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Transcript
TESIS DOCTORAL
“LA OTRA TRANSICIÓN DE LA IGLESIA. EL CONTROL
CONSERVADOR DE LAS DIÓCESIS CASTELLANOMANCHEGAS
Y SU DIFÍCIL DESENGANCHE DEL NACIONALCATOLICISMO”
Autor:
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Director:
Prof. Dr. D. Ángel Luis López Villaverde
Departamento de Historia
Facultad de Ciencias de la Educación y
Humanidades
UNIVERSIDAD DE CASTILLA LA MANCHA
“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra,
¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo,
¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra?
No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán
divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo
contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre,
la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
Evangelio según San Lucas 12, 49-53.
(Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios)
Foto de portada:
Moneda de 10 céntimos del año 1959. En su anverso reza:
―Francisco Franco, Caudillo de España,
por la Gracia de Dios‖.
ÍNDICE
Agradecimientos ................................................................................. 9
Siglas y abreviaturas ......................................................................... 11
Introducción: ¿Transición eclesiástica y política en la Iglesia? ................. 13
Planteamientos y estudios previos ....................................................... 31
PARTE PRIMERA
DE LA IGLESIA EN CONNIVENCIA CON EL RÉGIMEN A LA DEL ―CAMBIO‖ . 71
Capítulo I. Una jerarquía en contra de la nueva concepción del Concilio
Vaticano II sobre la autoridad dual Iglesia-Estado ................................. 73
I.1. Nacionalcatolicismo y ―Religión politizada‖ ...................................... 73
I.2. El ―cierren filas‖ de los obispos con el franquismo durante el Concilio 101
I.3. La nueva Conferencia Episcopal con mayoría prorrégimen ............... 133
I.3.1. Prelados contra la Ley sobre Libertad religiosa de 1967 y
la desconfesionalización del Estado ................................... 141
Capítulo II. La presión de las bases hacia una ―Transición eclesial‖ en CLM
..................................................................................................... 149
II.1. La temprana combatividad de los movimientos obreros de AC de
Albacete contra del régimen .............................................................. 149
II.2. Guerra Campos atenaza a los Movimientos por su diálogo con
marxistas, sindicación y politización ................................................... 169
II.3. La contestación del clero en Albacete, Toledo y Guadalajara. El curaobrero como nuevo modelo de evangelización ..................................... 217
Capítulo III. La convulsión de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros
(1969-1971) ................................................................................... 235
III.1. La ―Transición eclesiástica‖ de una Iglesia sumida entre la
secularización y la politización ........................................................... 235
III.1.1. Marcelo González: de la disputa con el nacionalismo
catalán a Toledo, y el reconocimiento del régimen ............. 255
III.1.2. Las Asambleas del Presbiteriado: el revulsivo para un
clero expectante por los cambios en la institución .............. 265
III.1.3. El amplio debate de la Asamblea nacional en medio de
una dura confrontación en la cúpula ................................. 307
Capítulo IV. Tensiones con el régimen tras la Asamblea de la ―otra‖
Transición, la eclesiástica (1972-1975) ............................................... 331
IV.1. La complicada diplomacia/distensión entre los prelados del ―cambio‖ y
los inmovilistas ................................................................................ 331
IV.2. Guerra Campos, el ―Obispo de España‖, en Cuenca. La jerarquía de la
provincia eclesiástica de Toledo referente del conservadurismo ............. 369
IV.3. El clero de Albacete y Toledo contra el régimen. Del control de los
obispos en el resto de las diócesis castellano-manchegas...................... 419
IV.4. La jerarquía apoya los MCC y el Opus mientras HOAC y JOC pasan a la
praxis política .................................................................................. 457
IV.5. La muerte de Franco provoca en los obispos afectos al régimen la
máxima exaltación de su figura ......................................................... 507
PARTE SEGUNDA
IGLESIA Y DEMOCRACIA: SU RESITUACIÓN EN UNA SOCIEDAD PLURAL. 539
Capítulo V. La Iglesia ante el nuevo régimen democrático ..................... 541
V.1. El ―no‖ a la Ley de Reforma Política de los inmovilistas .......... 541
V.2. El ―apartidismo‖ de la cúpula de la Iglesia de CLM ante las
elecciones de 1977 .................................................................. 581
V.3. Una Constitución, la de 1978, sin Dios e ―incitadora al crimen‖,
según Guerra Campos ............................................................. 617
V.4. La oposición frontal de la jerarquía al divorcio y aborto ......... 657
V.5. Los Acuerdos de 1979 prorrogan los privilegios a la Iglesia. El
Vaticano retoma postulados de la jerarquía inmovilista ................ 695
Capítulo VI. Epílogo. Marcelo González y José Guerra diseñan su pervivencia
frente al Estado aconfesional ............................................................. 711
VI.1. La acogida de órdenes arcaicas y reabrir el diálogo con ciertas
bases como líneas de supervivencia de la tradición ...................... 711
VI.2. El dispar final eclesiástico de González Martín, en buena lid
diplomática con la izquierda, y el retraimiento social de Guerra
Campos ................................................................................. 745
CONCLUSIONES .............................................................................. 763
ANEXOS ......................................................................................... 791
Anexo 1: Capítulo I. José Guerra Campos. Sus pasos previos
hasta el Concilio ............................................................ 793
Anexo 1.1. Texto original, completo, de Guerra ―Pablo VI
advirtió los errores‖ al publicado por ABC, 8-12-1975 ......... 799
Anexo 2. Capítulo III. Personal del clero por provincias en 1968
................................................................................... 807
Anexo 2.1. Proposiciones de las diócesis, e interdiocesanas,
castellano-manchegas a la Asamblea Conjunta .................. 809
Anexo 3. Capítulo IV. Carta de José Guerra a la muerte de
Franco .......................................................................... 863
Anexo 4. Capítulo V.2. Resultados de las elecciones generales
de 1977 en CLM............................................................. 865
APÉNDICES DOCUMENTALES ............................................................ 869
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA ................................................................ 871
Agradecimientos
El trabajo que viene a continuación no tendría ningún valor sin la aportación
de todas aquellas personas que, desinteresadamente, nos han transmitido su
experiencia, sabiduría y recuerdos que, con las valiosas y certeras orientaciones de
mi director de Tesis, Ángel Luis López Villaverde, han llevado a buen puerto este
reto. A todas ellas mi más profundo agradecimiento, con un recuerdo muy especial
para todos los profesores y profesoras de los Cursos de Doctorado ―Territorio y
Patrimonio Histórico Cultural‖, en especial a un amigo que leerá estas hojas desde
algún lugar, Ángel Luis Mota Chamón; y a Manuel Ortiz Heras que, con su buen
hacer y confianza, nos ha hecho discurrir por márgenes muy enriquecedores en la
indagación sobre nuestra historia reciente. También, como no, a quienes nos han
acercado los documentos que sirvieron para testificar estas páginas (técnicos de
archivos y bibliotecas) y, por supuesto, a las que, por inmerecido olvido y espacio,
no están en estas líneas. Es preciso añadir a este apartado a aquellos compañeros y
compañeras que han participado de la curiosidad y el entusiasmo porque esta idea
saliera adelante. Algunos han pasado a ser amigos.
Valorar, por otro lado, la licencia por estudios que la Consejería de Educación
de la Comunidad de Madrid nos otorgó para desarrollar parte de este trabajo
durante el curso 2009-2010, lo que posibilitó acudir a fuentes lejanas y documentos
que, de otra manera, hubiera sido imposible compilar.
Y más que agradecer queremos devolverles el tiempo, su entusiasmo y
cariño, a quienes nos han animado a cada instante a continuar: especialmente a
María y a nuestros hijos, Yáiza y Borja; a mis padres, Andrea y Narciso; a mi
hermano -magnífico investigador- Juan Carlos; a mis suegros Felicitas y Juan Pedro,
a quienes tanto les debo; y a tantos amigos que han compartido desde el principio
las ilusiones que ponemos en cada nuevo reto. De todas ellas, y ellos, también es
este modesto texto.
Siglas y abreviaturas
AC: Acción Católica / ACE: Acción Católica Española
ACGHOAC: Archivo de la Comisión General de la HOAC
ACNP Asociación Católica Nacional de Propagandistas
ACO: Acción Católica Obrera
AGA: Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares)
ANHOAC: Archivo Nacional de la HOAC, Madrid
AHJEC: Archivo Histórico de la Juventud Estudiante Católica, Madrid
AHJOC: Archivo Histórico de la Juventud Obrera Católica, Madrid
AHPGCA: Archivo Histórico Provincial Gobierno Civil de Albacete
AHPGCC: Archivo Histórico Provincial Gobierno Civil de Cuenca
AP: Alianza Popular
ATM: Archivo Tomás Malagón
BAC: Biblioteca de autores cristianos
BEAS: Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Sevilla
BEAT: Boletín Eclesiástico de la Archidiócesis de Toledo (desde 1969), con anterioridad
Boletín Oficial del Arzobispado de Toledo (BOAT)
BOAM: Boletín Oficial de la Archidiócesis de Madrid-Alcalá
BOAS: Boletín Oficial del Arzobispado de Santiago
BOAV: Boletín Oficial Eclesiástico del Arzobispado de Valladolid
BOC: Boletín Oficial de las Cortes
BOCEE: Boletín Oficial de la Conferencia Episcopal Española
BOE: Boletín Oficial del Estado
BOOA: Boletín Oficial del Obispado de Albacete
BOOC: Boletín Oficial del Obispado de Cuenca
BOOPOM: Boletín Oficial del Obispado de las Órdenes Militares (Ciudad Real)
CCOO: Comisiones Obreras
CCP: Comunidades Cristianas Populares
CEAS: Comisión Episcopal de Apostolado Seglar
CEC: Comisión Episcopal del Clero
CEDA: Confederación Española de Derechas Autónomas
CEE: Conferencia Episcopal Española
CELAM: Conferencia Episcopal Latinoamericana
CLM: Castilla La Mancha
CONCAPA: Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos
CPS: Cristianos por el Socialismo
DC: Democracia Cristiana
ETA: Euskadi Ta Askatasuna
FECUM: Federación de Congregaciones Universitarias Marianas
FERE: Federación Española de Religiosos Españoles
FN: Fuerza Nueva
FRAP: Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico
GE: Gabinete de Enlace, del ministerio de Información y Turismo
GRAPO: Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre
HOAC: Hermandad Obrera de Acción Católica
HOACF: Hermandad Obrera de Acción Católica Femenina
HSE: Hermandad Sacerdotal Española
INE: Instituto Nacional de Estadística
JACE: Juventud de Acción Católica Española
JARC: Juventud de Acción Rural Católica
JEC: Juventudes de Estudiantes Católicos
JECF: Juventud Estudiante Católica Femenina
JIC: Juventud Independiente Católica
JOAC: Juventud Obrera de Acción Católica
JOC: Juventud Obrera Católica
JOCF: Juventud Obrera Católica Femenina
LRP: Ley de Reforma Política
MAS: Movimiento de Apostolado Seglar
MCC: Movimiento de los Cursillos de Cristiandad
MFC: Movimiento Familiar Cristiano
MIT: Ministerio de Información y Turismo
MRA: Movimiento Rural de Adultos de AC
MRC: Movimiento Rural Cristiano
OD: Opus Dei
OS: Organización Sindical
PCE: Partido Comunista de España
PP: Partido Popular
PSOE: Partido Socialista Obrero Español
PSUC: Partido Socialista Unificado de Cataluña
SNC: Secretariado Nacional del Clero
TOP: Tribunal de Orden Público
UCD: Unión de Centro Democrático
UGT: Unión General de Trabajadores
UNAS: Unión Nacional de Apostolado Seglar
USO: Unión Sindical Obrera
VOJ: Vanguardia Obrera Juvenil
VOS: Vanguardia Obrera Social
13
―La otra Transición de la Iglesia…
Introducción: ¿Transición eclesiástica y política en la Iglesia?
La Transición política española del régimen autoritario, encarnado en
la figura del general Francisco Franco y Bahamonde (1892-1975), a la
instauración de un sistema democrático y sus instituciones, continúa siendo
argumento de estudio en constante revisión y análisis desde los ámbitos
político, jurídico, sociológico, histórico, ideológico o, como en nuestro caso,
religioso1.
1
Algunos de los autores que han sistematizado una bibliografía básica desde distintos
enfoques: Powell, Ch.: ―Bibliografía básica sobre la Transición en España‖, Revista de
Occidente, núm. 54, 1985, pp. 138-141 (óptica jurídico-política, sin referencias al papel de la
Iglesia); Ortiz Heras, M.: ―Historiografía de la Transición‖, La Transición a la democracia en
España. Historia y fuentes documentales. VI Jornadas de Castilla-La Mancha sobre
investigación en archivos, ANABAD, Guadalajara, 2004, pp. 223-240; Entre la bibliografía
específica sobre la Transición y la Iglesia: Cuenca Toribio, J. M.: ―La Historiografía eclesiástica
contemporánea. Balance provisional a finales de siglo (1976-1999)‖, Hispania Sacra, nº 51,
1999, pp. 355-383; López Villaverde, Á. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖, en
Ortiz Heras, M. (Coord.), Culturas políticas del nacionalismo español. Del franquismo a la
transición, La Catarata de los Libros, Madrid, 2009, pp. 153-183; Martín de Santa Olalla, P.:
―La Iglesia durante la Transición a la Democracia: Un balance historiográfico‖, en Navajas
Zubeldía, C. (Ed.): Actas del IV Simposio de Historia actual, Instituto de Estudios Riojanos,
Logroño, 2002; Suárez Fernández, L.: Franco y la Iglesia. Las relaciones con el Vaticano,
Homo Legens, Madrid, 2011. Tusell, J.: ―Transición: lo importante sucedió antes‖, en La
fuerza del diálogo, Homenaje a Joaquín Ruiz Jiménez, Madrid, Alianza, 1997, pp. 202-208;
Tusell, J. y Soto, A.: Historia de la transición, (1975-1986), Alianza Editorial, Madrid, 1996.
Sobre la influencia de la Iglesia católica, desde la óptica de historiadores extranjeros: Payne,
S. G.: El catolicismo español, Barcelona, Planeta, 1984; Callahan, W. J.: La Iglesia católica en
España
(1875-1998),
Barcelona,
Crítica,
2003;
Botti,
A.:
Cielo
y
dinero.
El
nacionalcatolicismo en España (1881-1975), Madrid, Alianza, 1992; Lannon, F.: Privilegio,
persecución y profecía. La Iglesia Católica en España 1875-1975, Madrid, Alianza, 1990.
Desde la sociología, tenemos el punto de vista de Díaz Salazar, R. y Giner, S.: Religión y
14
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La Iglesia católica, con estatus preponderante sobre el resto de credos
por su exclusiva relación con el régimen, aporta indudables claves al
proceso. De hecho, son muchos los que aseveran que la institución vive su
propia evolución, con anterioridad al hecho político, en lo que ha venido a
llamarse ―Transición eclesiástica‖2. Una Transición basada en el intento por
sociedad en España, CIS, Madrid, 1993; Recio, J. L., Uña O. y Díaz Salazar, R.: Para
comprender la transición española. Religión y política, Verbo Divino, Estella, 1990; DíazSalazar, R.: ―Los cristianos, la lucha por la democracia y la creación del nuevo movimiento
obrero (1947-1977), XX Siglos, nº 16 (1993/4), pp. 5-14. FOESSA: Informe sobre el cambio
social en España, 1975-1983, IV Informe, vol. 2, Madrid, 1983, pp. 517-638; Casanova, J.:
"La recristianización de Europa. Catolicismo y democratización en España y Polonia" en
Historia y Fuente Oral, núm. 2 y 10, 1993, pp. 45-71; Hernández, A.: El quinto poder. La
Iglesia de Franco a Felipe, Temas de Hoy, Madrid, 1995; Moreno María, N. A.: "La Iglesia
ante el cambio político, 1975-1979" en Soto, A., Marín J. M., Díaz Gijón J. R., Martínez Lillo,
P. y Pan-Montojo, J. (coord.): Historia de la Transición y consolidación democrática en
España, tomo I, UNED, Universidad Autónoma de Madrid, 1996, pp. 141-149; Brasloff, A.:
Religión and Politics in Spain. The Spanish Chrurch in Transition, 1962-1996, London/N. York,
1998; Urbina, F. y otros: Iglesia y Sociedad en España, 1939-1975, Edit. Popular, Madrid,
1977. Sobre movilizaciones sociales y Transición: Sartorius, N. y Alfaya, J.: La memoria
insumisa: sobre la Dictadura de Franco. Barcelona, Crítica, 2002; Sartorius, N., y Sabio, A.:
El final de la dictadura. Los meses que cambiaron la historia de España (Noviembre 1975–
junio 1977), Temas de Hoy, Madrid, 2007; sobre Castilla la Mancha (CLM), la región a la que
nos ceñimos en este trabajo, Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la
dictadura y la transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979, Biblioteca Añil, Almud Ediciones de
Castilla-La Mancha, Ciudad Real, 2008.
2
Son muchos que, al igual que el profesor Javier Tusell, reconocen una evolución en la Iglesia
anterior al cambio político: ―[…] La España democrática posterior a la transición resultó, en
gran medida heredera del catolicismo avanzado de los años sesenta y setenta. […] la
transición de la Iglesia fue anterior a la política y acabó por facilitarla. [..] La Iglesia
española, en realidad, realizó su propia evolución mucho antes de que tuviera lugar el cambio
político de la transición, adelantándose de este modo al cambio de la sociedad. Este hecho
debe ser reconocido, pasado el tiempo‖, Tusell, J.: ―Desarrollo económico, aperturismo y
15
―La otra Transición de la Iglesia…
transformar sus estructuras arcaicas, fruto de las exigencias de parte de sus
integrantes que, al mismo tiempo, se involucran en que la institución
abandone el apoyo a un régimen totalitario que se tambalea, confluyendo en
una doble intencionalidad: acceder a nuevos cauces de participación en dos
parcelas comunitarias, la religiosa y la política.
En lo que se refiere a ambas Transiciones, la política y la eclesial,
creemos
que
desempeñado
se
ha
desde
otorgado
―arriba‖
un
en
excesivo
la
reconocimiento
recuperación
de
las
al papel
libertades
democráticas. Hablamos de los altos estamentos del poder eclesiástico,
político y militar, con ciertos rasgos, tal y como sostiene M. Redero, de una
―revolución pasiva‖, según el modelo gramsciano, donde los grupos
tardofranquismo (1966-1975)‖, en Lynch, J.: Historia de España, Época Contemporánea
1808-2004, Crítica, Barcelona, 2007, pp. 651 y 653. Santos Juliá plantea la primera
―Transición‖ eclesiástica: ―[…] la primera ocasión en que aparece el postulado de un periodo
de transición para España es la declaración aprobada en febrero de 1937 por el Comité
français pour la paix civile et religieuse en Espagne, presidido por el teólogo y filósofo católico
francés Jacques Maritain. Maritain y el Comité, en abierta oposición a la actitud mantenida
por la Iglesia católica española, y muy especialmente por el cardenal arzobispo de Toledo y
por el obispo de Salamanca, los catalanes Isidro Gomá y Enrique Plá y Deniel, proponían un
plan de mediación internacional que condujera a un ‗periodo de transición‘, necesario para el
apaciguamiento de los espíritus, la renuncia a la violencia, el restablecimiento de la paz y que
culminaría en un plebiscito sobre la ‗constitución fundamental del país‘. Transición aparece,
pues, en esta primera ocasión, como el periodo de tiempo necesario para que el pueblo
español recuperara la posibilidad de decidir libremente la forma de gobierno que prefiriera y
que no podría expresarse ‗más que en una votación popular, un plebiscito, por ejemplo…‖.
Juliá, S.: ―Transición antes de la transición‖, en Gómez Bravo, G.: Conflicto y consenso en la
transición española, 2009, pp. 21-38.
16
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
dirigentes marginan la iniciativa y el protagonismo popular3. La historia y la
teoría política señalan, como indica Held, que el motivo del cambio
democrático que guía a diferentes grupos, clases y movimientos, tiene como
fin: ―[…] un mayor grado de autonomía y control sobre sus vidas contra
distintas formas de estratificación, jerarquía y opresión política‖4.
En la institución eclesiástica el protagonismo apunta, hasta aquí, a su
jerarquía, principalmente al cardenal Vicente Enrique y Tarancón quien, tras
su llegada a la presidencia de la Conferencia Episcopal Española (CEE),
dirige, junto a un grupo cada vez más numeroso de obispos de tendencia
aperturista, la Iglesia española hacia su resituación en el nuevo orden
político que se vislumbra para el país (una Iglesia en la que sus diferentes
poderes -como en el resto de instituciones inmersas en cualquier proceso de
cambio-, no se orientan hacia unos mismos objetivos, no se adaptan a los
3
Redero San Román, M.: ―La iglesia y la transición‖, La transición a la democracia en España,
Marcial Pons, Madrid 1996, pp. 229-30. El segundo de esos rasgos es la capacidad para
anular y desorganizar a los grupos opositores más revolucionarios (obsérvese el estado de los
partidos a la izquierda del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) durante la Transición),
cuestión que trataremos de ver en la Iglesia. El autor destaca la importancia del factor
religioso en el comportamiento de una mayoría de españoles. Ibídem. Como afirma Mariano
del Mazo: ―[…] la voz transición llegó a convertirse en la transición de la que todo el mundo,
incluso quienes nunca habían sido oposición ni formado parte de ningún grupo de la
disidencia, comenzó a hablar desde el momento en que Manuel Fraga (ministro en varios
gobiernos con Franco) se sumó también al carro cuando declaró: ‗Mi lema es la reforma, y
ello supone una táctica de ordenada transición‘‖. Declaraciones de Mariano del Mazo a El
Correo Catalán, 7-4-1971.
4
Held, D.: ―Citizenship and Autonomy‖ en Held, D. (ed.): Political Theory and the Modern
State. Cambridge, Polity Press, p. 199.
17
―La otra Transición de la Iglesia…
procesos de cambio en los mismos tiempos, ni por supuesto aceptan de
igual modo las nuevas normas de relación institucional sobrevenidas)5.
5
El papel del ―cardenal del cambio‖ está sometido a debate. Vid. Martín Descalzo, J. L.:
Tarancón el cardenal del cambio, Planeta, Barcelona, 1982. Desde quienes rebajan su
protagonismo a otros actores y colectivos, Vid. Piñol I Font, J. M.: La transición democrática
de la Iglesia española, Trotta, Madrid, 1999. Según José Cuenca Toribio: ―[...] tal vez, la
jerarquía eclesiástica, junto con los políticos y el ejército, se atribuye un protagonismo
desmesurado en la singladura de la transición, empresa, en verdad, de la que todo el pueblo
español puede ufanarse. Por lo demás, su ‗reconversión‘ no ha sido tan profunda como a
veces se afirma, y ha estado lastrada por un oportunismo que, a la vista de la historia
moderna, bien pudiera creerse congénito a la institución episcopal […]‖. Cuenca Toribio, J.
M.: Iglesia-Estado en la España contemporánea, prólogo a la segunda edición, Alhambra,
Madrid, 1989, p. 13. Vicente Enrique y Tarancón, ordenado sacerdote en 1929, es obispo de
Solsona (1946-1964), arzobispo de Oviedo (1964-1969), cardenal primado de Toledo (19691971) y arzobispo de Madrid (1971-1983). Nombrado cardenal por el Papa Pablo VI, en 1969,
fallece en 1994. Él mismo recoge en su obra autobiográfica Confesiones (póstuma), Madrid,
PPC, 1996, los frentes y maniobras que, en uno y otro sentido, la jerarquía ejerce durante la
Transición. Su vicario general en Madrid, José María Martín Patino, mantiene que el propio
Tarancón destruye unas primeras Memorias de las que nadie ha desvelado dato alguno: ―[…]
él quería dejarlo todo; lo que decía del Rey, lo que decía de Suárez, lo (terrible) que decía del
obispo Guerra Campos... Había tenido muchos encuentros y muchos desencuentros, y ahí
estaban, mezclados con su rabia de ciudadano dispuesto a contar qué pasó‖. Cruz J.: ―La
rabia de Tarancón‖, El País, 22-1-2012. Del resto de sus escritos destacamos: La nueva
forma del apostolado seglar, Vigo, 1937; Renovación total de la vida cristiana (1954); Los
seglares en la Iglesia (1958); Sucesores de los apóstoles (1960); La parroquia, hoy (1961):
La Iglesia en el mundo de hoy (1965); El sacerdocio a la luz del Concilio Vaticano II (1966);
La crisis de fe en el mundo actual (1968); Liturgia y lengua del pueblo (1970); Unidad y
pluralidad en la Iglesia (1970); y Cartas a un cristiano (1987). Sobre Vicente Enrique y
Tarancón: Blas, C. de: El cardenal que coronó al Rey: Pablo VI eligió a Tarancón para separar
a la Iglesia del Franquismo, Barcelona, 1995; Infiesta, J.: Tarancón. El cardenal de la
reconciliación. Ed. San Pablo, Madrid, 1995; Escámez, P.: ―Un eminente cardenal español‖, La
Gaceta del Poniente, 13-1-1995 y Piñar, B.: Mi réplica al cardenal Tarancón, Ed. FN, Madrid
1998, para el autor, una réplica al libro del cardenal, Confesiones.
18
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La Iglesia tiene una desmedida presencia en las propias instituciones
regidoras del Estado tras la guerra civil (1936-1939), estamentos donde se
diseñan las líneas en el ámbito legislativo que se trasladan posteriormente
sobre la organización social y política del país. Sin embargo, también se
produce, desde principios de los años cincuenta, la presencia de ciertas
bases en los incipientes conflictos de tipo social y político que promueven
sindicatos y partidos clandestinos, poniendo en tela de juicio el ―maridaje‖
Iglesia-Estado, postura que ―fuerza‖, entendemos, gradualmente a coincidir
a cierta parte de la jerarquía renovada generacionalmente. El Concilio
Vaticano II (1961-1965) -sin entrar a analizar si las conclusiones del mismo
son consecuencia de la presión intelectual que provocan en millones de
fieles las corrientes de racionalismo y reivindicación social y política a nivel
local-, define un nuevo marco de separación de poderes civil y eclesiástico,
sobre todo en regímenes totalitarios, con el consiguiente giro en la
trayectoria de su ―historia‖ y confirmando los deseos de muchos militantes
católicos6.
El Episcopado español se encuentra con que gran parte de la base
sociológica del país -que aboga por los cambios a la participación política a
partir de la década de los sesenta- está ideológicamente formada, e influida
6
Sartorius y Sabio apuntan: ―[…] Las relaciones entre la Iglesia y el Estado se deterioraron
porque la constitución Gaudium et Spes proclamaba el derecho a la participación y el
pluralismo político, derecho a la huelga y a la libre sindicación de los trabajadores. De hecho,
a mediados de los setenta no es raro ver sacerdotes y cristianos de base ‗empapados‘ en la
Teología de la Liberación y con las premisas del Concilio de fondo, implicados en la tarea de
sensibilización hacia el sindicalismo agrario como lucha antifranquista‖. Sartorius, N., y Sabio,
A.: Op. cit., p. 235.
19
―La otra Transición de la Iglesia…
en gran medida, por la Iglesia7. De ahí que ciertos integrantes comprendan
el mensaje y traten de retomar la iniciativa de ese ―cambio‖ hasta los límites
que en su propia naturaleza le sostiene y, que como ocurre en toda
conformación grupal, producirá una reacción contraria en otros que se
anclan en el continuismo, el inmovilismo y hasta involución8. El pretendido
7
Montero, F.: "La Iglesia y la transición", Ayer, nº 15, 1994, pp. 223-241. Gregorio
Rodríguez Cabrero y Julia Montserrat recogen el interés de los jóvenes por la política que
coincide en su punto más alto con el final de la dictadura y con el máximo esplendor del
asociacionismo. Según su estudio el asociacionismo remonta en cifras años más tarde, al
contrario que la participación política que no deja de descender. Es significativo que en 1965
un 19% se declara interesado en política y que en 1975 alcanza el 30-45%, para bajar hasta
el 11% en 1982. Por otro lado, según recoge la Fundación para el Fomento de Estudios
Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA), de DATA para Cáritas Española, en 1973 el 37% de
los españoles pertenece a alguna asociación: 13% deportivas, 15% religiosas, 11%
culturales, 11% cívico-sociales (de padres de familia, de consumidores, Cruz Roja y otras) y
el 4% políticas (Falange, Sección Femenina, Frente de Juventudes, Comunión Tradicionalista,
Alféreces y Sargentos Provisionales y otras). Rodríguez Cabrero, G. y Montserrat, J. (Dirs.):
Las entidades voluntarias en España, Madrid, ministerio de Asuntos Sociales, 1996.
8
Los términos ―inmovilismo‖ o ―inmovilista‖ se aplica a quienes -viendo el final del régimen
franquista- tratan de perpetuarlo ―perfeccionándolo‖, y ―sin perder las señas de identidad del
Estado surgido a raíz del ‗Alzamiento del 18 de julio‘‖. Soto Carmona, A.: ―El régimen de
Franco‖, en AA. VV.: Historia de la España actual, 1939-2000. Autoritarismo y democracia,
Madrid, 2001, p. 14. Podemos caracterizar tres grupos de posicionamiento de los miembros
de la institución eclesiástica, tal y como también se reproduce entre la ciudadanía:
inmovilistas, continuistas y oposición o aperturistas/rupturistas, ante el cambio de régimen.
Los primeros, los inmovilistas, se preocupan desde muy temprano del rearme ideológico y a
destacar el desarrollo socioeconómico que vive el país, al tiempo que sostienen que no es
necesario el modelo de asociaciones políticas, o parlamentario, sino la lucha contra las
―desviaciones‖ y la degradación que sufren otros países en el aspecto moral. En el polo
opuesto están los aperturistas que ven estos planteamientos insuficientes a sus aspiraciones
políticas en la representación del individuo en una democracia inorgánica. Entre ambos
cabrían los continuistas, más moderados, que admiten un asociacionismo restringido,
20
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
abandono paulatino de los principales centros del poder político nos plantea
se produce por la conformación de un nuevo criterio en su seno, desde
plurales canales de participación y discusión, configuración de ―su‖ propia
Transición, o de presiones internas en la inercia generalizada en el país.
De ahí, la creciente e imparable contraposición que surge entre el
discurso jerárquico-institucional inmovilista y el de las bases, donde aquellos
tratan de evitar la pérdida del estatus de protección, frente a la opción
―posibilista‖, originaria principalmente en el ―Movimiento católico‖9 (al que
articulado eso sí en el Movimiento Nacional del franquismo, teniendo al Consejo Nacional
como marco institucional. García Martínez, J. L. y Pérez Tornero, R.: ―Fuentes para el estudio
de colectivos sociales y partidos políticos en el fondo del gobierno civil del Archivo Histórico
Provincial de Cuenca‖, en La Transición a la democracia en España. Historia y fuentes
documentales…, Op. cit. Según Ruiz Rico: ―[…] La posición oficial de la Iglesia española, tras
el cambio, es, pues, reformista, en algún modo centrista y dotada de límites que usualmente
no se consideran. Se trata de conseguir el cambio del nivel régimen (generalmente a partir
del orden institucional existente), pero en ningún caso de alterar cualitativamente el cuadro
conformado por las clases colocadas en posición de dominio. Cambio de régimen, pero no de
sistema o, más exactamente, cambio de régimen para lograr la persistencia del sistema‖.
Ruiz Rico, J. J.: El papel de la Iglesia católica en la España de Franco, 1936-1971, Tecnos,
Madrid, 1977, p. 23.
9
Julio de la Cueva Merino recoge una simbiosis de las acepciones que su definición generan
F. Montero y P. Fullana: ―[…] podríamos definir al movimiento católico como el conjunto de
formas en que se manifiesta la acción de los católicos en la sociedad contemporánea,
entendidas tales formas en cuanto partes integrantes de un proyecto global de presencia y,
sobre todo, de defensa católica…‖, extendiendo estas cualidades más allá del periodo al que
se ciñe en su trabajo, sobre la Iglesia durante la Restauración, y sobre todo, ampliándolo a lo
restringido anteriormente para movimientos populares (o hasta hace poco para los sociales,
aplicado principalmente a la izquierda). De la Cueva Merino, J.: ―Clericalismo y movilización
católica durante la Restauración‖, en De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L.
(Coord.): Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición,
21
―La otra Transición de la Iglesia…
se le ha otorgado, creemos, también excesiva importancia sobre lo que
supone de presión sobre la jerarquía)10. Ambas visiones representan
distintos ordenamientos simbólicos de la realidad11.
Analizar los discursos que se generan en las dos esferas, la
controladora y la aperturista, durante ese periodo, son indispensables para
conocer los aspectos que desembocan en la globalidad conocida, en una
institución con dominios y ámbitos sociológicos muy amplios, de una
estratificación rígida y una clara ―opresión política‖ sobre quienes se alejan
de sus preceptos. Esta perspectiva rompe una visión monolítica de la
institución, así como la deriva no calculada hacia ciertas posiciones de difícil
previsión para sus protagonistas.
Fruto de las interacciones inter y extra orgánicas, como sucede en
toda organización, la Iglesia tiende a desdibujar o reorientar su pasado
según las conveniencias de sus directores. El estudio de sus divergencias
Colección Almud, núm. 5. Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, Servicio de Publicaciones
de la Universidad de Castilla La Mancha, Cuenca, 2005, p. 29.
10
Especialistas del tema observan una cierta debilidad organizativa y la impresión de que el
impulso propagandístico y organizativo, principalmente desde los movimientos obreros
católicos, es en realidad una tarea individualizada que choca a menudo con la indiferencia de
la mayoría. Vid. Montero, F.: El movimiento católico en España, Eudema, Madrid, 1993, pp.
90-91. Un ejemplo es Guillermo Rovirosa, dirigente de la Hermandad Obrera de Acción
Católica (HOAC), apartado de la dirección en 1957 por la jerarquía eclesiástica ante los
resquemores que su implicación política genera en el régimen, en AA. VV.: Guillermo
Rovirosa, ¡Ahora más que nunca! Ediciones HOAC, Madrid, 2006.
11
Melucci, A.: ―The process of collective identity‖ en Johston, H. y Klandermans, B.: Social
Movements and Culture. Minneapolis, University of Minnesota Press, 1995, pp. 41-47.
22
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
internas son claves para conocer en qué medida suponen un empuje, o
freno según el caso, al cambio de régimen, dado que a un tiempo es una
institución ligada a la dictadura, y por otro lado concurren segmentos,
movimientos y asociaciones, que interactúan con otros instrumentos de
participación, como partidos y sindicatos en la clandestinidad, con indudable
influencia en el ámbito social e ideológico12.
Es por ello que intentemos delimitar hasta qué punto no se abandona
la religiosidad por la proliferación de la ―religión social‖ o ―religión política‖,
pues esa motivación supone un cambio de fondo en la institución y su
imagen social, a pesar de los frenos de una superestructura –con origen en
la jerarquía reaccionaria- política y religiosa contraria13.
La Iglesia, como macro-institución, se sitúa en el área del poder, y
nuestro interés proviene del análisis de su proceso interno de transición
12
Muchos católicos se implican desde sus parroquias, con cierta permisividad de la jerarquía
y del clero, en una renovación evangelizadora y social con base política. Como afirma el
historiador de la Iglesia y teólogo A. Hastings: ―[…] la religión, la política y la cultura
interactúan de manera tan obvia…‖. Hastings, A.: La construcción de las nacionalidades,
Madrid, Cambridge University Press, 2000, p. 13.
13
Para López Villaverde: […] A la hora de organizar la convivencia -y el orden social, por
tanto- el poder político y la Iglesia católica han rivalizado históricamente mediante una pugna
dialéctica que ha fluctuado desde la confluencia de intereses -llegando a politizarse la religión
o a conceder una dimensión religiosa a la política- hasta el enfrentamiento más o menos
abierto y ha dado lugar a debates tan enriquecedores como el que actualmente pivota en
torno a la laicidad‖. López Villaverde, Á. L. (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla La
Mancha, Almud ediciones de Castilla La Mancha, Biblioteca Añil, Ciudad Real, 2010, p. 16. El
sociólogo Salvador Giner defiende que las sociedades han ido acercándose a las opciones
―religión civil o política‖ a medida que han ido apartándose de una encarecida e histórica
dimensión religiosa, fruto del avance imparable del proceso de secularización. Ibídem, p. 15.
23
―La otra Transición de la Iglesia…
endógena, y como ésta influye en el devenir de un contexto externo -su
desenvolvimiento
en
la
Transición
española-
por
lo
que
debemos
plantearnos de qué forma y en qué han consistido sus actuaciones y sus
subpoderes endógenos14.
Serán los activos, los militantes -los de ―abajo‖- el centro de mira de
los análisis donde encontrar el origen de las presiones, y por tanto algunas
de
los
motivos
de
los
cambios
llevados
a
cabo.
Como
recalca
insistentemente en sus informes FOESSA, la dimensión religiosa en España
es esencial para comprender el desarrollo de la política española durante la
Transición por sus antecedentes, su actitud en el ámbito social, preferencias
ideológicas y conducta electoral e imagen de los partidos15.
14
Linz, J. J.: ―El uso religioso de la política y/o el uso político de la religión: la ideología
sucedáneo versus la religión sucedáneo‖, Revista Española de Investigaciones Sociológicas
(REIS), núm. 114, abril-junio, 2006, con anterioridad en Maier, H. (ed.): Concepts for the
Comparison of Dictatorships, vol. 1, Londres, Routledge, 2004, pp. 107-125. El autor analiza
la
relación
entre religión y
política,
sobretodo
en
regímenes
totalitarios
-al
papel
desempeñado por la ―religión-sucedáneo‖ como la denomina- y las religiones políticas, que
enlazan, según su visión, con procesos de secularización.
15
FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981), Euramérica,
Madrid, 1981, año 1975, p. 308. También Vid. Informe sociológico sobre el cambio social en
España (1975-1983), Madrid, Euramérica, 1983. Por su parte, Laura Serrano afirma: ―[…] La
desproporcionada presencia de la religión y de lo eclesiástico durante largos años en España
lleva a González Anleo a hablar de una inflación religiosa del país, y al propio Tarancón a
calificar de excesivo el protagonismo social y político de la Iglesia española‖. Serrano Blanco,
L.: Aportaciones de la Iglesia a la democracia desde la diócesis de Valladolid, 1959-1979,
UPSA, Salamanca, 2006, p. 18. Redero San Román señala: ―[…] la relevancia del factor
religioso en el comportamiento político y electoral de los españoles durante la transición,
subrayando las novedades históricas de esa incidencia: la relativa dispersión del voto
católico, la ruptura de la tradicional polarización izquierdas-derechas con sus consiguientes
efectos pacificadores (superación del conflicto clericalismo-anticlericalismo). Más allá de las
24
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Si bien hasta la muerte de Franco no se produce la democratización
de las instituciones del Estado, es innegable que con anterioridad, una
importante movilización social -donde el concurso de múltiples agentes
sociales, colectivos e individuos- hacen posible una cultura política, lo que
podríamos denominar ―pretransición‖ hacia un sistema de participación y
gobierno democráticos. La presencia de católicos y sus organizaciones
intraeclesiales en el proceso, que generan lo propio en su contexto religioso,
es indudable16. Las bases, concretamente militantes de los movimientos
habituales interpretaciones sobre el pluralismo político de los católicos, pone de relieve la
existencia de una verdadera frontera entre una minoría significativa de católicos de
‗izquierdas‘ partidarios de un cambio de sistema y la mayoría de los católicos y de la propia
Iglesia institucional propiciadora de un mero cambio de régimen. Esa divisoria política sería la
responsable de las tensiones en el interior de la Iglesia, y del pluralismo que pervive en el
mundo católico antes y después de la transición […]‖. Redero San Román, M.: Op. cit., pp.
229-30. Sobre el paralelismo entre modernización de la sociedad e Iglesia/Transición, César
Alonso de los Ríos asegura: ―[…] No sería posible hablar de la modernización de la sociedad
española sin la católica‖. Alonso de los Ríos, C.: ―El cura como pretexto‖, ABC, 6-2-2002,
sección Opinión. Consideramos relevantes los análisis socio-antropológicos de Fernández
Fernández, G.: Religión y poder. Transición en la Iglesia Española, Edilesa, León, 1999.
16
En ese sentido J. I. Calleja afirma: ―[…] La Iglesia española no se desenganchó de la
dictadura el día 20 de noviembre de 1975. Existen ya análisis y estudios, siempre
susceptibles de notables aportaciones, que demuestran esta tesis‖. Calleja, J. I.: Discurso
eclesial para la transición democrática (1975-1982), Eset, Vitoria, 1988, p. 7. El autor
continúa preguntándose: ―¿No son también Iglesia muchos de los agentes sociales que
conforman otras fuerzas de la Transición? ¿A qué fuerza social atribuir el origen de las
actitudes adoptadas por los ciudadanos con ‗doble militancia‘ por ejemplo, a las propuestas
de los Obispos, a las opciones socialistas o a los convencimientos conservadores?‖. Ibídem, p.
20. Justo G. Beramendi se refiere a esta movilización como parte de una cultura política
proclive a la democracia: ―[…] Entendiendo por cultura política el conjunto de ‗las ideas,
valores y pautas de comportamiento político no de la elites políticas o de las minorías
políticamente organizadas, sino de las mayorías, de la gente común, de las masas…‘‖.
25
―La otra Transición de la Iglesia…
obreros y especializados de Acción Católica (AC), se encuentran en las
distintas movilizaciones y creación de organizaciones de tipo sindical y
político, junto a otros movimientos sociales, que gestan unas nuevas bases
de normas reguladoras del tejido social17. Esa fuerza, en conjunto, supone
un reequilibrio de variables, que supone la modificación de las estructuras
Beramendi, J. G.: ―La cultura política como objeto historiográfico. Algunas cuestiones de
método‖ en AA.VV.: Culturas y civilizaciones, III Congreso de la Asociación de Historia
Contemporánea, Valladolid, Universidad de Valladolid, 1998, p. 76. El profesor Israel
mantiene: ―[…] Allí donde la autoridad religiosa es fuerte, la historia indica que la sociedad es
invariablemente intolerante. […] El país (España) se ha convertido en notablemente más
secular, más libre y más próspero…‖. Ibídem. Israel, J.: ―Donde la autoridad religiosa es
fuerte, la sociedad es invariablemente intolerante‖, en Infocampus, Revista de Información
de la Universidad de Castilla La Mancha, Vicerrectorado de Coordinación, Ciudad Real, junio,
2011, p. 11. Por último, al referirnos al denominado periodo de pretransición, nos ajustamos
al acuñado por Raúl Morodo en La Transición Política, Madrid, Tecnos, 1984, pp. 73-98.
17
Según Díaz Salazar: ―[…] la presencia del factor católico y de la Iglesia en el apoyo en la
oposición al régimen franquista […] es un tema que ha sido poco estudiado y que deberá
seguir siendo investigado‖. Díaz Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia. Catolicismo y
Sociedad en España (1953-1979), Ed. HOAC, Madrid, 1981, p. 54. Como apunta Cuenca
Toribio: ―[…] La primera apertura, el primer esbozo de reconciliación nacional en el cuerpo
social tras la dramática fractura de la guerra civil quepa quizá filiarlo, muy germinal e
incipientemente, por supuesto, en la conducta de algunos de sus sectores, como, verbi
gratia, las organizaciones apostólicas de base obrera‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo,
Franquismo y nacionalcatolicismo, Ed. Actas, S.L., Madrid, 2008, p. 134. En la nota al texto
añade: ―[…] Frente a la opinión de Tusell y García Escudero en el sentido indicado en el texto,
dos sobresalientes conocedoras del periodo mantendrán la tesis opuesta (en referencia a E.
Nicolás Martín, y A. Alted Vigil en Disidencias del franquismo (1939-1975)… y de E. Berzal de
la Rosa en su libro Sotanas rebeldes. Contribución cristiana a la transición democrática, en el
que recoge textos sobre la participación directa o indirecta de las asociaciones obreras con el
nacionalcatolicismo‖. Ibídem. Vid. Berzal de la Rosa, E.: Sotanas rebeldes. Contribución
cristiana a la transición democrática, Diputación de Valladolid, Valladolid, 2007.
26
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
del poder, y pone en evidencia que la obtención de las libertades
democráticas se encuentra relacionada con la movilización emprendida
desde abajo18.
Por tanto, creemos que no podemos hablar de ―la Iglesia de la
Transición‖ sin plantearnos el hecho de una ―Transición en la Iglesia‖, que
significa un cambio de rumbo en las relaciones con el Estado en una nueva
redefinición
a
lo
pactado
con
un
régimen
dictatorial,
así como
la
reivindicación más profunda, desde las bases y gran parte del clero de un
cambio en las reglas socioeconómicas (si bien sostenemos que el discurso
de la institución trata de evitar un desgarro en el tejido social, político y, por
supuesto, religioso)19.
18
Foweraker, J. y Landman, T.: Citizenship Rights and Social Movements. A Comparative and
Setatistical Analysis. Oxford, Oxford University Presss, 1997, p. 2.
19
Para Laura Serrano: ―[…] la Iglesia prepara y anticipa la Transición, la anticipa porque ella
vive su propia transición interna… pero también la prepara alentando la conciencia cívica, la
participación ciudadana, formando líderes, combatiendo al régimen, deslegitimando su
ideología‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 55. Sobre el grado de responsabilidad en la caída
del régimen Simón Arce argumenta: ―[…] acerca de la significación de la ‗ruptura‘ de la
Iglesia con la dictadura, se cae de forma habitual en un argumento circular, el desenganche
de la Iglesia habría producido la progresiva caída de la dictadura, pero, a su vez, este
distanciamiento tendría como origen el propio declinar del régimen, del que la Iglesia se
querría separar para no verse afectada por el mismo. Según la visión histórico causalista
vigente, la separación de la Iglesia tuvo que ser causa de la caída del régimen o consecuencia
de la misma pero no las dos cosas a la vez‖. Simón Arce, R. A.: ―La Iglesia católica española
en la Transición desde el franquismo‖, en AA.VV.: Los marxistas españoles y la religión,
Edicusa, Madrid, 1977, y en la revista digital Umbral, Puerto Rico, septiembre de 2008. Tal y
como afirma L. X. Araujo Cardalda: ―[…] la defensa de sus intereses en el nuevo
ordenamiento institucional democrático de acuerdo con los parámetros del corporativismo
moderno‖. Araujo Cardalda, L. X.: El Estado oculto. Elementos para una revisión de la
transitología canónica. Política y catolicismo en la corporatización de la función religiosa en
27
―La otra Transición de la Iglesia…
En ese camino una parte de la jerarquía trata de guardar los intereses
de la institución en un nuevo sistema de reglas políticas y de conformación
social, pues temen -guardando sutilmente las distancias en cuanto a los
antecedentes, el momento histórico local e internacional, las orientaciones
de la Iglesia a nivel mundial, etc.-, que se repita el trauma que para la
institución supuso el cambio de régimen surgido tras la Dictadura de Primo
de Rivera, la Segunda República (1931) con el gobierno del Frente Popular,
donde la Iglesia pierde su posición de privilegio con graves tensiones con los
partidos de ideología marxista y anticlericales20. En ambos momentos
históricos inquieren fórmulas para influir en la redacción de las nuevas
Constituciones democráticas (en el periodo de estudio de este trabajo
cuenta aún con el garante monárquico, Juan Carlos I, heredado del
franquismo)21. Sin entrar en el análisis de aquel periodo, lo cierto es que en
España, Tesis doctoral, dirigida por X. L. Barreiro Rivas, Universidad de Santiago de
Compostela, http://noticias.universia.es/vida-universitaria/noticia/2009/06/11/661156/tesisusc-estudia-relacion-comunidad-politica-iglesia-catolica-espana.html.
20
Linz matiza que ambos momentos son desiguales en cuanto a la postura de la Iglesia: ―[…]
La muerte de Franco (1975), la transición a la Democracia (1975-1977), la nueva
Constitución (1978) y la llegada al poder de los socialistas (1982) no supusieron un trauma ni
una amenaza significativa para la Iglesia como lo fue la proclamación de la República de
1931. Los cambios de la Iglesia se habían producido en los últimos años del régimen de
Franco. El liderazgo, bajo la dirección del cardenal Tarancón, se había estado preparando
para el cambio de régimen, lo mismo que la oposición, especialmente el Partido Comunista,
que quería evitar una confrontación con
la Iglesia. El contraste con 1931 no podía ser
mayor‖. Linz, J. J.: La quiebra de las democracias, Madrid, 1993, pp. 33-34.
21
Si bien se ha hablado, y aceptado, que en aquel momento desde el Vaticano se aboga
inicialmente por mantener una posición enfrentista con la II República, también lo es que se
aconseja a la jerarquía, e Iglesia española en su conjunto, el respeto entre ambas
28
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
los años setenta, como define Sánchez Terán, la Iglesia lleva en curso una
―triple transición‖, la religiosa, cultural y política22. El profesor Feliciano
Montero ajusta el término a ―Transición eclesial‖: ―[…] creo que sería mejor
hablar de ‗transición eclesial‘ que ‗religiosa‘. […] el horizonte que nos
movemos más aquí es el de la relación Iglesia/Estado, la relación de fuerzas
políticas y sociales entre el mundo católico, en sus diversas expresiones, y el
régimen político‖23.
instituciones, en un ejercicio que no altere y genere la paz social (24-4-1931). Cárcel Ortí,
V.: Pío XI entre la República y Franco, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 2008.
En la Transición, se ha producido el Concilio Vaticano II donde se aboga por la separación de
los gobiernos y regímenes de signo dictatorial, cuestión que en principio no es apoyada por
gran parte de la jerarquía española afín al franquismo.
22
Sánchez-Terán define el origen de las tres: ―[…] La transición religiosa tiene su fundamento
esencial en el Concilio Vaticano II, que fue calando lentamente en la Iglesia española. En la
década de los sesenta la defensa de los derechos humanos es ya considerada parte
integrante del discurso religioso. La transición cultural se produjo al acentuar la Iglesia su
presencia en el mundo y, muy especialmente, en el mundo obrero a través de las
organizaciones de la Acción Católica -HOAC y JOC- y con la presencia de las nuevas
promociones de jóvenes sacerdotes en las parroquias de los barrios de trabajadores. En
cuanto a la transición política, la Iglesia al principio de los setenta mantenía una actitud
crítica ante el Régimen por la falta de democracia y de las libertades básicas. […] El momento
en que se conjugan las ‗tres transiciones‘ es el 23 de febrero de 1973 (creemos que se refiere
a marzo de 1972) -día clave en la Historia de la Iglesia española, pues el pleno de la
Conferencia Episcopal elige Presidente, por mayoría, al Cardenal Tarancón, Arzobispo de
Madrid-. Esto cambió el signo de la mayoría de la Conferencia Episcopal. Y este hecho fue
esencial en la cooperación de la Iglesia a la Transición‖. Sánchez-Terán, S.: ―Tarancón, una
clave de la Transición‖, ABC, Opinión, actualizado en web el 1-12-2007.
23
Para Montero ―Transición religiosa‖ se ciñe a los campos: […] sociológico y antropológico,
es decir, le interesa ver en qué medida el país se ‗descristianiza‘ y se secularizan las
costumbres o la cultura‖. De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L. (Coord.):
29
―La otra Transición de la Iglesia…
Otras visiones afirman que lo que se produce es la coexistencia de
varias Iglesias24, desde la que colabora con el régimen (que trata de
continuarse por todos los medios una vez desaparecido el dictador, y que
crea un reducto focalizado en un contexto local muy concreto como veremos
aquí), y otra que se distancia, promoviéndose como oposición en los últimos
años a la dictadura25.
Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la transición, Op. Cit.,
pp. 262-263. El profesor López Villaverde apunta desde dónde se comienza a expandir la
crítica al nacionalcatolicismo: ―[…] la crítica al Estado católico se fue abriendo camino desde
los movimientos de base y un sector del clero joven. Empezaba así la transición religiosa o
eclesial y la refutación del mito de la cruzada‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la
Cruzada‖, en Ortiz Heras, M. y González, A.: De la Cruzada al desenganche: la Iglesia
española entre el franquismo y la Transición, Silex, Madrid, 2011, p. 34. Vid. López
Villaverde, A. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖…, Op. cit., pp. 153-184.
24
Pedro Carasa Soto distingue cuatro ―iglesias‖: la ―liberal‖ de los propagandistas; la oficial y
jerárquica imbuida del espíritu de cruzada; la de base económica del Opus Dei (OD); y las
comunidades de base y curas-obreros. En el prólogo de Berzal de la Rosa, E.: Op. cit., p. x.
25
La Iglesia que protagoniza o participa en los conflictos de oposición al régimen franquista,
supone un avance sustancial para el proceso democrático, tal y como destaca J. Domínguez:
―[…] Primera: para deslegitimar al régimen desde dentro y hacer imposible la apariencia
misma de conformidad con la doctrina de la Iglesia. Segunda: para hacer evolucionar a
muchos creyentes. Tercera: para impedir el apoyo masivo del episcopado, que cada vez se
vio más forzado a enfrentarse con el régimen, sobre todo en lo que se refiere a la Ley
Sindical y a la renuncia de Franco a la presentación de los obispos, pedida por el Concilio. […]
La Iglesia poco a poco se va a retirar y eso será un factor importante en el tránsito a la
democracia. Cuarta: para apoyo de los militantes que pudieron decir tranquilos: ‗los herejes
eran ellos‘‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición
al franquismo (1951-1975), Ediciones Mensajero, Bilbao, p. 91.
30
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
31
―La otra Transición de la Iglesia…
Planteamientos y estudios previos
El presente trabajo se sustenta en el análisis de los discursos
emanados en y desde ciertos sectores de la institución eclesiástica,
principalmente el sector inmovilista frente al posibilista o aperturista, y
observar si se produce evolución en los mismos, teniendo en cuenta la
pluralidad de canales desde los que surgen26. Ahora bien, la necesidad de
ahondar en los fines que nos proponemos nos obliga, en primer lugar, a
ceñirnos a compilar aquellos textos que, desde la jerarquía y grupos de la
facción inmovilista de la Iglesia, ilustran su doble discurso en el que aparece
una clara intencionalidad política, frente al intento de neutralización o
censura, llegado el caso, cuando se vierte desde una visión manifiestamente
contraria. Para ello, lógicamente, aparecerán elementos contrapuestos
dependiendo de la contextualización de los temas.
Sin estimar valoración de grado en el lugar de esta exposición, también
se intentará realizar el mismo recorrido por las bases, sean seglares o clero,
al tiempo que desde aquí, intentaremos despejar la incógnita de si sus
26
Destacamos el planteamiento de J. I. Calleja quien ya analiza los contenidos de los
mensajes en el periodo de la Transición. El autor alienta otras perspectivas sobre las que
acercarse al tema: ―[…] La literatura laica es muy parca en noticias y análisis sobre la
aportación del colectivo eclesial en la Transición. […] Por el contrario, en la literatura ‗eclesial‘
(ensayos, revistas de pensamiento teológico-pastoral, órganos de expresión de las ‗corrientes
eclesiales‘ etc.) la aportación que se atribuye a la Iglesia adquiere una relevancia más
marcada, hasta alcanzar quizá, en ocasiones, caracteres de épica. Hay además un rasgo que
conviene en ambas literaturas y que refleja de antemano una dificultad añadida: el colectivo
eclesial es identificado, prácticamente, con el Episcopado, sobre todo, por el discurso ‗laico‘‖.
Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 5-6.
32
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
aspiraciones fuerzan u obligan a esa jerarquía a un desplazamiento
originario, o posicionamiento contrario, al manifestado hasta entonces con el
poder político, de fidelidad y de connivencia clara de resistencia al cambio.
De los muchos marcos teóricos desde los que analizar las tensiones
que yacen en estos testimonios, seguimos, en parte, el esquema del
profesor X. L. Barreiro Rivas (observando la evolución de la propia
institución en el contexto social y político del país, y en qué medida sus
elementos, jerarquía, clero y fieles, han tenido parte activa en el mismo):
a) A través del compromiso individual, fomentado desde una doctrina
de solidaridad entre los hombres y respeto a las relaciones existentes entre los
miembros de la sociedad. Dicho compromiso es susceptible de abrir a su vez dos
grandes formas de acción:
a.
Acciones destinadas a influir sobre los resortes del poder social y
económico
(enseñanza,
institutos
seculares,
actividades
intelectuales y culturales, etc.).
b.
Acciones dirigidas a los sectores marginales de la sociedad,
destinadas a paliar sus graves carencias (casas de acogida, asilos,
hospitales, misiones en el tercer mundo, auxilio a la pobreza, etc.).
b) A través de la creación de movimientos o grupos organizados,
reflejo de las dos tendencias posibles en la interpretación del compromiso.
c) Comunidades de bases que encuadran sectores seglares con
compromiso religioso activo, y sectores progresistas avanzados dentro de
las órdenes religiosas o del clero secular.
33
―La otra Transición de la Iglesia…
a.
Comunidades religiosas destinadas a penetrar en los tejidos del
poder social y a encuadrar la actitud religiosa de ciertas élites.
d) Las posiciones de la jerarquía, difundidas mediante un complejo y
potente sistema de medios de comunicación social, en las que es posible distinguir
también dos aspectos:
a.
Aquellas que responden a una acción individual, susceptible de ser
influida por las diversas corrientes de interpretación de la pastoral
y del compromiso religioso en el mundo.
b.
Aquellas que son el resultado de los pronunciamientos colectivos
del Episcopado, y que marcan la síntesis posible entre las diversas
posturas, tanto desde la perspectiva doctrinal como desde la
política de relaciones con el poder civil 27.
Desarrollaremos, primordialmente, las referencias y aportaciones
sobre los apartados: b), con los movimientos organizados dentro de la
Iglesia (esencialmente los movimientos más activos como los obreros y
especializados
de
AC);
c)
sectores
avanzados
del
clero
y
sus
pronunciamientos en momentos decisivos de su vida en la institución y del
país; y d) las posiciones de la jerarquía, tanto a nivel individual como del
Episcopado, en sus corrientes políticas de relación con el poder bajo
regímenes opuestos como el franquista y democrático.
27
Barreiro Rivas, X. L.: ―La ruptura del discurso eclesial de la Transición: Claves para una
interpretación del actual marco de las relaciones Iglesia-Estado‖, RIPS (Revista de
Investigaciones Políticas y Sociológicas), año/vol. 1, núm. 002, Universidad de Santiago de
Compostela, 1999, p. 40.
34
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En cuanto al apartado a), se señalan referencias concretas a
individuos ya que algunos casos escogidos no fundamentan su pertenencia a
grupo o corriente definida, y se nutren de comunicaciones o referencias
tangenciales surgidas de los contenidos de apartados anteriores.
Partimos de que el concepto ―Transición eclesial‖, basada en los
cauces de participación y comunicación internos, no cuenta con un criterio
unánime
sobre
el
cómo
hacerlo
entre
las
bases
(Movimientos
y
asociaciones), ni tampoco en la jerarquía (inmovilista o favorecedora al
cambio, aperturista), así como, en última instancia entre sacerdotes,
religiosos y religiosas. Los discursos generados en la institución, y las
reacciones a los sucesos o procesos de cambio en el contexto que se
producen, se mantienen en base, primordialmente, a dos tendencias: la
posibilista o legalista que aboga por la transición moderada, y la continuista,
que tiene sus antecedentes en el discurso nacionalcatólico vertebrado
durante tantos años de coexistencia con el régimen28.
28
Discurso
derivado
del
periodo
nacionalcatólico,
sobre
el
que
más
adelante
profundizaremos, término que, para López Villaverde: […] fue acuñado por los sectores más
opuestos a la identificación de la Iglesia católica con la dictadura –la paternidad del concepto
se suele atribuir al intelectual católico José Luis López Aranguren— y adoptó, por tanto, tintes
despectivos […]. Pasó a ser aceptado conceptualmente en el terreno historiográfico de la
mano del jesuita Álvarez Bolado, poco después de la muerte del dictador. Quien lo introdujo
en el ámbito de estudio del nacionalismo español, con verdadera originalidad, fue el
hispanista Alfonso Botti. Sólo recientes estudios (José Manuel Cuenca Toribio) han venido a
matizar, criticar o replantear algunas de sus bases. Lo que está en discusión es no sólo su
definición, sino, sobre todo, sus límites cronológicos o sus fundamentos y perfiles
ideológicos‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp. 20-22. Según
Botti el término se remonta a la reacción católica del siglo XVIII y XIX contra la Ilustración, la
revolución francesa y la Guerra de Independencia de 1808 -lo lleva implícito el ideal de
Cruzada- y hunde sus raíces en la época restauracionista. Botti, A.: Cielo y dinero. El
35
―La otra Transición de la Iglesia…
En el germen de nuestra tesis –sobre la variante referida al modelo
político que, durante la Transición, la Iglesia apoya- se encuentra la
resistencia de una parte de su jerarquía, principalmente los obispos
inmovilistas, reacios al cambio de régimen, con un marcado cariz paralelo en
el temor por la pérdida de estatus sobrevenido por sus antecesores ante la
Segunda República, en 1931, si bien entonces el resquemor aúna la casi
totalidad de la institución29.
nacionalcatolicismo en España (1881-1975)…, Op. cit., pp. 31-42. La tesis central del autor
se apoya en una historia de España muy marcada, frente al resto de países europeos, por la
fusión entre religión y construcción del Estado, sin cuestionarse nunca esa vinculación, frente
a otros países del entorno como Francia, Gran Bretaña, Alemania o Italia. El vocablo
(popularizado por Max Gallo en Historia de la España franquista, París, 1972, p. 55) expresa
la estrecha relación política y de poder entre Iglesia y régimen y que varios autores definen
como Estado ―nacionalcatólico‖ a partir del periodo 1942-1945. Casimir Martí compila otras
acepciones de otros autores que matizan el originario: ―[…] Efectivamente con aquel vocablo
de nueva creación se conseguía una llamada subliminal tendente a poner el maridaje entre la
Iglesia católica y el socialismo hitleriano, para señalar así el nacionalsindicalismo español y el
nacionalsocialismo hitleriano como partícipe de las ambigüedades de aquellos otros sistemas
y como merecedor del rechazo, e incluso de la rechifla, consiguiente‖. Casimir Martí, en el
prólogo a Piñol i Font, J. M.: El nacionalcatolicisme a Catalunya i la resistencia (1926-1966),
Barcelona, 1999, pp. 11-13. Alfonso Pérez-Agote sostiene: ―[…] Ésta es una terminología
utilizada primeramente por sus adictos. En realidad, en un sentido más técnico debiera
haberse llamado algo así como patriotismo católico, dado que la utilización del término
‗nación‘ puede inducir a confusión, ya que en general se entiende por nación una comunidad
de individuos que reclama o tiene un poder político que sería legitimado por ser expresión
(democrática) de ésta‖. Pérez-Agote Poveda, A.: Cambio religioso en España: los avatares de
la secularización, Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Madrid, 2012, p. 84.
29
Afirma Seco Serrano: ―[…] El problema religioso –el de las relaciones entre Iglesia y
Estado; el de la proyección de aquella en la familia, en la enseñanza, en la ordenación de la
sociedad española- se abre con la discusión del texto constitucional (de 1931); se replantea
luego de continuo –por ejemplo, en torno a la Ley de Divorcio; o en el de la Ley de
36
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Aunque no vamos a entrar en un análisis comparativo de los dos
periodos, lo que sí nos proponemos es recalcar si el discurso nacionalcatólico
del franquismo tiene sesgos, si se nos permite el término, de los conceptos
que utiliza la derecha en aquel momento, principalmente el líder de la
Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), José María Gil
Robles, conformando un universo entre fe y mundo rural, que se repetirá en
pastorales y escritos de cierta jerarquía en el nuevo proceso de cambio
político30, y si, en ocasiones, también va cargado de ―demonizaciones‖ y
Congregaciones, que suprime el derecho a la enseñanza‖. Serrano Seco, C.: ―Estudio
preliminar‖, en Gil Robles, J. M.: Discursos parlamentarios, Taurus, Madrid, 1971, p. XIX.
Sobre las legislaciones a los temas del final de la cita se tendrán en cuenta en este trabajo.
30
Según Sánchez Jiménez: ―[…] la Iglesia católica que reconstituía y aumentaba su influencia
en este mundo ‗rerruralizado‘ tanto por el
control de las
costumbres –la vida cotidiana-
como en su desarrollo cultural, en la ordenación y organización de sus espacios de tiempo,
con un calendario a la vez litúrgico, agrícola y político, y en la explicación y orientación de sus
propios actos, privados y públicos, dirigidos en su mayoría al esfuerzo por excelencia en tan
crucial momento: recristianizar España, una vez derogada por completo la ‗legislación laica y
sectaria‘ del periodo republicano‘‖. Sánchez Jiménez, J.: ―La jerarquía eclesiástica y el Estado
franquista: las prestaciones mutuas‖, Ayer, núm. 33, 1999, p. 167. Para Ismael Saz: ―El
populismo de la CEDA y los tradicionalistas se refería al ‗pueblo católico‘, y su nacionalismo
chocaba con su clericalismo y prevenciones antiestatistas‖. Saz, I.: "El primer franquismo",
en Gay Armenteros, J. C. (Ed.): Italia-España. Viejos y nuevos problemas históricos, Ayer, n.
36, 1999, pp. 201-221. Vid. Montero, J. R.: La CEDA. El catolicismo social y político en la II
República, Madrid, 1977; Morodo, R.: Los orígenes ideológicos del franquismo: Acción
Española, Madrid, 1985. Jaime Vicens Vives argumenta en defensa de la CEDA de Gil Robles:
―[…] Los hechos han demostrado categóricamente que ni el populismo ni el agrarismo eran
contrarios al funcionamiento de un régimen democrático. Pretendían introducir en la
Constitución determinadas reformas relativas a los puntos que lógicamente defendían:
bicameralismo, defensa de la religión católica, limitaciones a la socialización y a las
autonomías regionales. Pero la opinión republicana los consideró, erróneamente, como
reaccionarios clericales, dictatoriales y prefascistas…‖. Vicens Vives, J.: Historia social y
37
―La otra Transición de la Iglesia…
persecuciones por dogmas de fe, referentes caducos para la mayoría de las
bases católicas en este nuevo periodo31.
Ahora bien, en todos los mensajes se puede observar una doble
lectura, la ―intraeclesial‖ o ―extraeclesial‖, pues si bien en un principio van
dirigidos a quienes conforman la institución, es obvio que tratan de lograr
una conciencia social amplia, con el fin de influir tanto en los gobernantes -a
los que se les presume, desde la institución, como fieles practicantes-, como
al resto de ciudadanos32. Un ejemplo de ello, en pleno proceso de Transición
económica de España y América, T. V., Teide, Barcelona, 1958, p. 434. Ahora bien,
coincidimos con Carlos Serrano Seco que: ―[…] recordar que tanto el estudio de la República
de derechas como el análisis de sus textos doctrinales, deben partir de los supuestos del
tiempo en que aquélla se produjo y éstos se formularon, y no de los del presente en que nos
hallamos insertos‖. Serrano Seco, C.: Op. cit., p. XVIII.
31
Según Cuenca Toribio se conjugan: ―[…] El mesianismo más hirsuto y la apología exaltada
de la Iglesia se mezclaron con la patrimonialización del Evangelio y la satanización de los
herejes en su amplia gama de tipos, con referencias continuas a la guerra civil, a sus
vencidos y vencedores. Hubo también otros de corte menos angulado, provenientes de curas,
canónigos y obispos en los que la tradición balmesiana –afortunadamente intacta, pese a los
extremismos del momento, en una copiosa gavilla de eclesiásticos- se dejó sentir en un
planteamiento de las relaciones Iglesia y Estado y del talante nacional católico tendente a la
mesura‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit.,
pp. 85-86. Es interesante leer su compilación sobre escritos de la jerarquía del mismo autor:
Sociología de una elite de poder: el episcopado español e hispanoamericano contemporáneo
(1789-1985), Madrid, 1986.
32
Son esclarecedoras las observaciones de Casimiro Martí sobre la cortedad de mira de cierto
sector de la jerarquía: ―[...] inclinada a representar un cierto protagonismo político mediante
su doctrina ética sobre la convivencia social […] deja de tener en consideración que la vida
pública está integrada por otros factores, además de la ética de la Iglesia, y hasta de una
ética de aceptación más generalizada‖. Martí, C.: ―La Iglesia de Cataluña en el cambio de la
sociedad‖, Iglesia Viva, núm. 61, 1976, p. 40. Vid. el número completo bajo el título ―Iglesia
38
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
política, tal como señala J. I. Calleja, son los dos temas que copan gran
parte del discurso y desavenencias en la institución: la Iglesia y su misión
en el orden temporal y las relaciones Iglesia-Estado33.
En ese sentido existen distintas interpretaciones, conjeturas y
definiciones, que van desde el ―oportunismo‖ de la Iglesia como institución,
a aquellas que observan una ―estrategia oportuna‖ para no perder su status,
si bien se comparte que no parte de una postura en bloque (jerarquía, clero
y bases, sin distinción por tanto)34.
y Cambio‖; Caston Boyer, P.: ―La Iglesia del Postfranquismo: análisis del comportamiento
eclesial ante la nueva situación española‖, en Proyección, núm. 104, 1977, pp. 65-72.
33
Calleja, J. I.: Op. cit., p. 235. El autor cita, entre otros, los textos emitidos desde la
CEASO, Orientaciones cristianas sobre participación política y social (9-7-1976), de la
comisión permanente de la CEE, Ante las elecciones (22-4-1977), o de la CEE, Los valores
morales y religiosos ante la Constitución (26-9-1977). El autor añade que, si bien nos
servimos de los documentos públicos más resaltables, no podemos: ―[…] privilegiar a
minorías muy locuaces e ignorar a mayorías silenciosas, pero ésta no sería tanto una
intención del trabajo, cuanto una constatación más de cómo acontece el devenir social‖.
Ibídem, p. 236, reflexión con la que coincidimos de partida. Para Feliciano Montero: ―[…]
Dentro de la Jerarquía no es lo mismo el tono e incluso el contenido de los comunicados del
conjunto de la Conferencia Episcopal, de la Comisión permanente, de algunos comisiones
específicas como la de Apostolado Social, o de algunas provincias episcopales como las
diócesis vascas, catalanas o andaluzas. Y lo mismo se puede decir si se comparan de una
lado los comunicados de las comunidades de base y las comunidades populares cristianas,
Cristianos por el Socialismo, los Movimientos especializados de AC, especialmente obreros, y
de otro lado la Asociación Católica Nacional de Propagandistas o los órganos de expresión de
movimientos anticonciliares‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia
(1956-1975), Ediciones Encuentro, 2009, p. 338.
34
Según Piñol se emplean de un modo confuso los términos ―oportunismo‖ y ―estrategia
oportunista‖ sobre dicha evolución, sin tener en cuenta otros factores y elementos de índole
conciliar, pastoral, doctrinal, histórica y diplomática: ―[…] no excluimos en absoluto los
39
―La otra Transición de la Iglesia…
En nuestro caso partimos de la idea de que el discurso político
―progresista‖, el mayormente estudiado y valorado, no es ni mucho menos
rupturista con el modelo anterior, sino fruto del intento por mantener una
situación hegemónica doctrinal y social frente a otras iglesias o creencias;
oportunismos de orden personal. Algunos prelados y numerosos eclesiásticos, sensibles a los
nuevos vientos que soplaban en y desde Roma, adoptaron entonces posiciones más abiertas
con el fin de no comprometer una eventual promoción. Se trató de una versión aparente y
pasajera. Los mismos prelados y eclesiásticos han procedido a una radical inversión de
tendencias manifestándola sin el menor reparo, una vez concluida la época taranconiana, y
ahora con un servilismo absoluto a las directrices restauracionistas del pontificado del papa
Wojtyla‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia Católica española, Ed. Trotta,
Madrid, 1999, nota 10, p. 48. Por su parte, Feliciano Montero rechaza el término
―oportunismo‖: ―[…] considero que es un dilema falso. Yo creo que hay una sincera conversión
de conceptos y actitud de la Iglesia, que nace, en parte, del Concilio Vaticano II, pero que, en
parte, también es anterior, que se va difundiendo y asumiendo por unos y por otros. Pese a que
hay obispos ‗viejos‘, que nunca se van a convertir –que van a aceptar el Vaticano II por pura
obediencia, sin entender nada, sobre todo el concepto de ‗libertad religiosa‘— hay otros que, a lo
mejor, entienden algo, que realmente la experiencia del Concilio los ‗convierte‘ o les abre nuevos
horizontes y, por tanto, no hay necesidad de hablar solamente de un cambio ‗oportunista‘ sino
de una convicción. Me parece que, fundamentalmente hay esto último, lo que no niega que haya
también una estrategia ‗oportuna‘, más que oportunista. En todo caso, si hay que hablar de
estrategia, creo que sobre todo es por parte del Vaticano […]‖. Frente a esta visión está la
encontrada de López Villaverde: ―[…] A mi juicio, la conducta de Tarancón es un claro ejemplo
de este ‗oportunismo‘, de esta adaptación por conveniencia, que se aprecia también en los
sintomáticos cambios de actitud de antiguos obispos de diócesis castellano-manchegas, como
Tabera, Gúrpide o Bereciartúa, que pasaron a defender posiciones más ‗aperturistas‘ al cambiar
de destino justo en el momento en que Tarancón lideraba la ‗transición religiosa'. De manera
que, bajo esta perspectiva, parecería más sincero el convencimiento de las bases y de un sector
de los sacerdotes más jóvenes mientras que sería más forzado el de los obispos‖. López
Villaverde, Á. L.: ―Transición política, transición religiosa‖, en De la Cueva Merino, J. y López
Villaverde, Á. L.: Clericalismo y asociacionismo católico en España: de la restauración a la
transición…, Op. cit., p. 260. Vid. Cuenca Toribio, J. M.: Iglesia y Estado en la España
contemporánea…, Op. cit.
40
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
en definitiva una situación de privilegio práctico con el nuevo régimen y sus
sucesivos gobiernos, en coincidencia con el que emana desde el sector
inmovilista que, en principio, parece indicar una cierta ―deserción‖ de tales
fines, con argumentos extremistas y mayoritarios en la jerarquía en su
inicio, pero que con los años se perfila hacia posturas manifiestamente más
cercanas
a
lo
protagonistas
o
―políticamente
líderes
correcto‖
primigenios
dejando
relegados
a
a
algunos
posiciones
de
sus
públicas
secundarias. En definitiva, se genera un corpus doctrinario que no es un
ente puramente homogéneo de cierto pluralismo en la forma a la hora de
enfrentarse a la propia transformación de la sociedad civil35.
Así pues, nos planteamos estudiar las características de ese discurso
eclesial
y
las
interpretaciones
de
distintos
colectivos,
régimen
o
individualidades, dentro y fuera de la propia institución, en base a tres
interrogantes:
35
Barreiro Rivas habla de pluralismo: ―[…] sustentado por matices de profunda significación,
que siempre están presentes en la relación de la Iglesia con los problemas y las vicisitudes de
la sociedad civil‖. Barreiro Rivas, X. L.: Op. cit., p. 40. Calleja significa esas evoluciones: ―[…]
Siempre que es posible, la palabra episcopal se presenta bajo el signo de la unanimidad.
Cuando ésta, públicamente, queda rota por algún obispo, se elige el silencio y, si por algún
colectivo no jerárquico, se adopta el reproche. Siempre con firmeza y ciertas obsesiones, casi
nunca con absoluta intransigencia o sin ‗caridad‘ […] En el mismo sentido, algunas
personalidades de la Jerarquía (V. E. Tarancón, M. González Martín, Obispos del País Vasco,
N. Jubany…) ¿tienen protagonismo en hechos y palabras que distorsionan el conjunto?
¿Ocurre lo mismo con algunos grupos de teólogos al darles, en alguna ocasión, carácter de
corriente eclesial a los documentos que sustentan? Mantengo que si hubiere distorsión, hubo
también realidad distorsionada‖. Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 359-360.
41
―La otra Transición de la Iglesia…
1)
¿Cuáles son los referentes
del discurso
conservador-
inmovilista, o de involución, de un sector de la jerarquía y
del
clero
que se
va
enrocando
a medida
que
ven
amenazado el status de la Iglesia ante un nuevo régimen?
2)
¿Cuáles
son
los
razonamientos
de
crítica
del
grupo
inmovilista sobre los gestos de la facción aperturista de la
jerarquía, si el fin es perpetuar, desde ambos sectores, una
situación de privilegio frente a otros credos?
3)
¿Cuál es la respuesta del resto de la Iglesia y estamentos
políticos y sociales al enfrentamiento intraeclesial?
En segundo lugar, el periodo al que acotamos el estudio se inicia con
las primeras manifestaciones públicas de crisis intraeclesial, con origen en
los movimientos especializados de AC, que exigen una nueva manera de
relacionarse, y un clero que busca reformas en cuanto la evangelización en
una sociedad en cambio rotundo de valores. Ambos sectores, movimientos y
una parte del clero, además, se posicionan en un alejamiento del régimen,
respaldado por los preceptos emanados del Concilio36.
36
Somos conscientes que el relativo poco tiempo transcurrido nos dificulta -con cierta
―distancia‖ y hasta objetividad- extraer sus innumerables expresiones contextualizadas. Pero
en el caso de no acometerse esta tarea, la presencia todavía de muchos de sus protagonistas
y documentos, como ha ocurrido en otros periodos, pueden eclipsarse. Calleja sugiere: […]
Los historiadores dirán cuándo nos es dada la suficiente distancia para ‗historiar la Transición
Política española en cualquiera de sus vertientes‘‖. Calleja, J. I.: Discurso eclesial para la
transición democrática (1975-1982)…, Op. cit., p. 21.
42
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La situación desemboca en la convocatoria de la Asamblea Conjunta
de obispos y presbíteros (1969-1971), punto de partida de un espíritu
democratizador exigido por el clero, parejo al que han seguido los
movimientos de AC con sus consiliarios frente a su jerarquía37.
La Asamblea produce graves secuelas en las relaciones con el poder
político hasta la muerte de Franco (1975)38, y desde el comienzo de la etapa
pre-constitucional se produce una participación activa de los obispos afines
al régimen desaparecido en un intento por mantener cierto trato preferente
en la nueva Constitución, hasta llegar a 1979, cuando se celebran las
primeras elecciones, con la lucha por contar con suficiente representación en
el nuevo modelo político, momento en el que llegan los nuevos Acuerdos con
la
Santa
Sede
(desde
nuestro
punto
de
vista,
final
del
periodo
nacionalcatólico o del nacionalcatolicismo, puesto que la nueva situación de
37
Para J. J. Tamayo Acosta la Asamblea Conjunta supone un momento de catarsis colectiva
dentro de la institución religiosa, casi un momento revolucionario y un momento de
espectacular crítica y autocríticas políticas. Vid. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a la cristiandad.
La Iglesia católica española en la democracia, Ediciones B, colección Sine qua non, Barcelona,
2003. El periodo clave de inicio de nuestro estudio, 1969, coincide con el inicio de la crisis del
franquismo, según Fusi y Palafox entre otros: ―[…] desde más o menos 1969-1970, el
franquismo se debatirá entre aperturismo e inmovilismo, la tensión que dominó la política
española hasta 1975‖. Fusi, J. P. y Palafox, J.: España: 1808-1996. El desafío de la
Modernidad, Espasa Calpe, Madrid, 1998.
38
Para el profesor Feliciano Montero es esencial estudiar el decenio 1965-1975: ―[…] entre el
final del Concilio y la muerte de Franco, es fundamental para entender la disolución del
franquismo y el proceso inmediato de la transición […]‖. Montero García, F.: ―La Iglesia
española y la pretransición. Propuesta para una investigación diocesana‖, XX Siglos, núm. 44,
2000, pp. 20-28.
43
―La otra Transición de la Iglesia…
la institución eclesiástica deja de tener el notabilísimo nivel de interlocución
con el poder civil39. Dicho lo cual estableceremos como subperiodos:
1.
Del Concilio Vaticano II y tardofranquismo: Crisis de los
movimientos obreros de AC, y de una parte del clero, con su jerarquía
prorrégimen. La nueva CEE, heredera de la Conferencia de Metropolitanos, y
la lucha por su control entre obispos provaticanistas e inmovilistas. La
Iglesia española ve mermado su poder con la nueva Ley de Libertad
religiosa.
2.
Año 1971. Celebración de la Asamblea Conjunta y el ―cisma‖
entre Iglesia y Estado. El esfuerzo por el ―cambio‖ dentro de la Institución.
El recorrido de la ―Transición eclesial‖ previa a la Transición política del país.
39
Muchos estudios establecen como final del periodo de la Transición política, y religiosa o
eclesial, según criterios, el triunfo en las elecciones generales de octubre de 1982 por el
PSOE, un partido de izquierdas, y por tanto un signo de normalización política, y un peligro
de que pusiera en marcha un programa ―laicista‖ y descristianizador. Para López Villaverde la
fecha rotunda es el 23 de febrero de 1981, momento en el que parece desechado un nuevo
golpe militar involucionista y que coincide con el relevo de Enrique y Tarancón en la
presidencia de la CEE. López Villaverde, Á. L.: ―La transición religiosa o eclesial en España‖…,
Op. cit., p. 170. La fecha de 1979 es definitiva para J. I. Calleja: ―[…] En abril de 1979
veíamos completarse el proceso democratizador iniciado en la Reforma Política de 1977. El
ejercicio de la soberanía popular había alcanzado, al menos formalmente, la misma vida
municipal. Es indudable que restaban cientos de caminos por andar, pero el marco formal
más necesario a la estructura democrática del Estado, si exceptuamos los procesos
autonómicos, estaba diseñado‖. Calleja, J. I.: Op. cit., p. 106. Al observarse, en el presente
trabajo, relaciones y hechos que superan estas fechas se debe a la nada desdeñable
presencia, diríamos que hasta repunte, del discurso inmovilista, desde altas instancias de la
institución, que contiene en su fondo una sorprendente visualización de esquemas y
contenidos pastorales, de transcendencia social y política, aparentemente ya superados.
44
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En pleno periplo de la Transición política:
3.
Periodo
1972-1975.
Tensiones
con
el
régimen
tras
las
conclusiones de la Asamblea Conjunta. Muertes del presidente Luis Carrero
Blanco (1973) y del jefe del Estado Francisco Franco (1975). Adhesiones a
sus figuras como ejemplos y valedores para una Iglesia del poder.
4.
Periodo 1975-1979. Resistencias desde la jerarquía inmovilista
para que desde la Institución se apoye la Reforma Constitucional, primeras
elecciones generales y municipales democráticas y desarrollo legislativo con
Leyes sobre divorcio, aborto, educación… Nuevo status en las relaciones
Iglesia-Estado, dentro del marco constitucional y firma, en 1979, de los
Acuerdos con la Santa Sede, con significado de cierre a una relación de tinte
nacionalcatólico.
En tercer lugar, el marco geográfico al que circunscribimos este
trabajo se refiere a las provincias de la actual región autónoma de CLM que
agrupa la histórica Castilla La Nueva (excepto Madrid), más Albacete, (hasta
1978 perteneciente a la región biprovincial de Murcia)40. Son, pues, las
40
Francisco Mora define la actual CLM: ―[…] De una parte el origen castellano, que aunque
comparten como castellanos nuevos cuatro de las cinco provincias (Guadalajara, Toledo,
Cuenca y Ciudad Real) […]. El término La Mancha se acuña como identificador de una tierra
perteneciente a la comarca natural de este nombre abarca la práctica totalidad de las
provincias de Albacete y Ciudad Real, una parte importante de las de Toledo y Cuenca, y la
llamada Mancha Alta en Guadalajara.‖ Mora Rodríguez, F.: ―De la preautonomía a las
primeras elecciones autonómicas‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región
Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, p. 98.
45
―La otra Transición de la Iglesia…
provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo que
comparten, a su vez, el mapa administrativo de la provincia eclesiástica del
arzobispado de Toledo durante la Transición.
Mapa actual de la división de las provincias
eclesiásticas donde se puede apreciar el territorio de
la provincia eclesiástica de Toledo. Fuente:
http://www.diocesetuivigo.org/provincias%20ecles
iasticas/dioceses%20e%20provincia20eclesiasticas.
htm. Consulta, 25-3-2007.
Las configuración actual de la provincia eclesiástica se remonta al
Concordato de 1851, en virtud del cual se nombra al arzobispo de Toledo
Comisario General de Cruzada y se marcan las líneas para la erección de
diócesis, creándose dos nuevas segregadas del territorio de la de Toledo:
Ciudad Real (creada como Priorato en 1875)41 y Madrid-Alcalá (1885);
completan la configuración de la archidiócesis las sufragáneas de Coria41
La diócesis de Ciudad Real es Priorato de las Órdenes Militares de Alcántara, Calatrava,
Montesa y Santiago hasta 1980.
46
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Cáceres, Cuenca, Plasencia, Sigüenza-Guadalajara42, Ciudad Real y MadridAlcalá, hasta su elevación, esta última, a arzobispado por Pablo VI en 1964.
Con la segregación de las diócesis de Coria-Cáceres y Plasencia a la
nueva archidiócesis de Mérida-Badajoz, creada por Juan Pablo II en 1994, y
la incorporación de la diócesis de Albacete -proveniente de la provincia
metropolitana de Valencia durante gran parte del periodo de estudio)43,
queda definitivamente configurada la provincia eclesiástica de Toledo44.
La importancia de realizar estudios sobre diócesis aparentemente
poco relevantes, como las del presente trabajo, estriba en que los datos que
surjan pueden modificar variables sobre la visión global de la institución, ya
que puede observarse minuciosamente la significación, a nivel local, de
algunos hechos determinantes a nivel social, político o de la propia
institución45.
42
La actual diócesis de Sigüenza-Guadalajara se remonta a la Bula de Juan XXIII (9-3-1959).
Sus límites datan de 1955 y coinciden con los de la provincia de Guadalajara más la franja
sur o margen izquierda del Tajo, anteriormente de Cuenca, y la Campiña, Alcarria Baja y
Guadalajara pertenecientes anteriormente a Toledo.
43
Antes de su establecimiento como Diócesis, el 2-11-1949, las parroquias de Albacete
pertenecen a las diócesis de Orihuela, Murcia, Cuenca y Toledo.
44
La diócesis de Coria-Cáceres queda al margen de la división político-regional a que nos
ceñimos por pertenecer a la región de Extremadura. Sobre esta Diócesis y la acción pastoral
de su obispo durante gran parte del mismo periodo: Vad-Romero, M.: Manuel Llopis Ivorra.
La huella luminosa de un obispo, Serie Pastoral 5, Instituto Teológico de Cáceres, 2009.
45
Laura Serrano defiende las investigaciones diocesanas: ―[…] se convierten en un valioso
instrumento para conocer las interacciones entre la Iglesia y los actores socio-políticos y
también para valorar los cambios en su forma de presencia pública y su incidencia real sobre
47
―La otra Transición de la Iglesia…
Hasta aquí los trabajos sobre diócesis ―modestas‖ en lo social,
económico y, a priori, políticamente conservadoras en lo religioso, han sido
escasos, si bien han aportado importantes matices sobre aspectos que
desentrañan una mejor comprensión de las tensiones centrípetas y
centrífugas que surgen en cada dominio o zona46. En cuanto a CLM existe
una reducida bibliografía que se reduce a las obras de Luis Higueruela del
Pino, La Iglesia en Castilla-La Mancha, si bien, a pesar de su título, se centra
un territorio determinado‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 21, de Álvarez Bolado, A.:
―Prólogo‖, en Díaz-Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., p. 18.
46
Destacamos: para el caso de Asturias, Iturrioz Fanjul, O.: "La Iglesia asturiana en la
transición política española", XX Siglos, nº 16, 1993, pp. 127-143; Barroso, A.: Sacerdotes
bajo la atenta mirada del Régimen franquista (Los conflictos sociopolíticos de la Iglesia en el
País Vasco desde 1960 a 1975), Bilbao, 1995; Moreno Seco, M.: La quiebra de la unidad.
Nacional-catolicismo y Vaticano II en la diócesis de Orihuela-Alicante, 1939-1975, Alicante,
1999; Castaño, P.: Iglesia de la transición en Cartagena, Cuadernos del Estero, IES
Politécnico, Cartagena, 2001. Berzal, E.: Valladolid bajo palio, Valladolid, 2002; Serrano, L.:
Renovación eclesial y democratización social. La Iglesia diocesana de Valladolid durante la
construcción de la democracia, 1959-1979, Tesis en la Universidad de Valladolid, 2002 y
publicada posteriormente como Aportaciones de la Iglesia a la democracia desde la diócesis
de Valladolid, 1959-1979, UPSA, Salamanca, 2006; Escámez, F. J.: La Transición de la Iglesia
en Almería. Renovación Conciliar y preparación de la Democracia, Almería 2007; y rozando el
periodo de estudio a Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el franquismo
(1938-1967), Servei de Publicacions, Universitat de Lleida, Salamanca, 1998, con quien
coincidimos en su hipótesis: ―[…] cuando el catolicismo español ve amenazada su posición
ideológica dominante, la Iglesia se coloca en posición defensiva, tanto frente al Estado como
a otras instituciones, creando para su defensa determinadas organizaciones confesionales:
partidos, sindicatos, congregaciones, etc., y renunciando, en aras de esa defensa, a penetrar
en la totalidad de la sociedad, para dedicarse a la consolidación de esa parte de ella que
mejor sirve para sus fines‖. Ibídem, p. 10. En coincidencia con Urbina, F. y otros: Iglesia y
Sociedad en España, 1939-1975…, Op. cit.
48
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
principalmente en la archidiócesis de Toledo47. La obra coordinada por Ángel
Luis López Villaverde, Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha, sí estudia
la conformación de la provincia eclesiástica, antecedentes, momentos de
confirmación
por
el
poder
político
desde
el
Medievo,
hasta
la
confesionalidad, los conflictos y la religiosidad del siglo XX48.
Sobre las distintas diócesis, y sobre los protagonistas de nuestro
estudio, encontramos una obra de varios autores Los Primados de Toledo,
47
Higueruela del Pino, L.: La Iglesia en Castilla-La Mancha, 2 vols. Colección Monografías,
editada por Servicio de Publicaciones de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades
de Castilla-La Mancha, Toledo (2003).
48
López Villaverde, Á. L.: Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit. Esta obra se
acerca al periodo de la dictadura en los capítulos: ―El avance de la secularización y el conflicto
político-eclesial‖ (Á. L. López Villaverde); ―La movilización sindical y política de los católicos
(P. Fullana Puig-Server); ―Las organizaciones de apostolado‖ (G. Villalba Lorenzo); ―La Buena
Prensa‖ (I. Sánchez Sánchez); ―El nacional-catolicismo y sus secuelas (Á. L. López
Villaverde); ―Moral y control social‖ (M. Ortiz Heras); ―Iglesia y educación en el siglo XX‖ (I.
Lara Martínez); ―La religiosidad popular en el siglo XX‖ (G. Villalba Lorenzo). Con anterioridad
se han publicado: Valle Calzado, Á. R. del: ―Hacia
una
revisión
de
las
fuentes
eclesiásticas en España. Una aplicación práctica: Castilla-la Mancha‖, I Congreso de Historia
Contemporánea. Salamanca, 1992; Juan Carlos Vizuete Mendoza: ―La estructura de la
propiedad agraria en Castilla-La Mancha en el siglo XV: las órdenes monásticas‖, I Congreso
de Historia de Castilla-La Mancha, Ciudad Real, 1988, VI, pp. 27-46; ―La Iglesia en la Edad
Moderna‖, Enciclopedia de CLM, V. Madrid, 1999, pp. 168-169; ―Los regulares en el territorio
castellano de las Órdenes Militares (siglos XVI-XVIII)‖, en López Salazar Pérez (Coord.): Las
Órdenes Militares en la Península Ibérica, II: Edad Moderna, Cuenca, Ediciones de la
Universidad de CLM, 2000, pp. 2135-2160; también O. Villarroel González publica Las
relaciones entre la Monarquía y el Arzobispado de Toledo en época de Juan II de
Castilla (1406-1454), Ayuntamiento de Toledo, 2002.
49
―La otra Transición de la Iglesia…
Junta de Comunidades de CLM, Toledo (1993)49. Del cardenal Marcelo
González Martín, han visto la luz: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo
González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖, de P. Martín de Santa
Olalla Saludes, en Navajas Zubeldía C. e Iturriaga Barco D. (Eds.): Crisis,
dictaduras, democracia. Actas del I Congreso Internacional de Historia de
Nuestro Tiempo, Universidad de la Rioja, Logroño, 2008; A. González
Chaves, Don Marcelo, ―amigo fuerte de Dios‖, vida y semblanza del Cardenal
Primado de España Don Marcelo González Martín, Edibesa, Madrid (2005);
R. Palmero Ramos, Don Marcelo González Martín, Cardenal Arzobispo de
Toledo, diez años de servicio episcopal en la diócesis primada, Gráf. C.
Martín, Ávila (1983)50.
De la diócesis de Cuenca, y principalmente sobre el obispo José Guerra
Campos, encontramos a Antonio Fernández Ferreros con Guerra Campos,
apuntes para una biografía, Colección Documentos 1, Obispado de Cuenca,
(2000); Domingo Muelas Alcocer con ―Don José Guerra Campos‖ en
Episcopologio Conquense, 1858-1997, Diputación Provincial de Cuenca
(2002) y el inédito de este autor, José Guerra Campos. ―Habitó entre
49
Sobre aspectos colaterales, y de otros momentos, figuran las obras de: Juan Carlos Vizuete
y otros (Coord.): Los arzobispos de Toledo y la Universidad española, Cuenca, Ediciones de la
UCLM, 2002. Corpus, cofradías eucarísticas y fiestas del Sacramento en Toledo. Ediciones, de
la UCLM, Cuenca, 2007.
50
Otras referencias directas son los enlaces externos: Catholic Hierarchy, ―Sucesión de
Modrego en Barcelona‖ por Germinans germinabit y la página dedicada al cardenal en
Aciprensa; en biografiasyvidas.com y en la web de la Santa Sede. Una mención especial
sobre su figura: ―Don Marcelo, ‗Uno de los nuestros‘‖, El País, 5-3-2003.
50
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
nosotros51; Dimas Pérez Ramírez, ―Episcopado de don José Guerra Campos.
1973-1996. Mote ―Esfuerzo por vencer el declive‖, en Centuria de páginas
desiguales, Diputación Provincial de Cuenca (2002); Juan Manuel Cabezas
Cañavate: La esperanza del Evangelio. José Guerra Campos, Sol, Madrid,
2009 y Sacerdotes, ministros de Jesucristo. José Guerra Campos, Sol,
Madrid, 2010 (ambas ediciones, dirigidas por Cañavate compilan las
homilías del obispo en la diócesis conquense y pastorales a sacerdotes y con
anterioridad en la sede de Madrid como obispo auxiliar)52.
De la diócesis de Sigüenza-Guadalajara53 y su obispo, Laureano Castán
Lacoma, podemos encontrar: Martín De Santa Olalla, P.: ―Un Obispo para
una
época
polémica:
Laureano
Castán
y
la
diócesis
de
Sigüenza-
51
Inédito. Cedido por el Albacea de los herederos al autor de este trabajo.
52
Sobre la figura del obispo José Jesús Herminio Guerra Campos, nombre completo, del autor
de este trabajo: Peñuelas Ayllón, M. A.: ―El pensamiento ideológico y político de monseñor
Guerra Campos en el horizonte de la Transición: inmovilismo y tradicionalismo en el seno de
la Iglesia‖, Diploma de Estudios Avanzados (D.E.A.), director-tutor Ángel Luis López
Villaverde, Universidad de Castilla-La Mancha, 2004. También se encuentra como ponencia
un extracto de los contenidos con el mismo título en La Transición a la democracia en España.
Historia y fuentes documentales, Op. cit. Algunos datos que añadimos: Anexo1. Capítulo I.
José Guerra Campos y sus pasos previos hasta el Concilio. Sobre la diócesis de Cuenca, otras
publicaciones que se acercan a los antecedentes o época de nuestro estudio: Clementino
Sanz y Díaz que escribe Breve historia de la Diócesis de Cuenca. Obispado de Cuenca, 1974;
Gustavo Villalba Lorenzo escribe Los centinelas del Tabernáculo (La Acción Católica en
Cuenca 1939-1959), Alfonsípolis, Cuenca (2005), y ya fuera del periodo: López y Baena, M.:
Memorias históricas de Cuenca y su Obispado (1787). Edición de A. González Palencia,
Madrid, Instituto Jerónimo Zurita del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y
Ayuntamiento de la Ciudad de Cuenca (1949).
