz, Estela, Barcelona, 1971. La visión del cardenal que traemos a colación tiene más que ver con su postura ante el intrincado momento con el levantamiento militar de 1936 y el dilema del nacionalismo católico catalán. Coincidentemente, después de esquivar una muerte casi segura a manos de los cenetistas huye a Italia por mediación de las autoridades de la Generalitat. Tras la guerra se le impidió volver por los responsables del régimen. 62 El conservadurismo en este periodo lo lidera la figura del cardenal Marcelo González, con un principal aliado, el obispo José Guerra Campos. En el polo opuesto se encuentra el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que ejerce otra postura de la cúpula de la jerarquía a nivel nacional. La diferencia más notable es que hasta llegar a esos puntos doctrinales, en el proceso previo de la Transición la Iglesia, en líneas generales desde esta jerarquía como veremos, se implica en los cambios del sistema político, apoyada la línea desde el Vaticano, mientras en aquel periodo la visión monolítica de enfrentamiento al nuevo régimen republicano hacía, a todas luces, otra visión y otro tratamiento. 57 ―La otra Transición de la Iglesia… de tipo pastoral y políticas que desarrollan en un frente común, y muy homogéneo, en la mayoría de las diócesis de CLM. De todo lo anterior se deduce que intenten contraponer sus fuerzas canalizándolas en varios frentes ante las crisis, fomentar modelos de comportamientos afines, en definitiva intentar acaparar una visión global de los diferentes ritmos en la renovación eclesial y soslayar conflictos internos y externos que se generen sobre las nuevas relaciones con la sociedad y el poder político63. En definitiva la región se convierte en un paradigma de estudio para la evolución de esta facción de la Iglesia durante la Transición, mientras en otras regiones sus obispos adquieren posturas de tinte progresista y Conciliar64. 63 Serrano Blanco, L.: Op. cit., pp. 20-21. Serrano añade las dificultades de hacerlo en una institución como la Iglesia: ―[…] derivadas de la pluralidad y diversidad de actores que intervienen en la vida de una diócesis. No sólo relativas a los vestigios documentales de su actividad, muchas veces inexistentes, cuando no desaparecidos. También hay que considerar la dificultad de determinar cuáles son los grupos eclesiales más dinámicos e influyentes en la marcha de la diócesis, calibrar el peso real del obispo o el arraigo de los movimientos de base; sin pretender, con ello, hacer estudios monográficos de cada colectivo eclesial‖. Ibídem, p. 21. En opinión de Feliciano Montero: ―[…] su investigación aporta un salto cualitativo a la comprensión de un proceso a la vez eclesial, social y político, que permite entender las conexiones entre ‗renovación eclesial‘ y democratización‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 325, nota 66. 64 Para el profesor Montero: ―[…] Uno de los temas de investigación pendiente es el estudio de la recepción y aplicación de los documentos del Concilio y de las directrices posconciliares, por parte de la Iglesia española: un proceso eminentemente diocesano, que dependía en gran medida de los impulsos y frenos de cada uno de los obispos. […] aunque las votaciones en su seno (de la CEE) reflejen la existencia de una opinión mayoritariamente compartida, sería interesante el estudio regional, y el individual o del grupo minoritario, destacadamente la 58 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En un segundo plano, pero no por ello menos importante, trataremos de analizar cuál es la reacción del clero, movimientos y comunidades de base, ante los contenidos de los mensajes emitidos desde las dos tendencias claras de la jerarquía durante la Transición, a nivel religioso como político. No olvidamos que son precisamente ambos estamentos, parte de las bases del clero, quienes ―fuerzan‖ a un cambio en las percepciones de la institución respecto de la situación social, y de las relaciones que deben renovarse con el poder político, en lo que ha venido a ser denominado ―desenganche‖, o alejamiento de determinados grupos de los preceptos de cierta configuración religioso-moral-política65. posición del obispo de Cuenca Guerra Campos‖. Montero, F.: ―La Iglesia y la transición‖, Ayer, nº 15, 1994, p. 101. 65 Simón Arce describe distintas perspectivas sobre el ―desenganche‖ de la Iglesia: ―[…] Para una parte de la historiografía, el proceso tuvo como promotor a la Iglesia de base, a los movimientos de especialización vinculados con Acción Católica Española (ACE) […]; para otro segmento, el impulso de separación procedió de la Santa Sede y del giro que se produjo en la línea política de ésta con el Concilio Vaticano II, la cual comulgaría mal con la confesionalidad y unión que establecía el Concordato de 1953 entre la Iglesia española y la dictadura. Un tercer grupo de autores, pone el acento en las diversas personalidades que poblaron el proceso, las figuras internacionales, Pablo VI o el nuncio Dadaglio, y en el terreno nacional la figura de Monseñor Vicente Enrique y Tarancón, representante de la denominada ‗Iglesia de la paz‘ frente a Monseñor Marcelo González o Monseñor Guerra Campos, defensores de la línea de la ‗Iglesia de cruzada‘. Otros autores hacen hincapié en el proceso de secularización y pérdida de influencia de la Iglesia como producto del desarrollo económico y de la urbanización de la población española, que habría producido el alejamiento de amplios sectores de la población respecto de la Iglesia […]. El llamado desenganche consistió sobre todo en una reubicación de la Iglesia ante la rigidez del franquismo, que no toleraba la mínima disidencia, amplificado por el enfrentamiento de algunos sectores de la Iglesia con la dictadura, pero en ningún momento la Iglesia quiso romper con el franquismo, al menos no hasta que su nueva posición con la nueva democracia estuviera consolidada‖. Simón Arce, R. 59 ―La otra Transición de la Iglesia… Las respuestas o requerimientos que los receptores mantienen con el gobierno de su institución son muy diversas, al tiempo que tratan de que no coarten el resto de sus acciones o evangelización66. Y es, por tanto, en esa bidireccionalidad, en la que trataremos de centrarnos, desde el ámbito local, planteándonos cómo es en la forma, que no en el fondo difícilmente cuantificable, la influencia de los representantes de la corriente inmovilista a la hora imponer sus criterios. Se trata, en definitiva, de encontrar el nexo que existe entre las acciones de un grupo organizado como la cúpula –en un entorno social y político determinado, de una región administrativa-, y las reacciones de colectivos intra y extra eclesiales, sin olvidar que las cinco diócesis no viven con la misma intensidad esa confrontación. Los grados de la misma A.: Op. cit... Cárcel Ortí mantiene que a lo largo de casi todo el siglo XX la sociedad española está profundamente regida por una herencia religiosa -exceptuando el corto periodo de la Segunda República- y, por otro lado, expuesta a una fuerte secularización/laicización de las nuevas corrientes de pensamiento originarias en Europa. En el periodo que nos ocupa se produce un rápido proceso de secularización con sus manifestaciones más inmediatas en el indiferentismo práctico, la identificación Iglesia-Estado, una escasa fiabilidad, sobre todo en las nuevas generaciones, de todo lo que se refiere a la Iglesia. Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España, Planeta, Barcelona, 2003, p. 479. 66 El profesor Montero recalca: ―[…] No hará falta insistir en que el descuido y el relativo abandono y menosprecio de este tema no guarda relación con su relevancia historiográfica, habida cuenta del indiscutible peso e influencia de la Iglesia católica y de las obras ‗católicas‘ escolares, asistenciales, sociales o publicísticas en la conformación de la mentalidad y los comportamientos de los españoles‖. Montero García, F.: El movimiento católico en España…, Op. cit., p. 91. Vid. López Villaverde, Á. L.: ―La Guía de la Iglesia y de la Acción Católica Española: una fuente básica para el análisis del movimiento católico durante la posguerra‖, Hispania Sacra, núm. 106, 2000, pp. 675-694. 60 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón dependen del bagaje de sus obispos, más o menos ―fundamentalistas‖, o la laxitud a la hora de imponer su criterio por cuestiones de personalidad o dominio del ejercicio de poder, y las reacciones de las bases, que adecúan sus estrategias según sus trayectorias vitales y sociales en cada territorio. Entendemos la dificultad de apoyar todas las hipótesis sin tener en cuenta las posibles omisiones, o inexistencia de otros documentos públicos o personales sobre los aspectos que nos interesan, aunque sí establecemos, en la medida de su importancia, la presencia de matices en las acciones y desenvolvimiento de circunstancias según el momento analizado67. Por último es importante reseñar que una parte importante de los católicos se mantiene al margen –sin crítica pública sobre las acciones de obispos y sacerdotes que se manifiestan en cualquier sentido-, y no faltan quienes reconocen el derecho de la jerarquía a postular sobre principios políticos, aunque les niegan su autoridad para enjuiciar situaciones de tipo social68. En ese sentido es difícilmente recuperable y cuantificable esa masa que no opta por opciones encontradas en aspectos como evangelización, 67 Como puntualiza Calleja: ―[…] al margen de posicionamientos grupales ante el proceso socio-político‖. Calleja, J. I.: Op. cit., p. 12. Respecto a las actitudes de los fieles, coincidimos con Calleja en la dificultad de conocer el origen de las distintas actitudes dentro de la Iglesia: ―[…] ¿A qué fuerza social atribuir el origen de las actitudes adoptadas por los ciudadanos con ‗doble militancia‘, por ejemplo, a las propuestas de los Obispos, a las opciones socialistas o a los convencimientos conservadores? Y en otro sentido, ¿qué incidencia tiene la palabra eclesial, sobre todo la del Episcopado, en la orientación del voto de los católicos? ¿Tiene la misma incidencia social en economía que con respecto a la enseñanza o al aborto? ¿Orienta la Jerarquía el voto y las decisiones de los católicos o reorientan los católicos la palabra episcopal a sus inamovibles decisiones políticas?‖. Ibídem, pp. 19-20. 68 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., pp. 454-455. 61 ―La otra Transición de la Iglesia… política, sociedad…, y cuáles son las directrices del estamento jerárquico que apoyan o la aceptación de las reivindicaciones de los miembros de base más activos en momentos de relieve político y social que se producen por aquellos años. En el apartado de las fuentes y metodología empleadas para llevar a cabo este trabajo destacamos: En lo referente a fuentes que indaguen sobre biografías, acciones, escritos y testimonios con origen o referido a los protagonistas y grupos de estudio, hemos buscado su presencia en medios impresos o audiovisuales (hemerotecas, radio y televisión), archivos y documentos privados así como entrevistas con quienes coincidieron en algún momento del periodo y están todavía presentes. Toda esta información ha ido reorientando hacia nuevas fuentes y enfoques sobre algunos de los temas previstos, nuevos planteamientos y, en algunos casos, el abandono de ciertas líneas que no pueden ser investigadas por diversas causas (difícil o nulo acceso a documentos y protagonistas ya fallecidos). La fuente principal para analizar los contenidos ideológicos y políticos del discurso oficial de la jerarquía, como referente para el clero y bases católicas, tiene su sustento en los documentos públicos de la CEE -acuerdos de la plenaria, comisiones y comunicados-, y de Documentos de la Conferencia Episcopal Española 1965-1983, de J. Iribarren donde, también aparecen apreciaciones particulares de sus principales cargos, y demás argumentos ―institucionales‖ ante determinados hechos o avatares por los que pasa la institución69. 69 Como ocurre, en ocasiones, los originados por la propia presidencia que, en tal caso, como señala Calleja: ―[…] Sólo una persona las avala, pero las condiciones que concurren en la 62 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Sobre la documentación requerida a la CEE hemos de puntualizar que se ha debido acudir a numerosas fuentes indirectas para generar un cuerpo sobre determinados argumentos o hechos por la dificultad de acceso a la documentación requerida a los actuales responsables de sus archivos, y la negativa a su provisión, argumentando la imposición de los responsables en anteriores momentos históricos, en lo que interpretamos el temor de algunos de sus protagonistas a levantar suspicacias y resquemores del pasado que generan todavía tensiones en la institución. Esto hace que todavía resten ciertas zonas oscuras en asuntos que expliquen las situaciones vividas aquellos años70. En cuanto a las diócesis hemos acudido a los archivos de las respectivas diócesis, a los Boletines Oficiales de los Obispados, de la que se declaración bien permiten y aún exigen tomarlas como fuente de primera magnitud‖. Calleja, J. I.: Op. cit., p. 14. 70 Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983, BAC, Madrid, 1984, y también Valle Sánchez, Mª. C. Del: Colección documental informática: documentos oficiales de la Conferencia Episcopal Española, 1966-2006, con índices y CD-ROM. En determinados boletines diocesanos aparecen de nuevo referencias a los principales documentos que entienden sus responsables son de interés. La gran mayoría de los que precisamos para parte de nuestro trabajo, como actas de las Asambleas del presbiteriado de las diócesis de CLM, y documentos posteriores hasta 1979, no nos han sido facilitados desde la dirección del Archivo de la CEE, argumentando que esos documentos se encuentran amparados en un acuerdo de 1975 por el que los archiveros diocesanos fijan en setenta y cinco años el periodo para su apertura a la investigación, aludiendo sus responsables que mucha de esa información es de tipo administrativo sin interés (sic) para investigadores (argumentos de la directora del Archivo de la CEE al autor de este trabajo, marzo de 2010). El cardenal Tarancón ya manifiesta, en 1985, que algunos documentos significativos sobre las relaciones entre Iglesia y Estado no están al alcance de los estudiosos: ―[…] que podrían ofrecernos un poco de luz sobre la realidad de lo que se ocultaba, no pocas veces bajo la apariencia de cordialidad…‖. Cambio 16, núm. 129, 1985, p. 22. 63 ―La otra Transición de la Iglesia… nutre gran parte de la relación de documentos relativos a pastorales, homilías, información relativa al clero, funcionamiento o publicidad de los movimientos de AC y grupos eclesiales relevantes para el trabajo71. Por supuesto se han consultado los archivos de aquellos movimientos, organizaciones, asociaciones y grupos católicos de base que más se significaron en esos momentos, como son los de la Comisión General de la HOAC72, JOC73, JEC, así como archivos privados, fuentes orales (entrevistas a testigos y protagonistas de los mismos). El trabajo se nutre también de los documentos de los Archivos histórico-provinciales (AHP), del Archivo General de la Administración del Estado (AGA), donde sobresalen los informes del Gabinete de Enlace (GE), 71 Los Boletines reseñan las principales directrices que emanan de sus obispos, de los que destaca sobremanera el Boletín Oficial del Obispado de Cuenca (BOOC) por la cantidad de escritos que José Guerra Campos edita sobre aspectos de tipo político-religioso. El Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Toledo (BEAT) se funda el 31 de enero de 1969, tras la llegada del cardenal Tarancón y se convierte, parejo al caso de Cuenca, en un medio de difusión de contenidos y manifestaciones de sus arzobispos, principalmente Marcelo González, y otros relativos a la provincia eclesiástica de Toledo. También aquí es importante reseñar la dificultad de acceso a los documentos que, ciertamente, debieron realizarse y que, debido a una falta de aplicación archivística, deterioro o destrucción, y hasta negativa de su existencia, según diferentes argumentaciones por algunos responsables de estos archivos diocesanos, no se han podido consultar. 72 Además del Boletín HOAC-Noticias Obreras (1975-1982) se han consultado las publicaciones de la Comisión General de la HOAC, reseñadas en Bibliografía. 73 También se han consultado Juventud Obrera (tras su reaparición en 1976) y Noticias Obreras. 64 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón del ministerio de Información y Turismo (MIT) y memorias de los gobiernos civiles74. También se han revisado actas de las sesiones del Congreso de los Diputados, en lo referente a la representación eclesiástica en las antiguas Cortes franquistas así como de los ministerios de Justicia y Exteriores, como instituciones donde la presencia o conexión de la Iglesia con el Estado han sido relevantes históricamente. Por otro lado, y desde los fondos de la Biblioteca Nacional de España (BNE) y bibliotecas provinciales, se ha manejado toda la información posible que aportan las hemerotecas de aquellos años, periódicos y semanarios de tirada provincial75 y nacional –como de otros países por referencias a lo 74 Destacamos que en el ministerio del Interior se encuentran muchos expedientes ―cerrados‖ -no consultables- con información ―sensible‖, según Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Allí figuran, a priori, los nombres de quienes se denuncia desde los gobiernos civiles, encarcelamientos por causas abiertas... Instituciones Penitenciarias ha devuelto los expedientes relativos a Ciudad Real al Archivo Histórico Provincial de aquella localidad, durante los primeros meses de 2011. Para el resto de las provincias no se hará factible en varios años, según sus responsables. 75 La prensa provincial durante el período que más nos interesa, de 1971 a 1979, es la siguiente: Albacete cuenta con dos periódicos, La Voz de Albacete y La Verdad (desde 1973), perteneciente el primero a la editora católica EDICSA, imbuida de los planteamientos más ortodoxos de la CEE; el segundo mantiene una línea editorial que podríamos calificar incluso de progresista. En Toledo destaca El Alcázar, aunque su cabecera no pertenece a esta provincia, su periodicidad es semanal, y la tendenciosidad ideológica es profranquista, de un sectarismo que lo convierte en una fuente muy válida en cuanto a los mensajes y discursos de la derecha más inmovilista. En Ciudad Real encontramos Lanza, un diario propiedad del Movimiento que se mantiene muy afín al régimen aunque en una corriente, en principio, falangista. Cuenca cuenta con Diario de Cuenca, donde la influencia de la Iglesia es más acusada en los primeros años, alejándose gradualmente de esta tendencia. Guadalajara 65 ―La otra Transición de la Iglesia… tratado-, publicaciones de los grupos cristianos de base, así como una extensísima bibliografía que sobre el tema genérico de la Transición, política y religiosa, que han aparecido con profusión estos últimos años76. También se han tenido documentos de colecciones privadas. Para la visión sociológica de los distintos momentos, tanto a nivel nacional, como lo editado sobre las particularidades de la región, hemos contado con los documentos publicados por FOESSA77. Con todos las fuentes enumeradas anteriormente, se ha tenido muy en cuenta la interpretabilidad múltiple -los documentos aquí recogidos tienen doble lectura intraeclesial y extraeclesial- y cambiante del uso de estos documentos para la investigación, así como la propia distorsión, por el tiempo transcurrido y el componente subjetivo del analista, de los hechos acaecidos. En ese sentido han sido claves los contrastes de autenticidad, credibilidad y representatividad. Llegados a este punto, coincidimos con Alía Miranda que quizás uno de los principales errores que se cometen al llevar a cabo un método de mantiene Nueva Alcarria un semanario que lentamente evoluciona hasta convertirse en un medio menos conservador. 76 Los fondos en hemerotecas y soporte audiovisual, son claves en este periodo, entendemos que se suple con ellos el ―vacío historiográfico‖, que sobre la facción conservadora a estudiar existe hasta el momento. 77 FOESSA: Informe sociológico sobre la situación social en España, 1970, Euramérica, Madrid, 1970. - Estudios sociológicos sobre la situación social en España, 1975, Euramérica, Madrid, 1975. - Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981), Euramérica, Madrid, 1981. - Informe sociológico sobre el cambio social en España (19751983), Madrid, Euramérica, 1983. 66 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón investigación es caer en el ―nominalismo‖, es decir, basarnos exclusivamente en lo que aparece escrito en los documentos elaborando una historia ―sin sensibilidad, sin vida‖78. Es por esto que, también con esas claves, y debido a la relativa cercanía en el tiempo de los testimonios y hechos a analizar, hemos aportado la información de testigos cercanos a los protagonistas en aquellos años, reconociendo, a priori, que el tiempo transcurrido puede haber desfigurado matices y derivado hacia la subjetividad determinados hechos. Como método de recopilación de las aportaciones de estas fuentes orales hemos utilizado la entrevista semiestructurada y la encuesta, aunque debemos resaltar que esta información no ha estado exenta de dificultad, sobre todo en altas esferas de la institución. En cuanto al clero, se ha observado una fuerte autocensura para recuperar sus definiciones y aportaciones de tipo colegial, sobre cualquier aspecto referido a cuestiones requeridas para el trabajo, derivándonos, en ambos casos, hacia los documentos públicos de los Boletines eclesiásticos y prensa. De todo lo anterior resumimos a continuación, muy sucintamente, los principales contenidos genéricos de los capítulos del trabajo: En el capítulo I nos acercamos a las primeras contradicciones que vive la jerarquía española ante el ―cambio‖ de rumbo que dicta el Concilio Vaticano II en cuanto a las nuevas relaciones Iglesia-sociedad. En ese sentido nos referimos al concepto de religión politizada -entendemos que es el término que más se acerca a los contenidos del estudio-, estigma de un 78 Alía Miranda, F.: Técnicas de investigación para historiadores. Las fuentes de la Historia, Madrid, Síntesis, 2005, p. 38. 67 ―La otra Transición de la Iglesia… nacionalcatolicismo español como sistema imperante durante la dictadura del general Franco y que no dudan los obispos inmovilistas de CLM en mantener a toda costa. El paso de la Conferencia de Metropolitanos a la CEE, con una nueva configuración de una jerarquía renovada por los obispos auxiliares entrantes, supone otra visión sobre el estatus de la institución y su relación con el poder político, con un cierto calado aperturista, síntoma de las tesis del Concilio, supone el progresivo cambio cuasi radical en las relaciones con el régimen. Algunos integrantes de la cúpula eclesial interpretan esos gestos como un primer resquebrajamiento en un Episcopado dividido entre el inmovilismo y el aperturismo. También recogemos los desasosiegos que la primera Ley sobre libertad religiosa genera en los obispos conservadores que opinan que España va camino de la desconfesionalización, a pesar de que su articulado no genera suficientes cauces para la presencia de otras religiones en el panorama español. El capítulo II discurre por la confrontación que se genera entre las bases católicas, concretamente desde los movimientos obreros de AC y la jerarquía. Aunque a priori no se hayan valorado hasta aquí como notables en CLM, sí pueden entreverse numerosas manifestaciones públicas que evolucionan de la crítica a la disidencia, e incluso colaboración con los sindicatos y partidos clandestinos antifranquistas. Tras unos tímidos inicios, por parte de sectores minoritarios durante los años cincuenta que se amplían en los sesenta, nos detendremos en el descubrimiento del ―compromiso temporal‖ en los movimientos de 68 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón apostolado seglar, y la persecución y ―represión‖ a la que se verán impuestos por los consiliarios afectos al régimen, como José Guerra Campos y Laureano Castán Lacoma, en connivencia con el propio gobierno. También aparecen los primeros signos de contestación desde el clero, principalmente en Albacete, Guadalajara y Toledo como síntoma de la gran crisis que se vive en la institución. En el capítulo III profundizamos en el momento clave de inflexión en la Iglesia española ante un posible vuelco en sus cauces de representación. Se trata de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros (1971) que, desde su preparación, produce una ―catarsis‖ en el clero que arrastra a cierta jerarquía en el intento por generar un cambio radical en la relación a un mismo nivel. El clero reivindica un cambio de línea, y su papel, en lo evangelizador, en lo pastoral y en la acción social y política desde la institución, lo que produce conatos de disputa y división interna. En la región castellano-manchega la presencia en Toledo de Vicente Enrique y Tarancón sirve para dar sentido a estas tesis, pero la inmediata llegada de Marcelo González, hace que el grupo de obispos ultraconservadores convierta a la provincia eclesiástica en la de mayor calado conservador, frente al resto de las regiones, lo que supone un añadido más a las complicadas tareas para encarar la Asamblea Conjunta. En ese sentido, el espíritu de libertad y diálogo necesarios para entablar las Asambleas del presbiteriado, no se produce de igual forma en cada diócesis, aspecto que luego se refleja en las proposiciones que llevan a la Asamblea interdiocesana y posteriormente a la Conjunta; sesgadas por principios de contención y control explícitos desde ―arriba‖ en algunos casos. 69 ―La otra Transición de la Iglesia… En el capítulo IV destacamos el momento de mayores tensiones entre la Iglesia y el régimen, justo tras la Asamblea Conjunta. El gobierno trata de utilizar la facción más proclive del Episcopado a sus intereses, en contra de la cúpula de la CEE, convirtiéndose en vocero de las acepciones más conservadoras y afines. Mientras sacerdotes y Movimientos tienen parte activa en la urdimbre de una oposición clandestina que se organiza ante las evidentes injusticias con lo que la represión se dispara desde todos los órganos del poder, los obispos fieles al régimen, la facción más inmovilista que se ha instalado mayoritariamente en las diócesis de CLM, apoyan a aquellos grupos del clero más ortodoxo como la HSE, así como fieles desde el OD o asociaciones de seglares poco críticas con la situación social del país y utilizan toda medida de coacción y anulación sobre aquellos. Para este mismo grupo de obispos, la muerte de Franco supone un momento cargado de simbolismo, y hasta de exaltación, por los mensajes que emiten tras su desaparición. Algunos otros, más comedidos, del resto de la jerarquía, da idea del proceso de un claro objetivo común desde la institución y es el cómo resituarse ante los nuevos interlocutores del Estado. A lo largo del siguiente capítulo V se observan los primeros pasos democráticos desde el sector conservador de la jerarquía hacia una larga y consistente lucha para controlar la línea roja que debe marcar la Iglesia en los nuevos preceptos constitucionales, tratando de impedir la entrada en el juego parlamentario democrático de partidos y sindicatos contrarios a los dogmas o al magisterio de la institución. La vuelta desde la institución a viejos preceptos, provenientes del devenir de la política desde Roma, y su confrontación con determinados 70 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón gobiernos, como con el del PSOE, desde 1982, o de reafirmación tras la llegada en 1996 del Partido Popular (PP), sobre temas que se consideran referentes en lo moral, como divorcio, aborto, educación, serán temas recurrentes que, en algunos casos tienen continuidad aún en nuestros días. Al final, recapitulamos algunos de los principales pasos y las visiones que, en determinados momentos del proceso de renovación del Concordato y Acuerdos con el Vaticano, aportan los obispos inmovilistas, en un intento por no rebajar, aún más, la posición de privilegio que ostenta la Iglesia católica sobre el resto de credos. El capítulo VI, o Epílogo, versa sobre el final biográfico de dos de los principales protagonistas del grupo inmovilista, Marcelo González y José Guerra, con trazos desiguales en cuanto a su impronta pública, por cuanto el primero ostenta reconocimientos y presencia en la vida pública, signo contrario del segundo que ajusta su cometido a una acción pastoral intelectual, pero que coinciden en a otorgar, a sus diócesis respectivas, una presencia notable de un clero ultramontano en los pastoral y vivencial, en un intento por incrementar las filas de un clero fiel a sus dogmas. 71 ―La otra Transición de la Iglesia… PARTE PRIMERA. DE LA IGLESIA EN CONNIVENCIA CON EL RÉGIMEN A LA DEL “CAMBIO” 72 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 73 ―La otra Transición de la Iglesia… Capítulo I. Una jerarquía en contra de la nueva concepción del Concilio Vaticano II sobre la autoridad dual Iglesia-Estado I.1. Nacionalcatolicismo y “Religión politizada” Política y religión mantienen a lo largo de la Historia una intrínseca relación que coincide en regir el orden social y afirmar su autoridad. Ahora bien, esa relación, aparentemente basada en equilibrio y reparto de parcelas, esconde la pugna por la subordinación entre ambos poderes, sobre todo del religioso sobre el civil, como señala Olegario González de Cardedal: ―[…] poniendo en juego su poder e intentando subordinar todos los demás poderes a sus fines, queriendo así hacer presente el evangelio del amor y de la libertad por la violencia y la evidencia que los poderes de este mundo imponen. Porque el poder termina siempre planteando una cuestión religiosa, ya que secretamente tiende a erigirse en absoluto y con ello a suplantar el lugar de Dios en la vida de los hombres. A su vez la religión termina casi siempre cayendo en la tentación de afirmarse con el poder y desde el poder‖79. En el periodo moderno el binomio Iglesia-Estado interesa igualmente a civiles y religiosos, según Antonio María Rouco Varela, actual presidente de la CEE y arzobispo de Madrid, quien habla de ―realidades permanentes‖: 79 Olegario González de Cardedal, teólogo catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca, en el prólogo a los textos de Enrique y Tarancón, V., González, M., y Jubany, N.: Iglesia y política en la España de hoy, en Sígueme, Salamanca, 1980, p. 11. 74 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Las relaciones de la Iglesia con el Estado –o del Estado con la Iglesia– pertenecen por su propia naturaleza a un orden de realidades permanentes que trascienden los límites de espacio y de tiempo, porque tienen que ver con aspectos esenciales de la persona humana, vista en la integridad existencial y ontológica de elementos que la constituyen. En primer lugar: con su dimensión religiosa, que emerge siempre, sea en forma de vivencia positiva sea en forma de expresión negativa; al menos, como cuestión que la mueve y conmueve a lo largo de la historia de la humanidad y que es reflejo de las propias e íntimas preguntas que se hace todo hombre sobre el origen, el destino y el sentido de la vida, más allá de la muerte; […]. Y, en segundo lugar: con su dimensión social. Es verdad que la individualidad de la persona humana caracteriza y fundamenta su condición de ser un sujeto trascendente e irreducible no sólo a cualquier otro ser físico y espiritual, sino, incluso, a los demás hombres; pero es igualmente indiscutible que precisamente por el carácter justamente personal del ser humano se constituye en un ser ‗relacional‘ que precisa para su subsistencia del otro, de los otros, desde el ámbito primero de la familia hasta el ámbito último de la sociedad‖80. Como vemos, la preocupación de los representantes de la Iglesia sobre cómo debe fundamentarse la relación con el Estado, o anteriormente con el poder, en ambos sentidos, ha sido perenne y ya cuenta con antecedentes en el siglo II d.C. cuando el pensador pagano Celso critica a los cristianos que no aceptan someterse a los deberes que, como 80 Rouco Varela, A. M.: Las relaciones Iglesia-Estado. Perspectivas actuales, Biblioteca Electrónica Cristiana, Vida y Espiritualidad, (16-1-2012), Disertación del Cardenal-Arzobispo de Madrid, en la toma de posesión de su plaza en la Real Academia de Doctores (25-5-2008). 75 ―La otra Transición de la Iglesia… ciudadanos, deben asumir: ―[…] El creyente se ve dividido, desgarrado entre la colectividad a la que pertenece de hecho y la comunidad de fe a la que se adhiere, y tanto más dividido cuanto que ésta le exige la evangelización‖81. Casi tres siglos después, cuando la concepción agustiniana –origen de la teoría de los dos poderes- es decisiva en occidente, San Agustín apela a esa responsabilidad histórica para el triunfo ―espiritual‖ de la Iglesia: ―[…] más allá de los conflictos terrenos, y con ocasión de ellos, es importante no sólo trabajar por la salvación, mediante el respeto de las reglas cristianas de vida, sino también asegurar, por el triunfo espiritual de la Iglesia, la gloria del Creador‖82. Como manifiestan Châtelet y el resto de autores: ―[…] La conversión de Constantino parece aportar una solución a este problema (el de la encrucijada del cristiano y su sentido en la comunidad). Pero no hace más que institucionalizarlo. […] Roma se convierte en el centro de la Iglesia, institución que, a pesar de ser de naturaleza espiritual, no por ello deja de desarrollar una administración jerarquizada y de poseer un poder que no deja de preocuparse por los asuntos temporales. Cuando en 410, el rey 81 Châtelet, F., Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Historia del pensamiento político, Tecnos, Madrid, 1987, p. 43. 82 Ibídem. ―[…] San Agustín, obispo de Hiponia, comprende que hay que clarificar la doctrina de la Iglesia, y a tal efecto escribe ‗La Ciudad de Dios‘ (413-427). […]. Ibídem. Agustín: La ciudad de Dios (413-427), 2 vols., C.S.I.C., Madrid, 1958. Vid. San 76 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón visigodo Alarico, convertido a la secta cristiana de Arrio entra a saco en Roma…‖83. En el territorio peninsular ibérico, en el año 589, el rey visigodo Recaredo se convierte al catolicismo (III Concilio de Toledo), con la intención de conseguir la unidad religiosa en los territorios, condición ―sine qua non‖ para alcanzar la unidad administrativa y política del reino, todo un ejemplo de identificación entre intereses entre el poder político y eclesiástico84. Tendrá que pasar el dominio de la concepción de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), y el peso de las comunidades en contra del ―agustinismo‖85, para que adquieran fuerza las ideas de Marsilio de Padua, autor de El defensor de la Paz (1324), quien denuncia que el objetivo de la autoridad espiritual, la jerarquía, es controlar el poder secular –al que también critica-, mientras que lo justo sería volver a una subordinación del 83 Ibídem, p. 44. 84 Lop Otín, M. J.: ―Iglesia y monarquía visigoda‖, en López Villaverde, Á. L. (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit., pp. 71-80. 85 Para Santo Tomás: ―[…] la definición del buen poder depende únicamente de la Razón. Y si ésta indica que ese poder debe respetar las prescripciones divinas, también estipula que tener en cuenta el derecho inscrito en la naturaleza humana y las voluntades de la colectividad. […] Es su tarea el facilitar el cumplimiento individual de las virtudes naturales, dejando a la Iglesia el cuidado de la salvación eterna. Para llegar a ella, enunciará leyes adecuadas a los hábitos del pueblo que regenta, y se esforzará –dentro de la tradición aristotélica y romana, que reúne la enseñanza dada por Moisés- por establecer una constitución mixta que combine los méritos de la monarquía, de la aristocracia y de la democracia‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 47. Vid. Santo Tomás de Aquino: La ley, Barcelona, 1936. 77 ―La otra Transición de la Iglesia… poder eclesiástico al civil86. Marsilio rechaza la autoridad papal sobre reyes y autoridades temporales, y se revela como el primer pensador que habla de un Estado ―laico‖, desde el cristianismo: ―[…] la Iglesia no es más que un nombre que designa el conjunto de los creyentes; no podría tener un jefe; y los sacerdotes, encargados de preparar a los ciudadanos para la salvación dependen del príncipe, de la misma forma que el resto de los ciudadanos, y ello dentro del marco de la ley‖87. Tras varios siglos en el que el debate parece discurrir por los mismos márgenes, en la segunda mitad del siglo XIX nos encontramos con la ―Teología de las naciones‖ con la que la Iglesia trata de dar respuesta al nacionalismo liberal y al internacionalismo socialista, atribuyendo a cada 86 Para Sabine, Marsilio de Padua trata de: ―[…] definir y limitar del modo más categórico posible las pretensiones de la autoridad espiritual encaminadas a controlar, directa o indirectamente, la acción de los gobiernos seculares, y a este fin fue más lejos que ninguno de los demás escritores medievales por lo que se refiere a colocar a la iglesia bajo el poder del estado‖. Sabine, G.: Historia de la Teoría política, Fondo de Cultura Económica, España, Madrid, 1986, p. 219. Marsilio de Padua: Defensor pacis (1324), C.W. Previté-Orton, Cambridge, 1928; Danielou, J. y Marrou, H. I.: Nouvelle histoire de l‘Eglise, I-II, Seuil, París, 1962. Existe otra edición posterior de Defensor pacis por Richard Scholz (Fontes iuris Germanici antiqui), Hannover, 1933. 87 Ibídem, pp. 46 y 48. 78 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón nación un papel concreto en el ―proyecto divino‖, como lo define Daniele Menozzi88. En la España de 1919, Leopoldo Eijo y Garay, entonces obispo de Vitoria, traslada parte de las premisas ideológicas de esta ―Teología‖ a la oración del día de la festividad de Santa Bárbara, patrona de los artilleros: ―[…] No es que la religión católica se identificara con la patria, no. Así como no se mide ni tasa el amor debido a Dios por el debido a los padres […]; así tampoco la religión, al imponer con su moral el patriotismo, se identifica con una nación, se reduce a su territorio y se limita a sus fronteras; no; Católica ella, trasciende sobre todas las naciones, y siendo Una y la misma para los hijos de las distintas patrias, enciende en el pecho de cada uno el amor de su patria propia, le inspira los nobles ideales, le enardece con sus santos entusiasmos, lo acucia a cooperar a la mejora y engrandecimiento de su nación por la virtud, el trabajo, el cultivo de todas las humanas facultades, de tal manera que mientras mejor cristiano sea, más útil será a su patria, y mientras mejor patriota, más cumplidor de sus deberes cristianos. Así se unieron la Religión y la Patria en todas las nuevas naciones hijas de la Iglesia y puestas bajo su dirección maternal; y por lo que toca a España, vemos con luz meridiana que la Religión y la Patria van en ella unidas estrecha e íntimamente con irrompibles lazos y ligan fraternalmente sus laureles para tejer la inmarcesible corona de la gloria del pueblo Español‖89. 88 Botti, A.: ―Algo más sobre el nacionalcatolicismo‖, Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición…, Op. cit., p. 197. 89 Eijo Y Gary, L.: Religión y Patria, Imp. de los Hijos de Iturbe, Vitoria, pp. 20-21, en Louzao Villar, J.: ―Es deber de verdadero y auténtico patriotismo...‖. La nacionalización del 79 ―La otra Transición de la Iglesia… También el aspecto religioso cala también muy hondo en el discurso de los representantes políticos. Durante el corto periodo de la Segunda República, José María Gil Robles, líder de Acción Nacional (fundado por Ángel Herrera Oria, y base de CEDA), fusiona ambos estados (en el artículo 1º del Reglamento de Acción Nacional (29-4-1931), recoge: ―Religión, familia, orden trabajo y propiedad‖, principios ―fundamentales y básicos en cualquier sociedad que no viva de espaldas a veinte siglos de civilización cristiana‖), en un ―colaboracionismo‖ sin fisuras90. Después de importantes desencuentros con los gobiernos de izquierdas, la Iglesia apoyará y legitimará las acciones de los sublevados contra el régimen republicano durante el estallido de la guerra civil, exactamente golpe militar al régimen constitucional establecido91. El obispo de Palencia, Anastasio Granados García, destaca de la entrevista entre el cardenal Isidre Gomá i Tomás y el general Franco (Salamanca, 29-12-1936) conflicto entre clericales y anticlericales (1898-1939), UPV/EHU. Este obispo llega a identificarse tras la guerra civil con la Falange. Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte, 1950-1959. Apertura exterior y planes de estabilización, (obsequio con La Aventura de la Historia) Alianza Ediciones, Madrid, 2005, p. 11. 90 91 Cierva, R. de la: Historia de la guerra civil española, T. I. Madrid, 1968, p. 213. Á. L. López Villaverde plantea un doble discurso de la Iglesia durante la Segunda República: ―[…] La Iglesia había jugado en los años treinta a dos palos, a la negociación y al enfrentamiento, pues le iba mucho en el empeño. Mientras hubo un proyecto ‗triunfador‘ como el de la CEDA, no tuvo necesidad de grandes cambios estratégicos; había variado, eso sí, su inicial táctica de coexistencia por otra de ruptura con el régimen republicano, tras la aplicación y desarrollo de la legislación religiosa. Pero el fracaso de su política posibilista en febrero de 1936 cambió sus expectativas‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit. 80 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón los acuerdos sobre los principios para las nuevas relaciones con el nuevo régimen totalitario: ―[…] se concretaron unos principios básicos para las relaciones entre Iglesia y Estado. El segundo de estos principios dice así: ‗El Jefe del Estado español, convencido de que la Iglesia necesita las máximas garantías de su libertad en orden a sus fines y funciones específicas, se complace en ofrecer a la Santa Sede la seguridad de que no sólo respetará esta libertad de la Iglesia en el ejercicio de sus funciones propias, sino que le prestará su leal concurso, persuadido de que de mutua colaboración de ambos poderes, espiritual y temporal, habrán de redundar copiosos bienes para la Iglesia y para la misma nación‘‖92. Jerarquía eclesiástica y Franco tienen, desde los primeros momentos del Alzamiento Nacional, una relación de interés mutuo. Foto espaciolibros.com. 92 Granados García, A.: ―Franco, hombre de fe‖, Boletín Oficial del Obispado de Palencia (BOOP), 1975, pp. 319-321. 81 ―La otra Transición de la Iglesia… La jerarquía, en concreto el entonces obispo de Salamanca y futuro primado en Toledo, Enrique Plá y Deniel, acuña el término de ―Cruzada‖ al golpe militar que acaba en la dictadura personal del general Franco, periodo conocido como franquismo93. En su intención de no perder ningún aliado para su gobierno el nuevo jefe del Estado utiliza tres vías, tradicionalismo, conservadurismo y la Falange, sin decantarse por una, disolutoria de las otras, y para, según el momento, utilizar el hecho religioso como eje vertebrador de todas, y de éstas sobre las conciencias de millones de españoles: ―[…] La descomposición de la España tradicional se entendía como una consecuencia de la desaparición de ese elemento vertebrador religioso. Por eso, la reconstrucción de la España católica fue un elemento primordial, definitorio como ninguno, de la tarea del primer Gobierno de Franco. […] Hubo una posición, representada por el Tradicionalismo, que pretendió poco menos que el restablecimiento de una identidad entre el trono y el altar; otra, de conservadurismo clásico, que, aun radicalmente identificada con el catolicismo, era, a un tiempo distante de cualquier vaticanismo; y otra, en fin, la de Falange, que, sin prescindir del factor religioso, pretendía 93 Traemos el término franquismo para situarlo en la esfera de los regímenes ―para-fascistas‖, definición de R. Griffin y desarrollada por Ismael Saz: ―[…] el franquismo entraría dentro de la categoría de ‗para-fascismo‘ entendiendo por esto unos regímenes contrarrevolucionarios en los que el poder es detentado por las élites tradicionales y los militares pero que adoptan una fachada populista y toda una serie de instrumentos de organización y control propios de las dictaduras fascistas. Estos regímenes, siempre insuficientemente populistas, nacionalistas y palingenésicos, podrían cooperar con los movimientos fascistas genuinos pero con el firme propósito de desnaturalizarlos, cooptarlos y, en última instancia, neutralizarlos‖. De Griffin, R.: The natura of fascismo, Londres-Nueva York, 1993, pp. 120 ss., en Saz, I.: Op. cit. 82 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón marginarlo de lo estrictamente político. Entre estas actitudes se movió la posición de Franco, vacilando a veces, pero manteniendo en general una línea vertebral que le alejaba de unas posiciones y le acercaba a otras‖ 94. Para J. M. Cuenca Toribio son los falangistas quienes abogan por un catolicismo politizado, raíz del nacionalcatolicismo: 94 Tusell, J.: Franco en la Guerra Civil, Barcelona, 1992, p. 228. El historiador ve así al dictador: ―[...] catolicismo y patria eran para él una misma y única cosa, de modo que, responsable de la segunda, no tenía el menor inconveniente en pontificar sobre la primera: la España de su tiempo, por lo menos hasta los años sesenta, fue un país en que los obispos hablaban como si fueran políticos, pero el Jefe del Estado parecía de vez en cuando ejercer de obispo [...]‖. Tusell, J.: La España de Franco, Madrid, 1989, p. 16. Según Tarancón: ―[…] Franco, muy hábil, sabía apoyarse en unas u otras fuerzas sociales según las exigencias del ambiente internacional. Si en tiempos del fascismo italiano y del nazismo alemán –fueron los dos países que apoyaron decididamente a los militares durante la Guerra Civil- se apoyaba claramente en el falangismo, que tenía no pocos puntos de contacto con ellos, cuando cambiaron las circunstancias de Europa y se dio cuenta de que los católicos recelaban del Régimen español y aún la misma Santa Sede no acaba de apoyarlo decididamente –en la segunda mitad de los años cuarenta-, Franco se apoyó decididamente en lo que podría llamarse la democracia cristiana y, concretamente, en los hombres de la Editorial Católica, que contaba con la jerarquía española y de la Santa Sede‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 38. De la importancia de la Falange en el ámbito político también lo narra Tarancón sobre su nombramiento como obispo, que se produce a pesar de la ferocidad con la que se le persigue desde Falange Española en Vinaroz por ―rojo‖: ―[…] el cambio de gabinete ministerial, que había adquirido un carácter más cristiano y con menos influencia falangista; y sobre todo, el nombramiento de Alberto Martín Artajo como ministro de Asuntos Exteriores‖. Ibídem. Una idea sobre la idea de predestinación religiosa del general, y su papel en la Historia, la aporta José María de Llanos Pastor, adscrito a la Compañía de Jesús, en un encuentro con Franco y su esposa durante unos ejercicios espirituales en 1953: ―[…] Yo le decía: ‗General, ¿qué dice de lo del Rey Saúl?‘ Y él me contestaba: ‗Bueno, eso es otra cosa, yo voy a lo mío, yo voy a que Dios me ha enviado para hacerme cargo de esto. Dios hizo milagros para que ganáramos la guerra y Dios me ha puesto aquí‘‖. Grimaldos, A.: La Iglesia en España. 1977-2008, Grup Editorial 62, S.L.U. Ediciones Península, Barcelona 2008, p. 66. 83 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] La victoria de los medios confesionales en el instante de fraguar el nacionalismo que sentó las bases de lo que pronto habría de traducirse en el nacionalcatolicismo, no fue, sin embargo, completa. El nacionalismo de raigambre y expresión esencialmente católicas, con muy pocas o ninguna adherencias políticas, a que aquéllos aspirasen, se convertía ahora, por obra y gracia de la presión influencia falangistas, en un catolicismo muy politizado, como la formulación, años después, del término ‗nacionalcatolicismo‘ acertara a definirlo con rara acuidad‖ 95. Según Rafael Díaz-Salazar, la primigenia definición de nacionalcatolicismo, denominador común de los producidos en el curso de la historia y en las distintas naciones, ―[…] es la concepción de la fe cristiana y 95 Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 15. El autor cita un argumento del catedrático I. Imaz: ―[…] el círculo se cerraba definitivamente y toda posibilidad de religión política se desvanecía para siempre. La religión católica se había impuesto, bien que en una forma extrema de ‗politización de la religión‘‖. Imaz, I.: ―Religión política y religión católica en el fascismo español‖, en Boyd, C. P.: Religión y política en la España Contemporánea, Madrid, 2007, p. 55. En el mismo texto se recoge la afirmación de G. di Febo: ―[…] Con el sello religioso de la Cruzada, la Iglesia adquirió un papel hegemónico en la movilización de las masas en apoyo al Nuevo Estado confesional, desplazando eventuales tentativas falangistas de imponer una ‗religión política‘‖. Febo, G. di: ―El modelo beligerante del nacionalcatolicismo franquista. La influencia del carlismo‖. Ibídem, p. 59. López Villaverde coincide con Cuenca Toribio: ―[…] la jerarquía eclesiástica tuvo que echar un pulso a los dirigentes falangistas para administrar la herencia de una España desangrada partiendo de modelos de Estado diferente. Descartado el modelo totalitario falangista, el catolicismo triunfante no fue el meramente tradicional, pues quedó impregnado del catolicismo político falangista y de las aportaciones de algunos intelectuales‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp. 20-22. Sobre la Falange en la región de CLM, concretamente en Ciudad Real, es interesante ver González Madrid, D. A.: La Falange manchega (1939-1945). Política y sociedad en Ciudad Real durante la etapa ―azul‖ del primer franquismo, Diputación Provincial de Ciudad Real, 2004. 84 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón de la vida en comunidad católica como un elemento constitutivo de la nación. Ésta ha sido la idea-fuerza de la ideología y de la praxis nacionalcatólicas‖96. Por el contrario, el término nacionalcatólico es, para Cuenca Toribio, inexacto: ―[…] conviene subrayarlo con grosor, el nacionalcatolicismo será tan sólo un epifenómeno, una breve deriva en el corto curso de la experiencia del nacionalismo español…‖97. En estos momentos el propio término tiende a ajustarse al contexto en que se produce por lo que algunos estudiosos ya utilizan ―provincial catolicismo‖, tal y como lo refiere la profesora Encarna Nicolás al hablar del apostolado murciano de Miguel de los Santos98. 96 97 Díaz-Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., p. 81. Ibídem, p. 22. También Luis Suárez se refiere a la utilización del término ―catolicismo nacional‖ como más exacto que nacionalcatolicismo: […] en los años en torno a 1956, Arrese intentó montar una Constitución de partido único, los cardenales, siguiendo órdenes de la Santa Sede, lo impidieron. A esta forma de gobierno se asignaba una rigurosa confesionalidad católica que constaba incluso como segundo artículo en los Principios Fundamentales del Movimiento. Algunos autores recurren al término nacional-catolicismo, pero sería más correcto hablar de un catolicismo nacional ya que al primero de ambos términos se asignaba la condición de sustantivo y no calificativo‖. Suárez Fernández, L.: Op. cit., p. 10. 98 Nicolás Marín, M. E.: Instituciones Murcianas en el franquismo (1939–1962), (Contribución al conocimiento de la ideología dominante), Editora Regional de Murcia, 1982, p. 37. Para Cerón Torreblanca tras esta nueva terminología se funden: ―[…] la combinación de un nacionalismo extremo, con una visión integrista del cristianismo, totalitarismo divino (Casanova, Julián. La Iglesia de Franco, Temas de Hoy, Madrid, 2001, p. 269), en el que la ortodoxia católica se impone en todas las esferas de la vida‖. Torreblanca, C. M.: Consolidación y evolución del franquismo en Málaga: 1943-1959, Tesis dirigida por Encarnación Barranquero Texeira, Universidad de Málaga. 85 ―La otra Transición de la Iglesia… El nuevo sistema, sus reglas de convivencia y pensamiento religioso, se sustenta en la idea de ―Cruzada‖, superando el concepto que le atribuye Plá y Deniel, según López Villaverde: ―[…] para cohesionar, primero, e impregnar de sustancia católica, después, al régimen franquista bajo la ideología del nacionalcatolicismo y la cobertura propagandística de la memoria dominante de los vencedores‖99. ideológico/político que dirige la Una propaganda de carácter Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP), diseñada para configurar un determinado discurso en las mentes, con el fin de imbricar la relación indisoluble y ―natural‖ entre Estado e Iglesia católica100. La alianza entre las dos instituciones, política y religiosa, supone un beneficio recíproco. La Iglesia colabora con el nuevo régimen asumiendo un importante papel en la educación y la moral pública -actuando sobre la 99 López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit. 100 Sáez de Alba, A.: La Asociación Católica Nacional de Propagandistas, Ruedo Ibérico, Paris, 1974. Feliciano Montero apunta sobre la ACNP: ―[…] uno de los mejores intérpretes de las directrices vaticanas sobre la organización del Movimiento Católico, a través de un periódico moderno, El Debate, y de nuevas organizaciones juveniles (La Juventud de Acción Católica, y la Confederación de Estudiantes Católicos), cantera de los políticos católicos de la Transición‖. Montero, F.: El movimiento católico en España…, Op. cit., p. 64. Entre los principales protagonistas de la ACNP figuran Ángel Herrera, de Acción Nacional –a la que apoya decididamente el que luego fuera arzobispo de Toledo hasta su muerte en 1968, Enrique Plá y Deniel-, y Gil Robles, de la CEDA. La ACNP sirve para la canalización de la formación de la Confederación Española de Sindicatos Obreros (CESO). De las operaciones de propaganda por parte del régimen, sobre unión entre poder eclesiástico y civil, ver: Servicio Informativo Español, Iglesia, Estado y Movimiento Nacional (1963) y La Iglesia habla de España (1964). Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 106, nota 10. 86 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón conciencia de millones de españoles con mensajes de adhesión al dictador Franco- al tiempo que las condiciones en el plano, social, económico y político de la Iglesia cambian ostensiblemente101. Una ―reparación‖ a todas luces muy lucrativa, según Callahan, que supera la aportación que obtuvo la institución durante la dictadura de Primo de Rivera: ―[…] El régimen de Franco no tenía interés en crear la extraordinaria provisión de fondos con la que soñaban los obispos. De hecho, en lo referente al presupuesto de culto y clero, el gobierno demostró ser menos generoso que la dictadura de los años veinte. Las estimaciones del porcentaje de los presupuestos del Estado asignados a tal partida durante el franquista varían entre el 1,25 por 100 y el 2 por 100, cantidades ambas por debajo de 2,65 por 100 de la época de Primo de Rivera. Sin embargo, esta mezquindad era más aparente que real. El dinero que el ministerio de Justicia destinó a culto y clero fue aumentando a ritmo constante durante los años del régimen. Si tenemos en cuenta la inflación, los 655.748.000 millones de pesetas que se le adjudicaron en 1966 tenían más valor en términos reales que los 54.648.400 millones que había concedido la monarquía en el presupuesto de 1931. Además, esta partida equivalía 101 Moliner Prada asegura: ―[…] La sacralización del régimen comportará a la Iglesia una posición de privilegio en todos los aspectos: económico y social, ideológico y político‖. Moliner Prada, A.: ―La Iglesia y el primer franquismo‖, Hispania Sacra, núm. 91, 1993, pp. 347-348. Sobre las contraprestaciones del régimen a la Iglesia, Vid. Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., pp. 115117 y 258-262, donde analiza las demandas de la institución y la respuesta del régimen a tales peticiones con privilegios económicos, el dominio sobre la moral y un margen muy sustancioso en el campo de la educación. 87 ―La otra Transición de la Iglesia… solamente a una parte de las subvenciones que recibía por parte del gobierno‖102. Sin embargo, la coalición de estamentos y corrientes, dentro y fuera del régimen, comienza a resquebrajarse, según Ch. J. Esdalie, pocos años después del final de la contienda, cuando líderes de la CEDA, como Gil Robles y Giménez Fernández, se alejan de la tesis colaboracionista con el poder unipersonal del general Franco: […] El nacional catolicismo no fue una doctrina que practicara tan sólo un sector de la derecha española, […] el catolicismo oficial no ejerció un poder determinante hasta 1945, aunque fuera adicto al régimen. La propia Iglesia católica española demostraba una cierta voluntad de institucionalización y apertura que superara la dictadura personal. El catolicismo colaboracionista que en julio de 1945 llegó al poder tenía un programa que conectaba a la vez con la voluntad genérica de la Iglesia de una institucionalización dictatorial pero de carácter no fascista. La persona que representó este colaboracionismo fue Martín Artajo, que pasó de la presidencia de Acción Católica al Ministerio de Asuntos Exteriores. […] desde una posición opositora, las figuras fundamentales de la CEDA, Gil Robles y Giménez Fernández, condenaron el colaboracionismo que ahora se iniciaba‖103. 102 Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España…, Op. cit., pp. 342-343. 103 Esdalie, Ch. J.: ―Historia de España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, pp. 504- 505, en Lynch, J. (Coord.): Historia de España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona, 2009. Las presiones porque exista mayor presencia de lo católico en el Estado no cesan: ―[…] No pocas veces, tanto las autoridades civiles como las eclesiásticas hubieron de moderar 88 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Los ideólogos del franquismo saben de la enorme relevancia de la identidad católica en la concepción de España como Estado unitario. En los primeros gobiernos tras la contienda, los más altos cargos en los ministerios de Justicia y Educación se reservan para ultracatólicos, con el fin de que las normas religiosas se introduzcan en el sistema legal y educativo 104. La Iglesia legitima ese modelo centralista y de ahí que dimanen dos leyes fundamentales que confirman la confesionalidad del Estado: el Fuero de los Españoles (ese mismo 1945) y, sobre todo, la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947)105. Para ambos poderes, civil y religioso, la incuestionable unidad católica de España no es vista sólo como un hecho histórico, sino como una esencia permanente. Para la Iglesia, en particular, es muy ventajoso vivir en un Estado confesionalmente católico o, al menos, que la reconozca como interlocutor singular. A cambio, debe convertirse en el amalgamador de justificaciones para la represión con los vencidos: ―[…] El nacional-catolicismo legitima así, desde el punto de vista ético, la represión política que efectúa el Estado, a la vez que reclama en incluso las presiones de determinados grupos y personas que pretendían que el carácter católico del Estado fuese más contundente. Todavía en 1953 los dirigentes de las Congregaciones Marianas Universitarias presentaban a Franco un informe confidencial impreso donde se denunciaba el desarrollo del protestantismo y se pedía mayor energía para reprimirlo‖. Andrés-Gallego, J. y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936-1999), Ediciones Encuentro, Madrid, 1999, p. 67. 104 Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte, 1950-1959…, Op. Cit., p. 11. 105 La Ley de Sucesión recoge en su artículo primero: ―España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino‖. 89 ―La otra Transición de la Iglesia… contrapartida los medios necesarios (en especial docentes y financieros) para establecer el control espiritual de la sociedad, medios que le fueron generosamente retribuidos por el régimen. […] Los signos externos de la sacralización del Caudillo y de su régimen fueron tan constantes y numerosos como la agobiante presencia de los dignatarios eclesiásticos en los actos y conmemoraciones oficiales. […] sirvieron para ofrecer a Franco un sólido sustento legitimador que justificó la intolerancia frente a los vencidos y la afirmación de los valores oscurantistas y amargos […]‖ 106. La ―comunión‖ entre Estado e Iglesia llega a su cénit con el tan esperado Concordato, firmado en agosto de 1953, donde se mantienen acuerdos del anterior de 1851107. En él se acuña la posibilidad del Papa de 106 Yuste, J. L.: Las cuentas pendientes de la política española, Madrid, 1987, pp. 110-111. Para el profesor Blázquez la Iglesia respalda moralmente al Estado: ―[…] En la España de Franco quedaba establecida una sociedad de seguros mutuos. La Iglesia respaldaba moralmente al Estado y el Estado convertía a la Iglesia en una ‗Iglesia de poder‘. Todo el aparato público estaba a disposición de la institución eclesiástica […]. La Iglesia se sintió cómoda en aquella anómala situación de cristiandad donde el Estado era Estado de la Iglesia y la Iglesia lo era del Estado. Los jerarcas eclesiásticos creyeron que no podían hacer triunfar el evangelio si no disponían del poder político. Una Iglesia tutelada y sumisa a la vez, careció de capacidad denunciadora y crítica‖. Blázquez, F.: La traición de los clérigos en la España de Franco. Crónica de una intolerancia (1936-1975), Trotta, Madrid, 1991, pp. 44 y 50. Para Tamayo Acosta: ―[…] El nacionalcatolicismo no es un fenómeno nuevo en España. […] Ha servido para enmascarar las tareas estrictamente políticas tras el velo de un proyecto religioso blindado, desviar la atención de las clases populares de su estado de marginación y ayudar a los distintos poderes a mantenerlas sometidas‖. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a la cristiandad…, Op. cit., p. 19. 107 Concordato de 1953, art. 1 y 2: ―La Religión Católica, Apostólica y Romana, sigue siendo la única de la nación española y gozará de los derechos y prerrogativas que le corresponden en conformidad con la Ley divina y el Derecho Canónico. El Estado Español reconoce a la 90 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón no aceptar obligadamente la lista de obispos propuesta desde el régimen, aunque, a su vez, el prenombramiento de un prelado se comunica oficiosamente al gobierno, por si éste tuviera objeciones de carácter político, Iglesia Católica el carácter de sociedad perfecta y le garantiza el libre y pleno ejercicio de su poder espiritual y de su jurisdicción, así como el libre y público ejercicio del culto‖. Royo Mejía apunta: […] Cuando, el 30 de octubre, Franco lo presentaba en las Cortes para su ratificación, dijo que si había tardado tanto no había sido por desavenencias, sino porque él no había querido comprometer a la Iglesia ante ‗la torpe conjura internacional contra nuestra patria‘, aunque en realidad fue el Vaticano, que notaba el peso de sus anteriores Concordatos con Mussolini con los Pactos de Letrán y con Hitler con el Concordato imperial, quien se había mostrado reticente durante años‖. Royo Mejía, A.: ―Pablo VI y el régimen de Franco (I)‖, Temas de historia de la Iglesia, http: //infocatolica.com/blog/historiaiglesia, 31-8-2010. Según Guerra Campos el Concordato: ―[…] no es meramente contractual, del do ut des, puesto que las concesiones expresaban la confesionalidad interna de un Estado que consideraba un deber hacer más fáciles la vida y la formación religiosa de los ciudadanos‖. Guerra Campos, J.: ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖, separata de A.A.V.V.: El legado de Franco, Vol. Fundación Nacional Francisco Franco, Madrid, 1997, p. 125. Para López Villaverde ratifica la ideología nacionalcatólica: ―[…] Confirmando acuerdos parciales anteriores (1941, 1946 y 1950), el nuevo marco concordatario culminaba la comunión de intereses entre la Iglesia y el Estado: proclamaba públicamente la soberanía de la Iglesia católica, elevaba a ‗derecho‘ el anterior ‗privilegio‘ de presentación y reconocía inmunidad religiosa a los miembros del clero, a cambio de su respeto al Jefe del Estado. Se hacía así realidad la idea, expresada en un discurso radiofónico de Pío XII en 1949, de ‗nación elegida por Dios como principal instrumento de la evangelización del nuevo mundo y como baluarte inexpugnable de la fe católica‘‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., p. 25. Este autor también valora los resultados que el apoyo, ―simbiosis‖ lo define, con el régimen del general Franco le genera a la institución: ―Tras peligrar su supervivencia, la aportación de la Iglesia a la victoria franquista fue de tal calado que pudo emerger su poder plenamente debido a su simbiosis con el régimen: poder formal (al describir las relaciones sociales como relaciones de fuerza), poder real (a través del control del discurso y el pensamiento) y simbólico (basado tanto en el conocimiento como en el reconocimiento )‖. López Villaverde, Á. L.: El poder de la Iglesia en la España contemporánea. La llave de las almas y de las aulas, Los libros de la Catarata, Madrid, 2013, p. 129. 91 ―La otra Transición de la Iglesia… o general, correspondiendo su valoración y decisión última a la Santa Sede)108. Vicente Enrique y Tarancón cuenta como el propio Franco valora su relación con la Iglesia: ―[…] el mejor apoyo que puede desear un gobernante [...]‖, para añadir, que en la terna para el nombramiento de obispos: ―yo no intervengo en estos asuntos (sorprendente cuando menos, por ser cuestión clave para la afinidad con el régimen)‖109. 108 Cárcel Ortí puntualiza sobre la llamada ―Terna‖: ―[…] De la presentación se mantuvo el nombre y presentar un candidato escogido de una terna confeccionada por el Romano Pontífice en base a una lista de al menos seis nombres elaborada por nuncio de acuerdo con el Gobierno. En tan complejo procedimiento se distinguían cuatro trámites ordinarios: 1) Formación de una lista de al menos seis eclesiásticos por el nuncio previo un principio de acuerdo con el Gobierno, y el envío de la misma a la Santa Sede. 2) Formación por el Papa de una terna de candidatos de entre aquella lista y comunicación de la terna al Gobierno por conducto de la nunciatura. 3) Presentación de uno de la terna por el Jefe del Estado al Santo Padre. 4) Nombramiento pontificio del presentado y publicación oficial de dicho nombramiento tanto por la Santa Sede como por el Estado Español‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana? Análisis de la situación y discursos del Papa en las visitas ―ad limina‖, EDICEP D. L., Valencia, 1992, pp. 37-38. Como recogen Andrés-Gallego y Pazos el primer obispo en nombrarse con esta fórmula es Plá y Deniel, para la sede de Toledo, y hasta los años sesenta ni el Papa ni sus asesores ven la oportunidad de proponer al episcopado ―críticos‖ o contrarios al sistema político vigente: ―[…] cuando, tiempo después se sugiriera a Franco la conveniencia de renunciar al derecho de presentación, su réplica sería ésta: siempre había presentado a los candidatos que le aconsejaban los propios obispos‖. Andrés-Gallego, J. y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936-1999)…, Op. cit., pp. 49 y 51. 109 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 41-42. De facto, la importantísima e incontestable, hasta aquí, complicidad de la jerarquía en el ámbito legislativo, se romperá en el desarrollo y aprobación de la Ley Orgánica del Movimiento Nacional, y Ley del Gobierno cuando tres obispos, los cardenales Enrique Plá y Deniel, Benjamín de Arriba y Castro y Fernando Quiroga Palacios con una carta de nueve folios (9-12-1956), en la que expresan al general que, si bien no demandan una democracia inorgánica, estas leyes les parecen que 92 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Los acuerdos firmados el 27 de agosto de 1953 suponen el “Derecho a la Presentación de Obispos” y la obligación del Estado de subvencionar a la Iglesia. Firman Doménico Tardini, por el Vaticano, Alberto Martín Artajo, ministro de Asuntos Exteriores y Fernando María Castiella, embajador en Roma. Pío XII otorgó la medalla de la Orden de Cristo, máxima distinción vaticana, a Franco ese mismo 1953 por aquellos acuerdos. Fotos publico.es Muy pocos años después, en la Ley de Principios del Movimiento Nacional (17-5-1958), se introducen sendos capítulos favorecedores hacia la Iglesia católica110. tienen un origen en ―regímenes totalitarios de algunos pueblos después de la primera guerra mundial, cuyas doctrinas y prácticas recibieron serias amonestaciones de los romanos pontificios‖, pidiendo una verdadera representación orgánica ―en vez de una dictadura de partido único‖. Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte, 1950-1959…, Op. Cit., p. 63. 110 Esta Ley recoge en su artículo II: ―La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación‖; y en su artículo IX: ―[…] El ideal cristiano de la justicia social, reflejado en el Fuero del Trabajo, inspirará la política y las leyes‖. Esteban, J.: Las Constituciones de España. Taurus, Madrid, 1981, pp. 232 y 234. Entre el Concordato y la Ley de Principios del Movimiento, los cardenales Plá y Deniel, Quiroga Palacios y Arriba y Castro solicita solicitan, el doce de diciembre de 1956, mediante una nota que entregan a Franco, una adecuación a las necesidades del país en cuanto a dotarla de un sistema político que avanzara más allá de ―la dictadura de partido único‖, y que no perjudicasen los derechos de la persona, a lo que el 93 ―La otra Transición de la Iglesia… En este marco, de práctica cooperación con el poder político, es donde opinamos que entra de lleno el término de ―religión politizada‖111, ya que las general contesta a Quiroga Palacios ―Cuando ustedes me lo digan me voy‖. Extraído de López Rodó, L.: Memorias I, Plaza & Janés, 1990, Esplugues de Llobregat, p. 75, en Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española, EDICEP, Valencia, 2003, pp. 114-115. Como luego hemos visto esa petición no llega nunca, o no se atiende. 111 Linz, J. J.: ―El uso religioso de la política…‖, Op. cit. pp. 107-125. El autor analiza las relaciones de la religión y la política, especialmente en los regímenes totalitarios, el papel desempeñado por la ―religión-sucedáneo‖, como la denomina, y las religiones políticas, que enlazan, según él, con procesos de secularización. Para López Villaverde: ―La alternativa a la religión civil republicana y a la religión política fascista fue la religión politizada nacionalcatólica, que tan jugosos réditos otorgó al régimen franquista en la coyuntura de la segunda posguerra mundial‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp. 20-22. Algunos autores señalan la Ilustración como el momento en el que podría comenzar a acuñarse el término: ―[…] con la religión civil que según Rousseau se encargaría de formar buenos ciudadanos. A su vez, en la década de 1930, diversos autores como Bertrand Russel o J. M. Keynes interpretaron en términos religiosos tanto el fascismo como el comunismo. Ambas doctrinas podían ser vistas como ‗formas de fe que son sustitutos antirreligiosos de la religión‘, según la aguda definición del escritor Franz Werfel. Tiempo después el pensador galo Raymond Aron hablaría de ‗religiones seculares‘ para referirlas a aquellas doctrinas que reemplazaban al antiguo catolicismo y prometían la salvación en un orden social por construir. En la actualidad, los historiadores debaten sobre si es más adecuado hablar de religión política, pseudorreligión, antirreligión o religión sustitutiva‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo. Alfonso Carlos Comín y los cristianos comunistas, Ediciones Rubeo, Colección Memoria del Tiempo, Barcelona, 2009, pp. 24-26. Según Sevillano Calero: ―[…] El ‗nuevo Estado‘ se fundamentó en varias formas de legitimidad –carismática, tradicional y legal, profundamente enraizados en lo religioso-, que el discurso exacerbado del nacionalismo enlazó mediante la formulación de una teología política. Ésta puede definirse como la utilización de conceptos político-teológicos en el espacio político para legitimar el principio soberano de decisión de restablecer la ‗unidad política‘ de España, tarea del héroe providencial (Franco). En tal formulación influyó la redefinición política de la esfera eclesial en España durante la guerra civil. Esta politización de lo sagrado fue consecuencia de la legitimación teológica del orden político al justificar la Iglesia católica el ‗Alzamiento‘ y la 94 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón pretensiones del régimen giran en torno a una despolitización de la sociedad, por lo que la religión supone un factor básico para ―constituir y preservar‖ el orden social desde la percepción religiosa de la política, un: ―[…] elemento latente de pluralismo político en un marco autoritario. No es un instrumento fiable de legitimización en el curso de la evolución de un régimen‖, según Juan José Linz112. Desde nuestra visión, creemos que, ahondando en los conceptos de Linz, podríamos establecer que es más certero, para nuestro análisis, movernos en el concepto de ―ideología sucedáneo‖, por cuanto no podríamos llegar al de ―religión política‖, que Linz considera se produce cuando la elaboración de las manifestaciones ―religiosas‖ parten de la esfera política113. ‗Cruzada nacional‘; resultó, así, de la contribución de factores religiosos a la teoría política, que no puede escindirse, como elemento sustancial, de la mencionada formulación de la teología política del ‗nuevo Estado‘ y de la formación de una ‗religión política‘ estatal de marcada impronta cristiana y que, como profesión de fe en la nación, se manifestó a través de un conjunto de símbolos y ritos‖. Sevillano Calero, F.: Franco. ―Caudillo‖ por la gracia de Dios, Alianza, Madrid, 2010, p. 26. 112 Ibídem, p. 34. Para Tusell el catolicismo procedente de medios intelectuales de aquel periodo: ―[…] había cumplido una función parapolítica (proporcionándole cuadros a través de una de las familias típicas de su pluralismo peculiar) o, crecientemente, una función tribunicia (siendo vehículo de reivindicaciones sociales). El catolicismo había sido, además, intelectual orgánico del sistema político y esa mentalidad renovadora entró en conflicto con él‖. Tusell, J.: ―…, Op. cit., p. 647. 113 Ibídem, p. 14. La ―sacralización‖ de lo secular como puede ser la política, la democracia, la ciencia…, son cuestiones que opinamos ya no se producen en nuestro periodo, centrado en la Transición. Vid. González Cuevas, P. C.: ―Las religiones políticas contemporáneas: su incidencia en España‖, en Cueva, De la, J. y Montero, F. (Coords.): Laicismo y catolicismo. El 95 ―La otra Transición de la Iglesia… Para el sociólogo Rafael Díaz Salazar también la Iglesia se sirve de la política del régimen: ―[…] como el dosel y el soporte de lo sagrado. El poder político era percibido como un poder que permitía hacer transparente la natural religión del pueblo español‖114. Toda cuestión política que roza principios o valores trascendentales tiende a verse desde una perspectiva religiosa (lo sagrado no abandona nunca el hecho político, lo legitima, toma el sesgo del fundamentalismo en un continuo tránsito de conceptos teológicos al ámbito político), aunque para Jaume Botey -en un paralelismo establecido por el autor con el nacionalismo españolista, y considerando a ambos fundamentalismos-, no conecta con el pensamiento ni la cultura: conflicto político-religioso en la Segunda República, Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, 2009, pp. 91-126; Vid. Burleigh, M.: Poder terrenal. Madrid, Taurus, 2005; y una aproximación al debate historiográfico en Box, Z.: ―La tesis de la religión política y sus críticos: aproximación a un debate actual‖, Ayer, núm. 62, 2006, pp. 195-230. El autor afirma que el concepto se ha renovado a través de las tesis que han caracterizado a los regímenes del nazismo y el fascismo, como formas modernas de religión política. Es una aproximación al debate actual sobre la validez o invalidez de la religión política como herramienta analítica y sobre su utilidad interpretativa. Junto a factores organizativos y políticos, se debe atender a los mecanismos de creación de marcos de significado y de construcción social de identidad colectiva. Cobo Romero, F. y Ortega López, T. Mª.: ―La protesta de sólo unos pocos. El débil y tardío surgimiento de la protesta laboral y de la oposición democrática al régimen franquista en Andalucía oriental‖, Historia Contemporánea, 2007, núm. 26. 114 Díaz Salazar, R.: ―Política y religión en la España contemporánea‖, REIS, nº 52 (1990), pp. 70-71, y en Moreno Seco, M.: ―Creencias religiosas y política en la dictadura franquista‖, ―Instituciones y sociedad en el franquismo‖, Memoria y Pasado, Universidad de Alicante, núm. 1, 2002. Mónica Moreno apunta: ―[…] la estrategia religiosa se basó en la utilización del poder político para la socialización religiosa‖. Ibídem. 96 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Para qué, si ya tiene la verdad absoluta. Por eso se puede permitir el lujo de vivir de espaldas a la gente, a sus deseos o necesidades. Si hay contradicción entre la verdad eterna y la realidad, la culpa es siempre de la realidad que no sabe adaptase a la verdad eterna. De manera cambiante, según la ocasión, la culpa la tendrá el laicismo, el marxismo, la revolución, la ciencia, la bioética, el comunismo, el consumismo, los nacionalismos periféricos. Nunca la tendrá el fundamentalista, portador de verdades eternas. Los ideólogos del franquismo sabían la enorme relevancia política de la identidad católica en la concepción de España como estado unitario. Y el nacionalcatolicismo legitimó, a cambio de privilegios, la política de dominación y el modelo centralista del estado franquista. Por eso, para ambos, para la política centralista y para la Jerarquía españolista, la incuestionable unidad católica de España no es vista sólo como un hecho histórico sino como una esencia permanente. […] Para el nacionalismo españolista la consideración de España como un país laico supone afrontar el riesgo de desmembración política‖115. 115 Botey Vallés, J.: ―Iglesia católica y nacionalismos en España‖, en Taibo, C. (Coord.): Nacionalismo español: esencias, memorias e instituciones, Arias, 2007. Con este argumentario la Instrucción Pastoral Valoración Moral del Terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias (LXXIX Asamblea Plenaria de la CEE, 18-22 noviembre 2002), afirma que todo nacionalismo tiene algo de fundamentalismo en tanto que pretende instalase en la verdad absoluta. Cabría preguntarse si esta reflexión sirve también para el nacionalismo españolista. Por su parte M. C. Santiago afirma: ―[…] considero que el concepto de nacionalcatolicismo, entendiendo éste como ambivalencia entre Iglesia y Estado, no es inherente al franquismo, aunque indudablemente el término se acuñó en esas fechas. Pienso, que en general, el nacionalcatolicismo no conllevaba explícitamente ningún tipo de ideología, y que en todo caso fue una retórica de sectores católicos y franquistas para conseguir unas legitimaciones y alcanzar unos objetivos. Fue, a mi entender, una forma más de controlar a la sociedad por parte del Estado, mientras que por parte de la Iglesia, constituyó una forma de continuar con su papel preponderante en la sociedad española‖. 97 ―La otra Transición de la Iglesia… Guy Hermet establece, sobre quienes conforman la institución eclesiástica, que los roles de signo parapolíticos y prepolíticos que se dan entre la jerarquía y el clero y, en mayor medida, en algunas organizaciones católicas asentadas, se encuentran aquellos a los que se les ha denominado nacionalcatólicos a ultranza, por su ―fundamentalismo‖, y que combinan su filiación a los principios de la dictadura a los principios de la Iglesia116. Sobre quienes más ha perdurado esa etiqueta ha sido a los militantes de Fuerza Nueva (FN) -primero asociación y luego partido político con la Transición- no reconocen, por voz de su líder, Blas Piñar López, que el término, como opción ideológico-política, les defina: Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el franquismo (1938-1967)…, Op. cit., p. 32. 116 Vid. Hermet, G.: Los católicos en la España franquista: Los actores del juego político, CSIC, Madrid, 1985. Como destaca Laura Serrano: ―[...] Según Hermet, las otras funciones que puede llegar a desarrollar la Iglesia están orientadas a ejercer una labor de socialización de las masas y de concienciación política que podemos denominar pre-política, ya que se refieren a la creación de una infraestructura cultural y de las motivaciones que preceden a la implantación política‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 55. Sin embargo, para Urbina, basándose en un análisis de los escasos textos teológicos del período, llega a la conclusión de que: "[…] La eclesiología (y acción pastoral) latente en la ideología del nacionalcatolicismo, es una mezcla, a veces bastante incoherente entre una eclesiología teocrática que subordina el campo socio-político al proyecto eclesial, y una eclesiología leonina de separación y mutua colaboración de los dos poderes: el eclesial y el político". Urbina, F.: ―Forma de vida en la Iglesia en España‖ en Iglesia y Sociedad en España 1939-1975, Edit. Popular, Madrid 1977 p. 119. Destacado por M. C. Santiago en su trabajo donde afirma que: ―[…] Teniendo en cuenta que podemos hablar de un proyecto religioso de carácter unitario y de voluntad totalizadora, desde el punto de vista eclesial, la ideología político-religiosa del nacionalcatolicismo, fue coherente con este proyecto". Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el franquismo (1938-1967)…, Op. cit., p. 31. 98 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Nunca, que yo recuerde, nos autodefinimos con tales términos. Pero aun cuando así pudiera deducirse de nuestra doctrina, ¿qué malo hay en ello? Si hay ‗demócrata-cristianos‘, si hay ‗cristianos por el socialismo‘, y hasta ‗sacerdotes comunistas‘, sin que se produzca grave escándalo en estamentos oficiales de la Iglesia católica, ¿por qué escandalizarse, poner el grito en el cielo y más o menos veladamente descalificar al nacionalcatolicismo? ¿No habíamos quedado –además- en que desde una base cristiana caben opiniones políticas diferentes? ¿Y no se puede admitir que el nacional-catolicismo sea una de ellas?‖117. FN será un grupo activo en los previos y dentro de la Transición, frente a la paralización generalizada en la actividad pública de los católicos en una reacción contraria, paradójicamente, a la llamada que se había incitado desde el propio régimen, según el profesor Tussell: 117 Piñar, B.: Op. cit., p. 13. Blas Piñar, originario de Toledo, es dirigente en la ACNP y AC y presidente de la Unión Diocesana de jóvenes. Vocal universitario en Valencia, director del grupo de propaganda de los Hombres en Murcia, vicepresidente de la Junta técnica nacional y presidente adjunto de la delegación española en el III Congreso Internacional de Apostolado Seglar. Funda la editorial FN en 1966 -una especie de partido en un momento en el que no están legalizados-, que en 1976 pasa a ser legalizado. Su presencia en El Alcázar la utiliza para propagar la idea de no hacer la más mínima concesión a los aperturistas. FN forma parte de Alianza Nacional del 18 de julio con la Confederación Nacional de Excombatientes de España, Círculos José Antonio y la Agrupación de Juventudes Tradicionalistas en los albores de la Transición, hasta su disolución (20-11-1982) por deudas económicas. Posteriormente se crea el Frente Nacional. Blas Piñar, es procurador en Cortes durante los últimos años de la dictadura, y en el momento de esta investigación, presidente de honor de Alternativa Española. 99 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Fue (el nacionalcatolicismo) mucho más una determinada sensibilidad que una ‗verdadera doctrina‘, que trajo una serie de consecuencias ‗Una de ellas, la más paradójica, fue la de que, a partir de un determinado momento y frente a toda apariencia, el nacionalcatolicismo provocó una virtual ausencia, tanto de doctrina como de organización, de los católicos en la vida pública nacional […]. Una reacción bastante frecuente en el seno de nuestro catolicismo fue la de proceder por reacción contra el nacionalcatolicismo: Ya que en el pasado había habido un exceso de mezcla de lo político con lo religioso había que romper radicalmente con esta tendencia. Lo lógico hubiera sido promover la participación de los católicos en la vida pública dentro de unas comunes bases organizativas y de un pluralismo obviamente necesario. Sin embargo, la herencia del nacionalcatolicismo pesaba todavía y las consecuencias se vieron entonces […]. Hubo quizá, además, un aspecto más peligroso. Se siguió practicando un exceso de vinculación entre el sentimiento religioso y la política‖118. Al igual que los militantes de FN, y a pesar que una mayoría de los católicos que viven la dictadura no se reconocen como nacionalcatólicos, en aquel, y aún en el posterior contexto, lo cierto es que se observan residuos de un integrismo manifiesto en muchos de sus activos, como factor heredado del franquismo, tal y como señala Alejandro R. H. Carbonell: ―[…] De hecho, abarca la práctica totalidad de las facetas normales de la vida, en donde se viven incluso situaciones de conflicto, más aún en la 118 Tusell, J.: ―Los católicos y la vida pública‖, en Catolicismo y Acción Política, Madrid, 1986, pp. 26-27. 100 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón actual democracia, por la situación privilegiada de que goza la Iglesia católica ante el Estado, al menos desde la CEE, frente a otras religiones, que cada día ocupan un espacio más amplio‖119. 119 Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Los ángulos ciegos. Una perspectiva crítica de la transición española, 1976-1979, Ed. Biblioteca Nueva, S.L. Madrid, 2009, p. 127. 101 ―La otra Transición de la Iglesia… I.2. El “cierren filas” de los obispos con el franquismo durante el Concilio La convocatoria oficial del Concilio Vaticano II se produce el 25 de enero de 1959, bajo el papado de Juan XXIII. Sin embargo, habrá que esperar a 1961 para la creación de una comisión preparatoria bajo la tutela de Casimiro Morcillo, secretario de la Junta de Metropolitanos y subsecretario conciliar120. Allí se estudian los documentos que llegan desde Roma sobre el nuevo papel de la Iglesia en un mundo cambiante; en la línea de alejar a la institución de la cohabitación con regímenes represores y falte la libertad de expresión. Los obispos más leales al franquismo prefieren no entrar en el debate, al tiempo que comienzan a aparecer las primeras suspicacias en el gobierno121. 120 Casimiro Morcillo González (1904-1971) nace en Soto del Real (Madrid) y estudia en el seminario de la capital hasta su ordenación como sacerdote en 1926. Desempeña los cargos de canónigo de la catedral, vicario general de la diócesis de Madrid-Alcalá, secretario nacional del movimiento de propagación de la fe, consiliario de mujeres de AC, obispo auxiliar de la diócesis de Madrid-Alcalá (1943), obispo de Bilbao (1950) y arzobispo de Zaragoza (195564). El ―oficialismo‖, lo considera, durante el desarrollo de la primera parte del Concilio, como ―la más audaz apuesta relativa al ecumenismo‖, con aparente independencia y sentido social. Romero, E.: Papeles reservados. Barcelona, Plaza & Janés, 1986, pp. 203-204. 121 De aquella Comisión el cardenal Tarancón confiesa: ―[…] aparecían allí las ideas que luego se impondrían en el Concilio: la colegialidad, la separación entre Iglesia y Estado…Todo eso no encajaba en nuestra mentalidad‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Los españoles, entre la religión y la política. El franquismo y la democracia, AEDOS, Madrid, 1996, p. 146. En opinión de Martín Descalzo: ―[…] Les parecía que algunos planteamientos atacaban nuestra historia, nuestros valores […]‖. Martín Descalzo, J.: Tarancón, el cardenal del cambio Planeta, Barcelona 1982, pp. 108-109. 102 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Monseñor Morcillo confecciona la lista de oradores y revisa los escritos colectivos, lo que se interpreta como ―censura previa‖. Se trata de evitar encontronazos con el régimen, aunque no se pueden controlar todos los extremos. En el propio Concilio, y durante la primera sesión, en 1962, se produce un momento de máxima tensión para la legación española cuando aparece un panfleto anónimo en el que se critica la dictadura de Franco y sus constantes violaciones de los derechos humanos. El gobierno presiona para que surja de inmediato un comunicado de apoyo al régimen. Morcillo intenta controlar la difusión del escrito122. Al final, este hecho marca el punto álgido de la presencia de los obispos españoles, mientras sus intervenciones son escasas y manifiestamente pobres123. 122 Iribarren, J.: Papeles y memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España, 1936-1986…, Op. cit., pp. 248-251. 123 Un sacerdote informador en el Concilio, luego secretario general de la CEE, Jesús Iribarren, escribe sus impresiones al ya entonces exministro de Asuntos Exteriores Alberto Martín Artajo: ―[…] sigo apenado por la actitud conciliar de nuestros obispos, españoles. No sólo porque están divididos, sino porque sus aportaciones en el aula no son excesivamente brillantes. En los últimos días han abucheado a uno, han invitado a sentarse a otro y han abandonado en grandes grupos a un tercero para irse al bar mientras hablaba‖. Iribarren, J.: Papeles y memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España, 1936-1986, BAC, Madrid, 1992, p. 238 y en Martín de Santa Olalla, P.: La Iglesia que se enfrentó a Franco. Pablo VI, la Conferencia Episcopal y el Concordato de 1953, Dilex, Madrid, 2005, p. 79. En líneas generales, la aportación de la jerarquía española al debate no fue significativa, según Aldea y Cárdenas: ―[…] Pocas fueron las aportaciones de interés de los obispos españoles a los diversos documentos conciliares, siendo el asunto de la libertad religiosa uno de los más candentes y en lo que la reticencia de la mayoría de los obispos españoles se hizo más manifiesta‖. Aldea, Q. y Cárdenas, E.: Manual de Historia de la Iglesia…, Op. cit., p. 374. Vid. Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio‖, Anuario de Historia de la Iglesia, vol. 15, Universidad de Navarra, Pamplona, 2005, pp. 29-50; Raguer i Suñer, H.: Réquiem por la cristiandad. El Concilio Vaticano II y su impacto en España. Península, Barcelona, 2006. 103 ―La otra Transición de la Iglesia… En cuanto a la participación cronológica de los obispos de CLM, hemos de destacar la de Lorenzo Bereciartua Balerdi, obispo de SigüenzaGuadalajara (1955-1963), quien propone que se defina la doctrina sobre el origen del hombre, dando cabida a intelectuales laicos, tanto católicos como protestantes e incrédulos, ―en una ―moderada y razonable libertad de los teólogos católicos‖124. En materia social, el obispo mantiene que, además de condenar el comunismo, se examine de nuevo la antigua condena del liberalismo, porque hoy ―tiende a convertirse en un mero proceso político y económico‖ y no filosófico125. Uno de los obispos de la región más activos durante los debates en la Comisión de Religiosos, Arturo Tabera Araoz, de Albacete, destaca que una de las más importantes preocupaciones que se dejan traslucir en el transcurso de aquellas sesiones es que: ―[…] La Iglesia no puede desentenderse, sobre todo en esta coyuntura histórica, de nada que interese o afecte al hombre que ha de salvar‖126. El que fuera más tarde nombrado 124 Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón 1907-2007, www.cardenaltarancón.com, p. 9. 125 Ibídem. 126 BOOA, núm. 2, 1963, pp. 37-44. Cf. La Voz de Albacete, 31-12-1962, ―El Concilio visto por el obispo‖. Arturo Tabera plantea que se recapitulen todas las condenas pontificias de los errores modernos, desde el Syllabus de Pío IX a la Humani generis de Pío XII. Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón 1907-2007…, Op. cit., p. 5. También quiso redefinir la maternidad espiritual de la Virgen María, a lo que el arzobispo de Toledo, Plá y Deniel, afirma con rotundidad su negativa. Laboa, J. M.: "Los obispos españoles en el Concilio‖, Op. cit., p. 31. Arturo Tabera Araoz nace en Barco de Ávila (Ávila), el 29 de octubre de 1903. Religioso Claretiano es ordenado presbítero en Roma (22-12-1928). La guerra civil la pasa escondido en Madrid. Es obispo titular de Lirbe y administrador apostólico de 104 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón cardenal participa en la elaboración del esquema ―De statibus perfectionis adquirendae‖ y, en 1963, apoya la inclusión de un capítulo específico sobre la vida religiosa, al tiempo que firma, junto a otros obispos españoles, la Barbastro (16-2-1946), y consagrado en San Francisco el Grande (Madrid) el 5 de mayo. Nombrado obispo residencial de Barbastro (2-2-1950), para Albacete (13-5-1950) donde se incorpora el 3 de septiembre. Crea el seminario mayor en la capital y el menor en Hellín, así como el patronato de viviendas ―Virgen de los Llanos‖. Asiste a todas las sesiones del Concilio, y participa como miembro de la comisión de religiosos. Nombrado Arzobispo de Pamplona (23-7-1968), y cardenal por Pablo VI (28-4-1969), en febrero de 1971 pasa a ser Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Prefecto de la Congregación de Religiosos e Institutos Seculares (17-9-1973). Fallece en Roma (13-6-1975). Para López Villaverde su misión en Albacete es reconducir una diócesis que tiene una fuerte tradición ―liberal‖: ―[…] mostró una fidelidad inquebrantable al Caudillo‖. López Villaverde, Á. L. (Coord.): ―El nacional-catolicismo y sus secuelas‖, Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha..., Op. cit., p. 287. Lo reafirma Ortiz Heras con el reconocimiento: ―[…] del propio Caudillo que le concedió la Gran Cruz de san Raimundo de Peñafort. […] Tabera expresaría su gratitud ‗sin límites y empapada en emoción‘ hacia Franco‖. Ortiz habla de falta de compromiso con los nuevos tiempos y responsable también de la debacle que sufre AC en la crisis con los movimientos especializados. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control social‖, en López Villaverde, Á. L. (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha..., Op. cit., pp. 311-312. Un colaborador suyo, Alberto Iniesta, obispo auxiliar de Madrid, valora de Tabera: ―[…] Aunque por formación, y acaso por temperamento, era más bien conservador, siempre que alguien de confianza para él le diera razones convincentes, no solía tener dificultad en aceptar o hacer los cambios que fueran necesarios, tanto en las decisiones pastorales, como en la disciplina del clero, en las normas litúrgicas o en la pedagogía del Seminario‖. Carrilero Martínez, R.: El episcopado del Cardenal Tabera Araoz en la Diócesis de Albacete, 1950-1968, Diputación de Albacete, 2005, pp. 25-27. Según Carrilero: ―[…] estando ya en Roma como cardenal de la Curia, Tabera formó parte del grupo de los obispos que estaban al lado de Tarancón en sus tensiones con el tardofranquismo de comienzos de los setenta. El antiguo obispo de Albacete había evolucionado, cosa que no habían hecho otros prelados de su generación, incluso más jóvenes‖. Cfr. a Enrique y Tarancón: Op. cit., p. 39. El obispo Tabera es un fiel aliado de Tarancón para llevar a cabo la Asamblea Conjunta de Obispos y presbíteros (1971). 105 ―La otra Transición de la Iglesia… petición para que en la curia romana se instituya una congregación para los temas sociales. Desde la diócesis albaceteña, monseñor Tabera siente la urgencia de formar a los seglares como miembros activos y colaboradores de los sacerdotes para trabajar estos temas: ―[…] no como instrumentos meramente pasivos o dirigidos, sepan enfrentarse con los problemas reales de la Iglesia y de los cristianos y resolverlos según los dictados de su conciencia y según las exigencias de sus propias responsabilidades, ayudados por los sacerdotes que están a su servicio‖127. En 1963, en pleno desarrollo del Concilio, se produce el relevo en la diócesis de Sigüenza-Guadalajara de Bereciartua Balerdi por Laureano Castán Lacoma, un obispo de marcado cariz ultraconservador, que tampoco cuenta con una participación mencionable en las sesiones128. Al finalizar, 127 BOOA, núm. 2, 1963, pp. 45-53. Durante las sesiones del periodo de 1964, Tabera emite observaciones sobre ecumenismo y libertad religiosa, y se suma al documento inicial de la Gaudium et Spes, donde se trazan los límites del derecho a la propiedad privada. 128 Laboa, J. M.: "Los obispos españoles en el Concilio‖, Op. cit., pp. 41 y 43. Laureano Castán Lacoma nace en Fonz (Huesca) el 8-11-1912, perteneciente entonces a la diócesis de Lérida. Tras estudiar en su Seminario, macha al Pontificio Colegio Español (Roma), donde se gradúa en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana. Termina sus estudios en la U.P. de Comillas. Ordenado sacerdote en abril de 1936, en Roma, celebra su primera misa en las Catacumbas de San Calixto. Es profesor del seminario de Málaga, y durante la guerra capellán en batallones del Regimiento de Oviedo, núm. 8, donde cubre distintos sectores del frente. Su tesina versa sobre ―La guerra y la paz en Molina‖, con un extenso capítulo de la tesis doctoral al ―Arbitraje internacional‖. En 1948 obtiene, por oposición, una canonjía en la Catedral de Lérida con la cátedra de Teología Fundamental en el Seminario, nombrado rector en 1953. Responsable de numerosos Ejercicios Espirituales para sacerdotes y seminaristas en 106 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón imparte varias conferencias bajo el lema La familia cristiana según el Concilio (Madrid, 1966), en la que trata aspectos como: ―El problema de los fines del matrimonio‖, ―La paternidad responsable y el del matrimonio como estado de santidad‖129. Laureano Castán Lacoma entra, a lomos de una mula blanca, para ser investido obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara (193-1964) en pleno desarrollo del Concilio. Sus gestos y proclamas, sorprenden a sus fieles en no pocas ocasiones bajo su mandato (Foto de www.lacronica.net). Cataluña y Baleares, el 24 de febrero de 1954 es preconizado por Pío XII, obispo de Dalisando de Isauria y Auxiliar del Cardenal de Tarragona que lo consagra en el Monasterio de Poblet el 13 de junio del mismo año. En 1955 es nombrado, por el arzobispo Plá y Deniel, consiliario nacional de la ACNP y, en 1961, consiliario de la Hermandad Nacional de Alféreces Provisionales. En 1962, y en la Conferencia de Metropolitanos, miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Social (CEAS), vicesecretario general segundo de AC y consiliario de los movimientos obreros de AC. El 7 de febrero de 1964 Pablo VI lo promueve para la sede de Sigüenza-Guadalajara, de la que toma posesión el 15 de marzo, haciendo su entrada en la capital alcarreña el día 19, a lomos de una mula blanca. En sus pastorales hace gala de su franquismo y los ideales del nacionalcatolicismo, condicionado, según algunos autores, por el alto número de religiosos asesinados en su antigua diócesis de Lérida durante la guerra. Al llegar a la diócesis, en 1966, traslada de emplazamiento el seminario mayor, y termina el seminario menor bendecidos por el nuncio Luigi Dadaglio. Martín De Santa Olalla, P.: ―Un obispo para una época polémica: Laureano Castán y la diócesis de Sigüenza-Guadalajara‖, en Iglesia y Religiosidad en España. Historia y Archivos, Cuadernos de Archivos y Bibliotecas de Castilla-La Mancha, Tomo 1, Guadalajara, 2002, pp. 397-409. 129 ABC, 9-2-1966, p. 70. En ―María madre de la Iglesia‖ orienta al clero hacia las Uniones Sacerdotales como fórmulas de vida espiritual más profunda. 107 ―La otra Transición de la Iglesia… Otro obispo asistente que recalará en el arzobispado de Toledo, es Marcelo González Martín130, quien participa en el Aula conciliar, disertando sobre la vida y ministerio de los obispos –valorada, según algunos testigos, por Pablo VI-, además de acudir a varias sesiones reservadas, según su secretario en Toledo, Santiago Calvo Valencia131. Destaca su propuesta 130 Marcelo González Martín nace en Villanubla (Valladolid) en 1918. Cursa sus estudios de filosofía y teología en el seminario donde ingresa en 1936. Completa su formación en la Universidad Pontificia de Comillas, donde obtiene el grado de doctor en Teología (1940). Es ordenado sacerdote en Valladolid (29-6-1941), aunque cuentan que no es su vocación temprana. Su primer destino es el Seminario y las facultades de Derecho y Medicina de la Universidad de Valladolid, en las que también ejerce como capellán. También asume los trabajos de asesor diocesano de AC, de Cáritas Diocesana, de la obra benéfica y de los trabajos de construcción del patronato de San Pedro Regalado. Con esta institución impulsa muchas iniciativas sociales, como la construcción de viviendas sociales en los suburbios, de escuelas primarias y, más tarde, dos institutos de Formación Profesional y un colegio diocesano para más de mil estudiantes. Es canónigo de la catedral, censor eclesiástico, juez prosinodal y consiliario de la rama de hombres de AC. Marcelo González destaca en el congreso nacional de ―Perfección y Apostolado‖ (1956), por su exposición sobre los postulados y el trabajo de AC. Dirige ejercicios espirituales por toda España y realiza conferencias sobre asuntos de fe y espiritualidad. Es nombrado obispo de Astorga (León) el 31 de diciembre de 1960, y consagrado obispo el 5 de marzo de 1961. Durante el Concilio es obispo de Astorga –donde surge su interés por los medios de comunicación para llevar la voz de la Iglesia creando Radio Popular de Astorga-, donde permanece seis años hasta que es designado arzobispo coadjutor en Barcelona (1967).. Vid. ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖..., Op. cit. 131 Calvo Valencia, S.: ―Los grandes amores de don Marcelo‖, Aquí y ahora, en www.alfayomega.es. Iribarren, presente como informador, relata cómo Marcelo González ejerce de portavoz: ―[…] Los informadores españoles tuvimos asignado como enlace con el Concilio al entonces obispo de Astorga, don Marcelo González, y diariamente le vimos como hombre de línea dialogante y de información aguda, en nada a la zaga de los foráneos; sin pretenderlo, él nos indicaba qué españoles cubrían con brillantez la etapa y quienes habían 108 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón sobre el establecimiento de un sistema de comunicación de bienes de la Iglesia: ―[…] La Iglesia vive toda ella en estado de misión, y todos debemos ayudarnos unos a otros con sentido realista de las auténticas y vivas necesidades pastorales, tal como se presentan en las diversas zonas, naciones y continentes‖132. En 1964 González participa en una serie de conferencias organizadas por la Unión de Apostolado Seglar (UNAS) en las que valora el trabajo realizado hasta entonces en el Concilio, así como las discusiones más profundas que se han producido: ―[…] a los de la Iglesia considerada en sí misma como Cuerpo Místico de Cristo, y a los de la vocación a la santidad a la que todos, absolutamente todos, estamos llamados. Los demás esquemas pinchado‖. Iribarren, J.: Papeles y Memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España, 1936-1986…, Op. cit., pp. 237 y 257. 132 Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio…, Op. cit., p. 40. González vive con preocupación la pérdida de una conciencia social según los cánones de la Iglesia. En mayo de 1964 publica en Cuadernos para el Diálogo, ―Evolución de la Iglesia en España en los últimos cincuenta años‖, en el que diferencia dos periodos claves de la institución, de 1914 a 1939 y desde 1939 hasta 1964, llegando a conclusiones del tipo: ―[…] la falta de conciencia social entre los católicos; la necesidad de un laicado más consciente y responsable de su dignidad y de sus obligaciones; la educación religiosa de la juventud que, particularmente en los ambientes universitarios, se aleja de la Iglesia cada vez más; la ausencia de una evangelización efectiva de la familia y de la clase obrera; la falta de coordinación entre el Clero secular y regular, determinadas formas de vida demasiado burguesas en personas y estructuras eclesiásticas [...], la presencia casi nula, en las tareas y preocupaciones del mundo moderno, tales como la cultura y la técnica, el desarrollo industrial, la libertad, incluso religiosa, y las formas del pensamiento político de las nuevas generaciones […]‖. Ibídem. 109 ―La otra Transición de la Iglesia… convergen aquí‖133. González describe los avances en Liturgia, los medios de comunicación y al Ecumenismo, y se refiere a la responsabilidad y participación de sacerdotes y laicado, marcando unos límites claros: ―[…] Hay una ley inviolable en la Iglesia: a mayor libertad, mayor responsabilidad. Y esta ley no puede ser quebrantada, so pena de hacer traición a lo que la Iglesia es y significa. […] La reforma de estructuras puramente exteriores, sin reforma del interior de nuestras conciencias, serviría únicamente para que la Iglesia fuese mejor recibida por los defensores de ese vago humanismo cristiano…‖ 134. Según el obispo existen unos ―peligros‖ que acechan esa reforma interior que están en la ―superficialidad del hombre de hoy‖, en la ―tentación del confusionismo‖ y el ―riesgo del mesianismo‖135. El Concilio está inscrito en un momento de plena expansión de filosofías e ideologías de base existencialista, donde no aparece la presencia de Dios: ―[…] una cultura 133 González, M.: ―La vocación a la santidad en la Iglesia, Pueblo de Dios‖, AA. VV.: El Concilio visto por los obispos españoles, Euramérica S. A., Madrid, 1964, p. 52. En esa misma publicación, basada en un ciclo de conferencias, José María Cirarda apunta: ―[…] Me atrevo a decir que hay dos tipos de hombres que no pueden entender el Concilio: los que no han comprendido que nos encontramos ante el nacimiento de una era nueva, y los que, conscientes de ese mundo naciente, han adoptado ante él una actitud de repulsa, como si no fuera capaz de bautismo por los muchos pecados originales que arrastra su nacimiento‖. Cirarda, J. M.: ―El Concilio Vaticano II‖, AA. VV.: El Concilio visto por los obispos españoles…, Op. cit., p. 4. 134 Ibídem, pp. 57 y 59. 135 Ibídem, pp. 42-46. 110 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón alejada en buena medida de Dios, con la cristiandad dividida e incapaz de encauzar el proceso político, de obvias implicaciones religiosas, abierto por la descolonización‖136. En su intento por corregir lo que define como ―desviaciones‖ a la doctrina del Magisterio de la Iglesia, desarrolla cinco apartados denunciando, en primer lugar, lo que denomina como ―informacionismo escandaloso‖: ―[…] una cosa es que existan teólogos y pastoralistas de una y otra tendencia, y defiendan las opiniones que estimen justas, […] y otra muy distinta que aparezcan como parásitos del Concilio grupos y grupitos maniobreros, fanáticamente empeñados en defender sus puntos de vista mediante reuniones, lanzamiento de consignas, documentos firmados o anónimos, todo lo cual caldeaba los ánimos de muchas gentes y llegaba al gran público sembrando la desorientación y el confusionismo‖ 137. 136 Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., pp. 140-141. El texto lo recogen sus autores de González Martín, M.: Santa Madre Iglesia, obras completas, Toledo, 1987, y añaden testimonios del cardenal: ―[…] Por eso nos resultó extraño cuando llegó el Concilio, que, por boca de obispos de todo el mundo, aparecieran expuestos con tanta gravedad los difíciles problemas que agitaban la conciencia de Europa y de otras naciones de América y del resto de la tierra […] aquí en España no seguíamos apenas toda la corriente teológica que dominaba ya en Centroeuropa y las cosas que conocíamos nos parecían disparatadas‖. Para los autores la respuesta debe ser matizada: ―[…] En líneas generales, ni había aislamiento ni habían fracasado en sí mismas (en referencia a muchas líneas de investigación y centros de estudios teologales). Lo que no habían conseguido era salvar la fosa que había entre teólogos y obispos, una fosa que no tenía tanto que ver con la que –por razones precisamente teologales- se abría en otras iglesias y sí en cambio con la falta de articulación y, consecuentemente, de capacidad comunicativa que caracterizaba de antiguo no sólo a la iglesia sino a la sociedad española‖. Ibídem, p. 143. 137 Ibídem, p. 147. 111 ―La otra Transición de la Iglesia… Marcelo González introduce el término ―irenismo ingenuo‖ a sus argumentos: ―[…] que inducía a ignorar las diferencias dogmática en aras del ecumenismo, del que se hablaba más y más, felizmente, salvo en la medida en que contribuía a debilitar las propias convicciones doctrinales‖, continuando con las ―exageraciones en la defensa‖ de lo antiguo confundiendo ―sustancial con lo accidental‖: ―[…] Hubo, y sigue habiendo, grupos numerosos que se han opuesto a las doctrinas conciliares y a los propósitos de acercamiento al mundo, de ecumenismo, de reforma litúrgica, etc.; grupos que se consideraban guardianes celosos de la fe y han confundido lo sustancial con lo accidental. […] Hay quienes lanzan a todos los excesos en la predicación, la liturgia, los consejos de orden moral, con una superficialidad inconcebible. Hay, por el contrario, quienes en seguida quieren que se fulminen anatemas y condenaciones, sin entender que hay situaciones en que sólo la experiencia permite obtener el acierto en las determinaciones que han de tomarse. […] Se nos ataca por todos y por todo. Cualquiera, aun el más inepto, pontifica sobre lo que tenemos que hacer y decir. […] Y todos quieren que nos comprometamos, según el gusto de cada cual y de cada grupo, no según el Evangelio‖138. Otra personalidad que también recala posteriormente en la provincia eclesiástica de Toledo es José Guerra Campos, quien acude a las dos primeras sesiones del Concilio (1962-63), como consultor del Episcopado. A la tercera acude como perito conciliar, no sin antes nombrarle obispo de la 138 Ibídem, pp. 147-148. 112 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón diócesis de Mutia (15-6-1964) –un municipio de la provincia en Zamboanga del Norte de Filipinas-, y consagrado en la catedral de Santiago de Compostela (26-7-1964)139. Durante esta sesión destaca como versado en los estudios sobre ateísmo y marxismo (26-10-1964)140. 139 El nombramiento le llega durante una reunión con el cardenal Quiroga en Lugo. Unas horas antes de hacerse público sus compañeros acuden a felicitarle a su casa, donde todavía repasa exámenes del seminario donde ejerce como profesor. De la entrevista con Juan Santos, director de la Casa Espiritual de Santiago de Compostela (22-12-2002). 140 Guerra Campos expone: ―[…] parece necesario registrar y valorar las implicaciones religiosas de ciertas actitudes de algunos católicos españoles. En esta reunión plenaria se propone a la consideración de los Prelados dos aspectos del problema: 1. La confusión creciente de algunos sectores acerca de la legitimidad, la conveniencia o las condiciones de relación de los católicos con grupos políticos ateos. 2. La inseguridad que afecta a algunos militantes de movimientos apostólicos en lo tocante a las actitudes lícitas respecto al orden legal. Aunque la confusión y la inseguridad aludidas se refieren quizá a muy pequeñas minorías, su importancia no es despreciable porque su fuerza irradiante va en aumento, especialmente en algunas zonas de la juventud. […] Ya que la Iglesia está obligada a velar por la educación en la Fe de los bautizados, que son todos los españoles, se pregunta si debe hacerlo limitándose a una predicación competitiva, destinadas a unos supuestos adultos, o si ha de ejercer mediante los ciudadanos católicos una mayor solicitud protectora. En consecuencia, parece que habría que inculcar a todos los católicos que de ningún modo pueden facilitar, o tolerar pasivamente, que se afiance un sistema ateo, y, aunque importe sacrificios en las aspiraciones políticas de algunos, deben renunciar a toda colaboración directa e indirecta, que favorezca su difusión. Y supuesto que el marxismo toma fuerza expansiva dentro de algunos cristianos, es necesaria una fuerte evangelización‖. Acta, vol. III, pars V, pp. 520-525. Guerra ha escrito, en 1961, Introducción al pensamiento marxista, y concluye que el marxismo considera a la religión como un obstáculo para que el hombre liberado pueda alcanzar su máxima potencia humana, económica-social..., por tanto, aunque la Iglesia, reconozca algunos valores del marxismo, como el buscar la perfección del hombre, no puede permitir o tolerar la difusión de un sistema ateo. 113 ―La otra Transición de la Iglesia… El obispo afirma que debe hablarse del ateísmo: ―[…] de forma que los ateos sintieran que su sistema y sus aspiraciones habían sido comprendidas. Habría que considerar, también, el carácter utópico de ciertas aspiraciones propugnadas por el marxismo que podrían concordar con algunas escatológicas del cristianismo‖141. Cuando algunos obispos se acercan a felicitarle, Guerra les espeta: ―Pues, ¿qué se creían? ¡Los franquistas también somos inteligentes!‖142. 141 Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio‖, Op. cit., p. 44, citando a Turbanti, G.: Un concilio per il mondo moderno. La redazione della constituzione pastorale ―Gaudium et spes‖ del Vaticano II, Il Mulino, Bolonia, 2000, pp. 419-420. 142 Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón…, Op. cit., p. 11. La intervención de Guerra es muy valorada por obispos y seguidores del Concilio. Martín Descalzo, J. L.: Un periodista en el Concilio, Propaganda Popular Católica, Madrid, 1963 y Laboa J. M.: ―Los obispos españoles en el Concilio Vaticano II (Tercera sesión)‖, Miscelánea Comillas, núm. 54, 1996. Marcelo González resalta la sabiduría del obispo: ―[…] ¡Qué pobreza para interpretar un concilio que con buena voluntad dejaba abiertas sus páginas para el que quisiera poner sobre ellas los ojos limpios del amor y del respeto a la Iglesia! Y él supo hacerlo así. Él no se turbó. ¿Cómo se iba a turbar el que estuvo actuando como perito de la Conferencia Episcopal Española en Roma durante el Concilio y que nos daba conferencias a los obispos sobre los temas que teníamos entre manos? Él nos exponía esta tarde, por ejemplo, y se declaraba a favor de la colegialidad, mañana nos convocaba para exponer la tesis contraria y nos decía: ‗Ahora, discurran ustedes, obren libremente. Ustedes son los obispos‘‖. Cabezas Cañavate, J. M.: José Guerra Campos: ―Sacerdotes, ministros de Cristo, Colección ―Habitavit in nobis‖, V. 2, Fundación Obispo Guerra Campos y Asociación para el desarrollo integral Sol-Editorial, Madrid, 2010, p. 16. Andrés Moya, alcalde de Cuenca, diócesis a la que llega en 1973, habla de sus primeros encuentros: ―En los primeros días después de su toma de posesión seguían llegando cartas de todo el mundo al Ayuntamiento, algunas hasta, por curiosidad, de Alaska. Según me dijo, eran de obispos con los que había estado en el Concilio y a los que había orientado sobre comunismo y marxismo. A la muerte de don José, el cardenal primado de Toledo comentó como en las reuniones de obispos 114 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Inga Kinchowa, periodista soviético durante esta sesión del Concilio, escribe en la revista literaria Nova Mir (febrero de 1965) que muchos seguidores de Juan XXIII dan cuenta de la fuerza atrayente del marxismo en su humanismo, citando a Guerra Campos como uno de ellos: ―El obispo Guerra prevenía de subestimar el hecho de que el marxismo, que aspira a la liberación del hombre dentro de los límites de la realidad, es un factor importante de la vida actual y en la polémica con los marxistas los católicos tienen que tener en cuenta que actualmente los marxistas no mantienen una posición de rechazar las creencias religiosas‖143. El periódico comunista italiano L‘Unitá destaca las manifestaciones del obispo español y las interpreta como un acercamiento a los marxistas, cuestión que el propio Guerra niega contundentemente: ―[…] Se pretendió utilizar a algunos obispos como palanca contra Franco. Así ocurrió al autor particularmente cuando la prensa pro-marxista de Europa dio resonancia a su intervención sobre el ateísmo en el Concilio‖144. monseñor Guerra les daba verdaderas lecciones de Teología y comparaciones entre Cristianismo y Marxismo.