53
De Sigüenza-Guadalajara vid. Minguella y Arnedo de las Mercedes, T.: Historia de la
diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, III Vols., del siglo XIII al XIX, Madrid, 1910-1913.
51
―La otra Transición de la Iglesia…
Guadalajara‖, en Iglesia y Religiosidad en España, Actas de las V Jornadas
de Castilla la Mancha sobre Investigación en Archivos, Tomo I; Archivo
Histórico Provincial de Guadalajara (2002); Gustavo Villalba Lorenzo:
―Iglesia y transición política. Directrices ‗indirectamente directas‘ del obispo
de Sigüenza-Guadalajara ante las primeras elecciones democráticas‖, en
Actas de las VI Jornadas de CLM sobre Investigación en Archivos: La
Transición a la Democracia en España. Historia y fuentes documentales,
ANABAD, Guadalajara (2004). En Albacete destacamos la obra de Ramón
Carrilero Martínez, El episcopado del Cardenal Tabera Araoz en la Diócesis
de Albacete, 1950-1968, Diputación de Albacete (2005)54.
En cuanto a la participación de distintos sectores de la Iglesia en
la
conflictividad social en el tardofranquismo, e inicios del periodo democrático
en CLM –su visibilidad en manifestaciones, huelgas o encierros-, lo que
supone el deterioro en la relación entre la institución y el régimen,
emergiendo una incipiente esfera pública independiente de éste, es
importante subrayar la aportación que, desde la obra de Manuel Ortiz Heras,
M. (Coord.), Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición:
Castilla-La Mancha, 1969-1979, Biblioteca Añil, Almud Ediciones de CastillaLa Mancha, Ciudad Real (2008), se hace sobre la implicación de las bases y
movimientos especializados de AC, principalmente obreros, en la región, y
su participación en el proceso democratizador. En cada uno de sus capítulos,
54
Vid. Martín de Santa Olalla Saludes, P.: ―La diócesis de Albacete del Concilio Vaticano II al
final de la transición democrática‖, y Ros Córcoles, J.: ―Arturo Tabera Araoz, Obispo de
Albacete, en el Concilio Vaticano II‖, en II Congreso de Historia de Albacete. IV Historia
Contemporánea, Albacete, IEA, 2002. Sobre Ciudad Real, muy lejano a nuestro periodo: Valle
Calzado, Á. R. del: La desamortización
eclesiástica en la provincia de Ciudad Real, 1836-
1854, Tesis doctoral, Ed. UCLM, Ciudad Real (1995), publicada como La desamortización de
Madoz en la provincia de Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos, Ciudad Real (1997).
52
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
por provincia, sus autores desgranan hechos y circunstancias por las que
pasan los distintos estamentos y sus reivindicaciones más perentorias,
aportando una importante línea básica a seguir para esta investigación, pues
modifica en gran medida el imaginario, durante el tardofranquismo e inicio
de la Transición, hasta aquí uno de esos ―territorios no movilizados‖55.
De lo visto hasta aquí, se puede extraer que la región cuenta, de
partida, con unas circunstancias históricas y económicas poco favorables
para la existencia de una masa crítica que lleve a cabo las movilizaciones
sociales esperadas, como ocurre en gran parte del resto del país56. Es cierto,
que no aparecen ciertos aspectos sociológicos aparejados al cambio, debido,
55
Apartados concretos a esas movilizaciones desde la Iglesia: sobre Albacete, Martín García,
O. J.: ―De la sacristía al barrio y al tajo. El nacimiento de la disidencia en una diócesis
nacional-católica‖; Cuenca, Peñuelas Ayllón, M. A.: ―Los movimientos religiosos de base en
una diócesis conservadora por antonomasia‖; Guadalajara, Pociños, P., Tieso de Andrés, J.
M., y Marín, M.: ―La Iglesia alcarreña ante la transición: el clero viejo y el clero nuevo‖;
Toledo, Díaz, B y Pacheco, C.: ―Los movimientos religiosos‖. Vid. también Ortiz Heras, M.,
Castellanos
López, J.
A. y Martín García, O.
J.: ―Historia social y política para una
Transición. El cambio desde abajo y la construcción de una nueva autonomía: Castilla-La
Mancha‖, HAOL, publicación online, números 14 y 15, octubre 2007, pp. 115-126; Aguilar,
P.: ―La Transición política en Guadalajara‖, Actas de las VI Jornadas de Investigación en
Archivos..., Op. cit., pp. 151-221.
56
Según FOESSA los municipios inferiores a 2.000 habitantes cuentan, en 1973, con una
mayor tasa de asociacionismo político: un 5%. Ortiz Heras, M.: ―Movimientos Sociales y
sociabilidad en Castilla-La Mancha durante el segundo franquismo‖…, Op. cit., pp. 309-332.
Si tenemos en cuenta que la actividad económica conlleva determinados coeficientes de
concienciación y participación activa en política, la apreciación de Juan de Dios Izquierdo con
el territorio que entonces abarca la actual CLM: ―[…] el nivel de concentración de actividad
rural superaba con creces al resto de España, por lo que la democracia irrumpió por sorpresa
y las libertades casi le vinieron dadas‖. Dios Izquierdo, J. de: ―Sociología electoral en CastillaLa Mancha durante la Transición‖, Curso de Verano de la Universidad de Castilla-La Mancha,
Campus de Albacete, 16-07-2002.
53
―La otra Transición de la Iglesia…
en gran medida, al control caciquil que supone un freno económico y cultural
en la mayoría de sus provincias, ahora bien, en CLM conviven unas bases –y
una parte del clero- que luchan por ganar un margen de libertades políticas
y un desenganche del régimen57.
Sin
embargo,
la
presencia
de
una
jerarquía
extremadamente
conservadora en lo político y religioso, con unos perfiles -importantes como
para ser fuente de reflexión y análisis-, con una rotundidad y elaboración de
los contenidos en un discurso dogmático e inmovilista, con indudables
maniobras e intencionalidad manifiesta por imponerlo sobre el clero,
religiosos y religiosas, militantes de los movimientos de AC y resto de
feligreses, con una finalidad política, hace que las intentonas de aquellos
queden fuera de un primer imaginario y publicidad notoria.
57
A lo que hay que sumar que, en una región con ―fama‖ de tradicional sentir religioso, no
aparece su reflejo en las encuestas sociológicas sobre asistencia dominical a misas, pues si
bien es cierto que se incrementa entre 1965 y 1974, y se mantiene en los años de estancia
del grupo de obispos inmovilistas, con signos diferenciadores entre las provincias -en el tejido
social y reivindicativo-, con Albacete, Ciudad Real y Toledo, frente a Cuenca y Guadalajara,
más pobres también en los campos económico y cultural, y mientras se hablaba de la anterior
Castilla la Nueva, estas diócesis no reflejan esa alta ―religiosidad‖: ―[…] El mínimo
corresponde
al
17,6 de Castilla la Nueva (con Madrid
pero
no
Albacete), donde
indudablemente podía influir el peso de Madrid sobre un entorno poco poblado, si bien, con el
tiempo, se observaría que la capital del Estado no se caracterizaba precisamente por su
mayor descristianización, en relación con el sur de España‖. Andrés Gallego, J.; Pazos, A. M.
y De Llera, L.: Los españoles, entre la religión y la política. El franquismo y la democracia,
AEDOS, Madrid, 1996, p. 263. En 1985, tras la Transición, en la diócesis de SigüenzaGuadalajara todavía asisten a misa más de un 50% que se declaran católicos practicantes, y
entre el 40 y 30% en Cuenca y Toledo, donde continúan José Guerra Campos y el arzobispo
Marcelo González. Díaz Salazar, R.: ―La Transición religiosa de los españoles‖ en DíazSalazar, R. y Giner, S.: Religión y sociedad en España, Centro de Investigaciones
Sociológicas, Madrid, 1993, pp. 93-173.
54
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Relación de Obispos en Castilla La Mancha durante la Transición
Periodo
Albacete
Ciudad Real
Cuenca
Sigüenza-
Arzobispado
Guadalajara
Toledo
de
Hasta
Arturo
Enrique Pla y Deniel
1969
Tabera
(1941-1968)
Araoz
(19501969)
Entre
Ireneo
Juan Hervás y
Inocencio
Laureano
Vicente Enrique y
1969
García
Benet
Rodríguez
Castán
Tarancón (1969-
Y
Alonso
1976)
Díez (1943-
Lacoma
1972)
1979
(1969-
1973)
(1964-1980)
(1955-
1980)
Marcelo González
José Guerra
Rafael
Torija
Martín (1972-1995)
Campos
de la Fuente
(1973-
(1976-2003)
1996)
Tabla que permite observar los periodos de coincidencia de obispos en las
provincias de CLM. Elaboración propia.
En ese sentido, recogemos, para una mejor comprensión del origen y
trasfondo de la línea discursiva y contexto en el que se produce, lo más
destacable a su ascenso dentro de la Iglesia, desde su participación y
asunción, o no, de las ideas del Concilio, su admiración hacia el general
Franco, su paso y gestión en AC, así como posibles responsabilidades en el
―cisma‖ provocado en aquellos años en la CEE. Seguiremos con su oposición
55
―La otra Transición de la Iglesia…
a varios aspectos de fondo de la Constitución de 1978 y posterior desarrollo
legislativo democrático, entre otros de menor calado.
En cada uno de esos momentos aparecen seguidores y detractores,
por lo que es ciertamente obligado estudiar las disputas con los distintos
estamentos religiosos, incluida la CEE, con los movimientos obreros de AC y
con los nuevos partidos políticos que toman las riendas del Estado (con el
pesar manifiesto a posteriori, y contrariamente a lo mantenido inicialmente,
de que, ni bajo el régimen ni en los albores de la Transición, exista un
partido político eminentemente católico apoyado explícita y abiertamente
desde la jerarquía). Conjugando la incertidumbre y el riesgo a una nueva
agresión desmedida hacia la institución, justifican su acción frente a
―previsibles‖ propuestas legislativas que entienden contrarias al Magisterio
de la Iglesia con argumentos de tipo político58. Se convierten en grupo de
presión que interpreta que con los nuevos cambios legislativos se traspasan
ciertos límites de la doctrina católica, argumentando que el país es
mayoritariamente todavía católico activo59. Según su criterio deben obviarse
58
Es importante reseñar que no entramos en el campo de la formación teológica, por
entender que ese estudio desbordaría los objetivos planteados en este trabajo, aunque no
olvidamos que ese apartado es clave para comprender, en gran medida, las bases doctrinales
en las que soportan sus ideas.
59
Cuando cualquier autoridad, representante o miembro de la comunidad católica, se refiere
a ―doctrina católica‖, se atiene a la definición de aquella que ―enseña el Magisterio universal
con un acto doctrinal de verdadera ‗autoridad‘, aunque no infalible. A ella se le debe un
‗asentimiento interno y religioso‘‖. Salaberri, J.: De Ecclesia Christi, núm. 892, en ―Sacrae
Theologiae Summa‖, vol. I, Madrid, BAC, 1950, en Castán Lacoma, L.: La indisolubilidad del
matrimonio y el derecho natural, Folletos Mundo Cristiano, núm. 304, Madrid, 1980, p. 6.
56
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
legislaciones que favorezcan la libertad de culto, el divorcio, el aborto, o se
ponga en duda el modelo educativo que ellos propugnan (intenciones que
encierran el temor, con cierto paralelismo, salvando las distancias, a lo
ocurrido y vivido por la jerarquía eclesiástica en el cambio de régimen con la
llegada de la Segunda República y el mandato de los cardenales Pedro
Segura60 y Vidal i Barraquer61 desde la archidiócesis de Toledo)62.
Trataremos, pues, de inferir las acciones de los obispos destinadas a
penetrar en los tejidos del poder social y político de aquellos años en las
cinco provincias, todo ello en un enfoque que va de lo universal a lo
particular. Intentaremos sistematizar sus posiciones seriando sus acciones
60
Sobre el cardenal Pedro Segura y Sáenz ver: Gil Delgado, F.: Pedro Segura. Un cardenal
sin fronteras, Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 2001; Martínez Sánchez, S.: Los
papeles perdidos del cardenal Segura, 1880-1957, EUNSA, Navarra, 2004.
61
Vid. Arbeloa, V. M.: Vidal y Barraquer, cardenal de la paz, Estela, Barcelona, 1971. La
visión del cardenal que traemos a colación tiene más que ver con su postura ante el
intrincado momento con el levantamiento militar de 1936 y el dilema del nacionalismo
católico catalán. Coincidentemente, después de esquivar una muerte casi segura a manos de
los cenetistas huye a Italia por mediación de las autoridades de la Generalitat. Tras la guerra
se le impidió volver por los responsables del régimen.
62
El conservadurismo en este periodo lo lidera la figura del cardenal Marcelo González, con
un principal aliado, el obispo José Guerra Campos. En el polo opuesto se encuentra el
cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que ejerce otra postura de la cúpula de la jerarquía a
nivel nacional. La diferencia más notable es que hasta llegar a esos puntos doctrinales, en el
proceso previo de la Transición la Iglesia, en líneas generales desde esta jerarquía como
veremos, se implica en los cambios del sistema político, apoyada la línea desde el Vaticano,
mientras en aquel periodo la visión monolítica de enfrentamiento al nuevo régimen
republicano hacía, a todas luces, otra visión y otro tratamiento.
57
―La otra Transición de la Iglesia…
de tipo pastoral y políticas que desarrollan en un frente común, y muy
homogéneo, en la mayoría de las diócesis de CLM.
De todo lo anterior se deduce que intenten contraponer sus fuerzas
canalizándolas en varios frentes ante las crisis, fomentar modelos de
comportamientos afines, en definitiva intentar acaparar una visión global de
los diferentes ritmos en la renovación eclesial y soslayar conflictos internos y
externos que se generen sobre las nuevas relaciones con la sociedad y el
poder político63.
En definitiva la región se convierte en un paradigma de estudio para
la evolución de esta facción de la Iglesia durante la Transición, mientras en
otras regiones sus obispos adquieren posturas de tinte progresista y
Conciliar64.
63
Serrano Blanco, L.: Op. cit., pp. 20-21. Serrano añade las dificultades de hacerlo en una
institución como la Iglesia: ―[…] derivadas de la pluralidad y diversidad de actores que
intervienen en la vida de una diócesis. No sólo relativas a los vestigios documentales de su
actividad, muchas veces inexistentes, cuando no desaparecidos. También hay que considerar
la dificultad de determinar cuáles son los grupos eclesiales más dinámicos e influyentes en la
marcha de la diócesis, calibrar el peso real del obispo o el arraigo de los movimientos de
base; sin pretender, con ello, hacer estudios monográficos de cada colectivo eclesial‖.
Ibídem, p. 21. En opinión de Feliciano Montero: ―[…] su investigación aporta un salto
cualitativo a la comprensión de un proceso a la vez eclesial, social y político, que permite
entender las conexiones entre ‗renovación eclesial‘ y democratización‖. Montero, F.: La
Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 325, nota 66.
64
Para el profesor Montero: ―[…] Uno de los temas de investigación pendiente es el estudio
de la recepción y aplicación de los documentos del Concilio y de las directrices posconciliares,
por parte de la Iglesia española: un proceso eminentemente diocesano, que dependía en gran
medida de los impulsos y frenos de cada uno de los obispos. […] aunque las votaciones en su
seno (de la CEE) reflejen la existencia de una opinión mayoritariamente compartida, sería
interesante el estudio regional, y el individual o del grupo minoritario, destacadamente la
58
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En un segundo plano, pero no por ello menos importante, trataremos
de analizar cuál es la reacción del clero, movimientos y comunidades de
base, ante los contenidos de los mensajes emitidos desde las dos tendencias
claras de la jerarquía durante la Transición, a nivel religioso como político.
No olvidamos que son precisamente ambos estamentos, parte de las bases
del clero, quienes ―fuerzan‖ a un cambio en las percepciones de la
institución respecto de la situación social, y de las relaciones que deben
renovarse con el poder político, en lo que ha venido a ser denominado
―desenganche‖, o alejamiento de determinados grupos de los preceptos de
cierta configuración religioso-moral-política65.
posición del obispo de Cuenca Guerra Campos‖. Montero, F.: ―La Iglesia y la transición‖,
Ayer, nº 15, 1994, p. 101.
65
Simón Arce describe distintas perspectivas sobre el ―desenganche‖ de la Iglesia: ―[…] Para
una parte de la historiografía, el proceso tuvo como
promotor a la Iglesia de base, a los
movimientos de especialización vinculados con Acción Católica Española (ACE) […]; para otro
segmento, el impulso de separación procedió de la Santa Sede y del giro que se produjo en
la línea política de ésta con el Concilio Vaticano II, la cual comulgaría mal con la
confesionalidad y unión que establecía el Concordato de 1953 entre la Iglesia española y la
dictadura. Un tercer grupo de autores, pone el acento en las diversas personalidades que
poblaron el proceso, las figuras internacionales, Pablo VI o el nuncio Dadaglio, y en el terreno
nacional la figura de Monseñor Vicente Enrique y Tarancón, representante de la denominada
‗Iglesia de la paz‘ frente a Monseñor Marcelo González o Monseñor Guerra Campos,
defensores de la línea de la ‗Iglesia de cruzada‘. Otros autores hacen hincapié en el proceso
de secularización y pérdida de influencia de la Iglesia como producto del desarrollo económico
y de la urbanización de la
población española, que habría producido el alejamiento de
amplios sectores de la población respecto de la Iglesia […]. El llamado desenganche consistió
sobre todo en una reubicación de la Iglesia ante la rigidez del franquismo, que no toleraba la
mínima disidencia, amplificado por el enfrentamiento de algunos sectores de la Iglesia con la
dictadura, pero en ningún momento la Iglesia quiso romper con el franquismo, al menos no
hasta que su nueva posición con la nueva democracia estuviera consolidada‖. Simón Arce, R.
59
―La otra Transición de la Iglesia…
Las respuestas o requerimientos que los receptores mantienen con el
gobierno de su institución son muy diversas, al tiempo que tratan de que no
coarten el resto de sus acciones o evangelización66. Y es, por tanto, en esa
bidireccionalidad, en la que trataremos de centrarnos, desde el ámbito local,
planteándonos cómo es en la forma, que no en el fondo difícilmente
cuantificable, la influencia de los representantes de la corriente inmovilista a
la hora imponer sus criterios.
Se trata, en definitiva, de encontrar el nexo que existe entre las
acciones de un grupo organizado como la cúpula –en un entorno social y
político determinado, de una región administrativa-, y las reacciones de
colectivos intra y extra eclesiales, sin olvidar que las cinco diócesis no viven
con la misma intensidad esa confrontación. Los grados de la misma
A.: Op. cit... Cárcel Ortí mantiene que a lo largo de casi todo el siglo XX la sociedad española
está profundamente regida por una herencia religiosa -exceptuando el corto periodo de la
Segunda República- y, por otro lado, expuesta a una fuerte secularización/laicización de las
nuevas corrientes de pensamiento originarias en Europa. En el periodo que nos ocupa se
produce un rápido proceso de secularización con sus manifestaciones más inmediatas en el
indiferentismo práctico, la identificación Iglesia-Estado, una escasa fiabilidad, sobre todo en
las nuevas generaciones, de todo lo que se refiere a la Iglesia. Cárcel Ortí, V.: Breve historia
de la Iglesia de España, Planeta, Barcelona, 2003, p. 479.
66
El profesor Montero recalca: ―[…] No hará falta insistir en que el descuido y el relativo
abandono y menosprecio de este tema no guarda relación con su relevancia historiográfica,
habida cuenta del indiscutible peso e influencia de la Iglesia católica y de las obras ‗católicas‘
escolares, asistenciales, sociales o publicísticas en la conformación de la mentalidad y los
comportamientos de los españoles‖. Montero García, F.: El movimiento católico en España…,
Op. cit., p. 91. Vid. López Villaverde, Á. L.: ―La Guía de la Iglesia y de la Acción Católica
Española: una fuente básica para el análisis del movimiento católico durante la posguerra‖,
Hispania Sacra, núm. 106, 2000, pp. 675-694.
60
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
dependen del bagaje de sus obispos, más o menos ―fundamentalistas‖, o la
laxitud a la hora de imponer su criterio por cuestiones de personalidad o
dominio del ejercicio de poder, y las reacciones de las bases, que adecúan
sus estrategias según sus trayectorias vitales y sociales en cada territorio.
Entendemos la dificultad de apoyar todas las hipótesis sin tener en
cuenta las posibles omisiones, o inexistencia de otros documentos públicos o
personales sobre los aspectos que nos interesan, aunque sí establecemos,
en la medida de su importancia, la presencia de matices en las acciones y
desenvolvimiento de circunstancias según el momento analizado67.
Por último es importante reseñar que una parte importante de los
católicos se mantiene al margen –sin crítica pública sobre las acciones de
obispos y sacerdotes que se manifiestan en cualquier sentido-, y no faltan
quienes reconocen el derecho de la jerarquía a postular sobre principios
políticos, aunque les niegan su autoridad para enjuiciar situaciones de tipo
social68. En ese sentido es difícilmente recuperable y cuantificable esa masa
que no opta por opciones encontradas en aspectos como evangelización,
67
Como puntualiza Calleja: ―[…] al margen de posicionamientos grupales ante el proceso
socio-político‖. Calleja, J. I.: Op. cit., p. 12. Respecto a las actitudes de los fieles, coincidimos
con Calleja en la dificultad de conocer el origen de las distintas actitudes dentro de la Iglesia:
―[…] ¿A qué fuerza social atribuir el origen de las actitudes adoptadas por los ciudadanos con
‗doble militancia‘, por ejemplo, a las propuestas de los Obispos, a las opciones socialistas o a
los convencimientos conservadores? Y en otro sentido, ¿qué incidencia tiene la palabra
eclesial, sobre todo la del Episcopado, en la orientación del voto de los católicos? ¿Tiene la
misma incidencia social en economía que con respecto a la enseñanza o al aborto? ¿Orienta
la Jerarquía el voto y las decisiones de los católicos o reorientan los católicos la palabra
episcopal a sus inamovibles decisiones políticas?‖. Ibídem, pp. 19-20.
68
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., pp. 454-455.
61
―La otra Transición de la Iglesia…
política, sociedad…, y cuáles son las directrices del estamento jerárquico que
apoyan o la aceptación de las reivindicaciones de los miembros de base más
activos en momentos de relieve político y social que se producen por
aquellos años.
En el apartado de las fuentes y metodología empleadas para llevar a
cabo este trabajo destacamos:
En lo referente a fuentes que indaguen sobre biografías, acciones,
escritos y testimonios con origen o referido a los protagonistas y grupos de
estudio, hemos buscado su presencia en medios impresos o audiovisuales
(hemerotecas, radio y televisión), archivos y documentos privados así como
entrevistas con quienes coincidieron en algún momento del periodo y están
todavía presentes. Toda esta información ha ido reorientando hacia nuevas
fuentes
y
enfoques
sobre
algunos
de
los
temas
previstos,
nuevos
planteamientos y, en algunos casos, el abandono de ciertas líneas que no
pueden ser investigadas por diversas causas (difícil o nulo acceso a
documentos y protagonistas ya fallecidos).
La fuente principal para analizar los contenidos ideológicos y políticos
del discurso oficial de la jerarquía, como referente para el clero y bases
católicas, tiene su sustento en los documentos públicos de la CEE -acuerdos
de la plenaria, comisiones y comunicados-, y de Documentos de la
Conferencia Episcopal Española 1965-1983, de J. Iribarren donde, también
aparecen apreciaciones particulares de sus principales cargos, y demás
argumentos ―institucionales‖ ante determinados hechos o avatares por los
que pasa la institución69.
69
Como ocurre, en ocasiones, los originados por la propia presidencia que, en tal caso, como
señala Calleja: ―[…] Sólo una persona las avala, pero las condiciones que concurren en la
62
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Sobre la documentación requerida a la CEE hemos de puntualizar que
se ha debido acudir a numerosas fuentes indirectas para generar un cuerpo
sobre determinados argumentos o hechos por la dificultad de acceso a la
documentación requerida a los actuales responsables de sus archivos, y la
negativa a su provisión, argumentando la imposición de los responsables en
anteriores momentos históricos, en lo que interpretamos el temor de
algunos de sus protagonistas a levantar suspicacias y resquemores del
pasado que generan todavía tensiones en la institución. Esto hace que
todavía resten ciertas zonas oscuras en asuntos que expliquen las
situaciones vividas aquellos años70.
En cuanto a las diócesis hemos acudido a los archivos de las
respectivas diócesis, a los Boletines Oficiales de los Obispados, de la que se
declaración bien permiten y aún exigen tomarlas como fuente de primera magnitud‖. Calleja,
J. I.: Op. cit., p. 14.
70
Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983, BAC, Madrid,
1984, y también Valle Sánchez, Mª. C. Del: Colección documental informática: documentos
oficiales de la Conferencia Episcopal Española, 1966-2006, con índices y CD-ROM. En
determinados boletines diocesanos aparecen de nuevo referencias a los principales
documentos que entienden sus responsables son de interés. La gran mayoría de los que
precisamos para parte de nuestro trabajo, como actas de las Asambleas del presbiteriado de
las diócesis de CLM, y documentos posteriores hasta 1979, no nos han sido facilitados desde
la dirección del Archivo de la CEE, argumentando que esos documentos se encuentran
amparados en un acuerdo de 1975 por el que los archiveros diocesanos fijan en setenta y
cinco años el periodo para su apertura a la investigación, aludiendo sus responsables que
mucha de esa información es de tipo administrativo sin interés (sic) para investigadores
(argumentos de la directora del Archivo de la CEE al autor de este trabajo, marzo de 2010).
El cardenal Tarancón ya manifiesta, en 1985, que algunos documentos significativos sobre las
relaciones entre Iglesia y Estado no están al alcance de los estudiosos: ―[…] que podrían
ofrecernos un poco de luz sobre la realidad de lo que se ocultaba, no pocas veces bajo la
apariencia de cordialidad…‖. Cambio 16, núm. 129, 1985, p. 22.
63
―La otra Transición de la Iglesia…
nutre gran parte de la relación de documentos relativos a pastorales,
homilías, información relativa al clero, funcionamiento o publicidad de los
movimientos de AC y grupos eclesiales relevantes para el trabajo71.
Por supuesto se han consultado los archivos de aquellos movimientos,
organizaciones, asociaciones y grupos católicos de base que más se
significaron en esos momentos, como son los de la Comisión General de la
HOAC72, JOC73, JEC, así como archivos privados, fuentes orales (entrevistas
a testigos y protagonistas de los mismos).
El trabajo se nutre también de los documentos de los Archivos
histórico-provinciales (AHP), del Archivo General de la Administración del
Estado (AGA), donde sobresalen los informes del Gabinete de Enlace (GE),
71
Los Boletines reseñan las principales directrices que emanan de sus obispos, de los que
destaca sobremanera el Boletín Oficial del Obispado de Cuenca (BOOC) por la cantidad de
escritos que José Guerra Campos edita sobre aspectos de tipo político-religioso. El Boletín
Eclesiástico del Arzobispado de Toledo (BEAT) se funda el 31 de enero de 1969, tras la
llegada del cardenal Tarancón y se convierte, parejo al caso de Cuenca, en un medio de
difusión de contenidos y manifestaciones de sus arzobispos, principalmente Marcelo
González, y otros relativos a la provincia eclesiástica de Toledo. También aquí es importante
reseñar la dificultad de acceso a los documentos que, ciertamente, debieron realizarse y que,
debido a una falta de aplicación archivística, deterioro o destrucción, y hasta negativa de su
existencia, según diferentes argumentaciones por algunos responsables de estos archivos
diocesanos, no se han podido consultar.
72
Además
del
Boletín
HOAC-Noticias
Obreras
(1975-1982)
se
han
consultado
las
publicaciones de la Comisión General de la HOAC, reseñadas en Bibliografía.
73
También se han consultado Juventud Obrera (tras su reaparición en 1976) y Noticias
Obreras.
64
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
del ministerio de Información y Turismo (MIT) y memorias de los gobiernos
civiles74.
También se han revisado actas de las sesiones del Congreso de los
Diputados, en lo referente a la representación eclesiástica en las antiguas
Cortes franquistas así como de los ministerios de Justicia y Exteriores, como
instituciones donde la presencia o conexión de la Iglesia con el Estado han
sido relevantes históricamente.
Por otro lado, y desde los fondos de la Biblioteca Nacional de España
(BNE) y bibliotecas provinciales, se ha manejado toda la información posible
que aportan las hemerotecas de aquellos años, periódicos y semanarios de
tirada provincial75 y nacional –como de otros países por referencias a lo
74
Destacamos que en el ministerio del Interior se encuentran muchos expedientes ―cerrados‖
-no consultables- con información ―sensible‖, según Ley Orgánica 15/1999, de 13 de
diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Allí figuran, a priori, los nombres de
quienes se denuncia desde los gobiernos civiles, encarcelamientos por causas abiertas...
Instituciones Penitenciarias ha devuelto los expedientes relativos a Ciudad Real al Archivo
Histórico Provincial de aquella localidad, durante los primeros meses de 2011. Para el resto
de las provincias no se hará factible en varios años, según sus responsables.
75
La prensa provincial durante el período que más nos interesa, de 1971 a 1979, es la
siguiente: Albacete cuenta con dos periódicos, La Voz de Albacete y La Verdad (desde 1973),
perteneciente el primero a la editora católica EDICSA, imbuida de los planteamientos más
ortodoxos de la CEE; el segundo mantiene una línea editorial que podríamos calificar incluso
de progresista. En Toledo destaca El Alcázar, aunque su cabecera no pertenece a esta
provincia, su periodicidad es semanal, y la tendenciosidad ideológica es profranquista, de un
sectarismo que lo convierte en una fuente muy válida en cuanto a los mensajes y discursos
de la derecha más inmovilista. En Ciudad Real encontramos Lanza, un diario propiedad del
Movimiento que se mantiene muy afín al régimen aunque en una corriente, en principio,
falangista. Cuenca cuenta con Diario de Cuenca, donde la influencia de la Iglesia es más
acusada en los primeros años, alejándose gradualmente de esta tendencia. Guadalajara
65
―La otra Transición de la Iglesia…
tratado-, publicaciones de los grupos cristianos de base, así como una
extensísima bibliografía que sobre el tema genérico de la Transición, política
y religiosa, que han aparecido con profusión estos últimos años76. También
se han tenido documentos de colecciones privadas. Para la visión sociológica
de los distintos momentos, tanto a nivel nacional, como lo editado sobre las
particularidades de la región, hemos contado con los documentos publicados
por FOESSA77.
Con todos las fuentes enumeradas anteriormente, se ha tenido muy
en cuenta la interpretabilidad múltiple -los documentos aquí recogidos
tienen doble lectura intraeclesial y extraeclesial- y cambiante del uso de
estos documentos para la investigación, así como la propia distorsión, por el
tiempo transcurrido y el componente subjetivo del analista, de los hechos
acaecidos. En ese sentido han sido claves los contrastes de autenticidad,
credibilidad y representatividad.
Llegados a este punto, coincidimos con Alía Miranda que quizás uno
de los principales errores que se cometen al llevar a cabo un método de
mantiene Nueva Alcarria un semanario que lentamente evoluciona hasta convertirse en un
medio menos conservador.
76
Los fondos en hemerotecas y soporte audiovisual, son claves en este periodo, entendemos
que se suple con ellos el ―vacío historiográfico‖, que sobre la facción conservadora a estudiar
existe hasta el momento.
77
FOESSA: Informe sociológico sobre la situación social en España, 1970, Euramérica,
Madrid, 1970. - Estudios sociológicos sobre la situación social en España, 1975, Euramérica,
Madrid, 1975. - Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981),
Euramérica, Madrid, 1981. - Informe sociológico sobre el cambio social en España (19751983), Madrid, Euramérica, 1983.
66
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
investigación
es
caer
en
el
―nominalismo‖,
es
decir,
basarnos
exclusivamente en lo que aparece escrito en los documentos elaborando una
historia ―sin sensibilidad, sin vida‖78.
Es por esto que, también con esas claves, y debido a la relativa
cercanía en el tiempo de los testimonios y hechos a analizar, hemos
aportado la información de testigos cercanos a los protagonistas en aquellos
años, reconociendo, a priori, que el tiempo transcurrido puede haber
desfigurado matices y derivado hacia la subjetividad determinados hechos.
Como método de recopilación de las aportaciones de estas fuentes orales
hemos utilizado la entrevista semiestructurada y la encuesta, aunque
debemos resaltar que esta información no ha estado exenta de dificultad,
sobre todo en altas esferas de la institución. En cuanto al clero, se ha
observado una fuerte autocensura para recuperar sus definiciones y
aportaciones de tipo colegial, sobre cualquier aspecto referido a cuestiones
requeridas para el trabajo, derivándonos, en ambos casos, hacia los
documentos públicos de los Boletines eclesiásticos y prensa.
De todo lo anterior resumimos a continuación, muy sucintamente, los
principales contenidos genéricos de los capítulos del trabajo:
En el capítulo I nos acercamos a las primeras contradicciones que vive
la jerarquía española ante el ―cambio‖ de rumbo que dicta el Concilio
Vaticano II en cuanto a las nuevas relaciones Iglesia-sociedad. En ese
sentido nos referimos al concepto de religión politizada -entendemos que es
el término que más se acerca a los contenidos del estudio-, estigma de un
78
Alía Miranda, F.: Técnicas de investigación para historiadores. Las fuentes de la Historia,
Madrid, Síntesis, 2005, p. 38.
67
―La otra Transición de la Iglesia…
nacionalcatolicismo español como sistema imperante durante la dictadura
del general Franco y que no dudan los obispos inmovilistas de CLM en
mantener a toda costa.
El paso de la Conferencia de Metropolitanos a la CEE, con una nueva
configuración
de
una
jerarquía
renovada
por
los
obispos
auxiliares
entrantes, supone otra visión sobre el estatus de la institución y su relación
con el poder político, con un cierto calado aperturista, síntoma de las tesis
del Concilio, supone el progresivo cambio cuasi radical en las relaciones con
el régimen. Algunos integrantes de la cúpula eclesial interpretan esos gestos
como un primer resquebrajamiento en un Episcopado dividido entre el
inmovilismo y el aperturismo.
También recogemos los desasosiegos que la primera Ley sobre
libertad religiosa genera en los obispos conservadores que opinan que
España va camino de la desconfesionalización, a pesar de que su articulado
no genera suficientes cauces para la presencia de otras religiones en el
panorama español.
El capítulo II discurre por la confrontación que se genera entre las
bases católicas, concretamente desde los movimientos obreros de AC y la
jerarquía. Aunque a priori no se hayan valorado hasta aquí como notables
en CLM, sí pueden entreverse numerosas manifestaciones públicas que
evolucionan de la crítica a la disidencia, e incluso colaboración con los
sindicatos y partidos clandestinos antifranquistas.
Tras unos tímidos inicios, por parte de sectores minoritarios durante
los años cincuenta que se amplían en los sesenta, nos detendremos en el
descubrimiento
del
―compromiso
temporal‖
en
los
movimientos
de
68
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
apostolado seglar, y la persecución y ―represión‖ a la que se verán
impuestos por los consiliarios afectos al régimen, como José Guerra Campos
y Laureano Castán Lacoma, en connivencia con el propio gobierno. También
aparecen los primeros signos de contestación desde el clero, principalmente
en Albacete, Guadalajara y Toledo como síntoma de la gran crisis que se
vive en la institución.
En el capítulo III profundizamos en el momento clave de inflexión en
la Iglesia española ante un posible vuelco en sus cauces de representación.
Se trata de la Asamblea Conjunta de obispos y presbíteros (1971) que,
desde su preparación, produce una ―catarsis‖ en el clero que arrastra a
cierta jerarquía en el intento por generar un cambio radical en la relación a
un mismo nivel. El clero reivindica un cambio de línea, y su papel, en lo
evangelizador, en lo pastoral y en la acción social y política desde la
institución, lo que produce conatos de disputa y división interna.
En la región castellano-manchega la presencia en Toledo de Vicente
Enrique y Tarancón sirve para dar sentido a estas tesis, pero la inmediata
llegada
de
Marcelo
González,
hace
que
el
grupo
de
obispos
ultraconservadores convierta a la provincia eclesiástica en la de mayor
calado conservador, frente al resto de las regiones, lo que supone un
añadido más a las complicadas tareas para encarar la Asamblea Conjunta.
En ese sentido, el espíritu de libertad y diálogo necesarios para
entablar las Asambleas del presbiteriado, no se produce de igual forma en
cada diócesis, aspecto que luego se refleja en las proposiciones que llevan a
la Asamblea interdiocesana y posteriormente a la Conjunta; sesgadas por
principios de contención y control explícitos desde ―arriba‖ en algunos casos.
69
―La otra Transición de la Iglesia…
En el capítulo IV destacamos el momento de mayores tensiones entre
la Iglesia y el régimen, justo tras la Asamblea Conjunta. El gobierno trata de
utilizar la facción más proclive del Episcopado a sus intereses, en contra de
la cúpula de la CEE, convirtiéndose en vocero de las acepciones más
conservadoras y afines. Mientras sacerdotes y Movimientos tienen parte
activa en la urdimbre de una oposición clandestina que se organiza ante las
evidentes injusticias con lo que la represión se dispara desde todos los
órganos del poder, los obispos fieles al régimen, la facción más inmovilista
que se ha instalado mayoritariamente en las diócesis de CLM, apoyan a
aquellos grupos del clero más ortodoxo como la HSE, así como fieles desde
el OD o asociaciones de seglares poco críticas con la situación social del país
y utilizan toda medida de coacción y anulación sobre aquellos.
Para este mismo grupo de obispos, la muerte de Franco supone un
momento cargado de simbolismo, y hasta de exaltación, por los mensajes
que emiten tras su desaparición. Algunos otros, más comedidos, del resto
de la jerarquía, da idea del proceso de un claro objetivo común desde la
institución y es el cómo resituarse ante los nuevos interlocutores del Estado.
A lo largo del siguiente capítulo V se observan los primeros pasos
democráticos desde el sector conservador de la jerarquía hacia una larga y
consistente lucha para controlar la línea roja que debe marcar la Iglesia en
los nuevos preceptos constitucionales, tratando de impedir la entrada en el
juego parlamentario democrático de partidos y sindicatos contrarios a los
dogmas o al magisterio de la institución.
La vuelta desde la institución a viejos preceptos, provenientes del
devenir de la política desde Roma, y su confrontación con determinados
70
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
gobiernos, como con el del PSOE, desde 1982, o de reafirmación tras la
llegada en 1996 del Partido Popular (PP), sobre temas que se consideran
referentes en lo moral, como divorcio, aborto, educación, serán temas
recurrentes que, en algunos casos tienen continuidad aún en nuestros días.
Al final, recapitulamos algunos de los principales pasos y las visiones que,
en determinados momentos del proceso de renovación del Concordato y
Acuerdos con el Vaticano, aportan los obispos inmovilistas, en un intento por
no rebajar, aún más, la posición de privilegio que ostenta la Iglesia católica
sobre el resto de credos.
El capítulo VI, o Epílogo, versa sobre el final biográfico de dos de los
principales protagonistas del grupo inmovilista, Marcelo González y José
Guerra, con trazos desiguales en cuanto a su impronta pública, por cuanto el
primero ostenta reconocimientos y presencia en la vida pública, signo
contrario del segundo que ajusta su cometido a una acción pastoral
intelectual, pero que coinciden en a otorgar, a sus diócesis respectivas, una
presencia notable de un clero ultramontano en los pastoral y vivencial, en
un intento por incrementar las filas de un clero fiel a sus dogmas.
71
―La otra Transición de la Iglesia…
PARTE PRIMERA.
DE LA IGLESIA EN CONNIVENCIA CON EL RÉGIMEN A LA DEL
“CAMBIO”
72
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
73
―La otra Transición de la Iglesia…
Capítulo I. Una jerarquía en contra de la nueva concepción del
Concilio Vaticano II sobre la autoridad dual Iglesia-Estado
I.1. Nacionalcatolicismo y “Religión politizada”
Política y religión mantienen a lo largo de la Historia una intrínseca
relación que coincide en regir el orden social y afirmar su autoridad. Ahora
bien, esa relación, aparentemente basada en equilibrio y reparto de
parcelas, esconde la pugna por la subordinación entre ambos poderes, sobre
todo del religioso sobre el civil, como señala Olegario González de Cardedal:
―[…] poniendo en juego su poder e intentando subordinar todos los
demás poderes a sus fines, queriendo así hacer presente el evangelio del
amor y de la libertad por la violencia y la evidencia que los poderes de este
mundo imponen. Porque el poder termina siempre planteando una cuestión
religiosa, ya que secretamente tiende a erigirse en absoluto y con ello a
suplantar el lugar de Dios en la vida de los hombres. A su vez la religión
termina casi siempre cayendo en la tentación de afirmarse con el poder y
desde el poder‖79.
En el periodo moderno el binomio Iglesia-Estado interesa igualmente
a civiles y religiosos, según Antonio María Rouco Varela, actual presidente
de la CEE y arzobispo de Madrid, quien habla de ―realidades permanentes‖:
79
Olegario González de Cardedal, teólogo catedrático de la Universidad Pontificia de
Salamanca, en el prólogo a los textos de Enrique y Tarancón, V., González, M., y Jubany, N.:
Iglesia y política en la España de hoy, en Sígueme, Salamanca, 1980, p. 11.
74
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Las relaciones de la Iglesia con el Estado –o del Estado con la
Iglesia– pertenecen por su propia naturaleza a un orden de realidades
permanentes que trascienden los límites de espacio y de tiempo, porque
tienen que ver con aspectos esenciales de la persona humana, vista en la
integridad existencial y ontológica de elementos que la constituyen. En
primer lugar: con su dimensión religiosa, que emerge siempre, sea en forma
de vivencia positiva sea en forma de expresión negativa; al menos, como
cuestión que la mueve y conmueve a lo largo de la historia de la humanidad
y que es reflejo de las propias e íntimas preguntas que se hace todo hombre
sobre el origen, el destino y el sentido de la vida, más allá de la muerte; […].
Y, en segundo lugar: con su dimensión social. Es verdad que la individualidad
de la persona humana caracteriza y fundamenta su condición de ser un
sujeto trascendente e irreducible no sólo a cualquier otro ser físico y
espiritual, sino, incluso, a los demás hombres; pero es igualmente
indiscutible que precisamente por el carácter justamente personal del ser
humano se constituye en un ser ‗relacional‘ que precisa para su subsistencia
del otro, de los otros, desde el ámbito primero de la familia hasta el ámbito
último de la sociedad‖80.
Como vemos, la preocupación de los representantes de la Iglesia
sobre cómo debe fundamentarse la relación con el Estado, o anteriormente
con el poder, en ambos sentidos, ha sido perenne y ya cuenta con
antecedentes en el siglo II d.C. cuando el pensador pagano Celso critica a
los cristianos que no aceptan someterse a los deberes que, como
80
Rouco Varela, A. M.: Las relaciones Iglesia-Estado. Perspectivas actuales, Biblioteca
Electrónica Cristiana, Vida y Espiritualidad, (16-1-2012), Disertación del Cardenal-Arzobispo
de Madrid, en la toma de posesión de su plaza en la Real Academia de Doctores (25-5-2008).
75
―La otra Transición de la Iglesia…
ciudadanos, deben asumir: ―[…] El creyente se ve dividido, desgarrado entre
la colectividad a la que pertenece de hecho y la comunidad de fe a la que se
adhiere, y tanto más dividido cuanto que ésta le exige la evangelización‖81.
Casi tres siglos después, cuando la concepción agustiniana –origen de la
teoría de los dos poderes- es decisiva en occidente, San Agustín apela a esa
responsabilidad histórica para el triunfo ―espiritual‖ de la Iglesia:
―[…] más allá de los conflictos terrenos, y con ocasión de ellos, es
importante no sólo trabajar por la salvación, mediante el respeto de las
reglas cristianas de vida, sino también asegurar, por el triunfo espiritual de la
Iglesia, la gloria del Creador‖82.
Como manifiestan Châtelet y el resto de autores: ―[…] La conversión
de Constantino parece aportar una solución a este problema (el de la
encrucijada del cristiano y su sentido en la comunidad). Pero no hace más
que institucionalizarlo. […] Roma se convierte en el centro de la Iglesia,
institución que, a pesar de ser de naturaleza espiritual, no por ello deja de
desarrollar una administración jerarquizada y de poseer un poder que no
deja de preocuparse por los asuntos temporales. Cuando en 410, el rey
81
Châtelet, F., Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Historia del pensamiento político, Tecnos,
Madrid, 1987, p. 43.
82
Ibídem. ―[…] San Agustín, obispo de Hiponia, comprende que hay que clarificar la doctrina
de la Iglesia, y a tal efecto escribe ‗La Ciudad de Dios‘ (413-427). […]. Ibídem.
Agustín: La ciudad de Dios (413-427), 2 vols., C.S.I.C., Madrid, 1958.
Vid. San
76
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
visigodo Alarico, convertido a la secta cristiana de Arrio entra a saco en
Roma…‖83.
En el territorio peninsular ibérico, en el año 589, el rey visigodo
Recaredo se convierte al catolicismo (III Concilio de Toledo), con la
intención de conseguir la unidad religiosa en los territorios, condición ―sine
qua non‖ para alcanzar la unidad administrativa y política del reino, todo un
ejemplo
de
identificación
entre
intereses
entre
el
poder
político
y
eclesiástico84.
Tendrá que pasar el dominio de la concepción de Santo Tomás de
Aquino (1225-1274), y el peso de las comunidades en contra del
―agustinismo‖85, para que adquieran fuerza las ideas de Marsilio de Padua,
autor de El defensor de la Paz (1324), quien denuncia que el objetivo de la
autoridad espiritual, la jerarquía, es controlar el poder secular –al que
también critica-, mientras que lo justo sería volver a una subordinación del
83
Ibídem, p. 44.
84
Lop Otín, M. J.: ―Iglesia y monarquía visigoda‖, en López Villaverde, Á. L. (Coord.): Historia
de la Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit., pp. 71-80.
85
Para Santo Tomás: ―[…] la definición del buen poder depende únicamente de la Razón. Y si
ésta indica que ese poder debe respetar las prescripciones divinas, también estipula que
tener en cuenta el derecho inscrito en la naturaleza humana y las voluntades de la
colectividad. […] Es su tarea el facilitar el cumplimiento individual de las virtudes naturales,
dejando a la Iglesia el cuidado de la salvación eterna. Para llegar a ella, enunciará leyes
adecuadas a los hábitos del pueblo que regenta, y se esforzará –dentro de la tradición
aristotélica y romana, que reúne la enseñanza dada por Moisés- por establecer una
constitución mixta que combine los méritos de la monarquía, de la aristocracia y de la
democracia‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 47. Vid. Santo
Tomás de Aquino: La ley, Barcelona, 1936.
77
―La otra Transición de la Iglesia…
poder eclesiástico al civil86. Marsilio rechaza la autoridad papal sobre reyes y
autoridades temporales, y se revela como el primer pensador que habla de
un Estado ―laico‖, desde el cristianismo:
―[…] la Iglesia no es más que un nombre que designa el conjunto de
los creyentes; no podría tener un jefe; y los sacerdotes, encargados de
preparar a los ciudadanos para la salvación dependen del príncipe, de la
misma forma que el resto de los ciudadanos, y ello dentro del marco de la
ley‖87.
Tras varios siglos en el que el debate parece discurrir por los mismos
márgenes, en la segunda mitad del siglo XIX nos encontramos con la
―Teología de
las naciones‖ con la que la Iglesia trata de dar respuesta al
nacionalismo liberal y al internacionalismo socialista, atribuyendo a cada
86
Para Sabine, Marsilio de Padua trata de: ―[…] definir y limitar del modo más categórico
posible las pretensiones de la autoridad espiritual encaminadas a controlar, directa o
indirectamente, la acción de los gobiernos seculares, y a este fin fue más lejos que ninguno
de los demás escritores medievales por lo que se refiere a colocar a la iglesia bajo el poder
del estado‖. Sabine, G.: Historia de la Teoría política, Fondo de Cultura Económica, España,
Madrid, 1986, p. 219. Marsilio de Padua: Defensor pacis (1324), C.W. Previté-Orton,
Cambridge, 1928; Danielou, J. y Marrou, H. I.: Nouvelle histoire de l‘Eglise, I-II, Seuil, París,
1962. Existe otra edición posterior de Defensor pacis por Richard Scholz (Fontes iuris
Germanici antiqui), Hannover, 1933.
87
Ibídem, pp. 46 y 48.
78
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
nación un papel concreto en el ―proyecto divino‖, como lo define Daniele
Menozzi88.
En la España de 1919, Leopoldo Eijo y Garay, entonces obispo de
Vitoria, traslada parte de las premisas ideológicas de esta ―Teología‖ a la
oración del día de la festividad de Santa Bárbara, patrona de los artilleros:
―[…] No es que la religión católica se identificara con la patria, no. Así
como no se mide ni tasa el amor debido a Dios por el debido a los padres
[…]; así tampoco la religión, al imponer con su moral el patriotismo, se
identifica con una nación, se reduce a su territorio y se limita a sus fronteras;
no; Católica ella, trasciende sobre todas las naciones, y siendo Una y la
misma para los hijos de las distintas patrias, enciende en el pecho de cada
uno el amor de su patria propia, le inspira los nobles ideales, le enardece
con
sus
santos
entusiasmos,
lo
acucia
a
cooperar
a
la
mejora
y
engrandecimiento de su nación por la virtud, el trabajo, el cultivo de todas
las humanas facultades, de tal manera que mientras mejor
cristiano sea,
más útil será a su patria, y mientras mejor patriota, más cumplidor de sus
deberes cristianos. Así se unieron la Religión y la Patria en todas las nuevas
naciones hijas de la Iglesia y puestas bajo su dirección maternal; y por lo
que toca a España, vemos con luz meridiana que la Religión y la Patria van
en ella unidas estrecha e íntimamente con irrompibles lazos y ligan
fraternalmente sus laureles para tejer la inmarcesible corona de la gloria del
pueblo Español‖89.
88
Botti, A.: ―Algo más sobre el nacionalcatolicismo‖, Clericalismo y asociacionismo católico en
España: de la restauración a la transición…, Op. cit., p. 197.
89
Eijo Y Gary, L.: Religión y Patria, Imp. de los Hijos de Iturbe, Vitoria,
pp. 20-21,
en
Louzao Villar, J.: ―Es deber de verdadero y auténtico patriotismo...‖. La nacionalización del
79
―La otra Transición de la Iglesia…
También el aspecto religioso cala también muy hondo en el discurso
de los representantes políticos. Durante el corto periodo de la Segunda
República, José María Gil Robles, líder de Acción Nacional (fundado por
Ángel Herrera Oria, y base de CEDA), fusiona ambos estados (en el artículo
1º del Reglamento de Acción Nacional (29-4-1931), recoge: ―Religión,
familia, orden trabajo y propiedad‖, principios ―fundamentales y básicos en
cualquier sociedad que no viva de espaldas a veinte siglos de civilización
cristiana‖), en un ―colaboracionismo‖ sin fisuras90.
Después
de
importantes
desencuentros
con
los
gobiernos
de
izquierdas, la Iglesia apoyará y legitimará las acciones de los sublevados
contra el régimen republicano durante el estallido de la guerra civil,
exactamente golpe militar al régimen constitucional establecido91. El obispo
de Palencia, Anastasio Granados García, destaca de la entrevista entre el
cardenal Isidre Gomá i Tomás y el general Franco (Salamanca, 29-12-1936)
conflicto entre clericales y anticlericales (1898-1939), UPV/EHU. Este obispo llega a
identificarse tras la guerra civil con la Falange. Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte,
1950-1959. Apertura exterior y planes de estabilización, (obsequio con La Aventura de la
Historia) Alianza Ediciones, Madrid, 2005, p. 11.
90
91
Cierva, R. de la: Historia de la guerra civil española, T. I. Madrid, 1968, p. 213.
Á. L. López Villaverde plantea un doble discurso de la Iglesia durante la Segunda
República: ―[…] La Iglesia había jugado en los años treinta a dos palos, a la negociación y al
enfrentamiento, pues le iba mucho en el empeño. Mientras hubo un proyecto ‗triunfador‘
como el de la CEDA, no tuvo necesidad de grandes cambios estratégicos; había variado, eso
sí, su inicial táctica de coexistencia por otra de ruptura con el régimen republicano, tras la
aplicación y desarrollo de la legislación religiosa. Pero el fracaso de su política posibilista en
febrero de 1936 cambió sus expectativas‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…,
Op. cit.
80
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
los acuerdos sobre los principios para las nuevas relaciones con el nuevo
régimen totalitario:
―[…] se concretaron unos principios básicos para las relaciones entre
Iglesia y Estado. El segundo de estos principios dice así: ‗El Jefe del Estado
español, convencido de que la Iglesia necesita las máximas garantías de su
libertad en orden a sus fines y funciones específicas, se complace en ofrecer
a la Santa Sede la seguridad de que no sólo respetará esta libertad de la
Iglesia en el ejercicio de sus funciones propias, sino que le prestará su leal
concurso, persuadido de que de mutua colaboración de ambos poderes,
espiritual y temporal, habrán de redundar copiosos bienes para la Iglesia y
para la misma nación‘‖92.
Jerarquía eclesiástica y Franco tienen, desde los
primeros momentos del Alzamiento Nacional,
una
relación
de
interés
mutuo.
Foto
espaciolibros.com.
92
Granados García, A.: ―Franco, hombre de fe‖, Boletín Oficial del Obispado de Palencia
(BOOP), 1975, pp. 319-321.
81
―La otra Transición de la Iglesia…
La jerarquía, en concreto el entonces obispo de Salamanca y futuro
primado en Toledo, Enrique Plá y Deniel, acuña el término de ―Cruzada‖ al
golpe militar que acaba en la dictadura personal del general Franco, periodo
conocido como franquismo93. En su intención de no perder ningún aliado
para su gobierno el nuevo jefe del Estado utiliza tres vías, tradicionalismo,
conservadurismo y la Falange, sin decantarse por una, disolutoria de las
otras, y para, según el momento, utilizar el hecho religioso como eje
vertebrador de todas, y de éstas sobre las conciencias de millones de
españoles:
―[…] La descomposición de la España tradicional se entendía como
una consecuencia de la desaparición de ese elemento vertebrador religioso.
Por eso, la reconstrucción de la España católica fue un elemento primordial,
definitorio como ninguno, de la tarea del primer Gobierno de Franco. […]
Hubo una posición, representada por el Tradicionalismo, que pretendió poco
menos que el restablecimiento de una identidad entre el trono y el altar;
otra, de conservadurismo clásico, que, aun radicalmente identificada con el
catolicismo, era, a un tiempo distante de cualquier vaticanismo; y otra, en
fin, la de Falange, que, sin prescindir del factor religioso, pretendía
93
Traemos el término franquismo para situarlo en la esfera de los regímenes ―para-fascistas‖,
definición de R. Griffin y desarrollada por Ismael Saz: ―[…] el franquismo entraría dentro de la
categoría de ‗para-fascismo‘ entendiendo por esto unos regímenes contrarrevolucionarios en
los que el poder es detentado por las élites tradicionales y los militares pero que adoptan una
fachada populista y toda una serie de instrumentos de organización y control propios de las
dictaduras fascistas. Estos regímenes, siempre insuficientemente populistas, nacionalistas y
palingenésicos, podrían cooperar con los movimientos fascistas genuinos pero con el firme
propósito de desnaturalizarlos, cooptarlos y, en última instancia, neutralizarlos‖. De Griffin,
R.: The natura of fascismo, Londres-Nueva York, 1993, pp. 120 ss., en Saz, I.: Op. cit.
82
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
marginarlo de lo estrictamente político. Entre estas actitudes se movió la
posición de Franco, vacilando a veces, pero manteniendo en general una
línea vertebral que le alejaba de unas posiciones y le acercaba a otras‖ 94.
Para J. M. Cuenca Toribio son los falangistas quienes abogan por un
catolicismo politizado, raíz del nacionalcatolicismo:
94
Tusell, J.: Franco en la Guerra Civil, Barcelona, 1992, p. 228. El historiador ve así al
dictador: ―[...] catolicismo y patria eran para él una misma y única cosa, de modo que,
responsable de la segunda, no tenía el menor inconveniente en pontificar sobre la primera: la
España de su tiempo, por lo menos hasta los años sesenta, fue un país en que los obispos
hablaban como si fueran políticos, pero el Jefe del Estado parecía de vez en cuando ejercer
de obispo [...]‖. Tusell, J.: La España de Franco, Madrid, 1989, p. 16. Según Tarancón: ―[…]
Franco, muy hábil, sabía apoyarse en unas u otras fuerzas sociales según las exigencias del
ambiente internacional. Si en tiempos del fascismo italiano y del nazismo alemán –fueron los
dos países que apoyaron decididamente a los militares durante la Guerra Civil- se apoyaba
claramente en el falangismo, que tenía no pocos puntos de contacto con ellos, cuando
cambiaron las circunstancias de Europa y se dio cuenta de que los católicos recelaban del
Régimen español y aún la misma Santa Sede no acaba de apoyarlo decididamente –en la
segunda mitad de los años cuarenta-, Franco se apoyó decididamente en lo que podría
llamarse la democracia cristiana y, concretamente, en los hombres de la Editorial Católica,
que contaba con la jerarquía española y de la Santa Sede‖. Enrique y Tarancón, V.:
Confesiones…, Op. cit., p. 38. De la importancia de la Falange en el ámbito político también lo
narra Tarancón sobre su nombramiento como obispo, que se produce a pesar de la ferocidad
con la que se le persigue desde Falange Española en Vinaroz por ―rojo‖: ―[…] el cambio de
gabinete ministerial, que había adquirido un carácter más cristiano y con menos influencia
falangista; y sobre todo, el nombramiento de Alberto Martín Artajo como ministro de Asuntos
Exteriores‖. Ibídem. Una idea sobre la idea de predestinación religiosa del general, y su papel
en la Historia, la aporta José María de Llanos Pastor, adscrito a la Compañía de Jesús, en un
encuentro con Franco y su esposa durante unos ejercicios espirituales en 1953: ―[…] Yo le
decía: ‗General, ¿qué dice de lo del Rey Saúl?‘ Y él me contestaba: ‗Bueno, eso es otra cosa,
yo voy a lo mío, yo voy a que Dios me ha enviado para hacerme cargo de esto. Dios hizo
milagros para que ganáramos la guerra y Dios me ha puesto aquí‘‖. Grimaldos, A.: La Iglesia
en España. 1977-2008, Grup Editorial 62, S.L.U. Ediciones Península, Barcelona 2008, p. 66.
83
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] La victoria de los medios confesionales en el instante de fraguar
el nacionalismo que sentó las bases de lo que pronto habría de traducirse en
el nacionalcatolicismo, no fue, sin embargo, completa. El nacionalismo de
raigambre y expresión esencialmente católicas, con muy pocas o ninguna
adherencias políticas, a que aquéllos aspirasen, se convertía ahora, por obra
y gracia de la presión influencia falangistas, en un catolicismo muy
politizado,
como
la
formulación,
años
después,
del
término
‗nacionalcatolicismo‘ acertara a definirlo con rara acuidad‖ 95.
Según
Rafael
Díaz-Salazar,
la
primigenia
definición
de
nacionalcatolicismo, denominador común de los producidos en el curso de la
historia y en las distintas naciones, ―[…] es la concepción de la fe cristiana y
95
Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 15. El
autor cita un argumento del catedrático I. Imaz: ―[…] el círculo se cerraba definitivamente y
toda posibilidad de religión política se desvanecía para siempre. La religión católica se había
impuesto, bien que en una forma extrema de ‗politización de la religión‘‖. Imaz, I.: ―Religión
política y religión católica en el fascismo español‖, en Boyd, C. P.: Religión y política en la
España Contemporánea, Madrid, 2007, p. 55. En el mismo texto se recoge la afirmación de
G. di Febo: ―[…] Con el sello religioso de la Cruzada, la Iglesia adquirió un papel hegemónico
en la movilización de las masas en apoyo al Nuevo Estado confesional, desplazando
eventuales tentativas falangistas de imponer una ‗religión política‘‖. Febo, G. di: ―El modelo
beligerante del nacionalcatolicismo franquista. La influencia del carlismo‖. Ibídem, p. 59.
López Villaverde coincide con Cuenca Toribio: ―[…] la jerarquía eclesiástica tuvo que echar un
pulso a los dirigentes falangistas para administrar la herencia de una España desangrada
partiendo de modelos de Estado diferente. Descartado el modelo totalitario falangista, el
catolicismo triunfante no fue el meramente tradicional, pues quedó impregnado del
catolicismo político falangista y de las aportaciones de algunos intelectuales‖. López
Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp. 20-22. Sobre la Falange en la región
de CLM, concretamente en Ciudad Real, es interesante ver González Madrid, D. A.: La
Falange manchega (1939-1945). Política y sociedad en Ciudad Real durante la etapa ―azul‖
del primer franquismo, Diputación Provincial de Ciudad Real, 2004.
84
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
de la vida en comunidad católica como un elemento constitutivo de la
nación. Ésta ha sido la idea-fuerza de la ideología y de la praxis
nacionalcatólicas‖96. Por el contrario, el término nacionalcatólico es, para
Cuenca
Toribio,
inexacto:
―[…]
conviene
subrayarlo
con
grosor,
el
nacionalcatolicismo será tan sólo un epifenómeno, una breve deriva en el
corto curso de la experiencia del nacionalismo español…‖97. En estos
momentos el propio término tiende a ajustarse al contexto en que se
produce por lo que algunos estudiosos ya utilizan ―provincial catolicismo‖, tal
y como lo refiere la profesora Encarna Nicolás al hablar del apostolado
murciano de Miguel de los Santos98.
96
97
Díaz-Salazar, R.: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., p. 81.
Ibídem, p. 22. También Luis Suárez se refiere a la utilización del término ―catolicismo
nacional‖ como más exacto que nacionalcatolicismo: […] en los años en torno a 1956, Arrese
intentó montar una Constitución de partido único, los cardenales, siguiendo órdenes de la
Santa
Sede,
lo
impidieron.
A
esta
forma
de
gobierno
se
asignaba
una
rigurosa
confesionalidad católica que constaba incluso como segundo artículo en los Principios
Fundamentales del Movimiento. Algunos autores recurren al término nacional-catolicismo,
pero sería más correcto hablar de un catolicismo nacional ya que al primero de ambos
términos se asignaba la condición de sustantivo y no calificativo‖. Suárez Fernández, L.: Op.
cit., p. 10.
98
Nicolás Marín, M. E.: Instituciones Murcianas en el franquismo (1939–1962), (Contribución
al conocimiento de la ideología dominante), Editora Regional de Murcia, 1982, p. 37. Para
Cerón Torreblanca tras esta nueva terminología se funden: ―[…] la combinación de un
nacionalismo extremo, con una visión integrista del cristianismo, totalitarismo divino
(Casanova, Julián. La Iglesia de Franco, Temas de Hoy, Madrid, 2001, p. 269), en el que la
ortodoxia católica se impone en todas las esferas de la vida‖. Torreblanca, C. M.:
Consolidación y evolución del franquismo en Málaga: 1943-1959, Tesis dirigida por
Encarnación Barranquero Texeira, Universidad de Málaga.
85
―La otra Transición de la Iglesia…
El nuevo sistema, sus reglas de convivencia y pensamiento religioso,
se sustenta en la idea de ―Cruzada‖, superando el concepto que le atribuye
Plá y Deniel, según López Villaverde: ―[…] para cohesionar, primero, e
impregnar de sustancia católica, después, al régimen franquista bajo la
ideología del nacionalcatolicismo y la cobertura propagandística de la
memoria dominante de los vencedores‖99.
ideológico/político
que
dirige
la
Una propaganda de carácter
Asociación
Católica
Nacional
de
Propagandistas (ACNP), diseñada para configurar un determinado discurso
en las mentes, con el fin de imbricar la relación indisoluble y ―natural‖ entre
Estado e Iglesia católica100.
La alianza entre las dos instituciones, política y religiosa, supone un
beneficio recíproco. La Iglesia colabora con el nuevo régimen asumiendo un
importante papel en la educación y la moral pública -actuando sobre la
99
López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit.
100
Sáez de Alba, A.: La Asociación Católica Nacional de Propagandistas, Ruedo Ibérico, Paris,
1974. Feliciano Montero apunta sobre la ACNP: ―[…] uno de los mejores intérpretes de las
directrices vaticanas sobre la organización del Movimiento Católico, a través de un periódico
moderno, El Debate, y de nuevas organizaciones juveniles (La Juventud de Acción Católica, y
la Confederación de Estudiantes Católicos), cantera de los políticos católicos de la Transición‖.
Montero, F.: El movimiento católico en España…, Op. cit., p. 64. Entre los principales
protagonistas de la ACNP figuran Ángel Herrera, de Acción Nacional –a la que apoya
decididamente el que luego fuera arzobispo de Toledo hasta su muerte en 1968, Enrique Plá
y Deniel-, y Gil Robles, de la CEDA. La ACNP sirve para la canalización de la formación de la
Confederación Española de Sindicatos Obreros (CESO). De las operaciones de propaganda
por parte del régimen, sobre unión entre poder eclesiástico y civil, ver: Servicio Informativo
Español, Iglesia, Estado y Movimiento Nacional (1963) y La Iglesia habla de España (1964).
Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 106,
nota 10.
86
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
conciencia de millones de españoles con mensajes de adhesión al dictador
Franco- al tiempo que las condiciones en el plano, social, económico y
político de la Iglesia cambian ostensiblemente101. Una ―reparación‖ a todas
luces muy lucrativa, según Callahan, que supera la aportación que obtuvo la
institución durante la dictadura de Primo de Rivera:
―[…] El régimen de Franco no tenía interés en crear la extraordinaria
provisión de fondos con la que soñaban los obispos. De hecho, en lo
referente al presupuesto de culto y clero, el gobierno demostró ser menos
generoso que la dictadura de los años veinte. Las estimaciones del
porcentaje de los presupuestos del Estado asignados a tal partida durante el
franquista varían entre el 1,25 por 100 y el 2 por 100, cantidades ambas por
debajo de 2,65 por 100 de la época de Primo de Rivera. Sin embargo, esta
mezquindad era más aparente que real. El dinero que el ministerio de
Justicia destinó a culto y clero fue aumentando a ritmo constante durante los
años del régimen. Si tenemos en cuenta la inflación, los 655.748.000
millones de pesetas que se le adjudicaron en 1966 tenían más valor en
términos reales que los 54.648.400 millones que había concedido la
monarquía en el presupuesto de 1931. Además, esta partida equivalía
101
Moliner Prada asegura: ―[…] La sacralización del régimen comportará a la Iglesia una
posición de privilegio en todos los aspectos: económico y social, ideológico y político‖. Moliner
Prada, A.: ―La Iglesia y el primer franquismo‖, Hispania Sacra, núm. 91, 1993, pp. 347-348.
Sobre las contraprestaciones del régimen a la Iglesia, Vid. Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., pp. 115117 y 258-262, donde analiza las demandas de la institución y la respuesta del régimen a
tales peticiones con privilegios económicos, el dominio sobre la moral y un margen muy
sustancioso en el campo de la educación.
87
―La otra Transición de la Iglesia…
solamente a una parte de las subvenciones que recibía por parte del
gobierno‖102.
Sin embargo, la coalición de estamentos y corrientes, dentro y fuera
del régimen, comienza a resquebrajarse, según Ch. J. Esdalie, pocos años
después del final de la contienda, cuando líderes de la CEDA, como Gil
Robles y Giménez Fernández, se alejan de la tesis colaboracionista con el
poder unipersonal del general Franco:
[…] El nacional catolicismo no fue una doctrina que practicara tan sólo
un sector de la derecha española, […] el catolicismo oficial no ejerció un
poder determinante hasta 1945, aunque fuera adicto al régimen. La propia
Iglesia
católica
española
demostraba
una
cierta
voluntad
de
institucionalización y apertura que superara la dictadura personal. El
catolicismo colaboracionista que en julio de 1945 llegó al poder tenía un
programa que conectaba a la vez con la voluntad genérica de la Iglesia de
una institucionalización dictatorial pero de carácter no fascista. La persona
que representó este colaboracionismo fue Martín Artajo, que pasó de la
presidencia de Acción Católica al Ministerio de Asuntos Exteriores. […] desde
una posición opositora, las figuras fundamentales de la CEDA, Gil Robles y
Giménez
Fernández,
condenaron
el
colaboracionismo
que
ahora
se
iniciaba‖103.
102
Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España…, Op. cit., pp. 342-343.
103
Esdalie, Ch. J.: ―Historia de España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, pp. 504-
505, en Lynch, J. (Coord.): Historia de España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona,
2009. Las presiones porque exista mayor presencia de lo católico en el Estado no cesan: ―[…]
No pocas veces, tanto las autoridades civiles como las eclesiásticas hubieron de moderar
88
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Los ideólogos del franquismo saben de la enorme relevancia de la
identidad católica en la concepción de España como Estado unitario. En los
primeros gobiernos tras la contienda, los más altos cargos en los ministerios
de Justicia y Educación se reservan para ultracatólicos, con el fin de que las
normas religiosas se introduzcan en el sistema legal y educativo 104. La
Iglesia legitima ese modelo centralista y de ahí que dimanen dos leyes
fundamentales que confirman la confesionalidad del Estado: el Fuero de los
Españoles (ese mismo 1945) y, sobre todo, la Ley de Sucesión a la Jefatura
del Estado (1947)105. Para ambos poderes, civil y religioso, la incuestionable
unidad católica de España no es vista sólo como un hecho histórico, sino
como una esencia permanente. Para la Iglesia, en particular, es muy
ventajoso vivir en un Estado confesionalmente católico o, al menos, que la
reconozca como interlocutor singular. A cambio, debe convertirse en el
amalgamador de justificaciones para la represión con los vencidos:
―[…] El nacional-catolicismo legitima así, desde el punto de vista ético,
la represión política que efectúa el Estado, a la vez que reclama en
incluso las presiones de determinados grupos y personas que pretendían que el carácter
católico del Estado fuese más contundente. Todavía en 1953 los dirigentes de las
Congregaciones Marianas Universitarias presentaban a Franco un informe confidencial
impreso donde se denunciaba el desarrollo del protestantismo y se pedía mayor energía para
reprimirlo‖. Andrés-Gallego, J. y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2
(1936-1999), Ediciones Encuentro, Madrid, 1999, p. 67.
104
Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte, 1950-1959…, Op. Cit., p. 11.
105
La Ley de Sucesión recoge en su artículo primero: ―España, como unidad política, es un
Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara
constituido en Reino‖.
89
―La otra Transición de la Iglesia…
contrapartida los medios necesarios (en especial docentes y financieros) para
establecer el control espiritual de la sociedad, medios que le fueron
generosamente retribuidos por el régimen. […] Los signos externos de la
sacralización del Caudillo y de su régimen fueron tan constantes y numerosos
como la agobiante presencia de los dignatarios eclesiásticos en los actos y
conmemoraciones oficiales. […] sirvieron para ofrecer a Franco un sólido
sustento legitimador que justificó la intolerancia frente a los vencidos y la
afirmación de los valores oscurantistas y amargos […]‖ 106.
La ―comunión‖ entre Estado e Iglesia llega a su cénit con el tan
esperado Concordato, firmado en agosto de 1953, donde se mantienen
acuerdos del anterior de 1851107. En él se acuña la posibilidad del Papa de
106
Yuste, J. L.: Las cuentas pendientes de la política española, Madrid, 1987, pp. 110-111.
Para el profesor Blázquez la Iglesia respalda moralmente al Estado: ―[…] En la España de
Franco quedaba establecida una sociedad de seguros mutuos. La Iglesia respaldaba
moralmente al Estado y el Estado convertía a la Iglesia en una ‗Iglesia de poder‘. Todo el
aparato público estaba a disposición de la institución eclesiástica […]. La Iglesia se sintió
cómoda en aquella anómala situación de cristiandad donde el Estado era Estado de la Iglesia
y la Iglesia lo era del Estado. Los jerarcas eclesiásticos creyeron que no podían hacer triunfar
el evangelio si no disponían del poder político. Una Iglesia tutelada y sumisa a la vez, careció
de capacidad denunciadora y crítica‖. Blázquez, F.: La traición de los clérigos en la España de
Franco. Crónica de una intolerancia (1936-1975), Trotta, Madrid, 1991, pp. 44 y 50. Para
Tamayo Acosta: ―[…] El nacionalcatolicismo no es un fenómeno nuevo en España. […] Ha
servido para enmascarar las tareas estrictamente políticas tras el velo de un proyecto
religioso blindado, desviar la atención de las clases populares de su estado de marginación y
ayudar a los distintos poderes a mantenerlas sometidas‖. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a la
cristiandad…, Op. cit., p. 19.
107
Concordato de 1953, art. 1 y 2: ―La Religión Católica, Apostólica y Romana, sigue siendo
la única de la nación española y gozará de los derechos y prerrogativas que le corresponden
en conformidad con la Ley divina y el Derecho Canónico. El Estado Español reconoce a la
90
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
no aceptar obligadamente la lista de obispos propuesta desde el régimen,
aunque, a su vez, el prenombramiento de un prelado se comunica
oficiosamente al gobierno, por si éste tuviera objeciones de carácter político,
Iglesia Católica el carácter de sociedad perfecta y le garantiza el libre y pleno ejercicio de su
poder espiritual y de su jurisdicción, así como el libre y público ejercicio del culto‖. Royo Mejía
apunta: […] Cuando, el 30 de octubre, Franco lo presentaba en las Cortes para su
ratificación, dijo que si había tardado tanto no había sido por desavenencias, sino porque él
no había querido comprometer a la Iglesia ante ‗la torpe conjura internacional contra nuestra
patria‘, aunque en realidad fue el Vaticano, que notaba el peso de sus anteriores Concordatos
con Mussolini con los Pactos de Letrán y con Hitler con el Concordato imperial, quien se había
mostrado reticente durante años‖. Royo Mejía, A.: ―Pablo VI y el régimen de Franco (I)‖,
Temas de historia de la Iglesia, http: //infocatolica.com/blog/historiaiglesia, 31-8-2010.
Según Guerra Campos el Concordato: ―[…] no es meramente contractual, del do ut des,
puesto que las concesiones expresaban la confesionalidad interna de un Estado que
consideraba un deber hacer más fáciles la vida y la formación religiosa de los ciudadanos‖.
Guerra Campos, J.: ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖, separata
de A.A.V.V.: El legado de Franco, Vol. Fundación Nacional Francisco Franco, Madrid, 1997, p.
125. Para López Villaverde ratifica la ideología nacionalcatólica: ―[…] Confirmando acuerdos
parciales anteriores (1941, 1946 y 1950), el nuevo marco concordatario culminaba la
comunión de intereses entre la Iglesia y el Estado: proclamaba públicamente la soberanía de
la Iglesia católica, elevaba a ‗derecho‘ el anterior ‗privilegio‘ de presentación y reconocía
inmunidad religiosa a los miembros del clero, a cambio de su respeto al Jefe del Estado. Se
hacía así realidad la idea, expresada en un discurso radiofónico de Pío XII en 1949, de ‗nación
elegida por Dios como principal instrumento de la evangelización del nuevo mundo y como
baluarte inexpugnable de la fe católica‘‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…,
Op. cit., p. 25. Este autor también valora los resultados que el apoyo, ―simbiosis‖ lo define,
con el régimen del general Franco le genera a la institución: ―Tras peligrar su supervivencia,
la aportación de la Iglesia a la victoria franquista fue de tal calado que pudo emerger su
poder plenamente debido a su simbiosis con el régimen: poder formal (al describir las
relaciones sociales como relaciones de fuerza), poder real (a través del control del discurso y
el pensamiento) y simbólico (basado tanto en el conocimiento como en el reconocimiento )‖.
López Villaverde, Á. L.: El poder de la Iglesia en la España contemporánea. La llave de las
almas y de las aulas, Los libros de la Catarata, Madrid, 2013, p. 129.
91
―La otra Transición de la Iglesia…
o general, correspondiendo su valoración y decisión última a la Santa
Sede)108.
Vicente Enrique y Tarancón cuenta como el propio Franco valora su
relación con la Iglesia: ―[…] el mejor apoyo que puede desear un gobernante
[...]‖, para añadir, que en la terna para el nombramiento de obispos: ―yo no
intervengo en estos asuntos (sorprendente cuando menos, por ser cuestión
clave para la afinidad con el régimen)‖109.
108
Cárcel Ortí puntualiza sobre la llamada ―Terna‖: ―[…] De la presentación se mantuvo el
nombre y presentar un candidato escogido de una terna confeccionada por el Romano
Pontífice en base a una lista de al menos seis nombres elaborada por nuncio de acuerdo con
el Gobierno. En tan complejo procedimiento se distinguían cuatro trámites ordinarios: 1)
Formación de una lista de al menos seis eclesiásticos por el nuncio previo un principio de
acuerdo con el Gobierno, y el envío de la misma a la Santa Sede. 2) Formación por el Papa
de una terna de candidatos de entre aquella lista y comunicación de la terna al Gobierno por
conducto de la nunciatura. 3) Presentación de uno de la terna por el Jefe del Estado al Santo
Padre.
4)
Nombramiento
pontificio
del
presentado
y
publicación
oficial
de
dicho
nombramiento tanto por la Santa Sede como por el Estado Español‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España
neopagana? Análisis de la situación y discursos del Papa en las visitas ―ad limina‖, EDICEP D.
L., Valencia, 1992, pp. 37-38. Como recogen Andrés-Gallego y Pazos el primer obispo en
nombrarse con esta fórmula es Plá y Deniel, para la sede de Toledo, y hasta los años sesenta
ni el Papa ni sus asesores ven la oportunidad de proponer al episcopado ―críticos‖ o contrarios
al sistema político vigente: ―[…] cuando, tiempo después se sugiriera a Franco la
conveniencia de renunciar al derecho de presentación, su réplica sería ésta: siempre había
presentado a los candidatos que le aconsejaban los propios obispos‖. Andrés-Gallego, J. y
Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936-1999)…, Op. cit., pp. 49 y 51.
109
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 41-42. De facto, la importantísima e
incontestable, hasta aquí, complicidad de la jerarquía en el ámbito legislativo, se romperá en
el desarrollo y aprobación de la Ley Orgánica del Movimiento Nacional, y Ley del Gobierno
cuando tres obispos, los cardenales Enrique Plá y Deniel, Benjamín de Arriba y Castro y
Fernando Quiroga Palacios con una carta de nueve folios (9-12-1956), en la que expresan al
general que, si bien no demandan una democracia inorgánica, estas leyes les parecen que
92
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Los acuerdos firmados el 27 de agosto de 1953 suponen el
“Derecho a la Presentación de Obispos” y la obligación del
Estado de subvencionar a la Iglesia. Firman Doménico
Tardini, por el Vaticano, Alberto Martín Artajo, ministro de
Asuntos Exteriores y Fernando María Castiella, embajador en
Roma. Pío XII otorgó la medalla de la Orden de Cristo,
máxima distinción vaticana, a Franco ese mismo 1953 por
aquellos acuerdos. Fotos publico.es
Muy pocos años después, en la Ley de Principios del Movimiento
Nacional (17-5-1958), se introducen sendos capítulos favorecedores hacia la
Iglesia católica110.
tienen un origen en ―regímenes totalitarios de algunos pueblos después de la primera guerra
mundial, cuyas doctrinas y prácticas recibieron serias amonestaciones de los romanos
pontificios‖, pidiendo una verdadera representación orgánica ―en vez de una dictadura de
partido único‖. Payne, S. G.: El Franquismo, Segunda parte, 1950-1959…, Op. Cit., p. 63.
110
Esta Ley recoge en su artículo II: ―La Nación española considera como timbre de honor el
acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y
Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su
legislación‖; y en su artículo IX: ―[…] El ideal cristiano de la justicia social, reflejado en el
Fuero del Trabajo, inspirará la política y las leyes‖. Esteban, J.: Las Constituciones de España.
Taurus, Madrid, 1981, pp. 232 y 234. Entre el Concordato y la Ley de Principios del
Movimiento, los cardenales Plá y Deniel, Quiroga Palacios y Arriba y Castro solicita solicitan,
el doce de diciembre de 1956, mediante una nota que entregan a Franco, una adecuación a
las necesidades del país en cuanto a dotarla de un sistema político que avanzara más allá de
―la dictadura de partido único‖, y que no perjudicasen los derechos de la persona, a lo que el
93
―La otra Transición de la Iglesia…
En este marco, de práctica cooperación con el poder político, es donde
opinamos que entra de lleno el término de ―religión politizada‖111, ya que las
general contesta a Quiroga Palacios ―Cuando ustedes me lo digan me voy‖. Extraído de López
Rodó, L.: Memorias I, Plaza & Janés, 1990, Esplugues de Llobregat, p. 75, en Cárcel Ortí, V.:
La Iglesia y la transición española, EDICEP, Valencia, 2003, pp. 114-115. Como luego hemos
visto esa petición no llega nunca, o no se atiende.
111
Linz, J. J.: ―El uso religioso de la política…‖, Op. cit. pp. 107-125. El autor analiza las
relaciones de la religión y la política, especialmente en los regímenes totalitarios, el papel
desempeñado por la ―religión-sucedáneo‖, como la denomina, y las religiones políticas, que
enlazan, según él, con procesos de secularización. Para López Villaverde: ―La alternativa a la
religión civil
republicana y a la religión política fascista fue
la religión politizada
nacionalcatólica, que tan jugosos réditos otorgó al régimen franquista en la coyuntura de la
segunda posguerra mundial‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la Cruzada‖…, Op. cit., pp.
20-22. Algunos autores señalan la Ilustración como el momento en el que podría comenzar a
acuñarse el término: ―[…] con la religión civil que según Rousseau se encargaría de formar
buenos ciudadanos. A su vez, en la década de 1930, diversos autores como Bertrand Russel o
J. M. Keynes interpretaron en términos religiosos tanto el fascismo como el comunismo.
Ambas doctrinas podían ser vistas como ‗formas de fe que son sustitutos antirreligiosos de la
religión‘, según la aguda definición del escritor Franz Werfel. Tiempo después el pensador
galo Raymond Aron hablaría de ‗religiones seculares‘ para referirlas a aquellas doctrinas que
reemplazaban al antiguo catolicismo y prometían la salvación en un orden social por
construir. En la actualidad, los historiadores debaten sobre si es más adecuado hablar de
religión política, pseudorreligión, antirreligión o religión sustitutiva‖. Martínez Hoyos, F.: La
Cruz y el martillo. Alfonso Carlos Comín y los cristianos comunistas, Ediciones Rubeo,
Colección Memoria del Tiempo, Barcelona, 2009, pp. 24-26. Según Sevillano Calero: ―[…] El
‗nuevo Estado‘ se fundamentó en varias formas de legitimidad –carismática, tradicional y
legal, profundamente enraizados en lo religioso-, que el discurso exacerbado del nacionalismo
enlazó mediante la formulación de una teología política. Ésta puede definirse como la
utilización de conceptos político-teológicos en el espacio político para legitimar el principio
soberano de decisión de restablecer la ‗unidad política‘ de España, tarea del héroe
providencial (Franco). En tal formulación influyó la redefinición política de la esfera eclesial en
España durante la guerra civil. Esta politización de lo sagrado fue consecuencia de la
legitimación teológica del orden político al justificar la Iglesia católica el ‗Alzamiento‘ y la
94
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
pretensiones del régimen giran en torno a una despolitización de la
sociedad, por lo que la religión supone un factor básico para ―constituir y
preservar‖ el orden social desde la percepción religiosa de la política, un:
―[…] elemento latente de pluralismo político en un marco autoritario. No es
un instrumento fiable de legitimización en el curso de la evolución de un
régimen‖, según Juan José Linz112.
Desde nuestra visión, creemos que, ahondando en los conceptos de
Linz, podríamos establecer que es más certero, para nuestro análisis,
movernos en el concepto de ―ideología sucedáneo‖, por cuanto no
podríamos llegar al de ―religión política‖, que Linz considera se produce
cuando la elaboración de las manifestaciones ―religiosas‖ parten de la esfera
política113.
‗Cruzada nacional‘; resultó, así, de la contribución de factores religiosos a la teoría política,
que no puede escindirse, como elemento sustancial, de la mencionada formulación de la
teología política del ‗nuevo Estado‘ y de la formación de una ‗religión política‘ estatal de
marcada impronta cristiana y que, como profesión de fe en la nación, se manifestó a través
de un conjunto de símbolos y ritos‖. Sevillano Calero, F.: Franco. ―Caudillo‖ por la gracia de
Dios, Alianza, Madrid, 2010, p. 26.
112
Ibídem, p. 34. Para Tusell el catolicismo procedente de medios intelectuales de aquel
periodo: ―[…] había cumplido una función parapolítica (proporcionándole cuadros a través de
una de las familias típicas de su pluralismo peculiar) o, crecientemente, una función tribunicia
(siendo vehículo de reivindicaciones sociales). El catolicismo había sido, además, intelectual
orgánico del sistema político y esa mentalidad renovadora entró en conflicto con él‖. Tusell,
J.: ―…, Op. cit., p. 647.
113
Ibídem, p. 14. La ―sacralización‖ de lo secular como puede ser la política, la democracia, la
ciencia…, son cuestiones que opinamos ya no se producen en nuestro periodo, centrado en la
Transición. Vid. González Cuevas, P. C.: ―Las religiones políticas contemporáneas: su
incidencia en España‖, en Cueva, De la, J. y Montero, F. (Coords.): Laicismo y catolicismo. El
95
―La otra Transición de la Iglesia…
Para el sociólogo Rafael Díaz Salazar también la Iglesia se sirve de la
política del régimen: ―[…] como el dosel y el soporte de lo sagrado. El poder
político era percibido como un poder que permitía hacer transparente la
natural religión del pueblo español‖114. Toda cuestión política que roza
principios o valores trascendentales tiende a verse desde una perspectiva
religiosa (lo sagrado no abandona nunca el hecho político, lo legitima, toma
el sesgo del fundamentalismo en un continuo tránsito de conceptos
teológicos al ámbito político), aunque para Jaume Botey -en un paralelismo
establecido por el autor con el nacionalismo españolista, y considerando a
ambos fundamentalismos-, no conecta con el pensamiento ni la cultura:
conflicto político-religioso en la Segunda República, Universidad de Alcalá de Henares, Madrid,
2009, pp. 91-126; Vid. Burleigh, M.: Poder terrenal. Madrid, Taurus, 2005; y una
aproximación al debate historiográfico en Box, Z.: ―La tesis de la religión política y sus
críticos: aproximación a un debate actual‖, Ayer, núm. 62, 2006, pp. 195-230. El autor
afirma que el concepto se ha renovado a través de las tesis que han caracterizado a los
regímenes del nazismo y el fascismo, como formas modernas de religión política. Es una
aproximación al debate actual sobre la validez o invalidez de la religión política como
herramienta analítica y sobre su utilidad interpretativa. Junto a factores organizativos y
políticos, se debe atender a los mecanismos de creación de marcos de significado y de
construcción social de identidad colectiva. Cobo Romero, F. y Ortega López, T. Mª.: ―La
protesta de sólo unos pocos. El débil y tardío surgimiento de la protesta laboral y de la
oposición democrática al régimen franquista en Andalucía oriental‖, Historia Contemporánea,
2007, núm. 26.
114
Díaz Salazar, R.: ―Política y religión en la España contemporánea‖, REIS, nº 52 (1990),
pp. 70-71, y en Moreno Seco, M.: ―Creencias religiosas y política en la dictadura franquista‖,
―Instituciones y sociedad en el franquismo‖, Memoria y Pasado, Universidad de Alicante, núm.
1, 2002. Mónica Moreno apunta: ―[…] la estrategia religiosa se basó en la utilización del
poder político para la socialización religiosa‖. Ibídem.
96
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Para qué, si ya tiene la verdad absoluta. Por eso se puede
permitir el lujo de vivir de espaldas a la gente, a sus deseos o necesidades.
Si hay contradicción entre la verdad eterna y la realidad, la culpa es siempre
de la realidad que no sabe adaptase a la verdad eterna. De manera
cambiante, según la ocasión, la culpa la tendrá el laicismo, el marxismo, la
revolución, la ciencia, la bioética, el comunismo, el consumismo, los
nacionalismos periféricos. Nunca la tendrá el fundamentalista, portador de
verdades eternas. Los ideólogos del franquismo sabían la enorme relevancia
política de la identidad católica en la concepción de España como estado
unitario. Y el nacionalcatolicismo legitimó, a cambio de privilegios, la política
de dominación y el modelo centralista del estado franquista. Por eso, para
ambos, para la política centralista y para la Jerarquía españolista, la
incuestionable unidad católica de España no es vista sólo como un hecho
histórico sino como una esencia permanente. […] Para el nacionalismo
españolista la consideración de España como un país laico supone afrontar el
riesgo de desmembración política‖115.
115
Botey Vallés, J.: ―Iglesia católica y nacionalismos en España‖, en Taibo, C. (Coord.):
Nacionalismo
español:
esencias,
memorias
e
instituciones,
Arias,
2007.
Con
este
argumentario la Instrucción Pastoral Valoración Moral del Terrorismo en España, de sus
causas
y
de
sus
consecuencias
(LXXIX
Asamblea
Plenaria
de la CEE,
18-22
noviembre 2002), afirma que todo nacionalismo tiene algo de fundamentalismo en tanto que
pretende instalase en la verdad absoluta. Cabría preguntarse si esta reflexión sirve también
para el nacionalismo españolista. Por su parte M. C. Santiago afirma: ―[…] considero que el
concepto de nacionalcatolicismo, entendiendo éste como ambivalencia entre Iglesia y Estado,
no es inherente al franquismo, aunque indudablemente el término se acuñó en esas fechas.
Pienso, que en general, el nacionalcatolicismo no conllevaba explícitamente ningún tipo de
ideología, y que en todo caso fue una retórica de sectores católicos y franquistas para
conseguir unas legitimaciones y alcanzar unos objetivos. Fue, a mi entender, una forma más
de controlar a la sociedad por parte del Estado, mientras que por parte de la Iglesia,
constituyó una forma de continuar con su papel preponderante en la sociedad española‖.
97
―La otra Transición de la Iglesia…
Guy Hermet establece, sobre quienes conforman la institución
eclesiástica, que los roles de signo parapolíticos y prepolíticos que se dan
entre la jerarquía y el clero y, en mayor medida, en algunas organizaciones
católicas asentadas, se encuentran aquellos a los que se les ha denominado
nacionalcatólicos a ultranza, por su ―fundamentalismo‖, y que combinan su
filiación a los principios de la dictadura a los principios de la Iglesia116.
Sobre quienes más ha perdurado esa etiqueta ha sido a los militantes
de Fuerza Nueva (FN) -primero asociación y luego partido político con la
Transición- no reconocen, por voz de su líder, Blas Piñar López, que el
término, como opción ideológico-política, les defina:
Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el franquismo (1938-1967)…, Op.
cit., p. 32.
116
Vid. Hermet, G.: Los católicos en la España franquista: Los actores del juego político,
CSIC, Madrid, 1985. Como destaca Laura Serrano: ―[...] Según Hermet, las otras funciones
que puede llegar a desarrollar la Iglesia están orientadas a ejercer una labor de socialización
de las masas y de concienciación política que podemos denominar pre-política, ya que se
refieren a la creación de una infraestructura cultural y de las motivaciones que preceden a la
implantación política‖. Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 55. Sin embargo, para Urbina,
basándose en un análisis de los escasos textos teológicos del período, llega a la conclusión de
que: "[…] La eclesiología (y acción pastoral) latente en la ideología del nacionalcatolicismo, es
una mezcla, a veces bastante incoherente entre una eclesiología teocrática que subordina el
campo socio-político al proyecto eclesial, y una eclesiología leonina de separación y mutua
colaboración de los dos poderes: el eclesial y el político". Urbina, F.: ―Forma de vida en la
Iglesia en España‖ en Iglesia y Sociedad en España 1939-1975, Edit. Popular, Madrid 1977 p.
119. Destacado por M. C. Santiago en su trabajo donde afirma que: ―[…] Teniendo en cuenta
que podemos hablar de un proyecto religioso de carácter unitario y de voluntad totalizadora,
desde el punto de vista eclesial, la ideología político-religiosa del nacionalcatolicismo, fue
coherente con este proyecto". Santiago Mascaraque, M. C.: La iglesia de Lleida durante el
franquismo (1938-1967)…, Op. cit., p. 31.
98
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Nunca, que yo recuerde, nos autodefinimos con tales términos.
Pero aun cuando así pudiera deducirse de nuestra doctrina, ¿qué malo hay
en ello? Si hay ‗demócrata-cristianos‘, si hay ‗cristianos por el socialismo‘, y
hasta ‗sacerdotes comunistas‘, sin que se produzca grave escándalo en
estamentos oficiales de la Iglesia católica, ¿por qué escandalizarse, poner el
grito en el cielo y más o menos veladamente descalificar al nacionalcatolicismo? ¿No habíamos quedado –además- en que desde una base
cristiana caben opiniones políticas diferentes? ¿Y no se puede admitir que el
nacional-catolicismo sea una de ellas?‖117.
FN será un grupo activo en los previos y dentro de la Transición,
frente a la paralización generalizada en la actividad pública de los católicos
en una reacción contraria, paradójicamente, a la llamada que se había
incitado desde el propio régimen, según el profesor Tussell:
117
Piñar, B.: Op. cit., p. 13. Blas Piñar, originario de Toledo, es dirigente en la ACNP y AC y
presidente de la Unión Diocesana de jóvenes. Vocal universitario en Valencia, director del
grupo de propaganda de los Hombres en Murcia, vicepresidente de la Junta técnica nacional y
presidente adjunto de la delegación española en el III Congreso Internacional de Apostolado
Seglar. Funda la editorial FN en 1966 -una especie de partido en un momento en el que no
están legalizados-, que en 1976 pasa a ser legalizado. Su presencia en El Alcázar la utiliza
para propagar la idea de no hacer la más mínima concesión a los aperturistas. FN forma parte
de Alianza Nacional del 18 de julio con la Confederación Nacional de Excombatientes de
España, Círculos José Antonio y la Agrupación de Juventudes Tradicionalistas en los albores
de la Transición, hasta su disolución (20-11-1982) por deudas económicas. Posteriormente se
crea el Frente Nacional. Blas Piñar, es procurador en Cortes durante los últimos años de la
dictadura, y en el momento de esta investigación, presidente de honor de Alternativa
Española.
99
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Fue (el nacionalcatolicismo) mucho más una determinada
sensibilidad
que
una
‗verdadera
doctrina‘,
que
trajo
una
serie
de
consecuencias ‗Una de ellas, la más paradójica, fue la de que, a partir de un
determinado momento y frente a toda apariencia, el nacionalcatolicismo
provocó una virtual ausencia, tanto de doctrina como de organización, de los
católicos en la vida pública nacional […]. Una reacción bastante frecuente en
el seno de nuestro catolicismo fue la de proceder por reacción contra el
nacionalcatolicismo: Ya que en el pasado había habido un exceso de mezcla
de lo político con lo religioso había que romper radicalmente con esta
tendencia. Lo lógico hubiera sido promover la participación de los católicos
en la vida pública dentro de unas comunes bases organizativas y de un
pluralismo
obviamente
necesario.
Sin
embargo,
la
herencia
del
nacionalcatolicismo pesaba todavía y las consecuencias se vieron entonces
[…]. Hubo quizá, además, un aspecto más peligroso. Se siguió practicando
un exceso de vinculación entre el sentimiento religioso y la política‖118.
Al igual que los militantes de FN, y a pesar que una mayoría de los
católicos que viven la dictadura no se reconocen como nacionalcatólicos, en
aquel, y aún en el posterior contexto, lo cierto es que se observan residuos
de un integrismo manifiesto en muchos de sus activos, como factor
heredado del franquismo, tal y como señala Alejandro R. H. Carbonell:
―[…] De hecho, abarca la práctica totalidad de las facetas normales de
la vida, en donde se viven incluso situaciones de conflicto, más aún en la
118
Tusell, J.: ―Los católicos y la vida pública‖, en Catolicismo y Acción Política, Madrid, 1986,
pp. 26-27.
100
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
actual democracia, por la situación privilegiada de que goza la Iglesia católica
ante el Estado, al menos desde la CEE, frente a otras religiones, que cada día
ocupan un espacio más amplio‖119.
119
Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Los ángulos ciegos. Una perspectiva crítica de la transición
española, 1976-1979, Ed. Biblioteca Nueva, S.L. Madrid, 2009, p. 127.
101
―La otra Transición de la Iglesia…
I.2. El “cierren filas” de los obispos con el franquismo durante el
Concilio
La convocatoria oficial del Concilio Vaticano II se produce el 25 de
enero de 1959, bajo el papado de Juan XXIII. Sin embargo, habrá que
esperar a 1961 para la creación de una comisión preparatoria bajo la tutela
de
Casimiro
Morcillo,
secretario
de
la
Junta
de
Metropolitanos
y
subsecretario conciliar120. Allí se estudian los documentos que llegan desde
Roma sobre el nuevo papel de la Iglesia en un mundo cambiante; en la línea
de alejar a la institución de la cohabitación con regímenes represores y falte
la libertad de expresión. Los obispos más leales al franquismo prefieren no
entrar en el debate, al tiempo que comienzan a aparecer las primeras
suspicacias en el gobierno121.
120
Casimiro Morcillo González (1904-1971) nace en Soto del Real (Madrid) y estudia en el
seminario de la capital hasta su ordenación como sacerdote en 1926. Desempeña los cargos
de canónigo de la catedral, vicario general de la diócesis de Madrid-Alcalá, secretario nacional
del movimiento de propagación de la fe, consiliario de mujeres de AC, obispo auxiliar de la
diócesis de Madrid-Alcalá (1943), obispo de Bilbao (1950) y arzobispo de Zaragoza (195564). El ―oficialismo‖, lo considera, durante el desarrollo de la primera parte del Concilio, como
―la más audaz apuesta relativa al ecumenismo‖, con aparente independencia y
sentido
social. Romero, E.: Papeles reservados. Barcelona, Plaza & Janés, 1986, pp. 203-204.
121
De aquella Comisión el cardenal Tarancón confiesa: ―[…] aparecían allí las ideas que luego
se impondrían en el Concilio: la colegialidad, la separación entre Iglesia y Estado…Todo eso
no encajaba en nuestra mentalidad‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Los
españoles, entre la religión y la política. El franquismo y la democracia, AEDOS, Madrid,
1996, p. 146. En opinión de Martín Descalzo: ―[…] Les parecía que algunos planteamientos
atacaban nuestra historia, nuestros valores […]‖. Martín Descalzo, J.: Tarancón, el cardenal
del cambio Planeta, Barcelona 1982, pp. 108-109.
102
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Monseñor Morcillo confecciona la lista de oradores y revisa los escritos
colectivos, lo que se interpreta como ―censura previa‖. Se trata de evitar
encontronazos con el régimen, aunque no se pueden controlar todos los
extremos. En el propio Concilio, y durante la primera sesión, en 1962, se
produce un momento de máxima tensión para la legación española cuando
aparece un panfleto anónimo en el que se critica la dictadura de Franco y
sus constantes violaciones de los derechos humanos. El gobierno presiona
para que surja de inmediato un comunicado de apoyo al régimen. Morcillo
intenta controlar la difusión del escrito122. Al final, este hecho marca el punto
álgido de la presencia de los obispos españoles, mientras sus intervenciones
son escasas y manifiestamente pobres123.
122
Iribarren, J.: Papeles y memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España,
1936-1986…, Op. cit., pp. 248-251.
123
Un sacerdote informador en el Concilio, luego secretario general de la CEE, Jesús
Iribarren, escribe sus impresiones al ya entonces exministro de Asuntos Exteriores Alberto
Martín Artajo: ―[…] sigo apenado por la actitud conciliar de nuestros obispos, españoles. No
sólo porque están divididos, sino porque sus aportaciones en el aula no son excesivamente
brillantes. En los últimos días han abucheado a uno, han invitado a sentarse a otro y han
abandonado en grandes grupos a un tercero para irse al bar mientras hablaba‖. Iribarren, J.:
Papeles y memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España, 1936-1986, BAC,
Madrid, 1992, p. 238 y en Martín de Santa Olalla, P.: La Iglesia que se enfrentó a Franco.
Pablo VI, la Conferencia Episcopal y el Concordato de 1953, Dilex, Madrid, 2005, p. 79. En
líneas generales, la aportación de la jerarquía española al debate no fue significativa, según
Aldea y Cárdenas: ―[…] Pocas fueron las aportaciones de interés de los obispos españoles a
los diversos documentos conciliares, siendo el asunto de la libertad religiosa uno de los más
candentes y en lo que la reticencia de la mayoría de los obispos españoles se hizo más
manifiesta‖. Aldea, Q. y Cárdenas, E.: Manual de Historia de la Iglesia…, Op. cit., p. 374. Vid.
Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio‖, Anuario de Historia de la Iglesia, vol. 15,
Universidad de Navarra, Pamplona, 2005, pp. 29-50; Raguer i Suñer, H.: Réquiem por la
cristiandad. El Concilio Vaticano II y su impacto en España. Península, Barcelona, 2006.
103
―La otra Transición de la Iglesia…
En cuanto a la participación cronológica de los obispos de CLM, hemos
de destacar la de Lorenzo Bereciartua Balerdi, obispo de SigüenzaGuadalajara (1955-1963), quien propone que se defina la doctrina sobre el
origen del hombre, dando cabida a intelectuales laicos, tanto católicos como
protestantes e incrédulos, ―en una ―moderada y razonable libertad de los
teólogos católicos‖124. En materia social, el obispo mantiene que, además de
condenar el comunismo, se examine de nuevo la antigua condena del
liberalismo, porque hoy ―tiende a convertirse en un mero proceso político y
económico‖ y no filosófico125.
Uno de los obispos de la región más activos durante los debates en la
Comisión de Religiosos, Arturo Tabera Araoz, de Albacete, destaca que una
de las más importantes preocupaciones que se dejan traslucir en el
transcurso de aquellas sesiones es que: ―[…] La Iglesia no puede
desentenderse, sobre todo en esta coyuntura histórica, de nada que interese
o afecte al hombre que ha de salvar‖126. El que fuera más tarde nombrado
124
Raguer i
Suñer,
H.:
Centenario
nacimiento
cardenal
Tarancón
1907-2007,
www.cardenaltarancón.com, p. 9.
125
Ibídem.
126
BOOA, núm. 2, 1963, pp. 37-44. Cf. La Voz de Albacete, 31-12-1962, ―El Concilio visto
por el obispo‖. Arturo Tabera plantea que se recapitulen todas las condenas pontificias de los
errores modernos, desde el Syllabus de Pío IX a la Humani generis de Pío XII. Raguer i
Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón 1907-2007…, Op. cit., p. 5. También
quiso redefinir la maternidad espiritual de la Virgen María, a lo que el arzobispo de Toledo,
Plá y Deniel, afirma con rotundidad su negativa. Laboa, J. M.: "Los obispos españoles en el
Concilio‖, Op. cit., p. 31. Arturo Tabera Araoz nace en Barco de Ávila (Ávila), el 29 de octubre
de 1903. Religioso Claretiano es ordenado presbítero en Roma (22-12-1928). La guerra civil
la pasa escondido en Madrid. Es obispo titular de Lirbe y administrador apostólico de
104
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
cardenal participa en la elaboración del esquema ―De statibus perfectionis
adquirendae‖ y, en 1963, apoya la inclusión de un capítulo específico sobre
la vida religiosa, al tiempo que firma, junto a otros obispos españoles, la
Barbastro (16-2-1946), y consagrado en San Francisco el Grande (Madrid) el 5 de mayo.
Nombrado obispo residencial de Barbastro (2-2-1950), para Albacete (13-5-1950) donde se
incorpora el 3 de septiembre. Crea el seminario mayor en la capital y el menor en Hellín, así
como el patronato de viviendas ―Virgen de los Llanos‖. Asiste a todas las sesiones del
Concilio, y participa como miembro de la comisión de religiosos. Nombrado Arzobispo de
Pamplona (23-7-1968), y cardenal por Pablo VI (28-4-1969), en febrero de 1971 pasa a ser
Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Prefecto de la Congregación de Religiosos
e Institutos Seculares (17-9-1973). Fallece en Roma (13-6-1975). Para López Villaverde su
misión en Albacete es reconducir una diócesis que tiene una fuerte tradición ―liberal‖: ―[…]
mostró una fidelidad inquebrantable al Caudillo‖. López Villaverde, Á. L. (Coord.): ―El
nacional-catolicismo y sus secuelas‖, Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha..., Op. cit.,
p. 287. Lo reafirma Ortiz Heras con el reconocimiento: ―[…] del propio Caudillo que le
concedió la Gran Cruz de san Raimundo de Peñafort. […] Tabera expresaría su gratitud ‗sin
límites y empapada en emoción‘ hacia Franco‖. Ortiz habla de falta de compromiso con los
nuevos tiempos y responsable también de la debacle que sufre AC en la crisis con los
movimientos especializados. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control social‖, en López Villaverde, Á.
L. (Coord.): Historia de la Iglesia en Castilla La Mancha..., Op. cit., pp. 311-312. Un
colaborador suyo, Alberto Iniesta, obispo auxiliar de Madrid, valora de Tabera: ―[…] Aunque
por formación, y acaso por temperamento, era más bien conservador, siempre que alguien
de confianza para él le diera razones convincentes, no solía tener dificultad en aceptar o
hacer los cambios que fueran necesarios, tanto en las decisiones pastorales, como en la
disciplina del clero, en las normas litúrgicas o en la pedagogía del Seminario‖. Carrilero
Martínez, R.: El episcopado del Cardenal Tabera Araoz en la Diócesis de Albacete, 1950-1968,
Diputación de Albacete, 2005, pp. 25-27. Según Carrilero: ―[…] estando ya en Roma como
cardenal de la Curia, Tabera formó parte del grupo de los obispos que estaban al lado de
Tarancón en sus tensiones con el tardofranquismo de comienzos de los setenta. El antiguo
obispo de Albacete había evolucionado, cosa que no habían hecho otros prelados de su
generación, incluso más jóvenes‖. Cfr. a Enrique y Tarancón: Op. cit., p. 39. El obispo Tabera
es un fiel aliado de Tarancón para llevar a cabo la Asamblea Conjunta de Obispos y
presbíteros (1971).
105
―La otra Transición de la Iglesia…
petición para que en la curia romana se instituya una congregación para los
temas sociales. Desde la diócesis albaceteña, monseñor Tabera siente la
urgencia de formar a los seglares como miembros activos y colaboradores
de los sacerdotes para trabajar estos temas:
―[…] no como instrumentos meramente pasivos o dirigidos, sepan
enfrentarse con los problemas reales de la Iglesia y de los cristianos y
resolverlos según los dictados de su conciencia y según las exigencias de sus
propias responsabilidades, ayudados por los sacerdotes que están a su
servicio‖127.
En 1963, en pleno desarrollo del Concilio, se produce el relevo en la
diócesis de Sigüenza-Guadalajara de Bereciartua Balerdi por Laureano
Castán Lacoma, un obispo de marcado cariz ultraconservador, que tampoco
cuenta con una participación mencionable en las sesiones128. Al finalizar,
127
BOOA, núm. 2, 1963, pp. 45-53. Durante las sesiones del periodo de 1964, Tabera emite
observaciones sobre ecumenismo y libertad religiosa, y se suma al documento inicial de la
Gaudium et Spes, donde se trazan los límites del derecho a la propiedad privada.
128
Laboa, J. M.: "Los obispos españoles en el Concilio‖, Op. cit., pp. 41 y 43. Laureano
Castán Lacoma nace en Fonz (Huesca) el 8-11-1912, perteneciente entonces a la diócesis de
Lérida. Tras estudiar en su Seminario, macha al Pontificio Colegio Español (Roma), donde se
gradúa en Derecho Canónico por la Universidad Gregoriana. Termina sus estudios en la U.P.
de Comillas. Ordenado sacerdote en abril de 1936, en Roma, celebra su primera misa en las
Catacumbas de San Calixto. Es profesor del seminario de Málaga, y durante la guerra
capellán en batallones del Regimiento de Oviedo, núm. 8, donde cubre distintos sectores del
frente. Su tesina versa sobre ―La guerra y la paz en Molina‖, con un extenso capítulo de la
tesis doctoral al ―Arbitraje internacional‖. En 1948 obtiene, por oposición, una canonjía en la
Catedral de Lérida con la cátedra de Teología Fundamental en el Seminario, nombrado rector
en 1953. Responsable de numerosos Ejercicios Espirituales para sacerdotes y seminaristas en
106
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
imparte varias conferencias bajo el lema La familia cristiana según el
Concilio (Madrid, 1966), en la que trata aspectos como: ―El problema de los
fines del matrimonio‖, ―La paternidad responsable y el del matrimonio como
estado de santidad‖129.
Laureano Castán Lacoma entra, a lomos de una
mula blanca, para ser investido obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara (193-1964) en pleno desarrollo del Concilio. Sus gestos y proclamas, sorprenden a sus
fieles en no pocas ocasiones bajo su mandato (Foto de www.lacronica.net).
Cataluña y Baleares, el 24 de febrero de 1954 es preconizado por Pío XII, obispo de
Dalisando de Isauria y Auxiliar del Cardenal de Tarragona que lo consagra en el Monasterio
de Poblet el 13 de junio del mismo año. En 1955 es nombrado, por el arzobispo Plá y Deniel,
consiliario nacional de la ACNP y, en 1961, consiliario de la Hermandad Nacional de Alféreces
Provisionales. En 1962, y en la Conferencia de Metropolitanos, miembro de la Comisión
Episcopal de Apostolado Social (CEAS), vicesecretario general segundo de AC y consiliario de
los movimientos obreros de AC. El 7 de febrero de 1964 Pablo VI lo promueve para la sede de
Sigüenza-Guadalajara, de la que toma posesión el 15 de marzo, haciendo su entrada en la
capital alcarreña el día 19, a lomos de una mula blanca. En sus pastorales hace gala de su
franquismo y los ideales del nacionalcatolicismo, condicionado, según algunos autores, por el
alto número de religiosos asesinados en su antigua diócesis de Lérida durante la guerra. Al
llegar a la diócesis, en 1966, traslada de emplazamiento el seminario mayor, y termina el
seminario menor bendecidos por el nuncio Luigi Dadaglio. Martín De Santa Olalla, P.: ―Un
obispo para una época polémica: Laureano Castán y la diócesis de Sigüenza-Guadalajara‖, en
Iglesia y Religiosidad en España. Historia y Archivos, Cuadernos de Archivos y Bibliotecas de
Castilla-La Mancha, Tomo 1, Guadalajara, 2002, pp. 397-409.
129
ABC, 9-2-1966, p. 70. En ―María madre de la Iglesia‖ orienta al clero hacia las Uniones
Sacerdotales como fórmulas de vida espiritual más profunda.
107
―La otra Transición de la Iglesia…
Otro obispo asistente que recalará en el arzobispado de Toledo, es
Marcelo González Martín130, quien participa en el Aula conciliar, disertando
sobre la vida y ministerio de los obispos –valorada, según algunos testigos,
por Pablo VI-, además de acudir a varias sesiones reservadas, según su
secretario en Toledo, Santiago Calvo Valencia131. Destaca su propuesta
130
Marcelo González Martín nace en Villanubla (Valladolid) en 1918. Cursa sus estudios de
filosofía y teología en el seminario donde ingresa en 1936. Completa su formación en
la Universidad Pontificia de Comillas, donde obtiene el grado de doctor en Teología (1940). Es
ordenado sacerdote en Valladolid (29-6-1941), aunque cuentan que no es su vocación
temprana. Su primer destino es el Seminario y las facultades de Derecho y Medicina de
la Universidad de Valladolid, en las que también ejerce como capellán. También asume los
trabajos de asesor diocesano de AC, de Cáritas Diocesana, de la obra benéfica y de los
trabajos de construcción del patronato de San Pedro Regalado. Con esta institución impulsa
muchas iniciativas sociales, como la construcción de viviendas sociales en los suburbios, de
escuelas primarias y, más tarde, dos institutos de Formación Profesional y un colegio
diocesano para más de mil estudiantes. Es canónigo de la catedral, censor eclesiástico, juez
prosinodal y consiliario de la rama de hombres de AC. Marcelo González destaca en el
congreso nacional de ―Perfección y Apostolado‖ (1956), por su exposición sobre los
postulados y el trabajo de AC. Dirige ejercicios espirituales por toda España y realiza
conferencias sobre asuntos de fe y espiritualidad. Es nombrado obispo de Astorga (León) el
31 de diciembre de 1960, y consagrado obispo el 5 de marzo de 1961. Durante el Concilio es
obispo de Astorga –donde surge su interés por los medios de comunicación para llevar la voz
de la Iglesia creando Radio Popular de Astorga-, donde permanece seis años hasta que es
designado arzobispo coadjutor en Barcelona (1967).. Vid. ―De la dictadura a la democracia.
Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖..., Op. cit.
131
Calvo Valencia, S.: ―Los grandes amores de don Marcelo‖, Aquí y ahora, en
www.alfayomega.es. Iribarren, presente como informador, relata cómo Marcelo González
ejerce de portavoz: ―[…] Los informadores españoles tuvimos asignado como enlace con el
Concilio al entonces obispo de Astorga, don Marcelo González, y diariamente le vimos como
hombre de línea dialogante y de información aguda, en nada a la zaga de los foráneos; sin
pretenderlo, él nos indicaba qué españoles cubrían con brillantez la etapa y quienes habían
108
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
sobre el establecimiento de un sistema de comunicación de bienes de la
Iglesia: ―[…] La Iglesia vive toda ella en estado de misión, y todos debemos
ayudarnos unos a otros con sentido realista de las auténticas y vivas
necesidades pastorales, tal como se presentan en las diversas zonas,
naciones y continentes‖132.
En 1964 González participa en una serie de conferencias organizadas
por la Unión de Apostolado Seglar (UNAS) en las que valora el trabajo
realizado hasta entonces en el Concilio, así como las discusiones más
profundas que se han producido: ―[…] a los de la Iglesia considerada en sí
misma como Cuerpo Místico de Cristo, y a los de la vocación a la santidad a
la que todos, absolutamente todos, estamos llamados. Los demás esquemas
pinchado‖. Iribarren, J.: Papeles y Memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en
España, 1936-1986…, Op. cit., pp. 237 y 257.
132
Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio…, Op. cit., p. 40. González vive con
preocupación la pérdida de una conciencia social según los cánones de la Iglesia. En mayo de
1964 publica en Cuadernos para el Diálogo, ―Evolución de la Iglesia en España en los últimos
cincuenta años‖, en el que diferencia dos periodos claves de la institución, de 1914 a 1939 y
desde 1939 hasta 1964, llegando a conclusiones del tipo: ―[…] la falta de conciencia social
entre los católicos; la necesidad de un laicado más consciente y responsable de su dignidad y
de sus obligaciones; la educación religiosa de la juventud que, particularmente en los
ambientes universitarios, se aleja de la Iglesia cada vez más; la ausencia de una
evangelización efectiva de la familia y de la clase obrera; la falta de coordinación entre el
Clero secular y regular, determinadas formas de vida demasiado burguesas en personas y
estructuras eclesiásticas [...], la presencia casi nula, en las tareas y preocupaciones del
mundo moderno, tales como la cultura y la técnica, el desarrollo industrial, la libertad, incluso
religiosa, y las formas del pensamiento político de las nuevas generaciones […]‖. Ibídem.
109
―La otra Transición de la Iglesia…
convergen aquí‖133. González describe los avances en Liturgia, los medios de
comunicación y al Ecumenismo, y se refiere a la responsabilidad y
participación de sacerdotes y laicado, marcando unos límites claros:
―[…] Hay una ley inviolable en la Iglesia: a mayor libertad, mayor
responsabilidad. Y esta ley no puede ser quebrantada, so pena de hacer
traición a lo que la Iglesia es y significa. […] La reforma de estructuras
puramente exteriores, sin reforma del interior de nuestras conciencias,
serviría únicamente para que la Iglesia fuese mejor recibida por los
defensores de ese vago humanismo cristiano…‖ 134.
Según el obispo existen unos ―peligros‖ que acechan esa reforma
interior que están en la ―superficialidad del hombre de hoy‖, en la ―tentación
del confusionismo‖ y el ―riesgo del mesianismo‖135. El Concilio está inscrito
en un momento de plena expansión de filosofías e ideologías de base
existencialista, donde no aparece la presencia de Dios: ―[…] una cultura
133
González, M.: ―La vocación a la santidad en la Iglesia, Pueblo de Dios‖, AA. VV.: El
Concilio visto por los obispos españoles, Euramérica S. A., Madrid, 1964, p. 52. En esa misma
publicación, basada en un ciclo de conferencias, José María Cirarda apunta: ―[…] Me atrevo a
decir que hay dos tipos de hombres que no pueden entender el Concilio: los que no han
comprendido que nos encontramos ante el nacimiento de una era nueva, y los que,
conscientes de ese mundo naciente, han adoptado ante él una actitud de repulsa, como si no
fuera capaz de bautismo por los muchos pecados originales que arrastra su nacimiento‖.
Cirarda, J. M.: ―El Concilio Vaticano II‖, AA. VV.: El Concilio visto por los obispos españoles…,
Op. cit., p. 4.
134
Ibídem, pp. 57 y 59.
135
Ibídem, pp. 42-46.
110
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
alejada en buena medida de Dios, con la cristiandad dividida e incapaz de
encauzar el proceso político, de obvias implicaciones religiosas, abierto por
la descolonización‖136. En su intento por corregir lo que define como
―desviaciones‖ a la doctrina del Magisterio de la Iglesia, desarrolla cinco
apartados
denunciando,
en
primer
lugar,
lo
que
denomina
como
―informacionismo escandaloso‖:
―[…] una cosa es que existan teólogos y pastoralistas de una y otra
tendencia, y defiendan las opiniones que estimen justas, […] y otra muy
distinta que aparezcan como parásitos del Concilio grupos y grupitos
maniobreros, fanáticamente empeñados en defender sus puntos de vista
mediante reuniones, lanzamiento de consignas, documentos firmados o
anónimos, todo lo cual caldeaba los ánimos de muchas gentes y llegaba al
gran público sembrando la desorientación y el confusionismo‖ 137.
136
Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., pp. 140-141. El texto lo recogen
sus autores de González Martín, M.: Santa Madre Iglesia, obras completas, Toledo, 1987, y
añaden testimonios del cardenal: ―[…] Por eso nos resultó extraño cuando llegó el Concilio,
que, por boca de obispos de todo el mundo, aparecieran expuestos con tanta gravedad los
difíciles problemas que agitaban la conciencia de Europa y de otras naciones de América y del
resto de la tierra […] aquí en España no seguíamos apenas toda la corriente teológica que
dominaba ya en Centroeuropa y las cosas que conocíamos nos parecían disparatadas‖. Para
los autores la respuesta debe ser matizada: ―[…] En líneas generales, ni había aislamiento ni
habían fracasado en sí mismas (en referencia a muchas líneas de investigación y centros de
estudios teologales). Lo que no habían conseguido era salvar la fosa que había entre teólogos
y obispos, una fosa que no tenía tanto que ver con la que –por razones precisamente
teologales- se abría en otras iglesias y sí en cambio con la falta de articulación y,
consecuentemente, de capacidad comunicativa que caracterizaba de antiguo no sólo a la
iglesia sino a la sociedad española‖. Ibídem, p. 143.
137
Ibídem, p. 147.
111
―La otra Transición de la Iglesia…
Marcelo González introduce el término ―irenismo ingenuo‖ a sus
argumentos: ―[…] que inducía a ignorar las diferencias dogmática en aras
del ecumenismo, del que se hablaba más y más, felizmente, salvo en la
medida en que contribuía a debilitar las propias convicciones doctrinales‖,
continuando
con
las
―exageraciones
en
la
defensa‖
de
lo
antiguo
confundiendo ―sustancial con lo accidental‖:
―[…] Hubo, y sigue habiendo, grupos numerosos que se han opuesto a
las doctrinas conciliares y a los propósitos de acercamiento al mundo, de
ecumenismo, de reforma litúrgica, etc.; grupos que se consideraban
guardianes celosos de la fe y han confundido lo sustancial con lo accidental.
[…] Hay quienes lanzan a todos los excesos en la predicación, la liturgia, los
consejos de orden moral, con una superficialidad inconcebible. Hay, por el
contrario, quienes en seguida quieren que se fulminen anatemas y
condenaciones, sin entender que hay situaciones en que sólo la experiencia
permite obtener el acierto en las determinaciones que han de tomarse. […]
Se nos ataca por todos y por todo. Cualquiera, aun el más inepto, pontifica
sobre lo que tenemos que hacer y decir. […] Y todos quieren que nos
comprometamos, según el gusto de cada cual y de cada grupo, no según el
Evangelio‖138.
Otra personalidad que también recala posteriormente en la provincia
eclesiástica de Toledo es José Guerra Campos, quien acude a las dos
primeras sesiones del Concilio (1962-63), como consultor del Episcopado. A
la tercera acude como perito conciliar, no sin antes nombrarle obispo de la
138
Ibídem, pp. 147-148.
112
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
diócesis de Mutia (15-6-1964) –un municipio de la provincia en Zamboanga
del Norte de Filipinas-, y consagrado en la catedral de Santiago de
Compostela (26-7-1964)139. Durante esta sesión destaca como versado en
los estudios sobre ateísmo y marxismo (26-10-1964)140.
139
El nombramiento le llega durante una reunión con el cardenal Quiroga en Lugo. Unas
horas antes de hacerse público sus compañeros acuden a felicitarle a su casa, donde todavía
repasa exámenes del seminario donde ejerce como profesor. De la entrevista con Juan
Santos, director de la Casa Espiritual de Santiago de Compostela (22-12-2002).
140
Guerra Campos expone: ―[…] parece necesario registrar y valorar las implicaciones
religiosas de ciertas actitudes de algunos católicos españoles. En esta reunión plenaria se
propone a la consideración de los Prelados dos aspectos del problema: 1. La confusión
creciente de algunos sectores acerca de la legitimidad, la conveniencia o las condiciones de
relación de los católicos con grupos políticos ateos. 2. La inseguridad que afecta a algunos
militantes de movimientos apostólicos en lo tocante a las actitudes lícitas respecto al orden
legal. Aunque la confusión y la inseguridad aludidas se refieren quizá a muy pequeñas
minorías, su importancia no es despreciable porque su fuerza irradiante va en aumento,
especialmente en algunas zonas de la juventud. […] Ya que la Iglesia está obligada a velar
por la educación en la Fe de los bautizados, que son todos los españoles, se pregunta si debe
hacerlo limitándose a una predicación competitiva, destinadas a unos supuestos adultos, o si
ha de ejercer mediante los ciudadanos católicos una mayor solicitud protectora. En
consecuencia, parece que habría que inculcar a todos los católicos que de ningún modo
pueden facilitar, o tolerar pasivamente, que se afiance un sistema ateo, y, aunque importe
sacrificios en las aspiraciones políticas de algunos, deben renunciar a toda colaboración
directa e indirecta, que favorezca su difusión. Y supuesto que el marxismo toma fuerza
expansiva dentro de algunos cristianos, es necesaria una fuerte evangelización‖. Acta, vol.
III, pars V, pp. 520-525. Guerra ha escrito, en 1961, Introducción al pensamiento marxista, y
concluye que el marxismo considera a la religión como un obstáculo para que el hombre
liberado pueda alcanzar su máxima potencia humana, económica-social..., por tanto, aunque
la Iglesia, reconozca algunos valores del marxismo, como el buscar la perfección del hombre,
no puede permitir o tolerar la difusión de un sistema ateo.
113
―La otra Transición de la Iglesia…
El obispo afirma que debe hablarse del ateísmo: ―[…] de forma que
los ateos sintieran que su sistema y sus aspiraciones habían sido
comprendidas. Habría que considerar, también, el carácter utópico de
ciertas aspiraciones propugnadas por el marxismo que podrían concordar
con algunas escatológicas del cristianismo‖141. Cuando algunos obispos se
acercan a felicitarle, Guerra les espeta: ―Pues, ¿qué se creían? ¡Los
franquistas también somos inteligentes!‖142.
141
Laboa, J. M.: ‖Los obispos españoles en el Concilio‖, Op. cit., p. 44, citando a Turbanti, G.:
Un concilio per il mondo moderno. La redazione della constituzione pastorale ―Gaudium et
spes‖ del Vaticano II, Il Mulino, Bolonia, 2000, pp. 419-420.
142
Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón…, Op. cit., p. 11. La
intervención de Guerra es muy valorada por obispos y seguidores del Concilio. Martín
Descalzo, J. L.: Un periodista en el Concilio, Propaganda Popular Católica, Madrid, 1963 y
Laboa J. M.: ―Los obispos españoles en el Concilio Vaticano II (Tercera sesión)‖, Miscelánea
Comillas, núm. 54, 1996. Marcelo González resalta la sabiduría del obispo: ―[…] ¡Qué pobreza
para interpretar un concilio que con buena voluntad dejaba abiertas sus páginas para el que
quisiera poner sobre ellas los ojos limpios del amor y del respeto a la Iglesia! Y él supo
hacerlo así. Él no se turbó. ¿Cómo se iba a turbar el que estuvo actuando como perito de la
Conferencia Episcopal Española en Roma durante el Concilio y que nos daba conferencias a
los obispos sobre los temas que teníamos entre manos? Él nos exponía esta tarde, por
ejemplo, y se declaraba a favor de la colegialidad, mañana nos convocaba para exponer la
tesis contraria y nos decía: ‗Ahora, discurran ustedes, obren libremente. Ustedes son los
obispos‘‖. Cabezas Cañavate, J. M.: José Guerra Campos: ―Sacerdotes, ministros de Cristo,
Colección ―Habitavit in nobis‖, V. 2, Fundación Obispo Guerra Campos y Asociación para el
desarrollo integral Sol-Editorial, Madrid, 2010, p. 16. Andrés Moya, alcalde de Cuenca,
diócesis a la que llega en 1973, habla de sus primeros encuentros: ―En los primeros días
después de su toma de posesión seguían llegando cartas de todo el mundo al Ayuntamiento,
algunas hasta, por curiosidad, de Alaska. Según me dijo, eran de obispos con los que había
estado en el Concilio y a los que había orientado sobre comunismo y marxismo. A la muerte
de don José, el cardenal primado de Toledo comentó como en las reuniones de obispos
114
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Inga Kinchowa, periodista soviético durante esta sesión del Concilio,
escribe en la revista literaria Nova Mir (febrero de 1965) que muchos
seguidores de Juan XXIII dan cuenta de la fuerza atrayente del marxismo en
su humanismo, citando a Guerra Campos como uno de ellos: ―El obispo
Guerra prevenía de subestimar el hecho de que el marxismo, que aspira a la
liberación del hombre dentro de los límites de la realidad, es un factor
importante de la vida actual y en la polémica con los marxistas los católicos
tienen que tener en cuenta que actualmente los marxistas no mantienen
una posición de rechazar las creencias religiosas‖143.
El periódico comunista italiano L‘Unitá destaca las manifestaciones del
obispo español y las interpreta como un acercamiento a los marxistas,
cuestión que el propio Guerra niega contundentemente: ―[…] Se pretendió
utilizar a algunos obispos como palanca contra Franco. Así ocurrió al autor
particularmente cuando la prensa pro-marxista de Europa dio resonancia a
su intervención sobre el ateísmo en el Concilio‖144.
monseñor Guerra les daba verdaderas lecciones de Teología y comparaciones entre
Cristianismo y Marxismo.‖ Testimonio de Andrés Moya, entrevistado en Cuenca (12-3-2003).
143
Ibídem.
144
Guerra Campos, J.: La Iglesia en España (1936-1975) Síntesis Histórica, publicada como
separata del BOOC, núm. 5, mayo de 1986, nota 2, p. 79. Encargo de la Editorial Plaza y
Janés para el capítulo ―La Iglesia 1939-1975‖ de la colección España, Nuestro Siglo. Según
Blas Piñar, sus palabras son manipuladas: ―[…] En su intento de captación de los comunistas
tuvieron la osadía de conquistar a don José Guerra Campos, llegan a escribir –adulando a
monseñor- que ‗no es casual que el discurso más definido a favor del diálogo con los
marxistas, ante el Concilio Vaticano, haya sido pronunciado por un obispo de la Iglesia
española, monseñor Guerra Campos, Consiliario de la Acción Católica española, secretario del
Episcopado español y presidente de la Unión Nacional del Apostolado seglar‘. No lo
115
―La otra Transición de la Iglesia…
Pero lo cierto es que, durante el debate de la constitución Gaudium et
Spes el obispo valora positivamente el diálogo con los marxistas: ―[…] como
un esfuerzo apreciable de trascendencia de la constitución humana‖, y que
se contradice con el gesto a sumarse a otros trescientos cincuenta y tres
obispos en la firma a una carta conjunta de condena al ateísmo marxista145.
Pablo VI cede en una nota a las encíclicas pontificias146.
consiguieron, pues don José Guerra Campos, sabio y santo, con ‗intuición angélica‘ como le
atribuía un excelente sacerdote, no cayó –como tantos otros- en la trampa. El ‗Centro de
Información y Documentación‘ en su Circular de 25 de agosto de 1966, ponía de relieve la
decepción e irritación de los marxistas, por la serena y valiente actitud del doctor Guerra
Campos, ‗al que hace un año y medio intentaron ganar para su partido (y) después de
haberlo cubierto de alabanzas en las publicaciones progresistas… inician una muy sutil
campaña de difamación. Su independencia y su lealtad… les ha desconcertado, tanto más que
no se le puede reprochar lo que llaman ‗vicio de origen‘, puesto que en su elevación al
episcopado no ha intervenido para nada el gobierno español, sino que fue decisión directa y
exclusiva de la Santa Sede‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 174.
145
Hermet, G.: Op. cit., p. 325. Tras el Concilio, Guerra escribe Marxismo y hombre cristiano
(1966), y ejerce de censor eclesiástico sobre este campo. Luis García San Miguel, catedrático
de Filosofía del Derecho, militante de UCD durante la Transición recuerda: ―[…] Sobre 1965
escribí un artículo sobre la moral marxista, que en aquella época no era fácil su publicación.
Yo era ayudante de Luis Legazo, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad
Central, hoy Complutense, y comentando la posibilidad de publicarlo me dijo que era
aconsejable pasarlo por la censura eclesiástica. Don José Guerra Campos, obispo auxiliar de
Madrid, tenía cierta fama por una intervención en el Concilio y estaba considerado como un
experto. Legazo me aconsejó llevárselo para conseguir el ‗nihil obstat‘ eclesiástico, cosa que
así hice, aunque supongo que no lo leyó. En la oposición otro opositor me acusó de haber
escrito sobre el marxismo y yo alegué que, si bien no había pasado la censura civil, sí había
pasado la censura eclesiástica y me bastó‖. Luis García San Miguel, durante las Jornadas
sobre la Transición. Facultad de Derecho de Alcalá de Henares (2-12-2002).
146
Levillain, P.: La mécanique politique du Vatican II. La majorité et l‘unanimité dans un
concile, Beauchesne, París, 1975, pp. 361-439.
116
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Casi veinte años después, en Confesionalidad del Estado (1988), José
Guerra Campos denuncia la falta de libertad de expresión para determinados
obispos en el Concilio, al tiempo que defiende el nacionalcatolicismo y la
―romanidad‖ en España, como ejemplo de independencia y universalidad
para una Iglesia silenciada:
―[…] Domina el tópico de que la ‗libertad‘ de la Iglesia resplandece
ahora precisamente en contraste con la ‗protección‘ e ‗injerencia‘ de los
gobernantes católicos de otros tiempos […]. Esa ‗libertad‘ parece evidente a
los ojos de todo el mundo en el desarrollo del Concilio Vaticano II. Se
recuerda poco, o no se sabe, que en un punto central del Concilio, por
complacer a un poder político, se maniobró de tal forma en contra del
reglamento que a un número altísimo de Padres se les impidió proponer su
pensamiento, y a todos los demás se nos privó de la oportunidad de
conocerlo y emitir juicio conciliar sobre él. No es la menor agresión a la
libertad en la historia secular de los Concilios. El hecho de que muchos
Padres, en coincidencia con un ambiente exterior propicio, la tolerasen con
desinterés no disminuye su magnitud, sino al contrario. […] Por eso, dicho
sea de paso, honra tan poco a la lucidez y a la justicia el que tantas voces en
la Iglesia española hablen ahora de ‗nacionalcatolicismo‘ refiriéndose a un
tiempo, el de 1939-1975, que fue substancialmente lo contrario, pues la vida
de la Iglesia en España se caracterizó entonces por la romanidad, en uno de
los grados más altos de toda su historia. La romanidad equivale a
independencia y universalidad. Y ninguna persona bien informada desconoce
que también era expresión de romanidad (Pío XI, Pío XII) lo del ‗Estado
117
―La otra Transición de la Iglesia…
Católico‘ con una legislación ‗conforme a las enseñanzas de la Sede
Apostólica‘"147.
Lo cierto es que la Iglesia española se ve abocada a la reflexión, al
igual que en muchos países se ha planteado a partir de la segunda mitad del
siglo XX, sobre la no conveniencia de la unión de ambos poderes, civil y
eclesiástico, y la libertad de culto, lo que ocasionará no pocos conflictos
sobrevenidos.
Durante el debate abierto en el cuarto periodo (1965), el entonces
obispo de Albacete, monseñor Tabera, participa en la comisión donde se
resalta la dimensión positiva de no realizar coacciones para ejercerla148.
Aquel largo debate culmina con la declaración Dignitatis Humanae (8-121965)149. En el transcurso de su elaboración, el cardenal Vicente Enrique y
147
Guerra Campos, J.: XIV centenario del
III Concilio Toledo. Escrito para Iglesia-Mundo.
Aparece antes en las páginas del BOOC, núm. 8-10/1988, agosto-octubre…, Op. cit., pp.,
135-136. Para el líder de FN, Blas Piñar, fiel seguidor de las prédicas de Guerra Campos, la
cuestión Iglesia-Estado no es medio de reflexión para la formación ultraderechista, pues no
reivindican la unión o fusión del Estado y la Iglesia: ―[…] Nuestra doctrina ha sido ortodoxa,
es decir, no la que propugna la separación de ambos, sino la que teniendo en cuenta la doble
condición, en el hombre, de fiel y ciudadano, y la existencia de numerosas cuestiones mixtas,
pide el entendimiento, la colaboración y la cooperación de la Iglesia y el Estado‖. Piñar, B.:
Op. cit., p. 12.
148
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 55, Cfr. a Ros, J.: ―Arturo Tabera Araoz, Obispo de
Albacete, en el Concilio Vaticano II‖, II Congreso de Historia de Albacete, IV Edad
Contemporánea, Albacete 2000, pp. 381-392.
149
Declaración Dignitatis Humanae: ―[…] Este derecho de la persona humana debe ser
reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de forma que se convierta en un
derecho civil‘.
118
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Tarancón observa cómo, de los ochenta obispos españoles presentes, casi
un tercio choca con ese principio150. Raguer i Súñer reseña aquel momento:
―[…] monseñor Pildain exclamó en la asamblea: ¡Que se desplome
esta cúpula de San Pedro sobre nosotros antes de que aprobemos semejante
documento! Y cuando se aprobó la Declaración (la votación individual de este
texto el 19 de noviembre tuvo un resultado de 1.954 votos positivos contra
249 negativos y 13 nulos. La votación del 7 de diciembre a todos los textos
fue de 2.308 ‗placet‘, 70 ‗non placet‘ y ocho nulos), elevaron un escrito a
Pablo VI, donde, en medio de la protesta, reconocían lo siguiente: ‗Si éste
prospera en el sentido en que ha sido hasta ahora orientado, al terminar las
tareas conciliares los obispos españoles volveremos a nuestras sedes
desautorizados por el concilio y con la autoridad mermada ante los fieles‘
hasta
que
finalmente,
tras
duras
discusiones,
la
mayoría
vota
su
aprobación‖151.
La Conferencia de Metropolitanos emite un comunicado, firmado por
los obispos presentes en Roma, Sobre la acción en la etapa postconciliar, en
el que se aboga por el mantenimiento el Estado confesional, en un apoyo
incondicional al régimen:
150
López Rodríguez, M.: La España protestante: crónica de una minoría marginada, 1937-
1975. Madrid, 1976, p. 123.
151
Raguer i Suñer, H.: La ―cuestión religiosa‖, Ayer, núm. 20, 1995, p. 223, y en Flórez
Miguel, M.: ―Clericalismo y anticlericalismo, del siglo XIX a la dictadura franquista‖, VII
Jornadas de Pensamiento Crítico (7-12-2007), Pensamiento Crítico, digital, Página Abierta,
188-189,
enero-febrero,
2008.
Flórez
Miguel
es
también
anticlericalismo. Las venganzas de 1936, Dossoles, Burgos, 2003.
autor
de Clericalismo
y
119
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Dichas limitaciones pueden ser diversas, según las diferentes
circunstancias de los distintos países. Por esto la libertad no se opone ni a la
confesionalidad del Estado ni a la unidad religiosa de una nación. Juan XXIII
y Pablo VI, por no referirnos más que a los dos papas del concilio, nos han
recordado a nosotros, los españoles, que la unidad católica es un tesoro que
hemos de conservar con amor‖152.
El Concilio concluye bajo el mandato de Pablo VI (8-12-1965) y sus
acuerdos
suponen
el
paradigma
de
la
apertura
eclesiástica
a
la
contemporaneidad. De los dieciséis documentos aprobados en el Concilio
destacan, por ser de interés para nuestro trabajo, Lumen Gentium (11-111964) y Constitución pastoral de la Iglesia en el mundo moderno, conocida
como Gaudium et Spes (7-12-1965), que recoge, en su artículo 68, el apoyo
a los sindicatos libres e independientes; el artículo 75 observa que todos los
ciudadanos puedan participar libre y activamente en ―la creación de las
bases constitucionales de una comunidad política, en el gobierno del Estado‖
152
Ibídem. El obispo Fernando Sebastián refiere del escrito firmado a los pocos días de
concluido el Concilio: ―[…] Ellos querían sinceramente ser fieles a las enseñanzas y
disposiciones del Concilio, pero se daban cuenta de que habría que proceder poco a poco y
con mucha prudencia. En este documento, los Obispos se entretienen en explicar
ampliamente el documento conciliar sobre la libertad religiosa. Son conscientes de las
repercusiones sociales, religiosas y políticas que este documento conciliar iba a tener en
nuestro país. ‗Sabemos –decía- el interés con que se ha seguido su debate en España y la
preocupación que sienten algunos por su adecuada aplicación en nuestro país‘. Y procuraban
interpretarlo de la manera menos conflictiva posible: ‗La libertad religiosa no se opone ni a la
confesionalidad del Estado ni a la unidad religiosa de una nación‘. ‗La unidad católica es un
tesoro que hemos de conservar con amor‘‖. Sebastián, F.: ―En memoria del Cardenal
Tarancón‖,
http:
//www.iglesianavarra.org/blog/2008/03/31/en-memoria-del-cardenal-
tarancon/, web del Arzobispado de Navarra y Tudela.
120
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
y en la elección de sus líderes; el 76 proclama que la Iglesia no debe estar
―ligada a ningún sistema político‖, se promueve la separación Iglesia-Estado,
como concepto legal y político, por el cual ambas instituciones se deben
mantener separadas e independientes, con autonomía para tratar temas
relacionados con sus áreas de influencia, un cambio decisivo en la sintonía
de algunos Estados con la Iglesia y el replanteamiento del apoyo
incondicional de la Santa Sede a sus regímenes, como es hasta entonces el
caso de España153.
Este asunto, sumado a los análisis teológicos sobre la humanidad,
internándose en áreas que van desde el matrimonio y la familia, la vida
cultural, social y económica, a la comunidad política, hará que vayan
surgiendo reflexiones contrapuestas en una jerarquía con un discurso
homogéneo y unívoco hasta entonces. De los obispos de la delegación
episcopal española asistentes al Concilio tan sólo entre un diez y un veinte
por ciento se compromete con las reformas del Concilio, frente a una
mayoría de tinte ultraconservador y de avanzada edad; el resto busca un
término medio entre las dos posturas. Guerra Campos alerta sobre ―ciertos
153
Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., p. 188. Para Gómez Pérez las declaraciones de adhesión al
régimen al finalizar el Concilio son generalizadas, independientemente de la generación en la
que se inscriban los obispos: ―[...] Las declaraciones de gratitud, adhesión y apoyo al
régimen del general Franco no se daban sólo, como se ha escrito después con cierta
frecuencia, en los obispos más ancianos, que habían conocido intensamente la guerra civil.
Mons. Peralta contaba 53 años en 1965. Mons. Guerra Campos, 44; Mons. Castán, 52. No era
sólo una cuestión de generaciones, sino de clima, como puede comprobarse al ver que, cinco
años después, hacia 1970 o 1971, las mismas personas que han hecho con periodicidad
declaraciones de alabanza a Franco guardan silencio [...]‖. Gómez Pérez, R.: El franquismo y
la Iglesia, Rialp, Madrid, 1986, nota p. 106.
121
―La otra Transición de la Iglesia…
excesos‖ que, según él, se van a cometer si se sigue a rajatabla la aplicación
de los principios adoptados154.
José María Piñol opina que muy pocos obispos de entonces se
identifican con los postulados del Concilio, mientras otros opinan que no
aporta grandes cambios: ―[…] solamente una docena, -llamados ‗los doce
apóstoles‘- se identificaron con él. Sin embargo, la ‗recepción‘ del Vaticano
II por dicha mayoría fue sin duda realmente paradójica: una lectura
reductiva, desde sus tradicionales categorías teológicas, hasta el punto de
pensar honestamente que nada había cambiado‖155.
Muy al contrario, el profesor F. Montero ve una sincera conversión de
conceptos y actitud de la Iglesia tras el Concilio: ―[…] pero que, en parte,
también es anterior, que se va difundiendo y asumiendo por unos y por
otros. Pese a que hay obispos ‗viejos‘, que nunca se van a convertir –que
van a aceptar el Vaticano II por pura obediencia, sin entender nada, sobre
todo el concepto de ‗libertad religiosa‘— hay otros que, a lo mejor,
entienden algo, que realmente la experiencia del Concilio los ‗convierte‘ o les
abre nuevos horizontes [...]‖156.
En aquel momento el debate sobre la apertura de la Iglesia está en la
calle y, por supuesto, en el seno de la institución. Manuel Fraga Iribarne,
154
Cárcel Ortí, V.: Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis, 1963-1978, BAC, Madrid,
1997, p. 1036.
155
Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica española…, Op. cit., p. 23.
156
De la Cueva Merino, J. y López Villaverde, Á. L., (Coord.): Clericalismo y asociacionismo
católico en España: de la restauración a la transición…, Op. cit., p. 263.
122
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
ministro de Información y Turismo (MIT), intenta controlar a todos sus
estamentos a través de su Gabinete de Enlace (GE)157. Además de
sobrevenirle toda tipo de información sobre asuntos que tienen que ver con
cuestiones de derechos de patronazgo o designaciones episcopales, el
gobierno difunde, en base a esta herramienta, la interpretación de las
directrices
del
Concilio
del
discurso
que
los
obispos
pro
régimen
aprovechando las ―voces aisladas que pudieran sonar a su favor‖158.
El GE también recoge, en 1966, las valoraciones de personalidades
eclesiásticas y de la Teología, como Antonio Añoveros, obispo de CádizCeuta, Vicente Puchol de Valencia, González Moralejo auxiliar de Valencia,
José María de Llanos, Casimiro Martí, José Luis Martín Vigil, Jorge Beltrán,
consiliario de la JOC de Barcelona -hasta un total de veintiséis-, sobre los
problemas o tensiones que pueden derivarse de las conclusiones del
157
Se trata de un gabinete para controlar elementos desafectos, sean sacerdotes o laicos. La
Torre Merino, J. L., Muñoz Gonzalo, R. y Villanueva Toledo, M. J.: ―El GE: una oficina de
información y control al servicio del Estado‖, II Encuentro de Investigadores del franquismo,
Alicante, mayo de 1995, Tomo I. Desde aquí se ejerce un control en conjunción con la
jerarquía, añade Montero: ―[…] Antes de 1970, el Gobierno se había centrado sobre todo en
el seguimiento y control de las actividades de los Movimientos de Apostolado Seglar. Sus
informes dirigidos a la Jerarquía trataban de conseguir de ella la colaboración en un control y
represión que le correspondía en el marco del Concordato‖. Montero, F.: La Iglesia: de la
colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 295. También se elaboran informes
desde la dirección general de Prensa sobre las publicaciones como Signo, Juventud Obrera y
el Boletín de la HOAC. Cfr. Montero, F.: ―Las publicaciones periódicas de la Acción Católica
durante el franquismo‖, en Catolicismo y Comunicación en la historia contemporánea,
Universidad de Sevilla, Sevilla, 2005, pp. 31-54.
158
Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 447.
123
―La otra Transición de la Iglesia…
Concilio. Añoveros comienza a destacar la importancia de la libertad
religiosa y una revisión pastoral inmediata:
‖ […] la vida de nuestro pueblo está ligada, con estrechos lazos, al
signo de la unidad religiosa. Plantearnos las consecuencias de una libertad
religiosa, tal como la enseña el Concilio, es algo que choca y
produce
hondas alteraciones en muchos espíritus… Tendrá sus extremismos, sus
desorientaciones, que todos lamentamos, pero también sus grandes bienes…
Implica ruptura de algunos moldes y coraje para que la fe y la conducta
abracen con fuerza. La pastoral de la Iglesia en España se encuentra en un
momento de revisión de métodos y sistemas, de apertura a la masa del
pueblo, de estructuración eficiente a la comunidad…‖159.
Frente a esta actitud posibilista y de cambio se encuentra otra de
rechazo frontal: ―[…] Los posibilistas aprovechan la oportunidad de contar
con multitud de personas con cierto nivel de idealismo y formación personal.
Por el contrario, otros endurecen su rechazo apriorístico en reacción pareja a
los de la derecha intransigente‖160.
159
AGA. MIT. CUL. GE, C. 555, IG, carp. 10640. Las manifestaciones están sacadas de un
medio de comunicación –no especificado- en una relación literal, sin valoración final ni
orientaciones de cualquier tipo como suelen generarse en este tipo de informes.
160
Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., 2007, p. 272. No olvidemos, como señala José Pérez i
Granados: ―[…] de hecho, el progresismo católico fue siempre marginal en el interior de la
Iglesia, y sus planteamientos políticos, no van a ser tan sólo minoritarios, sino que van a
estar siempre en abierto conflicto con los sustentados por la jerarquía‖. Pérez i Granados, J.:
―De l‘Església de la croada al blindatge de les sotanes: Els catòlics, el nacionalcatolicisme i el
règim franquista, 1939-1975‖, en Simón Arce, R. A.: Op. cit.
124
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La posibilidad de una Iglesia combativa en lo político, y alejada de
todo poder fáctico, reaviva la actitud intransigente de la derecha que genera
un anticlericalismo desconocido hasta aquí, un anticlericalismo proveniente
de la derecha ideológica y fáctica, que utiliza escritos y acoso de tipo verbal,
en ocasiones hasta agresiones físicas que acaban en denuncias ante las
autoridades, hacia un sector de la Iglesia que abandona, según esta facción
ideológica, ciertos preceptos esenciales a su dogma. La ―contestación
conservadora‖, como advierte Cárcel Ortí, ―se convierte en anti-jerárquica –
concretándose en el sector progresista- […]‖161. Una contestación que se
produce en dos fases, según Piñol:
―[…] En una primera fase, de silencio aparente, una recepción discreta
y algo reduccionista del Concilio parece encajar los cambios o no quiere ser
consciente de su radicalidad. En una segunda fase, a partir de 1964, y más
claramente desde 1966, se produce en ciertos sectores gubernamentales y
eclesiales una
fuerte
reacción
de resistencia
y descalificación
de la
renovación conciliar. Es el anticlericalismo de derechas frente al llamado
‗progresismo‘ católico. Un movimiento europeo, principalmente francés, con
fuerte eco en España. Una reacción integrista de sectores eclesiales,
resistentes al Vaticano II, que encuentra todo el apoyo gubernamental‖ 162.
161
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 448. Lo cierto es que
hasta aquí se había conocido en tiempos de máxima tensión clerical, final del último tercio del
XIX y Segunda República, el origen de ese anticlericalismo en ambientes radicales, obreros y
hasta católicos partidarios de la separación entre religión y política.
162
Piñol, J. M.: ―El estado confesional y los desafíos del Vaticano II‖, cap. 4 de La transición
democrática de la Iglesia Católica española…, Op. cit., pp. 177 y ss., Montero, F.: La Iglesia:
de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., pp. 104-105. La presencia de
125
―La otra Transición de la Iglesia…
curas-obreros, jóvenes seminaristas enrolados en movimientos sindicales y sacerdotes
secularizados
partícipes
en
los
movimientos
obreros
o
sociales
como
HOAC,
JOC,
o Acción Católica Obrera (ACO), como veremos más adelante, es un excelente antídoto
contra el anticlericalismo de la clase obrera de principios del siglo XX y evita un
anticlericalismo de la izquierda política y social que se remonta, principalmente, a la Segunda
República. Para Carlos Seco: ―[…] pese a reconocer lo obtusamente ciegos que fueron los
dirigentes republicanos al tratar la ‗cuestión religiosa‘ y sin dejar de señalar los crímenes
cometidos por las
milicias
populares
contra los
religiosos
y
seglares católicos,
el
enfrentamiento entre la Iglesia católica y la República española es necesario insertarlo en la
disputa decimonónica entre el catolicismo clerical y el liberalismo anticlerical, lo que se ha
denominado en la historiografía como ‗cuestión religiosa‘‖. Serrano Seco, C.: Op. cit., nota 6.
Sobre anticlericalismo, Montero y De la Cueva se refieren al término: ―[…] En cuanto a los
laicos, hace ya tiempo que los especialistas vienen distinguiendo entre diferentes tipos de
anticlericalismo, de acuerdo con su primitivismo o modernidad, o según su mayor o menor
moderación o radicalidad. […] Anticlericalismo y clericalismo se comprenden en buena medida
como movimientos de reacción respecto a las posiciones hegemónicas del contrario‖. Cueva,
De La, J. y Montero, F. (Coords.): Laicismo y catolicismo. El conflicto político-religioso en la
Segunda República…, Op. cit., pp. 11-12. Para Marcelino Flórez: ―Anticlericalismo es
antónimo de clericalismo y han de ser definidos conjuntamente […]. Flórez Miguel, M.:
―Clericalismo y anticlericalismo, del siglo XIX a la dictadura franquista‖, conferencia
pronunciada el 7-12-2007, VII Jornadas de Pensamiento Crítico, en su Página Abierta, digital,
188-189, enero-febrero, 2008, autor también de Clericalismo y anticlericalismo. Las
venganzas de 1936, Dossoles, Burgos, 2003. En el mismo texto recoge concreciones al
término
del
profesor
Sisinio
Pérez
Garzón:
―Quizá
sea
una
obviedad
que
el
anticlericalismo haya que descifrarlo como un hecho que, en su propio contexto, no puede
existir sino como réplica a un poder evidentemente clerical‖, entresacado de Cruz, R.: ―Curas
y liberales en la revolución burguesa‖, Ayer, núm. 27, 1997, pág. 67. Más sobre
anticlericalismo
en
Nuñez-Diaz
Balart,
M.:
―Una
aproximación
al
anticlericalismo
decimonónico‖ en Historia y comunicación social, I, Madrid, 1996; Delgado Ruiz, M.: Luces
iconoclastas: anticlericalismo, espacio y ritual en la España contemporánea, Ariel, Barcelona,
2001; Molina Martínez, J. L.: Anticlericalismo y literatura en el siglo XIX, Universidad de
Murcia, Murcia, 1998. Cruz, R. (Ed.): El anticlericalismo, Marcial Pons, Madrid, 1997; Caro
Baroja, J.: Introducción a una historia contemporánea del anticlericalismo español, Istmo,
Madrid, 1980.
126
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Es por ello que obispos, teólogos, consiliarios de AC y estudiantes de
seminarios, observan el fenómeno anticlerical con especial preocupación y
sorpresa. Para Jesús Aguirre, teólogo y director de publicaciones religiosas
en Taurus Ediciones, además de ponente en los encuentros de católicos y
marxistas de Salzburgo y Herrenchiensee, ese anticlericalismo significa una
nueva expresión no conocida:
―[...] Un anticlericalismo que en España ha existido siempre pero que
hoy tiene una expresión nueva, nueva porque los que detentan el
anticlericalismo
no
son
los
que
tradicionalmente
lo
habían
venido
representando. El anticlericalismo de derechas español se ha desarrollado
siempre en un plano moral. La derecha española no ha estado nunca de
acuerdo con la moral eclesiástica, sino que la ha tolerado, ha buscado sus
estratagemas para ir cumpliendo de una manera muy poco sincera y siempre
por supuesto porque en el terreno no moral, esto es en el social y en el
político se sentía apoyada por el clero. Tal vez el clero, actualmente, no esté
dispuesto a apoyar sólo a la derecha política y socialmente. Entonces,
inevitablemente, el viejo, siempre existente anticlericalismo derechista
español en el nivel moral irrumpe con una doble fuerza en la expresión de la
vida pública española al no encontrar este dique del proteccionismo socialpolítico que la Iglesia hasta ahora venía aceptando respecto a estos grupos
derechistas […]‖163.
Sobre si existen reminiscencias del anticlericalismo del pasado o la
aparición de alguno nuevo, el obispo Antonio Añoveros Ataún matiza:
163
AGA. MIT. CUL. GE, C. 555, IG, carp. 10640.
127
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Más que hablar de viejo anticlericalismo español, hablaría en
ocasiones de falta de genuina información, capaz de provocar la confusión y
el descrédito y en consecuencia desorientación… Para unos su actitud ante el
clero es querer reducirlo al interior de los templos. Quizás sea una
reminiscencia del viejo anticlericalismo o liberalismo. Para otros el clero debe
cuidarse casi exclusivamente de cristianizar lo temporal. Pueden ser
reminiscencias del modernismo… Ni aquello se puede olvidar, ni esto
reprobarlo‖164.
Javier Morales Vallejo S. J., estudiante de último curso de Teología en
Granada e incitado por el rector, Ricardo Franco, recoge el sentir del grupo
de compañeros del seminario:
―[…]
Desgraciadamente
hemos
permanecido
estacionarios
teológicamente, quizá por un falso sentido de tradición y fidelidad. Y los
sujetos que nos hubieran hecho evolucionar pausadamente, enseguida
llamaron la atención y generalmente fueron impedidos de enseñar o
gobernar.
En
segundo
lugar,
la
Iglesia
oficial
española
aparece
excesivamente ligada a unas fórmulas políticas y sociales… Esta síntesis
simplista va a ser difícil de romper ahora sin que se nos llame ‗traidores‘. La
excesiva politización que se da en España a toda actividad nacional. Todo
está tipificado como hecho político: el sacerdote y la Iglesia no se libran
tampoco de ser considerados bajo este punto de vista… Sólo hemos admitido
o incondicionales o enemigos. Esto va a hacer más difícil entendernos sin
tergiversaciones
y
dialogar
sin
ofendernos
[…]
Hay
dos
tipos
de
anticlericalismo porque hay dos clases de clero: el anticlericalismo de
164
Ibídem.
128
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
izquierdas, que no es sino ‗antiburguesía‘ y que reacciona contra una
apariencia de Iglesia de señores privilegiados en la sociedad civil que a ellos
les desampara. Y otro anticlericalismo de derechas que reacciona contra los
sacerdotes que se destacan para lograr una sociedad más justa y más
cristiana. Creo que predominarán las formas nuevas. España y el mundo han
cambiado mucho desde 1931 cuando la última ‗quema de conventos‘. Existe
además un ‗anticlericalismo‘ negativo: el factor ateísmo quizá se dejará
sentir mucho más de lo que creemos‖165.
Por su parte, José María Ballesteros, párroco de Dos Hermanas
(Sevilla), apunta el origen del anticlericalismo de derechas en las reformas
del Concilio:
―[…] el anticlericalismo de hoy, el militante, el que está en contra de
muchas reformas que están delineadas por el mismo Concilio Vaticano II, es
un anticlericalismo que podríamos llamar de derechas, de gente que está al
lado de nosotros, por lo menos oficialmente, pero que sin embargo ataca a la
Iglesia al menor motivo, precisamente porque intenta hacer reformas
valientes y en la línea de la Historia y estas reformas le afectan a ellos
mismos…‖166.
También en círculos de intelectuales del momento se discute sobre
temas derivados del Concilio. En las denominadas ―Conversaciones Católicas
165
Ibídem.
166
Ibídem.
129
―La otra Transición de la Iglesia…
de Gredos‖ -donde están presentes poetas como Luis Rosales, Luis Felipe
Vivanco, o filósofos como José Luis Aranguren, Pedro Laín Entralgo, Julián
Marías, y políticos como Antonio Garrigues, Dionisio Ridruejo, Ruiz Jiménez-,
José Guerra Campos acude en tres ocasiones, la última en 1966, mientras
es miembro del Secretariado para los no creyentes167. Sin embargo,
abandona muy pronto estas reuniones -en las que está prohibido hablar de
política- argumentando que se producen demasiados encontronazos entre
preconciliares y postconciliares, así como cuando surgen los temas sobre la
sucesión del general Franco, o su intransigencia al diálogo entre marxistas y
católicos168.
Con cierta perspectiva en el tiempo, el postconcilio se presenta para
la Iglesia española, según Iribarren, difícil en tres campos: en el de las
reacciones del régimen político a la nueva postura de la Iglesia, en la
adaptación de los fieles más tradicionales a nuevas formas de pensamiento
y de conducta, y en la contención de sectores de vanguardia dentro de una
interpretación ortodoxa de lo que realmente dicen sus preceptos169.
167
Querejazu, A.: Conversaciones católicas de Gredos, BAC, Madrid, 1977. Además del
sacerdote Querejazu que las inicia en 1951, dirigen estas conversaciones, entre otros, el
jesuita Ramón Ceñal, José María Cirarda y el director del seminario de Ávila, Baldomero
Jiménez Duque. En ellas se evoluciona desde los temas de índole religiosa a las críticas al
nacionalcatolicismo y al propio régimen.
168
Fernández Ferrero, A.: Guerra Campos, apuntes para una biografía…, Op. cit., pp. 40-41.
169
Iribarren, J.: Papeles y Memorias: medio siglo de relaciones Iglesia-Estado en España,
1936-1986…, Op. cit. p. 270. Un ejemplo de que los cambios van acometiéndose muy
lentamente son las reformas singulares, como el uso del español en la recitación del Oficio
130
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Vicente Enrique y Tarancón mantiene que, a pesar de que hubo
diferencias entre los obispos a la hora de aceptar y aplicar las orientaciones
del mismo, no se dieron posturas irreconciliables entre la jerarquía170. Según
el cardenal las prioridades imponían hacer frente a las presiones de todo
tipo y a la interpretación ajustada a lo refrendado:
―[…] acelerar la evolución de nuestra iglesia y, a través de ella, de
nuestro país […] conseguir una progresiva recuperación de la función
religiosa y no política de nuestra iglesia; y nos veíamos obligados a hacerlo
dentro de un ordenamiento legal que favorecía y auspiciaba todas las
intromisiones y confusiones. Debíamos lograr todo esto dentro de incontables
presiones: porque cada grupo, movido por buena voluntad o en defensa de
sus intereses políticos o económicos, trataba de dirigirnos o utilizarnos […]
los obispos nos vimos en muchas ocasiones obligados a cumplir funciones
muy diversas e incluso aparentemente discrepantes entre sí; teníamos que
acelerar a quienes no querían entrar en el dinamismo exigido por el concilio y
frenar a quienes querían ir demasiado lejos; debíamos acercar los sacerdotes
a los seglares y mantener, al mismo tiempo, la necesaria estima por su
ministerio; estábamos obligados a comprender a los jóvenes y no debíamos
con ello romper los necesarios vínculos generacionales; sentíamos la
necesidad de ampliar el campo de la libertad dentro de la iglesia y de
Divino, aprobado a finales de 1972: ―Podrá rezarse por tanto, en latín o en castellano, pero
siempre del Oficio nuevo y no del antiguo‖. BOOC, núm. 4, abril de 1973, p. 176.
170
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 233.
131
―La otra Transición de la Iglesia…
mantener, al mismo tiempo, la necesaria unidad y la indispensable
disciplina‖171.
Tarancón
destaca
las
motivaciones
―estrictamente
religiosas
y
pastorales‖ del Concilio: ―[…] el origen de los recientes cambios y de los
actuales proyectos sobre la propia vida de la iglesia española‖172. Guerra
Campos no comparte tales motivos. En el trigésimo aniversario del Concilio,
en 1995, ABC le pide una colaboración que titula ―Pablo VI advirtió los
errores‖,
donde
destaca
las
―grietas‖
que
el
Concilio
abrió
y
del
desconocimiento de lo acordado, texto que, por cierto, aparece cortado o
censurado en la edición del diario:
―[…] ¿Alguna grieta? Sí: en algunos puntos esa continuidad entre lo
permanente y lo nuevo no llegó a formularse de modo que eliminase
equívocos que serán ocasión o pretexto de posteriores divergencias y
escisiones. En parte, por la dificultad misma de la materia. En parte, por un
exceso de optimismo acerca de las intenciones y entendederas del ‗mundo
moderno‘. Por lo demás, mucha gente no se ha enterado de lo que dice el
Concilio; se ha quedado con las iniciales versiones periodísticas, reflejo de las
171
Conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI (28-6-1978), en Enrique y Tarancón, V.,
González, M., y Jubany, N.: ―La Iglesia en España hoy‖, en Iglesia y política en la España de
hoy, Op. cit., p. 68.
172
Ibídem, p. 70.
132
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
posturas de este mundo, como si la Iglesia se hubiera limitado a convertirse
a ellas […]‖173.
Los medios ―inductores‖ de esa ―conversión‖, se convierten, como es
el caso, en censura o mutilación al texto del obispo, que habla de heridas no
cerradas a pesar de los años transcurridos y de la división generada:
―[…]
en
perspectiva
histórica
el
hecho
más
patente
como
característica del tiempo post-conciliar, es el que desde el principio registró
el Papa Pablo VI. Según él, la Iglesia anterior al Concilio estaba en un alto
nivel de unidad y tensión evangelizadora: casi todas las aportaciones del
Concilio son formulación autorizada de movimientos que venían de antes. La
intención del Concilio era movilizar en actitud misionera todas las energías de
la Iglesia para que ésta iluminase, de manera adaptada a las condiciones
presentes, un mundo que se estaba unificando. El diagnóstico de Pablo VI
que, inesperadamente, muchas fuerzas, en vez de fluir por los cauces del
Concilio, se detuvieron, dudaron de su misión, se diluyeron en el mundo,
descuidando lo específico de la Fe Cristiana, y la Iglesia se llenó de confusión
y divisiones‖174.
173
Texto del original que no aparece en la edición Guerra Campos, J.: ―Pablo VI advirtió los
errores‖, ABC, 8-12-1995, p. 65. El texto completo, mecanografiado, recogido en la edición
inédita de su administrador, Domingo Muelas, en Anexo 1.1. Texto original, completo, de
Guerra ―Pablo VI advirtió los errores‖ al publicado por ABC, 8-12-1975.
174
Ibídem. Es significativo los párrafos tan significativos que no aparecen en la edición. Para
Tarancón, Guerra: ―[…] Se oponía con todas sus fuerzas a cualquier iniciativa que pretendiese
aplicar a España las orientaciones conciliares‖, si bien asegura que no ve en ningún momento
presiones desde el poder que influyan en su visión, sino que sus opiniones tienen origen en la
convicción personal o fanatismo. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 465.
133
―La otra Transición de la Iglesia…
I.3. La nueva Conferencia Episcopal con mayoría prorrégimen
El cambio más significativo que se produce en la cúpula de la
jerarquía, inmediatamente a la finalización del Concilio, es su nueva
conformación colegiada. La Junta de Metropolitanos –que funciona desde
1923, con representación única de arzobispos-, pasa a ser CEE, donde
estarán presentes los obispos auxiliares, según el modelo establecido
durante el Concilio (Christus Dominus, 38), e implementadas, todas las
Conferencias, por el papa Pablo VI en motu proprio Ecclesiae sanctae
(1966). El gobierno ejerce duras presiones para que el nuncio forme parte
de ella, y que sus funciones se reduzcan al rango de consulta de la
Congregación Consistorial, llegando a no reconocerla jurídicamente en un
primer momento175.
Una vez constituida la nueva CEE (4-3-1966) es nombrado presidente
el arzobispo de Santiago, Fernando Quiroga Palacios, vicepresidente
Casimiro Morcillo176, arzobispo de Madrid-Alcalá desde 1964, año que se
175
Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 447.
176
Casimiro Morcillo es, además de vicepresidente de la CEE, presidente de la comisión de la
CEAS, donde están presentes el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Laureano Castán, Abilio del
Campo, Manuel Fernández, Rafael Nzé, Río Muni y Emilio Benavent, todos ellos -excepto
Benavent- de reconocidas tendencias oficialistas, nacionalcatólicas e integristas. Piñol, J. M.:
La transición democrática de la Iglesia española…, Op. cit., p. 271. Para Cuenca Toribio esta
cúpula se aleja de aquella que surge tras la guerra civil: ―[…] y acaso ni tan siquiera, en
ciertos paralajes, a las de los cincuenta; y en todo el periodo, además, se contaron prelados
de perfil ‗singular‘: a Bueno Monreal, García La Higuera, Rafael Álvarez Lara, Ramón Masnou
Boixeda, Vicente Enrique y Tarancón o Marcelo González no se les puede clasificar,
134
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
eleva a categoría de archidiócesis, y como secretario José Guerra Campos,
obispo auxiliar de la misma177 (tras la disputa con Vicente Enrique y
Tarancón, arzobispo de Oviedo, ganador en las previsiones de algunos
medios eclesiásticos)178.
ciertamente, como obispos de perfecto corte nacionalcatólico. Hecho que de ser exacto, se
predicaría con mayor propiedad aún del clero y de la red de asociaciones seglares, en
especial, las de índole obrera‖. Cuenca Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y
nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 139.
177
El propio Guerra Campos manifiesta que su nombramiento, como obispo auxiliar de
Madrid, viene directamente de la Santa Sede, sin intervención directa del general Franco pues en el caso de los obispos auxiliares no intervenía el gobierno-. Guerra Campos, J.: Crisis
y conflicto en la Acción Católica española y otros órganos nacionales de apostolado seglar
desde 1964. Documentos, Madrid, 1989, p. 53. En el texto aparece una nota sobre un
artículo en Ecclesia (12-9-64) a tenor de su nombramiento como consiliario general de AC:
―Fue uno de los dos primeros obispos españoles creados por Pablo VI‖. En 1975 monseñor
Narciso Tibau Durán, entonces auditor de la Rota, publica en Revista Española de Derecho
Canónico, núm. 87, los métodos sobre el nombramiento de los obispos auxiliares y
administradores apostólicos desde el siglo XVIII hasta 1941, continuándose hasta 1971 en
España, apuntando que en 1912 la Santa Sede y el gobierno español acuerdan intercambiar
el nombre del postulado para cerciorarse de posibles obstáculos. Guerra Campos matiza a
Tibau: ―[…] Volviendo a España, al tiempo posterior de 1941, monseñor Tibau dice: ‗De lo
que haya ocurrido posteriormente en cuanto al nombramiento de Obispos Auxiliares o
Administradores Apostólicos, éstos lo sabrán‘. El obispo de Cuenca sólo sabe que, cuando fue
nombrado Obispo en 1964 como auxiliar, no tuvo personalmente, por este concepto, ninguna
relación con el Gobierno Español; y desconoce cuál haya sido, si la hubo, la intervención de
otras personas‖. BOOC, núm. 5, mayo, 1975. Algunas referencias a los escritos de Tibau y
del BOOC se recogen en ABC, 3-5-1975, p. 24.
178
Enrique y Tarancón justifica su pérdida en la votación: ―[…] todos entendieron que era
imposible simultanear la responsabilidad de una diócesis grande y difícil (refiriéndose a
Oviedo) con las tareas del Secretariado‖, y añade que la nueva responsabilidad de Guerra en
la flamante CEE, debe compatibilizarla, además de obispo auxiliar de Madrid, con: ―[…]
Acción Católica como las demás actividades pastorales…‖. Enrique y Tarancón, V.:
135
―La otra Transición de la Iglesia…
Muchos de los obispos que han aupado esta presidencia pertenecen a
una generación preparada teológica y académicamente sobre principios
desfasados con el resto de Europa, con un bagaje en altas instancias con los
estamentos ligados al régimen franquista, prelados, en definitiva, que
marcan un perfil ―bajo‖ en lo público, alejado de toda implicación social o
política que no sea su afección al régimen179.
Pero, por otro lado, también se observa, rápidamente, que va
abriéndose paso otra corriente que da cuenta de dos sectores claramente
Confesiones…, Op. cit., pp. 178-179. Guerra es también representante en el comité de enlace
de las conferencias episcopales europeas, un trabajo protocolario a juicio de Tarancón: ―[…]
tenía poco sentido en la práctica. Se trataba, más bien, de unas relaciones meramente
formales ya que, excepto quizá en una nación europea, no existía una acción conjunta de los
obispos‖. Ibídem, p. 179. Es secretario de la CEE hasta 1972, simultaneándolo con el de
presidente de la Unión Nacional de Seglares (UNAS), desde 1964 y miembro de la CEAS.
También será presidente de la Comisión Católica Española de la Infancia, presidente del
Comité Rector de la Campaña contra el Hambre en el mundo y director del Instituto Central
de Cultura Religiosa Superior, hasta 1972 y miembro del Secretariado Pontificio para los No
Creyentes (1965-1973). Acude como representante del Episcopado Español en el primer
Sínodo de Obispos en Roma (1967), y convocado para el segundo por la Secretaría del
Sínodo (1969).
179
Nicolás Marín, E.: ―El franquismo‖, en Historia de España, tomo XII, Planeta, Barcelona,
1991. La mayoría de sus actuaciones se centran en mediar con los organismos que acuden a
ellos con el fin de recabar información sobre las personas más idóneas para ocupar puestos
en la enseñanza, en la práctica jurídica, gestión en bancos o cajas de ahorro, o conocer su
conducta e ideología religiosa. Ibídem. Miret Magdalena sugiere que Morcillo y Guerra: ―[…]
se habían hecho integristas tras el Concilio‖. Miret Magdalena, E.: Luces y sombras de una
larga vida. Memorias, Ed. Planeta, Barcelona, 2000, p. 335. Casimiro Morcillo asume en ese
momento, además, la presidencia de ACE, en sustitución de Plá y Deniel. Esta jerarquía
ultraconservadora tampoco es referente para los movimientos católicos más reivindicadores,
desde finales de los cincuenta, que vienen exigiendo un mayor compromiso con los más
desfavorecidos.
136
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
confrontados. Uno, el denominado neoconservador, donde figuran, además
de Morcillo y Guerra, López Ortiz, Herrera, Olaechea, Cantero Cuadrado,
entre otros, y la ―minoría‖ con Bueno Monreal y Tarancón a la cabeza180.
En ese clima se produce, desde su comisión permanente la CEE, la
instrucción La Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio (29-6-1966),
con el fin de explicar -cuestión que hace de una forma constreñida- los
180
El Ciervo, octubre 1966, pp. 8-9; Ecclesia, pp. 861-866; Gómez Pérez, R.: Op. cit., p.
152. A la lista de conservadores hay que añadir el nombre de Laureano Castán Lacoma que
ya tiene una marcada trayectoria por entonces. Un año antes, en 1965, Enrique y Tarancón
no ve problemas en la composición de la futura Conferencia donde habrá obispos de
tendencias progresista y conservadora: ―[…] Dentro del Episcopado – ¿por qué no? - existen
algunos miembros con mayor preocupación por la seguridad, por el esfuerzo de lo anterior;
otros en cambio prefieren una actualización más audaz de métodos y formas. Este contraste,
se lo aseguro, ha sido muy beneficioso en el Concilio, pues por él se perfilan y se ven las dos
caras de los problemas…‖. ABC, 27-1-1965, edición Andalucía, p. 29. Lo cierto es que
disponemos de pocos testimonios escritos de primera mano -a excepción de los de monseñor
Iribarren- con los que analizar aquel clima de tensión en la CEE. Vid. Iribarren, J.:
Documentos de la Conferencia Episcopal Española…, Op. cit... Para César Vidal: ―[…] el
episcopado español comenzaba a ver cuarteada su línea unánime de las décadas anteriores
pero de manera aún poco perceptible. Según el que luego sería cardenal Tarancón, los
posteriormente denominados obispos progresistas —más bien antifranquistas e identificados
con la política antifranquista de Pablo VI y de la nunciatura— andaban por la docena pero
carecían de una articulación y una dirección claras. La aplastante mayoría, bajo la inspiración
de Casimiro Morcillo, arzobispo de Madrid, se sentía vinculada a un régimen que, a decir
verdad, los había salvado del exterminio en 1936. Vidal, C.: ―¿Quién dirigió la ―Acción
Moisés?‖. Enigmas de la Historia. Libertad Digital Suplementos, 25-11-2009. Como observa
Basilisa López: ―[…] La asamblea de los obispos españoles dejaba sus puestos claves en
manos de personas que en nada favorecerían la renovación conciliar de la misma, al
configurar una cúpula eclesiástica ligada al modelo colaboracionista del nacionalcatolicismo,
en abierta contradicción con el Concilio‖. López García, B.: La presencia del movimiento
obrero católico español en Europa: La HOAC en los organismos internacionales católicos bajo
el franquismo, 1946-1975. Tesis Doctoral dirigida por Feliciano Montero García (Universidad
de Alcalá de Henares) y por Juan Bautista Vilar Ramírez (Universidad de Murcia).
137
―La otra Transición de la Iglesia…
acuerdos conciliares y por dónde deben ir, a partir de ahora, las relaciones
entre Iglesia y Estado181. En el texto los obispos españoles niegan que los
preceptos de Concilio deban ser aplicados al momento actual con el
régimen, resaltando citas sacadas de contexto, eludiendo toda crítica al
mismo y rechazando la desconfesionalización:
―[…] La sociedad española vive hace algún tiempo un proceso
continuado de transformaciones y de maduración interior […]. Supuesta la
voluntad operante de acercar las formas institucionales vigentes, lo más que
sea posible a dicho ideal, la Iglesia no tiene por qué emitir ningún juicio
sobre la estructura de las mismas. Valorar sus ventajas e inconvenientes
actuales, determinar las correcciones o desarrollos que pudieran recibir,
trazar las líneas que debieran prevalecer en su futuro, entra en el campo de
las apreciaciones prudenciales, corresponde a la técnica, cada día más
complicada, del gobernar y a la prudencia y experiencia de gobernantes y
gobernados. No es materia en la que deban dictaminar los pastores de la
Iglesia […]. Además de las orientaciones y recomendaciones ya expresadas,
la Iglesia tendría que dar su juicio moral sobre las instituciones políticosociales sólo en el caso de que, por la índole misma de su estructura o por el
modo general de su actuación, lo exigiesen manifiestamente los derechos
fundamentales de la persona y de la familia, o la salvación de las almas, es
decir, la necesidad de salvaguardar y promover los bienes del orden
sobrenatural
(cf.
Gaudium
et
spes,
núms.
42
y
76;
Apostolicam
actuositatem, nº 24). No creemos que éste sea el caso de España. […] Que
181
La Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio. Comisión permanente de la CEE, 29-6-
1966. También en Ecclesia, núm. 1298, 2-7-1966.
138
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
el señor ilumine y asista a los hombres beneméritos, de modo especial al
Jefe del Estado, en cuyas manos está principalmente la obra de conservar la
paz y ordenar según Dios y según los legítimos deseos de todos la
comunidad temporal de los españoles‖182.
Algunos obispos, indignados por la ―tergiversación‖ de los textos
conciliares, invocan el artículo 27, nº 7 de los estatutos de la CEE, ―Son
atribuciones de la Permanente [...] hacer declaraciones sobre temas de
urgencia, sobre las cuales informará previamente a la Santa Sede‖, e
intentan invalidar el documento que ya trasciende en los medios de
182
Ibídem. Según César Vidal el documento: ―[…] manifestaba la disposición de la iglesia
católica a renunciar a algunos privilegios y alababa a las naciones en las que se daba la
elección de los representantes políticos en plena libertad, pero a la vez no deslegitimaba ni
criticaba a un régimen que había demostrado ser extraordinariamente generoso con el
catolicismo. De hecho, siguiendo el ejemplo de Juan XXIII, el texto reconocía la legitimidad
de los sindicatos verticales y, sobre todo, evitaba condenar el sistema institucional franquista.
[…] el documento afirmaba el derecho de la iglesia católica para enjuiciar los sistemas
políticos e incluso denunciarlos si violaban determinados principios morales; dejaba entrever
su postura favorable a un cambio político hacia un sistema más participativo‖. Vidal, C.:
―¿Quién dirigió la ―Acción Moisés?‖…, Op. cit. Para Sánchez Jiménez se hace un discreto
llamamiento a las ―asociaciones intermedias‖, como instrumento de participación en las
instituciones, en un claro intento por hacer de la CEE ―una institución moderadora‖: ―[…] en
una especie de si no de parlamento u oposición devaluada y soterrada, sí en una instancia
fuertemente
crítica,
en
ocasiones,
como
conciencia
del
régimen.
Dentro
del
nacionalcatolicismo, como contrapartida a sus funciones legitimadoras del sistema, el senado
episcopal actuó de institución moderadora…‖. Sánchez Jiménez, J.: ―La jerarquía eclesiástica
y el Estado franquista: las prestaciones mutuas‖, Ayer, núm. 33, 1999, p. 167; y en Cuenca
Toribio, J. M.: Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 149.
139
―La otra Transición de la Iglesia…
comunicación183. Tras la petición de que se apruebe por el pleno de la
Conferencia, allí se confirma la adhesión de la mayoría al documento184.
183
Raguer i Suñer, H.: Centenario nacimiento cardenal Tarancón 1907-2007…, Op. cit., pp.
15-16. Muchas voces tratan de ver en lo esencial del texto la pluma del secretario de la CEE,
Guerra Campos, que comienza a tener enfrentamientos con sus compañeros. Cárcel Ortí, V.:
Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis…, Op. cit., p. 1036.
184
La CEE sufrirá una renovación en su funcionamiento, clave para una nueva política sobre
comunicados: ―[…] Dada la estructura piramidal, pero siempre representativa, de esos
diferentes organismos (Asamblea Plenaria, Comisión Permanente, Comité Ejecutivo y el
abanico operativo de las 14 Comisiones Episcopales), cualquiera de ellos puede publicar
documentos dentro del ámbito de su competencia; además una comisión o grupo episcopal
de
trabajo
puede
recibir
el
‗encargo‘
de
publicar
un
documento
bajo
su
propia
responsabilidad, con los criterios que se le trazan […]. En los demás casos el anonimato
asegura que nadie tenga reparo en callar lo que cree deber manifestar, porque su nombre no
quedará registrado, y nadie hable más de lo que sea preciso, porque ni sus diocesanos ni los
lectores de periódico van a enterarse del grado de su elocuencia […]. En momentos de
crispación de la situación política o de división de los fieles surge el interrogante de si hará
más bien el silencio que la palabra, la dilación que la prisa […] Es raro el documento colectivo
de la Conferencia Plenaria en que pasen de media docena los votos definitivos adversos; la
unanimidad siempre y en todo es un ideal humanamente inalcanzable‖. Iribarren, J.:
Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., pp. 4-6. El camino
para la elaboración de sus nuevos estatutos, con constantes modificaciones, termina con su
aprobación (5-2-1977). El reglamento interno para Asambleas plenarias en 1973; el de la
Comisión Permanente y el del Comité Ejecutivo en 1974, y el de las comisiones episcopales y
ordenación económica en 1975. El resto de reglamentos se desarrollan a partir de 1979. La
CEE va ―democratizándose‖ -hasta sus límites-, aunque eso sí como institución altamente
jerarquizada. Las Asambleas presbiteriales, aunque provienen de un mandato de Roma,
suponen un principio de libertad de expresión del clero ante la jerarquía, no exento de nuevos
problemas como se verá más adelante.
140
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
141
―La otra Transición de la Iglesia…
I.3.1. Prelados contra la Ley sobre Libertad religiosa de 1967
y la desconfesionalización del Estado
Para la mayoría de los obispos españoles el concepto de libertad
religiosa es aplicable sólo al catolicismo (reduccionismo), y su rechazo a la
declaración parte desde una clave tradicionalista, de continuidad con la
doctrina
previa
al
mismo,
sin
intención
de
forzar
cambios
en
el
ordenamiento jurídico del país. La confesionalidad del Estado significa para
el Episcopado la colaboración mutua, entre Iglesia católica y régimen, en el
orden religioso y temporal.
Pero la realidad es otra. El dinamismo económico que va alcanzando
el país produce un abandono en masa del mundo rural hacia el urbano que,
sumado a otros procesos relacionados con la evolución industrial y
tecnológica, generan un pluralismo ideológico que tiene su reflejo en ese
deslizamiento de los españoles hacia la secularización, la laicidad y una
nueva forma de entender la religiosidad185. De facto, a la finalización del
Concilio, en 1965, aunque todavía ocho de cada diez españoles se definen
―católicos practicantes‖, la cifra va paulatinamente disminuyendo, si bien
185
Para Linz: ―[…] este proceso de secularización fue posible gracias a los efectos
acumulativos del desarrollo económico y el crecimiento de la renta per cápita, la
industrialización y la transformación de las fuerzas de trabajo, la urbanización y la difusión de
una mentalidad moderna, el surgimiento de las nuevas clases medias y la cristalización de
nuevos valores, usos o comportamientos sociales…‖. Linz, J. J.: ―La frontera sur de Europa:
tendencias evolutivas‖, REIS, núm. 9, 1980, p. 9. Vid. Montero, J. R.: ―Iglesia, secularización
y comportamiento político en España‖, REIS, núm. 34, abril-junio 1986, pp. 131-159,
conferencia de las Jornadas Iglesia católica y regímenes autoritarios y democráticos
(Experiencia española e italiana), Departamento de Derecho Eclesiástico de la Universidad de
Cádiz, Jerez (Cádiz), octubre de 1985.
142
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
esto no significa que su abandono se oriente hacia la indiferencia y el
ateísmo186.
Entre 1966 y 1967, y fruto de la presión en la calle, el gobierno
español aprueba un paquete de reformas ―liberalizadoras‖, entre las que
figura la Ley sobre libertad religiosa (1967)187. Casimiro Morcillo, presente
durante su discusión en la comisión en las Cortes, recurre a la ―neutralidad‖
de los prelados: ―[…] pues a los restantes Procuradores es a los que
corresponde aprobar el proyecto‖188, mientras Enrique y Tarancón lamenta
que durante su tramitación: ―[…] algunos procuradores hayan hablado en
las Cortes en nombre de la Iglesia cuando únicamente defendían ideas
políticas‖, al tiempo que critica ciertas argumentaciones pseudoteológicas
que vierten ciertos procuradores-obispos en contra de la Ley189.
186
Aunque los datos estén un tanto ―hinchados‖ -a causa de la presión social existente- la
percepción es que un descenso muy importante se ha producido.
187
Entre 1966 y 1969 se promulgan un conjunto de leyes referentes a creencias religiosas,
representación familiar en las Cortes, medios de comunicación y al modelo futuro de Estado.
Entre las leyes más destacables, además de la mencionada, figuran la Ley de prensa (15-51966), Ley Orgánica del Estado, sometida a referéndum del pueblo español (14-12-1966), y
Ley de representación familiar (1967). Vid. la obra de la historiadora italiana Carli, R. de: El
derecho a la libertad religiosa en la transición democrática de España (1963-1978), Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2009.
188
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10670. Por su parte Blas Piñar, presente en la
comisión, sostiene: ―[….] El proyecto concede a los católicos la libertad, pero ésta no
garantiza para la Iglesia católica. Y hay que dársela, no en base a la dignidad de la persona
humana, sino a que la católica es la única religión verdadera‖. Sesión de 5-5-1967. Ibídem.
189
Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., nota 42, p. 387-388.
143
―La otra Transición de la Iglesia…
La Ley 44/1967, de 28 de junio, sobre el ejercicio del derecho civil a
la
libertad
en
materia
confesionalidad
del
Fundamentales,
donde
religiosa,
Estado,
se
regula
cuestión
define,
ya
su
compatibilidad
proclamada
indeleblemente,
su
en
las
con
la
Leyes
confesionalidad
católica. Si bien es cierto que esta Ley permite a otras creencias realizar
actos religiosos, amén de otras actividades dentro del marco jurídico legal,
no supone una libertad completa. Ciertas minorías, como los protestantes,
deben inscribirse como asociaciones sujetas a muchas limitaciones. En un
informe elevado a la comisión de libertad religiosa del ministerio de Justicia
aparecen denuncias del colectivo en Albacete: ―[…] los protestantes
rechazan la Ley. La Convención Bautista, últimamente celebrada en Albacete
habrá contribuido a robustecer esta impresión‖190.
La jerarquía arguye que se trata de una ley a todas luces en clara
contradicción con la declaración conciliar. Sin embargo, cuando en el acto de
presentación del documento La realidad católica en España los periodistas
preguntan a José Guerra Campos, si la nueva Ley no guarda los preceptos
conciliares, el obispo responde: ―Es imposible demostrar que la ley sea
190
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10670. En referencia a los protestantes, y la
defensa a ultranza de la confesionalidad católica del Estado, existen numerosos antecedentes
del que fuera arzobispo de Toledo, el cardenal Pedro Segura quien, en 1952, observa una
invasión de lo público por la publicidad protestante: ―[…] se está violando de continuo la ley
de la Unidad Católica española, por medio de la propaganda hablada y escrita que tiene lugar
fuera de sus templos (protestantes), o sea fuera del culto privado, con gravísimo detrimento
para la Religión Católica, que es la del Estado. En su virtud, se debe denunciar a los poderes
públicos y éstos están en el deber estricto de prohibir, cohibir y aún castigar, según sus
leyes, esta propaganda, así como las predicaciones de los llamados ‗pastores protestantes‘
que se hacen fuera de sus templos…‖. Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Sevilla (BEAS),
año 1952, p. 739.
144
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
anticonciliar‖191, si bien ya habla de una pérdida de trato al grupo religioso
más importante y decisivo del país:
―[…] un Estado puede preferir una religión aun cuando sus habitantes
se repartiesen en diversos grupos religiosos, si estima, por ejemplo, que
favorece de manera más eficaz el desarrollo social del país […] era, al fin y al
cabo, un servicio prestado a todo un país, y no una excepción en provecho
de un grupo de personas […] porque dicho grupo si se considera que
constituye una religión, es el vehículo de un servicio que el Estado cree poder
y deber ofrecer a todo el país, y en cuanto tal no es un privilegio‖192.
Pocos meses después de la aparición de la Ley, la CEE hace público
Exhortación sobre libertad religiosa (22-1-1968), un texto reduccionista de
la declaración conciliar, donde requiere su necesario reconocimiento en el
ordenamiento civil, y explicando el verdadero sentido sobre el derecho civil
que el Estado tiene obligación de tutelar, sin intervenir en las decisiones
religiosas de los ciudadanos, considerando su vida religiosa, libremente
ejercida, como una parte importante del bien común.
De las manifestaciones que surgen en la cúpula de la Iglesia española
se desprende que los obispos la juzgan a dos bandos; unos refrendando la
nueva Ley y evitando que sus efectos prácticos lleven a situaciones
191
Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 363. Más adelante recoge
una frase del obispo que revela cómo se impone la mayoría, contraria a los preceptos de
Roma, frente al texto alternativo de la minoría aperturista, ―que los obispos han evitado
abordar en forma colegiada‖. Ibídem, p. 388, nota 53.
192
Ibídem, p. 356.
145
―La otra Transición de la Iglesia…
perjudiciales a la propia Iglesia católica, y otros llevando a cabo una clara
campaña por aminorar el sentido de la Ley. Es el caso de Laureano Castán,
obispo de Sigüenza-Guadalajara, que atribuye a la Ley cierto ataque sobre
los ―débiles en la fe‖ y la aparición de los protestantes en la provincia:
―[…] No podemos dejar de mencionar los problemas que plantea
ineludiblemente la Libertad religiosa. Este derecho, reconocido por el
Vaticano II y aceptado por la Ley civil española, de los individuos y grupos
sociales a que ‗en materia religiosa ni se obligue a nadie a obra contra su
conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, en privado y en
público, solo o asociado con otros, dentro de los límites debidos‘. ¿Es siempre
bien comprendido y practicado? ¿Hasta qué punto respeta estos límites un
proselitismo ejercido sobre los pobres o débiles en la fe? No es un secreto la
propaganda realizada por algunos grupos religiosos, que no siempre brillan
por su sentido ecuménico. Bastantes de nuestras parroquias han recibido
visitas de esta clase, con venta de folletos, ediciones de la Biblia, etc. Es
conocida la instalación de algún grupo protestante en la Capital de la
provincia‖193.
Por su parte, José Guerra Campos mantiene, en Confesionalidad
Religiosa del Estado (1973), continúa manteniendo que la relación de
privilegio del catolicismo con el Estado, frente a otros credos, debe
perpetuarse en el tiempo, pues la confesionalidad del mismo no entra en
contradicción con lo aprobado en el Concilio:
193
Castán Lacoma, L.: ―Exhortación pastoral sobre la Semana de oración por la Unidad‖,
Boletín Oficial del Obispado de Sigüenza-Guadalajara (BOOSG), núm. 2200, abril, 1971, pp.
215-216.
146
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Ahora, antes de recordar en forma positiva la enseñanza de la
Iglesia, es necesario apartar del camino una interpretación equivocada del
Concilio Vaticano II. Hay quienes propalan que el Concilio, al defender la
libertad religiosa, ha excluido la confesionalidad o, al menos, invirtiendo la
posición tradicional de la Iglesia, la mantiene sólo como una hipótesis poco
deseable‖194.
El obispo apostilla que el principio legal de confesionalidad ha sido
aprobado dos veces en referéndum en los últimos veinte años: ―[…] antes y
después de la declaración conciliar sobre libertad religiosa‖195.
194
Guerra Campos, J.: Confesionalidad religiosa del Estado. Equívocos y una interpretación
infundada del último Concilio, conferencia impartida en la Asociación de Universitarias
Españolas de Madrid y en la Cátedra de Francisco Suárez de Bilbao, en Cuadernos de Teología
de la Facultad del Norte de España, revista Burguense, 14-2-1973, pp. 393-413, editada
posteriormente en el BOOC, núm. 13, noviembre de 1973, pp. 491-515; también en Ed.
Hermandad Nacional Universitaria, Madrid 1973. Sus justificaciones sobre el porqué de esa
acción ―didáctica‖ están en el BOOC, año 1976, bajo el título ―Relaciones institucionales entre
la Iglesia y el Estado‖, pp. 37-39.
195
Ibídem. Se refiere a los Principios del Movimiento Nacional, Art. 2º ―La nación española
considera como timbre de honor el acatamiento de la ley de Dios, según la doctrina de la
Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la
conciencia nacional que inspirará su legislación‖; Fuero de los Españoles, Art. 6º, tras su
nueva redacción en 1966 para acomodarlo a la declaración del Concilio Vaticano II, con
aprobación de la Santa Sede y con el dictamen favorable de la Conferencia Episcopal: ―[…] La
profesión y práctica de la Religión Católica, que la del Estado Español, gozará de la protección
oficial. El Estado asumirá la protección de la libertad religiosa, que será garantizada por una
eficaz tutela jurídica que, a la vez, salvaguarde la moral y el orden público‖ (cfr. Discurso del
Jefe del Estado ante las Cortes, 22 de noviembre 1966); así como la Ley de Sucesión, de la
que el autor destaca que todos debieran releer, de su Art. 1º: ―España, como unidad política,
es un Estado católico, social y representativo, que, de acuerdo con su tradición se declara
constituido en Reino‖. Ibídem, p. 503.
147
―La otra Transición de la Iglesia…
Vicente Enrique y Tarancón destaca, en 1978, el ímprobo esfuerzo y
desgaste que supuso para la Iglesia aquel debate:
―[…] no se trataba solamente de renovar la conciencia de nuestra
iglesia y de nuestros cristianos sino que había que arrostrar también la
necesaria crítica de nuestra misma tradición histórica, algunos de cuyos
elementos como la unidad católica y la confesionalidad del Estado se
consideraban todavía como presupuestos y elementos integrantes del
ordenamiento político entonces vigente‖196.
196
Conferencia en el Club Siglo XXI (28-6-1978). Enrique y Tarancón, V., González, M. y
Jubany, N.: ―La Iglesia en España hoy‖, en Iglesia y política en la España de hoy…, Op., cit.,
p. 67, texto de la conferencia en el Club Siglo XXI (22-5-1979). Sobre el mismo asunto: Vid.