‖ Testimonio de Andrés Moya, entrevistado en Cuenca (12-3-2003). 143 Ibídem. 144 Guerra Campos, J.: La Iglesia en España (1936-1975) Síntesis Histórica, publicada como separata del BOOC, núm. 5, mayo de 1986, nota 2, p. 79. Encargo de la Editorial Plaza y Janés para el capítulo ―La Iglesia 1939-1975‖ de la colección España, Nuestro Siglo. Según Blas Piñar, sus palabras son manipuladas: ―[…] En su intento de captación de los comunistas tuvieron la osadía de conquistar a don José Guerra Campos, llegan a escribir –adulando a monseñor- que ‗no es casual que el discurso más definido a favor del diálogo con los marxistas, ante el Concilio Vaticano, haya sido pronunciado por un obispo de la Iglesia española, monseñor Guerra Campos, Consiliario de la Acción Católica española, secretario del Episcopado español y presidente de la Unión Nacional del Apostolado seglar‘. No lo 115 ―La otra Transición de la Iglesia… Pero lo cierto es que, durante el debate de la constitución Gaudium et Spes el obispo valora positivamente el diálogo con los marxistas: ―[…] como un esfuerzo apreciable de trascendencia de la constitución humana‖, y que se contradice con el gesto a sumarse a otros trescientos cincuenta y tres obispos en la firma a una carta conjunta de condena al ateísmo marxista145. Pablo VI cede en una nota a las encíclicas pontificias146. consiguieron, pues don José Guerra Campos, sabio y santo, con ‗intuición angélica‘ como le atribuía un excelente sacerdote, no cayó –como tantos otros- en la trampa. El ‗Centro de Información y Documentación‘ en su Circular de 25 de agosto de 1966, ponía de relieve la decepción e irritación de los marxistas, por la serena y valiente actitud del doctor Guerra Campos, ‗al que hace un año y medio intentaron ganar para su partido (y) después de haberlo cubierto de alabanzas en las publicaciones progresistas… inician una muy sutil campaña de difamación. Su independencia y su lealtad… les ha desconcertado, tanto más que no se le puede reprochar lo que llaman ‗vicio de origen‘, puesto que en su elevación al episcopado no ha intervenido para nada el gobierno español, sino que fue decisión directa y exclusiva de la Santa Sede‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 174. 145 Hermet, G.: Op. cit., p. 325. Tras el Concilio, Guerra escribe Marxismo y hombre cristiano (1966), y ejerce de censor eclesiástico sobre este campo. Luis García San Miguel, catedrático de Filosofía del Derecho, militante de UCD durante la Transición recuerda: ―[…] Sobre 1965 escribí un artículo sobre la moral marxista, que en aquella época no era fácil su publicación. Yo era ayudante de Luis Legazo, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Central, hoy Complutense, y comentando la posibilidad de publicarlo me dijo que era aconsejable pasarlo por la censura eclesiástica. Don José Guerra Campos, obispo auxiliar de Madrid, tenía cierta fama por una intervención en el Concilio y estaba considerado como un experto. Legazo me aconsejó llevárselo para conseguir el ‗nihil obstat‘ eclesiástico, cosa que así hice, aunque supongo que no lo leyó. En la oposición otro opositor me acusó de haber escrito sobre el marxismo y yo alegué que, si bien no había pasado la censura civil, sí había pasado la censura eclesiástica y me bastó‖. Luis García San Miguel, durante las Jornadas sobre la Transición. Facultad de Derecho de Alcalá de Henares (2-12-2002). 146 Levillain, P.: La mécanique politique du Vatican II. La majorité et l‘unanimité dans un concile, Beauchesne, París, 1975, pp. 361-439. 116 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Casi veinte años después, en Confesionalidad del Estado (1988), José Guerra Campos denuncia la falta de libertad de expresión para determinados obispos en el Concilio, al tiempo que defiende el nacionalcatolicismo y la ―romanidad‖ en España, como ejemplo de independencia y universalidad para una Iglesia silenciada: ―[…] Domina el tópico de que la ‗libertad‘ de la Iglesia resplandece ahora precisamente en contraste con la ‗protección‘ e ‗injerencia‘ de los gobernantes católicos de otros tiempos […]. Esa ‗libertad‘ parece evidente a los ojos de todo el mundo en el desarrollo del Concilio Vaticano II. Se recuerda poco, o no se sabe, que en un punto central del Concilio, por complacer a un poder político, se maniobró de tal forma en contra del reglamento que a un número altísimo de Padres se les impidió proponer su pensamiento, y a todos los demás se nos privó de la oportunidad de conocerlo y emitir juicio conciliar sobre él. No es la menor agresión a la libertad en la historia secular de los Concilios. El hecho de que muchos Padres, en coincidencia con un ambiente exterior propicio, la tolerasen con desinterés no disminuye su magnitud, sino al contrario. […] Por eso, dicho sea de paso, honra tan poco a la lucidez y a la justicia el que tantas voces en la Iglesia española hablen ahora de ‗nacionalcatolicismo‘ refiriéndose a un tiempo, el de 1939-1975, que fue substancialmente lo contrario, pues la vida de la Iglesia en España se caracterizó entonces por la romanidad, en uno de los grados más altos de toda su historia. La romanidad equivale a independencia y universalidad. Y ninguna persona bien informada desconoce que también era expresión de romanidad (Pío XI, Pío XII) lo del ‗Estado 117 ―La otra Transición de la Iglesia… Católico‘ con una legislación ‗conforme a las enseñanzas de la Sede Apostólica‘"147. Lo cierto es que la Iglesia española se ve abocada a la reflexión, al igual que en muchos países se ha planteado a partir de la segunda mitad del siglo XX, sobre la no conveniencia de la unión de ambos poderes, civil y eclesiástico, y la libertad de culto, lo que ocasionará no pocos conflictos sobrevenidos. Durante el debate abierto en el cuarto periodo (1965), el entonces obispo de Albacete, monseñor Tabera, participa en la comisión donde se resalta la dimensión positiva de no realizar coacciones para ejercerla148. Aquel largo debate culmina con la declaración Dignitatis Humanae (8-121965)149. En el transcurso de su elaboración, el cardenal Vicente Enrique y 147 Guerra Campos, J.: XIV centenario del III Concilio Toledo. Escrito para Iglesia-Mundo. Aparece antes en las páginas del BOOC, núm. 8-10/1988, agosto-octubre…, Op. cit., pp., 135-136. Para el líder de FN, Blas Piñar, fiel seguidor de las prédicas de Guerra Campos, la cuestión Iglesia-Estado no es medio de reflexión para la formación ultraderechista, pues no reivindican la unión o fusión del Estado y la Iglesia: ―[…] Nuestra doctrina ha sido ortodoxa, es decir, no la que propugna la separación de ambos, sino la que teniendo en cuenta la doble condición, en el hombre, de fiel y ciudadano, y la existencia de numerosas cuestiones mixtas, pide el entendimiento, la colaboración y la cooperación de la Iglesia y el Estado‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 12. 148 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 55, Cfr. a Ros, J.: ―Arturo Tabera Araoz, Obispo de Albacete, en el Concilio Vaticano II‖, II Congreso de Historia de Albacete, IV Edad Contemporánea, Albacete 2000, pp. 381-392. 149 Declaración Dignitatis Humanae: ―[…] Este derecho de la persona humana debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de forma que se convierta en un derecho civil‘. 118 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Tarancón observa cómo, de los ochenta obispos españoles presentes, casi un tercio choca con ese principio150. Raguer i Súñer reseña aquel momento: ―[…] monseñor Pildain exclamó en la asamblea: ¡Que se desplome esta cúpula de San Pedro sobre nosotros antes de que aprobemos semejante documento! Y cuando se aprobó la Declaración (la votación individual de este texto el 19 de noviembre tuvo un resultado de 1.954 votos positivos contra 249 negativos y 13 nulos. La votación del 7 de diciembre a todos los textos fue de 2.308 ‗placet‘, 70 ‗non placet‘ y ocho nulos), elevaron un escrito a Pablo VI, donde, en medio de la protesta, reconocían lo siguiente: ‗Si éste prospera en el sentido en que ha sido hasta ahora orientado, al terminar las tareas conciliares los obispos españoles volveremos a nuestras sedes desautorizados por el concilio y con la autoridad mermada ante los fieles‘ hasta que finalmente, tras duras discusiones, la mayoría vota su aprobación‖151. La Conferencia de Metropolitanos emite un comunicado, firmado por los obispos presentes en Roma, Sobre la acción en la etapa postconciliar, en el que se aboga por el mantenimiento el Estado confesional, en un apoyo incondicional al régimen: 150 López Rodríguez, M.: La España protestante: crónica de una minoría marginada, 1937- 1975. Madrid, 1976, p. 123. 151 Raguer i Suñer, H.: La ―cuestión religiosa‖, Ayer, núm. 20, 1995, p. 223, y en Flórez Miguel, M.: ―Clericalismo y anticlericalismo, del siglo XIX a la dictadura franquista‖, VII Jornadas de Pensamiento Crítico (7-12-2007), Pensamiento Crítico, digital, Página Abierta, 188-189, enero-febrero, 2008. Flórez Miguel es también anticlericalismo. Las venganzas de 1936, Dossoles, Burgos, 2003. autor de Clericalismo y 119 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Dichas limitaciones pueden ser diversas, según las diferentes circunstancias de los distintos países. Por esto la libertad no se opone ni a la confesionalidad del Estado ni a la unidad religiosa de una nación. Juan XXIII y Pablo VI, por no referirnos más que a los dos papas del concilio, nos han recordado a nosotros, los españoles, que la unidad católica es un tesoro que hemos de conservar con amor‖152. El Concilio concluye bajo el mandato de Pablo VI (8-12-1965) y sus acuerdos suponen el paradigma de la apertura eclesiástica a la contemporaneidad. De los dieciséis documentos aprobados en el Concilio destacan, por ser de interés para nuestro trabajo, Lumen Gentium (11-111964) y Constitución pastoral de la Iglesia en el mundo moderno, conocida como Gaudium et Spes (7-12-1965), que recoge, en su artículo 68, el apoyo a los sindicatos libres e independientes; el artículo 75 observa que todos los ciudadanos puedan participar libre y activamente en ―la creación de las bases constitucionales de una comunidad política, en el gobierno del Estado‖ 152 Ibídem. El obispo Fernando Sebastián refiere del escrito firmado a los pocos días de concluido el Concilio: ―[…] Ellos querían sinceramente ser fieles a las enseñanzas y disposiciones del Concilio, pero se daban cuenta de que habría que proceder poco a poco y con mucha prudencia. En este documento, los Obispos se entretienen en explicar ampliamente el documento conciliar sobre la libertad religiosa. Son conscientes de las repercusiones sociales, religiosas y políticas que este documento conciliar iba a tener en nuestro país. ‗Sabemos –decía- el interés con que se ha seguido su debate en España y la preocupación que sienten algunos por su adecuada aplicación en nuestro país‘. Y procuraban interpretarlo de la manera menos conflictiva posible: ‗La libertad religiosa no se opone ni a la confesionalidad del Estado ni a la unidad religiosa de una nación‘. ‗La unidad católica es un tesoro que hemos de conservar con amor‘‖. Sebastián, F.: ―En memoria del Cardenal Tarancón‖, http: //www.iglesianavarra.org/blog/2008/03/31/en-memoria-del-cardenal- tarancon/, web del Arzobispado de Navarra y Tudela. 120 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón y en la elección de sus líderes; el 76 proclama que la Iglesia no debe estar ―ligada a ningún sistema político‖, se promueve la separación Iglesia-Estado, como concepto legal y político, por el cual ambas instituciones se deben mantener separadas e independientes, con autonomía para tratar temas relacionados con sus áreas de influencia, un cambio decisivo en la sintonía de algunos Estados con la Iglesia y el replanteamiento del apoyo incondicional de la Santa Sede a sus regímenes, como es hasta entonces el caso de España153. Este asunto, sumado a los análisis teológicos sobre la humanidad, internándose en áreas que van desde el matrimonio y la familia, la vida cultural, social y económica, a la comunidad política, hará que vayan surgiendo reflexiones contrapuestas en una jerarquía con un discurso homogéneo y unívoco hasta entonces. De los obispos de la delegación episcopal española asistentes al Concilio tan sólo entre un diez y un veinte por ciento se compromete con las reformas del Concilio, frente a una mayoría de tinte ultraconservador y de avanzada edad; el resto busca un término medio entre las dos posturas. Guerra Campos alerta sobre ―ciertos 153 Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., p. 188. Para Gómez Pérez las declaraciones de adhesión al régimen al finalizar el Concilio son generalizadas, independientemente de la generación en la que se inscriban los obispos: ―[...] Las declaraciones de gratitud, adhesión y apoyo al régimen del general Franco no se daban sólo, como se ha escrito después con cierta frecuencia, en los obispos más ancianos, que habían conocido intensamente la guerra civil. Mons. Peralta contaba 53 años en 1965. Mons. Guerra Campos, 44; Mons. Castán, 52. No era sólo una cuestión de generaciones, sino de clima, como puede comprobarse al ver que, cinco años después, hacia 1970 o 1971, las mismas personas que han hecho con periodicidad declaraciones de alabanza a Franco guardan silencio [...]‖. Gómez Pérez, R.: El franquismo y la Iglesia, Rialp, Madrid, 1986, nota p. 106. 121 ―La otra Transición de la Iglesia… excesos‖ que, según él, se van a cometer si se sigue a rajatabla la aplicación de los principios adoptados154. José María Piñol opina que muy pocos obispos de entonces se identifican con los postulados del Concilio, mientras otros opinan que no aporta grandes cambios: ―[…] solamente una docena, -llamados ‗los doce apóstoles‘- se identificaron con él. Sin embargo, la ‗recepción‘ del Vaticano II por dicha mayoría fue sin duda realmente paradójica: una lectura reductiva, desde sus tradicionales categorías teológicas, hasta el punto de pensar honestamente que nada había cambiado‖155. Muy al contrario, el profesor F. Montero ve una sincera conversión de conceptos y actitud de la Iglesia tras el Concilio: ―[…] pero que, en parte, también es anterior, que se va difundiendo y asumiendo por unos y por otros. Pese a que hay obispos ‗viejos‘, que nunca se van a convertir –que van a aceptar el Vaticano II por pura obediencia, sin entender nada, sobre todo el concepto de ‗libertad religiosa‘— hay otros que, a lo mejor, entienden algo, que realmente la experiencia del Concilio los ‗convierte‘ o les abre nuevos horizontes [...]‖156. En aquel momento el debate sobre la apertura de la Iglesia está en la calle y, por supuesto, en el seno de la institución. Manuel Fraga Iribarne, 154 Cárcel Ortí, V.: Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis, 1963-1978, BAC, Madrid, 1997, p. 1036. 155 Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica española…, Op. cit., p. 23. 156 De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L., (Coord.): Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición…, Op. cit., p. 263. 122 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ministro de Información y Turismo (MIT), intenta controlar a todos sus estamentos a través de su Gabinete de Enlace (GE)157. Además de sobrevenirle toda tipo de información sobre asuntos que tienen que ver con cuestiones de derechos de patronazgo o designaciones episcopales, el gobierno difunde, en base a esta herramienta, la interpretación de las directrices del Concilio del discurso que los obispos pro régimen aprovechando las ―voces aisladas que pudieran sonar a su favor‖158. El GE también recoge, en 1966, las valoraciones de personalidades eclesiásticas y de la Teología, como Antonio Añoveros, obispo de CádizCeuta, Vicente Puchol de Valencia, González Moralejo auxiliar de Valencia, José María de Llanos, Casimiro Martí, José Luis Martín Vigil, Jorge Beltrán, consiliario de la JOC de Barcelona -hasta un total de veintiséis-, sobre los problemas o tensiones que pueden derivarse de las conclusiones del 157 Se trata de un gabinete para controlar elementos desafectos, sean sacerdotes o laicos. La Torre Merino, J. L., Muñoz Gonzalo, R. y Villanueva Toledo, M. J.: ―El GE: una oficina de información y control al servicio del Estado‖, II Encuentro de Investigadores del franquismo, Alicante, mayo de 1995, Tomo I. Desde aquí se ejerce un control en conjunción con la jerarquía, añade Montero: ―[…] Antes de 1970, el Gobierno se había centrado sobre todo en el seguimiento y control de las actividades de los Movimientos de Apostolado Seglar. Sus informes dirigidos a la Jerarquía trataban de conseguir de ella la colaboración en un control y represión que le correspondía en el marco del Concordato‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 295. También se elaboran informes desde la dirección general de Prensa sobre las publicaciones como Signo, Juventud Obrera y el Boletín de la HOAC. Cfr. Montero, F.: ―Las publicaciones periódicas de la Acción Católica durante el franquismo‖, en Catolicismo y Comunicación en la historia contemporánea, Universidad de Sevilla, Sevilla, 2005, pp. 31-54. 158 Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 447. 123 ―La otra Transición de la Iglesia… Concilio. Añoveros comienza a destacar la importancia de la libertad religiosa y una revisión pastoral inmediata: ‖ […] la vida de nuestro pueblo está ligada, con estrechos lazos, al signo de la unidad religiosa. Plantearnos las consecuencias de una libertad religiosa, tal como la enseña el Concilio, es algo que choca y produce hondas alteraciones en muchos espíritus… Tendrá sus extremismos, sus desorientaciones, que todos lamentamos, pero también sus grandes bienes… Implica ruptura de algunos moldes y coraje para que la fe y la conducta abracen con fuerza. La pastoral de la Iglesia en España se encuentra en un momento de revisión de métodos y sistemas, de apertura a la masa del pueblo, de estructuración eficiente a la comunidad…‖159. Frente a esta actitud posibilista y de cambio se encuentra otra de rechazo frontal: ―[…] Los posibilistas aprovechan la oportunidad de contar con multitud de personas con cierto nivel de idealismo y formación personal. Por el contrario, otros endurecen su rechazo apriorístico en reacción pareja a los de la derecha intransigente‖160. 159 AGA. MIT. CUL. GE, C. 555, IG, carp. 10640. Las manifestaciones están sacadas de un medio de comunicación –no especificado- en una relación literal, sin valoración final ni orientaciones de cualquier tipo como suelen generarse en este tipo de informes. 160 Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., 2007, p. 272. No olvidemos, como señala José Pérez i Granados: ―[…] de hecho, el progresismo católico fue siempre marginal en el interior de la Iglesia, y sus planteamientos políticos, no van a ser tan sólo minoritarios, sino que van a estar siempre en abierto conflicto con los sustentados por la jerarquía‖. Pérez i Granados, J.: ―De l‘Església de la croada al blindatge de les sotanes: Els catòlics, el nacionalcatolicisme i el règim franquista, 1939-1975‖, en Simón Arce, R. A.: Op. cit. 124 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La posibilidad de una Iglesia combativa en lo político, y alejada de todo poder fáctico, reaviva la actitud intransigente de la derecha que genera un anticlericalismo desconocido hasta aquí, un anticlericalismo proveniente de la derecha ideológica y fáctica, que utiliza escritos y acoso de tipo verbal, en ocasiones hasta agresiones físicas que acaban en denuncias ante las autoridades, hacia un sector de la Iglesia que abandona, según esta facción ideológica, ciertos preceptos esenciales a su dogma. La ―contestación conservadora‖, como advierte Cárcel Ortí, ―se convierte en anti-jerárquica – concretándose en el sector progresista- […]‖161. Una contestación que se produce en dos fases, según Piñol: ―[…] En una primera fase, de silencio aparente, una recepción discreta y algo reduccionista del Concilio parece encajar los cambios o no quiere ser consciente de su radicalidad. En una segunda fase, a partir de 1964, y más claramente desde 1966, se produce en ciertos sectores gubernamentales y eclesiales una fuerte reacción de resistencia y descalificación de la renovación conciliar. Es el anticlericalismo de derechas frente al llamado ‗progresismo‘ católico. Un movimiento europeo, principalmente francés, con fuerte eco en España. Una reacción integrista de sectores eclesiales, resistentes al Vaticano II, que encuentra todo el apoyo gubernamental‖ 162. 161 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 448. Lo cierto es que hasta aquí se había conocido en tiempos de máxima tensión clerical, final del último tercio del XIX y Segunda República, el origen de ese anticlericalismo en ambientes radicales, obreros y hasta católicos partidarios de la separación entre religión y política. 162 Piñol, J. M.: ―El estado confesional y los desafíos del Vaticano II‖, cap. 4 de La transición democrática de la Iglesia Católica española…, Op. cit., pp. 177 y ss., Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., pp. 104-105. La presencia de 125 ―La otra Transición de la Iglesia… curas-obreros, jóvenes seminaristas enrolados en movimientos sindicales y sacerdotes secularizados partícipes en los movimientos obreros o sociales como HOAC, JOC, o Acción Católica Obrera (ACO), como veremos más adelante, es un excelente antídoto contra el anticlericalismo de la clase obrera de principios del siglo XX y evita un anticlericalismo de la izquierda política y social que se remonta, principalmente, a la Segunda República. Para Carlos Seco: ―[…] pese a reconocer lo obtusamente ciegos que fueron los dirigentes republicanos al tratar la ‗cuestión religiosa‘ y sin dejar de señalar los crímenes cometidos por las milicias populares contra los religiosos y seglares católicos, el enfrentamiento entre la Iglesia católica y la República española es necesario insertarlo en la disputa decimonónica entre el catolicismo clerical y el liberalismo anticlerical, lo que se ha denominado en la historiografía como ‗cuestión religiosa‘‖. Serrano Seco, C.: Op. cit., nota 6. Sobre anticlericalismo, Montero y De la Cueva se refieren al término: ―[…] En cuanto a los laicos, hace ya tiempo que los especialistas vienen distinguiendo entre diferentes tipos de anticlericalismo, de acuerdo con su primitivismo o modernidad, o según su mayor o menor moderación o radicalidad. […] Anticlericalismo y clericalismo se comprenden en buena medida como movimientos de reacción respecto a las posiciones hegemónicas del contrario‖. Cueva, De La, J. y Montero, F. (Coords.): Laicismo y catolicismo. El conflicto político-religioso en la Segunda República…, Op. cit., pp. 11-12. Para Marcelino Flórez: ―Anticlericalismo es antónimo de clericalismo y han de ser definidos conjuntamente […]. Flórez Miguel, M.: ―Clericalismo y anticlericalismo, del siglo XIX a la dictadura franquista‖, conferencia pronunciada el 7-12-2007, VII Jornadas de Pensamiento Crítico, en su Página Abierta, digital, 188-189, enero-febrero, 2008, autor también de Clericalismo y anticlericalismo. Las venganzas de 1936, Dossoles, Burgos, 2003. En el mismo texto recoge concreciones al término del profesor Sisinio Pérez Garzón: ―Quizá sea una obviedad que el anticlericalismo haya que descifrarlo como un hecho que, en su propio contexto, no puede existir sino como réplica a un poder evidentemente clerical‖, entresacado de Cruz, R.: ―Curas y liberales en la revolución burguesa‖, Ayer, núm. 27, 1997, pág. 67. Más sobre anticlericalismo en Nuñez-Diaz Balart, M.: ―Una aproximación al anticlericalismo decimonónico‖ en Historia y comunicación social, I, Madrid, 1996; Delgado Ruiz, M.: Luces iconoclastas: anticlericalismo, espacio y ritual en la España contemporánea, Ariel, Barcelona, 2001; Molina Martínez, J. L.: Anticlericalismo y literatura en el siglo XIX, Universidad de Murcia, Murcia, 1998. Cruz, R. (Ed.): El anticlericalismo, Marcial Pons, Madrid, 1997; Caro Baroja, J.: Introducción a una historia contemporánea del anticlericalismo español, Istmo, Madrid, 1980. 126 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Es por ello que obispos, teólogos, consiliarios de AC y estudiantes de seminarios, observan el fenómeno anticlerical con especial preocupación y sorpresa. Para Jesús Aguirre, teólogo y director de publicaciones religiosas en Taurus Ediciones, además de ponente en los encuentros de católicos y marxistas de Salzburgo y Herrenchiensee, ese anticlericalismo significa una nueva expresión no conocida: ―[...] Un anticlericalismo que en España ha existido siempre pero que hoy tiene una expresión nueva, nueva porque los que detentan el anticlericalismo no son los que tradicionalmente lo habían venido representando. El anticlericalismo de derechas español se ha desarrollado siempre en un plano moral. La derecha española no ha estado nunca de acuerdo con la moral eclesiástica, sino que la ha tolerado, ha buscado sus estratagemas para ir cumpliendo de una manera muy poco sincera y siempre por supuesto porque en el terreno no moral, esto es en el social y en el político se sentía apoyada por el clero. Tal vez el clero, actualmente, no esté dispuesto a apoyar sólo a la derecha política y socialmente. Entonces, inevitablemente, el viejo, siempre existente anticlericalismo derechista español en el nivel moral irrumpe con una doble fuerza en la expresión de la vida pública española al no encontrar este dique del proteccionismo socialpolítico que la Iglesia hasta ahora venía aceptando respecto a estos grupos derechistas […]‖163. Sobre si existen reminiscencias del anticlericalismo del pasado o la aparición de alguno nuevo, el obispo Antonio Añoveros Ataún matiza: 163 AGA. MIT. CUL. GE, C. 555, IG, carp. 10640. 127 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Más que hablar de viejo anticlericalismo español, hablaría en ocasiones de falta de genuina información, capaz de provocar la confusión y el descrédito y en consecuencia desorientación… Para unos su actitud ante el clero es querer reducirlo al interior de los templos. Quizás sea una reminiscencia del viejo anticlericalismo o liberalismo. Para otros el clero debe cuidarse casi exclusivamente de cristianizar lo temporal. Pueden ser reminiscencias del modernismo… Ni aquello se puede olvidar, ni esto reprobarlo‖164. Javier Morales Vallejo S. J., estudiante de último curso de Teología en Granada e incitado por el rector, Ricardo Franco, recoge el sentir del grupo de compañeros del seminario: ―[…] Desgraciadamente hemos permanecido estacionarios teológicamente, quizá por un falso sentido de tradición y fidelidad. Y los sujetos que nos hubieran hecho evolucionar pausadamente, enseguida llamaron la atención y generalmente fueron impedidos de enseñar o gobernar. En segundo lugar, la Iglesia oficial española aparece excesivamente ligada a unas fórmulas políticas y sociales… Esta síntesis simplista va a ser difícil de romper ahora sin que se nos llame ‗traidores‘. La excesiva politización que se da en España a toda actividad nacional. Todo está tipificado como hecho político: el sacerdote y la Iglesia no se libran tampoco de ser considerados bajo este punto de vista… Sólo hemos admitido o incondicionales o enemigos. Esto va a hacer más difícil entendernos sin tergiversaciones y dialogar sin ofendernos […] Hay dos tipos de anticlericalismo porque hay dos clases de clero: el anticlericalismo de 164 Ibídem. 128 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón izquierdas, que no es sino ‗antiburguesía‘ y que reacciona contra una apariencia de Iglesia de señores privilegiados en la sociedad civil que a ellos les desampara. Y otro anticlericalismo de derechas que reacciona contra los sacerdotes que se destacan para lograr una sociedad más justa y más cristiana. Creo que predominarán las formas nuevas. España y el mundo han cambiado mucho desde 1931 cuando la última ‗quema de conventos‘. Existe además un ‗anticlericalismo‘ negativo: el factor ateísmo quizá se dejará sentir mucho más de lo que creemos‖165. Por su parte, José María Ballesteros, párroco de Dos Hermanas (Sevilla), apunta el origen del anticlericalismo de derechas en las reformas del Concilio: ―[…] el anticlericalismo de hoy, el militante, el que está en contra de muchas reformas que están delineadas por el mismo Concilio Vaticano II, es un anticlericalismo que podríamos llamar de derechas, de gente que está al lado de nosotros, por lo menos oficialmente, pero que sin embargo ataca a la Iglesia al menor motivo, precisamente porque intenta hacer reformas valientes y en la línea de la Historia y estas reformas le afectan a ellos mismos…‖166. También en círculos de intelectuales del momento se discute sobre temas derivados del Concilio. En las denominadas ―Conversaciones Católicas 165 Ibídem. 166 Ibídem. 129 ―La otra Transición de la Iglesia… de Gredos‖ -donde están presentes poetas como Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, o filósofos como José Luis Aranguren, Pedro Laín Entralgo, Julián Marías, y políticos como Antonio Garrigues, Dionisio Ridruejo, Ruiz Jiménez-, José Guerra Campos acude en tres ocasiones, la última en 1966, mientras es miembro del Secretariado para los no creyentes167. Sin embargo, abandona muy pronto estas reuniones -en las que está prohibido hablar de política- argumentando que se producen demasiados encontronazos entre preconciliares y postconciliares, así como cuando surgen los temas sobre la sucesión del general Franco, o su intransigencia al diálogo entre marxistas y católicos168. Con cierta perspectiva en el tiempo, el postconcilio se presenta para la Iglesia española, según Iribarren, difícil en tres campos: en el de las reacciones del régimen político a la nueva postura de la Iglesia, en la adaptación de los fieles más tradicionales a nuevas formas de pensamiento y de conducta, y en la contención de sectores de vanguardia dentro de una interpretación ortodoxa de lo que realmente dicen sus preceptos169. 167 Querejazu, A.: Conversaciones católicas de Gredos, BAC, Madrid, 1977. Además del sacerdote Querejazu que las inicia en 1951, dirigen estas conversaciones, entre otros, el jesuita Ramón Ceñal, José María Cirarda y el director del seminario de Ávila, Baldomero Jiménez Duque. En ellas se evoluciona desde los temas de índole religiosa a las críticas al nacionalcatolicismo y al propio régimen. 168 Fernández Ferrero, A.: Guerra Campos, apuntes para una biografía…, Op. cit., pp. 40-41. 169 Iribarren, J.: Papeles y Memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España, 1936-1986…, Op. cit. p. 270. Un ejemplo de que los cambios van acometiéndose muy lentamente son las reformas singulares, como el uso del español en la recitación del Oficio 130 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Vicente Enrique y Tarancón mantiene que, a pesar de que hubo diferencias entre los obispos a la hora de aceptar y aplicar las orientaciones del mismo, no se dieron posturas irreconciliables entre la jerarquía170. Según el cardenal las prioridades imponían hacer frente a las presiones de todo tipo y a la interpretación ajustada a lo refrendado: ―[…] acelerar la evolución de nuestra iglesia y, a través de ella, de nuestro país […] conseguir una progresiva recuperación de la función religiosa y no política de nuestra iglesia; y nos veíamos obligados a hacerlo dentro de un ordenamiento legal que favorecía y auspiciaba todas las intromisiones y confusiones. Debíamos lograr todo esto dentro de incontables presiones: porque cada grupo, movido por buena voluntad o en defensa de sus intereses políticos o económicos, trataba de dirigirnos o utilizarnos […] los obispos nos vimos en muchas ocasiones obligados a cumplir funciones muy diversas e incluso aparentemente discrepantes entre sí; teníamos que acelerar a quienes no querían entrar en el dinamismo exigido por el concilio y frenar a quienes querían ir demasiado lejos; debíamos acercar los sacerdotes a los seglares y mantener, al mismo tiempo, la necesaria estima por su ministerio; estábamos obligados a comprender a los jóvenes y no debíamos con ello romper los necesarios vínculos generacionales; sentíamos la necesidad de ampliar el campo de la libertad dentro de la iglesia y de Divino, aprobado a finales de 1972: ―Podrá rezarse por tanto, en latín o en castellano, pero siempre del Oficio nuevo y no del antiguo‖. BOOC, núm. 4, abril de 1973, p. 176. 170 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 233. 131 ―La otra Transición de la Iglesia… mantener, al mismo tiempo, la necesaria unidad y la indispensable disciplina‖171. Tarancón destaca las motivaciones ―estrictamente religiosas y pastorales‖ del Concilio: ―[…] el origen de los recientes cambios y de los actuales proyectos sobre la propia vida de la iglesia española‖172. Guerra Campos no comparte tales motivos. En el trigésimo aniversario del Concilio, en 1995, ABC le pide una colaboración que titula ―Pablo VI advirtió los errores‖, donde destaca las ―grietas‖ que el Concilio abrió y del desconocimiento de lo acordado, texto que, por cierto, aparece cortado o censurado en la edición del diario: ―[…] ¿Alguna grieta? Sí: en algunos puntos esa continuidad entre lo permanente y lo nuevo no llegó a formularse de modo que eliminase equívocos que serán ocasión o pretexto de posteriores divergencias y escisiones. En parte, por la dificultad misma de la materia. En parte, por un exceso de optimismo acerca de las intenciones y entendederas del ‗mundo moderno‘. Por lo demás, mucha gente no se ha enterado de lo que dice el Concilio; se ha quedado con las iniciales versiones periodísticas, reflejo de las 171 Conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI (28-6-1978), en Enrique y Tarancón, V., González, M., y Jubany, N.: ―La Iglesia en España hoy‖, en Iglesia y política en la España de hoy, Op. cit., p. 68. 172 Ibídem, p. 70. 132 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón posturas de este mundo, como si la Iglesia se hubiera limitado a convertirse a ellas […]‖173. Los medios ―inductores‖ de esa ―conversión‖, se convierten, como es el caso, en censura o mutilación al texto del obispo, que habla de heridas no cerradas a pesar de los años transcurridos y de la división generada: ―[…] en perspectiva histórica el hecho más patente como característica del tiempo post-conciliar, es el que desde el principio registró el Papa Pablo VI. Según él, la Iglesia anterior al Concilio estaba en un alto nivel de unidad y tensión evangelizadora: casi todas las aportaciones del Concilio son formulación autorizada de movimientos que venían de antes. La intención del Concilio era movilizar en actitud misionera todas las energías de la Iglesia para que ésta iluminase, de manera adaptada a las condiciones presentes, un mundo que se estaba unificando. El diagnóstico de Pablo VI que, inesperadamente, muchas fuerzas, en vez de fluir por los cauces del Concilio, se detuvieron, dudaron de su misión, se diluyeron en el mundo, descuidando lo específico de la Fe Cristiana, y la Iglesia se llenó de confusión y divisiones‖174. 173 Texto del original que no aparece en la edición Guerra Campos, J.: ―Pablo VI advirtió los errores‖, ABC, 8-12-1995, p. 65. El texto completo, mecanografiado, recogido en la edición inédita de su administrador, Domingo Muelas, en Anexo 1.1. Texto original, completo, de Guerra ―Pablo VI advirtió los errores‖ al publicado por ABC, 8-12-1975. 174 Ibídem. Es significativo los párrafos tan significativos que no aparecen en la edición. Para Tarancón, Guerra: ―[…] Se oponía con todas sus fuerzas a cualquier iniciativa que pretendiese aplicar a España las orientaciones conciliares‖, si bien asegura que no ve en ningún momento presiones desde el poder que influyan en su visión, sino que sus opiniones tienen origen en la convicción personal o fanatismo. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 465. 133 ―La otra Transición de la Iglesia… I.3. La nueva Conferencia Episcopal con mayoría prorrégimen El cambio más significativo que se produce en la cúpula de la jerarquía, inmediatamente a la finalización del Concilio, es su nueva conformación colegiada. La Junta de Metropolitanos –que funciona desde 1923, con representación única de arzobispos-, pasa a ser CEE, donde estarán presentes los obispos auxiliares, según el modelo establecido durante el Concilio (Christus Dominus, 38), e implementadas, todas las Conferencias, por el papa Pablo VI en motu proprio Ecclesiae sanctae (1966). El gobierno ejerce duras presiones para que el nuncio forme parte de ella, y que sus funciones se reduzcan al rango de consulta de la Congregación Consistorial, llegando a no reconocerla jurídicamente en un primer momento175. Una vez constituida la nueva CEE (4-3-1966) es nombrado presidente el arzobispo de Santiago, Fernando Quiroga Palacios, vicepresidente Casimiro Morcillo176, arzobispo de Madrid-Alcalá desde 1964, año que se 175 Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 447. 176 Casimiro Morcillo es, además de vicepresidente de la CEE, presidente de la comisión de la CEAS, donde están presentes el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Laureano Castán, Abilio del Campo, Manuel Fernández, Rafael Nzé, Río Muni y Emilio Benavent, todos ellos -excepto Benavent- de reconocidas tendencias oficialistas, nacionalcatólicas e integristas. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia española…, Op. cit., p. 271. Para Cuenca Toribio esta cúpula se aleja de aquella que surge tras la guerra civil: ―[…] y acaso ni tan siquiera, en ciertos paralajes, a las de los cincuenta; y en todo el periodo, además, se contaron prelados de perfil ‗singular‘: a Bueno Monreal, García La Higuera, Rafael Álvarez Lara, Ramón Masnou Boixeda, Vicente Enrique y Tarancón o Marcelo González no se les puede clasificar, 134 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón eleva a categoría de archidiócesis, y como secretario José Guerra Campos, obispo auxiliar de la misma177 (tras la disputa con Vicente Enrique y Tarancón, arzobispo de Oviedo, ganador en las previsiones de algunos medios eclesiásticos)178. ciertamente, como obispos de perfecto corte nacionalcatólico. Hecho que de ser exacto, se predicaría con mayor propiedad aún del clero y de la red de asociaciones seglares, en especial, las de índole obrera‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 139. 177 El propio Guerra Campos manifiesta que su nombramiento, como obispo auxiliar de Madrid, viene directamente de la Santa Sede, sin intervención directa del general Franco pues en el caso de los obispos auxiliares no intervenía el gobierno-. Guerra Campos, J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española y otros órganos nacionales de apostolado seglar desde 1964. Documentos, Madrid, 1989, p. 53. En el texto aparece una nota sobre un artículo en Ecclesia (12-9-64) a tenor de su nombramiento como consiliario general de AC: ―Fue uno de los dos primeros obispos españoles creados por Pablo VI‖. En 1975 monseñor Narciso Tibau Durán, entonces auditor de la Rota, publica en Revista Española de Derecho Canónico, núm. 87, los métodos sobre el nombramiento de los obispos auxiliares y administradores apostólicos desde el siglo XVIII hasta 1941, continuándose hasta 1971 en España, apuntando que en 1912 la Santa Sede y el gobierno español acuerdan intercambiar el nombre del postulado para cerciorarse de posibles obstáculos. Guerra Campos matiza a Tibau: ―[…] Volviendo a España, al tiempo posterior de 1941, monseñor Tibau dice: ‗De lo que haya ocurrido posteriormente en cuanto al nombramiento de Obispos Auxiliares o Administradores Apostólicos, éstos lo sabrán‘. El obispo de Cuenca sólo sabe que, cuando fue nombrado Obispo en 1964 como auxiliar, no tuvo personalmente, por este concepto, ninguna relación con el Gobierno Español; y desconoce cuál haya sido, si la hubo, la intervención de otras personas‖. BOOC, núm. 5, mayo, 1975. Algunas referencias a los escritos de Tibau y del BOOC se recogen en ABC, 3-5-1975, p. 24. 178 Enrique y Tarancón justifica su pérdida en la votación: ―[…] todos entendieron que era imposible simultanear la responsabilidad de una diócesis grande y difícil (refiriéndose a Oviedo) con las tareas del Secretariado‖, y añade que la nueva responsabilidad de Guerra en la flamante CEE, debe compatibilizarla, además de obispo auxiliar de Madrid, con: ―[…] Acción Católica como las demás actividades pastorales…‖. Enrique y Tarancón, V.: 135 ―La otra Transición de la Iglesia… Muchos de los obispos que han aupado esta presidencia pertenecen a una generación preparada teológica y académicamente sobre principios desfasados con el resto de Europa, con un bagaje en altas instancias con los estamentos ligados al régimen franquista, prelados, en definitiva, que marcan un perfil ―bajo‖ en lo público, alejado de toda implicación social o política que no sea su afección al régimen179. Pero, por otro lado, también se observa, rápidamente, que va abriéndose paso otra corriente que da cuenta de dos sectores claramente Confesiones…, Op. cit., pp. 178-179. Guerra es también representante en el comité de enlace de las conferencias episcopales europeas, un trabajo protocolario a juicio de Tarancón: ―[…] tenía poco sentido en la práctica. Se trataba, más bien, de unas relaciones meramente formales ya que, excepto quizá en una nación europea, no existía una acción conjunta de los obispos‖. Ibídem, p. 179. Es secretario de la CEE hasta 1972, simultaneándolo con el de presidente de la Unión Nacional de Seglares (UNAS), desde 1964 y miembro de la CEAS. También será presidente de la Comisión Católica Española de la Infancia, presidente del Comité Rector de la Campaña contra el Hambre en el mundo y director del Instituto Central de Cultura Religiosa Superior, hasta 1972 y miembro del Secretariado Pontificio para los No Creyentes (1965-1973). Acude como representante del Episcopado Español en el primer Sínodo de Obispos en Roma (1967), y convocado para el segundo por la Secretaría del Sínodo (1969). 179 Nicolás Marín, E.: ―El franquismo‖, en Historia de España, tomo XII, Planeta, Barcelona, 1991. La mayoría de sus actuaciones se centran en mediar con los organismos que acuden a ellos con el fin de recabar información sobre las personas más idóneas para ocupar puestos en la enseñanza, en la práctica jurídica, gestión en bancos o cajas de ahorro, o conocer su conducta e ideología religiosa. Ibídem. Miret Magdalena sugiere que Morcillo y Guerra: ―[…] se habían hecho integristas tras el Concilio‖. Miret Magdalena, E.: Luces y sombras de una larga vida. Memorias, Ed. Planeta, Barcelona, 2000, p. 335. Casimiro Morcillo asume en ese momento, además, la presidencia de ACE, en sustitución de Plá y Deniel. Esta jerarquía ultraconservadora tampoco es referente para los movimientos católicos más reivindicadores, desde finales de los cincuenta, que vienen exigiendo un mayor compromiso con los más desfavorecidos. 136 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón confrontados. Uno, el denominado neoconservador, donde figuran, además de Morcillo y Guerra, López Ortiz, Herrera, Olaechea, Cantero Cuadrado, entre otros, y la ―minoría‖ con Bueno Monreal y Tarancón a la cabeza180. En ese clima se produce, desde su comisión permanente la CEE, la instrucción La Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio (29-6-1966), con el fin de explicar -cuestión que hace de una forma constreñida- los 180 El Ciervo, octubre 1966, pp. 8-9; Ecclesia, pp. 861-866; Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 152. A la lista de conservadores hay que añadir el nombre de Laureano Castán Lacoma que ya tiene una marcada trayectoria por entonces. Un año antes, en 1965, Enrique y Tarancón no ve problemas en la composición de la futura Conferencia donde habrá obispos de tendencias progresista y conservadora: ―[…] Dentro del Episcopado – ¿por qué no? - existen algunos miembros con mayor preocupación por la seguridad, por el esfuerzo de lo anterior; otros en cambio prefieren una actualización más audaz de métodos y formas. Este contraste, se lo aseguro, ha sido muy beneficioso en el Concilio, pues por él se perfilan y se ven las dos caras de los problemas…‖. ABC, 27-1-1965, edición Andalucía, p. 29. Lo cierto es que disponemos de pocos testimonios escritos de primera mano -a excepción de los de monseñor Iribarren- con los que analizar aquel clima de tensión en la CEE. Vid. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española…, Op. cit... Para César Vidal: ―[…] el episcopado español comenzaba a ver cuarteada su línea unánime de las décadas anteriores pero de manera aún poco perceptible. Según el que luego sería cardenal Tarancón, los posteriormente denominados obispos progresistas —más bien antifranquistas e identificados con la política antifranquista de Pablo VI y de la nunciatura— andaban por la docena pero carecían de una articulación y una dirección claras. La aplastante mayoría, bajo la inspiración de Casimiro Morcillo, arzobispo de Madrid, se sentía vinculada a un régimen que, a decir verdad, los había salvado del exterminio en 1936. Vidal, C.: ―¿Quién dirigió la ―Acción Moisés?‖. Enigmas de la Historia. Libertad Digital Suplementos, 25-11-2009. Como observa Basilisa López: ―[…] La asamblea de los obispos españoles dejaba sus puestos claves en manos de personas que en nada favorecerían la renovación conciliar de la misma, al configurar una cúpula eclesiástica ligada al modelo colaboracionista del nacionalcatolicismo, en abierta contradicción con el Concilio‖. López García, B.: La presencia del movimiento obrero católico español en Europa: La HOAC en los organismos internacionales católicos bajo el franquismo, 1946-1975. Tesis Doctoral dirigida por Feliciano Montero García (Universidad de Alcalá de Henares) y por Juan Bautista Vilar Ramírez (Universidad de Murcia). 137 ―La otra Transición de la Iglesia… acuerdos conciliares y por dónde deben ir, a partir de ahora, las relaciones entre Iglesia y Estado181. En el texto los obispos españoles niegan que los preceptos de Concilio deban ser aplicados al momento actual con el régimen, resaltando citas sacadas de contexto, eludiendo toda crítica al mismo y rechazando la desconfesionalización: ―[…] La sociedad española vive hace algún tiempo un proceso continuado de transformaciones y de maduración interior […]. Supuesta la voluntad operante de acercar las formas institucionales vigentes, lo más que sea posible a dicho ideal, la Iglesia no tiene por qué emitir ningún juicio sobre la estructura de las mismas. Valorar sus ventajas e inconvenientes actuales, determinar las correcciones o desarrollos que pudieran recibir, trazar las líneas que debieran prevalecer en su futuro, entra en el campo de las apreciaciones prudenciales, corresponde a la técnica, cada día más complicada, del gobernar y a la prudencia y experiencia de gobernantes y gobernados. No es materia en la que deban dictaminar los pastores de la Iglesia […]. Además de las orientaciones y recomendaciones ya expresadas, la Iglesia tendría que dar su juicio moral sobre las instituciones políticosociales sólo en el caso de que, por la índole misma de su estructura o por el modo general de su actuación, lo exigiesen manifiestamente los derechos fundamentales de la persona y de la familia, o la salvación de las almas, es decir, la necesidad de salvaguardar y promover los bienes del orden sobrenatural (cf. Gaudium et spes, núms. 42 y 76; Apostolicam actuositatem, nº 24). No creemos que éste sea el caso de España. […] Que 181 La Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio. Comisión permanente de la CEE, 29-6- 1966. También en Ecclesia, núm. 1298, 2-7-1966. 138 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón el señor ilumine y asista a los hombres beneméritos, de modo especial al Jefe del Estado, en cuyas manos está principalmente la obra de conservar la paz y ordenar según Dios y según los legítimos deseos de todos la comunidad temporal de los españoles‖182. Algunos obispos, indignados por la ―tergiversación‖ de los textos conciliares, invocan el artículo 27, nº 7 de los estatutos de la CEE, ―Son atribuciones de la Permanente [...] hacer declaraciones sobre temas de urgencia, sobre las cuales informará previamente a la Santa Sede‖, e intentan invalidar el documento que ya trasciende en los medios de 182 Ibídem. Según César Vidal el documento: ―[…] manifestaba la disposición de la iglesia católica a renunciar a algunos privilegios y alababa a las naciones en las que se daba la elección de los representantes políticos en plena libertad, pero a la vez no deslegitimaba ni criticaba a un régimen que había demostrado ser extraordinariamente generoso con el catolicismo. De hecho, siguiendo el ejemplo de Juan XXIII, el texto reconocía la legitimidad de los sindicatos verticales y, sobre todo, evitaba condenar el sistema institucional franquista. […] el documento afirmaba el derecho de la iglesia católica para enjuiciar los sistemas políticos e incluso denunciarlos si violaban determinados principios morales; dejaba entrever su postura favorable a un cambio político hacia un sistema más participativo‖. Vidal, C.: ―¿Quién dirigió la ―Acción Moisés?‖…, Op. cit. Para Sánchez Jiménez se hace un discreto llamamiento a las ―asociaciones intermedias‖, como instrumento de participación en las instituciones, en un claro intento por hacer de la CEE ―una institución moderadora‖: ―[…] en una especie de si no de parlamento u oposición devaluada y soterrada, sí en una instancia fuertemente crítica, en ocasiones, como conciencia del régimen. Dentro del nacionalcatolicismo, como contrapartida a sus funciones legitimadoras del sistema, el senado episcopal actuó de institución moderadora…‖. Sánchez Jiménez, J.: ―La jerarquía eclesiástica y el Estado franquista: las prestaciones mutuas‖, Ayer, núm. 33, 1999, p. 167; y en Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 149. 139 ―La otra Transición de la Iglesia… comunicación183. Tras la petición de que se apruebe por el pleno de la Conferencia, allí se confirma la adhesión de la mayoría al documento184. 183 Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón 1907-2007…, Op. cit., pp. 15-16. Muchas voces tratan de ver en lo esencial del texto la pluma del secretario de la CEE, Guerra Campos, que comienza a tener enfrentamientos con sus compañeros. Cárcel Ortí, V.: Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis…, Op. cit., p. 1036. 184 La CEE sufrirá una renovación en su funcionamiento, clave para una nueva política sobre comunicados: ―[…] Dada la estructura piramidal, pero siempre representativa, de esos diferentes organismos (Asamblea Plenaria, Comisión Permanente, Comité Ejecutivo y el abanico operativo de las 14 Comisiones Episcopales), cualquiera de ellos puede publicar documentos dentro del ámbito de su competencia; además una comisión o grupo episcopal de trabajo puede recibir el ‗encargo‘ de publicar un documento bajo su propia responsabilidad, con los criterios que se le trazan […]. En los demás casos el anonimato asegura que nadie tenga reparo en callar lo que cree deber manifestar, porque su nombre no quedará registrado, y nadie hable más de lo que sea preciso, porque ni sus diocesanos ni los lectores de periódico van a enterarse del grado de su elocuencia […]. En momentos de crispación de la situación política o de división de los fieles surge el interrogante de si hará más bien el silencio que la palabra, la dilación que la prisa […] Es raro el documento colectivo de la Conferencia Plenaria en que pasen de media docena los votos definitivos adversos; la unanimidad siempre y en todo es un ideal humanamente inalcanzable‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., pp. 4-6. El camino para la elaboración de sus nuevos estatutos, con constantes modificaciones, termina con su aprobación (5-2-1977). El reglamento interno para Asambleas plenarias en 1973; el de la Comisión Permanente y el del Comité Ejecutivo en 1974, y el de las comisiones episcopales y ordenación económica en 1975. El resto de reglamentos se desarrollan a partir de 1979. La CEE va ―democratizándose‖ -hasta sus límites-, aunque eso sí como institución altamente jerarquizada. Las Asambleas presbiteriales, aunque provienen de un mandato de Roma, suponen un principio de libertad de expresión del clero ante la jerarquía, no exento de nuevos problemas como se verá más adelante. 140 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 141 ―La otra Transición de la Iglesia… I.3.1. Prelados contra la Ley sobre Libertad religiosa de 1967 y la desconfesionalización del Estado Para la mayoría de los obispos españoles el concepto de libertad religiosa es aplicable sólo al catolicismo (reduccionismo), y su rechazo a la declaración parte desde una clave tradicionalista, de continuidad con la doctrina previa al mismo, sin intención de forzar cambios en el ordenamiento jurídico del país. La confesionalidad del Estado significa para el Episcopado la colaboración mutua, entre Iglesia católica y régimen, en el orden religioso y temporal. Pero la realidad es otra. El dinamismo económico que va alcanzando el país produce un abandono en masa del mundo rural hacia el urbano que, sumado a otros procesos relacionados con la evolución industrial y tecnológica, generan un pluralismo ideológico que tiene su reflejo en ese deslizamiento de los españoles hacia la secularización, la laicidad y una nueva forma de entender la religiosidad185. De facto, a la finalización del Concilio, en 1965, aunque todavía ocho de cada diez españoles se definen ―católicos practicantes‖, la cifra va paulatinamente disminuyendo, si bien 185 Para Linz: ―[…] este proceso de secularización fue posible gracias a los efectos acumulativos del desarrollo económico y el crecimiento de la renta per cápita, la industrialización y la transformación de las fuerzas de trabajo, la urbanización y la difusión de una mentalidad moderna, el surgimiento de las nuevas clases medias y la cristalización de nuevos valores, usos o comportamientos sociales…‖. Linz, J. J.: ―La frontera sur de Europa: tendencias evolutivas‖, REIS, núm. 9, 1980, p. 9. Vid. Montero, J. R.: ―Iglesia, secularización y comportamiento político en España‖, REIS, núm. 34, abril-junio 1986, pp. 131-159, conferencia de las Jornadas Iglesia católica y regímenes autoritarios y democráticos (Experiencia española e italiana), Departamento de Derecho Eclesiástico de la Universidad de Cádiz, Jerez (Cádiz), octubre de 1985. 142 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón esto no significa que su abandono se oriente hacia la indiferencia y el ateísmo186. Entre 1966 y 1967, y fruto de la presión en la calle, el gobierno español aprueba un paquete de reformas ―liberalizadoras‖, entre las que figura la Ley sobre libertad religiosa (1967)187. Casimiro Morcillo, presente durante su discusión en la comisión en las Cortes, recurre a la ―neutralidad‖ de los prelados: ―[…] pues a los restantes Procuradores es a los que corresponde aprobar el proyecto‖188, mientras Enrique y Tarancón lamenta que durante su tramitación: ―[…] algunos procuradores hayan hablado en las Cortes en nombre de la Iglesia cuando únicamente defendían ideas políticas‖, al tiempo que critica ciertas argumentaciones pseudoteológicas que vierten ciertos procuradores-obispos en contra de la Ley189. 186 Aunque los datos estén un tanto ―hinchados‖ -a causa de la presión social existente- la percepción es que un descenso muy importante se ha producido. 187 Entre 1966 y 1969 se promulgan un conjunto de leyes referentes a creencias religiosas, representación familiar en las Cortes, medios de comunicación y al modelo futuro de Estado. Entre las leyes más destacables, además de la mencionada, figuran la Ley de prensa (15-51966), Ley Orgánica del Estado, sometida a referéndum del pueblo español (14-12-1966), y Ley de representación familiar (1967). Vid. la obra de la historiadora italiana Carli, R. de: El derecho a la libertad religiosa en la transición democrática de España (1963-1978), Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2009. 188 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10670. Por su parte Blas Piñar, presente en la comisión, sostiene: ―[….] El proyecto concede a los católicos la libertad, pero ésta no garantiza para la Iglesia católica. Y hay que dársela, no en base a la dignidad de la persona humana, sino a que la católica es la única religión verdadera‖. Sesión de 5-5-1967. Ibídem. 189 Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., nota 42, p. 387-388. 143 ―La otra Transición de la Iglesia… La Ley 44/1967, de 28 de junio, sobre el ejercicio del derecho civil a la libertad en materia confesionalidad del Fundamentales, donde religiosa, Estado, se regula cuestión define, ya su compatibilidad proclamada indeleblemente, su en las con la Leyes confesionalidad católica. Si bien es cierto que esta Ley permite a otras creencias realizar actos religiosos, amén de otras actividades dentro del marco jurídico legal, no supone una libertad completa. Ciertas minorías, como los protestantes, deben inscribirse como asociaciones sujetas a muchas limitaciones. En un informe elevado a la comisión de libertad religiosa del ministerio de Justicia aparecen denuncias del colectivo en Albacete: ―[…] los protestantes rechazan la Ley. La Convención Bautista, últimamente celebrada en Albacete habrá contribuido a robustecer esta impresión‖190. La jerarquía arguye que se trata de una ley a todas luces en clara contradicción con la declaración conciliar. Sin embargo, cuando en el acto de presentación del documento La realidad católica en España los periodistas preguntan a José Guerra Campos, si la nueva Ley no guarda los preceptos conciliares, el obispo responde: ―Es imposible demostrar que la ley sea 190 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10670. En referencia a los protestantes, y la defensa a ultranza de la confesionalidad católica del Estado, existen numerosos antecedentes del que fuera arzobispo de Toledo, el cardenal Pedro Segura quien, en 1952, observa una invasión de lo público por la publicidad protestante: ―[…] se está violando de continuo la ley de la Unidad Católica española, por medio de la propaganda hablada y escrita que tiene lugar fuera de sus templos (protestantes), o sea fuera del culto privado, con gravísimo detrimento para la Religión Católica, que es la del Estado. En su virtud, se debe denunciar a los poderes públicos y éstos están en el deber estricto de prohibir, cohibir y aún castigar, según sus leyes, esta propaganda, así como las predicaciones de los llamados ‗pastores protestantes‘ que se hacen fuera de sus templos…‖. Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Sevilla (BEAS), año 1952, p. 739. 144 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón anticonciliar‖191, si bien ya habla de una pérdida de trato al grupo religioso más importante y decisivo del país: ―[…] un Estado puede preferir una religión aun cuando sus habitantes se repartiesen en diversos grupos religiosos, si estima, por ejemplo, que favorece de manera más eficaz el desarrollo social del país […] era, al fin y al cabo, un servicio prestado a todo un país, y no una excepción en provecho de un grupo de personas […] porque dicho grupo si se considera que constituye una religión, es el vehículo de un servicio que el Estado cree poder y deber ofrecer a todo el país, y en cuanto tal no es un privilegio‖192. Pocos meses después de la aparición de la Ley, la CEE hace público Exhortación sobre libertad religiosa (22-1-1968), un texto reduccionista de la declaración conciliar, donde requiere su necesario reconocimiento en el ordenamiento civil, y explicando el verdadero sentido sobre el derecho civil que el Estado tiene obligación de tutelar, sin intervenir en las decisiones religiosas de los ciudadanos, considerando su vida religiosa, libremente ejercida, como una parte importante del bien común. De las manifestaciones que surgen en la cúpula de la Iglesia española se desprende que los obispos la juzgan a dos bandos; unos refrendando la nueva Ley y evitando que sus efectos prácticos lleven a situaciones 191 Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 363. Más adelante recoge una frase del obispo que revela cómo se impone la mayoría, contraria a los preceptos de Roma, frente al texto alternativo de la minoría aperturista, ―que los obispos han evitado abordar en forma colegiada‖. Ibídem, p. 388, nota 53. 192 Ibídem, p. 356. 145 ―La otra Transición de la Iglesia… perjudiciales a la propia Iglesia católica, y otros llevando a cabo una clara campaña por aminorar el sentido de la Ley. Es el caso de Laureano Castán, obispo de Sigüenza-Guadalajara, que atribuye a la Ley cierto ataque sobre los ―débiles en la fe‖ y la aparición de los protestantes en la provincia: ―[…] No podemos dejar de mencionar los problemas que plantea ineludiblemente la Libertad religiosa. Este derecho, reconocido por el Vaticano II y aceptado por la Ley civil española, de los individuos y grupos sociales a que ‗en materia religiosa ni se obligue a nadie a obra contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, en privado y en público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos‘. ¿Es siempre bien comprendido y practicado? ¿Hasta qué punto respeta estos límites un proselitismo ejercido sobre los pobres o débiles en la fe? No es un secreto la propaganda realizada por algunos grupos religiosos, que no siempre brillan por su sentido ecuménico. Bastantes de nuestras parroquias han recibido visitas de esta clase, con venta de folletos, ediciones de la Biblia, etc. Es conocida la instalación de algún grupo protestante en la Capital de la provincia‖193. Por su parte, José Guerra Campos mantiene, en Confesionalidad Religiosa del Estado (1973), continúa manteniendo que la relación de privilegio del catolicismo con el Estado, frente a otros credos, debe perpetuarse en el tiempo, pues la confesionalidad del mismo no entra en contradicción con lo aprobado en el Concilio: 193 Castán Lacoma, L.: ―Exhortación pastoral sobre la Semana de oración por la Unidad‖, Boletín Oficial del Obispado de Sigüenza-Guadalajara (BOOSG), núm. 2200, abril, 1971, pp. 215-216. 146 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Ahora, antes de recordar en forma positiva la enseñanza de la Iglesia, es necesario apartar del camino una interpretación equivocada del Concilio Vaticano II. Hay quienes propalan que el Concilio, al defender la libertad religiosa, ha excluido la confesionalidad o, al menos, invirtiendo la posición tradicional de la Iglesia, la mantiene sólo como una hipótesis poco deseable‖194. El obispo apostilla que el principio legal de confesionalidad ha sido aprobado dos veces en referéndum en los últimos veinte años: ―[…] antes y después de la declaración conciliar sobre libertad religiosa‖195. 194 Guerra Campos, J.: Confesionalidad religiosa del Estado. Equívocos y una interpretación infundada del último Concilio, conferencia impartida en la Asociación de Universitarias Españolas de Madrid y en la Cátedra de Francisco Suárez de Bilbao, en Cuadernos de Teología de la Facultad del Norte de España, revista Burguense, 14-2-1973, pp. 393-413, editada posteriormente en el BOOC, núm. 13, noviembre de 1973, pp. 491-515; también en Ed. Hermandad Nacional Universitaria, Madrid 1973. Sus justificaciones sobre el porqué de esa acción ―didáctica‖ están en el BOOC, año 1976, bajo el título ―Relaciones institucionales entre la Iglesia y el Estado‖, pp. 37-39. 195 Ibídem. Se refiere a los Principios del Movimiento Nacional, Art. 2º ―La nación española considera como timbre de honor el acatamiento de la ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación‖; Fuero de los Españoles, Art. 6º, tras su nueva redacción en 1966 para acomodarlo a la declaración del Concilio Vaticano II, con aprobación de la Santa Sede y con el dictamen favorable de la Conferencia Episcopal: ―[…] La profesión y práctica de la Religión Católica, que la del Estado Español, gozará de la protección oficial. El Estado asumirá la protección de la libertad religiosa, que será garantizada por una eficaz tutela jurídica que, a la vez, salvaguarde la moral y el orden público‖ (cfr. Discurso del Jefe del Estado ante las Cortes, 22 de noviembre 1966); así como la Ley de Sucesión, de la que el autor destaca que todos debieran releer, de su Art. 1º: ―España, como unidad política, es un Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición se declara constituido en Reino‖. Ibídem, p. 503. 147 ―La otra Transición de la Iglesia… Vicente Enrique y Tarancón destaca, en 1978, el ímprobo esfuerzo y desgaste que supuso para la Iglesia aquel debate: ―[…] no se trataba solamente de renovar la conciencia de nuestra iglesia y de nuestros cristianos sino que había que arrostrar también la necesaria crítica de nuestra misma tradición histórica, algunos de cuyos elementos como la unidad católica y la confesionalidad del Estado se consideraban todavía como presupuestos y elementos integrantes del ordenamiento político entonces vigente‖196. 196 Conferencia en el Club Siglo XXI (28-6-1978). Enrique y Tarancón, V., González, M. y Jubany, N.: ―La Iglesia en España hoy‖, en Iglesia y política en la España de hoy…, Op., cit., p. 67, texto de la conferencia en el Club Siglo XXI (22-5-1979). Sobre el mismo asunto: Vid. Mostaza Rodríguez, A.: "Régimen de confesionalidad y de laicidad o separación: valoración y perspectivas", Miscelánea Comillas, v. 35, nº 66, 1977, pp. 39-75. 148 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 149 ―La otra Transición de la Iglesia… Capítulo II. La presión de las bases hacia una “Transición eclesial” en CLM II.1. La temprana combatividad de los movimientos obreros de AC de Albacete contra del régimen El interés de la Iglesia por elevar a categoría de Estado los asuntos sociales se ven reflejados en algunos de sus documentos. A finales del siglo XIX recuerda a los gobiernos del orbe sus deberes a la hora de atacar aquellos aspectos que generan las desigualdades (Encíclica Rerum Novarum de León XIII, 1891). Todo, eso sí, en un marcado discurso moderado donde se apela a una repartición equitativa de las cargas, abogando por el desarrollo del progreso en industria y comercio para ―mejorar grandemente la suerte de la clase obrera‖, y evitar con ello el intervencionismo (la amenaza socialista). En España se vive un momento de irreligiosidad ascendente en el campesinado. La jerarquía opta por instar a la creación de cooperativas rurales a través de AC, una organización que servirá de instrumento controlador de posibles desviaciones -y baza negociadora con el Estado-, agrupando en sus bases un movimiento de masas que se mantenga alejado de movimientos democráticos o socialistas197. 197 Hermet, G.: Op. cit., pp. 213-217. Como analiza Esdalie: ―[…] Rerum Novarum constituyó una nueva vía para los católicos españoles que estaban convencidos de que la difusión de la ‗irreligiosidad‘ debía combatirse por otros medios que limitarse a extirpar las doctrinas impías, reforzar la moralidad cristiana y alentar la devoción popular. Bajo el impulso de la organización laica conocida como Acción Católica, se realizó un gran esfuerzo para llegar al 150 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Como afirma Carmona Fernández, desde el catolicismo social la Iglesia promueve la participación y creación de sindicatos y partidos con el fin de que los católicos puedan reafirmar, y hacer resurgir, los valores cristianos, ampliando la presencia de la institución en el ámbito público198. Pero la Iglesia no es un bloque homogéneo sin fisuras en sus planteamientos. A partir de los años cuarenta del siglo XX, y a pesar del control de la jerarquía sobre AC, sus movimientos obreros, inicialmente HOAC y JOC, optan por la praxis en defensa de las mejoras laborales de los trabajadores, anteponiéndolo como objetivo a la evangelización tradicional, superando a la Iglesia como institución. Los primeros conflictos derivados de ese interés por las ―cuestiones terrenales‖ generan recelos en el régimen199. campesinado del norte de España, aun mayoritariamente católico, mediante actividades la formación de cooperativas rurales. Como estas iniciativas iban combinadas con una denuncia constante de los males del liberalismo, el descontento con el caciquismo se intensificó sobremanera. En suma, en 1898 gran parte del norte de España asistía a todo tipo de protestas de cariz antiliberal. Con todo, el movimiento tuvo menos resonancia de la que parecía merecer, pues los pequeños propietarios movilizados en muchos casos no eran sino instrumentos de la Iglesia católica o de la elite terrateniente‖. Esdalie, CH. J.: ―Historia de España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, p. 173, en Lynch, J. (Coord.): Historia de España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona, 2009. 198 Carmona Fernández, F. J.: ―Cristianismo, laicismo y laicidad‖, en Historia del Cristianismo IV. El mundo contemporáneo, del autor, Trotta, Madrid, 2010, pp. 19-26. 199 Desde 1940 algunas bases estudian la necesidad de organizar, dentro de ACE, el apostolado obrero. Los embriones de las HOAC hay que buscarlos en las asociaciones católicas, como la Hermandad Ferroviaria de Santa Teresa en Madrid, fundada en 1941. Hermet, G.: Op. cit., pp. 228-232. En mayo de 1946 los obispos acuerdan la fundación de la HOAC como movimiento especializado para los obreros adultos. Ignacio Zulueta es su primer consiliario, junto a Santiago Corral; éste último ofrece a Guillermo Rovirosa desarrollarla. La JOC, tiene su origen en 1924, por el sacerdote belga, después cardenal, Joseph Cardijn, con 151 ―La otra Transición de la Iglesia… Numerosos militantes católicos optan por significarse en el plano social y político, junto a miles de ciudadanos que no encuentra válido el sistema de democracia orgánica instaurada con la Ley del Referéndum Nacional (1945), con la que se quiere dar un barniz al sistema corporativista patente200. Esta movilización, a juicio de Javier Tussell, no supuso que AC continuara siendo mera comparsa del régimen: ―[…] Por fin existía un catolicismo que, mediante la afiliación a este tipo de organizaciones de apostolado daba la sensación de querer un protagonismo en la vida nacional. Sin embargo la realidad es que no sirvió el fin de perseguir la precariedad e inseguridad de los trabajadores, la falta de un porvenir para sus hijos, y con ello evitar la exclusión social y violencia. HOAC y JOC contarán en sus filas con militantes de la izquierda y organizaciones sindicales de clase clandestinas. En 1947, cuando en Vascongadas (País Vasco), se crea el Consejo Vasco de Resistencia Sindicalistas de UGT, CNT y STV (la católica y nacionalista Solidaridad de Trabajadores Vascos) y se induce a la huelga, sus líderes son duramente represaliados, por lo que muchos seguidores optan por infiltrarse en los cauces asociativos de HOAC y JOC. Sus militantes están presentes en los inicios de las Comisiones de Fábricas (Euskadi, 1956), precedente de las Comisiones Obreras (CCOO) de Asturias (1962). Sobre JOC en el País Vasco, Vid. González de la Cruz, J.: Del compromiso social al obrerismo nacionalista: la JOC durante el franquismo en el País Vasco, VI Jornadas de Estudios Histórico Locales: El Trabajo en Euskal Herria, Cuadernos de Historia-Geografía (30), Donostia-San Sebastián, pp. 273-281. 200 El corporativismo franquista permite la participación política a través de las corporaciones sociales tradicionales como la familia, el municipio, el sindicato (alejado de clase), organizaciones eclesiásticas o el partido único, en el plano estrictamente político. La esencia del poder procede de Dios que lo deposita en la comunidad para que ésta lo delegue en quien procure el bien común; todo hombre tiene derecho a participar en las decisiones colectivas, pero como miembro de la comunidad, por lo que queda excluido el sufragio universal y los partidos políticos. En el artículo dos de los Principios Fundamentales del Movimiento se dicta el compromiso a acatar las normas doctrinales de la jerarquía católica. 152 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón para eso. La Acción Católica en muchas ocasiones se quedó en comparsa de esta omnipresencia del mundo católico en la vida pública‖201. No opina lo mismo Rafael Díaz-Salazar quien ve en esos inicios el germen de una nueva cultura política de izquierdas, que luego se conforma en nuevos cauces de participación, a través de nuevos grupos religiosos u organizaciones202. Lo que sí es cierto es que en el ámbito interno de la institución comienza a resquebrajarse su unidad, por lo que conviene analizar, como dice Cárcel Ortí, el enfrentamiento que se produce en el cuerpo de la misma, durante el largo periodo de desestabilización del régimen que ahora se inicia203. 201 202 Tusell, J.: Los hijos de la sangre. La España de 1936 desde 1986. Madrid, 1986, p. 182. Según Díaz-Salazar: ―[…] si se analizan detenidamente la ideología, la teoría y los planteamientos de las nuevas organizaciones de izquierda que surgen en el franquismo impulsadas por personas religiosas (por ejemplo, USO, las primeras CCOO, FLP, AST-ORT, SOC, COAG, primer movimiento pacifista, primer movimiento ciudadano, primer movimiento de cultura popular, primeras ONGs de solidaridad con el Tercer Mundo, movimientos nacionalistas…) pueden detectarse rasgos específicamente cristianos, traducciones sociopolíticas de valores propios de la cultura religiosa del cristianismo emancipatorio. No existe, por supuesto, una traslación mecánica del texto evangélico a la nueva ideología política, pero sí existe una influencia muy directa de la cultura religiosa evangélica en determinada cultura política antifranquista‖. Díaz-Salazar, R.: ―Política y religión en la España contemporánea‖, REIS, núm. 52, 1990, p. 70. 203 Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 23. El texto recoge otras referencias: ―[…] las pastorales de Tarancón, en los años cincuenta, siendo obispo de Solsona; las inquietudes de intelectuales católicos como Aranguren y sus ‗Conversaciones de Gredos‘; los movimientos obreros de Acción Católica, ‗semillero de izquierdismo‘ […] y el 153 ―La otra Transición de la Iglesia… Los movimientos consiguen, en la reunión de presidentes diocesanos de AC (La Granja, Segovia, 1955), el espaldarazo definitivo a la especialización, una cuestión que había deteriorado las relaciones con su compromiso social y político de algunos clérigos que daban protección a la resistencia contra el Régimen y que participaron activamente en ella‖. El mismo autor precisa en otro texto: [...] surgieron ya en la década de los 50 posturas activamente críticas respecto al régimen vigente, desde motivaciones de fidelidad al Evangelio y a sus exigencias, promovidas primero por minorías principalmente juveniles de movimientos apostólicos y más tarde y gradualmente a través de sectores cada vez más amplios de cristianos, incluso obispos y sacerdotes‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 32-36. Enrique y Tarancón, obispo de Solsona, es tildado de ―rojo‖ por una pastoral de 1951 que sienta las bases de un comunicado de la Conferencia de Metropolitanos, reivindicando un salario decente para los trabajadores, al tiempo que denuncia la especulación. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 112-114. Algunos obispos ven en estas opciones una ―deserción‖, síntoma del debilitamiento de la fe y la moral en el pueblo español. El propio Tarancón envía una carta a los sacerdotes de su diócesis, preocupado por la situación: ―[…] El ambiente de cruzada y de reacción contra el laicismo no ha cuajado en nuestro pueblo […], la moralidad iba descendiendo antes de la guerra y ha dado un bajón terrible después de la misma‖. Martín Patino, J. M.: ―La Iglesia de la transición‖…, Op. cit., p. 226. Es un momento en el que, según Callahan: ―[…] La política social volvía a aparecer como una de las mayores preocupaciones de la Iglesia‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 317. Según Martín Patino: ―[…] Dos decenios antes de la muerte de franco, los movimientos obreros de la Iglesia consiguen cambiar el signo de las demandas y servicios entre los sistemas eclesial y político […]. Curiosamente como observa Ruiz Rico (1978) ‗aunque las transacciones entre el sistema eclesial y el político (durante el decenio de los cincuenta) discurren por cauces relativamente cómodos, en el interior de cada uno de estos sistemas se están produciendo una serie de transformaciones…‘. Hasta la década de los sesenta no se manifiestan los conflictos internos de la Iglesia ni su enfrentamiento con el régimen franquista‖. Ibídem. Otro historiador que fija fechas para esa transformación en las bases es Feliciano Montero: ―[…] el proceso de ‗despegue‘ de la Iglesia católica respecto del Régimen franquista, que se opera en el plano de la Jerarquía en los cuatro últimos años del Régimen, pero que comienza en las bases católicas desde mediados de los años cincuenta‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 17. 154 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón jerarquía204. Un año después AC ve removerse sus cimientos con la reforma de sus Bases (de 1939), de las que destacamos algunos de sus principios: a) Asimilan la teología de Pío XII sobre el laicado, y son la línea más avanzada de la Iglesia. b) Se consagra la estructura organizativa de la especialización: los movimientos especializados estarán regidos por Comisiones Nacionales conectándolos con el órgano supremo rector de la rama correspondiente, siendo cada uno de los presidentes nacionales de Movimiento, vicepresidentes del Consejo Nacional de la rama. Por tanto se refuerza la unidad dentro de cada Movimiento, al conceder a las Comisiones Nacionales fuerza directiva sobre las unidades diocesanas, supuesta la aprobación del obispo (se subraya la subordinación a los obispos). c) Se eliminan las asociaciones adheridas, con lo cual se consuma un cierto ―cisma en el apostolado seglar‖, al quedar la AC como una asociación excesivamente singular. Se mantienen las asociaciones filiales como Cáritas Española, Manos Unidas y los Centros de Cultura Popular. d) Se plantea la responsabilidad de la AC respecto al bien temporal, proponiéndose sólidos principios, si bien en relación 204 Según el profesor Montero: ―[…] Si bien es cierto que las primeras especializaciones obreras habían provocado ya en 1951 los recelos y la censura de las autoridades del régimen (suspensión del periódico Tú, de la HOAC), y por ello, seguramente, la definición el estatuto jurídico de la ACE en el Concordato (de 1953) fue uno de los temas conflictivos en la fase final de la negociación.‖ Montero, F.: La Acción Católica y el Franquismo. Auge y crisis de la Acción Católica especializada. Madrid, Aula Abierta, UNED Ediciones 2000, pp. 34-35. 155 ―La otra Transición de la Iglesia… con la política hay una visión más restringida: ―[…] se mantiene por encima y al margen de los partidos políticos‖, si bien esto ―no quiere decir que sus miembros, individualmente, deban desentenderse de toda acción política‖. e) Se introduce un cambio radical en el método de formación apostólica en conformidad con la metodología de los movimientos especializados (método de encuesta-revisión de vida). Con estas premisas surgen, desde la jerarquía, distintas vías para relacionarse con los movimientos de AC y los seglares. Vicente Enrique y Tarancón, entonces obispo de Solsona, sostiene que deben potenciarse los ―centros especializados‖ en el plano parroquial, sobre una base territorial supraparroquial, potenciando la comarcalidad y regionalidad. Laureano Castán, obispo de Tarragona, recela del peligro de la creación de esas direcciones regionales: ―[…] Actualmente las directrices que vienen de los organismos centrales, ya son a veces un poco ‗interferidas‘. Acaso esas direcciones regionales fueron más bien una barrera para la verdadera unidad nacional de AC tan querida por los Papas […]‖205. Respecto a la potenciación de la ―especialización‖, para Castán ya estaba suficientemente reconocida y encauzada en las anteriores bases. HOAC, JOC (con actividad independiente desde el congreso de Valladolid de 1956, llegando a movilizar más de 150.000 militantes en toda 205 Montero, F.: La Acción Católica y el Franquismo… Op. cit., pp. 37-38. 156 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón España206) y Juventud Estudiante Católica (JEC)207, encuentran el terreno abonado en una juventud concienciada en la insolidaridad con el pasado, la sinceridad agresiva, el afán desmedido de autenticidad, el tecnicismo, la honda preocupación social y la excesiva confianza en sí mismos. Además los Movimientos se convierten en ―refugio‖ para militantes de izquierda en la clandestinidad, donde expresar sus ideas bajo la complicidad de sacerdotes, militantes provenientes de aquellos en su juventud, y eludir la acción represora del régimen que no puede prohibir supuestas convocatorias de índole religiosa, realizar arrestos o desalojos por la policía sin el consentimiento de los obispos, gracias al privilegio derivado del Concordato 206 Martín Patino, J. M.: ―La Iglesia de la transición‖, en Memoria de la Transición, El País, Madrid, 1995, pp. 224-225. Es tal la fuerza que ejerce sobre la cúpula de la Iglesia que, en 1961, el obispo de Bilbao, Pablo Gúrpide, un prelado de opiniones conservadoras, critica ante la JOC al gobierno por no incrementar el salario de los trabajadores. Ese mismo año, Juan XXIII rubrica la encíclica Mater e magistra, todo un llamamiento a la justicia social. 207 El movimiento Juventud Universitaria Masculina de Acción Católica (JUMAC) y la JUFAC (femenina), nacen en el curso 1946-47. Junto a Juventud de ACO (JOAC), con raíz de los estatutos de 1939 previos, por tanto, a la ―especialización‖, viven su transición de JUMAC a JEC tras los nuevos estatutos de 1959. Hasta la crisis de 1967 su modelo se enmarca en: ―[…] la lucha por un sindicato democrático de estudiantes, y de forma global, por la apertura de un proceso de democratización‖. Montero, F. (Coord.): (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997), JEC, Madrid, 1998, p. 16. JEC y el IMCS (International Movement of Catholic Students) se crean, a movimientos católicos estudiantiles, nivel grupo europeo, fundador en 1921, como de Pax Romana federación de (organismo los para reconciliar países divididos tras la I Guerra Mundial). Actualmente, Pax Romana está integrada por ICMICA (International Catholic Movement for Intellectual and Cultural Affairs). La Coordinadora Europea del JECI-MIEC (IYCS-IMCS) promueve procesos de educación intercultural y la participación en la vida social y política de los jóvenes con la Iglesia. 157 ―La otra Transición de la Iglesia… vigente. Las claves por las que se consiguen esos espacios de ―libertad intraeclesial‖ se deben, según Piñol: ―1. Su sensibilidad eclesiológica e histórica, atenta a las corrientes progresistas europeas, incluso antes del Vaticano II y a los signos de evolución que ya se manifestaban en la sociedad española. 2. Un realismo evangélico capaz de superar tanto el purismo estéril como el colaboracionismo cómplice de la epopeya nacionalcatólica y, a la vez, de sacar partido del instrumento concordatario –un Concordato que paradójicamente perseguía objetivos de signos absolutamente contrarios- en beneficio de toda la sociedad‖208. La situación, de represión en muchos campos, en el país va haciéndose insoslayable, por lo que se eleva la tensión en la calle. Ahora bien, tal sensibilización social encuentra distintos grados de seguimiento, según la realidad histórica, social y política de cada contexto209. 208 Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 22. Ibídem, pp. 22-24. Piñol añade: ―[…] Es verdad que los golpes de báculo fueron innumerables pero también lo es que la relativa libertad de ciertas minorías seglares se explicaba por la curiosa mentalidad patriótico-castrense de numerosos obispos oficialistas. Ellos consideraban sólo ‗clase de tropa‘ a los seglares, aferrándose a la idea jerárquica de que si ‗cerraban filas‘ los clérigos imperaría ipso facto el orden y la disciplina en sus diócesis […]‖. Ibídem. 209 Piñol argumenta: ―[…] La suerte de los seglares con inquietudes y que no comulgaban con los mitos del nacionalcatolicismo fue distinta según las diócesis y las regiones. En todo caso, partían con ventaja respecto de los sacerdotes y religiosos porque su lectura de los signos del tiempo se adelantó al menos en un decenio a la de la mayoría de los clérigos. Además, quienes empezaron a militar en algunos movimientos laicales y en los de jóvenes de la AC especializada, adquirieron pronto el coraje de resistir ante las presiones de los adultos de AC y de los obispos que seguían profesando el credo nacionalcatólico puro. Hoy asombra la 158 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En CLM, la militancia de las bases católicas ha sido valorada, hasta aquí, como un mero conglomerado social con un alto componente de ―seguidismo‖ al poder -por tanto también a la Iglesia-, donde apenas son importantes los movimientos reivindicativos y la conflictividad social que desencadenan. El control ejercido por los obispos de las diócesis castellanomanchegas, de gran calado conservador, supone una de las indudables represas que coartan tales iniciativas210. En el caso de Albacete, que viene a contradecir en parte ambas premisas, los movimientos obreros y especializados de AC se instauran y evolucionan, en gran medida, por la autonomía cedida por el obispo Arturo Tabera Araoz, quien permanece en la diócesis hasta 1969. En un ambiente de adaptación postconciliar, y con su hombre de confianza como consiliario de AC, José María Larrauri Lafuente, el obispo mantiene un llamativo ―entendimiento‖ con los Movimientos211. El propio obispo ha avalado en los tenacidad de pequeños grupos de laicos, ya durante los años cincuenta, y lo hicieron al margen o a pesar de los obispos‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 22. 210 Vid. Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit..., y Sartorius, N. y Alfaya, J.: Op. cit. 211 José María Larrauri, que luego fuera obispo de Vitoria (1979-1995), llega a Albacete en 1950 donde ejerce como canciller secretario del Obispado, director del Secretariado Diocesano de Misiones, consiliario diocesano de Jóvenes de AC, además de rector y profesor del Seminario Mayor. En 1970 acompaña a Tabera como obispo titular de Ofeno, y auxiliar del Cardenal en Pamplona, hasta 1974, cuando, a propuesta de la CEE, es nombrado director de las Obras Misionales Pontificias. Sobre el tándem entre Tabera y Larrauri, F. J. Fernández opina: ―[…] Le tocaron (en referencia a Tabera) los días del Concilio y en los que el Papa quería el desenganche de la Iglesia de España de la situación política. Y jugó ambas bazas 159 ―La otra Transición de la Iglesia… años cincuenta, a HOAC, que se nutre principalmente de los trabajadores de la ―Maestranza Aérea‖, de la base militar de Los Llanos)212. El crecimiento del Movimiento es imparable en Albacete a partir de 1960. En ese mismo año, la memoria del gobierno civil califica de ―discreta‖ la acción política comunista, ya que según sus fuentes apenas se observa ―actividad que merezca ser mencionada‖, pero de HOAC destaca sus críticas al régimen, sus reivindicaciones sobre la mejora en las condiciones laborales de los trabajadores, al tiempo que denuncia la infiltración de marxistas en sus filas: ―[..] La H.O.A.C. es la que ha desplegado una mayor actividad propagandística cerca del elemento obrero, la que aun cuando en apariencia se refiere a la formación moral y religiosa del mismo, es lo cierto que en sus intervenciones orales o escritas dirige duras críticas contra el sistema social con evidente éxito personal pues llegó al cardenalato. Pero significó un muy mal comienzo para la diócesis con el clero revolucionado, enfrentado y politizado. A la espera del premio prometido, o esperado, nombró vicario general a un sacerdote todavía más progresista que él, pues pienso que el claretiano lo aparentaba más que lo sentía, y más politizado que él. Y creo que también podríamos decir lo mismo de su politización que de su progresismo‖. Fernández de la Cigoña, F. J.: ―El parto de Albacete‖, http: //blogs.periodistadigital.com/laciguena, 9-8-2006. 212 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 39, recogido del BOEA, núm. 5-6, 1957, pp. 99-106. En vísperas de la celebración de la asamblea nacional del Movimiento de ese año, el propio Tabera incita a que asistan representantes locales. Para ello, encarga al consiliario de la Hermandad Ferroviaria que se desplace a dicha asamblea. El primero de mayo de 1957 Arturo Tabera respalda el discurso de Plá y Deniel: ―[…] No siente, por tanto, con la Iglesia quien no le reconoce el derecho de formar Hermandades Obreras para el apostolado obrero, al igual que Asociaciones Patronales para el apostolado patronal…‖. Ibídem. 160 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón actual, censurando disposiciones en materia laboral y demostrando una franca oposición a la organización sindical, todo lo cual produce la excitación consiguiente en gente no preparada para enjuiciar adecuadamente tal problema político, máxime si se tiene en cuenta que muchos de los que integran la H.O.A.C. proceden del campo marxista y encuentran en la organización si no una libertad absoluta sí un ambiente propicio para fomentar el odio hacia las clases superiores, creando de esta forma un descontento que aprovechan para sus propios fines políticos‖ 213. 213 Sánchez Ortega, D.: ―Una aproximación al estudio de la oposición al franquismo en Albacete‖, II Congreso de Historia de Albacete. IV Edad Contemporánea, Albacete, IEA, 2002. Sus observaciones se desprenden del análisis del Archivo del Gobierno Civil de Albacete (AHPGCA). Según Martínez Hoyos los comunistas mantienen un enfrentamiento abierto con la religión, aunque con matices: ―[…] El propio Congreso del PCE (1954) cuenta con la participación de la Pasionaria que se encarga de recordar cómo la propaganda atea del partido se justificaba porque la fe iba en contra de la ciencia y el progreso, además de constituir una herramienta de la oligarquía para explotar a los obreros […]. El ateísmo, sin embargo, no era condición necesaria para ingresar en el PCE, pensando que el obrero o campesino abandonarían sus creencias de fe cuando conocieran el fondo de la ideología comunista y desarrollara su conciencia de clase […]‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., pp. 24-26. Según Basilisa López la HOAC: ―[…] había logrado distanciarse de la óptica catequética que alejaba a los obreros de la Iglesia, despojándolos de su cultura y signos de identidad. Había conformado un modelo de presencia que huía de la tentación de acercarse al mundo creando ‗obras cristianas‘, dando servicios, articulando sindicatos, apoyando a partidos católicos. Pero ese modelo de presencia seglar, plural en la concreción del compromiso y decididamente aconfesional, tenía sus limitaciones y sus riesgos; temporalismo, dualismo, prácticas de suplencia, problemas ante el pluralismo de opciones sociopolíticas, desequilibrios entre la formación espiritual y la formación técnica eran algunos de los problemas que exigían una solución que era vital para la propia evolución y adecuación de la HOAC a las circunstancias externas cambiantes‖. López García, B.: Op. cit., p. 268. 161 ―La otra Transición de la Iglesia… En lo que se refiere a JOC, el Movimiento aparece en Albacete en abril de 1951, en la parroquia de San José214. En junio, tan sólo dos meses después, se celebra la imposición de insignias de la rama femenina, JOFAC (de la que es su primera presidenta Isabel Moraga, quien permanece en el cargo nueve años, hasta que le sustituye Agustina Montesinos). En noviembre de 1955, el Movimiento está creciendo y el consiliario nacional de JOC, Mauro Rubio, participa en la asamblea diocesana de hombres de AC215. Al año siguiente celebran, conjuntamente con HOAC, la festividad del primero de mayo. Su consiliario provincial, Emeterio Rodríguez, comparte el acto con otros miembros y, como no puede ser menos en esos momentos, con el resto de autoridades del régimen (durante algunos años se les une la Hermandad Ferroviaria). Entre 1960 y 1970 figura como presidente diocesano de JOC José María Roncero, quien acude a los congresos nacionales de Valencia, Bilbao, Oviedo y Barcelona (en 1964 asiste al primer Rally Europeo de JOC). Los militantes de JOC y HOAC generan una densa red social en la que participan trabajadores, vecinos, y jóvenes de distintos estratos sociales, que comparten experiencias organizadas desde los en clubes distintas actividades, parroquiales-, que -principalmente propician la homogeneización de estos grupos con problemática común. Se denuncia la injusticia en las condiciones laborales, sociales y económicas de muchas 214 BOEA, núm. 3, 1951, p. 150. 215 El domicilio social pasa de la calle de la Feria, número 17 a Ríos Rosas, donde monseñor Tabera les cede un local, para luego trasladarse a Doctor Fleming. Sus consiliarios serán, por este orden, Ricardo y José Antonio López Collado. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 145. 162 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón capas del país ajenos, en ocasiones, al papel real que están protagonizando, siguiendo la teoría sobre los vínculos sociales de Florence Passy: ―[…] son unos de los mayores canales a través de los cuales los potenciales activistas son conectados con una oportunidad para la participación‖216. En 1960 proponen candidaturas alternativas a las oficiales en las elecciones sindicales, y muchos militantes de los Movimientos colaboran con el PC y otros partidos de izquierdas clandestinos217. JOC va adquiriendo un 216 Passy, F.: ―Social Networks Matter. But How? En Diani, M. (Ed.): Social Movements and Networks: Relational Approaches to Collective Action. Oxford University Press, 2003, p. 30. De aquellos encuentros en las parroquias surge en Albacete, entre otras iniciativas el cineclub ―Buñuel‖ donde se dan cita católicos avanzados, comunistas, y estudiantes que llegan a sumar, ya en 1976, cerca de 300 socios. El profesor López Villaverde resalta la importancia de la parroquia como centro neurálgico de encuentro en la trayectoria del devenir de los Movimientos, más allá del relato canónico sobre la contribución de la Iglesia a la transición democrática: ―[…] están surgiendo otras lecturas en claves menos ideológicas, que subrayan el papel más difuso, pero no menos influyente, de la parroquia. Los aún escasos pero interesantes estudios empíricos al respecto apuntan a que los recursos humanos, físicos y culturales de algunas parroquias contribuyeron al desarrollo de movimientos vecinales –no necesariamente de carácter confesional-, (como veremos más adelante en algún caso) que revitalizaron la sociedad civil del tardofranquismo, proporcionando espacios, repertorios de símbolos y tradiciones culturales así como nuevas oportunidades de sociabilidad, que resultaron de gran interés para un futuro marco de libertades‖. López Villaverde, Á. L.: El poder de la Iglesia en la España contemporánea..., Op. cit., pp. 155-156. El autor cita a Radcliff, P.: ―La Iglesia católica y la transición a la democracia. Un nuevo punto de partida‖, en Boyd, C. (ed.): Religión y política en la España contemporánea, CEPC, Madrid, 2007, pp. 209-228 y Martín García, Ó. y González Madrid, D. A.: ―La aportación católica a la crisis del franquismo y a la construcción de una sociedad democrática. Nuevas perspectivas desde el análisis micro‖, en Ortiz Heras, M. y González, D. A. (Coords.): De la cruzada al desenganche: la Iglesia española entre el franquismo y la transición…, Op. cit., pp. 291-315. 217 Hernández, A.: Op. cit., p. 48. El autor afirma que Felipe González, luego secretario general del PSOE y presidente del gobierno entre 1982 y 1996, participa en actividades de la 163 ―La otra Transición de la Iglesia… protagonismo en el mundo laboral albacetense, llegando a ser motor de una tímida movilización social, junto a otros actores, en las empresas provenientes de HOAC, principalmente en La Roda, Almansa, Caudete, Hellín y Villarrobledo. A nivel nacional, la implicación sindical de muchos militantes de JOC supone el embrión de la creación, durante su primer congreso, de Unión Sindical Obrera (USO), en ese mismo 1960, y VOJ218. JOC, para luego participar en la acción política desde Izquierda Demócrata Cristiana, con Manuel Giménez Fernández, en 1961. Ibídem, p. 217. La JOC española sigue un proceso paralelo a la belga y francesa en los años veinte. Se trata de una evolución desde el anticomunismo a la participación de sus militantes en partidos de extrema izquierda. Como ha señalado María del Carmen García-Nieto: ―[…] es el de las interacciones que dan entre el discurso católico y el político sindical, especialmente la confrontación y/o diálogo con el marxismo y sus aportaciones mutuas‖. García Nieto, M. C.: ―Participación en partidos y sindicatos‖, XX Siglos, núm. 16, 1993, pp. 98-108. En el caso de Albacete, la policía detiene a algunos militantes de JOC albaceteños: ―[…] hubo detenidos y la policía nos observaba como si fuéramos sospechosos, debido a nuestras labores sociales de formar parte de una organización política de izquierdas‖. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 146. 218 VOJ tiene su origen en las Congregaciones Marianas (1954). Los jesuitas también se plantean trabajar con el mundo obrero desde JOC y HOAC o centros de Congregaciones Marianas. El jesuita Luis María Granda, director de la Congregación, y consiliario de la JOC, comienza a tener problemas con los consiliarios asignados al movimiento y funda el centro Vanguardia Obrera Social (VOS) de Madrid, y VOJ. En la época de máxima expansión se dan grupos de cierta importancia en Madrid, Asturias, Galicia, País Vasco, Castilla-León y Extremadura. Vid. Kanzaki, I.: ―Vanguardia Obrera: Un movimiento apostólico obrero durante el franquismo‖, Sociedad y Utopía, núm. 4, 1994, pp. 47-58. 164 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En 1962 una cifra nada desdeñable de militantes, de JOC y HOAC, prioritariamente, participan en las huelgas de Asturias, País Vasco y Cataluña, reivindicando el derecho a la representación sindical219. 219 Los movimientos obreros confesionales facilitan, además, la publicación y distribución de una hoja volandera en la que se informa de lo que está sucediendo en las minas. El documento trata de clarificar los conflictos laborales desde la perspectiva de la doctrina pontificia, pero los presidentes de JOC y HOAC son sancionados a pagar multas de 50.000 pts. de la época. Díaz Salazar, R: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., pp. 210-212. Cuando en junio de 1962 se celebra en Múnich la reunión del Movimiento Europeo, al que asisten representantes de la legal Asociación Española de Cooperación Europea, estos exponen que, si España no evoluciona hacia un sistema democrático (instituciones democráticas y representativas, garantía de los derechos humanos y supresión de la censura gubernamental, reconocimiento de nacionalidades y regiones, libertad sindical y derecho de huelga, libertad de partidos políticos, etc.) el país no debería entrar en las instituciones europeas según solicita el gobierno. Será el denominado, por el periódico falangista Arriba, ―Contubernio de Múnich‖. Los presidentes de HOAC negarán su presencia en aquella reunión por la Circular 13/62, de 14 de junio, enviada a los Presidentes Diocesanos de la HOAC. Sobre la presencia de los católicos y comunistas en estos conflictos, el exministro de Franco, y luego presidente de AP, y de la Comunidad de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, señala: ―[…] Los grupos políticos que, hasta 1962, conversaron y llegaron a acuerdos sobre el periodo de transición, tuvieron buen cuidado de excluir de sus negociaciones y de la posibilidad de que en algún momento fueran agentes de la transición a los que llamaban partidos ‗totalitarios‘, entendiendo por tales al Partido Comunista y a Falange. Desde 1962, el supuesto de la exclusión de los comunistas comenzó a tambalearse, ante todo porque, tanto en el ámbito universitario como entre la clase obrera, los comunistas pasaron a ocupar una posición claramente hegemónica dentro de las distintas fuerzas de la oposición; pero además, porque entre la disidencia, la política de ‗diálogo‘ con la que los católicos –o un amplio sector de católicos- respondieron a la política de mano tendida iniciada por los comunistas, volvía cada vez más anacrónica la pretensión de excluir a éstos de las asambleas y movilizaciones de oposición al régimen‖. Fraga Iribarne, M.: Horizonte español, vol. 2, Ruedo Ibérico, 1972, pp. 234-235. 165 ―La otra Transición de la Iglesia… Estas revueltas tienen su reflejo en la región castellano-manchega donde muchos católicos recalan en el sindicalismo de clase, primero en las Comisiones de Fábrica, luego CCOO, como señala Pedro Oliver, siendo protagonistas en las principales revueltas de signo laboral: ―[…] Así se explica la relevancia política y social de algunos episodios de activismo sindical democrático, sobre todo las célebres protestas obreras de 1962 en la industrializada comarca de Puertollano (en donde se fundó la primera Comisión Obrera de Castilla-La Mancha), y la sucesión de luchas sindicales de principios de los setenta en algunas grandes empresas de Guadalajara‖220. Laureano Castán, nombrado ese mismo año presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), trata de aplacar a los católicos huelguistas, presionado por las quejas que llegan desde el gobierno sobre la ―disidencia católica‖. Numerosos informes del GE, así lo demuestran. Todo indica que la misión principal del obispo será, a partir de ahora, controlar las 220 Oliver Olmo, P.: ―El franquismo en Castilla La Mancha‖, CLM. Castilla-La Mancha. La Tierra del Quijote, nº 33, Toledo, 2004, pp. 38-43. La implicación sindicalista es imparable acercándose, a partir de 1964, a CCOO, relacionadas con el PCE, dentro de su estrategia de ―entrismo‖ para introducirse en las estructuras del sindicato vertical: ―[…] se sirvió (el PCE) del ‗entrismo‘ como estrategia opositora y en muchos casos supo aprovechar la figura de los enlaces sindicales y de los líderes campesinos y cooperativistas para promocionar las Comisiones Obreras en la región, sobre todo en Ciudad Real, corredor del Henares y Albacete‖. Ibídem. También hay militantes católicos en las filas en la UGT, identificada con el PSOE en la clandestinidad y se crean nuevas organizaciones como Solidaridad de Obreros Catalanes (SOC), o la Federación Sindical de Trabajadores (FST), inspirada por miembros de HOAC. 166 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón actividades políticas de HOAC y JOC, cuya primera consecuencia será el cese, en 1963, del consiliario nacional de HOAC, Tomás Malagón, originario de Ciudad Real221. El resto de movimientos de AC en Albacete, como JAC/F, se centran, originariamente, en jornadas y catequesis. A partir de 1961, bajo la presidencia de Rosa Garijo Belmonte, se inicia una evolución hacia la especialización en la línea de JOC. Otro movimiento femenino en Albacete, JEC/F cuenta esos años con Jesús Díaz como consiliario, y como presidenta a Carmina Belmonte. Sus continuadores son Remigio Megías y Ana María Landete. También cuenta con cierta implantación Juventud Independiente Católica (JIC), en sus dos ramas (masculina y femenina JIC/F), con 221 Según Montero: ―[…] la Jerarquía eclesiástica encargó al obispo Castán Lacoma el seguimiento y control de las actividades de la HOAC y la JOC. Los dos informes preparados por Castán revelan la preocupación por el avance del compromiso temporal y sus consecuencias políticas‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (19561975)…, Op. cit., p. 133. Los informes de Castán son analizados en Murcia, A.: Obreros y obispos en el franquismo…, Op. cit., pp. 313-320. Tomás Malagón, originario de Valenzuela de Calatrava (Ciudad Real), ejerce el sacerdocio en la diócesis de Ciudad Real donde funda la Hermandad Ferroviaria de AC, siendo consiliario de la misma desde 1944. Allí gana la plaza de canónigo (1948), y al año siguiente es nombrado rector del seminario menor. Como consiliario nacional de HOAC induce a la reforma de los métodos formativos, se orienta hacia la ―Encuesta‖, y de la identidad del movimiento, mientras en JOC se trabaja la ―Revisión de Vida‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 65. En 1972 Malagón es miembro, junto a Antonio Martín, también exconsiliario de HOAC, del equipo de representantes de las comisiones nacionales de AC -a petición de la CEAS-, para la elaboración de unas Orientaciones sobre Apostolado Seglar, orientaciones que se aprueban el 27 de noviembre de ese año. Fallece en Madrid en 1984. Sobre la Teología social y su relación con la naturaleza y la metodología de la HOAC, Vid. Fernández Casamayor, A.: Teología, fe y creencias en Tomás Malagón, HOAC, Madrid, 1988. 167 ―La otra Transición de la Iglesia… miembros de la AC Independiente222. Se dan grupos JIC/F interparroquiales en las parroquias de Fátima -con quince militantes y dos equipos de iniciación-, el Pilar -con veintisiete jóvenes-, Buen Pastor, S. Juan y Asunción, y en los pueblos de Almansa (con seis integrantes), Hellín (con dos equipos y diez jóvenes), además de Villarrobledo. También aparecen en Carcelén y Yeste las Juventudes de Acción Rural Católica (JARC)223, introduciéndose paulatinamente en Tobarra, Pozo Cañada, Alcalá del Júcar y Fuentealbilla224. José María Larrauri, consiliario 222 JIC se define como ―grupo sociológico formado por clases medias y la burguesía‖, siendo de los más numerosos al sumarse JIC/Femenina. 223 Los años de mayor actividad de JARC van de 1968 a 1974, y pronto se incorpora al Movimiento Internacional de Juventud Agraria y Rural (MIJAR). La formación de sus militantes parte del método marxista, para el análisis de la sociedad, y es crítico frente a las instituciones civiles y eclesiásticas, por lo que incomoda a la jerarquía. En las postrimerías del franquismo JARC genera las bases del sindicalismo agrario de izquierdas. 224 Según Carrilero: ―[…] En marzo de 1964 en un informe sobre la J.A.C.E. en Albacete, facilitado por D. Emeterio Rodríguez… funcionaban las comisiones de JIC, JOC y la JARC y estaba iniciándose el movimiento JEC. También existían en el seno del Consejo Diocesano la Delegación de Aspirantes, el Secretariado de Cursillos y la OAR. En el informe se valora la unión y compenetración entre los distintos movimientos, favorecidas ambas por tener un consiliario común y convivir en la misma casa. Se echaban en falta los dirigentes, pues sólo había un secretario y los presidentes de los movimientos, que eran vicepresidentes natos del Consejo. También se apuntan dificultades económicas. Se pedía un Viceconsiliario y se tenían esperanzas de que todo fuera consolidándose‖. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 151. 168 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón diocesano, intenta formar ACI (con casados), llegando a liberarse, como secretaria nacional, a Rosa Garijo225. El resto de diócesis de la provincia eclesiástica sigue una tónica de movilización de sus bases más tardía, y más reducida. De hecho, los Movimientos no comienzan a tener un presencia resaltable hasta finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. En la archidiócesis de Toledo, considerada desde el final de la guerra civil el principal reducto ultracatólico de España, son las asociaciones religiosas, con estatutos marcados por las principales fuentes del tradicionalismo, las que priman su presencia en los recintos religiosos226. Esta situación supone un freno para que HOAC y JOC, u otros movimientos, se implanten con fuerza en la que luego fuera capital castellanomanchega. 225 Ibídem. Sobre los apoyos de Tabera a los Movimientos: ―[…] El Obispo entregó al movimiento un coche (Dos caballos de la época), para facilitar el contacto de la Junta Diocesana con los grupos de base‖. Ibídem, pp. 148-149. 226 Muchas asociaciones reducen su actividad a catequesis pre-comunión, y charlas para los ―quintos‖ que se incorporan al servicio militar obligatorio, además de las obras de carácter benéfico. La Voz de Talavera, 22-1-1969. La toma del Alcázar de Toledo por las tropas del bando nacional (28-9-1936) es recordada por la Hermandad de ―Nuestra Señora del Alcázar‖, y los cadetes de la Academia de Infantería. La festividad se suprime, pero la Hermandad continúa celebrándola con carácter político y partidista, nombrando, en 1977, al cardenal Marcelo González ―Hermano de honor‖. Muchos pueblos mantienen la celebración de la ―liberación‖ hasta la muerte del dictador, como destacan los medios: ―Villaseca de la Sagra celebra el XXXVII aniversario de la ―liberación‖. El Alcázar, Madrid, 19-10-1973. Sobre los Movimientos reivindicativos en la archidiócesis Vid. Díaz Díaz, B. y Pacheco Jiménez, C.: ―Los movimientos sociales en las postrimerías del franquismo en la provincia de Toledo (19691979)‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la Dictadura y la Transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 239-297. 169 ―La otra Transición de la Iglesia… II.2. Guerra Campos atenaza a los Movimientos por su diálogo con marxistas, sindicación y politización A pesar del control que la jerarquía, sobre todo inmovilista, ejerce sobre las bases, lo cierto es que los militantes de movimientos especializados y obreros de AC, asociaciones, comunidades cristianas de base y parroquiales, que plantean mantenerse fieles a la renovada dinámica conciliar, va incrementándose ostensiblemente227. Al tiempo, la disminución en el número de activos en AC general es preocupante (si en 1955 son 595.757 asociados, en 1960 desciende a cerca de 500.000)228. Las tensiones originarias entre Movimientos y jerarquía conservadora tienen también otro frente ante la exigencia de una mayor autonomía de funcionamiento, y el desplazamiento en su acción hacia la política y el sindicalismo. 227 Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 41. Según plantea Piñol: ―[…] el grueso de los católicos sociológicos o de los más o menos desconcertados por las novedades derivadas del Vaticano no llegaron a constituir realmente la denominada mayoría silenciosa, como ocurrió en otros países, y por ello las minorías ultratradicionalistas anticonciliares permanecieron aisladas en cierta medida en el seno de una sociedad en plena fase de evolución; su única tabla de salvación fue el amparo interesado e incondicional por parte de las estructuras del poder establecido‖. Ibídem. Para Callahan ve la internacionalización de la crisis como fondo de aquellos enfrentamientos: ―[…] La crispación unilateral de algunos frente a la Jerarquía se acentuó por creer que la posición de ésta era algo solo de España. De ahí la apelación a la Iglesia universal. En años posteriores todos han podido comprobar lo que ya era patente en los sesenta, esto es, que los problema y los ‗conflictos‘ eran ‗internacionales‘, y que los cambios de ‗línea‘ pastoral en España no han impedido que continuasen mucho tiempo con la misma o mayor gravedad‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 126. 228 En 1979, tan sólo mantienen 14.409 en sus registros, lo que, con perspectiva, da idea del resultado de la crisis al final del periodo de nuestro estudio. 170 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Ante tal tesitura, la Conferencia de Metropolitanos nombra, en julio de 1964, a José Guerra Campos como consiliario nacional de AC. El cardenal Fernando Quiroga Palacios espera que la fama que precede al joven obispo por su participación en el Concilio –en la llamada al diálogo con otras ideologías, y su conexión directa con el Episcopado, pues es secretario en la Conferencia-, sean suficientes pertrechos para cerrar la confrontación: ―[…] Entrevemos ya, con gozo en el alma, una etapa nueva de florecimiento de la Acción Católica, que vendrá a continuar el camino ascensional que ha recorrido nuestra patria. Tu misión en la Acción Católica que se verá completada y facilitada con el cargo de secretario del episcopado español, tiene una altura, una dignidad y una belleza capaces de justificar la entrega de la vida‖229. Sin embargo, ya en su toma de posesión, Guerra Campos marca taxativamente las líneas que deben seguir los militantes de AC, sin excepción, y que son el apartidismo y alejamiento de toda inclinación a la acción política: ―[…] Es claro que la Acción Católica, como asociación constituida por la Jerarquía, no se extiende más que ‗hasta donde llega la misión y la obra de la Iglesia. […] tan malo como la abstracción sería el partidismo […]. Si alguna organización de Acción Católica, de manera sistemática, sólo acogiese o sólo 229 Ecclesia II, núm. 1029, 1964, a la sazón, órgano de información de AC, y también en Fernández Ferrero, A.: Op. cit., p. 50. 171 ―La otra Transición de la Iglesia… permitiese estar a gusto a cristianos de una determinada tendencia, creo que debería ponerse en guardia y someterse a una sincera revisión‖ 230. Pero las llamadas al orden no tienen efecto. Con la promulgación, en diciembre de 1964, de la Ley de Asociaciones, los movimientos de apostolado seglar incrementan sus contactos con militantes clandestinos de partidos y sindicatos231. Las amenazas del consiliario nacional con viejos dictados de sumisión a la jerarquía, con el fin de reconducir el apoyo incondicional de AC hacia el régimen, no son escuchadas. Los militantes y 230 Guerra Campos J.: ―Saludo del Consiliario General a la Acción Católica Española‖, (8-9- 1964), en Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 53-58; una recopilación completa de documentos, análisis pormenorizado de los mismos, e interpretación subjetiva sobre las causas de la confrontación con los dirigentes, principalmente, de los Movimientos durante sus años como consiliario nacional. 231 Con la Ley 191/1964, de 24 de diciembre de asociaciones (vigente hasta mayo de 2002), aparecen levísimos cambios sobre la participación en asociaciones, pero el impulso asociativo se reactiva en todo el país excepto en zonas rurales, característica dominante en CLM, como sostiene Ortiz Heras: ―[…] Se ha calificado como ‗animación socioeconómica, sociopolítica y sociocultural del franquismo‘. En general fue un modelo más bien estéril ideado por los jerarcas del Movimiento Nacional convencidos de las posibilidades de crear una red nacional de Asociaciones familiares. Una valoración superficial de la ley de 1964 nos permitirá hablar de fracaso relativo de una forma de intervención basada en reglas represivas que proscribían conductas y actuaciones individuales y colectivas fuera de ‗los principios del Movimiento‘. Sin embargo, calificamos de relativo aquel fracaso por cuanto se puede pensar que en el medio rural más despolitizado y con menor presencia de formas variadas de sociedad civil, las directrices asociativas del Movimiento y de Falange funcionaron más y mejor‖. Ortiz Heras, M.: ―Movimientos Sociales y sociabilidad en Castilla-La Mancha durante el segundo franquismo‖, en Mateos, A. y Herrerín, A. (Eds.): La España del presente: de la dictadura a la democracia, Asociación de Historiadores del Presente, Madrid, 2006, pp. 309-332. 172 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón dirigentes perseguidos argumentan que no se trata de ―una mutación en la sustancia‖, y sí ―en cuanto a la forma y organización accidental‖. Pero lo cierto es que los movimientos obreros y especializados de AC, junto a una parte del clero, llevan renovándose, teórica e ideológicamente, desde finales de los años cincuenta232. En el plano teórico han ido abandonando gran parte de los principios de Jacques Maritain en favor de las ideas de Emmanuel Mounier y su ―compromiso temporal‖, que muchos interpretan como la principal inducción hacia el comunismo233. 