Mostaza Rodríguez, A.: "Régimen de confesionalidad y de laicidad o separación: valoración y
perspectivas", Miscelánea Comillas, v. 35, nº 66, 1977, pp. 39-75.
148
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
149
―La otra Transición de la Iglesia…
Capítulo II. La presión de las bases hacia una “Transición eclesial”
en CLM
II.1. La temprana combatividad de los movimientos obreros de AC
de Albacete contra del régimen
El interés de la Iglesia por elevar a categoría de Estado los asuntos
sociales se ven reflejados en algunos de sus documentos. A finales del siglo
XIX recuerda a los gobiernos del orbe sus deberes a la hora de atacar
aquellos aspectos que generan las desigualdades (Encíclica Rerum Novarum
de León XIII, 1891). Todo, eso sí, en un marcado discurso moderado donde
se apela a una repartición equitativa de las cargas, abogando por el
desarrollo del progreso en industria y comercio para ―mejorar grandemente
la suerte de la clase obrera‖, y evitar con ello el intervencionismo (la
amenaza socialista).
En España se vive un momento de irreligiosidad ascendente en el
campesinado. La jerarquía opta por instar a la creación de cooperativas
rurales a través de AC, una organización que servirá de instrumento
controlador de posibles desviaciones -y baza negociadora con el Estado-,
agrupando en sus bases un movimiento de masas que se mantenga alejado
de movimientos democráticos o socialistas197.
197
Hermet, G.: Op. cit., pp. 213-217. Como analiza Esdalie: ―[…] Rerum Novarum constituyó
una nueva vía para los católicos españoles que estaban convencidos de que la difusión de la
‗irreligiosidad‘ debía combatirse por otros medios que limitarse a extirpar las doctrinas
impías, reforzar la moralidad cristiana y alentar la devoción popular. Bajo el impulso de la
organización laica conocida como Acción Católica, se realizó un gran esfuerzo para llegar al
150
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Como afirma Carmona Fernández, desde el catolicismo social la
Iglesia promueve la participación y creación de sindicatos y partidos con el
fin de que los católicos puedan reafirmar, y hacer resurgir, los valores
cristianos, ampliando la presencia de la institución en el ámbito público198.
Pero la Iglesia no es un bloque homogéneo sin fisuras en sus
planteamientos. A partir de los años cuarenta del siglo XX, y a pesar del
control de la jerarquía sobre AC, sus movimientos obreros, inicialmente
HOAC y JOC, optan por la praxis en defensa de las mejoras laborales de los
trabajadores, anteponiéndolo como objetivo a la evangelización tradicional,
superando a la Iglesia como institución. Los primeros conflictos derivados de
ese interés por las ―cuestiones terrenales‖ generan recelos en el régimen199.
campesinado del norte de España, aun mayoritariamente católico, mediante actividades la
formación de cooperativas rurales. Como estas iniciativas iban combinadas con una denuncia
constante de los males del liberalismo, el descontento con el caciquismo se intensificó
sobremanera. En suma, en 1898 gran parte del norte de España asistía a todo tipo de
protestas de cariz antiliberal. Con todo, el movimiento tuvo menos resonancia de la que
parecía merecer, pues los pequeños propietarios movilizados en muchos casos no eran sino
instrumentos de la Iglesia católica o de la elite terrateniente‖. Esdalie, CH. J.: ―Historia de
España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, p. 173, en Lynch, J. (Coord.): Historia de
España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona, 2009.
198
Carmona Fernández, F. J.: ―Cristianismo, laicismo y laicidad‖, en Historia del Cristianismo
IV. El mundo contemporáneo, del autor, Trotta, Madrid, 2010, pp. 19-26.
199
Desde 1940 algunas bases estudian la necesidad de organizar, dentro de ACE, el
apostolado obrero. Los embriones de las HOAC hay que buscarlos en las asociaciones
católicas, como la Hermandad Ferroviaria de Santa Teresa en Madrid, fundada en 1941.
Hermet, G.: Op. cit., pp. 228-232. En mayo de 1946 los obispos acuerdan la fundación de la
HOAC como movimiento especializado para los obreros adultos. Ignacio Zulueta es su primer
consiliario, junto a Santiago Corral; éste último ofrece a Guillermo Rovirosa desarrollarla. La
JOC, tiene su origen en 1924, por el sacerdote belga, después cardenal, Joseph Cardijn, con
151
―La otra Transición de la Iglesia…
Numerosos militantes católicos optan por significarse en el plano
social y político, junto a miles de ciudadanos que no encuentra válido el
sistema de democracia orgánica instaurada con la Ley del Referéndum
Nacional (1945), con la que se quiere dar un barniz al sistema corporativista
patente200. Esta movilización, a juicio de Javier Tussell, no supuso que AC
continuara siendo mera comparsa del régimen:
―[…] Por fin existía un catolicismo que, mediante la afiliación a este
tipo de organizaciones de apostolado daba la sensación de querer un
protagonismo en la vida nacional. Sin embargo la realidad es que no sirvió
el fin de perseguir la precariedad e inseguridad de los trabajadores, la falta de un porvenir
para sus hijos, y con ello evitar la exclusión social y violencia. HOAC y JOC contarán en sus
filas con militantes de la izquierda y organizaciones sindicales de clase clandestinas. En 1947,
cuando en Vascongadas (País Vasco), se crea el Consejo Vasco de Resistencia Sindicalistas de
UGT, CNT y STV (la católica y nacionalista Solidaridad de Trabajadores Vascos) y se induce a
la huelga, sus líderes son duramente represaliados, por lo que muchos seguidores optan por
infiltrarse en los cauces asociativos de HOAC y JOC. Sus militantes están presentes en los
inicios de las Comisiones de Fábricas (Euskadi, 1956), precedente de las Comisiones Obreras
(CCOO) de Asturias (1962). Sobre JOC en el País Vasco, Vid. González de la Cruz, J.: Del
compromiso social al obrerismo nacionalista: la JOC durante el franquismo en el País Vasco,
VI Jornadas de Estudios Histórico Locales: El Trabajo en Euskal Herria, Cuadernos de
Historia-Geografía (30), Donostia-San Sebastián, pp. 273-281.
200
El corporativismo franquista permite la participación política a través de las corporaciones
sociales
tradicionales
como
la familia,
el municipio,
el
sindicato
(alejado
de
clase),
organizaciones eclesiásticas o el partido único, en el plano estrictamente político. La esencia
del poder procede de Dios que lo deposita en la comunidad para que ésta lo delegue en quien
procure el bien común; todo hombre tiene derecho a participar en las decisiones colectivas,
pero como miembro de la comunidad, por lo que queda excluido el sufragio universal y los
partidos políticos. En el artículo dos de los Principios Fundamentales del Movimiento se dicta
el compromiso a acatar las normas doctrinales de la jerarquía católica.
152
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
para eso. La Acción Católica en muchas ocasiones se quedó en comparsa de
esta omnipresencia del mundo católico en la vida pública‖201.
No opina lo mismo Rafael Díaz-Salazar quien ve en esos inicios el
germen de una nueva cultura política de izquierdas, que luego se conforma
en nuevos cauces de participación, a través de nuevos grupos religiosos u
organizaciones202.
Lo que sí es cierto es que en el ámbito interno de la institución
comienza a resquebrajarse su unidad, por lo que conviene analizar, como
dice Cárcel Ortí, el enfrentamiento que se produce en el cuerpo de la misma,
durante el largo periodo de desestabilización del régimen que ahora se
inicia203.
201
202
Tusell, J.: Los hijos de la sangre. La España de 1936 desde 1986. Madrid, 1986, p. 182.
Según Díaz-Salazar: ―[…] si se analizan detenidamente la ideología, la teoría y los
planteamientos de las nuevas organizaciones de izquierda que surgen en el franquismo
impulsadas por personas religiosas (por ejemplo, USO, las primeras CCOO, FLP, AST-ORT,
SOC, COAG, primer movimiento pacifista, primer movimiento ciudadano, primer movimiento
de cultura popular, primeras ONGs de solidaridad con el Tercer Mundo, movimientos
nacionalistas…)
pueden
detectarse
rasgos
específicamente
cristianos,
traducciones
sociopolíticas de valores propios de la cultura religiosa del cristianismo emancipatorio. No
existe, por supuesto, una traslación mecánica del texto evangélico a la nueva ideología
política, pero sí existe una influencia muy directa de la cultura religiosa evangélica en
determinada cultura política antifranquista‖. Díaz-Salazar, R.: ―Política y religión en la España
contemporánea‖, REIS, núm. 52, 1990, p. 70.
203
Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 23. El texto recoge otras
referencias: ―[…] las pastorales de Tarancón, en los años cincuenta, siendo obispo de
Solsona; las inquietudes de intelectuales católicos como Aranguren y sus ‗Conversaciones de
Gredos‘; los movimientos obreros de Acción Católica, ‗semillero de izquierdismo‘ […] y el
153
―La otra Transición de la Iglesia…
Los movimientos consiguen, en la reunión de presidentes diocesanos
de
AC
(La
Granja,
Segovia,
1955),
el
espaldarazo
definitivo
a
la
especialización, una cuestión que había deteriorado las relaciones con su
compromiso social y político de algunos clérigos que daban protección a la resistencia contra
el Régimen y que participaron activamente en ella‖. El mismo autor precisa en otro texto:
[...] surgieron ya en la década de los 50 posturas activamente críticas respecto al régimen
vigente, desde motivaciones de fidelidad al Evangelio y a sus exigencias, promovidas primero
por
minorías
principalmente
juveniles
de
movimientos
apostólicos
y
más
tarde
y
gradualmente a través de sectores cada vez más amplios de cristianos, incluso obispos y
sacerdotes‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 32-36. Enrique y Tarancón,
obispo de Solsona, es tildado de ―rojo‖ por una pastoral de 1951 que sienta las bases de un
comunicado de la Conferencia de Metropolitanos, reivindicando un salario decente para los
trabajadores, al tiempo que denuncia la especulación. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…,
Op. cit., pp. 112-114. Algunos obispos ven en estas opciones una ―deserción‖, síntoma del
debilitamiento de la fe y la moral en el pueblo español. El propio Tarancón envía una carta a
los sacerdotes de su diócesis, preocupado por la situación: ―[…] El ambiente de cruzada y de
reacción contra el laicismo no ha cuajado en nuestro pueblo […], la moralidad iba
descendiendo antes de la guerra y ha dado un bajón terrible después de la misma‖. Martín
Patino, J. M.: ―La Iglesia de la transición‖…, Op. cit., p. 226. Es un momento en el que, según
Callahan: ―[…] La política social volvía a aparecer como una de las mayores preocupaciones
de la Iglesia‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 317.
Según Martín Patino: ―[…] Dos decenios antes de la muerte de franco, los movimientos
obreros de la Iglesia consiguen cambiar el signo de las demandas y servicios entre los
sistemas eclesial y político […]. Curiosamente como observa Ruiz Rico (1978) ‗aunque las
transacciones entre el sistema eclesial y el político (durante el decenio de los cincuenta)
discurren por cauces relativamente cómodos, en el interior de cada uno de estos sistemas se
están produciendo una serie de transformaciones…‘. Hasta la década de los sesenta no se
manifiestan los conflictos internos de la Iglesia ni su enfrentamiento con el régimen
franquista‖. Ibídem. Otro historiador que fija fechas para esa transformación en las bases es
Feliciano Montero: ―[…] el proceso de ‗despegue‘ de la Iglesia católica respecto del Régimen
franquista, que se opera en el plano de la Jerarquía en los cuatro últimos años del Régimen,
pero que comienza en las bases católicas desde mediados de los años cincuenta‖. Montero,
F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 17.
154
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
jerarquía204. Un año después AC ve removerse sus cimientos con la reforma
de sus Bases (de 1939), de las que destacamos algunos de sus principios:
a) Asimilan la teología de Pío XII sobre el laicado, y son la línea
más avanzada de la Iglesia.
b) Se consagra la estructura organizativa de la especialización: los
movimientos especializados estarán regidos por Comisiones
Nacionales conectándolos con el órgano supremo rector de la
rama correspondiente, siendo cada uno de los presidentes
nacionales de Movimiento, vicepresidentes del Consejo Nacional
de la rama. Por tanto se refuerza la unidad dentro de cada
Movimiento, al conceder a las Comisiones Nacionales fuerza
directiva sobre las unidades diocesanas, supuesta la aprobación
del obispo (se subraya la subordinación a los obispos).
c) Se eliminan las asociaciones adheridas, con lo cual se consuma
un cierto ―cisma en el apostolado seglar‖, al quedar la AC como
una asociación excesivamente singular. Se mantienen las
asociaciones filiales como Cáritas Española, Manos Unidas y los
Centros de Cultura Popular.
d) Se plantea la responsabilidad de la AC respecto al bien
temporal, proponiéndose sólidos principios, si bien en relación
204
Según el profesor Montero: ―[…] Si bien es cierto que las primeras especializaciones
obreras habían provocado ya en 1951 los recelos y la censura de las autoridades del régimen
(suspensión del periódico Tú, de la HOAC), y por ello, seguramente, la definición el estatuto
jurídico de la ACE en el Concordato (de 1953) fue uno de los temas conflictivos en la fase
final de la negociación.‖ Montero, F.: La Acción Católica y el Franquismo. Auge y crisis de la
Acción Católica especializada. Madrid, Aula Abierta, UNED Ediciones 2000, pp. 34-35.
155
―La otra Transición de la Iglesia…
con la política hay una visión más restringida: ―[…] se mantiene
por encima y al margen de los partidos políticos‖, si bien esto
―no quiere decir que sus miembros, individualmente, deban
desentenderse de toda acción política‖.
e) Se introduce un cambio radical en el método de formación
apostólica
en
conformidad
con
la
metodología
de
los
movimientos especializados (método de encuesta-revisión de
vida).
Con estas premisas surgen, desde la jerarquía, distintas vías para
relacionarse con los movimientos de AC y los seglares. Vicente Enrique y
Tarancón, entonces obispo de Solsona, sostiene que deben potenciarse los
―centros especializados‖ en el plano parroquial, sobre una base territorial
supraparroquial, potenciando la comarcalidad y regionalidad. Laureano
Castán, obispo de Tarragona, recela del peligro de la creación de esas
direcciones regionales: ―[…] Actualmente las directrices que vienen de los
organismos centrales, ya son a veces un poco ‗interferidas‘. Acaso esas
direcciones regionales fueron más bien una barrera para la verdadera
unidad nacional de AC tan querida por los Papas […]‖205. Respecto a la
potenciación de la ―especialización‖, para Castán ya estaba suficientemente
reconocida y encauzada en las anteriores bases.
HOAC, JOC (con actividad independiente desde el congreso de
Valladolid de 1956, llegando a movilizar más de 150.000 militantes en toda
205
Montero, F.: La Acción Católica y el Franquismo… Op. cit., pp. 37-38.
156
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
España206) y Juventud Estudiante Católica (JEC)207, encuentran el terreno
abonado en una juventud concienciada en la insolidaridad con el pasado, la
sinceridad agresiva, el afán desmedido de autenticidad, el tecnicismo, la
honda preocupación social y la excesiva confianza en sí mismos. Además los
Movimientos se convierten en ―refugio‖ para militantes de izquierda en la
clandestinidad, donde expresar sus ideas bajo la complicidad de sacerdotes,
militantes provenientes de aquellos en su juventud, y eludir la acción
represora del régimen que no puede prohibir supuestas convocatorias de
índole
religiosa,
realizar
arrestos
o
desalojos
por
la
policía
sin
el
consentimiento de los obispos, gracias al privilegio derivado del Concordato
206
Martín Patino, J. M.: ―La Iglesia de la transición‖, en Memoria de la Transición, El País,
Madrid, 1995, pp. 224-225. Es tal la fuerza que ejerce sobre la cúpula de la Iglesia que, en
1961, el obispo de Bilbao, Pablo Gúrpide, un prelado de opiniones conservadoras, critica ante
la JOC al gobierno por no incrementar el salario de los trabajadores. Ese mismo año, Juan
XXIII rubrica la encíclica Mater e magistra, todo un llamamiento a la justicia social.
207
El movimiento Juventud Universitaria Masculina de Acción Católica (JUMAC) y la JUFAC
(femenina), nacen en el curso 1946-47. Junto a Juventud de ACO (JOAC), con raíz de los
estatutos de 1939 previos, por tanto, a la ―especialización‖, viven su transición de JUMAC a
JEC tras los nuevos estatutos de 1959. Hasta la crisis de 1967 su modelo se enmarca en:
―[…] la lucha por un sindicato democrático de estudiantes, y de forma global, por la apertura
de un proceso de democratización‖. Montero, F. (Coord.): (Coord.): Juventud Estudiante
Católica (1947-1997), JEC, Madrid, 1998, p. 16. JEC y el IMCS (International Movement of
Catholic
Students)
se
crean,
a
movimientos católicos estudiantiles,
nivel
grupo
europeo,
fundador
en 1921,
como
de Pax
Romana
federación
de
(organismo
los
para
reconciliar países divididos tras la I Guerra Mundial). Actualmente, Pax Romana está
integrada por ICMICA (International Catholic Movement for Intellectual and Cultural Affairs).
La Coordinadora Europea del JECI-MIEC (IYCS-IMCS) promueve procesos de educación
intercultural y la participación en la vida social y política de los jóvenes con la Iglesia.
157
―La otra Transición de la Iglesia…
vigente. Las claves por las que se consiguen esos espacios de ―libertad
intraeclesial‖ se deben, según Piñol:
―1. Su sensibilidad eclesiológica e histórica, atenta a las corrientes
progresistas europeas, incluso antes del Vaticano II y a los signos de
evolución que ya se manifestaban en la sociedad española. 2. Un realismo
evangélico
capaz
de
superar
tanto
el
purismo
estéril
como
el
colaboracionismo cómplice de la epopeya nacionalcatólica y, a la vez, de
sacar
partido
del
instrumento
concordatario
–un
Concordato
que
paradójicamente perseguía objetivos de signos absolutamente contrarios- en
beneficio de toda la sociedad‖208.
La situación, de represión en muchos campos, en el país va
haciéndose insoslayable, por lo que se eleva la tensión en la calle. Ahora
bien, tal sensibilización social encuentra distintos grados de seguimiento,
según la realidad histórica, social y política de cada contexto209.
208
Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 22. Ibídem, pp. 22-24.
Piñol añade: ―[…] Es verdad que los golpes de báculo fueron innumerables pero también lo es
que la relativa libertad de ciertas minorías seglares se explicaba por la curiosa mentalidad
patriótico-castrense de numerosos obispos oficialistas. Ellos consideraban sólo ‗clase de tropa‘
a los seglares, aferrándose a la idea jerárquica de que si ‗cerraban filas‘ los clérigos imperaría
ipso facto el orden y la disciplina en sus diócesis […]‖. Ibídem.
209
Piñol argumenta: ―[…] La suerte de los seglares con inquietudes y que no comulgaban con
los mitos del nacionalcatolicismo fue distinta según las diócesis y las regiones. En todo caso,
partían con ventaja respecto de los sacerdotes y religiosos porque su lectura de los signos del
tiempo se adelantó al menos en un decenio a la de la mayoría de los clérigos. Además,
quienes empezaron a militar en algunos movimientos laicales y en los de jóvenes de la AC
especializada, adquirieron pronto el coraje de resistir ante las presiones de los adultos de AC
y de los obispos que seguían profesando el credo nacionalcatólico puro. Hoy asombra la
158
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En CLM, la militancia de las bases católicas ha sido valorada, hasta
aquí, como un mero conglomerado social con un alto componente de
―seguidismo‖ al poder -por tanto también a la Iglesia-, donde apenas son
importantes los movimientos reivindicativos y la conflictividad social que
desencadenan. El control ejercido por los obispos de las diócesis castellanomanchegas, de gran calado conservador, supone una de las indudables
represas que coartan tales iniciativas210.
En el caso de Albacete, que viene a contradecir en parte ambas
premisas, los movimientos obreros y especializados de AC se instauran y
evolucionan, en gran medida, por la autonomía cedida por el obispo Arturo
Tabera Araoz, quien permanece en la diócesis hasta 1969. En un ambiente
de adaptación postconciliar, y con su hombre de confianza como consiliario
de AC, José María Larrauri Lafuente, el obispo mantiene un llamativo
―entendimiento‖ con los Movimientos211. El propio obispo ha avalado en los
tenacidad de pequeños grupos de laicos, ya durante los años cincuenta, y lo hicieron al
margen o a pesar de los obispos‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op.
cit., p. 22.
210
Vid. Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la
transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit..., y Sartorius, N. y Alfaya, J.: Op. cit.
211
José María Larrauri, que luego fuera obispo de Vitoria (1979-1995), llega a Albacete en
1950 donde ejerce como canciller secretario del Obispado, director del Secretariado
Diocesano de Misiones, consiliario diocesano de Jóvenes de AC, además de rector y profesor
del Seminario Mayor. En 1970 acompaña a Tabera como obispo titular de Ofeno, y auxiliar
del Cardenal en Pamplona, hasta 1974, cuando, a propuesta de la CEE, es nombrado director
de las Obras Misionales Pontificias. Sobre el tándem entre Tabera y Larrauri, F. J. Fernández
opina: ―[…] Le tocaron (en referencia a Tabera) los días del Concilio y en los que el Papa
quería el desenganche de la Iglesia de España de la situación política. Y jugó ambas bazas
159
―La otra Transición de la Iglesia…
años cincuenta, a HOAC, que se nutre principalmente de los trabajadores de
la ―Maestranza Aérea‖, de la base militar de Los Llanos)212. El crecimiento
del Movimiento es imparable en Albacete a partir de 1960. En ese mismo
año, la memoria del gobierno civil califica de ―discreta‖ la acción política
comunista, ya que según sus fuentes apenas se observa ―actividad que
merezca ser mencionada‖, pero de HOAC destaca sus críticas al régimen,
sus reivindicaciones sobre la mejora en las condiciones laborales de los
trabajadores, al tiempo que denuncia la infiltración de marxistas en sus
filas:
―[..] La H.O.A.C. es la que ha desplegado una mayor actividad
propagandística cerca del elemento obrero, la que aun cuando en apariencia
se refiere a la formación moral y religiosa del mismo, es lo cierto que en sus
intervenciones orales o escritas dirige duras críticas contra el sistema social
con evidente éxito personal pues llegó al cardenalato. Pero significó un muy mal comienzo
para la diócesis con el clero revolucionado, enfrentado y politizado. A la espera del premio
prometido, o esperado, nombró vicario general a un sacerdote todavía más progresista que
él, pues pienso que el claretiano lo aparentaba más que lo sentía, y más politizado que él. Y
creo que también podríamos decir lo mismo de su politización que de su progresismo‖.
Fernández
de
la
Cigoña,
F.
J.:
―El
parto
de
Albacete‖,
http:
//blogs.periodistadigital.com/laciguena, 9-8-2006.
212
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 39, recogido del BOEA, núm. 5-6, 1957, pp. 99-106. En
vísperas de la celebración de la asamblea nacional del Movimiento de ese año, el propio
Tabera incita a que asistan representantes locales. Para ello, encarga al consiliario de la
Hermandad Ferroviaria que se desplace a dicha asamblea. El primero de mayo de 1957
Arturo Tabera respalda el discurso de Plá y Deniel: ―[…] No siente, por tanto, con la Iglesia
quien no le reconoce el derecho de formar Hermandades Obreras para el apostolado obrero,
al igual que Asociaciones Patronales para el apostolado patronal…‖. Ibídem.
160
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
actual, censurando disposiciones en materia laboral y demostrando una
franca oposición a la organización sindical, todo lo cual produce la excitación
consiguiente en gente no preparada para enjuiciar adecuadamente tal
problema político, máxime si se tiene en cuenta que muchos de los que
integran la H.O.A.C. proceden del campo marxista y encuentran en la
organización si no una libertad absoluta sí un ambiente propicio para
fomentar el odio hacia las clases superiores, creando de esta forma un
descontento que aprovechan para sus propios fines políticos‖ 213.
213
Sánchez Ortega, D.: ―Una aproximación al estudio de la oposición al franquismo en
Albacete‖, II Congreso de Historia de Albacete. IV Edad Contemporánea, Albacete, IEA, 2002.
Sus observaciones se desprenden del análisis del Archivo del Gobierno Civil de Albacete
(AHPGCA). Según Martínez Hoyos los comunistas mantienen un enfrentamiento abierto con la
religión, aunque con matices: ―[…] El propio Congreso del PCE (1954) cuenta con la
participación de la Pasionaria que se encarga de recordar cómo la propaganda atea del
partido se justificaba porque la fe iba en contra de la ciencia y el progreso, además de
constituir una herramienta de la oligarquía para explotar a los obreros […]. El ateísmo, sin
embargo, no era condición necesaria para ingresar en el PCE, pensando que el obrero o
campesino abandonarían sus creencias de fe cuando conocieran el fondo de la ideología
comunista y desarrollara su conciencia de clase […]‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el
martillo…, Op. cit., pp. 24-26. Según Basilisa López la HOAC: ―[…] había logrado distanciarse
de la óptica catequética que alejaba a los obreros de la Iglesia, despojándolos de su cultura y
signos de identidad. Había conformado un modelo de presencia que huía de la tentación de
acercarse al mundo creando ‗obras cristianas‘, dando servicios, articulando sindicatos,
apoyando a partidos católicos. Pero ese modelo de presencia seglar, plural en la concreción
del compromiso y decididamente aconfesional, tenía sus limitaciones y sus riesgos;
temporalismo, dualismo, prácticas de suplencia, problemas ante el pluralismo de opciones
sociopolíticas, desequilibrios entre la formación espiritual y la formación técnica eran algunos
de los problemas que exigían una
solución que era vital para la propia evolución y
adecuación de la HOAC a las circunstancias externas cambiantes‖. López García, B.: Op. cit.,
p. 268.
161
―La otra Transición de la Iglesia…
En lo que se refiere a JOC, el Movimiento aparece en Albacete en abril
de 1951, en la parroquia de San José214. En junio, tan sólo dos meses
después, se celebra la imposición de insignias de la rama femenina, JOFAC
(de la que es su primera presidenta Isabel Moraga, quien permanece en el
cargo nueve años, hasta que le sustituye Agustina Montesinos). En
noviembre de 1955, el Movimiento está creciendo y el consiliario nacional de
JOC, Mauro Rubio, participa en la asamblea diocesana de hombres de AC215.
Al año siguiente celebran, conjuntamente con HOAC, la festividad del
primero de mayo. Su consiliario provincial, Emeterio Rodríguez, comparte el
acto con otros miembros y, como no puede ser menos en esos momentos,
con el resto de autoridades del régimen (durante algunos años se les une la
Hermandad Ferroviaria). Entre 1960 y 1970 figura como presidente
diocesano de JOC José María Roncero, quien acude a los congresos
nacionales de Valencia, Bilbao, Oviedo y Barcelona (en 1964 asiste al primer
Rally Europeo de JOC).
Los militantes de JOC y HOAC generan una densa red social en la que
participan trabajadores, vecinos, y jóvenes de distintos estratos sociales,
que
comparten experiencias
organizadas
desde
los
en
clubes
distintas
actividades,
parroquiales-,
que
-principalmente
propician
la
homogeneización de estos grupos con problemática común. Se denuncia la
injusticia en las condiciones laborales, sociales y económicas de muchas
214
BOEA, núm. 3, 1951, p. 150.
215
El domicilio social pasa de la calle de la Feria, número 17 a Ríos Rosas, donde monseñor
Tabera les cede un local, para luego trasladarse a Doctor Fleming. Sus consiliarios serán, por
este orden, Ricardo y José Antonio López Collado. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 145.
162
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
capas del país ajenos, en ocasiones, al papel real que están protagonizando,
siguiendo la teoría sobre los vínculos sociales de Florence Passy: ―[…] son
unos de los mayores canales a través de los cuales los potenciales activistas
son conectados con una oportunidad para la participación‖216.
En 1960 proponen candidaturas alternativas a las oficiales en las
elecciones sindicales, y muchos militantes de los Movimientos colaboran con
el PC y otros partidos de izquierdas clandestinos217. JOC va adquiriendo un
216
Passy, F.: ―Social Networks Matter. But How? En Diani, M. (Ed.): Social Movements and
Networks: Relational Approaches to Collective Action. Oxford University Press, 2003, p. 30.
De aquellos encuentros en las parroquias surge en Albacete, entre otras iniciativas el cineclub
―Buñuel‖ donde se dan cita católicos avanzados, comunistas, y estudiantes que llegan a
sumar, ya en 1976, cerca de 300 socios. El profesor López Villaverde resalta la importancia
de la parroquia como centro neurálgico de encuentro en la trayectoria del devenir de los
Movimientos, más allá del relato canónico sobre la contribución de la Iglesia a la transición
democrática: ―[…] están surgiendo otras lecturas en claves menos ideológicas, que subrayan
el papel más difuso, pero no menos influyente, de la parroquia. Los aún escasos pero
interesantes estudios empíricos al respecto apuntan a que los recursos humanos, físicos y
culturales de algunas parroquias contribuyeron al desarrollo de movimientos vecinales –no
necesariamente de carácter confesional-, (como veremos más adelante en algún caso) que
revitalizaron la sociedad civil del tardofranquismo, proporcionando espacios, repertorios de
símbolos y tradiciones culturales así como nuevas oportunidades de sociabilidad, que
resultaron de gran interés para un futuro marco de libertades‖. López Villaverde, Á. L.: El
poder de la Iglesia en la España contemporánea..., Op. cit., pp. 155-156. El autor cita a
Radcliff, P.: ―La Iglesia católica y la transición a la democracia. Un nuevo punto de partida‖,
en Boyd, C. (ed.): Religión y política en la España contemporánea, CEPC, Madrid, 2007, pp.
209-228 y Martín García, Ó. y González Madrid, D. A.: ―La aportación católica a la crisis del
franquismo y a la construcción de una sociedad democrática. Nuevas perspectivas desde el
análisis micro‖, en Ortiz Heras, M. y González, D. A. (Coords.): De la cruzada al
desenganche: la Iglesia española entre el franquismo y la transición…, Op. cit., pp. 291-315.
217
Hernández, A.: Op. cit., p. 48. El autor afirma que Felipe González, luego secretario
general del PSOE y presidente del gobierno entre 1982 y 1996, participa en actividades de la
163
―La otra Transición de la Iglesia…
protagonismo en el mundo laboral albacetense, llegando a ser motor de una
tímida
movilización
social,
junto
a
otros
actores,
en
las
empresas
provenientes de HOAC, principalmente en La Roda, Almansa, Caudete, Hellín
y Villarrobledo. A nivel nacional, la implicación sindical de muchos militantes
de JOC supone el embrión de la creación, durante su primer congreso, de
Unión Sindical Obrera (USO), en ese mismo 1960, y VOJ218.
JOC, para luego participar en la acción política desde Izquierda Demócrata Cristiana, con
Manuel Giménez Fernández, en 1961. Ibídem, p. 217. La JOC española sigue un proceso
paralelo a la belga y francesa en los años veinte. Se trata de una evolución desde el
anticomunismo a la participación de sus militantes en partidos de extrema izquierda. Como
ha señalado María del Carmen García-Nieto: ―[…] es el de las interacciones que dan entre el
discurso católico y el político sindical, especialmente la confrontación y/o diálogo con el
marxismo y sus aportaciones mutuas‖. García Nieto, M. C.: ―Participación en partidos y
sindicatos‖, XX Siglos, núm. 16, 1993, pp. 98-108. En el caso de Albacete, la policía detiene a
algunos militantes de JOC albaceteños: ―[…] hubo detenidos y la policía nos observaba como
si fuéramos sospechosos, debido a nuestras labores sociales de formar parte de una
organización política de izquierdas‖. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 146.
218
VOJ tiene su origen en las Congregaciones Marianas (1954). Los jesuitas también se
plantean trabajar con el mundo obrero desde JOC y HOAC o centros de Congregaciones
Marianas. El jesuita Luis María Granda, director de la Congregación, y consiliario de la JOC,
comienza a tener problemas con los consiliarios asignados al movimiento y funda el centro
Vanguardia Obrera Social (VOS) de Madrid, y VOJ. En la época de máxima expansión se dan
grupos de cierta importancia en Madrid, Asturias, Galicia, País Vasco, Castilla-León y
Extremadura. Vid. Kanzaki, I.: ―Vanguardia Obrera: Un movimiento apostólico obrero durante
el franquismo‖, Sociedad y Utopía, núm. 4, 1994, pp. 47-58.
164
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En 1962 una cifra nada desdeñable de militantes, de JOC y HOAC,
prioritariamente, participan en las huelgas de Asturias, País Vasco y
Cataluña, reivindicando el derecho a la representación sindical219.
219
Los movimientos obreros confesionales facilitan, además, la publicación y distribución de
una hoja volandera en la que se informa de lo que está sucediendo en las minas. El
documento trata de clarificar los conflictos laborales desde la perspectiva de la doctrina
pontificia, pero los presidentes de JOC y HOAC son sancionados a pagar multas de 50.000
pts. de la época. Díaz Salazar, R: Iglesia, dictadura y democracia…, Op. cit., pp. 210-212.
Cuando en junio de 1962 se celebra en Múnich la reunión del Movimiento Europeo, al que
asisten representantes de la legal Asociación Española de Cooperación Europea, estos
exponen que, si España no evoluciona hacia un sistema democrático (instituciones
democráticas y representativas, garantía de los derechos humanos y supresión de la censura
gubernamental, reconocimiento de nacionalidades y regiones, libertad sindical y derecho de
huelga, libertad de partidos políticos, etc.) el país no debería entrar en las instituciones
europeas según solicita el gobierno. Será el denominado, por el periódico falangista Arriba,
―Contubernio de Múnich‖. Los presidentes de HOAC negarán su presencia en aquella reunión
por la Circular 13/62, de 14 de junio, enviada a los Presidentes Diocesanos de la HOAC.
Sobre la presencia de los católicos y comunistas en estos conflictos, el exministro de Franco,
y luego presidente de AP, y de la Comunidad de Galicia, Manuel Fraga Iribarne, señala: ―[…]
Los grupos políticos que, hasta 1962, conversaron y llegaron a acuerdos sobre el periodo de
transición, tuvieron buen cuidado de excluir de sus negociaciones y de la posibilidad de que
en algún momento fueran agentes de la transición a los que llamaban partidos ‗totalitarios‘,
entendiendo por tales al Partido Comunista y a Falange. Desde 1962, el supuesto de la
exclusión de los comunistas comenzó a tambalearse, ante todo porque, tanto en el ámbito
universitario como entre la clase obrera, los comunistas pasaron a ocupar una posición
claramente hegemónica dentro de las distintas fuerzas de la oposición; pero además, porque
entre la disidencia, la política de ‗diálogo‘ con la que los católicos –o un amplio sector de
católicos- respondieron a la política de mano tendida iniciada por los comunistas, volvía cada
vez más anacrónica la pretensión de excluir a éstos de las asambleas y movilizaciones de
oposición al régimen‖. Fraga Iribarne, M.: Horizonte español, vol. 2, Ruedo Ibérico, 1972, pp.
234-235.
165
―La otra Transición de la Iglesia…
Estas revueltas tienen su reflejo en la región castellano-manchega
donde muchos católicos recalan en el sindicalismo de clase, primero en las
Comisiones de Fábrica, luego CCOO, como señala Pedro Oliver, siendo
protagonistas en las principales revueltas de signo laboral:
―[…] Así se explica la relevancia política y social de algunos episodios
de activismo sindical democrático, sobre todo las célebres protestas obreras
de 1962 en la industrializada comarca de Puertollano (en donde se fundó la
primera Comisión Obrera de Castilla-La Mancha), y la sucesión de luchas
sindicales de principios de los setenta en algunas grandes empresas de
Guadalajara‖220.
Laureano Castán, nombrado ese mismo año presidente de la Comisión
Episcopal de Acción Social (CEAS), trata de aplacar a los católicos
huelguistas, presionado por las quejas que llegan desde el gobierno sobre la
―disidencia católica‖. Numerosos informes del GE, así lo demuestran. Todo
indica que la misión principal del obispo será, a partir de ahora, controlar las
220
Oliver Olmo, P.: ―El franquismo en Castilla La Mancha‖, CLM. Castilla-La Mancha. La Tierra
del Quijote, nº 33, Toledo, 2004, pp. 38-43. La implicación sindicalista es imparable
acercándose, a partir de 1964, a CCOO, relacionadas con el PCE, dentro de su estrategia de
―entrismo‖ para introducirse en las estructuras del sindicato vertical: ―[…] se sirvió (el PCE)
del ‗entrismo‘ como estrategia opositora y en muchos casos supo aprovechar la figura de los
enlaces sindicales y de los líderes campesinos y cooperativistas para promocionar las
Comisiones Obreras en la región, sobre todo en Ciudad Real, corredor del Henares y
Albacete‖. Ibídem. También hay militantes católicos en las filas en la UGT, identificada con el
PSOE en la clandestinidad y se crean nuevas organizaciones como Solidaridad de Obreros
Catalanes (SOC), o la Federación Sindical de Trabajadores (FST), inspirada por miembros de
HOAC.
166
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
actividades políticas de HOAC y JOC, cuya primera consecuencia será el
cese, en 1963, del consiliario nacional de HOAC, Tomás Malagón, originario
de Ciudad Real221.
El resto de movimientos de AC en Albacete, como JAC/F, se centran,
originariamente, en jornadas y catequesis. A partir de 1961, bajo la
presidencia de Rosa Garijo Belmonte, se inicia una evolución hacia la
especialización en la línea de JOC.
Otro movimiento femenino en Albacete, JEC/F cuenta esos años con
Jesús Díaz como consiliario, y como presidenta a Carmina Belmonte. Sus
continuadores son Remigio Megías y Ana María Landete.
También cuenta con cierta implantación Juventud Independiente
Católica (JIC), en sus dos ramas (masculina y femenina JIC/F), con
221
Según Montero: ―[…] la Jerarquía eclesiástica encargó al obispo Castán Lacoma el
seguimiento y control de las actividades de la HOAC y la JOC. Los dos informes preparados
por Castán revelan la preocupación por el avance del compromiso temporal y sus
consecuencias políticas‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (19561975)…, Op. cit., p. 133. Los informes de Castán son analizados en Murcia, A.: Obreros y
obispos en el franquismo…, Op. cit., pp. 313-320. Tomás Malagón, originario de Valenzuela
de Calatrava (Ciudad Real), ejerce el sacerdocio en la diócesis de Ciudad Real donde funda la
Hermandad Ferroviaria de AC, siendo consiliario de la misma desde 1944. Allí gana la plaza
de canónigo (1948), y al año siguiente es nombrado rector del seminario menor. Como
consiliario nacional de HOAC induce a la reforma de los métodos formativos, se orienta hacia
la ―Encuesta‖, y de la identidad del movimiento, mientras en JOC se trabaja la ―Revisión de
Vida‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p.
65. En 1972 Malagón es miembro, junto a Antonio Martín, también exconsiliario de HOAC, del
equipo de representantes de las comisiones nacionales de AC -a petición de la CEAS-, para la
elaboración de unas Orientaciones sobre Apostolado Seglar, orientaciones que se aprueban el
27 de noviembre de ese año. Fallece en Madrid en 1984. Sobre la Teología social y su
relación con la naturaleza y la metodología de la HOAC, Vid. Fernández Casamayor, A.:
Teología, fe y creencias en Tomás Malagón, HOAC, Madrid, 1988.
167
―La otra Transición de la Iglesia…
miembros de la AC Independiente222. Se dan grupos JIC/F interparroquiales
en las parroquias de Fátima -con quince militantes y dos equipos de
iniciación-, el Pilar -con veintisiete jóvenes-, Buen Pastor, S. Juan y
Asunción, y en los pueblos de Almansa (con seis integrantes), Hellín (con
dos equipos y diez jóvenes), además de Villarrobledo.
También aparecen en Carcelén y Yeste las Juventudes de Acción Rural
Católica
(JARC)223,
introduciéndose
paulatinamente
en
Tobarra,
Pozo
Cañada, Alcalá del Júcar y Fuentealbilla224. José María Larrauri, consiliario
222
JIC se define como ―grupo sociológico formado por clases medias y la burguesía‖, siendo
de los más numerosos al sumarse JIC/Femenina.
223
Los años de mayor actividad de JARC van de 1968 a 1974, y pronto se incorpora al
Movimiento Internacional de Juventud Agraria y Rural (MIJAR). La formación de sus
militantes parte del método marxista, para el análisis de la sociedad, y es crítico frente a las
instituciones civiles y eclesiásticas, por lo que incomoda a la jerarquía. En las postrimerías del
franquismo JARC genera las bases del sindicalismo agrario de izquierdas.
224
Según Carrilero: ―[…] En marzo de 1964 en un informe sobre la J.A.C.E. en Albacete,
facilitado por D. Emeterio Rodríguez… funcionaban las comisiones de JIC, JOC y la JARC y
estaba iniciándose el movimiento JEC. También existían en el seno del Consejo Diocesano la
Delegación de Aspirantes, el Secretariado de Cursillos y la OAR. En el informe se valora la
unión y compenetración entre los distintos movimientos, favorecidas ambas por tener un
consiliario común y convivir en la misma casa. Se echaban en falta los dirigentes, pues sólo
había un secretario y los presidentes de los movimientos, que eran vicepresidentes natos del
Consejo. También se apuntan dificultades económicas. Se pedía un Viceconsiliario y se tenían
esperanzas de que todo fuera consolidándose‖. Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 151.
168
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
diocesano, intenta formar ACI (con casados), llegando
a liberarse, como
secretaria nacional, a Rosa Garijo225.
El resto de diócesis de la provincia eclesiástica sigue una tónica de
movilización de sus bases más tardía, y más reducida. De hecho, los
Movimientos no comienzan a tener un presencia resaltable hasta finales de
los años cincuenta y principios de los sesenta.
En la archidiócesis de Toledo, considerada desde el final de la guerra
civil el principal reducto ultracatólico de España, son las asociaciones
religiosas,
con
estatutos
marcados
por
las
principales
fuentes
del
tradicionalismo, las que priman su presencia en los recintos religiosos226.
Esta situación supone un freno para que HOAC y JOC, u otros movimientos,
se implanten con fuerza en la que luego fuera capital castellanomanchega.
225
Ibídem. Sobre los apoyos de Tabera a los Movimientos: ―[…] El Obispo entregó al
movimiento un coche (Dos caballos de la época), para facilitar el contacto de la Junta
Diocesana con los grupos de base‖. Ibídem, pp. 148-149.
226
Muchas asociaciones reducen su actividad a catequesis pre-comunión, y charlas para los
―quintos‖ que se incorporan al servicio militar obligatorio, además de las obras de carácter
benéfico. La Voz de Talavera, 22-1-1969. La toma del Alcázar de Toledo por las tropas del
bando nacional (28-9-1936) es recordada por la Hermandad de ―Nuestra Señora del Alcázar‖,
y los cadetes de la Academia de Infantería. La festividad se suprime, pero la Hermandad
continúa celebrándola con carácter político y partidista, nombrando, en 1977, al cardenal
Marcelo González ―Hermano de honor‖. Muchos pueblos mantienen la celebración de la
―liberación‖ hasta la muerte del dictador, como destacan los medios: ―Villaseca de la Sagra
celebra el XXXVII aniversario de la ―liberación‖. El Alcázar, Madrid, 19-10-1973. Sobre los
Movimientos reivindicativos en la archidiócesis Vid. Díaz Díaz, B. y Pacheco Jiménez, C.: ―Los
movimientos sociales en las postrimerías del franquismo en la provincia de Toledo (19691979)‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la Dictadura y la
Transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 239-297.
169
―La otra Transición de la Iglesia…
II.2. Guerra Campos atenaza a los Movimientos por su diálogo con
marxistas, sindicación y politización
A pesar del control que la jerarquía, sobre todo inmovilista, ejerce
sobre
las
bases,
lo
cierto
es
que
los
militantes
de
movimientos
especializados y obreros de AC, asociaciones, comunidades cristianas de
base y parroquiales, que plantean mantenerse fieles a la renovada dinámica
conciliar, va incrementándose ostensiblemente227. Al tiempo, la disminución
en el número de activos en AC general es preocupante (si en 1955 son
595.757 asociados, en 1960 desciende a cerca de 500.000)228. Las tensiones
originarias entre Movimientos y jerarquía conservadora tienen también otro
frente ante la exigencia de una mayor autonomía de funcionamiento, y el
desplazamiento en su acción hacia la política y el sindicalismo.
227
Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 41. Según plantea Piñol:
―[…] el grueso de los católicos sociológicos o de los más o menos desconcertados por las
novedades derivadas del Vaticano no llegaron a constituir realmente la denominada mayoría
silenciosa, como ocurrió en otros países, y por ello las minorías ultratradicionalistas
anticonciliares permanecieron aisladas en cierta medida en el seno de una sociedad en plena
fase de evolución; su única tabla de salvación fue el amparo interesado e incondicional por
parte
de
las
estructuras
del
poder
establecido‖.
Ibídem.
Para
Callahan
ve
la
internacionalización de la crisis como fondo de aquellos enfrentamientos: ―[…] La crispación
unilateral de algunos frente a la Jerarquía se acentuó por creer que la posición de ésta era
algo solo de España. De ahí la apelación a la Iglesia universal. En años posteriores todos han
podido comprobar lo que ya era patente en los sesenta, esto es, que los problema y los
‗conflictos‘ eran ‗internacionales‘, y que los cambios de ‗línea‘ pastoral en España no han
impedido que continuasen mucho tiempo con la misma o mayor gravedad‖. Callahan, W. J.:
La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 126.
228
En 1979, tan sólo mantienen 14.409 en sus registros, lo que, con perspectiva, da idea del
resultado de la crisis al final del periodo de nuestro estudio.
170
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Ante tal tesitura, la Conferencia de Metropolitanos nombra, en julio de
1964, a José Guerra Campos como consiliario nacional de AC. El cardenal
Fernando Quiroga Palacios espera que la fama que precede al joven obispo
por su participación en el Concilio –en la llamada al diálogo con otras
ideologías, y su conexión directa con el Episcopado, pues es secretario en la
Conferencia-, sean suficientes pertrechos para cerrar la confrontación:
―[…] Entrevemos ya, con gozo en el alma, una etapa nueva de
florecimiento de la Acción Católica, que vendrá a continuar el camino
ascensional que ha recorrido nuestra patria. Tu misión en la Acción Católica
que se verá completada y facilitada con el cargo de secretario del episcopado
español, tiene una altura, una dignidad y una belleza capaces de justificar la
entrega de la vida‖229.
Sin embargo, ya en su toma de posesión, Guerra Campos marca
taxativamente las líneas que deben seguir los militantes de AC, sin
excepción, y que son el apartidismo y alejamiento de toda inclinación a la
acción política:
―[…] Es claro que la Acción Católica, como asociación constituida por la
Jerarquía, no se extiende más que ‗hasta donde llega la misión y la obra de la
Iglesia. […] tan malo como la abstracción sería el partidismo […]. Si alguna
organización de Acción Católica, de manera sistemática, sólo acogiese o sólo
229
Ecclesia II, núm. 1029, 1964, a la sazón, órgano de información de AC, y también en
Fernández Ferrero, A.: Op. cit., p. 50.
171
―La otra Transición de la Iglesia…
permitiese estar a gusto a cristianos de una determinada tendencia, creo que
debería ponerse en guardia y someterse a una sincera revisión‖ 230.
Pero las llamadas al orden no tienen efecto. Con la promulgación, en
diciembre de 1964, de la Ley de Asociaciones, los movimientos de
apostolado seglar incrementan sus contactos con militantes clandestinos de
partidos y sindicatos231. Las amenazas del consiliario nacional con viejos
dictados de sumisión a la jerarquía, con el fin de reconducir el apoyo
incondicional de AC hacia el régimen, no son escuchadas. Los militantes y
230
Guerra Campos J.: ―Saludo del Consiliario General a la Acción Católica Española‖, (8-9-
1964), en Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 53-58; una
recopilación completa de documentos, análisis pormenorizado de los mismos, e interpretación
subjetiva sobre las causas de la confrontación con los dirigentes, principalmente, de los
Movimientos durante sus años como consiliario nacional.
231
Con la Ley 191/1964, de 24 de diciembre de asociaciones (vigente hasta mayo de 2002),
aparecen levísimos cambios sobre la participación en asociaciones, pero el impulso asociativo
se reactiva en todo el país excepto en zonas rurales, característica dominante en CLM, como
sostiene Ortiz Heras: ―[…] Se ha calificado como ‗animación socioeconómica, sociopolítica y
sociocultural del franquismo‘. En
general fue un modelo más bien estéril ideado por los
jerarcas del Movimiento Nacional convencidos de las posibilidades de crear una red nacional
de Asociaciones familiares. Una valoración superficial de la ley de 1964 nos permitirá hablar
de fracaso relativo de una forma de intervención basada en reglas represivas que proscribían
conductas y actuaciones individuales y colectivas fuera de ‗los principios del Movimiento‘. Sin
embargo, calificamos de relativo aquel fracaso por cuanto se puede pensar que en el medio
rural más despolitizado y con menor presencia de formas variadas de sociedad civil, las
directrices asociativas del Movimiento y de Falange funcionaron más y mejor‖. Ortiz Heras,
M.: ―Movimientos Sociales y sociabilidad en Castilla-La Mancha durante el segundo
franquismo‖, en Mateos, A. y Herrerín, A. (Eds.): La España del presente: de la dictadura a la
democracia, Asociación de Historiadores del Presente, Madrid, 2006, pp. 309-332.
172
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
dirigentes perseguidos argumentan que no se trata de ―una mutación en la
sustancia‖, y sí ―en cuanto a la forma y organización accidental‖.
Pero lo cierto es que los movimientos obreros y especializados de AC,
junto a una parte del clero, llevan renovándose, teórica e ideológicamente,
desde finales de los años cincuenta232. En el plano teórico han ido
abandonando gran parte de los principios de Jacques Maritain en favor de
las ideas de Emmanuel Mounier y su ―compromiso temporal‖, que muchos
interpretan como la principal inducción hacia el comunismo233.
232
Vid. Montero, F.: ―Notas para la historia de la Juventud de Acción Católica‖, separata,
núm. 3, Presencia joven (JAC, 1988), pp. 15 y ss.
233
Para Châtelet y otros: ―[…] Al margen de la proclamación del humanismo, el cristianismo
se ve enfrentado a la irritante cuestión del compromiso político. ¿Debe escoger entre los
diferentes regímenes de la ciudad de los hombres? Jacques Maritain llama a los fieles a
mantener la acción cristiana en la ciudad: ‗El cristiano no da su alma al mundo y en lo más
profundo de él: no digo solamente para que dé testimonio de Dios y de la vida eterna, sino
para que haga como cristiano su oficio de hombre en el mundo, y para hacer la vida temporal
del mundo hacia las orillas de Dios‘ (Humanisme integral, 1936)‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y
Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 144. Mounier publica, en 1949, Introducción a los
existencialismos; su obra Manifiesto al servicio del personalismo (1936), frente al Manifiesto
comunista (Marx y Engels, 1848), donde habla de las dimensiones de la persona:
personalismo y transpersonalismo, e intenta poner en marcha un pensamiento cristiano que
pueda comprometerse con lo social. Según Jaume Lorés: ―[…] cualquier cristianismo que
aspirara a ser progresista se convertía, como por arte de magia, en personalista y
comunitario‖. Lorés, J.: Societat, cultura y pensament, Ediciones 62, Barcelona 1984,
recogido en Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., p. 68. La influencia de
Mounier
entre
los
católicos
de
izquierdas,
según
Alfonso
Carlos
Comín:
―[…]
fue
especialmente importante en dos aspectos: a) El diálogo entre cristianos y agnósticos. La
colaboración de cristianos y no creyentes probaba sus posibilidades de entendimiento. b) La
problemática cristiano-socialismo. Ser cristiano y socialista era posible. Así se liberaban
muchas conciencias de la angustia que suponía optar entre permanecer cristiano o abandonar
la fe para ser fiel a la revolución social. Sin el personalismo no se puede, en efecto, entender
173
―La otra Transición de la Iglesia…
Antonio Galán, militante y presidente de la JOC provincial en Toledo
(1965-1969), narra cómo se llevan a cabo la captación y el trabajo en el
Movimiento en la Fábrica de Armas de Toledo:
―Entré, como otros muchos militantes, con catorce años, desde la
Escuela de Aprendices de la Fábrica de Armas. Me imbuyó en el tema Rafael
Torija, consiliario provincial, capellán de la Fábrica, y mi profesor de religión.
De realizar con él los ejercicios espirituales pasamos a la JOC, en un local del
arzobispado en la calle ‗Los Bécquer‘, donde vivimos los momentos más
intensos hasta comprometernos políticamente. También nos reuníamos en la
Casa Sacerdotal con Victoriano Guío y con Rafael de la Fuente, sobrino de
Torija. Se hablaba primero de los problemas que teníamos en la Escuela, de
la Revisión de Vida. Un moderador planteaba un problema de la vida real.
la historia de la izquierda tanto catalana como europea‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el
martillo…, Op. cit., p. 68. Châtelet y otros mantienen una postura contraria de Mounier, en
cierta contradicción con lo expuesto: ―[…] el ideal cristiano incita a una revolución espiritual
contra la despersonalización de las relaciones humanas en un mundo dominado por el
egoísmo, el materialismo, el capitalismo. Pero si bien Mounier niega a la burguesía capitalista
el derecho a monopolizar el Evangelio, también denuncia toda tentación marxista: ‗La
ortodoxia marxista ha dado pruebas más sangrantes del salvajismo de la razón, de lo que los
excesos de la Inquisición ha aportado a la incitación del fanatismo. El imperialismo proletario
amenaza con suceder duramente, dialéctica en mano, a los imperialismos capitalistas…‘‖.
Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner, E.: Op. cit., p. 140. Para Ruiz-Huerta también
son decisivas las influencias de otros pensadores como: ―[…] el Abbé Pierre y los traperos de
Emaús, Charles de Foucault, la Comunidad de Taizé, las obras de J. Maritain, E. Mounier y
otros pensadores del ‗Personalismo‘, que invitaban a muchos cristianos a asumir un
compromiso radical en organizaciones como Cristianos por el Socialismo, La Iglesia Popular o,
posteriormente en los partidos políticos clandestinos como el PSUC o el PCE, y otras
alternativas de izquierda radical como la ORT, la LC, la LCR, el PT‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.:
Op. cit., p. 289.
174
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
VER, porqué se daba y las consecuencias. JUZGAR, a la luz del Evangelio. El
consiliario daba la visión del Evangelio, teníamos uno reducido con citas.
ACTUAR, Cada uno actuaba con un compromiso. Y con eso se comenzaba en
la reunión siguiente. Temas religiosos y relaciones con los demás, en la
familia o los típicos temas sobre sexualidad‖
234
.
Textos de Carlos Díaz, lectura común entre los miembros de la JOC durante
aquellos años (Fotos de las portadas cedidas por Antonio Galán).
234
Antonio Galán, militante de la JOC, y presidente entre 1965 y 1969. Entrevista realizada
en Toledo (13-10-2009). Entre los motivos que le llevan a Galán a la presidencia de JOC
destaca: ―La presidencia surge de una inquietud personal. El que el consiliario, Rafael Torija,
se fijase en mí tuvo que ver con las notas de mi curso. Nos colocaban por números según la
nota, y yo estaba siempre de los tres primeros. Yo hacía proselitismo, pero quien preparaba a
los chicos y chicas eran los coadjutores. También en la JOC femenina‖. Según Piñol Pablo VI
utiliza el método de trabajo de JOC para analizar los problemas del mundo: ―[…] su aspecto
más significativo en relación con los anteriores documentos del magisterio pontificio consistía
en su ruptura metodológica, por primera vez usaba el método inductivo (y no el deductivo), a
partir de la conocida fórmula de los movimientos especializados de Acción Católica: ‗ver,
juzgar, actuar‘. […] a título de ejemplo, el documento sinodal La justicia en el mundo (1971)
o la Octogésima Adveniens de Pablo VI‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia
católica española…, Op. cit., nota 37, p. 54.
175
―La otra Transición de la Iglesia…
Los militantes de JOC, provenientes del mundo obrero y juvenil,
inician sus primeros pasos hacia la ―conciencia de clase‖:
―[…] Cuando entramos en el mundo laboral planteábamos temas en
las reuniones como el enfrentamiento con encargados y dueños de las
empresas por el trato que nos daban. Reivindicábamos mejoras en las
relaciones en el mundo laboral; comenzamos a tener conciencia de clase. El
consiliario nos hablaba mucho de lo laboral basado en Encíclicas del mundo
laboral de Pío XII, León XIII... El debate de la Constitución pastoral de la
Iglesia en el mundo moderno Gaudium et Spes, también estaba en los
seminarios, o al menos en algunos sacerdotes que empezaron a estar de
parte de los trabajadores‖235.
Las nuevas formas de evangelización generan en las bases un claro
desapego de la AC de la postguerra, la de los Centros Generales y los
Círculos de Estudio. Sus publicaciones sufren una derivación sorprendente,
según Esdalie: ―Así en Laye y en Alcalá, dos revistas intelectuales cercanas a
Falange, más laica la primera y más católica la segunda, es posible percibir
una derivación del radicalismo de algunos de sus redactores hacia un
confuso marxismo. En El Ciervo, un cristianismo autocrítico abrió el camino,
a través de la recepción de Mounier, hacia un cierto compromiso con el
comunismo…‖236.
235
Ibídem.
236
Esdalie, CH. J.: ―Historia de España. Época Contemporánea 1808-2004‖, T. 6, p. 613, en
Lynch, J. (Coord.): Historia de España Contemporánea, Editorial Crítica, Barcelona, 2009.
176
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Para Guerra Campos, cierta ingenuidad, y hasta cierta carga de
―ignorancia‖ en los militantes, son algunos de los motivos que han hecho
cada vez más visible su participación en organizaciones ―marxistoides‖:
―[…] Contagio marxista, ‗bien en la colaboración, bien en un diálogo
rebajado al plano de la mera colaboración o táctica política [...]. Al principio,
en no pocos, se trataba de una simpatía un poco ingenua (como lo
demuestra la frecuentísima confusión de ‗alienación‘ con ‗alineación‘). Esta
ingenuidad desarmaba incautamente; ya al final del proceso muchos dejan
su militancia eclesial y se ponen al servicio de políticas marxistas o
marxistoides, hostiles a la Fe y a la acción de la Iglesia‖ 237.
En su decidida apuesta por impedir la doble militancia en Movimientos
y organizaciones de índole marxista, abunda en los mensajes de Pablo VI
(en los que el pontífice rechaza la participación política en sistemas
ideológicos contrarios a la fe), para avalar sus tesis:
―[…] Pablo VI ha advertido que el cristiano en la acción política no
puede adherirse sin contradicción a sistemas ideológicos que se oponen
radicalmente o en puntos sustanciales a su fe y a la concepción cristiana del
hombre […]. Y aunque sería posible – como apuntó la ‗Pacem in terris‘distinguir entre ciertos sistemas ideológicos y los movimientos históricos
concretos […], sería ilusorio (por lo que se refiere al Marxismo) olvidar las
237
Guerra Campos, J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., p. 27. Otro
autor que culpa de la crisis de AC a la infiltración marxista en la Iglesia es Ricardo de la
Cierva. Vid. Cierva R. de la: Las puertas del infierno, Fénix, Madrid, 1995.
177
―La otra Transición de la Iglesia…
conexiones íntimas del método y la práctica política con la lucha de clases
totalitaria y el materialismo ateo‖ 238.
Pero el camino está iniciado y su confirmación se produce, a nivel
formal, en los consejos nacionales de los Movimientos. Durante el cuarto
encuentro de JEC/JECF celebrado en Cuenca (abril de 1965), se vive esa
―crisis de identidad‖: ―[…] se intentan frenar los excesos con un llamamiento
en la línea del Personalismo de Mounier‖, y se reelaboran las bases
doctrinales del Movimiento que declaran abiertamente su finalidad temporal
dentro de la Iglesia239.
Además de denunciar el ambiente de ―persecución y seguimiento‖ en
el que se encuentran sus militantes, los acuerdos de Cuenca suponen la
base para la discusión del Congreso de la Juventud en Madrid (junio de
238
Fernández Ferrero, A.: Op. cit., pp. 40-41.
239
Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., pp. 59-60. Su
base teológica se encuentra en ―La Iglesia y la realidad temporal‖, del esquema XIII del
Concilio Vaticano II, a pocos meses de la aparición de la Constitución ―Gaudium et Spes‖.
Para la elaboración de las bases se forman cinco comisiones sobre Universidad, campo de
acción, el compromiso militante JEC en estructuras, grupos para militantes comprometidos de
base, y otra sobre dirigentes. Se plantea la cuestión de cómo evitar la identificación entre la
JEC, ―y una sola opción política-temporal, señalando los riesgos de la doble militancia‖.
Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 59. JEC ha
tenido hasta aquí un presencia testimonial en la región debida, en gran medida, al escasísimo
mundo universitario. Aparece en 1964 en Ciudad Real donde, tras dos cursos intensos, su
actividad se reduce a mínimos. En Cuenca funciona entre 1965-66. En la diócesis de
Sigüenza-Guadalajara pervive de 1964 a 1970, con vacíos en los cursos 67-68. En Toledo los
cursos 1964-66, 69 y 74-78 excepto el 77; en Albacete su actividad es regular entre 196566-69, y desde 1976 se mantiene activa durante la Transición. Ibídem, pp. 306-307.
178
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
1965), donde surgirá un frente importante de movilización, entre los
movimientos juveniles, que genera la Asamblea de la Juventud de AC240.
La Asamblea, promovida por JEC, JOC y los movimientos JARC, JIC, y
Movimiento Junior (antiguos aspirantes de AC)241, congrega en Madrid a casi
dos mil delegados, bajo el lema ―La participación activa de la juventud en la
sociedad actual‖. Allí nace el ―Manifiesto de la Juventud‖ que, a pesar de
haber sufrido recortes por la censura, refleja la situación de los jóvenes
españoles con una serie de peticiones a la Iglesia, y a la sociedad, con
indudable incidencia política, tal y como señala el profesor Montero: ―[…] Era
casi imposible no dar un carácter político a una reunión de 50.000 jóvenes,
en unos momentos en que se ponían en juego en España muchas cosas‖242.
240
Según Feliciano Montero: ―[…] Se tiene también plena conciencia de la relación estrecha
entre la crisis interna y la tensión con la jerarquía. Por ello surge el diálogo con ésta como
cauces de superación de tensiones, y dejando totalmente a salvo el principio clásico de la AC
del ‗mandato jerárquico‘. La campaña aprobada en Cuenca partía de un análisis de la
situación de la universidad y del movimiento estudiantil, lo que revela la centralidad de esos
acontecimientos en la reflexión y en la acción de los militantes y del conjunto del Movimiento.
Desde la perspectiva de la JEC, la reforma de la universidad quedaba desglosada en cuatro
temas: sindicalismo (cogestión), democratización, reforma académica y formación cívicosocial‖. El pleno extraordinario, de septiembre de 1965, pone en marcha la campaña
aprobada en Cuenca bajo el lema ―La participación del universitario en la sociedad, en sus
tres aspectos: democratización de la enseñanza, educación sindical y relación con los
adultos‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 60.
241
El movimiento Junior se ocupa del mundo infantil y la realidad social que rodea a los
niños, sobre todo con mermas socio-económicas, con planteamientos postconciliares.
242
Montero, F.: ―Notas para la historia de la Juventud de Acción Católica‖, separata, núm. 3,
en Presencia joven (JAC, 1988), pp. 15 y ss. En esos momentos, los Movimientos están como se hacía ya desde principios de los sesenta-, ―en una estrecha vigilancia por parte del
Gobierno y de los obispos, especialmente en relación con el proyecto de celebración del
179
―La otra Transición de la Iglesia…
Paralelamente a los hechos narrados, en aquel abril de 1965, mientras
se rompía literalmente con los dictados de la jerarquía desde JEC en Cuenca,
y desde su cargo como obispo auxiliar de Madrid, Guerra intensifica su
campaña de desprestigio de ciertos líderes y militantes de los Movimientos,
y se dirige a un numeroso grupo de sacerdotes, futuribles consiliarios de
aquellos, con el fin de prevenirles de los problemas que pueden acarrear
algunos sectores ―extremistas‖, y recriminando a aquellos que se implican
en política, acusándoles de ser culpables de los ―cismas‖ que se están
produciendo en la Iglesia:
―[…] de Francia todos hemos tenido información de tensiones
violentas de la jerarquía y ciertos sectores de los movimientos apostólicos;
en España también en algunos sectores de los movimientos apostólicos –uno
de los grandes motivos de preocupación para el sacerdote, y para el obispo,
en su relación con la actividad apostólica, la actividad cristiana activa, de sus
propios files, los seglares […] comienza a preocuparse, no solamente de sus
deberes individuales generales y que afectan a la vida de la sociedad en la
cual está sumergido, éste tal entra en el ámbito de la acción política, de la
acción de gobierno y ordenación, estructuración de la sociedad humana. […]
Estos laicos y estos sacerdotes, inspirados por la necesidad de ser eficaces,
de hacer algo concreto (mejorar las condiciones de la fábrica, de la
universidad, de la empresa, etc.), están siempre al borde de olvidar la
distinción que acabo de señalar, siempre al borde de tomar partido en
nombre de la Iglesia; por consiguiente, de comprometer a la Iglesia en una
Congreso de la Juventud‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…,
Op. cit., p. 58.
180
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
sola de las opiniones, eliminando en la práctica, excomulgando, a las demás,
que de suyo son también legítimas. […] Creo que no revelo nada si digo que
en este momento se están produciendo en la Iglesia Católica verdaderos
cismas, es evidente. […] -y no tanto en España como en otros países- que
prácticamente han roto en su espíritu con la vida comunitaria, con la marcha
de la Iglesia tal como la lleva la jerarquía y los demás miembros de la misma
Iglesia. […] Y esto es muy peligroso‖ 243.
Pocos días antes el obispo ha reconocido, en Bandos en la Iglesia y
Acción Católica, que existen dos tendencias dentro de AC, la que aboga por
la misión apostólica y la que deriva en la acción política y sindical:
―[…] Lo malo viene cuando los que disienten se atrincheran en
posiciones enfrentadas y pretenden totalizar en sí mismos sectariamente la
pureza y plenitud de la Iglesia. Entonces aparece el fenómeno lamentable de
los bandos. […] Incurren en la selección e interpretación facciosa de textos o
declaraciones de la jerarquía […]. No sé si alguna asociación en la Iglesia
puede coincidir con un bando. La Acción Católica, ciertamente, no puede: a
ella convoca la jerarquía a todos los que quieran colaborar en el apostolado
según las normas determinadas por la misma jerarquía […], hay que
distinguir cuidadosamente entre el nivel de la Iglesia y su misión apostólica y
el nivel de la acción política o sindical‖244.
243
Guerra Campos, J.: ―El sacerdote, principio de unidad de la comunidad cristiana‖,
conferencia del 22 de abril de 1965, en Cabezas Cañavate, J. M.: José Guerra Campos:
Sacerdotes, ministros de Cristo…, Op. cit., pp. 43-48.
244
Guerra Campos J.: ―Bandos en la Iglesia y Acción Católica‖, Ecclesia I, 1965, p. 595.
Artículo del primero de abril de ese año con la intención de reconducir apreciaciones al
181
―La otra Transición de la Iglesia…
Manuel Azcárate, en Nuestra Bandera, publicación del PCE, habla de
muestras palpables de división entre las bases y la jerarquía inmovilista:
―[…] Se habla mucha en todo este periodo de las tensiones internas
que se manifiestan en el seno del catolicismo español. En su respuesta al
ataque del fascista Ayúcar, en el ‗Español‘, contra el ‗izquierdismo‘ de Acción
Católica, Monseñor Guerra Campos reconoce la existencia de ‗la división de
los católicos‘, de ‗tendencias variadas‘, de ‗divergencias‘‖ […]. […] y agrega
que ‗las divergencias no tienen por qué impedir la cooperación fructuosa...
De estos llamamientos solemnes de altas jerarquías a la ‗unidad en la
divergencia‘, lo que resalta es cuán profundas son las grietas, y enconadas
las tensiones, en el mundo católico de hoy […]. La politización de la vida
española se refleja así dentro de la Iglesia‖ 245.
Otro artículo del semanario El Español se hace eco del publicado
anteriormente por Santiago Álvarez Gómez, miembro del comité central del
PCE en Praga, que apoya la tesis de que los movimientos obreros de AC
ejercen una influencia notable en la clase obrera, que se han establecido
alianzas abiertas, o encubiertas, entre católicos y comunistas, con acuerdos
sobre el derecho a la huelga, creación de un centro sindical unido,
firmado por Ángel Ruiz Ayúcar en El Español (de 27 de marzo), en el que aparecen términos
como ―politización izquierdista‖ por parte de algunos sectores de AC.
245
Azcárate, M.: ―Curas-obreros en España‖, Nuestra Bandera, revista clandestina del PCE,
números 44-45, mayo-junio 1965, Madrid, pp. 57-65. En el mismo texto habla de la
participación de miembros de la HOAC y las JOC en huelgas, y de la ―obrerización‖ de estas
organizaciones católicas.
182
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
posiciones de lucha de clases, así como una llamada al alejamiento de la
jerarquía eclesiástica246.
Ante tal avalancha de manifestaciones públicas, Guerra Campos
redacta tres escritos sobre HOAC y JOC, negando tales relaciones con el PCE
(agosto de 1965), tratando de minimizar los graves disturbios que se
producen en todo el país, enmarcándolos en el ámbito meramente laboral,
alejados de toda reivindicación política247. Tras dejar patente su apoyo al
gobierno en su tímida reforma en el art. 222 del Código Penal –que hasta
aquí condena la huelga como delito de sedición-, el documento niega toda
vinculación de la Iglesia con organización política alguna248.
VOJ envía una carta a Guerra, como secretario de la CEE y de la
CEAS, con la firma de sus consiliarios, setenta y dos sacerdotes, la mayoría
de la Compañía de Jesús, solicitándole su mediación ante la jerarquía, para
que ésta fuerce conversaciones con el gobierno para una mejora en los
246
Ibídem.
247
Según Guerra, los conflictos no cuentan con el apoyo, ―y la comprensión de otras clases
sociales‖. Guerra Campos J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., p.
123. Más adelante añade: ―[…] Negamos al comunismo el derecho a faltar a la verdad, a
tergiversarla atribuyéndose la dirección de la acción obrera, y le negamos el derecho a faltar
a la verdad afirmando uniones con la HOAC y la JOC‖. Ibídem, p. 124.
248
Ibídem, pp. 127-131. Antes de la reforma en la Ley de 21 de diciembre de 1965, la huelga
se considera sedición; ahora se reduce esa calificación a los casos de ―atentar contra la
seguridad del Estado, perjudicar su autoridad, perturbar su normal actividad o, de manera
grave, la producción nacional‖. Herrero Tejedor, F.: ―El Estado de derecho en las Leyes
Fundamentales del Estado‖, Revista de Estudios Políticos, núm. 152, Madrid, 1967.
183
―La otra Transición de la Iglesia…
derechos sindicales y políticos, entendiendo que los medios oficiales
soslayan la realidad249.
Sobre la mejora en los derechos de los trabajadores, en CLM son JOC
y HOAC los Movimientos que concentran el mayor número de activos en los
comités de pequeñas empresas. En Albacete capital, y principalmente en
Almansa, La Roda y Villarrobledo (esta localidad pasa a formar parte de la
archidiócesis de Toledo en 1966), además del textil destaca la militancia de
JOC en sectores reducidos del metal y la construcción (con la presencia de
curas-obreros). También están presentes en la industria del calzado, y con
ciertos vestigios en la banca (en 1966 la rama femenina HOAC/F, ya es
249
AGHOAC, Caja 3, carpeta 5. Un informe del GE, sobre una reunión organizada por VOJ en
Alcalá de Henares (12-3-1966), en el centro de formación profesional de la Compañía de
Jesús, menciona: ―[…] varios componentes de dicha Organización así como unos 40 obreros
de las distintas empresas de dicha Plaza‖, presumiblemente de localidades vecinas de
Guadalajara, y de crear un sindicato obrero y movilizaciones en defensa de mejoras
laborales. En el mismo local impartirá una conferencia el jesuita Díez Alegría sobre
―Cristianismo y Revolución‖ (21-8-1968). Los informadores relacionan VOJ con: ―jesuitas del
sector progresista de la Compañía, en total convivencia (sic) con elementos del partido
comunista del grupo de Santiago Carrillo. Nota informativa. Madrid, 13 de septiembre de
1971‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60420. La cercanía de Alcalá de Henares
de Guadalajara hace apuntar al gobierno civil: ―[…] Las reivindicaciones de tipo social, hace
años inexistentes en esta provincia, ya que se trataba de una población de pequeños
propietarios agrícolas […] han comenzado a hacer su aparición al convertirse en obreros
industriales […] por la incitación subversiva o de simple mejoramiento de clase, de fácil
penetración por la proximidad de Madrid o Alcalá de Henares donde este tipo de problemas se
presentan más agudos‖. Memoria del G.C. de Guadalajara, 1971. AGA. (08) 22 Caja
52/00507. Guerra Campos también recoge, en la documentación sobre la crisis de la AC,
expresiones de ―desviación‖ de las VOJ y de las Federación de Congregaciones Universitarias
Marianas (FECUM), junto al resto de movimientos. Vid. Guerra Campos J.: Crisis y conflicto
en la Acción Católica española…, Op. cit.
184
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
mayoritaria en el sector del calzado y algunas de sus militantes son
representantes sindicales, junto a miembros de JOC en Almansa). Todo esto
en una provincia que, como en el resto de la región castellano-manchega,
sufrirá, durante el decenio de los años sesenta, una fuerte inmigración
desde el sector agrícola250.
Pero la inevitable ruptura definitiva entre los activos de los principales
movimientos obreros de AC y la jerarquía se produce durante las VII
Jornadas Nacionales en el Valle de los Caídos (12-6-1966), donde se tratan
dos temas esenciales: ―El laico cristiano‖ (de la participación en el
apostolado jerárquico a la participación en la misión de la Iglesia); y ―La
Acción Católica a la luz del Concilio‖ (donde se analizan las cuatro notas
definitorias de AC). También se critican los métodos de formación desde la
cúpula eclesiástica, la prohibición de hacer declaraciones e interpretaciones
públicas sobre hechos sociales o políticos, y las normas restrictivas para la
celebración de
250
sus asambleas y reuniones nacionales251. Para Enrique y
El movimiento de AC que aglutina un importante número de activos del sector agrario es
la Juventud Agrícola y Rural Católica (JARC) que, ya a finales de 1970 celebrará en Toledo, su
IV Asamblea regional, a la que acuden casi un centenar de seglares y sacerdotes de toda
España. Están presentes, como dato significativo, en las mismas, militantes de JOC con sus
consiliarios en esa etapa, Luis Echevarría, y Guillermo García, y entre los laicos Otero, Ávalos,
Eduardo y Serafín. Ecclesia, núm. 1508, 12-9-1970, p. 28.
251
Vid. Escartín Celaya, P.: Veinte años de apostolado seglar asociado, pp. 318-319, y notas
8-11, en AA.VV.: El posconcilio en España, Ed. Encuentro, 1988. Otros autores recogen el
momento: ―[…] la tensión es enorme, se oyen blasfemias y algunos asistentes recriminan con
acritud a los obispos; alguno de los prelados presentes llora de manera visible; sólo, de ellos,
Guerra Campos, a la sazón auxiliar de Madrid, replica a los contestatarios‖, Andrés Gallego,
J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 170.
185
―La otra Transición de la Iglesia…
Tarancón,
entonces
arzobispo
de
Oviedo:
―[…]
la
ideología
de
los
movimientos apostólicos desde hace cinco o seis años viene formándose al
margen de la jerarquía‖252.
Pocos días después de la Asamblea, los obispos justifican, en La
Iglesia y el orden temporal a la luz del Concilio (29-6-1966), la dura
reacción del gobierno con ciertos grupos opositores al régimen253. En el
documento citan la legislación vigente y niegan posibilidad de doble
militancia en los Movimientos y sindicatos o partidos políticos254.
Y la contención comienza. En septiembre, Casimiro Morcillo y José
Guerra cesan a los dirigentes y consiliarios nacionales de las ramas de AC,
Teófilo Pérez Rey (presidente de HOAC), Miguel Benzo (consiliario de los
Hombres de AC) y Ramón Torrella (consiliario nacional de Jóvenes de AC), al
tiempo que suprimen las revistas Signo y Aún, por supuestas críticas al
252
Ecclesia, núm. 314, 1966, p. 245. Para Josep Piñol, y otros muchos analistas, el año 1966
es un año de gran expectación y esperanzas puestas en el desarrollo del Concilio: ―[…] He
dicho y subrayado -escribía a los pocos días de la clausura del Vaticano II Miret Magdalenaque este final del Concilio no es sino su comienzo […] a los católicos españoles se nos avecina
una época difícil‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia Católica española…, Op.
cit., p. 208, p. 265. Piñol plantea que las ―indecisiones‖ de la jerarquía en la aplicación de las
reformas conciliares generan la impaciencia creciente de algunas bases católicas que tiene
claras manifestaciones como la contestación político-eclesial de ciertos movimientos de AC.
Ibídem, pp. 378-380.
253
Comisión permanente de la CEE, 29-6-1966.
254
Tusell, J., Alted, A. y Mateos, A. (coord.): La oposición al régimen de Franco, 2 vols.,
UNED, Madrid, 1990; David Ruiz (Dtor.): Historia de Comisiones Obreras, Siglo XXI, Madrid,
1993, en XX Siglos, monográfico sobre "Los católicos en la lucha por la democracia‖, núm.
16, 1993 y "Los católicos y el nuevo movimiento obrero", núm. 22, 1994.
186
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Episcopado255. Tras presuntas presiones del gobierno, en concreto de Luis
Carrero Blanco, Guerra conmina, a todo aquel que no vuelva a la disciplina
de AC que abandone la organización:
255
Basilisa López García reproduce un momento de la supuesta ―coacción‖ desde el gobierno:
―[…] Teófilo Pérez Rey (T). Un buen día D. José Guerra Campos pasó de ser el obispo
dialogante a ser el obispo… Miguel Jordá. Había tenido una conversación con Carrero Blanco.
T. Testigos somos Brackelman y yo. ¿Te acuerdas del periodista alemán? Ángel Ruiz Camps
(A). Si, era de una agencia alemana, de la agencia católica alemana, era corresponsal en
España de la Agencia Católica Alemana. T. Pues Brackelman y yo vimos el momento en el
que, cuando se iba a celebrar una reunión de apostolado seglar, yo venía a esa reunión
abajo, unos señores con galones de marina grandes le vinieron a buscar y le sacaron: ‗Adiós
D. José –Teófilo- Ahora vuelvo –Guerra Campos-. Cuando volvió ya no era D. José: ‗ese no es
mi D. José que me lo han cambiado‘; y a partir de entonces empezó toda una racha de
destituciones, de declaraciones de ilegalidad. Hoy eran los jóvenes, mañana era la HOAC,
pasado eran otros. A. Acusaciones contra Signo de marxistas… ¡Aquello era la bomba! T.
Bueno estos son los prolegómenos hasta llegar al crac de la crisis‖. Entrevista realizada en
Madrid (5-12-1990). López García, B.: Op. cit. Según Abel Hernández: "[…] Pablo VI estaba
especialmente disgustado por el desmantelamiento de la Acción Católica llevado a cabo por
los obispos encargados, por Guerra y Morcillo y empujados por las presiones del Gobierno
[...]". Hernández, A.: Op. cit., p. 49. Para Cárdenas y Aldea: ―l […]. La Acción Católica
aparecerá claramente dividida en dos tendencias irreconciliables y monseñor Morcillo en 1966
trató de cortar esta línea contestataria‖. Aldea, Q. y Cárdenas, F.: ―La Iglesia del siglo XX en
España, Portugal y América Latina‖, Manual de Historia de la Iglesia, Tomo X, Editorial
Herder, Barcelona, 1987, p. 374. Según Callahan: ―[…] El ímpetu por dominar a las
asociaciones obreras católicas procedía, curiosamente, de dos obispos jóvenes y no de los
prelados más antiguos que dominaban la Conferencia Episcopal Española. Apenas había
elementos en el historial del arzobispo Casimiro Morcillo de Madrid, sucesor de Plá y Deniel
como director general de Acción Católica y presidente del CEAS, o en el de su obispo auxiliar
y asesor nacional de Acción Católica, José Guerra Campos, que indicaran que se erigirían en
los protagonista de un áspero conflicto que destruiría prácticamente el apostolado obrero.‖
Ibídem, p. 403. Gómez Pérez afirma: [...] La ‗contestación‘ va contra ellos, (refiriéndose a
Guerra como consiliario nacional de AC y a Casimiro Morcillo, como presidente de la CEE),
porque no aceptan un nuevo planteamiento temporalista (y en el fondo anti-régimen) de la
organización confesional [...]. En realidad, la Acción Católica, que dependía siempre de los
187
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] si alguno hubiere con una vocación impaciente a la acción
temporal y no pudiere soportar una Acción Católica dedicada solamente a
evangelizar y formar hombres cristianos, hará bien en buscar otras
asociaciones‖256.
Para el dirigente del Movimiento Rural de AC en Toledo durante
aquellos años, José María Díaz-Rincón, la falta de diálogo entre Movimientos
y jerarquía abocó a la ruptura:
dirigentes seglares y de los sacerdotes consiliarios, quería ser ‗otra cosa‘, que, por
determinadas personas –incluidos también algunos obispos-, fue instrumentalizada como un
choque con el tándem Morcillo-Guerra Campos. Cuando éstos ya no estén al frente, la Acción
Católica tampoco se recuperará de la crisis‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., pp. 157-159. Un
testigo directo de la crisis, Enrique Miret Magdalena, teólogo laico, habla del carácter
conservador y nada conciliar de Morcillo y Guerra, ―integristas tras el Concilio‖. Miret
Magdalena, E.: Luces y sombras de una larga vida. Memorias, Ed. Planeta, Barcelona, 2000,
p. 335. Miret es el inductor de la Cátedra Católica Libre Pío XII, bajo el apoyo de los
Graduados de AC y la JUMAC, y del rector de la Universidad Complutense Pedro Laín
Entralgo, hasta principios de los 60, cuando la Junta Nacional de AC la prohíbe. Allí se habla
sobre Marx, además de otros temas, y acuden los marianistas, jesuitas y estudiantes
católicos como Gregorio Peces Barba, Juan Luis Cebrián, Oscar Alzaga o Javier Rupérez
(diputado por el PDP en Cuenca durante la Transición, luego diplomático y diputado del PP),
entre otros. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p.
75. Miret contrapone, también, otra visión de Guerra: ―[…] Yo cuando escribía tan
abiertamente en los años sesenta y setenta en la revista Triunfo, recibí de Radio Vaticano –
eran otros los tiempos de Pablo VI- sus juicios benévolos como escritor religioso laico,
alabando la selección hecha en mi libro ‗Los nuevos católicos‘. Y nunca me echó de la Acción
Católica su consiliario, el conservador obispo Guerra Campos, a pesar de mis polémicos
artículos críticos. Tanto como los de ahora‖. Miret Magdalena, E.: ―Hacen falta teólogos
laicos‖, El País, 8-6-1998, sección Tribuna.
256
Ecclesia, núm. 314, 1966, p. 15.
188
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] La crisis se anticipó al Concilio. Los movimientos especializados
de AC vivieron antes todo su auge dejando muy reducida a la AC general.
Estos movimientos tenían su ‗compromiso en los ambientes de ‗frontera‘,
tanto los obreros como estudiantes, que se propagaban rápidamente, y los
rurales. De todos, yo creo que la HOAC ha sido aquí un movimiento muy
equilibrado que, sin perder su identidad apostólica, y con la Iglesia, ha
trabajado por su compromiso. En aquellos años todos tomaron una idea muy
temporalista de la Iglesia. Ahí es donde comprendo a monseñor Guerra
Campos que, por otro lado, siempre acudió a nuestros plenos y donde
observé que era, como intelectual, frío en sus cálculos pero respetuoso con el
contrario. Yo le vi que estaba rodeado por ciertas bases y altas instancias de
obispos y régimen. La crisis se desencadenó por la obstinación de los
seglares muy avanzados en el compromiso político y contra la jerarquía. La
renovación de los consiliarios se hizo piso por piso, sacando a las personas y
retirando los documentos. Eso no me gustó y se lo dije a don José, pero él
me contestó que ‗nos estábamos jugando aquí todos, todo‘. Su problema fue
que no supo dialogar‖257.
257
José María Díaz-Rincón, presidente diocesano del MRA de AC. Entrevista realizada en
Toledo (31-1-2010). Díaz-Rincón es presidente de JAC en El Romeral (Toledo) de 1947 a
1951; fundador y presidente del Centro de Tropa para soldados de AC, en la Academia de
Infantería de Toledo (1951-1953); presidente diocesano de JAC de Toledo (1954 a 1957),
colabora intensamente en el consejo superior, especialmente en los Cursillos de Cristiandad
(donde llega a impartir 157 en los años 50), siendo consiliario nacional de la JAC, Manuel
Aparici. Presidente diocesano del MRA de AC, de 1958 a 1969, y presidente en funciones de
la comisión nacional de Apostolado Rural, junto a Adela García, hasta 1977 (ABC, 20-101968, p. 41); vicepresidente de la Federación Internacional de Movimientos de Adultos
Rurales Católicos (FIMARC) en Bruselas (1972-1978); miembro del Pontificio Consejo para los
Laicos en Roma de 1984 a 1990 (cargo que ha ocupado anteriormente Joaquín Ruiz-Giménez
–presidente de la Comisión de Justicia y Paz-). Finalmente trabaja en la parroquia de ―El
189
―La otra Transición de la Iglesia…
Para
el
líder
ultraderechista,
Blas
Piñar,
el
comienzo
de
la
desintegración de AC se inicia con la ruptura de la estructura de las cuatro
ramas y aceptar el sistema disgregador de los Movimientos. Piñar habla de
una Iglesia ―utilizada‖ por aquellos que la habían atacado durante la
Segunda República, y de la que consiguen sus propósitos ―revanchistas‖:
―[…] La crisis empezó en España cuando quienes se opusieron a todo
tipo de reconciliación advirtieron, con astucia evidente, que la Iglesia podría
ser utilizada –en un Estado católico, que no sólo la respetaba sino que la
favorecía- para, bajo su protección, atacar al Régimen nacido de la Cruzada;
una Cruzada en la que la Iglesia fue brutalmente perseguida por los mismos
que ahora se acercaban a ella a fin de convertirla en instrumento dócil de sus
propósitos revanchistas‖258.
Según Escámez, la politización de los movimientos católicos se debe a
la labor de militantes marxistas infiltrados: ―[…] La infiltración marxista, en
vez de construir la independencia de la eclesial pedida por el CVII, mantiene
idéntica politización de la Iglesia, pero de signo opuesto‖259. Díaz-Rincón
Buen Pastor‖ de Toledo, y con la comisión diocesana en AC (Consejos Pastorales Arciprestal y
Diocesano, entre otras). A Díaz-Rincón le sustituye Hernández Herrada y luego Isaac Martín.
258
259
Piñar, B.: Op. cit., p. 83.
Escámez Mañas, F. J.: La Transición de la Iglesia de Almería. Renovación conciliar y
preparación de la Democracia, Instituto de Estudios Almerienses, Diputación de Almería,
2007, pp. 232-233. El autor recoge declaraciones de Santiago Carrillo, en 1967, que dan pie
a tales afirmaciones: ―[…] En la España de hoy, los aliados más leales y eficaces que tenemos
los comunistas en la lucha por la libertad y la justicia social son los católicos, ha declarado
[…] Santiago Carrillo, secretario general del llamado partido comunista español […] Esta
190
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
ajusta esa acción política, por algunos militantes de los Movimientos, hacia
un marcado fin social, desde las administraciones locales del régimen:
―[…]
Muchos
de
los
dirigentes
-Alcaldes,
sindicatos,
o
el
cooperativismo que se lleva a cabo en los años sesenta- provienen de AC. Lo
tomaban como compromiso apostólico. Fue la mayor respuesta social desde
la Iglesia, de lo poco que quedaba de la AC general. Pueblos como el mío, El
Romeral, u otros de mayor entidad, como Villacañas, tuvieron su movimiento
obrero y de estudiantes. Sus cooperativas, las de Villacañas por ejemplo,
fueron promovidas por dirigentes de la AC, del Movimiento Rural. Los
agricultores reclamaban reuniones para defender sus intereses. Cooperativas
del vino, textiles como las de Santa Cruz, Fuensalida, Corral de Almaguer…
La gente no quería entrar, en su mayoría, en la política pues todavía
recordaba la guerra civil‖260.
En 1967, la Asamblea Plenaria de la Comisión Episcopal publica Sobre
el año de la Fe en el XIX Centenario del Martirio de San Pedro y San Pablo
(4-3-1967), advirtiendo que los católicos no deben colaborar con marxistas:
―[…] No faltan, por otra parte, filtraciones de ideas que enturbian la pureza
de nuestra fe cristiana con el pretexto de adaptarla a la mentalidad del
alianza –añade Carrillo- es la mejor garantía para el futuro, en el sentido de que los
comunistas seríamos los primeros en defender los derechos de los católicos‖. La Voz de
Almería, ―El comunismo internacional se quita la careta con respecto a España‖, 5-2-1967, p.
3, y ―En respuesta a don Santiago Carrillo‖, Signo, núm. 1.403, 4-3-1967, p. 3.
260
Ibídem.
191
―La otra Transición de la Iglesia…
mundo
moderno
(en
referencia
al
marxismo)‖261.
HOAC
rechaza
el
comunicado y, junto a JOC, reclaman su autonomía frente a la Junta
Nacional de AC262.
En Albacete su obispo, Arturo Tabera Araoz, preocupado desde que
JEC, con implantación notable en la diócesis, ha oficializado, a nivel
nacional, la primera ruptura en su VI Congreso nacional celebrado en marzo
en Cercedilla (Madrid), pone como ejemplo su apertura al diálogo abierto:
―[…] en la Diócesis donde la Acción Católica y sus diferentes
movimientos quieren llevar una vida pujante y se afanan por lograrlo, y
donde podemos ufanarnos, humildemente en el Señor, de resultados
apostólicos harto consoladores, ha reinado hasta ahora un ejemplar equilibrio
en Consiliarios, Dirigentes y Militantes. Si en algún momento, y por contagio
del ambiente o por presiones solidarias, hubo sobresalto y desorientación, el
diálogo franco y cordial que, repetidas veces hemos tenido los Movimientos
más afectados y yo… ha devuelto la calma y puesto en mejor luz los
problemas… [...]. Afirmación, mejor diría reafirmación vibrante de la fe y de
la confianza en la Acción Católica y en todos y cada uno de sus Movimientos
261
Documento de la CEE: ―Sobre el año de la Fe en el XIX Centenario del Martirio de San
Pedro y San Pablo‖, BOOAL, núm. 7, julio-agosto, 1967, pp. 269-279; p. 270, recogido por
Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., p. 233.
262
Muelas Alcocer recoge: ―[…] Las comisiones nacionales de la HOAC y de la JOC, exigieron
autonomía frente a la Junta Nacional de la Acción Católica y frente a las diócesis. El 27 de
abril de 1967, el pleno de la HOAC, reunido en Ávila, exigió unos principios de independencia
de este movimiento y que la Comisión Episcopal de Seminarios no obstaculizara a la HOAC,
para que aporte su mística, su metodología y su experiencia obrera en la formación de los
Seminaristas‖. Muelas Alcocer, D.: ―Don José Guerra Campos‖, Episcopologio Conquense,
1858-1997, Diputación Provincial de Cuenca, Cuenca, 2002, pp. 555-556.
192
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
especializados y de la necesidad y urgencia de su encuadramiento, cada uno
según su peculiar estructura y misión en una pastoral diocesana de
conjunto‘‖263.
Para frenar el desastre José Guerra Campos se desplaza por toda la
geografía nacional tratando de mantener que la acción de la Iglesia debe
ajustarse a los mandatos de la jerarquía. Cuando en mayo acude a Toledo la
protesta de miembros de las JOC es reflejo de la respuesta dominante264.
Lejos de amortiguarse los ánimos, el paso a la acción política de los
Movimientos se acentúa. HOAC, en su asamblea general de ese año (a la
que asisten como representantes de Toledo Luisa Martín, Nieves Hernández,
María Martín, Matías Manchada, Juan José Sánchez y Luis Álvarez, y de
Ciudad Real, Vicente Manzaneque, y su consiliario general José Domínguez
Rodríguez), se suma a la oposición al régimen con una declaración a la
263
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 38, y del BOEA, núm. 6, 1967, pp. 213-220. Desde el
Boletín diocesano trataría, según Ortiz Heras, ―de dar, en todo momento, una clara imagen
de tranquilidad y normalidad favorable a la dictadura‖. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control
social‖…, Op. cit., p. 312. Según Montero JEC es el primer Movimiento en formalizar la
ruptura: ―[…] La ruptura implicaba la respuesta inmediata de la JEC a la declaración de la
Conferencia Episcopal, su rechazo de las orientaciones contenidas en esa declaración, y el
final de un proceso de diálogo que se consideraba inviable‖. Montero, F. (Coord.): Juventud
Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., p. 62.
264
Díaz-Rincón recuerda: ―Guerra vino en mayo de 1967, como Consiliario de AC a un acto
en el salón de Sindicatos de Zocodover, donde estaba el obispo auxiliar, y vicario general,
Anastasio Granados. Al hablar de que la función y el sentido de la Iglesia ya estaba
suficientemente justificada con la comunión y la extremaunción, fue silbado por un numeroso
grupo de JOC que se encontraba allí y donde tuvo que salir al paso la policía para apaciguar
los ánimos. Faltaba diálogo por ambas partes‖. J. M. Díaz-Rincón. De la entrevista referida.
193
―La otra Transición de la Iglesia…
opinión pública: ―[…] denunciando la situación social e invitando al pueblo a
luchar más decididamente para conquistar las libertades…‖265.
El gobierno propalará, a finales de ese 1967, la participación en las
―actividades anti régimen‖ de los movimientos obreros de AC: ―[…] que han
tenido desde pocos años hasta la actualidad mucho más de acción que de
católica. Destacadamente aparecen las Organizaciones VOJ, HOAC y JOC con
un tema esencial que tienen en ellos carácter obsesivo: el marxismo‖266.
Se amparan en cuestiones como las que llevan, en diciembre, a tres
sacerdotes, Mariano Gamo, Jaime Castiñeiras y Fernando Adrover, a
presentar un documento al secretario de Estado del Vaticano, monseñor
Benelli, elaborado conjuntamente por militantes obreros cristianos y
sacerdotes ligados a CCOO, denunciando que éstas han sido ilegalizadas por
el ministerio de Gobernación cuando ya se encuentran asentadas en
multitud de empresas por todo el país. Benelli es declarado nuncio ―non
265
Archivo de la Comisión General de la HOAC (ACGHOAC), Asamblea General, Caja 50, bis.
Año 1967. Su aprobación cuenta con setenta y cuatro votos a favor, cinco en blanco y una
abstención.
266
AGA. Cultura. GE. Servicios Informativos de la Dirección General de Prensa (15-11-1967).
Legajo 562. El seguimiento ha sido exhaustivo: ―[…] ‗La Vanguardia Obrera Social‘ viene
manifestándose desde hace tiempo como una de las organizaciones de apostolado seglar más
politizadas, en una línea extremista y de hostilidad al régimen […]‖. Madrid, 4 de septiembre
de 1967‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60430. La editorial ZYX, afín a VOJ y
VOS, expande los criterios de estos Movimientos. El historiador Manuel Tuñón de Lara califica
el componente ideológico de ZYX como: ―anarquismo de base cristiana‖. Tuñón de Lara, M. y
Biescas, J. A.: España bajo la Dictadura Franquista. 1939-1975‖, Labor S.A., Barcelona,
1980.
194
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
grato‖ por el régimen ya que, según el gobierno, roza en su actividad
diplomática la acción político-religiosa267.