232 Vid. Montero, F.: ―Notas para la historia de la Juventud de Acción Católica‖, separata, núm. 3, Presencia joven (JAC, 1988), pp. 15 y ss. 233 Para Châtelet y otros: ―[…] Al margen de la proclamación del humanismo, el cristianismo se ve enfrentado a la irritante cuestión del compromiso político. ¿Debe escoger entre los diferentes regímenes de la ciudad de los hombres? Jacques Maritain llama a los fieles a mantener la acción cristiana en la ciudad: ‗El cristiano no da su alma al mundo y en lo más profundo de él: no digo solamente para que dé testimonio de Dios y de la vida eterna, sino para que haga como cristiano su oficio de hombre en el mundo, y para hacer la vida temporal del mundo hacia las orillas de Dios‘ (Humanisme integral, 1936)‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 144. Mounier publica, en 1949, Introducción a los existencialismos; su obra Manifiesto al servicio del personalismo (1936), frente al Manifiesto comunista (Marx y Engels, 1848), donde habla de las dimensiones de la persona: personalismo y transpersonalismo, e intenta poner en marcha un pensamiento cristiano que pueda comprometerse con lo social. Según Jaume Lorés: ―[…] cualquier cristianismo que aspirara a ser progresista se convertía, como por arte de magia, en personalista y comunitario‖. Lorés, J.: Societat, cultura y pensament, Ediciones 62, Barcelona 1984, recogido en Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., p. 68. La influencia de Mounier entre los católicos de izquierdas, según Alfonso Carlos Comín: ―[…] fue especialmente importante en dos aspectos: a) El diálogo entre cristianos y agnósticos. La colaboración de cristianos y no creyentes probaba sus posibilidades de entendimiento. b) La problemática cristiano-socialismo. Ser cristiano y socialista era posible. Así se liberaban muchas conciencias de la angustia que suponía optar entre permanecer cristiano o abandonar la fe para ser fiel a la revolución social. Sin el personalismo no se puede, en efecto, entender 173 ―La otra Transición de la Iglesia… Antonio Galán, militante y presidente de la JOC provincial en Toledo (1965-1969), narra cómo se llevan a cabo la captación y el trabajo en el Movimiento en la Fábrica de Armas de Toledo: ―Entré, como otros muchos militantes, con catorce años, desde la Escuela de Aprendices de la Fábrica de Armas. Me imbuyó en el tema Rafael Torija, consiliario provincial, capellán de la Fábrica, y mi profesor de religión. De realizar con él los ejercicios espirituales pasamos a la JOC, en un local del arzobispado en la calle ‗Los Bécquer‘, donde vivimos los momentos más intensos hasta comprometernos políticamente. También nos reuníamos en la Casa Sacerdotal con Victoriano Guío y con Rafael de la Fuente, sobrino de Torija. Se hablaba primero de los problemas que teníamos en la Escuela, de la Revisión de Vida. Un moderador planteaba un problema de la vida real. la historia de la izquierda tanto catalana como europea‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., p. 68. Châtelet y otros mantienen una postura contraria de Mounier, en cierta contradicción con lo expuesto: ―[…] el ideal cristiano incita a una revolución espiritual contra la despersonalización de las relaciones humanas en un mundo dominado por el egoísmo, el materialismo, el capitalismo. Pero si bien Mounier niega a la burguesía capitalista el derecho a monopolizar el Evangelio, también denuncia toda tentación marxista: ‗La ortodoxia marxista ha dado pruebas más sangrantes del salvajismo de la razón, de lo que los excesos de la Inquisición ha aportado a la incitación del fanatismo. El imperialismo proletario amenaza con suceder duramente, dialéctica en mano, a los imperialismos capitalistas…‘‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 140. Para Ruiz-Huerta también son decisivas las influencias de otros pensadores como: ―[…] el Abbé Pierre y los traperos de Emaús, Charles de Foucault, la Comunidad de Taizé, las obras de J. Maritain, E. Mounier y otros pensadores del ‗Personalismo‘, que invitaban a muchos cristianos a asumir un compromiso radical en organizaciones como Cristianos por el Socialismo, La Iglesia Popular o, posteriormente en los partidos políticos clandestinos como el PSUC o el PCE, y otras alternativas de izquierda radical como la ORT, la LC, la LCR, el PT‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Op. cit., p. 289. 174 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón VER, porqué se daba y las consecuencias. JUZGAR, a la luz del Evangelio. El consiliario daba la visión del Evangelio, teníamos uno reducido con citas. ACTUAR, Cada uno actuaba con un compromiso. Y con eso se comenzaba en la reunión siguiente. Temas religiosos y relaciones con los demás, en la familia o los típicos temas sobre sexualidad‖ 234 . Textos de Carlos Díaz, lectura común entre los miembros de la JOC durante aquellos años (Fotos de las portadas cedidas por Antonio Galán). 234 Antonio Galán, militante de la JOC, y presidente entre 1965 y 1969. Entrevista realizada en Toledo (13-10-2009). Entre los motivos que le llevan a Galán a la presidencia de JOC destaca: ―La presidencia surge de una inquietud personal. El que el consiliario, Rafael Torija, se fijase en mí tuvo que ver con las notas de mi curso. Nos colocaban por números según la nota, y yo estaba siempre de los tres primeros. Yo hacía proselitismo, pero quien preparaba a los chicos y chicas eran los coadjutores. También en la JOC femenina‖. Según Piñol Pablo VI utiliza el método de trabajo de JOC para analizar los problemas del mundo: ―[…] su aspecto más significativo en relación con los anteriores documentos del magisterio pontificio consistía en su ruptura metodológica, por primera vez usaba el método inductivo (y no el deductivo), a partir de la conocida fórmula de los movimientos especializados de Acción Católica: ‗ver, juzgar, actuar‘. […] a título de ejemplo, el documento sinodal La justicia en el mundo (1971) o la Octogésima Adveniens de Pablo VI‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica española…, Op. cit., nota 37, p. 54. 175 ―La otra Transición de la Iglesia… Los militantes de JOC, provenientes del mundo obrero y juvenil, inician sus primeros pasos hacia la ―conciencia de clase‖: ―[…] Cuando entramos en el mundo laboral planteábamos temas en las reuniones como el enfrentamiento con encargados y dueños de las empresas por el trato que nos daban. Reivindicábamos mejoras en las relaciones en el mundo laboral; comenzamos a tener conciencia de clase. El consiliario nos hablaba mucho de lo laboral basado en Encíclicas del mundo laboral de Pío XII, León XIII... El debate de la Constitución pastoral de la Iglesia en el mundo moderno Gaudium et Spes, también estaba en los seminarios, o al menos en algunos sacerdotes que empezaron a estar de parte de los trabajadores‖235. Las nuevas formas de evangelización generan en las bases un claro desapego de la AC de la postguerra, la de los Centros Generales y los Círculos de Estudio. Sus publicaciones sufren una derivación sorprendente, según Esdalie: ―Así en Laye y en Alcalá, dos revistas intelectuales cercanas a Falange, más laica la primera y más católica la segunda, es posible percibir una derivación del radicalismo de algunos de sus redactores hacia un confuso marxismo. En El Ciervo, un cristianismo autocrítico abrió el camino, a través de la recepción de Mounier, hacia un cierto compromiso con el comunismo…‖236. 235 Ibídem. 236 Esdalie, CH. J.: ―Historia de España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, p. 613, en Lynch, J. (Coord.): Historia de España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona, 2009. 176 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Para Guerra Campos, cierta ingenuidad, y hasta cierta carga de ―ignorancia‖ en los militantes, son algunos de los motivos que han hecho cada vez más visible su participación en organizaciones ―marxistoides‖: ―[…] Contagio marxista, ‗bien en la colaboración, bien en un diálogo rebajado al plano de la mera colaboración o táctica política [...]. Al principio, en no pocos, se trataba de una simpatía un poco ingenua (como lo demuestra la frecuentísima confusión de ‗alienación‘ con ‗alineación‘). Esta ingenuidad desarmaba incautamente; ya al final del proceso muchos dejan su militancia eclesial y se ponen al servicio de políticas marxistas o marxistoides, hostiles a la Fe y a la acción de la Iglesia‖ 237. En su decidida apuesta por impedir la doble militancia en Movimientos y organizaciones de índole marxista, abunda en los mensajes de Pablo VI (en los que el pontífice rechaza la participación política en sistemas ideológicos contrarios a la fe), para avalar sus tesis: ―[…] Pablo VI ha advertido que el cristiano en la acción política no puede adherirse sin contradicción a sistemas ideológicos que se oponen radicalmente o en puntos sustanciales a su fe y a la concepción cristiana del hombre […]. Y aunque sería posible – como apuntó la ‗Pacem in terris‘distinguir entre ciertos sistemas ideológicos y los movimientos históricos concretos […], sería ilusorio (por lo que se refiere al Marxismo) olvidar las 237 Guerra Campos, J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., p. 27. Otro autor que culpa de la crisis de AC a la infiltración marxista en la Iglesia es Ricardo de la Cierva. Vid. Cierva R. de la: Las puertas del infierno, Fénix, Madrid, 1995. 177 ―La otra Transición de la Iglesia… conexiones íntimas del método y la práctica política con la lucha de clases totalitaria y el materialismo ateo‖ 238. Pero el camino está iniciado y su confirmación se produce, a nivel formal, en los consejos nacionales de los Movimientos. Durante el cuarto encuentro de JEC/JECF celebrado en Cuenca (abril de 1965), se vive esa ―crisis de identidad‖: ―[…] se intentan frenar los excesos con un llamamiento en la línea del Personalismo de Mounier‖, y se reelaboran las bases doctrinales del Movimiento que declaran abiertamente su finalidad temporal dentro de la Iglesia239. Además de denunciar el ambiente de ―persecución y seguimiento‖ en el que se encuentran sus militantes, los acuerdos de Cuenca suponen la base para la discusión del Congreso de la Juventud en Madrid (junio de 238 Fernández Ferrero, A.: Op. cit., pp. 40-41. 239 Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., pp. 59-60. Su base teológica se encuentra en ―La Iglesia y la realidad temporal‖, del esquema XIII del Concilio Vaticano II, a pocos meses de la aparición de la Constitución ―Gaudium et Spes‖. Para la elaboración de las bases se forman cinco comisiones sobre Universidad, campo de acción, el compromiso militante JEC en estructuras, grupos para militantes comprometidos de base, y otra sobre dirigentes. Se plantea la cuestión de cómo evitar la identificación entre la JEC, ―y una sola opción política-temporal, señalando los riesgos de la doble militancia‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 59. JEC ha tenido hasta aquí un presencia testimonial en la región debida, en gran medida, al escasísimo mundo universitario. Aparece en 1964 en Ciudad Real donde, tras dos cursos intensos, su actividad se reduce a mínimos. En Cuenca funciona entre 1965-66. En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara pervive de 1964 a 1970, con vacíos en los cursos 67-68. En Toledo los cursos 1964-66, 69 y 74-78 excepto el 77; en Albacete su actividad es regular entre 196566-69, y desde 1976 se mantiene activa durante la Transición. Ibídem, pp. 306-307. 178 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 1965), donde surgirá un frente importante de movilización, entre los movimientos juveniles, que genera la Asamblea de la Juventud de AC240. La Asamblea, promovida por JEC, JOC y los movimientos JARC, JIC, y Movimiento Junior (antiguos aspirantes de AC)241, congrega en Madrid a casi dos mil delegados, bajo el lema ―La participación activa de la juventud en la sociedad actual‖. Allí nace el ―Manifiesto de la Juventud‖ que, a pesar de haber sufrido recortes por la censura, refleja la situación de los jóvenes españoles con una serie de peticiones a la Iglesia, y a la sociedad, con indudable incidencia política, tal y como señala el profesor Montero: ―[…] Era casi imposible no dar un carácter político a una reunión de 50.000 jóvenes, en unos momentos en que se ponían en juego en España muchas cosas‖242. 240 Según Feliciano Montero: ―[…] Se tiene también plena conciencia de la relación estrecha entre la crisis interna y la tensión con la jerarquía. Por ello surge el diálogo con ésta como cauces de superación de tensiones, y dejando totalmente a salvo el principio clásico de la AC del ‗mandato jerárquico‘. La campaña aprobada en Cuenca partía de un análisis de la situación de la universidad y del movimiento estudiantil, lo que revela la centralidad de esos acontecimientos en la reflexión y en la acción de los militantes y del conjunto del Movimiento. Desde la perspectiva de la JEC, la reforma de la universidad quedaba desglosada en cuatro temas: sindicalismo (cogestión), democratización, reforma académica y formación cívicosocial‖. El pleno extraordinario, de septiembre de 1965, pone en marcha la campaña aprobada en Cuenca bajo el lema ―La participación del universitario en la sociedad, en sus tres aspectos: democratización de la enseñanza, educación sindical y relación con los adultos‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 60. 241 El movimiento Junior se ocupa del mundo infantil y la realidad social que rodea a los niños, sobre todo con mermas socio-económicas, con planteamientos postconciliares. 242 Montero, F.: ―Notas para la historia de la Juventud de Acción Católica‖, separata, núm. 3, en Presencia joven (JAC, 1988), pp. 15 y ss. En esos momentos, los Movimientos están como se hacía ya desde principios de los sesenta-, ―en una estrecha vigilancia por parte del Gobierno y de los obispos, especialmente en relación con el proyecto de celebración del 179 ―La otra Transición de la Iglesia… Paralelamente a los hechos narrados, en aquel abril de 1965, mientras se rompía literalmente con los dictados de la jerarquía desde JEC en Cuenca, y desde su cargo como obispo auxiliar de Madrid, Guerra intensifica su campaña de desprestigio de ciertos líderes y militantes de los Movimientos, y se dirige a un numeroso grupo de sacerdotes, futuribles consiliarios de aquellos, con el fin de prevenirles de los problemas que pueden acarrear algunos sectores ―extremistas‖, y recriminando a aquellos que se implican en política, acusándoles de ser culpables de los ―cismas‖ que se están produciendo en la Iglesia: ―[…] de Francia todos hemos tenido información de tensiones violentas de la jerarquía y ciertos sectores de los movimientos apostólicos; en España también en algunos sectores de los movimientos apostólicos –uno de los grandes motivos de preocupación para el sacerdote, y para el obispo, en su relación con la actividad apostólica, la actividad cristiana activa, de sus propios files, los seglares […] comienza a preocuparse, no solamente de sus deberes individuales generales y que afectan a la vida de la sociedad en la cual está sumergido, éste tal entra en el ámbito de la acción política, de la acción de gobierno y ordenación, estructuración de la sociedad humana. […] Estos laicos y estos sacerdotes, inspirados por la necesidad de ser eficaces, de hacer algo concreto (mejorar las condiciones de la fábrica, de la universidad, de la empresa, etc.), están siempre al borde de olvidar la distinción que acabo de señalar, siempre al borde de tomar partido en nombre de la Iglesia; por consiguiente, de comprometer a la Iglesia en una Congreso de la Juventud‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 58. 180 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón sola de las opiniones, eliminando en la práctica, excomulgando, a las demás, que de suyo son también legítimas. […] Creo que no revelo nada si digo que en este momento se están produciendo en la Iglesia Católica verdaderos cismas, es evidente. […] -y no tanto en España como en otros países- que prácticamente han roto en su espíritu con la vida comunitaria, con la marcha de la Iglesia tal como la lleva la jerarquía y los demás miembros de la misma Iglesia. […] Y esto es muy peligroso‖ 243. Pocos días antes el obispo ha reconocido, en Bandos en la Iglesia y Acción Católica, que existen dos tendencias dentro de AC, la que aboga por la misión apostólica y la que deriva en la acción política y sindical: ―[…] Lo malo viene cuando los que disienten se atrincheran en posiciones enfrentadas y pretenden totalizar en sí mismos sectariamente la pureza y plenitud de la Iglesia. Entonces aparece el fenómeno lamentable de los bandos. […] Incurren en la selección e interpretación facciosa de textos o declaraciones de la jerarquía […]. No sé si alguna asociación en la Iglesia puede coincidir con un bando. La Acción Católica, ciertamente, no puede: a ella convoca la jerarquía a todos los que quieran colaborar en el apostolado según las normas determinadas por la misma jerarquía […], hay que distinguir cuidadosamente entre el nivel de la Iglesia y su misión apostólica y el nivel de la acción política o sindical‖244. 243 Guerra Campos, J.: ―El sacerdote, principio de unidad de la comunidad cristiana‖, conferencia del 22 de abril de 1965, en Cabezas Cañavate, J. M.: José Guerra Campos: Sacerdotes, ministros de Cristo…, Op. cit., pp. 43-48. 244 Guerra Campos J.: ―Bandos en la Iglesia y Acción Católica‖, Ecclesia I, 1965, p. 595. Artículo del primero de abril de ese año con la intención de reconducir apreciaciones al 181 ―La otra Transición de la Iglesia… Manuel Azcárate, en Nuestra Bandera, publicación del PCE, habla de muestras palpables de división entre las bases y la jerarquía inmovilista: ―[…] Se habla mucha en todo este periodo de las tensiones internas que se manifiestan en el seno del catolicismo español. En su respuesta al ataque del fascista Ayúcar, en el ‗Español‘, contra el ‗izquierdismo‘ de Acción Católica, Monseñor Guerra Campos reconoce la existencia de ‗la división de los católicos‘, de ‗tendencias variadas‘, de ‗divergencias‘‖ […]. […] y agrega que ‗las divergencias no tienen por qué impedir la cooperación fructuosa... De estos llamamientos solemnes de altas jerarquías a la ‗unidad en la divergencia‘, lo que resalta es cuán profundas son las grietas, y enconadas las tensiones, en el mundo católico de hoy […]. La politización de la vida española se refleja así dentro de la Iglesia‖ 245. Otro artículo del semanario El Español se hace eco del publicado anteriormente por Santiago Álvarez Gómez, miembro del comité central del PCE en Praga, que apoya la tesis de que los movimientos obreros de AC ejercen una influencia notable en la clase obrera, que se han establecido alianzas abiertas, o encubiertas, entre católicos y comunistas, con acuerdos sobre el derecho a la huelga, creación de un centro sindical unido, firmado por Ángel Ruiz Ayúcar en El Español (de 27 de marzo), en el que aparecen términos como ―politización izquierdista‖ por parte de algunos sectores de AC. 245 Azcárate, M.: ―Curas-obreros en España‖, Nuestra Bandera, revista clandestina del PCE, números 44-45, mayo-junio 1965, Madrid, pp. 57-65. En el mismo texto habla de la participación de miembros de la HOAC y las JOC en huelgas, y de la ―obrerización‖ de estas organizaciones católicas. 182 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón posiciones de lucha de clases, así como una llamada al alejamiento de la jerarquía eclesiástica246. Ante tal avalancha de manifestaciones públicas, Guerra Campos redacta tres escritos sobre HOAC y JOC, negando tales relaciones con el PCE (agosto de 1965), tratando de minimizar los graves disturbios que se producen en todo el país, enmarcándolos en el ámbito meramente laboral, alejados de toda reivindicación política247. Tras dejar patente su apoyo al gobierno en su tímida reforma en el art. 222 del Código Penal –que hasta aquí condena la huelga como delito de sedición-, el documento niega toda vinculación de la Iglesia con organización política alguna248. VOJ envía una carta a Guerra, como secretario de la CEE y de la CEAS, con la firma de sus consiliarios, setenta y dos sacerdotes, la mayoría de la Compañía de Jesús, solicitándole su mediación ante la jerarquía, para que ésta fuerce conversaciones con el gobierno para una mejora en los 246 Ibídem. 247 Según Guerra, los conflictos no cuentan con el apoyo, ―y la comprensión de otras clases sociales‖. Guerra Campos J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., p. 123. Más adelante añade: ―[…] Negamos al comunismo el derecho a faltar a la verdad, a tergiversarla atribuyéndose la dirección de la acción obrera, y le negamos el derecho a faltar a la verdad afirmando uniones con la HOAC y la JOC‖. Ibídem, p. 124. 248 Ibídem, pp. 127-131. Antes de la reforma en la Ley de 21 de diciembre de 1965, la huelga se considera sedición; ahora se reduce esa calificación a los casos de ―atentar contra la seguridad del Estado, perjudicar su autoridad, perturbar su normal actividad o, de manera grave, la producción nacional‖. Herrero Tejedor, F.: ―El Estado de derecho en las Leyes Fundamentales del Estado‖, Revista de Estudios Políticos, núm. 152, Madrid, 1967. 183 ―La otra Transición de la Iglesia… derechos sindicales y políticos, entendiendo que los medios oficiales soslayan la realidad249. Sobre la mejora en los derechos de los trabajadores, en CLM son JOC y HOAC los Movimientos que concentran el mayor número de activos en los comités de pequeñas empresas. En Albacete capital, y principalmente en Almansa, La Roda y Villarrobledo (esta localidad pasa a formar parte de la archidiócesis de Toledo en 1966), además del textil destaca la militancia de JOC en sectores reducidos del metal y la construcción (con la presencia de curas-obreros). También están presentes en la industria del calzado, y con ciertos vestigios en la banca (en 1966 la rama femenina HOAC/F, ya es 249 AGHOAC, Caja 3, carpeta 5. Un informe del GE, sobre una reunión organizada por VOJ en Alcalá de Henares (12-3-1966), en el centro de formación profesional de la Compañía de Jesús, menciona: ―[…] varios componentes de dicha Organización así como unos 40 obreros de las distintas empresas de dicha Plaza‖, presumiblemente de localidades vecinas de Guadalajara, y de crear un sindicato obrero y movilizaciones en defensa de mejoras laborales. En el mismo local impartirá una conferencia el jesuita Díez Alegría sobre ―Cristianismo y Revolución‖ (21-8-1968). Los informadores relacionan VOJ con: ―jesuitas del sector progresista de la Compañía, en total convivencia (sic) con elementos del partido comunista del grupo de Santiago Carrillo. Nota informativa. Madrid, 13 de septiembre de 1971‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60420. La cercanía de Alcalá de Henares de Guadalajara hace apuntar al gobierno civil: ―[…] Las reivindicaciones de tipo social, hace años inexistentes en esta provincia, ya que se trataba de una población de pequeños propietarios agrícolas […] han comenzado a hacer su aparición al convertirse en obreros industriales […] por la incitación subversiva o de simple mejoramiento de clase, de fácil penetración por la proximidad de Madrid o Alcalá de Henares donde este tipo de problemas se presentan más agudos‖. Memoria del G.C. de Guadalajara, 1971. AGA. (08) 22 Caja 52/00507. Guerra Campos también recoge, en la documentación sobre la crisis de la AC, expresiones de ―desviación‖ de las VOJ y de las Federación de Congregaciones Universitarias Marianas (FECUM), junto al resto de movimientos. Vid. Guerra Campos J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit. 184 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón mayoritaria en el sector del calzado y algunas de sus militantes son representantes sindicales, junto a miembros de JOC en Almansa). Todo esto en una provincia que, como en el resto de la región castellano-manchega, sufrirá, durante el decenio de los años sesenta, una fuerte inmigración desde el sector agrícola250. Pero la inevitable ruptura definitiva entre los activos de los principales movimientos obreros de AC y la jerarquía se produce durante las VII Jornadas Nacionales en el Valle de los Caídos (12-6-1966), donde se tratan dos temas esenciales: ―El laico cristiano‖ (de la participación en el apostolado jerárquico a la participación en la misión de la Iglesia); y ―La Acción Católica a la luz del Concilio‖ (donde se analizan las cuatro notas definitorias de AC). También se critican los métodos de formación desde la cúpula eclesiástica, la prohibición de hacer declaraciones e interpretaciones públicas sobre hechos sociales o políticos, y las normas restrictivas para la celebración de 250 sus asambleas y reuniones nacionales251. Para Enrique y El movimiento de AC que aglutina un importante número de activos del sector agrario es la Juventud Agrícola y Rural Católica (JARC) que, ya a finales de 1970 celebrará en Toledo, su IV Asamblea regional, a la que acuden casi un centenar de seglares y sacerdotes de toda España. Están presentes, como dato significativo, en las mismas, militantes de JOC con sus consiliarios en esa etapa, Luis Echevarría, y Guillermo García, y entre los laicos Otero, Ávalos, Eduardo y Serafín. Ecclesia, núm. 1508, 12-9-1970, p. 28. 251 Vid. Escartín Celaya, P.: Veinte años de apostolado seglar asociado, pp. 318-319, y notas 8-11, en AA.VV.: El posconcilio en España, Ed. Encuentro, 1988. Otros autores recogen el momento: ―[…] la tensión es enorme, se oyen blasfemias y algunos asistentes recriminan con acritud a los obispos; alguno de los prelados presentes llora de manera visible; sólo, de ellos, Guerra Campos, a la sazón auxiliar de Madrid, replica a los contestatarios‖, Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 170. 185 ―La otra Transición de la Iglesia… Tarancón, entonces arzobispo de Oviedo: ―[…] la ideología de los movimientos apostólicos desde hace cinco o seis años viene formándose al margen de la jerarquía‖252. Pocos días después de la Asamblea, los obispos justifican, en La Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio (29-6-1966), la dura reacción del gobierno con ciertos grupos opositores al régimen253. En el documento citan la legislación vigente y niegan posibilidad de doble militancia en los Movimientos y sindicatos o partidos políticos254. Y la contención comienza. En septiembre, Casimiro Morcillo y José Guerra cesan a los dirigentes y consiliarios nacionales de las ramas de AC, Teófilo Pérez Rey (presidente de HOAC), Miguel Benzo (consiliario de los Hombres de AC) y Ramón Torrella (consiliario nacional de Jóvenes de AC), al tiempo que suprimen las revistas Signo y Aún, por supuestas críticas al 252 Ecclesia, núm. 314, 1966, p. 245. Para Josep Piñol, y otros muchos analistas, el año 1966 es un año de gran expectación y esperanzas puestas en el desarrollo del Concilio: ―[…] He dicho y subrayado -escribía a los pocos días de la clausura del Vaticano II Miret Magdalenaque este final del Concilio no es sino su comienzo […] a los católicos españoles se nos avecina una época difícil‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia Católica española…, Op. cit., p. 208, p. 265. Piñol plantea que las ―indecisiones‖ de la jerarquía en la aplicación de las reformas conciliares generan la impaciencia creciente de algunas bases católicas que tiene claras manifestaciones como la contestación político-eclesial de ciertos movimientos de AC. Ibídem, pp. 378-380. 253 Comisión permanente de la CEE, 29-6-1966. 254 Tusell, J., Alted, A. y Mateos, A. (coord.): La oposición al régimen de Franco, 2 vols., UNED, Madrid, 1990; David Ruiz (Dtor.): Historia de Comisiones Obreras, Siglo XXI, Madrid, 1993, en XX Siglos, monográfico sobre "Los católicos en la lucha por la democracia‖, núm. 16, 1993 y "Los católicos y el nuevo movimiento obrero", núm. 22, 1994. 186 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Episcopado255. Tras presuntas presiones del gobierno, en concreto de Luis Carrero Blanco, Guerra conmina, a todo aquel que no vuelva a la disciplina de AC que abandone la organización: 255 Basilisa López García reproduce un momento de la supuesta ―coacción‖ desde el gobierno: ―[…] Teófilo Pérez Rey (T). Un buen día D. José Guerra Campos pasó de ser el obispo dialogante a ser el obispo… Miguel Jordá. Había tenido una conversación con Carrero Blanco. T. Testigos somos Brackelman y yo. ¿Te acuerdas del periodista alemán? Ángel Ruiz Camps (A). Si, era de una agencia alemana, de la agencia católica alemana, era corresponsal en España de la Agencia Católica Alemana. T. Pues Brackelman y yo vimos el momento en el que, cuando se iba a celebrar una reunión de apostolado seglar, yo venía a esa reunión abajo, unos señores con galones de marina grandes le vinieron a buscar y le sacaron: ‗Adiós D. José –Teófilo- Ahora vuelvo –Guerra Campos-. Cuando volvió ya no era D. José: ‗ese no es mi D. José que me lo han cambiado‘; y a partir de entonces empezó toda una racha de destituciones, de declaraciones de ilegalidad. Hoy eran los jóvenes, mañana era la HOAC, pasado eran otros. A. Acusaciones contra Signo de marxistas… ¡Aquello era la bomba! T. Bueno estos son los prolegómenos hasta llegar al crac de la crisis‖. Entrevista realizada en Madrid (5-12-1990). López García, B.: Op. cit. Según Abel Hernández: "[…] Pablo VI estaba especialmente disgustado por el desmantelamiento de la Acción Católica llevado a cabo por los obispos encargados, por Guerra y Morcillo y empujados por las presiones del Gobierno [...]". Hernández, A.: Op. cit., p. 49. Para Cárdenas y Aldea: ―l […]. La Acción Católica aparecerá claramente dividida en dos tendencias irreconciliables y monseñor Morcillo en 1966 trató de cortar esta línea contestataria‖. Aldea, Q. y Cárdenas, F.: ―La Iglesia del siglo XX en España, Portugal y América Latina‖, Manual de Historia de la Iglesia, Tomo X, Editorial Herder, Barcelona, 1987, p. 374. Según Callahan: ―[…] El ímpetu por dominar a las asociaciones obreras católicas procedía, curiosamente, de dos obispos jóvenes y no de los prelados más antiguos que dominaban la Conferencia Episcopal Española. Apenas había elementos en el historial del arzobispo Casimiro Morcillo de Madrid, sucesor de Plá y Deniel como director general de Acción Católica y presidente del CEAS, o en el de su obispo auxiliar y asesor nacional de Acción Católica, José Guerra Campos, que indicaran que se erigirían en los protagonista de un áspero conflicto que destruiría prácticamente el apostolado obrero.‖ Ibídem, p. 403. Gómez Pérez afirma: [...] La ‗contestación‘ va contra ellos, (refiriéndose a Guerra como consiliario nacional de AC y a Casimiro Morcillo, como presidente de la CEE), porque no aceptan un nuevo planteamiento temporalista (y en el fondo anti-régimen) de la organización confesional [...]. En realidad, la Acción Católica, que dependía siempre de los 187 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] si alguno hubiere con una vocación impaciente a la acción temporal y no pudiere soportar una Acción Católica dedicada solamente a evangelizar y formar hombres cristianos, hará bien en buscar otras asociaciones‖256. Para el dirigente del Movimiento Rural de AC en Toledo durante aquellos años, José María Díaz-Rincón, la falta de diálogo entre Movimientos y jerarquía abocó a la ruptura: dirigentes seglares y de los sacerdotes consiliarios, quería ser ‗otra cosa‘, que, por determinadas personas –incluidos también algunos obispos-, fue instrumentalizada como un choque con el tándem Morcillo-Guerra Campos. Cuando éstos ya no estén al frente, la Acción Católica tampoco se recuperará de la crisis‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., pp. 157-159. Un testigo directo de la crisis, Enrique Miret Magdalena, teólogo laico, habla del carácter conservador y nada conciliar de Morcillo y Guerra, ―integristas tras el Concilio‖. Miret Magdalena, E.: Luces y sombras de una larga vida. Memorias, Ed. Planeta, Barcelona, 2000, p. 335. Miret es el inductor de la Cátedra Católica Libre Pío XII, bajo el apoyo de los Graduados de AC y la JUMAC, y del rector de la Universidad Complutense Pedro Laín Entralgo, hasta principios de los 60, cuando la Junta Nacional de AC la prohíbe. Allí se habla sobre Marx, además de otros temas, y acuden los marianistas, jesuitas y estudiantes católicos como Gregorio Peces Barba, Juan Luis Cebrián, Oscar Alzaga o Javier Rupérez (diputado por el PDP en Cuenca durante la Transición, luego diplomático y diputado del PP), entre otros. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 75. Miret contrapone, también, otra visión de Guerra: ―[…] Yo cuando escribía tan abiertamente en los años sesenta y setenta en la revista Triunfo, recibí de Radio Vaticano – eran otros los tiempos de Pablo VI- sus juicios benévolos como escritor religioso laico, alabando la selección hecha en mi libro ‗Los nuevos católicos‘. Y nunca me echó de la Acción Católica su consiliario, el conservador obispo Guerra Campos, a pesar de mis polémicos artículos críticos. Tanto como los de ahora‖. Miret Magdalena, E.: ―Hacen falta teólogos laicos‖, El País, 8-6-1998, sección Tribuna. 256 Ecclesia, núm. 314, 1966, p. 15. 188 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] La crisis se anticipó al Concilio. Los movimientos especializados de AC vivieron antes todo su auge dejando muy reducida a la AC general. Estos movimientos tenían su ‗compromiso en los ambientes de ‗frontera‘, tanto los obreros como estudiantes, que se propagaban rápidamente, y los rurales. De todos, yo creo que la HOAC ha sido aquí un movimiento muy equilibrado que, sin perder su identidad apostólica, y con la Iglesia, ha trabajado por su compromiso. En aquellos años todos tomaron una idea muy temporalista de la Iglesia. Ahí es donde comprendo a monseñor Guerra Campos que, por otro lado, siempre acudió a nuestros plenos y donde observé que era, como intelectual, frío en sus cálculos pero respetuoso con el contrario. Yo le vi que estaba rodeado por ciertas bases y altas instancias de obispos y régimen. La crisis se desencadenó por la obstinación de los seglares muy avanzados en el compromiso político y contra la jerarquía. La renovación de los consiliarios se hizo piso por piso, sacando a las personas y retirando los documentos. Eso no me gustó y se lo dije a don José, pero él me contestó que ‗nos estábamos jugando aquí todos, todo‘. Su problema fue que no supo dialogar‖257. 257 José María Díaz-Rincón, presidente diocesano del MRA de AC. Entrevista realizada en Toledo (31-1-2010). Díaz-Rincón es presidente de JAC en El Romeral (Toledo) de 1947 a 1951; fundador y presidente del Centro de Tropa para soldados de AC, en la Academia de Infantería de Toledo (1951-1953); presidente diocesano de JAC de Toledo (1954 a 1957), colabora intensamente en el consejo superior, especialmente en los Cursillos de Cristiandad (donde llega a impartir 157 en los años 50), siendo consiliario nacional de la JAC, Manuel Aparici. Presidente diocesano del MRA de AC, de 1958 a 1969, y presidente en funciones de la comisión nacional de Apostolado Rural, junto a Adela García, hasta 1977 (ABC, 20-101968, p. 41); vicepresidente de la Federación Internacional de Movimientos de Adultos Rurales Católicos (FIMARC) en Bruselas (1972-1978); miembro del Pontificio Consejo para los Laicos en Roma de 1984 a 1990 (cargo que ha ocupado anteriormente Joaquín Ruiz-Giménez –presidente de la Comisión de Justicia y Paz-). Finalmente trabaja en la parroquia de ―El 189 ―La otra Transición de la Iglesia… Para el líder ultraderechista, Blas Piñar, el comienzo de la desintegración de AC se inicia con la ruptura de la estructura de las cuatro ramas y aceptar el sistema disgregador de los Movimientos. Piñar habla de una Iglesia ―utilizada‖ por aquellos que la habían atacado durante la Segunda República, y de la que consiguen sus propósitos ―revanchistas‖: ―[…] La crisis empezó en España cuando quienes se opusieron a todo tipo de reconciliación advirtieron, con astucia evidente, que la Iglesia podría ser utilizada –en un Estado católico, que no sólo la respetaba sino que la favorecía- para, bajo su protección, atacar al Régimen nacido de la Cruzada; una Cruzada en la que la Iglesia fue brutalmente perseguida por los mismos que ahora se acercaban a ella a fin de convertirla en instrumento dócil de sus propósitos revanchistas‖258. Según Escámez, la politización de los movimientos católicos se debe a la labor de militantes marxistas infiltrados: ―[…] La infiltración marxista, en vez de construir la independencia de la eclesial pedida por el CVII, mantiene idéntica politización de la Iglesia, pero de signo opuesto‖259. Díaz-Rincón Buen Pastor‖ de Toledo, y con la comisión diocesana en AC (Consejos Pastorales Arciprestal y Diocesano, entre otras). A Díaz-Rincón le sustituye Hernández Herrada y luego Isaac Martín. 258 259 Piñar, B.: Op. cit., p. 83. Escámez Mañas, F. J.: La Transición de la Iglesia de Almería. Renovación conciliar y preparación de la Democracia, Instituto de Estudios Almerienses, Diputación de Almería, 2007, pp. 232-233. El autor recoge declaraciones de Santiago Carrillo, en 1967, que dan pie a tales afirmaciones: ―[…] En la España de hoy, los aliados más leales y eficaces que tenemos los comunistas en la lucha por la libertad y la justicia social son los católicos, ha declarado […] Santiago Carrillo, secretario general del llamado partido comunista español […] Esta 190 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ajusta esa acción política, por algunos militantes de los Movimientos, hacia un marcado fin social, desde las administraciones locales del régimen: ―[…] Muchos de los dirigentes -Alcaldes, sindicatos, o el cooperativismo que se lleva a cabo en los años sesenta- provienen de AC. Lo tomaban como compromiso apostólico. Fue la mayor respuesta social desde la Iglesia, de lo poco que quedaba de la AC general. Pueblos como el mío, El Romeral, u otros de mayor entidad, como Villacañas, tuvieron su movimiento obrero y de estudiantes. Sus cooperativas, las de Villacañas por ejemplo, fueron promovidas por dirigentes de la AC, del Movimiento Rural. Los agricultores reclamaban reuniones para defender sus intereses. Cooperativas del vino, textiles como las de Santa Cruz, Fuensalida, Corral de Almaguer… La gente no quería entrar, en su mayoría, en la política pues todavía recordaba la guerra civil‖260. En 1967, la Asamblea Plenaria de la Comisión Episcopal publica Sobre el año de la Fe en el XIX Centenario del Martirio de San Pedro y San Pablo (4-3-1967), advirtiendo que los católicos no deben colaborar con marxistas: ―[…] No faltan, por otra parte, filtraciones de ideas que enturbian la pureza de nuestra fe cristiana con el pretexto de adaptarla a la mentalidad del alianza –añade Carrillo- es la mejor garantía para el futuro, en el sentido de que los comunistas seríamos los primeros en defender los derechos de los católicos‖. La Voz de Almería, ―El comunismo internacional se quita la careta con respecto a España‖, 5-2-1967, p. 3, y ―En respuesta a don Santiago Carrillo‖, Signo, núm. 1.403, 4-3-1967, p. 3. 260 Ibídem. 191 ―La otra Transición de la Iglesia… mundo moderno (en referencia al marxismo)‖261. HOAC rechaza el comunicado y, junto a JOC, reclaman su autonomía frente a la Junta Nacional de AC262. En Albacete su obispo, Arturo Tabera Araoz, preocupado desde que JEC, con implantación notable en la diócesis, ha oficializado, a nivel nacional, la primera ruptura en su VI Congreso nacional celebrado en marzo en Cercedilla (Madrid), pone como ejemplo su apertura al diálogo abierto: ―[…] en la Diócesis donde la Acción Católica y sus diferentes movimientos quieren llevar una vida pujante y se afanan por lograrlo, y donde podemos ufanarnos, humildemente en el Señor, de resultados apostólicos harto consoladores, ha reinado hasta ahora un ejemplar equilibrio en Consiliarios, Dirigentes y Militantes. Si en algún momento, y por contagio del ambiente o por presiones solidarias, hubo sobresalto y desorientación, el diálogo franco y cordial que, repetidas veces hemos tenido los Movimientos más afectados y yo… ha devuelto la calma y puesto en mejor luz los problemas… [...]. Afirmación, mejor diría reafirmación vibrante de la fe y de la confianza en la Acción Católica y en todos y cada uno de sus Movimientos 261 Documento de la CEE: ―Sobre el año de la Fe en el XIX Centenario del Martirio de San Pedro y San Pablo‖, BOOAL, núm. 7, julio-agosto, 1967, pp. 269-279; p. 270, recogido por Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., p. 233. 262 Muelas Alcocer recoge: ―[…] Las comisiones nacionales de la HOAC y de la JOC, exigieron autonomía frente a la Junta Nacional de la Acción Católica y frente a las diócesis. El 27 de abril de 1967, el pleno de la HOAC, reunido en Ávila, exigió unos principios de independencia de este movimiento y que la Comisión Episcopal de Seminarios no obstaculizara a la HOAC, para que aporte su mística, su metodología y su experiencia obrera en la formación de los Seminaristas‖. Muelas Alcocer, D.: ―Don José Guerra Campos‖, Episcopologio Conquense, 1858-1997, Diputación Provincial de Cuenca, Cuenca, 2002, pp. 555-556. 192 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón especializados y de la necesidad y urgencia de su encuadramiento, cada uno según su peculiar estructura y misión en una pastoral diocesana de conjunto‘‖263. Para frenar el desastre José Guerra Campos se desplaza por toda la geografía nacional tratando de mantener que la acción de la Iglesia debe ajustarse a los mandatos de la jerarquía. Cuando en mayo acude a Toledo la protesta de miembros de las JOC es reflejo de la respuesta dominante264. Lejos de amortiguarse los ánimos, el paso a la acción política de los Movimientos se acentúa. HOAC, en su asamblea general de ese año (a la que asisten como representantes de Toledo Luisa Martín, Nieves Hernández, María Martín, Matías Manchada, Juan José Sánchez y Luis Álvarez, y de Ciudad Real, Vicente Manzaneque, y su consiliario general José Domínguez Rodríguez), se suma a la oposición al régimen con una declaración a la 263 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 38, y del BOEA, núm. 6, 1967, pp. 213-220. Desde el Boletín diocesano trataría, según Ortiz Heras, ―de dar, en todo momento, una clara imagen de tranquilidad y normalidad favorable a la dictadura‖. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control social‖…, Op. cit., p. 312. Según Montero JEC es el primer Movimiento en formalizar la ruptura: ―[…] La ruptura implicaba la respuesta inmediata de la JEC a la declaración de la Conferencia Episcopal, su rechazo de las orientaciones contenidas en esa declaración, y el final de un proceso de diálogo que se consideraba inviable‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 62. 264 Díaz-Rincón recuerda: ―Guerra vino en mayo de 1967, como Consiliario de AC a un acto en el salón de Sindicatos de Zocodover, donde estaba el obispo auxiliar, y vicario general, Anastasio Granados. Al hablar de que la función y el sentido de la Iglesia ya estaba suficientemente justificada con la comunión y la extremaunción, fue silbado por un numeroso grupo de JOC que se encontraba allí y donde tuvo que salir al paso la policía para apaciguar los ánimos. Faltaba diálogo por ambas partes‖. J. M. Díaz-Rincón. De la entrevista referida. 193 ―La otra Transición de la Iglesia… opinión pública: ―[…] denunciando la situación social e invitando al pueblo a luchar más decididamente para conquistar las libertades…‖265. El gobierno propalará, a finales de ese 1967, la participación en las ―actividades anti régimen‖ de los movimientos obreros de AC: ―[…] que han tenido desde pocos años hasta la actualidad mucho más de acción que de católica. Destacadamente aparecen las Organizaciones VOJ, HOAC y JOC con un tema esencial que tienen en ellos carácter obsesivo: el marxismo‖266. Se amparan en cuestiones como las que llevan, en diciembre, a tres sacerdotes, Mariano Gamo, Jaime Castiñeiras y Fernando Adrover, a presentar un documento al secretario de Estado del Vaticano, monseñor Benelli, elaborado conjuntamente por militantes obreros cristianos y sacerdotes ligados a CCOO, denunciando que éstas han sido ilegalizadas por el ministerio de Gobernación cuando ya se encuentran asentadas en multitud de empresas por todo el país. Benelli es declarado nuncio ―non 265 Archivo de la Comisión General de la HOAC (ACGHOAC), Asamblea General, Caja 50, bis. Año 1967. Su aprobación cuenta con setenta y cuatro votos a favor, cinco en blanco y una abstención. 266 AGA. Cultura. GE. Servicios Informativos de la Dirección General de Prensa (15-11-1967). Legajo 562. El seguimiento ha sido exhaustivo: ―[…] ‗La Vanguardia Obrera Social‘ viene manifestándose desde hace tiempo como una de las organizaciones de apostolado seglar más politizadas, en una línea extremista y de hostilidad al régimen […]‖. Madrid, 4 de septiembre de 1967‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60430. La editorial ZYX, afín a VOJ y VOS, expande los criterios de estos Movimientos. El historiador Manuel Tuñón de Lara califica el componente ideológico de ZYX como: ―anarquismo de base cristiana‖. Tuñón de Lara, M. y Biescas, J. A.: España bajo la Dictadura Franquista. 1939-1975‖, Labor S.A., Barcelona, 1980. 194 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón grato‖ por el régimen ya que, según el gobierno, roza en su actividad diplomática la acción político-religiosa267. Ante el rumor de la creación de un sindicato católico, el cardenal Enrique Plá y Deniel, quien apoya decididamente a los Movimientos en Toledo, se manifiesta en contra: ―[…] Según la actual legislación española (el Concordato también es ley del Estado), ni las Asociaciones apostólicas de Acción Católica (Acción Social Patronal, H.O.A.C., J.O.C.) pueden ser sindicatos, ni por el hecho de que el Estado haya pedido, y la Iglesia haya concedido, asesores eclesiásticos, que ejerciten el apostolado del magisterio sacerdotal dentro de los Sindicatos, pueden impedirse las asociaciones de apostolado seglar formadas por obreros o por patronos, que son Acción Católica, Acción Católica Especializada, que no puede ser impedida en ningún país donde la Iglesia goce de libertad y menos en aquellos países donde, como en España, establece el Concordato que las Asociaciones de la Acción Católica Española podrán desenvolver libremente su apostolado‖268. 267 Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 257-259. Para Federico Silva Muñoz es lo más lejano a la realidad: ―[…] no hizo política desde la nunciatura, fue la caja de resonancia de lo que sabía por sus conversaciones con clérigos y seglares, de los momentos que estaba atravesando España. Ciertos grupos de unos y de otros sí que fueron los grandes autores del ‗desenganche‘‖. Silva Muñoz, F.: Memorias políticas. Planeta, Barcelona, 1993, pp. 86-89. 268 Ecclesia, núm. 28, 1968, p. 1059. Callahan apunta al obispo Pildain como el más crítico al monopolio de los sindicatos verticales y a favor de una filosofía política contraria al liberalismo, algo en lo que coinciden los cardenales Plá y Deniel y Herrera: ―[…] promovieron una versión renovada del catolicismo social más innovadora y progresista, pero se negaron a criticar públicamente la organización sindical oficial [...]. Por aquel entonces, la perspectiva de crear una renovada ‗unión de los católicos‘ con fines políticos era más remota que nunca. 195 ―La otra Transición de la Iglesia… El Episcopado se ve obligado a reaccionar urgentemente ante el masivo posicionamiento político de los Movimientos y plantea la reforma de Estatutos (18-3-1968). Esto no es de recibo para los Movimientos y muchos de sus dirigentes dimiten269. Guerra Campos denuncia que detrás de aquellos cuadros figuran militantes ―contaminados‖ por el marxismo y denuncia graves irregularidades, según su criterio: a) Usurpación de representatividad. ‗Algunas minorías de miembros de instituciones apostólicas intentaron tomarse ante la opinión pública la representación, bien de la Iglesia implicando a la Jerarquía, bien de sus propia asociaciones Los partidos democratacristianos clandestinos, la ‗familia católica‘, el clan politizado del Opus Dei, los movimientos autonomistas en las provincias vascas y catalanas y los sindicatos obreros católicos promovían programas distintos que no permitían llegar a ningún acuerdo‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 339. 269 Coincidimos con el profesor Montero que el compromiso temporal de los movimientos obreros de AC, o la fascinación ante los análisis sociales en los movimientos juveniles, son magnificados para justificar su desmantelamiento. La crisis de identidad produce al final la secularización y la frustración de muchos de sus líderes y militantes. Montero, F.: ―La contribución de los Movimientos de Acción Católica a la lucha por la democracia‖, XX Siglos, núm. 16, 1993, pp. 41-53. González de Cardedal concluye: ―[…] Dada la especial relación de la Iglesia con la política, en los últimos decenios los cristianos han batallado para separar a la iglesia de una de las dos Españas, para hacer la independiente en un segundo momento y para hacerla aliada de la otra España en un tercer instante. En estas luchas la iglesia jerárquica no actuó siempre con la perspicacia y libertad necesarias, más aún, en determinados instantes (1968) ha sacrificado movimientos y grupos especializados de Acción Católica ante una presión política. Esto ha costado muchas vidas y muchas salidas de la iglesia con el consiguiente paso a militar en organizaciones políticas, silenciando o negando explícitamente la fe.‖. González Cardedal, O.: ―Iglesia y política en España‖ en Enrique y Tarancón, V., González, M., y Jubany, N.: Op. cit., p. 49. 196 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón eludiendo a las mayorías. Esta pretensión fue el punto más saliente, durante el primer lustro después del Concilio, en las conversaciones de ciertos grupos con el Episcopado, si bien, como es natural, no se formula con frecuencia en los textos ‗oficiales‘‖. b) Descuido de lo primordial cristiano: profesión de fe, vida sacramental, adhesión a la Doctrina católica de fe y moral y la realización de las tareas temporales según el modo propio del Evangelio y de la misión de la Iglesia. ―Fue causa de conflicto, por parte de ciertos grupos, el descuido o abandono de esos compromisos primordiales‖. c) Contagio marxista, ―bien en la colaboración, bien en un diálogo rebajado al plano de la mera colaboración o táctica política... Al principio, en no pocos, se trataba de una simpatía un poco ingenua (como lo demuestra la frecuentísima confusión de ―alienación‖ con ―alineación‖). Esta ingenuidad desarmaba incautamente; ya al final del proceso muchos dejan su militancia eclesial y se ponen al servicio de políticas marxistas o marxistoides, hostiles a la Fe y a la acción de la Iglesia‖270. 270 Guerra Campos, J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 25-27. Glosados también por Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 49-50, y más esquemática en Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 268. Guerra impartirá, a partir de entonces, conferencias sobre marxismo y ateísmo: ―Ateísmo y sus formas‖ y ―Motivaciones del ateísmo‖, dentro del ciclo ―El hombre actual y Dios‖, en la Cátedra de Pensamiento Cristiano de Santiago de Compostela (17 y 18 de febrero de 1970), donde afirma: ―[…] La ceguera para los signos de Dios, que el hombre tiene ante sí y en sí mismo, causa primordial del ateísmo‖. Ecclesia, núm. 1481, 1970, p. 17; El octavo día, 197 ―La otra Transición de la Iglesia… Es un momento, sobre estos puntos, donde se dan los pocos encuentros entre Enrique y Tarancón y el propio Guerra Campos –pues Editora Nacional, Madrid (1972), donde arremete contra el comunismo; así como conferencias y lecciones magistrales, tales como ―La Iglesia y el Marxismo‖ (16-10-1974), en el Círculo Cultural ―Medina‖ (Cuenca), y en la que sostiene: ―[…] Los marxistas quieren un diálogo de cooperación política, aspirando a que la Iglesia corporativamente y a escala mundial acepte y apoye el programa marxista de revolución social, y ofreciendo por su parte libertad para la lucha ideológica en lo religioso. Pero la Iglesia, por principio, no puede en nombre la Fe atar a sus hijos a una fórmula política universal, aunque esta fuese aceptable; y menos puede cooperar a implantar una forma de construcción del mundo que no sólo niega a Dios, sino que también contradice algunas exigencias de la ley de Dios para la vida social‖. Diario de Cuenca, 17-10-1974, y en el BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, pp. 514518. En 1975 aparece, en Diario de Cuenca, firmado por José María López Ramón, ―Libertad cristiana y marxismo‖, con certeras referencias a lo tratado en el Concilio. En mentideros eclesiásticos se elucubra que detrás está el propio Guerra. El obispo sí rubrica Planificación comunista para España. Investigación y documentación de problemas actuales (1976). En 1977 publica La Iglesia y el marxismo, también en la Asociación de Universitarias Españolas donde manifiesta: ―Los marxistas sólo quieren un diálogo político‖. Una nota del gobierno resalta del texto: ―[…] Sería posible si los católicos que lo intentan fuesen más fieles a sí mismos, menos cobardes, menos ambiguos y más respetuosos de los marxistas […], demostrar a los marxistas que el factor religioso, lejos de ser alienante, hace que alienante sea el humanismo cerrado sobre sí‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 561, IG, carp. 40180. Coincidentemente, en el verano de ese año, Cristina Almeida, miembro del PCE, pronuncia una conferencia en la biblioteca pública ―Fermín Caballero‖ de Cuenca, sobre el diálogo entre cristianos y comunistas. Están presentes su secretario provincial, Pedro Benito, y Miguel Cañas, miembro del comité provincial, mientras el obispo acude, los días 9 al 12 de noviembre, al aula de la Caja Provincial de Ahorros, para impartir unas lecciones públicas sobre el marxismo, organizadas por la comisión diocesana de los Jóvenes de AC. También escribe Ateísmo hoy (1978). Muchos años después la fama de antimarxista le persigue. Un ejemplo es la carta firmada por Carmen Calvache en la que afirma: ―[…] Guerra Campos acaba de declarar que le cae mejor Pinochet que Felipe González, que monseñor Romero no es un mártir, y que la teología de la liberación es marxismo…‖. El País, 13-4-1985, Opinión. 198 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón públicamente no se produce ningún otro- cuando el primero deja entrever la falta de disciplina de las bases con su jerarquía, y su ―ambición‖ política: ―[…] algunas de esas asociaciones de Acción Católica actuaban no pocas veces al margen de la dirección jerárquica. Alguna de ellas se había convertido prácticamente en el refugio de los que por cualquier motivo querían actuar contra el gobierno […] no era extraño que algunos cristianos con ambiciones políticas se sirvieran de las mismas para intervenir políticamente sin mayor peligro‖ 271. Esto deprecia, aún más, la imagen de la jerarquía en general, aunque será Guerra Campos el más señalado por su ―vigilancia‖ hacia los Movimientos272. El consiliario nacional se ha convertido en referente de confrontación pública, y en varias ocasiones es ―boicoteado‖ en sus visitas pastorales o conferencias, como ocurre en la clausura del ―75 Cursillo de Cristiandad‖ (Huelva, 1968), mientras el obispo imparte, curiosamente, la conferencia Respuesta de la Iglesia a los problemas de hoy273. 271 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 312. 272 Callahan llama la atención sobre la apreciación de Antonio Murcia en su obra Obreros y obispos en el franquismo, donde afirma que Guerra suma a sus ―principios teológicos conservadores‖, su falta de experiencia con las asociaciones obreras católicas, por lo que la misión del obispo no fue otra que la de ―vigilancia [...] para que la Acción Católica no se desvíe del camino‖. Callahan W. J.: La Iglesia Católica de España 1875-2002…, Op. cit., nota 78, del capítulo 20. 273 ABC, 31-3-1968, p. 80. Domínguez recoge el titular: ―30 de marzo de 1968: Medio centenar de personas abandonan en Huelva el salón donde iba a dar una conferencia Mr. 199 ―La otra Transición de la Iglesia… El propio gobierno, desde su Dirección General de Seguridad, da cuenta de los enfrentamientos con los movimientos obreros de AC, y de cierta parte del clero contestatario con José Guerra, en dos informes (4 y 5 de diciembre de 1968, Servicio de información). La nota, ―Campaña a nivel nacional contra el obispo Sr. Guerra Campos‖, va dirigida al ministro de Gobernación, y en ella se recogen destacadamente las reticencias de numerosos sacerdotes de varios puntos del país ante su posible nombramiento en sus diócesis: ―Por informes recibidos se ha tenido conocimiento del viaje a la capital de España del Rector del Seminario de Mondoñedo D. Antonio Bouza Evia, con el fin de informar a la Nunciatura Apostólica, la oposición por parte del clero ante la posibilidad de que pueda ser nombrado Obispo de FerrolMondoñedo, el Obispo Sr. Guerra Campos, en sustitución del que fue trasladado a San Sebastián D. Jacinto Argaya Goicoechea. También se tienen noticias de que parte del clero gaditano, ante el anuncio de que el actual Obispo de Cádiz Dr. Añoveros iba a ser trasladado a Valencia o Bilbao y que para sustituirle se hablaba del Sr. Guerra Campos, también han enviado cartas a la Nunciatura oponiéndose al nombramiento de dicho señor. Esto refleja claramente una campaña general progresista para ir contra el Obispo Sr. Guerra Campos que siempre ha defendido al Régimen y a la supeditación Guerra Campos‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 277. 200 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón jerárquica de la Acción Católica española, conducta que al parecer no perdonan los sacerdotes progresistas españoles‖274. El segundo informe dicta: ―Dirección General de Seguridad. Servicio de información. Nota dirigida al ministro de Gobernación. Asunto: 6142. Fecha: 5-12-68. Asunto: Sacerdotes progresistas solicitarán del Papa la elección democrática del Obispo. –Ferrol del Caudillo. ―Por informes recibidos últimamente se tiene conocimiento de que los sacerdotes progresistas, un tanto alarmados por el posible nombramiento del Obispo Sr. Guerra Campos como titular de la diócesis Mondoñedo-Ferrol del Caudillo, están recogiendo firmas al pie de un escrito que dirigirán al Papa solicitando la autorización para elegir al Obispo nuevo, mediante votación entre los clérigos, según la costumbre de los primeros cristianos…‖ 275. 274 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. En la misma nota se recoge el nombramiento para Bilbao de un obispo, sin nombrar, no aceptado por los sacerdotes de aquella diócesis. Asunto: 6141. Fecha: 4-12-68. Ibídem. 275 Ibídem. Proponen la recogida de firmas, según las fuentes, Antonio Bouza Evia, rector del Seminario de Mondoñedo, Gabriel Vázquez Sijas, párroco de Canido, y José Chao Rego, párroco de Santa Marina del Villar, El Ferrol. Chao Rego es el principal dirigente del sector progresista, según la nota: ―El grupo que se ha comprobado su intervención en la recogida de firmas, está formado por los dos últimos y candidatos, y por Orlando Sánchez Sánchez, coadjutor de la parroquia de San Pablo, que en horas libres trabaja como camarero en el restaurante ‗El Parrulo‘‖. Chao Rego es autor de La Iglesia en el Franquismo, Ed. Felmar. Madrid, 1976. 201 ―La otra Transición de la Iglesia… A principios de 1969 el gobierno declara el ―estado de excepción‖ en el País Vasco, y desde la comisión permanente del Episcopado se pide, a través de una nota (7-2-1969), y en un hecho inaudito hasta entonces, que se restablezcan las libertades básicas, al tiempo que se muestra comprensiva con los motivos que han obligado al poder civil a tomar esa decisión. Morcillo y Guerra aparecen, en algunos medios, como redactores del comunicado276. En la represión de los disturbios, el gobierno ―destierra‖ a los cabecillas de los Movimientos (como también lo hará en otros momentos de zonas como Cataluña o Asturias), acusándolos de llevar a cabo actividades subversivas, a Albacete, Cuenca, o Ciudad Real, poblaciones hasta aquí de gran control social y por las fuerzas de seguridad277. Muchos de estos desterrados son líderes con experiencia en la organización y rápidamente entran en contacto con sus compañeros del centro extendiendo el ―germen marxistoide‖, como lo denomina el régimen. Se trata de un cuerpo de militantes compuesto por clérigos y profesionales 276 Gómez Pérez aclara la controversia: ―[...] Según la revista francesa ‗Informations Catholiques Internationales‘, sus únicos autores eran monseñor Morcillo y monseñor Guerra Campos‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 154. Ecclesia, que había hecho eco de la información, tiene que rectificar precisando que se trata de un acuerdo unánime de la Comisión Permanente. Ecclesia, 1969, p. 583. 277 Tras el ―estado de excepción‖ en Vizcaya, han sido deportados, entre otros muchos, Valeriano Gómez Lavín a Tarancón (Cuenca), controlando su domicilio en la calle Ramón y Cajal 31, y Leandro Pérez a Ciudad Real. En algunas de las zonas que acogen estos activistas surge un relanzamiento en las relaciones con grupos inclinados a la movilización. Vid. Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: CastillaLa Mancha, 1969-1979…, Op. cit. 202 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón de distintos sectores de la economía que, al llegar a estas zonas, sin concentraciones obreras ni universidades, inician el soporte a la incipiente oposición a la dictadura en la región, y determinan el desarrollo de los movimientos obreros de AC en tierras castellano-manchegas. Los activos más ideologizados entran en organizaciones de tipo sindical y político en la clandestinidad. Con la llegada, en 1969, de Vicente Enrique Tarancón, a Toledo, los Movimientos esperan un mayor espaldarazo a sus premisas. JOC, HOAC, Movimiento Júnior (extendido principalmente en la capital y Talavera), pero sobre todo el Movimiento Familiar Cristiano (MFC)278, saben que a Tarancón le precede fama de progresista por denunciar públicamente las injusticias sociales y abogar por una equilibrada distribución de la riqueza espiritual y material. Allí se encuentra con una importante labor desarrollada en los últimos años por Rafael Torija, vicario general de pastoral, consiliario de JOC y HOAC (nombrado por Pla y Deniel), luego obispo auxiliar de Santander, y más tarde de Ciudad Real)279. 278 Para Gómez Herruz el cardenal Tarancón inició un proceso profundamente renovador dentro de la iglesia toledana: ―[…] El concilio Vaticano II era objeto de estudio y aplicación a través del Movimiento Familiar Cristiano y por tanto el espíritu aperturista no se quedaba tan sólo en un clero joven, sino que comenzaba a irradiarse al resto de la sociedad‖. Gómez Herruz, F.: ―La Transición en Toledo: Algunos apuntes‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, p. 63. 279 Torija estudia en el seminario de Toledo y en la Universidad Pontificia Universidad Gregoriana (Roma), donde se licencia en Teología y en Ciencias Sociales. Es ordenado sacerdote (7-6-1952). Ejerce como sacerdote en Castilléjar (Granada) y Riópar (Albacete), pueblos entonces pertenecientes a la diócesis de Toledo. Luego es coadjutor de la parroquia 203 ―La otra Transición de la Iglesia… A su llegada comprueba que existe una amplia concienciación hacia lo social, principalmente en ámbitos juveniles, gracias a la tarea de los coadjutores en las barriadas obreras y pueblos. El cardenal valora a Torija como elemento esencial de cambio en el apostolado de la provincia y a las JOC toledanas por sus reivindicaciones en el mundo laboral, al tiempo que justifica que no se propagase todo lo esperado debido al ámbito, eminentemente rural, de la diócesis: ―[…] fue verdaderamente el alma de ese movimiento y consiguió, a pesar de tratarse más bien de una diócesis rural, que existiesen en la misma grupos numerosos de JOC que eran un buen instrumento de apostolado […]. Puede, es verdad, como algunos dijeron, que ciertos elementos políticos y sindicales se enrolasen en estos movimientos, ya que era la única posibilidad que tenían para actuar en el campo de las reivindicaciones laborales y en la exigencia de justicia social […]. La verdad es que, durante el tiempo de mi estancia en Toledo, la JOC no se desvió lo más mínimo del plan pastoral que tenía señalado […], la acción de la JOC en la diócesis de Toledo eran más testimonial que real, porque el carácter rural de la misma ni era propicio para que engrosaran las filas de los movimientos obreros, ni para una actuación ambiental‖280. de Santiago (Toledo), y profesor de Teología Pastoral en el Seminario donde desarrolla una amplia labor como consiliario diocesano de JOC, HOAC y JEC. Con Tarancón organiza el Consejo Presbiteral de la Diócesis. Monseñor Torija recuerda de su paso por Toledo: ―[...] muy especialmente, el momento del posConcilio. Recuerdo cuánto nos tuvimos que afanar para poner en marcha los nuevos cauces e instrumentos pastorales que la Iglesia pedía‖. Valero, M.: Lanza Digital, 9-8-2001, Ciudad Real. 280 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 370-371. 204 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Antonio Galán, militante de JOC, tiene otra valoración: ―Aunque el ‗Mayo del 68‘ pasó de soslayo, empezamos a hablar de los Jurados de Empresa, de CCOO, de Marcelino Camacho y Julián Ariza. Accedíamos a libros de contenido marxista a través de la Editorial Popular, ZYX. Surgió la librería ‗Fuenteovejuna‘. Algunos de mis compañeros fueron del PCI toledano clandestino, alrededor de 1968-69, y se celebró en nuestro local. En ella estuvo Antonio Ruán. Nos habían ensañado a salir uno por uno, para que no los localizasen. Estábamos vigilados. Otros fuimos del Partido del Trabajo (PT) donde entrábamos después de una entrevista y ‗pruebas‘ de militancia activa. Otros muchos terminaron en CCOO. En el año 1975 nos detuvieron en Sonseca -donde yo era maestro- al grupo fundamental de la JOC. Por eso, monseñor Torija me decía cuando se encontraba conmigo: ¿En qué me he equivocado que me habéis salido todos rojos?‖ 281. 281 Ibídem. La acción de JOC en Toledo es muy intensa y no siempre fácil. Como recuerda J. M. Díaz-Rincón: ―En las reuniones de las JOC, como en el cursillo nacional en 1969, con Tarancón aquí en Toledo, las autoridades policiales les obligaban a que asistiese un policía a las mismas y ellos se negaban. En una de ellas, en la que estaba José Antonio Aparicio, un sacerdote que se secularizó después, un policía que me conocía me dijo que cómo podrían actuar. Yo le dije que daba la cara por él y aquella reunión se celebró sin altercados. La JOC fue un movimiento rebelde‖. José María Díaz-Rincón, de la entrevista ya citada. 205 ―La otra Transición de la Iglesia… Miembros de JOC en un encuentro celebrado en Toledo a finales de los años 70. (Foto en el patio del Alcázar, cedida por Antonio Galán) Desde el ámbito estudiantil JEC celebra en Toledo su Pleno Nacional (del 30 de junio al 4 de julio de 1969), al que asisten representantes de seis diócesis universitarias y doce de enseñanzas medias. Es el momento más precario para el Movimiento pues todavía arrastra la crisis de identidad declarada años atrás en Cuenca. En las jornadas no se trata el tema de la ―Revisión de Vida‖, pero se insiste en las Comunidades y en el Catecumenado282. 282 Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., pp. 63 y 106. Feliciano Montero es miembro de la JEC y participa, en 1971, en la preparación, junto a su consiliario Arrojo, del pleno que se celebra en Salamanca del 4 al 7 de abril. Es el momento de relanzar el Movimiento, condicionado por su replanteamiento como movimiento pedagógico, para tratar de superar el dualismo entre política vida cotidiana o política y fe. Ibídem, pp. 108-109. 206 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Muchos activos de los Movimientos se plantean no continuar el apostolado seglar bajo las siglas de AC. Enrique y Tarancón, apoyándose en las palabras de Pablo VI, sostiene que no se puede hacer la renovación del Concilio sin ese apostolado, y les apela a una renovada participación de los católicos en AC tras la crisis de la que todavía no se ha recuperado: ―[…] La conquista de los ambientes humanos y sociales parecía objetivo indispensable para lograr el fin religioso que la Acción Católica se proponía, y esa conquista debía ser obra de seglares. Surgen entonces, los Movimientos Especializados dentro de la Acción Católica, que por las mismas exigencias de la vida fueron subrayando cada día con mayor fuerza esa proyección humana anteriormente‖ 283 y temporal que aparecía como secundaria . El propio Pablo VI, que sufre con la desintegración de AC, ve con optimismo la renovada orientación de la institución en España, que, en la medida que va perdiendo peso e influencia ideológica en la sociedad, gana en tolerancia y credibilidad: ―[…] Cada día nos llegan más indicios consoladores de que la Iglesia de España va encontrando, en esta época de cambios, su propia identidad, no contentándose con la sola herencia de las glorias pasadas, sino tratando de insertarse valientemente en un presente y en un futuro cargado de 283 ABC, 31-1-1970, p. 30. En las páginas finales del documento pastoral el cardenal apela a los sacerdotes y fieles a superar la crisis y a recobrar la pujanza que el apostolado seglar tuvo en Toledo. 207 ―La otra Transición de la Iglesia… promesas. Una Iglesia fiel a sus valores de auténtica espiritualidad y, a la vez, con una profunda proyección social; una Iglesia pobre y consciente de su misión de servir, sin deseos y sin vinculaciones de poder‖ 284. Pero los movimientos obreros de AC están más pendientes de las nuevas leyes que emanan desde el gobierno pues durante ese mismo año, de 1969, comienza a gestarse la nueva Ley de organización sindical que, aparentemente, no suscita grandes expectativas. De hecho, la memoria anual del gobierno civil de Albacete destaca un cierto temor por la aparición de partidos, atribuible a la ciudadanía, según su versión: ―[…] se ha expuesto el deseo de una mayor apertura, junto con el temor de las consecuencias derivadas de la existencia de partidos‖285. Los activistas de los movimientos HOAC, JOC, JEC, JIC, JARC, y VOJ, abogan por un cambio en la concepción de un estado en vías de desarrollo económico, con importantes movimientos migratorios, y unos cada vez más sonados primeros síntomas de pluralismo ideológico y político286. 284 Vida Nueva, 3-10-1970. 285 Memoria del G.C. de Albacete, 1969. AGA. (08) 22 Caja 52/00496. Se destaca, eso sí, la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado que confirma a Juan Carlos de Borbón y Borbón como sucesor de Franco: ―[…] Ley que ha sido acogida con aceptación casi general, como una prolongación adecuada del actual Régimen que garantizará la paz y el orden, acatándose como necesaria y por estar avalada por el Caudillo‖. Ibídem. 286 En el ámbito laboral es importante la presencia de las Hermandades del Trabajo (movimiento apostólico social de trabajadores cristianos que aglutina cerca de 150.000 militantes en el país). Los movimientos, según FOESSA: ―[…] Sabiendo en qué medida la ignorancia incapacita al trabajador, consideran fundamentales las actividades formativas y cuentan con realizaciones diversas para la promoción integral de los trabajadores. Su misión, 208 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En el inicio del curso 1970-71 casi medio millar de jóvenes conforman las filas de la JOC albacetense287. Critican que el mayor gesto social de la Iglesia sea Cáritas y sus tradicionales campañas del ―Día contra el Hambre‖ y Navidad288. La JOC de Almansa reclama cambios ―amplios, radicales y con profundidad‖, y demanda a la jerarquía que defienda a los pobres con mayor firmeza ante el poder político, ―los derechos y aspiraciones de los más débiles y explotados de toda la clase obrera‖289. En una encuesta provincial JOC delata que el 40% consideran al sindicalismo oficial, la Organización Sindical (OS), poco o nada adecuado para defender los derechos de los trabajadores, frente al 15% que está de acuerdo. En general, se mantiene la visión de indefensión frente al dar una respuesta a la injusta situación con la que hoy, sin comerlo ni beberlo, se ha encontrado el trabajador‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…, Op. cit., p. 9. Según Tusell los militantes con los que contaba AC después de la crisis y abandono masivo de 1968: ―[…] eran más numerosos que todos los grupos de oposición juntos, y, probablemente, también que los inscritos no puramente formales en los ficheros del partido único, unos datos que prueban el peso social que todavía tenía el catolicismo en España‖. Tusell, J.: ―Desarrollo económico, aperturismo y tardofranquismo (1966-1975)‖…, Op. cit., p. 652. 287 La JOC albaceteña está integrada en la Zona Levante-Sureste, que abarca las provincias de Albacete, Murcia y Almería. AHJOC, Zona Levante-Sureste, Caja 95, carpeta, 2.3. 288 El Alcázar, Madrid, 13-3-1970. AC de Villacañas organiza varios actos en su salón de actos para recoger dinero y alimentos y donarlos a Cáritas, acto que repetirá año tras año. El cardenal Marcelo González bendecirá uno de sus nuevos locales en Talavera. El Alcázar, Madrid, 12-1-1977. 289 AHJOC, Zona Levante-Sureste, Caja 95, carpeta, 2.2. 209 ―La otra Transición de la Iglesia… empresario, sin representación ni salvaguarda desde el Estado290. Junto a varios movimientos católicos se dirigen a la jerarquía solicitando que el proyecto de preeminente ley de sindical control y continúa manteniendo: dirección del Mando ―[…] su Político. 2º. posición Siguen encuadrados en un mismo sindicato, trabajadores y empresarios. 3º. No existe libertad real de asociación para los trabajadores puesto que sólo puede haber una asociación para cada actividad profesional. […] De aprobarse este proyecto quedarían conculcados los derechos de los trabajadores proclamados por la Doctrina Social de la Iglesia (P.T. 23 y G.S. 68)‖291. La CEAS, a petición urgente de los obispos de Tarragona, Sevilla y Granada, bajo la presidencia de monseñor Castán, estudia el documento y respaldan una libertad sindical con autonomía y representatividad, siempre eso sí, bajo la: ―[…] competencia, de la autoridad civil y de las partes interesadas determinar en concreto las soluciones que consideren más adecuadas en función de las diversas circunstancias‖292. 290 Ibídem. Tampoco son muy distintas las valoraciones de una encuesta realizada por Cáritas en 1974, en La Roda, y por las que las autoridades amenazan con denunciar a sus responsables por considerar esa publicación de propaganda ilegal. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 36-37. 291 Carta a Casimiro Morcillo, presidente de la CEE, firmada por el presidente del Movimiento Apostólico Seglar, Pedro Serrano García (25-10-1970). AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60520. 292 ―Nota de la Comisión de Apostolado Social, ante el proyecto de Ley Sindical‖, BEAT, 29-30 de octubre de 1970, núm. 11, noviembre, p. 387. 210 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón El gobierno civil de Albacete, recalca la impopularidad del anteproyecto: ―[…] si bien en un principio no se le prestó demasiada atención, si lo ha sido últimamente por existir la creencia de que, posiblemente, y dada la escasa aceptación del proyecto actual, se reforme en el sentido de una mayor representatividad‖293. Sin embargo, el gobierno civil de Cuenca deriva el blanco y pone el acento en el desarrollo de la Ley de Asociaciones: ―[…] Se espera, con el natural interés, el desarrollo de la Ley de Asociaciones que ha de suponer, indudablemente, una nueva forma de participación de los españoles en las tareas del quehacer común y en las que deben aglutinarse, a través de la Asociación en que se integren, los pareceres no necesariamente coincidentes, que existan o puedan surgir en el futuro, en materia política‖294. Mientras los debates se generalizan, desde algunas asociaciones de AC se continúan organizando actos de apoyo al régimen. Un año más AC general de Los Yébenes, Mora, Sonseca, Mazarambroz y Orgaz, organizan la visita al Valle de los Caídos y rezan ante la tumba de José Antonio Primo de Rivera295. 293 Memoria del G. C. de Albacete, 1970. AGA. (08) 22 Caja 52/00496. 294 Memoria del G.C. de Cuenca, 1970. AGA. (08) 22 Caja 52/00497. 295 En abril de 1970 se congregan cerca de nueve mil toledanos, entre los que se encuentra el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, originario de esta provincia. El Alcázar, Madrid, 174-1970. La Voz de Talavera, en esas mismas fechas eleva el número de asistentes a diez mil, de los que casi 400 son talaveranos. En 1972 el diario eleva la cifra a seiscientos cincuenta. La Voz de Talavera, 24-2-1972. En 1975 la cifra desciende a unos siete mil asistentes y en 1977 apenas acuden figuras políticas de relevancia, principales activos ultraderechistas. Por 211 ―La otra Transición de la Iglesia… La Ley Sindical (22-2-1971) admite de forma limitada las asociaciones profesionales y comerciales, pero no contempla cauces de participación para los trabajadores y rompe las expectativas de muchos. Las críticas de los movimientos obreros y de apostolado seglar de AC, así como de un grupo importante de la jerarquía, no se hacen esperar. No así las de los obispos ultraconservadores Guerra Campos y Cantero Cuadrado, procuradores en Cortes que sí han defendido los intereses de la Iglesia en el debate sobre la Ley General de Educación (LGE)296. El propio Guerra Campos, que no asiste a la votación por encontrarse, como secretario de la CEE, en el debate del otro lado, Mujeres de AC de Talavera se reúnen todos los lunes en sus casas para rezar por las almas de los caídos del bando nacional en la guerra civil. Díaz Díaz, B. y Pacheco Jiménez, C.: ―Los movimientos sociales en las postrimerías del franquismo en la provincia de Toledo (1969−1979)‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la Dictadura y la Transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 239-297. 296 Preston, P.: El triunfo de la democracia en España, Barcelona, 2001, p. 91. La tramitación de la LGE es crucial para la institución, por cuanto surgen tensiones con el gobierno por cuestiones económicas, aunque la escasez de recursos para financiarla hace imposible prescindir de los centros católicos, ni de los contenidos de religión en la pública. La CEE se pronuncia con dos notas en la XII Asamblea Plenaria (11-7-1970). En la primera manifiesta atender las clases sociales más necesitadas, favorecer la preparación de los educadores cristianos, promocionar el trabajo de los maestros, fomentar la colaboración entre el clero y los laicos y, finalmente, integrar la política educativa dentro de las coordenadas de una acción pastoral común a todo el episcopado español. En la segunda subraya la discriminación de la que sería objeto la Iglesia si el Estado impedía a los padres cristianos ejercer su derecho a elegir el centro para la educación de sus hijos. Ambos puntos son defendidos durante el debate en las Cortes por monseñor Cantero Cuadrado, arzobispo de Zaragoza y José Guerra Campos. Vid. Boletín Oficial de las Cortes (BOC). Diario de las sesiones de Comisiones, núm. 23, 8-4-1970, pp. 13-15, y núm. 26, 10-4-1970, pp. 35-36. 212 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón proyecto del nuevo Concordato con la Santa Sede, puntualiza: ―Puedo asegurar que yo no hubiera votado que ‗no‘ a la Ley Sindical‖297. Los movimientos especializados abogan, en el fondo, por el cambio de sistema político y nuevas reglas en el marco de convivencia. Fruto de las jornadas nacionales de HOAC, celebradas en Toledo del 10 al 13 de junio de ese año, sus dirigentes envían un escrito al ministro de la Gobernación: ―[…] Allí donde por razones de bien común se restrinja temporalmente el ejercicio de los derechos, restablézcase la libertad cuanto antes‖ 298 , reclamando el levantamiento de la suspensión del artículo 18 del Fuero de los Españoles del que iba a ser el más largo, y último, ―estado de excepción‖ en todo el país, del 14-12-70 al 13-6-71-, tras los disturbios y huelgas en las 297 Declaraciones a Radio Nacional de España, y recogidas por La Vanguardia Española, 24-2- 1971, p. 8. También se manifiesta contrario al texto Cantero Cuadrado. Ecclesia, 31-10-1970 y 21-11-1970. Desde Vida Nueva se postula en contra del ―nihil obstat‖ de los obispos a la Ley: ―[…] Los políticos en cuanto políticos, son muy dueños de seguir o no seguir esa voz (la de los obispos), aun cuando deban escucharla por todo lo que vale. Pero si los políticos no siguen esa voz tendrán que practicar la coherencia de no presumir jamás de estar realizando la doctrina social cristiana. Sean autónomos en su gestión política, pero no la rebocen de sermones. […] La verdadera fuerza de la voz de los obispos no está tanto en el hecho de que su voz sea episcopal cuanto en la realidad de que está siendo la voz de quienes están callados‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970, núm. 2, p. 8. El diario Madrid recoge las contradicciones entre las manifestaciones de la CEAS y de los obispos procuradores: ―[…] Un obispo manifiesta su opinión favorable y surge en su torno el aplauso con el mismo fervor con que se critica la intervención en sentido contrario. ¿No hay otros argumentos que esgrimir? Al parecer no; por lo visto, el país sigue acostumbrado, cómodamente acostumbrado, a los Consejos de Castilla y los Tribunales de la Inquisición‖. Madrid, 7-11-1970, y en FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…, Op. cit., p. 8. 298 ACGHOAC, diócesis de Albacete, Caja 235. 213 ―La otra Transición de la Iglesia… provincias vascas. Se suman así a la denuncia de parte de la jerarquía eclesiástica, que reclama una ―base más sólida de una auténtica Paz Social‖299. El Movimiento es consciente de la necesidad de aunar fuerzas ante un futuro convulso. Los responsables de HOAC de Albacete plantean la posibilidad de unirse a una cabecera de zona, teniendo en cuenta a Ciudad Real y Madrid (en 1971 forman la junta diocesana de AC: como consiliario, Jaime Daviú Romaguera y como presidente José Calahorra Pérez; por la HOAC es consiliario Juan Miguel Villar Pérez y como presidente Roberto Sanchís Cuevas. Por JOC figura como consiliario Pedro Pardo García y como presidente José María Ramírez Expósito). Sus representantes ven un ―estancamiento‖ de la organización puesto que, desde 1969, no aumenta el número de militantes -veintiuno con cuatro centros y cuatro equipos-, al tiempo que critican a la jerarquía por no apoyar a los perseguidos desde el régimen, y denuncian la escasa dedicación del consiliario diocesano y de los sacerdotes de las parroquias. El movimiento escasea de dirigentes con dedicación plena y éstos están poco cualificados ante las exigencias que demanda el mundo obrero, y la escasa relación con otros movimientos300. Al referirse a la jerarquía, se recalca que ésta: ―[…] ni conoce ni apoya ni está presente en la vida del movimiento, existe un desánimo en los militantes ante esa actitud de la jerarquía, y miedo de sus militantes ante la actual represión y progresivo encarcelamiento de sus más destacados militantes en 299 300 ACGHOAC, diócesis de Ciudad Real, Caja 240. ACGHOAC, diócesis de Albacete, Caja 235. 214 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón España‖. Finalmente se elige a Amparo Garijo para asistir a la asamblea de presidentes, a celebrar en Majadahonda301. Coincidiendo con la finalización de las jornadas, al día siguiente, aparecen unos apuntes de Pablo VI sobre la acción de las comunidades cristianas: ―[…] Incumbe a las comunidades cristianas analizar con objetividad la situación propia de su país, esclarecerla mediante la luz de la palabra inalterable del Evangelio, deducir principios de reflexión, normas de juicio y directrices de acción, según las enseñanzas sociales de la Iglesia‖302. En la alta política siguen presentes los prelados afines al régimen. Guerra Campos asiste, como procurador en Cortes, a uno de los momentos más tensos de la décima legislatura para la aprobación de la Orden 31 de julio de 1971 sobre bases de procedimiento electoral sobre elección de consejeros nacionales por provincias303. El gobierno trata de asegurarse los 301 302 Ibídem. Epist.: ―Octogesima Adventis‖, 14-5-1971, núm. 3. Piñol destaca algunos párrafos de Pablo VI que tienen que ver con el momento en que se pronuncian para la Iglesia española y la marcha del país: ‗Frente a unas situaciones tan variadas nos resulta difícil pronunciar una palabra única o proponer una solución universalmente válida. No es nuestra ambición ni tampoco nuestra misión. Corresponde a las comunidades cristianas analizar la situación propicia de sus países, iluminarla con la luz de las palabras inalterables del evangelio…‘, remarcaba el Papa en ese texto conmemorativo del ochenta aniversario de la Rerum Novarum de León XIII. Es decir, la enseñanza de la Iglesia a partir de las realidades de la historia. De esta forma, aquel corpus nebuloso que constituyó la ‗doctrina social de la Iglesia‘ se sustituía por unas ‗enseñanzas sociales‘ sensibles a las situaciones históricas, plurales y cambiantes‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica española…, Op. cit., nota 37, p. 54. 303 BOE, 2-8-1971. El proceso de representación en ―democracia orgánica‖ es muy criticado por amplios sectores de las bases católicas (esta orden se prorroga por Decreto 1823/1975 215 ―La otra Transición de la Iglesia… cuadros de representación en un momento de disturbios generalizados y desde ciertos medios de comunicación tratan de llevar a la opinión pública el peor cariz del enfrentamiento de ciertas bases, su interés por el cambio de rumbo profundo en lo político, y justifican las posturas inflexibles y de indignación de los obispos fieles al régimen304. Al final, como observa Callahan, el desapego de los militantes de los Movimientos por el modelo evangelizador oficial reflejan que, en muy pocos años: ―[…] la obra destructiva de la cúpula había arruinado por completo AC y el trabajo de generaciones de miembros del clero y el laicado‖305. de 31 de julio, BOE, 183 de agosto de 1975, y se vuelve a prorrogar en el BOE, núm. 25, 291-1976, hasta el 30 de junio de 1977, en el periodo que surge el proyecto de Ley de Reforma Constitucional). 304 El diario Lanza, de Ciudad Real, ―orienta‖ sobre cómo debiera ser el nuevo marco: ―[…] un asociacionismo no ideológico, que jamás pudiese dar lugar a la constitución de partidos políticos más o menos encubiertos‖. Lanza, ―¿Asociaciones nuevas o potenciación política de las existentes?‘‖, sección ―Nunca la lanza embotó la pluma‖. Lanza, 9-9-1971, p. 1. 305 Callahan, W. J.: La Iglesia Católica de España…, Op. cit., p. 404. Lo sucedido en AC trasciende fronteras. The Times (25-8-1972) informa sobre la sustitución, en la dirección de AC, de Guerra Campos por Rafael Torija de la Fuente. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 216 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 217 ―La otra Transición de la Iglesia… II.3. La contestación del clero en Albacete, Toledo y Guadalajara. El cura-obrero como nuevo modelo de evangelización El vitalismo reivindicador de los movimientos obreros y especializados de AC encuentra una importante receptividad entre el clero -muchos de sus integrantes fueron militantes de aquellos-, y su labor pastoral se impregna de fuerte contenido social. Si ya el Concilio Vaticano II aborda la renovación en el diálogo con el mundo moderno, en el ámbito de las nuevas ideologías imperantes como el socialismo, que significa una necesaria actualización en la preparación inicial de sacerdotes y obispos, también permite una autonomía para curas y diáconos en el desarrollo personal y teologal -hasta cierto punto pastoral- desconocido hasta entonces. Mas la jerarquía española sostiene posiciones inflexibles, en este sentido, debido, en gran medida, a: ―[…] que el reclutamiento de éstos se hacía quizás en esferas distintas de aquellas en las que se elaboraba y difundía el pensamiento teológico y que, entre unos y otros, subsistía el viejo problema de la desvertebración de la sociedad española‖306. Pese a los cambios previstos, ciertos obispos mantienen claves tradicionales, como analiza Aranguren, por: ―[…] su carácter jerárquico y rígida relación mandar-obedecer, su ‗profesionalización‘ de lo sagrado, el significado original y permanente de las palabras Obispo (‗Episcopós‘, ‗Vigilante‘), Sacerdote (‗Presbíteros‘, el más viejo), Laico (‗Lego‘, el que no sabe nada); la exclusión de las mujeres de cualquier puesto eclesiástico 306 Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 145. 218 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón importante, y hasta cierto punto, también la exclusión de los jóvenes; la ancianidad obligatoria de los cardenales y el propio Papa‖307. El clero lleva tiempo denunciando una escasa formación teológica –sin revisar desde antes del Concilio y centrada en la Escolástica- que genera un alto grado de frustración vocacional y de crisis existencial, al no encontrar anclajes para su función ministerial y la incapacidad a dar respuesta a todos los problemas sociales desde una acción católica. La propagación de nuevas ideologías deja a las claras una deficiente formación inicial con la que hacer frente a estos nuevos influjos (en el centro de Europa, y contadas individualidades del español, han recibido otra formación teológica más profunda, desde la orden de los jesuitas o por finalización de doctorados en Salamanca o Roma)308: 307 Aranguren, J. L.: ―Cambios culturales en la juventud con respecto a la religión‖, en VV.AA. Cambio social y religión en España; Barcelona, Fontanella, 1975, p. 168. Durante el Concilio también se estudian cuáles deben ser los fundamentos de las nuevas jerarquías eclesiásticas y sobre la liturgia abierta, con una participación comunitaria más activa (el primer paso para que, en 1971, se sustituya el latín, antigua lengua del culto religioso, por las lenguas vernáculas en las misas). Gómez Pérez destaca como principales cambios: ―[…] Se abrió paso una visión temporalista de la Iglesia, aunada con un subjetivismo existencialista que, en la práctica, reinterpretaba el dogma y la moral con categorías exclusivamente históricas. Este ‗progresismo‘ no tuvo perfiles definidos, pero su fuerza fue desmesurada. Lo apoyó una gran parte de la prensa dominante, de tipo laicista y, por un fenómeno mimético, lo secundaron algunos eclesiásticos, que se dieron cuenta de que repetir los tópicos al uso era la condición sine qua non para aparecer –también en los medios de información- a la altura de los tiempos [...]‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 278. 308 El filósofo Julián Marías plantea: ―[…] cuando se piensa en lo absolutamente inadecuadas y extemporáneas que eran sus ideas filosófica y teológicas, privadas de todo lo que ha sido vivaz y creador en los últimos setenta u ochenta años, ¿cómo puede sorprender que al primer contacto con una atmósfera menos confinada tantas cosas se hayan venido abajo? […] sin 219 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] a partir de los años cincuenta, Lovaina –también París, Innsbruck, Tubinga, Múnich- fueron el de no pocos sacerdotes españoles, quienes, por tanto, no sólo no desconocían la nouvelle théologie en el momento en que se inauguró en Concilio, sino que la habían aprendido directamente de sus grandes definidores: De Lubac, Congar, Guardini, Rahner, Jedin…‖309. Para los sociólogos la nueva mentalidad del Concilio, la presente situación de cambio, los nuevos modos de acción pastoral: ―[…] han hecho aflorar un desfasamiento y un cierto sentido de frustración y de duda en muchos sacerdotes que antes del Concilio se sentían cómodos en su teología tradicional‖310. Muchos sacerdotes ya no se identifican con la evangelización que promueve la cúpula eclesial española311. Como apunta Iribarren, el clero experiencia de la que ha sido de verdad el pensamiento contemporáneo, ¿puede pedirse claridad y equilibrio?‖. Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., pp. 265-266. 309 Andrés Gallego J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Los españoles, entre la religión y la política. El franquismo y la democracia, AEDOS, Madrid, 1996, pp. 144-145. Los autores citan a González de Cardenal, O.: ―La Iglesia española: desde 1940 a 1990‖, Ecclesia, núm. 2.50910, p. 33, y González Novalín, J. L.: ―Cien años de estudios eclesiásticos en España‖, Estudios, seminarios y pastoral en un siglo de historia de la Iglesia en España (1882-1992), Roma, 1992, pp. 34 y ss. 310 FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…, Op. cit., p. 8. 311 José M. Díaz Mozaz describe cómo los resultados son indicadores de un proceso dialéctico- contestación e institucionalización de nuevos valores, cuyos momentos pasan del desasosiego y desorientación -que producen en los sacerdotes la inadecuada formación recibida- a la contestación a la propia institución para después elevarse y concretarse en la autoridad, la 220 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón tiene que decantarse por una u otra opción, renovarse o mantenerse conservador: ―[…] El clero, más cerca de las inquietudes diarias y más lejos de las responsabilidades históricas, se divide. […] es hendido, como cualquier conjunto humano, por una diferencia casi genética: ser conservador o ser renovador se lleva en las células. […] en ambos extremos se destacan sectores especialmente radicales: el marxismo más o menos bautizado puede ser una tentación que seguramente termina en enfrentamiento antiepiscopal; el integrismo hace enfermar a los tímidos y termina, igualmente, en protesta contra los obispos‖312. Mientras la jerarquía inmovilista de CLM continúa la ―recatolización‖ de la sociedad, como si se tratase de una etapa más del primer franquismo, en Albacete, como ejemplo a destacar, la imparable ola de secularización supone la pérdida de casi un 68% de católicos que se ―alejan‖ de la práctica religiosa313. Los sacerdotes son conscientes de que, sobre todo en los jerarquía. Díaz Mozaz, J. M.: ―Dialéctica del cambio o secularización‖, Vocaciones, núm. 51, marzo-abril, 1971. 312 Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., pp. 18-19. 313 ―Sociología Pastoral. Informe sociográfico de alejados de la práctica religiosa en la Diócesis de Albacete‖, BOOA, núm. 3, mayo, 1968, pp. 200-209. En Albacete capital el porcentaje es del 56,42%. El término ―alejados‖ se da a los que no cumplen con la práctica dominical y comunión semanal. Otra diócesis de nuestro estudio que aparece en los mismos porcentajes es Ciudad Real. Vitoria da el porcentaje menor, 13%. Jaén el mayor con 79%. En el resumen se destaca: ―Entre la gran masa de alejados, 37.237 son obreros no cualificados= 221 ―La otra Transición de la Iglesia… últimos lustros, la sociedad española va cambiando su actitud respecto de la religión -se impone un momento de transformación secularizador-, lo que supone un serio hándicap a la hora de implicarse y llevar el Evangelio. Sienten también la necesidad de introducir cambios en cuanto a la organización eclesiástica, pues consideran la necesidad del diálogo con los movimientos sociales, lo que a juicio de algunos obispos fieles al régimen, y del gobierno, supone una instrumentalización de la institución314. En definitiva, el clero es, junto a otros colectivos eclesiales, un elemento más que trata de exponer sus criterios al hilo de estos cambios, tal y como defiende J. I. Calleja: ―[…] unas prioridades temáticas, insinúan una vertebración ‗cristiana‘ de su postura (opciones proclamadas, bases teológicas explicitadas, peones. 24.666 son chicos y chicas de 10 a 19 años. Puede presumirse la influencia negativa de estos alejados al constituir nuevas familias a la vuelta de muy pocos años. El mundo obrero y el juvenil, requiere una pastoral urgente y bien cuidada‖. Ibídem, p. 209. 314 Para Simón Arce: ―[…] La modificación de la postura de la Iglesia con respecto al régimen sería fruto de los cambios que se habían producido en los años precedentes en la sociedad española, un menor grado de ruralización y el desarrollo económico, habrían desalojado a la Iglesia de sus tradicionales espacios sociales de influencia, y el desenganche era la forma en que la Iglesia se adecuaba a ‗los nuevos tiempos‘ para tratar de seguir detentando el poder como principal actor social de difusión de códigos éticos y morales. […] en los diversos informes sociológicos, que en la década de los sesenta y setenta se realizaron y que ponían en evidencia, el grado de secularización y de laicización creciente que se estaba dando en la sociedad española, y que conllevaba que un número cada vez mayor se distanciara de los planteamientos éticos y morales postulados por la Iglesia sobre temas como, la moral sexual, las virtudes ético-cristianas o el compromiso político en opciones de izquierdas, incluso marxistas‖. Simón Arce, R. A.: Op. cit. 222 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón legitimidad eclesial reclamada…), reivindican e invitan a cierta praxis eclesial y política. Podemos decir que todos convocan a un determinada ‗oferta pastoral‘‖315. Todos estos temas, la preocupación creciente por la situación personal del sacerdote, precaria en cuanto a su sustento, el déficit en su formación inicial, su participación en los movimientos de AC, e inquietud apostólica, son analizados en la reunión de representantes de los seminarios de Murcia, Orihuela (Alicante) y Albacete (23-4-1968)316. Sus conclusiones sostienen la importancia que tienen los Movimientos, y los cambios profundos que deben darse a la hora de la evangelización con los jóvenes: ―[…] Más inquietud apostólica, al conocer los problemas de los demás muchachos (esto vale no para todos, sino para los más hechos), y más apostolado de hecho (JEC, movimiento junior, A.C., contactos personales catequesis)‖317. Es significativo apuntar aquí cómo se vive con mayor intensidad la militancia en las diócesis cercanas a CLM, de Murcia, Valencia y Alicante que, además, históricamente, han sido las más tempranas en denunciar la colaboración de la Iglesia con Franco. Como apunta Martín García, el discurso del sacerdote de esos años se sostiene en varios argumentos: ―[…] 315 Calleja, J. I.: Op. cit., p. 22. 316 Los seminaristas albaceteños vienen, desde hace años, siendo ―militantes‖ preocupados por una realidad social cambiante (en los años cincuenta, concretamente en 1954, coinciden en las aulas del seminario mayor Tomás Malagón y Guillermo Rovirosa, líderes y mentores de la HOAC, y Juan Cárdenas, originario de JOC de Villarrobledo). 317 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 109. 223 ―La otra Transición de la Iglesia… rompe frecuentemente con la Iglesia institucional, admite sus relaciones personales con Dios y con Cristo pero no aceptan la profesión externa. Por otra parte, se encuentran sin ideología y caen de plano en el marxismo‖318. En una encuesta interna, en el seminario de Albacete, en julio de ese mismo año, aparecen ya dos teólogos, nueve filósofos y cuatro bachilleres dedicados a los movimientos especializados319. Ahondando en las razones que están detrás del rechazo de este clero ―contestatario‖ a los viejos dictados figuran aspectos como los que destaca Martín de Santa Olalla: ―[…] un importante número de sacerdotes que realmente no eran vocacionales de su condición, sino que se encontraban dentro del clero por una necesidad de subsistencia en un país que había pasado por un subdesarrollo muy acusado; la ausencia de una auténtica modernización de la Iglesia española, muy atrasada teológicamente con respecto al resto de las Iglesias europeas; y la ubicación dentro de un régimen dictatorial, que hacía muchas veces convertir las predicaciones en una pura y dura lucha política‖320. Muy pronto aparecen en la Diócesis los curas-obreros, que actúan en comunidades de base propalando mensajes doctrinales y llevando, hasta sus últimas consecuencias, la renovación vaticanista como instrumento de lucha, 318 Ibídem, pp. 101-102. 319 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 278. 320 Martín de Santa Olalla, P.: ―El clero contestatario de finales del franquismo. El caso Fabara‖, Hispania Sacra, Legalidad y conflictos, 58, 117, enero-junio 2006, pp. 223-260. 224 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón traspasando en multitud de ocasiones el límite de lo religioso321. En su contacto con el mundo del trabajo estos sacerdotes fomentan su "compromiso temporal", produciéndose un progresivo predominio de la "adscripción de clase", frente a la adscripción religiosa, lo que para algunos obispos supone una seria e importante ―desviación‖ de sus obligaciones sacerdotales322. La jerarquía opta por la sanción o el traslado de diócesis. El primer cura-obrero que es obligado a cambiar de parroquia, por ―prédicas‖ molestas a los terratenientes, es Pablo Zabas Marinas323. Algunos de estos ―agitadores‖ reciben denuncias desde el gobierno civil, como las que se tramitan a José Carrión Munera, Eufrasio Campayo Sánchez, y Florencio Ballesteros, por organizar unas jornadas sobre 321 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 101-102. El autor añade: ―[…] La actitud de los curas-obreros y otros seglares que tenían, según la JOC, una ‗actitud crítica despertada por la revisión de vida, creó una actitud anti de oposición al Estado y a la Iglesia‘, que cuestionó la ‗misma constitución ideológica del Estado español surgida al finalizar la guerra civil‘‖. 322 Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 315. Serrano añade: ―[…] Además, esta contestación intraeclesial se acentúa por razones políticas, dado que cada vez, son más los sacerdotes que condenan el apoyo jerárquico al poder político y el comportamiento socio-político de la Iglesia‖. Vid. Echarren Ysturiz, R.: ―Los Nuevos Curas‖, en Ruíz Giménez, J.: Iglesia, Estado y Sociedad en España, 1930-1982. Barcelona, Argos-Vergara, 1984, pp. 283-294, y ―Los sacerdotes a los veinte años del Concilio‖, Laboa, J. Mª (ed.): El posconcilio en España…, Op. cit., pp. 251-279. 323 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., pp. 146-148. Muchos de estos curas-obreros trasladan sus residencias a barrios de la periferia y pueblos albaceteños. 225 ―La otra Transición de la Iglesia… emigración con un grupo de jóvenes de AC, en Villamalea324. Sacerdotes de Pozo Cañada y Ledaña, también son acusados por incitación al sindicalismo: ―[….] animaban a los vecinos a formar sindicatos de agricultores elegidos por ellos mismos…‖325. En el caso del párroco de Pozo Cañada sus seguidores manifiestan: ―[…] nos influyó a toda una generación de gente joven, incluso mayores… que llegaba a la Iglesia y hablaba de temas sociales o de temas políticos […], escandalizaba a la gente bien pensante‖326. El empuje reivindicativo del clero de Albacete queda manifiesto en las acciones previstas para la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia (10-7-1968) desde el Secretariado Diocesano de Pastoral: ―-Una campaña de predicación homilética en las misas en los tiempos menos fuertes del año litúrgico… -Aprovechar la liturgia de los domingos que ofrezcan una base para ello para brindar asimismo esquemas oportunos. – Convendría también difundirla también por medio de cursillos, conferencias y radio, de la manera que oportunamente se habrá de considerar. Para todo esto será conveniente consultar a los sacerdotes para que sugieran los temas que convendría tratar o más bien los hechos sociales que consideraran más 324 El informe destaca: ―[…] El marcado matiz progresista de los tres sacerdotes citados, aconseja averiguaciones lo más disimuladamente posible, para poder llegar al fondo de la cuestión…‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. 325 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 181-182. 326 Ibídem. 226 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón influyentes en la vida de sus feligreses, y que por tanto convendría iluminar cristianamente‖ 327. En lo que se refiere a la archidiócesis de Toledo existe constancia de varios informes de la guardia civil de 1965 sobre el sacerdote de Malpica de Tajo, Alberto Guzmán Martín-Delgado -vigilado estrechamente por el gobierno desde 1959, y sus homilías compiladas- como aglutinador principal de la HOAC, a la que ha afiliado ―personal de dudosa conducta política‖ 328. Sobre las reuniones del Movimiento reflejan que se tratan: ―[…] asuntos ajenos a la religión y que por el contrario se censuraba a las Autoridades locales y que se incitaba a los obreros contra los patronos, creando malestar social‖. De su homilía durante la festividad de San Isidro Labrador, un informe gubernamental destaca: ―[…] nos llamarán REVOLUCIONARIOS pero no hay que ceder atrás, sino al contrario, continuar adelante. No hay que ser cobardes, porque nuestro Gobierno no se preocupa de los labradores. Por eso los mejores obreros se van al extranjero, donde encuentran más calor…‖329. El informador añade supuestas conductas reprobables al sacerdote: ―[…] un tanto extraña, tanto en el orden moralsexual como en el social, gozando de poca reputación en aquella localidad. 327 BOOA, núm. 3, mayo, 1968, p. 198. 328 AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. 329 Ibídem. 227 ―La otra Transición de la Iglesia… Con cierta frecuencia ha requerido libidinosamente a señoras y jóvenes del pueblo, trascendiendo a la población‖330. Otro sacerdote, Luis Rodríguez Oliver, es obligado a trasladarse a Madrid, quien una vez allí, accede desde la comisión diocesana, a la asamblea nacional. Le sustituye Pablo Sanz Tarancón, quien a su vez es relevado por José Cuerda Garví, en un momento muy delicado y de fuertes tensiones a nivel local. La implicación de varios sacerdotes consiliarios y coadjutores al mundo del trabajo, los curas-obreros presentes en barriadas deprimidas de la capital toledana, con especial vinculación con JOC, les supone, a una gran mayoría, el abandono de su ministerio, o se secularizan, tal y como recuerda Antonio Galán, presidente del Movimiento durante aquellos años: ―[…] El grupo más importante estaba en Santa Bárbara, pero tuvimos otros grupos en Santiago del Arrabal, Santa Leocadia, en el barrio de San Martín, la parroquia de La Cabeza y en la Casa de la Cultura del Poblado Obrero. Estos movimientos los llevaban los coadjutores. Recuerdo a Ángel Rubio y Agustín, y en La Cabeza Pedro Miguel Isaac y Mariano Muñoz. Pedro Miguel, Mariano y Matías Manchado, abandonado el sacerdocio‖331. 330 Ibídem. 331 Antonio Galán, de la entrevista ya citada. fueron curas-obreros que han 228 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Es tal la preocupación en la cúpula de la CEE que se plantea regular las actividades de los curas-obreros durante la VIII Asamblea Plenaria (noviembre de 1968)332. En la zona de Talavera de la Reina se vigilan los pasos de los sacerdotes Aurelio de León, Arturo Cañizares y Antonio Zapero, párrocos de la iglesia de San Andrés. Sus constantes denuncias al régimen son respondidas y criticadas con dureza por el toledano Blas Piñar, líder de FN, en una conferencia con motivo de la celebración de las bodas de oro de la Adoración Nocturna en la localidad talaverana333. 332 Según Iribarren: ―[…] la posibilidad de regular canónicamente en España los ‗sacerdotes- obreros‘, según la nomenclatura popularizada, ya que existían de hecho con permiso de sus obispos o superiores religiosos; la Plenaria dio normas comunes provisionales, que luego habrían de ser adaptadas a las circunstancias particulares de cada Provincia Eclesiástica antes de un plan definitivo‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 19651983…, Op. cit., p. 15. Las cargas de la policía desalojando templos, donde se reúnen católicos simpatizantes de agrupaciones obreras y sindicales con curas-obreros, aparecen en medios fuera del país: ―Unos 350 católicos, entre los que figuraban algunos sacerdotes, fueron invitados a salir de una Iglesia anoche en esta capital (Madrid), cuando intentaban celebrar un servicio ‗por los miembros de la Iglesia perseguidos y detenidos en España‘‖, recogido por Le Monde (París) que se hace eco de la noticia con el titular ―Creciente malestar entre la jerarquía y los sacerdotes comprometidos en la Acción Obrera‖. El arzobispo Morcillo retira la autorización de una asamblea litúrgica de AC que le solicitan: 1. Que una declaración condene la represión que ha seguido a la semana de lucha y 2. Que todos los obispos procuradores presenten su dimisión en las Cortes y sigan así el ejemplo de monseñor González Arzobispo de Barcelona, tiempo después cardenal de Toledo. Ortiz Heras, M.: ―Iglesia y control social. De controladora a controlada‖, en De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L.: Clericalismo y asociacionismo católico en España…, Op. cit., pp. 23-30. 333 La Voz de Talavera, 25-6-1969. Las bodas de oro de la asociación ―Adoración Nocturna‖, creada en 1918, se celebran con un año de retraso en Talavera. Durante los actos del 19 de 229 ―La otra Transición de la Iglesia… En respuesta a esos ataques Antonio Zapero responde con un artículo en la prensa local, donde argumenta que la acción pastoral no puede alejarse de la denuncia social en tiempos de falta de libertades y dura represión. Blas Piñar reacciona con la dureza verbal que le caracteriza y, con la ayuda del sacerdote integrista Venancio Marcos, a través de charlas radiofónicas y de una carta al director del semanario La Voz de Talavera, consigue la ―censura‖ a Zapero por parte del director del semanario, Francisco Fernández-Vegue, durante varios meses. En el resto de las diócesis de la región se produce una escasa contestación por parte del clero en estos años. Tal es el caso de Cuenca donde los sacerdotes apenas están movilizados, o presumiblemente, como en el resto, muy controlados. De aquel periodo tan sólo destaca la crítica al gobierno, y a la figura del gobernador civil, del sacerdote de Boniches, José Herráiz Martínez, por el mal estado de las calles del pueblo (22-3-1968). Tras la denuncia del jefe de línea de la guardia civil de Cañete, se le impone una multa de diez mil pesetas (una cifra considerable para la época en relación a su salario). A finales de abril, después de celebrarse la Junta del Consejo Presbiterial de la Diócesis, los sacerdotes Herminio Ruipérez Rodríguez, Jesús Jarabo López y Gerardo Cano Medina, proponen manifestarse frente al gobierno civil en contra de esta sentencia. La intervención de Julián Castellanos, canónigo abogado, aplaca la protesta: ―[…] al oír el alboroto y, enterado de los propósitos y motivos, manifestó: ‗que el hecho cometido era grave y podía haber sido condenado el febrero de 1969, participa el cardenal Enrique Tarancón. Bodas de Oro. Adoración Nocturna de Talavera de la Reina, 25 de mayo a 1 de junio 1969, Talavera, Imprenta Ebora, 1969. 230 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón sacerdote D. José Herráiz, a 30 años de reclusión mayor‘. […] Estos comentarios, que están siendo de dominio público, motivan que se hagan continuas censuras hacia los Sacerdotes de Cuenca, D. Herminio Ruipérez Rodríguez, principal inductor, D. Jesús Jarabo López y D. Gerardo Cano Medina, que apoya a los anteriores, extendiéndose las censuras al Sr. Obispo, por no tomar medidas enérgicas contra estos Sacerdotes, en vez de la actitud benevolente que está adoptando‖ 334. En otras regiones, como el País Vasco, el clero se involucra en las protestas de septiembre de 1968, y el gobierno acusa a los sacerdotes de dar cobijo -o pertenecer- a la organización independentista Euskadi Ta Askatasuna (ETA)335. Para Jesús Iribarren la Iglesia se convierte en el ―campo de batalla‖ propicio para la lucha antifranquista: ―[…] Decadente ya por desgaste el autoritarismo del Estado y convocada por el concilio la ‗puesta al día‘ de la vida eclesial y de los derechos humanos y cívicos, algunos se dieron prisa en reclamar cambios en 334 Nota informativa de la Segunda Sección de E.M. (S.I.G.C.), Madrid (21-5-1968). AGA. MIT. CUL. GE, C. 566, IG, carp. 45190. La solución al problema pasa por una carta que envían estos dos sacerdotes al resto de sus compañeros para realizar una colecta con que pagar la multa del párroco de Boniches, haciendo constar que cuentan con la autorización del obispo. Unos días después, el vicario de la diócesis envía otra carta diciendo que es incierta esa afirmación y que el obispo no ha concedido autorización para esa colecta solidaria. 335 En el País Vasco la acción contestataria de una parte del clero se radicaliza en los orígenes del grupo terrorista ETA. Para la jerarquía es la confirmación de que ciertos militantes de HOAC y JOC acaban integrándose en partidos de ideología marxista y organizaciones sindicales izquierdistas. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 279. 231 ―La otra Transición de la Iglesia… uno y otro ámbito; y, visto que aún estaban cerrados los cauces políticos de participación y los vehículos de información pasiva, optaron por reñir sus batallas en el campo de la Iglesia, que les estaba abierto‖ 336. En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, ya en 1970, surge un grupo formado por una docena de jóvenes curas-obreros y contestatarios, bajo las siglas de la Organización de Curas Autónomos (OCA)337. Casi todos sus componentes ejercen en parroquias de la sierra norte y Señorío de Molina, territorios empobrecidos económica y socialmente donde comparten tareas e impulsan cooperativas agrícolas o ganaderas y talleres textiles con el fin de frenar el éxodo rural. Defienden, como consigna intraeclesiástica, una mayor participación de los laicos en la gestión de la Iglesia. Su activismo genera la vigilancia por parte de la policía, y el control sobre su acción pastoral por su obispo, Laureano Castán Lacoma. En los informes gubernamentales se señala al ex-rector del seminario menor, Félix García Matarranz, como líder del grupo. A sus reuniones asiste 336 Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 12. 337 Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y transformaciones en Guadalajara‖, en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 209-214. En el texto referido aparecen como ―Organización de Curas Amargados‖, pero su denominación como ―organización contestataria‖, según el gobierno, es Organización de Curas Autónomos (OCA). AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. 232 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón con asiduidad el canónigo de Málaga, José María González Ruiz, lo que muestra indicios de su conexión entre distintas asociaciones del país338. El gobierno calcula que el grupo llega a contar con cerca de treinta sacerdotes a los que califica: ―[…] casi todos ellos indeseables desde todos los puntos de vista‖339. La pretensión de generar un deterioro en su imagen pública es pertinaz. En los detalles del informe sobre el sacerdote Miguel Ángel Gutiérrez Martínez se destaca: ―[…] su forma de vestir… sus paseos frecuentes con muchachas jóvenes y sus baños en el río acompañado por las mismas […] homilías demagógicas político-sociales‖340, y sus manifestaciones a favor de una solución favorable para los acusados en el ―Proceso de Burgos‖341. El mismo informe indica que el obispo Castán: ―[…] ha ordenado cese en sus funciones de Párroco. Se dice que le ha invitado a 338 Para Jesús Recuero: ―A muchos de esos sacerdotes se les vio que su acción era política más que religiosa, pero su fuerza no fue más que testimonial pues muchos de ellos no se implicaron realmente en cuestiones de peso, ni se mantuvieron en sus reivindicaciones con contundencia en el tiempo‖. Testimonio de Jesús Recuero, delegado de apostolado seglar en la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, sacerdote de la parroquia de San Antonio de Padua, Guadalajara, 18-2-2011. 339 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. 340 Ibídem. 341 El ―Proceso de Burgos‖ se inicia el 17 de diciembre de 1970. Desde cierto sector de la jerarquía se suscribe un documento encabezado por Luis Barbero, José Bueno y Virgilio Sánchez solicitando clemencia. Al documento se unen obispos de otras diócesis como Salamanca y Sta. Cruz de Tenerife. Casimiro Morcillo y Guerra Campos no lo harán. AGA, Cultura, MIT. GE, Caja 568. 233 ―La otra Transición de la Iglesia… que pida la secularización, para evitar la violencia de aplicación de otras sanciones más severas, pero se niega rotundamente a esta solución‖342. Otros sacerdotes de la OCA son Antonio Gregorio Ruiz (quien promueve la recogida de firmas a favor de los procesados en 1970), José María León Acha, Jesús Santamaría Castillo, José Hermenegildo Yela López, Julio García Rodríguez, Florencio Alba Herranz, y Santos Monge Carbajosa, a los que, en varios casos, se relaciona desde el gobierno con supuestas vidas disolutas por supuestas relaciones con jóvenes y casadas, visita a bares, que no visten jamás sotanas y de ideología anti-régimen343. Estos sacerdotes sufren tal presión policial y eclesial que algunos de ellos abandonan el sacerdocio (como Eduardo, sin apellido en las fuentes, como veremos en la mayoría de los enumerados, el sacerdote de Galve de Sorbe, y que tampoco figura su nombre pero sí que ejerce de fontanero; Jesús, el cura del barrio obrero del Alamín; Antonio Gregorio; Lorenzo, un salesiano posteriormente secularizado; Julián del Olmo, posteriormente periodista en Madrid, y Antonio Mazarío que ejercerá como profesor de autoescuela)344. 