Ante el rumor de la creación de un sindicato católico, el cardenal
Enrique Plá y Deniel, quien apoya decididamente a los Movimientos en
Toledo, se manifiesta en contra:
―[…] Según la actual legislación española (el Concordato también es
ley del Estado), ni las Asociaciones apostólicas de Acción Católica (Acción
Social Patronal, H.O.A.C., J.O.C.) pueden ser sindicatos, ni por el hecho de
que
el
Estado
haya
pedido,
y
la
Iglesia
haya
concedido,
asesores
eclesiásticos, que ejerciten el apostolado del magisterio sacerdotal dentro de
los Sindicatos, pueden impedirse las asociaciones de apostolado seglar
formadas por obreros o por patronos, que son Acción Católica, Acción
Católica Especializada, que no puede ser impedida en ningún país donde la
Iglesia goce de libertad y menos en aquellos países donde, como en España,
establece el Concordato que las Asociaciones de la Acción Católica Española
podrán desenvolver libremente su apostolado‖268.
267
Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al
franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 257-259. Para Federico Silva Muñoz es lo más lejano
a la realidad: ―[…] no hizo política desde la nunciatura, fue la caja de resonancia de lo que
sabía por sus conversaciones con clérigos y seglares, de los momentos que estaba
atravesando España. Ciertos grupos de unos y de otros sí que fueron los grandes autores del
‗desenganche‘‖. Silva Muñoz, F.: Memorias políticas. Planeta, Barcelona, 1993, pp. 86-89.
268
Ecclesia, núm. 28, 1968, p. 1059. Callahan apunta al obispo Pildain como el más crítico al
monopolio de los sindicatos verticales y a favor de una filosofía política contraria al
liberalismo, algo en lo que coinciden los cardenales Plá y Deniel y Herrera: ―[…] promovieron
una versión renovada del catolicismo social más innovadora y progresista, pero se negaron a
criticar públicamente la organización sindical oficial [...]. Por aquel entonces, la perspectiva
de crear una renovada ‗unión de los católicos‘ con fines políticos era más remota que nunca.
195
―La otra Transición de la Iglesia…
El Episcopado se ve obligado a reaccionar urgentemente ante el
masivo posicionamiento político de los Movimientos y plantea la reforma de
Estatutos (18-3-1968). Esto no es de recibo para los Movimientos y muchos
de sus dirigentes dimiten269. Guerra Campos denuncia que detrás de
aquellos cuadros figuran militantes ―contaminados‖ por el marxismo y
denuncia graves irregularidades, según su criterio:
a) Usurpación
de
representatividad.
‗Algunas
minorías
de
miembros de instituciones apostólicas intentaron tomarse ante
la
opinión
pública
la
representación, bien
de
la
Iglesia
implicando a la Jerarquía, bien de sus propia asociaciones
Los partidos democratacristianos clandestinos, la ‗familia católica‘, el clan politizado del Opus
Dei, los movimientos autonomistas en las provincias vascas y catalanas y los sindicatos
obreros católicos promovían programas distintos que no permitían llegar a ningún acuerdo‖.
Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 339.
269
Coincidimos con el profesor Montero que el compromiso temporal de los movimientos
obreros de AC, o la fascinación ante los análisis sociales en los movimientos juveniles, son
magnificados para justificar su desmantelamiento. La crisis de identidad produce al final la
secularización y la frustración de muchos de sus líderes y militantes. Montero, F.: ―La
contribución de los Movimientos de Acción Católica a la lucha por la democracia‖, XX Siglos,
núm. 16, 1993, pp. 41-53. González de Cardedal concluye: ―[…] Dada la especial relación de
la Iglesia con la política, en los últimos decenios los cristianos han batallado para separar a la
iglesia de una de las dos Españas, para hacer la independiente en un segundo momento y
para hacerla aliada de la otra España en un tercer instante. En estas luchas la iglesia
jerárquica no actuó siempre con la perspicacia y libertad necesarias, más aún, en
determinados instantes (1968) ha sacrificado movimientos y grupos especializados de Acción
Católica ante una presión política. Esto ha costado muchas vidas y muchas salidas de la
iglesia con el consiguiente paso a militar en organizaciones políticas, silenciando o negando
explícitamente la fe.‖. González Cardedal, O.: ―Iglesia y política en España‖ en Enrique y
Tarancón, V., González, M., y Jubany, N.: Op. cit., p. 49.
196
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
eludiendo a las mayorías. Esta pretensión fue el punto más
saliente, durante el primer lustro después del Concilio, en las
conversaciones de ciertos grupos con el Episcopado, si bien,
como es natural, no se formula con frecuencia en los textos
‗oficiales‘‖.
b) Descuido de lo primordial cristiano: profesión de fe, vida
sacramental, adhesión a la Doctrina católica de fe y moral y la
realización de las tareas temporales según el modo propio del
Evangelio y de la misión de la Iglesia. ―Fue causa de conflicto,
por parte de ciertos grupos, el descuido o abandono de esos
compromisos primordiales‖.
c) Contagio marxista, ―bien en la colaboración, bien en un diálogo
rebajado al plano de la mera colaboración o táctica política... Al
principio, en no pocos, se trataba de una simpatía un poco
ingenua (como lo demuestra la frecuentísima confusión de
―alienación‖ con ―alineación‖). Esta ingenuidad desarmaba
incautamente; ya al final del proceso muchos dejan su
militancia eclesial y se ponen al servicio de políticas marxistas o
marxistoides, hostiles a la Fe y a la acción de la Iglesia‖270.
270
Guerra Campos, J.: Crisis y conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 25-27.
Glosados también por Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 49-50, y más
esquemática en Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 268. Guerra
impartirá, a partir de entonces, conferencias sobre marxismo y ateísmo: ―Ateísmo y sus
formas‖ y ―Motivaciones del ateísmo‖, dentro del ciclo ―El hombre actual y Dios‖, en la
Cátedra de Pensamiento Cristiano de Santiago de Compostela (17 y 18 de febrero de 1970),
donde afirma: ―[…] La ceguera para los signos de Dios, que el hombre tiene ante sí y en sí
mismo, causa primordial del ateísmo‖. Ecclesia, núm. 1481, 1970, p. 17; El octavo día,
197
―La otra Transición de la Iglesia…
Es un momento, sobre estos puntos, donde se dan los pocos
encuentros entre Enrique y Tarancón y el propio Guerra Campos –pues
Editora
Nacional,
Madrid
(1972), donde
arremete
contra el
comunismo;
así
como
conferencias y lecciones magistrales, tales como ―La Iglesia y el Marxismo‖ (16-10-1974), en
el Círculo Cultural ―Medina‖ (Cuenca), y en la que sostiene: ―[…] Los marxistas quieren un
diálogo de cooperación política, aspirando a que la Iglesia corporativamente y a escala
mundial acepte y apoye el programa marxista de revolución social, y ofreciendo por su parte
libertad para la lucha ideológica en lo religioso. Pero la Iglesia, por principio, no puede en
nombre la Fe atar a sus hijos a una fórmula política universal, aunque esta fuese aceptable; y
menos puede cooperar a implantar una forma de construcción del mundo que no sólo niega a
Dios, sino que también contradice algunas exigencias de la ley de Dios para la vida social‖.
Diario de Cuenca, 17-10-1974, y en el BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, pp. 514518. En 1975 aparece, en Diario de Cuenca, firmado por José María López Ramón, ―Libertad
cristiana y marxismo‖, con certeras referencias a lo tratado en el Concilio. En mentideros
eclesiásticos se elucubra que detrás está el propio Guerra. El obispo sí rubrica Planificación
comunista para España. Investigación y documentación de problemas actuales (1976). En
1977 publica La Iglesia y el marxismo, también en la Asociación de Universitarias Españolas
donde manifiesta: ―Los marxistas sólo quieren un diálogo político‖. Una nota del gobierno
resalta del texto: ―[…] Sería posible si los católicos que lo intentan fuesen más fieles a sí
mismos, menos cobardes, menos ambiguos y más respetuosos de los marxistas […],
demostrar a los marxistas que el factor religioso, lejos de ser alienante, hace que alienante
sea el humanismo cerrado sobre sí‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 561, IG, carp. 40180.
Coincidentemente, en el verano de ese año, Cristina Almeida, miembro del PCE, pronuncia
una conferencia en la biblioteca pública ―Fermín Caballero‖ de Cuenca, sobre el diálogo entre
cristianos y comunistas. Están presentes su secretario provincial, Pedro Benito, y Miguel
Cañas, miembro del comité provincial, mientras el obispo acude, los días 9 al 12 de
noviembre, al aula de la Caja Provincial de Ahorros, para impartir unas lecciones públicas
sobre el marxismo, organizadas por la comisión diocesana de los Jóvenes de AC. También
escribe Ateísmo hoy (1978). Muchos años después la fama de antimarxista le persigue. Un
ejemplo es la carta firmada por Carmen Calvache en la que afirma: ―[…] Guerra Campos
acaba de declarar que le cae mejor Pinochet que Felipe González, que monseñor Romero no
es un mártir, y que la teología de la liberación es marxismo…‖. El País, 13-4-1985, Opinión.
198
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
públicamente no se produce ningún otro- cuando el primero deja entrever la
falta de disciplina de las bases con su jerarquía, y su ―ambición‖ política:
―[…] algunas de esas asociaciones de Acción Católica actuaban no
pocas veces al margen de la dirección jerárquica. Alguna de ellas se había
convertido prácticamente en el refugio de los que por cualquier motivo
querían actuar contra el gobierno […] no era extraño que algunos cristianos
con ambiciones políticas se sirvieran de las mismas para intervenir
políticamente sin mayor peligro‖ 271.
Esto deprecia, aún más, la imagen de la jerarquía en general, aunque
será Guerra Campos el más señalado por su ―vigilancia‖ hacia los
Movimientos272. El consiliario nacional se ha convertido en referente de
confrontación pública, y en varias ocasiones es ―boicoteado‖ en sus visitas
pastorales o conferencias, como ocurre en la clausura del ―75 Cursillo de
Cristiandad‖ (Huelva, 1968), mientras el obispo imparte, curiosamente, la
conferencia Respuesta de la Iglesia a los problemas de hoy273.
271
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 312.
272
Callahan llama la atención sobre la apreciación de Antonio Murcia en su obra Obreros y
obispos en el franquismo, donde afirma que Guerra suma a sus ―principios teológicos
conservadores‖, su falta de experiencia con las asociaciones obreras católicas, por lo que la
misión del obispo no fue otra que la de ―vigilancia [...] para que la Acción Católica no se
desvíe del camino‖. Callahan W. J.: La Iglesia Católica de España 1875-2002…, Op. cit., nota
78, del capítulo 20.
273
ABC, 31-3-1968, p. 80. Domínguez recoge el titular: ―30 de marzo de 1968: Medio
centenar de personas abandonan en Huelva el salón donde iba a dar una conferencia Mr.
199
―La otra Transición de la Iglesia…
El propio gobierno, desde su Dirección General de Seguridad, da
cuenta de los enfrentamientos con los movimientos obreros de AC, y de
cierta parte del clero contestatario con José Guerra, en dos informes (4 y 5
de diciembre de 1968, Servicio de información). La nota, ―Campaña a nivel
nacional contra el obispo Sr. Guerra Campos‖, va dirigida al ministro de
Gobernación, y en ella se recogen destacadamente las reticencias de
numerosos
sacerdotes
de
varios
puntos
del
país
ante
su
posible
nombramiento en sus diócesis:
―Por informes recibidos se ha tenido conocimiento del viaje a la capital
de España del Rector del Seminario de Mondoñedo D. Antonio Bouza Evia,
con el fin de informar a la Nunciatura Apostólica, la oposición por parte del
clero ante la posibilidad de que pueda ser nombrado Obispo de FerrolMondoñedo, el Obispo Sr. Guerra Campos, en sustitución del que fue
trasladado a San Sebastián D. Jacinto Argaya Goicoechea. También se tienen
noticias de que parte del clero gaditano, ante el anuncio de que el actual
Obispo de Cádiz Dr. Añoveros iba a ser trasladado a Valencia o Bilbao y que
para sustituirle se hablaba del Sr. Guerra Campos, también han enviado
cartas a la Nunciatura oponiéndose al nombramiento de dicho señor. Esto
refleja claramente una campaña general progresista para ir contra el Obispo
Sr. Guerra Campos que siempre ha defendido al Régimen y a la supeditación
Guerra Campos‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la
oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 277.
200
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
jerárquica de la Acción Católica española, conducta que al parecer no
perdonan los sacerdotes progresistas españoles‖274.
El segundo informe dicta:
―Dirección General de Seguridad. Servicio de información. Nota dirigida al
ministro de Gobernación. Asunto: 6142. Fecha: 5-12-68.
Asunto: Sacerdotes progresistas solicitarán del Papa la elección democrática
del Obispo. –Ferrol del Caudillo.
―Por informes recibidos últimamente se tiene conocimiento de que los
sacerdotes progresistas, un tanto alarmados por el posible nombramiento del
Obispo Sr. Guerra Campos como titular de la diócesis Mondoñedo-Ferrol del
Caudillo, están recogiendo firmas al pie de un escrito que dirigirán al Papa
solicitando la autorización para elegir al Obispo nuevo, mediante votación
entre los clérigos, según la costumbre de los primeros cristianos…‖ 275.
274
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. En la misma nota se recoge el
nombramiento para Bilbao de un obispo, sin nombrar, no aceptado por los sacerdotes de
aquella diócesis. Asunto: 6141. Fecha: 4-12-68. Ibídem.
275
Ibídem. Proponen la recogida de firmas, según las fuentes, Antonio Bouza Evia, rector del
Seminario de Mondoñedo, Gabriel Vázquez Sijas, párroco de Canido, y José Chao Rego,
párroco de Santa Marina del Villar, El Ferrol. Chao Rego es el principal dirigente del sector
progresista, según la nota: ―El grupo que se ha comprobado su intervención en la recogida de
firmas, está formado por los dos últimos y candidatos, y por Orlando Sánchez Sánchez,
coadjutor de la parroquia de San Pablo, que en horas libres trabaja como camarero en el
restaurante ‗El Parrulo‘‖. Chao Rego es autor de La Iglesia en el Franquismo, Ed. Felmar.
Madrid, 1976.
201
―La otra Transición de la Iglesia…
A principios de 1969 el gobierno declara el ―estado de excepción‖ en
el País Vasco, y desde la comisión permanente del Episcopado se pide, a
través de una nota (7-2-1969), y en un hecho inaudito hasta entonces, que
se
restablezcan
las
libertades
básicas,
al
tiempo
que
se
muestra
comprensiva con los motivos que han obligado al poder civil a tomar esa
decisión. Morcillo y Guerra aparecen, en algunos medios, como redactores
del comunicado276.
En la represión de los disturbios, el gobierno ―destierra‖ a los cabecillas
de los Movimientos (como también lo hará en otros momentos de zonas
como Cataluña o Asturias), acusándolos de llevar a cabo actividades
subversivas, a Albacete, Cuenca, o Ciudad Real, poblaciones hasta aquí de
gran control social y por las fuerzas de seguridad277.
Muchos de estos desterrados son líderes con experiencia en la
organización y rápidamente entran en contacto con sus compañeros del
centro extendiendo el ―germen marxistoide‖, como lo denomina el régimen.
Se trata de un cuerpo de militantes compuesto por clérigos y profesionales
276
Gómez Pérez aclara la controversia: ―[...] Según la revista francesa ‗Informations
Catholiques Internationales‘, sus únicos autores eran monseñor Morcillo y monseñor Guerra
Campos‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 154. Ecclesia, que había hecho eco de la información,
tiene que rectificar precisando que se trata de un acuerdo unánime de la Comisión
Permanente. Ecclesia, 1969, p. 583.
277
Tras el ―estado de excepción‖ en Vizcaya, han sido deportados, entre otros muchos,
Valeriano Gómez Lavín a Tarancón (Cuenca), controlando su domicilio en la calle Ramón y
Cajal 31, y Leandro Pérez a Ciudad Real. En algunas de las zonas que acogen estos activistas
surge un relanzamiento en las relaciones con grupos inclinados a la movilización. Vid. Ortiz
Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: CastillaLa Mancha, 1969-1979…, Op. cit.
202
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
de distintos sectores de la economía que, al llegar a estas zonas, sin
concentraciones obreras ni universidades, inician el soporte a la incipiente
oposición a la dictadura en la región, y determinan el desarrollo de los
movimientos obreros de AC en tierras castellano-manchegas. Los activos
más ideologizados entran en organizaciones de tipo sindical y político en la
clandestinidad.
Con la llegada, en 1969, de Vicente Enrique Tarancón, a Toledo, los
Movimientos esperan un mayor espaldarazo a sus premisas. JOC, HOAC,
Movimiento Júnior (extendido principalmente en la capital y Talavera), pero
sobre todo el Movimiento Familiar Cristiano (MFC)278, saben que a Tarancón
le precede fama de progresista por denunciar públicamente las injusticias
sociales y abogar por una equilibrada distribución de la riqueza espiritual y
material. Allí se encuentra con una importante labor desarrollada en los
últimos años por Rafael Torija, vicario general de pastoral, consiliario de JOC
y HOAC (nombrado por Pla y Deniel), luego obispo auxiliar de Santander, y
más tarde de Ciudad Real)279.
278
Para Gómez Herruz el cardenal Tarancón inició un proceso profundamente renovador
dentro de la iglesia toledana: ―[…] El concilio Vaticano II era objeto de estudio y aplicación a
través del Movimiento Familiar Cristiano y por tanto el espíritu aperturista no se quedaba tan
sólo en un clero joven, sino que comenzaba a irradiarse al resto de la sociedad‖. Gómez
Herruz, F.: ―La Transición en Toledo: Algunos apuntes‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El
nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo, Biblioteca Añil, Celeste
Ediciones, 1999, p. 63.
279
Torija estudia en el seminario de Toledo y en la Universidad Pontificia Universidad
Gregoriana (Roma), donde se licencia en Teología y en Ciencias Sociales. Es ordenado
sacerdote (7-6-1952). Ejerce como sacerdote en Castilléjar (Granada) y Riópar (Albacete),
pueblos entonces pertenecientes a la diócesis de Toledo. Luego es coadjutor de la parroquia
203
―La otra Transición de la Iglesia…
A su llegada comprueba que existe una amplia concienciación hacia lo
social, principalmente en ámbitos juveniles, gracias a la tarea de los
coadjutores en las barriadas obreras y pueblos. El cardenal valora a Torija
como elemento esencial de cambio en el apostolado de la provincia y a las
JOC toledanas por sus reivindicaciones en el mundo laboral, al tiempo que
justifica que no se propagase todo lo esperado debido al ámbito,
eminentemente rural, de la diócesis:
―[…] fue verdaderamente el alma de ese movimiento y consiguió, a
pesar de tratarse más bien de una diócesis rural, que existiesen en la misma
grupos numerosos de JOC que eran un buen instrumento de apostolado […].
Puede, es verdad, como algunos dijeron, que ciertos elementos políticos y
sindicales se enrolasen en estos movimientos, ya que era la única posibilidad
que tenían para actuar en el campo de las reivindicaciones laborales y en la
exigencia de justicia social […]. La verdad es que, durante el tiempo de mi
estancia en Toledo, la JOC no se desvió lo más mínimo del plan pastoral que
tenía señalado […], la acción de la JOC en la diócesis de Toledo eran más
testimonial que real, porque el carácter rural de la misma ni era propicio para
que engrosaran las filas de los movimientos obreros, ni para una actuación
ambiental‖280.
de Santiago (Toledo), y profesor de Teología Pastoral en el Seminario donde desarrolla una
amplia labor como consiliario diocesano de JOC, HOAC y JEC. Con Tarancón organiza el
Consejo Presbiteral de la Diócesis. Monseñor Torija recuerda de su paso por Toledo: ―[...]
muy especialmente, el momento del posConcilio. Recuerdo cuánto nos tuvimos que afanar
para poner en marcha los nuevos cauces e instrumentos pastorales que la Iglesia pedía‖.
Valero, M.: Lanza Digital, 9-8-2001, Ciudad Real.
280
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 370-371.
204
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Antonio Galán, militante de JOC, tiene otra valoración:
―Aunque el ‗Mayo del 68‘ pasó de soslayo, empezamos a hablar de los
Jurados de Empresa, de CCOO, de Marcelino Camacho y Julián Ariza.
Accedíamos a libros de contenido marxista a través de la Editorial Popular,
ZYX. Surgió la librería ‗Fuenteovejuna‘. Algunos de mis compañeros fueron
del PCI toledano clandestino, alrededor de 1968-69, y se celebró en nuestro
local. En ella estuvo Antonio Ruán. Nos habían ensañado a salir uno por uno,
para que no los localizasen. Estábamos vigilados. Otros fuimos del Partido
del Trabajo (PT) donde entrábamos después de una entrevista y ‗pruebas‘ de
militancia activa. Otros muchos terminaron en CCOO. En el año 1975 nos
detuvieron en Sonseca -donde yo era maestro- al grupo fundamental de la
JOC. Por eso, monseñor Torija me decía cuando se encontraba conmigo: ¿En
qué me he equivocado que me habéis salido todos rojos?‖ 281.
281
Ibídem. La acción de JOC en Toledo es muy intensa y no siempre fácil. Como recuerda J.
M. Díaz-Rincón: ―En las reuniones de las JOC, como en el cursillo nacional en 1969, con
Tarancón aquí en Toledo, las autoridades policiales les obligaban a que asistiese un policía a
las mismas y ellos se negaban. En una de ellas, en la que estaba José Antonio Aparicio, un
sacerdote que se secularizó después, un policía que me conocía me dijo que cómo podrían
actuar. Yo le dije que daba la cara por él y aquella reunión se celebró sin altercados. La JOC
fue un movimiento rebelde‖. José María Díaz-Rincón, de la entrevista ya citada.
205
―La otra Transición de la Iglesia…
Miembros de JOC en un encuentro celebrado en Toledo a finales de los años
70. (Foto en el patio del Alcázar, cedida por Antonio Galán)
Desde el ámbito estudiantil JEC celebra en Toledo su Pleno Nacional
(del 30 de junio al 4 de julio de 1969), al que asisten representantes de seis
diócesis universitarias y doce de enseñanzas medias. Es el momento más
precario para el Movimiento pues todavía arrastra la crisis de identidad
declarada años atrás en Cuenca. En las jornadas no se trata el tema de la
―Revisión
de
Vida‖,
pero
se
insiste
en
las
Comunidades
y
en
el
Catecumenado282.
282
Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica (1947-1997)…, Op. cit., pp. 63 y 106.
Feliciano Montero es miembro de la JEC y participa, en 1971, en la preparación, junto a su
consiliario Arrojo, del pleno que se celebra en Salamanca del 4 al 7 de abril. Es el momento
de
relanzar el
Movimiento, condicionado
por su replanteamiento
como
movimiento
pedagógico, para tratar de superar el dualismo entre política vida cotidiana o política y fe.
Ibídem, pp. 108-109.
206
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Muchos activos de los Movimientos se plantean no continuar el
apostolado seglar bajo las siglas de AC. Enrique y Tarancón, apoyándose en
las palabras de Pablo VI, sostiene que no se puede hacer la renovación del
Concilio sin ese apostolado, y les apela a una renovada participación de los
católicos en AC tras la crisis de la que todavía no se ha recuperado:
―[…] La conquista de los ambientes humanos y sociales parecía
objetivo indispensable para lograr el fin religioso que la Acción Católica se
proponía, y esa conquista debía ser obra de seglares. Surgen entonces, los
Movimientos Especializados dentro de la Acción Católica, que por las mismas
exigencias de la vida fueron subrayando cada día con mayor fuerza esa
proyección
humana
anteriormente‖
283
y
temporal
que
aparecía
como
secundaria
.
El propio Pablo VI, que sufre con la desintegración de AC, ve con
optimismo la renovada orientación de la institución en España, que, en la
medida que va perdiendo peso e influencia ideológica en la sociedad, gana
en tolerancia y credibilidad:
―[…] Cada día nos llegan más indicios consoladores de que la Iglesia
de España va encontrando, en esta época de cambios, su propia identidad,
no contentándose con la sola herencia de las glorias pasadas, sino tratando
de insertarse valientemente en un presente y en un futuro cargado de
283
ABC, 31-1-1970, p. 30. En las páginas finales del documento pastoral el cardenal apela a
los sacerdotes y fieles a superar la crisis y a recobrar la pujanza que el apostolado seglar
tuvo en Toledo.
207
―La otra Transición de la Iglesia…
promesas. Una Iglesia fiel a sus valores de auténtica espiritualidad y, a la
vez, con una profunda proyección social; una Iglesia pobre y consciente de
su misión de servir, sin deseos y sin vinculaciones de poder‖ 284.
Pero los movimientos obreros de AC están más pendientes de las
nuevas leyes que emanan desde el gobierno pues durante ese mismo año,
de 1969, comienza a gestarse la nueva Ley de organización sindical que,
aparentemente, no suscita grandes expectativas. De hecho, la memoria
anual del gobierno civil de Albacete destaca un cierto temor por la aparición
de partidos, atribuible a la ciudadanía, según su versión: ―[…] se ha
expuesto el deseo de una mayor apertura, junto con el temor de las
consecuencias derivadas de la existencia de partidos‖285.
Los activistas de los movimientos HOAC, JOC, JEC, JIC, JARC, y VOJ,
abogan por un cambio en la concepción de un estado en vías de desarrollo
económico, con importantes movimientos migratorios, y unos cada vez más
sonados primeros síntomas de pluralismo ideológico y político286.
284
Vida Nueva, 3-10-1970.
285
Memoria del G.C. de Albacete, 1969. AGA. (08) 22 Caja 52/00496. Se destaca, eso sí, la
Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado que confirma a Juan Carlos de Borbón y Borbón
como sucesor de Franco: ―[…] Ley que ha sido acogida con aceptación casi general, como una
prolongación adecuada del actual Régimen que garantizará la paz y el orden, acatándose
como necesaria y por estar avalada por el Caudillo‖. Ibídem.
286
En el ámbito laboral es importante la presencia de las Hermandades del Trabajo
(movimiento apostólico social de trabajadores cristianos que aglutina cerca de 150.000
militantes en el país). Los movimientos, según FOESSA: ―[…] Sabiendo en qué medida la
ignorancia incapacita al trabajador, consideran fundamentales las actividades formativas y
cuentan con realizaciones diversas para la promoción integral de los trabajadores. Su misión,
208
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En el inicio del curso 1970-71 casi medio millar de jóvenes conforman
las filas de la JOC albacetense287. Critican que el mayor gesto social de la
Iglesia sea Cáritas y sus tradicionales campañas del ―Día contra el Hambre‖
y Navidad288. La JOC de Almansa reclama cambios ―amplios, radicales y con
profundidad‖, y demanda a la jerarquía que defienda a los pobres con mayor
firmeza ante el poder político, ―los derechos y aspiraciones de los más
débiles y explotados de toda la clase obrera‖289.
En una encuesta provincial JOC delata que el 40% consideran al
sindicalismo oficial, la Organización Sindical (OS), poco o nada adecuado
para defender los derechos de los trabajadores, frente al 15% que está de
acuerdo. En general, se mantiene la visión de indefensión frente al
dar una respuesta a la injusta situación con la que hoy, sin comerlo ni beberlo, se ha
encontrado el trabajador‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación
social en España, 1970…, Op. cit., p. 9. Según Tusell los militantes con los que contaba AC
después de la crisis y abandono masivo de 1968: ―[…] eran más numerosos que todos los
grupos de oposición juntos, y, probablemente, también que los inscritos no puramente
formales en los ficheros del partido único, unos datos que prueban el peso social que todavía
tenía
el
catolicismo
en
España‖.
Tusell,
J.:
―Desarrollo
económico,
aperturismo
y
tardofranquismo (1966-1975)‖…, Op. cit., p. 652.
287
La JOC albaceteña está integrada en la Zona Levante-Sureste, que abarca las provincias
de Albacete, Murcia y Almería. AHJOC, Zona Levante-Sureste, Caja 95, carpeta, 2.3.
288
El Alcázar, Madrid, 13-3-1970. AC de Villacañas organiza varios actos en su salón de actos
para recoger dinero y alimentos y donarlos a Cáritas, acto que repetirá año tras año. El
cardenal Marcelo González bendecirá uno de sus nuevos locales en Talavera. El Alcázar,
Madrid, 12-1-1977.
289
AHJOC, Zona Levante-Sureste, Caja 95, carpeta, 2.2.
209
―La otra Transición de la Iglesia…
empresario, sin representación ni salvaguarda desde el Estado290. Junto a
varios movimientos católicos se dirigen a la jerarquía solicitando que el
proyecto
de
preeminente
ley
de
sindical
control
y
continúa
manteniendo:
dirección del
Mando
―[…]
su
Político. 2º.
posición
Siguen
encuadrados en un mismo sindicato, trabajadores y empresarios. 3º. No
existe libertad real de asociación para los trabajadores puesto que sólo
puede haber una asociación para cada actividad profesional. […] De
aprobarse este proyecto quedarían conculcados los derechos de los
trabajadores proclamados por la Doctrina Social de la Iglesia (P.T. 23 y G.S.
68)‖291.
La CEAS, a petición urgente de los obispos de Tarragona, Sevilla y
Granada, bajo la presidencia de monseñor Castán, estudia el documento y
respaldan una libertad sindical con autonomía y representatividad, siempre
eso sí, bajo la: ―[…] competencia, de la autoridad civil y de las partes
interesadas determinar en concreto las soluciones que consideren más
adecuadas en función de las diversas circunstancias‖292.
290
Ibídem. Tampoco son muy distintas las valoraciones de una encuesta realizada por Cáritas
en 1974, en La Roda, y por las que las autoridades amenazan con denunciar a sus
responsables por considerar esa publicación de propaganda ilegal. Martín García, O. J.: A
tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 36-37.
291
Carta a Casimiro Morcillo, presidente de la CEE, firmada por el presidente del Movimiento
Apostólico Seglar, Pedro Serrano García (25-10-1970). AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG,
carp. 60520.
292
―Nota de la Comisión de Apostolado Social, ante el proyecto de Ley Sindical‖, BEAT, 29-30
de octubre de 1970, núm. 11, noviembre, p. 387.
210
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
El
gobierno
civil
de
Albacete,
recalca
la
impopularidad
del
anteproyecto: ―[…] si bien en un principio no se le prestó demasiada
atención, si lo ha sido últimamente por existir la creencia de que,
posiblemente, y dada la escasa aceptación del proyecto actual, se reforme
en el sentido de una mayor representatividad‖293.
Sin embargo, el gobierno civil de Cuenca deriva el blanco y pone el
acento en el desarrollo de la Ley de Asociaciones: ―[…] Se espera, con el
natural interés, el desarrollo de la Ley de Asociaciones que ha de suponer,
indudablemente, una nueva forma de participación de los españoles en las
tareas del quehacer común y en las que deben aglutinarse, a través de la
Asociación
en
que
se
integren,
los
pareceres
no
necesariamente
coincidentes, que existan o puedan surgir en el futuro, en materia
política‖294.
Mientras los debates se generalizan, desde algunas asociaciones de
AC se continúan organizando actos de apoyo al régimen. Un año más AC
general de Los Yébenes, Mora, Sonseca, Mazarambroz y Orgaz, organizan la
visita al Valle de los Caídos y rezan ante la tumba de José Antonio Primo de
Rivera295.
293
Memoria del G. C. de Albacete, 1970. AGA. (08) 22 Caja 52/00496.
294
Memoria del G.C. de Cuenca, 1970. AGA. (08) 22 Caja 52/00497.
295
En abril de 1970 se congregan cerca de nueve mil toledanos, entre los que se encuentra el
ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, originario de esta provincia. El Alcázar, Madrid, 174-1970. La Voz de Talavera, en esas mismas fechas eleva el número de asistentes a diez mil,
de los que casi 400 son talaveranos. En 1972 el diario eleva la cifra a seiscientos cincuenta.
La Voz de Talavera, 24-2-1972. En 1975 la cifra desciende a unos siete mil asistentes y en
1977 apenas acuden figuras políticas de relevancia, principales activos ultraderechistas. Por
211
―La otra Transición de la Iglesia…
La Ley Sindical (22-2-1971) admite de forma limitada las asociaciones
profesionales y comerciales, pero no contempla cauces de participación para
los trabajadores y rompe las expectativas de muchos. Las críticas de los
movimientos obreros y de apostolado seglar de AC, así como de un grupo
importante de la jerarquía, no se hacen esperar. No así las de los obispos
ultraconservadores Guerra Campos y Cantero Cuadrado, procuradores en
Cortes que sí han defendido los intereses de la Iglesia en el debate sobre la
Ley General de Educación (LGE)296. El propio Guerra Campos, que no asiste
a la votación por encontrarse, como secretario de la CEE, en el debate del
otro lado, Mujeres de AC de Talavera se reúnen todos los lunes en sus casas para rezar por
las almas de los caídos del bando nacional en la guerra civil. Díaz Díaz, B. y Pacheco Jiménez,
C.: ―Los movimientos sociales en las postrimerías del franquismo en la provincia de Toledo
(1969−1979)‖, en Ortiz Heras, M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la Dictadura
y la Transición: Castilla-La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 239-297.
296
Preston, P.: El triunfo de la democracia en España, Barcelona, 2001, p. 91. La tramitación
de la LGE es crucial para la institución, por cuanto surgen tensiones con el gobierno por
cuestiones económicas, aunque la escasez de recursos para financiarla hace imposible
prescindir de los centros católicos, ni de los contenidos de religión en la pública. La CEE se
pronuncia con dos notas en la XII Asamblea Plenaria (11-7-1970). En la primera manifiesta
atender las clases sociales más necesitadas, favorecer la preparación de los educadores
cristianos, promocionar el trabajo de los maestros, fomentar la colaboración entre el clero y
los laicos y, finalmente, integrar la política educativa dentro de las coordenadas de una acción
pastoral común a todo el episcopado español. En la segunda subraya la discriminación de la
que sería objeto la Iglesia si el Estado impedía a los padres cristianos ejercer su derecho a
elegir el centro para la educación de sus hijos. Ambos puntos son defendidos durante el
debate en las Cortes por monseñor Cantero Cuadrado, arzobispo de Zaragoza y José Guerra
Campos. Vid. Boletín Oficial de las Cortes (BOC). Diario de las sesiones de Comisiones, núm.
23, 8-4-1970, pp. 13-15, y núm. 26, 10-4-1970, pp. 35-36.
212
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
proyecto del nuevo Concordato con la Santa Sede, puntualiza: ―Puedo
asegurar que yo no hubiera votado que ‗no‘ a la Ley Sindical‖297.
Los movimientos especializados abogan, en el fondo, por el cambio de
sistema político y nuevas reglas en el marco de convivencia. Fruto de las
jornadas nacionales de HOAC, celebradas en Toledo del 10 al 13 de junio de
ese año, sus dirigentes envían un escrito al ministro de la Gobernación: ―[…]
Allí donde por razones de bien común se restrinja temporalmente el ejercicio
de los derechos, restablézcase la libertad cuanto antes‖
298
, reclamando el
levantamiento de la suspensión del artículo 18 del Fuero de los Españoles del que iba a ser el más largo, y último, ―estado de excepción‖ en todo el
país, del 14-12-70 al 13-6-71-, tras los disturbios y huelgas en las
297
Declaraciones a Radio Nacional de España, y recogidas por La Vanguardia Española, 24-2-
1971, p. 8. También se manifiesta contrario al texto Cantero Cuadrado. Ecclesia, 31-10-1970
y 21-11-1970. Desde Vida Nueva se postula en contra del ―nihil obstat‖ de los obispos a la
Ley: ―[…] Los políticos en cuanto políticos, son muy dueños de seguir o no seguir esa voz (la
de los obispos), aun cuando deban escucharla por todo lo que vale. Pero si los políticos no
siguen esa voz tendrán que practicar la coherencia de no presumir jamás de estar realizando
la doctrina social cristiana. Sean autónomos en su gestión política, pero no la rebocen de
sermones. […] La verdadera fuerza de la voz de los obispos no está tanto en el hecho de que
su voz sea episcopal cuanto en la realidad de que está siendo la voz de quienes están
callados‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España,
1970, núm. 2, p. 8. El diario Madrid recoge las contradicciones entre las manifestaciones de
la CEAS y de los obispos procuradores: ―[…] Un obispo manifiesta su opinión favorable y
surge en su torno el aplauso con el mismo fervor con que se critica la intervención en sentido
contrario. ¿No hay otros argumentos que esgrimir? Al parecer no; por lo visto, el país sigue
acostumbrado, cómodamente acostumbrado, a los Consejos de Castilla y los Tribunales de la
Inquisición‖. Madrid, 7-11-1970, y en FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la
situación social en España, 1970…, Op. cit., p. 8.
298
ACGHOAC, diócesis de Albacete, Caja 235.
213
―La otra Transición de la Iglesia…
provincias vascas. Se suman así a la denuncia de parte de la jerarquía
eclesiástica, que reclama una ―base más sólida de una auténtica Paz
Social‖299.
El Movimiento es consciente de la necesidad de aunar fuerzas ante un
futuro convulso. Los responsables de HOAC de Albacete plantean la
posibilidad de unirse a una cabecera de zona, teniendo en cuenta a Ciudad
Real y Madrid (en 1971 forman la junta diocesana de AC: como consiliario,
Jaime Daviú Romaguera y como presidente José Calahorra Pérez; por la
HOAC es consiliario Juan Miguel Villar Pérez y como presidente Roberto
Sanchís Cuevas. Por JOC figura como consiliario Pedro Pardo García y como
presidente José María Ramírez Expósito). Sus representantes ven un
―estancamiento‖ de la organización puesto que, desde 1969, no aumenta el
número de militantes -veintiuno con cuatro centros y cuatro equipos-, al
tiempo que critican a la jerarquía por no apoyar a los perseguidos desde el
régimen, y denuncian la escasa dedicación del consiliario diocesano y de los
sacerdotes de las parroquias. El movimiento escasea de dirigentes con
dedicación plena y éstos están poco cualificados ante las exigencias que
demanda el mundo obrero, y la escasa relación con otros movimientos300. Al
referirse a la jerarquía, se recalca que ésta: ―[…] ni conoce ni apoya ni está
presente en la vida del movimiento, existe un desánimo en los militantes
ante esa actitud de la jerarquía, y miedo de sus militantes ante la actual
represión y progresivo encarcelamiento de sus más destacados militantes en
299
300
ACGHOAC, diócesis de Ciudad Real, Caja 240.
ACGHOAC, diócesis de Albacete, Caja 235.
214
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
España‖. Finalmente se elige a Amparo Garijo para asistir a la asamblea de
presidentes, a celebrar en Majadahonda301. Coincidiendo con la finalización
de las jornadas, al día siguiente, aparecen unos apuntes de Pablo VI sobre la
acción de las comunidades cristianas: ―[…] Incumbe a las comunidades
cristianas analizar con objetividad la situación propia de su país, esclarecerla
mediante la luz de la palabra inalterable del Evangelio, deducir principios de
reflexión, normas de juicio y directrices de acción, según las enseñanzas
sociales de la Iglesia‖302.
En la alta política siguen presentes los prelados afines al régimen.
Guerra Campos asiste, como procurador en Cortes, a uno de los momentos
más tensos de la décima legislatura para la aprobación de la Orden 31 de
julio de 1971 sobre bases de procedimiento electoral sobre elección de
consejeros nacionales por provincias303. El gobierno trata de asegurarse los
301
302
Ibídem.
Epist.: ―Octogesima Adventis‖, 14-5-1971, núm. 3. Piñol destaca algunos párrafos de
Pablo VI que tienen que ver con el momento en que se pronuncian para la Iglesia española y
la marcha del país: ‗Frente a unas situaciones tan variadas nos resulta difícil pronunciar una
palabra única o proponer una solución universalmente válida. No es nuestra ambición ni
tampoco nuestra misión. Corresponde a las comunidades cristianas analizar la situación
propicia de sus países, iluminarla con la luz de las palabras inalterables del evangelio…‘,
remarcaba el Papa en ese texto conmemorativo del ochenta aniversario de la Rerum
Novarum de León XIII. Es decir, la enseñanza de la Iglesia a partir de las realidades de la
historia. De esta forma, aquel corpus nebuloso que constituyó la ‗doctrina social de la Iglesia‘
se sustituía por unas ‗enseñanzas sociales‘ sensibles a las situaciones históricas, plurales y
cambiantes‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica española…, Op. cit.,
nota 37, p. 54.
303
BOE, 2-8-1971. El proceso de representación en ―democracia orgánica‖ es muy criticado
por amplios sectores de las bases católicas (esta orden se prorroga por Decreto 1823/1975
215
―La otra Transición de la Iglesia…
cuadros de representación en un momento de disturbios generalizados y
desde ciertos medios de comunicación tratan de llevar a la opinión pública el
peor cariz del enfrentamiento de ciertas bases, su interés por el cambio de
rumbo profundo en lo político, y justifican las posturas inflexibles y de
indignación de los obispos fieles al régimen304.
Al final, como observa Callahan, el desapego de los militantes de los
Movimientos por el modelo evangelizador oficial reflejan que, en muy pocos
años: ―[…] la obra destructiva de la cúpula había arruinado por completo AC
y el trabajo de generaciones de miembros del clero y el laicado‖305.
de 31 de julio, BOE, 183 de agosto de 1975, y se vuelve a prorrogar en el BOE, núm. 25, 291-1976, hasta el 30 de junio de 1977, en el periodo que surge el proyecto de Ley de Reforma
Constitucional).
304
El diario Lanza, de Ciudad Real, ―orienta‖ sobre cómo debiera ser el nuevo marco: ―[…] un
asociacionismo no ideológico, que jamás pudiese dar lugar a la constitución de partidos
políticos más o menos encubiertos‖. Lanza, ―¿Asociaciones nuevas o potenciación política de
las existentes?‘‖, sección ―Nunca la lanza embotó la pluma‖. Lanza, 9-9-1971, p. 1.
305
Callahan, W. J.: La Iglesia Católica de España…, Op. cit., p. 404. Lo sucedido en AC
trasciende fronteras. The Times (25-8-1972) informa sobre la sustitución, en la dirección de
AC, de Guerra Campos por Rafael Torija de la Fuente. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp.
10900.
216
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
217
―La otra Transición de la Iglesia…
II.3. La contestación del clero en Albacete, Toledo y Guadalajara.
El cura-obrero como nuevo modelo de evangelización
El vitalismo reivindicador de los movimientos obreros y especializados
de AC encuentra una importante receptividad entre el clero -muchos de sus
integrantes fueron militantes de aquellos-, y su labor pastoral se impregna
de fuerte contenido social. Si ya el Concilio Vaticano II aborda la renovación
en el diálogo con el mundo moderno, en el ámbito de las nuevas ideologías
imperantes como el socialismo, que significa una necesaria actualización en
la preparación inicial de sacerdotes y obispos, también permite una
autonomía para curas y diáconos en el desarrollo personal y teologal -hasta
cierto punto pastoral- desconocido hasta entonces. Mas la jerarquía
española sostiene posiciones inflexibles, en este sentido, debido, en gran
medida, a: ―[…] que el reclutamiento de éstos se hacía quizás en esferas
distintas de aquellas en las que se elaboraba y difundía el pensamiento
teológico y que, entre unos y otros, subsistía el viejo problema de la
desvertebración de la sociedad española‖306.
Pese a los cambios previstos, ciertos obispos mantienen claves
tradicionales, como analiza Aranguren, por: ―[…] su carácter jerárquico y
rígida relación mandar-obedecer, su ‗profesionalización‘ de lo sagrado, el
significado original y permanente de las palabras Obispo (‗Episcopós‘,
‗Vigilante‘), Sacerdote (‗Presbíteros‘, el más viejo), Laico (‗Lego‘, el que no
sabe nada); la exclusión de las mujeres de cualquier puesto eclesiástico
306
Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 145.
218
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
importante, y hasta cierto punto, también la exclusión de los jóvenes; la
ancianidad obligatoria de los cardenales y el propio Papa‖307.
El clero lleva tiempo denunciando una escasa formación teológica –sin
revisar desde antes del Concilio y centrada en la Escolástica- que genera un
alto grado de frustración vocacional y de crisis existencial, al no encontrar
anclajes para su función ministerial y la incapacidad a dar respuesta a todos
los problemas sociales desde una acción católica. La propagación de nuevas
ideologías deja a las claras una deficiente formación inicial con la que hacer
frente a estos nuevos influjos (en el centro de Europa, y contadas
individualidades del español, han recibido otra formación teológica más
profunda, desde la orden de los jesuitas o por finalización de doctorados en
Salamanca o Roma)308:
307
Aranguren, J. L.: ―Cambios culturales en la juventud con respecto a la religión‖, en
VV.AA. Cambio social y religión en España; Barcelona, Fontanella, 1975, p. 168. Durante el
Concilio también se estudian cuáles deben ser los fundamentos de las nuevas jerarquías
eclesiásticas y sobre la liturgia abierta, con una participación comunitaria más activa (el
primer paso para que, en 1971, se sustituya el latín, antigua lengua del culto religioso, por
las lenguas vernáculas en las misas). Gómez Pérez destaca como principales cambios: ―[…]
Se abrió paso una visión temporalista de la Iglesia, aunada con un subjetivismo
existencialista que, en la práctica, reinterpretaba el dogma y la moral con categorías
exclusivamente históricas. Este ‗progresismo‘ no tuvo perfiles definidos, pero su fuerza fue
desmesurada. Lo apoyó una gran parte de la prensa dominante, de tipo laicista y, por un
fenómeno mimético, lo secundaron algunos eclesiásticos, que se
dieron cuenta de que
repetir los tópicos al uso era la condición sine qua non para aparecer –también en los medios
de información- a la altura de los tiempos [...]‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 278.
308
El filósofo Julián Marías plantea: ―[…] cuando se piensa en lo absolutamente inadecuadas
y extemporáneas que eran sus ideas filosófica y teológicas, privadas de todo lo que ha sido
vivaz y creador en los últimos setenta u ochenta años, ¿cómo puede sorprender que al primer
contacto con una atmósfera menos confinada tantas cosas se hayan venido abajo? […] sin
219
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] a partir de los años cincuenta, Lovaina –también París,
Innsbruck, Tubinga, Múnich- fueron el de no pocos sacerdotes españoles,
quienes, por tanto, no sólo no desconocían la nouvelle théologie en el
momento en que se inauguró en Concilio, sino que la habían aprendido
directamente de sus grandes definidores: De Lubac, Congar, Guardini,
Rahner, Jedin…‖309.
Para los sociólogos la nueva mentalidad del Concilio, la presente
situación de cambio, los nuevos modos de acción pastoral: ―[…] han hecho
aflorar un desfasamiento y un cierto sentido de frustración y de duda en
muchos sacerdotes que antes del Concilio se sentían cómodos en su teología
tradicional‖310. Muchos sacerdotes ya no se identifican con la evangelización
que promueve la cúpula eclesial española311. Como apunta Iribarren, el clero
experiencia de la que ha sido de verdad el pensamiento contemporáneo, ¿puede pedirse
claridad y equilibrio?‖. Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., pp. 265-266.
309
Andrés Gallego J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Los españoles, entre la religión y la
política. El franquismo y la democracia, AEDOS, Madrid, 1996, pp. 144-145. Los autores citan
a González de Cardenal, O.: ―La Iglesia española: desde 1940 a 1990‖, Ecclesia, núm. 2.50910, p. 33, y González Novalín, J. L.: ―Cien años de estudios eclesiásticos en España‖,
Estudios, seminarios y pastoral en un siglo de historia de la Iglesia en España (1882-1992),
Roma, 1992, pp. 34 y ss.
310
FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…,
Op. cit., p. 8.
311
José M. Díaz Mozaz describe cómo los resultados son indicadores de un proceso dialéctico-
contestación e institucionalización de nuevos valores, cuyos momentos pasan del desasosiego
y desorientación -que producen en los sacerdotes la inadecuada formación recibida- a la
contestación a la propia institución para después elevarse y concretarse en la autoridad, la
220
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
tiene que decantarse por una u otra opción, renovarse o mantenerse
conservador:
―[…] El clero, más cerca de las inquietudes diarias y más lejos de las
responsabilidades históricas, se divide. […] es hendido, como cualquier
conjunto humano, por una diferencia casi genética: ser conservador o ser
renovador se lleva en las células. […] en ambos extremos se destacan
sectores especialmente radicales: el marxismo más o menos bautizado
puede ser una tentación que seguramente termina en enfrentamiento
antiepiscopal; el integrismo hace enfermar a los tímidos y termina,
igualmente, en protesta contra los obispos‖312.
Mientras la jerarquía inmovilista de CLM continúa la ―recatolización‖
de la sociedad, como si se tratase de una etapa más del primer franquismo,
en Albacete, como ejemplo a destacar, la imparable ola de secularización
supone la pérdida de casi un 68% de católicos que se ―alejan‖ de la práctica
religiosa313. Los sacerdotes son conscientes de que, sobre todo en los
jerarquía. Díaz Mozaz, J. M.: ―Dialéctica del cambio o secularización‖, Vocaciones, núm. 51,
marzo-abril, 1971.
312
Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., pp.
18-19.
313
―Sociología Pastoral. Informe sociográfico de alejados de la práctica religiosa en la
Diócesis de Albacete‖, BOOA, núm. 3, mayo, 1968, pp. 200-209. En Albacete capital el
porcentaje es del 56,42%. El término ―alejados‖ se da a los que no cumplen con la práctica
dominical y comunión semanal. Otra diócesis de nuestro estudio que aparece en los mismos
porcentajes es Ciudad Real. Vitoria da el porcentaje menor, 13%. Jaén el mayor con 79%. En
el resumen se destaca: ―Entre la gran masa de alejados, 37.237 son obreros no cualificados=
221
―La otra Transición de la Iglesia…
últimos lustros, la sociedad española va cambiando su actitud respecto de la
religión -se impone un momento de transformación secularizador-, lo que
supone un serio hándicap a la hora de implicarse y llevar el Evangelio.
Sienten también la necesidad de introducir cambios en cuanto a la
organización eclesiástica, pues consideran la necesidad del diálogo con los
movimientos sociales, lo que a juicio de algunos obispos fieles al régimen, y
del gobierno, supone una instrumentalización de la institución314. En
definitiva, el clero es, junto a otros colectivos eclesiales, un elemento más
que trata de exponer sus criterios al hilo de estos cambios, tal y como
defiende J. I. Calleja:
―[…] unas prioridades temáticas, insinúan una vertebración ‗cristiana‘
de
su
postura
(opciones
proclamadas,
bases
teológicas
explicitadas,
peones. 24.666 son chicos y chicas de 10 a 19 años. Puede presumirse la influencia negativa
de estos alejados al constituir nuevas familias a la vuelta de muy pocos años. El mundo
obrero y el juvenil, requiere una pastoral urgente y bien cuidada‖. Ibídem, p. 209.
314
Para Simón Arce: ―[…] La modificación de la postura de la Iglesia con respecto al
régimen sería fruto de los cambios que se habían producido en los años precedentes en la
sociedad española, un menor grado de ruralización y el desarrollo económico, habrían
desalojado a la Iglesia de sus tradicionales espacios sociales de influencia, y el desenganche
era la forma en que la Iglesia se adecuaba a ‗los nuevos tiempos‘ para tratar de seguir
detentando el poder como principal actor social de difusión de códigos éticos y morales. […]
en los diversos informes sociológicos, que en la década de los sesenta y setenta se realizaron
y que ponían en evidencia, el grado de secularización y de laicización creciente que se estaba
dando en la sociedad española, y que conllevaba que un número cada vez mayor se
distanciara de los planteamientos éticos y morales postulados por la Iglesia sobre temas
como, la moral sexual, las virtudes ético-cristianas o el compromiso político en opciones de
izquierdas, incluso marxistas‖. Simón Arce, R. A.: Op. cit.
222
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
legitimidad eclesial reclamada…), reivindican e invitan a cierta praxis eclesial
y política. Podemos decir que todos convocan a un determinada ‗oferta
pastoral‘‖315.
Todos estos temas, la preocupación creciente por la situación personal
del sacerdote, precaria en cuanto a su sustento, el déficit en su formación
inicial, su participación en los movimientos de AC, e inquietud apostólica,
son analizados en la reunión de representantes de los seminarios de Murcia,
Orihuela (Alicante) y Albacete (23-4-1968)316. Sus conclusiones sostienen la
importancia que tienen los Movimientos, y los cambios profundos que deben
darse a la hora de la evangelización con los jóvenes: ―[…] Más inquietud
apostólica, al conocer los problemas de los demás muchachos (esto vale no
para todos, sino para los más hechos), y más apostolado de hecho (JEC,
movimiento junior, A.C., contactos personales catequesis)‖317.
Es significativo apuntar aquí cómo se vive con mayor intensidad la
militancia en las diócesis cercanas a CLM, de Murcia, Valencia y Alicante
que, además, históricamente, han sido las más tempranas en denunciar la
colaboración de la Iglesia con Franco. Como apunta Martín García, el
discurso del sacerdote de esos años se sostiene en varios argumentos: ―[…]
315
Calleja, J. I.: Op. cit., p. 22.
316
Los seminaristas albaceteños vienen, desde hace años, siendo ―militantes‖ preocupados
por una realidad social cambiante (en los años cincuenta, concretamente en 1954, coinciden
en las aulas del seminario mayor Tomás Malagón y Guillermo Rovirosa, líderes y mentores de
la HOAC, y Juan Cárdenas, originario de JOC de Villarrobledo).
317
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 109.
223
―La otra Transición de la Iglesia…
rompe frecuentemente con la Iglesia institucional, admite sus relaciones
personales con Dios y con Cristo pero no aceptan la profesión externa. Por
otra parte, se encuentran sin ideología y caen de plano en el marxismo‖318.
En una encuesta interna, en el seminario de Albacete, en julio de ese
mismo año, aparecen ya dos teólogos, nueve filósofos y cuatro bachilleres
dedicados a los movimientos especializados319. Ahondando en las razones
que están detrás del rechazo de este clero ―contestatario‖ a los viejos
dictados figuran aspectos como los que destaca Martín de Santa Olalla:
―[…] un importante número de sacerdotes que realmente no eran
vocacionales de su condición, sino que se encontraban dentro del clero por
una necesidad de subsistencia en un país que había pasado por un
subdesarrollo muy acusado; la ausencia de una auténtica modernización de
la Iglesia española, muy atrasada teológicamente con respecto al resto de las
Iglesias europeas; y la ubicación dentro de un régimen dictatorial, que hacía
muchas veces convertir las predicaciones en una pura y dura lucha
política‖320.
Muy pronto aparecen en la Diócesis los curas-obreros, que actúan en
comunidades de base propalando mensajes doctrinales y llevando, hasta sus
últimas consecuencias, la renovación vaticanista como instrumento de lucha,
318
Ibídem, pp. 101-102.
319
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 278.
320
Martín de Santa Olalla, P.: ―El
clero contestatario de finales del franquismo. El caso
Fabara‖, Hispania Sacra, Legalidad y conflictos, 58, 117, enero-junio 2006, pp. 223-260.
224
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
traspasando en multitud de ocasiones el límite de lo religioso321. En su
contacto
con
el
mundo
del
trabajo
estos
sacerdotes
fomentan
su
"compromiso temporal", produciéndose un progresivo predominio de la
"adscripción de clase", frente a la adscripción religiosa, lo que para algunos
obispos supone una seria e importante ―desviación‖ de sus obligaciones
sacerdotales322. La jerarquía opta por la sanción o el traslado de diócesis. El
primer cura-obrero que es obligado a cambiar de parroquia, por ―prédicas‖
molestas a los terratenientes, es Pablo Zabas Marinas323.
Algunos de estos ―agitadores‖ reciben denuncias desde el gobierno
civil, como las que se tramitan a José Carrión Munera, Eufrasio Campayo
Sánchez, y Florencio Ballesteros, por organizar unas jornadas sobre
321
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 101-102. El autor añade:
―[…] La actitud de los curas-obreros y otros seglares que tenían, según la JOC, una ‗actitud
crítica despertada por la revisión de vida, creó una actitud anti de oposición al Estado y a la
Iglesia‘, que cuestionó la ‗misma constitución ideológica del Estado español surgida al
finalizar la guerra civil‘‖.
322
Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 315. Serrano añade: ―[…] Además, esta contestación
intraeclesial se acentúa por razones políticas, dado que cada vez, son más los sacerdotes que
condenan el apoyo jerárquico al poder político y el comportamiento socio-político de la
Iglesia‖. Vid. Echarren Ysturiz, R.: ―Los Nuevos Curas‖, en Ruíz Giménez, J.: Iglesia, Estado y
Sociedad en España, 1930-1982. Barcelona, Argos-Vergara, 1984, pp. 283-294, y ―Los
sacerdotes a los veinte años del Concilio‖, Laboa, J. Mª (ed.): El posconcilio en España…, Op.
cit., pp. 251-279.
323
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., pp. 146-148. Muchos de estos curas-obreros trasladan sus
residencias a barrios de la periferia y pueblos albaceteños.
225
―La otra Transición de la Iglesia…
emigración con un grupo de jóvenes de AC, en Villamalea324. Sacerdotes de
Pozo Cañada y Ledaña, también son acusados por incitación al sindicalismo:
―[….] animaban a los vecinos a formar sindicatos de agricultores elegidos
por ellos mismos…‖325. En el caso del párroco de Pozo Cañada sus
seguidores manifiestan: ―[…] nos influyó a toda una generación de gente
joven, incluso mayores… que llegaba a la Iglesia y hablaba de temas
sociales
o
de
temas
políticos
[…],
escandalizaba
a
la
gente
bien
pensante‖326. El empuje reivindicativo del clero de Albacete queda manifiesto
en las acciones previstas para la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia
(10-7-1968) desde el Secretariado Diocesano de Pastoral:
―-Una campaña de predicación homilética en las misas en los tiempos
menos fuertes del año litúrgico… -Aprovechar la liturgia de los domingos que
ofrezcan una base para ello para brindar asimismo esquemas oportunos. –
Convendría también difundirla también por medio de cursillos, conferencias y
radio, de la manera que oportunamente se habrá de considerar. Para todo
esto será conveniente consultar a los sacerdotes para que sugieran los temas
que convendría tratar o más bien los hechos sociales que consideraran más
324
El informe destaca: ―[…] El marcado matiz progresista de los tres sacerdotes citados,
aconseja averiguaciones lo más disimuladamente posible, para poder llegar al fondo de la
cuestión…‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010.
325
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 181-182.
326
Ibídem.
226
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
influyentes en la vida de sus feligreses, y que por tanto convendría iluminar
cristianamente‖ 327.
En lo que se refiere a la archidiócesis de Toledo existe constancia de
varios informes de la guardia civil de 1965 sobre el sacerdote de Malpica de
Tajo, Alberto Guzmán Martín-Delgado -vigilado estrechamente por el
gobierno desde 1959, y sus homilías compiladas- como aglutinador principal
de la HOAC, a la que ha afiliado ―personal de dudosa conducta política‖ 328.
Sobre las reuniones del Movimiento reflejan que se tratan: ―[…]
asuntos ajenos a la religión y que por el contrario se censuraba a las
Autoridades locales y que se incitaba a los obreros contra los patronos,
creando malestar social‖. De su homilía durante la festividad de San Isidro
Labrador,
un
informe
gubernamental
destaca:
―[…]
nos
llamarán
REVOLUCIONARIOS pero no hay que ceder atrás, sino al contrario, continuar
adelante. No hay que ser cobardes, porque nuestro Gobierno no se preocupa
de los labradores. Por eso los mejores obreros se van al extranjero, donde
encuentran más calor…‖329. El informador añade supuestas conductas
reprobables al sacerdote: ―[…] un tanto extraña, tanto en el orden moralsexual como en el social, gozando de poca reputación en aquella localidad.
327
BOOA, núm. 3, mayo, 1968, p. 198.
328
AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540.
329
Ibídem.
227
―La otra Transición de la Iglesia…
Con cierta frecuencia ha requerido libidinosamente a señoras y jóvenes del
pueblo, trascendiendo a la población‖330.
Otro sacerdote, Luis Rodríguez Oliver, es obligado a trasladarse a
Madrid, quien una vez allí, accede desde la comisión diocesana, a la
asamblea nacional. Le sustituye Pablo Sanz Tarancón, quien a su vez es
relevado por José Cuerda Garví, en un momento muy delicado y de fuertes
tensiones a nivel local.
La implicación de varios sacerdotes consiliarios y coadjutores al
mundo del trabajo, los curas-obreros presentes en barriadas deprimidas de
la capital toledana, con especial vinculación con JOC, les supone, a una gran
mayoría, el abandono de su ministerio, o se secularizan, tal y como recuerda
Antonio Galán, presidente del Movimiento durante aquellos años:
―[…] El grupo más importante estaba en Santa Bárbara, pero tuvimos
otros grupos en Santiago del Arrabal, Santa Leocadia, en el barrio de San
Martín, la parroquia de La Cabeza y en la Casa de la Cultura del Poblado
Obrero. Estos movimientos los llevaban los coadjutores. Recuerdo a Ángel
Rubio y Agustín, y en La Cabeza Pedro Miguel Isaac y Mariano Muñoz. Pedro
Miguel,
Mariano
y
Matías
Manchado,
abandonado el sacerdocio‖331.
330
Ibídem.
331
Antonio Galán, de la entrevista ya citada.
fueron
curas-obreros
que
han
228
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Es tal la preocupación en la cúpula de la CEE que se plantea regular
las actividades de los curas-obreros durante la VIII Asamblea Plenaria
(noviembre de 1968)332.
En la zona de Talavera de la Reina se vigilan los pasos de los
sacerdotes Aurelio de León, Arturo Cañizares y Antonio Zapero, párrocos de
la iglesia de San Andrés. Sus constantes denuncias al régimen son
respondidas y criticadas con dureza por el toledano Blas Piñar, líder de FN,
en una conferencia con motivo de la celebración de las bodas de oro de la
Adoración Nocturna en la localidad talaverana333.
332
Según Iribarren: ―[…] la posibilidad de regular canónicamente en España los ‗sacerdotes-
obreros‘, según la nomenclatura popularizada, ya que existían de hecho con permiso de sus
obispos o superiores religiosos; la Plenaria dio normas comunes provisionales, que luego
habrían de ser adaptadas a las circunstancias particulares de cada Provincia Eclesiástica antes
de un plan definitivo‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 19651983…, Op. cit., p. 15. Las cargas de la policía desalojando templos, donde se reúnen
católicos simpatizantes de agrupaciones obreras y sindicales con curas-obreros, aparecen en
medios fuera del país: ―Unos 350 católicos, entre los que figuraban algunos sacerdotes,
fueron invitados a salir de una Iglesia anoche en esta capital (Madrid), cuando intentaban
celebrar un servicio ‗por los miembros de la Iglesia perseguidos y detenidos en España‘‖,
recogido por Le Monde (París) que se hace eco de la noticia con el titular ―Creciente malestar
entre la jerarquía y los sacerdotes comprometidos en la Acción Obrera‖. El arzobispo Morcillo
retira la autorización de una asamblea litúrgica de AC que le solicitan: 1. Que una declaración
condene la represión que ha seguido a la semana de lucha y 2. Que todos los obispos
procuradores presenten su dimisión en las Cortes y sigan así el ejemplo de monseñor
González Arzobispo de Barcelona, tiempo después cardenal de Toledo. Ortiz Heras, M.:
―Iglesia y control social. De controladora a controlada‖, en De la Cueva Merino, J. y López
Villaverde, Á. L.: Clericalismo y asociacionismo católico en España…, Op. cit., pp. 23-30.
333
La Voz de Talavera, 25-6-1969. Las bodas de oro de la asociación ―Adoración Nocturna‖,
creada en 1918, se celebran con un año de retraso en Talavera. Durante los actos del 19 de
229
―La otra Transición de la Iglesia…
En respuesta a esos ataques Antonio Zapero responde con un artículo
en la prensa local, donde argumenta que la acción pastoral no puede
alejarse de la denuncia social en tiempos de falta de libertades y dura
represión. Blas Piñar reacciona con la dureza verbal que le caracteriza y, con
la ayuda del sacerdote integrista Venancio Marcos, a través de charlas
radiofónicas y de una carta al director del semanario La Voz de Talavera,
consigue la ―censura‖ a Zapero por parte del director del semanario,
Francisco Fernández-Vegue, durante varios meses.
En el resto de las diócesis de la región se produce una escasa
contestación por parte del clero en estos años. Tal es el caso de Cuenca
donde los sacerdotes apenas están movilizados, o presumiblemente, como
en el resto, muy controlados. De aquel periodo tan sólo destaca la crítica al
gobierno, y a la figura del gobernador civil, del sacerdote de Boniches, José
Herráiz Martínez, por el mal estado de las calles del pueblo (22-3-1968).
Tras la denuncia del jefe de línea de la guardia civil de Cañete, se le impone
una multa de diez mil pesetas (una cifra considerable para la época en
relación a su salario). A finales de abril, después de celebrarse la Junta del
Consejo Presbiterial de la Diócesis, los sacerdotes Herminio Ruipérez
Rodríguez,
Jesús
Jarabo
López
y
Gerardo
Cano
Medina,
proponen
manifestarse frente al gobierno civil en contra de esta sentencia. La
intervención de Julián Castellanos, canónigo abogado, aplaca la protesta:
―[…] al oír el alboroto y, enterado de los propósitos y motivos,
manifestó: ‗que el hecho cometido era grave y podía haber sido condenado el
febrero de 1969, participa el cardenal Enrique Tarancón. Bodas de Oro. Adoración Nocturna
de Talavera de la Reina, 25 de mayo a 1 de junio 1969, Talavera, Imprenta Ebora, 1969.
230
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
sacerdote D. José Herráiz, a 30 años de reclusión mayor‘. […] Estos
comentarios, que están siendo de dominio público, motivan que se hagan
continuas censuras hacia los Sacerdotes de Cuenca, D. Herminio Ruipérez
Rodríguez, principal inductor, D. Jesús Jarabo López y D. Gerardo Cano
Medina, que apoya a los anteriores, extendiéndose las censuras al Sr.
Obispo, por no tomar medidas enérgicas contra estos Sacerdotes, en vez de
la actitud benevolente que está adoptando‖ 334.
En otras regiones, como el País Vasco, el clero se involucra en las
protestas de septiembre de 1968, y el gobierno acusa a los sacerdotes de
dar cobijo -o pertenecer- a la organización independentista Euskadi Ta
Askatasuna (ETA)335. Para Jesús Iribarren la Iglesia se convierte en el
―campo de batalla‖ propicio para la lucha antifranquista:
―[…] Decadente ya por desgaste el autoritarismo del Estado y
convocada por el concilio la ‗puesta al día‘ de la vida eclesial y de los
derechos humanos y cívicos, algunos se dieron prisa en reclamar cambios en
334
Nota informativa de la Segunda Sección de E.M. (S.I.G.C.), Madrid (21-5-1968). AGA.
MIT. CUL. GE, C. 566, IG, carp. 45190. La solución al problema pasa por una carta que
envían estos dos sacerdotes al resto de sus compañeros para realizar una colecta con que
pagar la multa del párroco de Boniches, haciendo constar que cuentan con la autorización del
obispo. Unos días después, el vicario de la diócesis envía otra carta diciendo que es incierta
esa afirmación y que el obispo no ha concedido autorización para esa colecta solidaria.
335
En el País Vasco la acción contestataria de una parte del clero se radicaliza en los orígenes
del grupo terrorista ETA. Para la jerarquía es la confirmación de que ciertos militantes de
HOAC y JOC acaban integrándose en partidos de ideología marxista y organizaciones
sindicales izquierdistas. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 279.
231
―La otra Transición de la Iglesia…
uno y otro ámbito; y, visto que aún estaban cerrados los cauces políticos de
participación y los vehículos de información pasiva, optaron por reñir sus
batallas en el campo de la Iglesia, que les estaba abierto‖ 336.
En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, ya en 1970, surge un grupo
formado por una docena de jóvenes curas-obreros y contestatarios, bajo las
siglas de la Organización de Curas Autónomos (OCA)337. Casi todos sus
componentes ejercen en parroquias de la sierra norte y Señorío de Molina,
territorios empobrecidos económica y socialmente donde comparten tareas e
impulsan cooperativas agrícolas o ganaderas y talleres textiles con el fin de
frenar el éxodo rural. Defienden, como consigna intraeclesiástica, una mayor
participación de los laicos en la gestión de la Iglesia. Su activismo genera la
vigilancia por parte de la policía, y el control sobre su acción pastoral por su
obispo, Laureano Castán Lacoma.
En los informes gubernamentales se señala al ex-rector del seminario
menor, Félix García Matarranz, como líder del grupo. A sus reuniones asiste
336
Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p.
12.
337
Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y
transformaciones en Guadalajara‖, en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la
transición: Castilla La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 209-214. En el texto referido
aparecen
como
―Organización
de
Curas
Amargados‖,
pero
su
denominación
como
―organización contestataria‖, según el gobierno, es Organización de Curas Autónomos (OCA).
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580.
232
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
con asiduidad el canónigo de Málaga, José María González Ruiz, lo que
muestra indicios de su conexión entre distintas asociaciones del país338.
El gobierno calcula que el grupo llega a contar con cerca de treinta
sacerdotes a los que califica: ―[…] casi todos ellos indeseables desde todos
los puntos de vista‖339. La pretensión de generar un deterioro en su imagen
pública es pertinaz. En los detalles del informe sobre el sacerdote Miguel
Ángel Gutiérrez Martínez se destaca: ―[…] su forma de vestir… sus paseos
frecuentes con muchachas jóvenes y sus baños en el río acompañado por las
mismas
[…]
homilías
demagógicas
político-sociales‖340,
y
sus
manifestaciones a favor de una solución favorable para los acusados en el
―Proceso de Burgos‖341. El mismo informe indica que el obispo Castán: ―[…]
ha ordenado cese en sus funciones de Párroco. Se dice que le ha invitado a
338
Para Jesús Recuero: ―A muchos de esos sacerdotes se les vio que su acción era política
más que religiosa, pero su fuerza no fue más que testimonial pues muchos de ellos no se
implicaron realmente en cuestiones de peso, ni se mantuvieron en sus reivindicaciones con
contundencia en el tiempo‖. Testimonio de Jesús Recuero, delegado de apostolado seglar en
la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, sacerdote de la parroquia de San Antonio de Padua,
Guadalajara, 18-2-2011.
339
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580.
340
Ibídem.
341
El ―Proceso de Burgos‖ se inicia el 17 de diciembre de 1970. Desde cierto sector de la
jerarquía se suscribe un documento encabezado por Luis Barbero, José Bueno y Virgilio
Sánchez solicitando clemencia. Al documento se unen obispos de otras diócesis como
Salamanca y Sta. Cruz de Tenerife. Casimiro Morcillo y Guerra Campos no lo harán. AGA,
Cultura, MIT. GE, Caja 568.
233
―La otra Transición de la Iglesia…
que pida la secularización, para evitar la violencia de aplicación de otras
sanciones más severas, pero se niega rotundamente a esta solución‖342.
Otros sacerdotes de la OCA son Antonio Gregorio Ruiz (quien
promueve la recogida de firmas a favor de los procesados en 1970), José
María León Acha, Jesús Santamaría Castillo, José Hermenegildo Yela López,
Julio García Rodríguez, Florencio Alba Herranz, y Santos Monge Carbajosa, a
los que, en varios casos, se relaciona desde el gobierno con supuestas vidas
disolutas por supuestas relaciones con jóvenes y casadas, visita a bares,
que no visten jamás sotanas y de ideología anti-régimen343.
Estos sacerdotes sufren tal presión policial y eclesial que algunos de
ellos abandonan el sacerdocio (como Eduardo, sin apellido en las fuentes,
como veremos en la mayoría de los enumerados, el sacerdote de Galve de
Sorbe, y que tampoco figura su nombre pero sí que ejerce de fontanero;
Jesús, el cura del barrio obrero del Alamín; Antonio Gregorio; Lorenzo, un
salesiano posteriormente secularizado; Julián del Olmo, posteriormente
periodista en Madrid, y Antonio Mazarío que ejercerá como profesor de
autoescuela)344.
342
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580.
343
Ibídem.
344
Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y
transformaciones en Guadalajara‖…, Op. cit., pp. 210-211.
234
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
235
―La otra Transición de la Iglesia…
Capítulo III. La convulsión de la Asamblea Conjunta de obispos y
presbíteros (1969-1971)
III.1. La “Transición eclesiástica” de una Iglesia sumida entre la
secularización y la politización
La Iglesia vive, a finales de los años sesenta, varios frentes abiertos.
La crisis desatada por la participación en las movilizaciones sociales y
políticas de miles de militantes de los movimientos obreros de AC, así como
del clero contestatario, lleva aparejada otra de mayor calado si cabe, fruto
de los vientos secularizadores que azotan la sociedad en su conjunto, cual
es el descenso en las vocaciones (si en 1956 se ordenan 1.033 seminaristas,
en 1963 son 808; en 1971 esta cifra caerá a tan sólo 281, en 1972 será de
390, y el número de captaciones se reducirá en casi un 30%). El total, en
todo el país, ha bajado en 1601 sacerdotes diocesanos, de 25.403 a 23.802,
entre 1963 y 1972345. (Cuadro 1).
345
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). Anuario estadístico. ―Culto y clero‖. Datos
facilitados por la Oficina General de Información y Estadística de la Iglesia, año 1972. En la
provincia eclesiástica de Toledo las cifras no son más optimistas, como se puede apreciar en
el Cuadro del Anexo 2. Capítulo III. Personal del clero por provincias, donde aparecen los
datos de todas las diócesis del país, referentes a 1968, un momento decisivo por cuanto
supone el punto álgido en la crisis entre jerarquía y clero. Como afirma Cárcel Ortí, las
manifestaciones más inmediatas que se producen son el indiferentismo práctico, la
identificación Iglesia-Estado, y una escasa fiabilidad, sobre todo en las nuevas generaciones,
de todo lo que se refiere a la Iglesia. Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…,
Op. cit., p. 479.
236
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Fuente: INE. Anuario estadístico. “Culto y clero”.
Por provincias, en CLM, son llamativos las escasas ordenaciones que
pasan en Albacete de 125 en 1966 a cinco en 1975, Ciudad Real se redujo
drásticamente de los 370 seminaristas de 1967 en los sucesivos años,
Cuenca pasaba de 129 en 1950 a 73 en 1970 y Toledo del casi medio millar
de los sesenta a los ―apenas 58 en 1975‖346. Estas cifras ―dibujan‖ una
institución envejecida ―sin posibilidad de recambio‖, y el seminario ya no
supone la opción de los años cincuenta donde se imparte educación básica
de calidad y, en muchos casos, sustento económico a la familia del
seminarista, al tiempo que una estrategia de ascenso social347. Laureano
Castán, obispo de Sigüenza-Guadalajara, aboga por la importancia de
346
López Villaverde, Á. L. (Coord.): ―El nacional-catolicismo y sus secuelas‖, Historia de la
Iglesia en Castilla La Mancha…, Op. cit., p. 289.
347
Aranguren, J. L.: ―Cambios culturales en la juventud con respecto a la religión‖, en
AA. VV.: Cambio social y religión en España; Barcelona, Fontanella, 1975, p. 168.
237
―La otra Transición de la Iglesia…
propiciar entre los jóvenes, como en épocas remotas, una vocación
temprana desde la institución, como freno a la secularización:
―[…] Frente a los fríos vientos de secularización, que repercuten
también en las mentes sacerdotales y en la conciencia colectiva del mismo
pueblo de Dios, hay que insistir en este aspecto, tanto para ayudar a vencer
ciertos complejos de inferioridad en algunas almas consagradas como para
que la vocación sacerdotal brille con atractiva luminosidad a los ojos juveniles
que se interrogan con fe cristiana sobre los planes que Dios pueda tener en
relación con el futuro de su vida‖348.
Al problema por falta de renovación del clero, se suma la no asunción,
en
muchos
sumamente
casos,
del
jerarquizada.
tipo
La
de
organización
figura
del
eclesiástica
obispo
está
en
tradicional,
entredicho.
Precisamente sobre las vertientes sobre las que debe girar la acción de los
prelados, a la hora de llevar a puerto los preceptos del Concilio, discurre la
intervención de Pablo VI ante la II Conferencia Episcopal Latinoamericana
(CELAM) de Bogotá (23-8-1968):
a. ―Orientación espiritual personal‖,
b. ―Orientación pastoral‖ para sacerdotes ―en la consistencia y
funcionalidad queridas por el Vaticano II‖, y
c. ―Orientación social‖, sobre la pobreza349.
348
Castán Lacoma, L.: ―La vocación más excelsa‖, carta pastoral con motivo del ―Día del
Seminario‖, BOOSG, núm. 2175, marzo, 1969, p. 161.
349
Fliche, A y Martín, V.: Hª de la Iglesia, Tomo complementario 1, ―La Iglesia hoy‖, EDICEP,
Valencia, 1978.
238
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Enrique y Tarancón se identifica con estos preceptos en un momento
de cambios profundos en la mentalidad de la propia Iglesia, donde el obispo
debe comportarse como una persona pública, consciente de la importancia
de unos actos que conllevan una trascendencia extraeclesial, en ciertos
aspectos políticos:
―[…] Ejerce el ministerio que ha de influir necesariamente en la vida y
en la actuación de la comunidad cristiana y en la vida personal de muchos
miembros del pueblo de Dios. Sus funciones de magisterio y de gobierno,
principalmente, tienen, además, una auténtica trascendencia extraeclesial y
aún, no pocas veces, en el aspecto social, humano y hasta político‖ 350.
Sin embargo, para el obispo conservador de Ciudad Real, Juan Hervás
y Benet, presente en Bogotá, esa cuestión no es clave, pues su figura debe
ser eminentemente evangelizadora, maestro de la Fe:
―[…]
Antes que administrador, legislador
y jefe visible de la
comunidad diocesana, es la de evangelizador y testigo de Jesucristo
resucitado, con una misión concreta de dar a los fieles el alimento de la
palabra de Dios y la gracia santificadora de los sacramentos. El obispo es
primeramente maestro de la Fe y custodio de la revelación que es la
respuesta válida que el mundo necesita y muchas veces busca ansiosamente
sin darse cuenta de ello‖351.
350
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 8.
351
Hervás, J.: Pastoral ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, 1-2-1974. AGA,
Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. En el mismo texto rechaza las tesis del
239
―La otra Transición de la Iglesia…
Coincide con Hervás y Benet el obispo José Guerra Campos para quien
los prelados deben limitar su orientación hacia lo pastoral, lo religioso, a lo
moral-católico, trayendo la figura de Jesús y su mensaje en ―el bien
temporal‖:
―[…] Jesús no se dedicó, de ninguna manera, a la reforma estructural
o institucional, y en el límite de esa línea de reforma rechazó la tentación
político-social, a pesar de que comparecía ante su pueblo como instaurador
del Reino, y no sólo como anunciador‖352.
marxismo, y de las ideologías de la ―muerte de Dios‖ que para él ―han traído consigo la
―muerte del hombre‖. Ibídem. Juan Hervás y Benet nace en Puçol (Valencia) el 30-11-1905.
Cursa estudios eclesiásticos en el Seminario de Valencia. Ordenado sacerdote (16-6-1929),
es vicario de Jesús Pobre (Denia) y párroco de Ayódar. En 1931 es nombrado director del
reformatorio-colonia ―San Vicente Ferrer‖ de Godella y un año después cura regente de
Vinalesa. En la universidad de Friburgo (Suiza) se doctora en derecho civil y canónico. En
1939 será director del colegio mayor San Juan de Ribera de Burjasot. El 8 de enero de 1944
es nombrado, por el papa Pío XII, obispo titular de Alinda, y auxiliar del arzobispo Prudencio
Melo en Valencia, siendo, a la muerte de éste, vicario capitular (31-10-1945). De Hervás y
Benet el cardenal Tarancón recuerda: ―‗[…] fueron nombrados obispos Casimiro Morcillo y
Juan Hervás, que habían compartido conmigo las tareas de la Acción Católica. Y aunque ellos
dos fueron nombrados obispos auxiliares –de Madrid y Valencia respectivamente- y no fueron
presentados por Franco, era evidente que esos nombramientos complacieron al gobierno de
entonces y, en especial, a Martín Artajo (ministro de Asuntos Exteriores).‖ Enrique y
Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 39. El 26 de octubre de 1946 es nombrado obispo
coadjutor de Mallorca, y obispo residencial el 22 de diciembre de 1947. Desde esta diócesis
impulsa el Movimiento de los Cursillos de Cristiandad (MCC).
352
Guerra Campos, J.: ―Actitud y comportamiento del mismo Jesús ante el bien temporal‖, en
Buscad primero el reino de Dios y su justicia, recopilación de varias conferencias en 1979,
que tienen su continuación en un ciclo de ADUE en Madrid (21-3-1985). BOOC, núm. 5-7,
agosto-octubre de 1987, p. 175. Contenidos que figuran en: ―El Obispo: su misión y
responsabilidad‖, BOOC, 30 de junio, publicado en septiembre de 1974, pp. 159-162.
240
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Estas visiones pueden traslucir el papel que cada obispo puede tomar
a la hora de desarrollar su labor pastoral, o argumentar las conclusiones del
Concilio.
A su llegada, a la diócesis de Albacete (7-12-1968), Ireneo García
Alonso, estrecho colaborador Enrique de Pla y Deniel en Toledo, y
reconocido como ―uno de los más prominentes católicos del régimen‖353, en
sustitución de Tabera Araoz, en su intervención en la catedral manchega -y
ante el nuncio apostólico, Luigi Dadaglio-, expone los que, según su criterio,
son los principales problemas de la Iglesia: las nuevas ideologías que se
están infiltrando en la institución, y una peligrosa falta de disciplina:
―[…] Peligros ideológicos, peligros disciplinares. Peligros de cara a la
fidelidad a la auténtica tradición de fe y costumbres. Peligros de cara a las
exigencias de un mundo nuevo que desconfía de todo lo pasado. Tensiones
de mentalidad entre las distintas generaciones; tensiones de obediencia y de
autoridad; tensiones entre los sectores clericales y los laicales. Crisis de
religiosidad, de métodos pedagógicos, de métodos pastorales. A ello hay que
agregar las repercusiones que tiene en la vida eclesial la inestabilidad
cultural, social o política‖354.
353
López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia y los católicos: De la legitimación al desenganche del
régimen‖, en Requena Gallego, M. (coord.): Castilla-La Mancha en el Franquismo, Biblioteca
Añil, Madrid, 2003, p. 108.
354
BOOA, núm. 1, enero, 1969, p. xvi. Ireneo García nace en Quintanilla Vivar (Burgos), el
25 de marzo de 1923. Ordenado sacerdote (27-3-19489), ha realizado sus estudios en los
seminarios menor de Burgos y mayor de Toledo. Obtiene la Licenciatura y Doctorado en
Sagrada Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Después de ejercer en Badajoz,
es profesor del seminario mayor de Toledo, donde es consiliario de AC en las ramas de
241
―La otra Transición de la Iglesia…
En Albacete se vislumbra que los contenidos pro-Concilio entrarán en
claro retroceso355. En ésta, como en el resto de las diócesis castellanomanchegas, aparecerán visiones contrapuestas, y hasta de conflicto con las
bases, pues mientras otros obispos ―atemperan‖ la presión ideológica sobre
sus feligreses, y marcan un cierto relativismo a la libertad de acción, aquí se
mantienen los viejos valores y estamentos del franquismo. No está clara la
frontera de términos entre sus ideologías y lo marcado desde Roma356.
Un ejemplo de esta ambigüedad se produce a principios de 1969,
durante el ―estado de excepción‖ declarado por el gobierno en el País Vasco,
cuando desde la comisión permanente del Episcopado se pide, a través de
una nota (7-2-1969), y en un hecho inaudito hasta entonces, que se
oficinistas, estudiantes y jóvenes. Después de ejercer como secretario de Enrique Plá y
Deniel, toma posesión de la mitra de Albacete en enero de 1969. La Bula Pontificia en latín, y
traducida al castellano por Luis, Card. Traglia, S.R.E. Canciller, dicta al uso: ―Por tanto
habiéndote presentado el muy ilustre Francisco Franco Bahamonde, Magistrado Supremo de
España, según el convenio establecido entre la Santa Sede y la nación española el día 7 de
junio de 1941, con nuestra suprema potestad TE NOMBRAMOS Y PROCLAMAMOS Obispo de la
sede albacetense…‖. Ibídem, p. v.
355
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., pp. 52-62. Por el contrario Ortiz Heras valora que no
cambiarán mucho las cosas: ―[…] ―nunca cuestionó al régimen de Franco. Se trató siempre de
jugar al gato y al ratón. Así en abril de 1970, reconocía que ‗por lo que respecta a España,
hemos tenido más apego a la tradición, lo que quiere decir que nos queda más campo por
recorrer para la aplicación del Concilio. Nuestras circunstancias históricas han impuesto una
menor apertura en la Iglesia‘, es decir, justificaba la situación como necesaria. […] Tampoco
pudo impedir la división en el seno de su propio obispado‖. Ortiz Heras, M.: ―Moral y control
social‖, Op. cit., pp. 312-313.
356
Cárcel Ortí asegura que: ―[…] Los obispos no aprobaron nunca los elementos totalitarios,
[…]‖. Cárcel Ortí, V.: ¿España neopagana?..., Op. cit., pp. 32-36.
242
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
restablezcan las libertades básicas, al tiempo que se muestra comprensiva
con los motivos que han obligado al poder civil a tomar esa decisión.
Morcillo y Guerra aparecen, en algunos medios, como redactores del
comunicado357. La presión de este tipo de manifestaciones desde la cúpula
eclesial, atisba que va siendo efectiva la política de aupar a aquellos en
principio más dialogantes, lo que supone un giro en el discurso mayoritario
de la institución, en relativo corto espacio de tiempo.
Un gesto más de esa política es que un día después de la aparición de
la nota del Episcopado es nombrado arzobispo de Toledo, Vicente Enrique y
Tarancón (8-2-1969), quien tan sólo unos días antes hacía un llamamiento
sobre la crisis con el clero: ―Se impone el equilibrio. Esta es la línea de la
verdad‖358. Su nombramiento no impide que Casimiro Morcillo y José Guerra
sean reelegidos presidente de la CEE el primero, y renovado en su cargo de
secretario el segundo, el 26 de marzo; aunque el momento guarda una
sorpresa cuando Morcillo renuncia a sus cargos como procurador en Cortes y
miembro del Consejo del Reino. Algunos lo interpretan como producto de la
presión de las bases y del propio Vaticano359.
357
Gómez Pérez aclara la controversia: ―[...] Según la revista francesa ‗Informations
Catholiques Internationales‘, sus únicos autores eran monseñor Morcillo y monseñor Guerra
Campos‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 154. Ecclesia, que había hecho eco de la información,
tiene que rectificar precisando que se trata de un acuerdo unánime de la Comisión
Permanente. Ecclesia, 1969, p. 583.
358
La Voz de Almería, 4-2-1969, p. 16.
359
Aldea, Q. y Cárdenas, E.: Manual de Historia de la Iglesia. Tomo X. ―La Iglesia del siglo XX
en España, Portugal y América Latina‖, Barcelona, 1987, p. 376. Sáez Alba recoge: ―[…] Fue
procurador en Cortes por designación directa de Franco, y Consejero del Reino, cargos a los
243
―La otra Transición de la Iglesia…
Casimiro Morcillo, asume la presidencia de la CEE, es
procurador en Cortes por designación y consejero del Reino, por ser el prelado más
antiguo entre los procuradores -lo cual supone formar parte del Consejo de
Regencia-. Foto bitacorapostconciliar.blogspot.com
que renunció en 1969 por presión de una parte de la base de la Iglesia española y del propio
Vaticano‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 312. A juicio de Hermes: ―[…] manifiesta el cambio
de opciones sociopolíticas del episcopado‖. Hermes, H.: Los católicos en la España franquista.
Madrid, CIS, 2 vols., 1985-86, p. 367. De Guerra es manifiesta ―su efusividad al sistema‖.
Romero, E.: Cartas al Rey, Barcelona 1974, p. 242. Con Guerra y Morcillo figuran como
obispos fieles a Franco, Marcelo González, Almarcha Hernández y Cantero Cuadrado. Otros
obispos como José María Cirarda Lachiondo, de Santander, y Antonio Añoveros Ataún, de
Cádiz, critican abiertamente, en este 1969, la injusticia social en la que ven sumido al país. Al
gobierno le preocupa que la Iglesia hable de ―desenganche‖: ―[…] De hecho, preocupaba al
gobierno que la Iglesia enturbiara su relación con el Estado y acusaba a la Secretaría del
Estado del Vaticano de alimentar prejuicios contra el régimen español y de cultivar la imagen
simplista de una Iglesia dificultada en su labor evangélica por su vinculación a un régimen
‗impopular‘, del que debía desolidarizarse ostensiblemente‖. Ibídem, p. 206. La participación
de los obispos en las Cortes franquistas, Consejo de Estado, Consejo del Reino y Regencia, se
remonta a febrero de 1943. La presión en contra de la presencia de la Iglesia en las
instituciones políticas comienza tras el Concilio. En 1968 esas saltan a la opinión pública. La
revista Familia Nueva es sancionada por infringir el artículo segundo de la Ley de prensa. Su
colaborador, Luis Sarriés, se refiere a los cuatro obispos procuradores en Cortes: ―[…] la
Iglesia no necesita de semejante representación […] todos queremos una Iglesia en España
[...] independiente del poder político‖, y termina abogando por que el Estado renuncie, tal
como había pedido el Concilio, al derecho de presentación de obispos. Sarriés, L.: ―4 obispos
en las Cortes‖, Familia Nueva, núm. 480, enero 1968, pp. 16-17, en Barrera, C.: ―Revistas
católicas y conflictos con el poder político en el tardofranquismo‖, Anuario de Historia de la
Iglesia, año/vol. X, Universidad de Navarra, Pamplona, España, pp. 101-142.
244
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Precisamente la política de Roma, que apoya el alejamiento paulatino
de cualquier régimen dictatorial, recibe el bloqueo del gobierno durante las
negociaciones para la renovación del Concordato en 1969. La negativa de
Franco a ceder en su derecho al nombramiento de obispos tiene que ver con
el temor a que una independencia de la institución pueda suponer cualquier
crítica al régimen, aunque va viendo que los derechos de patronazgo no le
garantizan que los obispos comprometidos con sus ideales estén en
posiciones siempre relevantes360.
Desde inclinaciones ultraconservadoras, como las del obispo de
Sigüenza-Guadalajara,
Laureano
Castán
Lacoma,
se
advierte
de
las
―posibles interpretaciones equívocas‖ que se están difundiendo sobre los
360
Pablo VI renueva, cuidadosa y progresivamente, los miembros que componen el
Episcopado español: ―[…] Cuidaba de estar siempre perfectamente informado, no sólo a
través de los despachos que le pasaba la nunciatura, sino a través de otros que se buscaba
permanentemente la Secretaría de Estado y de constantes diálogos con los obispos
españoles‖. Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 461. Callahan
comparte esa visión al comprobar cómo ciertos obispos que recelan del régimen se alzan con
los principales arzobispados del país, mientras los alineados acaban en diócesis más
modestas: ―[…] Tres prelados apreciados por su especial lealtad a Franco, por ejemplo, los
obispos Temiño, Castán Lacoma y Moll, acabaron sus carreras en oscuras diócesis, toda vez
que los recelos con que los miembros de la línea dura del régimen veían al obispo Tarancón,
de Solsona, no fue óbice para que llegara a los arzobispados de Oviedo, Toledo y Madrid‖.
Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 348. Joan M Piñol i
Font prevé en ello un cambio de marco: ―[…] va a iniciar, una llenguera renovació de
l‘episcopat –quant a l‘edat é a la tendencia- i si entre la dotzena de nomenaments episcopals
s‘hi trobaren Suquía, Roca Cabanellees i Guerra Campos, també hi havia Pucho, Romero de
Lerma i Rubio. Va tractar de rehuir, à mès, la notòria influència que el grup de bisbes mès
nacionalcatòlics i de prohoms del règim franquista, amb els opusdeistes al capdavant, havient
tingut a la nunciatura durant l‘època d‘Antoniutti‖). Piñol i Font, J. M.: El nacionalcatolicisme a
Catalunya i la resistencia (1926-1966), Barcelona 1999, p. 157.
245
―La otra Transición de la Iglesia…
acuerdos del Concilio. Según Castán son muy pocos los que los conocen a
fondo, y ser los obispos los principales referentes para su orientación:
―[…] Para una gran masa, el Concilio ha sido poco más que el
conjunto de voces, muchas veces estridentes y extremosas, que los medios
de información airearon con espíritu sensacionalista durante la celebración de
dicha magna Asamblea. De ahí, que, en nombre del Concilio, se digan a
veces cosas disparatadas o se propongan innovaciones radicales, que nada
tienen que ver con lo que el Colegio conciliar y el Papa aprobaron. Algunos
católicos sencillos, faltos de una base sólida, al oír que, para justificar
determinadas posturas se invoca el nombre del Concilio, quedan sumidos en
un mar de confusiones, que los Obispos tenemos el deber de clarificar‖ 361.
Nada más llegar al cargo, Vicente Enrique y Tarancón envía a todos
los sacerdotes Sugerencias para un programa pastoral –documento en el
que se analizan los cambios sociales y la necesidad de una renovación
inspirada en el Concilio- para su estudio y análisis, planteamiento ya iniciado
por su antecesor el cardenal Enrique Pla y Deniel362. También se embarca en
la mejora de las precarias condiciones económicas de sacerdotes y
361
Castán Lacoma, L.: ―Voz de alerta del Papa Pablo VI. Exhortación pastoral del Obispo de
Sigüenza a sus diocesanos‖, BOOSG, núm. 2175, marzo, 1969, p. 161.
362
Enrique Plá y Deniel, al frente de la archidiócesis casi veintisiete años, comenta poco antes
de su marcha: ―[…] el principal problema de las diócesis toledana, es, más que unos pocos
curitas jóvenes avanzados, el robo y expolio sin precedentes de orden artístico que se está
produciendo, so pretexto de espíritu conciliar, realizando sin conocimiento del arzobispado,
sin permiso, y con exclusivo interés de lucro personal‖. Nota informativa, Madrid, 14 -101968. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
246
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
religiosos, así como las estructuras pastorales, reorganizando el cabildo
catedralicio y cometidos para las figuras de vicarios y arciprestes. También
reforma el sistema educativo del Seminario con nuevos métodos de
enseñanza.
Organigrama reorganizado por Vicente Enrique y Tarancón en el arzobispado
de Toledo (Fuente BOAT, Anuario 1970, copia original).
Hacia las bases abre el diálogo y la participación: ―[…] soy vuestro
hermano; hermano y servidor de todos‖, pronuncia en su primera homilía,
aunque en sus gestos no entra confrontación alguna con el régimen. De
hecho, tras su ―ascenso‖ a Toledo, acepta el nombramiento de miembro del
Consejo de Estado por razón de su cargo363.
363
Según el cardenal no se atreve a plantear el conflicto: ―[…] Una ruptura de la Iglesia con
el Régimen, tal y como estaban las cosas, no favorecería a nadie. La misma Santa Sede
manifestaba cierta complacencia ante los gobernantes españoles. Todos convinimos en que
sería conveniente ir afianzando cada vez más la independencia de la Iglesia, aunque sin
247
―La otra Transición de la Iglesia…
Mientras, en Albacete, monseñor García Alonso ha diseñado los ejes
sobre los que va a girar su trabajo pastoral. En Presidencia cultural del
obispo en la Iglesia local, que expone dentro de las ―Jornadas nacionales
litúrgicas‖ (enero de 1970), figuran referentes de la doctrina del Concilio,
reflejo, según él, de las presidencias de los tres primeros siglos de historia
de la institución364. Ese mismo año impulsa las ―Semanas Sociales‖ –se
celebrarán anualmente y acudirán sacerdotes y laicos de otras diócesis-,
donde se defiende el desarrollo de la encíclica Populurum Progressio. En el
marco de esas ―Semanas‖ monseñor García llama a la responsabilidad de los
católicos ante la injusticia, y la moral individual, familiar y social:
―[…] Su responsabilidad recae sobre todos. Y, primeramente, sobre la
Iglesia, que por su misión profética de levantar la voz contra la injusticia, las
desigualdades infrahumanas, la opresión de los débiles, el subdesarrollo en
todas sus dimensiones. Y no sólo levantar la voz, sino caminar delante con el
ejemplo. Algo que se está haciendo en esta XXVIII Semana Social‖ 365.
provocar una ruptura‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 193. Esta habilidad
―política‖ marcará toda su singladura. En cuanto a desencuentros con el gobierno, tan sólo se
produce uno entre el párroco de Madridejos y un miembro de la guardia civil, a principios de
1971, por la negativa de aquel al bautizo de uno de sus hijos por no asistir a los ―cursillos‖
previstos en las normas de bautismo (octubre de 1970). El jefe de la 141ª comandancia
intercede ante el vicario general de Toledo quien, en carta remitida el 11-2-1971, le
comunica la intermediación con el párroco y se subsana el problema. AGA. MIT. CUL. GE, C.
568, IG, carp. 45540.
364
ABC, 31-1-1970, p. 30.
365
BOOA, núm. 3, abril, 1970, pp. 104-105. Artículo de Juan Hernández en La Verdad de
Murcia. Con sentido diríamos pro-conciliar García denuncia: ―[…] Falta proyección misionera,
248
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Durante una reunión del Episcopado, en julio de ese año, con amplia
participación de religiosos y de laicos
provenientes
de
Cáritas
y
otras
comprometidos en lo social,
asociaciones
caritativas,
surge
un
comunicado en el que se denuncian otras formas de pobreza ―la pobreza
social y cívica de los españoles‖, que significa un avance en la sustancia del
discurso de la cúpula366. Díaz Merchán habla de presión desde sectores
eclesiásticos y mediáticos, afines o dependientes del gobierno, que genera
un clima social ―tenso‖367.
Muchos sacerdotes albaceteños están contagiados de un discurso de
reivindicación en lo social y tildan sus homilías, en algunas parroquias de la
capital con contenidos más allá de lo meramente religioso con críticas al
gobierno y a la jerarquía inmovilista. Un informe del gobierno civil relata
estas actividades de un sacerdote (sin nombre), en la sede de Cáritas: ―[…]
se ha manifestado varias veces disconforme con decisiones del Gobierno y
preocupación social cristiana, eficacia apostólica, responsabilidad de promoción evangélica.
Junto a estas limitaciones hay sectores de gran inquietud renovadora. Pensemos en todas las
instituciones apostólicas. […] Pero mirando al futuro trazado por el Concilio Vaticano II,
estamos aún más bajos. Nos queda por realizar una transformación profunda‖. Ibídem, p.
108.
366
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., pp. 450 y ss.
367
Para Díaz Merchán: ―[…] se pusieron en evidencia las muchas tensiones de sectores de la
Iglesia, que discrepaban acerca de la evolución política y social de España. El episcopado fue
presionado por grupos y por algunos medios de comunicación‖. Díaz Merchán, G.: Los
obispos españoles en la Transición…, Op. cit., pp. 8-9.
249
―La otra Transición de la Iglesia…
también de sus propios superiores religiosos‖368. Otros curas ―sacan‖ las
misas de las iglesias y se saltan desfasados preceptos como no admitir en
confesión las relaciones matrimoniales a las casadas369.
La vigilancia a miembros del clero ―fichados‖ se incrementa. En los
informes elaborados por el gobierno los días primero y tres de julio de ese
mismo año, los párrocos de Villamalea, José Carrión Munera y Eufrasio
Campayo
Sánchez,
son
investigados
junto
a
Florencio
Ballesteros
Ballesteros, de Alcalá del Júcar. Son tres sacerdotes a los que se vigila
desde finales de los años sesenta: ―[…] de tendencia marcadamente
progresista […]. El marcado matiz progresista de los tres Sacerdotes
citados, aconseja el realizar averiguaciones lo más disimuladamente posible,
para poder llegar al fondo de la cuestión…‖370.
En Sigüenza-Guadalajara, el obispo Laureano Castán se obsesiona por
el control y ―censura‖ ante cualquier atisbo de divergencia. Así pues, se
entiende su presteza en contestar a unos titulares de Aragón-Express y La
Voz de Albacete (16-1-1971), que recogen las declaraciones del obispo de
Zaragoza, José Leucona, sobre la participación de sacerdotes en la guerrilla
368
Se refiere al oratorio de los PP. Filipenses de Albacete. Archivo Histórico Provincial
Gobierno Civil de Albacete (AHPGCA), Memorias del Gobierno Civil, 1971.
369
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., 103.
370
Dirección General de Seguridad. Ministerio de la Gobernación. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564,
IG, carp. 45010. El informe recoge que se reúnen en la Casa Parroquial: ―[…] con asistencia
de personas de nacionalidad francesa de ambos sexos, sacerdotes, monjas y matrimonios,
afirmando que dichas reuniones eran con el fin de perfeccionar el idioma español, aunque en
realidad el fundamento de dichas reuniones era tratar el tema de emigración‖. Ibídem.
250
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
de Colombia resaltando el término ―progresismos‖371. Desde el gobierno civil
de Guadalajara, que tiene en Castán un fiel aliado, se minusvalora las
actividades de signo contestatario desde las bases y del clero:
―[…] Con motivo de la celebración de Convenios Colectivos en algunas
factorías, se ha producido alguna siembra de propaganda marxista, sin que
su difusión haya sido masiva ni haya causado perturbación alguna. […] un
ligero aumento en las actividades del clero progresista y de algunas sectas
religiosas, pero sin gran incidencia en la población, ya que se mantiene
indiferente en estas materias y sus aspiraciones se centran en el deseo de
lograr mejores condiciones económicas que le permitan atender a sus
necesidades y caprichos y llevar una vida tranquila‖372.
El ―contagio‖ marxista de militantes de HOAC, en el denominado
―Corredor del Henares‖, con núcleos como Alcalá de Henares y Torrejón
(Madrid), y del clero ―progresista‖ –en referencia a la OCA provincial-, se
diluye ante la vigilancia del obispo y la represión del gobierno.
Aun así, el ambiente de inestabilidad en la diócesis alcarreña es
superior al que mantiene la vecina diócesis de Cuenca donde, como en
tantos años anteriores, su gobierno civil destaca: ―[…] la Peregrinación
Sindical a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo y la asistencia
371
AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. Titulares aparecidos el 16-1-1971 en
Aragón-Express y La Voz de Albacete. La respuesta se produce el 21-1-1971. También en
Memoria del G.C. de Albacete, 1971. AGA. (08) 22 Caja 52/00504.
372
Memoria del Gobierno Civil de Guadalajara de 1971. AGA, (08) 22 Caja 52/00475.
251
―La otra Transición de la Iglesia…
a Residencias, de gran número de productores y sus familias encuadrados
en la Organización Sindical […] y la Semana de Música Religiosa373.
En Madrid, la jerarquía continuista lucha por mantener su prevalencia
con respecto al poder político. El obispo auxiliar, José Guerra Campos,
intenta relanzar su protagonismo organizando un acto de presentación de la
encíclica
de
Pablo
VI,
Octogésima
Adveniens,
con
motivo
de
la
conmemoración de los ochenta años de la encíclica Rerum Novarum (14-51971). Guerra justifica el acto con el fin de ―explicar‖ la ―verdadera‖ doctrina
social de la Iglesia. Algunos lo interpretan como una llamada a las
quebrantadas estructuras de AC, mientras sus contrarios lo razonan como
un gesto de autoproclamación ante la grave enfermedad de su arzobispo.
Pero Roma tiene preparado a Vicente Enrique y Tarancón como
sustituto a la muerte de Casimiro Morcillo (30-5-1971)374. La inmediatez con
que se le nombra como administrador apostólico de la archidiócesis de
373
Memoria del G.C. de Cuenca, 1971. AGA (08) 22 Caja 52/00508. La Semana de Música
Religiosa de Cuenca tiene su interés por cuanto desde su creación, en 1962, Antonio Iglesias,
cuenta en su programación con exiliados políticos como el compositor Rodolfo Halffter,
refugiado en México tras la guerra civil. Programar música de tradición protestante, y unir
músicos asfixiados por el régimen con los grandes musicólogos e intérpretes europeos,
recuperando el legado de la música antigua y barroca española, son algunos de sus fines:
―[…] En los sesenta, España estaba cerrada, imperaba el nacional-catolicismo de Franco, y el
hecho de que fuera un festival de música religiosa en un lugar apartado de las grandes
ciudades le permitió a Iglesias hacer cosas que no le habrían autorizado‖. Declaraciones de
Pedro Mombiedro, autor de Una mirada al Festival de Música Religiosa (1962-2006), en
Travesías, núm. 51, marzo de 2006.
374
Para Sáez de Alba: ―[…] Su desaparición privó al franquismo de uno de sus más fuertes
pilares eclesiales‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit., p. 312.
252
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Madrid-Alcalá, a tan sólo unas pocas horas del fallecimiento de Morcillo,
evita que el cabildo elija, conforme al Derecho Canónico, vicario capitular a
Guerra Campos375. La acción decisiva de Pablo VI, Villot-Benelli, y del propio
Tarancón –quien en principio no accede a las intenciones de sus superiores,
según su versión- produce esta salida376. El cardenal reconoce:
375
J. Domínguez es testigo en el momento que el nuncio comunica a Antonio Garau Planas el
nombramiento como administrador apostólico al entonces arzobispo de Toledo, y cómo,
inmediatamente después, se marcha a comunicar la muerte de Morcillo a la Santa Sede: ―[…]
ha sido uno de los bochornos mayores que se han vivido en la Iglesia de España. Los
integristas, muy abundantes entre el clero madrileño y prácticamente toda la totalidad de los
canónigos, abanderados por Guerra Campos, temen perder la Sede de Madrid, tan
importante. […] Mientras Morcillo agonizaba, en una soledad impresionante, los canónigos
estaban esperando su muerte para tener una reunión en la que elegirían a Guerra Campos
Vicario Episcopal. Según el derecho Canónico, son los canónigos los que deben nombrar un
obispo interino, hasta que la Santa Sede nombra al titular, que normalmente confirma al
elegido como Vicario. El Nuncio se enteró de esto y recabó el nombramiento de la Santa Sede
de Monseñor Tarancón, para entregarlo a los canónigos en el momento en que entraban a
reunirse […]‖. Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la
oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 449. Todos los indicios apuntan a una
maniobra dirigida desde Roma. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit.,
pp. 213-215.
376
Muñoz Iglesias, S.: Así lo vimos otros, Edicep, Valencia, 2002, pp. 91-92. Según Muñoz:
―[…] La vertiginosa intervención, que la Santa Sede –o la Nunciatura o alguien que antes
había estado en la Nunciatura- temía que el Cabildo iba a elegir Vicario Capitular al Obispo
Auxiliar, D. José Guerra Campos. […] De ninguna manera habría sido elegido Don José
Guerra Campos. Y no porque nadie tuviéramos nada contra él. Pero sabíamos que, tanto él
como D. Maximino Romero Lema, designados Obispos Auxiliares de Don Casimiro el 12 de
junio de 1964, habían sido nombrados con la prohibición expresa de que tuvieran ningún
quehacer diocesano, puesto que iban a ser dedicados por la Junta de Metropolitanos –así se
hizo protocolariamente el 3 o 4 de julio- el primero a Consiliario General de la Acción
Católica, y el segundo a Director Nacional de Formación Religiosa en las Universidades del
país. De hecho –aunque pueda resultar inconcebible- Monseñor Guerra Campos no tuvo
253
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] que había algo preparado. […] Todo parecía confirmar que a un
gran sector –el político y, principalmente, a los del Opus Dei que estaban en el
gobierno-
les
hubiese
interesado
que
Guerra
fuese
a
Madrid,
como
administrador apostólico, al menos si no podían conseguir que fuese el
arzobispo después, y me veían a mí como el máximo peligro‖ 377.
El arzobispado de Madrid-Alcalá suma la presidencia accidental de la
CEE en un momento de crisis generalizada en el resto del país, diócesis por
diócesis, y supone el primer caso en la historia de la Iglesia española que un
nunca que sepamos cometido alguno en el quehacer diocesano de Madrid-Alcalá y no conocía
la marcha de la misma…‖. Ibídem, pp. 94-95. Para Emilio Romero, la actitud represora de
Guerra contra los movimientos obreros de AC, y su afinidad con el régimen, son algunas de
las razones para no ser nombrado arzobispo de Madrid o, en su momento, arzobispo de
Toledo. Romero, E.: Papeles Reservados…, Op. cit., p. 203-04. Un informe para el ministerio
de Información, de su GE, relativo al nombramiento de obispos auxiliares recoge: ―I. Se dice
que, con motivo de la toma de posesión del nuevo Arzobispo de Madrid-Alcalá (Vicente
Enrique y Tarancón) (que se calcula para después de Reyes), se va a proceder a la
reestructuración de la diócesis. II. Se hará salir de Madrid, con designaciones para sedes
residenciales, a Mons. Guerra Campos y Mons. Blanco […] Nombrándose tres nuevos
auxiliares, del clero diocesano, los tres en línea muy avanzada, (mencionando Luis Sánchez
Torrado, -antes secretario de monseñor Morcillo-, Francisco Gil Peláez, ―liturgista atrevido‖, y
Agustín García Gasco ―avanzadísimo en lo social‖, luego sería tan sólo nombrado Ricardo
Blanco junto a Ramón Echarren y Ángel Morta)‖. Nota del GE (10-1-1972). AGA. MIT. CUL.
GE, C. 562, IG, carp. 40304. Una semana después se continúa la información con el
nombramiento de ocho sacerdotes ecónomos para otras tantas parroquias de Madrid: ―[…]
los obispos para evitar el trámite concordatario (como se sabe, según el Concordato vigente
(1953) el nombramiento de párrocos debe hacerse mediante concurso general y abierto y
previa notificación al gobierno) se limitan a nombrar sacerdotes ecónomos que en la práctica
se equiparan a los párrocos, aunque jurídicamente no precisan de la venia del gobierno‖.
Estos observadores/informadores solicitan una revisión inmediata del Concordato. Ibídem.
377
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 400 y p. 498. Ceferino de Blas lo
reafirma en: Tarancón, el cardenal que coronó el rey, Madrid, 1995, pp. 60-64.
254
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
obispo
deja
el título
aparentemente, de
de
―Primado
de
España‖
para
ostentar
otro,
menor importancia. Pero los próximos años son
decisivos en la ―contienda‖ política y religiosa, y el interés por tomar las
riendas de la que será la principal plaza, justifica para Roma cualquier tipo
de controversia.
255
―La otra Transición de la Iglesia…
III.1.1. Marcelo González: de la disputa con el nacionalismo
catalán a Toledo, y el reconocimiento del régimen
El cambio de clima religioso a nivel mundial que supone el Concilio,
coincide en nuestro país con tres líneas disidentes: la de los apostolados
obreros, la política a nivel social y la nacionalista en aquellas regiones de
tradición histórica378. Marcelo González, nombrado por Pablo VI coadjutor
(21-2-1966), con derecho a sucesión del arzobispo de Barcelona, Gregorio
Modrego y Casaus, se ve envuelto en la última línea ya que, a muy pocos
meses de su llegada a Cataluña, el 26 de abril, se ve inmerso en el conflicto
abierto ante las demandas del clandestino Sindicato Democrático de
estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB) que reivindica la
libertad de asociación sindical y política, durante un encierro en el convento
de Sarriá, en el que participan cerca de cuatrocientos universitarios.
Ante las cargas y torturas que se infringen a los encerrados, el once
de mayo unos ciento treinta sacerdotes se manifiestan desde la Catedral
hasta la jefatura superior de policía, en Vía Laietana, donde son maltratados
por las fuerzas de orden público cuando pretenden presentar un escrito a
favor de la libertad de expresión, de reunión y de huelga. Marcelo González
está ―ausente‖, desde el punto de vista de los protagonistas, ante los
problemas
que
suscita
la
constitución
del
sindicato
y
su
falta
de
contundencia en la denuncia de la brutal represión por parte de la policía
378
Coincidimos con los autores que argumentan: ―[…] Líneas en las que habían comenzado a
cuajar en los años cincuenta reticencias que preludiaban exactamente el cambio que se
desenvolvió en los sesenta". Andrés Gallego, J., Pazos, A. M. y De Llera, L.: Op. cit., p. 148.
256
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
contra los presbíteros y religiosos. El gobierno, por el contrario, valora como
ejemplar su actuación:
―[…] Todo fracasó ante la entereza y serenidad del Papa, el Arzobispo
y el Régimen. Hay que buscar un pretexto y aparece la detención del
estudiante comunista Joaquín Boix Lluch el día 6 de mayo causa inmediata
de la censurable manifestación sacerdotal en Barcelona. […] Se tiene
constancia de que Mons. González Martín ha llorado muchas veces ante los
desprecios y las ofensas de un clero desmandado de la tutela amorosa del
Pastor‖379.
379
AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. El líder de FN, Blas Piñar, habla de 156
sacerdotes, y de ciertos documentos entregados al obispo Guerra Campos: ―[…] Mundo
Obrero, en su número 9, de 1966, da cuenta del ‗asilo en el convento de Capuchinos de
Sarriá, de la Asamblea de estudiantes, (entre los que hay) un amplio sector de ideología
marxista. Es de notar… el documento entregado por 150 sacerdotes de la archidiócesis de
Barcelona al doctor Modrego (y) el documento que 72 capellanes han entregado al obispo
doctor Guerra Campos. Los comunistas nos felicitamos de esta actitud de los católicos‘‖.
Piñar, B.: Op. cit., p. 171. Díaz-Rincón habla del origen de la relación entre Blas Piñar y
Guerra: ―Piñar estuvo obsesionado en utilizar a Guerra Campos, pero éste estuvo siempre
muy discreto pues no coincidía en la línea política, excepto en su admiración por Franco.
Aquel intentó capitalizar la figura del obispo. Cuando Guerra era Consiliario, en una reunión
que mantuvimos los tres, Blas Piñar, monseñor y yo, sobre el Colegio Mayor Universitario
‗Ángel del Alcázar‘ -un centro para estudiantes trabajadores, y del que era presidente Piñarme sorprendí de la habilidad de don José a la hora de no dejarse liar con sus argumentos.
También recuerdo las homilías de Guerra Campos en la Casa de la Iglesia, en la calle Alfonso
XI, todos los domingos a las 10 de la mañana; eran refinadas, a un nivel que luego removía
comentarios enfrentados, y donde acudían líderes como Marcelino Camacho de CCOO, y
hasta el propio Felipe González, y Gregorio Peces Barba. Allí, en la Casa de la Iglesia, se
celebraban reuniones donde se engendró todo tipo de acción política, sobre todo en un
momento crucial, cuando llegó Tarancón. Todos se aprovecharon de la situación. Don José
(Guerra Campos), lo previó‖. J. M. Díaz-Rincón, entrevista ya reseñada.
257
―La otra Transición de la Iglesia…
Las ramificaciones del conflicto se encuentran en Madrid al obispo
auxiliar,
José
Guerra
Campos,
que
frena
al
grupo
de
sacerdotes
autodenominado ―Nueva Iglesia‖, de ideología socialista y abierto al diálogo
con los marxistas que, según informaciones que llegan al prelado, apoyaron
e impulsaron la manifestación de mayo en Barcelona (dentro de la
denominada ―Acción Moisés‖ que pretendía ―provocar la ruptura de la Iglesia
española con el régimen‖ al que llaman ―poder opresor‖, y donde sus
miembros exigen una revisión histórica pidiendo perdón por el apoyo de la
jerarquía al ―Alzamiento nacional‖)380. Abortar aquel foco supone para
Guerra, que cuenta con el apoyo del arzobispo Casimiro Morcillo, cuestión de
pocos días. Anula las reuniones de Madrid, en Arturo Soria 230, aunque no
así las ramificaciones que se han extendido por todo el país, especialmente
en Cataluña, donde Marcelo González tiene que enfrentarse duramente con
el problema y donde reiteran sin fisuras el diálogo abierto entre cristianos y
marxistas.
En septiembre, el presidente de la CEE, Fernando Quiroga Palacios,
envía un informe al Papa en el que pide dureza para aislar lo que denomina
380
La convocatoria de la denominada ―Operación Moisés‖ está abierta a todas las diócesis y
coinciden en la ruptura con el régimen y una defensa de los derechos de los obreros:
sindicación y libertad de expresión. Acusan a la jerarquía del apoyo a la dictadura y cuentan
con apoyos de militantes de AC que también escriben cartas a sus obispos. González de
Cardedal, O.: La teología en España, 1959-2009: memoria y prospectiva, Ediciones
Encuentro, Madrid, 2010, p. 130. La vecina, a CLM, diócesis de Mérida-Badajoz se ve
envuelta en esta convocatoria y entre los sacerdotes allí perseguidos figuran Manuel Higuero
Gallego, párroco de Peralada de Zancejo, Vicente Navarro Terol, sacerdote coadjutor de la
parroquia de Sta. Mª de Olivenza, Juan Antonio Parrinzo Ovejero y Salvador Riera González.
AGA, MIT, GE, Carpeta 569.
258
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―un grupo muy pequeño‖, y no representativo del clero español. Algunos de
los nombres que figuran detrás de estas acciones son: Mariano Gamo,
párroco de Moratalaz y vinculado al PCE, Salvador Sallent, coadjutor de San
Sadurní de Noya, Barcelona, Carlos García Blázquez, ecónomo de Maliaño
(Santander) y Luis María Laibarra, ecónomo de Urigoiti (Vizcaya)381.
El 7 de enero de 1967, tras la renuncia de Modrego, Marcelo González
es promovido a arzobispo382. Su nombramiento no gusta nada a los
381
Vidal, C.: ―¿Cuál era el objetivo de la Acción Moisés?‖, La Revista, en http://
revista.libertaddigital.com., p. 1.
382
El propio González comunica al Papa los problemas que puede acarrear a la institución su
nombramiento por sus principios ideológicos frente al nacionalismo (pesan en su contra,
además de no ser catalán, la consabida lealtad al régimen y su poca ―sensibilidad conciliar‖, a
pesar de contar con fama de atender a los desfavorecidos y sus colaboraciones, tiempo atrás,
en El Ciervo). Como recogen Gallego, Pazos y De Llera, el Papa le replica: ―‘Tenemos especial
confianza en usted‘, diría a éste el Papa Pablo VI al imponerle el capelo cardenalicio, según
relataría Lorenzo Gomis‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 161.
Velarde Fuertes, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales de Valladolid, narra aquel
encuentro: ―[…] ¿Y no impresionará para siempre la confidencia que le hizo Pablo VI,
llorando, y que nos relató –yo estaba presente- en su intervención del 7 de noviembre de
1978?: ‗Paciencia y doctrina –le aconsejó Pablo VI para que continuase el doctor González
Martín sin desánimo su labor pastoral-. Está toda la Iglesia como infeccionada de herejía.
Como en los tiempos de San Jerónimo podríamos decir: ‗Y de repente el mundo despertó
arriano‘. No me obedecen –continúa el Papa-; la autoridad pontificia está muy quebrantada;
incluso Órdenes Religiosas que siempre se distinguieron por su devoción y obediencia a la
Santa Sede, hoy dan ejemplo de lo contrario…‘‖. Velarde Fuertes, J.: ―Marcelo González
Martín, un gran académico. Sesión necrológica en la Real Academia de Ciencias Morales y
Políticas de Valladolid (08-02-2005)‖ en González Martín, M.: Escritos sobre la Transición
Política Española (1977-1984), Instituto Teológico San Ildefonso, Toledo, 2006, pp. 243.
Pablo VI está más preocupado con los jesuitas, según el propio González en la entrevista
mantenida en la residencia ―Madre Genoveva‖, orden de Las Angélicas, Toledo, (23-1-2002).
259
―La otra Transición de la Iglesia…
sectores catalanistas que están tras la campaña ―Volem bisbes catalans‖
(Queremos obispos catalanes). Para apaciguar los ánimos renuncia a su
escaño como procurador en las Cortes franquistas, cargo que el gobierno
otorga al obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, y secretario de la CEE, José
Guerra Campos383.
González debe aplacar las demandas de unas bases donde la
demanda de libertades y de ruptura con el régimen produce continuos
383
Guerra Campos aparece en el libro recopilatorio de procuradores en Cortes de 1953 a
1976 en las IX y X Legislaturas: "Guerra Campos, José. IX y X ap. j. Designado por el Jefe del
Estado según el apartado 2º de la Ley de Cortes. Para la IX Núm. Gral. 703, Grupo 11 Sub.
II, y para la X el Núm. Gral. 795, Grupo II y Sub‖. Para la IX Legislatura aparece en el
Decreto 1218/1967 de 2 de junio, por el que se regula la representación en las Cortes
Españolas. BOE, núm. 39, 12-6-1967 (el mismo Boletín recoge la negativa a una reunión de
sacerdotes y consiliarios de organizaciones apostólicas obreras en la iglesia de Sta. Bárbara,
Madrid, para orar por los perseguidos y encarcelados, temiendo que terminara en una
manifestación política). Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en
la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 269. Según Domingo Muelas en su
libro inédito José Guerra Campos. Habitó entre nosotros, ya citado, éste se negó a aceptar el
cargo, por lo que fue precisa la presión de la Santa Sede para que aceptara, ya que ―podría
hacer mucho bien‖, a lo que el obispo aseguraría después: ―Traté de evitar mi designación
como Procurador en Cortes... Sólo acepté porque de ningún modo toleraba lo que algunos
querían: una negativa que fuese un ataque a Franco‖. Guerra continuará en las Cortes
después de la renuncia de su arzobispo, Casimiro Morcillo, a pesar que las bases católicas y
movimientos de AC solicitan su renuncia: ―[…] reforzadas por el reformismo del Concilio
Vaticano II […] aunque algunos franquistas recalcitrantes, como Cantero Cuadrado y Guerra
Campos, titulares respectivamente, de las diócesis de Zaragoza y Cuenca, siguieran hasta el
final luciendo el dudoso honor de miembros de las esperpénticas Cortes franquistas‖.
Sartorius, N. y Alfaya, J.: Op. cit., p. 112. La presencia del obispo en las comisiones es muy
puntual, y pasa casi desapercibida en los diarios de sesiones, pero para Raguer la cuestión se
muestra contradictoria para un obispo que participa objetivamente en política mientras había
criticado, y persigue a militantes de los Movimientos de AC por esa implicación aparente con
la oposición. Raguer i Suñer, H.: ―La oposición cristiana al franquismo en Cataluña‖, en Ortiz
Heras, M. y González, D. A. (coords.): De la Cruzada al desenganche..., Op. cit., p. 181.
260
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
choques con las autoridades. El clero, también inclinado políticamente, es
controlado y multado384.
El propio González pide explicaciones cuando los sacerdotes ceden
locales de la Iglesia a organizaciones clandestinas385, y condena, al igual que
384
Las multas al clero, con bajos salarios, se generalizan como medida de presión, según
apunta Iribarren: ―[…] Especial punto de conflicto lo constituyen, por diversos puntos del
país, las fuertes multas –de 25.000 a 100.000 pesetas del valor de la peseta de la época- por
cada homilía que no gustaba al gobernador o al oyente censor que espiaba la misa por su
encargo‖. Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op.
cit., p. 22. Las multas gubernativas impuestas con motivo de sus homilías, son numerosas a
lo largo del primer lustro de los años setenta. Piñol apunta sobre el tema: ―[…] Los policías de
la brigada de lo social ejercieron de pronto una nueva función, la de nuevos inquisidores
capaces de juzgar las posibles desviaciones de las homilías respecto de la curiosamente
‗superespiritualista ortodoxia oficial‘‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…,
Op. cit., pp. 22-24. La medida va perdiendo fuerza por las colectas que realizan los fieles
para su pago, y muchas no pasan de los primeros trámites en los juzgados. También se
reabre, por esas fechas, la cárcel de Zamora -en una versión retorcida del Concordato- que
permite que los curas cumplan penas fuera de las cárceles habituales. Allí irán, en mayor
número, catalanes y vascos. En otro frente se intenta reprimir a los seglares. En Cataluña
destaca la persecución a Alfonso Carlos Comín, líder de la JOC, quien en 1968 es procesado y
condenado (29-1-1969), para de nuevo serlo, junto a la viuda de Emmanuel Mounier,
Paulette, durante el ―estado de excepción‖ al reunirse con jesuitas e intelectuales
antifranquistas. En ese mismo momento Lluís María Xirinachs, conocido por su reivindicación
al derecho de autodeterminación para Catalunya y Euskadi, es también detenido y la opinión
pública se hace eco de sus largas huelgas de hambre.
385
En 1967 González recibe una extensa carta de sacerdotes que justifican su determinación
a seguir cediendo los locales con argumentos varios: ―[…] Mi amor a la Iglesia, de la que
están tan alejados y a la que miran con tanto recelo y como vinculada a un poder que los
oprime y a una clase que los explota […] Las Comisiones Obreras son uno de los signos claros
y reales de la promoción colectiva de la clase obrera en nuestro país […] La petición fue
formulada por dos obreros (un católico militante de la HOAC y otro, que después supimos era
comunista). El católico se retiró, y siempre los contactos de permiso fueron dados al que
pertenecía al partido comunista. No nos inquietamos por ello, y que siempre fue respetuoso y
261
―La otra Transición de la Iglesia…
el padre Giulio Girardi, del Secretariado pontificio para los no creyentes,
cualquier diálogo con los marxistas. En una conferencia, dirigida a esos
mismos sacerdotes, Girardi niega cualquier relación entre los sistemas
religioso y revolucionario:
―[…]
Los
encuentros
de
Juan
XXIII
y
Pablo
VI
con
diversos
representantes del mundo marxista (inconcebible en tiempos de Pío XII). No
hay diálogo entre sistemas abstractos sólo relaciones entre personas o
comunidades posibles […]. La religión compatible con la revolución, incluso
puede ser fuente del compromiso revolucionario […]. Revisión de la dictadura
del proletariado…‖386.
En otro frente interno, y a pesar de la censura, las JOC catalanas, que
cuentan con amplia participación seglar y del clero, han acelerado su crisis
de identidad con AC, en un acercamiento al marxismo, un problema añadido
para el arzobispo conservador:
―[…] El descubrimiento del marxismo, es un elemento esencial en la
crisis jocista. En la lucha obrera, los militantes cristianos entran en contacto
con militantes marxistas que eran muy diferentes de los dibujados por la
dio ocasión de poder tratar con él con respeto a la diversa mentalidad existente […]‖.
Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al
franquismo (1951-1975)…, Op. cit., pp. 168-212.
386
Ibídem, pp. 182-184, extracto de la conferencia.
262
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
propaganda del régimen. Se trataba de gente honesta y sacrificada que tenía
un método que va a impresionar a los militantes cristianos‖ 387.
Bajo esa delicada situación el régimen ensalza la figura de González
frente a otros compañeros de la jerarquía:
―[…] Está siendo muy elogiada en toda la Región, la homilía
pronunciada en la tarde del día 18 del actual en la Catedral de Barcelona por
el Arzobispo Monseñor González Martín, con motivo de la visita de S.E. el
Jefe del Estado. Se comenta el contraste existente entre las palabras claras y
sinceras de este Arzobispo, con el proceder, según se dice siempre, ladino
del Obispo Cirarda. Madrid, 22 de junio de 1970‖388.
Durante la huelga en la empresa automovilística SEAT, en la que se
produce la muerte de un trabajador por los disparos de la policía, los
huelguistas buscan la mediación de un representante de la Iglesia.
Requieren que sea el propio Marcelo González el que interceda ante la
directiva para la readmisión de los trabajadores despedidos, y se tengan en
cuenta sus reivindicaciones. González se implica y, tras sus gestiones, el
conflicto se resuelve con resultados satisfactorios para ambas partes389.
387
Martínez Hoyos, F.: La JOC a Catalunya. Els senyals d‘una eglésia del demá (1947-1975),
Ed. Mediterrània, Barcelona, 200, p. 270.
388
AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Comentarios recogidos por el informador
(Burgos).
389
Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 39.
263
―La otra Transición de la Iglesia…
Pero la presión del nacionalismo catalán no baja en intensidad durante
los cinco años de pastoral de monseñor González en la Ciudad Condal.
Cederá al rito en catalán (lengua que domina tras su primer año en la
diócesis con la inestimable ayuda de los monjes de Montserrat), y a la
intervención de los cristianos catalanes en la vida pública, cualquiera que
sea su orientación ideológica.
Desde
el
punto
de
vista
eclesial
desarrolla
una
importante
reordenación diocesana con la división de la Archidiócesis en cuatro
territorios diocesanos, a fin de lograr una mayor eficacia en el trabajo
pastoral, y la designación, nada más llegar al arzobispado, recordemos que
es en 1967, de siete vicarios episcopales y un pro-vicario390.
Un año después, Marcelo González consigue que la Santa Sede
nombre cuatro obispos auxiliares, todos ellos catalanes, que compartan las
tareas de gobierno pastoral. También reforma los seminarios mayor y
menor, erige nuevas parroquias, especialmente en áreas obreras, crea la
comisión de pastoral diocesana, la comisión diocesana de medios de
comunicación social, el consejo presbiteral391 y promueve la Facultad de
Teología de Barcelona392.
390
González nombra cuatro obispos auxiliares para la Archidiócesis: José Campany, Ramón
Daumal, José María Guix y Ramón Torrella, todos al tiempo el 22-10-1968, y ―[…] ello a
pesar que la Santa Sede había decidido elevar a Barcelona a rango de archidiócesis el 25 de
marzo de 1964‖. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo
González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 418.
391
Pablo VI impulsa los consejos presbiterales como órgano consultivo del obispo, y encarga
de su exposición al cardenal prefecto de la Sagrada Congregación para el Clero, John Wright,
en 1970.
264
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La promoción al arzobispado de Toledo de Marcelo González (4-121971), Tarancón pasa a Madrid, es vista con buenos ojos, tanto desde el
régimen como por nacionalistas393. Toledo ha sido un destino codiciado
hasta aquí. Ahora representa un cargo más simbólico que estratégico.
392
De su intensa actividad magistral son muestra los más de cien documentos pastorales y
unos ochocientos sermones. Cronológicamente en 1967 publica: La devoción al Sagrado
Corazón de Jesús y el Magisterio de la Iglesia, El rezo del Rosario en el mes de octubre, María
en nuestra vida cristiana, Campaña contra el hambre en el mundo, Día del amor fraterno, La
pobreza en Navidad y Los hombres del mar, La acción pastoral del sacerdote en Barcelona, y
La fe, conocida, vivida y amada, Barcelona, ambos de la Comisión Diocesana para los Medios
de Comunicación Social; de 1968 surgen Escuelas y Colegios de la Iglesia en Barcelona, La
penitencia de la Cuaresma y la limosna, Los subnormales: hijos de Dios y miembros de la
Iglesia, Una forma concreta de caridad: sobre el Banco de ojos, ¿Y nuestros enfermos
mentales?, Fuertes en la fe, Balmes, Barcelona, 1968; en 1969 publica La Cuaresma y la
práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, Barcelona, Imp. Fidel, 1969, Cáritas no
encubre injusticias y La paz de Cristo y los derechos del hombre; Unidos en la
esperanza, Balmes, Barcelona, 1969; en 1970 salen a la luz Con motivo de la canonización
del Beato Maestro Juan de Ávila La Virgen María y la juventud, Barcelona, Balmes; en 1971,
Todo hombre es mi hermano; Hijos de la luz, predicación cuaresmal, Balmes, Barcelona.
Años más tarde, en 1983, hay referencias a Cataluña en Don Enrique de Ossó, o la fuerza del
sacerdocio para: ―[…] comprender uno de los diversos apartados del renacimiento de la
religiosidad católica en Cataluña desde un punto de vista ajeno a la línea carlista-integrista
que había logrado liquidar la Restauración‖. Velarde Fuertes, J.: Op. cit., pp. 236-237.
393
La confrontación con el cardenal comenzaba a tener signos preocupantes. Tras su salida
del arzobispado de Barcelona, González es nombrado ―Hijo adoptivo‖: ―[…] como público
testimonio de la acendrada gratitud y devoción de la ciudad a quien fue durante cinco años
arzobispo de la diócesis y ha dejado la impronta imperecedera de su fecundo y ferviente
magisterio, infatigable actividad apostólica, y total entrega amorosa a su ejemplar labor de
gobierno pastoral‖. Lanza, 31-12-1971, p. 9. A la muerte del cardenal La Vanguardia recoge:
―Muere Marcelo González Martín, el arzobispo que origina la campaña ‗Volem bisbes
catalans‘‖. La Vanguardia, 26-8-2004.
265
―La otra Transición de la Iglesia…
III.1.2. Las Asambleas del Presbiteriado: el revulsivo para un
clero expectante por los cambios en la institución
Las tensiones que ha generado el clero en la mayoría de las diócesis
españolas son tan graves, y las heridas tan profundas por una amplia
disidencia interna con gran parte de la jerarquía que, desde la Comisión
Episcopal del Clero (CEC), se van valorando los resultados de la encuestaconsulta, que durante 1969 y 1970, se está realizando entre el clero con el
fin de conocer el verdadero alcance del problema y posibles vías de solución
(la opción había salido por el apoyo del presidente de la CEC, y primer
presidente recordemos de la Conferencia, el cardenal Fernando Quiroga
Palacios, Enrique Vicente y Tarancón, junto a otros miembros, como el
anterior obispo de Albacete, Arturo Tabera (a partir de 1968 de Pamplona).
La I Encuesta Nacional del Clero Secular, como se denomina,
preparada por un equipo de expertos, dirigida por Ramón Echarren,
entonces director del SNC y más tarde obispo de Canarias, contiene 268
preguntas de carácter voluntario, tanto para las diócesis como para los
sacerdotes, y tiene como fin conocer los motivos de controversia y
reivindicación de un clero movilizado: ―[…] la situación de los sacerdotes,
sus deseos y aspiraciones en estos momentos de renovación que está
viviendo la Iglesia‖394.
Su planteamiento inicial parte del análisis de diversos aspectos
psicológicos,
sociológicos
e
ideológicos:
―[…].
Algunos
se
oponían
tenazmente a las preguntas sobre el celibato, sobre las opciones políticas de
394
BEAT, 24-5-1969.
266
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
los sacerdotes, sobre la manera en que debían encauzarse las relaciones
obispos-presbíteros… y sobre la postura que debía adoptar la Iglesia ante el
Régimen‖395.
Documento “0”. Cuadernillo de la Encuestaconsulta. Entre las preguntas, diapositiva de la
derecha, figuran ¿Qué ideología o forma sociopolítica le merece a Vd. un juicio favorable?
Mientras se está realizando la encuesta, el propio Pablo VI, menciona
expresamente a la jerarquía española en una alocución a los cardenales de
la Curia (junio de 1969), recomendándole que dialogue más con los
sacerdotes jóvenes, cuestión que irrita a algunos miembros de la CEE.
En Cuenca el obispo Inocencio Rodríguez Díez –de un destacadísimo
estigma nacionalcatólico- trata de no dejar en entredicho su autoridad,
apelando al ―esclarecimiento‖ público que, según él, tienen las palabras de
Pablo VI, precisamente en la celebración del ―Día del Papa‖ (30-6-1969):
395
Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 168. Entresacado de la entrevista a Vicente Enrique
y Tarancón por el autor.
267
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] no hay que interpretar las palabras de Pablo VI como algunos medios
de comunicación han hecho‖396.
Al final se validan 15.449 encuestas, de los 20.114 sacerdotes
censados, lo que equivale a un 85% del clero, perteneciente a 59 de las 64
diócesis españolas397. Las respuestas más avanzadas, y hasta rupturistas,
provienen del clero:
―[…] Las respuestas de los sacerdotes son más contundentes y claras
de ideas, mientras que entre las respuestas de los religiosos y seglares
abundan generalmente las posiciones de la vía media. El clero se muestra
más inconformista y presenta una divergencia mayor en los temas
‗fronterizos‘, como la disconformidad con la postura de la Iglesia en lo socio396
397
Diario de Cuenca, 1-7-1969, p. 2.
Secretariado Nacional del Clero: Asamblea Conjunta de Obispos y sacerdotes, BAC,
Madrid, 1971, p. 643. El Documento ―0‖, editado por el SNC, CEC, Madrid, 1968-1969,
guarda la confidencialidad y prohíbe su difusión. Los ataques a la fiabilidad de la encuesta se
produce desde determinados medios, como Iglesia-Mundo, lo que provoca la reacción de la
CEC que, en febrero de 1971, emite un comunicado en el que reafirma la validez que el
propio Pablo VI le reconoce: ―[…] como base para un conocimiento de la realidad, al tiempo
que afirmaba que sus conclusiones no pueden ser elevadas a criterio determinante de
verdad. En este sentido, los resultados de la encuesta son un instrumento útil de trabajo
para dar a la asamblea un mayor realismo en la reflexión y solución de los problemas
sacerdotales‖. La Vanguardia, 24-2-1971, p. 8. Las críticas perduran, y una vez pasada la
Asamblea Conjunta (septiembre 1971), es Vicente José Sastre, responsable de la misma, y
profesor de Sociología de la Universidad de Comillas (Madrid), quien afirma: ―[…] Con esto se
pretende atacar a la Asamblea Conjunta, dado que la Encuesta estuvo sirviendo como
referencia continua en todos los trabajos de ésta‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp.
10640. El texto es parte de la carta enviada, el 23-2-1972, a veinticinco sociólogos y técnicos
en Metodología de la investigación sociológica para analizar la encuesta-consulta y dar su
valoración, al final altamente positiva por la mayoría.
268
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
político, la aceptación de un trabajo o profesión civil, las preferencias al
celibato opcional, la ideología sociopolítica, y en el rechazo de la condición
jerárquica del sacerdote en la sociedad‖ 398.
Entre los resultados destaca que el 61% -cifra que en otras fuentes es
del 63,2%- está en desacuerdo con la política de la Iglesia en materia social
y política. Casi un 32% considera perjudiciales los lazos existentes con el
régimen, y una mayoría pide la renuncia a los privilegios de la Iglesia y la no
participación de civiles en actos religiosos399. El 80% aboga por la
separación de la Iglesia y el Estado, y el 48% se declara de izquierdas400.
Por ideologías destaca el Socialismo con un 24,8%; Comunismo 0,6%;
Anarquismo 0,4%; Movimientos Obreros 12,6%; Monarquía 21,7%; Falange
2,4%; República 6%; Autonomía Regional 4,9%; Situación actual (régimen
franquista) 10,5%; No responde 15,7%.
Por edades, los menores de 30 años, modifican sustancialmente los
porcentajes pues los partidarios del socialismo alcanza el 47,2% y sobre la
398
Fernández Fernández, G.: Op. cit., pp. 199-200. En la nota 588 ajusta su visión: ―El orden
de mayor apertura lo encabezan los sacerdotes menores de 40 años, seguidos del pueblo en
general, sacerdotes de 40-49 años, religiosos, movimientos apostólicos, religiosos, religiosas
y, en último lugar, los sacerdotes mayores de 64 años‖.
399
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., p. 643.
400
Figuero, J.: Si los curas y frailes supieran… Una historia de España escrita por Dios y
contra Dios, Madrid, 2001, p. 475.
269
―La otra Transición de la Iglesia…
situación actual el 4,2%401. Además el 62% de estos sacerdotes está
descontento con la formación teológica recibida, y un 84% plantea que la
Iglesia debe implicarse en juicios sociales o políticos:
―[…] Un 11 por 100 de los sacerdotes son más radicales y piensan que
el cristianismo en España no tiene en ningún caso capacidad para resolver
los problemas sociales del país, o sólo lo haría revolucionando la situación
actual. […] Lo cierto es que la mayoría del clero y una abrumadora mayoría
de los jóvenes –el 84 por ciento- piensan que con sólo su acción pastoral no
puede la Iglesia en España evangelizar los sectores descristianizados sin
implicarse en juicios o actitudes concretas reivindicativas, sociales o
políticas‖402.
Enrique y Tarancón advierte en Problemática sacerdotal, ante la
plenaria de la CEE, que de la encuesta se desprende un rechazo del clero
hacia la autoridad jerárquica, una exaltación del sentido comunitario y del
compromiso temporal, por lo que el panorama no es nada positivo y corre el
peligro de romperse la unidad:
401
Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras cristianas en la oposición al
franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 250. Según Ruiz-Rico los resultados generan los
recelos de los obispos: ―[...] Sorprende que respecto a la opción socialista se expresen tan
amplia cantidad de recelos (por parte de los obispos) cuando esa preferencia era la que
gozaba de mayoría relativa en las opciones del clero secular y regular. Así, la aceptación de
una organización política pluralista marca el punto donde jerarquía (renovada) y mayoría de
los sectores más activos de la comunidad eclesial coinciden. A partir de ahí, las posiciones se
diversifican [...].Ruiz Rico, J. J.: Op. cit., p. 23.
402
FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la situación social en España, 1970…,
Op. cit., p. 8.
270
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Los obispos –y no sólo los de España- estamos desconcertados y
hasta un poco asustados ante la realidad sacerdotal. Nos damos cuenta de
que está cambiando, y cada día con mayor intensidad, el modo de ser y de
comportarse los sacerdotes. Presenciamos o nos enteramos por la prensa de
posturas
sacerdotales
inexplicables
y
que
escandalizan
a
los
fieles.
Constatamos que el clima en que se desarrollan las relaciones entre
presbíteros y Obispos es muy distinto al que estábamos acostumbrados.
Incluso se da el caso de que grupos, más o menos numerosos de sacerdotes
–seculares y regulares-
denuncian las estructuras actuales de la Iglesia y
están en peligro de romper la comunión con sus obispos. No sé si será
verdad, como algunos dicen, que amplísimos sectores del clero desconfían de
la Jerarquía: del propio Obispo, de la Conferencia Episcopal y quizá, de la
misma autoridad suprema: el Romano Pontífice‖ 403.
Los obispos acogen con especial preocupación el mensaje y acceden
por mayoría a la propuesta de la celebración de una Asamblea Conjunta
entre obispos y presbíteros para salir del escollo404. En una entrevista
concedida a ABC el cardenal reconoce que la solución a los problemas
surgidos con los sacerdotes tras el Concilio no es nada fácil, pero también
advierte que la crisis puede solucionarse: ―si no nos la enredan los
extremistas‖405. Para Tarancón subyacen problemas en la estructura de la
Iglesia, por encima de opciones personales, y pone en reconsideración la
403
BEAT, núm. 5, 16-7-1969, p. 1.
404
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 247.
405
ABC, 17-7-1969, p. 35.
271
―La otra Transición de la Iglesia…
autoridad del obispo tras el Concilio, así como el nuevo giro hacia la
colegialidad que se demanda:
―[…] O sea, la organización diocesana, tal como la teníamos y se
mantiene en parte, no está hecha para una pastoral de conjunto, tal como
debe concebirse ahora, que el contacto personal y diálogo son esenciales…
Hasta ahora, los obispos creíamos, y lo creíamos casi como dogma, que
deberíamos formar los criterios nosotros solos… El nuevo giro del Concilio da
al gobierno de la Iglesia con el principio de colegialidad –que es una bomba
explosiva, aunque no se haya todavía percibido claramente- es que no se
quita nada a la autoridad personal del obispo para que diga la palabra
definitiva con toda la responsabilidad, pero exige que no forme el criterio, ni
tome sus decisiones por sí solo… Hace falta un contacto con la base; no hay
más remedio‖406.
Ante la opinión pública es imposible obviar la preocupante situación.
Durante el Simposio de Obispos Europeos de Chur (Suiza), celebrado del 7
al 10 de julio de 1969, el mismo Tarancón habla de ―renovación eclesial‖:
―[…]
El
tema
que
tratamos
ahora
tiene,
pues,
una
máxima
importancia en orden a la viabilidad y eficacia de esta renovación eclesial en
la que todos estamos empeñados. No resulta fácil la acción de los sacerdotes
en estas circunstancias. Es indispensable que encuentren ellos su postura y
su nueva forma de vida, y de actuaciones para que influyan positivamente en
los fieles. Y es lógico que, como consecuencia del nuevo planteamiento de los
406
Ibídem, p. 36.
272
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
problemas eclesiales, se conviertan en problemas muchas cuestiones que
teníamos resueltas y aún, al parecer, definitivamente resueltas‖407.
El Vaticano no es ajeno a esta problemática ni a los graves disturbios
que
se
están
produciendo
en
el
país
y
que,
junto
al
paulatino
desmembramiento interno que sufre el búnker, hacen presagiar cambios
significativos en el orden político e institucional. En el horizonte inmediato se
otea un cambio con dos catalizadores, las resoluciones del Concilio con
respecto a las relaciones entre Iglesia y regímenes autoritarios, y la crisis
con el clero a nivel interno.
El nombramiento de Vicente Enrique y Tarancón para la archidiócesis
de Madrid obedece, al menos en apariencia, al intento de colocar en el
centro neurálgico de la política nacional a la personalidad oportuna que sea
capaz de solucionar los escollos que se prevén en el devenir de las
relaciones entre Iglesia y régimen. Pablo VI lo deja entrever cuando afirma:
―[….] es un momento muy difícil para la Iglesia española. Usted va a ser
presidente de la Conferencia Episcopal. Y necesitamos en Madrid y en la
Conferencia una persona de confianza‖408.
407
Enrique y Tarancón, V.: ―El sacerdote en la renovación de la Iglesia‖, BEAT, núm. 6, 20-8-
1969, p. 1. Inmediatamente después Tarancón es nombrado obispo asistente al Sínodo
extraordinario, por voluntad expresa de Pablo VI, junto a Casimiro Morcillo, presidente de la
CEE. La prensa afirma: ―Con esta elección de monseñor Tarancón vuelve a mostrarse una vez
el especial afecto del Santo Padre hacia nuestro primado…‖. ABC, 17-7-1969, p. 35.
408
Cárcel Ortí, V.: Pablo VI y España: fidelidad, renovación y crisis (1963-1978)…, Op. cit., p.
450. El arzobispo Fernando Sebastián Aguilar, que mantiene una relación estrecha con el
cardenal en aquel momento, recuerda: ―[…] D. Vicente no opuso ninguna resistencia, aun
sabiendo lo que se le venía encima. Si el Papa lo quiere yo no tenía nada que decir, decía,
273
―La otra Transición de la Iglesia…
Tarancón, ya como presidente de la CEE, convoca, para septiembre de
1971, la Asamblea Nacional Conjunta de obispos y presbíteros, con el fin de
limar asperezas y desbloquear los instrumentos de comunicación entre
ambos sectores. Obispos mediáticos y ultras, como José Guerra Campos y
Laureano Castán Lacoma se manifiestan abiertamente en contra. El clero
ultraconservador, bajo las siglas de la Hermandad Sacerdotal Española
(HSE)409, y el sector cercano al OD, les respaldan410.
después de haber oído aquellas palabras yo estaba dispuesto a ir a Madrid y a Matalascañas‖.
Sebastián,
F.:
―En
memoria
del
Cardenal
Tarancón‖,
//www.iglesianavarra.org/blog/2008/03/31/en-memoria-del-cardenal-tarancon/,
http:
web
del
Arzobispado de Navarra y Tudela. Sáez Alba define a Tarancón como: ―[…] nuevo ‗centro de
gravedad‘ de la Iglesia católica española, por el apoyo del Vaticano a su moderantismo
político y a su inflexible toma de postura sobre la independencia‖. Sáez de Alba, A.: Op. cit.,
p. 300.
409
La asociación surge como reacción al que denominan ―desolador panorama‖ tras el
Concilio. Detrás de su constitución figura el padre Piulachs, a quien se unen Miguel Oltra,
franciscano, José Bachs Cortina, José María Alba Cereceda, Venancio Marcos, Luis Madrid
Corcuera, en una convocatoria en Vich (12-5-1969) a la que asistieron unos trescientos
sacerdotes. La Asociación lleva el nombre de ―San Antonio María de Claret‖ y es aprobada por
el Arzobispo de Barcelona. El 9 de julio de ese año, en Segovia, se pone en marcha la
―Hermandad Sacerdotal Española‖ en presencia de más de 500 sacerdotes, con una
Declaración de Principios de ―San Antonio María Claret y de San Juan de Ávila‖, como se
reconoce eclesiásticamente en Roma, e inscrita en el ministerio del Interior como asociación
profesional. Desde que aparece oficialmente la Hermandad sus manifestaciones encierran
posturas políticas conservadoras, e integristas en lo religioso. Esta Hermandad persigue,
durante muchos años, la aprobación de sus estatutos a la CEE. Vid. González Sáez, J. M.: La
Hermandad Sacerdotal Española: la resistencia del clero conservador al cambio eclesial y
político (1969-1978), Tesis doctoral (inédita), Universidad de Navarra, 2011; y por la propia
HSE: Historia de un gran amor a la Iglesia no correspondido, Hermandad Sacerdotal
Española, Madrid, 1990.
274
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Uno de los principales objetivos de los organizadores de la Asamblea
es que se produzca la máxima representatividad y participación del clero.
Desde la CEE se diseña un plan de trabajo en el que se incluya la discusión
sobre la problemática sacerdotal, detectadas en la encuesta-consulta, y las
necesidades de los clérigos en la búsqueda de una nueva teología del
sacerdocio. Sin embargo, el camino no es fácil y el primer conflicto estalla
cuando se presentan los proyectos de reglamento. Guerra Campos se niega
a aceptar los procedimientos, argumentando la prevalencia de la figura del
obispo por encima de cualquier otra orientación doctrinal: ―[…] los únicos
maestros
somos
los
obispos‖,
al
tiempo
que
acusa
a
la
CEC
de
tendenciosidad en la encuesta-consulta previa411.
El reglamento cifra el número de asistentes por diócesis. En el caso de
aquellas que cuenten con menos de trescientos sacerdotes, como es el caso
de las diócesis de la provincia eclesiástica de Toledo, se otorga una
representación de dos sacerdotes con derecho a voz y voto, así como la
410
Para Tarancón: ―[…] un grupito de obispos temía que el carácter contestatario que se
manifestaba en algunos grupos de sacerdotes, prevaleciera en la Asamblea y creara graves
perjuicios para la disciplina eclesiástica. También temían, por otra parte, que enrarecieran el
clima de inteligencia y colaboración entre la Iglesia y el Estado, porque iba creciendo entre el
clero joven la convicción de que la Iglesia debía desengancharse del Régimen político para ser
instrumento de pacificación y de unidad entre todos los españoles‖. Enrique y Tarancón, V.:
Confesiones…, Op. cit., p. 439. También en Martín de Santa Olalla Saludes, P.: ―Un obispo
para una época polémica: Laureano Castán y la diócesis de Sigüenza-Guadalajara‖…, Op. cit.,
p. 405.
411
Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 169. El autor recoge otras expresiones del obispo
Guerra: ―[…] Yo como obispo, no estoy de acuerdo con el procedimiento de la Comisión del
Clero. No se puede tolerar la conducta y los procedimientos utilizados por esa Comisión […]‖.
Ibídem.
275
―La otra Transición de la Iglesia…
asistencia de observadores (religiosos, religiosas y seglares), técnicos
invitados por la CEC, y miembros de las ponencias, no previstos en
anteriores apartados.
En Albacete el obispo Ireneo García, durante la pastoral del ―Día
Mundial de los medios de comunicación social‖ (6-5-1971), apela a que
éstos secunden la doctrina de la Iglesia en todos los ámbitos de la vida,
preocupado como está por lo que trascienda del proceso que se va a
iniciar412.
Monseñor García, que ha defendido desde un primer momento el
funcionamiento de la asamblea del presbiteriado, invita a sacerdotes y
religiosos a la participación en la asamblea diocesana (prevista del 5 al 12
de julio, salvo sábado y domingo). A ésta sólo podrán asistir cuarenta
representantes con derecho a voz y voto (como no está prevista la
participación de los laicos en la Asamblea nacional no se convoca a la
diocesana, argumento discordante en discusiones posteriores).
El consejo de presidencia está formado por monseñor García, Alberto
Iniesta Jiménez (secretario), Fulgencio Sánchez Sánchez, José Cuerda Garví
y Luis Marín Navarro. Los componentes de las distintas comisiones son:
 Comisión del Clero: Alberto Iniesta Jiménez, Ramón Carrilero
Martínez, José Oliva Conesa, Fernando Parra Cuenca y Ángel
Laguna Calderero;
412
AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000. De la importancia que otorga Ireneo García a
la difusión, por cualquier medio, de la doctrina de la Iglesia, es la compilación de las
comunicaciones de otros episcopados europeos sobre la marcha de las conclusiones del
Concilio, así como de sus comisiones episcopales, en las páginas del boletín diocesano.
276
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
 Comisión Permanente del Consejo Presbiteral: Emilio González
Álvarez, Victoriano Navarro Asín, José Oliva Conesa, Ramón
Roldán Collados y Vidal Martínez Álvarez;
 Grupo de la Oficina de Sociología Religiosa: Jaime Fernández
Pérez y Cándido Córcoles Sotos.
El obispo apela en su discurso de bienvenida al diálogo entre
sacerdotes: ―[…] Serán analizados con todo detalle los múltiples problemas
sacerdotales de dimensión personal, surgidos como consecuencia de los
tremendos cambios sociales de nuestro país‖413.
Por su parte, el secretario Alberto Iniesta califica los previos a la
misma como una época ―secreta‖ o ―íntima‖, y critica las faltas de asistencia
de algunos sacerdotes, así como las omisiones a los textos que se han
413
BOOA, núm. 5, Extraordinario de la Asamblea del Presbiteriado Diocesano, 1971, p. 242.
Palabras de la homilía preparatoria que el obispo Ireneo García ofrece a los fieles el cuatro de
julio. La diócesis de Albacete es la que más información ofrece sobre la marcha de su
Asamblea con la publicación de un número extraordinario. En el resto, además de una escasa
información pública, no ha existido la posibilidad de acceder a documentos relacionados con
las mismas, argumentando, en algún caso, que han sido destruidos o desaparecido. Desde la
CEE, se notifica que, en 1975, los responsables de los archivos diocesanos acuerdan no
permitir el acceso a ciertos documentos, que entienden de tipo administrativo y de bajo
interés para los investigadores. El plazo establecido es de cincuenta años (argumentos de la
archivera jefe de la CEE, a quien se le consulta por qué se conocen ciertos documentos de
otras diócesis, también supuestos fondos ―administrativos‖). Por tanto, los nombres de los
sacerdotes, y datos precisos sobre comisiones en las que participan, así como actas del
desarrollo de las Asambleas diocesanas, son fruto del rastreo entre las fuentes orales que
mencionamos en este trabajo, y datos de los Boletines que, como veremos, son escasos y
sesgados en su mayoría.
277
―La otra Transición de la Iglesia…
producido en los trabajos preparatorios414. Iniesta también se refiere a la
―crisis sacerdotal‖ y la no presencia de religiosos y laicos:
―[…] en la evolución de este hombre a la vez tan importante y tan
frágil que es el ‗cura‘. Tan importante, porque muchos dependen de él en el
orden del Reino y de la fe. Tan frágil, porque también él depende
enormemente de la Iglesia y, en último término, del mundo y de la sociedad.
[…] Echamos de menos a los laicos y a los religiosos. Todo se andará. Por
esta vez parece que no era posible todavía. […] es un mal que esa asamblea
no sea de todo el pueblo de Dios. ¿Otra vez será? Esperemos que sí‖415.
El secretario recuerda las actitudes a tener en la Asamblea que pasan
por el establecimiento de una relación de amistad, actitud receptiva, huida
414
Alberto Iniesta tiene una participación destacada como responsable de la secretaría
provincial, y luego en la regional de Levante. Originario de Albacete (4-1-1923), se licencia
en Teología en 1958 en la Universidad Pontificia de Salamanca y ordenado sacerdote el 13 de
julio de ese mismo año. Ocupa los cargos de Ecónomo de San Pedro (Albacete), durante
1958, y superior del seminario mayor durante los años 1958-1972. Ordenado obispo auxiliar
de Madrid-Alcalá (22-10-1972), es miembro de la Comisión Episcopal de Liturgia (19751981) y Migraciones (1984), de la que es presidente en 1987. Entre sus publicaciones
destacamos: El Bautismo (PPC), Creo en Dios Padre (Desclée); Escritos en la arena (PPC)
y Teopraxis (Sal Terrae).
415
BOOA, núm. 5…, Op. cit., p. 248-249. La propuesta de que los seglares acudieran a la
Asamblea realizada por Iniesta es desechada por los asambleístas: ―Luis Echevarría aclara
que un grupo de militantes de la HOAC, interesados en ello, habían desistido: al no haber
participado en la preparación, pierde sentido su presencia en la asamblea. Por otra parte,
añaden otros, la Asamblea nació y se preparó como ‗conjunta obispos-presbíteros‘ y no como
‗del pueblo de Dios‘‖. Ibídem, p. 253.
278
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
de las medias tintas y poca claridad en la expresión de sus convicciones,
evitar eternas cuestiones, lucidez, realismo y un método de representación.
Seguidamente se pasa al análisis del primer documento, Documento
―0‖ Diocesano416. Este documento representa la ―radiografía‖ sobre aspectos
de tipo personal, social y eclesial, del clero y su consecuente en el aspecto
doctrinal. Sus datos son resumidos por Jaime Fernández, y los interpreta
Ramón Carrilero. Después se organizan equipos para trabajar sobre el
Documento I, ―Significación del Sacerdocio ministerial‖, que más tarde es
rechazado al completo en una votación con tres votos afirmativos frente a
los treinta y dos del no, y un ―iuxta modum‖ (los votantes del iuxta modum
matizan las proposiciones, si bien están de acuerdo en lo fundamental, y sus
votos se suman a la mayoría cuando se aprueban). Como afirma el cronista,
Francisco Galindo: ―Estas enmiendas ‗a la totalidad‘ eran totalmente
inviables, pero indican –a mi juicio- la desconfianza de un sector hacia la
visión del ministerio que da el documento, desconfianza que había aflorado
en algunos sitios durante el periodo preparatorio de la Asamblea‖417.
De este, como de los otros dos documentos, el II ―Sugerencias para
resolver los problemas sacerdotales originados en las estructuras‖, y III,
―Sugerencias para resolver los problemas sacerdotales de dimensión
personal‖, surgen una serie de proposiciones, que aparecerán recogidas por
416
Al igual que en Albacete, los resultados de la encuesta-consulta se desmenuzan en
cincuenta y cinco diócesis donde participan un total de 1350 equipos formales, 130
espontáneos y 223 complementarios conformados por religiosos, religiosas, seglares y
seminaristas (en el caso de la provincia eclesiástica de Toledo el trabajo se dilata casi nueve
meses y, en toda la institución se da por culminado a mediados de 1970).
417
BOOA, núm. 5…, Op. cit., p. 253.
279
―La otra Transición de la Iglesia…
la SNC alrededor de las ponencias en las que finalmente se dirimen en la
Asamblea nacional. Relacionado con el Documento I, y en lo que se refiere
al Capítulo 2. La Iglesia como conciencia crítica de la sociedad, de la primera
ponencia, Iglesia-Mundo, el clero albaceteño aporta:
―N. 29: Albacete.- Estamos especialmente obligados a servir a la
parcela más pobre de nuestra diócesis, de nuestro mundo; es decir,
obligados a ofrecer, por puro servicio y sin intención proselitista, nuestra voz
y nuestra fuerza a los grupos humanos que apenas tienen voz ni fuerza en la
vida: a los emigrantes, nuevos proletarios, a los pobres. Di, 34, No 1, IM.
1‖418.
En lo que se refiere al Capítulo 3. El compromiso político del
presbítero, reivindican:
―N. 70: Albacete.- La diversidad de necesidades y situaciones de las
comunidades concretas pueden exigir del presbítero diocesano un pluralismo
418
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. Sobre la primera
ponencia, Iglesia-Mundo, se llegan a recibir, de todas las diócesis del país, más de 400
proposiciones. El SNC apunta: ―[…] Recogemos no solamente las proposiciones aprobadas,
sino todas aquellas que fueron enviadas por las diócesis al Secretariado Nacional […].
Pensamos que el hecho de que una proposición sea rechazada es tan significativo como el
que otra sea aceptada. En los casos en que contamos con el número de votos registrados, lo
recogemos siempre junto a la proposición. Aquellas proposiciones que no tienen votación al
margen fueron aprobadas por más de dos tercios, pero desconocemos la cifra exacta‖.
Ibídem. Este esquema se sigue en cada una de las ponencias, lo que da idea del nivel de
transparencia informativa que tratan de dar los organizadores de la Asamblea nacional. Las
aportaciones de las Asambleas diocesanas se reflejan en proposiciones sobre las ponencias,
cada una de ellas en diez capítulos, de la Asamblea. Ante la falta de otra documentación,
aportamos todas las proposiciones recogidas por el SNC de las diócesis de CLM, en el Anexo
2.1. del Capítulo III. Proposiciones a la Asamblea Conjunta de las diócesis, e interdiocesanas.
280
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
de actuación cívica. Una información suficiente a todos los niveles evitará la
incomprensión y fomentará no sólo el respeto, sino también el apoyo de los
demás presbíteros. Si 23, No 2, IM 12‖419.
Entre las proposiciones aprobadas en el Capítulo 5, sobre las
―Relaciones de la Iglesia con el poder civil‖, Relaciones Iglesia-Estado en
general, se reivindica una independencia del poder civil, en este caso a nivel
local, y un trato de igualdad con el resto de los ciudadanos a nivel social,
libertad de reunión, expresión, asociación, manifestación y renuncia a
cualquier tipo de privilegio:
―N. 104: Albacete.- Urge serena y progresiva independencia en el
terreno de los hechos entre Iglesia local, en todos sus niveles, y el poder
económico y civil. Si 26, No 1, IM. 9‖ 420.
―N. 125: ―Albacete.- La fidelidad al mundo exige también colocarnos
en plano de igualdad con los demás hombres en los diversos aspectos de la
vida social; sin abdicar de ningún derecho (v.gr., presencia en lugares de
reunión o esparcimiento; participación en los diversos bienes sociales;
vestido normal, sin ningún distintivo de clase o casta; convivencia normal
con las personas de nuestro entorno; derecho a tener y expresar opiniones
propias, en todos los órdenes de la vida humana, a título personal; derecho a
los ‗derechos humanos‘ de reunión, expresión, asociación, manifestación,
etc.) ni pretender ningún privilegio (v.gr., exención de impuestos, entradas
419
Ibídem.
420
Ibídem.
281
―La otra Transición de la Iglesia…
gratuitas donde el ‗hombre de la calle‘ no la tiene, exención de servicio
militar a los seminaristas, jurisdicción ordinaria en los tribunales, etc.). Si 31,
No 4, IM. 2‖421.
Más contundente es la proposición recogida en la Ponencia 6ª:
Exigencias evangélicas de la misión del sacerdote en la Iglesia y mundo de
hoy, en el apartado El profetismo, signo de lo escatológico, donde se habla
de la injusta persecución por las denuncias desde el clero sobre actuaciones
contrarias a lo que determina el Concilio:
―N. 98: Albacete.- Constatamos que en nuestra diócesis, como en el
resto del país, se da con frecuencia una actitud contra algunos obispos,
presbíteros y laicos, acusándoles de hacer política con algunas de sus
palabras, escritos y actuaciones aplicadas a situaciones injustas o menos en
consonancia con la Iglesia posconciliar. Pedimos que lo que procede es
enjuiciar si esas palabras, escritos y actuaciones son o no son evangélicos,
ya que las exigencias del Evangelio obligan a obispos, presbíteros y laicos a
tomar postura clara y concreta ante estos hechos y situaciones. Igualmente
consideramos que guardar silencio ante estos hechos y situaciones sería
antievangélico y ser infieles a nuestra misión. Si 18, No 3, IM. 15‖422.
421
Ibídem.
422
A pesar de la escasa diferencia entre votos afirmativos y negativos la proposición encierra
un alto grado de compromiso con la denuncia y la presencia de la Iglesia en los temas claves
del ámbito social o político. Significa un importante alegato a favor de la libertad de expresión
y denuncia para los sacerdotes, y para la Iglesia en general, que marca una diferencia muy
importante y clara con respecto al resto de las proposiciones del resto de las asambleas
diocesanas de las demás diócesis de la región.
282
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En cuanto al Documento II, ―Sugerencias para resolver los problemas
sacerdotales originados en las estructuras‖,
el obispo se ve obligado a
―frenar‖ ciertas propuestas progresistas sobre el celibato –junto a otras de
fondo político-, planteadas por los curas más jóvenes y renovadores423.
Dieciocho asambleístas piden que la Iglesia no sólo estudie la posibilidad de
ordenar a hombres casados, ―sino la posibilidad del casamiento de los
sacerdotes‖424. Ireneo García intenta contener el descontento palpable entre
aquellos, ―porque son más sensibles y están más cerca de los problemas
actuales‖425, aunque su voluntad no sobrepasa el intento de: ―superar las
423
Sobre el celibato la oficina episcopal de la provincia eclesiástica de Toledo había emitido
un comunicado, en febrero de 1970, en oposición a las declaraciones del Consejo Pastoral de
Holanda: ―[…] Lamentamos que en algunos sectores de la Iglesia Católica las fuerzas se
malgasten, entregándose a discusiones, con grave detrimento de las normas de la vida
sacerdotal‖. El comunicado añade que la postura del episcopado holandés: ―[…] es siempre
nociva cuando ésta procede, en oposición a las urgentes indicaciones del Papa Pablo VI, de
órganos de una Iglesia local‖. Lleva la firma del cardenal Enrique y Tarancón, dos arzobispos
y nueve obispos. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10560. El tema comienza a
expandirse por toda Europa y, en abril de ese 1970, ya se discute por el clero en Italia y Gran
Bretaña, y por tanto candente en fechas previas a las asambleas diocesanas, donde aparecen
otras propuestas que contradicen la disciplina de la Iglesia, como la ordenación de mujeres.
Como añaden otros autores: ―[…] Otras parecían entrar en la utopía al exigir que los católicos
dedicados a la enseñanza abandonasen las ciudades -siempre bien atendidas- para fomentar
una educación integral en zonas rurales y marineras; que se pusiera en práctica de verdad la
‗comunicación de bienes‘ (sic) entre las personas y por parte también de la institución de la
Iglesia…‖. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 195.
424
BOOA, núm. 5, Op. cit., p. 257.
425
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op cit., p. 104. En el transcurso de
esos días por los pasillos corren rumores de que la asamblea está ―manejada‖, más esos
comentarios no han sido transcritas en documento alguno.
283
―La otra Transición de la Iglesia…
posibles separaciones entre obispos y sacerdotes‖426. Es tanta la tensión que
se palpa que el obispo ataja el tema manifestando que la Asamblea, y él
mismo, ―son incompetentes para pronunciarse sobre temas que, como el
celibato, se ha reservado el Papa‖427.
Aunque estas propuestas no llegan a la siguiente fase, el sector
progresista logra consensuar un comunicado que demanda una revisión de:
―[…] los actuales estudios teológicos, históricos, sociológicos y psicológicos
sobre el celibato y la posible evolución futura de su legislación continúen con
seriedad y serenidad, para no llegar tarde, como tantas veces ha llegado
tarde la Iglesia‖428.
426
427
Ibídem.
Ibídem. El obispo justifica su reprobación: ―Sería triste un enfoque de competición
Obispos/Sacerdotes. Por eso en la nota que me vi obligado a presentar a la Asamblea cuando
iban surgiendo propuestas sobre el celibato sacerdotal mi planteamiento no fue prohibitivo,
sino declarativo de un impedimento, que afectaba tanto la Asamblea como al Obispo. Todos
hemos de ser fieles a la Palabra de Dios y al magisterio de la Iglesia‖. Ibídem, p. 266. En
1977 Ireneo García vuelve a justificar su postura: ―[…] Acceder a estas propuestas habría
sido obrar contra mi conciencia y fidelidad a la colegialidad episcopal y a la comunión con el
Papa. Aunque no sea materia de derecho divino, no es tampoco un asunto alegremente
opinable sobre todo cuando se apoya en una tendencia ‗secularista‘ del sacerdocio y se anula
prácticamente el seguimiento de Cristo invitando a una renuncia al matrimonio por el Reino
de los Cielos. Aunque se haya tomado mi postura como autoritaria, no me arrepiento de
haber hecho uso de mi autoridad […]‖. García, I.: ―Optando por una Iglesia liberada,
evangelizadora y comunitaria. Reflexiones pastorales al comienzo del curso 1977/78‖, BOOA,
núm. 6, septiembre-octubre, 1977, pp. 107.
428
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 104, recogido del BOOA,
núm. 5, ya citado.
284
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Otras proposiciones que surgen en la Asamblea son la creación de una
Federación Nacional de consejos presbiterales, y la demanda, a la CEE, de
una mayor información sobre sus trabajos abriendo el debate sobre los
temas más importantes de la Iglesia:
―[…] comprensión, aceptación del pluralismo, que también ellos sean
dóciles a la Comunidad y al Espíritu… etc. Se manifiesta también una especie
de miedo a que no se reconozca suficientemente los derechos, como
personas responsables, de los presbíteros; miedo a vivir en fórmulas
dogmáticas, morales y pastorales pasadas. Se desea que haya más
información dentro de la Iglesia de los trabajos de la Conferencia Episcopal y
de los asuntos de la Iglesia de interés común…‖429.
En el debate del documento III, sobre la dimensión personal del
sacerdote, surge cierta disensión en los puntos relativos a la obediencia y
celibato, pero sobre todo en la discusión de si el presbítero debiera tomar
una opción política. Al final se acuerda que, en el caso de tal opción, debería
abdicar por el bien de la comunidad con la que trabaja.
Al final de la Asamblea el monseñor García destaca el planteamiento
de la formación permanente del clero y la pastoral de conjunto entre el
presbiterio diocesano y los movimientos apostólicos. En su discurso de
clausura se refiere a la debilidad que arrastra a la ―pobreza pastoral de los
sacerdotes‖, consecuencia de una cerrazón en sí mismo, y a una falta de
corresponsabilidad en la acción pastoral entre presbíteros y obispo, en un
intento de ―corrección‖ mutua:
429
Ibídem, p. 256.
285
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Es preciso romper el cerco de un sacerdocio cerrado en sí mismo.
El sacerdote debe cumplir su misión con fidelidad a quien le envía y a
quienes es enviado. Pero siempre en la línea de su misión: no adulterando el
mesianismo evangélico con un mesianismo temporal. […] Todo lo sagrado se
halla
amenazado
por
la
ola
del
secularismo.
[…]
Pobreza
de
‗Iglesia/comunión. Ha predominado un enfoque de Iglesia poder, derivado un
concepto imperfecto de Iglesia/sociedad. ‗Los sacerdotes no hemos contado
como personas, sino como meros ejecutores‘, dice la encuesta diocesana.
Deberemos caminar hacia un Presbiterio Diocesano, que sea auténtica familia
sacerdotal, donde todos somos corresponsables no sólo por táctica pastoral,
sino por participar de la misma consagración y en la misma misión del
sacerdocio de Xto. […] Al ver libertad en los sacerdotes para una crítica
constructiva con relación a su Obispo yo me considero también con más
libertad para la corrección fraterna, siempre necesaria en un superior‖ 430.
En la diócesis de Ciudad Real su obispo, Juan Hervás y Benet, envía a
los sacerdotes, unos meses antes a la celebración de la Asamblea diocesana,
una circular en la que figuran los resultados de la encuesta-consulta, al
tiempo que recalca que no será posible abarcar y resolver todos los
problemas suscitados en la misma431. Adelantándose a futuras reflexiones el
obispo define el problema capital del sacerdote a escala personal:
430
Ibídem, p. 266. Un número importante de las proposiciones de Albacete se llevan a la
asamblea interdiocesana en Valencia, donde gran parte de sus contenidos se asumen en los
documentos de la Región Levante, y que podemos observar en el Anexo 2.1., ya referido.
431
Hervás y Benet, J.: ―Carta circular ante la Asamblea conjunta de obispos y sacerdotes‖,
Boletín Oficial del Obispado de las Órdenes Militares (BOOPOM), 17-11-1970, pp. 391-394. El
obispo precisa: ―[…] Por eso conviene ir por partes y puede ser muy útil destacar en un
286
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Deberemos revisar, por consiguiente, nuestra oración, nuestra
sincera voluntad de mantenernos en actitud de conversión, nuestra apertura,
con espíritu de fe, a los signos de los tiempos. […] el de la inserción del
Sacerdote
en
la
comunidad
eclesial,
con
sus
exigencias
de
plena
disponibilidad; la obediencia que enmarca la vida sacerdotal con su halo
misterioso, el ‗factus obediens usque ad mortem‘ de Jesucristo, y pone a los
que mandan y a los que obedecen en la delicada situación de sentirse
igualmente constreñidos a cumplir cada uno su misión‖ 432.
La Asamblea se celebra entre el 14 y el 19 de junio de 1971, en la
casa sacerdotal. Forman parte de la mesa de presidencia, además del obispo
y del vicario general, los tres moderadores elegidos por votación entre los
siete previos, según el reglamento. Los primeros son Rafael P. Piñero, Isaac
Zudaire (director del seminario hasta 1977; ostenta el cargo durante treinta
años), y José Díaz; los otros cuatro son Juan Castañeda, Pedro Rabassa,
José Navarro y Gerardo Lomas. En la secretaría general figuran Isidoro
Castellanos y Jesús S. Valiente; por parte de la comisión ejecutiva aparecen
Bernardo Arias, como secretario general y Antonio G. Villén. Entre sus fines:
primer plano algunos detalles para hacerse mejor idea de todo el conjunto. […] No cejaremos
hasta lograr que sea realidad todo el capítulo III del Decreto Praesbyterorum Ordinis, hasta
que veamos convertido en vida de todo el pueblo de Dios el espíritu y la doctrina del Concilio
Vaticano II‖. Ibídem.
432
Ibídem, p. 393-394.
287
―La otra Transición de la Iglesia…
―1.- La Asamblea quiere ser un encuentro del Presbítero Diocesano en
espíritu de diálogo y comunión eclesial, no una asamblea constituyente ni
legislativa.
2.- Por eso se debe evitar el equívoco de considerar la Asamblea
como una reunión de presbíteros que estudian y votan unas conclusiones
que luego son aprobadas por el Obispo.
3.- Lo que se intenta es que en la Asamblea diocesana el Obispo,
como Cabeza del Presbiterio, y los Representantes de los grupos, fieles a la
Palabra de Dios y al Magisterio de la Iglesia, principalmente a las directrices
del Concilio Vaticano II, estudien y lleguen a unas conclusiones que,
ordinariamente no serán leyes, sino normas de actuación pensadas y
decididas en común‖433.
Momentos de la Asamblea diocesana con la
participación del obispo Juan Hervás y Benet. Lanza, 18-6-1971, primera.
José Navarro Chaparro, ponente sobre la formación permanente del
clero, traza las circunstancias sociológicas en las que encuadrarla y el
momento histórico. Juan Castañeda Hueso analiza, desde la psicología, los
433
―Diario de la Asamblea. Crónica‖. BOOPOM, núm. 7-8, julio-agosto, 1971, p. 324.
288
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
datos de la encuesta-consulta. El moderador, Isaac Zudaire, matiza algunas
intervenciones: ―[...] tendentes a solicitar de la ponencia una presentación
más definida de las notas y medios específicos para una espiritualidad del
clero diocesano‖434.
En cuanto a la relación obispos-presbíteros, presentada por Jesús
Torres, y moderada por Juan Castañeda, se ve la necesidad de aclarar los
conceptos de autoridad y obediencia, a lo que Rafael Piñero apunta en su
intervención: ―[…] autoridad y obediencia en la Iglesia no se pueden tomar
en el sentido que tienen en la sociedad natural, porque la Iglesia es una
sociedad sobrenatural y, por tanto, su autoridad y obediencia son de otro
orden. Esta relación hay que situarla en el misterio de la comunión es
consecuencia del amor‖435. De las proposiciones aprobadas destacan:
―N. 4: Ciudad Real.- Entendemos que el concepto cristiano de autoridad
y obediencia debe apoyarse sobre una base de comunión eclesial de personas,
y por lo tanto abogamos por una autoridad que promueva la pluralidad como
expresión real de la unidad comunitaria‖.
―N. 21: Ciudad Real.- Para evitar el servilismo, proponemos: a) No
adoptar ante el obispo una mera sumisión pasiva ni la dimisión de la propia
conciencia y libertad. b) Tratar al obispo con sinceridad y confianza, sin
insolencia. e) El diálogo, abierto a todos‖.
434
Ibídem, p. 314.
435
Ibídem. También en Lanza, 17-6-1971, p. 3.
289
―La otra Transición de la Iglesia…
―N. 34: Ciudad Real.- Para conocimiento mutuo y ejercicio de la
corresponsabilidad, se propone la celebración periódica, cada cinco años, de
un Sínodo general diocesano, con asistencia de todo el presbiterio y
participación activa de otros miembros del Pueblo de Dios‖436.
En cuanto a los organismos diocesanos, en concreto sobre la creación
del Consejo diocesano de pastoral, y que justamente se ha tratado la
mañana anterior al inicio de la Asamblea, se evita su discusión durante la
cuarta ponencia de Eugenio S. Vega quien solicita una simplificación de los
aspectos burocráticos y la reorganización de diversas delegaciones y
secretariados, así como la urgente revitalización de ambos437. El moderador,
Pedro Rabassa, con otros sacerdotes, insta que la Santa Sede apruebe el
Consejo una vez oídas las Conferencias Episcopales. También solicita
dedicación plena para el vicario de pastoral.
La ponencia de Jesús J. Ortiz, moderada por José Navarro, sobre la
incorporación de los religiosos a la pastoral, contiene la urgencia de la
participación de los seglares tras una formación adecuada, sobre todo en las
instituciones o asociaciones de apostolado seglar del medio rural. Al final se
aprueba una proposición que aparecerá en la Ponencia III. Criterios y cauces
de la acción pastoral de la Iglesia, de la Asamblea nacional, en el Capítulo I.
Integración de todo el Pueblo de Dios en la acción pastoral:
436
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss.
437
Lanza, 17-6-1971, p. 3.
290
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―N. 19: Ciudad Real.- Reconocida la necesidad de la acción de los laicos
como fermento de presencia cristiana en el mundo, y la necesidad de su
incorporación a la misión apostólica de la Iglesia, nos comprometemos
solidariamente, dentro de los equipos arciprestales o de zona, a darles
testimonio con nuestra vida y planificar una formación gradual y progresiva, al
menos a escala de grupos, que los lance al ejercicio de su sacerdocio laical‖438.
En plena asamblea el obispo publica una carta en el diario Lanza en la
que invita a todos los católicos a interesarse por los acuerdos, y destaca de
lo tratado hasta aquí: ―[…] enfrentarse con los problemas reales de nuestro
tiempo en un diálogo abierto, lleno de valentía, sinceridad y humildad. […]
unas conclusiones que no serán leyes, sino un programa de vida y acción
sacerdotal pensado y decidido en común‖439.
En lo referido a la ―fraternidad entre los sacerdotes‖, tratado en la
quinta y séptima ponencia, Jesús S. Valiente (27 años y cura-párroco de
Fontenarejo-Navalpino) y Andrés Pinar y Gerardo Lomas (58 y 59 años
respectivamente) postulan visiones contrarias matizadas por el moderador
José Díaz González. Lanza recoge sobre esta controversia: ―[…] Aunque se
reconoció una falta de una adecuada disposición para llegar al ideal de una
vida en común, era patente el entusiasmo con que todos los asambleístas
acogieron la necesidad de ir poniéndose mentalmente en camino hacia la
realización de este ideal‖440.
438
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss.
439
Ibídem, pp. 1-2.
440
Lanza, 18-6-1971, p. 4.
291
―La otra Transición de la Iglesia…
A pesar de las visiones dispares surgidas, al finalizar la Asamblea el
obispo Hervás concluye que lo tratado ha suscitado el interés de todos, y se
demuestra, una vez más, la unión y confianza entre sacerdotes y obispo441.
De nuevo Lanza destaca las altas miras y el valor de lo debatido: ―[…] Ha
habido altura teológica y un respeto total a lo fundamental y sobrenatural,
para mejor orientar la puntería de una adecuación a los tiempos históricos
que vivimos y ante los que se presentan ante nosotros de cara al
porvenir‖442.
En la diócesis de Cuenca participan en su Asamblea, además de su
obispo Inocencio Rodríguez, los sacerdotes Julián Saiz, entonces vicario de
pastoral y hoy secularizado; Pedro Heras Mateo, delegado del clero y
arcipreste de Huete; Luis López Fernández secretario y profesor del
seminario mayor; Salvador Alonso, deán de la Catedral (mano derecha del
obispo en quien delega asuntos importantes); Amador Motos Caruda,
superior
del
seminario
mayor
(secularizado
posteriormente);
Vicente
Langreo; Sebastián Aguilar, sacerdote en los P.P. Salesianos; Julián Sevilla
Paños de Villar de la Encina; Ángel Horcajada, delegado de AC; Antonio
Carbajo de Tinajas y Manuel Cañas (fallecido). También asiste Bernardino
441
Ibídem. También en ―Diario de la Asamblea. Crónica‖…, Op. cit., pp. 315-317. También en
Lanza aparece un artículo de su director, Carlos María San Martín, donde sugiere los valores
del sacerdote: ―[…] un hombre de fe y de oración, dispensador de la Palabra y de los
Sacramentos, el primero en generosidad y ejemplar en la exigencia consigo mismo. […] Nos
sobran ‗profesionales‘, ‗líderes‘ hay a montones, humanistas y sociólogos en cantidades
industriales. De lo que hay menos es de ‗especialistas en santidad‘‖. Lanza, 20-6-1971, p. 7,
y en Ecclesia, núm. 1550, 17-7-1971, p. 2.
442
Lanza, 20-6- 1971, p. 2.
292
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Buendía Belinchón, quien destaca la importancia de los temas tratados: ―Fue
una reflexión sobre la situación de la Iglesia. Muy positiva en un ambiente
de libertad. Predominó la renovación, y nos planteamos ¿Cómo estamos?,
¿Por dónde debiéramos ir?, y ‗Esto es lo que debemos hacer‘‖443.
Una proposición que refleja el fondo de la mayoría presentadas desde
la Diócesis a la Asamblea nacional es aquella en la que se requiere la tutela
y orientación del obispo en aquellos temas más importantes para la
institución, sobre todo los provenientes del Concilio y la CEE:
―N. 224: Cuenca.- Punto fundamental en esta formación permanente
es que el magisterio del obispo y dirigentes diocesanos se manifieste con
bastante frecuencia, aplicando a nuestra diócesis los documentos pontificios
y de la Conferencia Episcopal. Igualmente publicar pastorales profundas y
concretas a la problemática que vaya surgiendo en la diócesis. Si 39, No 0 444.
443
Los escasos comentarios referidos a la Asamblea diocesana, y de sus asistentes,
provienen de Bernardino Buendía, párroco de Sta. Ana, en entrevista mantenida el 7-5-2010,
en Cuenca. El BOOC sólo recoge conclusiones, y muy escuetamente. De las tres primeras
ponencias aparecen referencias muy sucintas. BOOC, núm. 10, septiembre, 1971, pp. 346351. Una vez terminada la Asamblea nacional desde sus páginas se remite a Ecclesia, ―en
donde se podrá encontrar todo lo más interesante de las ponencias y conclusiones‖. BOOC,
núm. 11, octubre, 1971, p. 384. Desde el obispado se argumenta que los papeles sobre aquel
periodo están sin clasificar, sin que se facilitase el más mínimo acceso a los mismos.
444
La Asamblea requiere una mayor comunicación con la jerarquía al tiempo que una
actualización de publicaciones de importancia para el clero, sobre todo los relativos a aquellos
que derivan de lo acordado en el Concilio. No aparece, como en otras asambleas, la
reivindicación del final de la presentación de obispos por parte del gobierno, final de
privilegios y por una autonomía de los presbíteros en la acción en sus comunidades.
293
―La otra Transición de la Iglesia…
Sobre la participación de los sacerdotes en asociaciones, llama la
atención la redacción sobre el aspecto de la llamada a la ―santidad‖:
―N.
112:
Cuenca.-
Ténganse
en
estima
aquellas
asociaciones
sacerdotales que fomenten la santidad de los presbíteros en el ejercicio del
ministerio y que ayuden a la fraternidad diocesana. Si 27, No 5, NL. 1‖445.
El acercamiento de gran parte del clero a los Movimientos es palpable,
a pesar del control del obispo en la diócesis conquense se observa en la
ponencia que habla de los métodos a seguir en encuentros con sus fieles:
―N. 143: Cuenca.- Estímese la revisión de vida como método muy eficaz en
encuentros pastorales e instrumento de espiritualidad. Si 31, IM. 5‖446.
De la Asamblea salen representantes para la nacional Pedro Heras
Mateo y Luis López Fernández.
En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, todavía con resonancias de
los conflictos entre su obispo, Laureano Castón, y la OCA (dispersos en su
mayoría en otras diócesis), el 6 de julio de 1971 se eligen los seis
sacerdotes que representarán a la diócesis en la fase interdiocesana, dos de
éstos para su fase nacional. De los 252 electores previstos, votan 187 y se
445
Términos como santidad y fraternidad confieren, en su redacción, el origen de una acción
evangélica más tradicional que la que en esos momentos se infiere al sacerdote, en un
momento en el que se presenta como una opción que han tomado el protagonismo,
principalmente, los curas conservadores tras las siglas de la HSE. Esto no significa que el
clero de Cuenca sea mayoritariamente conservador, más bien al contrario, como manifiesta
Bernardino Buendía, en la entrevista ya referida.
446
Propuesta metodológica que deja, de nuevo, constancia de la militancia previa de muchos
sacerdotes, en donde surgen sus inclinaciones evangelizadoras y vocacionales.
294
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
declaran nulos doce. El resultado del escrutinio es el siguiente: Luis Mayor
(164 votos); Clementino Martínez (108); Félix Ochayta (105); Benigno
Herranz (101); Vidal Beltrán (98); Antonio Sancho (84); José Luis Gil (80).
Al final se nombran siete porque Luis Mayor acude como delegado del
clero447.
Entre las ponencias aprobadas destacan las constantes referencias al
término ―soledad‖ del presbítero:
―N. 181: Sigüenza-Guadalajara.- Creemos que la falta de vivencia
espiritual del presbítero le crea desequilibrio afectivo, siendo necesario
intensificar la unión de Cristo para identificarnos con Él. Opinamos que
algunos presbíteros de la diócesis son víctimas de la soledad, bien por sus
circunstancias pastorales, por falta de atención espiritual, por aislamiento o
crítica de otros hermanos presbíteros y, a veces, por culpa propia. Esta
soledad produce, de hecho, desequilibrio afectivo (Sin votación)‖.
―N. 72: Sigüenza.- Opinamos que algunos presbíteros de la diócesis
son víctimas de la soledad, bien por circunstancias pastorales, por falta de
atención espiritual, por aislamiento o crítica de otros hermanos presbíteros, y
a veces por culpa propia. Esta soledad produce de hecho desequilibrio
afectivo. Si 19, No 0, IM. 1, NL 1‖448.
447
BOSG, Anuario, julio, 1971, pp. 498-499. De lo tratado tampoco existen documentos al
respecto a los que se haya podido acceder.
448
Ibídem. Estas proposiciones surgen de la reflexión sobre la situación personal y psicológica
del sacerdote. El texto se repite en el apartado ―Condiciones necesarias para vivir el celibato.
Proposición 181‖. Es el punto con más participación de las diócesis, y con la palabra
pluralismo, las más repetidas.
295
―La otra Transición de la Iglesia…
En el arzobispado de Toledo Vicente Enrique y Tarancón es vigilado
por el gobierno, que mantiene un control riguroso sobre los movimientos del
prelado toledano. Un informe denuncia cierto ―progresismo‖ en el palacio
arzobispal: ―[…] donde la mayoría de los sacerdotes ‗progresistas‘ se
mueven con absoluta libertad, aprovechando la inmunidad del edificio, sin
que por parte del Cardenal se ejerza control de este grupo de sacerdotes
que no le obedecen ni respetan‖, y al que se le atribuye la confección de un
folleto ―que tiene una tendencia francamente progresista‖449.
El grupo lo componen Juan Antonio Paredes Muñoz, consiliario del
MFC, José Antonio Aparicio de Castro, profesor de Latín del seminario menor
y miembro de la JOAC, Valeriano Baíllo Ruiz, profesor de sociología del
seminario mayor y director del departamento de Investigaciones Socioreligiosas de la secretaría general del Arzobispado, Matías Manchado Oreja,
coadjutor de la parroquia de Santa Bárbara y consiliario diocesano de la
HOAC y delegado episcopal del Apostolado Seglar; Hilario Pinel García,
arcipreste de Toledo, y Eusebio Ortega Ayuso, párroco de Santa Leocadia, a
vistas del gobierno: ―sacerdote moderado, desconociéndose nombre y
filiación política de las demás personas‖450.
449
AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. El referido folleto recoge las conclusiones de
una reunión, celebrada en junio de ese mismo año, entre sacerdotes y seglares, en la que se
tratan temas relacionados con la acción pastoral del curso 71/72: ―Juventud‖, ―Alejados‖,
―Atención al mundo obrero‖, en donde se dice entre otras cosas: ―[…] La iglesia se encuentra
muy alejada de la clase trabajadora. Es burguesa, se ha instalado en un nivel superior al de
la clase obrera, actúa con mucho paternalismo‘ y organiza posibles acciones de la ‗misión
obrera‘ por barrios, al tiempo que se reivindican más viviendas y la utilización de inmuebles
de la Iglesia para su reutilización para habitarse‖. Ibídem.
450
Ibídem.
296
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Pero el cardenal Tarancón no le distraen sus seguimiento y hasta su
marcha a Madrid, elabora concienzudamente los pasos a dar en cuanto al
método y organización de los trabajos en la Asamblea. Su publicación en el
BEAT, tiene una intención clara de orientación para el resto de diócesis:
―[…] Preparación de la Asamblea. Capítulo III: 1.- El Cardenal con el
organismo competente, a la vista del trabajo de los grupos, determina la
fecha de las sesiones plenarias de la Asamblea y da a
conocer su
reglamento. 2.- La Comisión de preparación de la Asamblea estará
constituida por el Organismo Ejecutivo. 3.- Es tarea de esta Comisión: a)
Confeccionar un Documento-resumen que recoja todo el trabajo de los
grupos. b) Elaborar un documento-síntesis que, integrando las aportaciones
de la base a los temas seleccionados por la misma para ser estudiados a
nivel diocesano, formule las posibles proposiciones sobre las que se
deliberará en la Asamblea. C) Enviar ambos documentos a los miembros de
los grupos para su conocimiento y estudio. D) Nombrar ponentes para cada
tema del Documento-síntesis. Las ponencias tienen como finalidad esclarecer
y justificar el contenido de la síntesis y preparar a los asambleístas para la
reflexión y deliberación sobre las proposiciones‖ 451.
451
BEAT, núm. 6, junio de 1971, pp. 1-3. El arzobispado cuida hasta el último detalle: ―-
Selección de problemas para la discusión diocesana por los responsables de los equipos.Elección de seis equipos de relatores, que cada uno elabora la ponencia de su tema
respectivo.- Incorporación de los equipos complementarios al trabajo de los equipos
sacerdotales‖. Cuando aparece el ―Reglamento de la Asamblea diocesana‖, en su punto 2
recoge: ―[…] se concreta en el establecimiento de criterios enfocados para la solución de los
problemas planteados, en la propuesta de soluciones a los mismos y en acuerdo de fórmulas
instrumentales mediante las cuales aplicar en las diócesis las soluciones propuestas‖.
297
―La otra Transición de la Iglesia…
El cardenal apela a la responsabilidad del clero en el ―Reglamento de
la Asamblea diocesana‖: ―[…] Ya sé que los sacerdotes están integrados y
responsabilizados. Pero es necesario que ahora queramos profundizar, libres
de prejuicios, en la voz del Espíritu en este momento cumbre del diálogo del
Presbiterio‖,
al
tiempo
que
induce
al
diálogo
con
los
seglares 452.
Coincidiendo con ―El día del Papa‖ el cardenal expresa su preocupación por
los personalismos en las discusiones ante los problemas latentes:
―[…] Hoy se habla mucho del pluralismo de la Iglesia. Tanto en el
orden de la doctrina, como en el de la vida, en el campo ascético como en el
pastoral, va resquebrajándose la uniformidad que era la manera práctica de
entender la unidad en algunos sectores y va abriéndose un abanico de
posibilidades que se dicen compatibles con la unidad esencial y más
conformes con el aspecto de encarnación, propio de la vida cristiana. Ha sido
el Concilio el que ha abierto la puerta a esa diversidad de formas, métodos,
sistemas y concreciones que pueden enriquecer indudablemente la vivencia
de la fe y la práctica del Evangelio… Lo malo de esta nueva tendencia es que
son bastantes los que oponen lo personal a lo institucional –aún sin querer
romper abiertamente con la institución eclesial- y lo que desvalorizan el
magisterio auténtico por considerarlo uniformista…‖ 453.
452
Ibídem. En el texto aparece: ―[…] Es necesaria y urgente esta colaboración como su
interés en el desarrollo y evolución de la Asamblea a través del diálogo de los grupos de
seglares de trabajo‖.
453
Ibídem, p. 3.