342 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. 343 Ibídem. 344 Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y transformaciones en Guadalajara‖…, Op. cit., pp. 210-211. 234 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 235 ―La otra Transición de la Iglesia… Capítulo III. La convulsión de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros (1969-1971) III.1. La “Transición eclesiástica” de una Iglesia sumida entre la secularización y la politización La Iglesia vive, a finales de los años sesenta, varios frentes abiertos. La crisis desatada por la participación en las movilizaciones sociales y políticas de miles de militantes de los movimientos obreros de AC, así como del clero contestatario, lleva aparejada otra de mayor calado si cabe, fruto de los vientos secularizadores que azotan la sociedad en su conjunto, cual es el descenso en las vocaciones (si en 1956 se ordenan 1.033 seminaristas, en 1963 son 808; en 1971 esta cifra caerá a tan sólo 281, en 1972 será de 390, y el número de captaciones se reducirá en casi un 30%). El total, en todo el país, ha bajado en 1601 sacerdotes diocesanos, de 25.403 a 23.802, entre 1963 y 1972345. (Cuadro 1). 345 Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Anuario estadístico. ―Culto y clero‖. Datos facilitados por la Oficina General de Información y Estadística de la Iglesia, año 1972. En la provincia eclesiástica de Toledo las cifras no son más optimistas, como se puede apreciar en el Cuadro del Anexo 2. Capítulo III. Personal del clero por provincias, donde aparecen los datos de todas las diócesis del país, referentes a 1968, un momento decisivo por cuanto supone el punto álgido en la crisis entre jerarquía y clero. Como afirma Cárcel Ortí, las manifestaciones más inmediatas que se producen son el indiferentismo práctico, la identificación Iglesia-Estado, y una escasa fiabilidad, sobre todo en las nuevas generaciones, de todo lo que se refiere a la Iglesia. Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 479. 236 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Fuente: INE. Anuario estadístico. “Culto y clero”. Por provincias, en CLM, son llamativos las escasas ordenaciones que pasan en Albacete de 125 en 1966 a cinco en 1975, Ciudad Real se redujo drásticamente de los 370 seminaristas de 1967 en los sucesivos años, Cuenca pasaba de 129 en 1950 a 73 en 1970 y Toledo del casi medio millar de los sesenta a los ―apenas 58 en 1975‖346. Estas cifras ―dibujan‖ una institución envejecida ―sin posibilidad de recambio‖, y el seminario ya no supone la opción de los años cincuenta donde se imparte educación básica de calidad y, en muchos casos, sustento económico a la familia del seminarista, al tiempo que una estrategia de ascenso social347. Laureano Castán, obispo de Sigüenza-Guadalajara, aboga por la importancia de 346 López Villaverde, Á. L. (Coord.): ―El nacional-catolicismo y sus secuelas‖, Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit., p. 289. 347 Aranguren, J. L.: ―Cambios culturales en la juventud con respecto a la religión‖, en AA. VV.: Cambio social y religión en España; Barcelona, Fontanella, 1975, p. 168. 237 ―La otra Transición de la Iglesia… propiciar entre los jóvenes, como en épocas remotas, una vocación temprana desde la institución, como freno a la secularización: ―[…] Frente a los fríos vientos de secularización, que repercuten también en las mentes sacerdotales y en la conciencia colectiva del mismo pueblo de Dios, hay que insistir en este aspecto, tanto para ayudar a vencer ciertos complejos de inferioridad en algunas almas consagradas como para que la vocación sacerdotal brille con atractiva luminosidad a los ojos juveniles que se interrogan con fe cristiana sobre los planes que Dios pueda tener en relación con el futuro de su vida‖348. Al problema por falta de renovación del clero, se suma la no asunción, en muchos sumamente casos, del jerarquizada. tipo La de organización figura del eclesiástica obispo está en tradicional, entredicho. Precisamente sobre las vertientes sobre las que debe girar la acción de los prelados, a la hora de llevar a puerto los preceptos del Concilio, discurre la intervención de Pablo VI ante la II Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) de Bogotá (23-8-1968): a. ―Orientación espiritual personal‖, b. ―Orientación pastoral‖ para sacerdotes ―en la consistencia y funcionalidad queridas por el Vaticano II‖, y c. ―Orientación social‖, sobre la pobreza349. 348 Castán Lacoma, L.: ―La vocación más excelsa‖, carta pastoral con motivo del ―Día del Seminario‖, BOOSG, núm. 2175, marzo, 1969, p. 161. 349 Fliche, A y Martín, V.: Hª de la Iglesia, Tomo complementario 1, ―La Iglesia hoy‖, EDICEP, Valencia, 1978. 238 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Enrique y Tarancón se identifica con estos preceptos en un momento de cambios profundos en la mentalidad de la propia Iglesia, donde el obispo debe comportarse como una persona pública, consciente de la importancia de unos actos que conllevan una trascendencia extraeclesial, en ciertos aspectos políticos: ―[…] Ejerce el ministerio que ha de influir necesariamente en la vida y en la actuación de la comunidad cristiana y en la vida personal de muchos miembros del pueblo de Dios. Sus funciones de magisterio y de gobierno, principalmente, tienen, además, una auténtica trascendencia extraeclesial y aún, no pocas veces, en el aspecto social, humano y hasta político‖ 350. Sin embargo, para el obispo conservador de Ciudad Real, Juan Hervás y Benet, presente en Bogotá, esa cuestión no es clave, pues su figura debe ser eminentemente evangelizadora, maestro de la Fe: ―[…] Antes que administrador, legislador y jefe visible de la comunidad diocesana, es la de evangelizador y testigo de Jesucristo resucitado, con una misión concreta de dar a los fieles el alimento de la palabra de Dios y la gracia santificadora de los sacramentos. El obispo es primeramente maestro de la Fe y custodio de la revelación que es la respuesta válida que el mundo necesita y muchas veces busca ansiosamente sin darse cuenta de ello‖351. 350 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 8. 351 Hervás, J.: Pastoral ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, 1-2-1974. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. En el mismo texto rechaza las tesis del 239 ―La otra Transición de la Iglesia… Coincide con Hervás y Benet el obispo José Guerra Campos para quien los prelados deben limitar su orientación hacia lo pastoral, lo religioso, a lo moral-católico, trayendo la figura de Jesús y su mensaje en ―el bien temporal‖: ―[…] Jesús no se dedicó, de ninguna manera, a la reforma estructural o institucional, y en el límite de esa línea de reforma rechazó la tentación político-social, a pesar de que comparecía ante su pueblo como instaurador del Reino, y no sólo como anunciador‖352. marxismo, y de las ideologías de la ―muerte de Dios‖ que para él ―han traído consigo la ―muerte del hombre‖. Ibídem. Juan Hervás y Benet nace en Puçol (Valencia) el 30-11-1905. Cursa estudios eclesiásticos en el Seminario de Valencia. Ordenado sacerdote (16-6-1929), es vicario de Jesús Pobre (Denia) y párroco de Ayódar. En 1931 es nombrado director del reformatorio-colonia ―San Vicente Ferrer‖ de Godella y un año después cura regente de Vinalesa. En la universidad de Friburgo (Suiza) se doctora en derecho civil y canónico. En 1939 será director del colegio mayor San Juan de Ribera de Burjasot. El 8 de enero de 1944 es nombrado, por el papa Pío XII, obispo titular de Alinda, y auxiliar del arzobispo Prudencio Melo en Valencia, siendo, a la muerte de éste, vicario capitular (31-10-1945). De Hervás y Benet el cardenal Tarancón recuerda: ―‗[…] fueron nombrados obispos Casimiro Morcillo y Juan Hervás, que habían compartido conmigo las tareas de la Acción Católica. Y aunque ellos dos fueron nombrados obispos auxiliares –de Madrid y Valencia respectivamente- y no fueron presentados por Franco, era evidente que esos nombramientos complacieron al gobierno de entonces y, en especial, a Martín Artajo (ministro de Asuntos Exteriores).‖ Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 39. El 26 de octubre de 1946 es nombrado obispo coadjutor de Mallorca, y obispo residencial el 22 de diciembre de 1947. Desde esta diócesis impulsa el Movimiento de los Cursillos de Cristiandad (MCC). 352 Guerra Campos, J.: ―Actitud y comportamiento del mismo Jesús ante el bien temporal‖, en Buscad primero el reino de Dios y su justicia, recopilación de varias conferencias en 1979, que tienen su continuación en un ciclo de ADUE en Madrid (21-3-1985). BOOC, núm. 5-7, agosto-octubre de 1987, p. 175. Contenidos que figuran en: ―El Obispo: su misión y responsabilidad‖, BOOC, 30 de junio, publicado en septiembre de 1974, pp. 159-162. 240 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Estas visiones pueden traslucir el papel que cada obispo puede tomar a la hora de desarrollar su labor pastoral, o argumentar las conclusiones del Concilio. A su llegada, a la diócesis de Albacete (7-12-1968), Ireneo García Alonso, estrecho colaborador Enrique de Pla y Deniel en Toledo, y reconocido como ―uno de los más prominentes católicos del régimen‖353, en sustitución de Tabera Araoz, en su intervención en la catedral manchega -y ante el nuncio apostólico, Luigi Dadaglio-, expone los que, según su criterio, son los principales problemas de la Iglesia: las nuevas ideologías que se están infiltrando en la institución, y una peligrosa falta de disciplina: ―[…] Peligros ideológicos, peligros disciplinares. Peligros de cara a la fidelidad a la auténtica tradición de fe y costumbres. Peligros de cara a las exigencias de un mundo nuevo que desconfía de todo lo pasado. Tensiones de mentalidad entre las distintas generaciones; tensiones de obediencia y de autoridad; tensiones entre los sectores clericales y los laicales. Crisis de religiosidad, de métodos pedagógicos, de métodos pastorales. A ello hay que agregar las repercusiones que tiene en la vida eclesial la inestabilidad cultural, social o política‖354. 353 López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia y los católicos: De la legitimación al desenganche del régimen‖, en Requena Gallego, M. (coord.): Castilla-La Mancha en el Franquismo, Biblioteca Añil, Madrid, 2003, p. 108. 354 BOOA, núm. 1, enero, 1969, p. xvi. Ireneo García nace en Quintanilla Vivar (Burgos), el 25 de marzo de 1923. Ordenado sacerdote (27-3-19489), ha realizado sus estudios en los seminarios menor de Burgos y mayor de Toledo. Obtiene la Licenciatura y Doctorado en Sagrada Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Después de ejercer en Badajoz, es profesor del seminario mayor de Toledo, donde es consiliario de AC en las ramas de 241 ―La otra Transición de la Iglesia… En Albacete se vislumbra que los contenidos pro-Concilio entrarán en claro retroceso355. En ésta, como en el resto de las diócesis castellanomanchegas, aparecerán visiones contrapuestas, y hasta de conflicto con las bases, pues mientras otros obispos ―atemperan‖ la presión ideológica sobre sus feligreses, y marcan un cierto relativismo a la libertad de acción, aquí se mantienen los viejos valores y estamentos del franquismo. No está clara la frontera de términos entre sus ideologías y lo marcado desde Roma356. Un ejemplo de esta ambigüedad se produce a principios de 1969, durante el ―estado de excepción‖ declarado por el gobierno en el País Vasco, cuando desde la comisión permanente del Episcopado se pide, a través de una nota (7-2-1969), y en un hecho inaudito hasta entonces, que se oficinistas, estudiantes y jóvenes. Después de ejercer como secretario de Enrique Plá y Deniel, toma posesión de la mitra de Albacete en enero de 1969. La Bula Pontificia en latín, y traducida al castellano por Luis, Card. Traglia, S.R.E. Canciller, dicta al uso: ―Por tanto habiéndote presentado el muy ilustre Francisco Franco Bahamonde, Magistrado Supremo de España, según el convenio establecido entre la Santa Sede y la nación española el día 7 de junio de 1941, con nuestra suprema potestad TE NOMBRAMOS Y PROCLAMAMOS Obispo de la sede albacetense…‖. Ibídem, p. v. 355 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., pp. 52-62. Por el contrario Ortiz Heras valora que no cambiarán mucho las cosas: ―[…] ―nunca cuestionó al régimen de Franco. Se trató siempre de jugar al gato y al ratón. Así en abril de 1970, reconocía que ‗por lo que respecta a España, hemos tenido más apego a la tradición, lo que quiere decir que nos queda más campo por recorrer para la aplicación del Concilio. Nuestras circunstancias históricas han impuesto una menor apertura en la Iglesia‘, es decir, justificaba la situación como necesaria. […] Tampoco pudo impedir la división en el seno de su propio obispado‖. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control social‖, Op. cit., pp. 312-313. 356 Cárcel Ortí asegura que: ―[…] Los obispos no aprobaron nunca los elementos totalitarios, […]‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 32-36. 242 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón restablezcan las libertades básicas, al tiempo que se muestra comprensiva con los motivos que han obligado al poder civil a tomar esa decisión. Morcillo y Guerra aparecen, en algunos medios, como redactores del comunicado357. La presión de este tipo de manifestaciones desde la cúpula eclesial, atisba que va siendo efectiva la política de aupar a aquellos en principio más dialogantes, lo que supone un giro en el discurso mayoritario de la institución, en relativo corto espacio de tiempo. Un gesto más de esa política es que un día después de la aparición de la nota del Episcopado es nombrado arzobispo de Toledo, Vicente Enrique y Tarancón (8-2-1969), quien tan sólo unos días antes hacía un llamamiento sobre la crisis con el clero: ―Se impone el equilibrio. Esta es la línea de la verdad‖358. Su nombramiento no impide que Casimiro Morcillo y José Guerra sean reelegidos presidente de la CEE el primero, y renovado en su cargo de secretario el segundo, el 26 de marzo; aunque el momento guarda una sorpresa cuando Morcillo renuncia a sus cargos como procurador en Cortes y miembro del Consejo del Reino. Algunos lo interpretan como producto de la presión de las bases y del propio Vaticano359. 357 Gómez Pérez aclara la controversia: ―[...] Según la revista francesa ‗Informations Catholiques Internationales‘, sus únicos autores eran monseñor Morcillo y monseñor Guerra Campos‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 154. Ecclesia, que había hecho eco de la información, tiene que rectificar precisando que se trata de un acuerdo unánime de la Comisión Permanente. Ecclesia, 1969, p. 583. 358 La Voz de Almería, 4-2-1969, p. 16. 359 Aldea, Q. y Cárdenas, E.: Manual de Historia de la Iglesia. Tomo X. ―La Iglesia del siglo XX en España, Portugal y América Latina‖, Barcelona, 1987, p. 376. Sáez Alba recoge: ―[…] Fue procurador en Cortes por designación directa de Franco, y Consejero del Reino, cargos a los 243 ―La otra Transición de la Iglesia… Casimiro Morcillo, asume la presidencia de la CEE, es procurador en Cortes por designación y consejero del Reino, por ser el prelado más antiguo entre los procuradores -lo cual supone formar parte del Consejo de Regencia-. Foto bitacorapostconciliar.blogspot.com que renunció en 1969 por presión de una parte de la base de la Iglesia española y del propio Vaticano‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 312. A juicio de Hermes: ―[…] manifiesta el cambio de opciones sociopolíticas del episcopado‖. Hermes, H.: Los católicos en la España franquista. Madrid, CIS, 2 vols., 1985-86, p. 367. De Guerra es manifiesta ―su efusividad al sistema‖. Romero, E.: Cartas al Rey, Barcelona 1974, p. 242. Con Guerra y Morcillo figuran como obispos fieles a Franco, Marcelo González, Almarcha Hernández y Cantero Cuadrado. Otros obispos como José María Cirarda Lachiondo, de Santander, y Antonio Añoveros Ataún, de Cádiz, critican abiertamente, en este 1969, la injusticia social en la que ven sumido al país. Al gobierno le preocupa que la Iglesia hable de ―desenganche‖: ―[…] De hecho, preocupaba al gobierno que la Iglesia enturbiara su relación con el Estado y acusaba a la Secretaría del Estado del Vaticano de alimentar prejuicios contra el régimen español y de cultivar la imagen simplista de una Iglesia dificultada en su labor evangélica por su vinculación a un régimen ‗impopular‘, del que debía desolidarizarse ostensiblemente‖. Ibídem, p. 206. La participación de los obispos en las Cortes franquistas, Consejo de Estado, Consejo del Reino y Regencia, se remonta a febrero de 1943. La presión en contra de la presencia de la Iglesia en las instituciones políticas comienza tras el Concilio. En 1968 esas saltan a la opinión pública. La revista Familia Nueva es sancionada por infringir el artículo segundo de la Ley de prensa. Su colaborador, Luis Sarriés, se refiere a los cuatro obispos procuradores en Cortes: ―[…] la Iglesia no necesita de semejante representación […] todos queremos una Iglesia en España [...] independiente del poder político‖, y termina abogando por que el Estado renuncie, tal como había pedido el Concilio, al derecho de presentación de obispos. Sarriés, L.: ―4 obispos en las Cortes‖, Familia Nueva, núm. 480, enero 1968, pp. 16-17, en Barrera, C.: ―Revistas católicas y conflictos con el poder político en el tardofranquismo‖, Anuario de Historia de la Iglesia, año/vol. X, Universidad de Navarra, Pamplona, España, pp. 101-142. 244 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Precisamente la política de Roma, que apoya el alejamiento paulatino de cualquier régimen dictatorial, recibe el bloqueo del gobierno durante las negociaciones para la renovación del Concordato en 1969. La negativa de Franco a ceder en su derecho al nombramiento de obispos tiene que ver con el temor a que una independencia de la institución pueda suponer cualquier crítica al régimen, aunque va viendo que los derechos de patronazgo no le garantizan que los obispos comprometidos con sus ideales estén en posiciones siempre relevantes360. Desde inclinaciones ultraconservadoras, como las del obispo de Sigüenza-Guadalajara, Laureano Castán Lacoma, se advierte de las ―posibles interpretaciones equívocas‖ que se están difundiendo sobre los 360 Pablo VI renueva, cuidadosa y progresivamente, los miembros que componen el Episcopado español: ―[…] Cuidaba de estar siempre perfectamente informado, no sólo a través de los despachos que le pasaba la nunciatura, sino a través de otros que se buscaba permanentemente la Secretaría de Estado y de constantes diálogos con los obispos españoles‖. Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 461. Callahan comparte esa visión al comprobar cómo ciertos obispos que recelan del régimen se alzan con los principales arzobispados del país, mientras los alineados acaban en diócesis más modestas: ―[…] Tres prelados apreciados por su especial lealtad a Franco, por ejemplo, los obispos Temiño, Castán Lacoma y Moll, acabaron sus carreras en oscuras diócesis, toda vez que los recelos con que los miembros de la línea dura del régimen veían al obispo Tarancón, de Solsona, no fue óbice para que llegara a los arzobispados de Oviedo, Toledo y Madrid‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 348. Joan M Piñol i Font prevé en ello un cambio de marco: ―[…] va a iniciar, una llenguera renovació de l‘episcopat –quant a l‘edat é a la tendencia- i si entre la dotzena de nomenaments episcopals s‘hi trobaren Suquía, Roca Cabanellees i Guerra Campos, també hi havia Pucho, Romero de Lerma i Rubio. Va tractar de rehuir, à mès, la notòria influència que el grup de bisbes mès nacionalcatòlics i de prohoms del règim franquista, amb els opusdeistes al capdavant, havient tingut a la nunciatura durant l‘època d‘Antoniutti‖). Piñol i Font, J. M.: El nacionalcatolicisme a Catalunya i la resistencia (1926-1966), Barcelona 1999, p. 157. 245 ―La otra Transición de la Iglesia… acuerdos del Concilio. Según Castán son muy pocos los que los conocen a fondo, y ser los obispos los principales referentes para su orientación: ―[…] Para una gran masa, el Concilio ha sido poco más que el conjunto de voces, muchas veces estridentes y extremosas, que los medios de información airearon con espíritu sensacionalista durante la celebración de dicha magna Asamblea. De ahí, que, en nombre del Concilio, se digan a veces cosas disparatadas o se propongan innovaciones radicales, que nada tienen que ver con lo que el Colegio conciliar y el Papa aprobaron. Algunos católicos sencillos, faltos de una base sólida, al oír que, para justificar determinadas posturas se invoca el nombre del Concilio, quedan sumidos en un mar de confusiones, que los Obispos tenemos el deber de clarificar‖ 361. Nada más llegar al cargo, Vicente Enrique y Tarancón envía a todos los sacerdotes Sugerencias para un programa pastoral –documento en el que se analizan los cambios sociales y la necesidad de una renovación inspirada en el Concilio- para su estudio y análisis, planteamiento ya iniciado por su antecesor el cardenal Enrique Pla y Deniel362. También se embarca en la mejora de las precarias condiciones económicas de sacerdotes y 361 Castán Lacoma, L.: ―Voz de alerta del Papa Pablo VI. Exhortación pastoral del Obispo de Sigüenza a sus diocesanos‖, BOOSG, núm. 2175, marzo, 1969, p. 161. 362 Enrique Plá y Deniel, al frente de la archidiócesis casi veintisiete años, comenta poco antes de su marcha: ―[…] el principal problema de las diócesis toledana, es, más que unos pocos curitas jóvenes avanzados, el robo y expolio sin precedentes de orden artístico que se está produciendo, so pretexto de espíritu conciliar, realizando sin conocimiento del arzobispado, sin permiso, y con exclusivo interés de lucro personal‖. Nota informativa, Madrid, 14 -101968. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 246 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón religiosos, así como las estructuras pastorales, reorganizando el cabildo catedralicio y cometidos para las figuras de vicarios y arciprestes. También reforma el sistema educativo del Seminario con nuevos métodos de enseñanza. Organigrama reorganizado por Vicente Enrique y Tarancón en el arzobispado de Toledo (Fuente BOAT, Anuario 1970, copia original). Hacia las bases abre el diálogo y la participación: ―[…] soy vuestro hermano; hermano y servidor de todos‖, pronuncia en su primera homilía, aunque en sus gestos no entra confrontación alguna con el régimen. De hecho, tras su ―ascenso‖ a Toledo, acepta el nombramiento de miembro del Consejo de Estado por razón de su cargo363. 363 Según el cardenal no se atreve a plantear el conflicto: ―[…] Una ruptura de la Iglesia con el Régimen, tal y como estaban las cosas, no favorecería a nadie. La misma Santa Sede manifestaba cierta complacencia ante los gobernantes españoles. Todos convinimos en que sería conveniente ir afianzando cada vez más la independencia de la Iglesia, aunque sin 247 ―La otra Transición de la Iglesia… Mientras, en Albacete, monseñor García Alonso ha diseñado los ejes sobre los que va a girar su trabajo pastoral. En Presidencia cultural del obispo en la Iglesia local, que expone dentro de las ―Jornadas nacionales litúrgicas‖ (enero de 1970), figuran referentes de la doctrina del Concilio, reflejo, según él, de las presidencias de los tres primeros siglos de historia de la institución364. Ese mismo año impulsa las ―Semanas Sociales‖ –se celebrarán anualmente y acudirán sacerdotes y laicos de otras diócesis-, donde se defiende el desarrollo de la encíclica Populurum Progressio. En el marco de esas ―Semanas‖ monseñor García llama a la responsabilidad de los católicos ante la injusticia, y la moral individual, familiar y social: ―[…] Su responsabilidad recae sobre todos. Y, primeramente, sobre la Iglesia, que por su misión profética de levantar la voz contra la injusticia, las desigualdades infrahumanas, la opresión de los débiles, el subdesarrollo en todas sus dimensiones. Y no sólo levantar la voz, sino caminar delante con el ejemplo. Algo que se está haciendo en esta XXVIII Semana Social‖ 365. provocar una ruptura‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 193. Esta habilidad ―política‖ marcará toda su singladura. En cuanto a desencuentros con el gobierno, tan sólo se produce uno entre el párroco de Madridejos y un miembro de la guardia civil, a principios de 1971, por la negativa de aquel al bautizo de uno de sus hijos por no asistir a los ―cursillos‖ previstos en las normas de bautismo (octubre de 1970). El jefe de la 141ª comandancia intercede ante el vicario general de Toledo quien, en carta remitida el 11-2-1971, le comunica la intermediación con el párroco y se subsana el problema. AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. 364 ABC, 31-1-1970, p. 30. 365 BOOA, núm. 3, abril, 1970, pp. 104-105. Artículo de Juan Hernández en La Verdad de Murcia. Con sentido diríamos pro-conciliar García denuncia: ―[…] Falta proyección misionera, 248 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Durante una reunión del Episcopado, en julio de ese año, con amplia participación de religiosos y de laicos provenientes de Cáritas y otras comprometidos en lo social, asociaciones caritativas, surge un comunicado en el que se denuncian otras formas de pobreza ―la pobreza social y cívica de los españoles‖, que significa un avance en la sustancia del discurso de la cúpula366. Díaz Merchán habla de presión desde sectores eclesiásticos y mediáticos, afines o dependientes del gobierno, que genera un clima social ―tenso‖367. Muchos sacerdotes albaceteños están contagiados de un discurso de reivindicación en lo social y tildan sus homilías, en algunas parroquias de la capital con contenidos más allá de lo meramente religioso con críticas al gobierno y a la jerarquía inmovilista. Un informe del gobierno civil relata estas actividades de un sacerdote (sin nombre), en la sede de Cáritas: ―[…] se ha manifestado varias veces disconforme con decisiones del Gobierno y preocupación social cristiana, eficacia apostólica, responsabilidad de promoción evangélica. Junto a estas limitaciones hay sectores de gran inquietud renovadora. Pensemos en todas las instituciones apostólicas. […] Pero mirando al futuro trazado por el Concilio Vaticano II, estamos aún más bajos. Nos queda por realizar una transformación profunda‖. Ibídem, p. 108. 366 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., pp. 450 y ss. 367 Para Díaz Merchán: ―[…] se pusieron en evidencia las muchas tensiones de sectores de la Iglesia, que discrepaban acerca de la evolución política y social de España. El episcopado fue presionado por grupos y por algunos medios de comunicación‖. Díaz Merchán, G.: Los obispos españoles en la Transición…, Op. cit., pp. 8-9. 249 ―La otra Transición de la Iglesia… también de sus propios superiores religiosos‖368. Otros curas ―sacan‖ las misas de las iglesias y se saltan desfasados preceptos como no admitir en confesión las relaciones matrimoniales a las casadas369. La vigilancia a miembros del clero ―fichados‖ se incrementa. En los informes elaborados por el gobierno los días primero y tres de julio de ese mismo año, los párrocos de Villamalea, José Carrión Munera y Eufrasio Campayo Sánchez, son investigados junto a Florencio Ballesteros Ballesteros, de Alcalá del Júcar. Son tres sacerdotes a los que se vigila desde finales de los años sesenta: ―[…] de tendencia marcadamente progresista […]. El marcado matiz progresista de los tres Sacerdotes citados, aconseja el realizar averiguaciones lo más disimuladamente posible, para poder llegar al fondo de la cuestión…‖370. En Sigüenza-Guadalajara, el obispo Laureano Castán se obsesiona por el control y ―censura‖ ante cualquier atisbo de divergencia. Así pues, se entiende su presteza en contestar a unos titulares de Aragón-Express y La Voz de Albacete (16-1-1971), que recogen las declaraciones del obispo de Zaragoza, José Leucona, sobre la participación de sacerdotes en la guerrilla 368 Se refiere al oratorio de los PP. Filipenses de Albacete. Archivo Histórico Provincial Gobierno Civil de Albacete (AHPGCA), Memorias del Gobierno Civil, 1971. 369 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., 103. 370 Dirección General de Seguridad. Ministerio de la Gobernación. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. El informe recoge que se reúnen en la Casa Parroquial: ―[…] con asistencia de personas de nacionalidad francesa de ambos sexos, sacerdotes, monjas y matrimonios, afirmando que dichas reuniones eran con el fin de perfeccionar el idioma español, aunque en realidad el fundamento de dichas reuniones era tratar el tema de emigración‖. Ibídem. 250 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón de Colombia resaltando el término ―progresismos‖371. Desde el gobierno civil de Guadalajara, que tiene en Castán un fiel aliado, se minusvalora las actividades de signo contestatario desde las bases y del clero: ―[…] Con motivo de la celebración de Convenios Colectivos en algunas factorías, se ha producido alguna siembra de propaganda marxista, sin que su difusión haya sido masiva ni haya causado perturbación alguna. […] un ligero aumento en las actividades del clero progresista y de algunas sectas religiosas, pero sin gran incidencia en la población, ya que se mantiene indiferente en estas materias y sus aspiraciones se centran en el deseo de lograr mejores condiciones económicas que le permitan atender a sus necesidades y caprichos y llevar una vida tranquila‖372. El ―contagio‖ marxista de militantes de HOAC, en el denominado ―Corredor del Henares‖, con núcleos como Alcalá de Henares y Torrejón (Madrid), y del clero ―progresista‖ –en referencia a la OCA provincial-, se diluye ante la vigilancia del obispo y la represión del gobierno. Aun así, el ambiente de inestabilidad en la diócesis alcarreña es superior al que mantiene la vecina diócesis de Cuenca donde, como en tantos años anteriores, su gobierno civil destaca: ―[…] la Peregrinación Sindical a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo y la asistencia 371 AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. Titulares aparecidos el 16-1-1971 en Aragón-Express y La Voz de Albacete. La respuesta se produce el 21-1-1971. También en Memoria del G.C. de Albacete, 1971. AGA. (08) 22 Caja 52/00504. 372 Memoria del Gobierno Civil de Guadalajara de 1971. AGA, (08) 22 Caja 52/00475. 251 ―La otra Transición de la Iglesia… a Residencias, de gran número de productores y sus familias encuadrados en la Organización Sindical […] y la Semana de Música Religiosa373. En Madrid, la jerarquía continuista lucha por mantener su prevalencia con respecto al poder político. El obispo auxiliar, José Guerra Campos, intenta relanzar su protagonismo organizando un acto de presentación de la encíclica de Pablo VI, Octogésima Adveniens, con motivo de la conmemoración de los ochenta años de la encíclica Rerum Novarum (14-51971). Guerra justifica el acto con el fin de ―explicar‖ la ―verdadera‖ doctrina social de la Iglesia. Algunos lo interpretan como una llamada a las quebrantadas estructuras de AC, mientras sus contrarios lo razonan como un gesto de autoproclamación ante la grave enfermedad de su arzobispo. Pero Roma tiene preparado a Vicente Enrique y Tarancón como sustituto a la muerte de Casimiro Morcillo (30-5-1971)374. La inmediatez con que se le nombra como administrador apostólico de la archidiócesis de 373 Memoria del G.C. de Cuenca, 1971. AGA (08) 22 Caja 52/00508. La Semana de Música Religiosa de Cuenca tiene su interés por cuanto desde su creación, en 1962, Antonio Iglesias, cuenta en su programación con exiliados políticos como el compositor Rodolfo Halffter, refugiado en México tras la guerra civil. Programar música de tradición protestante, y unir músicos asfixiados por el régimen con los grandes musicólogos e intérpretes europeos, recuperando el legado de la música antigua y barroca española, son algunos de sus fines: ―[…] En los sesenta, España estaba cerrada, imperaba el nacional-catolicismo de Franco, y el hecho de que fuera un festival de música religiosa en un lugar apartado de las grandes ciudades le permitió a Iglesias hacer cosas que no le habrían autorizado‖. Declaraciones de Pedro Mombiedro, autor de Una mirada al Festival de Música Religiosa (1962-2006), en Travesías, núm. 51, marzo de 2006. 374 Para Sáez de Alba: ―[…] Su desaparición privó al franquismo de uno de sus más fuertes pilares eclesiales‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 312. 252 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Madrid-Alcalá, a tan sólo unas pocas horas del fallecimiento de Morcillo, evita que el cabildo elija, conforme al Derecho Canónico, vicario capitular a Guerra Campos375. La acción decisiva de Pablo VI, Villot-Benelli, y del propio Tarancón –quien en principio no accede a las intenciones de sus superiores, según su versión- produce esta salida376. El cardenal reconoce: 375 J. Domínguez es testigo en el momento que el nuncio comunica a Antonio Garau Planas el nombramiento como administrador apostólico al entonces arzobispo de Toledo, y cómo, inmediatamente después, se marcha a comunicar la muerte de Morcillo a la Santa Sede: ―[…] ha sido uno de los bochornos mayores que se han vivido en la Iglesia de España. Los integristas, muy abundantes entre el clero madrileño y prácticamente toda la totalidad de los canónigos, abanderados por Guerra Campos, temen perder la Sede de Madrid, tan importante. […] Mientras Morcillo agonizaba, en una soledad impresionante, los canónigos estaban esperando su muerte para tener una reunión en la que elegirían a Guerra Campos Vicario Episcopal. Según el derecho Canónico, son los canónigos los que deben nombrar un obispo interino, hasta que la Santa Sede nombra al titular, que normalmente confirma al elegido como Vicario. El Nuncio se enteró de esto y recabó el nombramiento de la Santa Sede de Monseñor Tarancón, para entregarlo a los canónigos en el momento en que entraban a reunirse […]‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 449. Todos los indicios apuntan a una maniobra dirigida desde Roma. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., pp. 213-215. 376 Muñoz Iglesias, S.: Así lo vimos otros, Edicep, Valencia, 2002, pp. 91-92. Según Muñoz: ―[…] La vertiginosa intervención, que la Santa Sede –o la Nunciatura o alguien que antes había estado en la Nunciatura- temía que el Cabildo iba a elegir Vicario Capitular al Obispo Auxiliar, D. José Guerra Campos. […] De ninguna manera habría sido elegido Don José Guerra Campos. Y no porque nadie tuviéramos nada contra él. Pero sabíamos que, tanto él como D. Maximino Romero Lema, designados Obispos Auxiliares de Don Casimiro el 12 de junio de 1964, habían sido nombrados con la prohibición expresa de que tuvieran ningún quehacer diocesano, puesto que iban a ser dedicados por la Junta de Metropolitanos –así se hizo protocolariamente el 3 o 4 de julio- el primero a Consiliario General de la Acción Católica, y el segundo a Director Nacional de Formación Religiosa en las Universidades del país. De hecho –aunque pueda resultar inconcebible- Monseñor Guerra Campos no tuvo 253 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] que había algo preparado. […] Todo parecía confirmar que a un gran sector –el político y, principalmente, a los del Opus Dei que estaban en el gobierno- les hubiese interesado que Guerra fuese a Madrid, como administrador apostólico, al menos si no podían conseguir que fuese el arzobispo después, y me veían a mí como el máximo peligro‖ 377. El arzobispado de Madrid-Alcalá suma la presidencia accidental de la CEE en un momento de crisis generalizada en el resto del país, diócesis por diócesis, y supone el primer caso en la historia de la Iglesia española que un nunca que sepamos cometido alguno en el quehacer diocesano de Madrid-Alcalá y no conocía la marcha de la misma…‖. Ibídem, pp. 94-95. Para Emilio Romero, la actitud represora de Guerra contra los movimientos obreros de AC, y su afinidad con el régimen, son algunas de las razones para no ser nombrado arzobispo de Madrid o, en su momento, arzobispo de Toledo. Romero, E.: Papeles Reservados…, Op. cit., p. 203-04. Un informe para el ministerio de Información, de su GE, relativo al nombramiento de obispos auxiliares recoge: ―I. Se dice que, con motivo de la toma de posesión del nuevo Arzobispo de Madrid-Alcalá (Vicente Enrique y Tarancón) (que se calcula para después de Reyes), se va a proceder a la reestructuración de la diócesis. II. Se hará salir de Madrid, con designaciones para sedes residenciales, a Mons. Guerra Campos y Mons. Blanco […] Nombrándose tres nuevos auxiliares, del clero diocesano, los tres en línea muy avanzada, (mencionando Luis Sánchez Torrado, -antes secretario de monseñor Morcillo-, Francisco Gil Peláez, ―liturgista atrevido‖, y Agustín García Gasco ―avanzadísimo en lo social‖, luego sería tan sólo nombrado Ricardo Blanco junto a Ramón Echarren y Ángel Morta)‖. Nota del GE (10-1-1972). AGA. MIT. CUL. GE, C. 562, IG, carp. 40304. Una semana después se continúa la información con el nombramiento de ocho sacerdotes ecónomos para otras tantas parroquias de Madrid: ―[…] los obispos para evitar el trámite concordatario (como se sabe, según el Concordato vigente (1953) el nombramiento de párrocos debe hacerse mediante concurso general y abierto y previa notificación al gobierno) se limitan a nombrar sacerdotes ecónomos que en la práctica se equiparan a los párrocos, aunque jurídicamente no precisan de la venia del gobierno‖. Estos observadores/informadores solicitan una revisión inmediata del Concordato. Ibídem. 377 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 400 y p. 498. Ceferino de Blas lo reafirma en: Tarancón, el cardenal que coronó el rey, Madrid, 1995, pp. 60-64. 254 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón obispo deja el título aparentemente, de de ―Primado de España‖ para ostentar otro, menor importancia. Pero los próximos años son decisivos en la ―contienda‖ política y religiosa, y el interés por tomar las riendas de la que será la principal plaza, justifica para Roma cualquier tipo de controversia. 255 ―La otra Transición de la Iglesia… III.1.1. Marcelo González: de la disputa con el nacionalismo catalán a Toledo, y el reconocimiento del régimen El cambio de clima religioso a nivel mundial que supone el Concilio, coincide en nuestro país con tres líneas disidentes: la de los apostolados obreros, la política a nivel social y la nacionalista en aquellas regiones de tradición histórica378. Marcelo González, nombrado por Pablo VI coadjutor (21-2-1966), con derecho a sucesión del arzobispo de Barcelona, Gregorio Modrego y Casaus, se ve envuelto en la última línea ya que, a muy pocos meses de su llegada a Cataluña, el 26 de abril, se ve inmerso en el conflicto abierto ante las demandas del clandestino Sindicato Democrático de estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB) que reivindica la libertad de asociación sindical y política, durante un encierro en el convento de Sarriá, en el que participan cerca de cuatrocientos universitarios. Ante las cargas y torturas que se infringen a los encerrados, el once de mayo unos ciento treinta sacerdotes se manifiestan desde la Catedral hasta la jefatura superior de policía, en Vía Laietana, donde son maltratados por las fuerzas de orden público cuando pretenden presentar un escrito a favor de la libertad de expresión, de reunión y de huelga. Marcelo González está ―ausente‖, desde el punto de vista de los protagonistas, ante los problemas que suscita la constitución del sindicato y su falta de contundencia en la denuncia de la brutal represión por parte de la policía 378 Coincidimos con los autores que argumentan: ―[…] Líneas en las que habían comenzado a cuajar en los años cincuenta reticencias que preludiaban exactamente el cambio que se desenvolvió en los sesenta". Andrés Gallego, J., Pazos, A. M. y De Llera, L.: Op. cit., p. 148. 256 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón contra los presbíteros y religiosos. El gobierno, por el contrario, valora como ejemplar su actuación: ―[…] Todo fracasó ante la entereza y serenidad del Papa, el Arzobispo y el Régimen. Hay que buscar un pretexto y aparece la detención del estudiante comunista Joaquín Boix Lluch el día 6 de mayo causa inmediata de la censurable manifestación sacerdotal en Barcelona. […] Se tiene constancia de que Mons. González Martín ha llorado muchas veces ante los desprecios y las ofensas de un clero desmandado de la tutela amorosa del Pastor‖379. 379 AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. El líder de FN, Blas Piñar, habla de 156 sacerdotes, y de ciertos documentos entregados al obispo Guerra Campos: ―[…] Mundo Obrero, en su número 9, de 1966, da cuenta del ‗asilo en el convento de Capuchinos de Sarriá, de la Asamblea de estudiantes, (entre los que hay) un amplio sector de ideología marxista. Es de notar… el documento entregado por 150 sacerdotes de la archidiócesis de Barcelona al doctor Modrego (y) el documento que 72 capellanes han entregado al obispo doctor Guerra Campos. Los comunistas nos felicitamos de esta actitud de los católicos‘‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 171. Díaz-Rincón habla del origen de la relación entre Blas Piñar y Guerra: ―Piñar estuvo obsesionado en utilizar a Guerra Campos, pero éste estuvo siempre muy discreto pues no coincidía en la línea política, excepto en su admiración por Franco. Aquel intentó capitalizar la figura del obispo. Cuando Guerra era Consiliario, en una reunión que mantuvimos los tres, Blas Piñar, monseñor y yo, sobre el Colegio Mayor Universitario ‗Ángel del Alcázar‘ -un centro para estudiantes trabajadores, y del que era presidente Piñarme sorprendí de la habilidad de don José a la hora de no dejarse liar con sus argumentos. También recuerdo las homilías de Guerra Campos en la Casa de la Iglesia, en la calle Alfonso XI, todos los domingos a las 10 de la mañana; eran refinadas, a un nivel que luego removía comentarios enfrentados, y donde acudían líderes como Marcelino Camacho de CCOO, y hasta el propio Felipe González, y Gregorio Peces Barba. Allí, en la Casa de la Iglesia, se celebraban reuniones donde se engendró todo tipo de acción política, sobre todo en un momento crucial, cuando llegó Tarancón. Todos se aprovecharon de la situación. Don José (Guerra Campos), lo previó‖. J. M. Díaz-Rincón, entrevista ya reseñada. 257 ―La otra Transición de la Iglesia… Las ramificaciones del conflicto se encuentran en Madrid al obispo auxiliar, José Guerra Campos, que frena al grupo de sacerdotes autodenominado ―Nueva Iglesia‖, de ideología socialista y abierto al diálogo con los marxistas que, según informaciones que llegan al prelado, apoyaron e impulsaron la manifestación de mayo en Barcelona (dentro de la denominada ―Acción Moisés‖ que pretendía ―provocar la ruptura de la Iglesia española con el régimen‖ al que llaman ―poder opresor‖, y donde sus miembros exigen una revisión histórica pidiendo perdón por el apoyo de la jerarquía al ―Alzamiento nacional‖)380. Abortar aquel foco supone para Guerra, que cuenta con el apoyo del arzobispo Casimiro Morcillo, cuestión de pocos días. Anula las reuniones de Madrid, en Arturo Soria 230, aunque no así las ramificaciones que se han extendido por todo el país, especialmente en Cataluña, donde Marcelo González tiene que enfrentarse duramente con el problema y donde reiteran sin fisuras el diálogo abierto entre cristianos y marxistas. En septiembre, el presidente de la CEE, Fernando Quiroga Palacios, envía un informe al Papa en el que pide dureza para aislar lo que denomina 380 La convocatoria de la denominada ―Operación Moisés‖ está abierta a todas las diócesis y coinciden en la ruptura con el régimen y una defensa de los derechos de los obreros: sindicación y libertad de expresión. Acusan a la jerarquía del apoyo a la dictadura y cuentan con apoyos de militantes de AC que también escriben cartas a sus obispos. González de Cardedal, O.: La teología en España, 1959-2009: memoria y prospectiva, Ediciones Encuentro, Madrid, 2010, p. 130. La vecina, a CLM, diócesis de Mérida-Badajoz se ve envuelta en esta convocatoria y entre los sacerdotes allí perseguidos figuran Manuel Higuero Gallego, párroco de Peralada de Zancejo, Vicente Navarro Terol, sacerdote coadjutor de la parroquia de Sta. Mª de Olivenza, Juan Antonio Parrinzo Ovejero y Salvador Riera González. AGA, MIT, GE, Carpeta 569. 258 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―un grupo muy pequeño‖, y no representativo del clero español. Algunos de los nombres que figuran detrás de estas acciones son: Mariano Gamo, párroco de Moratalaz y vinculado al PCE, Salvador Sallent, coadjutor de San Sadurní de Noya, Barcelona, Carlos García Blázquez, ecónomo de Maliaño (Santander) y Luis María Laibarra, ecónomo de Urigoiti (Vizcaya)381. El 7 de enero de 1967, tras la renuncia de Modrego, Marcelo González es promovido a arzobispo382. Su nombramiento no gusta nada a los 381 Vidal, C.: ―¿Cuál era el objetivo de la Acción Moisés?‖, La Revista, en http:// revista.libertaddigital.com., p. 1. 382 El propio González comunica al Papa los problemas que puede acarrear a la institución su nombramiento por sus principios ideológicos frente al nacionalismo (pesan en su contra, además de no ser catalán, la consabida lealtad al régimen y su poca ―sensibilidad conciliar‖, a pesar de contar con fama de atender a los desfavorecidos y sus colaboraciones, tiempo atrás, en El Ciervo). Como recogen Gallego, Pazos y De Llera, el Papa le replica: ―‘Tenemos especial confianza en usted‘, diría a éste el Papa Pablo VI al imponerle el capelo cardenalicio, según relataría Lorenzo Gomis‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 161. Velarde Fuertes, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales de Valladolid, narra aquel encuentro: ―[…] ¿Y no impresionará para siempre la confidencia que le hizo Pablo VI, llorando, y que nos relató –yo estaba presente- en su intervención del 7 de noviembre de 1978?: ‗Paciencia y doctrina –le aconsejó Pablo VI para que continuase el doctor González Martín sin desánimo su labor pastoral-. Está toda la Iglesia como infeccionada de herejía. Como en los tiempos de San Jerónimo podríamos decir: ‗Y de repente el mundo despertó arriano‘. No me obedecen –continúa el Papa-; la autoridad pontificia está muy quebrantada; incluso Órdenes Religiosas que siempre se distinguieron por su devoción y obediencia a la Santa Sede, hoy dan ejemplo de lo contrario…‘‖. Velarde Fuertes, J.: ―Marcelo González Martín, un gran académico. Sesión necrológica en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Valladolid (08-02-2005)‖ en González Martín, M.: Escritos sobre la Transición Política Española (1977-1984), Instituto Teológico San Ildefonso, Toledo, 2006, pp. 243. Pablo VI está más preocupado con los jesuitas, según el propio González en la entrevista mantenida en la residencia ―Madre Genoveva‖, orden de Las Angélicas, Toledo, (23-1-2002). 259 ―La otra Transición de la Iglesia… sectores catalanistas que están tras la campaña ―Volem bisbes catalans‖ (Queremos obispos catalanes). Para apaciguar los ánimos renuncia a su escaño como procurador en las Cortes franquistas, cargo que el gobierno otorga al obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, y secretario de la CEE, José Guerra Campos383. González debe aplacar las demandas de unas bases donde la demanda de libertades y de ruptura con el régimen produce continuos 383 Guerra Campos aparece en el libro recopilatorio de procuradores en Cortes de 1953 a 1976 en las IX y X Legislaturas: "Guerra Campos, José. IX y X ap. j. Designado por el Jefe del Estado según el apartado 2º de la Ley de Cortes. Para la IX Núm. Gral. 703, Grupo 11 Sub. II, y para la X el Núm. Gral. 795, Grupo II y Sub‖. Para la IX Legislatura aparece en el Decreto 1218/1967 de 2 de junio, por el que se regula la representación en las Cortes Españolas. BOE, núm. 39, 12-6-1967 (el mismo Boletín recoge la negativa a una reunión de sacerdotes y consiliarios de organizaciones apostólicas obreras en la iglesia de Sta. Bárbara, Madrid, para orar por los perseguidos y encarcelados, temiendo que terminara en una manifestación política). Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 269. Según Domingo Muelas en su libro inédito José Guerra Campos. Habitó entre nosotros, ya citado, éste se negó a aceptar el cargo, por lo que fue precisa la presión de la Santa Sede para que aceptara, ya que ―podría hacer mucho bien‖, a lo que el obispo aseguraría después: ―Traté de evitar mi designación como Procurador en Cortes... Sólo acepté porque de ningún modo toleraba lo que algunos querían: una negativa que fuese un ataque a Franco‖. Guerra continuará en las Cortes después de la renuncia de su arzobispo, Casimiro Morcillo, a pesar que las bases católicas y movimientos de AC solicitan su renuncia: ―[…] reforzadas por el reformismo del Concilio Vaticano II […] aunque algunos franquistas recalcitrantes, como Cantero Cuadrado y Guerra Campos, titulares respectivamente, de las diócesis de Zaragoza y Cuenca, siguieran hasta el final luciendo el dudoso honor de miembros de las esperpénticas Cortes franquistas‖. Sartorius, N. y Alfaya, J.: Op. cit., p. 112. La presencia del obispo en las comisiones es muy puntual, y pasa casi desapercibida en los diarios de sesiones, pero para Raguer la cuestión se muestra contradictoria para un obispo que participa objetivamente en política mientras había criticado, y persigue a militantes de los Movimientos de AC por esa implicación aparente con la oposición. Raguer i Suñer, H.: ―La oposición cristiana al franquismo en Cataluña‖, en Ortiz Heras, M. y González, D. A. (coords.): De la Cruzada al desenganche..., Op. cit., p. 181. 260 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón choques con las autoridades. El clero, también inclinado políticamente, es controlado y multado384. El propio González pide explicaciones cuando los sacerdotes ceden locales de la Iglesia a organizaciones clandestinas385, y condena, al igual que 384 Las multas al clero, con bajos salarios, se generalizan como medida de presión, según apunta Iribarren: ―[…] Especial punto de conflicto lo constituyen, por diversos puntos del país, las fuertes multas –de 25.000 a 100.000 pesetas del valor de la peseta de la época- por cada homilía que no gustaba al gobernador o al oyente censor que espiaba la misa por su encargo‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 22. Las multas gubernativas impuestas con motivo de sus homilías, son numerosas a lo largo del primer lustro de los años setenta. Piñol apunta sobre el tema: ―[…] Los policías de la brigada de lo social ejercieron de pronto una nueva función, la de nuevos inquisidores capaces de juzgar las posibles desviaciones de las homilías respecto de la curiosamente ‗superespiritualista ortodoxia oficial‘‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., pp. 22-24. La medida va perdiendo fuerza por las colectas que realizan los fieles para su pago, y muchas no pasan de los primeros trámites en los juzgados. También se reabre, por esas fechas, la cárcel de Zamora -en una versión retorcida del Concordato- que permite que los curas cumplan penas fuera de las cárceles habituales. Allí irán, en mayor número, catalanes y vascos. En otro frente se intenta reprimir a los seglares. En Cataluña destaca la persecución a Alfonso Carlos Comín, líder de la JOC, quien en 1968 es procesado y condenado (29-1-1969), para de nuevo serlo, junto a la viuda de Emmanuel Mounier, Paulette, durante el ―estado de excepción‖ al reunirse con jesuitas e intelectuales antifranquistas. En ese mismo momento Lluís María Xirinachs, conocido por su reivindicación al derecho de autodeterminación para Catalunya y Euskadi, es también detenido y la opinión pública se hace eco de sus largas huelgas de hambre. 385 En 1967 González recibe una extensa carta de sacerdotes que justifican su determinación a seguir cediendo los locales con argumentos varios: ―[…] Mi amor a la Iglesia, de la que están tan alejados y a la que miran con tanto recelo y como vinculada a un poder que los oprime y a una clase que los explota […] Las Comisiones Obreras son uno de los signos claros y reales de la promoción colectiva de la clase obrera en nuestro país […] La petición fue formulada por dos obreros (un católico militante de la HOAC y otro, que después supimos era comunista). El católico se retiró, y siempre los contactos de permiso fueron dados al que pertenecía al partido comunista. No nos inquietamos por ello, y que siempre fue respetuoso y 261 ―La otra Transición de la Iglesia… el padre Giulio Girardi, del Secretariado pontificio para los no creyentes, cualquier diálogo con los marxistas. En una conferencia, dirigida a esos mismos sacerdotes, Girardi niega cualquier relación entre los sistemas religioso y revolucionario: ―[…] Los encuentros de Juan XXIII y Pablo VI con diversos representantes del mundo marxista (inconcebible en tiempos de Pío XII). No hay diálogo entre sistemas abstractos sólo relaciones entre personas o comunidades posibles […]. La religión compatible con la revolución, incluso puede ser fuente del compromiso revolucionario […]. Revisión de la dictadura del proletariado…‖386. En otro frente interno, y a pesar de la censura, las JOC catalanas, que cuentan con amplia participación seglar y del clero, han acelerado su crisis de identidad con AC, en un acercamiento al marxismo, un problema añadido para el arzobispo conservador: ―[…] El descubrimiento del marxismo, es un elemento esencial en la crisis jocista. En la lucha obrera, los militantes cristianos entran en contacto con militantes marxistas que eran muy diferentes de los dibujados por la dio ocasión de poder tratar con él con respeto a la diversa mentalidad existente […]‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 168-212. 386 Ibídem, pp. 182-184, extracto de la conferencia. 262 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón propaganda del régimen. Se trataba de gente honesta y sacrificada que tenía un método que va a impresionar a los militantes cristianos‖ 387. Bajo esa delicada situación el régimen ensalza la figura de González frente a otros compañeros de la jerarquía: ―[…] Está siendo muy elogiada en toda la Región, la homilía pronunciada en la tarde del día 18 del actual en la Catedral de Barcelona por el Arzobispo Monseñor González Martín, con motivo de la visita de S.E. el Jefe del Estado. Se comenta el contraste existente entre las palabras claras y sinceras de este Arzobispo, con el proceder, según se dice siempre, ladino del Obispo Cirarda. Madrid, 22 de junio de 1970‖388. Durante la huelga en la empresa automovilística SEAT, en la que se produce la muerte de un trabajador por los disparos de la policía, los huelguistas buscan la mediación de un representante de la Iglesia. Requieren que sea el propio Marcelo González el que interceda ante la directiva para la readmisión de los trabajadores despedidos, y se tengan en cuenta sus reivindicaciones. González se implica y, tras sus gestiones, el conflicto se resuelve con resultados satisfactorios para ambas partes389. 387 Martínez Hoyos, F.: La JOC a Catalunya. Els senyals d‘una eglésia del demá (1947-1975), Ed. Mediterrània, Barcelona, 200, p. 270. 388 AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Comentarios recogidos por el informador (Burgos). 389 Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 39. 263 ―La otra Transición de la Iglesia… Pero la presión del nacionalismo catalán no baja en intensidad durante los cinco años de pastoral de monseñor González en la Ciudad Condal. Cederá al rito en catalán (lengua que domina tras su primer año en la diócesis con la inestimable ayuda de los monjes de Montserrat), y a la intervención de los cristianos catalanes en la vida pública, cualquiera que sea su orientación ideológica. Desde el punto de vista eclesial desarrolla una importante reordenación diocesana con la división de la Archidiócesis en cuatro territorios diocesanos, a fin de lograr una mayor eficacia en el trabajo pastoral, y la designación, nada más llegar al arzobispado, recordemos que es en 1967, de siete vicarios episcopales y un pro-vicario390. Un año después, Marcelo González consigue que la Santa Sede nombre cuatro obispos auxiliares, todos ellos catalanes, que compartan las tareas de gobierno pastoral. También reforma los seminarios mayor y menor, erige nuevas parroquias, especialmente en áreas obreras, crea la comisión de pastoral diocesana, la comisión diocesana de medios de comunicación social, el consejo presbiteral391 y promueve la Facultad de Teología de Barcelona392. 390 González nombra cuatro obispos auxiliares para la Archidiócesis: José Campany, Ramón Daumal, José María Guix y Ramón Torrella, todos al tiempo el 22-10-1968, y ―[…] ello a pesar que la Santa Sede había decidido elevar a Barcelona a rango de archidiócesis el 25 de marzo de 1964‖. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 418. 391 Pablo VI impulsa los consejos presbiterales como órgano consultivo del obispo, y encarga de su exposición al cardenal prefecto de la Sagrada Congregación para el Clero, John Wright, en 1970. 264 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La promoción al arzobispado de Toledo de Marcelo González (4-121971), Tarancón pasa a Madrid, es vista con buenos ojos, tanto desde el régimen como por nacionalistas393. Toledo ha sido un destino codiciado hasta aquí. Ahora representa un cargo más simbólico que estratégico. 392 De su intensa actividad magistral son muestra los más de cien documentos pastorales y unos ochocientos sermones. Cronológicamente en 1967 publica: La devoción al Sagrado Corazón de Jesús y el Magisterio de la Iglesia, El rezo del Rosario en el mes de octubre, María en nuestra vida cristiana, Campaña contra el hambre en el mundo, Día del amor fraterno, La pobreza en Navidad y Los hombres del mar, La acción pastoral del sacerdote en Barcelona, y La fe, conocida, vivida y amada, Barcelona, ambos de la Comisión Diocesana para los Medios de Comunicación Social; de 1968 surgen Escuelas y Colegios de la Iglesia en Barcelona, La penitencia de la Cuaresma y la limosna, Los subnormales: hijos de Dios y miembros de la Iglesia, Una forma concreta de caridad: sobre el Banco de ojos, ¿Y nuestros enfermos mentales?, Fuertes en la fe, Balmes, Barcelona, 1968; en 1969 publica La Cuaresma y la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Barcelona, Imp. Fidel, 1969, Cáritas no encubre injusticias y La paz de Cristo y los derechos del hombre; Unidos en la esperanza, Balmes, Barcelona, 1969; en 1970 salen a la luz Con motivo de la canonización del Beato Maestro Juan de Ávila La Virgen María y la juventud, Barcelona, Balmes; en 1971, Todo hombre es mi hermano; Hijos de la luz, predicación cuaresmal, Balmes, Barcelona. Años más tarde, en 1983, hay referencias a Cataluña en Don Enrique de Ossó, o la fuerza del sacerdocio para: ―[…] comprender uno de los diversos apartados del renacimiento de la religiosidad católica en Cataluña desde un punto de vista ajeno a la línea carlista-integrista que había logrado liquidar la Restauración‖. Velarde Fuertes, J.: Op. cit., pp. 236-237. 393 La confrontación con el cardenal comenzaba a tener signos preocupantes. Tras su salida del arzobispado de Barcelona, González es nombrado ―Hijo adoptivo‖: ―[…] como público testimonio de la acendrada gratitud y devoción de la ciudad a quien fue durante cinco años arzobispo de la diócesis y ha dejado la impronta imperecedera de su fecundo y ferviente magisterio, infatigable actividad apostólica, y total entrega amorosa a su ejemplar labor de gobierno pastoral‖. Lanza, 31-12-1971, p. 9. A la muerte del cardenal La Vanguardia recoge: ―Muere Marcelo González Martín, el arzobispo que origina la campaña ‗Volem bisbes catalans‘‖. La Vanguardia, 26-8-2004. 265 ―La otra Transición de la Iglesia… III.1.2. Las Asambleas del Presbiteriado: el revulsivo para un clero expectante por los cambios en la institución Las tensiones que ha generado el clero en la mayoría de las diócesis españolas son tan graves, y las heridas tan profundas por una amplia disidencia interna con gran parte de la jerarquía que, desde la Comisión Episcopal del Clero (CEC), se van valorando los resultados de la encuestaconsulta, que durante 1969 y 1970, se está realizando entre el clero con el fin de conocer el verdadero alcance del problema y posibles vías de solución (la opción había salido por el apoyo del presidente de la CEC, y primer presidente recordemos de la Conferencia, el cardenal Fernando Quiroga Palacios, Enrique Vicente y Tarancón, junto a otros miembros, como el anterior obispo de Albacete, Arturo Tabera (a partir de 1968 de Pamplona). La I Encuesta Nacional del Clero Secular, como se denomina, preparada por un equipo de expertos, dirigida por Ramón Echarren, entonces director del SNC y más tarde obispo de Canarias, contiene 268 preguntas de carácter voluntario, tanto para las diócesis como para los sacerdotes, y tiene como fin conocer los motivos de controversia y reivindicación de un clero movilizado: ―[…] la situación de los sacerdotes, sus deseos y aspiraciones en estos momentos de renovación que está viviendo la Iglesia‖394. Su planteamiento inicial parte del análisis de diversos aspectos psicológicos, sociológicos e ideológicos: ―[…]. Algunos se oponían tenazmente a las preguntas sobre el celibato, sobre las opciones políticas de 394 BEAT, 24-5-1969. 266 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón los sacerdotes, sobre la manera en que debían encauzarse las relaciones obispos-presbíteros… y sobre la postura que debía adoptar la Iglesia ante el Régimen‖395. Documento “0”. Cuadernillo de la Encuestaconsulta. Entre las preguntas, diapositiva de la derecha, figuran ¿Qué ideología o forma sociopolítica le merece a Vd. un juicio favorable? Mientras se está realizando la encuesta, el propio Pablo VI, menciona expresamente a la jerarquía española en una alocución a los cardenales de la Curia (junio de 1969), recomendándole que dialogue más con los sacerdotes jóvenes, cuestión que irrita a algunos miembros de la CEE. En Cuenca el obispo Inocencio Rodríguez Díez –de un destacadísimo estigma nacionalcatólico- trata de no dejar en entredicho su autoridad, apelando al ―esclarecimiento‖ público que, según él, tienen las palabras de Pablo VI, precisamente en la celebración del ―Día del Papa‖ (30-6-1969): 395 Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 168. Entresacado de la entrevista a Vicente Enrique y Tarancón por el autor. 267 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] no hay que interpretar las palabras de Pablo VI como algunos medios de comunicación han hecho‖396. Al final se validan 15.449 encuestas, de los 20.114 sacerdotes censados, lo que equivale a un 85% del clero, perteneciente a 59 de las 64 diócesis españolas397. Las respuestas más avanzadas, y hasta rupturistas, provienen del clero: ―[…] Las respuestas de los sacerdotes son más contundentes y claras de ideas, mientras que entre las respuestas de los religiosos y seglares abundan generalmente las posiciones de la vía media. El clero se muestra más inconformista y presenta una divergencia mayor en los temas ‗fronterizos‘, como la disconformidad con la postura de la Iglesia en lo socio396 397 Diario de Cuenca, 1-7-1969, p. 2. Secretariado Nacional del Clero: Asamblea Conjunta de Obispos y sacerdotes, BAC, Madrid, 1971, p. 643. El Documento ―0‖, editado por el SNC, CEC, Madrid, 1968-1969, guarda la confidencialidad y prohíbe su difusión. Los ataques a la fiabilidad de la encuesta se produce desde determinados medios, como Iglesia-Mundo, lo que provoca la reacción de la CEC que, en febrero de 1971, emite un comunicado en el que reafirma la validez que el propio Pablo VI le reconoce: ―[…] como base para un conocimiento de la realidad, al tiempo que afirmaba que sus conclusiones no pueden ser elevadas a criterio determinante de verdad. En este sentido, los resultados de la encuesta son un instrumento útil de trabajo para dar a la asamblea un mayor realismo en la reflexión y solución de los problemas sacerdotales‖. La Vanguardia, 24-2-1971, p. 8. Las críticas perduran, y una vez pasada la Asamblea Conjunta (septiembre 1971), es Vicente José Sastre, responsable de la misma, y profesor de Sociología de la Universidad de Comillas (Madrid), quien afirma: ―[…] Con esto se pretende atacar a la Asamblea Conjunta, dado que la Encuesta estuvo sirviendo como referencia continua en todos los trabajos de ésta‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10640. El texto es parte de la carta enviada, el 23-2-1972, a veinticinco sociólogos y técnicos en Metodología de la investigación sociológica para analizar la encuesta-consulta y dar su valoración, al final altamente positiva por la mayoría. 268 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón político, la aceptación de un trabajo o profesión civil, las preferencias al celibato opcional, la ideología sociopolítica, y en el rechazo de la condición jerárquica del sacerdote en la sociedad‖ 398. Entre los resultados destaca que el 61% -cifra que en otras fuentes es del 63,2%- está en desacuerdo con la política de la Iglesia en materia social y política. Casi un 32% considera perjudiciales los lazos existentes con el régimen, y una mayoría pide la renuncia a los privilegios de la Iglesia y la no participación de civiles en actos religiosos399. El 80% aboga por la separación de la Iglesia y el Estado, y el 48% se declara de izquierdas400. Por ideologías destaca el Socialismo con un 24,8%; Comunismo 0,6%; Anarquismo 0,4%; Movimientos Obreros 12,6%; Monarquía 21,7%; Falange 2,4%; República 6%; Autonomía Regional 4,9%; Situación actual (régimen franquista) 10,5%; No responde 15,7%. Por edades, los menores de 30 años, modifican sustancialmente los porcentajes pues los partidarios del socialismo alcanza el 47,2% y sobre la 398 Fernández Fernández, G.: Op. cit., pp. 199-200. En la nota 588 ajusta su visión: ―El orden de mayor apertura lo encabezan los sacerdotes menores de 40 años, seguidos del pueblo en general, sacerdotes de 40-49 años, religiosos, movimientos apostólicos, religiosos, religiosas y, en último lugar, los sacerdotes mayores de 64 años‖. 399 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., p. 643. 400 Figuero, J.: Si los curas y frailes supieran… Una historia de España escrita por Dios y contra Dios, Madrid, 2001, p. 475. 269 ―La otra Transición de la Iglesia… situación actual el 4,2%401. Además el 62% de estos sacerdotes está descontento con la formación teológica recibida, y un 84% plantea que la Iglesia debe implicarse en juicios sociales o políticos: ―[…] Un 11 por 100 de los sacerdotes son más radicales y piensan que el cristianismo en España no tiene en ningún caso capacidad para resolver los problemas sociales del país, o sólo lo haría revolucionando la situación actual. […] Lo cierto es que la mayoría del clero y una abrumadora mayoría de los jóvenes –el 84 por ciento- piensan que con sólo su acción pastoral no puede la Iglesia en España evangelizar los sectores descristianizados sin implicarse en juicios o actitudes concretas reivindicativas, sociales o políticas‖402. Enrique y Tarancón advierte en Problemática sacerdotal, ante la plenaria de la CEE, que de la encuesta se desprende un rechazo del clero hacia la autoridad jerárquica, una exaltación del sentido comunitario y del compromiso temporal, por lo que el panorama no es nada positivo y corre el peligro de romperse la unidad: 401 Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 250. Según Ruiz-Rico los resultados generan los recelos de los obispos: ―[...] Sorprende que respecto a la opción socialista se expresen tan amplia cantidad de recelos (por parte de los obispos) cuando esa preferencia era la que gozaba de mayoría relativa en las opciones del clero secular y regular. Así, la aceptación de una organización política pluralista marca el punto donde jerarquía (renovada) y mayoría de los sectores más activos de la comunidad eclesial coinciden. A partir de ahí, las posiciones se diversifican [...].Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., p. 23. 402 FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…, Op. cit., p. 8. 270 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Los obispos –y no sólo los de España- estamos desconcertados y hasta un poco asustados ante la realidad sacerdotal. Nos damos cuenta de que está cambiando, y cada día con mayor intensidad, el modo de ser y de comportarse los sacerdotes. Presenciamos o nos enteramos por la prensa de posturas sacerdotales inexplicables y que escandalizan a los fieles. Constatamos que el clima en que se desarrollan las relaciones entre presbíteros y Obispos es muy distinto al que estábamos acostumbrados. Incluso se da el caso de que grupos, más o menos numerosos de sacerdotes –seculares y regulares- denuncian las estructuras actuales de la Iglesia y están en peligro de romper la comunión con sus obispos. No sé si será verdad, como algunos dicen, que amplísimos sectores del clero desconfían de la Jerarquía: del propio Obispo, de la Conferencia Episcopal y quizá, de la misma autoridad suprema: el Romano Pontífice‖ 403. Los obispos acogen con especial preocupación el mensaje y acceden por mayoría a la propuesta de la celebración de una Asamblea Conjunta entre obispos y presbíteros para salir del escollo404. En una entrevista concedida a ABC el cardenal reconoce que la solución a los problemas surgidos con los sacerdotes tras el Concilio no es nada fácil, pero también advierte que la crisis puede solucionarse: ―si no nos la enredan los extremistas‖405. Para Tarancón subyacen problemas en la estructura de la Iglesia, por encima de opciones personales, y pone en reconsideración la 403 BEAT, núm. 5, 16-7-1969, p. 1. 404 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 247. 405 ABC, 17-7-1969, p. 35. 271 ―La otra Transición de la Iglesia… autoridad del obispo tras el Concilio, así como el nuevo giro hacia la colegialidad que se demanda: ―[…] O sea, la organización diocesana, tal como la teníamos y se mantiene en parte, no está hecha para una pastoral de conjunto, tal como debe concebirse ahora, que el contacto personal y diálogo son esenciales… Hasta ahora, los obispos creíamos, y lo creíamos casi como dogma, que deberíamos formar los criterios nosotros solos… El nuevo giro del Concilio da al gobierno de la Iglesia con el principio de colegialidad –que es una bomba explosiva, aunque no se haya todavía percibido claramente- es que no se quita nada a la autoridad personal del obispo para que diga la palabra definitiva con toda la responsabilidad, pero exige que no forme el criterio, ni tome sus decisiones por sí solo… Hace falta un contacto con la base; no hay más remedio‖406. Ante la opinión pública es imposible obviar la preocupante situación. Durante el Simposio de Obispos Europeos de Chur (Suiza), celebrado del 7 al 10 de julio de 1969, el mismo Tarancón habla de ―renovación eclesial‖: ―[…] El tema que tratamos ahora tiene, pues, una máxima importancia en orden a la viabilidad y eficacia de esta renovación eclesial en la que todos estamos empeñados. No resulta fácil la acción de los sacerdotes en estas circunstancias. Es indispensable que encuentren ellos su postura y su nueva forma de vida, y de actuaciones para que influyan positivamente en los fieles. Y es lógico que, como consecuencia del nuevo planteamiento de los 406 Ibídem, p. 36. 272 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón problemas eclesiales, se conviertan en problemas muchas cuestiones que teníamos resueltas y aún, al parecer, definitivamente resueltas‖407. El Vaticano no es ajeno a esta problemática ni a los graves disturbios que se están produciendo en el país y que, junto al paulatino desmembramiento interno que sufre el búnker, hacen presagiar cambios significativos en el orden político e institucional. En el horizonte inmediato se otea un cambio con dos catalizadores, las resoluciones del Concilio con respecto a las relaciones entre Iglesia y regímenes autoritarios, y la crisis con el clero a nivel interno. El nombramiento de Vicente Enrique y Tarancón para la archidiócesis de Madrid obedece, al menos en apariencia, al intento de colocar en el centro neurálgico de la política nacional a la personalidad oportuna que sea capaz de solucionar los escollos que se prevén en el devenir de las relaciones entre Iglesia y régimen. Pablo VI lo deja entrever cuando afirma: ―[….] es un momento muy difícil para la Iglesia española. Usted va a ser presidente de la Conferencia Episcopal. Y necesitamos en Madrid y en la Conferencia una persona de confianza‖408. 407 Enrique y Tarancón, V.: ―El sacerdote en la renovación de la Iglesia‖, BEAT, núm. 6, 20-8- 1969, p. 1. Inmediatamente después Tarancón es nombrado obispo asistente al Sínodo extraordinario, por voluntad expresa de Pablo VI, junto a Casimiro Morcillo, presidente de la CEE. La prensa afirma: ―Con esta elección de monseñor Tarancón vuelve a mostrarse una vez el especial afecto del Santo Padre hacia nuestro primado…‖. ABC, 17-7-1969, p. 35. 408 Cárcel Ortí, V.: Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis (1963-1978)…, Op. cit., p. 450. El arzobispo Fernando Sebastián Aguilar, que mantiene una relación estrecha con el cardenal en aquel momento, recuerda: ―[…] D. Vicente no opuso ninguna resistencia, aun sabiendo lo que se le venía encima. Si el Papa lo quiere yo no tenía nada que decir, decía, 273 ―La otra Transición de la Iglesia… Tarancón, ya como presidente de la CEE, convoca, para septiembre de 1971, la Asamblea Nacional Conjunta de obispos y presbíteros, con el fin de limar asperezas y desbloquear los instrumentos de comunicación entre ambos sectores. Obispos mediáticos y ultras, como José Guerra Campos y Laureano Castán Lacoma se manifiestan abiertamente en contra. El clero ultraconservador, bajo las siglas de la Hermandad Sacerdotal Española (HSE)409, y el sector cercano al OD, les respaldan410. después de haber oído aquellas palabras yo estaba dispuesto a ir a Madrid y a Matalascañas‖. Sebastián, F.: ―En memoria del Cardenal Tarancón‖, //www.iglesianavarra.org/blog/2008/03/31/en-memoria-del-cardenal-tarancon/, http: web del Arzobispado de Navarra y Tudela. Sáez Alba define a Tarancón como: ―[…] nuevo ‗centro de gravedad‘ de la Iglesia católica española, por el apoyo del Vaticano a su moderantismo político y a su inflexible toma de postura sobre la independencia‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 300. 409 La asociación surge como reacción al que denominan ―desolador panorama‖ tras el Concilio. Detrás de su constitución figura el padre Piulachs, a quien se unen Miguel Oltra, franciscano, José Bachs Cortina, José María Alba Cereceda, Venancio Marcos, Luis Madrid Corcuera, en una convocatoria en Vich (12-5-1969) a la que asistieron unos trescientos sacerdotes. La Asociación lleva el nombre de ―San Antonio María de Claret‖ y es aprobada por el Arzobispo de Barcelona. El 9 de julio de ese año, en Segovia, se pone en marcha la ―Hermandad Sacerdotal Española‖ en presencia de más de 500 sacerdotes, con una Declaración de Principios de ―San Antonio María Claret y de San Juan de Ávila‖, como se reconoce eclesiásticamente en Roma, e inscrita en el ministerio del Interior como asociación profesional. Desde que aparece oficialmente la Hermandad sus manifestaciones encierran posturas políticas conservadoras, e integristas en lo religioso. Esta Hermandad persigue, durante muchos años, la aprobación de sus estatutos a la CEE. Vid. González Sáez, J. M.: La Hermandad Sacerdotal Española: la resistencia del clero conservador al cambio eclesial y político (1969-1978), Tesis doctoral (inédita), Universidad de Navarra, 2011; y por la propia HSE: Historia de un gran amor a la Iglesia no correspondido, Hermandad Sacerdotal Española, Madrid, 1990. 274 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Uno de los principales objetivos de los organizadores de la Asamblea es que se produzca la máxima representatividad y participación del clero. Desde la CEE se diseña un plan de trabajo en el que se incluya la discusión sobre la problemática sacerdotal, detectadas en la encuesta-consulta, y las necesidades de los clérigos en la búsqueda de una nueva teología del sacerdocio. Sin embargo, el camino no es fácil y el primer conflicto estalla cuando se presentan los proyectos de reglamento. Guerra Campos se niega a aceptar los procedimientos, argumentando la prevalencia de la figura del obispo por encima de cualquier otra orientación doctrinal: ―[…] los únicos maestros somos los obispos‖, al tiempo que acusa a la CEC de tendenciosidad en la encuesta-consulta previa411. El reglamento cifra el número de asistentes por diócesis. En el caso de aquellas que cuenten con menos de trescientos sacerdotes, como es el caso de las diócesis de la provincia eclesiástica de Toledo, se otorga una representación de dos sacerdotes con derecho a voz y voto, así como la 410 Para Tarancón: ―[…] un grupito de obispos temía que el carácter contestatario que se manifestaba en algunos grupos de sacerdotes, prevaleciera en la Asamblea y creara graves perjuicios para la disciplina eclesiástica. También temían, por otra parte, que enrarecieran el clima de inteligencia y colaboración entre la Iglesia y el Estado, porque iba creciendo entre el clero joven la convicción de que la Iglesia debía desengancharse del Régimen político para ser instrumento de pacificación y de unidad entre todos los españoles‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 439. También en Martín de Santa Olalla Saludes, P.: ―Un obispo para una época polémica: Laureano Castán y la diócesis de Sigüenza-Guadalajara‖…, Op. cit., p. 405. 411 Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 169. El autor recoge otras expresiones del obispo Guerra: ―[…] Yo como obispo, no estoy de acuerdo con el procedimiento de la Comisión del Clero. No se puede tolerar la conducta y los procedimientos utilizados por esa Comisión […]‖. Ibídem. 275 ―La otra Transición de la Iglesia… asistencia de observadores (religiosos, religiosas y seglares), técnicos invitados por la CEC, y miembros de las ponencias, no previstos en anteriores apartados. En Albacete el obispo Ireneo García, durante la pastoral del ―Día Mundial de los medios de comunicación social‖ (6-5-1971), apela a que éstos secunden la doctrina de la Iglesia en todos los ámbitos de la vida, preocupado como está por lo que trascienda del proceso que se va a iniciar412. Monseñor García, que ha defendido desde un primer momento el funcionamiento de la asamblea del presbiteriado, invita a sacerdotes y religiosos a la participación en la asamblea diocesana (prevista del 5 al 12 de julio, salvo sábado y domingo). A ésta sólo podrán asistir cuarenta representantes con derecho a voz y voto (como no está prevista la participación de los laicos en la Asamblea nacional no se convoca a la diocesana, argumento discordante en discusiones posteriores). El consejo de presidencia está formado por monseñor García, Alberto Iniesta Jiménez (secretario), Fulgencio Sánchez Sánchez, José Cuerda Garví y Luis Marín Navarro. Los componentes de las distintas comisiones son: Comisión del Clero: Alberto Iniesta Jiménez, Ramón Carrilero Martínez, José Oliva Conesa, Fernando Parra Cuenca y Ángel Laguna Calderero; 412 AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. De la importancia que otorga Ireneo García a la difusión, por cualquier medio, de la doctrina de la Iglesia, es la compilación de las comunicaciones de otros episcopados europeos sobre la marcha de las conclusiones del Concilio, así como de sus comisiones episcopales, en las páginas del boletín diocesano. 276 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Comisión Permanente del Consejo Presbiteral: Emilio González Álvarez, Victoriano Navarro Asín, José Oliva Conesa, Ramón Roldán Collados y Vidal Martínez Álvarez; Grupo de la Oficina de Sociología Religiosa: Jaime Fernández Pérez y Cándido Córcoles Sotos. El obispo apela en su discurso de bienvenida al diálogo entre sacerdotes: ―[…] Serán analizados con todo detalle los múltiples problemas sacerdotales de dimensión personal, surgidos como consecuencia de los tremendos cambios sociales de nuestro país‖413. Por su parte, el secretario Alberto Iniesta califica los previos a la misma como una época ―secreta‖ o ―íntima‖, y critica las faltas de asistencia de algunos sacerdotes, así como las omisiones a los textos que se han 413 BOOA, núm. 5, Extraordinario de la Asamblea del Presbiteriado Diocesano, 1971, p. 242. Palabras de la homilía preparatoria que el obispo Ireneo García ofrece a los fieles el cuatro de julio. La diócesis de Albacete es la que más información ofrece sobre la marcha de su Asamblea con la publicación de un número extraordinario. En el resto, además de una escasa información pública, no ha existido la posibilidad de acceder a documentos relacionados con las mismas, argumentando, en algún caso, que han sido destruidos o desaparecido. Desde la CEE, se notifica que, en 1975, los responsables de los archivos diocesanos acuerdan no permitir el acceso a ciertos documentos, que entienden de tipo administrativo y de bajo interés para los investigadores. El plazo establecido es de cincuenta años (argumentos de la archivera jefe de la CEE, a quien se le consulta por qué se conocen ciertos documentos de otras diócesis, también supuestos fondos ―administrativos‖). Por tanto, los nombres de los sacerdotes, y datos precisos sobre comisiones en las que participan, así como actas del desarrollo de las Asambleas diocesanas, son fruto del rastreo entre las fuentes orales que mencionamos en este trabajo, y datos de los Boletines que, como veremos, son escasos y sesgados en su mayoría. 277 ―La otra Transición de la Iglesia… producido en los trabajos preparatorios414. Iniesta también se refiere a la ―crisis sacerdotal‖ y la no presencia de religiosos y laicos: ―[…] en la evolución de este hombre a la vez tan importante y tan frágil que es el ‗cura‘. Tan importante, porque muchos dependen de él en el orden del Reino y de la fe. Tan frágil, porque también él depende enormemente de la Iglesia y, en último término, del mundo y de la sociedad. […] Echamos de menos a los laicos y a los religiosos. Todo se andará. Por esta vez parece que no era posible todavía. […] es un mal que esa asamblea no sea de todo el pueblo de Dios. ¿Otra vez será? Esperemos que sí‖415. El secretario recuerda las actitudes a tener en la Asamblea que pasan por el establecimiento de una relación de amistad, actitud receptiva, huida 414 Alberto Iniesta tiene una participación destacada como responsable de la secretaría provincial, y luego en la regional de Levante. Originario de Albacete (4-1-1923), se licencia en Teología en 1958 en la Universidad Pontificia de Salamanca y ordenado sacerdote el 13 de julio de ese mismo año. Ocupa los cargos de Ecónomo de San Pedro (Albacete), durante 1958, y superior del seminario mayor durante los años 1958-1972. Ordenado obispo auxiliar de Madrid-Alcalá (22-10-1972), es miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia (19751981) y Migraciones (1984), de la que es presidente en 1987. Entre sus publicaciones destacamos: El Bautismo (PPC), Creo en Dios Padre (Desclée); Escritos en la arena (PPC) y Teopraxis (Sal Terrae). 415 BOOA, núm. 5…, Op. cit., p. 248-249. La propuesta de que los seglares acudieran a la Asamblea realizada por Iniesta es desechada por los asambleístas: ―Luis Echevarría aclara que un grupo de militantes de la HOAC, interesados en ello, habían desistido: al no haber participado en la preparación, pierde sentido su presencia en la asamblea. Por otra parte, añaden otros, la Asamblea nació y se preparó como ‗conjunta obispos-presbíteros‘ y no como ‗del pueblo de Dios‘‖. Ibídem, p. 253. 278 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón de las medias tintas y poca claridad en la expresión de sus convicciones, evitar eternas cuestiones, lucidez, realismo y un método de representación. Seguidamente se pasa al análisis del primer documento, Documento ―0‖ Diocesano416. Este documento representa la ―radiografía‖ sobre aspectos de tipo personal, social y eclesial, del clero y su consecuente en el aspecto doctrinal. Sus datos son resumidos por Jaime Fernández, y los interpreta Ramón Carrilero. Después se organizan equipos para trabajar sobre el Documento I, ―Significación del Sacerdocio ministerial‖, que más tarde es rechazado al completo en una votación con tres votos afirmativos frente a los treinta y dos del no, y un ―iuxta modum‖ (los votantes del iuxta modum matizan las proposiciones, si bien están de acuerdo en lo fundamental, y sus votos se suman a la mayoría cuando se aprueban). Como afirma el cronista, Francisco Galindo: ―Estas enmiendas ‗a la totalidad‘ eran totalmente inviables, pero indican –a mi juicio- la desconfianza de un sector hacia la visión del ministerio que da el documento, desconfianza que había aflorado en algunos sitios durante el periodo preparatorio de la Asamblea‖417. De este, como de los otros dos documentos, el II ―Sugerencias para resolver los problemas sacerdotales originados en las estructuras‖, y III, ―Sugerencias para resolver los problemas sacerdotales de dimensión personal‖, surgen una serie de proposiciones, que aparecerán recogidas por 416 Al igual que en Albacete, los resultados de la encuesta-consulta se desmenuzan en cincuenta y cinco diócesis donde participan un total de 1350 equipos formales, 130 espontáneos y 223 complementarios conformados por religiosos, religiosas, seglares y seminaristas (en el caso de la provincia eclesiástica de Toledo el trabajo se dilata casi nueve meses y, en toda la institución se da por culminado a mediados de 1970). 417 BOOA, núm. 5…, Op. cit., p. 253. 279 ―La otra Transición de la Iglesia… la SNC alrededor de las ponencias en las que finalmente se dirimen en la Asamblea nacional. Relacionado con el Documento I, y en lo que se refiere al Capítulo 2. La Iglesia como conciencia crítica de la sociedad, de la primera ponencia, Iglesia-Mundo, el clero albaceteño aporta: ―N. 29: Albacete.- Estamos especialmente obligados a servir a la parcela más pobre de nuestra diócesis, de nuestro mundo; es decir, obligados a ofrecer, por puro servicio y sin intención proselitista, nuestra voz y nuestra fuerza a los grupos humanos que apenas tienen voz ni fuerza en la vida: a los emigrantes, nuevos proletarios, a los pobres. Di, 34, No 1, IM. 1‖418. En lo que se refiere al Capítulo 3. El compromiso político del presbítero, reivindican: ―N. 70: Albacete.- La diversidad de necesidades y situaciones de las comunidades concretas pueden exigir del presbítero diocesano un pluralismo 418 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. Sobre la primera ponencia, Iglesia-Mundo, se llegan a recibir, de todas las diócesis del país, más de 400 proposiciones. El SNC apunta: ―[…] Recogemos no solamente las proposiciones aprobadas, sino todas aquellas que fueron enviadas por las diócesis al Secretariado Nacional […]. Pensamos que el hecho de que una proposición sea rechazada es tan significativo como el que otra sea aceptada. En los casos en que contamos con el número de votos registrados, lo recogemos siempre junto a la proposición. Aquellas proposiciones que no tienen votación al margen fueron aprobadas por más de dos tercios, pero desconocemos la cifra exacta‖. Ibídem. Este esquema se sigue en cada una de las ponencias, lo que da idea del nivel de transparencia informativa que tratan de dar los organizadores de la Asamblea nacional. Las aportaciones de las Asambleas diocesanas se reflejan en proposiciones sobre las ponencias, cada una de ellas en diez capítulos, de la Asamblea. Ante la falta de otra documentación, aportamos todas las proposiciones recogidas por el SNC de las diócesis de CLM, en el Anexo 2.1. del Capítulo III. Proposiciones a la Asamblea Conjunta de las diócesis, e interdiocesanas. 280 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón de actuación cívica. Una información suficiente a todos los niveles evitará la incomprensión y fomentará no sólo el respeto, sino también el apoyo de los demás presbíteros. Si 23, No 2, IM 12‖419. Entre las proposiciones aprobadas en el Capítulo 5, sobre las ―Relaciones de la Iglesia con el poder civil‖, Relaciones Iglesia-Estado en general, se reivindica una independencia del poder civil, en este caso a nivel local, y un trato de igualdad con el resto de los ciudadanos a nivel social, libertad de reunión, expresión, asociación, manifestación y renuncia a cualquier tipo de privilegio: ―N. 104: Albacete.- Urge serena y progresiva independencia en el terreno de los hechos entre Iglesia local, en todos sus niveles, y el poder económico y civil. Si 26, No 1, IM. 9‖ 420. ―N. 125: ―Albacete.- La fidelidad al mundo exige también colocarnos en plano de igualdad con los demás hombres en los diversos aspectos de la vida social; sin abdicar de ningún derecho (v.gr., presencia en lugares de reunión o esparcimiento; participación en los diversos bienes sociales; vestido normal, sin ningún distintivo de clase o casta; convivencia normal con las personas de nuestro entorno; derecho a tener y expresar opiniones propias, en todos los órdenes de la vida humana, a título personal; derecho a los ‗derechos humanos‘ de reunión, expresión, asociación, manifestación, etc.) ni pretender ningún privilegio (v.gr., exención de impuestos, entradas 419 Ibídem. 420 Ibídem. 281 ―La otra Transición de la Iglesia… gratuitas donde el ‗hombre de la calle‘ no la tiene, exención de servicio militar a los seminaristas, jurisdicción ordinaria en los tribunales, etc.). Si 31, No 4, IM. 2‖421. Más contundente es la proposición recogida en la Ponencia 6ª: Exigencias evangélicas de la misión del sacerdote en la Iglesia y mundo de hoy, en el apartado El profetismo, signo de lo escatológico, donde se habla de la injusta persecución por las denuncias desde el clero sobre actuaciones contrarias a lo que determina el Concilio: ―N. 98: Albacete.- Constatamos que en nuestra diócesis, como en el resto del país, se da con frecuencia una actitud contra algunos obispos, presbíteros y laicos, acusándoles de hacer política con algunas de sus palabras, escritos y actuaciones aplicadas a situaciones injustas o menos en consonancia con la Iglesia posconciliar. Pedimos que lo que procede es enjuiciar si esas palabras, escritos y actuaciones son o no son evangélicos, ya que las exigencias del Evangelio obligan a obispos, presbíteros y laicos a tomar postura clara y concreta ante estos hechos y situaciones. Igualmente consideramos que guardar silencio ante estos hechos y situaciones sería antievangélico y ser infieles a nuestra misión. Si 18, No 3, IM. 15‖422. 421 Ibídem. 422 A pesar de la escasa diferencia entre votos afirmativos y negativos la proposición encierra un alto grado de compromiso con la denuncia y la presencia de la Iglesia en los temas claves del ámbito social o político. Significa un importante alegato a favor de la libertad de expresión y denuncia para los sacerdotes, y para la Iglesia en general, que marca una diferencia muy importante y clara con respecto al resto de las proposiciones del resto de las asambleas diocesanas de las demás diócesis de la región. 282 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En cuanto al Documento II, ―Sugerencias para resolver los problemas sacerdotales originados en las estructuras‖, el obispo se ve obligado a ―frenar‖ ciertas propuestas progresistas sobre el celibato –junto a otras de fondo político-, planteadas por los curas más jóvenes y renovadores423. Dieciocho asambleístas piden que la Iglesia no sólo estudie la posibilidad de ordenar a hombres casados, ―sino la posibilidad del casamiento de los sacerdotes‖424. Ireneo García intenta contener el descontento palpable entre aquellos, ―porque son más sensibles y están más cerca de los problemas actuales‖425, aunque su voluntad no sobrepasa el intento de: ―superar las 423 Sobre el celibato la oficina episcopal de la provincia eclesiástica de Toledo había emitido un comunicado, en febrero de 1970, en oposición a las declaraciones del Consejo Pastoral de Holanda: ―[…] Lamentamos que en algunos sectores de la Iglesia Católica las fuerzas se malgasten, entregándose a discusiones, con grave detrimento de las normas de la vida sacerdotal‖. El comunicado añade que la postura del episcopado holandés: ―[…] es siempre nociva cuando ésta procede, en oposición a las urgentes indicaciones del Papa Pablo VI, de órganos de una Iglesia local‖. Lleva la firma del cardenal Enrique y Tarancón, dos arzobispos y nueve obispos. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10560. El tema comienza a expandirse por toda Europa y, en abril de ese 1970, ya se discute por el clero en Italia y Gran Bretaña, y por tanto candente en fechas previas a las asambleas diocesanas, donde aparecen otras propuestas que contradicen la disciplina de la Iglesia, como la ordenación de mujeres. Como añaden otros autores: ―[…] Otras parecían entrar en la utopía al exigir que los católicos dedicados a la enseñanza abandonasen las ciudades -siempre bien atendidas- para fomentar una educación integral en zonas rurales y marineras; que se pusiera en práctica de verdad la ‗comunicación de bienes‘ (sic) entre las personas y por parte también de la institución de la Iglesia…‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 195. 424 BOOA, núm. 5, Op. cit., p. 257. 425 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op cit., p. 104. En el transcurso de esos días por los pasillos corren rumores de que la asamblea está ―manejada‖, más esos comentarios no han sido transcritas en documento alguno. 283 ―La otra Transición de la Iglesia… posibles separaciones entre obispos y sacerdotes‖426. Es tanta la tensión que se palpa que el obispo ataja el tema manifestando que la Asamblea, y él mismo, ―son incompetentes para pronunciarse sobre temas que, como el celibato, se ha reservado el Papa‖427. Aunque estas propuestas no llegan a la siguiente fase, el sector progresista logra consensuar un comunicado que demanda una revisión de: ―[…] los actuales estudios teológicos, históricos, sociológicos y psicológicos sobre el celibato y la posible evolución futura de su legislación continúen con seriedad y serenidad, para no llegar tarde, como tantas veces ha llegado tarde la Iglesia‖428. 426 427 Ibídem. Ibídem. El obispo justifica su reprobación: ―Sería triste un enfoque de competición Obispos/Sacerdotes. Por eso en la nota que me vi obligado a presentar a la Asamblea cuando iban surgiendo propuestas sobre el celibato sacerdotal mi planteamiento no fue prohibitivo, sino declarativo de un impedimento, que afectaba tanto la Asamblea como al Obispo. Todos hemos de ser fieles a la Palabra de Dios y al magisterio de la Iglesia‖. Ibídem, p. 266. En 1977 Ireneo García vuelve a justificar su postura: ―[…] Acceder a estas propuestas habría sido obrar contra mi conciencia y fidelidad a la colegialidad episcopal y a la comunión con el Papa. Aunque no sea materia de derecho divino, no es tampoco un asunto alegremente opinable sobre todo cuando se apoya en una tendencia ‗secularista‘ del sacerdocio y se anula prácticamente el seguimiento de Cristo invitando a una renuncia al matrimonio por el Reino de los Cielos. Aunque se haya tomado mi postura como autoritaria, no me arrepiento de haber hecho uso de mi autoridad […]‖. García, I.: ―Optando por una Iglesia liberada, evangelizadora y comunitaria. Reflexiones pastorales al comienzo del curso 1977/78‖, BOOA, núm. 6, septiembre-octubre, 1977, pp. 107. 428 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 104, recogido del BOOA, núm. 5, ya citado. 284 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Otras proposiciones que surgen en la Asamblea son la creación de una Federación Nacional de consejos presbiterales, y la demanda, a la CEE, de una mayor información sobre sus trabajos abriendo el debate sobre los temas más importantes de la Iglesia: ―[…] comprensión, aceptación del pluralismo, que también ellos sean dóciles a la Comunidad y al Espíritu… etc. Se manifiesta también una especie de miedo a que no se reconozca suficientemente los derechos, como personas responsables, de los presbíteros; miedo a vivir en fórmulas dogmáticas, morales y pastorales pasadas. Se desea que haya más información dentro de la Iglesia de los trabajos de la Conferencia Episcopal y de los asuntos de la Iglesia de interés común…‖429. En el debate del documento III, sobre la dimensión personal del sacerdote, surge cierta disensión en los puntos relativos a la obediencia y celibato, pero sobre todo en la discusión de si el presbítero debiera tomar una opción política. Al final se acuerda que, en el caso de tal opción, debería abdicar por el bien de la comunidad con la que trabaja. Al final de la Asamblea el monseñor García destaca el planteamiento de la formación permanente del clero y la pastoral de conjunto entre el presbiterio diocesano y los movimientos apostólicos. En su discurso de clausura se refiere a la debilidad que arrastra a la ―pobreza pastoral de los sacerdotes‖, consecuencia de una cerrazón en sí mismo, y a una falta de corresponsabilidad en la acción pastoral entre presbíteros y obispo, en un intento de ―corrección‖ mutua: 429 Ibídem, p. 256. 285 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Es preciso romper el cerco de un sacerdocio cerrado en sí mismo. El sacerdote debe cumplir su misión con fidelidad a quien le envía y a quienes es enviado. Pero siempre en la línea de su misión: no adulterando el mesianismo evangélico con un mesianismo temporal. […] Todo lo sagrado se halla amenazado por la ola del secularismo. […] Pobreza de ‗Iglesia/comunión. Ha predominado un enfoque de Iglesia poder, derivado un concepto imperfecto de Iglesia/sociedad. ‗Los sacerdotes no hemos contado como personas, sino como meros ejecutores‘, dice la encuesta diocesana. Deberemos caminar hacia un Presbiterio Diocesano, que sea auténtica familia sacerdotal, donde todos somos corresponsables no sólo por táctica pastoral, sino por participar de la misma consagración y en la misma misión del sacerdocio de Xto. […] Al ver libertad en los sacerdotes para una crítica constructiva con relación a su Obispo yo me considero también con más libertad para la corrección fraterna, siempre necesaria en un superior‖ 430. En la diócesis de Ciudad Real su obispo, Juan Hervás y Benet, envía a los sacerdotes, unos meses antes a la celebración de la Asamblea diocesana, una circular en la que figuran los resultados de la encuesta-consulta, al tiempo que recalca que no será posible abarcar y resolver todos los problemas suscitados en la misma431. Adelantándose a futuras reflexiones el obispo define el problema capital del sacerdote a escala personal: 430 Ibídem, p. 266. Un número importante de las proposiciones de Albacete se llevan a la asamblea interdiocesana en Valencia, donde gran parte de sus contenidos se asumen en los documentos de la Región Levante, y que podemos observar en el Anexo 2.1., ya referido. 431 Hervás y Benet, J.: ―Carta circular ante la Asamblea conjunta de obispos y sacerdotes‖, Boletín Oficial del Obispado de las Órdenes Militares (BOOPOM), 17-11-1970, pp. 391-394. El obispo precisa: ―[…] Por eso conviene ir por partes y puede ser muy útil destacar en un 286 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Deberemos revisar, por consiguiente, nuestra oración, nuestra sincera voluntad de mantenernos en actitud de conversión, nuestra apertura, con espíritu de fe, a los signos de los tiempos. […] el de la inserción del Sacerdote en la comunidad eclesial, con sus exigencias de plena disponibilidad; la obediencia que enmarca la vida sacerdotal con su halo misterioso, el ‗factus obediens usque ad mortem‘ de Jesucristo, y pone a los que mandan y a los que obedecen en la delicada situación de sentirse igualmente constreñidos a cumplir cada uno su misión‖ 432. La Asamblea se celebra entre el 14 y el 19 de junio de 1971, en la casa sacerdotal. Forman parte de la mesa de presidencia, además del obispo y del vicario general, los tres moderadores elegidos por votación entre los siete previos, según el reglamento. Los primeros son Rafael P. Piñero, Isaac Zudaire (director del seminario hasta 1977; ostenta el cargo durante treinta años), y José Díaz; los otros cuatro son Juan Castañeda, Pedro Rabassa, José Navarro y Gerardo Lomas. En la secretaría general figuran Isidoro Castellanos y Jesús S. Valiente; por parte de la comisión ejecutiva aparecen Bernardo Arias, como secretario general y Antonio G. Villén. Entre sus fines: primer plano algunos detalles para hacerse mejor idea de todo el conjunto. […] No cejaremos hasta lograr que sea realidad todo el capítulo III del Decreto Praesbyterorum Ordinis, hasta que veamos convertido en vida de todo el pueblo de Dios el espíritu y la doctrina del Concilio Vaticano II‖. Ibídem. 432 Ibídem, p. 393-394. 287 ―La otra Transición de la Iglesia… ―1.- La Asamblea quiere ser un encuentro del Presbítero Diocesano en espíritu de diálogo y comunión eclesial, no una asamblea constituyente ni legislativa. 2.- Por eso se debe evitar el equívoco de considerar la Asamblea como una reunión de presbíteros que estudian y votan unas conclusiones que luego son aprobadas por el Obispo. 3.- Lo que se intenta es que en la Asamblea diocesana el Obispo, como Cabeza del Presbiterio, y los Representantes de los grupos, fieles a la Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia, principalmente a las directrices del Concilio Vaticano II, estudien y lleguen a unas conclusiones que, ordinariamente no serán leyes, sino normas de actuación pensadas y decididas en común‖433. Momentos de la Asamblea diocesana con la participación del obispo Juan Hervás y Benet. Lanza, 18-6-1971, primera. José Navarro Chaparro, ponente sobre la formación permanente del clero, traza las circunstancias sociológicas en las que encuadrarla y el momento histórico. Juan Castañeda Hueso analiza, desde la psicología, los 433 ―Diario de la Asamblea. Crónica‖. BOOPOM, núm. 7-8, julio-agosto, 1971, p. 324. 288 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón datos de la encuesta-consulta. El moderador, Isaac Zudaire, matiza algunas intervenciones: ―[...] tendentes a solicitar de la ponencia una presentación más definida de las notas y medios específicos para una espiritualidad del clero diocesano‖434. En cuanto a la relación obispos-presbíteros, presentada por Jesús Torres, y moderada por Juan Castañeda, se ve la necesidad de aclarar los conceptos de autoridad y obediencia, a lo que Rafael Piñero apunta en su intervención: ―[…] autoridad y obediencia en la Iglesia no se pueden tomar en el sentido que tienen en la sociedad natural, porque la Iglesia es una sociedad sobrenatural y, por tanto, su autoridad y obediencia son de otro orden. Esta relación hay que situarla en el misterio de la comunión es consecuencia del amor‖435. De las proposiciones aprobadas destacan: ―N. 4: Ciudad Real.- Entendemos que el concepto cristiano de autoridad y obediencia debe apoyarse sobre una base de comunión eclesial de personas, y por lo tanto abogamos por una autoridad que promueva la pluralidad como expresión real de la unidad comunitaria‖. ―N. 21: Ciudad Real.- Para evitar el servilismo, proponemos: a) No adoptar ante el obispo una mera sumisión pasiva ni la dimisión de la propia conciencia y libertad. b) Tratar al obispo con sinceridad y confianza, sin insolencia. e) El diálogo, abierto a todos‖. 434 Ibídem, p. 314. 435 Ibídem. También en Lanza, 17-6-1971, p. 3. 289 ―La otra Transición de la Iglesia… ―N. 34: Ciudad Real.- Para conocimiento mutuo y ejercicio de la corresponsabilidad, se propone la celebración periódica, cada cinco años, de un Sínodo general diocesano, con asistencia de todo el presbiterio y participación activa de otros miembros del Pueblo de Dios‖436. En cuanto a los organismos diocesanos, en concreto sobre la creación del Consejo diocesano de pastoral, y que justamente se ha tratado la mañana anterior al inicio de la Asamblea, se evita su discusión durante la cuarta ponencia de Eugenio S. Vega quien solicita una simplificación de los aspectos burocráticos y la reorganización de diversas delegaciones y secretariados, así como la urgente revitalización de ambos437. El moderador, Pedro Rabassa, con otros sacerdotes, insta que la Santa Sede apruebe el Consejo una vez oídas las Conferencias Episcopales. También solicita dedicación plena para el vicario de pastoral. La ponencia de Jesús J. Ortiz, moderada por José Navarro, sobre la incorporación de los religiosos a la pastoral, contiene la urgencia de la participación de los seglares tras una formación adecuada, sobre todo en las instituciones o asociaciones de apostolado seglar del medio rural. Al final se aprueba una proposición que aparecerá en la Ponencia III. Criterios y cauces de la acción pastoral de la Iglesia, de la Asamblea nacional, en el Capítulo I. Integración de todo el Pueblo de Dios en la acción pastoral: 436 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. 437 Lanza, 17-6-1971, p. 3. 290 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―N. 19: Ciudad Real.- Reconocida la necesidad de la acción de los laicos como fermento de presencia cristiana en el mundo, y la necesidad de su incorporación a la misión apostólica de la Iglesia, nos comprometemos solidariamente, dentro de los equipos arciprestales o de zona, a darles testimonio con nuestra vida y planificar una formación gradual y progresiva, al menos a escala de grupos, que los lance al ejercicio de su sacerdocio laical‖438. En plena asamblea el obispo publica una carta en el diario Lanza en la que invita a todos los católicos a interesarse por los acuerdos, y destaca de lo tratado hasta aquí: ―[…] enfrentarse con los problemas reales de nuestro tiempo en un diálogo abierto, lleno de valentía, sinceridad y humildad. […] unas conclusiones que no serán leyes, sino un programa de vida y acción sacerdotal pensado y decidido en común‖439. En lo referido a la ―fraternidad entre los sacerdotes‖, tratado en la quinta y séptima ponencia, Jesús S. Valiente (27 años y cura-párroco de Fontenarejo-Navalpino) y Andrés Pinar y Gerardo Lomas (58 y 59 años respectivamente) postulan visiones contrarias matizadas por el moderador José Díaz González. Lanza recoge sobre esta controversia: ―[…] Aunque se reconoció una falta de una adecuada disposición para llegar al ideal de una vida en común, era patente el entusiasmo con que todos los asambleístas acogieron la necesidad de ir poniéndose mentalmente en camino hacia la realización de este ideal‖440. 438 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. 439 Ibídem, pp. 1-2. 440 Lanza, 18-6-1971, p. 4. 291 ―La otra Transición de la Iglesia… A pesar de las visiones dispares surgidas, al finalizar la Asamblea el obispo Hervás concluye que lo tratado ha suscitado el interés de todos, y se demuestra, una vez más, la unión y confianza entre sacerdotes y obispo441. De nuevo Lanza destaca las altas miras y el valor de lo debatido: ―[…] Ha habido altura teológica y un respeto total a lo fundamental y sobrenatural, para mejor orientar la puntería de una adecuación a los tiempos históricos que vivimos y ante los que se presentan ante nosotros de cara al porvenir‖442. En la diócesis de Cuenca participan en su Asamblea, además de su obispo Inocencio Rodríguez, los sacerdotes Julián Saiz, entonces vicario de pastoral y hoy secularizado; Pedro Heras Mateo, delegado del clero y arcipreste de Huete; Luis López Fernández secretario y profesor del seminario mayor; Salvador Alonso, deán de la Catedral (mano derecha del obispo en quien delega asuntos importantes); Amador Motos Caruda, superior del seminario mayor (secularizado posteriormente); Vicente Langreo; Sebastián Aguilar, sacerdote en los P.P. Salesianos; Julián Sevilla Paños de Villar de la Encina; Ángel Horcajada, delegado de AC; Antonio Carbajo de Tinajas y Manuel Cañas (fallecido). También asiste Bernardino 441 Ibídem. También en ―Diario de la Asamblea. Crónica‖…, Op. cit., pp. 315-317. También en Lanza aparece un artículo de su director, Carlos María San Martín, donde sugiere los valores del sacerdote: ―[…] un hombre de fe y de oración, dispensador de la Palabra y de los Sacramentos, el primero en generosidad y ejemplar en la exigencia consigo mismo. […] Nos sobran ‗profesionales‘, ‗líderes‘ hay a montones, humanistas y sociólogos en cantidades industriales. De lo que hay menos es de ‗especialistas en santidad‘‖. Lanza, 20-6-1971, p. 7, y en Ecclesia, núm. 1550, 17-7-1971, p. 2. 442 Lanza, 20-6- 1971, p. 2. 292 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Buendía Belinchón, quien destaca la importancia de los temas tratados: ―Fue una reflexión sobre la situación de la Iglesia. Muy positiva en un ambiente de libertad. Predominó la renovación, y nos planteamos ¿Cómo estamos?, ¿Por dónde debiéramos ir?, y ‗Esto es lo que debemos hacer‘‖443. Una proposición que refleja el fondo de la mayoría presentadas desde la Diócesis a la Asamblea nacional es aquella en la que se requiere la tutela y orientación del obispo en aquellos temas más importantes para la institución, sobre todo los provenientes del Concilio y la CEE: ―N. 224: Cuenca.- Punto fundamental en esta formación permanente es que el magisterio del obispo y dirigentes diocesanos se manifieste con bastante frecuencia, aplicando a nuestra diócesis los documentos pontificios y de la Conferencia Episcopal. Igualmente publicar pastorales profundas y concretas a la problemática que vaya surgiendo en la diócesis. Si 39, No 0 444. 443 Los escasos comentarios referidos a la Asamblea diocesana, y de sus asistentes, provienen de Bernardino Buendía, párroco de Sta. Ana, en entrevista mantenida el 7-5-2010, en Cuenca. El BOOC sólo recoge conclusiones, y muy escuetamente. De las tres primeras ponencias aparecen referencias muy sucintas. BOOC, núm. 10, septiembre, 1971, pp. 346351. Una vez terminada la Asamblea nacional desde sus páginas se remite a Ecclesia, ―en donde se podrá encontrar todo lo más interesante de las ponencias y conclusiones‖. BOOC, núm. 11, octubre, 1971, p. 384. Desde el obispado se argumenta que los papeles sobre aquel periodo están sin clasificar, sin que se facilitase el más mínimo acceso a los mismos. 444 La Asamblea requiere una mayor comunicación con la jerarquía al tiempo que una actualización de publicaciones de importancia para el clero, sobre todo los relativos a aquellos que derivan de lo acordado en el Concilio. No aparece, como en otras asambleas, la reivindicación del final de la presentación de obispos por parte del gobierno, final de privilegios y por una autonomía de los presbíteros en la acción en sus comunidades. 293 ―La otra Transición de la Iglesia… Sobre la participación de los sacerdotes en asociaciones, llama la atención la redacción sobre el aspecto de la llamada a la ―santidad‖: ―N. 112: Cuenca.- Ténganse en estima aquellas asociaciones sacerdotales que fomenten la santidad de los presbíteros en el ejercicio del ministerio y que ayuden a la fraternidad diocesana. Si 27, No 5, NL. 1‖445. El acercamiento de gran parte del clero a los Movimientos es palpable, a pesar del control del obispo en la diócesis conquense se observa en la ponencia que habla de los métodos a seguir en encuentros con sus fieles: ―N. 143: Cuenca.- Estímese la revisión de vida como método muy eficaz en encuentros pastorales e instrumento de espiritualidad. Si 31, IM. 5‖446. De la Asamblea salen representantes para la nacional Pedro Heras Mateo y Luis López Fernández. En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, todavía con resonancias de los conflictos entre su obispo, Laureano Castón, y la OCA (dispersos en su mayoría en otras diócesis), el 6 de julio de 1971 se eligen los seis sacerdotes que representarán a la diócesis en la fase interdiocesana, dos de éstos para su fase nacional. De los 252 electores previstos, votan 187 y se 445 Términos como santidad y fraternidad confieren, en su redacción, el origen de una acción evangélica más tradicional que la que en esos momentos se infiere al sacerdote, en un momento en el que se presenta como una opción que han tomado el protagonismo, principalmente, los curas conservadores tras las siglas de la HSE. Esto no significa que el clero de Cuenca sea mayoritariamente conservador, más bien al contrario, como manifiesta Bernardino Buendía, en la entrevista ya referida. 446 Propuesta metodológica que deja, de nuevo, constancia de la militancia previa de muchos sacerdotes, en donde surgen sus inclinaciones evangelizadoras y vocacionales. 294 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón declaran nulos doce. El resultado del escrutinio es el siguiente: Luis Mayor (164 votos); Clementino Martínez (108); Félix Ochayta (105); Benigno Herranz (101); Vidal Beltrán (98); Antonio Sancho (84); José Luis Gil (80). Al final se nombran siete porque Luis Mayor acude como delegado del clero447. Entre las ponencias aprobadas destacan las constantes referencias al término ―soledad‖ del presbítero: ―N. 181: Sigüenza-Guadalajara.- Creemos que la falta de vivencia espiritual del presbítero le crea desequilibrio afectivo, siendo necesario intensificar la unión de Cristo para identificarnos con Él. Opinamos que algunos presbíteros de la diócesis son víctimas de la soledad, bien por sus circunstancias pastorales, por falta de atención espiritual, por aislamiento o crítica de otros hermanos presbíteros y, a veces, por culpa propia. Esta soledad produce, de hecho, desequilibrio afectivo (Sin votación)‖. ―N. 72: Sigüenza.- Opinamos que algunos presbíteros de la diócesis son víctimas de la soledad, bien por circunstancias pastorales, por falta de atención espiritual, por aislamiento o crítica de otros hermanos presbíteros, y a veces por culpa propia. Esta soledad produce de hecho desequilibrio afectivo. Si 19, No 0, IM. 1, NL 1‖448. 447 BOSG, Anuario, julio, 1971, pp. 498-499. De lo tratado tampoco existen documentos al respecto a los que se haya podido acceder. 448 Ibídem. Estas proposiciones surgen de la reflexión sobre la situación personal y psicológica del sacerdote. El texto se repite en el apartado ―Condiciones necesarias para vivir el celibato. Proposición 181‖. Es el punto con más participación de las diócesis, y con la palabra pluralismo, las más repetidas. 295 ―La otra Transición de la Iglesia… En el arzobispado de Toledo Vicente Enrique y Tarancón es vigilado por el gobierno, que mantiene un control riguroso sobre los movimientos del prelado toledano. Un informe denuncia cierto ―progresismo‖ en el palacio arzobispal: ―[…] donde la mayoría de los sacerdotes ‗progresistas‘ se mueven con absoluta libertad, aprovechando la inmunidad del edificio, sin que por parte del Cardenal se ejerza control de este grupo de sacerdotes que no le obedecen ni respetan‖, y al que se le atribuye la confección de un folleto ―que tiene una tendencia francamente progresista‖449. El grupo lo componen Juan Antonio Paredes Muñoz, consiliario del MFC, José Antonio Aparicio de Castro, profesor de Latín del seminario menor y miembro de la JOAC, Valeriano Baíllo Ruiz, profesor de sociología del seminario mayor y director del departamento de Investigaciones Socioreligiosas de la secretaría general del Arzobispado, Matías Manchado Oreja, coadjutor de la parroquia de Santa Bárbara y consiliario diocesano de la HOAC y delegado episcopal del Apostolado Seglar; Hilario Pinel García, arcipreste de Toledo, y Eusebio Ortega Ayuso, párroco de Santa Leocadia, a vistas del gobierno: ―sacerdote moderado, desconociéndose nombre y filiación política de las demás personas‖450. 449 AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. El referido folleto recoge las conclusiones de una reunión, celebrada en junio de ese mismo año, entre sacerdotes y seglares, en la que se tratan temas relacionados con la acción pastoral del curso 71/72: ―Juventud‖, ―Alejados‖, ―Atención al mundo obrero‖, en donde se dice entre otras cosas: ―[…] La iglesia se encuentra muy alejada de la clase trabajadora. Es burguesa, se ha instalado en un nivel superior al de la clase obrera, actúa con mucho paternalismo‘ y organiza posibles acciones de la ‗misión obrera‘ por barrios, al tiempo que se reivindican más viviendas y la utilización de inmuebles de la Iglesia para su reutilización para habitarse‖. Ibídem. 450 Ibídem. 296 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Pero el cardenal Tarancón no le distraen sus seguimiento y hasta su marcha a Madrid, elabora concienzudamente los pasos a dar en cuanto al método y organización de los trabajos en la Asamblea. Su publicación en el BEAT, tiene una intención clara de orientación para el resto de diócesis: ―[…] Preparación de la Asamblea. Capítulo III: 1.