298
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La Asamblea se celebra entre el 21 de junio, a las cuatro de la tarde,
hasta el día 26, a las doce de la mañana. De las proposiciones aprobadas
traemos a colación aquellas que giran sobre la importancia de la implicación
del presbítero, en pleno margen de libertad total y última personal, en el
momento que le toca vivir, así como la renovación en cualquiera de los
cargos a los que se acceda en el plazo de cinco años:
―N. 107: Toledo.- Partiendo de la unidad fundamental, aboga la
Asamblea porque se faciliten diversas realizaciones en el sacerdocio, como
exigencia de la encarnación de la Iglesia y de la sociedad pluralista en que
vivimos, dejando al prelado el último juicio sobre la conveniencia pastoral de
estas realizaciones pluralistas. (Sin votación)‖454.
N. 97: Toledo.- Que se haga realidad la norma de que los cargos se
revisen cada cinco años, y, en caso de conveniencia pastoral, que se retire al
que ostenta el cargo, sin que necesariamente tenga que quedar uno
incrustado en la ciudad o pueblo importante donde lo ejercía‖455.
454
Esta proposición proviene la cuarta conclusión en la ponencia tercera ―Indeterminación de
la figura del sacerdote‖ y en la que sí aparece, en primera votación, 39 votos. BEAT, Anuario
1971, núm. 8, agosto-septiembre, p. 350. Entre lo aparecido en las páginas del BEAT, es
decir entre lo tratado y el cómo se estructura en la Asamblea diocesana en Toledo, y lo
recogido en la Asamblea nacional, hay márgenes muy importantes e interesantes por cuanto
algunos de sus contenidos son desestimados (cuestión de una análisis más pormenorizado de
ambos documentos en otros estudios). Casi en idéntica redacción –añade al prelado el
Consejo presbiteral, y tan sólo se elimina el término pluralista al final de la proposiciónaparece aprobada en la interdiocesana Región Centro. Secretariado Nacional del Clero: Op.
cit., p. 229.
455
Aprobada en la Asamblea diocesana en primera votación con 35 votos. BEAT, Anuario
1971…, Op. cit., p. 349. No son excesivas las proposiciones que se aprueban por unanimidad,
pero sí se destaca que hay bastante afinidad de criterio por cuanto el número de votos para
299
―La otra Transición de la Iglesia…
En la ponencia cuarta sobre las Relaciones interpersonales en la
comunidad eclesial, en su Capítulo 1. La relación obispos-presbíteros,
apartado a) La autoridad como servicio eclesial, los sacerdotes demandan:
―N. 1: Toledo.- Que la autoridad tenga una postura definida y
valiente; para ello, que estudie y piense con sentido de corresponsabilidad
con sus Consejos consultivos las decisiones que debe tomar sobre asuntos
importantes; pero, una vez tomadas, urja su cumplimiento. Recíprocamente,
el
presbítero
acepte
como
exigencia
sacramental
ejercicio
de
la
obediencia‖456.
En el capítulo sobre la formación del presbítero, que tanto ha
preocupado en todas las diócesis, y detectado como especial problema en la
encuesta-consulta, el clero toledano solicita, a nivel local:
―N. 26: Toledo.- Establecer una cátedra permanente que facilite al
clero y seglares la formación suficiente para responder a las necesidades y a
la realidad del momento presente. Esta cátedra podría situarse en Toledo y
Talavera, y otros centros que se viera conveniente. Que a los cinco años se
interrumpa la tarea pastoral para dedicarse al estudio en un centro regional.
su aprobación es muy alto en cada una de ellas, y las reflexiones parecen muy ajustadas con
términos claros y expresivos.
456
Ibídem. Esta proposición es aprobada en segunda votación con 42 votos. Muchas tuvieron
que repetirse en votación.
300
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Nacional durante un curso completo, y de tres meses cada cinco años. Si 38
(segunda votación)‖457.
En la segunda fase, denominada interdiocesana o regional, las
diócesis de CLM están en la misma adscripción, la de Centro, excepto
Albacete que pertenece a la provincia eclesiástica de Levante. Las
proposiciones que pasan a esta fase deben haber sido aprobadas, al menos
por mayoría de dos tercios, en las asambleas durante la fase anterior458.
De las proposiciones más llamativas, relacionadas posteriormente con
las ponencias de la Asamblea nacional, recogemos de la primera ponencia
sobre Iglesia-Mundo, Capítulo 3. El compromiso político del presbítero:
―N. 73: Interdiocesana centro.- En las situaciones en que quepan
varias opciones políticas, sociales o económicas, el presbítero –renunciando a
sus privilegios civiles- podrá escoger a título personal la opción que crea
457
Es parte de la Conclusión 6ª. En ella se continúa en su origen: ―Esta misma Cátedra
podría organizar cursillos en orden a la actualización doctrinal de los sacerdotes y seglares
alejados de los centros arriba mencionados. (Aprobada 1ª votación: 37 votos.). No aparecen
la 7ª y la 8ª Conclusiones que recogen: ―Que los organismos Diocesanos pastorales,
conjuntados y mirando a la realidad del hombre, en su acción de cara a las parroquias y a las
zonas, cuiden cada día más, la fundamentación teológica de su acción pastoral‖, y ―Las
normas deben ser urgidas para todos los sacerdotes. Así se evitan estos dos extremos: a)
Aprovechar los estudios en beneficio propio. b) Dejar a una parte del clero marginado
intelectualmente. (Aprobada 2.ª votación: 37 votos‖. Ibídem.
458
Las proposiciones relativas a las zonas relacionadas con las diócesis de nuestro estudio, y
recogidas por el SNC, se recogen en el Anexo 2.1. Capítulo III. Proposiciones a la Asamblea
Conjunta de las diócesis, e interdiocesanas.
301
―La otra Transición de la Iglesia…
conveniente, cuidando de no utilizar el ministerio como tribuna de su opción,
y no significarse tanto que su opción personal rompa ante los fieles el vínculo
de unidad en el pueblo de Dios. Si 29, No 26, IM. 3, BL 4‖459.
En lo relativo a las Relaciones Iglesia-Estado en general, Cargos y
puestos oficiales ocupados por eclesiásticos, aparecen varias proposiciones
sobre los principales temas espinosos en relación con el régimen:
―N. 127: Interdiocesana centro.- La Iglesia debe ejercer una función
de conciencia crítica imparcial de la sociedad. Estimamos que la presencia de
eclesiásticos en cargo estrictamente políticos atenta a la función pastoral de
la Iglesia. Si 30, No 25, IM. 2, BL. 5.
N. 141: Interdiocesana centro.- Estimamos necesario que se revise la
situación del Cuerpo castrense en orden a que aparezca claramente la
significación pastoral de su presencia en el Ejército, suprimiendo todo aquello
que pudiera enturbiarla. (No se dan cifras de la votación. No aparece entre
las aprobadas (sic)).
N. 154: Interdiocesana centro.- Reservándonos nuestros derechos
naturales y civiles, convendría revisar los privilegios que se derivan del actual
Concordato. Asimismo, revisar la íntima conexión del matrimonio canónico
con los efectos civiles actuales. Si 29, No 27, IM. 2, BL. 4.
459
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 114 y ss. Esta proposición matiza la
aprobada en Albacete (N. 70) que llega a admitir que las necesidades y situaciones de las
comunidades concretas ―pueden exigir un pluralismo de acción cívica‖. Aquí, en la
interdiocesana, le lleva a renunciar a ―sus privilegios civiles‖, cuidando el vínculo de unidad
con los fieles.
302
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Es necesaria la revisión de las relaciones Iglesia-Estado (Concordato)
en vistas a salvaguardar la plena autonomía y libertad de la Iglesia y del
poder civil en sus ámbitos correspondientes. Si 28, No 24, IM. 6, BL. 4‖460.
Enmarcada en la ponencia segunda, Ministerio sacerdotal y formas de
vivirlo en las asambleas diocesanas e interdiocesanas, en cuanto a las
Funciones ministeriales, desde la región centro se aporta:
―N. 47: Región Centro.- Reafirmamos que el ministerio profético es un
derecho y un deber del presbítero. La Iglesia y el presbítero deben anunciar
el Evangelio emitiendo juicios morales sobre las situaciones humanas,
alentando las que favorecen y promocionan al hombre y denunciando las que
le degradan. Ante estas últimas, el silencio y la neutralidad son culpables
(Plasencia)461. Si 22, No 26, IM. 10.
N. 51. Región Centro.- Aunque la construcción concreta del orden
temporal compete primordialmente a los laicos, cuando se den situaciones
concretas que claramente quebranten la dignidad de la persona humana, el
presbítero deberá oponerse efectivamente a ellas, incluso con la exposición
460
Ibídem. Aquí podemos observar la clara postura de la interdiocesana centro, sobre la
revisión del Concordato, en pos de una plena autonomía de la Iglesia con respecto al poder
civil, si bien el número de votos en la votación n o arroja una diferencia significativa (tan sólo
cuatro y otros diez en IM y BL.). Es una cuestión que se observa en la ―división‖ tan clara en
dos grupos en casi todas las votaciones de las proposiciones aprobadas en esta
interdiocesana. Aquí se matiza la urgencia que presenta la asamblea de Albacete (N. 104) y
las reivindicaciones en un mismo plano de igualdad ―con los demás hombres en los aspectos
de la vida social‖ (N. 125) que vienen del apartado A) Relaciones Iglesia-Estado en general.
461
Esta llamada sobre la diócesis de Plasencia, viene motivada ya que en años posteriores
pertenecerá a la provincia eclesiástica de Coria-Cáceres.
303
―La otra Transición de la Iglesia…
de su vida, como Cristo, con procedimientos de acuerdo con el Evangelio
(Plasencia). Si 22, No 26, IM. 6‖462.
En lo que se refiere a Formas de vivir el ministerio en la actualidad, El
―status‖ del presbítero, sobresale la renuncia a cualquier situación de
privilegio:
―N.
91:
Región
Centro.-
Con
nuestro
pueblo,
pedimos
un
reconocimiento más amplio de las naturales libertades políticas, sociales y de
información; que conceptos como delito político, subversión de orden público,
asociación ilegal, etc., fuesen revisados y reformados, extensivos a las
asociaciones apostólicas de la Iglesia que no debieran estar en situación de
privilegio. Si 23, No 33, IM. 3‖463.
Sobre los cauces de participación se aboga por el ―Consejo Presbiteral‖:
―N. 78: Región Centro.- El Consejo presbiteral, que tiene como cabeza
el obispo, es el órgano colegial supremo de gobierno diocesano. Tiene carácter
consultivo y, si el obispo lo concede, también deliberativo. Como expresión de
la corresponsabilidad pastoral, es de desear que esto último ocurra las más
462
Ibídem.
463
Ibídem. Se trata de una proposición muy avanzada que justifica el hecho de que la Iglesia
renuncia a ciertas situaciones de privilegio, y por tanto sus bases y asociaciones internas,
ante un concepto superior que es la normalización del asociacionismo y la libertad de
expresión.
304
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
veces posibles en las materias pastorales, salvo siempre la autoridad personal
del obispo ante la porción del Pueblo de Dios que le ha sido encomendada‖464.
En su Capítulo 5, sobre La planificación pastoral, se advierte del avance
de la secularización de la sociedad:
―N. 163: Región Centro.- La urgencia evangelizadora de la Iglesia en un
mundo cada vez más secularizado como el nuestro es conclusión coincidente
de toda Asamblea diocesana. Esta afirmación prioritaria debe, por tanto,
caracterizar nuestras comunidades diocesanas y las intermedias entre ellas y
la persona. Este es el espíritu y ésta la mentalidad que debe animarnos como
punto de partida y como base de lanzamiento hacia múltiples formas
concretas de evangelización, sobre todo en relación con nuestro mundo rural,
obrero, universitario y profesional. Debe
tenerse presente la
pastoral
misionera y evangelizadora para con los alejados‖465.
Las conclusiones que el SNC recoge de esta fase coinciden en gran
medida, si no total, con lo que se perfila en las diócesis de CLM (donde
destacan los aspectos aprobados por los sacerdotes en Albacete):
 Final del estatus de casta del clero dentro de la Iglesia.
 Abandono de honores y cargos de obispos otorgados por el Estado.
464
Ibídem.
465
Ibídem.
305
―La otra Transición de la Iglesia…
 Abandono del estilo autoritario de la jerarquía por diálogo, así
como compartir entre clero y creyentes la administración de las
finanzas.
 Abrir un debate sobre el celibato.
 Estrategia pastoral pluralista para llegar a los trabajadores por
medio de la promoción de ―comunidades cristianas‖ más
pequeñas466.
466
Documento: ―Exigencias evangélicas de la misión del presbítero‖, Secretariado Nacional
del Clero: Op. cit., p. 490. Las proposiciones de esta fase van a la Asamblea nacional donde
surjan criterios y se formulen principios orientados a amortiguar la crisis desatada.
306
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
307
―La otra Transición de la Iglesia…
III.1.3. El amplio debate de la Asamblea nacional en medio
de una dura confrontación en la cúpula
En los previos a la Asamblea nacional, y en un tono nada
esperanzador y crítico sobre la situación del clero y la institución, el director
de Ecclesia, Agapito Tapiador Peral, sugiere que la opinión de los seglares
sobre lo que debe ser la tarea del sacerdote sea tenida en cuenta:
―[…] una asamblea tan cualificada y tan concreta como la que se
prepara podría ser una buena oportunidad para hacer realidad esa facultad y
ese
deber
de
los
laicos,
como
nunca
hoy
interesados,
acuciados,
expectantes, críticos del ser y actuar, del presente y del futuro de nuestros
sacerdotes en orden a su ministerio entre nosotros. […] Tendrían que oír
seriamente, documentalmente, honestamente, pacientemente, lo que el
pueblo, los seglares piensan, sienten y quieren de ellos‖ 467.
Días antes de la Asamblea el periódico Lanza, de Ciudad Real, filtra
proposiciones de las diocesanas, sobre todo aquellas que tienen marcado
contenido social en sus propuestas, argumentando que la tarea social ya
está propiciada desde el régimen, en un intento desde la prensa del
Movimiento por ―despolitizar‖ el mensaje, y criticando la inclinación hacia el
socialismo del clero, según la encuesta-consulta:
467
Tapiador Peral, A.: ―¿Sólo a obispos y presbíteros interesa el tema del sacerdocio?
También los seglares tendríamos que oír y decir en la Asamblea Conjunta‖, Ecclesia, núm.
1556, 28-8-1971, pp. 17-18.
308
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Parece que, en general, el término socialista viene a identificarse
con una socialización estatista de tipo más o menos marxista. En cambio, de
lo social nos habla la propia Iglesia, en últimas y recientes encíclicas
pontificias tanto en la ‗Populorum progressio‘ como en la ‗Octogésima
adveniens‘. El hombre sociable por naturaleza y, en el orden religioso y
transcendente, se concreta en el Cuerpo Místico. Se da por descartado que
todo régimen político moderno, que se precie, posea una honda preocupación
social […]. Esto que en principio pudo ser una actitud defensiva contra el
materialismo
marxista
y
el
totalitarismo
comunista,
que
nos
habían
arrebatado la bandera, y muy especialmente a los cristianos, hoy constituye
el eje de todos los sistemas por convicción, a la que se ha llegado por un
cambio de mentalidad en el que, no sólo ha influido la doctrina social de la
Iglesia, sino también la evidencia de la necesidad de una sociedad más justa
en todos los aspectos‖468.
Por otro lado, la facción del clero más reacia al desarrollo del
encuentro entre obispos y presbíteros, la HSE, se reúne los días previos (910 de septiembre) para dar mayor difusión pública a su disensión pues,
autoproclamándose representativos de más de cinco mil sacerdotes,
denuncian que en las diócesis, ―[…] no se había jugado limpio a la hora de
elegir los delegados para la Asamblea Conjunta‖, al tiempo que abogan:
―[…] La Iglesia no debe tolerar intromisiones por parte del Estado español
468
―Propiedad privada, juventud obrera y ‗sexo‘‖, en Opinión ―Nunca la lanza embotó la
pluma‖, Lanza, 3-9-1971, pp. 1-2.
309
―La otra Transición de la Iglesia…
[…], tampoco el Estado ha de tolerar injerencias ilícitas en el terreno político
por parte del clero‖469.
Pero Roma, concretamente el cardenal Jean Marie Villot, de la
Nunciatura Apostólica del Vaticano, envía un telegrama al cardenal Tarancón
469
Andrés Gallego, J., y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936-
1999)…, Op. cit., pp. 185-186. En el escrito se dice que unos treinta miembros de las
comisiones están ―adscritos a un determinado sector ideológico‖, no han sido elegidos por las
Asambleas diocesanas, entre los que se encontraban algunos relatores de algunas ponencias,
y que se da un excesivo número de proposiciones a estudiar -más de 200 y 425 páginas a
estudiar en tan sólo seis días previos-, además de que en algunos grupos diocesanos no han
trabajado más allá del 10% de los sacerdotes. Luis Suárez ―aduce datos diversos a los
publicados oficialmente‖: ―[…] ‗a pesar de lo que los organizadores pretendían –haber
consultado al 80 por ciento de los sacerdotes-, las 7.000 respuestas no representaban ni
siquiera el 33 por ciento porque estaban registradas 22.600 en aquel momento […]‘‖. En
Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 196. Echarren recoge algunos
medios de comunicación que se hacen eco de sus denuncias: ―[…] Nos consta la existencia de
una voluntad de bloqueo a la Asamblea por parte de muchos de los sacerdotes inscritos en
esta asociación, que es considerada como paladín del conservadurismo sacerdotal español
[…] y de algunos medios de comunicación (en referencia a la Agencia Europa Press a través
de Nuevo Diario, ambos del OD, además de las agencias de noticias Cifra y Pyresa, de
propiedad estatal e Iglesia-Mundo, considerada como el órgano de extrema derecha de la
Iglesia española) […] se dice por personas bien informadas que está subvencionada por el
Ministerio de Información y Turismo y que cuenta con el apoyo de Mons. Castán Lacoma y
Mons. Guerra Campos. La revista, editada muy costosamente, es difundida con mucha
profusión de forma gratuita)‖. Echarren, R.: Informe confidencial, (7-9-1971), V, 2-5,
Fundación Encuentro. Entresacado de Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 167. El origen de
estas denuncias está, según el autor, en Guerra Campos: ―[…] seguía aferrado a los traumas
de los errores históricos y teológicos de tipo protestante, vertidos en muchas de asambleas
diocesanas, a la falta de representatividad, a la resonancia política, y a los intentos de
descalificar a la Iglesia martirial de la guerra civil‖. Ibídem, p. 187, entresacado de Ecclesia,
núm. 2046-2048, 1981.
310
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
(12-9-1971), en el que da su plácet: ―[…] confiando que encuentro y
continuo diálogo fortalezcan unión fidelidad doctrina iglesia‖470.
La Asamblea comienza el 13 de septiembre (durará hasta el 18) en el
seminario mayor de Madrid. La sede, el Seminario frente a la originaria, el
palacio de Exposiciones y Congresos, es propuesta por los delegados
albaceteños: ―[…] Nos parecía que tanto por su apariencia un tanto
triunfalista como por su vinculación al Gobierno sería de muy mal efecto.
Después de varios tira y afloja se encontró la solución del Seminario, que
luego se comprobó ser la más acertada‖471.
De los 285 asambleístas -que pueden asistir con voz y voto- acuden
260, de los que setenta y seis son prelados, de los ciento uno censados, y
ciento ochenta y cinco sacerdotes, que se repartirán en veintitrés grupos de
trabajo, conformados para cuatro obispos y seis sacerdotes inicialmente.
Para una mejor dinámica de la Asamblea el Secretariado del Clero reduce a
siete ponencias los veinticuatro temas iniciales472. En la elaboración de las
mismas participan representantes de las diócesis castellano-manchegas. Las
ponencias-temas y sus relatores son:
470
AGHOAC. Copia sin sello.
471
Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖, www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988.
472
Como relatan algunos autores: ―[…] Sobre las más de 4.000 proposiciones aprobadas en
las asambleas diocesanas –y en las provincias eclesiásticas donde se celebraron-, más los
resultados de la encuesta-consulta, los comisionados por la Conferencia Episcopal para
organizar la Conjunta seleccionaron siete temas que parecían ser los que más preocupaban al
clero y designaron en agosto de 1971 sendas ponencias, encargadas de redactar los textos
que se discutirían, contando desde luego con aquel material de base‖. Andrés Gallego, J.,
Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 195.
311
―La otra Transición de la Iglesia…
1ª Iglesia y mundo en la España de hoy, por Felipe Fernández
(diócesis de Palencia);
2ª Ministerio sacerdotal y formas de vivirlo, por Antonio Palenzuela,
obispo de Segovia;
3ª Criterios y cauces de la acción pastoral de la Iglesia, por Elías
Yanes, obispo auxiliar de Oviedo;
4ª Relaciones interpersonales en la comunidad eclesial, por Javier
Osés y en la que participa monseñor Ireneo García, obispo de Albacete;
5ª Los recursos materiales, al servicio de la misión evangelizadora de
la Iglesia, por Juan Moreno (diócesis de Córdoba);
6ª Exigencias evangélicas de la misión del sacerdote en la Iglesia y
mundo de hoy, por José Imizcoz (diócesis de Pamplona), y como ponente
José Díaz, de la diócesis de Ciudad Real;
7ª
La
preparación
para
el
sacerdocio
ministerial
y
formación
permanente del clero, por Antonio Dorado, obispo de Guadix-Baza, en la que
participan Alberto Iniesta por Albacete, y Cleofé Sánchez de Toledo.
De las diócesis de CLM figuran como asistentes:
Por la diócesis de Albacete: Ireneo González, obispo, Francisco
Galindo, por el seminario superior diocesano y Ramón Roldán, vicario de
pastoral y Francisco Galindo Villodre, profesor de religión.
Por la diócesis de Ciudad Real: Juan Hervás Benet, obispo, José Díaz
González de la residencia sacerdotal, Esaú Díaz Ramírez, arcipreste de la
parroquia de la Asunción de Tomelloso e Isaac Zudaire Arraiza rector del
Seminario.
312
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Por la diócesis de Cuenca: Inocencio Rodríguez, obispo, Pedro Heras
Mateo, delegado del Clero y arcipreste de Huete y Luis López Fernández de
El Pedernoso, secretario y profesor del seminario mayor.
Por la diócesis de Sigüenza-Guadalajara: su obispo Laureano Castán,
Clementino Martínez, vicario pastoral de Sigüenza y Luis Mayor, del
Seminario.
Por la diócesis de Toledo: Vicente Enrique y Tarancón, cardenal
arzobispo, Gonzalo Cerro de la parroquia de Santa Isabel, Cleofé Sánchez
Montealegre de la parroquia de Polán y José Antonio Valdemoro de la
parroquia del Sacramento.
En el discurso inaugural el presidente del Consejo de la Presidencia,
Vicente Enrique y Tarancón, valora positivamente el proceso seguido hasta
aquí y destaca la importancia de los temas a debatir473. Éstos, según
Tarancón, serán claves en la discusión durante el Sínodo de obispos que se
celebrará poco después bajo el lema Ministerio sacerdotal y la justicia en el
mundo, motivo por el que Pablo VI nombra a un prelado español como
relator en la segunda parte dedicada a la problemática del clero.
Sin embargo, algunos obispos no están dispuestos a cumplir a
rajatabla los dictados de la Asamblea, tal como aduce Marcelo González en
su primera intervención474.
473
Para Tarancón, a pesar de los fallos, las reuniones previas significan: ―[…] un paso
importante y muy positivo para encauzar la pastoral diocesana con un criterio más realista,
adaptándola a las verdaderas exigencia de nuestro pueblo en el momento actual‖. Ecclesia,
núm. 1559, 18-9-1971, pp. 17-21.
474
Como apostillan algunos analistas: ―[…] En ella –como el propio Tarancón insinuaba en la
suya- había declarado que ‗la Conferencia Episcopal esta(ba) dispuesta a tomar los acuerdos
313
―La otra Transición de la Iglesia…
Por su parte José Guerra Campos, que acude como secretario a la
Asamblea por su condición de secretario de la CEE, presenta un escrito
dirigido a la presidencia, el día 14, firmado con otros diez obispos y veinte
sacerdotes, en el que denuncian ―irregularidades y duplicidad de votos‖,
cuestión que, curiosamente coincide con los argumentos que la HSE ha
hecho público antes de la Asamblea. También sostienen que las conclusiones
no pueden ser representativas del clero, además de verter términos como
―desviaciones‖, ―abusos‖ y ―tendenciosidad en las encuestas‖ desde un
determinado grupo ideológico475. El cardenal Tarancón afirma rotundamente
haberse opuesto a la participación de nadie, y niega
el resto de
acusaciones476.
y las decisiones –y los compromisos- que deb(ier)a tomar, para ir llevando a la práctica todas
esta cosas‘. A la letra, esto no quería decir que se fuera a aceptar todo‖. Andrés Gallego, J.,
Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 200.
475
Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, pp. 17-18. También en Lanza, 16-9-1971, pp. 1-2. Este
hecho se produce tras el debate de la quinta ponencia. Fontecha añade que el documento
hace referencia al que distribuye antes de la Asamblea la HSE: ―[…] firmado por 11 obispos,
que no se solidarizaban con los sacerdotes, pero pedían al Consejo de Presidencia que se
estudiara aquel documento como se merecía. Ambos fueron entregados clandestinamente a
la prensa por Guerra Campos para su publicación‖. Entre los obispos firmantes están Castán
Lacoma, García Sierra, Barrachina, Temiño, Mansilla, Bascuña, Briva, Ricote, Llopis, Blanco, y
Leucona y Riesco (jubilados). Cfr. Fontecha, J. F.: ―Cronología de unos hechos en torno al
Documento Romano‖, en Iglesia Viva, núm. 38, 1972, p. 204, y en Fernández Fernández, G.:
Op. cit., pp. 171-172 y nota 509.
476
Tarancón declara a Ecclesia: ―Tengo también el encargo de decirles, por ruego del Consejo
de Presidencia, que efectivamente hay muchos –no sé el número- sacerdotes, que, por las
razones que fueren, no han querido entrar en el juego de la Asamblea. Es natural que éstos
no se sientan representados‖. Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, p. 16. El cardenal expone que
tiene indicios de ver en esos escritos la pluma de los obispos Castán y Guerra Campos.
314
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
A raíz de la primera ponencia, Iglesia y mundo en la España de hoy,
el grupo ―progresista‖ –minoritario, pero en buena sintonía con el
predominante sector ―centrista‖- plantea al pleno que la Iglesia debe pedir
perdón por haber apoyado explícitamente a uno de los bandos contendientes
en la guerra civil, en lugar de haber sido un instrumento de pacificación y
concordia entre los españoles477. Se trata de la propuesta treinta y cuatro,
donde se habla de la filiación de la Iglesia con el régimen, llamada
―proposición de
la
Guerra‖. Su
texto
inicial
plantea:
―Reconocemos
humildemente y pedimos perdón porque nosotros no supimos ser, a
su
tiempo, verdaderos ‗ministros de reconciliación‘ en el seno de nuestro
pueblo, dividido por una guerra entre hermanos‖.
De los 247 votos emitidos, 137 votos (55,4%) están a favor de su
aprobación, en contra, 78 (31,5%); con modificaciones, 19 (7.6%); y en
blanco 10 (4.0%). Las maniobras del sector más conservador impiden que el
texto llegue a aprobarse con los dos tercios necesarios, por lo que tiene que
pasar de nuevo a la comisión. Uno de los artífices del bloqueo a la
proposición, Fray Miguel Oltra, presidente de la HSE, dirige una carta al
cardenal Tarancón en la que recoge, a su juicio, lo que esta proposición
puede suponer de contradicciones con el pasado:
477
Tarancón razona el origen de gran parte del grupo de los denominados ―progresistas‖:
―[…] Algunos obispos, por su edad, no habían sufrido la persecución de los años de la
República. No habían sido testigos conscientes del clima que había provocado la Guerra Civil
[...], no aceptaban las consecuencias negativas que para la Iglesia de un Régimen
confesional que, según ellos, no seguía las orientaciones conciliares en el plano de la justicia
y de los derechos humanos. Si la Iglesia continuaba unida al poder, no podría ser el
instrumento de reconciliación de todos los españoles [...]‖. Enrique y Tarancón, V.:
Confesiones…, Op. cit., p. 375.
315
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Ante el mal cariz político de la primera ponencia de la Asamblea
Conjunta manifestamos que: Muchos de nosotros hemos padecido la
persecución comunista por ser fieles al magisterio y a la tradición de la
Iglesia […]. Si la sangre de los mártires y la fidelidad de los confesores de la
fe son dignas de desprecio para la Iglesia de hoy… que se nos diga
claramente para saber la postura definitiva que hemos de tomar […]‖478.
El texto sufre una modificación importante: ―Si decimos que no hemos
pecado, hacemos a Dios mentiroso y su palabra ya no está entre nosotros (1
Jn 1,10). Así, pues, reconocemos humildemente y pedimos perdón porque
nosotros ‗no supimos a su tiempo ser‘ verdaderos ministros de reconciliación
en el seno de nuestro pueblo, dividido por una guerra entre hermanos‖.
Finalmente, tras dos votaciones -por falta de quórum en la primera- el texto
se vuelve a modificar por un ―no siempre supimos ser‖, una fórmula más
atemperada479. En el ―Iter‖ de la ponencia se recoge:
478
479
Pueblo, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
Andrés Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 198. Paul Preston ha
interpretado esta proposición: ―La declaración rogaba el perdón del pueblo español por el
fracaso de los sacerdotes al no haber sido ‗auténticos ministros de la reconciliación‘‖. Preston,
P.: Franco. ―Caudillo de España‖, Barcelona, 1994, p. 934. Para Tarancón, los franquistas:
―[…] tenían un argumento de mucho efecto para las masas: la República había fomentado la
quema de iglesias y en su zona habían asesinado a varios
obispos y centenares de
sacerdotes y a no pocos seglares, por el único título de ser católicos. Esta conclusión era una
ofensa a los mártires (este título se lo había dado el mismo Papa a los que fueron asesinados
en la zona republicana) y una traición a todos los combatientes que habían luchado por Dios
y por España‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 470.
316
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Bastantes pedían la simple supresión de la proposición. Otros
pedían la supresión de las seis palabras finales (dividido por una guerra entre
hermanos). Algunas voces pedían que, junto a la petición colectiva de
perdón, se añadiera el reconocimiento del heroico sacrificio de muchos miles
de presbíteros y fieles que murieron pacíficamente queriendo que su
sacrificio fuera semilla de reconciliación. La ponencia analizó muy largamente
varias posibles fórmulas. Finalmente, por mayoría, prefirió mantener intacta
la sustancia de la fórmula tal y como era la intención de los grupos que la
habían patrocinado. Se limitó por ello a introducir el adverbio siempre, que
quitaba a la proposición su aspecto generalizador. Sometida nuevamente a
votación, consiguió mayoría, pero no suficiente. (Se dio incluso el caso –
único en la Asamblea- de obtener menos votos positivos en la segunda que
en la primera votación, o porque algunos asambleístas repensaron su voto
positivo, o porque a algunos les desagradó lo que de menos tajante aportaba
el adverbio añadido.)‖480.
A pesar de este primer desencuentro el momento ciertamente crítico
llega cuando la Asamblea acuerda un documento que sienta las bases para
el distanciamiento entre Iglesia y Estado, así como la revisión del
Concordato que libere a la Iglesia del control estatal. En ese sentido se
solicita a los obispos que ostentan puestos en las Cortes y Consejo del Reino
que abandonen sus cargos481.
480
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., Anexo III, p. 161.
481
Pueblo, 17-9-1971, p. 8. El cardenal Tarancón mantiene: ―Nuestra postura es nueva y una
novedad de esta clase no es fácil de asimilar‖, en un claro intento de amortiguar censuras del
régimen. Las proposiciones aprobadas sobre este tema, y las relaciones con Roma en cuanto
a representación eclesiástica en la política, están reflejadas en ―Parte cuarta. Actitudes que se
317
―La otra Transición de la Iglesia…
Se aprueba la defensa de un ordenamiento jurídico regulador de las
relaciones entre la Iglesia y el Estado que salvaguarde ―la independencia de
ambos‖ y elimine privilegios (n. 37); revisión de la situación concordataria
de 1953 (n. 38); defensa del derecho de libertad religiosa (n. 40); renuncia
del gobierno a intervenir en los nombramientos episcopales introduciéndose:
―la participación del pueblo de Dios en cuanto tal en la elección de sus
pastores, dentro de las formas que la Santa Sede […] encuentre oportunas‖
(nn. 41-42); y plena independencia de la Iglesia con respecto al Estado y a
cualquier sistema político (n. 44)482.
Durante el debate sobre los recursos que la institución recibe del
Estado, se hace pública la asignación anual que alcanza los tres mil millones
de pesetas, un 0,8 del presupuesto nacional. La mayoría de los participantes
sostienen la necesidad de mantener esa asignación estatal para su sustento,
lo que supone una doble ―relación‖, y hasta contradicción, con lo acordado
deben evitar y posturas que se deben adoptar‖, de la primera ponencia. Para el régimen todo
está perfectamente diseñado desde ―arriba‖: ―[…] todas las Asambleas Diocesanas,
Provinciales y Nacionales, obedecieron las consignas de Pablo VI debidamente transmitidas a
las primeras Asambleas Diocesanas por los Teólogos del Vaticano como se descubrió en la de
Granada‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220.
482
Estas propuestas son ampliamente apoyadas por los teólogos progresistas. Tamayo Acosta
recoge otras de calado reformador de la institución –como el despojo del poder económico, la
renuncia a la construcción de templos suntuosos, renuncia al clasismo y a cualquier filiación
con dictaduras, etc.-, para destacar, finalmente, que en la Asamblea se adquiría el
compromiso ―por un Estado y una sociedad no confesionales‖. Tamayo Acosta, J. J.: Adiós a
la cristiandad…, Op. cit., pp. 38-41.
318
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
anteriormente. Este posicionamiento retrasa las miras de los más avanzados
que buscan una independencia inmediata483.
Otro tema espinoso en la Asamblea, por cuanto es fuente de conflicto
con el régimen, es el de la misión del clero en una sociedad cambiante. En la
proposición treinta y dos se recoge: ―Al comparar la misión de la Iglesia y
del presbítero con la realidad que vivimos, descubrimos una necesidad de
profundo cambio y conversión, que debe comenzar por nosotros mismos‖.
En la treinta y tres se entra más concretamente en la cuestión: ―Esta
conversión exige de nosotros (presbíteros y obispos) una clara toma de
conciencia de nuestro papel de sembradores de paz y de ministros de la
reconciliación en el seno de nuestro pueblo. Pues es tarea de la Iglesia
promover entre los cristianos españoles la superación de todo rencor y la
construcción de la unidad en el amor, ley básica del Evangelio, por encima
de
inevitables
generacionales‖.
discrepancias
Ambas
de
los
conclusiones
pluralismos
son
políticos,
aprobadas
por
sociales
227
y
votos
afirmativos, y sólo 17 votos en contra.
En la ponencia sexta, Exigencias evangélicas del sacerdote en la
Iglesia y el mundo de hoy, Guerra Campos mantiene, en nombre de algunos
miembros del ―Grupo 11‖ donde se ha trabajado el tema del celibato, que se
reconsidere su inclusión si en algo variase lo actualmente legislado:
483
El cardenal Tarancón afirma: ―Es necesario llegar cuanto antes a la independencia
económica de la Iglesia‖. Ya, 19-9-1971, p. 22. El sacerdote Juan Moreno, de la diócesis de
Córdoba, lo justificará arguyendo que más del 50% del clero cobra unas 6.000 pesetas
mensuales, y sólo el 15% recibe unas 8.000, al tiempo que reclama la inclusión del clero en
la Seguridad Social. Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, pp. 15-16.
319
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] La norma acaba de ser reafirmada en vísperas de esta Asamblea
por la Comisión permanente de la Conferencia Episcopal, que expresó su
voluntad de que se retire toda proposición que contenga la idea de revisión o
reconsideración de la ley de celibato. […] En la hipótesis de que se
sometiesen a votación propuestas equívocas o contrarias a la norma
pontificia o bien en el caso de que en la misma votación de propuestas
aceptables, la Asamblea no se pronunciases como tiene derecho a esperar el
Santo Padre y el pueblo cristiano –tienen derecho a saber mis hermanos
asambleístas lo que sabe ya la Conferencia Episcopal- me vería obligado en
conciencia a desligarme de esta actuación ilegítima o dudosa y de la
Asamblea para mantener clara ante el pueblo de Dios la fidelidad a nuestro
compromiso episcopal con lo que nos ha mandado la suprema potestad de la
Iglesia‖484.
El obispo hace pública su intención de retirarse de la Asamblea si se
aprueba tal y como está redactada la proposición, y asegura que le
acompañarían otros treinta prelados485.
Antonio Montero, obispo auxiliar de Sevilla, sale en contestación a
Guerra recalcando que, ―nadie en la Asamblea discute la adhesión al Papa,
pero que los asambleístas tienen que ser también fieles a quienes hoy
tienen problemas en este terreno… No creo que sea escamotear a las
Asambleas diocesanas pedir a los obispos españoles designados para el
484
Ibídem, pp. 16-17.
485
Pueblo, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
320
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Sínodo que presenten a la Iglesia las conclusiones de las mismas sobre ése
y los demás temas…‖486.
Al final la votación arroja el resultado de 218 votos a favor y 19 en
contra, y su texto definitivo: ―[…] el celibato no es exigido por la naturaleza
del ministerio hay una profunda conveniencia entre ministerio sacerdotal y
celibato‖487. Ante los medios que siguen la Asamblea, Guerra Campos señala
que su grupo presentó una moción contraria al texto por el término
―profundización‖, y su desviación a lo legislado, con una redacción final que
refuerza su criterio:
―[…] en el que se pedía una ‗profundización‘ de la conexión entre
ministerio y celibato, porque esta palabra ‗profundización‘ podría presentarse
como la búsqueda de una modificación de la ley del celibato… La ponencia ha
eliminado la idea de profundización, y ha puesto la de información a la Santa
Sede. Ciertamente así cesa el equívoco de lo que me alegro. Aunque sigue
faltando una actitud positiva que nos comprometa a una conversión y a la
búsqueda de medios para superar las dificultades reveladas en algunas
Asambleas diocesanas…‖488.
En sus declaraciones a Informaciones precisa que él no pide silencio
en torno a la cuestión del celibato obligatorio, sino que recuerda la norma en
486
En
Diarios Madrid e Informaciones, 17-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
los
medios
se
recoge:
―cuya
intervención,
que
concluyó
abrumadoramente aplaudida‖.
487
ABC, 18-9-1971. AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
488
Ibídem.
las
discusiones,
fue
321
―La otra Transición de la Iglesia…
vigor de la CEE: ―[…] que prescribe que, si el tema se trata, sea para buscar
los modos prácticos de conformar nuestra vida con aquella ley o doctrina, y
no para intentar su revisión. Por mi parte, lamenté que no se promoviese
esta actitud positiva‖489.
En la prensa aparecen editoriales que interpretan una secularización
de la misión sacerdotal: ―[…] nos parece un atentado a la verdad de la
Iglesia‖, al tiempo que se opone a los ensayos que Tarancón ha promovido
en Madrid, donde sacerdotes compartan pisos en vez de residencias
específicas o los clásicos seminarios490.
Entre los invitados a la Asamblea se encuentran ciento veintinueve
representantes
de
los
principales
movimientos
seglares, religiosos
e
invitados especiales, de los que treinta son expertos en las ponencias,
veinticuatro
sacerdotes
pastoralistas
o
teólogos,
veintiséis
seglares
dirigentes de movimientos apostólicos (doce de los cuales son mujeres),
489
Informaciones, 20-9-1971. El propio Guerra aclara: ―Quizá el redactor de la noticia no
hubiese incurrido en el error de contraponer mi postura con la del Consejo de la Presidencia
si hubiera advertido, como se lee en la página once, que soy miembro del Consejo y éste
presentó su resolución por unanimidad. Conviene señalar, además, que la propuesta sobre el
celibato sometida a votación de la asamblea no es la que reproduce la página once…‖. El
propio diario rectifica relatando que Guerra ha pedido, efectivamente: ―[…] por fidelidad al
Papa no se pusiera en tela de juicio el celibato obligatorio de los sacerdotes‖. También en
AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
490
Estas denuncias provocan titulares como ―Réplica tremenda‖ y ―Un triste espectáculo‖ en
Pueblo, 17-9-1971, p. 9.
322
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
once religiosos y otras tantas religiosas, siete miembros del comité ejecutivo
y veinte periodistas491.
491
Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 40. Estudiosos de la Asamblea constatan algunas
cifras: ―[…] Tomaron parte en la Asamblea 233 personas: los prelados más los 171
sacerdotes con voz y voto. Hubo además 129 invitados, 26 de ellos seglares‖. Andrés
Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., p. 197. Otro momento de tensión se
produce cuando representantes de los Movimientos entregan a la presidencia una carta
condenando la muerte de un obrero por la guardia civil en Madrid (13-09-1971): ―PROTESTA
POR LA MUERTE POR LA GUARDIA CIVIL DE PEDRO PATIÑO (17 de Septiembre de 1971)
Envío de una carta a la CEE, en aquel momento reunida, de las comisiones permanentes de
JOC, HOAC, y los Equipos Nacionales de los Movimientos Obreros cristianos, FECUM, VOSVOJ, CEMT y CIX. ‗A TODOS LOS OBISPOS Y SACERDOTES REUNIDOS EN LA ASAMBLEA
CONJUNTA‘‖. En la carta se denuncia el despido de 700 obreros de una empresa metalúrgica
madrileña: ―[…]. Son todos datos que tienen sus raíces en una determinada situación de
injusticia y notoria explotación en la que se encuentra la clase obrera de nuestro país,
últimamente más agravada por los continuos expedientes de crisis que no son, en muchos
casos sino una forma encubierta de despido libre… Por otra parte, la clase obrera en España,
no cuenta con un instrumento eficaz para la defensa de sus intereses, sino que en muchos
casos los cauces sindicales legales, lejos de promover esta defensa, la obstaculizan, sirviendo
de freno para la resolución positiva de los conflictos…‖. Solicitan a la Asamblea: 1. Colecta en
todas las Iglesias para ayudar a la viuda de Pedro Patiño y a todos los parados de la
construcción buscando una forma eficaz de distribución y de control. 2. Petición a las
Autoridades de una investigación pública que aclare las circunstancias del hecho y las
posibles responsabilidades. 3. Información en todas las revistas de la Iglesia sobre la muerte
de Pedro Patiño, sobre la situación de los trabajadores de la construcción en cada provincia, y
sobre las reivindicaciones concretas de esta huelga. (Salario mínimo de 400 pesetas, 100%
del salario real en los casos de accidente y enfermedad, 45 horas semanales, libertad de
expresión y reunión, amnistía…). Domínguez Martín-Sánchez, J.: Organizaciones obreras
cristianas en la oposición al franquismo (1951-1975)…, Op. cit., p. 393.
323
―La otra Transición de la Iglesia…
El Alcázar se permite alguna licencia con una azafata de la
Asamblea (izquierda) y con el humor en las viñetas. Ediciones El
Alcázar 23-9-1971, p. 23, y 20-9-1971, p. 3.
José María Díaz Rincón, presidente nacional del MRA de AC, recuerda
la división que se palpaba en un ambiente donde, según su apreciación,
domina el ―temporalismo‖. En su intervención, una de las pocas que se
permitieron a los seglares, apela a la serenidad y a la oración, como forma
de contraponer esa dominancia:
―[…] Allí surgió una división tremenda. Había en el ambiente una falta
de respeto, prevalecía el temporalismo. Monseñor Antonio Valenzuela me
felicitó por una intervención en la que vine a decir ‗Solamente unos tiempos
sobrados de falta de reflexión pueden imaginarse una vida cristiana sin
oración‘. Porque allí se decía que lo único que la Iglesia había hecho era
alienar a la gente, y lo decían sacerdotes y obispos. Los obispos de Bilbao, o
el auxiliar de Madrid, monseñor Iniesta eran muy avanzados. Se ponía en
cuestión absolutamente todo, como que Jesucristo era un guerrillero, un
revolucionario... La Teología de la Liberación estaba palpándose‖ 492.
492
José María Díaz-Rincón, entrevista ya citada.
324
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
A pesar de las tensiones vividas, Vicente Enrique y Tarancón declara
en la clausura: ―Hemos dialogado, y eso que nosotros, por españoles y
también por sacerdotes, no hemos sido educados en esa actitud‖493.
Pero lo cierto es que, más allá de los enfrentamientos verbales tras la
finalización de la Asamblea se respira un poso de reconciliación entre
obispos y sacerdotes, un cierto ―clima‖ de diálogo. En Albacete, pocos días
después de su finalización de la Asamblea, todos los sacerdotes y religiosos
transmiten en las homilías -del dos y tres de octubre- las palabras de su
obispo, Ireneo García, quien define el año como ―trascendental‖ para la
Iglesia española. De hecho, tras la VI reunión del Consejo Presbiteral el
obispo anuncia los primeros pasos para la creación de la Asamblea del
Pueblo de Dios, que contará con la participación de seglares, sacerdotes y
religiosos494.
El mismo arzobispo de Toledo, Marcelo González, inmerso en la crítica
en varios momentos de la Asamblea nacional, valora el camino emprendido
de diálogo entre sacerdotes y obispos durante el inicio del tercer Consejo
Presbiterial495:
493
Ecclesia, núm. 1560, 25-9-1971, p. 19.
494
BOOA, núm. 7, octubre, 1971, pp. 389-391. La primera Asamblea del Pueblo de Dios no
se lleva a cabo hasta el junio de 1977, y en ella participan 1.040 albaceteños. En los trabajos
previos se trabaja sobre los sacramentos, según acuerdo del Consejo de Pastoral (4-2-1977),
que se materializan en casi cuatrocientas enmiendas y propuestas. Sus organizadores
calculan que participan 400 asistentes. BOOA, núm. 5, julio-agosto, 1977, pp. 78-96.
495
BEAT, Anuario 1971, núm. 11, diciembre, p. 389. El II Consejo Presbiteral, que precede a
éste, es referido en el BEAT, como: ―[…] experimental (el primero se refiere al creado tras el
Concilio), y por eso tuvo solo dos años de vigencia; sin embargo, ha realizado una gran labor,
325
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Ha sido, dice, francamente positivo. En ella se trabajó con
intensidad, responsabilidad y seriedad. Y que cuantos la siguieron de cerca –
Obispos,
sacerdotes,
seglares,
periodistas-
quedaron
asombrados
y
edificados del progreso realizado, sobre todo en el tono dialogal conseguido y
en la conciencia de la corresponsabilidad que a todos incumbe en el quehacer
eclesial. La Asamblea, añadía, adopta ciertamente una postura bastante
nueva en la vida de la Iglesia, que a algunos les costará comprender, pero
que todos debe aceptar paulatinamente y tratar de llevar a la práctica
prudentemente‖496.
Guerra Campos, por el contrario, diez años después del evento,
transmite una visión realmente negativa:
―Al valorar la Asamblea Conjunta, hay un lugar común en el que
coinciden los que la han contemplado con perspectiva histórica. Fue como
una gestación apasionante que terminó en malformaciones y quedó
interrumpida antes de dar a luz. Este fenómeno es el que caracteriza su
recuerdo, y en él quiero detenerme. Cualquiera que sea el juicio sobre los
valores implicados en aquella gestación, sobre las intenciones y los gérmenes
más o menos prometedores, tanto si se acentúa su condición de ‗hecho
positivo y dinámico‘ como sus aspectos negativos, todo el que ha vivido los
últimos diez años en medio de los sacerdotes sabe que aquello degeneró en
una gran frustración. Y que dejó más difícil el acceso a los grandes objetivos:
no solo en orden a la orientación, consolidación y funcionamiento de este auténtico senado
del obispo diocesano, sino también en el de asesoramiento práctico al Prelado en los
problemas de gobierno‖.
496
Ibídem.
326
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
el de la unidad del clero y el de las orientaciones claras y estimulantes. Los
factores de tal aborto fueron manifiestamente dos. A las confusiones y
discordias que acompañaron la gestación se añadió el mazazo brutal que la
publicidad le asestó, a cuenta del forcejeo, nunca esclarecido, en las
relaciones del Episcopado con la Santa Sede a propósito de la Asamblea. En
no pocas asambleas diocesanas, preparatorias de la nacional, hubo al lado de
cosas excelentes una siembra de teorías históricas y teológicas de tipo
protestante acerca del origen y el sentido del sacerdocio; una siembra de
criterios contra la ley del celibato y el espíritu de consagración; una siembra
de concepciones del sacerdocio como un servicio ad tempus. Un aluvión de
opiniones: y dudas invadió el país, problematizándolo todo. La Asamblea
Nacional debería haber aprovechado las aportaciones útiles. Debería haber
enderezado las desviaciones. Para empezar, un sector del clero, nada
reducido, no se sentía representado. Luego las muchas cosas aceptables allí
presentadas quedaron ahogadas por la resonancia política estrepitosa de los
que intentaron descalificar en bloque a la Iglesia de la hora martirial.
Finalmente se aprobó
una
masa excesiva
de conclusiones, no
bien
ponderadas. En una reunión de la Conferencia Episcopal, que siguió a la
Asamblea, muchos quisieron convertir inmediatamente en normas oficiales
de los obispos las conclusiones de la Conjunta. Pero, algunos obispos
recordaron que eso no podía hacerse sin discernir, puesto que algunas
conclusiones necesitaban ser enmendadas para conformarlas sin ambigüedad
con la doctrina católica y con las resoluciones de la Sede Apostólica y del
reciente Sínodo de Obispos. La mayoría accedió, de mala gana, a contentarse
por el momento con un juicio laudatorio de la asamblea que incluía una
referencia a ulterior estudio y perfeccionamiento de sus conclusiones.
[…]‖497.
497
Publicado por Ecclesia, 19-9-1981, pp. 16-17.
327
―La otra Transición de la Iglesia…
Testigos de aquellos años sostienen que la relación de fuerzas entre
conservadores
y
progresistas
en
la
Asamblea
no
permitió
llegar
a
conclusiones más avanzadas. Sin embargo, para Alberto Iniesta, luego
obispo de Albacete, las proposiciones aprobadas actualizan la visión de la
Iglesia a la realidad, al momento histórico, y a las circunstancias tan difíciles
del país:
―[…] En ellas se hizo una especie de versión del reciente Concilio
aplicada a la realidad social, económica, cultural, política y religiosa de
nuestro país y de nuestras diócesis, en la búsqueda de nuevos cauces de
pastoral más adaptados a nuestro tiempo y nuestras circunstancias. […]
Estas líneas operativas -como si dijéramos, el actuar de la encuesta ya
tradicional- se plasmaban en las 247 proposiciones aprobadas, en las que se
dicen cosas como éstas, bastante llamativas para aquellos tiempos: ‗En la
sociedad española hay en este momento problemas que deben preocuparnos
como cristianos: la insuficiente realización de los derechos de la persona
humana y la persistencia de graves desequilibrios económicos y sociales‘. Se
pide ‗libertad verdadera de expresión de toda idea que no atente al auténtico
bien común‘; ‗derecho de libre asociación y reunión sindical y política, en un
sano
y
legítimo
pluralismo‘;
‗participación
responsable
de
todos
los
ciudadanos en la gestión y control de la cosa pública‘; ‗respeto y promoción
de los legítimos derechos de las minorías étnicas y de las peculiaridades
culturales de los diversos pueblos de España‘; ‗derecho a la objeción de
conciencia‘; ‗derecho a la integridad física que tutela al hombre de las
torturas corporales o mentales‘, etcétera. Dentro del campo eclesial, se
afirma que ‗el sacerdote [...] tiene como grave deber [...] dar un juicio y
orientación cristiana sobre los hechos y oponerse efectivamente a la
328
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
injusticia con todas sus consecuencias. En estos casos no puede ser tachado
de hacer política, sino que realiza una acción verdaderamente pastoral‘; ‗la
asamblea pide la supresión de toda intervención del Gobierno en el
nombramiento de obispos‘; ‗la acción pastoral exige una incorporación
dinámica de todo el Pueblo de Dios: obispos, presbíteros, religiosos y
seglares‘. Se considera urgente que se llegue cuanto antes hasta la
constitución y seria eficacia de los consejos pastorales, parroquiales y
locales, de zona o sector, y diocesanos realmente representativos; y buscar
fórmulas adecuadas para su creación a nivel regional y nacional‘, y que ‗la
Conferencia Episcopal [...] dé participación y consulta al Pueblo de Dios,
valiéndose de órganos representativos [...] y equipos técnicos‘, etcétera.
[…]‖498.
Para Cárcel Ortí la Asamblea tiene aspectos positivos inmediatos
sobre la vida religiosa del país como son: la expansión de la mentalidad del
Concilio, la concreción de un programa de renovación pastoral y apostólica,
al tiempo que desaparece la ―contestación‖ de tipo radical-progresista, y se
diluyen los imparables deseos de independencia de la Iglesia del poder civil
con un amplio diálogo entre el clero y su jerarquía499.
498
Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖, www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988.
499
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 448. Para Feliciano
Montero, la Asamblea Conjunta supone: ―[…] el acontecimiento que mejor define la revisión
autocritica del nacional-catolicismo‖. Montero García, F.: ―El taranconismo. La transición de
la Iglesia antes de la Transición‖, en Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, R. (Coord.): Historia de la
Transición en España. Los inicios del proceso democratizador, Biblioteca Nueva, Madrid,
2007, p. 199.
329
―La otra Transición de la Iglesia…
Hay, por otro lado, quienes ven en aquel diálogo el sentido
democrático, similar al parlamento político, y por tanto con cierto relieve y
hasta avanzado, mientras que para otros observadores no supone más que
el intento de elevar al rango de sagrado un mero proceso organizativo500.
Con el tiempo, muchos miembros de la institución e historiadores
coinciden en que, a pesar de los esfuerzos iniciales por darle trascendencia y
proyección, a la larga no ha dejado más que un poso de frustración y
resultados negativos, por cuanto a heridas no cerradas, en la institución501.
500
Fernández Fernández afirma: ―[…] Dada la sacralidad del sistema por analogía divina, no
podía tener el valor de simple consenso democrático. Su objetivo era proclamar su dominio
sobre la sociedad, como tal, y sobre los particulares en su interior, corrigiendo relaciones que
los nuevos tiempos hacían anacrónicas y fomentado actitudes voluntaristas de aceptación del
orden sagrado establecido. Su poder no estaba al servicio de las libertades personales, sino
al servicio del propio sistema‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 99.
501
Para Enrique y Tarancón: ―[…] ha cambiado, desde entonces, la relación obispos
presbíteros en las diócesis […]; la Conferencia Episcopal ha ido dando, desde entonces, unos
pasos muy importantes respecto a su desvinculación del Régimen […]; la Asamblea nos hizo
llegar a tiempo para no vernos involucrados con la caída del Régimen ya que preparó los
ánimos para que la jerarquía señalase con tiempo el camino de la Iglesia, de total
independencia política‖. Enrique y Tarancón V.: Op. cit., p. 523. Por el contrario, Juan María
Laboa la califica de fracaso, cuyas consecuencias: ―[…] han marcado activa o pasivamente el
proceso histórico de la Iglesia española y han sido deplorables para la vida eclesial‖. Laboa, J.
M.: ―Los obispos españoles en el Concilio Vaticano II…, Op. cit., p. 25. Damián González y
Manuel Ortiz valoran el esfuerzo, pero hablan de frustración: ―[…] Fue una experiencia única
en todos los sentidos, pero también […] bastante frustrante, ya que ni conseguiría fijar
un modelo nuevo de Iglesia, ni profundizaría en la brecha abierta con el Estado‖.
González Madrid, D. A. y Ortiz Heras, M.: ―‘Camilo, no te comas a los curas, que la carne
de cura indigesta‘. La influencia de la Iglesia en la crisis del franquismo‖, en Actas del
Congreso La Transició de la dictadura a la democràcia, Barcelona, CEFID, 2005, p. 60. Para
López Villaverde, la Asamblea: […] cerró definitivamente la sustancia del nacionalcatolicismo,
pero la larga sombra del palio siguió proyectándose durante la transición a la democracia
330
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
entre un nutrido grupo de obispos (grupo de ‗Don Marcelo‘) y sacerdotes (‗Hermandad
Sacerdotal‘), imbuidos aún del espíritu cruzado‖. López Villaverde, Á. L.: ―Iglesia de la
Cruzada‖…, Op. cit., p. 28.
331
―La otra Transición de la Iglesia…
Capítulo IV. Tensiones con el régimen tras la Asamblea de la “otra”
Transición, la eclesiástica (1972-1975)
IV.1. La complicada diplomacia/distensión entre los prelados del
“cambio” y los inmovilistas
Con el final de la Asamblea Conjunta el gobierno reaviva las críticas a
su celebración, con todos los medios a su alcance, ninguneando los trabajos
y conclusiones de la misma (en algunos casos habla de ―cisma‖ entre Iglesia
y régimen). En una nota de la Asesoría Religiosa del MIT (29-9-1971) se
asevera el manejo de la Asamblea, la falta de gobierno en la Iglesia, la
influencia de publicaciones izquierdosas, así como ciertas claves de acción
para evitar mayores controversias y descalificaciones desde la institución:
―[…] Indudablemente la Asamblea ha estado manejada. Pero esto no
quita para que haya sido reflejo de un mal real que hay en gran parte del clero
español, en el que han surgido profundas huellas desorientadoras debidas a
hechos como los siguientes: -La crisis de los seminarios españoles y español
en Roma. –La influencia del Instituto Pastoral en Madrid, hecho ahora facultad.
–Crisis de las Universidades de Comillas y Salamanca. –La actitud seguida por
la diplomacia Vaticana en el nombramiento de obispos, apoyo a determinados
grupos e influencia sobre organizaciones católicas internacionales. –La crisis
en que se encuentra la mayoría de las órdenes religiosas, mucho más grave
que la de los sacerdotes. –La influencia de publicaciones religiosas y
sacerdotales, muchas en una línea extrema, por ejemplo: Iglesia Viva, Vida
Nueva, Pastoral Misionera, Incunable, Boletín de la HOAC, El Ciervo,
332
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Cuadernos para el diálogo, Colligite, El Mensajero del Corazón de Jesús, Razón
y fe, Concilium, etc. También ha tenido gran influencia toda la prensa
extranjera religiosa de izquierda, especialmente la francesa. –Crisis personal
de muchos sacerdotes que les lleva a obrar con suma ligereza. –Un
episcopado ya con mayoría muy manejada por la política vaticana. Otros
obispos que no están adaptados a las circunstancias actuales de la Iglesia y
otros, finalmente muy sensibles a los juicios de la prensa. En general falla
también la función de gobierno […] -No alarmarse demasiado por actividades
de clérigos (sacerdotes, obispos), ya que en realidad la frecuencia y ligereza
de muchas actuaciones hace que cada vez repercutan menos en la misión
pública. –Aplicar la ley a toda infracción que se presente, cuidando al mismo
tiempo de facilitar una información adecuada. –Apoyar discretamente la acción
de clérigos que puedan situarse en una situación de centro, lejos de
extremismos. –Adecuada vigilancia de las publicaciones religiosas y apoyo a
las que se muestran positivas y respetuosas. –Coordinar la acción de los
periodistas religiosos positivos, creando un equipo dirigente, sin aparente
relación afín. –No olvidar que el Estado tiene en su mano muchas cartas que
puede jugar a alto nivel con la Jerarquía o por vía diplomática‖ 502.
En otro informe para el gobierno el GE analiza el artículo 18 de la
ponencia Iglesia-Mundo, al tiempo que traza una línea de coacción: ―[…] La
próxima Conferencia tiene que decidir sobre las conclusiones de la Asamblea
Conjunta.
Para
preparar
a
los
obispos
vacilantes,
conviene
airear
singularmente el documento ‗Moción de algunos Prelados‘; así como el
502
AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
333
―La otra Transición de la Iglesia…
clamor de ‗Millares de sacerdotes‘ contra el intento de condenar la actitud de
la Iglesia en la Guerra de España‖503.
Por su parte, la prensa del Movimiento se hace eco de ciertas
contradicciones que se viven en la institución. A los pocos días de finalizar la
Asamblea La Verdad de Albacete publica un artículo de Juan Hernández
donde se pregunta cómo quieren los laicos a sus sacerdotes y qué opinan
sobre su celibato, apoyándose en los datos dados por Ecclesia sobre una
encuesta nacional -realizada a 3.705 laicos, definidos como ―grupos
complementarios‖-;
entre
sus
conclusiones
destaca
una
visión
―inconformista con la situación actual de la Iglesia‖:
―[…] El 62 por 100 de los grupos complementarios opina que no debiera
dejarse –o muy poco- al sacerdote más libertad en la liturgia; el 73,8 por 100
opina que debe ser tratado como una jerarquía en la sociedad; el 52,5 por 100
afirma que no están preparados en problemas económicos y sociales, y las dos
terceras partes, que no cuentan con preparación en los problemas políticos; el
41,4 por 100 opina que los sacerdotes se aprovechan del Concilio para
imponer sus opiniones personales; el 47,3 por 100 no están conformes con el
modo que tienen los sacerdotes de usar la autoridad, etc.… […] A vista de todo
esto, preguntamos: ¿No hubiera sido necesaria, imprescindible, la consulta al
pueblo de Dios?‖504.
503
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070.
504
Ecclesia, núm. 1559, 18-9-1971, p. 2.
334
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Desde Ciudad Real, el periódico Lanza, destaca, sorprendentemente
que, a pesar de los grupos de presión de uno u otro ―bando‖, no se politizó
la Asamblea: ―[…] Pero ni estas incidencias tensionales propias de cualquier
grupo humano que vive y se desarrolla, ni aquellas formulaciones un tanto
idealistas en que debe resituarse hoy la Iglesia en nuestro mundo y en
nuestro
pueblo,
pueden
tildarse
de
‗politización‘
o
extemporáneo
‗principalísimo‘‖505.
Por el contrario, Diario de Cuenca se centra en la discusión sobre si la
Iglesia debe inmiscuirse en asuntos políticos, y recoge manifestaciones de
Pablo VI previas al Sínodo que se celebrará tras la Asamblea: ―La misión
dada por Cristo a la Iglesia es de orden público‖, si bien, aclara el artículo,
alejada de la política506. El mismo número abre con: ―Si al celibato y no a la
ordenación de los casados‖, otro de los principales temas de discusión507.
En Albacete, el director provincial de asuntos económicos de la OS,
concejal a su vez del Ayuntamiento de Albacete, acusa de ―intromisión‖ a la
Iglesia en asuntos políticos, y llama la atención sobre el hecho de: ―[…] ver
a ciertos sacerdotes opinar de política o hablar de lo que ocurre en la
sociedad […] rompiendo la posibilidad de un entendimiento entre los
505
Columna firmada por J. Díaz en Lanza, 26-9-1971, p. 11.
506
Diario de Cuenca, 4-11-71, p. 6.
507
Ibídem, primera.
335
―La otra Transición de la Iglesia…
españoles‖508. Es un claro síntoma de los reproches, cada vez más explícitos,
desde el régimen hacia una Iglesia del ―desenganche‖: ―[…] El resultado de
dicho deterioro fue la aparición de cierto anticlericalismo de derechas entre
diversas personalidades del establishment político provincial‖509.
Pero la Asamblea no es el único foco de preocupación para el
gobierno. A menos de dos meses de la finalización de aquella surge otra de
distinto cariz, la Asamblea de Catalunya (7-11-1971), región donde todavía
ejerce como arzobispo González, en la que aúnan sus fuerzas católicos
significados con el nacionalismo catalán, abanderando tres objetivos:
―Llibertat, Amnistía, Estatut d‘Autonomia‖. La Asamblea es fruto del trabajo
de los comunistas y algunos católicos de renombre como Agustín de Semir o
Josep Benet, que han abierto las puertas de las parroquias de St. Agustí, de
508
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia. Movilización, actitudes y cambio en la
provincia de Albacete, 1966-1977, Los libros de la Catarata, Volumen 26 de Investigación y
Debate, 2008, p. 98.
509
Ibídem. Este tipo de manifestaciones se producen de forma generalizada, según recogen
el sacerdote Francisco José Escámez en Cataluña, y estudiosos en Málaga y Almería, entre
otros. Escámez Mañas, F. J.: Op. cit., pp. 269-274. Un anticlericalismo que, a su juicio, no se
basa en reacciones espontáneas e inconexas, sino de ―una acción provocada deliberadamente
desde el sistema. Ibídem, p. 269. El autor recoge: ―[…] Fue iniciado por la máxima autoridad
pública, con sus actuaciones. Secundado luego por la propaganda oficial, sería consentido en
todo momento por las autoridades, incluso en sus expresiones violentas‖. A principios de los
setenta al clericalismo de derechas se le denomina ―nuevos anticlericalismos‖ de los
―buenos‖, de la ―gente de orden‖. FOESSA: Suplemento al informe sociológico sobre la
situación social en España, 1970, núm. 2, Euramérica, Madrid, 1971, p. 7.
336
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
María Medianera, o el colegio de las escolapias, donde además se plantea la
creación de una Conferencia Episcopal dels Països Catalans510.
Desde Diario de Cuenca se habla de: […] la erupción de errores, y aún
infección, que actualmente padece la Iglesia, puede adulterar y deteriorar
esta noble misión (en referencia al remedio de las injusticias sociales y su
denuncia)‖511, palabras que aparecen bajo el titular: ―La Asamblea de
Obispos y sacerdotes ‗signo de contradicción‘‖, en un intento por tergiversar
el discurso de apertura de Tarancón en la Asamblea Plenaria de la CEE
donde se deben aprobar los acuerdos de la Conjunta. El propio Tarancón
expresa realmente: ―La Asamblea Conjunta se ha convertido –como no
podía menos de suceder- en signo de contradicción. Los obispos hemos
dialogado leal, honrada y sinceramente… Ahora debemos encauzar y
aprovechar adecuada y eficazmente los muchos elementos válidos que aquel
diálogo
nos
ha
ofrecido…
Es
una
responsabilidad
histórica‖512.
Paralelamente, el diario procura destacar la asistencia, por habituales y con
claras intenciones de que nada ha cambiado, del obispo Rodríguez a los
510
Según Fraga Iribarne: ―[…] los comunistas catalanes del PSUC (con notable militancia de
católicos) firmarán, como miembros de la Coordinadora de Fuerzas Políticas de Cataluña, la
declaración de la Asamblea de Cataluña de noviembre de 1971, primer documento que reúne
a todas las fuerzas catalanas de la oposición a la dictadura‖. Fraga Iribarne, M.: Op. cit., pp.
234-235.
511
Diario de Cuenca, ―Iglesia, política y derechos de los laicos‖, 13-11-1971, primera.
512
Ibídem. El diario continuará destacando cualquier manifestación que aleje el sentido de
político de las acciones de la Iglesia: ―La Iglesia se separa de la cuestión política‖. De acuerdo
con el documento ‗La justicia en el mundo‘ del Sínodo pasado‖. Diario de Cuenca, 21-111971, primera.
337
―La otra Transición de la Iglesia…
actos y conmemoraciones del régimen (de nuevo el 20 de noviembre, en
recuerdo del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera, frente a la
catedral conquense, junto al gobernador civil y delegado provincial de
Sindicatos, brazos en alto)513.
ABC, que recoge toda la intervención del cardenal Tarancón en esta
Plenaria, destaca la responsabilidad de los obispos en el nuevo periodo que
se abre: ―[…] Ahora somos nosotros, los obispos, los que por nuestra misión
tenemos el deber de encauzar y de aprovechar adecuada y eficazmente los
muchos elementos válidos que aquel diálogo nos ha ofrecido‖514.
El
fin
de
todas
estas
informaciones
no
es
otro
que
apagar
prontamente los ecos de la Asamblea con constantes ataques desde todos
los frentes. Consciente de ello, sin perder de vista las maniobras y el
momento, la cúpula de la CEE decide que hay que actuar con premura y,
antes de finalizar el año, ratifica los Acuerdos de la Asamblea Conjunta (312-1971). Las proposiciones aprobadas significan el punto de inflexión hacia
la ―transición‖ y el ―cambio‖ en la Iglesia, y los obispos tan sólo esperan
concretarlas bajo la tutela de las enseñanzas del Sínodo y del Papa:
―La Conferencia Episcopal asume la Asamblea Conjunta como un hecho
positivo y dinámico de la vida de la Iglesia en España, y a la luz de los
documentos que el Santo Padre nos ofrezca como fruto del Sínodo se plantea
desde este momento la forma de perfeccionar y de ejecutar aquellas
513
Diario de Cuenca, 23-11-1971, p. 1.
514
ABC, 30-11-1971, pp. 29-30.
338
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
conclusiones que le afectan más directamente, teniendo en cuenta las
necesidades de los sacerdotes y de nuestro pueblo‖ 515.
Los movimientos desde los medios de comunicación también dan idea
del intento por controlar la opinión de los católicos. Coincidiendo con el final
del año, el Consejo Eclesiástico de EDIMSA, la sociedad anónima sustituye al
―Sodalicio Iglesia-Mundo‖, editora de Iglesia-Mundo. Con la nueva época, y
tirada desde diciembre de 1971, aparece el nombre de José Guerra Campos.
Entre las funciones del obispo figura: ―3º. Recabar para sí a tal fin la
facultad de indicar con carácter vinculante para el Director, redactores y
confeccionadores de las publicaciones la orientación doctrinal, moral y
pastoral, tanto en el aspecto teórico como práctico‖516. Ese mismo mes, el
515
ABC, 4-12-1971, p. 37. El documento de la Asamblea Plenaria recoge la creación de una
comisión para perfeccionar y ejecutar las conclusiones a nivel nacional, mientras a nivel
diocesano, ―cada obispo en diálogo con sus sacerdotes, estudiará la manera de llevarlas a
cabo‖. El periódico editorializa: ―Se pone así punto final a muchas de las discusiones de estos
meses pasados de presentar esta Asamblea como un fruto espúreo del que deberían
desolidarizarse los obispos españoles‖. Ibídem.
516
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070. También se arroga este Consejo la
destitución de directores y demás personal. En mayo de 1973, el presidente de EDIMSA,
Sebastián Mariner Bigorra, cita, en una carta dirigida a instancias superiores, a Laureano
Castán, obispo de Sigüenza-Guadalajara, entre otros prelados, como instigadores de la falta
de confianza sobre su nuevo nombramiento: ―[…] y hasta firman con él cartas y documentos
que me subestiman. Monseñor Castán padece contra mí una obsesión persecutoria […] Quede
claro que yo no quiero luchar contra nadie y menos contra los Señores Obispos. Ni me guía
interés alguno personal, ni pertenezco a ningún enemigo de su grupo. Ni siquiera comprendo
por qué se une la valoración de mi gestión con la del Sr. Director de la Revista‖. AGA,
Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 95070. Entre los directores de Iglesia-Mundo figuran
339
―La otra Transición de la Iglesia…
día 20, el Consejo acuerda realizar un ciclo de conferencias en Madrid, sobre
―La Iglesia en el mundo de hoy‖, a la que asistirán obispos de tendencia
conservadora de Alemania y Estados Unidos entre otros. La complicidad del
gobierno es patente cuando en uno de sus informes propone el lugar de
celebración de los encuentros: ―[…] Ante la necesidad de frecuentes
reuniones del equipo de trabajo religioso, entre ellas la mensual con Marcel
Clement, a la que va a asistir monseñor Guerra, y no llamar excesivamente
la atención del Ministerio, se cree conveniente establecer un lugar
permanente de trabajo que puede ser el local que está contiguo al de
―Iglesia-Mundo‖ (Sta. Teresa, 6)‖517.
Es tal la preocupación en el régimen que, en el tradicional mensaje de
fin de año, el jefe del Estado, Francisco Franco, recalca su preocupación por
el alejamiento de la institución del régimen, y rechaza cualquier crítica, a
tenor de lo que se desprende de las conclusiones de la Asamblea: ―Carece
de fundamento los que nos tachan de inmovilistas‖518. Lanza destaca del
discurso:
―Las
finalidades
del
Estado
y
de
la
Iglesia
no
pueden
contradecirse‖ y ―El Estado, que desea la consolidación de la paz cristiana
dentro de nuestras fronteras, se opondrá a las interferencias en su
Rosa Mª Méndez y Ricardo Pardo Zancada, militar conocido por su posterior participación en
el intento de ―golpe de estado‖ del ―23-F‖ en 1981.
517
Ibídem. Se asigna como ―enlaces‖ para Marcelo González, a los padres Santos y Alberto
(sic).
518
Lanza, Ciudad Real, ―1971 un año de fe‖, 31-12-1971, primera.
340
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
soberanía que perturben la sana convivencia‖519. Franco diferencia los
campos de competencia de la Iglesia y el Estado, amenazando que cualquier
injerencia por parte de miembros de la Iglesia en el campo de lo ―temporal‖
no va a quedar impune:
―[…] La Iglesia Católica y el Estado constituyen dos poderosas fuerzas
vitales que coinciden en el propósito de promover la perfección del hombre y
su bienestar espiritual y material. Sus finalidades no pueden contradecirse,
porque ello produciría una lamentable crisis social. El respeto recíproco entre
las libertades de cada una de estas sociedades soberanas, es la garantía de
una
armónica
colaboración
en
las
finalidades
conjuntas
que
ambos
persiguen. Pero lo que no puede hacer un estado es cruzarse de brazos ante
determinadas
actitudes
de
carácter
temporal
asumida
por
algunos
eclesiásticos. El Estado se opondrá a cuantas interferencias de su soberanía
le lleguen con finalidades perturbadoras de la sana convivencia entre los
españoles‖520.
Pablo VI recibe, en enero de 1972, a través del ministro de Asuntos
Exteriores, Laureano López Rodó, una carta, escrita de puño y letra por
Franco, el 29 de diciembre anterior, en la que denuncia: ―[…] el afán de
algunos eclesiásticos y de ciertas organizaciones, que se llaman apostólicas,
de convertir a la Iglesia en instrumento de acción política [...] entrando en
franca hostilidad con el Estado […] en un régimen concordatario de
519
Ibídem, p. 1.
520
Ibídem, p. 15.
341
―La otra Transición de la Iglesia…
privilegio‖521. El desconcierto y la irritación del gobierno sobre lo que está
pasando en la Iglesia son tales, que el ministro llega a acusar al pontífice de
―querer mal a España‖522.
Paralelamente a esta crisis diplomática, se está llevando a cabo el
proceso renovador de la cúpula de la CEE que finaliza con una nueva
presidencia (será en la Asamblea Plenaria del mes de marzo). La tensión es
tal que puede acabar con la cohabitación de los dos frentes radicalizados en
la Asamblea: los inmovilistas -fieles a la vinculación con el régimen en el
denominado ―Grupo de Burgos‖, donde destaca José Guerra Campos, y el
grupo refrendado desde Roma, los aperturistas, con el cardenal Tarancón a
la cabeza. Aun así, todavía resta un buen número de prelados que no deja
clara su postura523.
521
López Rodó, L.: Memorias. III. El principio del fin, Plaza & Janés/Cambio 16, Barcelona
1992, pp. 654-656. Sobre las difíciles relaciones con Pablo VI, a través de la correspondencia
entre los colaboradores del dictador y del Papa: Vid. Martín De Santa Olalla Saludes, P.: La
Iglesia que se enfrentó a Franco…, Op. cit.
522
Pardo Sanz, R.: ―La etapa de Castiella y el final del Régimen‖, en Tusell, Avilés y Pardo…,
Op. cit., p. 365.
523
Según Lanza, la CEE cuenta con noventa y seis obispos (dieciséis dimisionarios y otros
tantos auxiliares). Lanza, 31-12-1971, Extra Año Nuevo, p. 7. A pesar del veto, teórico, que
sobre el nombramiento de obispos puede ejercer el gobierno, los dos nuncios, Antonio Riberi
y Luigi Dadaglio -quien, ya logró en su momento la renuncia del gobierno venezolano al
derecho de presentación-, consiguen un episcopado español renovado y con una postura más
alejada del régimen. Casi un tercio de los obispos, donde se encuentran diecisiete auxiliares,
que asisten a la Asamblea ha sido nombrado entre 1968 y 1971, con lo que se ha generado
un equilibrio de fuerzas. Según Cárcel Ortí: ―[…] el nuevo Episcopado español estaba siendo
reclutado sistemáticamente entre sectores eclesiásticos no adictos al gobierno. También
acusó el gobierno a la nunciatura apostólica de ejercer presiones sobre los obispos para
342
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Guerra Campos considera inductor de las maniobras de deslealtad al
régimen al cardenal Tarancón y comienza a perfilar estrategias ―pluriformes‖
con el fin de evitar, lo que a su juicio puede ser el final del ―estatus
privilegiado‖ en el que ha vivido hasta aquí la institución. El hasta ese
momento secretario de la CEE inicia su ―guerra sin cuartel‖ contra la
presidencia accidental (recordemos la situación provisional de Tarancón tras
la muerte de Casimiro Morcillo).
La aparición pública de un supuesto documento proveniente de la
Sagrada Congregación para el Clero de Roma, sin el informe favorable a las
conclusiones de la Conjunta, es el inicio del litigio. Desde la HSE se afirma
conocer dicho documento y se adelanta en afirmar que la Congregación
confirma
sus
temores:
el
Concilio
pierde
autenticidad
y
habla
de
interpretaciones caprichosas y subjetivas como aquellas en las que se
sustenta la separación entre Iglesia y Estado524.
imponerles auxiliares de una significación determinada, y a la Conferencia Episcopal Española
de descender al plano de las soluciones concretas a los problemas temporales. Algunas de
estas
acusaciones
del
gobierno
eran
completamente
falsas,
otras
verdaderas
pero
exageradas, porque mucho antes que la política e institucional, se fraguó la transición de la
Iglesia‖. Cárcel Ortí, V.: Breve Historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 454.
524
El documento debería ir acompañado, supuestamente, de una carta firmada por el
cardenal Wright y por el arzobispo Palazzini, secretario de la Congregación del Clero, y estaría
dirigido a la presidencia: ―[…] Se acusó al obispo de Cuenca, Guerra Campos, de haber sido
quien lo filtrara. Y parece que en efecto fue suya la responsabilidad, aunque por un descuido
y no por intención expresa de hacerlo. Simplemente, se lo dejó en cierto lugar, donde lo halló
después un sacerdote que, al darse cuenta de la importancia del asunto, lo puso en manos de
un periodista de Europa Press. Se publicó en el diario Pueblo el día 6 de marzo‖. Enrique y
Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 190.
343
―La otra Transición de la Iglesia…
Enrique y Tarancón relata pormenorizadamente los acontecimientos
afirmando que el 21-2-1972, a las 21,30 horas, recibe una llamada de un
periodista que pregunta sobre el documento a lo que él niega su existencia.
El día 26, a las 13,30, ve por primera vez una copia de dicho documento que
le muestra otro obispo; el 27 a las 10,30, Guerra Campos le envía fotocopia
del documento, junto con la carta del cardenal Wright, fechada el nueve del
mismo mes. Ese día Tarancón se plantea la dimisión y decide viajar a Roma
para reunirse con el cardenal Villot, secretario de Estado del Vaticano525.
Según una nota de la dirección general de Prensa (26-2-1972), el
documento se había enviado por correo a las direcciones de los arzobispos
de Toledo y Madrid, Marcelo González y Vicente Enrique y Tarancón526. Otro
―Informe muy reservado‖ recoge una versión contraria a la del cardenal:
―[…]
un
colaborador
del
Arzobispo
de
Madrid
ha
manifestado
reservadamente que, cuando el día 21 de Febrero, éste contestaba a un
periodista que le consultó sobre la existencia del documento afirmando que
‗no hay nada de nada‘, alguien le indicó que se trataba de unos papeles que
tenía sobre su propia mesa. La respuesta del Cardenal fue: ‘Tú te callas‘. A
Roma –a una alta personalidad vaticana- ha llegado una carta de un
allegado del Cardenal de Madrid informando que, en conciencia, se veía
obligado a confesar que éste había recibido a su debido tiempo el
525
Ibídem, pp. 177-179 y 518.
526
AGA, MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10520.
344
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
documento de la Sagrada Congregación del Clero, enviado con fecha 9 de
febrero. L. P.‖527.
Por su parte, Marcelo González afirma haber recibido el documento
que inmediatamente difunde entre los obispos más cercanos: ―He recibido
carta fechas en 9 de febrero, del Sr. Cardenal Prefecto de la Sagrada
Congregación para el Clero con la que me envía copia del documento que ha
remitido al Sr. Cardenal de la C.E.E. […] A mí, no se me impone secreto
alguno y puesto que lo más natural es que el Señor Presidente lo haga llegar
con tiempo a los Obispos para que éstos puedan estudiarlo, por mi propia
cuenta lo envío yo a algunos, con los que más he hablado de esta cuestión
de la Asamblea Conjunta de septiembre, simplemente para que lo
conozcan‖528.
Será durante la XVI Asamblea Plenaria del Episcopado, en plena
renovación de los cargos directivos de la CEE (6-11 de marzo de 1972),
cuando Enrique y Tarancón acuse recibo del "estudio", lamentando
seriamente las faltas de procedimiento y la filtración a la prensa con
tendenciosos errores. El cardenal apunta a una trama formada por Guerra
Campos y los miembros del OD, Álvaro del Portillo y Julián Herranz,
527
528
Ibídem.
Secretariado Nacional del Clero: Op. cit., pp. 354-355. Es llamativo que la minuciosa
edición de la BAC no incluye el Documento de la Sagrada Congregación sobre la Doctrina de
la Fe acerca de las conclusiones de la Asamblea. Una exhaustiva información sobre las cartas
y el análisis sobre la Asamblea Conjunta, realizado por la Sagrada Congregación para el
Clero, en Ecclesia, núm. 1587, 15-4-1972, pp. 20-30.
345
―La otra Transición de la Iglesia…
consultores de dicha congregación. Guerra Campos se defenderá de los
hechos pasados varios años529.
529
Tarancón relata: ―[...] estaba triste, muy triste, porque había tenido que convencerme a la
fuerza que algún obispo español no había jugado limpio en este asunto, cosa que me
resultaba francamente desconcertante –varios en Roma me habían hablado de la presencia
allí de monseñor Guerra y de sus manejos con el Opus y con la Secretaría de la Sagrada
Congregación del Clero: tenía ya la evidencia de cómo se había fraguado todo- [...]‖. Ibídem,
p. 510. Fernández Fernández apunta: ―[…] la prensa más aperturista relacionaba el
documento con el Opus Dei, y más en concreto, con Álvaro del Portillo, consultor de la S. C.
del Clero y hombre de confianza de Escrivá de Balaguer, que debía estar al corriente del plan
y apoyarlo […]. En España, dentro de la CEE, actuaba Guerra Campos en perfecta sintonía
con Álvaro del Portillo, y como máximo responsable en el ámbito gubernamental, el
Presidente del Gobierno, Carrero Blanco, que sugirió la operación para frenar la renovación
de la Iglesia‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., pp. 174-175. En su descargo, Guerra
manifiesta al cumplirse el décimo aniversario de la Asamblea: ―[…] Meses más tarde la
Sagrada Congregación para el Clero, mediante una carta firmada por el Prefecto y el
Secretario, envió directamente al Presidente de la Conferencia Episcopal unas observaciones
doctrinales para que el Episcopado las tuviese en cuenta en la reunión en que habla de
revisar las conclusiones de la Conjunta. Gran número de Obispos reaccionaron, duramente en
contra. Pablo VI lamentó después la falta de humildad y serenidad. Presionado gravemente,
el Papa accedió a suavizar la tensión mediante una nota de la Secretaría de Estado, que se
apoyaba precisamente en el hecho de que ya la Conferencia tenía acordado introducir
algunas enmiendas; y expresaba la esperanza de que, con la aplicación de dicho acuerdo,
todo quedase claro y se salvase lo positivo de la empresa. (El que suscribe era entonces
Secretario General del Episcopado. Desconocía totalmente lo que preparaba la Sagrada
Congregación y estaba totalmente ajeno a cualquier gestión, si la hubo, relacionada con el
tema. Cuando la Congregación vio que el documento enviado a la Presidencia se decía no
recibido y no llegaba a los miembros de la Conferencia, procedió a un segundo envío, esta
vez por medio del Secretariado, tras consultar a la Secretaría de Estado. Como testigo pude
comprobar, en silencio, las inexactitudes de lo que se dijo oficialmente al pueblo. El asunto
sigue sin aclarar. Muchos se lanzaron a propalar informaciones sobre mi persona, de las que
debo decir, no sólo que eran imperfectas, lo que sería natural, sino íntegramente falsas). La
opinión pública se encontró con tres documentos (el de la Congregación, la carta de la
Secretaría del Estado y unas manifestaciones atribuidas al Papa), más toda clase de
346
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Ante las supuestas maquinaciones y deslealtades en la utilización
partidista del documento, la plenaria de la CEE hace pública una nota en la
que reafirma la decisión de llevar a cabo las conclusiones de la Asamblea
Conjunta (el comunicado se aprueba por cincuenta y un votos a favor y diez
en contra):
―[…] La Conferencia Episcopal Española reafirma su decisión, acordada
en la reunión del pasado diciembre, de llevar a la práctica en el plano
nacional las conclusiones de la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes,
a la que calificó entonces como un hecho positivo y dinámico de la vida de la
Iglesia en España‖530.
versiones polémicas. Gran polvareda: unos reclamaban la corrección 'de los errores o
equívocos señalados por la Congregación; otros atacaban frontalmente a ésta como cómplice
de una maniobra reaccionaria y hacían ver en las palabras del Cardenal Villot y del Papa una
desautorización de la misma; algunos, exultantes ante el modo como el Episcopado se
desentendió finalmente de la cuestión, cantaban el inicio de una actitud de autonomía frente
al ‗aparato‘ romano. Resultado final: mayor confusión y divisiones; dolorosas rupturas
íntimas en el clero y en muchos seglares de todas las diócesis de España. Son heridas que
tardarán en cerrarse. De las enmiendas acordadas por la Conferencia, y a las que apeló el
Santo Padre, no se ha vuelto a hablar nunca. La Conferencia ha preferido no hacer nada por
introducirlas. Los equívocos, abusos, recelos y polémicas desatadas en torno a la Asamblea
Nacional la han sepultado en el silencio en casi toda España, huyendo los sacerdotes por
instinto de la guerra entre hermanos. Por contagio, igual mutismo y desgana han congelado
muchas asambleas diocesanas, impidiendo el fruto que cabía esperar de ellas, por cuanto
habían revisado vivamente la situación de la Diócesis y habían hecho acopio de abundantes
propuestas de acción pastoral‖. BOEC, núm. 9-10, 1981, pp. 138-40.
530
FOESSA: Estudios sociológicos sobre la situación social de España, 1975, Volumen 1975,
Fundación FOESSA, 1976. Iribarren apunta: ―[…] deja en su modesto lugar la nota romana,
no sometida a la aprobación del Santo Padre, no conocida de antemano por la Secretaría de
Estado y carente de valor normativo, y se apoya en la ratificada confianza de Pablo VI‖.
347
―La otra Transición de la Iglesia…
En el fondo de este trance post-Asamblea está la renovación de la
cúpula de la CEE. Vicente Enrique y Tarancón se confirma como presidente,
mientras José Guerra Campos es sustituido como secretario por Elías Yanes,
obispo auxiliar de Oviedo, con cuarenta y un votos, frente a los treinta y tres
del obispo conservador531.
Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 21.
Para Alberto Iniesta aquel episodio ―distrajo‖ la importancia de lo acordado en la Conjunta:
―[…] Aunque finalmente se deshizo aquella maraña y se desenredó el enredo, completamente
urdido por grupos reducidos que trabajaron en la sombra pero con eficacia, lo cierto es que
todas estas polémicas interminables vinieron a desinflar un tanto aquella ilusión y aquella
esperanza que se había puesto en su celebración‖. Iniesta, A.: ―Asamblea Conjunta‖,
www.elpais.com, sección Tribuna, 14-9-1988.
531
Piñol recapitula: ―[…] Su elección fulminante como Administrador apostólico de Madrid, la
Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes (1971) y la elección de Tarancón para la
presidencia de la Conferencia Episcopal Española (1972) constituyeron la manifestación más
evidente de que se había iniciado una nueva etapa histórica en las esferas jerárquicas
españolas y en amplios sectores del clero, a pesar de todas las maniobras y ataques
desencadenados por los círculos nostálgicos e inmovilistas del eje España-Roma (en
referencia al OD)‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia católica…, Op. cit., p.
40. Según Callahan: ―[…] La elección en 1972 del cardenal Tarancón como presidente de la
Conferencia Episcopal Española y del obispo Elías Yanes, identificado con la tradición de
Herrera, como secretario, en sustitución del equipo formado por Morcillo y Guerra Campos,
marcó el final del predominio de los prelados afectos al régimen en la Conferencia‖. Callahan,
W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., p. 415. Ceferino de Blas,
sacerdote y articulista, había previsto el resultado: ―[…] No es previsible la reelección de
Guerra Campos como secretario de la Conferencia Episcopal, […] tras su movido mandato…
con una meritoria labor a sus espaldas se ha significado excesivamente‖. La Voz de Asturias,
26-1-1972. El nuncio, monseñor Dadaglio, encuentra en Tarancón el mejor aliado para la
independencia de la Iglesia del poder político, según manifestará en la XXXI Asamblea del
Episcopado Español: ―España no puede permitirse el lujo de una Iglesia dividida y dormida‖.
Barcenilla, A.: La Universidad Pontificia de Comillas: Cien años de historia 1882-1982,
Madrid, 1993, p. 146. Guerra Campos pierde la secretaría a favor de Elías Yanes (luego
348
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
De todo el sector ultraconservador primigenio sólo quedan presentes
en la ejecutiva, Marcelo González, algo inevitable dada su condición de
cardenal primado y Laureano Castán, que se hace cargo de la Comisión para
la Doctrina de la Fe, durante un breve periodo. El gobierno considera que
buena culpa de ese cambio de relaciones de fuerzas en el Episcopado la
tiene no sólo la presión vaticana ejercida por el nuncio Dadaglio, sino
también la actitud de algunos obispos que, ante la presión de los sacerdotes
más activos, deciden ―seguirlos al menos aparentemente‖532.
Algunos hablan del liderazgo indiscutible de Tarancón, pero para el
obispo Gabino Díaz Merchán el movimiento aperturista en la cúpula de la
Iglesia no parte de una individualidad, sino de un grupo de obispos, que
―empujan al cambio‖ al propio Tarancón:
―[…] ¿Fue Tarancón el Prelado ‗líder‘, que arrastraba al Episcopado
Español a su parecer, o era más bien él movido por la creciente mayoría de los
obispos, favorables al cambio? Desde mi experiencia personal, sin negar la
presidente de la CEE entre 1993 y 1999). Para Martín de Santa Olalla la auténtica batalla se
libra para este cargo: ―[…] Se trataba del segundo cargo en importancia en la Iglesia
española y Tarancón temía que Guerra pudiera ser reelegido. […] Tarancón se movió con
rapidez y trabajó con decisión para que saliera adelante la candidatura del obispo auxiliar de
Oviedo‖. Y recuerda que en la primera votación Guerra sumaba treinta votos, que suponía un
incremento de diez sobre los conseguidos para González como presidente. Martín de Santa
Olalla Saludes, P.: El rey, la Iglesia y la Transición, Sílex, Madrid, 2012, p. 40.
532
Documento ―La Iglesia en España. Sector religioso. Panorámica del año 1972‖, AGA. CUL.
MIT. GE. C. 556.
349
―La otra Transición de la Iglesia…
importancia de la elección del cardenal para presidente de la CEE en aquellos
momentos decisivos, más me inclino por lo segundo […]‖533.
El gobierno, preocupado por la nueva configuración de la CEE, elabora
el documento reservado, Situación de la Iglesia española tras la XVI
Asamblea Plenaria de la CE, en el que señala que el 75% de la jerarquía
es desafecta al régimen y un 20% de los prelados opositores lo son por
obediencia a Roma534.
Por otro lado, la comisión permanente de la CEE queda, según los
informadores, controlada por diez obispos progresistas, frente a siete
533
Díaz Merchán, G.: Los obispos españoles en la Transición. Un testimonio de la CEE, texto
de la conferencia impartida el 9-10-2001, en la Fundación Hidroeléctrica del Cantábrico, p.
10. Para Feliciano Montero el ―taranconismo‖ es un estilo de gobierno eclesial basado en el
espíritu de tolerancia y diálogo con la sociedad y representa el espíritu de la reconciliación.
Montero García, F.: ―El taranconismo. La transición de la Iglesia antes de la Transición‖, en R.
Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, coord.: Historia de la Transición en España. Los inicios del
proceso democratizador, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007, pp. 195-210. Por su parte el
profesor Ortiz Heras cuestiona sus límites debido a la división de la jerarquía y a la tardanza
en su defensa respecto a las bases laicales y clericales. Ortiz Heras, M.: ―La chiesa tra
pacificazione franchista e riconciliazione‖, en Spagna contemporanea, 33, 2008, pp. 15-29.
534
Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972, p. 12. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja
555, IG, carp. 10670. El informe acusa a Pablo VI de olvido de ―su deber paternal‖, y define
la actitud de los obispos hacia el régimen de contraria por acción u omisión: ―[…] un 20%
contestatario y antirégimen donde figuran la casi totalidad de los Obispos Auxiliares, 35%
progresistas simplemente de línea limpia, 20% en apariencia antirégimen por temor a Roma
pero con fondo ortodoxo, religioso y político y el 25% restante declaradamente ortodoxo y
afecto al Régimen, que no obstante tiene que someterse a Roma como pasó con Monseñor
Guerra Campos que no estuvo en Zaragoza por la orden prohibitiva del Vaticano. Y no se
puede dudar de la afección al Régimen y de su ortodoxia‖. Ibídem.
350
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
conservadores a los que llama ―Afectos sin reserva‖ y que son: Castán
(Guadalajara), Marcelo González (Toledo, 43 votos de 77), Cantero
(Zaragoza); afectos con reserva: López Ortiz (Castrense), Bueno Monreal
(Sevilla, 46/77), Romero de Lerma (Ávila, 42/75), García Lahiguera
(Valencia); indiferentes: Argaya (San S., 57/74), Cerviño (Santiago);
oposición fuerte: Elías Yanes (Oviedo, 41/78), Jubany (Barcelona, 44/78),
Cirarda (Córdoba, 58/77), Benavent (Granada, 48/77), Añoveros (Bilbao,
52/75), González (Huelva, 38/75); oposición moderada: Tarancón (Madrid;
52/78); Dorado Soto (Guadix; 44/78); Díez Merchán (Oviedo; 50/77); Pont
y Gol (Tarragona, 53/77).
Tarancón
y
Guerra
Campos, dos
visiones
opuestas en
la
CEE.
Ecclesia,
núm. 1583,
11-3-1972,
p. 17.
Para el gobierno la XVI Asamblea
ha elegido: ―[…] doce jerarquías de
izquierdas, tres de centro y cinco de
derechas, siendo ignorado totalmente
Guerra Campos‖535, y le preocupa que
la nueva cúpula de la CEE tome el
relevo de las bases católicas críticas con el régimen que participan
activamente en los movimientos sociales, y se genere el proceso de
aconfesionalidad estatal más importante en la historia del país.
Lo cierto es que la ejecutiva surgida en marzo de 1972, con Enrique y
Tarancón, Yanes, Bueno Monreal, Jubany, Díaz Merchán y Cirarda, entre
otros, mantiene el espíritu renovador y partidario de la separación Iglesia-
535
Ibídem.
351
―La otra Transición de la Iglesia…
Estado536. En abril, informes gubernamentales hablan ya del inicio del
―desenganche‖, y la presumible persecución de Guerra Campos y la HSE:
―[…] los órganos de gobierno de la Iglesia se encontraban inclinados
hacia el llamado ‗desenganche‘ pero los sectores opuestos al progresismo
habrían logrado ya más firmeza […] de la persecución oficial romana contra
las reuniones ortodoxas de la Hermandad Sacerdotal Española en Zaragoza,
la indisciplina en la organización eclesiástica sobre todo en los seminarios y
la persecución de Guerra Campos por parte del clero contestatario y
jerarquías‖537.
Desde el grupo de obispos conservador se trata minimizar los
acuerdos alcanzados en la Conjunta, y ese mismo abril Ecclesia publica un
artículo del cardenal Marcelo González Martín, La fe no se improvisa ni
cambia con el paso del tiempo, donde reafirma su adhesión al Santo Padre y
a la Congregación de la Fe, al tiempo que ataca las enseñanzas ―liberadoras‖
que surgen a menudo en la institución: ―Avergüenza comprobar la extrema
debilidad intelectual y religiosa de quienes, para renovar, lo único que hacen
es destruir‖538. Paralelamente el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Castán
536
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 510-514. Vid. ―Secreto. Situación de
la Iglesia española tras la XVI Asamblea Plenaria de la CEE. Marzo 1972‖, AGA. CUL. MIT. GE.