- El Cardenal con el organismo competente, a la vista del trabajo de los grupos, determina la fecha de las sesiones plenarias de la Asamblea y da a conocer su reglamento. 2.- La Comisión de preparación de la Asamblea estará constituida por el Organismo Ejecutivo. 3.- Es tarea de esta Comisión: a) Confeccionar un Documento-resumen que recoja todo el trabajo de los grupos. b) Elaborar un documento-síntesis que, integrando las aportaciones de la base a los temas seleccionados por la misma para ser estudiados a nivel diocesano, formule las posibles proposiciones sobre las que se deliberará en la Asamblea. C) Enviar ambos documentos a los miembros de los grupos para su conocimiento y estudio. D) Nombrar ponentes para cada tema del Documento-síntesis. Las ponencias tienen como finalidad esclarecer y justificar el contenido de la síntesis y preparar a los asambleístas para la reflexión y deliberación sobre las proposiciones‖ 451. 451 BEAT, núm. 6, junio de 1971, pp. 1-3. El arzobispado cuida hasta el último detalle: ―- Selección de problemas para la discusión diocesana por los responsables de los equipos.Elección de seis equipos de relatores, que cada uno elabora la ponencia de su tema respectivo.- Incorporación de los equipos complementarios al trabajo de los equipos sacerdotales‖. Cuando aparece el ―Reglamento de la Asamblea diocesana‖, en su punto 2 recoge: ―[…] se concreta en el establecimiento de criterios enfocados para la solución de los problemas planteados, en la propuesta de soluciones a los mismos y en acuerdo de fórmulas instrumentales mediante las cuales aplicar en las diócesis las soluciones propuestas‖. 297 ―La otra Transición de la Iglesia… El cardenal apela a la responsabilidad del clero en el ―Reglamento de la Asamblea diocesana‖: ―[…] Ya sé que los sacerdotes están integrados y responsabilizados. Pero es necesario que ahora queramos profundizar, libres de prejuicios, en la voz del Espíritu en este momento cumbre del diálogo del Presbiterio‖, al tiempo que induce al diálogo con los seglares 452. Coincidiendo con ―El día del Papa‖ el cardenal expresa su preocupación por los personalismos en las discusiones ante los problemas latentes: ―[…] Hoy se habla mucho del pluralismo de la Iglesia. Tanto en el orden de la doctrina, como en el de la vida, en el campo ascético como en el pastoral, va resquebrajándose la uniformidad que era la manera práctica de entender la unidad en algunos sectores y va abriéndose un abanico de posibilidades que se dicen compatibles con la unidad esencial y más conformes con el aspecto de encarnación, propio de la vida cristiana. Ha sido el Concilio el que ha abierto la puerta a esa diversidad de formas, métodos, sistemas y concreciones que pueden enriquecer indudablemente la vivencia de la fe y la práctica del Evangelio… Lo malo de esta nueva tendencia es que son bastantes los que oponen lo personal a lo institucional –aún sin querer romper abiertamente con la institución eclesial- y lo que desvalorizan el magisterio auténtico por considerarlo uniformista…‖ 453. 452 Ibídem. En el texto aparece: ―[…] Es necesaria y urgente esta colaboración como su interés en el desarrollo y evolución de la Asamblea a través del diálogo de los grupos de seglares de trabajo‖. 453 Ibídem, p. 3. 298 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La Asamblea se celebra entre el 21 de junio, a las cuatro de la tarde, hasta el día 26, a las doce de la mañana. De las proposiciones aprobadas traemos a colación aquellas que giran sobre la importancia de la implicación del presbítero, en pleno margen de libertad total y última personal, en el momento que le toca vivir, así como la renovación en cualquiera de los cargos a los que se acceda en el plazo de cinco años: ―N. 107: Toledo.- Partiendo de la unidad fundamental, aboga la Asamblea porque se faciliten diversas realizaciones en el sacerdocio, como exigencia de la encarnación de la Iglesia y de la sociedad pluralista en que vivimos, dejando al prelado el último juicio sobre la conveniencia pastoral de estas realizaciones pluralistas. (Sin votación)‖454. N. 97: Toledo.- Que se haga realidad la norma de que los cargos se revisen cada cinco años, y, en caso de conveniencia pastoral, que se retire al que ostenta el cargo, sin que necesariamente tenga que quedar uno incrustado en la ciudad o pueblo importante donde lo ejercía‖455. 454 Esta proposición proviene la cuarta conclusión en la ponencia tercera ―Indeterminación de la figura del sacerdote‖ y en la que sí aparece, en primera votación, 39 votos. BEAT, Anuario 1971, núm. 8, agosto-septiembre, p. 350. Entre lo aparecido en las páginas del BEAT, es decir entre lo tratado y el cómo se estructura en la Asamblea diocesana en Toledo, y lo recogido en la Asamblea nacional, hay márgenes muy importantes e interesantes por cuanto algunos de sus contenidos son desestimados (cuestión de una análisis más pormenorizado de ambos documentos en otros estudios). Casi en idéntica redacción –añade al prelado el Consejo presbiteral, y tan sólo se elimina el término pluralista al final de la proposiciónaparece aprobada en la interdiocesana Región Centro. Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., p. 229. 455 Aprobada en la Asamblea diocesana en primera votación con 35 votos. BEAT, Anuario 1971…, Op. cit., p. 349. No son excesivas las proposiciones que se aprueban por unanimidad, pero sí se destaca que hay bastante afinidad de criterio por cuanto el número de votos para 299 ―La otra Transición de la Iglesia… En la ponencia cuarta sobre las Relaciones interpersonales en la comunidad eclesial, en su Capítulo 1. La relación obispos-presbíteros, apartado a) La autoridad como servicio eclesial, los sacerdotes demandan: ―N. 1: Toledo.- Que la autoridad tenga una postura definida y valiente; para ello, que estudie y piense con sentido de corresponsabilidad con sus Consejos consultivos las decisiones que debe tomar sobre asuntos importantes; pero, una vez tomadas, urja su cumplimiento. Recíprocamente, el presbítero acepte como exigencia sacramental ejercicio de la obediencia‖456. En el capítulo sobre la formación del presbítero, que tanto ha preocupado en todas las diócesis, y detectado como especial problema en la encuesta-consulta, el clero toledano solicita, a nivel local: ―N. 26: Toledo.- Establecer una cátedra permanente que facilite al clero y seglares la formación suficiente para responder a las necesidades y a la realidad del momento presente. Esta cátedra podría situarse en Toledo y Talavera, y otros centros que se viera conveniente. Que a los cinco años se interrumpa la tarea pastoral para dedicarse al estudio en un centro regional. su aprobación es muy alto en cada una de ellas, y las reflexiones parecen muy ajustadas con términos claros y expresivos. 456 Ibídem. Esta proposición es aprobada en segunda votación con 42 votos. Muchas tuvieron que repetirse en votación. 300 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Nacional durante un curso completo, y de tres meses cada cinco años. Si 38 (segunda votación)‖457. En la segunda fase, denominada interdiocesana o regional, las diócesis de CLM están en la misma adscripción, la de Centro, excepto Albacete que pertenece a la provincia eclesiástica de Levante. Las proposiciones que pasan a esta fase deben haber sido aprobadas, al menos por mayoría de dos tercios, en las asambleas durante la fase anterior458. De las proposiciones más llamativas, relacionadas posteriormente con las ponencias de la Asamblea nacional, recogemos de la primera ponencia sobre Iglesia-Mundo, Capítulo 3. El compromiso político del presbítero: ―N. 73: Interdiocesana centro.- En las situaciones en que quepan varias opciones políticas, sociales o económicas, el presbítero –renunciando a sus privilegios civiles- podrá escoger a título personal la opción que crea 457 Es parte de la Conclusión 6ª. En ella se continúa en su origen: ―Esta misma Cátedra podría organizar cursillos en orden a la actualización doctrinal de los sacerdotes y seglares alejados de los centros arriba mencionados. (Aprobada 1ª votación: 37 votos.). No aparecen la 7ª y la 8ª Conclusiones que recogen: ―Que los organismos Diocesanos pastorales, conjuntados y mirando a la realidad del hombre, en su acción de cara a las parroquias y a las zonas, cuiden cada día más, la fundamentación teológica de su acción pastoral‖, y ―Las normas deben ser urgidas para todos los sacerdotes. Así se evitan estos dos extremos: a) Aprovechar los estudios en beneficio propio. b) Dejar a una parte del clero marginado intelectualmente. (Aprobada 2.ª votación: 37 votos‖. Ibídem. 458 Las proposiciones relativas a las zonas relacionadas con las diócesis de nuestro estudio, y recogidas por el SNC, se recogen en el Anexo 2.1. Capítulo III. Proposiciones a la Asamblea Conjunta de las diócesis, e interdiocesanas. 301 ―La otra Transición de la Iglesia… conveniente, cuidando de no utilizar el ministerio como tribuna de su opción, y no significarse tanto que su opción personal rompa ante los fieles el vínculo de unidad en el pueblo de Dios. Si 29, No 26, IM. 3, BL 4‖459. En lo relativo a las Relaciones Iglesia-Estado en general, Cargos y puestos oficiales ocupados por eclesiásticos, aparecen varias proposiciones sobre los principales temas espinosos en relación con el régimen: ―N. 127: Interdiocesana centro.- La Iglesia debe ejercer una función de conciencia crítica imparcial de la sociedad. Estimamos que la presencia de eclesiásticos en cargo estrictamente políticos atenta a la función pastoral de la Iglesia. Si 30, No 25, IM. 2, BL. 5. N. 141: Interdiocesana centro.- Estimamos necesario que se revise la situación del Cuerpo castrense en orden a que aparezca claramente la significación pastoral de su presencia en el Ejército, suprimiendo todo aquello que pudiera enturbiarla. (No se dan cifras de la votación. No aparece entre las aprobadas (sic)). N. 154: Interdiocesana centro.- Reservándonos nuestros derechos naturales y civiles, convendría revisar los privilegios que se derivan del actual Concordato. Asimismo, revisar la íntima conexión del matrimonio canónico con los efectos civiles actuales. Si 29, No 27, IM. 2, BL. 4. 459 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. Esta proposición matiza la aprobada en Albacete (N. 70) que llega a admitir que las necesidades y situaciones de las comunidades concretas ―pueden exigir un pluralismo de acción cívica‖. Aquí, en la interdiocesana, le lleva a renunciar a ―sus privilegios civiles‖, cuidando el vínculo de unidad con los fieles. 302 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Es necesaria la revisión de las relaciones Iglesia-Estado (Concordato) en vistas a salvaguardar la plena autonomía y libertad de la Iglesia y del poder civil en sus ámbitos correspondientes. Si 28, No 24, IM. 6, BL. 4‖460. Enmarcada en la ponencia segunda, Ministerio sacerdotal y formas de vivirlo en las asambleas diocesanas e interdiocesanas, en cuanto a las Funciones ministeriales, desde la región centro se aporta: ―N. 47: Región Centro.- Reafirmamos que el ministerio profético es un derecho y un deber del presbítero. La Iglesia y el presbítero deben anunciar el Evangelio emitiendo juicios morales sobre las situaciones humanas, alentando las que favorecen y promocionan al hombre y denunciando las que le degradan. Ante estas últimas, el silencio y la neutralidad son culpables (Plasencia)461. Si 22, No 26, IM. 10. N. 51. Región Centro.- Aunque la construcción concreta del orden temporal compete primordialmente a los laicos, cuando se den situaciones concretas que claramente quebranten la dignidad de la persona humana, el presbítero deberá oponerse efectivamente a ellas, incluso con la exposición 460 Ibídem. Aquí podemos observar la clara postura de la interdiocesana centro, sobre la revisión del Concordato, en pos de una plena autonomía de la Iglesia con respecto al poder civil, si bien el número de votos en la votación n o arroja una diferencia significativa (tan sólo cuatro y otros diez en IM y BL.). Es una cuestión que se observa en la ―división‖ tan clara en dos grupos en casi todas las votaciones de las proposiciones aprobadas en esta interdiocesana. Aquí se matiza la urgencia que presenta la asamblea de Albacete (N. 104) y las reivindicaciones en un mismo plano de igualdad ―con los demás hombres en los aspectos de la vida social‖ (N. 125) que vienen del apartado A) Relaciones Iglesia-Estado en general. 461 Esta llamada sobre la diócesis de Plasencia, viene motivada ya que en años posteriores pertenecerá a la provincia eclesiástica de Coria-Cáceres. 303 ―La otra Transición de la Iglesia… de su vida, como Cristo, con procedimientos de acuerdo con el Evangelio (Plasencia). Si 22, No 26, IM. 6‖462. En lo que se refiere a Formas de vivir el ministerio en la actualidad, El ―status‖ del presbítero, sobresale la renuncia a cualquier situación de privilegio: ―N. 91: Región Centro.- Con nuestro pueblo, pedimos un reconocimiento más amplio de las naturales libertades políticas, sociales y de información; que conceptos como delito político, subversión de orden público, asociación ilegal, etc., fuesen revisados y reformados, extensivos a las asociaciones apostólicas de la Iglesia que no debieran estar en situación de privilegio. Si 23, No 33, IM. 3‖463. Sobre los cauces de participación se aboga por el ―Consejo Presbiteral‖: ―N. 78: Región Centro.- El Consejo presbiteral, que tiene como cabeza el obispo, es el órgano colegial supremo de gobierno diocesano. Tiene carácter consultivo y, si el obispo lo concede, también deliberativo. Como expresión de la corresponsabilidad pastoral, es de desear que esto último ocurra las más 462 Ibídem. 463 Ibídem. Se trata de una proposición muy avanzada que justifica el hecho de que la Iglesia renuncia a ciertas situaciones de privilegio, y por tanto sus bases y asociaciones internas, ante un concepto superior que es la normalización del asociacionismo y la libertad de expresión. 304 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón veces posibles en las materias pastorales, salvo siempre la autoridad personal del obispo ante la porción del Pueblo de Dios que le ha sido encomendada‖464. En su Capítulo 5, sobre La planificación pastoral, se advierte del avance de la secularización de la sociedad: ―N. 163: Región Centro.- La urgencia evangelizadora de la Iglesia en un mundo cada vez más secularizado como el nuestro es conclusión coincidente de toda Asamblea diocesana. Esta afirmación prioritaria debe, por tanto, caracterizar nuestras comunidades diocesanas y las intermedias entre ellas y la persona. Este es el espíritu y ésta la mentalidad que debe animarnos como punto de partida y como base de lanzamiento hacia múltiples formas concretas de evangelización, sobre todo en relación con nuestro mundo rural, obrero, universitario y profesional. Debe tenerse presente la pastoral misionera y evangelizadora para con los alejados‖465. Las conclusiones que el SNC recoge de esta fase coinciden en gran medida, si no total, con lo que se perfila en las diócesis de CLM (donde destacan los aspectos aprobados por los sacerdotes en Albacete): Final del estatus de casta del clero dentro de la Iglesia. Abandono de honores y cargos de obispos otorgados por el Estado. 464 Ibídem. 465 Ibídem. 305 ―La otra Transición de la Iglesia… Abandono del estilo autoritario de la jerarquía por diálogo, así como compartir entre clero y creyentes la administración de las finanzas. Abrir un debate sobre el celibato. Estrategia pastoral pluralista para llegar a los trabajadores por medio de la promoción de ―comunidades cristianas‖ más pequeñas466. 466 Documento: ―Exigencias evangélicas de la misión del presbítero‖, Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., p. 490. Las proposiciones de esta fase van a la Asamblea nacional donde surjan criterios y se formulen principios orientados a amortiguar la crisis desatada. 306 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 307 ―La otra Transición de la Iglesia… III.1.3. El amplio debate de la Asamblea nacional en medio de una dura confrontación en la cúpula En los previos a la Asamblea nacional, y en un tono nada esperanzador y crítico sobre la situación del clero y la institución, el director de Ecclesia, Agapito Tapiador Peral, sugiere que la opinión de los seglares sobre lo que debe ser la tarea del sacerdote sea tenida en cuenta: ―[…] una asamblea tan cualificada y tan concreta como la que se prepara podría ser una buena oportunidad para hacer realidad esa facultad y ese deber de los laicos, como nunca hoy interesados, acuciados, expectantes, críticos del ser y actuar, del presente y del futuro de nuestros sacerdotes en orden a su ministerio entre nosotros. […] Tendrían que oír seriamente, documentalmente, honestamente, pacientemente, lo que el pueblo, los seglares piensan, sienten y quieren de ellos‖ 467. Días antes de la Asamblea el periódico Lanza, de Ciudad Real, filtra proposiciones de las diocesanas, sobre todo aquellas que tienen marcado contenido social en sus propuestas, argumentando que la tarea social ya está propiciada desde el régimen, en un intento desde la prensa del Movimiento por ―despolitizar‖ el mensaje, y criticando la inclinación hacia el socialismo del clero, según la encuesta-consulta: 467 Tapiador Peral, A.: ―¿Sólo a obispos y presbíteros interesa el tema del sacerdocio? También los seglares tendríamos que oír y decir en la Asamblea Conjunta‖, Ecclesia, núm. 1556, 28-8-1971, pp. 17-18. 308 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Parece que, en general, el término socialista viene a identificarse con una socialización estatista de tipo más o menos marxista. En cambio, de lo social nos habla la propia Iglesia, en últimas y recientes encíclicas pontificias tanto en la ‗Populorum progressio‘ como en la ‗Octogésima adveniens‘. El hombre sociable por naturaleza y, en el orden religioso y transcendente, se concreta en el Cuerpo Místico. Se da por descartado que todo régimen político moderno, que se precie, posea una honda preocupación social […]. Esto que en principio pudo ser una actitud defensiva contra el materialismo marxista y el totalitarismo comunista, que nos habían arrebatado la bandera, y muy especialmente a los cristianos, hoy constituye el eje de todos los sistemas por convicción, a la que se ha llegado por un cambio de mentalidad en el que, no sólo ha influido la doctrina social de la Iglesia, sino también la evidencia de la necesidad de una sociedad más justa en todos los aspectos‖468. Por otro lado, la facción del clero más reacia al desarrollo del encuentro entre obispos y presbíteros, la HSE, se reúne los días previos (910 de septiembre) para dar mayor difusión pública a su disensión pues, autoproclamándose representativos de más de cinco mil sacerdotes, denuncian que en las diócesis, ―[…] no se había jugado limpio a la hora de elegir los delegados para la Asamblea Conjunta‖, al tiempo que abogan: ―[…] La Iglesia no debe tolerar intromisiones por parte del Estado español 468 ―Propiedad privada, juventud obrera y ‗sexo‘‖, en Opinión ―Nunca la lanza embotó la pluma‖, Lanza, 3-9-1971, pp. 1-2. 309 ―La otra Transición de la Iglesia… […], tampoco el Estado ha de tolerar injerencias ilícitas en el terreno político por parte del clero‖469. Pero Roma, concretamente el cardenal Jean Marie Villot, de la Nunciatura Apostólica del Vaticano, envía un telegrama al cardenal Tarancón 469 Andrés Gallego, J., y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936- 1999)…, Op. cit., pp. 185-186. En el escrito se dice que unos treinta miembros de las comisiones están ―adscritos a un determinado sector ideológico‖, no han sido elegidos por las Asambleas diocesanas, entre los que se encontraban algunos relatores de algunas ponencias, y que se da un excesivo número de proposiciones a estudiar -más de 200 y 425 páginas a estudiar en tan sólo seis días previos-, además de que en algunos grupos diocesanos no han trabajado más allá del 10% de los sacerdotes. Luis Suárez ―aduce datos diversos a los publicados oficialmente‖: ―[…] ‗a pesar de lo que los organizadores pretendían –haber consultado al 80 por ciento de los sacerdotes-, las 7.000 respuestas no representaban ni siquiera el 33 por ciento porque estaban registradas 22.600 en aquel momento […]‘‖. En Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 196. Echarren recoge algunos medios de comunicación que se hacen eco de sus denuncias: ―[…] Nos consta la existencia de una voluntad de bloqueo a la Asamblea por parte de muchos de los sacerdotes inscritos en esta asociación, que es considerada como paladín del conservadurismo sacerdotal español […] y de algunos medios de comunicación (en referencia a la Agencia Europa Press a través de Nuevo Diario, ambos del OD, además de las agencias de noticias Cifra y Pyresa, de propiedad estatal e Iglesia-Mundo, considerada como el órgano de extrema derecha de la Iglesia española) […] se dice por personas bien informadas que está subvencionada por el Ministerio de Información y Turismo y que cuenta con el apoyo de Mons. Castán Lacoma y Mons. Guerra Campos. La revista, editada muy costosamente, es difundida con mucha profusión de forma gratuita)‖. Echarren, R.: Informe confidencial, (7-9-1971), V, 2-5, Fundación Encuentro. Entresacado de Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 167. El origen de estas denuncias está, según el autor, en Guerra Campos: ―[…] seguía aferrado a los traumas de los errores históricos y teológicos de tipo protestante, vertidos en muchas de asambleas diocesanas, a la falta de representatividad, a la resonancia política, y a los intentos de descalificar a la Iglesia martirial de la guerra civil‖. Ibídem, p. 187, entresacado de Ecclesia, núm. 2046-2048, 1981. 310 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón (12-9-1971), en el que da su plácet: ―[…] confiando que encuentro y continuo diálogo fortalezcan unión fidelidad doctrina iglesia‖470. La Asamblea comienza el 13 de septiembre (durará hasta el 18) en el seminario mayor de Madrid. La sede, el Seminario frente a la originaria, el palacio de Exposiciones y Congresos, es propuesta por los delegados albaceteños: ―[…] Nos parecía que tanto por su apariencia un tanto triunfalista como por su vinculación al Gobierno sería de muy mal efecto. Después de varios tira y afloja se encontró la solución del Seminario, que luego se comprobó ser la más acertada‖471. De los 285 asambleístas -que pueden asistir con voz y voto- acuden 260, de los que setenta y seis son prelados, de los ciento uno censados, y ciento ochenta y cinco sacerdotes, que se repartirán en veintitrés grupos de trabajo, conformados para cuatro obispos y seis sacerdotes inicialmente. Para una mejor dinámica de la Asamblea el Secretariado del Clero reduce a siete ponencias los veinticuatro temas iniciales472. En la elaboración de las mismas participan representantes de las diócesis castellano-manchegas. Las ponencias-temas y sus relatores son: 470 AGHOAC. Copia sin sello. 471 Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖, www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988. 472 Como relatan algunos autores: ―[…] Sobre las más de 4.000 proposiciones aprobadas en las asambleas diocesanas –y en las provincias eclesiásticas donde se celebraron-, más los resultados de la encuesta-consulta, los comisionados por la Conferencia Episcopal para organizar la Conjunta seleccionaron siete temas que parecían ser los que más preocupaban al clero y designaron en agosto de 1971 sendas ponencias, encargadas de redactar los textos que se discutirían, contando desde luego con aquel material de base‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 195. 311 ―La otra Transición de la Iglesia… 1ª Iglesia y mundo en la España de hoy, por Felipe Fernández (diócesis de Palencia); 2ª Ministerio sacerdotal y formas de vivirlo, por Antonio Palenzuela, obispo de Segovia; 3ª Criterios y cauces de la acción pastoral de la Iglesia, por Elías Yanes, obispo auxiliar de Oviedo; 4ª Relaciones interpersonales en la comunidad eclesial, por Javier Osés y en la que participa monseñor Ireneo García, obispo de Albacete; 5ª Los recursos materiales, al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia, por Juan Moreno (diócesis de Córdoba); 6ª Exigencias evangélicas de la misión del sacerdote en la Iglesia y mundo de hoy, por José Imizcoz (diócesis de Pamplona), y como ponente José Díaz, de la diócesis de Ciudad Real; 7ª La preparación para el sacerdocio ministerial y formación permanente del clero, por Antonio Dorado, obispo de Guadix-Baza, en la que participan Alberto Iniesta por Albacete, y Cleofé Sánchez de Toledo. De las diócesis de CLM figuran como asistentes: Por la diócesis de Albacete: Ireneo González, obispo, Francisco Galindo, por el seminario superior diocesano y Ramón Roldán, vicario de pastoral y Francisco Galindo Villodre, profesor de religión. Por la diócesis de Ciudad Real: Juan Hervás Benet, obispo, José Díaz González de la residencia sacerdotal, Esaú Díaz Ramírez, arcipreste de la parroquia de la Asunción de Tomelloso e Isaac Zudaire Arraiza rector del Seminario. 312 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Por la diócesis de Cuenca: Inocencio Rodríguez, obispo, Pedro Heras Mateo, delegado del Clero y arcipreste de Huete y Luis López Fernández de El Pedernoso, secretario y profesor del seminario mayor. Por la diócesis de Sigüenza-Guadalajara: su obispo Laureano Castán, Clementino Martínez, vicario pastoral de Sigüenza y Luis Mayor, del Seminario. Por la diócesis de Toledo: Vicente Enrique y Tarancón, cardenal arzobispo, Gonzalo Cerro de la parroquia de Santa Isabel, Cleofé Sánchez Montealegre de la parroquia de Polán y José Antonio Valdemoro de la parroquia del Sacramento. En el discurso inaugural el presidente del Consejo de la Presidencia, Vicente Enrique y Tarancón, valora positivamente el proceso seguido hasta aquí y destaca la importancia de los temas a debatir473. Éstos, según Tarancón, serán claves en la discusión durante el Sínodo de obispos que se celebrará poco después bajo el lema Ministerio sacerdotal y la justicia en el mundo, motivo por el que Pablo VI nombra a un prelado español como relator en la segunda parte dedicada a la problemática del clero. Sin embargo, algunos obispos no están dispuestos a cumplir a rajatabla los dictados de la Asamblea, tal como aduce Marcelo González en su primera intervención474. 473 Para Tarancón, a pesar de los fallos, las reuniones previas significan: ―[…] un paso importante y muy positivo para encauzar la pastoral diocesana con un criterio más realista, adaptándola a las verdaderas exigencia de nuestro pueblo en el momento actual‖. Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, pp. 17-21. 474 Como apostillan algunos analistas: ―[…] En ella –como el propio Tarancón insinuaba en la suya- había declarado que ‗la Conferencia Episcopal esta(ba) dispuesta a tomar los acuerdos 313 ―La otra Transición de la Iglesia… Por su parte José Guerra Campos, que acude como secretario a la Asamblea por su condición de secretario de la CEE, presenta un escrito dirigido a la presidencia, el día 14, firmado con otros diez obispos y veinte sacerdotes, en el que denuncian ―irregularidades y duplicidad de votos‖, cuestión que, curiosamente coincide con los argumentos que la HSE ha hecho público antes de la Asamblea. También sostienen que las conclusiones no pueden ser representativas del clero, además de verter términos como ―desviaciones‖, ―abusos‖ y ―tendenciosidad en las encuestas‖ desde un determinado grupo ideológico475. El cardenal Tarancón afirma rotundamente haberse opuesto a la participación de nadie, y niega el resto de acusaciones476. y las decisiones –y los compromisos- que deb(ier)a tomar, para ir llevando a la práctica todas esta cosas‘. A la letra, esto no quería decir que se fuera a aceptar todo‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 200. 475 Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, pp. 17-18. También en Lanza, 16-9-1971, pp. 1-2. Este hecho se produce tras el debate de la quinta ponencia. Fontecha añade que el documento hace referencia al que distribuye antes de la Asamblea la HSE: ―[…] firmado por 11 obispos, que no se solidarizaban con los sacerdotes, pero pedían al Consejo de Presidencia que se estudiara aquel documento como se merecía. Ambos fueron entregados clandestinamente a la prensa por Guerra Campos para su publicación‖. Entre los obispos firmantes están Castán Lacoma, García Sierra, Barrachina, Temiño, Mansilla, Bascuña, Briva, Ricote, Llopis, Blanco, y Leucona y Riesco (jubilados). Cfr. Fontecha, J. F.: ―Cronología de unos hechos en torno al Documento Romano‖, en Iglesia Viva, núm. 38, 1972, p. 204, y en Fernández Fernández, G.: Op. cit., pp. 171-172 y nota 509. 476 Tarancón declara a Ecclesia: ―Tengo también el encargo de decirles, por ruego del Consejo de Presidencia, que efectivamente hay muchos –no sé el número- sacerdotes, que, por las razones que fueren, no han querido entrar en el juego de la Asamblea. Es natural que éstos no se sientan representados‖. Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, p. 16. El cardenal expone que tiene indicios de ver en esos escritos la pluma de los obispos Castán y Guerra Campos. 314 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón A raíz de la primera ponencia, Iglesia y mundo en la España de hoy, el grupo ―progresista‖ –minoritario, pero en buena sintonía con el predominante sector ―centrista‖- plantea al pleno que la Iglesia debe pedir perdón por haber apoyado explícitamente a uno de los bandos contendientes en la guerra civil, en lugar de haber sido un instrumento de pacificación y concordia entre los españoles477. Se trata de la propuesta treinta y cuatro, donde se habla de la filiación de la Iglesia con el régimen, llamada ―proposición de la Guerra‖. Su texto inicial plantea: ―Reconocemos humildemente y pedimos perdón porque nosotros no supimos ser, a su tiempo, verdaderos ‗ministros de reconciliación‘ en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos‖. De los 247 votos emitidos, 137 votos (55,4%) están a favor de su aprobación, en contra, 78 (31,5%); con modificaciones, 19 (7.6%); y en blanco 10 (4.0%). Las maniobras del sector más conservador impiden que el texto llegue a aprobarse con los dos tercios necesarios, por lo que tiene que pasar de nuevo a la comisión. Uno de los artífices del bloqueo a la proposición, Fray Miguel Oltra, presidente de la HSE, dirige una carta al cardenal Tarancón en la que recoge, a su juicio, lo que esta proposición puede suponer de contradicciones con el pasado: 477 Tarancón razona el origen de gran parte del grupo de los denominados ―progresistas‖: ―[…] Algunos obispos, por su edad, no habían sufrido la persecución de los años de la República. No habían sido testigos conscientes del clima que había provocado la Guerra Civil [...], no aceptaban las consecuencias negativas que para la Iglesia de un Régimen confesional que, según ellos, no seguía las orientaciones conciliares en el plano de la justicia y de los derechos humanos. Si la Iglesia continuaba unida al poder, no podría ser el instrumento de reconciliación de todos los españoles [...]‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 375. 315 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Ante el mal cariz político de la primera ponencia de la Asamblea Conjunta manifestamos que: Muchos de nosotros hemos padecido la persecución comunista por ser fieles al magisterio y a la tradición de la Iglesia […]. Si la sangre de los mártires y la fidelidad de los confesores de la fe son dignas de desprecio para la Iglesia de hoy… que se nos diga claramente para saber la postura definitiva que hemos de tomar […]‖478. El texto sufre una modificación importante: ―Si decimos que no hemos pecado, hacemos a Dios mentiroso y su palabra ya no está entre nosotros (1 Jn 1,10). Así, pues, reconocemos humildemente y pedimos perdón porque nosotros ‗no supimos a su tiempo ser‘ verdaderos ministros de reconciliación en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos‖. Finalmente, tras dos votaciones -por falta de quórum en la primera- el texto se vuelve a modificar por un ―no siempre supimos ser‖, una fórmula más atemperada479. En el ―Iter‖ de la ponencia se recoge: 478 479 Pueblo, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 198. Paul Preston ha interpretado esta proposición: ―La declaración rogaba el perdón del pueblo español por el fracaso de los sacerdotes al no haber sido ‗auténticos ministros de la reconciliación‘‖. Preston, P.: Franco. ―Caudillo de España‖, Barcelona, 1994, p. 934. Para Tarancón, los franquistas: ―[…] tenían un argumento de mucho efecto para las masas: la República había fomentado la quema de iglesias y en su zona habían asesinado a varios obispos y centenares de sacerdotes y a no pocos seglares, por el único título de ser católicos. Esta conclusión era una ofensa a los mártires (este título se lo había dado el mismo Papa a los que fueron asesinados en la zona republicana) y una traición a todos los combatientes que habían luchado por Dios y por España‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 470. 316 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Bastantes pedían la simple supresión de la proposición. Otros pedían la supresión de las seis palabras finales (dividido por una guerra entre hermanos). Algunas voces pedían que, junto a la petición colectiva de perdón, se añadiera el reconocimiento del heroico sacrificio de muchos miles de presbíteros y fieles que murieron pacíficamente queriendo que su sacrificio fuera semilla de reconciliación. La ponencia analizó muy largamente varias posibles fórmulas. Finalmente, por mayoría, prefirió mantener intacta la sustancia de la fórmula tal y como era la intención de los grupos que la habían patrocinado. Se limitó por ello a introducir el adverbio siempre, que quitaba a la proposición su aspecto generalizador. Sometida nuevamente a votación, consiguió mayoría, pero no suficiente. (Se dio incluso el caso – único en la Asamblea- de obtener menos votos positivos en la segunda que en la primera votación, o porque algunos asambleístas repensaron su voto positivo, o porque a algunos les desagradó lo que de menos tajante aportaba el adverbio añadido.)‖480. A pesar de este primer desencuentro el momento ciertamente crítico llega cuando la Asamblea acuerda un documento que sienta las bases para el distanciamiento entre Iglesia y Estado, así como la revisión del Concordato que libere a la Iglesia del control estatal. En ese sentido se solicita a los obispos que ostentan puestos en las Cortes y Consejo del Reino que abandonen sus cargos481. 480 Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 161. 481 Pueblo, 17-9-1971, p. 8. El cardenal Tarancón mantiene: ―Nuestra postura es nueva y una novedad de esta clase no es fácil de asimilar‖, en un claro intento de amortiguar censuras del régimen. Las proposiciones aprobadas sobre este tema, y las relaciones con Roma en cuanto a representación eclesiástica en la política, están reflejadas en ―Parte cuarta. Actitudes que se 317 ―La otra Transición de la Iglesia… Se aprueba la defensa de un ordenamiento jurídico regulador de las relaciones entre la Iglesia y el Estado que salvaguarde ―la independencia de ambos‖ y elimine privilegios (n. 37); revisión de la situación concordataria de 1953 (n. 38); defensa del derecho de libertad religiosa (n. 40); renuncia del gobierno a intervenir en los nombramientos episcopales introduciéndose: ―la participación del pueblo de Dios en cuanto tal en la elección de sus pastores, dentro de las formas que la Santa Sede […] encuentre oportunas‖ (nn. 41-42); y plena independencia de la Iglesia con respecto al Estado y a cualquier sistema político (n. 44)482. Durante el debate sobre los recursos que la institución recibe del Estado, se hace pública la asignación anual que alcanza los tres mil millones de pesetas, un 0,8 del presupuesto nacional. La mayoría de los participantes sostienen la necesidad de mantener esa asignación estatal para su sustento, lo que supone una doble ―relación‖, y hasta contradicción, con lo acordado deben evitar y posturas que se deben adoptar‖, de la primera ponencia. Para el régimen todo está perfectamente diseñado desde ―arriba‖: ―[…] todas las Asambleas Diocesanas, Provinciales y Nacionales, obedecieron las consignas de Pablo VI debidamente transmitidas a las primeras Asambleas Diocesanas por los Teólogos del Vaticano como se descubrió en la de Granada‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. 482 Estas propuestas son ampliamente apoyadas por los teólogos progresistas. Tamayo Acosta recoge otras de calado reformador de la institución –como el despojo del poder económico, la renuncia a la construcción de templos suntuosos, renuncia al clasismo y a cualquier filiación con dictaduras, etc.-, para destacar, finalmente, que en la Asamblea se adquiría el compromiso ―por un Estado y una sociedad no confesionales‖. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a la cristiandad…, Op. cit., pp. 38-41. 318 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón anteriormente. Este posicionamiento retrasa las miras de los más avanzados que buscan una independencia inmediata483. Otro tema espinoso en la Asamblea, por cuanto es fuente de conflicto con el régimen, es el de la misión del clero en una sociedad cambiante. En la proposición treinta y dos se recoge: ―Al comparar la misión de la Iglesia y del presbítero con la realidad que vivimos, descubrimos una necesidad de profundo cambio y conversión, que debe comenzar por nosotros mismos‖. En la treinta y tres se entra más concretamente en la cuestión: ―Esta conversión exige de nosotros (presbíteros y obispos) una clara toma de conciencia de nuestro papel de sembradores de paz y de ministros de la reconciliación en el seno de nuestro pueblo. Pues es tarea de la Iglesia promover entre los cristianos españoles la superación de todo rencor y la construcción de la unidad en el amor, ley básica del Evangelio, por encima de inevitables generacionales‖. discrepancias Ambas de los conclusiones pluralismos son políticos, aprobadas por sociales 227 y votos afirmativos, y sólo 17 votos en contra. En la ponencia sexta, Exigencias evangélicas del sacerdote en la Iglesia y el mundo de hoy, Guerra Campos mantiene, en nombre de algunos miembros del ―Grupo 11‖ donde se ha trabajado el tema del celibato, que se reconsidere su inclusión si en algo variase lo actualmente legislado: 483 El cardenal Tarancón afirma: ―Es necesario llegar cuanto antes a la independencia económica de la Iglesia‖. Ya, 19-9-1971, p. 22. El sacerdote Juan Moreno, de la diócesis de Córdoba, lo justificará arguyendo que más del 50% del clero cobra unas 6.000 pesetas mensuales, y sólo el 15% recibe unas 8.000, al tiempo que reclama la inclusión del clero en la Seguridad Social. Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, pp. 15-16. 319 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] La norma acaba de ser reafirmada en vísperas de esta Asamblea por la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal, que expresó su voluntad de que se retire toda proposición que contenga la idea de revisión o reconsideración de la ley de celibato. […] En la hipótesis de que se sometiesen a votación propuestas equívocas o contrarias a la norma pontificia o bien en el caso de que en la misma votación de propuestas aceptables, la Asamblea no se pronunciases como tiene derecho a esperar el Santo Padre y el pueblo cristiano –tienen derecho a saber mis hermanos asambleístas lo que sabe ya la Conferencia Episcopal- me vería obligado en conciencia a desligarme de esta actuación ilegítima o dudosa y de la Asamblea para mantener clara ante el pueblo de Dios la fidelidad a nuestro compromiso episcopal con lo que nos ha mandado la suprema potestad de la Iglesia‖484. El obispo hace pública su intención de retirarse de la Asamblea si se aprueba tal y como está redactada la proposición, y asegura que le acompañarían otros treinta prelados485. Antonio Montero, obispo auxiliar de Sevilla, sale en contestación a Guerra recalcando que, ―nadie en la Asamblea discute la adhesión al Papa, pero que los asambleístas tienen que ser también fieles a quienes hoy tienen problemas en este terreno… No creo que sea escamotear a las Asambleas diocesanas pedir a los obispos españoles designados para el 484 Ibídem, pp. 16-17. 485 Pueblo, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. 320 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Sínodo que presenten a la Iglesia las conclusiones de las mismas sobre ése y los demás temas…‖486. Al final la votación arroja el resultado de 218 votos a favor y 19 en contra, y su texto definitivo: ―[…] el celibato no es exigido por la naturaleza del ministerio hay una profunda conveniencia entre ministerio sacerdotal y celibato‖487. Ante los medios que siguen la Asamblea, Guerra Campos señala que su grupo presentó una moción contraria al texto por el término ―profundización‖, y su desviación a lo legislado, con una redacción final que refuerza su criterio: ―[…] en el que se pedía una ‗profundización‘ de la conexión entre ministerio y celibato, porque esta palabra ‗profundización‘ podría presentarse como la búsqueda de una modificación de la ley del celibato… La ponencia ha eliminado la idea de profundización, y ha puesto la de información a la Santa Sede. Ciertamente así cesa el equívoco de lo que me alegro. Aunque sigue faltando una actitud positiva que nos comprometa a una conversión y a la búsqueda de medios para superar las dificultades reveladas en algunas Asambleas diocesanas…‖488. En sus declaraciones a Informaciones precisa que él no pide silencio en torno a la cuestión del celibato obligatorio, sino que recuerda la norma en 486 En Diarios Madrid e Informaciones, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. los medios se recoge: ―cuya intervención, que concluyó abrumadoramente aplaudida‖. 487 ABC, 18-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. 488 Ibídem. las discusiones, fue 321 ―La otra Transición de la Iglesia… vigor de la CEE: ―[…] que prescribe que, si el tema se trata, sea para buscar los modos prácticos de conformar nuestra vida con aquella ley o doctrina, y no para intentar su revisión. Por mi parte, lamenté que no se promoviese esta actitud positiva‖489. En la prensa aparecen editoriales que interpretan una secularización de la misión sacerdotal: ―[…] nos parece un atentado a la verdad de la Iglesia‖, al tiempo que se opone a los ensayos que Tarancón ha promovido en Madrid, donde sacerdotes compartan pisos en vez de residencias específicas o los clásicos seminarios490. Entre los invitados a la Asamblea se encuentran ciento veintinueve representantes de los principales movimientos seglares, religiosos e invitados especiales, de los que treinta son expertos en las ponencias, veinticuatro sacerdotes pastoralistas o teólogos, veintiséis seglares dirigentes de movimientos apostólicos (doce de los cuales son mujeres), 489 Informaciones, 20-9-1971. El propio Guerra aclara: ―Quizá el redactor de la noticia no hubiese incurrido en el error de contraponer mi postura con la del Consejo de la Presidencia si hubiera advertido, como se lee en la página once, que soy miembro del Consejo y éste presentó su resolución por unanimidad. Conviene señalar, además, que la propuesta sobre el celibato sometida a votación de la asamblea no es la que reproduce la página once…‖. El propio diario rectifica relatando que Guerra ha pedido, efectivamente: ―[…] por fidelidad al Papa no se pusiera en tela de juicio el celibato obligatorio de los sacerdotes‖. También en AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. 490 Estas denuncias provocan titulares como ―Réplica tremenda‖ y ―Un triste espectáculo‖ en Pueblo, 17-9-1971, p. 9. 322 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón once religiosos y otras tantas religiosas, siete miembros del comité ejecutivo y veinte periodistas491. 491 Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 40. Estudiosos de la Asamblea constatan algunas cifras: ―[…] Tomaron parte en la Asamblea 233 personas: los prelados más los 171 sacerdotes con voz y voto. Hubo además 129 invitados, 26 de ellos seglares‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 197. Otro momento de tensión se produce cuando representantes de los Movimientos entregan a la presidencia una carta condenando la muerte de un obrero por la guardia civil en Madrid (13-09-1971): ―PROTESTA POR LA MUERTE POR LA GUARDIA CIVIL DE PEDRO PATIÑO (17 de Septiembre de 1971) Envío de una carta a la CEE, en aquel momento reunida, de las comisiones permanentes de JOC, HOAC, y los Equipos Nacionales de los Movimientos Obreros cristianos, FECUM, VOSVOJ, CEMT y CIX. ‗A TODOS LOS OBISPOS Y SACERDOTES REUNIDOS EN LA ASAMBLEA CONJUNTA‘‖. En la carta se denuncia el despido de 700 obreros de una empresa metalúrgica madrileña: ―[…]. Son todos datos que tienen sus raíces en una determinada situación de injusticia y notoria explotación en la que se encuentra la clase obrera de nuestro país, últimamente más agravada por los continuos expedientes de crisis que no son, en muchos casos sino una forma encubierta de despido libre… Por otra parte, la clase obrera en España, no cuenta con un instrumento eficaz para la defensa de sus intereses, sino que en muchos casos los cauces sindicales legales, lejos de promover esta defensa, la obstaculizan, sirviendo de freno para la resolución positiva de los conflictos…‖. Solicitan a la Asamblea: 1. Colecta en todas las Iglesias para ayudar a la viuda de Pedro Patiño y a todos los parados de la construcción buscando una forma eficaz de distribución y de control. 2. Petición a las Autoridades de una investigación pública que aclare las circunstancias del hecho y las posibles responsabilidades. 3. Información en todas las revistas de la Iglesia sobre la muerte de Pedro Patiño, sobre la situación de los trabajadores de la construcción en cada provincia, y sobre las reivindicaciones concretas de esta huelga. (Salario mínimo de 400 pesetas, 100% del salario real en los casos de accidente y enfermedad, 45 horas semanales, libertad de expresión y reunión, amnistía…). Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 393. 323 ―La otra Transición de la Iglesia… El Alcázar se permite alguna licencia con una azafata de la Asamblea (izquierda) y con el humor en las viñetas. Ediciones El Alcázar 23-9-1971, p. 23, y 20-9-1971, p. 3. José María Díaz Rincón, presidente nacional del MRA de AC, recuerda la división que se palpaba en un ambiente donde, según su apreciación, domina el ―temporalismo‖. En su intervención, una de las pocas que se permitieron a los seglares, apela a la serenidad y a la oración, como forma de contraponer esa dominancia: ―[…] Allí surgió una división tremenda. Había en el ambiente una falta de respeto, prevalecía el temporalismo. Monseñor Antonio Valenzuela me felicitó por una intervención en la que vine a decir ‗Solamente unos tiempos sobrados de falta de reflexión pueden imaginarse una vida cristiana sin oración‘. Porque allí se decía que lo único que la Iglesia había hecho era alienar a la gente, y lo decían sacerdotes y obispos. Los obispos de Bilbao, o el auxiliar de Madrid, monseñor Iniesta eran muy avanzados. Se ponía en cuestión absolutamente todo, como que Jesucristo era un guerrillero, un revolucionario... La Teología de la Liberación estaba palpándose‖ 492. 492 José María Díaz-Rincón, entrevista ya citada. 324 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón A pesar de las tensiones vividas, Vicente Enrique y Tarancón declara en la clausura: ―Hemos dialogado, y eso que nosotros, por españoles y también por sacerdotes, no hemos sido educados en esa actitud‖493. Pero lo cierto es que, más allá de los enfrentamientos verbales tras la finalización de la Asamblea se respira un poso de reconciliación entre obispos y sacerdotes, un cierto ―clima‖ de diálogo. En Albacete, pocos días después de su finalización de la Asamblea, todos los sacerdotes y religiosos transmiten en las homilías -del dos y tres de octubre- las palabras de su obispo, Ireneo García, quien define el año como ―trascendental‖ para la Iglesia española. De hecho, tras la VI reunión del Consejo Presbiteral el obispo anuncia los primeros pasos para la creación de la Asamblea del Pueblo de Dios, que contará con la participación de seglares, sacerdotes y religiosos494. El mismo arzobispo de Toledo, Marcelo González, inmerso en la crítica en varios momentos de la Asamblea nacional, valora el camino emprendido de diálogo entre sacerdotes y obispos durante el inicio del tercer Consejo Presbiterial495: 493 Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, p. 19. 494 BOOA, núm. 7, octubre, 1971, pp. 389-391. La primera Asamblea del Pueblo de Dios no se lleva a cabo hasta el junio de 1977, y en ella participan 1.040 albaceteños. En los trabajos previos se trabaja sobre los sacramentos, según acuerdo del Consejo de Pastoral (4-2-1977), que se materializan en casi cuatrocientas enmiendas y propuestas. Sus organizadores calculan que participan 400 asistentes. BOOA, núm. 5, julio-agosto, 1977, pp. 78-96. 495 BEAT, Anuario 1971, núm. 11, diciembre, p. 389. El II Consejo Presbiteral, que precede a éste, es referido en el BEAT, como: ―[…] experimental (el primero se refiere al creado tras el Concilio), y por eso tuvo solo dos años de vigencia; sin embargo, ha realizado una gran labor, 325 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Ha sido, dice, francamente positivo. En ella se trabajó con intensidad, responsabilidad y seriedad. Y que cuantos la siguieron de cerca – Obispos, sacerdotes, seglares, periodistas- quedaron asombrados y edificados del progreso realizado, sobre todo en el tono dialogal conseguido y en la conciencia de la corresponsabilidad que a todos incumbe en el quehacer eclesial. La Asamblea, añadía, adopta ciertamente una postura bastante nueva en la vida de la Iglesia, que a algunos les costará comprender, pero que todos debe aceptar paulatinamente y tratar de llevar a la práctica prudentemente‖496. Guerra Campos, por el contrario, diez años después del evento, transmite una visión realmente negativa: ―Al valorar la Asamblea Conjunta, hay un lugar común en el que coinciden los que la han contemplado con perspectiva histórica. Fue como una gestación apasionante que terminó en malformaciones y quedó interrumpida antes de dar a luz. Este fenómeno es el que caracteriza su recuerdo, y en él quiero detenerme. Cualquiera que sea el juicio sobre los valores implicados en aquella gestación, sobre las intenciones y los gérmenes más o menos prometedores, tanto si se acentúa su condición de ‗hecho positivo y dinámico‘ como sus aspectos negativos, todo el que ha vivido los últimos diez años en medio de los sacerdotes sabe que aquello degeneró en una gran frustración. Y que dejó más difícil el acceso a los grandes objetivos: no solo en orden a la orientación, consolidación y funcionamiento de este auténtico senado del obispo diocesano, sino también en el de asesoramiento práctico al Prelado en los problemas de gobierno‖. 496 Ibídem. 326 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón el de la unidad del clero y el de las orientaciones claras y estimulantes. Los factores de tal aborto fueron manifiestamente dos. A las confusiones y discordias que acompañaron la gestación se añadió el mazazo brutal que la publicidad le asestó, a cuenta del forcejeo, nunca esclarecido, en las relaciones del Episcopado con la Santa Sede a propósito de la Asamblea. En no pocas asambleas diocesanas, preparatorias de la nacional, hubo al lado de cosas excelentes una siembra de teorías históricas y teológicas de tipo protestante acerca del origen y el sentido del sacerdocio; una siembra de criterios contra la ley del celibato y el espíritu de consagración; una siembra de concepciones del sacerdocio como un servicio ad tempus. Un aluvión de opiniones: y dudas invadió el país, problematizándolo todo. La Asamblea Nacional debería haber aprovechado las aportaciones útiles. Debería haber enderezado las desviaciones. Para empezar, un sector del clero, nada reducido, no se sentía representado. Luego las muchas cosas aceptables allí presentadas quedaron ahogadas por la resonancia política estrepitosa de los que intentaron descalificar en bloque a la Iglesia de la hora martirial. Finalmente se aprobó una masa excesiva de conclusiones, no bien ponderadas. En una reunión de la Conferencia Episcopal, que siguió a la Asamblea, muchos quisieron convertir inmediatamente en normas oficiales de los obispos las conclusiones de la Conjunta. Pero, algunos obispos recordaron que eso no podía hacerse sin discernir, puesto que algunas conclusiones necesitaban ser enmendadas para conformarlas sin ambigüedad con la doctrina católica y con las resoluciones de la Sede Apostólica y del reciente Sínodo de Obispos. La mayoría accedió, de mala gana, a contentarse por el momento con un juicio laudatorio de la asamblea que incluía una referencia a ulterior estudio y perfeccionamiento de sus conclusiones. […]‖497. 497 Publicado por Ecclesia, 19-9-1981, pp. 16-17. 327 ―La otra Transición de la Iglesia… Testigos de aquellos años sostienen que la relación de fuerzas entre conservadores y progresistas en la Asamblea no permitió llegar a conclusiones más avanzadas. Sin embargo, para Alberto Iniesta, luego obispo de Albacete, las proposiciones aprobadas actualizan la visión de la Iglesia a la realidad, al momento histórico, y a las circunstancias tan difíciles del país: ―[…] En ellas se hizo una especie de versión del reciente Concilio aplicada a la realidad social, económica, cultural, política y religiosa de nuestro país y de nuestras diócesis, en la búsqueda de nuevos cauces de pastoral más adaptados a nuestro tiempo y nuestras circunstancias. […] Estas líneas operativas -como si dijéramos, el actuar de la encuesta ya tradicional- se plasmaban en las 247 proposiciones aprobadas, en las que se dicen cosas como éstas, bastante llamativas para aquellos tiempos: ‗En la sociedad española hay en este momento problemas que deben preocuparnos como cristianos: la insuficiente realización de los derechos de la persona humana y la persistencia de graves desequilibrios económicos y sociales‘. Se pide ‗libertad verdadera de expresión de toda idea que no atente al auténtico bien común‘; ‗derecho de libre asociación y reunión sindical y política, en un sano y legítimo pluralismo‘; ‗participación responsable de todos los ciudadanos en la gestión y control de la cosa pública‘; ‗respeto y promoción de los legítimos derechos de las minorías étnicas y de las peculiaridades culturales de los diversos pueblos de España‘; ‗derecho a la objeción de conciencia‘; ‗derecho a la integridad física que tutela al hombre de las torturas corporales o mentales‘, etcétera. Dentro del campo eclesial, se afirma que ‗el sacerdote [...] tiene como grave deber [...] dar un juicio y orientación cristiana sobre los hechos y oponerse efectivamente a la 328 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón injusticia con todas sus consecuencias. En estos casos no puede ser tachado de hacer política, sino que realiza una acción verdaderamente pastoral‘; ‗la asamblea pide la supresión de toda intervención del Gobierno en el nombramiento de obispos‘; ‗la acción pastoral exige una incorporación dinámica de todo el Pueblo de Dios: obispos, presbíteros, religiosos y seglares‘. Se considera urgente que se llegue cuanto antes hasta la constitución y seria eficacia de los consejos pastorales, parroquiales y locales, de zona o sector, y diocesanos realmente representativos; y buscar fórmulas adecuadas para su creación a nivel regional y nacional‘, y que ‗la Conferencia Episcopal [...] dé participación y consulta al Pueblo de Dios, valiéndose de órganos representativos [...] y equipos técnicos‘, etcétera. […]‖498. Para Cárcel Ortí la Asamblea tiene aspectos positivos inmediatos sobre la vida religiosa del país como son: la expansión de la mentalidad del Concilio, la concreción de un programa de renovación pastoral y apostólica, al tiempo que desaparece la ―contestación‖ de tipo radical-progresista, y se diluyen los imparables deseos de independencia de la Iglesia del poder civil con un amplio diálogo entre el clero y su jerarquía499. 498 Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖, www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988. 499 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 448. Para Feliciano Montero, la Asamblea Conjunta supone: ―[…] el acontecimiento que mejor define la revisión autocritica del nacional-catolicismo‖. Montero García, F.: ―El taranconismo. La transición de la Iglesia antes de la Transición‖, en Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, R. (Coord.): Historia de la Transición en España. Los inicios del proceso democratizador, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007, p. 199. 329 ―La otra Transición de la Iglesia… Hay, por otro lado, quienes ven en aquel diálogo el sentido democrático, similar al parlamento político, y por tanto con cierto relieve y hasta avanzado, mientras que para otros observadores no supone más que el intento de elevar al rango de sagrado un mero proceso organizativo500. Con el tiempo, muchos miembros de la institución e historiadores coinciden en que, a pesar de los esfuerzos iniciales por darle trascendencia y proyección, a la larga no ha dejado más que un poso de frustración y resultados negativos, por cuanto a heridas no cerradas, en la institución501. 500 Fernández Fernández afirma: ―[…] Dada la sacralidad del sistema por analogía divina, no podía tener el valor de simple consenso democrático. Su objetivo era proclamar su dominio sobre la sociedad, como tal, y sobre los particulares en su interior, corrigiendo relaciones que los nuevos tiempos hacían anacrónicas y fomentado actitudes voluntaristas de aceptación del orden sagrado establecido. Su poder no estaba al servicio de las libertades personales, sino al servicio del propio sistema‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 99. 501 Para Enrique y Tarancón: ―[…] ha cambiado, desde entonces, la relación obispos presbíteros en las diócesis […]; la Conferencia Episcopal ha ido dando, desde entonces, unos pasos muy importantes respecto a su desvinculación del Régimen […]; la Asamblea nos hizo llegar a tiempo para no vernos involucrados con la caída del Régimen ya que preparó los ánimos para que la jerarquía señalase con tiempo el camino de la Iglesia, de total independencia política‖. Enrique y Tarancón V.: Op. cit., p. 523. Por el contrario, Juan María Laboa la califica de fracaso, cuyas consecuencias: ―[…] han marcado activa o pasivamente el proceso histórico de la Iglesia española y han sido deplorables para la vida eclesial‖. Laboa, J. M.: ―Los obispos españoles en el Concilio Vaticano II…, Op. cit., p. 25. Damián González y Manuel Ortiz valoran el esfuerzo, pero hablan de frustración: ―[…] Fue una experiencia única en todos los sentidos, pero también […] bastante frustrante, ya que ni conseguiría fijar un modelo nuevo de Iglesia, ni profundizaría en la brecha abierta con el Estado‖. González Madrid, D. A. y Ortiz Heras, M.: ―‘Camilo, no te comas a los curas, que la carne de cura indigesta‘. La influencia de la Iglesia en la crisis del franquismo‖, en Actas del Congreso La Transició de la dictadura a la democràcia, Barcelona, CEFID, 2005, p. 60. Para López Villaverde, la Asamblea: […] cerró definitivamente la sustancia del nacionalcatolicismo, pero la larga sombra del palio siguió proyectándose durante la transición a la democracia 330 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón entre un nutrido grupo de obispos (grupo de ‗Don Marcelo‘) y sacerdotes (‗Hermandad Sacerdotal‘), imbuidos aún del espíritu cruzado‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., p. 28. 331 ―La otra Transición de la Iglesia… Capítulo IV. Tensiones con el régimen tras la Asamblea de la “otra” Transición, la eclesiástica (1972-1975) IV.1. La complicada diplomacia/distensión entre los prelados del “cambio” y los inmovilistas Con el final de la Asamblea Conjunta el gobierno reaviva las críticas a su celebración, con todos los medios a su alcance, ninguneando los trabajos y conclusiones de la misma (en algunos casos habla de ―cisma‖ entre Iglesia y régimen). En una nota de la Asesoría Religiosa del MIT (29-9-1971) se asevera el manejo de la Asamblea, la falta de gobierno en la Iglesia, la influencia de publicaciones izquierdosas, así como ciertas claves de acción para evitar mayores controversias y descalificaciones desde la institución: ―[…] Indudablemente la Asamblea ha estado manejada. Pero esto no quita para que haya sido reflejo de un mal real que hay en gran parte del clero español, en el que han surgido profundas huellas desorientadoras debidas a hechos como los siguientes: -La crisis de los seminarios españoles y español en Roma. –La influencia del Instituto Pastoral en Madrid, hecho ahora facultad. –Crisis de las Universidades de Comillas y Salamanca. –La actitud seguida por la diplomacia Vaticana en el nombramiento de obispos, apoyo a determinados grupos e influencia sobre organizaciones católicas internacionales. –La crisis en que se encuentra la mayoría de las órdenes religiosas, mucho más grave que la de los sacerdotes. –La influencia de publicaciones religiosas y sacerdotales, muchas en una línea extrema, por ejemplo: Iglesia Viva, Vida Nueva, Pastoral Misionera, Incunable, Boletín de la HOAC, El Ciervo, 332 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Cuadernos para el diálogo, Colligite, El Mensajero del Corazón de Jesús, Razón y fe, Concilium, etc. También ha tenido gran influencia toda la prensa extranjera religiosa de izquierda, especialmente la francesa. –Crisis personal de muchos sacerdotes que les lleva a obrar con suma ligereza. –Un episcopado ya con mayoría muy manejada por la política vaticana. Otros obispos que no están adaptados a las circunstancias actuales de la Iglesia y otros, finalmente muy sensibles a los juicios de la prensa. En general falla también la función de gobierno […] -No alarmarse demasiado por actividades de clérigos (sacerdotes, obispos), ya que en realidad la frecuencia y ligereza de muchas actuaciones hace que cada vez repercutan menos en la misión pública. –Aplicar la ley a toda infracción que se presente, cuidando al mismo tiempo de facilitar una información adecuada. –Apoyar discretamente la acción de clérigos que puedan situarse en una situación de centro, lejos de extremismos. –Adecuada vigilancia de las publicaciones religiosas y apoyo a las que se muestran positivas y respetuosas. –Coordinar la acción de los periodistas religiosos positivos, creando un equipo dirigente, sin aparente relación afín. –No olvidar que el Estado tiene en su mano muchas cartas que puede jugar a alto nivel con la Jerarquía o por vía diplomática‖ 502. En otro informe para el gobierno el GE analiza el artículo 18 de la ponencia Iglesia-Mundo, al tiempo que traza una línea de coacción: ―[…] La próxima Conferencia tiene que decidir sobre las conclusiones de la Asamblea Conjunta. Para preparar a los obispos vacilantes, conviene airear singularmente el documento ‗Moción de algunos Prelados‘; así como el 502 AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. 333 ―La otra Transición de la Iglesia… clamor de ‗Millares de sacerdotes‘ contra el intento de condenar la actitud de la Iglesia en la Guerra de España‖503. Por su parte, la prensa del Movimiento se hace eco de ciertas contradicciones que se viven en la institución. A los pocos días de finalizar la Asamblea La Verdad de Albacete publica un artículo de Juan Hernández donde se pregunta cómo quieren los laicos a sus sacerdotes y qué opinan sobre su celibato, apoyándose en los datos dados por Ecclesia sobre una encuesta nacional -realizada a 3.705 laicos, definidos como ―grupos complementarios‖-; entre sus conclusiones destaca una visión ―inconformista con la situación actual de la Iglesia‖: ―[…] El 62 por 100 de los grupos complementarios opina que no debiera dejarse –o muy poco- al sacerdote más libertad en la liturgia; el 73,8 por 100 opina que debe ser tratado como una jerarquía en la sociedad; el 52,5 por 100 afirma que no están preparados en problemas económicos y sociales, y las dos terceras partes, que no cuentan con preparación en los problemas políticos; el 41,4 por 100 opina que los sacerdotes se aprovechan del Concilio para imponer sus opiniones personales; el 47,3 por 100 no están conformes con el modo que tienen los sacerdotes de usar la autoridad, etc.… […] A vista de todo esto, preguntamos: ¿No hubiera sido necesaria, imprescindible, la consulta al pueblo de Dios?‖504. 503 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070. 504 Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 2. 334 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Desde Ciudad Real, el periódico Lanza, destaca, sorprendentemente que, a pesar de los grupos de presión de uno u otro ―bando‖, no se politizó la Asamblea: ―[…] Pero ni estas incidencias tensionales propias de cualquier grupo humano que vive y se desarrolla, ni aquellas formulaciones un tanto idealistas en que debe resituarse hoy la Iglesia en nuestro mundo y en nuestro pueblo, pueden tildarse de ‗politización‘ o extemporáneo ‗principalísimo‘‖505. Por el contrario, Diario de Cuenca se centra en la discusión sobre si la Iglesia debe inmiscuirse en asuntos políticos, y recoge manifestaciones de Pablo VI previas al Sínodo que se celebrará tras la Asamblea: ―La misión dada por Cristo a la Iglesia es de orden público‖, si bien, aclara el artículo, alejada de la política506. El mismo número abre con: ―Si al celibato y no a la ordenación de los casados‖, otro de los principales temas de discusión507. En Albacete, el director provincial de asuntos económicos de la OS, concejal a su vez del Ayuntamiento de Albacete, acusa de ―intromisión‖ a la Iglesia en asuntos políticos, y llama la atención sobre el hecho de: ―[…] ver a ciertos sacerdotes opinar de política o hablar de lo que ocurre en la sociedad […] rompiendo la posibilidad de un entendimiento entre los 505 Columna firmada por J. Díaz en Lanza, 26-9-1971, p. 11. 506 Diario de Cuenca, 4-11-71, p. 6. 507 Ibídem, primera. 335 ―La otra Transición de la Iglesia… españoles‖508. Es un claro síntoma de los reproches, cada vez más explícitos, desde el régimen hacia una Iglesia del ―desenganche‖: ―[…] El resultado de dicho deterioro fue la aparición de cierto anticlericalismo de derechas entre diversas personalidades del establishment político provincial‖509. Pero la Asamblea no es el único foco de preocupación para el gobierno. A menos de dos meses de la finalización de aquella surge otra de distinto cariz, la Asamblea de Catalunya (7-11-1971), región donde todavía ejerce como arzobispo González, en la que aúnan sus fuerzas católicos significados con el nacionalismo catalán, abanderando tres objetivos: ―Llibertat, Amnistía, Estatut d‘Autonomia‖. La Asamblea es fruto del trabajo de los comunistas y algunos católicos de renombre como Agustín de Semir o Josep Benet, que han abierto las puertas de las parroquias de St. Agustí, de 508 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia. Movilización, actitudes y cambio en la provincia de Albacete, 1966-1977, Los libros de la Catarata, Volumen 26 de Investigación y Debate, 2008, p. 98. 509 Ibídem. Este tipo de manifestaciones se producen de forma generalizada, según recogen el sacerdote Francisco José Escámez en Cataluña, y estudiosos en Málaga y Almería, entre otros. Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., pp. 269-274. Un anticlericalismo que, a su juicio, no se basa en reacciones espontáneas e inconexas, sino de ―una acción provocada deliberadamente desde el sistema. Ibídem, p. 269. El autor recoge: ―[…] Fue iniciado por la máxima autoridad pública, con sus actuaciones. Secundado luego por la propaganda oficial, sería consentido en todo momento por las autoridades, incluso en sus expresiones violentas‖. A principios de los setenta al clericalismo de derechas se le denomina ―nuevos anticlericalismos‖ de los ―buenos‖, de la ―gente de orden‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970, núm. 2, Euramérica, Madrid, 1971, p. 7. 336 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón María Medianera, o el colegio de las escolapias, donde además se plantea la creación de una Conferencia Episcopal dels Països Catalans510. Desde Diario de Cuenca se habla de: […] la erupción de errores, y aún infección, que actualmente padece la Iglesia, puede adulterar y deteriorar esta noble misión (en referencia al remedio de las injusticias sociales y su denuncia)‖511, palabras que aparecen bajo el titular: ―La Asamblea de Obispos y sacerdotes ‗signo de contradicción‘‖, en un intento por tergiversar el discurso de apertura de Tarancón en la Asamblea Plenaria de la CEE donde se deben aprobar los acuerdos de la Conjunta. El propio Tarancón expresa realmente: ―La Asamblea Conjunta se ha convertido –como no podía menos de suceder- en signo de contradicción. Los obispos hemos dialogado leal, honrada y sinceramente… Ahora debemos encauzar y aprovechar adecuada y eficazmente los muchos elementos válidos que aquel diálogo nos ha ofrecido… Es una responsabilidad histórica‖512. Paralelamente, el diario procura destacar la asistencia, por habituales y con claras intenciones de que nada ha cambiado, del obispo Rodríguez a los 510 Según Fraga Iribarne: ―[…] los comunistas catalanes del PSUC (con notable militancia de católicos) firmarán, como miembros de la Coordinadora de Fuerzas Políticas de Cataluña, la declaración de la Asamblea de Cataluña de noviembre de 1971, primer documento que reúne a todas las fuerzas catalanas de la oposición a la dictadura‖. Fraga Iribarne, M.: Op. cit., pp. 234-235. 511 Diario de Cuenca, ―Iglesia, política y derechos de los laicos‖, 13-11-1971, primera. 512 Ibídem. El diario continuará destacando cualquier manifestación que aleje el sentido de político de las acciones de la Iglesia: ―La Iglesia se separa de la cuestión política‖. De acuerdo con el documento ‗La justicia en el mundo‘ del Sínodo pasado‖. Diario de Cuenca, 21-111971, primera. 337 ―La otra Transición de la Iglesia… actos y conmemoraciones del régimen (de nuevo el 20 de noviembre, en recuerdo del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, frente a la catedral conquense, junto al gobernador civil y delegado provincial de Sindicatos, brazos en alto)513. ABC, que recoge toda la intervención del cardenal Tarancón en esta Plenaria, destaca la responsabilidad de los obispos en el nuevo periodo que se abre: ―[…] Ahora somos nosotros, los obispos, los que por nuestra misión tenemos el deber de encauzar y de aprovechar adecuada y eficazmente los muchos elementos válidos que aquel diálogo nos ha ofrecido‖514. El fin de todas estas informaciones no es otro que apagar prontamente los ecos de la Asamblea con constantes ataques desde todos los frentes. Consciente de ello, sin perder de vista las maniobras y el momento, la cúpula de la CEE decide que hay que actuar con premura y, antes de finalizar el año, ratifica los Acuerdos de la Asamblea Conjunta (312-1971). Las proposiciones aprobadas significan el punto de inflexión hacia la ―transición‖ y el ―cambio‖ en la Iglesia, y los obispos tan sólo esperan concretarlas bajo la tutela de las enseñanzas del Sínodo y del Papa: ―La Conferencia Episcopal asume la Asamblea Conjunta como un hecho positivo y dinámico de la vida de la Iglesia en España, y a la luz de los documentos que el Santo Padre nos ofrezca como fruto del Sínodo se plantea desde este momento la forma de perfeccionar y de ejecutar aquellas 513 Diario de Cuenca, 23-11-1971, p. 1. 514 ABC, 30-11-1971, pp. 29-30. 338 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón conclusiones que le afectan más directamente, teniendo en cuenta las necesidades de los sacerdotes y de nuestro pueblo‖ 515. Los movimientos desde los medios de comunicación también dan idea del intento por controlar la opinión de los católicos. Coincidiendo con el final del año, el Consejo Eclesiástico de EDIMSA, la sociedad anónima sustituye al ―Sodalicio Iglesia-Mundo‖, editora de Iglesia-Mundo. Con la nueva época, y tirada desde diciembre de 1971, aparece el nombre de José Guerra Campos. Entre las funciones del obispo figura: ―3º. Recabar para sí a tal fin la facultad de indicar con carácter vinculante para el Director, redactores y confeccionadores de las publicaciones la orientación doctrinal, moral y pastoral, tanto en el aspecto teórico como práctico‖516. Ese mismo mes, el 515 ABC, 4-12-1971, p. 37. El documento de la Asamblea Plenaria recoge la creación de una comisión para perfeccionar y ejecutar las conclusiones a nivel nacional, mientras a nivel diocesano, ―cada obispo en diálogo con sus sacerdotes, estudiará la manera de llevarlas a cabo‖. El periódico editorializa: ―Se pone así punto final a muchas de las discusiones de estos meses pasados de presentar esta Asamblea como un fruto espúreo del que deberían desolidarizarse los obispos españoles‖. Ibídem. 516 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070. También se arroga este Consejo la destitución de directores y demás personal. En mayo de 1973, el presidente de EDIMSA, Sebastián Mariner Bigorra, cita, en una carta dirigida a instancias superiores, a Laureano Castán, obispo de Sigüenza-Guadalajara, entre otros prelados, como instigadores de la falta de confianza sobre su nuevo nombramiento: ―[…] y hasta firman con él cartas y documentos que me subestiman. Monseñor Castán padece contra mí una obsesión persecutoria […] Quede claro que yo no quiero luchar contra nadie y menos contra los Señores Obispos. Ni me guía interés alguno personal, ni pertenezco a ningún enemigo de su grupo. Ni siquiera comprendo por qué se une la valoración de mi gestión con la del Sr. Director de la Revista‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070. Entre los directores de Iglesia-Mundo figuran 339 ―La otra Transición de la Iglesia… día 20, el Consejo acuerda realizar un ciclo de conferencias en Madrid, sobre ―La Iglesia en el mundo de hoy‖, a la que asistirán obispos de tendencia conservadora de Alemania y Estados Unidos entre otros. La complicidad del gobierno es patente cuando en uno de sus informes propone el lugar de celebración de los encuentros: ―[…] Ante la necesidad de frecuentes reuniones del equipo de trabajo religioso, entre ellas la mensual con Marcel Clement, a la que va a asistir monseñor Guerra, y no llamar excesivamente la atención del Ministerio, se cree conveniente establecer un lugar permanente de trabajo que puede ser el local que está contiguo al de ―Iglesia-Mundo‖ (Sta. Teresa, 6)‖517. Es tal la preocupación en el régimen que, en el tradicional mensaje de fin de año, el jefe del Estado, Francisco Franco, recalca su preocupación por el alejamiento de la institución del régimen, y rechaza cualquier crítica, a tenor de lo que se desprende de las conclusiones de la Asamblea: ―Carece de fundamento los que nos tachan de inmovilistas‖518. Lanza destaca del discurso: ―Las finalidades del Estado y de la Iglesia no pueden contradecirse‖ y ―El Estado, que desea la consolidación de la paz cristiana dentro de nuestras fronteras, se opondrá a las interferencias en su Rosa Mª Méndez y Ricardo Pardo Zancada, militar conocido por su posterior participación en el intento de ―golpe de estado‖ del ―23-F‖ en 1981. 517 Ibídem. Se asigna como ―enlaces‖ para Marcelo González, a los padres Santos y Alberto (sic). 518 Lanza, Ciudad Real, ―1971 un año de fe‖, 31-12-1971, primera. 340 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón soberanía que perturben la sana convivencia‖519. Franco diferencia los campos de competencia de la Iglesia y el Estado, amenazando que cualquier injerencia por parte de miembros de la Iglesia en el campo de lo ―temporal‖ no va a quedar impune: ―[…] La Iglesia Católica y el Estado constituyen dos poderosas fuerzas vitales que coinciden en el propósito de promover la perfección del hombre y su bienestar espiritual y material. Sus finalidades no pueden contradecirse, porque ello produciría una lamentable crisis social. El respeto recíproco entre las libertades de cada una de estas sociedades soberanas, es la garantía de una armónica colaboración en las finalidades conjuntas que ambos persiguen. Pero lo que no puede hacer un estado es cruzarse de brazos ante determinadas actitudes de carácter temporal asumida por algunos eclesiásticos. El Estado se opondrá a cuantas interferencias de su soberanía le lleguen con finalidades perturbadoras de la sana convivencia entre los españoles‖520. Pablo VI recibe, en enero de 1972, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Laureano López Rodó, una carta, escrita de puño y letra por Franco, el 29 de diciembre anterior, en la que denuncia: ―[…] el afán de algunos eclesiásticos y de ciertas organizaciones, que se llaman apostólicas, de convertir a la Iglesia en instrumento de acción política [...] entrando en franca hostilidad con el Estado […] en un régimen concordatario de 519 Ibídem, p. 1. 520 Ibídem, p. 15. 341 ―La otra Transición de la Iglesia… privilegio‖521. El desconcierto y la irritación del gobierno sobre lo que está pasando en la Iglesia son tales, que el ministro llega a acusar al pontífice de ―querer mal a España‖522. Paralelamente a esta crisis diplomática, se está llevando a cabo el proceso renovador de la cúpula de la CEE que finaliza con una nueva presidencia (será en la Asamblea Plenaria del mes de marzo). La tensión es tal que puede acabar con la cohabitación de los dos frentes radicalizados en la Asamblea: los inmovilistas -fieles a la vinculación con el régimen en el denominado ―Grupo de Burgos‖, donde destaca José Guerra Campos, y el grupo refrendado desde Roma, los aperturistas, con el cardenal Tarancón a la cabeza. Aun así, todavía resta un buen número de prelados que no deja clara su postura523. 521 López Rodó, L.: Memorias. III. El principio del fin, Plaza & Janés/Cambio 16, Barcelona 1992, pp. 654-656. Sobre las difíciles relaciones con Pablo VI, a través de la correspondencia entre los colaboradores del dictador y del Papa: Vid. Martín De Santa Olalla Saludes, P.: La Iglesia que se enfrentó a Franco…, Op. cit. 522 Pardo Sanz, R.: ―La etapa de Castiella y el final del Régimen‖, en Tusell, Avilés y Pardo…, Op. cit., p. 365. 523 Según Lanza, la CEE cuenta con noventa y seis obispos (dieciséis dimisionarios y otros tantos auxiliares). Lanza, 31-12-1971, Extra Año Nuevo, p. 7. A pesar del veto, teórico, que sobre el nombramiento de obispos puede ejercer el gobierno, los dos nuncios, Antonio Riberi y Luigi Dadaglio -quien, ya logró en su momento la renuncia del gobierno venezolano al derecho de presentación-, consiguen un episcopado español renovado y con una postura más alejada del régimen. Casi un tercio de los obispos, donde se encuentran diecisiete auxiliares, que asisten a la Asamblea ha sido nombrado entre 1968 y 1971, con lo que se ha generado un equilibrio de fuerzas. Según Cárcel Ortí: ―[…] el nuevo Episcopado español estaba siendo reclutado sistemáticamente entre sectores eclesiásticos no adictos al gobierno. También acusó el gobierno a la nunciatura apostólica de ejercer presiones sobre los obispos para 342 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Guerra Campos considera inductor de las maniobras de deslealtad al régimen al cardenal Tarancón y comienza a perfilar estrategias ―pluriformes‖ con el fin de evitar, lo que a su juicio puede ser el final del ―estatus privilegiado‖ en el que ha vivido hasta aquí la institución. El hasta ese momento secretario de la CEE inicia su ―guerra sin cuartel‖ contra la presidencia accidental (recordemos la situación provisional de Tarancón tras la muerte de Casimiro Morcillo). La aparición pública de un supuesto documento proveniente de la Sagrada Congregación para el Clero de Roma, sin el informe favorable a las conclusiones de la Conjunta, es el inicio del litigio. Desde la HSE se afirma conocer dicho documento y se adelanta en afirmar que la Congregación confirma sus temores: el Concilio pierde autenticidad y habla de interpretaciones caprichosas y subjetivas como aquellas en las que se sustenta la separación entre Iglesia y Estado524. imponerles auxiliares de una significación determinada, y a la Conferencia Episcopal Española de descender al plano de las soluciones concretas a los problemas temporales. Algunas de estas acusaciones del gobierno eran completamente falsas, otras verdaderas pero exageradas, porque mucho antes que la política e institucional, se fraguó la transición de la Iglesia‖. Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 454. 524 El documento debería ir acompañado, supuestamente, de una carta firmada por el cardenal Wright y por el arzobispo Palazzini, secretario de la Congregación del Clero, y estaría dirigido a la presidencia: ―[…] Se acusó al obispo de Cuenca, Guerra Campos, de haber sido quien lo filtrara. Y parece que en efecto fue suya la responsabilidad, aunque por un descuido y no por intención expresa de hacerlo. Simplemente, se lo dejó en cierto lugar, donde lo halló después un sacerdote que, al darse cuenta de la importancia del asunto, lo puso en manos de un periodista de Europa Press. Se publicó en el diario Pueblo el día 6 de marzo‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 190. 343 ―La otra Transición de la Iglesia… Enrique y Tarancón relata pormenorizadamente los acontecimientos afirmando que el 21-2-1972, a las 21,30 horas, recibe una llamada de un periodista que pregunta sobre el documento a lo que él niega su existencia. El día 26, a las 13,30, ve por primera vez una copia de dicho documento que le muestra otro obispo; el 27 a las 10,30, Guerra Campos le envía fotocopia del documento, junto con la carta del cardenal Wright, fechada el nueve del mismo mes. Ese día Tarancón se plantea la dimisión y decide viajar a Roma para reunirse con el cardenal Villot, secretario de Estado del Vaticano525. Según una nota de la dirección general de Prensa (26-2-1972), el documento se había enviado por correo a las direcciones de los arzobispos de Toledo y Madrid, Marcelo González y Vicente Enrique y Tarancón526. Otro ―Informe muy reservado‖ recoge una versión contraria a la del cardenal: ―[…] un colaborador del Arzobispo de Madrid ha manifestado reservadamente que, cuando el día 21 de Febrero, éste contestaba a un periodista que le consultó sobre la existencia del documento afirmando que ‗no hay nada de nada‘, alguien le indicó que se trataba de unos papeles que tenía sobre su propia mesa. La respuesta del Cardenal fue: ‘Tú te callas‘. A Roma –a una alta personalidad vaticana- ha llegado una carta de un allegado del Cardenal de Madrid informando que, en conciencia, se veía obligado a confesar que éste había recibido a su debido tiempo el 525 Ibídem, pp. 177-179 y 518. 526 AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520. 344 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón documento de la Sagrada Congregación del Clero, enviado con fecha 9 de febrero. L. P.‖527. Por su parte, Marcelo González afirma haber recibido el documento que inmediatamente difunde entre los obispos más cercanos: ―He recibido carta fechas en 9 de febrero, del Sr. Cardenal Prefecto de la Sagrada Congregación para el Clero con la que me envía copia del documento que ha remitido al Sr. Cardenal de la C.E.E. […] A mí, no se me impone secreto alguno y puesto que lo más natural es que el Señor Presidente lo haga llegar con tiempo a los Obispos para que éstos puedan estudiarlo, por mi propia cuenta lo envío yo a algunos, con los que más he hablado de esta cuestión de la Asamblea Conjunta de septiembre, simplemente para que lo conozcan‖528. Será durante la XVI Asamblea Plenaria del Episcopado, en plena renovación de los cargos directivos de la CEE (6-11 de marzo de 1972), cuando Enrique y Tarancón acuse recibo del "estudio", lamentando seriamente las faltas de procedimiento y la filtración a la prensa con tendenciosos errores. El cardenal apunta a una trama formada por Guerra Campos y los miembros del OD, Álvaro del Portillo y Julián Herranz, 527 528 Ibídem. Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., pp. 354-355. Es llamativo que la minuciosa edición de la BAC no incluye el Documento de la Sagrada Congregación sobre la Doctrina de la Fe acerca de las conclusiones de la Asamblea. Una exhaustiva información sobre las cartas y el análisis sobre la Asamblea Conjunta, realizado por la Sagrada Congregación para el Clero, en Ecclesia, núm. 1587, 15-4-1972, pp. 20-30. 345 ―La otra Transición de la Iglesia… consultores de dicha congregación. Guerra Campos se defenderá de los hechos pasados varios años529. 529 Tarancón relata: ―[...] estaba triste, muy triste, porque había tenido que convencerme a la fuerza que algún obispo español no había jugado limpio en este asunto, cosa que me resultaba francamente desconcertante –varios en Roma me habían hablado de la presencia allí de monseñor Guerra y de sus manejos con el Opus y con la Secretaría de la Sagrada Congregación del Clero: tenía ya la evidencia de cómo se había fraguado todo- [...]‖. Ibídem, p. 510. Fernández Fernández apunta: ―[…] la prensa más aperturista relacionaba el documento con el Opus Dei, y más en concreto, con Álvaro del Portillo, consultor de la S. C. del Clero y hombre de confianza de Escrivá de Balaguer, que debía estar al corriente del plan y apoyarlo […]. En España, dentro de la CEE, actuaba Guerra Campos en perfecta sintonía con Álvaro del Portillo, y como máximo responsable en el ámbito gubernamental, el Presidente del Gobierno, Carrero Blanco, que sugirió la operación para frenar la renovación de la Iglesia‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., pp. 174-175. En su descargo, Guerra manifiesta al cumplirse el décimo aniversario de la Asamblea: ―[…] Meses más tarde la Sagrada Congregación para el Clero, mediante una carta firmada por el Prefecto y el Secretario, envió directamente al Presidente de la Conferencia Episcopal unas observaciones doctrinales para que el Episcopado las tuviese en cuenta en la reunión en que habla de revisar las conclusiones de la Conjunta. Gran número de Obispos reaccionaron, duramente en contra. Pablo VI lamentó después la falta de humildad y serenidad. Presionado gravemente, el Papa accedió a suavizar la tensión mediante una nota de la Secretaría de Estado, que se apoyaba precisamente en el hecho de que ya la Conferencia tenía acordado introducir algunas enmiendas; y expresaba la esperanza de que, con la aplicación de dicho acuerdo, todo quedase claro y se salvase lo positivo de la empresa. (El que suscribe era entonces Secretario General del Episcopado. Desconocía totalmente lo que preparaba la Sagrada Congregación y estaba totalmente ajeno a cualquier gestión, si la hubo, relacionada con el tema. Cuando la Congregación vio que el documento enviado a la Presidencia se decía no recibido y no llegaba a los miembros de la Conferencia, procedió a un segundo envío, esta vez por medio del Secretariado, tras consultar a la Secretaría de Estado. Como testigo pude comprobar, en silencio, las inexactitudes de lo que se dijo oficialmente al pueblo. El asunto sigue sin aclarar. Muchos se lanzaron a propalar informaciones sobre mi persona, de las que debo decir, no sólo que eran imperfectas, lo que sería natural, sino íntegramente falsas). La opinión pública se encontró con tres documentos (el de la Congregación, la carta de la Secretaría del Estado y unas manifestaciones atribuidas al Papa), más toda clase de 346 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Ante las supuestas maquinaciones y deslealtades en la utilización partidista del documento, la plenaria de la CEE hace pública una nota en la que reafirma la decisión de llevar a cabo las conclusiones de la Asamblea Conjunta (el comunicado se aprueba por cincuenta y un votos a favor y diez en contra): ―[…] La Conferencia Episcopal Española reafirma su decisión, acordada en la reunión del pasado diciembre, de llevar a la práctica en el plano nacional las conclusiones de la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes, a la que calificó entonces como un hecho positivo y dinámico de la vida de la Iglesia en España‖530. versiones polémicas. Gran polvareda: unos reclamaban la corrección 'de los errores o equívocos señalados por la Congregación; otros atacaban frontalmente a ésta como cómplice de una maniobra reaccionaria y hacían ver en las palabras del Cardenal Villot y del Papa una desautorización de la misma; algunos, exultantes ante el modo como el Episcopado se desentendió finalmente de la cuestión, cantaban el inicio de una actitud de autonomía frente al ‗aparato‘ romano. Resultado final: mayor confusión y divisiones; dolorosas rupturas íntimas en el clero y en muchos seglares de todas las diócesis de España. Son heridas que tardarán en cerrarse. De las enmiendas acordadas por la Conferencia, y a las que apeló el Santo Padre, no se ha vuelto a hablar nunca. La Conferencia ha preferido no hacer nada por introducirlas. Los equívocos, abusos, recelos y polémicas desatadas en torno a la Asamblea Nacional la han sepultado en el silencio en casi toda España, huyendo los sacerdotes por instinto de la guerra entre hermanos. Por contagio, igual mutismo y desgana han congelado muchas asambleas diocesanas, impidiendo el fruto que cabía esperar de ellas, por cuanto habían revisado vivamente la situación de la Diócesis y habían hecho acopio de abundantes propuestas de acción pastoral‖. BOEC, núm. 9-10, 1981, pp. 138-40. 530 FOESSA: Estudios sociológicos sobre la situación social de España, 1975, Volumen 1975, Fundación FOESSA, 1976. Iribarren apunta: ―[…] deja en su modesto lugar la nota romana, no sometida a la aprobación del Santo Padre, no conocida de antemano por la Secretaría de Estado y carente de valor normativo, y se apoya en la ratificada confianza de Pablo VI‖. 347 ―La otra Transición de la Iglesia… En el fondo de este trance post-Asamblea está la renovación de la cúpula de la CEE. Vicente Enrique y Tarancón se confirma como presidente, mientras José Guerra Campos es sustituido como secretario por Elías Yanes, obispo auxiliar de Oviedo, con cuarenta y un votos, frente a los treinta y tres del obispo conservador531. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 21. Para Alberto Iniesta aquel episodio ―distrajo‖ la importancia de lo acordado en la Conjunta: ―[…] Aunque finalmente se deshizo aquella maraña y se desenredó el enredo, completamente urdido por grupos reducidos que trabajaron en la sombra pero con eficacia, lo cierto es que todas estas polémicas interminables vinieron a desinflar un tanto aquella ilusión y aquella esperanza que se había puesto en su celebración‖. Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖, www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988. 531 Piñol recapitula: ―[…] Su elección fulminante como Administrador apostólico de Madrid, la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes (1971) y la elección de Tarancón para la presidencia de la Conferencia Episcopal Española (1972) constituyeron la manifestación más evidente de que se había iniciado una nueva etapa histórica en las esferas jerárquicas españolas y en amplios sectores del clero, a pesar de todas las maniobras y ataques desencadenados por los círculos nostálgicos e inmovilistas del eje España-Roma (en referencia al OD)‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica…, Op. cit., p. 40. Según Callahan: ―[…] La elección en 1972 del cardenal Tarancón como presidente de la Conferencia Episcopal Española y del obispo Elías Yanes, identificado con la tradición de Herrera, como secretario, en sustitución del equipo formado por Morcillo y Guerra Campos, marcó el final del predominio de los prelados afectos al régimen en la Conferencia‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 415. Ceferino de Blas, sacerdote y articulista, había previsto el resultado: ―[…] No es previsible la reelección de Guerra Campos como secretario de la Conferencia Episcopal, […] tras su movido mandato… con una meritoria labor a sus espaldas se ha significado excesivamente‖. La Voz de Asturias, 26-1-1972. El nuncio, monseñor Dadaglio, encuentra en Tarancón el mejor aliado para la independencia de la Iglesia del poder político, según manifestará en la XXXI Asamblea del Episcopado Español: ―España no puede permitirse el lujo de una Iglesia dividida y dormida‖. Barcenilla, A.: La Universidad Pontificia de Comillas: Cien años de historia 1882-1982, Madrid, 1993, p. 146. Guerra Campos pierde la secretaría a favor de Elías Yanes (luego 348 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón De todo el sector ultraconservador primigenio sólo quedan presentes en la ejecutiva, Marcelo González, algo inevitable dada su condición de cardenal primado y Laureano Castán, que se hace cargo de la Comisión para la Doctrina de la Fe, durante un breve periodo. El gobierno considera que buena culpa de ese cambio de relaciones de fuerzas en el Episcopado la tiene no sólo la presión vaticana ejercida por el nuncio Dadaglio, sino también la actitud de algunos obispos que, ante la presión de los sacerdotes más activos, deciden ―seguirlos al menos aparentemente‖532. Algunos hablan del liderazgo indiscutible de Tarancón, pero para el obispo Gabino Díaz Merchán el movimiento aperturista en la cúpula de la Iglesia no parte de una individualidad, sino de un grupo de obispos, que ―empujan al cambio‖ al propio Tarancón: ―[…] ¿Fue Tarancón el Prelado ‗líder‘, que arrastraba al Episcopado Español a su parecer, o era más bien él movido por la creciente mayoría de los obispos, favorables al cambio? Desde mi experiencia personal, sin negar la presidente de la CEE entre 1993 y 1999). Para Martín de Santa Olalla la auténtica batalla se libra para este cargo: ―[…] Se trataba del segundo cargo en importancia en la Iglesia española y Tarancón temía que Guerra pudiera ser reelegido. […] Tarancón se movió con rapidez y trabajó con decisión para que saliera adelante la candidatura del obispo auxiliar de Oviedo‖. Y recuerda que en la primera votación Guerra sumaba treinta votos, que suponía un incremento de diez sobre los conseguidos para González como presidente. Martín de Santa Olalla Saludes, P.: El rey, la Iglesia y la Transición, Sílex, Madrid, 2012, p. 40. 532 Documento ―La Iglesia en España. Sector religioso. Panorámica del año 1972‖, AGA. CUL. MIT. GE. C. 556. 349 ―La otra Transición de la Iglesia… importancia de la elección del cardenal para presidente de la CEE en aquellos momentos decisivos, más me inclino por lo segundo […]‖533. El gobierno, preocupado por la nueva configuración de la CEE, elabora el documento reservado, Situación de la Iglesia española tras la XVI Asamblea Plenaria de la CE, en el que señala que el 75% de la jerarquía es desafecta al régimen y un 20% de los prelados opositores lo son por obediencia a Roma534. Por otro lado, la comisión permanente de la CEE queda, según los informadores, controlada por diez obispos progresistas, frente a siete 533 Díaz Merchán, G.: Los obispos españoles en la Transición. Un testimonio de la CEE, texto de la conferencia impartida el 9-10-2001, en la Fundación Hidroeléctrica del Cantábrico, p. 10. Para Feliciano Montero el ―taranconismo‖ es un estilo de gobierno eclesial basado en el espíritu de tolerancia y diálogo con la sociedad y representa el espíritu de la reconciliación. Montero García, F.: ―El taranconismo. La transición de la Iglesia antes de la Transición‖, en R. Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, coord.: Historia de la Transición en España. Los inicios del proceso democratizador, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007, pp. 195-210. Por su parte el profesor Ortiz Heras cuestiona sus límites debido a la división de la jerarquía y a la tardanza en su defensa respecto a las bases laicales y clericales. Ortiz Heras, M.: ―La chiesa tra pacificazione franchista e riconciliazione‖, en Spagna contemporanea, 33, 2008, pp. 15-29. 534 Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972, p. 12. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10670. El informe acusa a Pablo VI de olvido de ―su deber paternal‖, y define la actitud de los obispos hacia el régimen de contraria por acción u omisión: ―[…] un 20% contestatario y antirégimen donde figuran la casi totalidad de los Obispos Auxiliares, 35% progresistas simplemente de línea limpia, 20% en apariencia antirégimen por temor a Roma pero con fondo ortodoxo, religioso y político y el 25% restante declaradamente ortodoxo y afecto al Régimen, que no obstante tiene que someterse a Roma como pasó con Monseñor Guerra Campos que no estuvo en Zaragoza por la orden prohibitiva del Vaticano. Y no se puede dudar de la afección al Régimen y de su ortodoxia‖. Ibídem. 350 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón conservadores a los que llama ―Afectos sin reserva‖ y que son: Castán (Guadalajara), Marcelo González (Toledo, 43 votos de 77), Cantero (Zaragoza); afectos con reserva: López Ortiz (Castrense), Bueno Monreal (Sevilla, 46/77), Romero de Lerma (Ávila, 42/75), García Lahiguera (Valencia); indiferentes: Argaya (San S., 57/74), Cerviño (Santiago); oposición fuerte: Elías Yanes (Oviedo, 41/78), Jubany (Barcelona, 44/78), Cirarda (Córdoba, 58/77), Benavent (Granada, 48/77), Añoveros (Bilbao, 52/75), González (Huelva, 38/75); oposición moderada: Tarancón (Madrid; 52/78); Dorado Soto (Guadix; 44/78); Díez Merchán (Oviedo; 50/77); Pont y Gol (Tarragona, 53/77). Tarancón y Guerra Campos, dos visiones opuestas en la CEE. Ecclesia, núm. 1583, 11-3-1972, p. 17. Para el gobierno la XVI Asamblea ha elegido: ―[…] doce jerarquías de izquierdas, tres de centro y cinco de derechas, siendo ignorado totalmente Guerra Campos‖535, y le preocupa que la nueva cúpula de la CEE tome el relevo de las bases católicas críticas con el régimen que participan activamente en los movimientos sociales, y se genere el proceso de aconfesionalidad estatal más importante en la historia del país. Lo cierto es que la ejecutiva surgida en marzo de 1972, con Enrique y Tarancón, Yanes, Bueno Monreal, Jubany, Díaz Merchán y Cirarda, entre otros, mantiene el espíritu renovador y partidario de la separación Iglesia- 535 Ibídem. 351 ―La otra Transición de la Iglesia… Estado536. En abril, informes gubernamentales hablan ya del inicio del ―desenganche‖, y la presumible persecución de Guerra Campos y la HSE: ―[…] los órganos de gobierno de la Iglesia se encontraban inclinados hacia el llamado ‗desenganche‘ pero los sectores opuestos al progresismo habrían logrado ya más firmeza […] de la persecución oficial romana contra las reuniones ortodoxas de la Hermandad Sacerdotal Española en Zaragoza, la indisciplina en la organización eclesiástica sobre todo en los seminarios y la persecución de Guerra Campos por parte del clero contestatario y jerarquías‖537. Desde el grupo de obispos conservador se trata minimizar los acuerdos alcanzados en la Conjunta, y ese mismo abril Ecclesia publica un artículo del cardenal Marcelo González Martín, La fe no se improvisa ni cambia con el paso del tiempo, donde reafirma su adhesión al Santo Padre y a la Congregación de la Fe, al tiempo que ataca las enseñanzas ―liberadoras‖ que surgen a menudo en la institución: ―Avergüenza comprobar la extrema debilidad intelectual y religiosa de quienes, para renovar, lo único que hacen es destruir‖538. Paralelamente el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Castán 536 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 510-514. Vid. ―Secreto. Situación de la Iglesia española tras la XVI Asamblea Plenaria de la CEE. Marzo 1972‖, AGA. CUL. MIT. GE. C. 557, leg. 10950. 537 Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972…, Op. cit., Legajo 556. Los informes del gobierno llegan más lejos y lanzan sus acusaciones al Vaticano. 538 Ecclesia, núm. 1587, 15-4-1972, pp. 31-32. 352 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Lacoma, publica en el BOOSG, Estudio sobre las conclusiones y ponencias de la Asamblea Conjunta de Obispos-sacerdotes, tenida en España del 13 al 18 de septiembre de 1971, resaltando el contenido del informe de la Sagrada Congregación del Clero en Roma, en un claro afán por generar dudas sobre la asunción del Vaticano de algunos de los acuerdos tomados539. Por su parte, Guerra Campos manifiesta el mismo desacuerdo sobre los puntos sobrevenidos de la Asamblea tales como el reconocimiento de que la Iglesia no ha sido instrumento de reconciliación después de la guerra civil, la discusión sobre el celibato o la asistencia a los militares a la jurisdicción castrense, en Criterios para orientarse en medio de la confusión (22-5-1972), poniendo de relieve la autoridad del obispo para asumirlas: ―[…] La asamblea fue un medio ordenado a hallar orientaciones para el ministerio sacerdotal. Por sí, no es normativa… Cada obispo puede asumir alguna de sus propuestas y convertirlas en norma en su propia diócesis […]. Quien solicite para la asamblea una adhesión –que por otra parte nadie puede exigir-[…] ¿qué sucede si alguien no se deja mover? Ciertamente, no sería lícito pretender forzarle o avergonzarle, como si estuviese faltando a la verdad o se opusiese a la autoridad‖540. 539 BOOSG, anuario de 1972, pp. 189-204. Traducción del original italiano. El documento de la Sagrada Congregación lleva firma del 10 de febrero de 1972 y en la nota que le acompaña se destaca: ―[…] El valor de este Documento, que es indudablemente de la Sagrada Congregación para el Clero, es el que se desprende de las cartas del mismo Sagrado Dicasterio y de las consideraciones finales del Documento en su número 3, que están en concordancia con la carta del señor Secretario de Estado‖. Ibídem. 540 Guerra Campos J.: Criterios para orientarse en medio de la confusión, Madrid, 22-5-1972. La CEE, acosada por estos mensajes internos, y las reiteradas llamadas a la autonomía sobre 353 ―La otra Transición de la Iglesia… El otrora secretario en la Asamblea argumenta que el magisterio actual de la Iglesia ―no excluye al magisterio de ayer‖: ―[...] las cosas nuevas sean coherentes siempre con las antiguas‘ que haya continuidad entre unas u otras […]. Así por ejemplo, la libertad civil en materia religiosa debe armonizarse, según el Concilio ‗con la doctrina tradicional católica acerca del deber moral de las sociedades en relación con la única Iglesia de Cristo […]‘, el magisterio de hoy no excluye al magisterio de ayer […]. Y no convendría olvidar que el separar fragmentos de la verdad es lo que constituye literalmente una herejía‖541. Ireneo García, desde Albacete, tras recordar los graves malentendidos y enfrentamientos internos que se han vivido y que no tienden a desaparecer sino más bien al contrario, trata de intermediar en la crisis la disciplina y acatamiento hacia los obispos por un grupo de teólogos, se ve obligada a emitir una nota desde su XXXVI Comisión permanente (6-8 de junio de 1972) para que se atajen tales demandas: ―[…] y señala a ciertos medios de comunicación que dan la impresión de creerse en el deber de suplantar a la Jerarquía, y exige unión de sacerdotes y seglares con los obispos, como éstos prometen tenerla con el Papa‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 21. 541 Ibídem. Guerra recurre al término ―herejía‖, aparentemente desterrado, y que también utiliza Marcel-François Lefèbvre, arzobispo francés, líder destacado del tradicionalismo, con quien coincidirá en varias ocasiones, quien declara de las reformas del Concilio, ―nacen de la herejía y terminan en ella‖. Pablo VI lo suspende ―a divinis‖ en el ejercicio de sus funciones al obispo francés en 1976. Diario de Cuenca, (6-8-1976). Vid. Menozzi, D.: ―L‘antiConcilio, 1966-1984‖, en Alberigo, G. y Jossua J. P.: Il Vaticano II e la chiesa, Brescia 1985; Buonasorte, N.: Tra Roma e Lefebvre. Il tradicionalismo cattolico italiano e il Concilio vaticano II, Studium, Roma, 2003. Por sus declaraciones de las reformas del Concilio que: ―nacen de la herejía y terminan en ella‖, Pablo VI lo suspende ―a divinis‖ en el ejercicio de sus funciones en 1976. Diario de Cuenca, (6-8-1976). 354 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón apelando a la aprobación del Papa de los acuerdos tomados, y a la importancia de las nuevas orientaciones que emanen desde la CEE: ―[…] Ciertamente, hay que estar prevenidos ante ideologías que no concuerden con el magisterio de la Iglesia católica. […] Quede bien clara una conclusión, reiterada por el Papa: se han de llevar adelante los acuerdos, que no sólo estén en conformidad con la doctrina y el espíritu de la Iglesia, sino que sean viables y concretos. La Santa Sede espera de la Conferencia Episcopal que elabore ‗las orientaciones pastorales que las circunstancias concretas aconsejen, de manera que el pueblo de Dios se sienta ayudado y confortado para seguir con renovado espíritu evangélico el camino del Señor en un peregrinar por la historia‘‖542. Marcelo González, preocupado por el alejamiento de la institución del régimen, sale al paso comparando la relación que mantienen otros países con su Iglesia, centrándose en la pertinaz renuncia que al término nacionalcatólico mantienen las bases en España, dentro del contexto de una conferencia sobre ―San Francisco de Borja, ejemplo de renovación sin desviaciones‖: ―[…] Él no incurrió en un vicio en que tampoco suelen incurrir los franceses, los italianos, los austriacos, etc., los cuales suelen hablar con gran gozo de su patria y de los servicios que a la Iglesia ha prestado. Sólo entre nosotros, o al menos con más abundancia que en otras partes, surgen ahora –cuando tan necesario es recordarlo incluso como exigencia de cultura- las 542 Ecclesia, núm. 1596, 17-6-1972, p. 15. 355 ―La otra Transición de la Iglesia… reticencias o los desprecios. Esto no es justo. Hay que hablar de la España católica con humildad, y dispuestos a reconocer nuestros defectos, pero sin recurrir a esas frasecitas del ‗nacional-catolicismo‘, etc., empleadas tantas veces con ironía y aún con crueldad‖543. El gobierno, a su vez, critica las incursiones en la política de los obispos progresistas al tiempo que realiza un ímprobo esfuerzo por difundir la imagen pública de aquellos que son fieles a sus intereses: ―[…] El exministro Sr. Girón (José Antonio Girón de Velasco, ministro de Trabajo entre 1941 y 1957) se refiere en su discurso de Valladolid a las intromisiones eclesiásticas en el campo político mientras se inicia una campaña contra la recién iniciada actuación en T.V.E. de Mons. Guerra‖544. La tenaza gobierno-jerarquía inmovilista sigue unida por el eje político/religioso. De facto, la nueva estrategia del gobierno pasa por otorgar un espacio en la televisión pública al propio Guerra Campos con El octavo día. Durante sus emisiones el obispo inicia su particular ―reorientación‖ sobre los 543 Casino ―Fomento‖ de Gandía (Valencia). AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 544 Fechado en mayo de 1972. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. El sacerdote José del Estal critica abiertamente el protagonismo de Guerra en TVE en El Correo de Zamora (238-1972). La réplica a favor del obispo llega de un vecino de Zamora. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. De este tipo de informes se desprende, según Montero: ―[…] que interesadamente trataban de explotar esas divisiones (dentro de la Iglesia) en su propio beneficio, exagerando las posiciones progresistas, alentando las conservadoras, glosando atentamente cualquier indicio de freno o crítica al progresismo, desde los propios medios eclesiásticos‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 325, nota 65. 356 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón contenidos del Concilio, incidiendo especialmente sobre el concepto de libertad y la misión temporal de la Iglesia: ―[…] El hecho de la confusión lo habíamos condensado en estas palabras: En el seno de numerosos grupos, desde publicaciones, cátedras de enseñanza religiosa y, a veces, desde la misma predicación sacerdotal se vierten como doctrina de la Iglesia ideas contrarias a la misma, al parecer sin una desautorización eficaz‖545. Guerra critica sin paliativos la orientación de la presidencia de la CEE y recoge los testimonios de varios obispos como Tarancón, Añoveros, Barrachina, Jubany, Delicado -y hasta del nuncio monseñor Dadaglio- con el fin de achacarles un excesivo ―compromiso temporal‖: ―[…] Quieren reformar la Iglesia desde su interior. Quieren transformar la fe de la misma Iglesia, a ser posible sin que la conciencia de los fieles lo advierta‖546. El obispo conservador también sostiene criticas al clero: ―[…] He aquí una ilustración pintoresca de las palabras del Papa: si vamos mundo adelante y 545 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. Fechado el 12-6-1972. La emisión de El octavo día comienza el 17 de mayo de 1972. Ese mismo año Guerra es nombrado miembro del Consejo Asesor del Ente, que se suma a su presidencia en la comisión asesora de programas religiosos de Radio Televisión Española (RTVE), cargo que ocupa desde 1966 hasta 1974. En el libro homónimo al programa, Guerra Campos expresa su intención de acercar, sin tecnicismos, la palabra de Dios. Guerra Campos, J.: El octavo día…, Op. cit., p. 15. De su paso por RTVE queda la anécdota que narra Eustaquia Pastor: ―En el comedor siempre hubo un reloj de pared, obsequio de Adolfo Suárez, (director general del Ente entonces)‖. Eustaquia Pastor, ama de la casa del obispado de Cuenca durante los últimos dieciocho años de Guerra Campos en la diócesis. Entrevista realizada el 12-3-2003, Cuenca. Entre los medios que auspicia -y colabora- Guerra Campos destacan Iglesia-Mundo, ¿Qué pasa? y El cruzado español (éste último ―apadrinado‖ por el almirante Luis Carrero Blanco). 546 Ibídem. 357 ―La otra Transición de la Iglesia… entramos en las habitaciones de algunos, pocos, sacerdotes y religiosos, comprobaremos que han desaparecido las imágenes de Jesús, de María y de los santos, y ocupan su puesto las de Che Guevara o de Mao Tse-Tung. Hemos de vigilar, porque podemos vaciarnos de la fe por rendijas a las que no damos importancia, pero que dan entrada –como diría el Papa- al ‗humo de Satanás‘‖547. ------ El octavo día recoge los textos emitidos en TVE. En la imagen una dedicatoria manuscrita de Guerra Campos. El gobierno cuida también al detalle los movimientos de sus obispos leales. De la participación del cardenal y primado de Toledo, González Martín en la ―V Semana Teológica‖ (2-9-1972), afirma: ―Prevaleció la línea ortodoxa‖548. Varios días más tarde resalta el seguimiento de Guerra Campos en el cursillo ―Orientación sobre Problemas y Pastorales de la Iglesia de hoy‖ (11 al 13 de septiembre), ante más de doscientos sacerdotes549. Los informes gubernamentales, a tenor la lectura de la memoria del MIT de ese año, calculan la vuelta de los inmovilistas a la gobernanza de la Iglesia en base al éxito de convocatoria y afiliación del clero más 547 Guerra Campos, J.: ―El humo de Satanás. Tentación Primera‖, El octavo día…, Op. cit., pp. 164-165. 548 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 549 Ibídem. Exactamente doscientos quince, minuciosamente contados por la fuente. 358 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón reaccionario bajo las siglas de la HSE. En contrapartida, preocupa el ascenso de nuevos obispos auxiliares de tinte progresista y el ―ostracismo‖ al que está siendo relegado Guerra Campos: ―[…] la Semana Teológica de Toledo, por su gran altura y recta doctrina, es elemento positivo frente a tanto curso filo-subversivo. En septiembre, el sector tradicional obtiene un gran éxito con la celebración de las Jornadas de Zaragoza (organizadas por la Hermandad Sacerdotal Española), hecho que marca un importantísimo jalón, pues demuestra la capacidad de reacción existente frente a la actitud de la mayor parte de la jerarquía y de Roma y a pesar del dominio progresista de los más importantes periódicos del país. La contrapartida es el nombramiento de cuatro Obispos Auxiliares más, entre ellos Mons. Setién y el aumentado ostracismo de Mons. Guerra Campos‖550. Precisamente a las ―Jornadas Sacerdotales Internacionales‖, de las que habla el informe, organizadas por la HSE, entre los días 26-28 de septiembre de 1972, no asisten Guerra Campos ni Castán Lacoma. En el informe ―Panorámica del año 1.972‖ se menciona, según los observadores, la ―persecución‖ que sufre el obispo Guerra por su afección al régimen y la prohibición a las Jornadas por prohibición expresa del Vaticano: ―[…] Finalmente una prueba indudable de la pugna eclesial, lo revela el hecho de la persecución de Monseñor Guerra Campos por parte del Clero 550 Ibídem, Legajo 556. En el programa figura la presencia del arzobispo ultraconservador Marcel-François Lefèbvre, con el tema ―La familia, semillero de vocaciones sacerdotales‖. 359 ―La otra Transición de la Iglesia… Contestatario y Jerarquías –más aún éstas- que le ha hecho un prescrito de su propia fe católica hasta el punto de haberle quitado todos sus cargos eclesiásticos... que no estuvo en Zaragoza por la orden prohibitiva del Vaticano. Y no se puede dudar de la afección al Régimen y de su ortodoxia‖551. La ligazón entre Guerra Campos y la HSE figura en informes del gobierno (18-9-1972): ―[…] Parece ser que en la actualidad se encuentra muy unido a la Hermandad el Obispo Monseñor Guerra Campos, quien se manifestaba satisfecho de haber cesado en los últimos cargos que tenía por considerar que ahora está más libre e independiente para desarrollar la misión a que se cree obligado, que es la de hacer frente a la confusión‖552. 551 552 Ibídem. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60100. Nota confidencial, ―La Comisión Permanente del Episcopado y la Hermandad Sacerdotal‖, donde se recoge que, desde la CEE, se trata de mermar a la HSE: ―[…] los sacerdotes que allí se reúnen lo harán por su propia iniciativa, sin que la Conferencia Episcopal Española haya autorizado ni respaldado dicha reunión […] que en las reuniones de San Lorenzo de El Escorial hubo tres prelados que se oponían al paso dado por la Comisión Permanente del Episcopado (parece que son los doctores Cantero, Castán Lacoma y Guerra Campos), pero se impuso la convención mayoritaria- que había recibido instrucciones a ese respecto del Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Luigi Dadaglio, y nada se pudo hacer […]. Ibídem. En cuanto a la prohibición de no asistir a algunos obispos: ―[…] tras el ruego había unos vocablos que ratificaban lo que en realidad era una orden: ‗formal y encarecidamente‘… Por tanto dichas jerarquías decidieron abstenerse de ir a la Ciudad del Pilar. Pero monseñor Guerra Campos se personó el viernes de la semana pasada en la Nunciatura, para exponer su queja a monseñor Luigi Dadaglio por lo que estimaba era intolerable injerencia en la actuación suya… rogó que transmitieran al Vaticano su dolor por la maquiavélica maniobra… En cuanto al Obispo de Sigüenza-Guadalajara, recibió, con la carta- que le fue entregada personalmente por un sacerdote italiano adscrito a la Nunciatura- el ruego de que hiciera público que su ‗no 360 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón A finales de año, pocos días antes de darse por concluidos los debates en la CEE sobre el nuevo documento que guiará las relaciones de la asistencia a las Jornadas de Zaragoza obedecía a motivos de salud‘. Monseñor Castán Lacoma repuso tajantemente: ‗Eso no lo puedo decir yo, porque es mentira. Yo diré que se me ha prohibido asistir‖. Ibídem. En los informes sobre las jornadas se recoge: ―[…] Firmado por Laureano, Obispo de Sigüenza: ‗Impedido motivos superiores hacer acto de presencia Jornadas Sacerdotales, presidiendo celebración apertura, ofrezco oraciones al Señor y a la Madre Iglesia, bajo título Pilar, pidiendo fruto espiritual copioso para que vida sacerdotal se oriente eficazmente según doctrina Concilio, Magisterio Pablo VI y último Sínodo Obispos‘. Por último, se dio lectura al telegrama enviado por Monseñor Guerra Campos, siendo interrumpida su lectura en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes, que al terminar, han proseguido sus aclamaciones, puestos en pie. Del texto de este telegrama, se ha hecho una tirada a multicopista de 10.000 ejemplares, siendo distribuido entre los asistentes a la salida del acto, acompañándose uno de dichos ejemplares‖. Ibídem. En otra nota de medios eclesiásticos se relata cómo un grupo de sacerdotes de Asturias viajan a Madrid para entrevistarse con Guerra Campos con el fin de constituir allí la HSE. Al llamar por teléfono dan con las dependencias donde se encuentra el nuevo consiliario nacional, monseñor Torija, quien pregunta cuál era la edad del sacerdote que le hablaba: ―[…] Un tanto confuso o extrañado por esta pregunta, el sacerdote le contestó que 50 años y entonces Monseñor Torija le replicó, poco más o menos, que entonces se tranquilizaba, pues si se tratase de sacerdotes más jóvenes ese deseo de ver a Monseñor Guerra Campos lo consideraba tan absurdo que le había producido una enfermedad. Esta manifestación de hostilidad, realmente extemporánea, ha causado gran sorpresa en estos sacerdotes de Asturias… Madrid, 18 de octubre de 1972‖. Ibídem. A Guerra se le atribuye el papel de referente ideológico de la HSE. Callahan analiza la relación: ―[…] Entre las filas del clero, la oposición se articulaba en torno a la Hermandad sacerdotal del Clero y el obispo Guerra Campos. (En Zaragoza afirmaron que las reformas del Concilio se estaban aplicando apresuradamente, en un clima de anarquía teológica)[…]. La oposición de los seis mil sacerdotes pertenecientes a la Hermandad Sacerdotal intensificó el clima de división interna endémico a la Iglesia española durante este periodo del decenio de 1970 como su versión carlista un siglo atrás, y por motivos similares. Aunque algunos obispos simpatizaban con su programa, la mayoría, no. Guerra Campos proporcionaba apoyo moral, pero su decisión de dejar de asistir a las reuniones de la Conferencia Episcopal dejó a la intransigente derecha clerical sin su elemento influyente en una Iglesia que seguía dominada por la jerarquía‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., pp. 418-419. 361 ―La otra Transición de la Iglesia… institución con el régimen, el obispo de Ciudad Real, Juan Hervás y Benet, evita traslucir, ante los micrófonos de Radio Vaticana en el programa ―La Iglesia de España a vista de Obispo‖ (22-12-1972), la importante división que existe en el Episcopado: ―[…] Se habla y se escribe con demasiada ligereza que los obispos españoles estamos divididos. Creo que sería mucho más objetivo y sincero que se hablara de cómo se aman, se respetan, se ayudan… a buscar la verdad‖553. El veterano obispo trata de minimizar las discusiones y desencuentros sobre un documento de claro signo político: ―[…] Será un documento equilibrado y sincero. La jerarquía española reconoce todo lo positivo que ha realizado el Estado español y no pretende olvidarlo o ignorarlo cuando trata de afirmar su independencia y analizar las mutuas relaciones. No es cierto que haya recibido presiones exteriores. Se ha retrasado porque no quisimos redactar con apresuramiento un documento delicado‖554. La línea dura del régimen considera que el documento pretende desestabilizar las estructuras del mismo, si bien interpreta que los ―controles‖ están dando sus frutos: ―[…] la mayoría progresista no es suficientemente fuerte para romper abiertamente con el Régimen‖555. Sin embargo, Pablo VI manifiesta, ante el cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano, su clara apuesta por la división de poderes: 553 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. 554 Ibídem. 555 Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972…, Op. cit., p. 12. 362 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón "[...] Ambos órdenes son realmente distintos y es una suerte de nuestra época el haber hallado esta distinción fundamental entre el poder temporal y el Reino Divino que encarna la Iglesia, por encima de las vicisitudes y de las exigencias históricas que han podido crear confusiones, En este sentido, Nos, en cuanto portavoz del Evangelio, no tenemos que indicar los caminos políticos y los medios concretos que los ciudadanos en particulares circunstancias, deben utilizar para obtener el progreso del propio país‖556. 556 Diario de Cuenca, 9-1-1973, p. 3. Lo cierto es que son muy pocas las informaciones detalladas sobre el crítico momento por el que atraviesan las relaciones Iglesia-Estado. El mismo diario publica unos días más tarde: "No es función de la Iglesia desarrollar una acción política‖, para subtitularlo: "Pero también es su deber ayudar al hombre en la búsqueda de la justicia y la promoción social". Diario de Cuenca, 12-1-1973, primera página. En la misma edición aparece un artículo, sin firma, donde se vierten impresiones del general Franco con respecto a las relaciones Iglesia-Estado: "[…] Así recordó como de acuerdo con el sentir católico de la casi totalidad de nuestro pueblo, el Gobierno ‗ha mantenido invariablemente a lo largo de más de siete lustros su actitud de respeto y cooperación hacia la Iglesia‘ [...]. Están muy recientes las cifras hechas públicas por el vicepresidente Carrero Blanco como para olvidarlas, tanto en lo que se refiere a los obispos y sacerdotes que fueron asesinados antes y durante nuestra Cruzada, como a los apoyos materiales prestados por nuestro Estado a la Iglesia, sin solución de continuidad... Pero ¿y el futuro? El pensamiento del Caudillo es diáfano al respecto, ya que sus relaciones mutuas señaló ‗han de basarse en la independencia de ambas supremas potestades y en el reconocimiento de la esfera de autonomía propia del orden político‘ [...]. Todo el quid de la cuestión puede radicar en lo que se expresaba sinceramente en la Conferencia Episcopal española el 29 de junio de 1966 según recordó con visible acierto el Jefe del Estado: ‗Si es misión de la jerarquía iluminar la conciencia de los fieles en el cumplimiento de sus deberes cívico-sociales, no lo es invadir el terreno de la autoridad civil adoptando posturas o emitiendo juicios que, por referirse a la elección de medios contingentes en el orden temporal, dependen del ejercicio de la prudencia política…‘". Diario de Cuenca, ―Iglesia-Estado‖, sección ―Punto de vista propio‖, 9-1-1973, p. 3. 363 ―La otra Transición de la Iglesia… Curiosamente, días antes de hacerse público desde la CEE, Diario de Cuenca adelanta el titular: ―El documento ‗Iglesia-Comunidad política‘ a punto de hacerse público‖. Subtítulo: ―Iglesia: Renuncia al privilegio del Fuero. Estado: Renuncia al privilegio de presentación‖557. Esa filtración se confirma el 20 de enero de 1973 cuando aparece La Iglesia y la comunidad política (ratificado el 23 de febrero por la XVII Asamblea Plenaria). En el documento los obispos fijan posiciones sobre las nuevas relaciones de la Iglesia con el régimen, mostrando la voluntad de ―desengancharse‖ del franquismo, al tiempo que se solicita la modificación legal para que los eclesiásticos abandonen los órganos de representación y gobierno del Estado y la confesionalidad del mismo: ―[…] Las circunstancias de hoy son muy distintas, tanto en la Iglesia como en la sociedad española […], y consideramos que la participación de eclesiásticos en los mencionados órganos de decisión política no responde ya ni a los criterios pastorales de la Iglesia ni a las exigencias de una sana colaboración entre ella y el Estado‖558. 557 Diario de Cuenca, 17-1-1973, p. 6. Esta noticia solapa durante algunos días otras de mayor envergadura como es el terrorismo de ETA, o la enfermedad del Caudillo. 558 BOOC, ―Declaración colectiva del Episcopado Español al término de su XVII Asamblea‖. La Iglesia y la Comunidad política, BOOC, núm. 2, febrero de 1973, pp. 95-96. Otros párrafos significativos del documento: ―[…] La mutua independencia y la sana colaboración en el común servicio a los hombres (Cf. GS, n. 42) […] habrá muchos que legítimamente discreparán de esa opción e incluso la combatirán en nombre de la misma doctrina… En todo caso, el hecho de que el Estado procure que sus leyes se inspiren en la doctrina de la Iglesia, no significa en modo alguno que por ello la Iglesia o su Jerarquía queden implicadas en la valoración de las mismas‖. CEE. La Iglesia y la comunidad política, n. 2 y n. 56. La copia del documento es enviada por Enrique y Tarancón a Franco y también al almirante Carrero 364 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Blanco (legajo 108 de los ―Archivos secretos de Franco‖). El envío a Carrero va acompañado de una carta del arzobispo de Madrid que dice entre otras cosas: ―[…] La guerra fue una Cruzada y nunca he dudado de ello; estoy totalmente de acuerdo en lo que dijeron los obispos de entonces en la Carta Colectiva‖. (Interviú, 11-2-1985. ―Los archivos secretos de Franco‖. Capítulo IX).‖ Grimaldos, A.: Op. cit., p. 72. El documento recoge, además, el derecho a la acción política plural de los católicos, precisando: ―[…] ningún sistema social o político puede agotar toda la riqueza del espíritu evangélico […] es necesario que exista en la comunidad política espacio suficiente para que sus miembros pueda asumir de manera eficaz esta pluralidad de compromisos individuales y colectivos‖. Figuero, J.: Op. cit., p. 476. José María Martín Patino observa: ―Hasta el 23 de febrero de 1973, tres años antes de la muerte de Franco, no se logró la mayoría suficiente en la Conferencia Episcopal para optar pública y claramente a favor de la institucionalización del pluralismo político y reconocer el anacronismo e inconveniencia del Estado confesional. Esa extensa declaración (La Iglesia y la comunidad política) apenas fue conocida por la opinión pública, dada la oposición y el control ejercido por el poder político. La sorpresa que produjo la homilía del cardenal Tarancón en la iglesia de los Jerónimos (en 1975 ante los Reyes, una vez muerto Franco) se explica, en gran parte, por este desconocimiento de la que ya había sido dicho claramente por el Concilio y recordado por los obispos españoles en dicha declaración de 1973‖. Martín Patino, J. M.: ―La Iglesia de la transición‖…, Op. cit., p. 227. Para Álvarez Bolado: ―[…] La celebración de la Asamblea Conjunta significó la liquidación del compromiso nacional-católico por parte de la Iglesia. A nivel formal esto quedará refrendado por la Carta Pastoral sobre Iglesia y Comunidad Política que los obispos publican en 1973. Con esta Pastoral no sólo se abandona el experimento nacional-católico, sino que se prepara de una manera muy efectiva la transición política a la muerte del dictador‖. Álvarez Bolado, A.: ―Naturaleza y tiempo del Nacional-catolicismo‖, Razón y Fe, 1054-5, 1986, p. 68. Fernández Fernández analiza el documento: ―[…] Es interesante constatar que la Asamblea se sitúa entre el documento de 1966, obra de Guerra Campos, y publicado a toda prisa unos días antes de la reunión plenaria del episcopado, que lo ratificó posteriormente, y el de 1973. En el primero, sostenía que confesionalidad estatal y el sistema de dependencia Iglesia-Estado era un ‗don sagrado‘, una bendición de Dios. En el segundo afirmaban, por el contrario, que ‗la Iglesia no está ligada a ninguna forma particular de cultura humana ni a ningún sistema político, económico o social‘. En cuanto a la confesionalidad, decía que, entendida como ‗profesión solemne de la fe católica como la única religión oficial y en la mera tolerancia para las demás confesiones‘, no era la única fórmula recomendable, y que el papel del poder público en este campo era ‗asumir eficazmente la protección de la libertad religiosa de todos los ciudadanos por medio 365 ―La otra Transición de la Iglesia… Guerra Campos tilda de incongruentes las actitudes de los compañeros del Episcopado que intentan romper la mutua reciprocidad entre Iglesia y Estado: ―[…] Hay en muchos como una sensación de haberse desembarazado de un lastre. Y cierta ufanía al compararse con tiempos antiguos: ¿no es una conquista de la Iglesia actual haber dejado el ‗poder‘ tener ‗libertad‘ y estar ‗despolitizada‘? Sólo que, al hablar de ‗poder‘, ‗libertad‘ y ‗despolitización‘ y al compararse con otros tiempos, hay no poca ingenuidad y falta de información. Por ejemplo, muchos dan por obvio que el privar-librar a la Iglesia de todo ‗privilegio‘ o ‗poder‘ es el fruto de la secularización o supresión de la ‗confesionalidad‘. Podrían recordar que el máximo despojo y debilitamiento de la Iglesia en el siglo XIX (desamortizaciones, exclaustraciones...) fue obra de Estados ‗confesionales‘. Y que la tendencia regalista a poner toda la disciplina institucional de la Iglesia como función del Estado y a ‗convertir la Iglesia en una institución nacional que dependa lo menos posible de la Santa Sede‘ (Leclercq) se dio por igual en situaciones políticas de absolutismo y de liberalismo‖ 559. Al tiempo arremete directamente contra el texto corrigiendo lo que considera ―equívocos‖ al referirse a ―confesionalidad‖ y ―libertad religiosa‖: de leyes justas‘. Una condición que no se cumplía en España por mantenerse todavía en vigor la confesionalidad del Estado‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 188. 559 Guerra Campos, J.: Confesionalidad religiosa del Estado…, Op. cit., pp. 491-515. Conferencia del mismo título impartida en la Asociación de Universitarias Españolas de Madrid. 366 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Se ha dicho, glosando el reciente documento ‗La Iglesia y la comunidad política‘, que la confesionalidad es algo que compete al Estado y que a la Iglesia sólo le interesa la libertad religiosa. Respuesta. Confesionalidad y libertad interesan por igual a la Iglesia y al Estado. Sobre ambas la Iglesia propone exigencias morales; el Estado decide en ambas la ordenación jurídica‖560. El obispo conservador viene a concluir que los acuerdos no son un sistema orgánico y completo de la doctrina católica, pues ésta tiene en cuenta: ―[…] además de la protección de la libertad civil o inmunidad de coacción en materia religiosa, unos deberes religiosos positivos que la sociedad civil ha de cumplir‖561. Los deberes, a los que hace alusión el obispo, son de dos tipos: en relación al ―orden espiritual‖ y ―orden temporal‖. En relación directa con el ―orden espiritual‖ destaca: a) dar culto a Dios; b) favorecer la vida religiosa de los ciudadanos del que desarrolla: ―[…] El poder público debe crear condiciones propicias para el fomento de la 560 Ibídem, p. 506. 561 Ibídem, p. 493. El texto continúa: ―[…] no debemos separar las enseñanzas del Concilio del patrimonio doctrinal de la Iglesia, sino más bien ver cómo se insertan en él‖. A pie de página del mismo recoge: ―[…] a la vista de la situación mundial en el tiempo del Concilio, lo que se estimaba más urgente entre las preocupaciones de la Iglesia no era la carencia de religiosidad positiva de los Estados, sino la carencia de libertad en muchos países, donde se pretende construir la sociedad prescindiendo en absoluto de la religión y se ataca y elimina la libertad religiosa de los ciudadanos. ‗Lumen gentium, 36‘. A la Iglesia le urgía ante todo garantizar la independencia necesaria para cumplir su misión en todo el mundo (DH, 13) […]. Y las Relaciones con que se presentó a los Padres del Concilio el texto de la Declaración DH. Repiten más de una vez expresamente que la libertad religiosa no se opone a la confesionalidad del Estado […]‖. Ibídem, pp. 493-494. 367 ―La otra Transición de la Iglesia… vida religiosa, a fin de que los ciudadanos puedan realmente ejercer los derechos de la religión y cumplir los deberes de la misma […]‖, y c) reconocer la presencia de Cristo en la historia y la misión de la Iglesia instituida por Cristo562. En relación con el ―orden temporal‖, Guerra Campos está convencido que la Iglesia debe inspirar la legislación y la acción de los gobiernos: ―[…] los ciudadanos creyentes han de instaurar el orden temporal ‗dirigidos por la luz del Evangelio y la mente de la Iglesia […]. Hay que instaurar el orden temporal de tal forma que, salvando íntegramente sus propias leyes, se ajusta a los principios superiores de la vida cristiana (AA, 7)‖ 563. Además, añade tres observaciones para entender la subordinación de la comunidad política a la ley de Dios: a) Inspirar una ley o una solución de orden temporal no es dar hecha ni la ley ni la solución. b) Aunque la ley y la acción de gobierno nunca deban favorecer lo inmoral y, por lo contrario, han de crear condiciones que favorezcan únicamente la vida moral, no es verdad que la ley jurídica deba impedir y penar todo lo que se opone a la ley moral564. c) Pero no todas las leyes civiles pueden ser permisivas565. 562 Ibídem. 563 Ibídem, nota 3, pp. 494-497. 564 Ibídem, pp. 499-501. 565 Ibídem, pp. 501-502. El obispo recoge mensajes de Pablo VI y Conferencias Episcopales denunciando leyes contrarias a la moral de la Iglesia. Para Luis Suárez, Guerra aplica la 368 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón doctrina de los documentos conciliares: […] mientras que los extremistas tendían a falsearlos con ciertas atribuciones o, del otro lado, a no entenderlos. No se trataba de abandonar la confesión de una nación ni de pasar a un Estado aconfesional, ya que ambos extremos dañaban la propia sociedad. La religión es un bien, incluyendo en este concepto a las confesiones no católicas, mientras que el laicismo, tal y como se defendía y practicaba en Francia, conduciría inexorablemente a que la religión se convirtiera únicamente en una opción, que podía tomarse o no, y a la larga, en un estorbo a la omnipotencia del Estado. El día que esta doctrina triunfara en España, el catolicismo quedaría reducido al nivel de las otras ‗creencias toleradas y respetadas‘. Tal era la nube que oteaba en el horizonte. Esta doctrina fue criticada y rechazada desde los sectores que a sí mismos se calificaban de progresistas‖. Suárez Fernández, L.: Op. cit., pp. 963-964. Para comprender el trasfondo de estas palabras el autor argumenta anteriormente: ―[…] se necesita distinguir entre la confesionalidad de un Estado y la de toda una nación, como es la española, que resulta incomprensible cuando se le aparta del catolicismo‖. Ibídem. 369 ―La otra Transición de la Iglesia… IV.2. Guerra Campos, el “Obispo de España”, en Cuenca. La jerarquía de la provincia eclesiástica de Toledo referente del conservadurismo Los patrones de conducta que arrastra el laicismo creciente en la sociedad española, y las dificultades por las que atraviesa la institución eclesiástica para llegar a sus fieles, se ven reflejadas en el informe FOESSA de 1972, donde aparece que tan sólo el 34,57% del total de habitantes del país son practicantes católicos. La región de Castilla La Nueva, que entonces aglutina las actuales provincias de CLM, excepto Albacete, y Madrid -que por su densidad poblacional puede sobredimensionar cualquier dato-, arroja el índice más bajo, con tan sólo al 17,57%, por debajo de Cataluña, con un 21,66%, y Andalucía y Canarias con un 22,4%566. Por provincias Toledo, Albacete y Cuenca rondan cifras entre el 3040% de fieles que asisten a misa, mientras Ciudad Real y Guadalajara bajan al 20-30%, porcentaje con la media nacional, y por debajo en Madrid y Barcelona entre otras567. 566 FOESSA en su Informe de 1972, y en Duocastella, R.: ―El mapa religioso de España‖, AA. VV.: Cambio social y religión en España, Barcelona, Fontanella, 1975, p. 159. Entre los jóvenes, el descenso es más acusado. Si en 1968 un 53% acude a misa dominical, en 1975 baja al 25,3%, aumentado el número de los que no van nunca, del 15% al 23,2%. Como freno a una secularización, aún mayor, figura la presión familiar y social: ―[…] un peso mayor que la propia conciencia personal en muchas decisiones importantes de la vida, como ocurre a la hora de casarse, bautizar o no a los hijos, etc.‖. FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981), Euramérica, Madrid, 1981, año 1975, p. 152. 567 Duocastella, R.: Op. cit., p. 137. A pesar de estas cifras significativo que son provincias con alto nivel de identificación con ritos y prácticas puntuales de religiosidad. 370 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Con este panorama llega al arzobispado de Toledo Marcelo González (17-1-1972), de conocida inclinación con el régimen, quien coincide con Laureano Castán en Sigüenza-Guadalajara, Juan Hervás y Benet en Ciudad Real, e Inocencio Rodríguez Díez en Cuenca, conformando el mayor aglutinamiento, en una provincia eclesiástica, de obispos de tendencia conservadora en lo religioso y en lo político de todo el país. En vísperas a su llegada, González envía un claro mensaje para que nadie se llame a engaño: ―[…] Que nadie se enoje cuando la Iglesia predica lo que el Evangelio pide para la vida de un pueblo‖, poniendo el acento en necesidad de revisar las actitudes que se están dando en la Iglesia568. A su toma de posesión asisten los mencionados además de José Guerra Campos, como secretario del Episcopado, y otros obispos más moderados como Ireneo García Alonso, de Albacete o el obispo de CoriaCáceres, Manuel Llopis, y los ministros de Justicia y Trabajo, Antonio María de Oriol y Urquijo y Licinio de la Fuente, respectivamente. En su alocución, consciente de su alienación en el sector conservador se refiere a la independencia de los poderes: ―[…] Con paz y comprensión, podemos trabajar con la independencia la colaboración justas en favor de lo que la 568 Informaciones, 23-1-1972. Los medios del régimen avanzan alguna de sus intenciones: ―Jubiloso recibimiento‖. El Alcázar, 23-1-1972. J. M. Díaz-Rincón recuerda del flamante arzobispo González: ―Vino muy conservador y cerrado en sí mismo, de Barcelona. Estaba dolido, porque una parte del clero le tenía allí apartado; en vísperas de venir hacia Toledo le quemaron el coche y tenía los muros con pintadas insultantes. Yo creo que la diplomacia vaticana, muy cauta, le buscó una diócesis tranquila. En muy poco tiempo fue nombrado cardenal. Aquí se rehízo. Yo le dije que era una archidiócesis donde se le tendría en cuenta para todo‖. J. M. Díaz-Rincón, entrevista ya citada. 371 ―La otra Transición de la Iglesia… Iglesia declara como deseable para cumplir su misión en el mundo de hoy, que no es el de ayer,…‖569. Sus primeros encuentros con sacerdotes, religiosos, catequistas y miembros de grupos apostólicos, los destina González a celebrar sesiones de ejercicios espirituales (no quiere entrar con imposiciones no calculadas con el clero y seglares, a tenor de su experiencia en Cataluña). En febrero de 1972, durante uno de esos retiros, habla de las secuelas del Concilio: ―[…] El Concilio ha sido un intento nobilísimo por parte de la Iglesia de reformarse a sí misma, para mejor llevar al mundo de hoy la vida divina de Jesús; […] Pero las interpretaciones del Concilio que hacen muchos y las versiones que se ofrecen de la Iglesia de hoy, rompen frecuentemente toda organicidad vital con el conjunto del misterio que la anima y reduce la aspiración a contemplar el resultado de tal o cual consulta o lo que dicen éste o aquel. Así se destruye todo en sus mismos fundamentos‖ 570. 569 BEAT, 11-12-1971, p. 17. Para Martín de Santa Olalla es un discurso moderado y siguiendo la línea del Concilio. Vid. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 418. Según López Villaverde: ―[...] al tomar las riendas de la Iglesia toledana el cardenal Tarancón, el mensaje se enfocó preferentemente a la toma de conciencia del protagonismo del cristiano en la Historia, desdeñando la mitificación eclesial genérica predominante hasta entonces. Pero el traslado de Tarancón a Madrid, dejó la mayoría de las diócesis castellanomanchegas en manos de obispos próximos al franquismo.‖ López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia y los católicos…, Op. cit., pp. 87-112. 570 Ecclesia, núm. 1581, 26-2-1972, p. 36. 372 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Muy pocos meses después Guerra Campos es nombrado obispo de la diócesis conquense (14-4-1973), con lo que no sólo se incrementa el potencial conservador en la provincia eclesiástica, sino que también los cargos de representación de la Iglesia en estamentos del régimen; el propio Guerra, procurador en Cortes, y Marcelo González, consejero de Estado571. Este aglutinamiento del sector conservador podríamos justificarlo bajo varios motivos. En primer lugar son diócesis menos activas en lo religioso, a tenor de las encuestas y las menos ―movilizadas‖. La Santa Sede conoce el enfrentamiento abierto de Castán y Guerra con los movimientos obreros y especializados de AC, y con parte del clero. Alejadas de los principales centros de decisión política y religiosa como pueden ser Madrid, Bilbao o Barcelona -donde Roma atiende para los nombramientos variables de alta política-, estas diócesis no necesitan personalidades referentes del Episcopado proclives a un nuevo cambio en el sistema político español, donde el proceso de movilización social y política no haga más difícil la postura de la Iglesia como institución (al grupo de CLM se le identifica por sus similitudes ideológicas, férreos continuadores de la idea de un nacionalcatolicismo, un apoyo incondicional al régimen franquista, y sus llamativas veleidades sobre los postulados del Concilio Vaticano II). En segundo lugar nos encontramos con la política que ejerce Franco en su negativa a ceder en su derecho de presentación de obispos a Roma, 571 González renuncia en su momento al cargo de procurador en Cortes que pasa a Guerra (16-11-1967). Como arzobispo de Toledo sí acepta el cargo de Consejero de Estado. Ya en su toma de posesión afirma, en un aparente contrasentido: ―Amo la independencia de la Iglesia; amo la cooperación noble, respetuosa y cordial entre ella y el Estado‖, y también ―Apruebo la presencia de la Iglesia donde pueda ser útil para su misión y el servicio del pueblo‖. ABC, 243-1972, edición de Sevilla, p. 27. 373 ―La otra Transición de la Iglesia… cuestión que incomoda al Vaticano. Algunas agencias europeas de información confirman que el gobierno está detrás del nombramiento de Guerra como ―brillante integrista‖, favorecido, desde el régimen, para emitir ―su concepción de la Iglesia‖ desde la televisión pública: ―El gobierno español ha obtenido del Papa que nombre Obispo de Cuenca a Mons. Guerra Campos, de 52 años, brillante integrista. Diputado en Cortes por designación del General Franco, perdió a comienzos del año pasado su puesto de Secretario de la Conferencia Episcopal y su derecho a voto en la Asamblea Plenaria de obispos; pero el gobierno le había confiado una serie de emisiones de televisión que le permitían defender su concepción de la Iglesia‖572. Sin embargo, llama la atención su nombramiento para una diócesis tan modesta como Cuenca, por cuanto el régimen mantiene serias expectativas de relanzarlo a lo más alto de la cúpula eclesial. El motivo que subyace al supuesto ―destierro‖ desde Roma, puede ser debido a contrarrestar la estrategia propio gobierno que busca la asunción de cargos de mayor representación dentro de la institución, en un momento crítico por el que pasa la relación entre los dos poderes. En un informe del GE, ―Pronóstico para el año 1973‖, se habla de ―deshacerse‖ del ala progresista de la jerarquía: 572 AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. De la Agencia AFP. 374 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Conseguir el destino inmediato a Roma, para cualquiera de sus Organizaciones eclesiales, del Cardenal Mons. Enrique y Tarancón, sustituyéndolo con Mons. Guerra Campos como Obispo de Madrid-Alcalá. E igualmente de Mons. Setién Alberro, cuya marcha ahora significaría un fuerte golpe para la E.T.A. y las organizaciones separatistas. Estos actos de soberanía plena del Estado Español, incrementaría de inmediato las filas del clero ortodoxas y leales al Régimen, que se encuentran deprimidas por las persecuciones vaticanas…‖573. Los servicios de las agencias extranjeras, como AFP, no tienen ambages en vincular a Guerra Campos como ―muy allegado‖ al gobierno y apunta que, a partir de ahora, tendrá derecho a voto en la CEE: ―Visión informativa de Agencias Extranjeras‖. Ciudad del Vaticano/AFP. Pablo VI ha nombrado cinco nuevos obispos de España. ‗Se trata en primer lugar, de monseñor José Guerra Campos, de 52 años, prelado titular de Mutia y que se convierte en obispo presidencial de Cuenca. Guerra Campos está considerado como el líder del ala conservadora del Episcopado español y como muy allegado al gobierno. Entra, pues, ahora con derecho de voto en la conferencia episcopal española. Obispo auxiliar de Madrid, que no tenía sede desde hacía dos años, disfrutaba únicamente derecho a hablar en la conferencia…‘‖574. 573 Ibídem. 574 Ibídem. En otro informe aparece: ―[…] generalmente como el jefe del ala conservadora del Episcopado español, y como muy allegado al gobierno‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. Guerra continúa, según Cárcel Ortí, abanderando ―posturas eclesiales cada vez más minoritarias‖. Su vinculación política al régimen de Franco le perjudica su carrera eclesiástica: 375 ―La otra Transición de la Iglesia… El propio gobierno hace público el nombramiento de Ángel Suquía Goicoechea como obispo de Santiago de Compostela, diócesis supuestamente ansiada por Guerra Campos, en un intento de levantar inquinas entre jerarquía y Vaticano. Guerra lo desmiente en una carta aparecida en ABC (16-3-1973): ―[…] Forzado a restablecer la verdad, me limito a revelar que nunca ha aspirado a ninguna sede episcopal y que las únicas expresiones de mis deseos durante años se encaminaron a alejar de mí varias diócesis y algunas archidiócesis para las cuales se me proponía‖575. ―[…] cuando la Iglesia había comenzado prudentemente a distanciarse de él‖. Cárcel Ortí, V.: Historia de la Iglesia. La Iglesia en la época contemporánea, Madrid, 1999, p. 591. 575 Recogida por Fernández Ferrero, A.: Op. cit., p. 86. El autor coincide con lo expuesto por el cardenal González para quien el nombramiento de Guerra llega desde Roma sin pasar por la famosa Terna. El protocolo se encontraba interrumpido por las malas relaciones entre el Vaticano y el régimen, y varias diócesis permanecían vacantes desde hacía meses, entre ellas la de Santiago de Compostela, por la muerte de su obispo Quiroga Palacios. De la entrevista con Marcelo González ya reseñada. Según Gómez Pérez: ―[…] Las laboriosas negociaciones para el nombramiento de obispos dan, por fin, algunos resultados en abril de 1973. Monseñor Suquía, obispo de Málaga, va a Santiago; Guerra Campos, a Cuenca; Úbeda es designado obispo de Mallorca; Álvarez Martínez, de Tarazona. Mons. Buxarrais deja Zamora y es promocionado para Málaga. Ya sólo quedan cuatro diócesis vacantes: Zamora, Gerona, Cádiz y Teruel‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 174. Sáez Alba habla de presiones del gobierno para otorgarle Santiago: ―[…] Encendido ultraderechista, estuvo como prelado ‗disponible‘ algún tiempo, periodo en el que el gobierno le brindó la tribuna de televisión. Su carrera eclesiástica continuó declinando al ser nombrado obispo de Cuenca en 1973, a pesar de las presiones del gobierno para que fuese designado titular de la sede de Santiago‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 306. Para otros se produce por: ―[…] el rechazo de la propuesta del gobierno español a favor de Guerra Campos para el arzobispado de Zaragoza‖. Es el momento en el que José María Setién llega a San Sebastián. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 207. Domingo Muelas, administrador con Guerra, afirma que es decisión del propio Guerra ir a Cuenca ya que en 1975 -tal y como recoge en su libro inédito censurado por la CEE en el año 2000-, ante la tumba del anterior obispo Inocencio, el Nuncio 376 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Pero, de nuevo el gobierno, en una nota atribuida a Manuel Clement (25-4-73), redunda en el ―confinamiento‖ para el obispo y apela a tres razones: el documento de la Sagrada Congregación del clero tras la Asamblea Conjunta, su liderazgo en la HSE, y su presencia en la opinión pública como un defensor de la ―verdadera doctrina‖ de la Iglesia: ―[…] todos ven en él –junto con el Cardenal Primado D. Marcelo González- el gran soporte del Episcopado y de la Iglesia en este país… Al quedar vacante la sede de Santiago de Compostela, las voces unánimes de sacerdotes y fieles de aquella región pidieron el nombramiento de Mons. Guerra Campos para aquel Arzobispado… Sin embargo los derroteros de la Nunciatura de Madrid y de la Secretaría de Estado no han ido por ahí. […] Las causas de esta medidas son también de todos conocidas en este país y, las reducimos fundamentalmente a tres: 1º.- No avenirse a la maniobra de desconocer el documento en que la Sagrada Congregación del Clero ponía serios reparos a la Asamblea Conjunta celebrada en 1971 y a la actuación del Cardenal Tarancón. […] 2º.- Cuando el pasado mes de septiembre se le propone la diócesis de Valladolid que rechaza y, años después, la de Zaragoza. Muelas recuerda que el obispo aludía a que el Santo Padre no podría obligarle. De la entrevista con Domingo Muelas en su parroquia de San Fernando (Cuenca), el 30-7-2000. Eustaquia Pastor avala estos datos por una carta que dio a Muelas, ya fallecido, ahora en poder de sus testaferros, proponiéndole el arzobispado de Valladolid: ―[…] hasta hace un par de años tuve la carta en la que se lo proponían desde Roma pero me la pidió don Domingo, para un libro que iba a hacer sobre don José. No aceptó nunca, y recuerdo cómo al teléfono contestaba que se quedaba en su Cuenca, la ‗Cenicienta‘, como la llamaba cariñosamente‖. Entrevista con Eustaquia Pastor, ya citada. En cuanto al vínculo con Santiago de Compostela se confirma con la entrega de la Medalla de Oro e Hijo Predilecto de la ciudad ese mismo año. Guerra declara en aquella ocasión: "Cuenca es una diócesis eminentemente Santiaguista y a la que quiero entregar todos los frutos de mi vida y todo el amor de mi obra como pastor y como hombre". Diario de Cuenca, ediciones del 22-9 y 9-10 de 1973. 377 ―La otra Transición de la Iglesia… reunieron en Zaragoza cuatro mil sacerdotes en Jornadas de Oración y Estudio, una maniobra informativa presentó en forma negativa el hecho a los ojos de las jerarquías vaticanas. Una fuerte e injusta reacción se produjo contra esos sacerdotes. En esos momentos de desconcierto, vino a salvar la postura de la Jerarquía un telegrama de Mons. Guerra Campos a los reunidos en que les alentaba: ‗Dar gracias a Dios por la vocación sacerdotal, pedir fidelidad a la misma, agradecer al Papa su constante solicitud por mantener puro el ideal de sacerdotes cristianos, asimilar sus directrices reafirmadas en el Sínodo y proclamar que son cauces de fecundidad apostólica y de alegría interior‘. El acontecimiento de Zaragoza puso en entredicho la acción de la Nunciatura. 3º- Mons. Guerra Campos es uno de los pocos obispos españoles que hablan de Dios, y el que lo hace con más insistencia. A través de las pantallas de Televisión, en un programa semanal que presenta hace un año, ha venido desarrollando simplemente la doctrina de la Iglesia. Sin caer en fáciles demagogias y sin desviaciones hacia cuestiones extra religiosas u opinables. Con gran respeto al pueblo, al que trata de alentar y forma en su fe sencilla y fuerte. No se ha hecho obispo de un grupo sino que ha hablado para todos. Ésta popularidad y este no venderse a conveniencia de política eclesiástica, en estos momentos en que todo el montaje de la jerarquía española está alineando a un determinado grupo, le ha granjeado la enemistad de quienes manejan la política eclesiástica. Pero toda esta conspiración de unos pocos poderosos dentro de la Iglesia contra Mons. Guerra Campos no está consiguiendo otra cosa que hacer más patente sus excepcionales dotes de sacerdote y pastor‖ 576. 576 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. 378 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Desde Vida Nueva se redunda en la idea de que Guerra no sólo no está aislado, sino reconocido por Roma y por el pleno de la CEE577. En la capital conquense algunos políticos locales afirman conocer su nombramiento con cierta anticipación578. La prensa del Movimiento, Diario de Cuenca, se encarga de ―preparar‖ su llegada579. Inocencio Rodríguez 577 Vida Nueva I, 1973, núm. 700. Aquí se niega el ―aparente aislamiento‖ que sufre el obispo: ―[…] por la Santa Sede y por sus hermanos en el episcopado […]. Esa marginación no sólo no existió sino que suponía frecuentes y reiterados ofrecimientos‖. Ibídem. 578 Rafael Mombiedro -presidente de la Diputación (1968), procurador en Cortes por el Tercio Familiar dos legislaturas, desde donde vota ―no‖ a la Ley de Reforma Política (LRP), más una tercera como senador, conoce con anticipación la designación, según su hijo Pedro Mombiedro: ―Quizá, lo que más le sorprendió, fue la rapidez de la decisión‖. Entrevista realizada a Pedro Mombiedro, en Cuenca (15-6-2002). Andrés Moya recuerda: ―Como alcalde de Cuenca me veía obligado de acercarme a Madrid. Me recibió y recuerdo que hice una observación, por mi parte errónea. Le dije que siendo un obispo conocido por la tele, de gran audiencia a nivel nacional, cuando viniese a Cuenca y tuviese que visitar los distintos municipios de nuestra provincia, con pueblos donde no habría más de cien habitantes, se le iba a caer el alma a los pies. Me dijo entonces, ‗señor alcalde no se preocupe porque soy gallego y precisamente de la aldea que yo procedo es más pequeña que sus aldeas. Estoy acostumbrado a visitarlas desde que era sacristán‘‖. Entrevista con Andrés Moya, ya referida. 579 Diario de Cuenca publica el primero de junio, en primera, una fotografía de la Virgen de la Luz, patrona de Cuenca, con pie sobre la venida de Guerra. El 3 de junio, también en primera, ―Monseñor Guerra Campos hará su entrada como nuevo obispo de Cuenca el 17 de junio‖. El 7 de junio, el diario recoge la imagen del general Franco con los nuevos obispos de Cuenca, Mallorca y Tarazona, con un escueto: "Nuevos obispos". El 16 de junio Diario de Cuenca destaca en primera: 'Mañana entrada del nuevo obispo". En un bando hecho público por la Alcaldía desde este medio, se hace un llamamiento a los vecinos de Cuenca para que "engalanen los balcones y ventanas con colgaduras y flores...‖. El 17 de junio, en primera, la entrada de Guerra junto a la de su predecesor, Inocencio Rodríguez, treinta años antes. El 18 de junio: "Monseñor hará su entrada esta tarde". El 19 de junio: "Triunfal entrada de Monseñor Guerra Campos como obispo de Cuenca". Fuente: Diario de Cuenca. 379 ―La otra Transición de la Iglesia… Díez, en su homilía de despedida de la Diócesis -el jueves santo-, realza la valía de su sustituto y pide al clero que le obedezca como ha hecho con él durante todos estos años: ―[…] Yo tengo que felicitaros por la suerte que habéis tenido de que la Iglesia hubiese designado para la diócesis de Cuenca un obispo tan sabio y tan santo como es don José Guerra Campos. Lo digo porque lo conozco […], pero más creía que el Sr. Guerra Campos no vendría a Cuenca; no porque Cuenca no merezca eso y mucho más, sino porque conozco lo que es el mundo y cómo se cotizan los valores. ¿Y por qué hemos de negar que Cuenca no es muy considerada en ningún orden de cosas? Por lo tanto nada extraño tendría que no pusieran los ojos en ella para mandar un obispo de los mejores de España [...]. […] Obedecedle en todo […]‖580. 580 Rodríguez, I.: ―Homilía del Jueves-Santo‖, BOOC, núm. 5, mayo de 1973, pp. 216-224. Unos días antes presenta a Guerra en el seminario menor de Uclés: ―[…] Que es un obispo sabio no necesito demostrarlo porque lo sabéis todos. Para afirmar que es un obispo santo, tengo un argumento de gran autoridad: sólo una persona virtuosa y santa puede guardar el más absoluto silencio ante los ataques y las injusticias contra su propia persona. Y eso es lo que hizo monseñor Guerra que calló siempre. Tenía la Televisión en la que podía defenderse de tales injusticias y sin embargo se limitó con serenidad a explicar única y exclusivamente la doctrina de la Santa Madre Iglesia‖. Desde un informe gubernativo se recoge de ese acto: ―Por su parte, el obispo electo de Cuenca, en el curso de este primer encuentro oficial con su antecesor en el seminario de Uclés hizo una alabanza de los obispos españoles mayores de edad que durante tantos años, algunos de los cuales fueron muy difíciles como los siguientes a la guerra española, han sabido mantener con firmeza la fe en el país‖. AGA, Cultura, GE, Caja 561, IG, carp. 40180. Rodríguez recibe poco tiempo después la Medalla de Plata distinguida al Mérito Sindical: ―[…] por sus destacados servicios a la Organización Sindical, con su ayuda a Hermandades de Labradores y Ganaderos y Cooperativas del Campo y fue un eficaz consiliario de la Organización Sindical en León. A lo largo de su permanencia al frente de la diócesis conquense, ha contribuido en buena medida a la justicia social y buenas relaciones entre empresarios y trabajadores‖. Boletín de Información del Ayuntamiento de 380 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón El 17 de junio de 1973 monseñor Guerra Campos llega a Cuenca en medio de un gran júbilo popular, no sin ciertos temores por parte de las autoridades ante posibles altercados entre partidarios y detractores, y conocerse que es objetivo de ETA581. Cuenca, núm. 74, abril-junio, 1973, p. 11. Otras referencias a su despedida: ―El Ayuntamiento y la Diputación rendirán homenaje de despedida al Dr. D. Inocencio Rodríguez Díez‖. En información general: ―Pablo VI no quiere sacerdotes activistas‖, con el texto: "No es así como debe concebirse el significado de la palabra de Jesús [...] que quiere que estemos en el mundo, más no que seamos mundo [...] la preeminencia de la vida interior, del sacrificio, de la oración". Diario de Cuenca, 24-5-1974. El 26: ―Homenaje de despedida del Ayuntamiento y Diputación al obispo Inocencio‖, quien manifiesta: "Quiero que recibáis a mi sucesor como enviado de Dios, que os ha de gobernar con sabiduría y acierto...", y unas declaraciones con ocasión del acto de homenaje del Consejo Provincial del Movimiento en las que manifiesta: "[…] Termino de ser obispo y continúo admirando al Movimiento y a quienes le encarnan [….]‖. Diario de Cuenca, 26-5-1974, p. 3. En la homilía del funeral Guerra Campos refiere al trabajo de Rodríguez: ―[…] treinta años dedicados a la construcción de la diócesis, devastada por el huracán revolucionario, y a la reconstrucción espiritual de sus hijos‖. BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, p. 481, y dice admirar de aquel: ―[…] el espíritu evangélico, la lucidez y el buen sentido espiritual, la amable sencillez, la firme adhesión a las normas superiores de la Iglesia, la paternidad cotidiana y su connatural amor al pueblo‖. Ibídem, pp. 477-478. 581 Las autoridades locales y eclesiásticas le esperan en el límite de la provincia, en Belinchón. Están el gobernador civil, Manuel Garayo; gobernador militar, Luis Iglesias; presidente de la Diputación provincial, Rodrigo Lozano; alcalde de Cuenca, Andrés Moya; deán de la catedral, Salvador Alonso; arcipreste de la misma, Simón Calvo; teniente coronel de la Guardia Civil, Ramón Conesa, así como una representación del Cabildo Catedralicio y de sacerdotes y párrocos de Cuenca y Tarancón. Corre el rumor de que FN tendría militantes a lo largo del recorrido y quedarse unos días en Cuenca por miedo a ataques de grupos extremistas de izquierda. Andrés Moya recuerda: ―Cuando se supo de la venida de Guerra a Cuenca surgió un chiste que decía que, para llegar a ella se desviaba por Huete para no pasar por Tarancón (en referencia a sus desavenencias con el entonces presidente de la CEE). El ambiente era preocupante. Durante aquellos años funcionaban el GRAPO y ETA… Monseñor era un hombre amenazado, pero aun así pidió entrar en Cuenca en coche descubierto. Fuerza 381 ―La otra Transición de la Iglesia… En la catedral le esperan el arzobispo primado de Toledo, Marcelo González, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Laureano Castán, el obispo vicario capitular de Santiago de Compostela, José Cerviño, el auxiliar de Madrid-Alcalá, Ricardo Blanco, el obispo mercedario de Brasil, Amadeo González, así como las autoridades locales y los procuradores en Cortes por Cuenca, Emilio Sánchez Pintado y Rafael Mombiedro de la Torre582. José Guerra Campos en la catedral acompañado del alcalde, Andrés Moya, mientras un grupo de “ultras” de FN comienza a gritar “Viva el obispo de España”. (Fotos y comentario de Andrés Moya). En su primera alocución Guerra se refiere a los mártires de la guerra civil, destacando al obispo Cruz Laplana muerto en 1936: ―[…] levantó su mano derecha para bendecir a los que le quitaban la vida y se la atravesó una bala. Pido a Dios que no vuelva a atravesar aquella mano el olvido o el Nueva no ofreció protección o seguridad y creo que él tampoco lo hubiera consentido. Tuvimos que pedir al parque móvil un coche descubierto, que aquí no había, y me pidió que le acompañara. Le comenté que había amenaza de bomba, y al pasar por la Audiencia Provincial que estaba en obras le dije, ‗Monseñor, buen sitio para tirar la bomba‘ y me contestó, ‗Sea lo que Dios quiera‘, y seguimos de pie en el coche hacia la catedral‘‖. Entrevista con Andrés Moya, ya referida. 582 BOOC, julio de 1973, núm. 3, pp. 341-346. 382 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón desprecio injusto, ni de los fieles ni de los sacerdotes, ni de los obispos de la España fecundada con su sangre‖583. 583 El Alcázar, 19-6-1973. El lema elegido por Guerra es ―Habitavit in nobis‖, extraído del Evangelio de San Juan, 1,14 donde dice: ―La palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros‖. Su escudo un cuartel de campo azul, bordón de peregrino jacobeo, la estrella y una calabaza, elementos con claras referencias al Santo Apóstol Santiago. En el ámbito eclesiástico es reconocido como experto en la devoción Mariana, referencia constante en sus homilías y escritos, como reinvención del discurso sobre la Virgen con antecedentes en un proceso contrasecularizador planteado desde la Iglesia mediado el siglo. Consideramos que este aspecto excede este trabajo, pero viene a colación el apunte de Louzao Villar, para tener indicios de los dispares asuntos sobre los que fundamentó su trabajo pastoral: ―[…] se produjo una reinvención de la devoción mariana en España ligada al fortalecimiento de las identidades católicas regionales y al propio proceso de enfrentamiento sobre la cuestión religiosa. No en vano, eran las décadas centrales de lo que se podría denominar desde la perspectiva del catolicismo como ‗el siglo de María‘. Un siglo que va de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción en 1854 por Pío IX a la definición del dogma de la Asunción en 1950 por parte de Pío XII. Así, la Virgen María se convirtió en el mito contrasecularizador por excelencia del catolicismo durante los siglos XIX y XX, aprovechando lo que ya era un importante elemento de devoción católica tradicional‖. Louzao Villar, J.: ―Es deber de verdadero y auténtico patriotismo...‖. La nacionalización del conflicto entre clericales y anticlericales (1898-1939), Universidad del País Vasco/EHU. Los fieles -atraídos por su figura mediática- notan cambios en el discurso de las homilías, en ocasiones, de difícil comprensión. Andrés Moya recuerda: ―Tuve ocasión de verlo por toda la provincia. Disertaba lo mismo en Sotos que en Graja de Iniesta, sobre profundos conceptos de Teología. Asistiendo a una de sus homilías en la catedral le dije ‗Señor obispo, le atiendo con interés los primeros veinte minutos, pero el esfuerzo es tan grande que luego me pierdo. Porque oírle a usted una homilía es como jugar al ajedrez‘‖. Testimonio de Andrés Moya, entrevista ya citada. En ese sentido Eustaquia Pastor apunta: ―Las homilías las preparaba por la noche, pero al día siguiente ni las leía, las llevaba en su cabeza‖. Eustaquia Pastor, entrevista ya citada. Sobre las homilías de Guerra Campos, Vid. Cabezas Cañavate, J.M.: La esperanza del Evangelio, primer libro, Ed. Sol, 2009. Su fama de intelectual y su incesante labor divulgativa en la Universidad de Santiago de Compostela, le preceden; por ello al recalar en Cuenca el poeta y escritor afamado, Federico Muelas, escribe sobre Fray Luis de Molina, un personaje 383 ―La otra Transición de la Iglesia… En alusión a los políticos presentes, el nuevo obispo se manifiesta neutral ante posibles acciones: ―¡Dios me libre de la tentación de suplantar vuestra conciencia allí donde la decisión moral os pertenece, o de agrandar la paja de vuestro ojos cuando quizás una viga atraviese el mío!‖584. Pero los acontecimientos le desplazan muy pronto de los principales titulares mediáticos. En junio de 1973 un ciclón de movilizaciones en la calle presiona al gobierno hacia la apertura en el ámbito de las libertades, entre ellas también la de culto. Según las encuestas un 71% de los españoles son favorables a que se pueda participar de cualquier religión, un 58% desea una libertad real de asociación sindical obrera, y un 37% aboga por la legalización de los partidos políticos frente al 34% de contrarios585. Entre los encuestados muchos católicos apelan a su jerarquía por un alineamiento a favor de los derechos y libertades -que el Concilio reconoce como parte del Evangelio-, y un claro distanciamiento del régimen. Algunas posturas que se proponen pasan por una ruptura violenta, casi revolucionaria, frente a la actitud de un clero que había optado en la Asamblea Conjunta por la reforma política pacífica, bajo la fórmula de la colaboración, desde la independencia de la Iglesia y la comunidad política, contenida en la Constitución conciliar Gaudium et Spes (nº 76): ―[…] en del siglo XVI, autor, en latín, de Los seis libros de la Justicia, traducido por Manuel Fraga Iribarne, y donde Guerra aparece citado como "molinista". 584 Piñar, B.: Op. cit., p. 116. 585 FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981)…, Op. cit., p. 621. 384 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón sana colaboración entre ambas para el mejor servicio a la vocación personal y social del hombre‖586. Marcelo González, desde el arzobispado de Toledo, subraya, en Fe y moral en el actual momento eclesial, las causas que han generado el ―desorden‖ en las conciencias católicas del país como el desconcierto en la propia jerarquía y una falta de reflexión generalizada: ―[…] a) Desestimación y desconocimiento voluntario del Magisterio de la Iglesia. B) Desconcierto dentro de la misma jerarquía. C) Complejo de inferioridad frente a las evoluciones y logros, reales o supuestos, de otras iglesias europeas, tanto en el campo doctrinal como en el pastoral. D) Desplazamiento excesivo de la fe en la Encarnación y en las verdades reveladas. E) Prisa alocada y vertiginosa de querer tratar de todo y resolverlo sin reflexión suficiente. F) por último, una de las causas que ha influido también, indirectamente, en el descrédito de la fe y la moral: el modo como se ha tratado el problema de las relaciones Iglesia-Estado. […] Las generaciones jóvenes de hoy acusan a las personas mayores de insinceridad, hipocresía, egoísmo e incapacidad para resolver los problemas del mundo. Y de esta actitud surge el desdén hacia todo lo que los mayores decrecentan (sic) y hacia las formas de vida que les acompañaron o guiaron: la religión, la patria, el orden político y social, la familia, el concepto de libertad y de progreso… todo fue superstición, retórica patriotera, encubrimiento de injusticias, etc. […] Todo fue falso, empobrecedor y decadente…‖ 587. 586 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 455. 587 AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Año 1973. 385 ―La otra Transición de la Iglesia… En ese mismo verano de 1973 un nuevo equipo de gobierno ve la luz con el almirante Luis Carrero Blanco, como presidente588. Ultraconservador católico, férreo a los dictados de Franco, una parte de la Iglesia lo ve como sostenedor de las tesis de continuismo en la colaboración del Estado589. Sin embargo, indignado con la ola de protestas, y del propio documento de la CEE sobre La Iglesia y la comunidad política, amenaza con retirar las subvenciones millonarias a la institución590. 588 La prensa del Movimiento recoge un mensaje claro: ―Carrero juró el cargo‖, y subtítulo: ―Continuidad, lealtad, servicio‖. Diario de Cuenca, 10-6-1973. Al día siguiente aparece el nombramiento de un conquense, Francisco Ruiz Jarabo, como ministro de Justicia. Diario de Cuenca, 11-6-1973, p. 3. 589 Para Lannon: ―[…] Muchos, a cuya cabeza se situaban el propio Franco y Carrero, así como una minoría de obispos, entre los que se contaban Guerra Campos y el arzobispo de Zaragoza, Cantero Cuadrado, todavía sostenían que los ideales integristas del nacionalcatolicismo de la posguerra eran plenamente satisfactorios. Otros se habían alejado del régimen, sino de una forma abierta e ilegal, sí, al menos, situándose en una posición interna semilegal‖. Lannon, F. : Op. cit., p. 299. 590 Simón Arce aporta: ―[…] El documento referido al abandono de la Iglesia de los puestos de representación política, produjo la airada reacción del régimen por boca de su Presidente del Gobierno, Carrero Blanco, que tachó a la Iglesia de ‗desleal‘ e ‗ingrata‘ y amenazó con la suspensión de las ayudas ‗al culto y clero‘. Simón Arce, R. A.: Op. cit. Muy pocos meses antes el propio Carrero aparecía citado por el diario oficial de los Sindicatos, Pueblo, ―Mazazo Carrero‖, 7-12-1972, acusando de ingrata a la Iglesia después de los trescientos mil millones que había recibido del régimen, antes de un Consejo de Ministros con el caudillo. Según Callahan las cifras que maneja Carrero en aportaciones directas a la Iglesia, con la suma proveniente de otros ministerios y organismos gubernamentales, que destinan fondos adicionales, alcanza la cifra en 1970: ―[…] hasta la impresionante suma de 2.592.568.656 millones de pesetas‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España…, Op. cit., p. 343. 386 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Consciente de que ahora surja una nueva oportunidad para restablecer los lazos de antaño, Guerra Campos juega con el argumento de la supuesta independencia histórica de la institución con respecto al régimen, con el fin de aglutinar apoyos entre las bases, y cierta jerarquía aún dubitativa de si la ruptura es positiva. En El Alcázar, el obispo reitera la independencia de la Iglesia, y la libertad de acción que ostenta desde hace muchos años: ―[…] la cooperación, que guiada por la actitud ejemplar del Jefe del Estado, ha sido muy respetuosa con la libertad de la Iglesia (de tal forma) que nunca ha llegado a mí sugerencia de lo que, como sacerdote, debía decir o hacer. Como secretario de la Conferencia de Metropolitanos, desde 1964, y de la Conferencia general de obispos, desde 1966 a 1972, soy el testigo mejor informado para añadir: las indicaciones llegadas de las autoridades sobre materias mixtas –campo en que la frecuencia sería normal- fueron muy sobrias, casi nulas en comparación con las presiones obsesivas de ciertos grupos clericales y laicales. En ninguna otra nación de las que yo conozco (y conozco muchas) supera la Iglesia, y no siempre la iguala, el nivel de independencia y sana cooperación mantenido en España en los últimos decenios‖591. Desde el gobierno se critica al Vaticano por renovar urgentemente los puestos de relevancia de la CEE, prelados contrarios al poder político, apuntando como responsable al nuncio, Luigi Dadaglio. El documento ―Radiografía urgente del Episcopado Español‖ (junio de 1973) destaca que 591 El Alcázar, 16-6-1973. También en Piñar, B.: Op. cit., p. 108. 387 ―La otra Transición de la Iglesia… un 51,2% de los obispos llevan menos de seis años al frente de sus diócesis, un alto porcentaje procede de regiones levantinas y norte de España, en su mayoría de clase media-baja y baja y de origen rural, al tiempo que se vierten valoraciones extrarreligiosas -como la ―agresividad‖ de ciertos obispos hacia el gobierno-; les acusa de proteger a alborotadores, sin que la CEE ataje estas acciones: ―[…] de unos u otros obispos se han podido constatar rasgos, actitudes y hechos como los que siguen, de variada y triste gravedad: … (…) se muestra la mayoría de las veces agresivo respecto al Gobierno. – (…) protege muy especialmente a algunos sacerdotes desafectos al Régimen. – (…) permanece pasivo aunque conoce -¿autoriza, estimula?- predicaciones demagógicas, politizadas. […] – (…) explicó en conferencias cuaresmales la Asamblea Conjunta, silenciando recalcitrantemente el Documento de la Sagrada Congregación del Clero… la nómina de obispos progresistas comprobados nos permite contar hasta 35, que representan el 45 por ciento del total de 78… A modo de conclusión… - ha desaparecido –o casi- la reprensión evangélica (sustituida por actuaciones desairadas). -aumenta el proteccionismo a los más alborotadores… -con frecuencia se recurre indiscriminadamente a razones pastorales, como pantalla de cuestiones extrarreligiosas. –parece contradictoria respecto a la doctrina de la Iglesia la provisión de cargos eclesiásticos por la prevalencia de votos sobre otros factores y cualidades superiores… -se aprecia una falta de toma clara posición de la Conferencia Episcopal sobre temas religioso-morales cuya orientación urge de la comunidad cristiana española (divorcio, aborto, moral profesional, etc.). – En una vertiente –se quiera o no- política, las páginas que preceden brindan ricas notas… - manifestaciones de clérigos. –incitación, 388 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón apoyo y hasta intervención de sacerdotes en huelgas. – cobijo en templos a personas o grupos que actúan al margen de la ley – la predicación con sesgo político, ajeno al evangelio… -intervenciones ‗políticas‘ de obispos en asuntos conflictivos, con clara implicación. –abuso del privilegio del Fuero…‖ 592. Para el cardenal Tarancón la ―persecución‖ del gobierno a la CEE se inicia tras los cinco primeros años de andadura, cuando surgen claros signos de reivindicación democrática para el país, amparados desde el Vaticano, y nunca antes donde dirigían obispos proclives a la dictadura: ―[…] Pretendía apoyarse en ella para defenderse contra la Santa Sede a la que consideraban hostil al Régimen Español. […] El gobierno confiaba ciegamente en el secretario de la misma, monseñor Guerra –que también criticaba severamente a los obispos que se permitían no seguir al pie de la letra las decisiones de la Conferencia-, y en su presidente, primero, el cardenal Quiroga y, después, don Casimiro Morcillo‖593. La división en la jerarquía es cada vez más profunda, y el propio Guerra emite una nota, en agosto de 1973, ya desde el obispado de Cuenca, en la que da la razón al gobierno en descalificar ciertos pronunciamientos que surgen desde la cúpula eclesial, al tiempo que denuncia irregularidades 592 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 560, IG, carp. 30400. También analiza en este informe los temas tratados destacados por Ecclesia (órgano oficioso de la jerarquía) desde 1968 hasta 1972, como acción pastoral, clero, religiones, AC, Papa, y ya en menor porcentaje, Asamblea Conjunta; muy por detrás sindicalismo y trabajo, siendo el tema de los trabajadores el que ocupa el último lugar. Ibídem. 593 Enrique y Tarancón, V.; Op. cit., p. 720. 389 ―La otra Transición de la Iglesia… sobre imposiciones a determinados acuerdos, y la manipulación, que entiende, existe en el propio funcionamiento de la CEE: ―[…] Por voluntad del Señor la Iglesia recibe un bien del ejercicio de la autoridad jerárquica y magisterial. Se opone a ese bien el desconocer o eludir las normas auténticas y el imponer como normas las que no lo son. Esto sucede no pocas veces con los actos de la Conferencia Episcopal y de sus órganos; sobre todo, cuando algunos publicistas manipulan los acuerdos de la Conferencia como si todos fuesen decretos de una jurisdicción supradiocesana‖594. Guerra confiesa rebelarse ante ciertas normas aprobadas por la CEE, a la que considera ―maniatada‖ por los ―progresistas‖. A partir de ahora se considerará ―autónomo‖ frente a la Conferencia, basándose en que sus decisiones se amparan en la autoridad del obispo en su Diócesis595. Tras sus 594 Guerra Campos, J.: BOOC núm. 10 de agosto de 1973, pp. 353-364. 595 Ibídem. El obispo recoge el texto de la Relatio 1ª, sobre el esquema de Chr. D., 1963, p. 19; Textus recognitus, p. 116, nota 7: ―[…] en la que se reúnen los obispos ‗para comunicarse las luces de la prudencia y experiencia, deliberar entre sí y formar una santa conspiración de fuerzas para bien común de las Iglesias‘ de una nación o región […]. Con el Concilio se da a las Conferencias un cierto estado jurídico, en cuanto se crea la institución de la Conferencia y se establece la obligación de reunirse […], e incluye, no sólo la ayuda para que cada obispo actúe en su territorio, sino también un cierto modo concorde de actuar y una cierta acción común, que en algunos casos puede llegar hasta fijar una norma común de gobierno‖. Un año más tarde aparecen las normas de la CEE sobre el uso de la sotana o traje talar para los sacerdotes; para situaciones especiales, y con permiso, se podría usar el llamado clergyman. La nota, firmada por Guerra Campos señala: ―Está absolutamente prohibido a los clérigos el uso del traje seglar, sin un permiso especial del Ordinario del lugar dado por escrito‖, amparándose en las directrices de la CEE, y añadiendo: ―si alguno tiene 390 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón primeras ausencias a las comisiones, Marcelo González le reclama conminándole a volver pues, de lo contrario, se merma la fuerza del grupo disidente596. En esas circunstancias el propio González pasa a ser, visiblemente, el referente o líder, del grupo inmovilista en la CEE, una cuestión sobrevenida tras el nombramiento de Guerra para una diócesis menor como Cuenca, y situado, con supuesto apoyo de Roma, como se encuentra el arzobispo597. Para el cardenal Tarancón, es una consecuencia licencia escrita de mi venerado antecesor, debe mostrarla a su Obispo, para ver si ha de prorrogarse o no‖. BOOC, núm. 10, agosto de 1974, p. 399. Díaz-Rincón recuerda: ―El obispo auxiliar don Anastasio Granados iba durante la Asamblea Conjunta con la vestimenta tradicional y se metían con él. Cosa que nunca lo hicieron de esa forma con Guerra Campos que sabía mantener las distancias con sus ‗adversarios‘ y éstos o le temían o le respetaban pero no llegaron al enfrentamiento abiertamente‖. José María Díaz-Rincón, entrevista ya mencionada. 596 Abel Hernández define como ―frías y distantes‖ las relaciones de Guerra con la CEE, principalmente en la etapa de Tarancón: ―Iba por libre y no suele mostrarse solidario con ella‖. Hernández, A.: Op. cit., p. 232. Las diferencias entre Guerra y Tarancón se mantienen en el tiempo: ―[…] Lejos quedan los tiempos en los que monseñor Guerra Campos, el obispo ultraconservador de Cuenca, prometía no pisar la sede de las asambleas episcopales, en las que había mandado durante años para no encontrarse con el cardenal Tarancón, el eclesiástico que más hizo para alejar de España, a la muerte de Franco, el secular espantajo del clericalismo y la clerofobia.‖ J. G. B.: ―El rasero del Concilio Vaticano II‖, El País, sección, Madrid, Sociedad, 2-3-1999. El propio Marcelo González reconoce su admiración por el obispo de Cuenca: ―Yo lo veía como un adelantado en las perspectivas futuras de la Iglesia y de sus problemas‖. Entrevista ya citada. 597 Cuestión indiscutible para Martín de Santa Olalla: ―[…] le permitía liderar en solitario el sector conservador pero también encabezar el grupo de obispos claramente minoritario, como consecuencia del fallecimiento tanto de los obispos de la generación del nacionalcatolicismo como de la escasa promoción que los ideológicamente conservadores tuvieron durante el 391 ―La otra Transición de la Iglesia… de la ―rebelión‖ iniciada por Guerra, a la que se suma el arzobispo de Toledo por su filiación al régimen y como valedor de su status en la Iglesia: ―[...] y yo creo que por motivos eclesiales y patrióticos: por gratitud a quienes han defendido y ayudado a la Iglesia y por estar convencido de que la pérdida de la unidad católica -en el aspecto formal, porque realmente ya está rota- sería un mal para la patria. Y es el Régimen el que para él garantiza esa unidad y ese catolicismo oficial que él cree conveniente mantener a toda costa. Creo que aquí existe una razón política que nos separa‖598. Para el presidente de la CEE el enfrentamiento abierto entre los representantes de dos cargos tan importantes -el arzobispo primado de España y la presidencia del Episcopado-, es fomentado por terceros con pontificado de Pablo VI‖. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 417. 598 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 594. Marcelo González hace saber a Tarancón su preocupación por los derroteros por los que discurre la CEE tras su renovación: ―[...] Que la Conferencia se había ocupado excesivamente de temas socio-políticos y había desatendido otros temas fundamentales: la defensa de la fe y de la moral y los temas propiamente teológicos y eclesiales‖. Ibídem. Tarancón lo enfoca desde otra óptica: ―[…] no era nuestra sino de la realidad sociopolítica-religiosa en que vivíamos y de la dificultad que tenían nuestros cristianos, particularmente los políticos, de aceptar las nuevas orientaciones del Concilio. Él no podía desconocer que según la doctrina del Concilio, no se podía mantener la conjunción política-religión, Iglesia-Estado, tal como estaba en España. Y que por esa realidad las mismas orientaciones religioso-eclesiales tenían una proyección política fuerte‖. Ibídem. González seguirá ocupando puestos relevantes en la CEE como miembro del Comité Ejecutivo y de la Comisión Permanente, y presidente de las Comisiones de Caridad y Apostolado Social, de Medios de Comunicación, del Clero y de Liturgia. 392 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón intereses políticos599. En ese sentido el gobierno se preocupa en airear sus leales, como hace con Guerra Campos que renueva públicamente su lealtad al régimen apareciendo en las páginas de Diario de Cuenca, junto al gobernador civil y autoridades del Movimiento, en el acto de exaltación a Franco el primero de octubre600. Cuando desde la Comisión Nacional de Justicia y Paz se hace público La Paz es posible, en el que, según el gobierno, se vierten críticas destructivas a la actuación de éste y que supone: […] un buen test de la 599 Según Tarancón: ―[…] Se había jugado mucho con las ‗dos cabezas‘ de la Iglesia en España. Desde el nombramiento de don Marcelo para Toledo, se quiso revalorizar el título de primado de España contraponiéndolo al de Presidente de la Conferencia Episcopal. Y el Gobierno entraba clarísimamente en este juego, cuando durante mi permanencia en Toledo – siendo Casimiro (Morcillo) arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia- se habían cansado de decir todos los periódicos gubernamentales que el título de primado era ya algo arcaico, que pertenecía a la historia. El que representaba a la Iglesia en España –decían entonces con machacona insistencia- es el presidente de la Conferencia que ha sido elegido libremente por el episcopado‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 592. 600 Diario de Cuenca, 2-10-1973. Guerra Campos está bien visto por Franco y sus ministros para el cargo como Nuncio o presidente de la CEE. Pocos días después de esos actos Guerra aparece en informes del MIT como posible obispo de Mallorca: ―[…] Sustituyendo al actual Administrados Apostólico Mons. Teodoro Úbeda Gramaje. El posible nombramiento está siendo comentado muy favorablemente (sic) por el Clero ortodoxo, considerándolo necesario y conveniente. Por el contrario, dentro del grupo progresista ha causado sorpresa y desilusión… el sacerdote Lorenzo Alzina Rossello, secretario del Obispado, extremado progresista que ha realizado una velada labor en pro de esta tendencia… cuando de todos era conocida su oposición al mismo. Madrid, 5 de diciembre de 1.972‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45190. En otra nota, sin fecha: ―[…] En ambientes de las Congregaciones Romanas se insiste en que se va a cubrir la Sede de Santiago de Compostela. El candidato es Mons. Sierra actual Arzobispo de Burgos. Y a Burgos iría Monseñor Guerra Campos‖. AGA, MIT, GE, Caja 576, 00108. 393 ―La otra Transición de la Iglesia… oposición clerical y católica del Régimen‖601, también se señala que la mayoría de los obispos se han inhibido y tolerado su difusión: ―[…] tan sólo monseñor Castán había prohibido su lectura; y el de Córdoba, Cirarda,… había publicado una circular alternativa‖602. José Guerra Campos llega más lejos al arremeter contra la Comisión y acusarle de emitir ―manifestaciones tendenciosas de partidismo político o eclesiástico‖603. De nuevo Diario de Cuenca titula: "Iglesia 73. Hora discrepante", y destaca las palabras de Guerra: ―Las declaraciones de la comisión nacional ‗Justicia y Paz‘, no presentan la posición oficial‖, haciendo responsables de sus manifestaciones a la propia Comisión604. Desde Ciudad Real, monseñor Hervás y Benet trata de frenar la difusión del documento enviando una nota a todos sus sacerdotes previniéndoles que deben presentarse a su obispo antes de hacerlo público605. Uno de sus párrocos, Narciso Baguña Golobar, de la Iglesia del 601 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. Sobre el documento ―La Paz es posible‖, de la Comisión Nacional de Justicia y Paz. 602 Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 303. 603 Guerra Campos, J.: ―Los juicios de la Comisión Nacional Española Justicia y Paz‖, BOOC, octubre, 1973, p. 518. 604 605 Diario de Cuenca, 16-11-1973, pp. 1 y 6. El texto dicta: ―[…] No ha sido presentado previamente a nuestra aprobación. […] No estéis tranquilos con ver que llevan un membrete o aprobación de algún organismo nacional de la Iglesia […], enviadle inmediatamente (al obispo) un ejemplar del material recibido, antes de iniciar la distribución a los sacerdotes o fieles‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. carpeta 40140. Guerra Campos se preocupa que ese mismo contenido aparezca en el 394 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Espíritu Santo, recuerda: ―Algunos sacerdotes, Obispos y la Iglesia en general, eran perseguidos por tomar conciencia de la injusticia social que observaban, lo cual molesta a algunas personas y organismos […] ser cura así no es ninguna bicoca‖606. En diciembre, durante la celebración del Día de la Paz, Laureano Castán Lacoma, realza la importancia que ha tenido y tiene el cristianismo a la hora de llevar la paz al mundo frente al ―belicismo‖ del ateísmo, ―[…] A pesar de la existencia de aquellas gestas que se llamaron Cruzadas, los siglos de mayor paz mundial coinciden con los de una mayor vigencia o influencia del cristianismo en la vida internacional, mientras que, por el contrario, el siglo de mayor escalada bélica es precisamente el de la expansión del ateísmo en el Este y del laicismo ilustrado y anticristiano de Occidente…‖607. Pero el momento de mayor inestabilidad en el país llega con el asesinato del presidente Luis Carrero Blanco (20-12-1973), reivindicado por Boletín de su obispado, y añade: ―[…] con alguna frecuencia que tal distribución (de documentos) se hace sin que lo sepa previamente el Obispo diocesano y, a veces, sin que se entere de ello‖. El obispo de Cuenca, en una nota final recuerda que los criterios de comunicación al superior: ―[…] procurarán atenerse los queridos Sacerdotes de la diócesis de Cuenca‖. BOOC, núm. 2, febrero de 1974, pp. 138-140. 606 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10910. 607 AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Según Luis Suárez los obispos conservadores tratan de evitar la ruptura con el régimen pues ésta: […] no podía desembocar en otra meta que la del retorno del laicismo‖. Suárez Fernández, L.: Op. cit., p. 807. 395 ―La otra Transición de la Iglesia… ETA608. Durante el entierro del almirante los grupos ultras del régimen lanzan gritos contra el cardenal Tarancón llamándolo ―asesino‖ y ―obispo rojo‖, mientras que hacia Marcelo González y José Guerra Campos se lanzan proclamas del tipo: ―Viva el cardenal primado‖ y ―Viva el obispo de España‖609. 608 La desaparición de Carrero Blanco, un claro pilar del régimen, supone un futuro incierto: ―[…] La sucesión en la Jefatura del Estado introduce gran incertidumbre en el sistema, que los medios más aperturistas van a aprovechar para solicitar el desarrollo de cambios políticos en el país‖. Pinilla García, A.: ―Del atentado contra Carrero al golpe de Tejero. El acontecimiento histórico en los medios de comunicación‖. Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura, Cáceres, Julio de 2003, p. 670. 609 Durante el sepelio el ministro de Educación, Julio Rodríguez, rehúsa dar la mano a Tarancón, quien vive esos días como un ―calvario‖: ―[…] la falta de solidaridad de algún hermano en el episcopado, que era aplaudido al mismo tiempo que el Presidente de la Conferencia era injuriado y que para nada defendió al cardenal‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 611. Según Lannon: ―[…] En 1973, poco después de la publicación de La Iglesia y la comunidad política, un policía murió en enfrentamientos callejeros en Madrid, el primero de mayo. La extrema derecha se lanzó a la calle con pancartas que no dejaban dudas sobre a quién atribuían la responsabilidad última: ‗Tarancón al paredón‘ y ‗Justicia con los obispos rojos‘‖. Lannon, F. : Privilegio, persecución y profecía. La Iglesia Católica en España 1875-1975, Alianza, Madrid, 1990, p. 298. Según Figuero: ―[…] Para la extrema derecha sería a partir de entonces (desde que se enfrentara a la CEE, y por tanto a todo signo de cambio) el obispo de España, y organizaciones terroristas afines, como los Guerrilleros de Cristo Rey del falangista Sánchez Covisa o Fuerza Nueva del católico integrista Blas Piñar, encontrarían en él su pastor‖. Figuero, J.: Op. cit., p. 476. Callahan advierte que Guerra va más allá del hecho religioso en sus acciones: ―[…] al ensalzar públicamente a Franco por haber respetado escrupulosamente la ‗libertad de la iglesia‘. El apoyo inequívoco del prelado al régimen le hizo ganarse el sobrenombre de ‗obispo de España‘ entre el clero y el laicado que se oponía a las reformas conciliares y políticas. Hay pruebas de que el régimen alentó esa campaña de oposición...‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (18751998)…, Op. cit., pp. 418-419. 396 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La presencia de grupos ultras en las apariciones públicas del obispo es perenne, y su imagen se asocia con la derecha más radical que vitupera a sus compañeros del Episcopado sin que él atempere o se manifieste contrario. A la izquierda Franco y Carrero Blanco. En la derecha pancartas a favor de Marcelo González y José Guerra Campos, vitoreados con “Viva el cardenal primado” y “Obispo de España” por los grupos ultras, mientras Tarancón es vilipendiado con “Obispo rojo” o “Tarancón al paredón”. Fotos “50 años en la vida de España” II, Diario 16. Estos hechos suponen, a juicio de Juan G. Bedoya, uno de los fenómenos ―más extravagantes del franquismo‖, el anticlericalismo de derechas: ―[…] ‗Tarancón, al paredón‘, ‗Fuera obispos rojos‘, ‗Muera Cirarda‘ eran gritos de guerra de los falangistas y de los Guerrilleros de Cristo Rey. A Cirarda le acosaron especialmente hasta el punto de que un buen amigo le habilitó un ‗piso franco‘ en Madrid para guarecerse‖610. La cúpula eclesial ve 610 Bedoya, J. G.: ―El subversivo que se encaró a Franco era… un arzobispo‖, El País, 10-7- 2011, pp. 8-9, sección Domingo. El autor refiere del obispo José María Cirarda algunos párrafos de sus Memorias. De mi ayer a nuestro hoy, publicadas por PPC en el año 2011: ―Fue como un herpes espiritual que me escoció durante 15 años. Sus protagonistas eran 397 ―La otra Transición de la Iglesia… detrás de estas manifestaciones síntomas de un preocupante anticlericalismo larvado proveniente de la derecha más conservadora611. El clero asociado a la HSE –también conocida como la ―Hermandad de los curas nacionales‖- y sobremanera el OD, también lanzan duras críticas a la cúpula eclesial. El cardenal Tarancón incluye en esos ataques determinados medios de comunicación y otros grupos de presión: ―[…] las intervenciones de la Hermandad Sacerdotal y los ataques a la Conferencia de monseñor Guerra Campos, debidamente orquestados por la agencia Europa Press y aún por todas las agencias y periódicos afines al Gobierno, creaban un clima irrespirable, casi de ruptura, porque la hostilidad contra la Iglesia quería apoyarse en la fidelidad a la misma Iglesia, en la defensa de la misma Iglesia contra el Papa y los obispos que la estábamos destruyendo‖612. personas piadosas con unas ideas religiosas muy conservadores, gran lealtad a Franco y una apasionada añoranza del Estado confesional católico‖. Ibídem, p. 8. 611 Quizá sea el momento álgido de ese anticlericalismo proveniente de la derecha. López Villaverde sostiene que el sector asociativo católico arrastró al sector mayoritario de la jerarquía (1966-1975): ―[…] produciendo un efecto inesperado: que el anticlericalismo dejara de ser patrimonio de la cultura de izquierdas y pasar a ser enarbolado por la extrema derecha. Aunque novedoso, se encuentran antecedentes en el primer falangismo, de raíz secular y fascista, de la misma manera que descubrimos católicos y curas disidentes en 1936‖. López Villaverde, Á. L.: El poder de la Iglesia en la España contemporánea…, Op. cit., p. 130. 612 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 588-589. El cardenal añade del OD: ―[…] fomentaba por todos los medios la convicción de que era el momento de defender la Iglesia contra los enemigos de dentro […]. Era una situación insostenible que necesariamente había de estallar‖. Ibídem. Según Simón Arce: […] Se produjo un hecho paradójico en el 398 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Durante la misa de difuntos por el almirante Carrero (22-12-1973), en la catedral de Cuenca, José Guerra Campos destaca la independencia y libertad que, según él, ha mantenido la Iglesia con el presidente asesinado: ―[…] El día que yo mismo tuve el honor de entrar en esta diócesis expresé desde aquí el reconocimiento debido a las autoridades españolas por su actuación en los últimos decenios: su cooperación para facilitar el ministerio de la Iglesia […], una actitud respetuosa con la libertad de la Iglesia […], reconocimientos en medida sobresaliente a nuestro hermano don Luis Carrero Blanco‖613. Por su parte, Marcelo González, dos días después en Toledo llama a la concordia sin desligar una llamada de fidelidad al régimen: ―[…] La muerte del Almirante Carrero Blanco no sólo nos lleva a condenar un crimen, sino también a examinarnos en el interior de la catolicismo, la articulación ideológica de un ‗anticlericalismo de derechas‘, que a través los diversos medios de comunicación del régimen y de grupos afines criticaban de forma áspera la actitud de la CEE y en particular de su presidente. Respecto a lo cual, la mayoría de la historiografía contempla dicha separación como una de las principales causas del declive del régimen‖. Simón Arce, R. A: ―La Iglesia católica española en la Transición desde el franquismo‖, en AA.VV.: Los marxistas españoles y la religión, Edicusa, Madrid, 1977. 613 Diario de Cuenca, 23-12-1973, y reproducido por el BOOC, núm. 1, enero de 1974, pp. 69-71. En éste último añade, como hará en otras ocasiones, referencias de homilías de otros jerarcas como el arzobispo primado de Toledo el 24 de diciembre y del arzobispo de Madrid y de Barcelona del día 21. Para Enrique y Tarancón, la homilía oficiada por Guerra: ―[…] parecía hacer responsables a sus hermanos en el episcopado de ambigüedades que incitaban a la violencia o de alguna forma de protección al terrorismo‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 625-626. 399 ―La otra Transición de la Iglesia… conciencia sobre todo aquello que puede conducirnos a la disgregación, el resentimiento y el odio. ¡Nunca, nunca más el odio entre españoles!‖614. Las Comunidades Cristianas de Base de Madrid envían un escrito a arzobispos y obispos de toda España en el que, después de condenar el asesinato de Carrero, denuncian la violencia emanada desde el régimen, y las referencias laudatorias a su figura frente al silencio por otras muertes: ―[…] un gran desfase entre esta gran violencia condenada y el silencio de la Iglesia ante otras violencias del mismo y aún mayor tamaño: muertes, detenciones y multas arbitrarias, torturas, malos tratos en las prisiones, falta de libertades esenciales, como las de reunión, expresión, asociación, defensa de los derechos laborales, etc. […]―[…] Concretamente nos han escandalizado los siguientes textos: A) El Cardenal Enrique y Tarancón… ha puesto de relieve la buena fe que sin duda guió la conducta del presidente como hombre público pero, dadas las circunstancias, este elogio ha sido interpretado como la canonización objetiva de esa conducta, que de hecho fue un instrumento importante en el proceso de violencia contra las libertades humanas a lo largo de esta última etapa de la vida política española. B) El cardenal Marcelo González Martín, Arzobispo de Toledo, admite que el actual régimen español es totalmente legítimo, ya que solamente está necesitado de una ulterior perfección; y toda su homilía ha sido interpretada como un total panegírico del actual orden político español. El Cardenal Primado afirma que es ilícito e inmoral ‗socavar continuamente el 614 BEAT, 1-1-1974, p. 15. Continúa el texto con referencias al Valle de los Caídos donde reposan los restos de ―quienes combatieron un día como enemigos‖. La referencia no puede ser más explícita sobre los riesgos que González deja entrever de no volver a la paz social que desde cierto sector de la Iglesia se ha destacado como valedor al franquismo. 400 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón principio de autoridad‘; pero no tiene en cuenta que el principio cristiano –o simplemente ético- de autoridad, supone una autoridad que no se pueda equiparar a un poder político totalitario y dictatorial, mantenido por la fuerza‘ […] E) Monseñor José Guerra Campos, obispo de Cuenca, llega a una especie de canonización del fallecido Presidente, del que dice que ‗fue permanentemente justo‘, ‗ministro de Dios para el bien del pueblo‘, etc. Y todo el tono de su homilía es una clara sacralización del actual régimen político español, llegando a atribuirse las funciones de juez y maestro respecto de los demás obispos y de todos los sacerdotes de España, a los que reprende y exhorta a este respecto…‖ 615. En un intento por aplacar las manifestaciones en contra del régimen desde la institución eclesiástica, el sucesor de Carrero Blanco, Carlos Arias Navarro, apela a la mejora en las relaciones con el Vaticano. Pero el momento no es el más propicio. Vicente Enrique y Tarancón publica un artículo en L‘Osservatore Romano denunciando los numerosos pecados de omisión en una sociedad injusta: ―[…] Pecado mucho más grave, aunque no pase de pecado de omisión, cuando se tiene la responsabilidad, por el cargo, por el oficio o 615 El texto continúa con críticas a las referencias, con términos parecidos, a Ángel Suquía, arzobispo de Santiago de Compostela y a José Mª Cirarda, obispo de Córdoba. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10800. Las Comunidades, que surgen en 1967, no celebran hasta 1969, en Barcelona, su primera Asamblea. Entre sus miembros los denominados ―Sacerdotes Solidarios‖ marchan a Roma solicitando, entre otras cosas, la supresión del Concordato, abolición de la censura, independencia de Iglesia frente al Estado. Casimiro Morcillo los define como: ―[….] grupos proféticos en ruptura total con la Iglesia institucional […] guiadas por el compromiso político […]‖. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10800. 401 ―La otra Transición de la Iglesia… simplemente por la posición social, de reconocer, defender y promocionar los derechos de los hombres. Ante tantos pecados de omisión de nuestra sociedad injusta no puede inhibirse ningún hombre que profese su fe en Jesucristo‖616. Al inicio de 1974 en una reunión de la Comisión Permanente del Episcopado se acuerda, según filtra Guerra a Blas Piñar, ―evitar que el franquismo se institucionalizara después de la muerte de Franco; y para ello someter a discusión los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional, legitimando ante la opinión pública los partidos políticos y la oposición política legalizada, considerando como contraria al Derecho Natural la Administración de la Justicia Española. Monseñor Guerra Campos me confirmó la noticia en carta de 25 de Febrero de 1.974, añadiéndome que ―algunos obispos, aun estando conformes, habían aconsejado, por una parte, prudencia, y por otra, infiltración en los medios de comunicación‖617. En instancias castellano-manchegas se mantiene la preocupación por la división en el seno de la Iglesia. Ireneo García Alonso trata de amortiguar, en La Voz de Albacete, la imagen pública de una lucha ―fratricida‖: ―Es lamentable que las diferencias de puntos de vista que se han dado en la 616 Enrique y Tarancón, V.: ―Año de reconciliación‖, L‘Osservatore Romano, y reseñado en ABC, 13-1-1974, p. 31. 617 Piñar, B.: ―Mis recuerdos y contactos www.alertadigital, consultado el 12-9-2012. con… Monseñor Guerra Campos (VII)‖, 402 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Conferencia Episcopal se interpretan como divisiones antagónicas‖618. De signo contrario son las palabras que días después, desde Ciudad Real, Juan Hervás y Benet subraya en la pastoral Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia (1-2-1974) donde califica de ―grave error‖ y ―daño irreparable‖ el que están gestando compañeros de la CEE: ―[…] los que siembran la confusión, el radicalismo y el enfrentamiento en las filas de la Iglesia española, desoyendo la voz del Espíritu que nos llama apremiantemente a la reconciliación y a la conversión en este año santo‖619. Para el obispo las tensiones en la CEE producen enfrentamientos entre cierta jerarquía y sus fieles: […] No han faltado intentos de contraponer el magisterio de los Obispos y de crear graves disensiones entre los fieles. Por la gracia de Dios, hay una clara y resuelta unidad doctrinal en lo dogmático en el magisterio del Episcopado Español. […] La infalibilidad ha sido prometida al Papa y a toda la Iglesia docente […]. Por tanto, con mayor razón nadie puede arrogarse una falsa seguridad en sus propios juicios, nadie se debe dejar deslumbrar por las novedades doctrinales que la fama airea…‖ 620. 618 La Voz de Albacete, 24-1-74, citando a Cifra, 70. AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. 619 Hervás y Benet, J.: ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, BOOPOM, núm. 3, febrero de 1974, pp. 49-55. También en AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. 620 Ibídem. 403 ―La otra Transición de la Iglesia… En el texto muestra su desacuerdo con el nuevo rumbo de la cúpula de la Iglesia española y denuncia presiones indebidas durante y tras el Concilio que, según él, han llevado al ―abatimiento‖ a muchos católicos: ―[…] No hay dos magisterios contrapuestos, el anterior y el posterior al Concilio, como algunas veces, con enorme ligereza, parece que se da a entender. El Vaticano II no está opuesto al Concilio de Nicea ni al de Trento, en sus enseñanzas doctrinales. […] más bien, vientos contradictorios, pues son múltiples las tendencias y los grupos humanos, los intereses y las ideologías de toda índole que tratan de arrastrar la autoridad y el peso moral de la Iglesia hacia sus propias metas, generalmente contrapuestas y más o menos aceptables, pero igualmente políticas y terrenales, y por tanto incapaces de expresar y representar la grandeza del mensaje de salvación que Jesucristo trajo al mundo… No sería noble ni cristiano tratar de cubrir astutamente con un velo los problemas reales del momento actual. Pero pienso, ante la riada de informaciones conflictivas en la doctrina y vida de la Iglesia, que estamos permitiendo que muchos fieles caigan indefensos en un estado de miedo y abatimiento…‖621. 621 Ibídem. Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo y presidente de la CEE, tras Tarancón, valora aquellas tensiones: ―[…] Las relaciones de los obispos dentro de la Conferencia, pese a discrepar a veces en asuntos importantes de carácter pastoral fueron siempre fraternales. La composición de los obispos en la CEE evolucionaba a medida que iban siendo nombrados nuevos obispos. Los nuevos venían con otra mentalidad mucho más abierta a la normalización social y política, simplemente por el hecho de pertenecer a una nueva generación‖. Díaz Merchán, G.: Los obispos españoles en la Transición…, Op. cit., p. 8. 404 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En esas fechas, en Bilbao, el obispo Antonio Añoveros Ataún, se suma a viejas reivindicaciones de identidad y organización sociopolítica para el pueblo vasco en la homilía El cristianismo, mensaje de salvación para los pueblos, donde entre otras cosas dice: ―[…] El pueblo vasco, lo mismo que los demás pueblos del Estado Español, tiene el derecho de conservar su propia identidad, cultivando y desarrollando su patrimonio espiritual… dentro de una organización sociopolítica que reconozca su libertad. Sin embargo en las actuales circunstancias, tropieza con serios obstáculos para poder disfrutar de este derecho‖622. El gobierno lo acusa de lanzar ataques contra la unidad nacional y es retenido en su domicilio, junto a su vicario general, José Ángel Ubieta, para luego ser expulsado de España. El obispo recibe inmediatamente un masivo respaldo popular con catorce mil firmas recogidas en la diócesis, mientras la CEE anuncia que aplicará el Derecho Canónico excomulgando a quienes impidiesen ejercer la jurisdicción eclesiástica a un obispo; Añoveros se niega a abandonar el país y Arias Navarro se ve forzado a retirar su expulsión. Guerra Campos apunta que la mediación del cardenal Tarancón con Franco ha sido decisiva para solucionar la crisis623. Pero el obispo de Cuenca va más lejos al referirse a los sacerdotes presos en Zamora, en huelga de hambre, recordando que mantienen en vilo 622 Chao Rego, X.: Iglesia y franquismo: 40 años de nacional-catolicismo (1936-1976), tresCtres, A Coruña, 2007, p. 388. 623 Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1936-1975)…‖, Op. cit., p. 35, notas 12-13 y 72. El obispo se deshace en elogios hacia el dictador: ―[…] su gran confianza en su genialidad, serenidad, eficacia aún ahora, y ponderación‖. Ibídem. 405 ―La otra Transición de la Iglesia… al poder eclesiástico, y por supuesto al civil, y denuncia, de paso, al clero vasco vinculado a grupos terroristas, en clara alusión a ETA: ―[…] En algunas regiones hay acciones demostrativas de sacerdotes, mezcladas con movimientos nacionalistas y en ciertos casos con la violencia terrorista‖624. Las tensiones internas en la Iglesia son tan profundas que, a finales de febrero, el gobierno detecta la convocatoria de una reunión de altísimo nivel con el objetivo de conciliar posturas: ―[…] Esta reunión es posible que se celebre en El Escorial, y que en ella participen seis obispos representativos de las tres tendencias fundamentales existentes en nuestro episcopado… que evite a los fieles el lamentable espectáculo de las continuas críticas de unos obispos a otros‖625. En el informe del GE se menciona a los cardenales Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la CEE y arzobispo de MadridAlcalá de ―tendencia medio-progresista‖, a Marcelo González, arzobispo de Toledo, de ―tendencia conservadora‖ junto a los obispos Laureano Castán, de 624 Sigüenza-Guadalajara y Ángel Temiño Saiz, obispo de Orense. Ibídem. En la cárcel de Zamora se encuentran sacerdotes vascos y navarros. Desde Diario de Cuenca se deja entrever, en un artículo sin firma, que el motín de Zamora es un acto más de propaganda de deterioro de la imagen de España a nivel internacional. Diario de Cuenca, 16-11-1973, p. 14. Rafael Torija, obispo de Ciudad Real desde 1976, manifiesta años después sobre el terrorismo: ―[…] Puede haber habido un momento en la Iglesia, sobre todo de un representante de la Iglesia, que haya tomado postura que no estuviera en conformidad con lo que debía […]. Con respecto al País Vasco sin embargo no estoy de acuerdo con quienes dicen que la Iglesia ha estado a favor del terrorismo. Sinceramente no se puede demostrar y sí se puede demostrar fácilmente que es todo lo contrario. No sería justo decir que todo lo que se refiere a asesinatos no haya sido condenado claramente por la Iglesia‖. Valero, M.: Lanza Digital, Ciudad Real, 9-8-2001. 625 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10540. 406 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Finalmente se cita a Antonio Dorado Soto, obispo de Cádiz y Javier Osés Flamari, ―ambos de tendencia muy progresista‖. Al final no se transcribe lo tratado626. El gobierno trata de ―amplificar‖ la sintonía con la Iglesia ―de siempre‖. Guerra Campos, su fiel aliado, aporta las ocasiones precisas. Una muestra es su crítica al Episcopado de Chile por su ―desconocimiento‖ a la hora de valorar la realidad en la Iglesia española, y sus referencias a la guerra civil de la que muchos episcopados del mundo no entendieron la filiación de la jerarquía de aquel momento con el levantamiento militar, con intencionalidad clara sobre determinadas actitudes de compañeros suyos: ―[…] El ocho de abril de 1974. ‗El Boletín del Obispado de Cuenca publica un informe del Episcopado Chileno dirigido a la Conferencia Episcopal Española‘. […] ‗Es notoria la apertura del Episcopado Chileno a las iniciativas bien intencionadas tendentes a conseguir un mejor orden social… Los obispos de Chile registran la deformación informativa de tantas publicaciones católicas –especialmente dirigidas a sacerdotes- que han actuado al servicio, consciente o inconsciente, de la propaganda marxista… Este informe es muy parecido a la Carta Colectiva del Episcopado Español de 1 de julio de 1937 en la que se explicaba a los obispos del mundo entero los hechos que (ilegible) la guerra de España. Manifestaban su dolor por el desconocimiento de la verdad de lo que estaba ocurriendo en España‘‖627. 626 Ibídem. 627 AGA. MIT. CUL. GE, C. 561, IG, carp. 40180. 407 ―La otra Transición de la Iglesia… En esas maniobras gubernamentales entra el cardenal González quien acude, como representante eclesiástico, a la festividad de la Virgen de Fátima en Portugal (13-5-1974), un mes después de la ―Revolución de los claveles‖, en pleno proceso democrático del país vecino: ―[…] El primado católico de España, Cardenal D. Marcelo González Martín, visitará Portugal la próxima semana (13 de mayo con motivo del aniversario de la Virgen de Fátima), a invitación de la Iglesia portuguesa, anunció hoy la oficina del Cardenal… Fuentes eclesiásticas manifestaron que la visita del Cardenal González Martín es significativa, porque la Iglesia española viene ejerciendo presión desde hace tiempo a favor de reformas políticas y sociales. La Iglesia portuguesa se ha alineado detrás del régimen militar del general Spínola. El primado es considerado entre los miembros más conservadores de la Iglesia española, cuya trayectoria liberal reciente ha sido promovida por prelados como el Cardenal Enrique Vicente y Tarancón de Madrid, y el cardenal Narciso Jubany, de Barcelona‖628. A su vuelta, el cardenal-primado sorprende con un discurso donde se refiere a la redistribución de la riqueza y las injusticias sociales, durante una homilía en la catedral toledana (18-6-1974): ―[…] Como obispo no puedo predicar únicamente una doctrina social que se limite a contemplar los horizontes de la tierra. Yo no estoy para eso […]. Pido para vosotros trabajadores, (la nota dice ‗principalmente a los labradores‘), que la sociedad reconozca cuanto sea posible y justo vuestros 628 Informe de 7-5-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 408 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón derechos. Y que haya cada vez más distribución de la riqueza y el bienestar. Que se eviten las injusticias sociales, sea cual sea el ambiente en que puedan producirse…‖629. Desde abril la Comisión Nacional de Justicia y Paz, presidida por Joaquín Ruiz-Giménez, implicada seriamente en una reorganización de las estructuras sociales y políticas del país, tiene organizada una campaña a favor de la amnistía para los presos políticos, que durante ese año se han incrementado notablemente. Si bien cuenta con el respaldo de Enrique y Tarancón, tendrá de nuevo en la pluma de Guerra Campos la crítica más demoledora a los análisis de la Comisión630. Le secundan Laureano Castán, Juan Hervás, y la HSE (que tampoco abandona al gobierno en estos momentos de máxima tensión social, yendo más lejos que los obispos, al pedir a la cúpula episcopal que investigue a la Comisión: ―[…] conocer la naturaleza, los miembros y los objetivos de aquel odiado organismo‖)631. A pesar de un mayor control gubernativo en ese mismo verano de 1974 varios sacerdotes, y miembros del apostolado obrero albacetense, recogen casi doscientas firmas a favor la petición de amnistía. Desde HOAC se hace una declaración pública, tras su XII Reunión Nacional de Estudios (I Asamblea General), denunciando el endurecimiento de las medidas represivas del gobierno, y llamando a la movilización social: 629 AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 630 Guerra Campos, J.: BOOC, Anuario, 1974, pp. 58-63. 631 Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., pp. 225-226, nota a pie núm. 31. 409 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] En la HOAC pensamos que el pueblo debe ser el protagonista de su propia promoción. Pero constatamos que el pueblo español -debido a la despolitización- asiste como mero espectador, que se queda al margen de las discusiones que llevan entre manos los gobernantes y las diversas familias políticas sobre la democratización de las instituciones, el asociacionismo, la apertura, las libertades sindicales y políticas. Es verdad que también presionan en este sentido las organizaciones obreras clandestinas. Pero el pueblo -en su conjunto- permanece mudo: por eso nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles invitándoles a que tomen conciencia de la situación que padecemos y presionen por todos los medios justos a su alcance, para dar pasos reales hacia la democracia‖632. En la presentación ante el pleno de la CEE del Año Santo Universal de la ―Reconciliación‖ (1974), el cardenal Tarancón mantiene como legítimas las distintas lecturas sobre la Evangelización, según las regiones o diócesis633. Por el contrario, González Martín pone en tela de juicio la idoneidad de una evangelización de localismos, ―Iglesia local‖ como la denomina, frente a los acuerdos de las Conferencias: 632 ―Declaración de la HOAC a la opinión pública‖, Boletín HOAC-Noticias Obreras, nº 648-A, septiembre de 1974. 633 Tarancón, consciente de las serias divergencias entre los obispos españoles, intensifica sus manifestaciones con el propósito de reconciliar posturas en lo esencial: ―[…] el camino de la auténtica reconciliación de todos los españoles, pueda ser un medio eficaz para que nuestra unidad episcopal se proyecte en la vida y en la conducta de nuestro pueblo‖. Ecclesia, 22-6-1974 y BOOA, núm. 6, julio-agosto, 1974, p. 304. 410 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] ¿Cómo se salva la autoridad del obispo en su diócesis, que con toda certeza es Iglesia particular?; si esto no se aclara como es debido, el obispo diocesano puede llegar a convertirse en un prisionero del sistema de las Conferencias. Si en alguna nación se dan regiones con distintas culturas, por lengua diversa, etc., ¿qué obispos determinarán la indigenización de la Iglesia local, sólo los que habitan en esa región o todos los de la nación? […] Lo que ahora piden algunos sobre liturgias propias, teologías propias, etc., ¿se hace para defender mejor la fe, hasta el martirio si es preciso, o se fomenta por cierta exaltación nacionalista de los elementos diferenciadores de cada uno?‖634. La XXI Asamblea de la CEE -clausurada el 30 de noviembre de 1974da la razón a Enrique y Tarancón cuando aprueba, con cuarenta y siete votos a favor y trece en contra, una proposición que recoge la diversidad de matices en el proceso evangelizador, con lo que suma un triunfo más frente a la corriente conservadora. Blázquez habla de garantías obligadas por orientaciones sustentadas desde el propio Concilio: 634 BOOA, núm. 9, diciembre, 1974, p. 552. Recogidas del arzobispo de Toledo, 10-10-1974. Días después de estas manifestaciones Marcelo González, cardenal por razón del arzobispado y nombrado por Pablo VI en el Consistorio (5-3-1973) –en un gesto de compensar nombramientos de aperturistas para otras diócesis de importancia y de imagen ante el régimen, momento en el que se nombra a personalidades como Albino Luciani, futuro papa Juan Pablo I, Pietro Palazzini o Salvatore Pappalardo-, acude, junto a Narciso Jubany Arnau, obispo de Barcelona, a la III Asamblea ordinaria del Sínodo (del 27 de septiembre al 26 de octubre de 1974). Dado que es el único obispo español en la Asamblea de la Congregación para la Evangelización, da idea del poder de representación y notoriedad que va adquiriendo. 411 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] En consecuencia con la enseñanza de la encíclica de Juan XXIII Pacem in terris y de la constitución conciliar sobre la Iglesia en el mundo moderno, la Conferencia Episcopal Española se ve obligada a apoyar una evolución en profundidad de nuestras instituciones, a fin de que garanticen siempre eficazmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, tanto individualmente como asociados a la vida política, desde su propia identidad programática, sin discriminaciones arbitrarias y con garantías jurídicas para el ejercicio de este derecho dentro de las exigencias del bien común‖ 635. Días después, en Guadalajara, Laureano Castán, pronuncia la conferencia La empresa, según la doctrina social de la Iglesia, donde defiende, con argumentos coloquiales que rozan la ―moraleja‖, la iniciativa privada por encima de sistemas económicos o políticos en ciernes: ―[…] esa iniciativa privada es en muchos casos la gallina que pone los huevos de oro, de que nos habla la fábula. Pues bien, el marxismo, al restringir o negar esa iniciativa subordinándola totalmente a la idea colectivista o a las planificaciones estatales, mata esa gallina o la enflaquece tanto que yo no puede poner más huevos de oro. El capitalismo, por lado opuesto, al quedarse con la parte del león de los beneficios, hace que esa gallina se coma los huevos de oro que pone. La doctrina social católica permite a esa gallina vivir y comerse algunos huevos, pero quiere que queden otros para el justo beneficio del trabajo y de la sociedad‖636. 635 Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., p. 227. 636 La empresa según la doctrina social de la Iglesia, Delegación provincial de la Organización Sindical, Guadalajara, 1974. Conferencia pronunciada el 13-11-1974, p. 10. Informe del 1311-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Con anterioridad han ido apareciendo, 412 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Castán habla de cómo llevar a cabo el proceso, con una serie de pasos basados en ―suavizar primero, e intentar superar luego‖ el contrato de trabajo, ―mediante la introducción gradual de elementos del contrato de sociedad‖, que se continúa con la participación de los obreros en las empresas, cooperativas eso sí, sin una intervención directa e impositiva del Estado, que sólo actuaría como mediador o facilitador637. Ante el futuro determina la mediación a la OS: ―[…] En este campo creo tiene una gran misión a realizar la Organización Sindical española, prosiguiendo con tesón esta doble tarea. Cuanto más sensibilizados estén los dueños y directores de las empresas en relación con el necesario y justo progreso social y cuanto más capacitados estén los trabajadores para ir asumiendo crecientes responsabilidades, mayor será la compenetración de todos en el seno de cada empresa y el rendimiento que de ella podrá esperar nuestra Patria‖638. desde la Oficina de Información de la CEE, Extracto del comunicado final de la XLVIII Reunión de la Comisión Permanente de la CEE sobre la dificultad con la Administración Pública y sobre el confusionismo ambiente (9-5-1974), y desde la CEAS, Actitudes cristianas ante la actual situación económica. Nota (14-9-1974). 637 Ibídem, pp. 13-14. Castán recoge aportaciones de pontífices y del propio Concilio, y se remonta al Breviario de Pastoral Social de la comisión episcopal de Doctrina y Orientación Social, Madrid, 1959, núm. 90. El tema del cooperativismo está presente entre los preceptos sociales y económico-laborales de la Iglesia durante la dictadura. 638 Ibídem, p. 32. 413 ―La otra Transición de la Iglesia… En el fondo esta visión recoge lo que la mayoría de la jerarquía desea ya que, si bien una gran parte propugna un cambio de régimen político, no es proclive al económico, manteniendo una actitud neutral respecto al capitalismo639. Ante tales zozobras y multiplicidad de mensajes, desde Albacete, Ireneo García llama la atención sobre los límites: ―[…] no puede descender a criterios concretos de la actual situación española, y ésa es una responsabilidad que les toca a los políticos […] nosotros lo que tenemos que hacer es defender principios morales y éticos‖640. Guerra Campos, por su parte, busca por todos los medios desautorizar aquellas corrientes contrarias al régimen y denuncia presiones e infiltraciones dentro de la propia Iglesia que merman, junto a nuevas corrientes de fe que van asentándose en la sociedad, la tradicional fuerza de la institución. En ―El Evangelio en Cuaresma‖, dentro de su programa El 639 Châtelet y otros, afirman: ―[…] Ciertamente, la iglesia se guarda de hacer una condena radical del capitalismo, de la que no querría, ni podría, asumir sus consecuencias políticas. Sólo se trata de preconizar un reformismo prudente: Cuando concilia el derecho de propiedad con las exigencias del interés general, la autoridad pública, lejos de mostrarse enemiga de los que poseen, les rinde un valioso servicio impidiendo a la propiedad privada ‗originar males intolerables y preparar su propia desaparición‘‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 151. Coincidimos con quienes afirman que la Transición española confirma una de las tesis centrales del sistemismo político: un sistema cambia cuando sirve y representa intereses opuestos a los que hasta entonces sirve y representa, por tanto persiste si sirve a los mismos intereses. Se puede cambiar de régimen y seguir perpetuado el sistema, e incluso muchas veces es necesario cambiar el régimen para que el sistema pueda sobrevivir. Vid. Adrada, J. L.; Uña, O. y Díaz Salazar, R.: La transición española. Religión y política, Verbo Divino, Pamplona, 1990. 640 La Verdad, 4-12-1974. 414 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón octavo día (14-3-1975), en RTVE, y del que nuevamente se hace eco el gobierno, alude a una homilía del Papa donde se refiere a aquellos que habiendo perdido la verdadera fe católica permanecen en la Iglesia: ―[…] el obispo de Cuenca ha denunciado la existencia en la Iglesia Española de una doble infiltración, protestante y atea. A continuación ha revelado que en la reciente Asamblea del Episcopado español se ha tenido conocimiento de que en algún caso, ciertos sacerdotes hacen presión sobre sus compañeros, para que se inscriban en el partido comunista, amenazándoles en las personas de sus madres, en el caso de efectuar dicha inscripción (sic)‖641. La Unión Seglar de Madrid, tras constituirse como organización religiosa de seglares de ambos sexos, en abril de 1975, agradece a Guerra Campos las emisiones televisadas durante la Cuaresma y su defensa de la ―doctrina tradicional de la Iglesia‖ pues: ―[…] ha hecho llegar a tantos hogares españoles palabras de vida eterna, en lugar de particulares opiniones temporalistas o soflamas marxistas, a las que otros eclesiásticos nos tienen acostumbrados. El día que todos nuestros obispos y sacerdotes se decidan a volver a hablarnos en términos semejantes al suyo, la Iglesia de España recuperará un rumbo que hoy parece haber perdido‖642. 641 Recogido por la agencia de noticias PYRESA. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. 642 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. 415 ―La otra Transición de la Iglesia… Los seguidores del régimen, dentro y fuera de la Iglesia, ven peligrar el sistema político imperante con la previsible desaparición, no muy lejana, del dictador; Franco está muy enfermo. Guerra sale al paso de ciertas informaciones sobre el apoyo de la institución a los procesos de cambio, instando a sus compañeros de la CEE a no amparar alguna de esas preferencias una salida constitucional: ―[…] Respaldar (mejoras en los instrumentos de gobierno o reformas normativas dentro de las leyes fundamentales o cambios graduales de la misma Constitución y hasta cambios revolucionarios) sería indecoroso para el Episcopado; hacerlo conscientemente sería saltar los límites de su autoridad y su competencia‖643. El régimen atraviesa un momento de estancamiento político, generado por el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, que bajo la apariencia de iniciar tímidos cambios, consigue que todo permanezca igual. Todo el mundo es consciente de que las relaciones de cúpula de la Iglesia con el gobierno atraviesan serias dificultades de comunicación, según se desprende de las tibias declaraciones del cardenal Tarancón sobre Arias: ―[...] en ocasiones los temas a tratar motiva discrepancias y no hay coincidencias a la hora de solventarlos [...], es un hombre humano‖644. 643 BOOC, núm. 5, mayo de 1975, p. 114, nota 6. 644 Diario de Cuenca, sección nacional, 6-7-1975. Según Cárcel Ortí el gobierno lleva tiempo pensando en actuar con mayor contundencia contra ciertos sectores de la Iglesia: ―[…] Era intolerable para el Gobierno las intervenciones de la Conferencia Episcopal Española en el 416 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Tarancón también vierte críticas a algunos compañeros del Episcopado. En julio, Diario de Cuenca titula: ―Monseñor Guerra Campos no comment‖, donde el obispo afirma no tener conocimiento de las supuestas, y negativas apreciaciones, sobre su labor apostólica, provenientes del presidente de la CEE645. Con inusitada celeridad González Martín envía un telegrama a Guerra Campos declarándole su afecto y admiración (9-71975): ―Excelentísimo y reverendísimo monseñor Guerra Campos, obispo de Cuenca. Como metropolitano provincia eclesiástica a la que pertenece Cuenca lamento profundamente afirmaciones vertidas. Sobre vuestra excelencia, a la vez que reitero admiración por espléndida labor pastoral diócesis, profundidad magisterio doctrinal, espíritu servicio, trabajo constante en bien Iglesia española‖646. terreno político, descendiendo al plano de las soluciones concretas a los problemas temporales. En particular, la mayoría de la Conferencia Episcopal: a) había apoyado las conclusiones contrarias al Estado de la Asamblea Conjunta; b) había aceptado las ingerencias, algunas de ellas calumniosas, de la Comisión Justitia et Pax; c) toleraba innumerables homilías de intención política, que fomentaban el rencor, la rebeldía y el desorden; d) favorecía una política de denegación sistemática de autorizaciones para procesar a eclesiásticos presuntos autores o cómplices de delitos tipificados incluidos en el Código Penal…‖. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., pp. 276-277. 645 646 Ibídem, 8-7-1975. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Parte del contenido aparece, sorprendentemente, al día siguiente en la primera de Diario de Cuenca: ―El cardenal primado de España expresa su admiración por Guerra Campos‖, con antetítulo: ―Por su parte, el arzobispo Enrique y Tarancón pide disculpas‖. Marcelo González declara: ―[…] admiración por su espléndida labor pastoral (de Guerra)‖. Diario de Cuenca, 10-7-1975. Una carta de Miguel Martínez Millán, capellán de la Hermandad de Familiares de Caídos y Excombatientes de la División Azul, hace referencia a Tarancón y a la división en la Iglesia: ―[...] En realidad dentro 417 ―La otra Transición de la Iglesia… A partir de ese momento Guerra Campos se distancia definitivamente de la CEE647. Sus críticas llegarán a través de las páginas del Boletín Diocesano (fórmula que utilizarán sus compañeros tras el acuerdo, en abril de 1974, de ensartar, en todos los boletines eclesiásticos la documentación de la Santa Sede, una de las primeras decisiones de conjunto que se produce en la provincia eclesiástica)648. El gobierno, en la medida de intereses confluyentes, ampliará su resonancia mediática. de esta catastrófica ruindad política en que vivimos en la Iglesia y en España, a los adversarios de Monseñor Guerra Campos, conocido su fundamento científico y lo irreprochable de su vida, no les quedaba otro camino que seguir, sino buscar algo difícil de discernir, como es la falta de realidad, y dar al mismo tiempo un golpe bajo a la labor cristiana de una superdotada capacidad [...]‖. Diario de Cuenca, 11-7-1975, p. 5. En esa misiva afirma que, con anterioridad a la llegada de Guerra a Cuenca, un grupo de sacerdotes ya estaba predispuesto en su contra. 647 No acudirá a plenos, ni seguirá algunas orientaciones, como afirma González tras su fallecimiento: ―[…] Y cuando la Conferencia Episcopal adoptó algunas determinaciones, que no me corresponde a mi juzgar, él siguió caminando, dio alguna explicación, la que le pidieron los que podían pedírsela, pero no ofendió jamás, ni siquiera cuando aparecían en revistas y periódicos comentarios que mejor es que no hubieran existido‖. De la homilía con motivo del fallecimiento del obispo conquense en 1997, en Cabezas Cañavate, J. M.: José Guerra Campos: Sacerdotes, ministros de Cristo…, Op. cit., p. 20. 648 Son la archidiócesis de Toledo, Cuenca, Sigüenza-Guadalajara y Coria-Cáceres la que primero lo instauran. Hasta entonces tan sólo lo hacía la provincia eclesiástica de Valencia. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. López Villaverde valora su utilización: ―[...] La actitud más manifiestamente profranquista la mantuvo Guerra Campos, que utilizó las páginas del Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Cuenca como el vehículo idóneo para estar en el candelero. Consiguió que se incrementara su tirada, pues se recibía en todas las agencias informativas, así como en congregaciones e instituciones religiosas y particulares. En sus páginas plasmó su pensamiento político con gran claridad en su documento ‗La Iglesia y Francisco Franco‘ […]‖. López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia y los católicos…‖, Op. cit., p. 418 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 108. La publicación dedicará más de mil setecientas páginas a la catequesis pontificia, en el suplemento ―Documentación de la Santa Sede‖. El dato no es baladí pues, además de ser preeminente sobre otras diócesis, delata que Guerra otorga mucha importancia a todo lo que llega de Roma -según el obispo útiles para el clero, y por tanto ―sugerencia obligada‖ para su conocimiento-, así como sus acotaciones a los temas teológicos, o puntos de vista sobre el devenir social y político en Europa y, por supuesto, España. De la importancia sobre lo tratado en el Concilio da muestra su decisión, en 1977, de traer, para la biblioteca del seminario mayor, la obra Acta Synodalia Concilii Vaticani II (que recoge las sesiones de 1962 hasta el 8 de diciembre de 1965, pues restan por editarse, en esas fechas, las sesiones entre el 22 de septiembre y el final del Concilio). 419 ―La otra Transición de la Iglesia… IV.3. El clero de Albacete y Toledo contra el régimen. Del control de los obispos en el resto de las diócesis castellano-manchegas Tras la celebración de la Asamblea Conjunta el obispo de Albacete, Ireneo García, coincide con la preocupación del gobierno por las connotaciones políticas y la actitud beligerante de muchos sacerdotes contra un régimen al que consideran alejado de la realidad social. Según García ese intento de alejamiento, o ―ruptura‖ en definitiva, sólo puede traer problemas a los más desfavorecidos, justo por quienes levanta su protesta el clero: ―[…] Durante varios siglos las fronteras de la Cristiandad han sido marcadas por factores geográficos o nacionales. […] La unidad católica de España se ha venido señalando por la Iglesia como una gloria y una situación privilegiada de nuestra fe. Tenemos un Estado confesionalmente católico. Hemos de ser sumamente sensatos para no liquidar inconscientemente los auténticos valores de esta situación secular con el Pueblo de Dios. Gracias a esta situación han tenido acceso a la fe del Pueblo de Dios millones de ‗pobres‘, que sin la ayuda del ambiente no se habrían beneficiado del Evangelio. Si el servicio a los pobres viene siendo una característica postconciliar, tengamos en cuenta que la mayor pobreza es carecer de la fe católica‖649. El mensaje llega mientras se celebra la II Asamblea general ordinaria del Sínodo de obispos (30 de septiembre y el 6 de noviembre de 1971) 649 BOOA, núm. 7, octubre, 1971, pp. 375-376. Texto con motivo de la fiesta de Santa Teresa. 420 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón donde se debate, bajo el lema El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo, la implicación del sacerdote en la acción social y política. Con contenidos muy similares a los que se llevaron a la Asamblea Conjunta, allí se dicta que el papel del sacerdote debe alejarse de todo activismo en partido político, o cargo derivado, a no ser que cuente con la aprobación de su obispo en circunstancias ―concretas y excepcionales‖: ―[…] Los presbíteros, juntamente con toda la Iglesia, están obligados, en la medida de sus posibilidades a adoptar una línea clara de acción cuando se trata de defender los derechos humanos, de promover íntegramente la persona y de trabajar por la causa de la paz y la justicia, con medios siempre conformes al Evangelio. Todo esto tiene valor no solamente en el orden individual, sino también social; por lo cual los presbíteros han de ayudar a los seglares circunstancias a en formarse que se una recta presentan conciencia propia. legítimamente En aquellas diversas opciones políticas, sociales o económicas, los presbíteros, como todos los ciudadanos, tienen el derecho de asumir sus propias opciones. Por como las opciones políticas son contingentes por naturaleza y no expresan nunca total adecuada y perennemente el Evangelio, el presbítero, testigo de las cosas futuras, debe mantener cierta distancia de cualquier cargo o empeño político. […] El asumir una función directiva (leadership) o ‗militar‘ activamente en un partido político, es algo que debe excluir cualquier presbítero a no ser que, en circunstancias concretas y excepcionales, lo exija realmente el bien de la comunidad, obteniendo el consentimiento del obispo, consultado el Consejo Presbiteral y –si el caso lo requiere- también la Conferencia Episcopal‖650. 650 Sínodo de Obispos. II Asamblea general ordinaria de 1971. Tema: El sacerdocio ministerial y la justicia en el mundo. Documentos: ―El sacerdocio ministerial‖, y ―La justicia 421 ―La otra Transición de la Iglesia… ABC interpreta que el principio ―despolitizador‖ en las tareas del clero, aprobado en el Sínodo, recorta, aún más a lo acordado en la Asamblea Conjunta, apuntando que ciertas proposiciones sirvieron de ―falsilla‖ para los textos sinodales: ―[…] el total paralelismo que existe entre los párrafos sinodales referidos a la acción política del sacerdote y los dedicados a este mismo tema por la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes celebrada en Madrid un mes antes. Similitud tal que obliga a pensar que en este punto textos de la Asamblea han servido de clara falsilla sobre la que se han elaborado los textos sinodales. […] Decía la Asamblea: ‗Reafirmamos el derecho y el deber que tiene la Iglesia de anunciar con fidelidad y libertad del Evangelio, proporcionándolo a los hombres y emitiendo juicios morales sobre situaciones humanas concretas, ‗incluso sobre materias referentes al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas, utilizando todos y solo aquellos medios que sean conformes al Evangelio‘, ‗En aquellas situaciones en que quepan varias opciones políticas, sociales o económicas, el sacerdote, como ciudadano, tiene derecho a tomar sus propias opciones temporales. Sin embargo, el ejercicio de este derecho debe quedar regulado por el análisis prudente de las circunstancias pastorales, evitando, en lo posible, el que su opinión pueda ser interpretada como la única aceptable por el cristiano o que provoque en el mundo". Recogido por ABC, 10-12-1971, Editorial, p. 35. El mismo se abre con una interpretación sobre lo acordado: ―[…] en este punto el planteamiento sinodal es tajante y claro: clara puerta abierta e incluso obligación del sacerdote en su tarea de defender la injusticia; clara puerta cerrada a la acción política concreta del sacerdote en toda forma de acción política o en la asunción de cargos considerados políticos‖. 422 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón innecesarias divisiones entre los fieles‘. ‗En función de su misión, parece necesario que, como norma general, el sacerdote como tal, no se vea implicado como militante cualificado en ningún partido o grupo político‘. No hace falta subrayar la importancia que tiene este planteamiento despolitizador de la Asamblea Conjunta –aunque no hayan faltado quienes trataran de presentar como politizante lo que era despolitizador- se vea ahora tan claramente subrayado por el texto sinodal, que incluso hace más concreto que la misma Asamblea Conjunta en las palabras finales de su párrafo‖651. El gobierno trata por todos los medios controlar cualquier atisbo de crítica o desplazamiento ideológico dentro de la Iglesia. Así se desprende de algunos comentarios extraídos de la memoria del gobierno civil de Albacete de ese año: ―[…] de carácter progresista, pronunciadas por algunos sacerdotes, las declaraciones hechas a La Voz de Albacete por Monseñor Leucona, referentes a las guerrillas de Colombia en las que militan curas españoles, y la reunión celebrada en el edificio de Cáritas, con escasa asistencia, en la que dos sacerdotes se manifestaron como progresistas, y en cierto modo como contrarios al Régimen, hechos todos que dieron lugar a comentarios de censura, en general, sin otras consecuencias‖652. 651 ABC, 10-12-1971, p. 35. 652 Memoria del G.C. de Albacete, 1971. AGA. (08) 22 Caja 52/00504. 423 ―La otra Transición de la Iglesia… Además del control de la opinión pública en los medios, se imponen sanciones, como las que realiza el gobierno civil de Albacete que sanciona con el impago en los recibos de luz y agua a Eufrasio Campallo Sánchez, coadjutor de Villamalea (Albacete), ―por su especial virulencia‖ en sus homilías653. Durante el año siguiente, este sacerdote recibe sucesivas amenazas del Alcalde de la localidad y su hermano654; hecho que se reproduce también en Hellín donde algunos sacerdotes no se amilanan y continúan emitiendo valoraciones del estilo: ―[…] una Iglesia que deja el poder, su maridaje y el control por los potentes de este siglo para hacerse más solidaria de los débiles al estilo de Jesús, que mereció la reprobación de los poderosos‖655. El imparable protagonismo que va adquiriendo el clero en asuntos laborales y sindicales se observa en el incremento de trabajadores que se dejan ―arrastrar‖ por los denominados curas-obreros. La propia OS denuncia que esa ―línea contestataria o progresista‖ utiliza las estructuras de la Iglesia para: ―[…] significar su postura y hacer críticas negativas sin razonamientos convincentes de disposiciones, organismos o situaciones 653 Ibídem. 654 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. Con estas sanciones económicas el gobierno pretende apurar las condiciones del clero y doblegar actitudes: ―[…] ser suprimida ipso facto para aquellos clérigos que se destaquen por su activismo político contra el Estado y sus normas constitucionales aprobadas en Referéndum nacional‖. Ibídem. 655 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 98-99. El autor también recoge las críticas a las homilías del coadjutor de la JOC y párroco del Espíritu Santo en la capital. 424 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón legales […] están creando un clima de enrarecimiento en las relaciones laborales que nada beneficia ni a la doctrina de la Iglesia Católica, ni a los postulados de la Organización Sindical‖656. FOESSA da cuenta del perfil de esos sacerdotes: ―[…] Nuevas generaciones de sacerdotes, algunos de ellos de vocación tardía, quizá un reclutamiento menos rural del clero, una mayor conciencia de la injusticia social y contacto con la descristianizada clase obrera, estudios sociológicos de la práctica religiosa, la identificación del clero con las minorías culturales y lingüísticas del País Vasco y Cataluña, y sobre todo el impacto del Vaticano II, produjeron un fermento de crítica y descontento entre jóvenes intelectuales católicos, laicos y clero, y conflictos con la autoridad. […] En este complejo proceso la comunidad católica, el clero y en menor medida la jerarquía, fue haciéndose políticamente pluralista y este desarrollo por sí mismo contribuyó a la neutralidad política y al papel en tono menor de la Iglesia en el período de transición‖ 657. 656 Ortiz Heras, M.: (Coordinador): ―Albacete: De la ―balsa de aceite‖ a la conflictividad social‖, en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla La Mancha, 1969-1979..., Op. cit., pp. pp. 65-66, notas de los autores de los archivos: AHPGCA. Memorias del Gobierno Civil, Memoria de 1975, y del AHPAOS. Secretariado de Asuntos Sociales y Jurídico Laboral. Partes a Madrid. Caja 2145 y AHPOS, Secretariado de Asuntos Sociales y Jurídico Laboral. Partes Madrid. Caja 2145, y en Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 113. 657 Referencias a Bibliografía en Cap. X ―Religión y política. De conflicto a consenso por encima de las divisiones‖, FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981)…, Op. cit., pp. 290-291. 425 ―La otra Transición de la Iglesia… La alternativa pastoral progresista entre el clero albaceteño tiene su origen en la dirección del seminario y la vicaría pastoral social que, junto a la creación de la Asamblea del Consejo Pastoral, van configurando este perfil decidido a defender un cambio a la hora de entender la fe. En dicha Asamblea tiene vital importancia el empuje de su director Ramón Roldán responsable del estudio sociológico, hecho público el 17-12-1972, que refleja que un 97% de los menores de treinta años -y un 92,1% del totaldesea que las autoridades sean elegidas democráticamente658. El gobierno trata de minimizar la importancia de estas cifras, al tiempo que culpa del nombramiento de ―sacerdotes progresistas para los 658 La encuesta, realizada a quinientas personas desde la Oficina General de Sociología de la Iglesia, es dirigida por Salvador Díaz Mozal, Vicente Sastre y Salvador Barceló. El informe del GE en Albacete recoge: ―[…] Puede considerarse conflictivo el contenido de los datos facilitados anoche en rueda de prensa celebrada en el Obispado de esta Diócesis para presentar los resultados de un estudio sociológico sobre Albacete llevado a cabo por la Vicaría Pastoral. […] Como temas abordados en ella aparecen los siguientes: (sic) ‗Más de las tres cuartas partes de los encuestados niegan su interés por los temas políticos‘ ‗El ochenta por ciento de los albacetenses no conocen el nombre del gobernador, el sesenta el del Alcalde y otro tanto el del presidente del Gobierno‘ ‗Mayoría absoluta opina que el sacerdote debe denunciar las injusticias‘ ‗Un dos por ciento escucha las emisoras extranjeras‘ ‗Egoísmo, falta de preparación y cariño mutuo, causas de las crisis matrimoniales‘, ‗Los ricos hacen justicia, piensa la mayoría‘… Ante la pregunta ¿Crees todavía en la lucha de clases? ‗un setenta y dos por ciento no y un trece por ciento si… También se ha hablado sobre temas políticos, obteniendo un 91,2 por ciento estima conveniente las elecciones de autoridades civiles. Y ya en temas religiosos han recogido además de lo expuesto, que el sacerdote gana poco el 88 por ciento, y que la Iglesia de ahora gusta más el 72,90 por ciento… un 67 por ciento no conoce el nombre de su párroco, un 53% el de su obispo y un 77% el del papa‖. Firma Tarrago Pleyan. AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. 426 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón cargos clave del Obispado‖ el motivo de las importantes divisiones entre el clero: ―[…] han tenido escasa repercusión en la opinión pública de la capital, no así entre la Curia y medios eclesiales, habiendo dado lugar a que aumente las diferencias que ya separaban profundamente a los integrantes de la Diócesis de Albacete, que están divididos en dos grupos bien definidos, ortodoxos y progresistas. La división a que se alude anteriormente de los sacerdotes de la Diócesis, tiene su origen en la evolución que desde hace algún tiempo se viene registrando con el nombramiento de sacerdotes progresistas para los cargos clave del Obispado y la escalada de éstos para el gobierno de vicarías, parroquias, etc., que ha creado una situación y estado de cosas, tales como difusión de circulares, recomendación de inhibición en actos oficiales y el cursillo que se comenta, entre otras‖ 659. Desde la Asamblea se convocan, a partir de 1972, los ―Cursos de Escuela de Pastoral Social‖, a celebrar en la Casa de Ejercicios, donde se analiza la situación sociopolítica en que se encuentra el país. Entre el dos y el veinte de julio de 1973 se celebra ―Fe y política‖ y acuden José María GilRobles Gil-Delgado, delegado letrado de las Cortes, y Fernando Prieto S. J., licenciado en politología, que exponen ―Introducción a las estructuras políticas españolas‖; el tema ―Teología de la liberación y educación liberadora‖, está a cargo de Julio de Loís y Carmeno García, profesores del Instituto 659 Pastoral de Madrid, y AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. ―Sistemas políticos, perspectivas. 427 ―La otra Transición de la Iglesia… Comentarios al documento del Episcopado Iglesia-Comunidad Política‖, a cargo de José María Setién, obispo auxiliar de San Sebastián (a los cursos sucesivos acudirán personalidades del catolicismo más avanzado como el obispo Alberto Iniesta, Álvarez Bolado, el padre Agustín Coy, así como sacerdotes de todas las diócesis de la provincia eclesiástica)660. Desde el gobierno civil de Albacete se trata de minimizar las críticas al gobierno y volver en contra de los propios sacerdotes sus argumentos, sin reconocer, que a finales de 1972, se ha incrementado el número de homilías de signo contestatario: ―[…] Como en el pasado año (1971), se han registrado algunas homilías, en un reducidísimo número de Iglesias, durante las cuales sacerdotes contestatarios- cuyo número no se ha incrementado- han censurado actuaciones y comportamientos políticos y sociales, utilizando argumentos que por su poca solidez, consistencia o falta de veracidad, únicamente sirvieron para producir críticas acerbas contra los que lo protagonizaron‖661. 660 En agosto de 1974 la revista del obispado Arco se refiere a estos cursos como: ―[…] actividades de la Iglesia diocesana que despierta ciertos recelos en algunos ambientes‖. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 100-101. Bernardino Buendía, sacerdote de Cuenca, añade que también acuden líderes emergentes de sindicatos y partidos con presencia destacada en el proceso democrático (José Bono Martínez, entonces miembro del PSP, o Virgilio Zapatero, del PSOE, entre otros). Según Buendía en estas reuniones aparece por primera vez la palabra ―cambio‖ y, años más tarde, se estudia el Estatuto de Autonomía de CLM. Cuando la Escuela va a organizarse en Cuenca, en 1985, al solicitar el permiso a Guerra éste reflexiona en voz alta: ―El que vive la realidad no la conoce, el que la analiza la distorsiona‖. Bernardino Buendía, entrevista referida del 7-5-2010. 661 Memoria del G.C. de Albacete, 1972. AGA. (08) 22 Caja 52/00473. 428 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón A nivel nacional los servicios de información de la policía sí destacan ―el incremento de los sacerdotes contestatarios y progresistas‖, relacionándolo con el momento crucial por el que pasan las relaciones con el Vaticano. Un informe con el encabezamiento ―El movimiento sacerdotal contestatario. Impresión de conjunto‖, recoge dos características que se observan tras la finalización del Concilio: la agudización al máximo de la pugna entre los dos grupos en que se encuentra dividido el clero, y el enfrentamiento abierto del Vaticano con el Estado español662. En 1973, dos años después de la Asamblea, el censo de sacerdotes por ―activismo anti-régimen‖, según el gobierno, se ha incrementado notablemente entre el clero joven y cercano a los movimientos seglares obreros, que insta a la jerarquía a una mayor implicación en la doctrina social de la Iglesia, y a la que reprocha aplicarla con reservas. Ante tales datos, y los hechos que acaecen con protagonismo eclesiástico, el ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, propone una vigilancia 662 Sus principales actuaciones contra el régimen, según el informe, son: la manifestación sacerdotal del 11 de mayo de 1966 en Barcelona; ―Acción Moisés‖ (1-9-1966) ; ―Operación Aarón‖ (21-9-1966); manifestación sacerdotal de Bilbao (12-4-1967); los asesinatos de ETA amparados por el clero de junio y agosto de 1968; la luctuosa huelga de Granada (21-61970); campaña contra el sumarísimo ―31‖ del denominado ―Proceso de Burgos‖, con máxima tensión en los meses de noviembre y diciembre de 1970, cuando los obispos de Euskadi inician una larga batalla para que el juicio se celebre públicamente; encierros en pro de la amnistía…, pero sobre todo destaca las carta pastoral, firmada conjuntamente por el obispo de San Sebastián, Jacinto Argaya, y el administrador apostólico de Bilbao, José María Cirarda, del 22 de noviembre, que condena toda violencia; así como la violenta huelga en El Ferrol del Caudillo (8-9 de marzo de 1972). AGA. Sector religioso. Extraído de Panorámica del año 1972 (Informe), p. 12. GE (Cultura) legajo 556. 429 ―La otra Transición de la Iglesia… estrecha y la posible congelación de ayuda económica a la Iglesia, según el informe que envía al ministro de Marina, Adolfo Balinom (27-3-1973): ―- Intensificar la vigilancia sobre homilías y escritos, con la obtención de pruebas concretas de los mismos (escucha, testigos, etc.). – Presentación ante la opinión pública de los aspectos más ridículos, extremistas e inadmisibles de las homilías o escritos… En casos extraordinarios, sanción administrativa inmediata contra los seglares o publicaciones que hayan participado en estos hechos… - Estudio urgente de los innumerables canales administrativos por los que llega a la Iglesia la ayuda económica del Estado y cierre de éstos de forma muy discriminada, en función de la actitud de los destinatarios…‖663. El ministro de Marina corrige la valoración sobre la gravedad de la situación al justificar que ciertas acciones del clero están en su mayoría relacionadas con las circunstancias sociales en cada diócesis: 663 AGA. MIT. CUL. GE, C. 557, IG, carp. 10950. Piñol añade un dato significativo sobre las multas impuestas con motivo de las homilías durante la época posconciliar, especialmente a lo largo del primer lustro de los años setenta: ―Los policías de la brigada de lo social ejercieron de pronto una nueva función, la de nuevos inquisidores capaces de juzgar las posibles desviaciones de las homilías respecto de la curiosamente ‗superespiritualista ortodoxia oficial‘‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., pp. 22-24. La CEAS publica Actitudes cristianas ante la actual situación económica (14-9-1974), donde resalta: ―[…] La situación económica del clero es alarmante, y más alarmante la insensibilidad del Gobierno que tal vez piensa en poner un precio económico a la sumisión de los predicadores de homilías, mientras las multas crecen e irritan‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 24. 430 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] Alinear en un mismo frente anti-régimen a quienes propician separatismos locales y a quienes denuncian desigualdades socio-económicas de las zonas de menor nivel de desarrollo puede conducir a un planteamiento incorrecto del tema y de ahí a medidas inadecuadas para resolverlo‖ 664. El almirante jefe Gabriel Pita da Veiga valora, en ese mismo sentido, el informe emitido por el Estado Mayor de la Armada, Sección de Inteligencia, que estima la inconveniencia de las sanciones administrativas. Según el escrito las multas a clérigos son satisfechas mediante colectas en sus parroquias, evitando así actuaciones como la encarcelación por delito. Añade que éstas son desautorizadas desde la autoridad eclesiástica, en razón de su prerrogativa en el Concordato, con lo que traslada el punto de mira hacia los seglares: ‖[…] No se creen eficaces las actuaciones judiciales dirigidas contra clérigos, ya que el procesamiento de éstos es desautorizado generalmente por la Autoridad eclesiástica; por el contrario sí pueden ser eficaces aplicadas a los seglares responsables de las organizaciones apostólicas…‖665. El informe avanza soluciones en una acción global con otros organismos, implicando a los medios de comunicación social con los que cuenta el Estado, interpretando la realidad según los criterios del gobierno, en un intento de desmovilización social: 664 Ibídem. 665 Ibídem. 431 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] un desarrollo más profundo de las relaciones humanas entre todas las clases sociales del país, un diálogo de más alcance entre la clase dirigente y la inferior, mayor divulgación por los medios habituales de información: prensa, radio, T.V.E. explicando con claridad los sucesos, destacando todo lo falso o deshonestamente interpretado, etc.‖ 666. El ejemplo del clero albaceteño de no ceder a las presiones gubernamentales se hace patente ante las elecciones sindicales de 1973. El presidente de la Hermandad de Labradores de Villamalea apela desde su parroquia a la participación con el fin de dar voz a los labradores, al tiempo que llama la atención sobre otros asuntos como la importancia de los matrimonios civiles cuando: ―no se sintiese el sacramento […] ―pues la boda civil era una postura política y no religiosa‖667. Esta parroquia es censurada por las autoridades locales por: ―tratarse de una insultante defensa de la temporalidad, la justicia social, la política y la sociología‖668. El gobierno también controla a líderes de JIC, un movimiento joven pero con cierta implantación en la provincia manchega. Entre los sacerdotes asistentes al III Consejo Nacional del Movimiento, en agosto de 1973, figuran Gaspar Sánchez Majadas, al que se le tacha de ―progresista, ha fracasado en sus intentos de agitar el sector laboral en Cáceres (diócesis por entonces de la provincia eclesiástica de Toledo)‖, y José María Arriaza 666 Ibídem. 667 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 103. 668 Ibídem. 432 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón González, ―progresista y socialista, radical enemigo de la Instituciones actuales, y Benito González Raposo, progresista y filo-comunista, en acuerdo con las CCOO, agitador laboral‖669. En noviembre se celebra en Villarrobledo la ―Semana de los Jóvenes‖, organizada por el sacerdote Diego Villanueva Carrión, párroco de San Blas, que, meses más tarde, el gobierno cataloga ―[…] como progresista y que se negó a celebrar una misa, con motivo de la muerte del Presidente del Gobierno Sr. Carrero Blanco‖670. También aparecerán voces disidentes desde el clero implicado en el Movimiento Rural (al igual que está ocurriendo en el resto del país). Denuncian la marginación en la que se encuentra la masa campesina y acuden en defensa de los derechos de los agricultores de la vendimia, muy numerosos en estas latitudes. Implicados también con el mundo rural, sacerdotes de Alcaraz denuncian las estructuras sociopolíticas que propician la emigración. El párroco de La Roda distribuye escritos para una cuestación y describe la penosa situación del trabajo y deficiencias del ministerio de Trabajo y de la OS a la hora de atajar los problemas del campo. El sacerdote de Fuentealbilla se enfrenta con la presidencia de La Hermandad de Labradores 669 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60490. 670 AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. El informe recoge que con anterioridad este párroco realiza una encuesta a unos 500 jóvenes con el fin de detectar su problemática e intereses. Sus actividades son vigiladas, al igual que las del maestro Calixto Serrano Navarro, un amante del teatro que monta la obra de Alfonso Sastre, El pan de todos, en el salón de actos de la parroquia. 433 ―La otra Transición de la Iglesia… por parecidos motivos (su participación en la celebración del primero de mayo de 1975 hace imparable la situación incómoda al gobierno civil de la provincia a la hora de sancionarle). Otro conflicto de tipo laboral que salpica indirectamente a la Iglesia albaceteña, surge en el Hospital Psiquiátrico por parte de los médicos residentes. El 31 de diciembre, diez huelguistas deciden encerrarse en las dependencias del Obispado. A pesar de las fuertes presiones desde el sindicalismo oficial al obispo de la diócesis, Ireneo García, no cede en que abandonen el recinto ni que entren las fuerzas de seguridad. Diez días más tarde -al conseguir parte de sus reivindicaciones- los huelguistas salen a la calle. Cuentan con el apoyo de jóvenes estudiantes y trabajadores del sector, además de un comunicado del vicario de pastoral social: ―[…] desentenderse la Iglesia de los no rechaza problemas en […] principio sobre a todo nadie de los ni puede débiles. Consiguientemente desea que toda persona tenga un trabajo digno y estable, que le permita vivir y sostener una familia‖671. A finales de 1973, y tras la exagerada represión en cadena por parte de la policía sobre estudiantes y trabajadores en las manifestaciones a tenor del ―Proceso 1001‖ -contra dirigentes de CCOO y del PCE, entre los que se encuentra el cura-obrero Francisco García Salve-, catorce sacerdotes de la diócesis de Albacete denuncian la pasividad de ciertos estamentos de la institución: ―[…] el silencio de la Iglesia cuando se dan casos públicos, la 671 Ibídem, pp. 63-64, nota 68; extraído de La Verdad, 2-1-1976. 434 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón haría cómplice‖672. En esas fechas se producen las detenciones de varios militantes comunistas de la provincia tras el asesinato de Carrero Blanco. El sacerdote Florencio Ballesteros Ballesteros, de Alcalá del Júcar (Albacete), es sancionado con una multa de cien mil pesetas por criticar el hecho en una homilía (17-1-1974)673. Pero el gobierno civil albaceteño insiste, en la Memoria de ese año, en minimizar el carácter político de ciertas homilías y su calado social: ―[…] han servido de las mismas para criticar de forma directa o indirecta los, para ellos, supuestos aspectos negativos de la situación política en general y de los de carácter social, limitados éstos últimos a la provincia‖674. Sin embargo, 1973 ha supuesto para el gobierno central un momento de máxima preocupación por las cifras relativas a los sacerdotes activistas anti-régimen. Los datos de CLM, frente al resto de regiones, coinciden, en gran medida con los relacionados por el gobierno de Albacete, en cuanto a la cuantía de miembros activos frente a otras Diócesis del país675. (Cuadro 3) 672 Gómez Flores, A.: ―La Transición en Albacete‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995…, Op. cit., p. 12. Gómez añade: ―[…] dejando al menos un hilo de protesta y solidaridad con los detenidos […]. Un sector de la Iglesia albacetense que cada vez sería más amplio estaba empezando a seguir las pautas de buena parte de la Iglesia a nivel nacional, convirtiendo las homilías en serias críticas contra la situación política y social‖. Ibídem, p. 18. 673 Gómez Flores, A.: Anatomía de una transición: Albacete del fascismo a la democracia. 1975-1982, Servicio de publicaciones de la Diputación, Albacete, 1991, p. 18. 674 Memoria del G.C. de Albacete, 1973. AGA. (08) 31 32/11436. 675 En 1973, según los datos aportados por el GE, el número de sacerdotes activistas anti- régimen es de 2.558, el 10,6% de los 23.971 sacerdotes que están repartidos entre las 435 ―La otra Transición de la Iglesia… Atendiendo a los datos del informe, podemos extraer las siguientes observaciones: - La media de disidentes en las diócesis del país es del 10,6%, mientras en las provincias de CLM es mucho menor. El máximo porcentaje lo ostenta, con un 6%, la diócesis de SigüenzaGuadalajara, a la que sigue Albacete con un 4%, frente a un 38% de Cádiz, un 36% de Bilbao, un 28% de San Sebastián o un 25% de Granada. Los datos nos llevan a pensar que determinados contextos diversas diócesis, siendo las más conflictivas, las tres vascas (Vitoria, San Sebastián y Bilbao), Navarra, Barcelona, la diócesis de Cádiz-Ceuta, Cartagena-Murcia, Málaga y Zaragoza, que oscilan entre el 20 y el 40% de sacerdotes considerados desafectos. AGA, MIT. CUL. GE, C. 557, IG, leg. 10.950. 436 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón incitan un mayor activismo y contestación por parte del clero. Esos contextos tienen relación con el desarrollo industrial (en CLM hablamos de provincias más ruralizadas, excepto Guadalajara, como extensión del Corredor del Henares con referencia en Madrid), o jerarquía más progresista con seminarios más abiertos a nuevos campos teologales, entre otras variables. - En términos absolutos, los porcentajes de la provincia eclesiástica son los más bajos del país. El caso de Cuenca es llamativo pues tan sólo aparece reflejado un sacerdote y Toledo, y Ciudad Real que no llegan al 1%. En la archidiócesis de Toledo el activismo del clero, se encuentra con el nuevo talante del arzobispo Marcelo González quien inmediatamente desplaza del organigrama eclesiástico a aquellos sacerdotes que se han significado apostando por un entendimiento con los sectores progresistas de los movimientos obreros de AC y cercanos a Tarancón. Éstos son trasladados a diócesis de menor importancia -en las que continúan su labor social-, pero alejados de tareas de relevancia en el arzobispado, como le ocurre al consiliario y cura-obrero, Matías Manchado, del barrio de Santa Bárbara, que se secularizará años más tarde676. También el gobierno civil 676 Para Gómez Herruz: ―[…] fue en lo político, la antítesis de su antecesor, lo que hizo abandonar a muchos sacerdotes sus trabajos en Toledo buscando lugares más propicios, cerrándose poco a poco una parte de la sociedad a la conciencia crítica que había ido surgiendo‖. Gómez Herruz, F.: Op. cit., p. 63. 437 ―La otra Transición de la Iglesia… fiscaliza las actividades de estos sacerdotes. A finales de 1972 un informe recoge las manifestaciones realizadas por el sacerdote Juan Antonio Paredes durante un retiro, los días 28 y 29 de octubre, al que asisten una treintena de jóvenes estudiantes, oficinistas y empleadas y al que se califica de ―izquierdista‖ en las tesis marxistas: ―[…] afirmó repetidas veces la necesidad que tenían los jóvenes de agruparse para conseguir sus propósitos, especialmente los estudiantes, que debían hacerlo aún a costa de suspensos […]. Aunque las medias palabras del citado sacerdote, sus poco aclaratorias contestaciones y sus referencias a las amistades con marxistas parecen propias de un sector del Clero, que hace alarde de izquierdismo, sin más consecuencias en el terreno práctico, no puede despreciarse la labor de mentalización que tales reticencias llevan consigo ni tampoco la posibilidad de formación de algún grupo de matiz marxista‖677. Los curas vigilados mantienen reuniones con miembros de otras Diócesis como la que celebran el 30 de marzo de 1973, setenta sacerdotes, según el gobierno, en la casa de ejercicios diocesana de Toledo: ―[…] todos ellos de tendencia progresista, y de marcada oposición al Régimen actual y a 677 AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. Sello de la Dirección General de Seguridad. Secretaría de Asuntos Especiales. La nota abunda en las biografías de los sacerdotes y su afiliación política: ―[…] ideas marxistas-leninistas, socialistas, etc., en franca oposición al Prelado y que se autotitulan ‗los perseguidos‘…, cuando se tiene conocimiento en estos Servicios que uno de ellos viajó a Cáceres, al objeto de invitar a varios sacerdotes, y otro de ellos fue el que pidió a las Misioneras que tienen a su cargo la Casa de Ejercicios, los locales para celebrar la reunión‖. 438 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón la labor pastoral que viene realizando el Obispo de dicha ciudad (Marcelo González)‖678. Entre los organizadores figuran Agustín Lozano Sánchez, delegado de Acción Caritativa y Social y originario de Lezuna (Albacete) al que se le considera socialista y líder del grupo por sus dotes intelectuales; Damián Uría Nieto, de Talarrubias (Badajoz), párroco de Sonseca y, según el informe, quien se traslada a Cáceres para invitar a otros sacerdotes a la reunión. También figuran Daniel Palomo Rivera, párroco de Mocejón y consiliario diocesano de la JARC -con marchamo de ideología marxista-, y como colaboradores Pedro Miguel Isaac Martínez, párroco de Santa María de la Cabeza, de tendencia marxista-leninista, sobre quien también se reflejan los antecedentes de su padre: ―[…] uno de los autores del asalto al Palacio Arzobispal de Toledo, durante la dominación roja‖679. Otros participantes son José Antonio Sánchez-Valdemoro RomeroSalazar, de ideología antirrégimen y tendencia socialista, Marcelino Casas Puente, párroco de Burguillos, del que el gobierno destaca que su casa es frecuentemente centro de reuniones de sacerdotes progresistas, y Juan Antonio Aparicio de Castro, nacido en San Pablo de los Montes, de ideología socialista, anterior consiliario de la JOC, y que asiste a cursillos sociales del Movimiento Católico en diferentes localidades: ―[…] Fue uno de los que asistió al proceso del Padre Gamo. Está conceptuado peligroso social‖680. En la reunión se habla, según los informadores, del documento de la CEE, 678 Ibídem. Nota de la Comisaría General de Investigación Social. 679 Ibídem. 680 Ibídem. 439 ―La otra Transición de la Iglesia… Sobre la Iglesia y la comunidad política (23-1-1973), aunque los contenidos de dicha reunión no han sido recabados: ―[…] por ser imposible la entrada en el Palacio Arzobispal‖681. Con motivo del conflicto de la cárcel de Zamora el sacerdote Agustín Lozano Sánchez, ex miembro del Consejo Presbiterial tras la llegada de Marcelo González, manifiesta en nombre de sus compañeros: ―Solamente uno de ellos está por motivos justificados, los otros por decir la verdad y el Obispo de Segovia se encuentran bajo procesamiento judicial sin causa justificada‖682. Lozano forma parte del grupo de diecinueve miembros, de los veinticuatro que participan en el Consejo Presbiteral de Toledo -entre los que aparecen, además de Lozano y Daniel Palomo, los de Hilario Pinel y Lorenzo Alegría Alegría, éste último ecónomo de Dos Barrios-, que ha dimitido (19-11-1973) con carácter irrevocable por: ―[…] el antagonismo existente entre ellos y el Prelado, por sus diferentes formas de apreciación de los problemas de pastoral y gobierno de la Diócesis. Entre el clero 681 Ibídem. 682 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10911. Manifestaciones en el Asilo de Ancianos de Santa Casilda de Toledo (16-12-1973). Según el cardenal Tarancón: ―[…] Todos los sacerdotes que estaban allí –hay que reconocerlo- eran muy exaltados y habían cometido verdaderas imprudencias; sobre todo en la predicación –denunciando violentamente las injusticias del Régimen- y apoyando a grupitos clandestinos. Era evidente que los obispos no podían apoyarles, aunque estaban molestos porque la autoridad civil había intervenido sin consultarles ni permitirles que se responsabilizasen ellos de los distintos casos‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 522. 440 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón diocesano se guarda absoluta reserva en relación con estas dimisiones, ya que, al parecer, el Prelado les ha aconsejado la mayor discreción‖683. A principios de 1974, catorce sacerdotes de la diócesis toledana dirigen un escrito a las autoridades locales denunciando las detenciones, producidas el 25 de enero en la diócesis, a activistas políticos por ―distribución de propaganda ilegal‖684. Coinciden informes policiales, y la propia prensa católica, en la denuncia, llamativamente, de un incremento de ―la tensión en la diócesis‖ toledana y su preocupación por: ―el nombramiento de sacerdotes progresistas para los cargos clave del obispado‖, a pesar del control que intenta llevar a cabo monseñor González685. Un seguimiento que, desde el arzobispado se mantiene a las tareas de los sacerdotes de la parroquia de San Andrés, ubicada en el popular barrio de la Puerta de Cuartos, de Talavera por sus postulados reivindicadores y afinidad con la JOC686. 683 Ibídem. La decisión la toman los dimisionarios en una reunión celebrada en Talavera de la Reina y en la que también está presente el sacerdote Daniel Palomo Rivera. 684 La Verdad, 28-1-1974. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. 685 AGA. CUL. MIT. GE. Caja 557, carpeta 10.950. 686 La JOC tiene en Talavera la primera comunidad eclesial de base en torno a la parroquia de San Andrés. Allí funciona, desde 1968, el Centro de Cultura Popular y Promoción Femenina que pretende formar a la mujer en cuestiones económicas, cívico-sociales y religiosas, y donde se imparten clases de historia, religión, relaciones conyugales o educación de los hijos, entre otras materias por profesionales, profesores, médicos o psicólogos (en sus salones parroquiales se presentarán partidos políticos y organizaciones sindicales en la clandestinidad, y se analizará la Constitución, antes de ser sometida a referéndum). Actos 441 ―La otra Transición de la Iglesia… En Ciudad Real las tensiones entre el obispo Juan Hervás y el clero son manifiestas. Hervás opina que se está produciendo una desautorización a la figura del Papa, y los dictados del mismo Concilio, a tenor de lo vivido en el transcurso de la Asamblea Conjunta. Teme que las consecuencias posteriores sean muy graves: ―[…] Es mi deber poneros en guardia contra las actitudes y doctrinas de quienes, guiados por un falso celo profético, y atendiendo más a su propio juicio que a la voz de Dios, se atreven a levantar bandera en nuestros días contra las enseñanzas y la autoridad del Papa, del Colegio Episcopal y del mismo Concilio, cuando tal doctrina no coincide con sus propios gustos o tendencias‖687. A finales de 1972, el obispo postula, durante la presentación de curso a los seminaristas, que la Iglesia ha admitido siempre cierta tensión interna, pero que en ese momento los términos ―progresismo‖ y ―conservadurismo‖ adquieren matices ―belicosos‖ y son utilizados como armas arrojadizas para hacer daño688. El obispo teme que se rompa todo diálogo y que las posturas lleguen: ―[…] a la denuncia, a la ironía, al prejuicio injusto y al ataque que luego son prohibidos por el cardenal Marcelo González, con las consecuentes reacciones contrarias, de gran resonancia, en la ciudad. La Voz de Talavera, 26-10-1977. 687 Hervás, J.: ―Al Papa debemos acudir para contrastar los pareceres humanos con el carisma de la verdad‖, Ecclesia, núm. 1596, 24-6-1972, p. 15. Escrito con motivo de la festividad del Papa. 688 Ecclesia, núm. 1623, 23-30 de diciembre, 1972, p. 37. 442 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón despiadado. […] que vuestro radicalismo no sea un mero compromiso con ideologías humanas y mudables, sino que sea el santo radicalismo de una adhesión total y sincera a Jesucristo, a la Iglesia y a su magisterio‖689. La preocupación e impaciencia por volver a los cauces históricos en los que ha vivido la institución, hacen que el obispo conservador, en la visita ―ad Limina‖ al Vaticano (enero de 1973), muestre ciertas esperanzas sobre el proceso renovador de la Iglesia española, al tiempo que hace un llamamiento al apaciguamiento del clero: ―[…] Otras metas de este programa renovador exigirán mayores esfuerzos y mayor tiempo. Tales, por ejemplo, la participación corresponsable de los sacerdotes y fieles en tareas de la Iglesia. Tendemos a los extremismos. De la pasividad y la inercia, es fácil pasar a la anarquía. […] La impaciencia renovadora de algunos pastores de almas, que les ha llevado a actitudes menospreciativas de la piedad popular, ha sido, a mi juicio, un error pastoral y un abuso de clericalismo‖690. Sin embargo, cuando se le pregunta por el ambiente que se vive en la diócesis de Ciudad Real, relativo al clero, Juan Hervás lo describe como un espacio idílico de buenas relaciones dentro de la pluralidad: 689 Ibídem. 690 ―Declaraciones del señor Obispo a la Radio Vaticana‖. BOOPOM, núm. 2, febrero, 1973, pp. 41-46. 443 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] un ambiente de familia en el que conviven distintas tendencias y mentalidades, que constituyen una sana y legítima pluralidad, en un clima de respeto y unión, que en el fondo no es otra cosa que fe y amor de caridad. Pienso especialmente en la alegría que me da ver unidos a sacerdotes jóvenes y mayores y poder contar con su colaboración leal, desapasionada y responsable‖691. La visión del obispo contrasta con las manifiestas reivindicaciones de sus sacerdotes que reivindican cambios en la vida religiosa, revisión de los contenidos en la acción pastoral, nuevos hábitos, formas de vestir, o el continuar impartiendo los sacramentos desde el matrimonio, entre otros aspectos, a los que ataca frontalmente el propio Hervás durante la misa crismal de jueves santo: ―[…] Es hipócrita la actitud de un sacerdocio que quiera asemejarse tanto a lo profano –en el traje, en el modo de vida- que llega hasta el extremo de no distinguirse de él […] seguir a Cristo implica renuncia como los apóstoles renunciaron a sus ocupaciones, país, familia, sin estas renuncias no somos siervos fieles, ni ministros coherentes‖ 692. Estas demandas se ven frenadas por Hervás y Benet, según se desprende de las conclusiones del consejo presbiteral (13-7-1974). Tan sólo coinciden presbíteros y obispo sobre los límites del sacerdote en las tareas 691 Ibídem, p. 46. 692 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. 444 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón laborales civiles –o de reinserción con los pobres- cuando éstas no les alejen de las responsabilidades propias de su ministerio, en un claro seguidismo a las precisiones hechas desde la CEE sobre: ―la doble peligrosidad que entraña‖)693. Muy al contrario que Albacete, Toledo y, en menor medida, Ciudad Real, en Sigüenza-Guadalajara la organización que agrupa a sacerdotes reivindicativos, la OCA, y que supuso el único y público enfrentamiento de un parte del clero contestatario a las tesis de su obispo Laureano Castán Lacoma, va perdiendo influencia y respaldo entre los sacerdotes alcarreños y comienza a diluirse como organización a finales de 1972. Un informe del gobierno (30-11-1972) valora como positivo la existencia de numerosos grupúsculos como éste por cuanto: ―[…] significa una división entre los enemigos del Régimen que se disgregan en muchos partidos distintos como pasó en la República. Sería mucho más peligrosa la unidad estrecha de todos ellos en una sola organización ofensiva y antiRégimen‖694. Algunos de sus integrantes, como Julián del Olmo y Antonio 693 ABC, 14-7-1974, p. 29. Es la respuesta al obispo por gran parte del clero de Ciudad Real a su comunicación ―Posibles pautas para una evangelización en la Diócesis Priorato‖, documento sobre el apartado IV de la ponencia sobre ―Pastoral de evangelización en el contexto del mundo actual‖, en las sesiones del Consejo del 25 al 28 de junio de 1974. Hervás y Benet, J.: ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, BOOPOM, núm. 1, octubre, 1974, pp. 267-273. Entre los argumentos coincidentes entre Consejo y obispo, sobre el trabajo del sacerdote en tareas laborales civiles se esgrime el peligro de no cumplir con su ministerio, o que el trabajo le ―llenasen‖ la capacidad intelectual. 694 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. En párrafos anteriores el escrito recoge que el control sobre las homilías de estos sacerdotes, desde el obispado, ha evitado mayores ―confusiones‖ y extensión de la organización. 445 ―La otra Transición de la Iglesia… Mazarío, piden traslado y lo consiguen, yéndose a otras diócesis más progresistas, en su caso Madrid695. Laureano Castán continúa aplacando las reivindicaciones de la OCA, como la democratización de la institución, pues, según el obispo, este asunto no fue aprobado en el Concilio. De la conferencia El pueblo de Dios y la democratización de la Iglesia (5-4-1973), que el obispo imparte dentro del ciclo La Iglesia Católica en el magisterio actual de los obispos españoles, durante el ―IV Curso del Instituto Superior de Complementos de Estudios‖, dirigido a sacerdotes y religiosos, en Valladolid, el gobierno destaca: ―[…] Niega rotundamente la teoría de democratización de la Iglesia, que no ha nacido del Vaticano II, sino que ha tomado cuerpo en muchos ambientes con posterioridad a él, y que algunos entienden en el sentido estricto de ‗el gobierno del pueblo por el pueblo‘, siendo el pueblo el origen del ‗poder‘ eclesiástico y otros en un sentido más amplio. La idea de ‗pueblo de Dios‘ incluye también a la jerarquía, laicos, religiosos y clérigos… El ‗pueblo de Dios‘ es ‗jerarquizado‘ por esencia y no democrático, pues para el culto hay quien tiene poderes especiales. Esta cuestión de la ‗democratización‘ de la Iglesia puede ser planteado no solamente a nivel de laicos y jerarquía sino a tres niveles: 1º. Relación de laicos con la jerarquía. 2º A nivel de presbíteros y Obispos. 3º A nivel de Obispos y Papa. No puede hablarse de ‗democratización‘ de la Iglesia a ninguno de estos tres niveles. […] Con el pretexto de ‗democratización de la Iglesia‘ guardémonos de 695 Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y transformaciones en Guadalajara‖ en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., p. 210. 446 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ‗clericalizar‘ a los laicos y ‗laicalizar‘ a los clérigos. No caricaturicemos a los laicos restringiendo su postura en la Iglesia, no los jerarquicemos dándoles poderes que ni necesitan ni les convienen. Lo primero es burlesco, lo segundo puede ser herético‖696. En Guadalajara, donde todo indica que el control de Castán es incuestionable, surge, en la parroquia de San Antonio de Padua un foco de ―rebelión‖ y sus sacerdotes tienen que ser vigilados por las fuerzas de orden público (uno de sus párrocos, José María Leonacha, apodado ―cura comunista‖, es posteriormente delegado nacional del clero). Allí se celebran homenajes a intelectuales y poetas censurados por el régimen y se convocan reuniones con representantes de fuerzas políticas democráticas697. El obispo aprovecha la carta pastoral, El sacerdote ministro de la reconciliación, con motivo del ―Día del Seminario‖ (14-3-1974), para recordar que el sacerdote debe estar ―por encima de grupos y partidos‖: ―[…] Si quiere ser hombre de unidad, habrá de colocarse por encima de cualquier ideología o facción humana […] no tratará de imponer opiniones 696 AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Dirección General de Seguridad. Ministerio de Gobernación. Brigada Regional de I. Social de la Jefatura Superior de Valladolid. En ese ciclo participan Larrea Legarreta, obispo de León, y José María Setién, auxiliar de San Sebastián, que por el contrario, defienden la separación de poderes entre Iglesia y Estado. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 564, IG, 40620; también en Diez Obispos hablaron sobre la Iglesia actual, Boletín Oficial del Arzobispado de Valladolid (BOAV), junio 1973, nº 6, y Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 359. 697 Ibídem. 447 ―La otra Transición de la Iglesia… propias, aún legítimas, si son de libre discusión entre los hombres. Extremará su prudencia cuando se trate de opciones políticas o económicas, para las que no tiene más autoridad que su propia competencia y por el particular peligro de dividir que existe en estas cuestiones. Lo mismo hará incluso con problemas sociales, siempre que no se trate simplemente de recordar los principios de la Iglesia sobre algún punto. Por la misma razón se abstendrá de llevar al púlpito cuestiones o doctrinas teológicas discutibles…‖698. Para el obispo, entre las doctrinas teológicas más ―discutibles‖ se encuentra la Teología de la Liberación, cuestión que destaca casi un mes más tarde en Evangelización y catequesis (13-4-1974), criticando el incremento y una mayor militancia del clero más avanzado: ―[…] La Teología de la Liberación reciente, ha tenido un producción literaria abundante, y frecuentemente, discutible y rechazable por su horizontalismo o por la admisión de elementos marxistas o marxistizantes. De esta ‗Teología‘ ha surgido la ‗Educación liberadora‘ […] en la que la acción educativa es una acción predominantemente política […] una ancha puerta que abre para que los que tienen mentalidad marxista puedan utilizar ese sistema pedagógico para vaciar las mentes de los educandos de un auténtico contenido cristiano y para transformarlas en agentes de la revolución […] se da de hecho en España […] cuando lo temporal merece una atención mayor que lo sobrenatural, cuando lo social o colectivo condiciona la orientación individual […] se obsesiona a los alumnos con las delicadas cuestiones de la 698 Ibídem. 448 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Justicia y se les lanza a actividades en grupo para la reforma de estructuras… ‖699. La observancia de Laureano Castán es tajante en lo que se refiere a los dogmas de la Iglesia. Un ejemplo se encuentra en las aportaciones que realiza en el libro de Juan Manuel Igartúa, Respuesta teológica a DíezAlegría, donde recrimina algunos argumentos del sacerdote y teólogo DíezAlegría, que por cierto es seguidor de la Teología de la Liberación: ―[…] son inquietantes en muchos puntos‖700. El gobierno no tarda en valorar las recomendaciones de Castán: ―[…] ha aprobado laudatoriamente el libro del P. Juan Manuel Igartúa, S.J. titulado ‗Respuesta teológica a Díez Alegría‘‖701. 699 Ibídem. 700 ABC, 19-5-1973, edición de Andalucía. En la trayectoria del padre José María Díez-Alegría figura su paso por las aulas de la Universidad de Alcalá, como profesor de Ética, y de Doctrina Social de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma hasta 1972. Vive en el Pozo del Tío Raimundo (Madrid) con el Padre Llanos, con las implicaciones de tipo social conocidas que esta barriada tuvo para la Iglesia durante aquellos años. 701 AGA. MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Bilbao. Cifra, 18-5-1973. Tras apoyar el texto constitucional de 1978, y otros escritos, pasa también por el ―punto de mira‖ del cardenal González. Díez-Alegría, siempre crítico, valora, en 2006, muy negativamente los últimos años de la política del Vaticano: ―[…] Poco y mal. Realmente las instituciones vaticanas ya en los finales de Pablo VI, que fue un Papa con muchas cosas buenas, muy respetables, pero ya al final, asustado de que la gente se abría mucho, dio marcha atrás. El Papa Juan Pablo II ha sido un personaje contradictorio, con cosas positivas y otras negativas y con vocación de personaje mediático, que para él era una necesidad psicológica, aunque para un papa no resulta muy adecuado. En su pontificado, la actitud del Vaticano con la Teología de la Liberación fue mala, mala, mala, antievangélica y contraria a Jesús de Nazaret, a quien mataron por ser de Teología de la Liberación, si bien de un modo infinitamente superior a todas nuestras teologías, las de sus pobres discípulos. Jesús es nuestro Maestro, el 449 ―La otra Transición de la Iglesia… El motivo de esta minuciosa apreciación no es baladí. La figura de Díez Alegría es un referente para muchos sacerdotes y fieles en todo el país. En la carta que José María Bravo dirige al párroco de Santa María de los Llanos en Valdepeñas (Ciudad Real), en abril de 1973, aquel valora el trabajo de Cáritas con los más necesitados, al tiempo que recoge varias citas de Yo creo en la esperanza, precisamente de Díez-Alegría: ―[...] Es necesario que todas las organizaciones y movimientos apostólicos consideren como parte importante en sus programas, una actitud decidida contra la miseria, la injusticia y contra todas las formas de opresión y esclavitud. (Orientaciones Pastorales sobre A.S.) […] Lo que es contrario al cristianismo es la resistencia por parte de las clases ‗privilegiadas‘ al establecimiento de una sociedad sin discriminaciones, (sin clases) […] En nuestro país queda mucho camino que recorrer en lo que se refiere al reconocimiento jurídico y a la realización de los derechos de la persona humana, tal como son expuestos en la Pacem in Terris y en el Concilio: Libertad de expresión. Derecho de libre asociación y reunión sindical y política en un sano y legítimo pluralismo. Participación de todos los único, no los maestros humanos, ni siquiera los eclesiásticos‖. Sobre uno de los puntos más conflictivos de su pasado, su respaldo a la Teología de la Liberación: ―¿Qué queda hoy de la Teología de la Liberación? La idea. Queda un poco en las bases, en muchos teólogos, por ejemplo Monseñor Casaldáliga, enfermo y retirado ya, pero es Teología de la Liberación viviente. También hay obispos por Latinoamérica y es en este continente donde durante los últimos cincuenta años se ha vivido lo mejor y lo peor en Teología de la Liberación. Había algunos admirables en el Brasil, y luego por supuesto monseñor Romero, al que acabarán canonizando. Aunque me permito decir benévolamente que la acumulación de canonizaciones que llevó a cabo Juan Pablo II ha desvalorizado lo que supone una canonización, aunque Monseñor Oscar Romero ha sido www.redescristianas.net, 7-12-2006. canonizado por la gente, por el pueblo‖. 450 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ciudadanos en la gestión y el control de la cosa pública… supresión de las jurisdicciones especiales. Derecho a la integridad física que tutele al hombre de las torturas corporales o mentales, incluso coacción espiritual. (Asamblea Conjunta de O. y Sacerdotes)‖702. En la diócesis vecina de Cuenca se ejerce un control al clero parejo al de Guadalajara. Las conclusiones de la Asamblea Conjunta siembran interrogantes e inquietudes entre los sacerdotes más jóvenes que, el obispo Inocencio Rodríguez Díez, se encarga de disipar con tono paternalista y retórico, apelando al rezo como respuesta a lo que él denomina ―desorientación‖ en una carta que les dirige personalmente: ―Hermanos sacerdotes: Quizá con tantas reuniones y asambleas y tantas conclusiones de tan diferentes ponencias, os hayáis desorientado un poquito y no veáis claro el camino a seguir; por si así fuera, leed detenidamente esta Alocución de Su Santidad, el Papa Pablo VI, dirigida a un grupo de nuevos sacerdotes salesianos el 4 de abril del corriente año, según traducción de Ecclesia del 1 de mayo. […] Como veis nos señala un programa de vida. Si la aceptásemos todos y lo cumpliésemos, esa crisis que tanto daño está haciendo, desaparecería y la honra y gloria de Dios y la salvación de las almas sería el único ideal de nuestra vida sacerdotal. ¡Fiat! ¡Fiat!‖ 703. 702 ACGHOAC, diócesis de Ciudad Real, Caja 240. Tras la publicación de Yo creo en la esperanza, Díez-Alegría se enclaustra en la Compañía de Jesús -por disposición especial del Padre Arrupe- en el colegio de la orden en Alcalá de Henares. 703 Rodríguez, I.: ―Carta íntima a mis hermanos los sacerdotes‖, BOOC, núm. 12, noviembre, 1971, pp. 392-393. El texto de Pablo VI se centra en los problemas de adaptación a los nuevos tiempos y llama a la espiritualidad con Dios. Las cartas se continúan en diciembre, y 451 ―La otra Transición de la Iglesia… Rodríguez manifiesta al abandonar la mitra conquense, dos años más tarde, en 1973: ―[…] Yo puedo decir que en los treinta años que he sido obispo de Cuenca, ningún sacerdote se ha rebelado contra mí‖704. Su sucesor, José Guerra Campos, continúa esa línea conservadora, y su primera decisión administrativa que toma Guerra es la de confirmar en sus cargos y ministerios a los sacerdotes nombrados por su antecesor705. en ellas les invita al rezo del rosario: ―[…] Uno de los aspectos positivos de la Asamblea es el referente a la oración, con alusiones a todas las conclusiones, para luego, ‗Obrar en consecuencia, viviendo intensamente de esta gracia, librará a los sacerdotes de tanto compromiso mundano que desfigura su misión y le aparta de su fin verdadero‘. […] El Rosario, diariamente rezado y meditado, ayudará a los sacerdotes a cumplir con su ministerio pastoral‖. Ibídem, núm. 13, diciembre, 1971, pp. 429-430. 704 Rodríguez, I.: ―Homilía del Jueves-Santo‖, BOOC, núm. 5, mayo de 1973, pp. 216-224. Entre algunos sacerdotes, que optan por no dar su nombre, hablan del discurso de aquel prelado de una cierta laxitud, y por tanto de innecesaria confrontación pero innegablemente controlador. 705 La confirmación se publica en decreto: ―[…] Deseando proveer al mayor bien de nuestra diócesis, hemos pensado confirmar, y por el presente (Decreto) confirmamos, en sus cargos y ministerios, a todos los sacerdotes que los vienen desempeñando, con facultades y atribuciones del tenor y forma en que le hubieren sido concedidas. Dado en Cuenca a 18 de junio de 1973. José, Obispo de Cuenca‖. BOOC, núm. 9, julio, 1973, primera página. Estas designaciones duran hasta que la voluntad de los protagonistas, o su edad, les impiden continuar, lo que para algunos de sus colaboradores es síntoma de concordancia, y para otros significa una falta de preocupación por la marcha y el funcionamiento de la diócesis. Dimas Pérez Ramírez sostiene: ―Nunca se mostró proclive a reuniones de sacerdotes, ni a planes generales de pastoral, así como tampoco fue amante de muchos cambios en los puestos de trabajo del personal eclesiástico, haciendo solamente los precisos‖. Pérez Ramírez, D.: Op. cit., p. 63. Pero lo cierto es que en su inicio, ya en diciembre de 1973, tan sólo seis meses después de su toma de posesión, se ha entrevistado con 180 sacerdotes, con 53 participantes en los Ejercicios Espirituales del mes de septiembre, consiliarios de AC, profesores de religión de los institutos de la provincia, y más de mil visitas privadas. También ser reflejan dos 452 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Al poco de su llegada, y a raíz de los altercados protagonizados por los sacerdotes presos en la cárcel de Zamora, Diario de Cuenca se apresura a publicar un manifiesto de la HSE de claros contenidos del discurso de Guerra: la adhesión del clero a la Santa Sede; desaprobación a las interferencias entre Gobierno y Santa Sede; peligro de confusión entre "Iglesia nacional" frente a "Iglesia universal" y adhesión a la jerarquía eclesiástica en la fe y su tradicional espíritu706. Además, el obispo no media, en la denuncia interpuesta, por el gobierno civil, contra el cura de Beteta (Cuenca), Faustino Alarcón por aludir a la represión del bando vencedor tras la guerra civil, en la homilía de año nuevo de 1974, y omitir condena al asesinato de Carrero, refiriéndose al hecho ―como prueba de inestabilidad‖: ―[…] El párroco de Beteta, D. Faustino Alarcón Hortelano, durante una Misa oficiada el día 1 de enero, al referirse a la Jornada Mundial de la Paz, dijo entre otras cosas: ‗Que en España no existe verdadera paz desde que los hombres se dividieron en dos bandos, quedando por un lado el poder de los vencedores y por otro, la sumisión de los vencidos… se habla de orden público y no es auténtico el conseguido por la fuerza, con detenciones, palizas, castigos,… condenas por sólo haberse reunido‘… ‗Tengamos en cuenta los recientes hechos de diciembre, huelgas, disturbios y detenciones y asambleas plenarias del Episcopado, tres reuniones en Toledo, cinco reuniones del Seminario de Programas Religiosos de Radio y Televisión, dos del Consejo Asesor de RTVE, una del patronato Menéndez Pelayo del CSIC y una sesión plenaria de las Cortes Españolas. BOOC, núm. 14, diciembre de 1973, pp. 573-574. 706 Diario de Cuenca, 16-11-1973. 453 ―La otra Transición de la Iglesia… la muerte del Presidente del Gobierno‘. Es de señalar que al referirse al asesinato del Sr. Carrero, sólo lo citó como prueba de inestabilidad, pero omitió toda palabra de condena o repulsa‖ 707. En lo que sí se implica Guerra es en hacer de la Diócesis un referente del clero ultramontano en lo evangelizador, al convertirla en sede de la segunda asamblea de la HSE (del 25 al 27 de septiembre de 1974), a pesar de la opinión contraria, y mayoritaria, del clero provincial708. Acuden casi dos mil sacerdotes de toda España que en sus sesiones denuncian la infiltración marxista en la Iglesia709. Guerra es alzado como líder indiscutible: ―Gracias 707 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10910. 708 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60100. El informe, de la DGS (24-9-1974) recoge: ―[…] es nota peculiar la gran ausencia del clero diocesano mientras que el cabildo catedralicio si ha estado presente… puede tener su antecedente (la ausencia del clero) en una carta que algunos sacerdotes dirigieron al Sr. Obispo cuando se anunció el propósito de la Hermandad de celebrar esta reunión aquí manifestándole su creencia de que era inconveniente para diócesis que tal reunión se celebrara en Cuenca‖. El informe señala como líder del grupo opositor al rector del seminario mayor, quien en su intervención declara la oposición del clero conquense a la nueva exigencia del obispo para que, ―todos los sacerdotes ordenados desde 1965 a sufrir el examen en el plazo de ocho meses sobre las materias del catecismo tridentino de San Pío V para poder conservar sus licencias‖). En una de las sesiones del segundo día el rector interviene ante la aseveración falsa de que los seminarios de los obispos Tarancón y Jubany no aceptan seminaristas ligados a la Hermandad. En esos momentos se llegan a proferir voces por lo que se incrementa el número de la ―brigadilla‖ de la policía nacional, al tiempo que se graban las intervenciones. Ibídem. 709 Ibídem. Se calcula de 1.600 a 2.000 sacerdotes -según la organización se llega a los 2.300-, con una edad media entre 45-50 años, a los que suman ―2.000 o 3.000 conquenses‖. Como afirma Blázquez, los miembros de la HSE: ―[…] encontraron el cobijo del obispo de Cuenca, monseñor Guerra Campos, para celebrar en la ciudad castellana sus Jornadas 454 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón porque en medio de esta incomprensión y de las variaciones de la vida, vuestra entrega a la Iglesia será mayor desde ahora‖710. Nacionales‖. Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., pp. 225-226. El autor recoge que entre los invitados están representantes de las órdenes religiosas, periodistas del país y de la TV alemana y francesa. No se había invitado a obispo alguno, tan sólo el presidente de la Junta, monseñor Amadeo Ferreira, obispo ya jubilado. Tampoco, oficialmente, se había invitado a Blas Piñar, quien al final asiste: ―[…] Estarán presentes los ‗Guerrilleros de CristoRey y elementos de ‗Fuerza Nueva‘ contando con la participación segura de Mariano Sánchez Covisa y Ángel Sierra. Se esperan para hoy la llegada de trenes especiales procedentes de Madrid y un sin número de autobuses‖. Ibídem. El líder de FN, Blas Piñar, hablará después de la infiltración marxista: ―[…] Ya no es ningún secreto, ni siquiera para los católicos menos ilustrados, que la infiltración marxista se está haciendo cada día más profunda, extensa y patente león la Iglesia española, aún dentro de las filas del clero. Hay sacerdotes, aunque todavía no en gran número, que se han marxistizado, hasta el punto de colocarse fuera de la Iglesia. […] Seminarios, casas religiosas, templos y curias episcopales, se convierten en lugares de encierro de grupos heterogéneos de católicos liberales y marxistas… casi siempre por razones políticas subversivas, y (se) ve, con escándalo justificado, cómo las autoridades de la Iglesia reaccionan con exagerada benevolencia, cuando no las apoyan directamente‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 155. 710 Blanco y Negro, 5-10-1974, p. 57. La publicación recoge cómo se llama entre los conferenciantes a los teólogos progresistas ―paracaidistas del diablo‖. El obispo es agasajado por su reciente publicación La Iglesia y Francisco Franco, tal y como lo hicieran el consejo provincial de empresarios por su ―gallardía de hacer patente la figura del Jefe del Estado‖, y el Consejo Provincial del Movimiento. Sobre la II Asamblea de la HSE se elaboran varios informes gubernativos en AMAE, R. 19735/3. Incluye recortes de prensa (Pueblo, El Alcázar) y notas internas. De Guerra Campos recogen su polémica situación actuando al margen de la CEE, con críticas recogidas en El Correo de Andalucía y en Vida Nueva y las respuestas del obispo. Cuando la HSE se ve atacada por distintos medios manda una carta al cardenal Tarancón: ―[…] Con dolor tenemos que comunicar a V.E. el silencio, la indiferencia, el desprecio y hasta las injurias con que ha comentado el acontecimiento un sector de la prensa de la Iglesia, tanto del clero secular como del regular. Para qué hablar de la prensa seglar enemiga de la Iglesia. Esta ha sido la única amargura que conservamos de la que hasta ahora ha sido, creemos, la mayor concentración del clero de España‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 65. 455 ―La otra Transición de la Iglesia… En su discurso reitera la subordinación del clero a la jerarquía y cita, según el momento y su conveniencia, las orientaciones papales sobre posibles ―extralimitaciones‖ en el ministerio pastoral de aquellos que lo sustituyen por su participación en la vida social, sindical y política: ―[…] Al referirse a la Acción, el Papa tiene en cuenta la necesidad de la promoción de la justicia y de la caridad. Pero en relación con este aspecto del ministerio pastoral hace dos observaciones de gran actualidad: 1) ‗que nuestro trabajo caritativo y social no sea a costa de nuestra actividad propiamente religiosa...‘ 2) Con este primado de lo espiritual sabremos ‗contenernos en los límites de nuestra competencia religiosa, por respeto al Muelas Alcocer recoge de Pueblo una referencia (sin firma de autor): ―[…] ¿Qué fuerza tienen en esos momentos? No puedo responder. Sólo quiero dejar constancia por lo que creo de justicia, de que hoy no existe Obispo, ni sacerdote ni seglar que reúna a dos mil sacerdotes como ha ocurrido en Cuenca‖. Pueblo, 28-11-1974, p. 7, en Muelas Alcocer, D.: Op. cit., p. 589. Según Díaz-Rincón: ―Guerra Campos se había definido por la Hermandad Sacerdotal, estuvo en retiros con ellos. En Toledo hicieron un acto en la catedral y lo concelebró él‖. José María Díaz-Rincón, entrevista ya citada. En la evolución de la HSE el profesor Montero apunta: ―[…] Ya en enero de 1975, una representación de la Hermandad trató de trasladar sus peticiones a la CEE a través del Primado, Marcelo González. La Hermandad buscaba legalizar y legitimar su situación. Muerto ya Franco, en los primeros pasos del proceso de Transición, la Hermandad Sacerdotal reafirmó sus críticas y sus posiciones en una tercera Asamblea o Junta General, en Santiago, en septiembre de 1976‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 323. Representantes de la HSE se reúnen con Marcelo González en Madrid, según un informe del GE (26-2-1975): ―[…] sea que estén o no reconocidas oficialmente… se pretende ‗dar a conocer cuál es la actitud de la Permanente respecto a la Hermandad y ver cómo se podría conseguir una mejor regulación de las relaciones existentes entre la misma y la jerarquía‘‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60100. 456 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón orden temporal constituido, al cual debemos apoyo y colaboración, pero no debemos pretender sustituirlo‘‖711. Muy pocos meses después de estas manifestaciones Guerra Campos es, sorprendentemente, nombrado miembro de la Comisión de Seminarios y Universidades de la CEE712. La negociación por el reparto de representación, y el intento por aglutinar fuerzas desde la cúpula episcopal, pueden estar detrás de este nombramiento. 711 Guerra Campos, J.: BOOC, núm. 5, abril, 1974, pp. 239-240. 712 Diario de Cuenca, 2-12-1974. 457 ―La otra Transición de la Iglesia… IV.4. La jerarquía apoya los MCC y el Opus mientras HOAC y JOC pasan a la praxis política El apoyo a los grupos de seglares de tinte conservador -y hasta integrista- tiene antecedentes muy tempranos en los mandatos de los obispos de CLM. Juan Hervás y Benet, en Ciudad Real, y Laureano Castán, en Sigüenza-Guadalajara, realizan un fecundo trabajo en sus diócesis en favor del MCC, un Movimiento que, a partir de los años sesenta sufre una notable disminución de adeptos713. Castán y Hervás se conocen en 1953 durante unos ejercicios espirituales con seminaristas en Palma de Mallorca, momento en el que también está presente Juan Capó, otro creador de los Cursillos. Su coincidencia en la provincia eclesiástica de Toledo aúna esfuerzos para la 713 Fiel defensor de los MCC desde 1949, Juan Hervás llega a manifestar desde el obispado de Mallorca, en 1951: "[…] la crítica contra los Cursillos puede alcanzar la malicia de un pecado mortal". Tarancón se refiere a los mismos: ―[…] Celebraban unos cursillos especiales en plan de internado que duraban tres días –una especie de ejercicios espirituales de iniciación- con temas básicos (gracia, sacramentos, vida cristiana, etc.) y con procedimientos nuevos (charlas a las que llamaban rollos que duraban, a veces, dos o tres horas; oraciones en común, prolongadas y bien dirigidas; diálogos abiertos sobre temas fundamentales, etc.), que empezaban a conseguir frutos espectaculares: conversiones extraordinarias, intensa renovación de vida en muchos cristianos, etc. Algunos sacerdotes habían salido de la experiencia desconcertados: les parecía el procedimiento como un lavado de cerebro católico […]. Otros sacerdotes –y casi todos los seglares- se manifestaban verdaderamente encantados de todos los detalles. Creían y repetían casi obsesivamente que los cursillos iban a transformar la Iglesia y dar verdadera consistencia al cristianismo de los españoles que era más fruto de la tradición y del entorno social que de convicciones íntimas y arraigadas‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 122-124. 458 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón propagación del Movimiento bajo un contundente control de la militancia714. Un ejemplo de ello son las Orientaciones sobre los cursillos de Cristiandad en nuestra diócesis, que publica Castán, reiterando el acatamiento a las normas que emanen de la jerarquía, con los conductos y control sobre los puestos de responsabilidad en el secretariado, o en la escuela de dirigentes: ―[…] o bien por decisión del Sr. Obispo o a juicio de los sacerdotes delegados en contacto con los dirigentes seglares, pero, en este caso, con el conocimiento y anuencia previa del Prelado‖715. En plena crisis de captación, principalmente por el incremento en los Movimientos especializados, el obispo de Sigüenza-Guadalajara es consciente de valorar públicamente la acción de los activos y militantes del MCC, remachando que aquí no cabe la política ―concreta‖, en clara alusión a aquellos: ―[…] No pierdan el coraje ni la garra que los cursillos tuvieron al principio… No conciban el apostolado como una gran técnica de planificación, 714 La extensión a nivel nacional de los Cursillos cuenta con José María Díaz-Rincón: ―Comencé a impartirlos en 1954. Los idearon Manuel Llanos, Manuel Aparici, Antonio Ribera, como cursillos para la preparación para la peregrinación al Camino de Santiago en 1937, pero llegó la guerra civil. Ésta peregrinación se hizo en agosto de 1946 y ya en enero del 47 se dieron los primeros cursillos que luego fueron muy conocidos por los de Palma de Mallorca. A partir de 1954 los expandimos por la península, y participé como ponente en 157. A monseñor Hervás (el principal referente de los Cursillos y posterior obispo en Ciudad Real) le conocí en el año 1957‖. J. M. Díaz-Rincón, presidente diocesano del MRA de AC, entrevista ya mencionada. 715 Castán Lacoma, L.: ―Orientaciones prácticas sobre los Cursillos de Cristiandad en nuestra diócesis‖, BOOSG, núm. 2181, octubre, 1969, p. 477. 459 ―La otra Transición de la Iglesia… sin más bien como un ímpetu incontenible que se la lanza a una lucha espiritual, cuerpo a cuerpo, para ganar almas para Dios… […]; pero tengan siempre muy presente que el movimiento de cursillos, como tal, no tiene ni puede tener opciones políticas concretas…‖ 716. Castán no deja pasar la oportunidad de criticar a quienes no se atienen a los dictados de la jerarquía –en clara alusión a los movimientos obreros de AC-, por lo que apela constantemente a la disciplina de los consiliarios: ―[…] Nos es conocida la postura pasiva de muchos ante esta organización tan querida de la Iglesia, la Acción Católica, la actitud adversa de algunos y no nos pasa, consoladoramente, desapercibida la posición de aquellos que trabajan con ilusión, fieles a las enseñanzas de la Jerarquía que son las nuestras‖717. 716 Castán Lacoma, L.: ―Circular con motivo del ‗Día de la Acción Católica‘‖, BOOSG, núm. 2200, abril, 1971, p. 296. Laureano Castán es conocedor del tema desde que, en 1967, preside la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. Cárcel Ortí habla de la responsabilidad de la dinámica del propio Movimiento en ―distanciar‖ a sus militantes de una acción aglutinadora alrededor de AC: ―[…] Es cierto que la Acción Católica de Ambientes (referido a HOAC y JOC) distanció a los militantes de las parroquias. Pero a ello contribuyó en gran proporción el movimiento de Cursillos de Cristiandad, muy benemérito en otros aspectos, pero que desarticuló los Centros Parroquiales para constituir grupos mesiánicos, con espíritu de ‗ghetto‘, que muy difícilmente desembocaron en las filas de la Acción Católica‖. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 266. 717 Ibídem. 460 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Por su parte, el obispo Hervás y Benet organiza, a finales de septiembre de 1971, la IV Convivencia Nacional de dirigentes en Ciudad Real, con el fin de relanzar el Movimiento. A la cita acuden más de trescientos asistentes de diversos países, así como los obispos auxiliares de Barcelona (Josep Capmany Casamitjana), de Oviedo (Gabino Díaz Merchán), de Santander y administrador apostólico de Bilbao (José María Cirarda Lachiondo), Abilio del Campo y de la Bárcena de Logroño, José Delicado Baeza de Tuy y Antonio Montero Moreno, de Sevilla. Juan Hervás resalta en su intervención que el Movimiento se ha adaptado al Concilio con la fidelidad al momento histórico que está viviendo la Iglesia, y al carisma propio de los cursillos 718, mientras monseñor Capmany se refiere al parcialismo, antes que al radicalismo, como el principal problema de la Iglesia, para lo que apela a la visión amplia y armónica de la teología, con opiniones discutibles719. Delicado Baeza, en la jornada dedicada al ―Pluralismo y unidad eclesial‖, sostiene que la unidad en la institución dependerá de su capacidad a mantener la pluralidad: ―[…] La unidad en la Iglesia ya no será posible sin una manifiesta pluralidad… […] La conservación de esa unidad, hasta donde alcanza realmente, dependerá ante todo de las energías del catolicismo y no de la 718 Lanza, 28-9-1971, p. 13. 719 Lanza, 29-9-1971, p. 4. 461 ―La otra Transición de la Iglesia… intolerancia religiosa ni de la coacción externa que pueda prestarle el poder civil‖720. A su clausura acude el nuncio monseñor Dadaglio (el 26-9-1971), pero lo tratado pasa desapercibido para los medios nacionales (acaba de finalizar la Asamblea Conjunta de obispos y sacerdotes –el 18 de septiembre- y colean los enfrentamientos por los acuerdos de la misma)721. El Manual para dirigentes escrito por Juan Hervás y Benet (Foto cedida por F. Medina). 720 Lanza, 29-9-1971, p. 4. Por su parte, Antonio Montero llama a los movimientos apostólicos a continuar ―moviéndose en el siglo del laicado‖ e invita a que surjan nuevos grupos sin ―clichés‖ por los que se les condene. Ibídem. 721 Desde Lanza se critica que no haya tenido resonancia ni mención previa del resto de la Iglesia: ―[…] haya sufrido una confabulación de silencio, al menos por ciertos órganos confesionales o cuasi confesionales‖. Lanza, 28-9-1971, p. 13. A nivel político se está pendiente de las elecciones, para el 29, de los procuradores por el tercio familiar a las Cortes franquistas. Ibídem. 462 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Aparte de los MCC la línea de participación seglar propiciada por parte de los obispos conservadores es AC general. En Albacete las denominadas ―Semana Impacto‖, a las que acuden hombres y mujeres de AC, son muy regulares (entre enero de 1960 y febrero de 1971 se dan en la provincia sesenta y cinco ―Semanas‖ con más de dos mil participantes, según sus actas)722. La participación de cerca de tres mil mujeres en estas ―Semanas de impacto‖, supone para sus impulsores: ―[…] una revitalización espiritual y apostólica de la mujer, cuyo fruto se ha notado en la actividad de las parroquias‖723. A pesar de estos datos Ireneo García expresa su preocupación ante la creciente merma en la participación de los seglares en AC general, como elemento equilibrador de las bases críticas, y hace una llamada a la misma recordando las limitaciones y el prevalente papel que deben jugar los obispos ante determinadas contradicciones724. 722 Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 156. Destacan, por número de ―semanistas‖ –aparte de Albacete capital (994), las localidades de Hellín (101), La Roda (75) y Almansa (63). El total de cursillos breves es de treinta y tres, entre junio de 1962 y 1969, y el número de mujeres participantes, mil noventa y cuatro. 723 724 Ibídem, p. 157. Martín García mantiene que el obispo: ―[…] se limitó como no pocos compañeros de jerarquía, a moverse sin complicaciones en el terreno de la denuncia profética –admitida por el Concilio y la Conjunta- contra las injusticias sociales, sin inmiscuirse en espinosos asuntos políticos‖. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 97. Si bien las bases no terminan de ver en su pastoral una implicación en la denuncia de la injusticia, o defensa de lo social, los conservadores destacan su falta de carácter y debilidad ante el sinnúmero de actos de protesta y encierros que se producen durante su mandato (a excepción del enfrentamiento con la comisión de fiestas de la barriada de San Juan, a la que prohíbe la 463 ―La otra Transición de la Iglesia… En ese mismo sentido Castán Lacoma, conocedor y responsable, en gran medida, de la crisis que la organización sufre desde mediados de los sesenta, afirma, en el ―Día Nacional de AC‖ (20-5-1972) que los males internos de la institución son principalmente sus divisiones internas: ―[…] Es cierto que una serie compleja de circunstancias vienen creando una no pequeña dificultad a todo cuanto en la Iglesia supone organización, llegando a la pseudoteología de oposición entre la Iglesia institución y la Iglesia carismática, con lo cual ha quedado afectada muy directamente la Acción Católica‖725. En Cuenca la crisis no se vive como en el resto de las diócesis pues AC general prevalece sobre cualquier Movimiento. Afianzada y reforzada por la acción decidida del obispo Inocencio Rodríguez -con quien crecen las ramas de mujeres y jóvenes (JAC, que incluye a los aspirantes)726-, la labor es fruto de su consiliario Gratiniano Checa Colmena quien, nada más tomar las riendas, a mediados de los sesenta, crea una comisión diocesana, promoviendo iniciativas con otros grupos parroquiales de la ciudad, como es el caso del colegio de las Madres Josefinas, además de numerosos pueblos procesión con la imagen del Santo Patrón de Albacete, el 21-6-1973). AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. En 1972 es nombrado ―Albacetense del año‖, junto al gobernador civil, alcalde y presidente de la Diputación. 725 Ecclesia, núm. 1592, 20-5-1972, p. 17. 726 Años después la Rama de Mujeres de AC se une a la de Hombres de AC, formando el Movimiento de Adultos de AC. 464 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón (el éxito es tan rotundo que el propio arzobispo, Marcelo González, le pide orientaciones para la formación de la JAC en la diócesis toledana)727. Checa no oculta sus inclinaciones hacia el régimen y fidelidad a la jerarquía conservadora, una acción decidida por el mantenimiento de los dogmas de la Iglesia, sin opción a visiones críticas en AC, todo bajo una dirección férrea. En el equipo diocesano de consiliarios de AC de aquellos años figuran, además de Checa, Vicente Langreo, Francisco Peñaranda, Dimas Pérez Ramírez y Fidel Martínez. También aparecen Angustias Torner de la Fuente, como presidenta de la junta diocesana, y Julián Castellanos como vicepresidente. Al margen de AC general, tan sólo aparece tímidamente el movimiento juvenil ―Pax Christi‖ que, sin plantear una disgregación de las bases con el obispo Rodríguez, busca su espacio de expresión. Entre sus fines figura organizar las ―Rutas de la Paz‖728. Al obispo tan sólo le preocupa la posible relación de estos jóvenes con los adultos de ―Pax Christi‖ y Cristianos por la Paz, como ―movimientos infiltrados del marxismo‖, aunque 727 Vid. BOOC, núm. 5, abril, y núm. 7, junio, 1974, pp. 313-320 y pp. 239-241. Se percibe una AC en barrios modestos, como opción y propuestas de ocio y tiempo libre para los jóvenes, además de la catequesis y misas. Las tardes de los sábados se dedican a charlas donde conocer el Evangelio. En 1973, siendo todavía obispo Inocencio Rodríguez, AC consigue unos locales para albergar capilla, salas para reuniones y una biblioteca para la formación espiritual, que rápidamente son insuficientes por el incremento de militantes. 728 El 30 y 31 de enero de 1971 realizan la ruta de Paz a Valencia, a la que asisten representantes de las ―Rutas‖ de varios pueblos como Cardenete, Torrejoncillo del Rey, Fuentes, Cañamares, Carrascosa, y pedanías de la zona. BOOC, núm. 1-2, enero-febrero 1971, p. 40. 465 ―La otra Transición de la Iglesia… no se tiene constancia de su presencia en la región729. El sucesor de Rodríguez, Guerra Campos, multiplica el apoyo a una AC fiel a los dogmas y el magisterio eclesial, y fomenta, además, otras asociaciones de signo conservador como la Asociación de Hijos de María, Adoración Nocturna, Cruzada Eucarística y Asociación Católica Provincial de Maestros730. Como puede observarse, el intento por aplacar la crisis y la fuga de militantes hacia Movimientos y asociaciones católicas de índole conciliar y progresista induce a los obispos inmovilistas a apoyar en sus diócesis a grupos de seglares menos vindicativos tras el Concilio731. 729 El Servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno (SECED) persigue la supuesta infiltración de comunistas desde la URSS en la Iglesia a través del movimiento Iustitia et Pax, creado por Pablo VI en 1967, afirmando que desde 1945 existe esa posibilidad (la novela de Reverte, J.: Venga a nosotros tu reino, Plaza & Janés, Barcelona, 2008, acerca al periodo y orígenes de este movimiento). 730 Guerra tiene presente la crisis con los Movimientos. En Cuenca imparte conferencias como La Acción Católica en el diseño constitucional de la Iglesia, durante las ―Jornadas Diocesanas de Acción Católica‖. BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, p. 520. En 1980 facilita el traslado a otro local y, desde 1987, Gratiniano Checa recibe la ayuda de un viceconsiliario, cargo que han ejercido antiguos militantes de AC como Antonio Martínez Racionero, posteriormente vicario general de la diócesis de Santa Rosa (República Argentina). Su continuador es Juan Manuel Cabezas Cañavate, autor de los dos libros sobre las homilías de José Guerra Campos, ya reseñados. 731 Siguiendo a J. J. Etxebarría las características de estos grupos son que surgen espontáneamente irrumpiendo como novedad que suscita dinámicas nuevas y obliga a revisar esquemas mentales, además de desbordar proyectos pastorales: ―[…] Aspecto carismático tanto por su origen como por las formas de participación y el reconocimiento de la autoridad de sus dirigentes; […]; Composición mixta de clérigos y laicos basada más en una eclesiología de comunión que en una teología del laicado, lo que justifica que prefieran llamarse más movimientos eclesiales que movimientos laicales; […]; Vocación apostólica que 466 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón se realiza ante todo con flexibilidad, pero destinada a ofrecer un espacio de conversión y crecimiento en la fe especialmente a personas alejadas, más que a organizar o santificar ambiente ya eclesiásticos‖. Etxebarría S.J., J. J.: ―Movimientos y asociaciones apostólicas desde una teología de los carismas y de la comunión‖, XVIII Encuentro de delegados diocesanos de Pastoral Universitaria. ―La estructura eclesial de la fe y Movimientos y Asociaciones Apostólicas en la Pastoral Universitaria‖. CEE, 24-26, octubre, 2003, en Cristiano, Universidad y Cultura, Año IV, núm. 8, julio, 2004, pp. 69-87. En su clasificación teórica encontramos: ―[…] Los movimientos laicales se constituyen únicamente de laicos que se reúnen para vivir su vocación laical en profundidad y cooperan así a la misión de la Iglesia. En este ámbito estaría la Acción Católica. Los movimientos espirituales promueven la vida interior de sus miembros y está compuesta de diversas categorías de personas: laicos, sacerdotes, religiosos. Podemos hablar del Apostolado de la oración, los Equipos de ‗Notre Dame‘, las terceras órdenes. Los movimientos eclesiales, por último, que desde un único carisma general y colectivo se agrupan todas las categorías y órdenes de los fieles –laicos, casados, consagrados, sacerdotes, obispos- para vivir más plenamente la vida en la Iglesia según los diversos aspectos de su vocación y ministerio. Por ejemplo los Focolares, Comunión y Liberación, L‘Emmanuel…‖. Ibídem. El autor también tiene en cuenta los condicionantes a cada periodo: ―[…] Podemos hablar de una nueva época asociativa de los fieles laicos… Este asociacionismo ha estado marcado por varios condicionamientos históricos: la eclesiología conciliar, la necesidad de una nueva evangelización del mundo contemporáneo, la superación de tendencias individualistas, la desaparición del apoyo estatal a la Iglesia, la promoción del laicado, la pluriformidad de carismas, pedagogías, estructuras y campos de acción… De este modo podemos hablar de ‗asociacionismo, grupos, comunidad y movimientos‘ (ChL 29) […] El nombre de movimientos es atribuido a aquellas realidades agregativas en las cuales el elemento unificador no es tanto una estructura institucional cuanto la adhesión ‗vital‘ a algunas ideas fuerza a un espíritu común. Son denominados grupos las agregaciones de diverso tipo que se caracterizan por una cierta espontaneidad de adhesión, de amplia libertad de autoconfiguración y de dimensiones algo reducidas, que permiten una mayor homogeneidad entre los adherentes. […] Existen dos diferencias evidentes entre las nuevas comunidades y los movimientos eclesiales. Por una parte, los movimientos tienen un origen anterior (La obra de María nace en 1943, Comunión y Liberación en 1954, El Camino neocatecumenal en 1964); sin embargo, las nuevas comunidades surgen en los años 70. Por otro lado, la gran mayoría de las nuevas comunidades nace en el movimiento de la renovación carismática‖. Ibídem. 467 ―La otra Transición de la Iglesia… Muchos de estos grupos, o colectivos eclesiales, no hacen público su posicionamientos ante el devenir de cambios dentro de la Iglesia, ni tampoco del ámbito político, y son fieles a las directrices de sus superiores en sus diócesis. A principios de la década de los setenta configuran los principales Movimientos Laicales en la provincia eclesiástica de Toledo: a) Movimiento Familiar Cristiano (MFC): De especial significación y presencia en la provincia, surgen de los Cursillos de Cristiandad y pertenece a las denominadas comunidades eclesiales espontáneas732. El MFC llega de la mano de Gabino Díaz Merchán y entre sus objetivos figuran: ―[…] los principios cristianos, luchando por superar las limitaciones y miserias de la naturaleza humana‖. Según Francisco Medina, responsable de los MCC en Toledo: ―La participación más destacada de la militancia apostólica seglar de la AC en Toledo se dio en los Cursillos de Cristiandad, de la que surgiría el Movimiento Familiar Cristiano, y en la que participaron Gabino Díaz Merchán (promotor del Colegio de Infantes en la capital toledana, y al paso de los años presidente de la CEE), Rafael Torija (luego obispo de Ciudad Real), Jaime Colomina (Canónigo de la Catedral de Toledo), Ireneo García (luego obispo de Albacete), Antonio Dorado… Muchos de aquellos grupos no evolucionaron durante la Transición, sino todo lo contrario. Yo mantengo que en la decadencia de AC la culpa la tuvieran unos y otros. Lo cierto es que 732 El movimiento se aprueba por la jerarquía en 1968. 468 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón siempre he dicho que no todo lo que hay en AC fuera rancio, pero sí que había rancio dentro de AC‖733. Sus militantes organizan charlas y cursillos prematrimoniales, retiros espirituales, así como conferencias sobre las relaciones familiares y catequesis734. A pesar de seguir tajantemente los preceptos de la Iglesia soportan algunas denuncias provenientes de otros grupos intransigentes con ciertos temas -como la sexualidad y las relaciones de pareja- ante el arzobispo Marcelo González735. Bajo aquellas actitudes subyace la lucha, 733 De la entrevista mantenida con Francisco Medina en Toledo (19-12-2009). 734 Francisco Medina relata el activismo de aquellos grupos: ―Nos reuníamos en los domicilios cinco o seis matrimonios para hablar sobre el Evangelio, la vida conyugal, la sexualidad, la educación de los hijos, y hasta participamos en conferencias como la organizada desde CCP en 1971 en la que participan destacados miembros de la asociación y a la que me invitaron a mí, un simple carnicero… Yo lo único que podía aportar era mi experiencia y lo que aprendía de los demás, y de las encuestas que pasábamos muy a menudo. […] Realizábamos retiros en los denominados Cursillos de Cristiandad y el libro que teníamos como primordial en los mismos fue ‗El Camino‘ de Escrivá de Balaguer. Aunque no significó nunca que fuésemos adeptos al Opus Dei‖. Medina se refiere a las conferencias en las que participan médicos y psicólogos que aportan la parte ―científica‖ sobre distintas problemáticas en la familia (del 15 de octubre al 10 de diciembre de 1971). También en La Voz de Talavera, 23-4-1975. 735 Según Medina: ―Algunos tacharon de escándalo algunas charlas que se iban impartiendo desde el MFC. Don Marcelo llamó a Alfonso Cabello, Luis Viñuelas y Ramón Labrador, presidente de MCF en Toledo, porque algunos padres, pertenecientes al Opus Dei, veían en las charlas prematrimoniales para sus hijos/as aspectos que les hacían escandalizarse. El propio Viñuelas, ginecólogo, le dijo al arzobispo que no tenía inconveniente en que asistiera a las mismas, por lo que González dio por cerrado el asunto. Lo que más nos preocupaba era que no se hablase de política‖. De la entrevista con Francisco Medina ya referida. 469 ―La otra Transición de la Iglesia… entre asociaciones y movimientos de AC, por conseguir mayores parcelas de dominio736. Miembros del MFC con Gabino Díaz Merchán. (Foto cedida por F. Medina) El MFC se expande en Albacete a partir del nombramiento, como consiliario diocesano, del franciscano José María Tovar Alhama (1971). En Cuenca, el grupo tiene su germen en la iglesia del Salvador por el empuje del sacerdote Teodoro Rubio. 736 De la incomunicación con otros movimientos Medina subraya: ―[…] Dentro de la Iglesia hemos defendido desordenadamente nuestra parcela específica. Trabajábamos por la Evangelización y sin embargo tomamos posiciones frente a otros. La mayoría éramos hijos de AC. Por ejemplo con los del Camino Neocatecumenal no teníamos relación porque ellos realizaban sus reuniones con sus hijos y nosotros no, no estaban dispuestos a reagruparnos y esto no nos permitió la comunicación‖. De la entrevista con Francisco Medina referida. 470 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón b) Movimiento Camino Catecumenal o Neocatecumenal737. Es el movimiento seglar que más crece en los años setenta en la capital conquense, concretamente en la parroquia San José Obrero, donde destaca la participación de distintos colectivos sociales que desarrollan en la barriada del mismo nombre la creación de las primeras asociaciones de vecinos de la capital. Sus demandas tienden a las mejoras para esa zona deprimida, sin que sus actuaciones lleguen, como grupo, a la política. En Toledo, donde también cuenta con numerosos seguidores, dirige el movimiento el párroco de Santiago del Arrabal, Jesús Gómez-Gordo, fiel colaborador de monseñor González y de su sucesor Antonio Cañizares. c) Renovación Carismática Católica o Movimiento Carismático. Los denominados Carismáticos aparecen, después de varios intentos a mediados de los setenta por distintos puntos de la región, en la diócesis de Cuenca a finales de 1979 y, aunque no cuentan con los parabienes del obispo Guerra Campos –recordemos que para la Iglesia tradicional sus 737 Fundado en los años sesenta por José Gómez de Argüello ―Kiko‖ –a sus miembros se les conoce comúnmente como ―Kikos‖- y Carmen Hernández. Al igual que el movimiento Carismático, es de rápida implantación en la provincia de Cuenca. El Camino Neocatecumenal llega a contar, en 1978, con 693 comunidades en el país y están presentes en 317 parroquias de treinta diócesis. Según sus estatutos —aprobados por la Santa Sede a finales de 2002— es delimitado como itinerario de formación católica o fundación de bienes espirituales. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., pp. 276-277, Cfr. El camino neocatecumenal según Pablo VI y Juan Pablo II, Introducción de Kiko Argüello y Carmen Hernández, Madrid 1994, p. 138. Vid. Blázquez, R.: Las Comunidades Neocatecumenales, Bilbao 1988. 471 ―La otra Transición de la Iglesia… tendencias apuntan hacia el ―pentecostalismo‖738-, sus divergencias no acaban en ruptura. Tan sólo algunos de sus sacerdotes son destinados a puntos alejados por la provincia, argumentando una mejor distribución de las fuerzas pastorales. Aunque no deja de ser un movimiento conservador en la praxis política, aporta una profunda renovación del Movimiento de Apostolado Seglar (MAS) en el ámbito espiritual, y en la conformación de grupos homogéneos en la Iglesia, siguiendo los análisis de Casiano Floristán sobre Carismáticos y Neocatecumenales: ―[…] el modelo kerigmático representado por comunidades neocatecumenales vinculadas a parroquias, que postulan una profunda vivencia comunitaria y una intensa actividad pastoral pero con escasa implicación política; el modelo carismático caracterizado por una intensa vivencia espiritual pero igualmente alejado del compromiso socio-político‖739. Entre los Movimientos Espirituales encontramos destacan los Equipos de Nuestra Señora (ENS), cuya presencia es notable en la zona de Ocaña e Illescas, en la provincia de Toledo. Seguidores del padre Caffarel, el movimiento, surgido en 1939 en Francia, se definen como movimiento de espiritualidad conyugal. 738 El ―Pentecostalismo‖ agrupa a las también llamadas Iglesias clásicas, en las que sus militantes, cristianos evangélicos, tienen como objetivo proclamar el Evangelio realizando milagros y otras manifestaciones que, según ellos, les han sido otorgadas por el Espíritu Santo (como el don de lenguas). 739 Floristán, C.: ―Modelos de Comunidades Cristianas‖, Sal Terrae, nº 67, 1979, pp. 61-72. También en Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 311, nota 70. 472 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Otro grupo que tampoco muestra rasgos de ―perversión‖ en sus fines, según la jerarquía castellano-manchega, y por tanto poco instigado por ésta en un principio, es el Movimiento Rural Cristiano (MRC), con relativa implantación en Toledo y en las comarcas de la alcarria y sierra conquenses. Su primer consiliario en ésta última diócesis es el sacerdote Dimas Pérez Ramírez. Entre los cursos abordados desde 1971 -fecha de sus inicios de implantación en la provincia de Cuenca- figuran: ―Análisis Crítico de la Realidad Rural Diocesana: Estudios sobre vida socio-económica, vida familiar, cultural, recreativa y religiosa‖, ―La Iglesia y la Política‖ y ―El Sindicalismo‖. Durante los últimos años del franquismo abordan cuestiones de la problemática de las sociedades rurales, dentro de los valores católicos, con reivindicaciones laborales o la justicia social, o la necesaria alfabetización de su población. Junto a representantes de Albacete, Ciudad Real y Toledo, celebran una reunión conjunta de las diócesis del Centro en Albacete los días 16 y 17 de septiembre de 1972. En octubre de ese 1972, y a raíz de la Ley sobre libertad religiosa, toma fuerza la Iglesia Evangélica, que celebra en Puertollano (Ciudad Real) 473 ―La otra Transición de la Iglesia… su XVI Asamblea Nacional de la Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España, a la que asisten cerca de noventa seguidores740. En Talavera de la Reina también está activa estos años la asociación ―Padres de Familia de la Compañía de María‖ que vuelve a reminiscencias del pasado en cuanto a ritos y manifestaciones litúrgicas741. 740 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. El gobierno civil de Albacete recoge la actividad de ese grupo en aquella localidad: ―[…] La actuación de las Iglesias Evangelistas autorizadas ha sido durante todo el ejercicio económico, extraordinariamente correcta y respetuosa, ateniéndose en todo momento al cumplimiento más estricto de las disposiciones legales correspondientes‖. Memoria del G.C. de Albacete, 1972. AGA. (08) 22 Caja 52/00473. Otras fórmulas religiosas que aparecen tímidamente en el espacio castellano-manchego son los Testigos de Jehová que celebran en Albacete su asamblea regional (14-12-1974) a la que asistirán unas trescientas personas. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 70710. En otro informe, de 1975, se recoge el caso de un joven de este grupo que se niega a recibir transfusión de sangre por ―motivos de conciencia‖, por lo que su caso pasa al Juzgado de Guardia por: ―[…] entenderse que existe un síndrome presuicida en el citado enfermo y teniendo en cuenta que en España está penado el delito de suicidio‖. Ibídem. Ese mismo año Guerra Campos marca los pasos a seguir para quienes deseen abandonar la Iglesia católica, trámites para la celebración de matrimonios civiles, o el nombramiento de sus sacerdotes en el BOOC con instrucciones para su notificación al obispado y la recogida en el libro De cura animarum: ―[…] actitud no practicante, abandono, u otra, que mejor refleje el estado espiritual de la persona indicada‖. BOOC, núm. 6, junio, 1975. La ley que regula la baja en la Iglesia católica es la Ley de regulación del ejercicio del derecho civil a la libertad religiosa es la anterior (de 28 de junio de 1967) que en su artículo 6.1 recoge: ―Se autorizará el matrimonio civil cuando ninguno de los contrayentes profese la religión católica [...]‖, y en su artículo 32.3: ―El abandono de una confesión religiosa exigirá la prueba de que el mismo ha sido comunicado al ministro competente de la religión que hubiese sido abandonada‖. Ibídem. En cuanto a los protestantes, su presencia se detecta desde los primeros años setenta en Valdepeñas, extendiéndose rápidamente por Albacete capital, Ontur, Petrola, Villarrobledo llegando hasta Toledo capital. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10911. 474 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Con José Guerra Campos en la provincia eclesiástica de Toledo se produce la coincidencia con sus compañeros más conservadores a la hora de albergar otra línea de participación seglar, ésta de tinte ultraconservador, como es el OD. Para el obispo de Cuenca, el OD, junto a otros institutos seculares, ―cultivan ‗la vocación universal‘ a la santidad en la vida ordinaria‖742. Cuenca, al igual que las diócesis de Ciudad Real y Guadalajara, además de contar con los seglares (captados en un proceso calculado entre destacados estudiantes de clase media-alta, y de inclinaciones religiosas muy ortodoxas), se convierte en destino para sacerdotes no ―aceptados‖ en otras diócesis, que se asientan durante años en la serranía conquense, concretamente en Beteta. La Obra, como se le conoce, va aglutinando poder en la estructura de la Iglesia, al tiempo que sus miembros tienen un claro objetivo: la presencia en los gobiernos de Franco. Son los ―tecnócratas‖, un ―colectivo silencioso‖ como los define Calleja743. Los ministros del OD controlan la economía del 741 Sus celebraciones se insertan en anuncios en prensa, con motivo de la celebración de la misa mensual de los padres. El texto revela más sentido de obligación que de invitación. La Voz de Talavera, 28-3-1973. 742 Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1936-1975). Síntesis histórica‖, Separata del BOOC, núm. 5, mayo de 1986, Cuenca, p. 40. En una nota el obispo añade datos técnicos sobre la Prelatura Personal, cuestión a la que no se atrevió su compañero Castán: ―Muy extendido e intenso el influjo espiritual de los sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz -Opus Dei-. El Opus Dei se orientaba ya hacia una forma canónica más secular, que había de ser la de Prelatura Personal según el nuevo Código de Derecho‖. Ibídem, p. 45. 743 J. I. Calleja opina sobre la tenue presencia pública del OD: ―[…] Este colectivo, tan importante a priori, nunca expresó públicamente sus voluntades, intenciones o apoyos al proceso eclesial de la Transición. Podemos suponerlos y sabemos que no permaneció 475 ―La otra Transición de la Iglesia… país a finales de los sesenta y pretenden alcanzar su integración en el mercado mundial (en ese sentido al menos, son más progresistas que otros cargos ministeriales). Para algunos de sus estudiosos es una secta mientras para otros se trata de una organización de oscuros entramados económicos y poder en la sombra que cuenta con una presencia desigual en la región castellano-manchega744. impasible ni en la sociedad ni en la Iglesia‖. Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 11-12. Hernández Sánchez habla de la ―misión‖ de los ―tecnócratas‖: ―[…] no sólo habían introducido cambios radicales en la política económica, sino algo más importante, habían realizado un cambio en la política económica al introducir la racionalidad instrumental como criterio último de dicha política. Es posible que Franco creyera que acababa de contratar los servicios de asépticos expertos técnicos fuertemente leales a su régimen. Pero los tecnócratas del Opus Dei, lejos de ser asépticos, como tantas veces se les ha presentado, eran profesionales con un sentido de misión: la de imponer el evangelio de la racionalización y el desarrollo. Para los católicos del Opus Dei hacer funcionar el capitalismo era también un modo de hacer prosperar el país y realizar la voluntad de Dios‖. Hernández Sánchez, A.: Las claves de la Transición. Del Franquismo a la Democracia en Castilla León, Consejería de Cultura y Turismo, Junta de Castilla León, Ávila, 2009, p. 13. Vid. AA. VV.: ―Los que retardan el cambio en España‖, Fe y Actualidad, núm. 21, 1976, pp. 53-58. Aquí aparece el OD como grupo de presión de relieve extraordinario, muy desconocido para la opinión pública, con publicaciones de relativa importancia como Iglesia-Mundo y Palabra. En el plano político ―Vuelven los tecnócratas de la órbita del Opus‖. Gaceta Ilustrada, 21-3-1976, p. 25. El fin de sus acólitos prima en que sin importar desde dónde, deben extender sus principios y conseguir sus fines, a ser posible desde el poder. 744 El OD se distingue del resto de las asociaciones católicas de AC en la región por importantes aspectos que se deben a estudios propios, aparte del aquí simplemente enumerado. Fundado en 1928 por José María Escrivá de Balaguer sus primigenias orientaciones se encuentran en Consideraciones Espirituales, coincidentemente editado en Cuenca en 1934. La segunda edición, Camino, se edita en Valencia en 1939. Su expansión se produce principalmente por Europa y América en los años 50. 476 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Es Juan Hervás y Benet, en Ciudad Real, el que más tempranamente apoya al OD. Amigo y fiel colaborador de José María Escrivá de Balaguer desde los años treinta- se enorgullece de haber colaborado a su expansión en la diócesis manchega, y ensalza los valores de su fundador y de los sacerdotes que siguen sus preceptos: ―[…] La presencia del Opus Dei en esta diócesis fue para mí una fuente de alegría y de consuelos. Por referirme, en concreto, a la labor realizada entre mis sacerdotes, ya pertenecían a la Obra muchos de ellos cuando llegué allí, y después se han ido multiplicando las vocaciones. Los he considerado siempre como fermento de unidad, por su obediencia pronta y alegre a su ordinario; por su fidelidad a la doctrina de la Iglesia; por su vibración apostólica contagiosa, esperanzada y optimista; por su espíritu de comprensión, pasando por alto, con buen humor, aquellas pequeñeces que surgen en la convivencia; por su ilusionada dedicación a los ministerios que sus obispos les encomiendan. Ponen un empeño constante por santificarse en y desde su ministerio. Son sacerdotes que quieren y procuran ser sólo sacerdotes: su ejemplo firme y humilde –con las flaquezas personales, como tenemos todos, que no empañan la rectitud de intención– hace mucho bien dondequiera que son destinados. […]. Yo había ‗cometido‘ la ‗grave‘ audacia de levantar una bandera de renovación de espiritualidad y de apostolado seglar; me refiero a los cursillos de cristiandad […]. Pero el Señor quiso probarme y probar también a este movimiento, desde sus comienzos, con la contradicción. […] tuve que ir a Roma, ya que había sido denunciado ante el Santo Oficio. Quise visitar a Monseñor Escrivá de Balaguer: el recuerdo de la imperturbable alegría con la que había llevado las contradicciones que arreciaron contra el Opus Dei, me impulsaron a buscar su consejo, 477 ―La otra Transición de la Iglesia… persuadido de que de esa charla me vendría la paz para mi ánimo atribulado. Y no me engañé. Me escuchó atentamente y llegó al fondo de la cuestión enseguida: no perdió el tiempo en estériles lamentaciones. En sus palabras, breves y certeras, volcaba en mí su propia alma: ‗No te preocupes. Son bienhechores, porque nos ayudan a purificarnos. Hay que quererles y pedir por ellos‘. Me insistió en la necesidad de querer a los que no nos comprenden, de rezar por los que juzgan sin conocimiento suficiente de causa, y en el deber de prestar atención tan sólo a la voz de la Iglesia–no a los rumores de la calle– y de mantener el corazón limpio de resentimientos y amarguras…‖745. Laureano Castán aporta otras tantas valoraciones positivas a la figura de Escrivá del que se precia de haberle conocido mientras cursa los primeros años del seminario. En 1926, recién ordenado sacerdote, coincide en Fonz (Huesca), el pueblo natal de Castán, donde el inspirador del OD acude a visitar a su tío Teodoro Escrivá, beneficiado de la capellanía de la Casa Moner: ―[…] Recuerdo una de aquellas conversaciones en la que, con gran fuerza, me habló de lo improcedente que resultaba la injerencia de los 745 Hervás y Benet, J.: ―Corazón Universal‖, en Cursillos de Cristiandad Madrid, septiembre de 1975, Arriba (Madrid), 26-6-76, y en Palabra, Madrid, octubre de 1978. De monseñor Escrivá ensalza: […] un hombre elegido por Dios para ser maestro de los nuevos caminos del laicado católico. El nervio central de todo su apostolado con laicos y con sacerdotes– ha sido hacer llegar al corazón de cada persona la llamada divina a la santidad; promover la santidad en medio del mundo entre personas de todas las condiciones. Una doctrina que sería proclamada solemnemente por el Concilio Vaticano II, muchos años más tarde‖. Ibídem. 478 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón gobiernos en los asuntos internos de la Iglesia. […] Mi última conversación con el fundador del Opus Dei tuvo lugar en Roma en enero de 1974, […] se mostró firmemente confiado en la Providencia, aunque la Iglesia estaba pasando momentos difíciles. Me insistió mucho en que rezara –convencido de la eficacia de la oración– por la Iglesia y por el Papa. Manifestándose con gran realismo en la apreciación de las dificultades por las que atravesaba –y atraviesa– la Iglesia, me llamó la atención verlo profundamente esperanzado y optimista […]. Al comentar la noticia de la audiencia que acababa de concederle el Santo Padre Pablo VI, me dijo que había procurado hablarle de las maravillas que Nuestro Señor llevaba a cabo en tantas labores apostólicas de todo el mundo. Me comentó que el Papa ya tenía bastantes preocupaciones, y que había querido darle sólo alegrías. Me confió que a diario ofrecía la Santa Misa por la Iglesia y por el Papa; sólo en tercer lugar la ofrecía por el Opus Dei‖746. El propio Castán escribe, en 1980, poco antes de abandonar la mitra alcarreña, Josemaría Escrivá de Balaguer, un hombre de Dios, en colaboración con Francisco Peralta Ballabriga747. En ese momento el obispo no desea hacer pública su opinión sobre la posibilidad de que el OD sea una diócesis en claves técnica y canónica, aunque sí se queja de la amplia difusión informativa que ha adquirido el asunto: ―[…] no me resulta grato que los problemas de tipo intraeclesial que pueda haber en un determinado 746 La Provincia, Las Palmas de Gran Canaria, 1-10-1978, con motivo del cincuenta aniversario de la creación del OD. 747 Castán Lacoma, L. y Peralta Ballabriga: Josemaría Escrivá de Balaguer, un hombre de Dios, Ed. Palabra, Madrid, 1992. 479 ―La otra Transición de la Iglesia… momento sean sacados del ambiente de serenidad y discreción en que, por su propia naturaleza, tienen que desenvolverse‖748. El libro de Castán Lacoma: Josemaría Escrivá de Balaguer, un hombre de Dios, escrito con Francisco Peralta Ballabriga. En Toledo el OD entra en una lucha de captación entre las bases de AC749. En agosto de 1975, el cardenal Marcelo González alaba los objetivos conseguidos por el fundador de la Orden: 748 BOOSG, núm. 2306, enero, 1980, p. 6. Juan Pablo II eleva en 1988 al OD a una especie de diócesis supranacional con obispo propio. La polémica sobre la constitución jurídica del OD dentro de la Iglesia se traduce en constantes censuras públicas, como las del sacerdote Juan Arias y José Luis Aranguren, entre otros, pero no así por el Estado en distintos periodos históricos acaecidos. Monseñor Escrivá es canonizado el 6-10-2002. 749 Santiaga Sanz González, presidenta de ACF en Santo Tomé -luego en San Nicolás- en los albores de los años sesenta, es ―captada‖ por el Opus. De las fórmulas empleadas recuerda: ―En las reuniones no podíamos comentar nuestras impresiones sobre el Evangelio, ni opinar. Venían de Madrid con la lección aprendida, y vestían como modelos (las mujeres militantes del Opus con dirección en la organización). Sólo podíamos decir ‗Amén‘. Era muy distinto a AC y nos llamaba la atención. En los ejercicios espirituales en ‗La Pililla‘, Ávila, entrábamos temprano a la capilla, orábamos a oscuras, meditación a las cuatro con la luz de un flexo al lado del sacerdote, en fin, muy extraño y no nos gustaba a quienes veníamos de otras formas de evangelización‖. Santiaga Sanz González, entrevista realizada en Toledo, 20-12-2009. 480 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[…] el primero de todos, dar vida y sólido arraigo a una obra a la que se entregó totalmente, la asociación que predica y promueve la santificación del hombre en medio del trabajo ordinario de la vida. Esto, que era tan sencillo y tan evangélico, estaba prácticamente olvidado [...]. El universalismo del Opus Dei, en la extensión geográfica y en la diversidad de las personas llamadas, y las originalidades en la concepción de la obra y en sus métodos de apostolado, obedecían a esta identificación tan cabal del fundador con el misterio de la Iglesia [...]‖ 750. Al margen de los grupos o Movimientos propiciados o amparados por los obispos ultraconservadores en la región, se dan otros que, en principio, 750 González, M.: ―Mons. José María Escrivá de Balaguer. ¿Cuál sería su secreto?‖, ABC, dominical, 24-8-1975. González valora la debida sumisión al Papa, a los obispos, al Magisterio, al culto litúrgico, a la devoción privada..., en definitiva a tantos déficits que encuentra en gran parte del resto de la Iglesia. En plena Transición la presencia de militantes del OD se da entre los partidos conservadores. Un ejemplo es Manuel Díaz Pinés, diputado de UCD por Ciudad Real, que pasa a AP), después de enfrentarse a la línea más centrista de la formación -de ideas más liberales-, como Blas Camacho presidente del partido en CLM. José Aguilar se refiere a él como: ―[…] miembro del Opus Dei e integrante del ala conservadora‖. El País, 23- 12-1980. En abril había presentado una enmienda a la totalidad a la Ley de divorcio, y ABC lo tilda de católico en la onda del OD. ―Blanco y Negro‖, ABC, 30-4-1980, p. 22. En plena crisis de UCD, a nivel nacional, Díaz abandona el partido, si bien en ese momento se le califica como ―democristiano‖ por El País. ―[…] el partido del Gobierno pierde la mayoría en las comisiones parlamentarlas del Congreso de los Diputados. Díaz Pinés pasará provisionalmente al Grupo Mixto, para integrarse el próximo mes de enero en Alianza Popular (AP)‖. El País, 31-10-1981. Esta acción se basa, según el diario, en la confirmación de sus inclinaciones más conservadoras y un: ―[…] alejamiento progresivo de su electorado, la toma del poder por un aparato oligárquico preocupado tan sólo por mantenerlo, y la aceptación de los chantajes de un sector seudoprogresista, que no han dado consecuencias más que negativas, aunque valore el papel de Calvo Sotelo, a quien, entre abrazos, han tratado de condicionar‖. Ibídem. 481 ―La otra Transición de la Iglesia… no son objetivo de persecución contundente. Se trata de los movimientos juveniles al estilo de ―Juventud y Amistad Talavera‖ (JUYAT), con sede en los Padres Carmelitas de Talavera, que mantienen multitud de actividades recreativas, de tiempo libre y cultural751. Continuando en el mundo de la juventud, pero desde muy distinta perspectiva, las JEC discuten, durante el XIII Consejo Nacional de Hellín (Albacete), en marzo de 1972, la doble militancia y fe-política. Sus bases han iniciado una brusca derivación hacia la autonomía, liderada por los responsables y el consiliario de la JEC de Córdoba. También analizan el documento sobre apostolado seglar y se intensifican los contactos con la jerarquía dialogante en un intento de reconciliación. A nivel organizativo se cambia el nombre de secretariado de coordinación nacional por el clásico de comisión nacional, compuesta de un comité permanente y los responsables de zona752. En septiembre JEC vuelven a reunirse en Toledo, en su segunda reunión nacional. Para entonces el Movimiento cuenta con implantación en diecisiete diócesis españolas pasando, según sus responsables, de los 141 militantes en el curso 68-69, a los 680 del actual. Parece que la crisis está a punto de superarse. Preside la reunión su consiliario nacional, Jesús Pérez 751 La Voz de Talavera, 14-1-1970. En el verano de 1974 surge la ―Asociación Juvenil Amigos de la Cultura‖, legalizada en septiembre del año siguiente, como muestra de la efervescencia de este tipo de asociaciones, donde sus principales miembros pertenecen a grupos cristianos con experiencia en organización. 752 Albacete vuelve a ser sede en julio de 1996 de la Asamblea General JEC, bajo el lema ―Signos nuevos para una Escuela nueva‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., pp. 109 y 312. 482 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón García, y en ella se critica duramente la desconexión entre dirigentes y base, un problema que se viene arrastrando desde hace años, y se decide iniciar contactos a nivel nacional con los militantes de la FECUM, con quienes comparten medio y fe, sobre la que se dictan normas encaminadas a su renovación en medios universitarios: ―[…] mermada como consecuencia de las influencias político-religiosas del momento progresista actual‖753. En su clausura, el día 28, están presentes militantes de Córdoba, Madrid, Oviedo, Salamanca y Toledo754. JEC comienza a mermar activos de otros movimientos juveniles controlados desde AC lo que inquieta a la jerarquía. De aquellos que mantienen un proselitismo más descafeinado figura ―Jóvenes sin frontera‖, del que un informe del gobierno (17-1-1973) destaca que esta asociación tiene, desde hace un año, comunidades en las provincias de Alicante, Ávila, Burgos, Salamanca, Santander, Toledo y Zamora755. Sin embargo, quienes continúan siendo una importante preocupación para los obispos de la región son los movimientos obreros de AC con los que 753 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 754 Ibídem. Hasta 1975 el Movimiento no marca una tendencia estable a nivel nacional. En 1977 aglutina enseñanza media y universitaria, pero tan sólo se mantiene activo en Albacete. 755 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. Otra asociación que surge desde ámbitos religiosos es el club juvenil ―Rumbo Joven‖ (enero de 1975), que aglutina un grupo de jóvenes alumnos del Colegio Salesiano de la Inmaculada, de Albacete. Según un informe de la delegación de Juventud su principal impulsor es un profesor del mismo, esté influido: ―[…] creemos, por las tendencias progresistas y socializantes de la Iglesia actual… no es posible asegurar categóricamente la línea de actuación que en el futuro mantenga dicha asociación‖. AHPDJ, Participación, Caja 28681. 483 ―La otra Transición de la Iglesia… el seguimiento y control son más contundentes. No olvidemos que en este periodo coinciden en CLM, a partir de 1973, los dos obispos que persiguieron, desde mediados de los sesenta, las tendencias ―temporalistas e incluso filocomunistas‖ de HOAC y JOC: José Guerra Campos y Laureano Castán, cuya presencia es clave en el freno a la implantación y desarrollo de los movimientos especializados de AC en la provincia. Ambos Movimientos se desvinculan, entre 1970 y 1972, de la ―Zona de Andalucía‖, a la que pertenecen históricamente, pasando, junto a Albacete y Ciudad Real, a formar la Zona de la Mancha (Murcia, hasta aquí con Toledo, pasa a formar parte de la Zona de Levante). Los movimientos obreros toledanos recuerdan su confrontación con el vicario general de Pla y Deniel, Anastasio Granados, a la que sigue un corto periodo de diálogo en el breve paso del cardenal Tarancón por la Diócesis756. Reaparecen los enfrentamientos, y con especial virulencia, con Marcelo González quien mantendrá, desde el principio, una cierta beligerancia y 756 Anastasio Granados García, obispo vicario general de Toledo, fue secretario particular de Isidre Gomá i Tomás, cardenal anterior a Plá y Deniel, durante los últimos cinco años de su vida. Es autor de El Cardenal Gomá. Primado de España, Espasa-Calpe, Madrid 1969. Por su parte Tarancón reconoce la evolución de los Movimientos tras el Concilio, así como de la pérdida de hegemonía de AC: ―[…] Surgen, entonces, los Movimientos Especializados dentro de la Acción Católica que por las mismas exigencias de la vida fueron subrayando cada día con mayor fuerza esa proyección humana y temporal que aparecía como secundaria anteriormente. […] La Acción Católica no tiene, pues, la hegemonía que tenía del apostolado laical, como prácticamente la tenía cuando no existía más que esa organización en la Iglesia. Ni tiene ninguna autoridad sobre las otras‖. ABC, 31-1-1970, p. 30. 484 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón control, una vez superado un primer periodo de decadencia física y mental que arrastra de su paso por Barcelona757. JOC en Toledo tiene en la agrupación de Sonseca una presencia destacable, donde se organizan cursillos nocturnos sobre alfabetización, legislación laboral, contratos y negociación de convenios. Algunos empresarios lo ponen en conocimiento del gobernador civil. El consiliario del movimiento tiene que comparecer en el cuartel de la guardia civil y varios jóvenes obreros son retenidos durante horas. También se organizan cinefórums, funciones teatrales y actuaciones musicales, en las que intervienen, entre otros, Luis Pastor, Elisa Serna o Rosa León, cantautores conocidos públicamente por su fuerte compromiso con la recuperación de las libertades758. En la diócesis de Albacete los activos de estos Movimientos complementan su trabajo con los curas-obreros (procedentes en su mayoría de la militancia en JOC, y ahora pasando muchos a las filas del PCE) en los barrios más deprimidos de la periferia, conformando una especie de ideología basada en la ayuda mutua, opuesta a los valores impuestos por el modelo de urbanismo franquista. JOC y HOAC están detrás del movimiento 757 Como señala el dirigente de la JOC, Antonio Galán: ―La relación con los obispos, especialmente tras la llegada de González, fue de opuestos. Defendíamos a los curas y a la Iglesia en general que se enfrentaban a obispos con posturas intransigentes. Hubo comparaciones pero no descalificaciones‖. Antonio Galán, entrevista ya reseñada. 758 Antonio Galán, en la entrevista ya reseñada. 485 ―La otra Transición de la Iglesia… vecinal en Albacete, en particular en los barrios San Pedro o Hermanos Falcó759. Por su parte, los militantes de HOAC de Ciudad Real tratan, a mediados de 1972, concretamente en junio, de reorganizarse bajo la dirección del el consiliario de HOAC, Napoleón Palacios de la Osa quien, desde Valdepeñas, desea hacer de la HOAC el principal movimiento obrero en la provincia760. En cuanto a Cuenca, la presencia de este Movimiento se transcribe únicamente en HOAC/F, con una presencia testimonial en la capital, alrededor de la parroquia del Santísimo Cristo del Amparo en la barriada obrera del mismo nombre. No más allá de una docena de mujeres, amas de casa en su mayoría, se reúnen semanalmente en el salón de la parroquia para analizar el evangelio, participar en cursillos de promoción de la mujer y técnicas de revisión de vida obrera. A pesar de su escaso número acudirán al pleno extraordinario en Madrid (26 y 27 de febrero de 1972) junto a HOAC/F de Albacete, Guadalajara, Ávila, Valencia y Valladolid. Allí se discute la necesidad de reivindicar los seguros sociales que no tienen en sus trabajos, y la importancia de formarse en otros campos a los habituales, así como la petición a la Comisión Episcopal de Enseñanza de la creación de un secretariado de adultos761. 759 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 255. 760 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 761 BOOC, núm. 5, mayo, 1972, pp. 181-183. También se asumen las conclusiones de los estudios sobre ―Liberación Integral de la Mujer Trabajadora‖, y ―Relación Iglesia-Estado‖, realizados en las jornadas celebradas del 5 al 8 de diciembre del año anterior. 486 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón De aquel pleno surge el congreso nacional a celebrar en Cuenca del 16 al 19 de julio bajo el lema ―Liberación de la mujer trabajadora y Apostolado Obrero‖. Las ciento cincuenta participantes de todo el país vuelven a denunciar la precaria situación de la mujer en el mundo laboral, y del cómo conseguir la liberación integral de la persona en tres dimensiones: material, espiritual y sobrenatural. Al mismo acuden el obispo de GuadixBaza (Antonio Dorado, presidente de la CEAS), Rafael Torija (quien, sorprendentemente, orienta sobre los criterios educadores y metodología de Paulo Freire para la promoción obrera femenina), Fernando Guerrero (profesor de doctrina social de la Iglesia habla sobre el asociacionismo y la Ley Sindical) y, Paquita Tortajada, como presidenta, (quien propone las líneas de acción a partir del congreso con una reivindicación igualitaria hacia la mujer en el ámbito laboral)762. Al final se propone la creación de encuentros diocesanos y regionales, para los equipos de militantes, con el objetivo de reivindicar ante los organismos responsables una mayor equiparación en el puesto de trabajo de la mujer, en igualdad de condiciones al hombre763. Las integrantes de HOAC/F de Cuenca acuden también al pleno celebrado en Madrid, del 10 al 12 de octubre, donde se envía una carta al ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, para solicitar la seguridad social para las mujeres trabajadoras aspecto no contemplado en la legislación laboral del momento. También intentan celebrar el día de la HOAC/F en las 762 Encuentro Nacional de dirigentes de la HOAC/F (22-7-1972). AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 763 Ecclesia, núm. 1603, 5 de agosto de 1972, pp. 19-20. 487 ―La otra Transición de la Iglesia… diócesis, un calendario de reuniones con las autoridades para tratar sobre problemas escolares, subida de precios etc., que agobian a los hogares. A esta reunión acude el consiliario Francisco Bermejo Bustos y varios miembros de la comisión diocesana conquense764. HOAC/F mantiene su actividad, casi testimonial, en los primeros meses de estancia de Guerra en el obispado. En julio de 1973 se hace pública la ―Semana A.L.I.M.O.‖ (Animadoras para la Liberación Integral de la Mujer Obrera), dentro de las ―Semanas de impacto‖765 orientadas desde el 764 BOOC, núm. 13, diciembre, 1972, pp. 435-436. En lo referente al alto índice de analfabetismo de la provincia, en 1970, se encuentra entre las más altas de España, exceptuando algunas provincias andaluzas, con un 16,2% en su tasa provincial. Vid. Murillo Ferrol, F. en FOESSA: Informe sociológico sobre la situación social de España 1970, p. 214. Al margen de la corta existencia de la HOAC/F conquense, que trabaja ante la indiferencia desde el obispado, lo cierto es que muy pocos horizontes marcan la vida laboral de la mujer en esta provincia. Una de las iniciativas que sí cuenta con el apoyo de su jerarquía es la creación de un taller de confección de vestimenta para el ejército que consigue el párroco de la iglesia de ‗San José Obrero‘, Domingo Muelas, en un barrio deprimido como el conocido como ―Las Quinientas‖. Tal y como recoge el autor de este trabajo: ―[…] Domingo Muelas, el párroco, pretendía sanear, en lo posible, la precaria economía familiar dando trabajo a las mujeres que vivían en aquel barrio modesto, cuidando especialmente la integración de las mujeres gitanas, como grupo significativo que vivía en el mismo barrio e inmediaciones, y que también tuvieron su puesto de trabajo en dicha empresa‖. Peñuelas Ayllón, M. A.: ―Cuenca: entre la inercia inmovilista y la exigencia participativa para salir del olvido‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 186-187. 765 Diseñadas por el consiliario de la HOAC, el ciudadrealeño Tomás Malagón, las ―Semana de Impacto‖ suponen los nuevos ―instrumentos de concienciación‖. Una referencia recogida por Montero: Semana de Impacto. Manual de la directora, Madrid, 1963. Entre sus fines: ―[…] destinada a crear una conciencia social nueva, superadora de la tradicional conciencia caritativo-benéfica asistencial […] siguiendo el mismo modelo pedagógico de los cursillos de 488 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Movimiento en Madrid (22-29 de julio), a la que acuden tres becadas de la diócesis766. Es el último acto destacable de la militancia de HOAC/F de Cuenca. A finales de 1973 el grupo es reducidísimo. Todo hace pensar que se debe a la llegada al obispado de José Guerra Campos, pero el propio Bermejo disipa esa teoría: ―Era muy comprensivo y dejaba hacer. No era impositivo en la doctrina‖767. En momentos considerados delicados, por el alejamiento irremediable que se produce con las bases, la CEE emite comunicados conjuntos con la intención de amortiguar el caos, como lo atestigua una declaración de la CEAS -con origen en la XVII Asamblea Plenaria de la CEE-, Orientaciones formación de militante obreros…‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., pp. 79 y 90-91. 766 BOOC, julio de 1973, p. 349. Con motivo de la fiesta del primero de mayo de 1973 – momento en el que se cambia el nombre de la festividad de San José Artesano a San José Obrero- HOAC/F reivindica: ―NOS EXIGIMOS... como mujeres trabajadoras, el ser cada día más conscientes de nuestra corresponsabilidad con el hombre en la marcha de nuestra sociedad, superando los complejos y obstáculos que nos marginan ante los cargos sociales, sindicales, políticos y religiosos‖. Ibídem. 767 La desaparición del grupo por la falta de implicación de los maridos en la ―evangelización del mundo obrero‖, en palabras del párroco que las asiste, Francisco Bermejo Bustos, quien añade: ―No llegaron a tener conciencia de clase‖. De la entrevista en la parroquia del Cristo del Amparo (Cuenca), el 19-10-2009. De aquellos años Bermejo asegura que no existen más movimientos especializados de AC en la provincia. Tan sólo recuerda que tres sacerdotes, destinados en Beteta, hacen conatos de acción obrera a principios de los años setenta, y abunda en la idea de las altas tasas de analfabetismo de la provincia para justificar la baja concienciación militante. 489 ―La otra Transición de la Iglesia… sobre apostolado seglar (27-11-1972)768. El documento supone un intento por acercar de nuevo a sus miembros a la institución, otorgando una cierta autonomía e independencia a los Movimientos, sin dejar de ser AC, teniendo en cuenta la nueva realidad sociopolítica y da la razón a los seglares comprometidos, pero para entonces AC cuenta con pocos apoyos. Excepto algún caso aislado, la tónica de diálogo propuesta no es seguida por la jerarquía en la región castellano-manchega. JOC convoca una reunión conjunta, del 26 al 30 de diciembre de 1972, entre militantes de Toledo y Extremadura, en Navalmoral de la Mata (Cáceres), a la que asisten varios consiliarios y diez sacerdotes toledanos, según el gobierno769. Los militantes toledanos proceden de los núcleos más movilizados que son Sonseca, Esquivias, Toledo capital y Talavera de la 768 BOOC, núm. 1, 1973, p. 41. Simultáneamente se va haciendo nítido el despegue del conjunto de la Iglesia española respecto al régimen. Montero, F.: ―Notas para la historia de la Juventud de Acción Católica‖…, Op. cit., pp. 15 y ss. A esta XVII Asamblea no acude Guerra Campos lo que motiva recelos en la CEE. ABC, 30-11-1972, p. 14. En la misma se discute la modificación de los catecismos escolares de la enseñanza primaria y media elemental de la Educación General Básica (EGB), entendida esta modificación como: ―[…] evolución, no sólo del sistema educativo español, sino también de toda la pastoral de la fe, que acentúa toda la necesidad de una catequesis permanente para todas las edades y de una acción coordinada de todos los cauces de formación del cristiano…‖. XVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, Acuerdos, 2-12-1972, publicado el 25-1-1973, y aparecida en el BOOC, núm. 4, abril, 1972, pp. 170-181. Es llamativo pues la presencia de Guerra tiene su sentido. Desde su puesto como procurador en Cortes, y en la Comisión de Enseñanza, solicita, en diciembre de 1973, un mayor control sobre los contenidos: ―[…] un reajuste de procedimientos, y en particular una coordinación mejor entre la autorización del Ordinario diocesano y el dictamen de la Comisión‖. BOOC, núm. 14, diciembre de 1973, p. 570. 769 AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. 490 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Reina770. Desde el régimen se presagia un ―peligroso acercamiento‖ de JOC, y también HOAC, a la corriente del socialismo: ―[…] a pesar de la tradicional oposición histórica entre Iglesia y Socialismo, está siendo justificado por diferentes artículos que periódicamente aparecen en los boletines HOAC de los últimos meses‖771. Rafael Díaz Salazar habla de la emergencia de una cultura política cristiana de izquierdas772, mientras Feliciano Montero lo define como: ―[…] un fenómeno inédito en el catolicismo español, cuyas raíces se pueden rastrear en los cincuenta, que se desarrolla ampliamente en la fase final de Régimen y en el proceso de la Transición‖773. 770 Antonio Galán precisa: ―La JOC se desarrolló de manera importante en Sonseca (con responsables como Eufemio Romero al que sustituye Gabriel Rojas), Talavera de la Reina (con Marino de la Rocha) y en Quintanar de la Orden. Nos juntábamos, a nivel provincial, en Talavera para realizar nuestras Jornadas. También acudían a Talavera los de Extremadura (recuerdo al sacerdote Arturo). El responsable de zona llevaba los temas a, Don Benito, en Badajoz (porque Cáceres pertenecía a la de Coria-Cáceres)‖. Antonio Galán, en entrevista ya reseñada. 771 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 70180. (18-12-1972). Mientras tanto, para las autoridades gubernativas apenas llama la atención la actividad de CCOO, en conexión con el PC, por no ―revestir importancia por su escasa trascendencia‖. Ortiz Heras, M. y Sánchez Sánchez, I.: ―Aproximación a las comisiones campesinas en Castilla-La Mancha‖, en López Villaverde, Á. L. y Ortiz Heras, M. (Coordinadores): Entre surcos y arados. El Asociacionismo agrario en la España del siglo XX, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2001, pp. 211-235. 772 Díaz Salazar, R.: Nuevo socialismo y cristianos de izquierda, HOAC, Madrid, 2001. 773 Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 19. 491 ―La otra Transición de la Iglesia… Entre los seglares, la idea de que la Iglesia debe pasar de protegida a protectora de los más débiles no pasa por cuestiones estrictamente doctrinales sino políticas. En Cataluña es una cuestión incuestionable para Cristianos por el Socialismo (CPS), de la que son sus artífices Alfonso Carlos Comín, junto al jesuita García Nieto, Pep Ribera e Ignasi Pujades774. CPS cuenta entre sus filas con militantes de los movimientos JOC, ACO y HOAC775, de las comunidades de base y algunos intelectuales progresistas. A 774 CPS es un partido con fines similares al surgido en Chile, en abril de 1971, por cerca de ochenta sacerdotes, que en la lucha de defensa de los más desfavorecidos se manifiestan a favor del socialismo, entendido como un nuevo sistema de valores y no sólo como organización económica. Como asegura Martínez Hoyos: ―[…] Todos se movían en la línea renovadora y conciliar impulsada por la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (CELAM), donde se había condenado la violencia institucionalizada que sufría el continente. Poco después con la victoria del candidato de Unidad Popular, Salvador Allende, se plantearon cómo podían contribuir, desde la fe, a la construcción de una sociedad socialista. Sentían el deber de unirse al proceso revolucionario e identificarse con los partidos de los trabajadores, para que la Iglesia no volviera a desempeñar un papel contrarrevolucionario…‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., pp. 150-154. Vid. Arango, F.: ―Luces y sombras del movimiento ‗Cristianos por el socialismo‘‖, Ecclesia, núm. 1598, 1-7-1972, pp. 23-25. En el texto se habla de una apertura ―cautelosa‖ hacia el socialismo frente al marxismo, ―existen otras muchas clases de socialismos‖. Ibídem, p. 25. Según el propio Comín: ―[…] la liberación de nuestra Iglesia de su situación de Iglesia protegida –protegida, por supuesto, para que ella protegiera a su vez los intereses de los protectores- es ante todo un problema político. Un problema que se manifiesta como decisivo y condicionante para que la Iglesia como comunidad visible pueda dar el testimonio que el Concilio le exige‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 283. Vid. Carmona Fernández, F. J.: Cambios en la identidad católica: Juventud de Alfonso Carlos Comín, Libertarias-Prodohoufi, Madrid, 1995. 775 Según López García: ―[…] La HOAC fue manteniendo una buena sintonía con todo movimiento generado en el interior de la Iglesia fruto de la frustración que el desarrollo del Concilio suscitó entre amplios colectivos eclesiales. La relación fe-compromiso, la unidad de conciencia y su formación, que había estado en la base de la crisis de identidad de la HOAC 492 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón nivel estatal su primera reunión se celebra en enero de 1973, en Calafell, y allí están presentes el padre Llanos y teólogos como González Faus. En el Documento de Ávila (denominado así por ―despiste‖ del lugar de celebración por las fuerzas de seguridad), se apuesta por un socialismo marxista776. Feliciano Montero destaca la función de las organizaciones católicas pues cumplen, según el momento: ―[…] la función ‗tribunicia‘ de cauce y en la década de los setenta, comenzó a ser un tema recurrente en todos los encuentros internacionales, participando del dualismo que igualmente se daba en la HOAC. Formulaciones como ‗cristianos y revolucionarios‘ y ‗obreros y cristianos‘ para destacar los dos polos de la formación del militante obrero cristiano aparecen con la misma frecuencia en documentos internos y en documentos de ámbito internacional‖. López García, B.: Op. cit., nota 449. 776 Comín, que milita en el PSUC, intenta incrementar la militancia de cristianos en el PCE. Junto con el canónigo José María González Ruiz realiza una campaña en contra de los movimientos tácticos de la jerarquía eclesiástica que en ese momento abogan por un mantenimiento del orden establecido. Según Lluís Izquierdo, amigo de Comín: ―[...] El diálogo cristiano-marxista no fue a ninguna parte. Es mejor que cada cual se quede en su sitio, sin intentar ser las dos cosas al mismo tiempo‖. Para el sociólogo Salvador Giner ―[…] Yo creo que la culpa no es de Alfonso sino de este país, donde no se analizan contenidos ideológicos con demasiada seriedad […]. Un cristiano no podría creer ni en el materialismo dialéctico ni en el materialismo histórico…‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., pp. 192-193. También se funda la Organización de Izquierda Comunista, una continuación de los ya existentes Círculos Obreros Comunistas (COC), cuyas raíces, a su vez, pertenecen al Front Obrer de Catalunya (FOC), la versión catalana del Frente de Liberación Popular (FLP o FELIPE). A este tronco principal cabe añadir diversos grupos cristianos obreros, como el cordobés Grupos Anticapitalistas de Base (GAB), impulsado por trabajadores de las JOC, confirmación de que militantes de los Movimientos se inclinan hacia la izquierda política. Para Rafael Díaz Salazar: ―[…] las orientaciones políticas y culturales de las masas obreras se hallan muy alejadas de esa cultura que era propia y específica de las minorías militantes‖. Ibídem, p. 196, citando a Díaz Salazar, R.: Nuevo socialismo y cristianos de izquierda, Madrid, Ed. HOAC, 2001, p. 110. 493 ―La otra Transición de la Iglesia… portavoz legal o semilegal de demandas e instituciones legales o clandestinas777. Enero de 1973 es especialmente importante para las bases, pues aparece el documento del Episcopado, Sobre la Iglesia y la comunidad política, (23-1-1973), analizado por todos los Movimientos, hasta los más modestos en la región castellano-manchega, como el MRC. Sus integrantes 777 Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 18. Víctor Pérez Díaz se refiere a la Transición como un proceso social ―de retorno a la sociedad civil‖, y habla de la contribución de los nuevos católicos de izquierda: ―[…] Es evidente que parte de la generación política de los setenta procedió del activismo generado en torno a la Acción Católica […]. Estas organizaciones y actividades fueron lugares de aprendizaje y entrenamiento para la acción política: para la formación de militantes, la acumulación de recursos organizativos, la redacción de programas y los juegos de alianzas. Con ello, la Iglesia comenzó a cumplir en el terreno de la izquierda la función ‗parapolítica‘ que había estado cumpliendo tradicionalmente en el terreno de la derecha (con la ACNP o el Opus Dei), pero a través de diferentes eclesiásticos y con distintas ofertas religiosas‖. Pérez Díaz, V.: El retorno de la sociedad civil, I. E. Económicos, Madrid, 1987, p. 446. En otro sentido no debemos olvidar la inacción de una importante masa, como se ha ido viendo en otros colectivos, tal y como recoge Ruiz-Huerta: ―[…] El mundo represor del franquismo lleva a los colectivos sociales al silencio, al olvido de sus propias ideas, al abandono de la discusión política por conseguir una vida presuntamente más digna. Se trata de lo que se ha llamado inhibición cívica, tan frecuente durante los primeros años de la transición, que condensa los legados perversos del franquismo en la vida colectiva. Es lo que López Aguilar llamaba el ‗consenso pasivo‘, […] Una despolitización que es ‗apatía política‘ en palabras de Sastre García‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Op. cit., pp. 130. Los textos referidos son: López Aguilar, J. F.: ―El tema de la oposición en la crisis y caída del autocratismo franquista‖, REP, núm. 63, Madrid, CEPC, 1989, pp. 133-187; y Sastre García, C.: Transición y desmovilización política, Valladolid, UVA, 1997. Sastre García cita los resultados de una encuesta-sondeo de IcsaGalup durante el período 1971-1973 en el que el 55% de los consultados se manifiesta ―absolutamente despolitizados‖, un 31% ―poco sensibles‖ y un 5% tan sólo declara tener mucho interés por la política. Sastre García, C.: Transición y desmovilización política, Valladolid, UVA, 1997. 494 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón aprueban el contenido del documento pero denuncian la falta de peso del apostolado seglar en los Movimientos en general, y manifiestan su desaprobación a las sanciones impuestas a su boletín, fruto del marcaje del gobierno a toda iniciativa reivindicativa de cualquier índole: ―[…] por el Ministerio de Información y Turismo al Boletín Nacional del Movimiento Rural por salirse ‗del terreno propiamente religioso‘ a que debe ajustarse‘‖778. Estos militantes, al igual que de otros Movimientos, están siendo vigilados por el gobierno779. El cinco de mayo el MRC difunde un comunicado en el que denuncia la utilización de su nombre en el documento ―¿Magisterio o Confusión?‖, si bien está de acuerdo con los contenidos del Episcopado. El cardenal González se refiere en Valencia, en esos días, a la urgencia de volver a las ―fuentes‖ de la verdad y de Dios, y no centrarse en los temas terrenales como hace una parte del apostolado seglar: ―[…] El apostolado seglar necesita urgentemente volver a sus fuentes: la eterna verdad y el amor salvador de un Dios que se nos ha revelado en Jesucristo […] A los jóvenes de Valencia, de Castilla y de Andalucía o de cualquier parte del mundo, no les moveremos para el apostolado seglar con sólo hablar de las realidades de la tierra‖ 780. 778 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60540. 779 José María Díaz-Rincón, presidente del MRC recuerda: ―Los últimos años de Franco fueron muy malos. Yo tenía los teléfonos intervenidos y mi correspondencia retenida. He pasado noches en los calabozos por las cartas en las que decía cosas como ‗Jesucristo no te falla, hay que dar la cara por él hasta el último extremo‘. Las autoridades lo interpretaban como atentar contra el régimen‖. De la entrevista ya citada. 780 AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Año 1973. 495 ―La otra Transición de la Iglesia… Pero el discurso no cala y los movimientos que continúan activos, con un parón, y en algunos casos descenso en su militancia, muy acusado, son los obreros, sin que la renovación esperada por la jerarquía llegue. HOAC de Toledo nombra, en su asamblea provincial (18-1-1974), a José Domínguez y Antonio Martín como consiliarios para el pleno nacional del Movimiento, a celebrar los días 9 y 10 de febrero. En el escrito de conclusiones se recogen los cursos a desarrollar durante el curso siguiente: ―Historia Obrera‖, economía, sindicalismo apostólico o el método de encuesta para detectar aquellos temas que más preocupan a los militantes, además de convivencias, misas de los sábados y cursillos de responsables a nivel provincial. Es muy significativo que, al final de la asamblea se destaca el pesimismo de sus integrantes por el escaso número de nuevas afiliaciones que se producen: ―[…] en un ambiente muy poco favorable‖781. La HOAC toledana se aglutina en el llamado ―Hogar Obrero‖. Allí se organizan numerosas reuniones clandestinas -primero sindicales y luego políticas- que suponen para sus responsables sanciones económicas y visitas a los cuarteles de las fuerzas de orden público. La derivación de las bases católicas concienciadas, al igual que la del resto de Movimientos, se deriva hacia organizaciones de tipo sindical o político en la clandestinidad o ilegales. 781 ACGHOAC, diócesis de Toledo, Caja 246. Ese mismo año, el 15 de agosto, se clausura la XII Reunión Nacional de Estudios y Primera Asamblea Nacional de Militantes de la HOAC (restringida). A ella acuden representantes de las diócesis de Ciudad Real (1), sin derecho a voto, y de Toledo (6) con derecho a voto, de un total de 180 representantes, de 25 diócesis con acta. 496 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón La confluencia de organizaciones políticas y sindicales en la clandestinidad durante estos primeros años de los setenta, en salones parroquiales y escuelas de HOAC y JOC, produce un foco de rebelión de indudable importancia contra el régimen. La permeabilidad entre católicos, sindicalistas y políticos es decisiva para el engranaje de los principales agentes de la oposición. Los militantes de los movimientos de AC lo son a su vez de sindicatos como CCOO en sectores como sanidad, educación…, o militan en partidos ilegalizados como el PCE782. En ese ambiente la CEAS teme una pérdida de control sobre las acciones de los seglares. Con motivo del ―Día de la AC‖ (2-4-1974) emite un comunicado que, aparentemente, permite una organización más autónoma de los movimientos de AC, al tiempo que advierte sobre los límites a la acción política, y el papel de la jerarquía por evitar el ―sectarismo‖ político de los militantes de AC: 782 Ortiz Heras, M., Castellanos López, J. A. y Martín García, O. J.: ―Historia social y política para una Transición. El cambio desde abajo y la construcción de una nueva autonomía: Castilla-La Mancha‖, HAOL, publicación online, núm. 14, 15-10-2007, pp. 115-126. Como ponen de relieve estos autores, los individuos aislados raramente se movilizan, y la organización se convierte en el instrumento fundamental para la estructuración de la acción colectiva, entendida ésta en un sentido amplio que no se limita únicamente a las organizaciones formales sino también a las poco visibles redes sociales previas a la conformación de cualquier partido o sindicato. Francisco Cobo Romero y Teresa María Ortega López, en una línea parecida, insisten en la necesidad de integrar la experiencia de los colectivos movilizados en las zonas con una débil industria en las explicaciones sobre la conflictividad social que erosiona los pilares de la dictadura franquista. Cobo Romero, F., Ortega López, T. Mª.: ―La protesta de sólo unos pocos. El débil y tardío surgimiento de la protesta laboral y de la oposición democrática al régimen franquista en Andalucía oriental‖. Historia Contemporánea, núm. 26, 2003, pp. 113-114. 497 ―La otra Transición de la Iglesia… ―Seglares en la dirección ―Los movimientos de la Acción católica han llevado el mensaje de Cristo con hechos y palabras a distintos ambientes sociales [...]. Su conciencia eclesial le lleva a afirmar, por una parte, la responsabilidad de los seglares. Los seglares han de asumir la dirección de los movimientos de la Acción Católica en el examen de las condiciones, en que ejercen su actividad apostólica, en la elaboración y desarrollo de sus programas de trabajo [...]. El papel de la Jerarquía respecto de la Acción Católica no es el de anular o limitar indebidamente la iniciativa de los seglares, sino por el contrario promover esta iniciativa [...] Política ―La Jerarquía ayuda a la Acción Católica a luchar contra la tentación del sectarismo, contra la reducción de la acción evangelizadora a simple preocupación política, y contra el peligro de un espiritualismo desencarnado‖783. Pero la doble militancia es imparable. HOAC y JOC celebran en Albacete, con la presencia también de miembros del Apostolado Rural de AC, y las fuerzas sindicales legalizadas, el primero de mayo de 1974. El obispo Ireneo García al referirse al hecho halaga al Apostolado Rural por su decisiva implicación en los problemas del mundo agrario784. 783 BEAT, abril de 1974, pp. 509-512. El texto lleva la firma del obispo de Ciudad Real, Juan Hervás y Benet, nombrado esos días consiliario nacional de los Cursillos de Cristiandad (le sucederá en la presidencia quien luego también le continúa en la provincia, Rafael Torija). 784 BOOA, núm. 4, mayo, 1974, p. 144. 498 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Desde su revista Militante, Apostolado Rural trata temas agrarios y de índole social, como su negativa a las plantas nucleares en 1976 (Revistas cedidas por Francisco Medina). El resto de los obispos de la región están atentos para cercenar todo aquello que tenga visos de marxismo, o consignas fuera del ámbito eclesiástico afín al régimen. El BEAT llega a recoger un artículo de Víctor García Hoz -catedrático de la Universidad Complutense- criticando las obras del pedagogo brasileño Paolo Freire, de bastante difusión en el país: ―[…] Lo verdaderamente grave de Paolo Freire es la confusión entre Acción educativa y Acción política y la reducción del proceso educativo a un mero instrumento de la revolución y de la lucha de clases, alejando a la educación liberadora del concepto cristiano de la realidad y de la vida para insertarla como un elemento de la lucha de clases tal como el marxismo la entiende‖785. En ese sentido tan sólo la diócesis de Albacete se desmarca un tanto de este tipo de divulgaciones y sorprende que en el Boletín diocesano aparezcan, a lo largo de ese 1974, exhortaciones pastorales de obispos de la provincia eclesiástica de Valencia -a la que aún pertenece la diócesis- como la del obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, que, en el escrito Sobre el olvido 785 Referido el 29-6-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 499 ―La otra Transición de la Iglesia… de la clase trabajadora, del primero de agosto, afirma: ―[…] Nunca será lícito tratar de resolver los problemas económicos que la industria tiene planteados, por el procedimiento de recortar los derechos de las clases trabajadoras, en cuanto se refiere a la remuneración, a las horas de trabajo, al trato y a las atenciones que legalmente se le deben‖786. Pero a pesar de todos los intentos de la jerarquía, la AC general no sale de la situación crítica en la que se encuentra. El obispo de Ciudad Real, Rafael Torija, nuevo consiliario general de AC y delegado de la CEAS, manifiesta ante la asamblea de la CEE los ―serios y apremiantes problemas‖ en sus planteamientos doctrinales y de estructura organizativa. El consiliario afirma que los esfuerzos por su reorganización -y salir de la crisis de finales de los sesenta- ha tenido unos resultados ―modestos‖ debido en gran medida a: ―[…] una insuficiencia de cauces legales para el ejercicio de determinadas libertades civiles. - La insuficiente educación para la convivencia dentro de un pluralismo cívico, político, religioso, etc. - La situación de cambio, fruto de la profunda transformación sociocultural de nuestro país, que repercute inevitablemente en la vida de la Iglesia‖787. 786 BOOA, núm. 7, septiembre-octubre, 1974, p. 371. Sorprende el texto por la denuncia explícita en una línea dispar al discurso conservador, o de tenue y aislada denuncia social, de los obispos de CLM. 787 BOOA, núm. 7, septiembre-octubre, 1974, p. 345. Rafael Torija de la Fuente (primo de Licinio de la Fuente, ministro de Trabajo, también originario de Toledo) sucede a Guerra Campos como consiliario de la junta nacional de AC. Ha sido consiliario en Toledo de los movimientos obreros y del Consejo Diocesano de Jóvenes con Vicente Enrique y Tarancón). Ya, 15-9-1972. Tras su nombramiento intenta encarar los problemas en AC, con aspectos inmersos en Los cristianos y el cambio, conferencia de un ciclo organizado por los Jóvenes de AC en Madrid (14-4-1973), en el colegio ―Fray Luis de León‖, donde también participan 500 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Monseñor Torija trata de distanciar militancia de las bases con el mensaje de AC: ―No es justo identificar a los militantes de AC con una política determinada‖788. La muestra de esa identificación viene de nuevo entre septiembre y noviembre de 1974 cuando una serie de conflictos en empresas de Albacete desvelan que, detrás de los comités de los trabajadores, existe un fuerte componente de militantes católicos, concretamente de JOC. En la empresa textil ―López Vera‖, sita en la capital, el grupo mayoritario de mujeres pertenece al Movimiento. El conflicto se agudiza cuando los empresarios despiden a dos trabajadoras y se niegan a readmitirlas789. Al obispo, Ireneo García, le agobia esta implicación sindical en la que incurren sus fieles. Como alternativa el prelado, preocupado por la enorme emigración que vive la provincia, propone, en la carta pastoral para el ―Día de las Migraciones‖ (15-12-1974), el estímulo a las cooperativas -en un discurso parejo al del ―cedismo‖ de la Segunda República-, eso sí, dentro del capitalismo por encima de otros modelos o sistemas: ―[…] podría incrementarse y sanearse la productividad agraria con el mayor desarrollo del cooperativismo, con una mayor creatividad de puestos de trabajo por Enrique Miret Magdalena, con Creer en el mundo de hoy, y Antonio Aparisi Guijarro, con Una auténtica renovación de la Iglesia. AGA. MIT. CUL. GE, C. 571, IG, carp. 60100. 788 789 ABC, 8-9-1974, p. 30. Este conflicto enciende la mecha de las movilizaciones en la provincia: ―[…] Así, que organizaron paros, asambleas y reuniones habitualmente canalizadas por la JOC y los curasobreros‖. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 57-58. 501 ―La otra Transición de la Iglesia… parte del capital y con el incremento industrial dentro de la provincia‖790. El gobierno destaca el momento delicado y en cuanto a la carta: ―[…] referida a migraciones, tema que se plantea siempre conflictivo en esta provincia‖, resalta el tono pesimista del obispo, para quien su solución no pasa siempre por ―bienes espirituales‖: ―[…] La jornada de las Migraciones se ve afectada este año por un clima de ansiedad e inseguridad. La crisis económica incide en el problema migratorio de una manera inquietante. ¿Tendrán que ser los más débiles los que hayan de soportar las consecuencias de la crisis con efectos más gravosos? […] Todo este servicio a los pobres no se limita a bienes espirituales. Como hizo Jesucristo, la Iglesia es servidora de todo el hombre y de todos los hombres‖791. La presión contra el régimen se acentúa en los primeros meses de 1975. La oposición clandestina trata por todos los medios de sumar aliados para desequilibrar los cimientos sobre los que se tambalea la dictadura (en febrero el PCE, desde su Comité Ejecutivo, adopta una posición laica, no atea, supera la crítica leninista de la religión como opio del pueblo y admite la entrada de católicos en el partido, lo que supone una situación de especial virulencia para los obispos conservadores)792. 790 AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. 791 AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. 792 Sobre la cooperación de organizaciones cristianas y partidos y organizaciones de izquierdas: García-Nieto, M. C.: ―Participación en partidos y sindicatos‖, XX Siglos, 16, 1993. 502 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón A medida que transcurre el año las movilizaciones en las calles van incrementándose. Todo hace pensar que las represas ideológicas del franquismo, y de los valores tradicionales que se transmiten desde la Iglesia, son incapaces de retornar a los cauces esperados. Los mensajes desde la cúpula de la Iglesia son cada vez más desesperados. El obispo de Ciudad Real, Juan Hervás, habla de una sociedad ―desacralizadora‖, en la carta pastoral sobre la Santidad (4-6-1975): ―[…] Cuando por un mal entendido afán renovador, quitamos la vista de las imágenes de los santos, pronto se buscan los pueblos otros prototipos humanos a los que rinden culto: el artista, el filántropo, el sabio, el inconformista, el revolucionario, el idealista, cuando no el ídolo de la canción, del deporte o del cine pueden convertirse fácilmente en el nuevo ‗santoral‘ una pobre corriente desacralizadora‖ 793. García-Nieto, M. C.: ―La historia vivida y protagonizada por Cristianos por el Socialismo, 1973-1993‖ en Pastoral Misionera, 193-194, marzo-junio de 1994. Espadas Burgos, M. y Laboa, J. M.: Los católicos seglares en la vida social española de nuestro siglo; CEU, Madrid, 1988. Comín, L. C.: A.C. Cristianos en el partido, comunistas en la Iglesia; Laia, Barcelona, 1977. Instituto Fe y Secularidad, Los marxistas españoles y la religión; Edicusa, Madrid, 1977. Ruiz, R. (Coord.): Historia de Comisiones Obreras (1958-1988), Siglo XXI, Madrid, 1994; Babiano Mora, J.: ―Los católicos en el origen de Comisiones Obreras‖, en Espacio, tiempo y forma, Serie V: Historia Contemporánea, núm. 8, 1995; Ysàs Solares, P.: ―Las Comisiones Obreras: orígenes y configuración‖, en Vega García, R. (Coord.): Las huelgas de 1962 en España y su repercusión internacional: el camino lo marcaba Asturias; Fundación Juan Muñoz Zapico, Oviedo, 2002. 793 AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. A lo largo de 1974 Hervás se enfrenta a las ―desviaciones‖ que, a su juicio, se están viviendo en las procesiones de Semana Santa y al cierre de la catedral por obras. Además se le interponen una serie de denuncias ante el Santo Oficio, en Roma, donde acude en varias ocasiones para afrontarlas. 503 ―La otra Transición de la Iglesia… El cardenal Marcelo González hace lo propio en la pastoral Carta a los jóvenes (17-7-1975), recordando a estos que difundan las deficiencias marxistas para una correcta concepción del buen cristiano: ―[…] Decid a los positivistas, a los marxistas y a todas las ideologías que os presenten programas alejados del evangelio, que dejan de percibir la dimensión más profunda de la existencia: la que Dios realiza en el hombre. Decidles que minimizan al ser humano, que coartan y ahogan la liberación, que le niegan el amor, la fraternidad y al filiación más radical y constitutiva de su ser. Decidles que con sus teorías no responden a los grandes interrogantes que oís en vuestro interior ni os ayudan a realizar los anhelos de verdad, justicia y amor que lleváis dentro. […] Sopesad con reflexión y con honradez la indigencia de esas teorías que parecen mensajeras de la Justicia, y son después una terrible opresión y un auténtico ataque a la dignidad de ser hombres. Desconfiad también de la Libertad que muchos gritan y que no es más que la máscara de la defensa de los privilegios‖ 794. Hasta Cáritas se verá inmersa en la crítica por la nueva orientación en su acción social. Ha pasado de su etapa inicial de carácter benéfico, a la social, donde sus integrantes asumen la problemática del apostolado seglar en el intento de ahondar en la problemática social y buscan un cambio en 794 AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 504 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón las estructuras, con el consiguiente freno desde la jerarquía, por lo que interviene la Comisión Episcopal de Acción Caritativa y Social (1975)795. En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, y a pesar de la importancia que el sindicalismo tiene en la zona de Azuqueca de Henares -con empresas importantes como VICASA (Química), TUDOR y DURAVAL-, no existe una conciencia de militancia resaltable en los movimientos obreros de AC (destaca el sindicalista de CCOO Francisco Palero, que ocupa el puesto de secretario de organización del PCE a nivel nacional). El gobierno cuenta con el obispo Castán Lacoma para frenar todo intento de acción sindical y política en la Diócesis. Paradójicamente, al final de su periplo en SigüenzaGuadalajara, Castán se jacta de haber estado en todo momento abierto al diálogo con HOAC, presente según sus apreciaciones en muchas empresas, y apoyarlo durante los años setenta: 795 Andrés-Gallego, J. y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936- 1999)…, Op. cit., p. 161. Para Feliciano Montero: ―[…] Desactivada la Acción Católica especializada, otros movimientos, organizaciones y plataformas de la Iglesia tomaron el relevo de la concienciación y del compromiso social y político por la promoción de la Transición. Entre estas organizaciones de Iglesia, laicas, y relativamente autónomas, aunque directamente vinculadas a Comisiones de la CEE, y por tanto cubiertas por el paraguas del Concordato, destacan Justicia y Paz y Cáritas‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 267. En Cuenca la figura de Simón Guadalajara destaca durante todos estos años como impulsor de un internado para jóvenes estudiantes con escasos recursos económicos, y un albergue de transeúntes. En Cáritas de Albacete recalan grupúsculos de las Conferencias de S. Vicente Paúl que, si bien llegan en 1951, será tras el Concilio cuando se integran en Cáritas, por la línea de ―Pastoral de conjunto‖. Según Ramón Carrilero: ―[…] a partir de 1966, en los libros de actas no se mencionan más de 4 o 5 socios, ni más de 15 pobres visitados. Durante este periodo figura como presidente D. César Tomás Moreno. En 1973 encontramos en su libro de actas la palabra ‗Disuelta‘‖. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 169. 505 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Dado que las masas de obreros industriales están localizados principalmente en Guadalajara, en ella se han cultivado los Movimientos Apostólicos Obreros. La HOAC, que existía cuando llegué a la Diócesis, ha tenido siempre mi apoyo, y ha demostrado tener la capacidad de convocatoria cuando en los últimos años ha organizado diversos actos públicos y de culto, especialmente con motivo del día 1º de mayo. Además, desde los primeros años de mi estancia en la Diócesis se han creado las Hermandades de Trabajo, a las que he dado Consiliarios locales y apoyo‖ 796. 796 BOOSG, núm. 2306, enero, 1980, pp. 5-6. Valoraciones a su trabajo en la diócesis alcarreña. Sorprenden estas declaraciones a tenor de sus antecedentes en la crisis con los movimientos de AC en la década de los sesenta. Para P. Aguilar: ―[…] Guadalajara durante los años setenta tenía uno de los obispos más reaccionarios, junto a Guerra Campos, de cuantos había en España, monseñor Laureano Castán Lacoma. Desde el primer momento sus esfuerzos por erradicar los avances sociales, las reivindicaciones femeninas y los nuevos planteamientos políticos fueron ímprobos. Sus contactos con el Gobierno Civil, oscurantistas y misteriosos, fueron fraternales‖. Aguilar, P.: ―La Transición política en Guadalajara‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, p. 57. 506 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 507 ―La otra Transición de la Iglesia… IV.5. La muerte de Franco provoca en los obispos afectos al régimen la máxima exaltación de su figura A mediados 1975 crece el nerviosismo en el gobierno por el agravamiento en la enfermedad del Caudillo. Paralelamente van apareciendo criterios encontrados sobre la idoneidad del príncipe Juan Carlos de Borbón para sucederle. El tema llega a tratarse banalmente en algunos medios797. El obispo Guerra Campos tercia en el debate de quienes desean erigirse en ―herederos‖ del dictador: ―[…] Es indudable que lo que caracteriza a muchísimos millares y millones de hermanos nuestros contemporáneos no es que sean peores [...], es sencillamente, que muchos no se escuchan a sí mismos [...], están empujados en una caravana incontenible y no son dueños de sus propias decisiones [...]‖798. 797 La prensa del Movimiento airea manifestaciones como las de Pilar Franco, hermana del general, con el fin de ―tranquilizar‖ a la opinión pública: ―Ahora no es el momento para la sucesión [...], el día que piense entregar el Poder a Juan Carlos, pues se levantará como todos los días, llamará a Juan Carlos y le dirá ‗Mira coge tú el mando, gobierna tú‘‖. Diario de Cuenca, 12-7-1975, primera página. Días más tarde se refiere a la Ley de Asociación, que no acepta, y sobre el líder de FN: ―[…] de Blas Piñar no me pregunte porque no soy partidaria‖. Diario de Cuenca, 7-8-1975. 798 Diario de Cuenca, 1-7-1975, sección Local, p. 3. Homilía de la ―Romería a San Julián‖, Cuenca. El obispo de Cuenca lleva meses ensalzando la figura de Franco y justificando el régimen autoritario surgido tras el ―Alzamiento Nacional‖: ―[…] el Estado, sin ser confesional, concordará con la Iglesia católica […] porque no se olvida que aquel gran esfuerzo nacional estuvo animado también por valores positivos (impedir la dictadura anárquica o marxista y persecutoria, tender a integrar la tradición espiritual del país y la promoción de la justicia social, etc.) que los Papas de Roma y los Obispos españoles exaltaron en su día 508 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón José Solís Ruiz, ministro secretario general del Movimiento, recuerda a los jefes locales, alcaldes, y concejales de toda España las líneas señeras del régimen: ―Estamos en un momento delicado, difícil, importante y esperanzador para España [...]. Pero avanzar dentro de unas normas, de una legalidad y de una doctrina sin abandonar nada [...]. Estamos dispuestos a defender la Patria con uñas y dientes. No vamos a entregarla [...]‖799. Ese mismo tono patriótico utiliza monseñor Guerra durante la entrega de títulos y diplomas de la Escuela de Enfermeras de la capital: ―Seguiremos en el camino de la patria y en la continuidad del Movimiento Nacional‖800. Desde Guadalajara Clementino Martínez, vicario de pastoral, publica en las páginas del BOOSG -lógicamente con el beneplácito de su obispo solemnemente‖. Guerra Campos, J.: ―Pastoral del Episcopado‖ (17-4-1975), BOOC, núm. 5, mayo de 1975, p. 113, nota 5. 799 Diario de Cuenca, 5-7-1975, p. 5. 800 Diario de Cuenca, 16-7-1975, p. 6. Días más tarde, con motivo de la figura del apóstol Santiago -sobre el que ha publicado un estudio el año anterior-, y en el hospital conquense del mismo nombre, Guerra Campos expresa su deseo de que España ―[...] se mantenga fiel, como en la actualidad [...]‖. Diario de Cuenca, 26-7-1975, p. 9. El obispo se granjea, además de los grupos radicales y ultraderechistas, las adhesiones de la Cámara de Industria y Comercio de Cuenca, en voz de su presidente J. P. Machetti. Diario de Cuenca, 9-8-1975, p. 7. El 19 de septiembre un grupo de sacerdotes homenajean al obispo en Cartagena: ―[…] Sacerdotes y seglares del sector conservador, están recibiendo invitaciones para asistir a un homenaje que la Unión Seglar de San Antonio María Claret de Barcelona, rendirá a Monseñor Guerra Campos el próximo día 21, con ocasión de finalizar unos ejercicios espirituales, que dirigidos por dicho Prelado… al que asistirán Asociaciones religiosas de varias regiones‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. 509 ―La otra Transición de la Iglesia… Castán Lacoma- Libertad y democracia (9-9-1975), un documento que previene de los riesgos de un régimen democrático: ―[…] la democracia es un bien, la participación una necesidad. Pero si estas sagradas realidades humanas no se usan sino para mentalizar halagando, sin dar lugar a la propia reflexión, posible disparidad y aún oposición correcta, y con el sólo objetivo de crearse un soporte para sus logros particulares, no se trata de actuación limpia y conduce a lo que no dudamos en titular como dictadura de los demócratas, que para nosotros es la dictadura más temida‖801. El 18 de septiembre un nuevo temblor remueve los cimientos del Estado y que agrandará, aún más, las grietas con gran parte de la Iglesia. La política del gobierno frente al terrorismo, bajo el pretexto de evitar cualquier intento de desestabilización del régimen, deja sello en la sentencia a muerte, por un tribunal militar, a tres miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) -organización extrema cercana al PCE marxista y leninista-, y dos de la organización terrorista ETA, de los once juzgados. Inmediatamente la CEE, a través de su comisión permanente, pide el indulto para los condenados cuya ejecución está prevista para el 27. En Albacete un grupo sacerdotes son sancionados por el gobierno tras su denuncia en sus homilías la espiral de violencia en la que se ha cegado el 801 AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. 510 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón régimen802. Miembros de las JOC de Toledo solicitan por escrito a José María Sánchez Ventura, ministro de Justicia, que no se aplique la pena803. El propio Pablo VI intercede por una conmutación de la misma. El cardenal Tarancón hace suyas las palabras del pontífice y alega, ante un grupo de obispos en Roma que, igual que la Iglesia está en contra del aborto, también lo está cuando la vida de un ser depende del ―arbitrio‖ de un jefe de Estado: ―[…] El Papa ha querido oponerse decididamente al ataque contra la vida. No olvidéis que la cuestión del aborto está planteada en muchas naciones y puede ser fácilmente legalizado. Contra ello, la defensa única y sólida de la Iglesia es subrayar el carácter sagrado de la vida humana, que está exclusivamente en manos de Dios; no al arbitrio de un Jefe de Estado, aunque se trate de delincuentes. […] no se puede distinguir entre inocentes y culpables, ni vale la razón del bien común para quitar la vida‖ 804 . Pero ningún argumento hace cambiar la decisión del dictador. El 27 de septiembre el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, ordena las ejecuciones. Pablo VI hace público su pesar: 802 Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 68. En el mes de julio el párroco de Nerpio había sido denunciado por su homilía crítica ―Desfile de la Victoria‖. 803 El propio ministro declaraba pocos meses antes: ―Las relaciones entre la Iglesia y el Estado yo diría que van bien‖. Diario de Cuenca, 13-7-1975, primera página. 804 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 835. También piden clemencia el príncipe heredero, Juan Carlos y su padre Juan, en consonancia con la fuerte presión internacional. 511 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] la amargura que experimentamos hoy, por las dramáticas noticias que nos han llegado de la ejecución, esta mañana, de las personas condenadas a muerte en España. […] Nos renovamos la firme deploración por la serie de atentados terroristas, que han enlutado aquella nobilísima y a Nos tan querida nación y por la osadía de cuantos, directa o indirectamente, se hacen responsables de una tal actividad, considerada equivocadamente y asumida como legítimo instrumento de lucha política. Pero a esta condena debemos añadir también una vibrante condena de una represión tan dura que ha ignorado incluso los llamamientos que de todas partes, se han elevado contra aquellas ejecuciones. […] Por desgracia no hemos sido escuchados‖805. 805 Original en italiano en Insegnamenti di Paolo VI. XIII, pp. 994-995. Boletín Oficial de la Archidiócesis de Madrid-Alcalá (BOAM), núm. 17, 15-10-1975, p. 721. Cuenca Toribio habla de la influencia que cierta jerarquía tiene sobre el caudillo en momentos críticos de su mandato, y que ahora no se ha producido: ―[…] no vacilando en dar la razón a los jerarcas eclesiásticos frente a sus propios ministros en los contenciosos y fricciones surgidos de su relación, según lo prueba, en sucesos de monta, su reacción frente al ‗caso Añoveros‘; y, a sensu contrario, su negativa a la petición de indulto por Pablo VI de los cinco fusilados a finales de septiembre de 1975 demuestra palmariamente la decadencia física de Franco, al que habían abandonado sus más ahincados reflejos de gobernante)‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 154. El mismo día de la ejecución se produce otro atentado de ETA con tres muertos. Según FOESSA las acciones de ETA se han utilizado con relación a la autonomía de las regiones y una concepción de Estado: ―[…] Sin la ETA y el problema vasco que ella dramatiza, y que consciente o inconscientemente ha sido utilizado para acelerar o imponer cambios fundamentales sin dar tiempo al tiempo, la transición a la democracia hubiera sido muy distinta […]. Sería interesante tener una estadística del número de horas que el presidente, el Gobierno, los ministros y las Cortes tuvieron que dedicar a este tema (al problema de las autonomías y el concepto de un nuevo Estado) y al del terrorismo, cuya solución siempre se ligaba a la solución política del problema vasco‖. FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981)…, Op. cit., pp. 623-624. Los sucesivos gobiernos tendrán que hacer grandes esfuerzos por controlar una ultraderecha, así como a parte de las Fuerzas Armadas, 512 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Frente a la condena tajante del Papa, y de la mayoría de la institución eclesiástica, sorprende la justificación moral que acuña para estas muertes monseñor Guerra Campos durante la homilía del primero de octubre, aniversario del Movimiento: ―[…] Estamos, como es notorio, ante una dolorosa y triste necesidad: el uso de la espada; pero también ante una función inesquivable para el bien común. Hace bien pocos días, la Comisión Permanente del Episcopado español recordaba que en circunstancias en que la paz es amenazada, y más si se vierte sangre inocente, la autoridad tiene el deber de defender eficazmente el bien público de la sociedad y los ciudadanos el de apoyar toda y de Seguridad, ancladas en esquemas patrióticos del régimen, en su reacción frente a los atentados. Desde el Episcopado se aprueba, el 23 de noviembre de 2002, la primera instrucción pastoral centrada en el terrorismo de la banda, Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias, donde los obispos se muestran contrarios al derecho de autodeterminación y al diálogo con ETA. Durante la última visita del Papa, Benedicto XVI, a España, en agosto de 2011, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero solicita ayuda ―pastoral‖ para solucionar definitivamente el conflicto vasco. ―El gobierno pide al Vaticano ayuda pastoral para el final de ETA‖, El País, 20-8-2011, p. 10. Las conversaciones, sin llegar al término de negociación, se llevan a cabo entre el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone. El ministro argumenta en la reunión que la Iglesia puede ―restañar‖ las graves heridas producidas. Carlos García Andoin, director adjunto del gabinete de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, manifiesta que la evolución de la jerarquía frente al terrorismo de ETA es significativa tras el asesinato del edil de Ermua, Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997, dando un giro al comportamiento anterior con las víctimas, añadiendo que en el año 2000 los obispos vascos piden perdón por su comportamiento y empiezan a comprometerse en el proceso de paz: ―Añadió que el comportamiento de la Iglesia vasca en relación al terrorismo había contribuido al descenso de las vocaciones eclesiásticas en la comunidad navarra y vasca‖. Ibídem. Unos meses después, y tras intensos contactos con negociadores internacionales ETA proclama ―el cese definitivo de su actividad armada‖. ―ETA pone fin a su campaña armada por la independencia del País Vasco‖, El País.com, 20-10-2011. 513 ―La otra Transición de la Iglesia… acción legítima de los gobernantes y añadía: ‗en coyuntura como la presente, el Estado debe arbitrar normas legales extraordinarias para defender la sociedad‘ […]. Pero cuando no hay duda de que las acciones son justamente punibles, al llegar la hora de la decisión, ‗tantas veces dolorosa, pero intransferible, se impone absolutamente el respeto, por motivos morales y religiosos. […] Hay apelaciones a la clemencia que por su carácter oportunista selectivo o discriminatorio muestran su insinceridad. No son más que un método de intromisión injusta al servicio de finalidades que nada tienen que ver ni con la clemencia, ni con la justicia. Esas apelaciones envilecen las altas motivaciones morales que se atreven a esgrimir y constituyen una actitud despreciable signo de la máxima corrupción moral. Hay también, lo sabemos, peticiones de clemencia sentidas desde el fondo del corazón fruto de una auténtica benignidad. […] Pero la moral cristiana, la voluntad de Dios nos dice que esa petición sólo es legítima cuando apela a la gracia, y por tanto respeta delicadamente el derecho y la conciencia de aquel a quien se pide. Deja de ser legítima, sobre todo cuando se reconoce que los culpados son punibles en el máximo grado, si la petición se convierte en presión coactiva, en exigencia, en acusación pública […]‖806. 806 Guerra Campos, J.: ―Defensa de la sociedad y amor cristiano‖, BOOC, núm. 9, octubre, 1975, pp. 270-273; AGA, Cultura, GE, Caja 561, IG, carp. 40180. Es el trigésimo noveno aniversario como jefe del Movimiento de Franco y el obispo coincide en los mismos mensajes lanzados desde el régimen: ―[…] conspiración de fuerzas a lo largo del mundo, que se renuevan cada poco tiempo contra España‖. Ibídem, p. 271, añadiendo loas de varios pontífices hacia el dictador: ―[…] Sin tomar partido por lo que en lo político sea contingente o discutible, exaltaban los valores fundamentales a cuyo servicio se había puesto el Jefe del Estado Español‖. También se refiere al cardenal Alfrink, quien abandona el país el día anterior a la ejecución: ―[…] hizo patente su sorpresa por la irresponsabilidad con que muchos se forman juicio acerca de los procesos españoles contra el terrorismo y por la falta de comprensión hacia la situación del pueblo y del gobierno español, olvidando, por ejemplo a 514 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón En esa misma homilía el obispo de Cuenca glosa la vida personal del dictador, destacando la ―inspiración cristiana‖ con la que ha impregnado las leyes del régimen: ―[…] Su ejemplaridad personal y familiar, con sentido religioso de la vida. La inspiración cristiana de la Leyes y de las Instituciones. La profesión pública de la fe. El culto a Dios, no por razones exclusivamente históricopolíticas, sino por motivo religioso […]. La correlación exigible entre el culto a Dios y la justicia social. El interés por el contacto directo con el pueblo, y por recoger el verdadero sentir de los humildes. El poner su autoridad moral al servicio de la paz, del bienestar del pueblo y de institucionalización de la función política. La ayuda a la misión de la Iglesia, con respeto a su independencia, con aprecio de su fecundidad social, después de haber preservado la existencia misma de sus instituciones, atacada a muerte por la revolución atea, y de haber facilitado su reconstrucción. Y, por último, el ser constante favorecedor de la concordia en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, a pesar las múltiples dificultades […]‖ 807. tantos servidores de la patria asesinados (tres esta mañana) y a sus viudas y a sus huérfanos‖. Ibídem. 807 Ibídem, pp. 270-271. 515 ―La otra Transición de la Iglesia… Una de las últimas decisiones de Franco es firmar las ejecuciones de cinco condenados por terrorismo. Lo llamativo del caso es la argumentación de Guerra Campos sobre decisión -por responsabilidad margen la necesidad de de encima como toda de religiosola esta su y al movilización internacional, el Papa incluido. (Fotos de “50 años en la vida de España II”, Diario 16.) El obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, Alberto Iniesta Jiménez, condena severamente el hecho y envía a todos los sacerdotes de la diócesis un escrito (4-10-1975) para que se lea en la misa del domingo siguiente por lo que es llamado a Roma808. Con motivo de la reunión plenaria de la Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos (21-10-1975), también viajará al Vaticano el cardenal González. Ante su partida recalca la importancia del sentido universal de la Iglesia que debe alejarse de ―egoísmos locales‖: ―[...] Se trata de buscar nuevas formas de evangelización, cada vez más vivas y actualizadas. Tiene mucha importancia el pensar en el sentido universal de 808 Iniesta ya ha tenido, en marzo, un enfrentamiento serio con el régimen, con la preparación de la I Asamblea Cristiana de la Vicaría IV (Pacífico y Vallecas), presidida por Tarancón, con un claro matiz de discurso hacia el desfavorecido y las relaciones intraeclesiales. Planteada para varios días la policía cercó a los asistentes llegando a retirarles la documentación por ―peligro de alteración del orden público‖. En ―Queremos una Iglesia valiente, realista y en Marcha‖, Ya, 15-3-1975 y ―Sobre la suspensión de la I Asamblea cristiana de Vallecas‖, Informaciones, 17-3-1975. 516 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón la Iglesia, porque así uno puede desprenderse de los egoísmos locales que a veces empequeñecen al hombre e incluso al cristiano‖809. Al ser preguntado si tiene intención de interesarse sobre el caso de Iniesta, e intermediar ante alguna personalidad vaticana, González contesta: ―No, porque es un asunto que no me incumbe en absoluto‖810. Mientras, las multas a los sacerdotes que se han manifestado contrarios a las ejecuciones llegan a las parroquias. El obispo de Albacete, Ireneo García, no lo aprueba, pues argumenta, ―faltan los cauces oportunos para que las posibles infracciones sean juzgadas con objetividad‖811. 809 AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. 810 Ibídem. Según Santiago Calvo Valencia, secretario de González en Toledo, cuenta que éste medió ante Franco varias veces, sin perder de vista su deber a Roma: ―[…] Con Franco tuvo varias entrevistas, cuyo contenido no trascendió a la prensa, pero de las que dio cuenta a la Nunciatura. En varias ocasiones le insistió para que renunciara al derecho de presentación y se abrieran cauces para nuevas leyes de prensa y asociación. Cuando se produjo el caso del obispo Añoveros, su intervención fue decisiva para que no fuera expulsado de España. En más de una ocasión le insistió que no aplicara la ejecución de penas de muerte. Pero nunca lo comunicó a la prensa. En relación con la Santa Sede, en una ocasión, un arzobispo de mucha influencia en el Vaticano y en amplios ambientes españoles le indicó la conveniencia de que enviara informes sobre la situación política de España y su opinión sobre la misma, como lo hacían otros obispos. La respuesta fue que la obligación que tenía era cuidar de su diócesis e informar sobre la situación doctrinal y moral, y no creía que fuera misión de un obispo diocesano enviar informes sobre la situación política de España […]‖. Calvo Valencia, S.: ―Iniciativa y libertad‖, primer aniversario de la muerte de Marcelo González, Alfa y Omega, edición digital, 19-04-2001. 811 La Verdad, 12-10-1975. El control gubernamental al clero albaceteño continúa hasta 1977. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 285-287. Muchas multas son condonadas y levantadas por el responsable político que las impone, el gobernador civil Federico Gallo, a instancias superiores, a partir de la muerte de Franco. 517 ―La otra Transición de la Iglesia… Por su parte, la Asamblea del Clero Rural denuncia que el párroco de Pozo Cañada es amenazado de muerte en una carta por los ultras ―Guerrilleros de Cristo Rey‖, en su estrategia de acoso y silencio812. El párroco de la Iglesia de los Padres Capuchinos de Hellín y el titular del Espíritu Santo de Albacete capital también son multados por sus críticas a las fuerzas de orden público813. A finales de 1975 el dictador está en sus últimos momentos de vida. Desde todas las diócesis de la provincia eclesiástica se piden rezos y prédicas por su salud. El cardenal González pide a los fieles toledanos: ―[…] mientras dure la actual situación que origina la enfermedad de Su Excelencia el Jefe del Estado Español, eleven oraciones al Señor y preces 812 El sacerdote de Pozo Cañada recibe el 7-11-1975 una carta amenazándole de muerte: ―[...] dándole veinte días para que abandonara la parroquia‖. Gómez Flores, A.: Anatomía de una transición: Albacete del fascismo a la democracia. 1975-1982…, Op. cit., p. 113. RuizHuerta Carbonell habla del miedo impuesto por los grupos ―ultras‖ hasta la culminación de la transición democrática: ―[…] no sólo se tenía miedo a determinados grupos terroristas que actuaban en España, sino también a los restos del franquismo más autoritario, los grupos fascistas de los guerrilleros de Cristo Rey, la triple A, Fuerza Nueva, etc., de la época, que infiltrados en diferentes formaciones políticas e instituciones del anterior régimen, mantuvieron su rechazo permanente, no sólo a la posibilidad de construir un sistema democrático en España, sino, sobre todo, a cualquier cambio en la línea de una razonable modernidad‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Op. cit., p. 329. 813 Son sancionados por: ―[…] entender actuaciones injustas de las Fuerzas del Orden Público con la mala intención de desprestigiarlas‖. La Verdad, 11-11-1975. El equipo sacerdotal redacta una homilía común en desacuerdo con las multas. En otros casos son encarcelados. Pero el proceso es imparable. La Verdad destaca unos días más tarde: ―[…] el pueblo albaceteño se muestra dispuesto a una democracia‖. La Verdad, 21-10-1975, en Martín García, O. J.: Op. cit., p. 37. 518 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón litúrgicas rogando por sus intenciones y las necesidades de la nación española‖814. En la misma línea el obispo de Cuenca, Guerra Campos, envía la carta La Iglesia ante la enfermedad y la muerte de Francisco Franco (2810-1975), reproducida por casi todos los medios del país, en la que desea una pronta recuperación al caudillo, al tiempo que reza por él815. El 20 de noviembre de 1975 el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, comunica la muerte de Franco y lee, ante las cámaras de televisión, el testamento del dictador, destacando su condición de católico: ―[…] En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir‖. Guerra escribirá, en Diario de Cuenca, sobre esas palabras: ―[...] El escrito póstumo o testamento espiritual del Jefe del Estado Español, que acaba de hacer público el Presidente del Gobierno, es una página admirable, digna de que, como católicos y españoles, la meditemos con reverente atención [...]‖ 816. 814 BEAT, 23-10-1975, p. 783. El obispo Hervás también lo hace con una nota aparecida en Lanza, (25-10-1975). 815 Guerra Campos, J.: ―La Iglesia ante la enfermedad y la muerte de Francisco Franco‖, BOOC 1975, pp. 319-338. A principios de noviembre alaba la actitud de sacerdotes y fieles: ―[...] que han elevado espontáneamente a Dios sus preces especiales por la salud y el consuelo espiritual del mismo‖. Diario de Cuenca, 1-11-1975. En esa nota encarga a los sacerdotes incluir en la oración ―Et famolus‖: ―[...] a nuestro Jefe del Estado, Francisco y al sucesor Juan Carlos‖, mientras éste último ejerza las funciones de jefe del Estado. 816 Diario de Cuenca, 21-11-1975, p. 4. El obispo ordena a los sacerdotes la lectura del testamento en las misas: ―[…] durante el funeral prescrito, bien dentro, bien al final de la Santa Misa, se lea ante los asistentes el mencionado testamento espiritual [...]‖. Ibídem. 519 ―La otra Transición de la Iglesia… El mismo día 20 monseñor Hervás, en Ciudad Real, envía un escrito a los medios en el que pide serenidad y responsabilidad: ―[…] Es preciso que prevalezca el derecho sobre la violencia; que se imponga reflexión sobre la pasión‖817. Desde los mismos medios se trata de mantener la idea de que el régimen no sufre fisuras. ABC ofrece una extensa cronología de la vida del general: ―Ha muerto como un soldado; Gran táctico, reconstruyó España…‖818. Pueblo describe, someramente, la evolución en sus relaciones 817 Hervás y Benet, J.: BOOPOM, núm. 12, diciembre, 1975, pp. 397-398. 818 ―Cronología‖, ABC, 20-11-1975, p. 43-53. Los medios locales lanzan ediciones especiales ensalzando su figura como católico, hombre de familia y, sobre todo, político. Diario de Cuenca recoge las valoraciones de dos Papas, Pío XII y Juan XXIII quienes, según el obispo de Vitoria, el primero llega a decir en 1951: ―El caudillo Franco, es el hijo predilecto y el más querido de la Iglesia entre los Jefes de Estado‖. De Juan XXIII recoge el testimonio del pontífice al vicario apostólico de Fernando Poo en una visita ―Ad Limina‖: ―[...] Da leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es buen católico ¿qué más quiere?‖. El diario recuerda que el general tan sólo visita la capital conquense durante la inauguración de la línea de ferrocarril Cuenca-Utiel, en 1947 (Ofensiva, 31-11-1947). Diario de Cuenca, 21-11-1975. Desde el principal vocero del régimen en Toledo, El Alcázar, se apuesta por la continuidad de sus principios. Pinilla García analiza, por el contrario, los mensajes que, a su juicio, presagian cambios en el sistema político: ―[…] Se comenzó con pedir apertura, se continuó solicitando evolución, desarrollo y reforma, y ya ni unas ni otro son suficientes; ahora, sin disimulo ninguno, se exige el cambio total del Régimen [...]. ¿Qué hay que seguir evolucionando? Quién lo duda; y oponerse a ello sería insensatez. Pero esa evolución hay que hacerla de conformidad con nuestras Leyes Fundamentales‖. Raimundo Fernández-Cuesta, Recuerdo y fidelidad, ABC, 20-11-1975, p. 3, extraído de la tesis doctoral de Pinilla García, A.: Del atentado contra Carrero al golpe de Tejero. El acontecimiento histórico en los medios de comunicación, Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura, Cáceres, Julio de 2003, p. 670. Entre sus observaciones destacan: ―[…] Se reproduce así el discurso reaccionario anclado en la continuidad, como demuestra un artículo de Fernández Cuesta, publicado por ABC en página impar con un gran titular (importancia media alta), donde se afirma que la muerte de Franco abre un periodo en el que la continuidad del Régimen debe 520 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón con la Iglesia: ―[…] Las vinculaciones de Franco con la Iglesia se puede decir que han sido buenas en general, y difíciles en algunos momentos‖819. En las diócesis de CLM la exaltación hacia la figura de Franco, por parte de los obispos, es inconmensurable. Marcelo González, desde Toledo, afirma que la estela del dictador debe iluminar a todos aquellos que miren al futuro con buena voluntad: ―[…] Nadie arrebatará jamás al Jefe del Estado que acaba de morir el honor de ocupar una de las páginas más gloriosas en los anales de la historia patria. La que él ha escrito con su vida y con su muerte es tan excelsa que podrá seguir iluminando a todos los españoles con tal de que exista una sola actitud: buena voluntad‖820. El cardenal, después de apreciar el sentido ―lumínico‖ en la obra del caudillo, trata de elevarlo como referente humano de perfección cristiana ante un pueblo al que califica de ―ignorante‖ en lo político, sin ideologías, conjugando en su discurso patria y dictador como indisolubles: ―[…] Y a un hombre que ha sabido sacrificarse así, con tal grandeza, por la patria querida, se le puede dar el crédito de la esperanza, como si asegurarse rechazando cualquier reforma que atente contra el espíritu del 18 de julio‖. Ibídem, pp. 675-676. 819 Pueblo, ―Ha muerto Franco‖, en el Especial urgente, 22-11-1975, p. 9. 820 González Martín, M.: ―Ante la muerte del Jefe del Estado‖, Exhortación pastoral, publicada el 20-11-1975, BEAT, enero, 1976, pp. 27-28. 521 ―La otra Transición de la Iglesia… también pudiera asegurarnos, después de muerto, que hemos de seguir por los caminos de paz que él abrió para España [...]. Ese pueblo sencillo que no entiende políticas, pequeños y adultos, hombres y mujeres, que desfilan hoy incesantemente ante su cadáver, o que se han sentido sobrecogidos estos días... los hombres de corazón limpio, libres de ideologías, solamente pensaban, y solamente piensan, en esa especie de encarnación de la patria española, que ha sido nuestro Jefe de Estado [...]‖ 821. González ve ejemplificante el testamento de Franco y se dirige al nuevo jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, recordándole los valores que representa el cargo asumido, la historia y los envites por los que ha pasado el país, y por el camino de ―respeto‖ y ―adhesión a la autoridad‖ por los que debe regir la corona, valores de calado católico, en ese ambiente de libertad ―sin límites‖ que parte de una mayoría de la sociedad: 821 Homilía del cardenal González en la misa ―Corpore insepulto‖, celebrada en la catedral de Toledo (21-11-1975). BEAT, enero de 1976, pp. 20-25. Ya destaca otro párrafo de la homilía: ―[…] Dejando de un lado los elogios fúnebres, hemos de fijarnos únicamente en las virtudes cristianas que destacan en su persona como testimonio y ejemplo que todos debemos imitar. Su amor a la patria y el servicio de los hermanos‖. Ya, 22-11-1975, p. 57; En La Vanguardia, 25-11-1975: ―Monseñor González ofició la solemne misa funeral‖. Ferrán Gallego define como ―tramontano‖ el discurso del arzobispo a tenor de estos párrafos: ―[…] añadiendo el brillo de la luz del agradecimiento por el inmenso legado de realidades positivas que nos deja ese hombre excepcional‘ y animando a seguir ‗el ejemplo que nos dio‘ en una obra de perfeccionamiento de las estructuras heredadas, bajo ‗una civilización cristiana sin la que la libertad es una quimera‘‖. Gallego, F.: El mito de la Transición. La crisis del franquismo y los orígenes de la democracia (1973-1977)…, Op. cit., p. 225. 522 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón ―[...] los valores que encarna como representante supremo de la patria. El perfeccionamiento de un Estado, de un pueblo, de un sistema político, son exigencias insoslayables de todo el que quiera marchar al compás de lo que la civilización pide a los hombres. […] A lo largo de este tiempo ha ido cambiando muchas cosas; y las exigencias de hoy, en el orden de la convivencia civil, no son ni están sujetas a las restricciones explicables que se producían ayer. Salimos de una guerra muy difícil; hemos vivido hostilizados por tantas campañas de orden internacional, en medio de dificultades sin cuento. Poco a poco, el país ha ido abriéndose hacia un futuro en el que nunca se puede ver el límite exacto de qué es lo que piden la libertad, el respeto y la obediencia [...]. Este proceso ininterrumpido de perfeccionamiento sin duda tiene que continuar; pero no podrá hacer si fallan estos goznes fundamentales: el respeto, la adhesión a la autoridad [...]‖ 822. Guerra Campos, el obispo que más se ha destacado como seguidor de Franco en vida, previene sobre los riesgos que pueden sobrevenir a la Iglesia tras la desaparición del dictador, al tiempo que culpa a cierto sector de la CEE de debilitar a la institución en estos momentos cruciales: ―[…] Son muchísimos los españoles cuyo deseo más íntimo era que Franco pudiera continuar indefinidamente como conductor de España […], hubo de aguantar virajes injustificados y comportamientos muy poco ejemplares 822 Ibídem. de algunos sectores eclesiásticos que han terminado por 523 ―La otra Transición de la Iglesia… robustecer a fuerzas cuyo objetivo esencial es lograr un tipo de vida social que pierda sentido la presencia de Cristo y la misión de la Iglesia […]‖823. El obispo de Cuenca afirma, en ABC, no querer entrar a ―juzgar‖ la obra de Franco ―desde el punto de vista político‖: ―[…] Yo no entro a juzgar la obra de Franco desde el punto de vista político. No es mi misión. Para mí hay otros valores más altos, sin los cuales la política, a la larga, tiene siempre algo de obligada frustración. Valores que se llaman paz, progreso ordenado, uso ponderado de la libertad, anhelo de justicia, trabajo creador, y, por encima de todo, sentido religioso de la vida que da a las empresas humanas, individuales o colectivas, la categoría suprema que ennoblece a los hombres. Creo que durante los años que hemos vivido bajo la dirección de Francisco Franco, este conjunto de valores ha brillado con fulgor [...]. Como gobernante de un país que pasó por una de las mayores tragedias que pueden amenazar la supervivencia de un pueblo, ha brillado en él dos excelsas cualidades: la magnanimidad y la prudencia [...], pero sobre todo he admirado siempre en él su sentido religioso-católico, tan noble tan profundo [...]. Un día y en un momento propicio a la confidencia me atreví a preguntarle: ¿Es cierto que Vuestra Excelencia no ha perdido nunca la serenidad en tales circunstancias? Y Franco me contestó: Jamás, siempre he creído que la vida del hombre está en manos de Dios‖ 824. 823 Diario de Cuenca, edición especial, 21-11-1975. En Anexo 3. Capítulo IV. Carta del obispo José Guerra Campos, en la muerte de Franco. 824 Guerra Campos, J.: ―Franco, hombre creyente‖, ABC, 21-11-1975, y en el BOOC, enero de 1976, pp. 33-34. Pocos días después, Guerra se refiere a Franco como el ―salvador de la patria‖: ―[...] él la sacó de un estado de postración que si no era muerta, constituía, sin duda, 524 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Para el obispo Guerra Campos el general Franco es el ideal de gobernante, católico y hombre de familia (Fotos Diario de Cuenca, edición especial, 21-11-1975). En la homilía de la misa de difuntos en la catedral conquense (21-111975), el obispo justifica su admiración por el fallecido y utiliza el término de ―mazazos‖, hacia quienes no fueron fieles en los últimos momentos a los designios del caudillo: ―[...] Yo que nunca he tenido trato personal con él (Francisco Franco), creí necesario por justicia y como obispo vicario del Señor en esta diócesis, hablar más de una vez, y con amplitud, de las actitudes y de la obra de Franco a favor de España y de la Iglesia [...], he estado cinco horas de pie en un rincón próximo al cuerpo yacente de Francisco Franco. [...] yo no me atrevo a decir nada en este momento, me paraliza, además, un poco, la vergüenza de pensar cuáles fueron los últimos mazazos que, de manera tan grave peligro de muerte para la convivencia [...] y comenzar en medio de tantas dificultades el crecimiento de la justicia social, la expansión de la cultura, el sentido de la hermandad entre todos los hijos de España [...]‖. Diario de Cuenca, 12-12-1975. 525 ―La otra Transición de la Iglesia… injusta, resquebrajaron el corazón de nuestro hermano Francisco Franco [...]‖825. Por su parte, Pablo VI se refiere a la figura del dictador con cierta diplomacia ajustada al momento: ―[…] ha hecho mucho bien a España y le ha proporcionado una época de larguísima paz. Franco merece un final glorioso y un recuerdo lleno de gratitud […]‖826. Muchos obispos glosan estas palabras en los funerales, y vierten loas al fallecido por ―salvar‖ a la Iglesia de la persecución republicana, apoyarla bajo la dictadura, y devuelto la prosperidad social y económica al país827. Desde la comisión permanente de la CEE se envía un pésame a la viuda del general y un saludo al príncipe Juan Carlos de Borbón. Los obispos cambian la fecha de la plenaria pues interpretan que el momento es de máxima relevancia: ―[…] cada obispo atienda, desde su propia diócesis, las cuestiones urgentes que provoca el cambio de Régimen‖828. El propio 825 Diario de Cuenca, Local, 22-11-1975, p. 3. Sus palabras son recogidas por Lanza 22-11- 1975, p. 13, bajo el título: ―Finura evangélica del caudillo. Destacada por el obispo de Cuenca en la misa exequial‖. El diario conquense trae, en la misma página, el altercado político que se produce con el obispo auxiliar de San Sebastián, José María Setién, quien no hace alusión al caudillo en la misa por su fallecimiento, así como los actos que el colectivo gitano ofrece por la memoria del general (sorprende el hecho toda vez que el régimen no ha elaborado serios planes para un serio proceso de integración). Ibídem. 826 Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 453. 827 Ibídem, p. 454. 828 Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 26. 526 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón presidente, Vicente Enrique y Tarancón, hace un llamamiento a la tranquilidad y la concordia durante los funerales en El Pardo: ―[...] Mi misión de obispo es de llamar a todos los españoles a la unión, en la concordia, a la convivencia fraterna. Esta es una tarea difícil como hemos dicho en un reciente documento los obispos españoles, pero es también una tarea posible y, por tanto, obligatoria [...]. No es hora de tragedias ni de pánicos [...]‖829. Al día siguiente, en la catedral de San Isidro, Tarancón habla, midiendo sus palabras, del vacío excepcional que produce la muerte del jefe del Estado, fruto de su larga estancia en el poder: ―[…] lo que es natural ya que durante cuarenta años ha permanecido al servicio de nuestra Patria, incluso con una aureola casi mítica que rodeaba su figura‖830. Monseñor Hervás y Benet, desde Ciudad Real, pide a los ―herederos‖ del régimen que sepan dar los pasos correctos ―superando toda tentación de violencia‖: 829 Diario de Cuenca, 21-11-1975, pp. 9-10. Tarancón reconoce públicamente la figura del general aunque cuida los términos: ―[...] Nadie dudará en reconocer conmigo la absoluta entrega, obsesión diría incluso, con la que Francisco Franco se entregó a trabajar por España, por el engrandecimiento espiritual y material de nuestro país‖. Ibídem. En medios proclives al régimen destacan expresiones vertidas esos días del cardenal Tarancón como: ―Que el señor premie su total entrega a la patria‖. Arriba, 21-11-1975, p. 43. 830 Ya, 22-11-1975, p. 57. Para el cardenal el jefe del Estado, ―ha sido recibido en el seno de Dios, más aún después de conocer su testamento espiritual‖. Ibídem. 527 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Desde ahora nuestra oración se elevará al Cielo para pedir luz y fortaleza para cuantos reciben la herencia de Francisco Franco y asumen la responsabilidad de dar un paso adelante en la nueva etapa histórica que se abre. […] Nuestra oración por su alma nos lleva así a invocar la ayuda divina por nuestra Patria, que él amó y sirvió ejemplarmente, y a unir nuestras fuerzas en una actitud inspirada en la fe, superando toda tentación de violencia y trabajando ilusionadamente por una sociedad más justa y más cristiana‖831. Monseñor Hervás durante la misa por Franco. Lanza, 22-11-1971, primera página. El mismo día en que se produce la muerte de Franco Lanza recoge la foto de la víspera de la celebración en recuerdo de José Antonio Primo de Rivera y los Caídos, oficiada por Hervás, con el fin de no romper la tradición de tantos años anteriores. Lanza, 21-11-1975, primera página. 831 Hervás y Benet, J.: ―Solemne funeral por el alma de Francisco Franco‖, BOOPOM, núm. 12, diciembre de 1975, pp. 398-401. 528 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón El obispo de Albacete, Ireneo García, es el más escueto a la hora de magnificar la figura de Franco, al que define como gobernante defensor de la institución: ―[…] sobre el cual ha pesado durante casi cuarenta años la máxima responsabilidad civil de España. […] Y ha favorecido a la Iglesia en el cumplimiento de su misión‖832. En la homilía del día 21, en la oración de fieles, recita: ―[…] acuérdate en tu misericordia de tu siervo Francisco, que en el mundo ha sido gobernante solícito con los suyos‖833. Para la celebración de las exequias oficiales en El Pardo (23-11-1975) se produce cierta tirantez en la cúpula de la Iglesia ya, que en buena lógica, debería realizarla el cardenal Tarancón, arzobispo de Madrid, pero éste asegura que es el propio ministro de Justicia, Sánchez Ventura el que le pide que no acuda834. Al final es el cardenal González quien se traslada desde Toledo. Ante los reyes y la viuda de Franco, Carmen Polo, se refiere a la justicia social que ha expandido el dictador, y de su fidelidad en el futuro a su obra que supone ―no será nunca inmovilismo rechazable‖: 832 BOOA, núm. 7, diciembre, 1975, p. 114. Gómez Flórez destaca las palabras del obispo hacia el dictador: ―[…] resaltó la capacidad de perdón (apenas unos meses se negó a conmutar cinco penas de muerte), la amplitud de miras y patriotismo de Franco, añadiendo: ‗¿Cómo el señor no lo va a premiar?‘‖. Gómez Flores, A.: Anatomía de una transición: Albacete del fascismo a la democracia. 1975-1982…, Op. cit., p. 117. 833 Ibídem, p. 117. En un telegrama cursado a Carmen Polo, viuda de Franco, aparece: ―Reciba sincera condolencia ofrecimiento eterno descanso Gran Caudillo Franco, pidiendo Vuestra Excelencia fortaleza cristiana. Ireneo, Obispo de Albacete‖. Ibídem, p. 118. 834 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 863. 529 ―La otra Transición de la Iglesia… ―[…] Brille la luz del agradecimiento por el inmenso legado de realidades positivas que nos deja ese hombre excepcional, esa gratitud que está expresando el pueblo y que le debemos todos: la sociedad civil y la Iglesia, la juventud y los adultos, la justicia social y la cultura extendida a todos los sectores. Recordar y agradecer no será nunca inmovilismo rechazable, sino fidelidad estimulante, sencillamente porque las patrias no se hacen en un día, y todo cuanto mañana pueda ser perfeccionado encontrará las raíces de su desarrollo en lo que se ha estado haciendo ayer y hoy en medio de tantas dificultadas‖835. Las referencias a la figura de Francisco Franco son profusas y Guerra Campos hace acopio de aquellas que ensalzan las actitudes religiosas y morales, y adhesiones políticas, tanto de sus compañeros prelados como de personalidades de todos los ámbitos, en Post mortem; Manifestaciones episcopales sobre Francisco Franco836. Los obispos de Coria-Cáceres, Manuel 835 ABC, 24-11-1975, y en Iglesia-Mundo, núm. 102, segunda quincena, noviembre 1975, pp. 30-32, en cuya edición se destacan en mayúsculas RECORDAR Y AGRADECER NO SERÁ NUNCA INMOVILISMO RECHAZABLE, SINO FIDELIDAD ESTIMULANTE, cuestión que no se conoce si es por cuestión de los editores o del propio González como discurre Martín de Santa Olalla, M.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 424. 836 Guerra Campos, J.: Post mortem; Manifestaciones episcopales sobre Francisco Franco. BOOC, núm. 2, febrero de 1976, pp. 63-106. En el escrito vuelve a citar contenidos de ―La Iglesia y Franco‖, publicado en el BOOC, en septiembre de 1974, un alegato a la figura del general, sobre su religiosidad y valores morales, donde transcribe veinticinco declaraciones públicas de obispos y de la Santa Sede entre 1937 y 1968. Aparece también la existencia del brazo incorrupto de Santa Teresa en la mesa del general, según el arzobispo de Toledo, o las declaraciones de Manuel Garrido, sacerdote del monasterio del Valle de los Caídos -donde se encuentra la tumba de Franco- que, en una entrevista con P. Warner, corresponsal alemán, 530 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Llopis Ivorra, y de Valencia, José María García Lahiguera –el primero pertenece a la provincia eclesiástica en ese momento, y el segundo ha compartido la diócesis de Albacete en su jurisdicción- ensalzan la labor, militar, política y social del ―generalísimo‖. Llopis Ivorra resalta, además, el cumplimiento con las obligaciones católicas del caudillo, así como el sentido ―mesiánico‖ de su labor: ―[...] resaltar, no su bizarría militar, no sus cualidades de eminente estadista [...], sino su carácter de buen cumplidor de sus obligaciones católicas [...]. Estamos convencidos de que a él debemos, o a Dios, que se valió de él, la paz interior y respeto exterior de que goza España; el progreso, el desarrollo técnico, las mejoras laborales, la acción social bien dirigida, el superior nivel de vida alcanzado, etcétera‖ 837. asegura: ―Del extranjero piden objetos tocados a su tumba y lo proclaman santo. La competente jerarquía de la Iglesia verá lo que tiene que decir a esos testimonios‖. Ibídem. Según Domingo Muelas, administrador con Guerra, algunos de estos textos son el motivo de la censura, desde la CEE, al libro que él mismo, trata de sacar a la luz años después de la muerte del obispo. De la entrevista con Domingo Muelas, ya citada. El historiador Powell afirma: ―[…] Al morir el dictador pocas semanas después, la Iglesia de la cruzada se haría de nuevo presente en la persona del obispo Guerra Campos, que comparó la agonía de Franco con la pasión de Jesucristo‖. Powell, Ch.: España en democracia, 1975-2000. Las claves de la profunda transformación de España, Plaza & Janés, Barcelona, 2001, p. 76. 837 Ibídem. 531 ―La otra Transición de la Iglesia… Imagen de los fieles en el oficio del obispo de Cáceres Manuel Llopis, por Franco. Extraída de: www.religionenlibertad. El arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera destaca el giro que dio a la nación el general, haciendo de España ―Una, Grande y Libre‖: ―[…] Sin ningún atisbo político, sin entrar a juzgar cómo lo hará la historia enseguida, en torno a este ser privilegiado y único, me voy a limita a subrayar el gran giro que él lanzó también en su mensaje: aplica a España aquello de ‗Una, Grande y Libre...‖838. 838 Ibídem. Otras manifestaciones recogidas son: ―[…] España entera está de luto, porque ha perdido un valeroso soldado, que supo no sólo ganar una guerra, sino forjar la paz y hacer posible la convivencia entre los españoles; ha perdido un ejemplar gobernante y estadista, que logró para nuestro pueblo metas de prosperidad y bienestar material nunca alcanzadas…‖. (Obispo de Ciudad Rodrigo). ―Recogemos entristecidos la noticia del fallecimiento del gran estadista [...], que durante cuarenta años ha regido los destinos de nuestra Patria, llevándola por caminos de unidad, de progreso y de paz.‖ (Obispado de Huesca); ―Es una grave obligación reconocer la paz, no corriente entre nosotros, el profundo bienestar, el impresionante progreso que nos ha proporcionado durante este prolongado periodo de nuestra historia.‖ (Obispo de Orense). ―Sin entrar a enjuiciar su actuación política, nadie regateará elogios para la plena entrega a las tareas de gobierno, para la rigurosidad y seriedad impuesta en todas sus funciones, para el ejemplo de vida privada, para la estabilidad lograda en un país que durante siglo y medio venía siendo atormentado por tremendos vaivenes políticos.‖ (Obispo de Salamanca). Ibídem. 532 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón El 21 de marzo de 1976 José Guerra Campos oficia una misa –encargo de la lugartenencia de la guardia de Franco- en la capital conquense, a la que asiste la viuda, Carmen Polo de Meirás. El obispo destaca en la homilía: ―[…] Si este tipo de poder personal logró tantos decenios de identificación con el pueblo fue por dos razones: porque era un poder que quería subordinarse a la ley de Dios y porque, además había logrado la confianza de su pueblo‖839. Guerra Campos saluda a la viuda de Franco, Carmen Polo, a la entrada en San Esteban (Cuenca). Colección José Manuel Vela, “Real Ilustre y Venerable Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias", Cofradía, Semana Santa 2011, Cuenca, 2011, p. 90. En muy poco tiempo los actos en memoria de Franco comienzan a sufrir obstáculos dentro de la Iglesia. Diario de Cuenca destaca: ―El colmo. La catedral de Santiago de Compostela deniega autorización para celebrar funerales por Franco, Carrero Blanco y Herrero Tejedor‖840. No ocurre lo mismo en el ámbito civil para la conmemoración del aniversario del 839 ABC, 21-3-1976, p. 9. 840 Diario de Cuenca, 12-9-1976, primera página. En la información aparecen otras diócesis que plantean los mismos impedimentos argumentando que la petición debe hacerse a instancias de particulares, como se solicita para cualquier fiel. 533 ―La otra Transición de la Iglesia… fallecimiento del general con un acto multitudinario en la plaza de Oriente de Madrid. Ante la imposibilidad de asistir al acto, pues tiene misa de concelebración en Cuenca, Guerra Campos envía una misiva a los organizadores en la que vierte halagos en términos ―políticos‖ sobre el fallecido: ―[…] quien ha hecho realmente posible en la gran familia de España la esperanza y participación de los trabajadores y los humildes‖841. En la misa, celebrada en la Iglesia de San Esteban de la capital llama al general ―Libertador de la Iglesia‖ y del pueblo español: ―[…] que había padecido el ‗despotismo ilustrado‘ de tantos hombres públicos, empeñados en cambiar una fe que despreciaban […]; un pueblo tratado como menor de edad o retrasado mental, aturdiéndolo, eso sí, con toda suerte de halagos y solicitaciones democráticas […] con tenacidad librar a los humildes de la miseria y de las coacciones del odio o del partidismo estéril. […] Vivió y murió como hijo fiel de la Iglesia‖‖ 842. 841 El obispo justifica su ausencia: ―El próximo día 20 de noviembre me proponía, como en otras ocasiones semejantes, mezclarme y como diluirme en la multitud del pueblo en la plaza de Oriente. No podré hacerlo, pues debo participar, muy gustosamente, en el acto que se prepara a la misma hora en la capital de mi provincia. Me asocio a todos los que se reúnan en Madrid, de modo especial a los numerosos sacerdotes, para orar por Francisco Franco y honrar y manifestar gratitud a quien nos ha legado tan admirable testimonio de fe en Cristo y fidelidad a la Iglesia…‖. Recogido por Europa Press (19-11-1976). AGA. MIT. CUL. GE, C. 561, IG, carp. 40180. También en Lanza 20-11-1976, p. 8. En cuanto al acto en sí, Diario de Cuenca, 10-11-1976, en primera, anuncia que ese día 20, no habrá misa en la Plaza de Oriente. ―El Cardenal Arzobispo ha negado su autorización‖, en referencia al cardenal Tarancón. El Alcázar publica el mismo día del acto que nadie podrá impedir que sus seguidores en la ―causa‖, ―recen por el Caudillo‖. El Alcázar, 20-11-1976. 842 Guerra Campos, J.: ―Hijo fiel de la Iglesia y servidor de la Patria‖, BOOC, núm. 11, noviembre y diciembre de 1976, pp. 360-367. Destaca: ―[…] los Boletines Oficiales de las 534 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Tampoco asiste al acto Marcelo González quien envía desde Roma donde se encuentra con otros obispos de la provincia eclesiástica de Toledouna carta para ser leída en la Catedral, con claros mensajes a la corona para que proteja los principios para con Dios en la nueva etapa política: ―[...] Él nos pidió –en el mensaje último de su vida- unión y hermandad para superar nuestras divisiones, atención a las exigencias de la justicia, renuncia al odio y a las luchas intestinas, colaboración con la suprema Autoridad del Estado –hoy encarnada en nuestro Rey- para seguir avanzando ordenadamente hacia el futuro... Nadie, efectivamente tiene el monopolio del verdadero amor a España, y son muchos y muy diversos los caminos por donde pueden discurrir los esfuerzos de una participación colectiva que nos asegure la paz y la convivencia tranquila [...]. La libertad, la participación política, el progreso creciente y ordenado [...], se hacen cada día y cada día se merecen según sea el comportamiento de los ciudadanos de acuerdo con las exigencias de un orden moral que debe estar por encima de todos [...]. El pueblo sencillo que habita en nuestras ciudades y en nuestro campos tiene derecho a la paz, al respeto en sus legítimas diferencias, al disfrute equitativo y creciente del bienestar que pueda producirse con el trabajo de todos, al sentido cristiano de la vida del que no ha renegado, y, por supuesto, a la protección y defensa de unos principios y unas costumbres sin la cuales se hace imposible el cumplimiento de las obligaciones que tiene el hombre para con Dios y para con los demás hombres considerados como hermanos‖ 843. diócesis españolas contienen un florilegio extraordinario, que en algún caso alcanza calidad hagiográfica‖. Ibídem. 843 BEAT, 20-11-1976, pp. 665-668. 535 ―La otra Transición de la Iglesia… Tras la creación de la ―Fundación Nacional Francisco Franco‖ Guerra Campos, quien sigue celebrando las fechas claves de recuerdo a Franco y al Movimiento, recoge en el BOOC los actos y convocatorias que parten de la misma, como premios literarios y tesis doctorales ―sobre los distintos aspectos que han caracterizado los años de mandato de Francisco Franco‖, además de concursos periodísticos sobre ―Francisco Franco, su obra y el futuro‖844. José Guerra Campos junto al líder de FN, Blas Piñar, en el Valle de los Caídos. Una de sus constantes adhesiones póstumas al caudillo (Colección El Banzo, fotografía censurada) 844 845. Anuario del BOOC, 1977, pp. 128-129. De la misa organizada por la Fundación ―Francisco Franco‖, y oficiada por monseñor Guerra Campos en 1977. ―Funeral multitudinario en el Valle de los Caídos‖, El País, sección España, 22-11-1977. 845 En el capítulo ―Cuenca, entre sueños nunca realizados‖ el director de El Banzo, José Luis Muñoz, señala al obispo como referente de los grupos ultras en aquellos años: ―[…] En 1973 es nombrado obispo de Cuenca el símbolo del radicalismo religioso, José Guerra Campos, que no influye especialmente en la provincia pero sí convierte a la ciudad en centro de 536 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón González y Guerra vuelven, años más tarde, a rememorar, de forma distinta, la figura del dictador. En 1984, el cardenal González, en Cambio moral y ruptura, lo define como motor de la superación del país tras la guerra civil de 1936, si bien llega a ponderar de ―excesiva‖ su prolongación en el poder que, junto al influjo de nuevos modelos de participación política que surgieron, y ―resistencias‖ internas, propiciaron el final del modelo que encarnaba: ―[…] Después, un régimen político que intentó, y en gran parte lo logró, la reconstrucción de España en el orden material, y fue pacificando los espíritus; aunque su excesiva prolongación sin asimilar en sus justos términos la presión mundial hacia nuevas formas de participación de los ciudadanos en la vida política, y las resistencias interiores que se le peregrinación para todos los elementos del fanatismo católico-falangista español que, ante la proximidad inevitable de la muerte de Franco, acuden a la sombra de la catedral conquense en busca de dogmas y bendiciones. La Asamblea de la Hermandad Sacerdotal Española en septiembre de 1974 o la presencia multitudinaria de Blas Piñar en el teatro Xúcar (con docenas de autocares en la puerta, llegados de toda España) en la primavera de 1975, son ejemplos de esa atracción que ejerce monseñor y que se multiplica a través de homilías, discursos y escritos en el Boletín Oficial del Obispado que así trasciende de su humilde papel para convertirse en best-seller periodístico.‖ Muñoz, J. L.: ―Cuenca, entre sueños nunca realizados‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995, Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, pp. 44-45. La relación del obispo con El Banzo termina en conflicto pues este medio recoge manifestaciones del tipo: ―conmovió por completo las conciencias‖, ―La fotografía del obispo saludando brazo en alto en el Valle de los Caídos, junto a todos los jerarcas de la provincia…‖, (fotografía censurada en la edición). Ibídem, pp. 43-44. 537 ―La otra Transición de la Iglesia… opusieron, lo hicieron depauperarse progresivamente y entrar en la agonía a medida que iba envejeciendo la persona que lo encarnaba y mantenía‖ 846. Dos años después, en 1986, el obispo Guerra Campos defiende que el régimen del general no fue autoritario -y su gobierno como ideal-, dibujando su figura como mártir y protohéroe de la historia de España847. En 1997 escribe ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖ donde glosa, de nuevo, valoraciones de Papas (de Juan XXIII recoge: ―[…] Franco da leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es un buen católico: ¿qué más se quiere?‖) y obispos, y añade: ―[…] Hay quienes, tras haber señalado con antipatía la adhesión de la Jerarquía de la Iglesia a Franco y su Régimen, rebuscan luego (en las 846 BEAT, Anuario de 1984, junio, p. 336. 847 Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1939-1975) Síntesis histórica‖. Separata del BOOC, núm. 5, mayo de 1986, capítulo IV, pp. 29-35. El texto se afirma: ―En el Clero, religiosos, seminaristas, militantes apostólicos, Franco suscita un sentimiento unánime de gratitud, admiración, confianza y cariño familiar‖, o en las notas: ―[…] La unanimidad (ciertamente no menos del 99 por 100) resplandece en tres hechos (de entre los cuales nos permitimos destacar el referente a ‗Cuando en los años setenta llegó un tiempo de maniobras para el cambio político, ningún Obispo diocesano eludió el proclamar su estimación positiva de la persona de Franco […]‘‖. Es parte del escrito ―La Iglesia y Franco‖, de 1974, e ―Hijo fiel de la Iglesia y servidor de la Patria‖, de 1976, ya citados. En 1989, Guerra retoma las loas al Movimiento nacional y el nacionalsindicalismo desde el obispo Plá y Deniel a Vicente Enrique y Tarancón, entre otros. Guerra Campos, J.: ―La Iglesia y el régimen de Franco‖, en Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 234-260. En una conferencia en el ciclo ‗Franco y la Iglesia‘, en la sede de FN (16-17 de diciembre de 1992), Guerra reitera: ―[…] en un tiempo secularizado, Franco era admirado como gobernante verdaderamente católico, profundamente identificado con la Iglesia de Jesucristo‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 52. 538 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón negociaciones diplomáticas, en la gestación de ciertas leyes, en episodios varios) ‗roces‘, palabras o gestos de alerta, crítica o reclamación, y los presentan como descubrimientos sorprendentes, que revelarían una oposición de fondo o una retractación de adhesiones previas. […] En realidad, la oposición o el enfriamiento en la adhesión que se dio en ciertos grupos de católicos, por razón de preferencias de partido o de oportunismo político internacional, no fue nunca en vida de Franco una retractación de la posición oficial de la Iglesia, ni en cuanto a la estima de su fidelidad personal ni en cuanto al reconocimiento de la legitimidad doctrinal del Régimen y de su conformidad con las ‗variaciones‘ del Concilio Vaticano II‖ 848. 848 Guerra Campos, J.: ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖…, Op. cit., p. 82. 539 ―La otra Transición de la Iglesia… PARTE SEGUNDA. IGLESIA Y DEMOCRACIA: SU RESITUACIÓN EN UNA SOCIEDAD PLURAL 540 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón 541 ―La otra Transición de la Iglesia… Capítulo V. La Iglesia ante el nuevo régimen democrático V.1. El “no” a la Ley de Reforma Política de los inmovilistas Tras la muerte de Francisco Franco podemos observar dos subperiodos de clara implicación política de la Iglesia hasta 1979 como período constituyente de un nuevo régimen: el primero que culmina con las primeras elecciones democráticas (15-6-1977) y, un segundo que contiene otras elecciones generales, las del primero de marzo de 1979 y las primeras elecciones municipales democráticas (3-4-1979), donde la Iglesia, con distintos ritmos y planteamientos, intenta no perder sus áreas de influencia, resituándose ante los nuevos cambios que el nuevo régimen conlleva. Son muchas las tesis que aducen que la reforma política, y del sistema, se promueven desde sectores del propio régimen que fuerzan un consenso, frente a la ansiada ruptura por la oposición. Esto explicaría, en gran medida, la desaparición de parte de las demandas radicales que mantienen cada bloque. El nuevo sistema político integra un número importante de desviaciones –desórdenes o desajustes como viene a llamarse-, cuya incorporación modifica al propio sistema que, al menos en apariencia, resultará distinto pues ya no es denominado ―dictadura‖849. 849 Rodríguez De Las Heras, A.: Historia y crisis, Ed. Fernando Torres, Valencia, 1976, p. 35 y 108. Paul Preston afirma tajantemente: ―La democracia española es tanto por su nacimiento como por su desarrollo formativo, una criatura de la dictadura de Franco‖. Preston, P.: El triunfo de la Democracia en España (1969-1982), Barcelona, Grijalbo, 2001, p. 26. 542 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón Para la institución eclesial lo acontecido es más favorable pues, en el caso hipotético de una ruptura política -que podría haberse producido por la concatenación de otros factores-, la Iglesia no hubiera llegado en las mismas condiciones al proceso de ―reforma pactada‖, como argumenta Piñol850. El mismo día de la muerte de Franco diversos movimientos y asociaciones cristianas expresan en el documento Ante la sucesión (20-111975) su deseo por recuperar la democracia, la amnistía para los presos políticos, recuperación de los derechos humanos y una transición al socialismo, entre otros aspectos. El documento se suma a otros surgidos de las asambleas y encuentros anuales de HOAC, Justicia y Paz, CCP, CPS, y Cáritas entre los más representativos de esa línea. Desde la cúpula, Enrique y Tarancón, durante la misa del Espíritu Santo (24-11-1975), ante los futuros reyes de España, emite el que sin duda va a ser el mensaje que refleja el nuevo posicionamiento de la institución. En él expresa una total colaboración ante la nueva etapa histórica que se abre: ―[…] la excepcional importancia de la hora en que 850 Según Piñol: ―[…] Desde la perspectiva de la transición, no es aventurado afirmar que la evolución o transición de la Iglesia –y nos referimos también a la jerárquica (episcopado)- se anticipó unos años a la transición política, acontecimiento singular y poco frecuente. Claro está que las orientaciones conciliares y la lucidez e influjo de la Santa Sede, durante el pontificado de Pablo VI fueron decisivos al respecto. Por el contrario, el episcopado habría llegado tarde a la cita histórica en el caso de originarse la ruptura política‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 48, nota 9. 543 ―La otra Transición de la Iglesia… vivimos y también su extraordinaria dificultad […] la Iglesia se siente comprometida con la Patria y no regateará su colaboración‖851. El cardenal intenta desvincular esta Iglesia de aquella que ―había apoyado al régimen de los vencedores en la guerra civil‖, y que ahora debe ayudar al pueblo, ―en su evolución y proclamar la reconciliación con los españoles [...]‖852. Estas manifestaciones indignan profundamente al ―búnker‖ franquista. Los periódicos ultraconservadores centran sus titulares en afirmar la continuidad del régimen a través de la monarquía evitando toda referencia de tono reformista de la homilía de Tarancón. El Alcázar titula: ―La iglesia apoya al Rey como sucesor de Franco‖853. Durante la misa de coronación de Juan Carlos I (27-11-1975) Tarancón aboga por una postura neutral de la Iglesia ante los inminentes cambios en la gobernabilidad del país, e insta a nuevos cauces de participación política de toda la sociedad en la solución de los graves problemas sociales manifiestos: ―[…] nunca determinará qué autoridades deben gobernarnos, pero sí exigirá a todas que estén al servicio de la comunidad entera; que respeten sin discriminaciones ni privilegios los derechos de la persona; que promuevan y protejan el ejercicio de la adecuada libertad de todos y la necesaria participación común en los problemas comunes y en las decisiones de 851 Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 375. 852 ―50 años en la vida de España II‖, Diario 16, Madrid, 1992, p. 634. 853 El Alcázar, 25-11-1975, p. 3. 544 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón gobierno. […] Pido que seáis el Rey de todos los españoles, de todos cuantos se sienten hijos de la madre Patria, de todos cuantos desean convivir sin privilegios ni distinciones en el mutuo respeto y amor. Amor que, como nos enseñó el Concilio, debe extenderse a quienes piensan de manera distinta‖854. Se trata de un mensaje alejado de toda confrontación o espíritu de revancha, en clara alusión a lo que sucediera bajo el régimen anterior: ―[…] Que ningún modo de muerte o violencia lo sacuda. Que ninguna forma de opresión esclavice a nadie. Que sea el vuestro un reino de justicia en el que quepan todos sin discriminaciones ni favoritismos, sometidos todos al imperio de la ley. Y puesta siempre la ley al servicio verdadero de la comunidad‖855. 854 Prego, V.: Así se hizo la Transición, Barcelona, Plaza & Janés, 1995, p. 349. Ferrán Gallego diferencia el discurso de Tarancón con las palabras del cardenal González en la misa de difuntos días antes: ―[…] Enrique y Tarancón quiso destacar la independencia de la Iglesia frente a cualquier régimen –algo que estaba en clara contraposición a las referencias hechas por el cardenal primado tres días antes- y que, en su misma formulación, negaba sin haberlo hecho con la solemnidad suficiente en tiempos anteriores, lo que había sido un indispensable elemento de legitimización del sistema: ‗La fe cristiana no es una ideología política ni puede identificarse con ninguna de ellas‘‖. Gallego, F.: El mito de la Transición. La crisis del franquismo y los orígenes de la democracia (1973-1977)…, Op. cit., p. 225. 855 Preston P.: Juan Carlos. El rey de un pueblo. Madrid, Plaza y Janés, 2003, pp. 362-363. El luego primer presidente democrático, Adolfo Suárez, destaca el papel ―conciliador‖ de la Iglesia en aquellos momentos: ―[…] reconciliación definitiva de todos los españoles, la superación del mito dramático de las Dos Españas, siempre excluyentes y permanentemente enfrentadas. La Iglesia española, por boca del cardenal Enrique y Tarancón, Presidente entonces de la Conferencia Episcopal Española, el 27 de noviembre de 1975, en la iglesia de los Jerónimos pidió al Rey que lo fuera de todos los españoles, sin exclusión de ninguna clase 545 ―La otra Transición de la Iglesia… En el fondo se intuye que el sector progresista de la jerarquía apoyará, bajo el nuevo sistema monárquico y democrático, los cambios que necesita el país, en base a que una complicidad entre las dos instituciones, lo que dotaría a la Iglesia de un nuevo papel preponderante. Aprovechando este aparente desplazamiento ideológico, y presionada por las bases, la CEE publica, en diciembre, La iglesia ante el momento actual: petición de libertad para detenidos políticos, donde se apoya un y proclamó un triple compromiso: Colaborar, con la predicación del Evangelio y la oración, en la promoción de los derechos humanos, de las libertades justas y de las causas de la paz y la justicia. Impulsar la convivencia de todos los españoles en el mutuo respeto y el amor; amor que debe extenderse a quienes piensan de una manera distinta, pues nos urge la obligación de hacernos prójimos de todo hombre, especialmente de los pobres, los ignorantes, los despreciados: aquellos a quienes nadie parece amar. Solicitar que, en los caminos de futuro que se abren para España, las estructuras jurídico políticas ofrezcan a todos los ciudadanos la posibilidad de participar, libre y activamente, en la vida del país, y en las medidas concretas de gobierno. El cardenal, en nombre de la Iglesia española, pidió al Rey la democracia y la libertad, cuando esto no era fácil hacerlo‖. Alfa y Omega, ―¿Qué papel ha jugado la Iglesia en los 25 años de democracia?‖, núm. 241, 4-6-2001. El escritor Alfredo Grimaldos ve en aquel gesto una intención clara de preservar lazos con el poder: ―[…] Durante la última etapa del franquismo, con el cardenal Tarancón al frente, la Iglesia pretende desmarcarse del Régimen, pensando que la dictadura se va a hundir con enorme estrépito y que lo inteligente es mantenerse lo suficientemente alejado de sus residuos para que el derrumbe no le alcance. El ‗gran gesto progresista‘ del arzobispo de Madrid en San Jerónimo el Real, poco después de la muerte del dictador, pidiéndole al rey apertura, no es más que un espectáculo medieval, la renovada alianza eterna entre la Iglesia y el Trono.‖ Grimaldos, A.: Op. cit., p. 11. También recoge las reflexiones de Mariano Gamo, ―cura-obrero‖ dirigente del Sindicato Unitario y miembro de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) por la que se presenta como cabeza de lista en las elecciones de 1982: ―[…] lo que hizo, en hora solemne y en fórmula pública, en la homilía de la misa de proclamación de Juan Carlos I, en San Jerónimo el Real, no fue más que abrir una nueva etapa de colaboración con el régimen establecido, un nuevo maridaje entre la Iglesia y el Trono. Tarancón pasa por ser una persona liberal porque se le compara con los obispos ultras que hay en la Conferencia Episcopal‖. Ibídem, p. 64. 546 Miguel Ángel Peñuelas Ayllón sistema democrático, bajo el binomio: ―ni partidismo, ni neutralidad‖, es decir, sin apoyar desde la institución a ningún partido concreto, pero tampoco neutral respecto al tipo de ordenamiento político y ético-cultural de las nuevas leyes de la sociedad856. Desde el sector inmovilista Guerra Campos pasa de inmediato a la ofensiva y, en enero de 1976, destaca la catolicidad de la institución regia en La monarquía católica, con el fin de evitar que sanciones leyes con valores contrarios a la religión que le ampara, bajo la disyuntiva de tener que abandonar el cargo en el caso de producirse conflicto: ―[…] El rey, como gobernante, no puede ser árbitro indiferente a los juicios de valor porque es servidor y tutor de valores fundamentales, y lo es con autoridad independiente de las opiniones, aunque éstas fueran mayoritarias […], el rey está como principio de unidad orgánica y promotor de la justicia en el desequilibrio entre ‗mayoría del pueblo‘ y ‗grupos de resonancia‘ y entre ‗sectores débiles del pueblo‘ y ‗sectores con capacidad de presión‘ […] Si en un momento dado se produjesen manifestaciones de opinión opuestas a aquellos valores (fundamentales e históricos a la C