C. 557, leg. 10950.
537
Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972…, Op. cit., Legajo 556. Los informes
del gobierno llegan más lejos y lanzan sus acusaciones al Vaticano.
538
Ecclesia, núm. 1587, 15-4-1972, pp. 31-32.
352
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Lacoma, publica en el BOOSG, Estudio sobre las conclusiones y ponencias de
la Asamblea Conjunta de Obispos-sacerdotes, tenida en España del 13 al 18
de septiembre de 1971, resaltando el contenido del informe de la Sagrada
Congregación del Clero en Roma, en un claro afán por generar dudas sobre
la asunción del Vaticano de algunos de los acuerdos tomados539.
Por su parte, Guerra Campos manifiesta el mismo desacuerdo sobre
los puntos sobrevenidos de la Asamblea tales como el reconocimiento de
que la Iglesia no ha sido instrumento de reconciliación después de la guerra
civil, la discusión sobre el celibato o la asistencia a los militares a la
jurisdicción castrense, en Criterios para orientarse en medio de la confusión
(22-5-1972), poniendo de relieve la autoridad del obispo para asumirlas:
―[…] La asamblea fue un medio ordenado a hallar orientaciones para
el ministerio sacerdotal. Por sí, no es normativa… Cada obispo puede asumir
alguna de sus propuestas y convertirlas en norma en su propia diócesis […].
Quien solicite para la asamblea una adhesión –que por otra parte nadie
puede exigir-[…] ¿qué sucede si alguien no se deja mover? Ciertamente, no
sería lícito pretender forzarle o avergonzarle, como si estuviese faltando a la
verdad o se opusiese a la autoridad‖540.
539
BOOSG, anuario de 1972, pp. 189-204. Traducción del original italiano. El documento de
la Sagrada Congregación lleva firma del 10 de febrero de 1972 y en la nota que le acompaña
se destaca: ―[…] El valor de este Documento, que es indudablemente de la Sagrada
Congregación para el Clero, es el que se desprende de las cartas del mismo Sagrado
Dicasterio y de las consideraciones finales del Documento en su número 3, que están en
concordancia con la carta del señor Secretario de Estado‖. Ibídem.
540
Guerra Campos J.: Criterios para orientarse en medio de la confusión, Madrid, 22-5-1972.
La CEE, acosada por estos mensajes internos, y las reiteradas llamadas a la autonomía sobre
353
―La otra Transición de la Iglesia…
El otrora secretario en la Asamblea argumenta que el magisterio
actual de la Iglesia ―no excluye al magisterio de ayer‖:
―[...] las cosas nuevas sean coherentes siempre con las antiguas‘ que
haya continuidad entre unas u otras […]. Así por ejemplo, la libertad civil en
materia religiosa debe armonizarse, según el Concilio ‗con la doctrina
tradicional católica acerca del deber moral de las sociedades en relación con
la única Iglesia de Cristo […]‘, el magisterio de hoy no excluye al magisterio
de ayer […]. Y no convendría olvidar que el separar fragmentos de la verdad
es lo que constituye literalmente una herejía‖541.
Ireneo García, desde Albacete, tras recordar los graves malentendidos
y enfrentamientos internos que se han vivido y que no tienden a
desaparecer sino más bien al contrario, trata de intermediar en la crisis
la disciplina y acatamiento hacia los obispos por un grupo de teólogos, se ve obligada a emitir
una nota desde su XXXVI Comisión permanente (6-8 de junio de 1972) para que se atajen
tales demandas: ―[…] y señala a ciertos medios de comunicación que dan la impresión de
creerse en el deber de suplantar a la Jerarquía, y exige unión de sacerdotes y seglares con
los obispos, como éstos prometen tenerla con el Papa‖. Iribarren, J.: Documentos de la
Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 21.
541
Ibídem. Guerra recurre al término ―herejía‖, aparentemente desterrado, y que también
utiliza Marcel-François Lefèbvre, arzobispo francés, líder destacado del tradicionalismo, con
quien coincidirá en varias ocasiones, quien declara de las reformas del Concilio, ―nacen de la
herejía y terminan en ella‖. Pablo VI lo suspende ―a divinis‖ en el ejercicio de sus funciones al
obispo francés en 1976. Diario de Cuenca, (6-8-1976). Vid. Menozzi, D.: ―L‘antiConcilio,
1966-1984‖, en Alberigo, G. y Jossua J. P.: Il Vaticano II e la chiesa, Brescia 1985;
Buonasorte, N.: Tra Roma e Lefebvre. Il tradicionalismo cattolico italiano e il Concilio vaticano
II, Studium, Roma, 2003. Por sus declaraciones de las reformas del Concilio que: ―nacen de
la herejía y terminan en ella‖, Pablo VI lo suspende ―a divinis‖ en el ejercicio de sus funciones
en 1976. Diario de Cuenca, (6-8-1976).
354
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
apelando a la aprobación del Papa de los acuerdos tomados, y a la
importancia de las nuevas orientaciones que emanen desde la CEE:
―[…] Ciertamente, hay que estar prevenidos ante ideologías que no
concuerden con el magisterio de la Iglesia católica. […] Quede bien clara una
conclusión, reiterada por el Papa: se han de llevar adelante los acuerdos, que
no sólo estén en conformidad con la doctrina y el espíritu de la Iglesia, sino
que sean viables y concretos. La Santa Sede espera de la Conferencia
Episcopal que elabore ‗las orientaciones pastorales que las circunstancias
concretas aconsejen, de manera que el pueblo de Dios se sienta ayudado y
confortado para seguir con renovado espíritu evangélico el camino del Señor
en un peregrinar por la historia‘‖542.
Marcelo González, preocupado por el alejamiento de la institución del
régimen, sale al paso comparando la relación que mantienen otros países
con su Iglesia, centrándose en la pertinaz renuncia que al término
nacionalcatólico mantienen las bases en España, dentro del contexto de una
conferencia sobre ―San Francisco de Borja, ejemplo de renovación sin
desviaciones‖:
―[…] Él no incurrió en un vicio en que tampoco suelen incurrir los
franceses, los italianos, los austriacos, etc., los cuales suelen hablar con gran
gozo de su patria y de los servicios que a la Iglesia ha prestado. Sólo entre
nosotros, o al menos con más abundancia que en otras partes, surgen ahora
–cuando tan necesario es recordarlo incluso como exigencia de cultura- las
542
Ecclesia, núm. 1596, 17-6-1972, p. 15.
355
―La otra Transición de la Iglesia…
reticencias o los desprecios. Esto no es justo. Hay que hablar de la España
católica con humildad, y dispuestos a reconocer nuestros defectos, pero sin
recurrir a esas frasecitas del ‗nacional-catolicismo‘, etc., empleadas tantas
veces con ironía y aún con crueldad‖543.
El gobierno, a su vez, critica las incursiones en la política de los
obispos progresistas al tiempo que realiza un ímprobo esfuerzo por difundir
la imagen pública de aquellos que son fieles a sus intereses: ―[…] El
exministro Sr. Girón (José Antonio Girón de Velasco, ministro de Trabajo
entre 1941 y 1957) se refiere en su discurso de Valladolid a las
intromisiones eclesiásticas en el campo político mientras se inicia una
campaña contra la recién iniciada actuación en T.V.E. de Mons. Guerra‖544.
La
tenaza
gobierno-jerarquía
inmovilista
sigue
unida
por
el
eje
político/religioso.
De facto, la nueva estrategia del gobierno pasa por otorgar un espacio
en la televisión pública al propio Guerra Campos con El octavo día. Durante
sus emisiones el obispo inicia su particular ―reorientación‖ sobre los
543
Casino ―Fomento‖ de Gandía (Valencia). AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
544
Fechado en mayo de 1972. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. El sacerdote José
del Estal critica abiertamente el protagonismo de Guerra en TVE en El Correo de Zamora (238-1972). La réplica a favor del obispo llega de un vecino de Zamora. AGA, MIT. CUL. GE, C.
556, IG, carp. 10900. De este tipo de informes se desprende, según Montero: ―[…] que
interesadamente trataban de explotar esas divisiones (dentro de la Iglesia) en su propio
beneficio, exagerando las posiciones progresistas, alentando las conservadoras, glosando
atentamente cualquier indicio de freno o crítica al progresismo, desde los propios medios
eclesiásticos‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op.
cit., p. 325, nota 65.
356
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
contenidos del Concilio, incidiendo especialmente sobre el concepto de
libertad y la misión temporal de la Iglesia: ―[…] El hecho de la confusión lo
habíamos condensado en estas palabras: En el seno de numerosos grupos,
desde publicaciones, cátedras de enseñanza religiosa y, a veces, desde la
misma predicación sacerdotal se vierten como doctrina de la Iglesia ideas
contrarias a la misma, al parecer sin una desautorización eficaz‖545.
Guerra critica sin paliativos la orientación de la presidencia de la CEE
y recoge los testimonios de varios obispos como Tarancón, Añoveros,
Barrachina, Jubany, Delicado -y hasta del nuncio monseñor Dadaglio- con el
fin de achacarles un excesivo ―compromiso temporal‖: ―[…] Quieren
reformar la Iglesia desde su interior. Quieren transformar la fe de la misma
Iglesia, a ser posible sin que la conciencia de los fieles lo advierta‖546. El
obispo conservador también sostiene criticas al clero: ―[…] He aquí una
ilustración pintoresca de las palabras del Papa: si vamos mundo adelante y
545
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180. Fechado el 12-6-1972. La emisión de El
octavo día comienza el 17 de mayo de 1972. Ese mismo año Guerra es nombrado miembro
del Consejo Asesor del Ente, que se suma a su presidencia en la comisión asesora de
programas religiosos de Radio Televisión Española (RTVE), cargo que ocupa desde 1966
hasta 1974. En el libro homónimo al programa, Guerra Campos expresa su intención de
acercar, sin tecnicismos, la palabra de Dios. Guerra Campos, J.: El octavo día…, Op. cit., p.
15. De su paso por RTVE queda la anécdota que narra Eustaquia Pastor: ―En el comedor
siempre hubo un reloj de pared, obsequio de Adolfo Suárez, (director general del Ente
entonces)‖. Eustaquia Pastor, ama de la casa del obispado de Cuenca durante los últimos
dieciocho años de Guerra Campos en la diócesis. Entrevista realizada el 12-3-2003, Cuenca.
Entre los medios que auspicia -y colabora- Guerra Campos destacan Iglesia-Mundo, ¿Qué
pasa? y El cruzado español (éste último ―apadrinado‖ por el almirante Luis Carrero Blanco).
546
Ibídem.
357
―La otra Transición de la Iglesia…
entramos en las habitaciones de algunos, pocos, sacerdotes y religiosos,
comprobaremos que han desaparecido las imágenes de Jesús, de María y de
los santos, y ocupan su puesto las de Che Guevara o de Mao Tse-Tung.
Hemos de vigilar, porque podemos vaciarnos de la fe por rendijas a las que
no damos importancia, pero que dan entrada –como diría el Papa- al ‗humo
de Satanás‘‖547.
------
El octavo día
recoge
los
textos emitidos
en TVE. En la
imagen
una
dedicatoria
manuscrita de
Guerra
Campos.
El gobierno cuida también al detalle los movimientos de sus obispos
leales. De la participación del cardenal y primado de Toledo, González Martín
en la ―V Semana Teológica‖ (2-9-1972), afirma: ―Prevaleció la línea
ortodoxa‖548. Varios días más tarde resalta el seguimiento de Guerra
Campos en el cursillo ―Orientación sobre Problemas y Pastorales de la Iglesia
de hoy‖ (11 al 13 de septiembre), ante más de doscientos sacerdotes549.
Los informes gubernamentales, a tenor la lectura de la memoria del
MIT de ese año, calculan la vuelta de los inmovilistas a la gobernanza de la
Iglesia en base al éxito de convocatoria y afiliación del clero más
547
Guerra Campos, J.: ―El humo de Satanás. Tentación Primera‖, El octavo día…, Op. cit., pp.
164-165.
548
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900.
549
Ibídem. Exactamente doscientos quince, minuciosamente contados por la fuente.
358
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
reaccionario bajo las siglas de la HSE. En contrapartida, preocupa el ascenso
de nuevos obispos auxiliares de tinte progresista y el ―ostracismo‖ al que
está siendo relegado Guerra Campos:
―[…] la Semana Teológica de Toledo, por su gran altura y recta
doctrina, es elemento positivo frente a tanto curso filo-subversivo. En
septiembre, el sector tradicional obtiene un gran éxito con la celebración de
las Jornadas de Zaragoza (organizadas por la Hermandad Sacerdotal
Española), hecho que marca un importantísimo jalón, pues demuestra la
capacidad de reacción existente frente a la actitud de la mayor parte de la
jerarquía y de Roma y a pesar del dominio progresista de los más
importantes periódicos del país. La contrapartida es el nombramiento de
cuatro Obispos Auxiliares más, entre ellos Mons. Setién y el aumentado
ostracismo de Mons. Guerra Campos‖550.
Precisamente a las ―Jornadas Sacerdotales Internacionales‖, de las
que habla el informe, organizadas por la HSE, entre los días 26-28 de
septiembre de 1972, no asisten Guerra Campos ni Castán Lacoma. En el
informe ―Panorámica del año 1.972‖ se menciona, según los observadores,
la ―persecución‖ que sufre el obispo Guerra por su afección al régimen y la
prohibición a las Jornadas por prohibición expresa del Vaticano:
―[…] Finalmente una prueba indudable de la pugna eclesial, lo revela
el hecho de la persecución de Monseñor Guerra Campos por parte del Clero
550
Ibídem, Legajo 556. En el programa figura la presencia del arzobispo ultraconservador
Marcel-François Lefèbvre, con el tema ―La familia, semillero de vocaciones sacerdotales‖.
359
―La otra Transición de la Iglesia…
Contestatario y Jerarquías –más aún éstas- que le ha hecho un prescrito de
su propia fe católica hasta el punto de haberle quitado todos sus cargos
eclesiásticos... que no estuvo en Zaragoza por la orden prohibitiva del
Vaticano. Y no se puede dudar de la afección al Régimen y de su
ortodoxia‖551.
La ligazón entre Guerra Campos y la HSE figura en informes del
gobierno (18-9-1972): ―[…] Parece ser que en la actualidad se encuentra
muy unido a la Hermandad el Obispo Monseñor Guerra Campos, quien se
manifestaba satisfecho de haber cesado en los últimos cargos que tenía por
considerar que ahora está más libre e independiente para desarrollar la
misión a que se cree obligado, que es la de hacer frente a la confusión‖552.
551
552
Ibídem.
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60100. Nota confidencial, ―La Comisión
Permanente del Episcopado y la Hermandad Sacerdotal‖, donde se recoge que, desde la CEE,
se trata de mermar a la HSE: ―[…] los sacerdotes que allí se reúnen lo harán por su propia
iniciativa, sin que la Conferencia Episcopal Española haya autorizado ni respaldado dicha
reunión […] que en las reuniones de San Lorenzo de El Escorial hubo tres prelados que se
oponían al paso dado por la Comisión Permanente del Episcopado (parece que son los
doctores Cantero, Castán Lacoma y Guerra Campos), pero se impuso la convención
mayoritaria- que había recibido instrucciones a ese respecto del Nuncio de Su Santidad en
España, monseñor Luigi Dadaglio, y nada se pudo hacer […]. Ibídem.
En cuanto a la
prohibición de no asistir a algunos obispos: ―[…] tras el ruego había unos vocablos que
ratificaban lo que en realidad era una orden: ‗formal y encarecidamente‘… Por tanto dichas
jerarquías decidieron abstenerse de ir a la Ciudad del Pilar. Pero monseñor Guerra Campos se
personó el viernes de la semana pasada en la Nunciatura, para exponer su queja a monseñor
Luigi Dadaglio por lo que estimaba era intolerable injerencia en la actuación suya… rogó que
transmitieran al Vaticano su dolor por la maquiavélica maniobra… En cuanto al Obispo de
Sigüenza-Guadalajara, recibió, con la carta- que le fue entregada personalmente por un
sacerdote italiano adscrito a la Nunciatura- el ruego de que hiciera público que su ‗no
360
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
A finales de año, pocos días antes de darse por concluidos los debates
en la CEE sobre el nuevo documento que guiará las relaciones de la
asistencia a las Jornadas de Zaragoza obedecía a motivos de salud‘. Monseñor Castán
Lacoma repuso tajantemente: ‗Eso no lo puedo decir yo, porque es mentira. Yo diré que se
me ha prohibido asistir‖. Ibídem. En los informes sobre las jornadas se recoge: ―[…] Firmado
por Laureano, Obispo de Sigüenza: ‗Impedido motivos superiores hacer acto de presencia
Jornadas Sacerdotales, presidiendo celebración apertura, ofrezco oraciones al Señor y a la
Madre Iglesia, bajo título Pilar, pidiendo fruto espiritual copioso para que vida sacerdotal se
oriente eficazmente según doctrina Concilio, Magisterio Pablo VI y último Sínodo Obispos‘. Por
último, se dio lectura al telegrama enviado por Monseñor Guerra Campos, siendo
interrumpida su lectura en varias ocasiones por los aplausos de los asistentes, que al
terminar, han proseguido sus aclamaciones, puestos en pie. Del texto de este telegrama, se
ha hecho una tirada a multicopista de 10.000 ejemplares, siendo distribuido entre los
asistentes a la salida del acto, acompañándose uno de dichos ejemplares‖. Ibídem. En otra
nota de medios eclesiásticos se relata cómo un grupo de sacerdotes de Asturias viajan a
Madrid para entrevistarse con Guerra Campos con el fin de constituir allí la HSE. Al llamar por
teléfono dan con las dependencias donde se encuentra el nuevo consiliario nacional,
monseñor Torija, quien pregunta cuál era la edad del sacerdote que le hablaba: ―[…] Un tanto
confuso o extrañado por esta pregunta, el sacerdote le contestó que 50 años y entonces
Monseñor Torija le replicó, poco más o menos, que entonces se tranquilizaba, pues si se
tratase de sacerdotes más jóvenes ese deseo de ver a Monseñor Guerra Campos lo
consideraba tan absurdo que le había producido una enfermedad. Esta manifestación de
hostilidad, realmente extemporánea, ha causado gran sorpresa en estos sacerdotes de
Asturias… Madrid, 18 de octubre de 1972‖. Ibídem. A Guerra se le atribuye el papel de
referente ideológico de la HSE. Callahan analiza la relación: ―[…] Entre las filas del clero, la
oposición se articulaba en torno a la Hermandad sacerdotal del Clero y el obispo Guerra
Campos. (En Zaragoza afirmaron que las reformas del Concilio se estaban aplicando
apresuradamente, en un clima de anarquía teológica)[…]. La oposición de los seis mil
sacerdotes pertenecientes a la Hermandad Sacerdotal intensificó el clima de división interna
endémico a la Iglesia española durante este periodo del decenio de 1970 como su versión
carlista un siglo atrás, y por motivos similares. Aunque algunos obispos simpatizaban con su
programa, la mayoría, no. Guerra Campos proporcionaba apoyo moral, pero su decisión de
dejar de asistir a las reuniones de la Conferencia Episcopal dejó a la intransigente derecha
clerical sin su elemento influyente en una Iglesia que seguía dominada por la jerarquía‖.
Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (1875-1998)…, Op. cit., pp. 418-419.
361
―La otra Transición de la Iglesia…
institución con el régimen, el obispo de Ciudad Real, Juan Hervás y Benet,
evita traslucir, ante los micrófonos de Radio Vaticana en el programa ―La
Iglesia de España a vista de Obispo‖ (22-12-1972), la importante división
que existe en el Episcopado: ―[…] Se habla y se escribe con demasiada
ligereza que los obispos españoles estamos divididos. Creo que sería mucho
más objetivo y sincero que se hablara de cómo se aman, se respetan, se
ayudan… a buscar la verdad‖553. El veterano obispo trata de minimizar las
discusiones y desencuentros sobre un documento de claro signo político:
―[…] Será un documento equilibrado y sincero. La jerarquía española
reconoce todo lo positivo que ha realizado el Estado español y no pretende
olvidarlo o ignorarlo cuando trata de afirmar su independencia y analizar las
mutuas relaciones. No es cierto que haya recibido presiones exteriores. Se
ha
retrasado
porque
no
quisimos
redactar
con
apresuramiento
un
documento delicado‖554.
La línea dura del régimen considera que el documento pretende
desestabilizar las estructuras del mismo, si bien interpreta que los
―controles‖ están dando sus frutos: ―[…] la mayoría progresista no es
suficientemente fuerte para romper abiertamente con el Régimen‖555. Sin
embargo, Pablo VI manifiesta, ante el cuerpo diplomático acreditado en el
Vaticano, su clara apuesta por la división de poderes:
553
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140.
554
Ibídem.
555
Informe Sector Religioso. Panorámica del año 1972…, Op. cit., p. 12.
362
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
"[...] Ambos órdenes son realmente distintos y es una suerte de
nuestra época el haber hallado esta distinción fundamental entre el poder
temporal y el Reino Divino que encarna la Iglesia, por encima de las
vicisitudes y de las exigencias históricas que han podido crear confusiones,
En este sentido, Nos, en cuanto portavoz del Evangelio, no tenemos que
indicar los caminos políticos y los medios concretos que los ciudadanos en
particulares circunstancias, deben utilizar para obtener el progreso del propio
país‖556.
556
Diario de Cuenca, 9-1-1973, p. 3. Lo cierto es que son muy pocas las informaciones
detalladas sobre el crítico momento por el que atraviesan las relaciones Iglesia-Estado. El
mismo diario publica unos días más tarde: "No es función de la Iglesia desarrollar una acción
política‖, para subtitularlo: "Pero también es su deber ayudar al hombre en la búsqueda de la
justicia y la promoción social". Diario de Cuenca, 12-1-1973, primera página. En la misma
edición aparece un artículo, sin firma, donde se vierten impresiones del general Franco con
respecto a las relaciones Iglesia-Estado: "[…] Así recordó como de acuerdo con el sentir
católico de la casi totalidad de nuestro pueblo, el Gobierno ‗ha mantenido invariablemente a
lo largo de más de siete lustros su actitud de respeto y cooperación hacia la Iglesia‘ [...].
Están muy recientes las cifras hechas públicas por el vicepresidente Carrero Blanco como
para olvidarlas, tanto en lo que se refiere a los obispos y sacerdotes que fueron asesinados
antes y durante nuestra Cruzada, como a los apoyos materiales prestados por nuestro Estado
a la Iglesia, sin solución de continuidad... Pero ¿y el futuro? El pensamiento del Caudillo es
diáfano al respecto, ya que sus relaciones mutuas señaló ‗han de basarse en la independencia
de ambas supremas potestades y en el reconocimiento de la esfera de autonomía propia del
orden político‘ [...]. Todo el quid de la cuestión puede radicar en lo que se expresaba
sinceramente en la Conferencia Episcopal española el 29 de junio de 1966 según recordó con
visible acierto el Jefe del Estado: ‗Si es misión de la jerarquía iluminar la conciencia de los
fieles en el cumplimiento de sus deberes cívico-sociales, no lo es invadir el terreno de la
autoridad civil adoptando posturas o emitiendo juicios que, por referirse a la elección de
medios contingentes en el orden temporal, dependen del ejercicio de la prudencia política…‘".
Diario de Cuenca, ―Iglesia-Estado‖, sección ―Punto de vista propio‖, 9-1-1973, p. 3.
363
―La otra Transición de la Iglesia…
Curiosamente, días antes de hacerse público desde la CEE, Diario de
Cuenca adelanta el titular: ―El documento ‗Iglesia-Comunidad política‘ a
punto de hacerse público‖. Subtítulo: ―Iglesia: Renuncia al privilegio del
Fuero. Estado: Renuncia al privilegio de presentación‖557. Esa filtración se
confirma el 20 de enero de 1973 cuando aparece La Iglesia y la comunidad
política (ratificado el 23 de febrero por la XVII Asamblea Plenaria). En el
documento los obispos fijan posiciones sobre las nuevas relaciones de la
Iglesia con el régimen, mostrando la voluntad de ―desengancharse‖ del
franquismo, al tiempo que se solicita la modificación legal para que los
eclesiásticos abandonen los órganos de representación y gobierno del Estado
y la confesionalidad del mismo:
―[…] Las circunstancias de hoy son muy distintas, tanto en la Iglesia
como en la sociedad española […], y consideramos que la participación de
eclesiásticos en los mencionados órganos de decisión política no responde ya
ni a los criterios pastorales de la Iglesia ni a las exigencias de una sana
colaboración entre ella y el Estado‖558.
557
Diario de Cuenca, 17-1-1973, p. 6. Esta noticia solapa durante algunos días otras de
mayor envergadura como es el terrorismo de ETA, o la enfermedad del Caudillo.
558
BOOC, ―Declaración colectiva del Episcopado Español al término de su XVII Asamblea‖. La
Iglesia y la Comunidad política, BOOC, núm. 2, febrero de 1973, pp. 95-96. Otros párrafos
significativos del documento: ―[…] La mutua independencia y la sana colaboración en el
común servicio a los hombres (Cf. GS, n. 42) […] habrá muchos que legítimamente
discreparán de esa opción e incluso la combatirán en nombre de la misma doctrina… En todo
caso, el hecho de que el Estado procure que sus leyes se inspiren en la doctrina de la Iglesia,
no significa en modo alguno que por ello la Iglesia o su Jerarquía queden implicadas en la
valoración de las mismas‖. CEE. La Iglesia y la comunidad política, n. 2 y n. 56. La copia del
documento es enviada por Enrique y Tarancón a Franco y también al almirante Carrero
364
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Blanco (legajo 108 de los ―Archivos secretos de Franco‖). El envío a Carrero va acompañado
de una carta del arzobispo de Madrid que dice entre otras cosas: ―[…] La guerra fue una
Cruzada y nunca he dudado de ello; estoy totalmente de acuerdo en lo que dijeron los
obispos de entonces en la Carta Colectiva‖. (Interviú, 11-2-1985. ―Los archivos secretos de
Franco‖. Capítulo IX).‖ Grimaldos, A.: Op. cit., p. 72. El documento recoge, además, el
derecho a la acción política plural de los católicos, precisando: ―[…] ningún sistema social o
político puede agotar toda la riqueza del espíritu evangélico […] es necesario que exista en la
comunidad política espacio suficiente para que sus miembros pueda asumir de manera eficaz
esta pluralidad de compromisos individuales y colectivos‖. Figuero, J.: Op. cit., p. 476. José
María Martín Patino observa: ―Hasta el 23 de febrero de 1973, tres años antes de la muerte
de Franco, no se logró la mayoría suficiente en la Conferencia Episcopal para optar pública y
claramente a favor de la institucionalización del pluralismo político y reconocer el
anacronismo e inconveniencia del Estado confesional. Esa extensa declaración (La Iglesia y la
comunidad política) apenas fue conocida por la opinión pública, dada la oposición y el control
ejercido por el poder político. La sorpresa que produjo la homilía del cardenal Tarancón en la
iglesia de los Jerónimos (en 1975 ante los Reyes, una vez muerto Franco) se explica, en gran
parte, por este desconocimiento de la que ya había sido dicho claramente por el Concilio y
recordado por los obispos españoles en dicha declaración de 1973‖. Martín Patino, J. M.: ―La
Iglesia de la transición‖…, Op. cit., p. 227. Para Álvarez Bolado: ―[…] La celebración de la
Asamblea Conjunta significó la liquidación del compromiso nacional-católico por parte de la
Iglesia. A nivel formal esto quedará refrendado por la Carta Pastoral sobre Iglesia y
Comunidad Política que los obispos publican en 1973. Con esta Pastoral no sólo se abandona
el experimento nacional-católico, sino que se prepara de una manera muy efectiva la
transición política a la muerte del dictador‖. Álvarez Bolado, A.: ―Naturaleza y tiempo del
Nacional-catolicismo‖, Razón y Fe, 1054-5, 1986, p. 68. Fernández Fernández analiza el
documento: ―[…] Es interesante constatar que la Asamblea se sitúa entre el documento de
1966, obra de Guerra Campos, y publicado a toda prisa unos días antes de la reunión
plenaria del episcopado, que lo ratificó posteriormente, y el de 1973. En el primero, sostenía
que confesionalidad estatal y el sistema de dependencia Iglesia-Estado era un ‗don sagrado‘,
una bendición de Dios. En el segundo afirmaban, por el contrario, que ‗la Iglesia no está
ligada a ninguna forma particular de cultura humana ni a ningún sistema político, económico
o social‘. En cuanto a la confesionalidad, decía que, entendida como ‗profesión solemne de la
fe católica como la única religión oficial y en la mera tolerancia para las demás confesiones‘,
no era la única fórmula recomendable, y que el papel del poder público en este campo era
‗asumir eficazmente la protección de la libertad religiosa de todos los ciudadanos por medio
365
―La otra Transición de la Iglesia…
Guerra Campos tilda de incongruentes las
actitudes de los compañeros del Episcopado que
intentan romper la mutua reciprocidad entre Iglesia
y Estado:
―[…] Hay en muchos como una sensación de
haberse desembarazado de un lastre. Y cierta ufanía al compararse con
tiempos antiguos: ¿no es una conquista de la Iglesia actual haber dejado el
‗poder‘ tener ‗libertad‘ y estar ‗despolitizada‘? Sólo que, al hablar de ‗poder‘,
‗libertad‘ y ‗despolitización‘ y al compararse con otros tiempos, hay no poca
ingenuidad y falta de información. Por ejemplo, muchos dan por obvio que el
privar-librar a la Iglesia de todo ‗privilegio‘ o ‗poder‘ es el fruto de la
secularización o supresión de la ‗confesionalidad‘. Podrían recordar que el
máximo
despojo
y
debilitamiento
de
la
Iglesia
en
el
siglo
XIX
(desamortizaciones, exclaustraciones...) fue obra de Estados ‗confesionales‘. Y
que la tendencia regalista a poner toda la disciplina institucional de la Iglesia
como función del Estado y a ‗convertir la Iglesia en una institución nacional
que dependa lo menos posible de la Santa Sede‘ (Leclercq) se dio por igual en
situaciones políticas de absolutismo y de liberalismo‖ 559.
Al tiempo arremete directamente contra el texto corrigiendo lo que
considera ―equívocos‖ al referirse a ―confesionalidad‖ y ―libertad religiosa‖:
de leyes justas‘. Una condición que no se cumplía en España por mantenerse todavía en vigor
la confesionalidad del Estado‖. Fernández Fernández, G.: Op. cit., p. 188.
559
Guerra Campos, J.: Confesionalidad religiosa del Estado…, Op. cit., pp. 491-515.
Conferencia del mismo título impartida en la Asociación de Universitarias Españolas de
Madrid.
366
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Se ha dicho, glosando el reciente documento ‗La Iglesia y la
comunidad política‘, que la confesionalidad es algo que compete al Estado y
que
a
la
Iglesia
sólo
le
interesa
la
libertad
religiosa.
Respuesta.
Confesionalidad y libertad interesan por igual a la Iglesia y al Estado. Sobre
ambas la Iglesia propone exigencias morales; el Estado decide en ambas la
ordenación jurídica‖560.
El obispo conservador viene a concluir que los acuerdos no son un
sistema orgánico y completo de la doctrina católica, pues ésta tiene en
cuenta: ―[…] además de la protección de la libertad civil o inmunidad de
coacción en materia religiosa, unos deberes religiosos positivos que la
sociedad civil ha de cumplir‖561. Los deberes, a los que hace alusión el
obispo, son de dos tipos: en relación al ―orden espiritual‖ y ―orden
temporal‖. En relación directa con el ―orden espiritual‖ destaca: a) dar culto
a Dios; b) favorecer la vida religiosa de los ciudadanos del que desarrolla:
―[…] El poder público debe crear condiciones propicias para el fomento de la
560
Ibídem, p. 506.
561
Ibídem, p. 493. El texto continúa: ―[…] no debemos separar las enseñanzas del Concilio
del patrimonio doctrinal de la Iglesia, sino más bien ver cómo se insertan en él‖. A pie de
página del mismo recoge: ―[…] a la vista de la situación mundial en el tiempo del Concilio, lo
que se estimaba más urgente entre las preocupaciones de la Iglesia no era la carencia de
religiosidad positiva de los Estados, sino la carencia de libertad en muchos países, donde se
pretende construir la sociedad prescindiendo en absoluto de la religión y se ataca y elimina la
libertad religiosa de los ciudadanos. ‗Lumen gentium, 36‘.
A la Iglesia le urgía ante todo
garantizar la independencia necesaria para cumplir su misión en todo el mundo (DH, 13) […].
Y las Relaciones con que se presentó a los Padres del Concilio el texto de la Declaración DH.
Repiten más de una vez expresamente que la libertad religiosa no se opone a la
confesionalidad del Estado […]‖. Ibídem, pp. 493-494.
367
―La otra Transición de la Iglesia…
vida religiosa, a fin de que los ciudadanos puedan realmente ejercer los
derechos de la religión y cumplir los deberes de la misma […]‖, y c)
reconocer la presencia de Cristo en la historia y la misión de la Iglesia
instituida por Cristo562.
En relación con el ―orden temporal‖, Guerra Campos está convencido
que la Iglesia debe inspirar la legislación y la acción de los gobiernos: ―[…]
los ciudadanos creyentes han de instaurar el orden temporal ‗dirigidos por la
luz del Evangelio y la mente de la Iglesia […]. Hay que instaurar el orden
temporal de tal forma que, salvando íntegramente sus propias leyes, se
ajusta a los principios superiores de la vida cristiana (AA, 7)‖ 563. Además,
añade tres observaciones para entender la subordinación de la comunidad
política a la ley de Dios:
a)
Inspirar una ley o una solución de orden temporal no es dar
hecha ni la ley ni la solución.
b)
Aunque la ley y la acción de gobierno nunca deban favorecer lo
inmoral y, por lo contrario, han de crear condiciones que favorezcan
únicamente la vida moral, no es verdad que la ley jurídica deba impedir y
penar todo lo que se opone a la ley moral564.
c)
Pero no todas las leyes civiles pueden ser permisivas565.
562
Ibídem.
563
Ibídem, nota 3, pp. 494-497.
564
Ibídem, pp. 499-501.
565
Ibídem, pp. 501-502. El obispo recoge mensajes de Pablo VI y Conferencias Episcopales
denunciando leyes contrarias a la moral de la Iglesia. Para Luis Suárez, Guerra aplica la
368
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
doctrina de los documentos conciliares: […] mientras que los extremistas tendían a falsearlos
con ciertas atribuciones o, del otro lado, a no entenderlos. No se trataba de abandonar la
confesión de una nación ni de pasar a un Estado aconfesional, ya que ambos extremos
dañaban la propia sociedad. La religión es un bien, incluyendo en este concepto a las
confesiones no católicas, mientras que el laicismo, tal y como se defendía y practicaba en
Francia, conduciría inexorablemente a que la religión se convirtiera únicamente en una
opción, que podía tomarse o no, y a la larga, en un estorbo a la omnipotencia del Estado. El
día que esta doctrina triunfara en España, el catolicismo quedaría reducido al nivel de las
otras ‗creencias toleradas y respetadas‘. Tal era la nube que oteaba en el horizonte. Esta
doctrina fue criticada y rechazada desde los sectores que a sí mismos se calificaban de
progresistas‖. Suárez Fernández, L.: Op. cit., pp. 963-964. Para comprender el trasfondo de
estas palabras el autor argumenta anteriormente: ―[…] se necesita distinguir entre la
confesionalidad de un Estado y la de toda una nación, como es la española, que resulta
incomprensible cuando se le aparta del catolicismo‖. Ibídem.
369
―La otra Transición de la Iglesia…
IV.2. Guerra Campos, el “Obispo de España”, en Cuenca. La jerarquía
de la provincia eclesiástica de Toledo referente del conservadurismo
Los patrones de conducta que arrastra el laicismo creciente en la
sociedad española, y las dificultades por las que atraviesa la institución
eclesiástica para llegar a sus fieles, se ven reflejadas en el informe FOESSA
de 1972, donde aparece que tan sólo el 34,57% del total de habitantes del
país son practicantes católicos. La región de Castilla La Nueva, que entonces
aglutina las actuales provincias de CLM, excepto Albacete, y Madrid -que por
su densidad poblacional puede sobredimensionar cualquier dato-, arroja el
índice más bajo, con tan sólo al 17,57%, por debajo de Cataluña, con un
21,66%, y Andalucía y Canarias con un 22,4%566.
Por provincias Toledo, Albacete y Cuenca rondan cifras entre el 3040% de fieles que asisten a misa, mientras Ciudad Real y Guadalajara bajan
al 20-30%, porcentaje con la media nacional, y por debajo en Madrid y
Barcelona entre otras567.
566
FOESSA en su Informe de 1972, y en Duocastella, R.: ―El mapa religioso de España‖, AA.
VV.: Cambio social y religión en España, Barcelona, Fontanella, 1975, p. 159. Entre los
jóvenes, el descenso es más acusado. Si en 1968 un 53% acude a misa dominical, en 1975
baja al 25,3%, aumentado el número de los que no van nunca, del 15% al 23,2%. Como
freno a una secularización, aún mayor, figura la presión familiar y social: ―[…] un peso mayor
que la propia conciencia personal en muchas decisiones importantes de la vida, como ocurre
a la hora de casarse, bautizar o no a los hijos, etc.‖. FOESSA: Informe sociológico sobre el
cambio político en España (1975-1981), Euramérica, Madrid, 1981, año 1975, p. 152.
567
Duocastella, R.: Op. cit., p. 137. A pesar de estas cifras significativo que son provincias
con alto nivel de identificación con ritos y prácticas puntuales de religiosidad.
370
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Con este panorama llega al arzobispado de Toledo Marcelo González
(17-1-1972), de conocida inclinación con el régimen, quien coincide con
Laureano Castán en Sigüenza-Guadalajara, Juan Hervás y Benet en Ciudad
Real, e Inocencio Rodríguez Díez en Cuenca, conformando el mayor
aglutinamiento, en una provincia eclesiástica, de obispos de tendencia
conservadora en lo religioso y en lo político de todo el país.
En vísperas a su llegada, González envía un claro mensaje para que
nadie se llame a engaño: ―[…] Que nadie se enoje cuando la Iglesia predica
lo que el Evangelio pide para la vida de un pueblo‖, poniendo el acento en
necesidad de revisar las actitudes que se están dando en la Iglesia568.
A su toma de posesión asisten los mencionados además de José
Guerra Campos, como secretario del Episcopado, y otros obispos más
moderados como Ireneo García Alonso, de Albacete o el obispo de CoriaCáceres, Manuel Llopis, y los ministros de Justicia y Trabajo, Antonio María
de Oriol y Urquijo y Licinio de la Fuente, respectivamente. En su alocución,
consciente de su alienación en el sector conservador se refiere a la
independencia de los poderes: ―[…] Con paz y comprensión, podemos
trabajar con la independencia la colaboración justas en favor de lo que la
568
Informaciones, 23-1-1972. Los medios del régimen avanzan alguna de sus intenciones:
―Jubiloso recibimiento‖. El Alcázar, 23-1-1972. J. M. Díaz-Rincón recuerda del flamante
arzobispo González: ―Vino muy conservador y cerrado en sí mismo, de Barcelona. Estaba
dolido, porque una parte del clero le tenía allí apartado; en vísperas de venir hacia Toledo le
quemaron el coche y tenía los muros con pintadas insultantes. Yo creo que la diplomacia
vaticana, muy cauta, le buscó una diócesis tranquila. En muy poco tiempo fue nombrado
cardenal. Aquí se rehízo. Yo le dije que era una archidiócesis donde se le tendría en cuenta
para todo‖. J. M. Díaz-Rincón, entrevista ya citada.
371
―La otra Transición de la Iglesia…
Iglesia declara como deseable para cumplir su misión en el mundo de hoy,
que no es el de ayer,…‖569. Sus primeros encuentros con sacerdotes,
religiosos, catequistas y miembros de grupos apostólicos, los destina
González a celebrar sesiones de ejercicios espirituales (no quiere entrar con
imposiciones no calculadas con el clero y seglares, a tenor de su experiencia
en Cataluña). En febrero de 1972, durante uno de esos retiros, habla de las
secuelas del Concilio:
―[…] El Concilio ha sido un intento nobilísimo por parte de la Iglesia de
reformarse a sí misma, para mejor llevar al mundo de hoy la vida divina de
Jesús; […] Pero las interpretaciones del Concilio que hacen muchos y las
versiones que se ofrecen de la Iglesia de hoy, rompen frecuentemente toda
organicidad vital con el conjunto del misterio que la anima y reduce la
aspiración a contemplar el resultado de tal o cual consulta o lo que dicen éste
o aquel. Así se destruye todo en sus mismos fundamentos‖ 570.
569
BEAT, 11-12-1971, p. 17. Para Martín de Santa Olalla es un discurso moderado y
siguiendo la línea del Concilio. Vid. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la
democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 418.
Según López Villaverde: ―[...] al tomar las riendas de la Iglesia toledana el cardenal
Tarancón, el mensaje se enfocó preferentemente a la toma de conciencia del protagonismo
del cristiano en la Historia, desdeñando la mitificación eclesial genérica predominante hasta
entonces. Pero el traslado de Tarancón a Madrid, dejó la mayoría de las diócesis castellanomanchegas en manos de obispos próximos al franquismo.‖ López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia
y los católicos…, Op. cit., pp. 87-112.
570
Ecclesia, núm. 1581, 26-2-1972, p. 36.
372
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Muy pocos meses después Guerra Campos es nombrado obispo de la
diócesis conquense (14-4-1973), con lo que no sólo se incrementa el
potencial conservador en la provincia eclesiástica, sino que también los
cargos de representación de la Iglesia en estamentos del régimen; el propio
Guerra, procurador en Cortes, y Marcelo González, consejero de Estado571.
Este aglutinamiento del sector conservador podríamos justificarlo bajo
varios motivos. En primer lugar son diócesis menos activas en lo religioso, a
tenor de las encuestas y las menos ―movilizadas‖. La Santa Sede conoce el
enfrentamiento abierto de Castán y Guerra con los movimientos obreros y
especializados de AC, y con parte del clero. Alejadas de los principales
centros de decisión política y religiosa como pueden ser Madrid, Bilbao o
Barcelona -donde Roma atiende para los nombramientos variables de alta
política-,
estas
diócesis
no
necesitan
personalidades
referentes
del
Episcopado proclives a un nuevo cambio en el sistema político español,
donde el proceso de movilización social y política no haga más difícil la
postura de la Iglesia como institución (al grupo de CLM se le identifica por
sus similitudes ideológicas, férreos continuadores de la idea de un
nacionalcatolicismo, un apoyo incondicional al régimen franquista, y sus
llamativas veleidades sobre los postulados del Concilio Vaticano II).
En segundo lugar nos encontramos con la política que ejerce Franco
en su negativa a ceder en su derecho de presentación de obispos a Roma,
571
González renuncia en su momento al cargo de procurador en Cortes que pasa a Guerra
(16-11-1967). Como arzobispo de Toledo sí acepta el cargo de Consejero de Estado. Ya en su
toma de posesión afirma, en un aparente contrasentido: ―Amo la independencia de la Iglesia;
amo la cooperación noble, respetuosa y cordial entre ella y el Estado‖, y también ―Apruebo la
presencia de la Iglesia donde pueda ser útil para su misión y el servicio del pueblo‖. ABC, 243-1972, edición de Sevilla, p. 27.
373
―La otra Transición de la Iglesia…
cuestión
que
incomoda
al
Vaticano.
Algunas
agencias
europeas
de
información confirman que el gobierno está detrás del nombramiento de
Guerra como ―brillante integrista‖, favorecido, desde el régimen, para emitir
―su concepción de la Iglesia‖ desde la televisión pública:
―El gobierno español ha obtenido del Papa que nombre Obispo de
Cuenca a Mons. Guerra Campos, de 52 años, brillante integrista. Diputado en
Cortes por designación del General Franco, perdió a comienzos del año
pasado su puesto de Secretario de la Conferencia Episcopal y su derecho a
voto en la Asamblea Plenaria de obispos; pero el gobierno le había confiado
una serie de emisiones de televisión que le permitían defender su concepción
de la Iglesia‖572.
Sin embargo, llama la atención su nombramiento para una diócesis
tan modesta como Cuenca, por cuanto el régimen mantiene serias
expectativas de relanzarlo a lo más alto de la cúpula eclesial. El motivo que
subyace
al
supuesto
―destierro‖
desde
Roma,
puede
ser
debido
a
contrarrestar la estrategia propio gobierno que busca la asunción de cargos
de mayor representación dentro de la institución, en un momento crítico por
el que pasa la relación entre los dos poderes. En un informe del GE,
―Pronóstico para el año 1973‖, se habla de ―deshacerse‖ del ala progresista
de la jerarquía:
572
AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp. 10220. De la Agencia AFP.
374
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Conseguir el destino inmediato a Roma, para cualquiera de sus
Organizaciones
eclesiales,
del
Cardenal
Mons.
Enrique
y
Tarancón,
sustituyéndolo con Mons. Guerra Campos como Obispo de Madrid-Alcalá. E
igualmente de Mons. Setién Alberro, cuya marcha ahora significaría un fuerte
golpe para la E.T.A. y las organizaciones separatistas. Estos actos de
soberanía plena del Estado Español, incrementaría de inmediato las filas del
clero ortodoxas y leales al Régimen, que se encuentran deprimidas por las
persecuciones vaticanas…‖573.
Los servicios de las agencias extranjeras, como AFP, no tienen
ambages en vincular a Guerra Campos como ―muy allegado‖ al gobierno y
apunta que, a partir de ahora, tendrá derecho a voto en la CEE:
―Visión
informativa
de
Agencias
Extranjeras‖.
Ciudad
del
Vaticano/AFP. Pablo VI ha nombrado cinco nuevos obispos de España. ‗Se
trata en primer lugar, de monseñor José Guerra Campos, de 52 años,
prelado titular de Mutia y que se convierte en obispo presidencial de Cuenca.
Guerra Campos está considerado como el líder del ala conservadora del
Episcopado español y como muy allegado al gobierno. Entra, pues, ahora con
derecho de voto en la conferencia episcopal española. Obispo auxiliar de
Madrid, que no tenía sede desde hacía dos años, disfrutaba únicamente
derecho a hablar en la conferencia…‘‖574.
573
Ibídem.
574
Ibídem. En otro informe aparece: ―[…] generalmente como el jefe del ala conservadora del
Episcopado español, y como muy allegado al gobierno‖. AGA. MIT. CUL. GE, C. 554, IG, carp.
10220. Guerra continúa, según Cárcel Ortí, abanderando ―posturas eclesiales cada vez más
minoritarias‖. Su vinculación política al régimen de Franco le perjudica su carrera eclesiástica:
375
―La otra Transición de la Iglesia…
El propio gobierno hace público el nombramiento de Ángel Suquía
Goicoechea
como
obispo
de
Santiago
de
Compostela,
diócesis
supuestamente ansiada por Guerra Campos, en un intento de levantar
inquinas entre jerarquía y Vaticano. Guerra lo desmiente en una carta
aparecida en ABC (16-3-1973): ―[…] Forzado a restablecer la verdad, me
limito a revelar que nunca ha aspirado a ninguna sede episcopal y que las
únicas expresiones de mis deseos durante años se encaminaron a alejar de
mí varias diócesis y algunas archidiócesis para las cuales se me proponía‖575.
―[…] cuando la Iglesia había comenzado prudentemente a distanciarse de él‖. Cárcel Ortí, V.:
Historia de la Iglesia. La Iglesia en la época contemporánea, Madrid, 1999, p. 591.
575
Recogida por Fernández Ferrero, A.: Op. cit., p. 86. El autor coincide con lo expuesto por
el cardenal González para quien el nombramiento de Guerra llega desde Roma sin pasar por
la famosa Terna. El protocolo se encontraba interrumpido por las malas relaciones entre el
Vaticano y el régimen, y varias diócesis permanecían vacantes desde hacía meses, entre ellas
la de Santiago de Compostela, por la muerte de su obispo Quiroga Palacios. De la entrevista
con Marcelo González ya reseñada. Según Gómez Pérez: ―[…] Las laboriosas negociaciones
para el nombramiento de obispos dan, por fin, algunos resultados en abril de 1973. Monseñor
Suquía, obispo de Málaga, va a Santiago; Guerra Campos, a Cuenca; Úbeda es designado
obispo de Mallorca; Álvarez Martínez, de Tarazona. Mons. Buxarrais deja Zamora y es
promocionado para Málaga. Ya sólo quedan cuatro diócesis vacantes: Zamora, Gerona, Cádiz
y Teruel‖. Gómez Pérez, R.: Op. cit., p. 174. Sáez Alba habla de presiones del gobierno para
otorgarle Santiago: ―[…] Encendido ultraderechista, estuvo como prelado ‗disponible‘ algún
tiempo, periodo en el que el gobierno le brindó la tribuna de televisión. Su carrera
eclesiástica continuó declinando al ser nombrado obispo de Cuenca en 1973, a pesar de las
presiones del gobierno para que fuese designado titular de la sede de Santiago‖. Sáez de
Alba, A.: Op. cit., p. 306. Para otros se produce por: ―[…] el rechazo de la propuesta del
gobierno español a favor de Guerra Campos para el arzobispado de Zaragoza‖. Es el
momento en el que José María Setién llega a San Sebastián. Andrés Gallego, J., Pazos, A. M.,
y De Llera, L.: Op. cit., p. 207. Domingo Muelas, administrador con Guerra, afirma que es
decisión del propio Guerra ir a Cuenca ya que en 1975 -tal y como recoge en su libro inédito
censurado por la CEE en el año 2000-, ante la tumba del anterior obispo Inocencio, el Nuncio
376
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Pero, de nuevo el gobierno, en una nota atribuida a Manuel Clement
(25-4-73), redunda en el ―confinamiento‖ para el obispo y apela a tres
razones: el documento de la Sagrada Congregación del clero tras la
Asamblea Conjunta, su liderazgo en la HSE, y su presencia en la opinión
pública como un defensor de la ―verdadera doctrina‖ de la Iglesia:
―[…] todos ven en él –junto con el Cardenal Primado D. Marcelo
González- el gran soporte del Episcopado y de la Iglesia en este país… Al
quedar vacante la sede de Santiago de Compostela, las voces unánimes de
sacerdotes y fieles de aquella región pidieron el nombramiento de Mons.
Guerra Campos para aquel Arzobispado… Sin embargo los derroteros de la
Nunciatura de Madrid y de la Secretaría de Estado no han ido por ahí. […]
Las causas de esta medidas son también de todos conocidas en este país y,
las reducimos fundamentalmente a tres: 1º.- No avenirse a la maniobra de
desconocer el documento en que la Sagrada Congregación del Clero ponía
serios reparos a la Asamblea Conjunta celebrada en 1971 y a la actuación del
Cardenal Tarancón. […] 2º.- Cuando el pasado mes de septiembre se
le propone la diócesis de Valladolid que rechaza y, años después, la de Zaragoza. Muelas
recuerda que el obispo aludía a que el Santo Padre no podría obligarle. De la entrevista con
Domingo Muelas en su parroquia de San Fernando (Cuenca), el 30-7-2000. Eustaquia Pastor
avala estos datos por una carta que dio a Muelas, ya fallecido, ahora en poder de sus
testaferros, proponiéndole el arzobispado de Valladolid: ―[…] hasta hace un par de años tuve
la carta en la que se lo proponían desde Roma pero me la pidió don Domingo, para un libro
que iba a hacer sobre don José. No aceptó nunca, y recuerdo cómo al teléfono contestaba
que se quedaba en su Cuenca, la ‗Cenicienta‘, como la llamaba cariñosamente‖. Entrevista
con Eustaquia Pastor, ya citada. En cuanto al vínculo con Santiago de Compostela se
confirma con la entrega de la Medalla de Oro e Hijo Predilecto de la ciudad ese mismo año.
Guerra declara en aquella ocasión: "Cuenca es una diócesis eminentemente Santiaguista y a
la que quiero entregar todos los frutos de mi vida y todo el amor de mi obra como pastor y
como hombre". Diario de Cuenca, ediciones del 22-9 y 9-10 de 1973.
377
―La otra Transición de la Iglesia…
reunieron en Zaragoza cuatro mil sacerdotes en Jornadas de Oración y
Estudio, una maniobra informativa presentó en forma negativa el hecho a los
ojos de las jerarquías vaticanas. Una fuerte e injusta reacción se produjo
contra esos sacerdotes. En esos momentos de desconcierto, vino a salvar la
postura de la Jerarquía un telegrama de Mons. Guerra Campos a los reunidos
en que les alentaba: ‗Dar gracias a Dios por la vocación sacerdotal, pedir
fidelidad a la misma, agradecer al Papa su constante solicitud por mantener
puro el ideal de sacerdotes cristianos, asimilar sus directrices reafirmadas en
el Sínodo y proclamar que son cauces de fecundidad apostólica y de alegría
interior‘. El acontecimiento de Zaragoza puso en entredicho la acción de la
Nunciatura. 3º- Mons. Guerra Campos es uno de los pocos obispos españoles
que hablan de Dios, y el que lo hace con más insistencia. A través de las
pantallas de Televisión, en un programa semanal que presenta hace un año,
ha venido desarrollando simplemente la doctrina de la Iglesia. Sin caer en
fáciles demagogias y sin desviaciones hacia cuestiones extra religiosas u
opinables. Con gran respeto al pueblo, al que trata de alentar y forma en su
fe sencilla y fuerte. No se ha hecho obispo de un grupo sino que ha hablado
para todos. Ésta popularidad y este no venderse a conveniencia de política
eclesiástica, en estos momentos en que todo el montaje de la jerarquía
española está alineando a un determinado grupo, le ha granjeado la
enemistad de quienes manejan la política eclesiástica. Pero toda esta
conspiración de unos pocos poderosos dentro de la Iglesia contra Mons.
Guerra Campos no está consiguiendo otra cosa que hacer más patente sus
excepcionales dotes de sacerdote y pastor‖ 576.
576
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180.
378
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Desde Vida Nueva se redunda en la idea de que Guerra no sólo no
está aislado, sino reconocido por Roma y por el pleno de la CEE577.
En la capital conquense algunos políticos locales afirman conocer su
nombramiento con cierta anticipación578. La prensa del Movimiento, Diario
de Cuenca, se encarga de ―preparar‖ su llegada579. Inocencio Rodríguez
577
Vida Nueva I, 1973, núm. 700. Aquí se niega el ―aparente aislamiento‖ que sufre el
obispo: ―[…] por la Santa Sede y por sus hermanos en el episcopado […]. Esa marginación no
sólo no existió sino que suponía frecuentes y reiterados ofrecimientos‖. Ibídem.
578
Rafael Mombiedro -presidente de la Diputación (1968), procurador en Cortes por el Tercio
Familiar dos legislaturas, desde donde vota ―no‖ a la Ley de Reforma Política (LRP), más una
tercera como senador, conoce con anticipación la designación, según su hijo Pedro
Mombiedro: ―Quizá, lo que más le sorprendió, fue la rapidez de la decisión‖. Entrevista
realizada a Pedro Mombiedro, en Cuenca (15-6-2002). Andrés Moya recuerda: ―Como alcalde
de Cuenca me veía obligado de acercarme a Madrid. Me recibió y recuerdo que hice una
observación, por mi parte errónea. Le dije que siendo un obispo conocido por la tele, de gran
audiencia a nivel nacional, cuando viniese a Cuenca y tuviese que visitar los distintos
municipios de nuestra provincia, con pueblos donde no habría más de cien habitantes, se le
iba a caer el alma a los pies. Me dijo entonces, ‗señor alcalde no se preocupe porque soy
gallego y precisamente de la aldea que yo procedo es más pequeña que sus aldeas. Estoy
acostumbrado a visitarlas desde que era sacristán‘‖. Entrevista con Andrés Moya, ya referida.
579
Diario de Cuenca publica el primero de junio, en primera, una fotografía de la Virgen de la
Luz, patrona de Cuenca, con pie sobre la venida de Guerra. El 3 de junio, también en
primera, ―Monseñor Guerra Campos hará su entrada como nuevo obispo de Cuenca el 17 de
junio‖. El 7 de junio, el diario recoge la imagen del general Franco con los nuevos obispos de
Cuenca, Mallorca y Tarazona, con un escueto: "Nuevos obispos". El 16 de junio Diario de
Cuenca destaca en primera: 'Mañana entrada del nuevo obispo". En un bando hecho público
por la Alcaldía desde este medio, se hace un llamamiento a los vecinos de Cuenca para que
"engalanen los balcones y ventanas con colgaduras y flores...‖. El 17 de junio, en primera, la
entrada de Guerra junto a la de su predecesor, Inocencio Rodríguez, treinta años antes. El 18
de junio: "Monseñor hará su entrada esta tarde". El 19 de junio: "Triunfal entrada de
Monseñor Guerra Campos como obispo de Cuenca". Fuente: Diario de Cuenca.
379
―La otra Transición de la Iglesia…
Díez, en su homilía de despedida de la Diócesis -el jueves santo-, realza la
valía de su sustituto y pide al clero que le obedezca como ha hecho con él
durante todos estos años:
―[…] Yo tengo que felicitaros por la suerte que habéis tenido de que la
Iglesia hubiese designado para la diócesis de Cuenca un obispo tan sabio y
tan santo como es don José Guerra Campos. Lo digo porque lo conozco […],
pero más creía que el Sr. Guerra Campos no vendría a Cuenca; no porque
Cuenca no merezca eso y mucho más, sino porque conozco lo que es el
mundo y cómo se cotizan los valores. ¿Y por qué hemos de negar que
Cuenca no es muy considerada en ningún orden de cosas? Por lo tanto nada
extraño tendría que no pusieran los ojos en ella para mandar un obispo de
los mejores de España [...]. […] Obedecedle en todo […]‖580.
580
Rodríguez, I.: ―Homilía del Jueves-Santo‖, BOOC, núm. 5, mayo de 1973, pp. 216-224.
Unos días antes presenta a Guerra en el seminario menor de Uclés: ―[…] Que es un obispo
sabio no necesito demostrarlo porque lo sabéis todos. Para afirmar que es un obispo santo,
tengo un argumento de gran autoridad: sólo una persona virtuosa y santa puede guardar el
más absoluto silencio ante los ataques y las injusticias contra su propia persona. Y eso es lo
que hizo monseñor Guerra que calló siempre. Tenía la Televisión en la que podía defenderse
de tales injusticias y sin embargo se limitó con serenidad a explicar única y exclusivamente la
doctrina de la Santa Madre Iglesia‖. Desde un informe gubernativo se recoge de ese acto:
―Por su parte, el obispo electo de Cuenca, en el curso de este primer encuentro oficial con su
antecesor en el seminario de Uclés hizo una alabanza de los obispos españoles mayores de
edad que durante tantos años, algunos de los cuales fueron muy difíciles como los siguientes
a la guerra española, han sabido mantener con firmeza la fe en el país‖. AGA, Cultura, GE,
Caja 561, IG, carp. 40180. Rodríguez recibe poco tiempo después la Medalla de Plata
distinguida al Mérito Sindical: ―[…] por sus destacados servicios a la Organización Sindical,
con su ayuda a Hermandades de Labradores y Ganaderos y Cooperativas del Campo y fue un
eficaz consiliario de la Organización Sindical en León. A lo largo de su permanencia al frente
de la diócesis conquense, ha contribuido en buena medida a la justicia social y buenas
relaciones entre empresarios y trabajadores‖. Boletín de Información del Ayuntamiento de
380
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
El 17 de junio de 1973 monseñor Guerra Campos llega a Cuenca en
medio de un gran júbilo popular, no sin ciertos temores por parte de las
autoridades ante posibles altercados entre partidarios y detractores, y
conocerse que es objetivo de ETA581.
Cuenca, núm. 74, abril-junio, 1973, p. 11. Otras referencias a su despedida: ―El
Ayuntamiento y la Diputación rendirán homenaje de despedida al Dr. D. Inocencio Rodríguez
Díez‖. En información general: ―Pablo VI no quiere sacerdotes activistas‖, con el texto: "No es
así como debe concebirse el significado de la palabra de Jesús [...] que quiere que estemos
en el mundo, más no que seamos mundo [...] la preeminencia de la vida interior, del
sacrificio, de la oración". Diario de Cuenca, 24-5-1974. El 26: ―Homenaje de despedida del
Ayuntamiento y Diputación al obispo Inocencio‖, quien manifiesta: "Quiero que recibáis a mi
sucesor como enviado de Dios, que os ha de gobernar con sabiduría y acierto...", y unas
declaraciones con ocasión del acto de homenaje del Consejo Provincial del Movimiento en las
que manifiesta: "[…] Termino de ser obispo y continúo admirando al Movimiento y a quienes
le encarnan [….]‖. Diario de Cuenca, 26-5-1974, p. 3. En la homilía del funeral Guerra
Campos refiere al trabajo de Rodríguez: ―[…] treinta años dedicados a la construcción de la
diócesis, devastada por el huracán revolucionario, y a la reconstrucción espiritual de sus
hijos‖. BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, p. 481, y dice admirar de aquel: ―[…] el
espíritu evangélico, la lucidez y el buen sentido espiritual, la amable sencillez, la firme
adhesión a las normas superiores de la Iglesia, la paternidad cotidiana y su connatural amor
al pueblo‖. Ibídem, pp. 477-478.
581
Las autoridades locales y eclesiásticas le esperan en el límite de la provincia, en
Belinchón. Están el gobernador civil, Manuel Garayo; gobernador militar, Luis Iglesias;
presidente de la Diputación provincial, Rodrigo Lozano; alcalde de Cuenca, Andrés Moya;
deán de la catedral, Salvador Alonso; arcipreste de la misma, Simón Calvo; teniente coronel
de la Guardia Civil, Ramón Conesa, así como una representación del Cabildo Catedralicio y de
sacerdotes y párrocos de Cuenca y Tarancón. Corre el rumor de que FN tendría militantes a lo
largo del recorrido y quedarse unos días en Cuenca por miedo a ataques de grupos
extremistas de izquierda. Andrés Moya recuerda: ―Cuando se supo de la venida de Guerra a
Cuenca surgió un chiste que decía que, para llegar a ella se desviaba por Huete para no pasar
por Tarancón (en referencia a sus desavenencias con el entonces presidente de la CEE). El
ambiente era preocupante. Durante aquellos años funcionaban el GRAPO y ETA… Monseñor
era un hombre amenazado, pero aun así pidió entrar en Cuenca en coche descubierto. Fuerza
381
―La otra Transición de la Iglesia…
En la catedral le esperan el arzobispo primado de Toledo, Marcelo
González, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Laureano Castán, el obispo
vicario capitular de Santiago de Compostela, José Cerviño, el auxiliar de
Madrid-Alcalá, Ricardo Blanco, el obispo mercedario de Brasil, Amadeo
González, así como las autoridades locales y los procuradores en Cortes por
Cuenca, Emilio Sánchez Pintado y Rafael Mombiedro de la Torre582.
José Guerra Campos en la catedral
acompañado del alcalde, Andrés Moya, mientras un grupo de “ultras” de FN
comienza a gritar “Viva el obispo de España”. (Fotos y comentario de Andrés Moya).
En su primera alocución Guerra se refiere a los mártires de la guerra
civil, destacando al obispo Cruz Laplana muerto en 1936: ―[…] levantó su
mano derecha para bendecir a los que le quitaban la vida y se la atravesó
una bala. Pido a Dios que no vuelva a atravesar aquella mano el olvido o el
Nueva no ofreció protección o seguridad y creo que él tampoco lo hubiera consentido.
Tuvimos que pedir al parque móvil un coche descubierto, que aquí no había, y me pidió que
le acompañara. Le comenté que había amenaza de bomba, y al pasar por la Audiencia
Provincial que estaba en obras le dije, ‗Monseñor, buen sitio para tirar la bomba‘ y me
contestó, ‗Sea lo que Dios quiera‘, y seguimos de pie en el coche hacia la catedral‘‖.
Entrevista con Andrés Moya, ya referida.
582
BOOC, julio de 1973, núm. 3, pp. 341-346.
382
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
desprecio injusto, ni de los fieles ni de los sacerdotes, ni de los obispos de la
España fecundada con su sangre‖583.
583
El Alcázar, 19-6-1973. El lema elegido por Guerra es ―Habitavit in nobis‖, extraído del
Evangelio de San Juan, 1,14 donde dice: ―La palabra se hizo carne y puso su morada entre
nosotros‖. Su escudo un cuartel de campo azul, bordón de peregrino jacobeo, la estrella y
una calabaza, elementos con claras referencias al Santo Apóstol Santiago. En el ámbito
eclesiástico es reconocido como experto en la devoción Mariana, referencia constante en sus
homilías y escritos, como reinvención del discurso sobre la Virgen con antecedentes en un
proceso contrasecularizador planteado desde la Iglesia mediado el siglo. Consideramos que
este aspecto excede este trabajo, pero viene a colación el apunte de Louzao Villar, para tener
indicios de los dispares asuntos sobre los que fundamentó su trabajo pastoral: ―[…] se
produjo una reinvención de la devoción mariana en España ligada al fortalecimiento de las
identidades católicas regionales y al propio proceso de enfrentamiento sobre la cuestión
religiosa. No en vano, eran las décadas centrales de lo que se podría denominar desde la
perspectiva del catolicismo como ‗el siglo de María‘. Un siglo que va de la proclamación del
dogma de la Inmaculada Concepción en 1854 por Pío IX a la definición del dogma
de la
Asunción en 1950 por parte de Pío XII. Así, la Virgen María se convirtió en el mito
contrasecularizador por excelencia del catolicismo durante los siglos XIX y XX, aprovechando
lo que ya era un importante elemento de devoción católica tradicional‖. Louzao Villar, J.: ―Es
deber de verdadero y auténtico patriotismo...‖. La nacionalización del conflicto entre
clericales y anticlericales (1898-1939), Universidad del País Vasco/EHU. Los fieles -atraídos
por su figura mediática- notan cambios en el discurso de las homilías, en ocasiones, de difícil
comprensión. Andrés Moya recuerda: ―Tuve ocasión de verlo por toda la provincia. Disertaba
lo mismo en Sotos que en Graja de Iniesta, sobre profundos conceptos de Teología.
Asistiendo a una de sus homilías en la catedral le dije ‗Señor obispo, le atiendo con interés los
primeros veinte minutos, pero el esfuerzo es tan grande que luego me pierdo. Porque oírle a
usted una homilía es como jugar al ajedrez‘‖. Testimonio de Andrés Moya, entrevista ya
citada. En ese sentido Eustaquia Pastor apunta: ―Las homilías las preparaba por la noche,
pero al día siguiente ni las leía, las llevaba en su cabeza‖. Eustaquia Pastor, entrevista ya
citada. Sobre las homilías de Guerra Campos, Vid. Cabezas Cañavate, J.M.: La esperanza del
Evangelio, primer libro, Ed. Sol, 2009. Su fama de intelectual y su incesante labor divulgativa
en la Universidad de Santiago de Compostela, le preceden; por ello al recalar en Cuenca el
poeta y escritor afamado, Federico Muelas, escribe sobre Fray Luis de Molina, un personaje
383
―La otra Transición de la Iglesia…
En alusión a los políticos presentes, el nuevo obispo se manifiesta
neutral ante posibles acciones: ―¡Dios me libre de la tentación de suplantar
vuestra conciencia allí donde la decisión moral os pertenece, o de agrandar
la paja de vuestro ojos cuando quizás una viga atraviese el mío!‖584.
Pero los acontecimientos le desplazan muy pronto de los principales
titulares mediáticos. En junio de 1973 un ciclón de movilizaciones en la calle
presiona al gobierno hacia la apertura en el ámbito de las libertades, entre
ellas también la de culto. Según las encuestas un 71% de los españoles son
favorables a que se pueda participar de cualquier religión, un 58% desea
una libertad real de asociación sindical obrera, y un 37% aboga por la
legalización de los partidos políticos frente al 34% de contrarios585.
Entre los encuestados muchos católicos apelan a su jerarquía por un
alineamiento a favor de los derechos y libertades -que el Concilio reconoce
como parte del Evangelio-, y un claro distanciamiento del régimen. Algunas
posturas
que
se
proponen
pasan
por
una
ruptura
violenta,
casi
revolucionaria, frente a la actitud de un clero que había optado en la
Asamblea Conjunta por la reforma política pacífica, bajo la fórmula de la
colaboración, desde la independencia de la Iglesia y la comunidad política,
contenida en la Constitución conciliar Gaudium et Spes (nº 76): ―[…] en
del siglo XVI, autor, en latín, de Los seis libros de la Justicia, traducido por Manuel Fraga
Iribarne, y donde Guerra aparece citado como "molinista".
584
Piñar, B.: Op. cit., p. 116.
585
FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España (1975-1981)…, Op. cit.,
p. 621.
384
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
sana colaboración entre ambas para el mejor servicio a la vocación personal
y social del hombre‖586.
Marcelo González, desde el arzobispado de Toledo, subraya, en Fe y
moral en el actual momento eclesial, las causas que han generado el
―desorden‖ en las conciencias católicas del país como el desconcierto en la
propia jerarquía y una falta de reflexión generalizada:
―[…] a) Desestimación y desconocimiento voluntario del Magisterio de
la Iglesia. B) Desconcierto dentro de la misma jerarquía. C) Complejo de
inferioridad frente a las evoluciones y logros, reales o supuestos, de otras
iglesias europeas, tanto en el campo doctrinal como en el pastoral. D)
Desplazamiento excesivo de la fe en la Encarnación y en las verdades
reveladas. E) Prisa alocada y vertiginosa de querer tratar de todo y resolverlo
sin reflexión suficiente. F) por último, una de las causas que ha influido
también, indirectamente, en el descrédito de la fe y la moral: el modo como
se ha tratado el problema de las relaciones Iglesia-Estado. […] Las
generaciones jóvenes de hoy acusan a las personas mayores de insinceridad,
hipocresía, egoísmo e incapacidad para resolver los problemas del mundo. Y
de esta actitud surge el desdén hacia todo lo que los mayores decrecentan
(sic) y hacia las formas de vida que les acompañaron o guiaron: la religión,
la patria, el orden político y social, la familia, el concepto de libertad y de
progreso… todo fue superstición, retórica patriotera, encubrimiento de
injusticias, etc. […] Todo fue falso, empobrecedor y decadente…‖ 587.
586
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 455.
587
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Año 1973.
385
―La otra Transición de la Iglesia…
En ese mismo verano de 1973 un nuevo equipo de gobierno ve la luz
con el almirante Luis Carrero Blanco, como presidente588. Ultraconservador
católico, férreo a los dictados de Franco, una parte de la Iglesia lo ve como
sostenedor de las tesis de continuismo en la colaboración del Estado589. Sin
embargo, indignado con la ola de protestas, y del propio documento de la
CEE sobre La Iglesia y la comunidad política, amenaza con retirar las
subvenciones millonarias a la institución590.
588
La prensa del Movimiento recoge un mensaje claro: ―Carrero juró el cargo‖, y subtítulo:
―Continuidad, lealtad, servicio‖. Diario de Cuenca, 10-6-1973. Al día siguiente aparece el
nombramiento de un conquense, Francisco Ruiz Jarabo, como ministro de Justicia. Diario de
Cuenca, 11-6-1973, p. 3.
589
Para Lannon: ―[…] Muchos, a cuya cabeza se situaban el propio Franco y Carrero, así
como una minoría de obispos, entre los que se contaban Guerra Campos y el arzobispo de
Zaragoza,
Cantero
Cuadrado,
todavía
sostenían
que
los
ideales
integristas
del
nacionalcatolicismo de la posguerra eran plenamente satisfactorios. Otros se habían alejado
del régimen, sino de una forma abierta e ilegal, sí, al menos, situándose en una posición
interna semilegal‖. Lannon, F. : Op. cit., p. 299.
590
Simón Arce aporta: ―[…] El documento referido al abandono de la Iglesia de los puestos de
representación política, produjo la airada reacción del régimen por boca de su Presidente del
Gobierno, Carrero Blanco, que tachó a la Iglesia de ‗desleal‘ e ‗ingrata‘ y amenazó con la
suspensión de las ayudas ‗al culto y clero‘. Simón Arce, R. A.: Op. cit. Muy pocos meses antes
el propio Carrero aparecía citado por el diario oficial de los Sindicatos, Pueblo, ―Mazazo
Carrero‖, 7-12-1972, acusando de ingrata a la Iglesia después de los trescientos mil millones
que había recibido del régimen, antes de un Consejo de Ministros con el caudillo. Según
Callahan las cifras que maneja Carrero en aportaciones directas a la Iglesia, con la suma
proveniente de otros ministerios y organismos gubernamentales, que destinan fondos
adicionales, alcanza la cifra en 1970: ―[…] hasta la impresionante suma de 2.592.568.656
millones de pesetas‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España…, Op. cit., p. 343.
386
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Consciente
de
que
ahora
surja
una
nueva
oportunidad
para
restablecer los lazos de antaño, Guerra Campos juega con el argumento de
la supuesta independencia histórica de la institución con respecto al
régimen, con el fin de aglutinar apoyos entre las bases, y cierta jerarquía
aún dubitativa de si la ruptura es positiva. En El Alcázar, el obispo reitera la
independencia de la Iglesia, y la libertad de acción que ostenta desde hace
muchos años:
―[…] la cooperación, que guiada por la actitud ejemplar del Jefe del
Estado, ha sido muy respetuosa con la libertad de la Iglesia (de tal forma)
que nunca ha llegado a mí sugerencia de lo que, como sacerdote, debía decir
o hacer. Como secretario de la Conferencia de Metropolitanos, desde 1964, y
de la Conferencia general de obispos, desde 1966 a 1972, soy el testigo
mejor informado para añadir: las indicaciones llegadas de las autoridades
sobre materias mixtas –campo en que la frecuencia sería normal- fueron
muy sobrias, casi nulas en comparación con las presiones obsesivas de
ciertos grupos clericales y laicales. En ninguna otra nación de las que yo
conozco (y conozco muchas) supera la Iglesia, y no siempre la iguala, el
nivel de independencia y sana cooperación mantenido en España en los
últimos decenios‖591.
Desde el gobierno se critica al Vaticano por renovar urgentemente los
puestos de relevancia de la CEE, prelados contrarios al poder político,
apuntando como responsable al nuncio, Luigi Dadaglio. El documento
―Radiografía urgente del Episcopado Español‖ (junio de 1973) destaca que
591
El Alcázar, 16-6-1973. También en Piñar, B.: Op. cit., p. 108.
387
―La otra Transición de la Iglesia…
un 51,2% de los obispos llevan menos de seis años al frente de sus diócesis,
un alto porcentaje procede de regiones levantinas y norte de España, en su
mayoría de clase media-baja y baja y de origen rural, al tiempo que se
vierten valoraciones extrarreligiosas -como la ―agresividad‖ de ciertos
obispos hacia el gobierno-; les acusa de proteger a alborotadores, sin que la
CEE ataje estas acciones:
―[…] de unos u otros obispos se han podido constatar rasgos,
actitudes y hechos como los que siguen, de variada y triste gravedad: … (…)
se muestra la mayoría de las veces agresivo respecto al Gobierno. – (…)
protege muy especialmente a algunos sacerdotes desafectos al Régimen. –
(…) permanece pasivo aunque conoce -¿autoriza, estimula?- predicaciones
demagógicas, politizadas. […] – (…) explicó en conferencias cuaresmales la
Asamblea Conjunta, silenciando recalcitrantemente el Documento de la
Sagrada Congregación del Clero… la nómina de obispos progresistas
comprobados nos permite contar hasta 35, que representan el 45 por ciento
del total de 78… A modo de conclusión… - ha desaparecido –o casi- la
reprensión evangélica (sustituida por actuaciones desairadas). -aumenta el
proteccionismo a los más alborotadores…
-con frecuencia se recurre
indiscriminadamente a razones pastorales, como pantalla de cuestiones
extrarreligiosas. –parece contradictoria respecto a la doctrina de la Iglesia la
provisión de cargos eclesiásticos por la prevalencia de votos sobre otros
factores y cualidades superiores… -se aprecia una falta de toma clara
posición de la Conferencia Episcopal sobre temas religioso-morales cuya
orientación urge de la comunidad cristiana española (divorcio, aborto, moral
profesional, etc.). – En una vertiente –se quiera o no- política, las páginas
que preceden brindan ricas notas… - manifestaciones de clérigos. –incitación,
388
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
apoyo y hasta intervención de sacerdotes en huelgas. – cobijo en templos a
personas o grupos que actúan al margen de la ley – la predicación con sesgo
político, ajeno al evangelio… -intervenciones ‗políticas‘ de obispos en asuntos
conflictivos, con clara implicación. –abuso del privilegio del Fuero…‖ 592.
Para el cardenal Tarancón la ―persecución‖ del gobierno a la CEE se
inicia tras los cinco primeros años de andadura, cuando surgen claros signos
de reivindicación democrática para el país, amparados desde el Vaticano, y
nunca antes donde dirigían obispos proclives a la dictadura: ―[…] Pretendía
apoyarse en ella para defenderse contra la Santa Sede a la que
consideraban
hostil
al
Régimen
Español.
[…]
El
gobierno
confiaba
ciegamente en el secretario de la misma, monseñor Guerra –que también
criticaba severamente a los obispos que se permitían no seguir al pie de la
letra las decisiones de la Conferencia-, y en su presidente, primero, el
cardenal Quiroga y, después, don Casimiro Morcillo‖593.
La división en la jerarquía es cada vez más profunda, y el propio
Guerra emite una nota, en agosto de 1973, ya desde el obispado de Cuenca,
en la que da la razón al gobierno en descalificar ciertos pronunciamientos
que surgen desde la cúpula eclesial, al tiempo que denuncia irregularidades
592
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 560, IG, carp. 30400. También analiza en este informe los
temas tratados destacados por Ecclesia (órgano oficioso de la jerarquía) desde 1968 hasta
1972, como acción pastoral, clero, religiones, AC, Papa, y ya en menor porcentaje, Asamblea
Conjunta; muy por detrás sindicalismo y trabajo, siendo el tema de los trabajadores el que
ocupa el último lugar. Ibídem.
593
Enrique y Tarancón, V.; Op. cit., p. 720.
389
―La otra Transición de la Iglesia…
sobre imposiciones a determinados acuerdos, y la manipulación, que
entiende, existe en el propio funcionamiento de la CEE:
―[…] Por voluntad del Señor la Iglesia recibe un bien del ejercicio de la
autoridad jerárquica y magisterial. Se opone a ese bien el desconocer o
eludir las normas auténticas y el imponer como normas las que no lo son.
Esto sucede no pocas veces con los actos de la Conferencia Episcopal y de
sus órganos; sobre todo, cuando algunos publicistas manipulan los acuerdos
de la Conferencia como si todos fuesen decretos de una jurisdicción
supradiocesana‖594.
Guerra confiesa rebelarse ante ciertas normas aprobadas por la CEE,
a la que considera ―maniatada‖ por los ―progresistas‖. A partir de ahora se
considerará ―autónomo‖ frente a la Conferencia, basándose en que sus
decisiones se amparan en la autoridad del obispo en su Diócesis595. Tras sus
594
Guerra Campos, J.: BOOC núm. 10 de agosto de 1973, pp. 353-364.
595
Ibídem. El obispo recoge el texto de la Relatio 1ª, sobre el esquema de Chr. D., 1963, p.
19; Textus recognitus, p. 116, nota 7: ―[…] en la que se reúnen los obispos ‗para
comunicarse las luces de la prudencia y experiencia, deliberar entre sí y formar una santa
conspiración de fuerzas para bien común de las Iglesias‘ de una nación o región […]. Con el
Concilio se da a las Conferencias un cierto estado jurídico, en cuanto se crea la institución de
la Conferencia y se establece la obligación de reunirse […], e incluye, no sólo la ayuda para
que cada obispo actúe en su territorio, sino también un cierto modo concorde de actuar y una
cierta acción común, que en algunos casos puede llegar hasta fijar una norma común de
gobierno‖. Un año más tarde aparecen las normas de la CEE sobre el uso de la sotana o traje
talar para los sacerdotes; para situaciones especiales, y con permiso, se podría usar el
llamado clergyman. La nota, firmada por Guerra Campos señala: ―Está absolutamente
prohibido a los clérigos el uso del traje seglar, sin un permiso especial del Ordinario del lugar
dado por escrito‖, amparándose en las directrices de la CEE, y añadiendo: ―si alguno tiene
390
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
primeras
ausencias
a
las
comisiones,
Marcelo
González
le
reclama
conminándole a volver pues, de lo contrario, se merma la fuerza del grupo
disidente596. En esas circunstancias el propio González pasa a ser,
visiblemente, el referente o líder, del grupo inmovilista en la CEE, una
cuestión sobrevenida tras el nombramiento de Guerra para una diócesis
menor como Cuenca, y situado, con supuesto apoyo de Roma, como se
encuentra el arzobispo597. Para el cardenal Tarancón, es una consecuencia
licencia escrita de mi venerado antecesor, debe mostrarla a su Obispo, para ver si ha de
prorrogarse o no‖. BOOC, núm. 10, agosto de 1974, p. 399. Díaz-Rincón recuerda: ―El obispo
auxiliar don Anastasio Granados iba durante la Asamblea Conjunta con la vestimenta
tradicional y se metían con él. Cosa que nunca lo hicieron de esa forma con Guerra Campos
que sabía mantener las distancias con sus ‗adversarios‘ y éstos o le temían o le respetaban
pero no llegaron al enfrentamiento abiertamente‖. José María Díaz-Rincón, entrevista ya
mencionada.
596
Abel Hernández define como ―frías y distantes‖ las relaciones de Guerra con la CEE,
principalmente en la etapa de Tarancón: ―Iba por libre y no suele mostrarse solidario con
ella‖. Hernández, A.: Op. cit., p. 232. Las diferencias entre Guerra y Tarancón se mantienen
en el tiempo: ―[…] Lejos quedan los tiempos en los que monseñor Guerra Campos, el obispo
ultraconservador de Cuenca, prometía no pisar la sede de las asambleas episcopales, en las
que había mandado durante años para no encontrarse con el cardenal Tarancón, el
eclesiástico que más hizo para alejar de España, a la muerte de Franco, el secular espantajo
del clericalismo y la clerofobia.‖ J. G. B.: ―El rasero del Concilio Vaticano II‖, El País, sección,
Madrid, Sociedad, 2-3-1999. El propio Marcelo González reconoce su admiración por el obispo
de Cuenca: ―Yo lo veía como un adelantado en las perspectivas futuras de la Iglesia y de sus
problemas‖. Entrevista ya citada.
597
Cuestión indiscutible para Martín de Santa Olalla: ―[…] le permitía liderar en solitario el
sector conservador pero también encabezar el grupo de obispos claramente minoritario, como
consecuencia del fallecimiento tanto de los obispos de la generación del nacionalcatolicismo
como de la escasa promoción que los ideológicamente conservadores tuvieron durante el
391
―La otra Transición de la Iglesia…
de la ―rebelión‖ iniciada por Guerra, a la que se suma el arzobispo de Toledo
por su filiación al régimen y como valedor de su status en la Iglesia:
―[...] y yo creo que por motivos eclesiales y patrióticos: por gratitud a
quienes han defendido y ayudado a la Iglesia y por estar convencido de que
la pérdida de la unidad católica -en el aspecto formal, porque realmente ya
está rota- sería un mal para la patria. Y es el Régimen el que para él
garantiza esa unidad y ese catolicismo oficial que él cree conveniente
mantener a toda costa. Creo que aquí existe una razón política que nos
separa‖598.
Para el presidente de la CEE el enfrentamiento abierto entre los
representantes de dos cargos tan importantes -el arzobispo primado de
España y la presidencia del Episcopado-, es fomentado por terceros con
pontificado de Pablo VI‖. Martín de Santa Olalla, P.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo
González, arzobispo de Toledo en tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 417.
598
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 594. Marcelo González hace saber a
Tarancón su preocupación por los derroteros por los que discurre la CEE tras su renovación:
―[...] Que la Conferencia se había ocupado excesivamente de temas socio-políticos y había
desatendido otros temas fundamentales: la defensa de la fe y de la moral y los temas
propiamente teológicos y eclesiales‖. Ibídem. Tarancón lo enfoca desde otra óptica: ―[…] no
era nuestra sino de la realidad sociopolítica-religiosa en que vivíamos y de la dificultad que
tenían nuestros cristianos, particularmente los políticos, de aceptar las nuevas orientaciones
del Concilio. Él no podía desconocer que según la doctrina del Concilio, no se podía mantener
la conjunción política-religión, Iglesia-Estado, tal como estaba en España. Y que por esa
realidad las mismas orientaciones religioso-eclesiales tenían una proyección política fuerte‖.
Ibídem. González seguirá ocupando puestos relevantes en la CEE como miembro del Comité
Ejecutivo y de la Comisión Permanente, y presidente de las Comisiones de Caridad y
Apostolado Social, de Medios de Comunicación, del Clero y de Liturgia.
392
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
intereses políticos599. En ese sentido el gobierno se preocupa en airear sus
leales, como hace con Guerra Campos que renueva públicamente su lealtad
al régimen apareciendo en las páginas de Diario de Cuenca, junto al
gobernador civil y autoridades del Movimiento, en el acto de exaltación a
Franco el primero de octubre600.
Cuando desde la Comisión Nacional de Justicia y Paz se hace público
La Paz es posible, en el que, según el gobierno, se vierten críticas
destructivas a la actuación de éste y que supone: […] un buen test de la
599
Según Tarancón: ―[…] Se había jugado mucho con las ‗dos cabezas‘ de la Iglesia en
España. Desde el nombramiento de don Marcelo para Toledo, se quiso revalorizar el título de
primado de España contraponiéndolo al de Presidente de la Conferencia Episcopal. Y el
Gobierno entraba clarísimamente en este juego, cuando durante mi permanencia en Toledo –
siendo Casimiro (Morcillo) arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia- se habían
cansado de decir todos los periódicos gubernamentales que el título de primado era ya algo
arcaico, que pertenecía a la historia. El que representaba a la Iglesia en España –decían
entonces con machacona insistencia- es el presidente de la Conferencia que ha sido elegido
libremente por el episcopado‖. Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 592.
600
Diario de Cuenca, 2-10-1973. Guerra Campos está bien visto por Franco y sus ministros
para el cargo como Nuncio o presidente de la CEE. Pocos días después de esos actos Guerra
aparece en informes del MIT como posible obispo de Mallorca: ―[…] Sustituyendo al actual
Administrados Apostólico Mons. Teodoro Úbeda Gramaje. El posible nombramiento está
siendo comentado muy favorablemente (sic) por el Clero ortodoxo, considerándolo necesario
y conveniente. Por el contrario, dentro del grupo progresista ha causado sorpresa y
desilusión… el sacerdote Lorenzo Alzina Rossello, secretario del Obispado, extremado
progresista que ha realizado una velada labor en pro de esta tendencia… cuando de todos era
conocida su oposición al mismo. Madrid, 5 de diciembre de 1.972‖. AGA. MIT. CUL. GE, C.
564, IG, carp. 45190. En otra nota, sin fecha: ―[…] En ambientes de las Congregaciones
Romanas se insiste en que se va a cubrir la Sede de Santiago de Compostela. El candidato es
Mons. Sierra actual Arzobispo de Burgos. Y a Burgos iría Monseñor Guerra Campos‖. AGA,
MIT, GE, Caja 576, 00108.
393
―La otra Transición de la Iglesia…
oposición clerical y católica del Régimen‖601, también se señala que la
mayoría de los obispos se han inhibido y tolerado su difusión: ―[…] tan sólo
monseñor Castán había prohibido su lectura; y el de Córdoba, Cirarda,…
había publicado una circular alternativa‖602. José Guerra Campos llega más
lejos al arremeter contra la Comisión y acusarle de emitir ―manifestaciones
tendenciosas de partidismo político o eclesiástico‖603. De nuevo Diario de
Cuenca titula: "Iglesia 73. Hora discrepante", y destaca las palabras de
Guerra: ―Las declaraciones de la comisión nacional ‗Justicia y Paz‘, no
presentan la posición oficial‖, haciendo responsables de sus manifestaciones
a la propia Comisión604.
Desde Ciudad Real, monseñor Hervás y Benet trata de frenar la
difusión del documento enviando una nota a todos sus sacerdotes
previniéndoles que deben presentarse a su obispo antes de hacerlo
público605. Uno de sus párrocos, Narciso Baguña Golobar, de la Iglesia del
601
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. Sobre el documento ―La Paz es
posible‖, de la Comisión Nacional de Justicia y Paz.
602
Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 303.
603
Guerra Campos, J.: ―Los juicios de la Comisión Nacional Española Justicia y Paz‖, BOOC,
octubre, 1973, p. 518.
604
605
Diario de Cuenca, 16-11-1973, pp. 1 y 6.
El texto dicta: ―[…] No ha sido presentado previamente a nuestra aprobación. […] No
estéis tranquilos con ver que llevan un membrete o aprobación de algún organismo nacional
de la Iglesia […], enviadle inmediatamente (al obispo) un ejemplar del material recibido,
antes de iniciar la distribución a los sacerdotes o fieles‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG,
carp. carpeta 40140. Guerra Campos se preocupa que ese mismo contenido aparezca en el
394
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Espíritu Santo, recuerda: ―Algunos sacerdotes, Obispos y la Iglesia en
general, eran perseguidos por tomar conciencia de la injusticia social que
observaban, lo cual molesta a algunas personas y organismos […] ser cura
así no es ninguna bicoca‖606.
En diciembre, durante la celebración del Día de la Paz, Laureano
Castán Lacoma, realza la importancia que ha tenido y tiene el cristianismo a
la hora de llevar la paz al mundo frente al ―belicismo‖ del ateísmo,
―[…] A pesar de la existencia de aquellas gestas que se llamaron
Cruzadas, los siglos de mayor paz mundial coinciden con los de una mayor
vigencia o influencia del cristianismo en la vida internacional, mientras que,
por el contrario, el siglo de mayor escalada bélica es precisamente el de la
expansión del ateísmo en el Este y del laicismo ilustrado y anticristiano de
Occidente…‖607.
Pero el momento de mayor inestabilidad en el país llega con el
asesinato del presidente Luis Carrero Blanco (20-12-1973), reivindicado por
Boletín de su obispado, y añade: ―[…] con alguna frecuencia que tal distribución (de
documentos) se hace sin que lo sepa previamente el Obispo diocesano y, a veces, sin que se
entere de ello‖. El obispo de Cuenca, en una nota final recuerda que los criterios de
comunicación al superior: ―[…] procurarán atenerse los queridos Sacerdotes de la diócesis de
Cuenca‖. BOOC, núm. 2, febrero de 1974, pp. 138-140.
606
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10910.
607
AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Según Luis Suárez los obispos conservadores
tratan de evitar la ruptura con el régimen pues ésta: […] no podía desembocar en otra meta
que la del retorno del laicismo‖. Suárez Fernández, L.: Op. cit., p. 807.
395
―La otra Transición de la Iglesia…
ETA608. Durante el entierro del almirante los grupos ultras del régimen
lanzan gritos contra el cardenal Tarancón llamándolo ―asesino‖ y ―obispo
rojo‖, mientras que hacia Marcelo González y José Guerra Campos se lanzan
proclamas del tipo: ―Viva el cardenal primado‖ y ―Viva el obispo de
España‖609.
608
La desaparición de Carrero Blanco, un claro pilar del régimen, supone un futuro incierto:
―[…] La sucesión en la Jefatura del Estado introduce gran incertidumbre en el sistema, que
los medios más aperturistas van a aprovechar para solicitar el desarrollo de cambios políticos
en el país‖. Pinilla García, A.: ―Del atentado contra Carrero al golpe de Tejero. El
acontecimiento histórico en los medios de comunicación‖. Servicio de publicaciones de la
Universidad de Extremadura, Cáceres, Julio de 2003, p. 670.
609
Durante el sepelio el ministro de Educación, Julio Rodríguez, rehúsa dar la mano a
Tarancón, quien vive esos días como un ―calvario‖: ―[…] la falta de solidaridad de algún
hermano en el episcopado, que era aplaudido al mismo tiempo que el Presidente de la
Conferencia era injuriado y que para nada defendió al cardenal‖. Enrique y Tarancón, V.:
Confesiones…, Op. cit., p. 611. Según Lannon: ―[…] En 1973, poco después de la publicación
de La Iglesia y la comunidad política, un policía murió en enfrentamientos callejeros en
Madrid, el primero de mayo. La extrema derecha se lanzó a la calle con pancartas que no
dejaban dudas sobre a quién atribuían la responsabilidad última: ‗Tarancón al paredón‘ y
‗Justicia con los obispos rojos‘‖. Lannon, F. : Privilegio, persecución y profecía. La Iglesia
Católica en España 1875-1975, Alianza, Madrid, 1990, p. 298. Según Figuero: ―[…] Para la
extrema derecha sería a partir de entonces (desde que se enfrentara a la CEE, y por tanto a
todo signo de cambio) el obispo de España, y organizaciones terroristas afines, como los
Guerrilleros de Cristo Rey del falangista Sánchez Covisa o Fuerza Nueva del católico integrista
Blas Piñar, encontrarían en él su pastor‖. Figuero, J.: Op. cit., p. 476. Callahan advierte que
Guerra va más allá del hecho religioso en sus acciones: ―[…] al ensalzar públicamente a
Franco por haber respetado escrupulosamente la ‗libertad de la iglesia‘. El apoyo inequívoco
del prelado al régimen le hizo ganarse el sobrenombre de ‗obispo de España‘ entre el clero y
el laicado que se oponía a las reformas conciliares y políticas. Hay pruebas de que el régimen
alentó esa campaña de oposición...‖. Callahan, W. J.: La Iglesia católica en España (18751998)…, Op. cit., pp. 418-419.
396
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La presencia de grupos ultras en las apariciones públicas del obispo es
perenne, y su imagen se asocia con la derecha más radical que vitupera a
sus compañeros del Episcopado sin que él atempere o se manifieste
contrario.
A la izquierda Franco y Carrero Blanco. En la derecha
pancartas a favor de Marcelo González y José Guerra Campos,
vitoreados con “Viva el cardenal primado” y “Obispo de
España” por los grupos ultras, mientras Tarancón es
vilipendiado con “Obispo rojo” o “Tarancón al paredón”. Fotos
“50 años en la vida de España” II, Diario 16.
Estos hechos suponen, a juicio de Juan G. Bedoya, uno de los
fenómenos ―más extravagantes del franquismo‖, el anticlericalismo de
derechas: ―[…] ‗Tarancón, al paredón‘, ‗Fuera obispos rojos‘, ‗Muera Cirarda‘
eran gritos de guerra de los falangistas y de los Guerrilleros de Cristo Rey. A
Cirarda le acosaron especialmente hasta el punto de que un buen amigo le
habilitó un ‗piso franco‘ en Madrid para guarecerse‖610. La cúpula eclesial ve
610
Bedoya, J. G.: ―El subversivo que se encaró a Franco era… un arzobispo‖, El País, 10-7-
2011, pp. 8-9, sección Domingo. El autor refiere del obispo José María Cirarda algunos
párrafos de sus Memorias. De mi ayer a nuestro hoy, publicadas por PPC en el año 2011:
―Fue como un herpes espiritual que me escoció durante 15 años. Sus protagonistas eran
397
―La otra Transición de la Iglesia…
detrás
de
estas
manifestaciones
síntomas
de
un
preocupante
anticlericalismo larvado proveniente de la derecha más conservadora611.
El clero asociado a la HSE –también conocida como la ―Hermandad de
los curas nacionales‖- y sobremanera el OD, también lanzan duras críticas a
la
cúpula
eclesial.
El
cardenal
Tarancón
incluye
en
esos
ataques
determinados medios de comunicación y otros grupos de presión:
―[…] las intervenciones de la Hermandad Sacerdotal y los ataques a la
Conferencia de monseñor Guerra Campos, debidamente orquestados por la
agencia Europa Press y aún por todas las agencias y periódicos afines al
Gobierno, creaban un clima irrespirable, casi de ruptura, porque la hostilidad
contra la Iglesia quería apoyarse en la fidelidad a la misma Iglesia, en la
defensa de la misma Iglesia contra el Papa y los obispos que la estábamos
destruyendo‖612.
personas piadosas con unas ideas religiosas muy conservadores, gran lealtad a Franco y una
apasionada añoranza del Estado confesional católico‖. Ibídem, p. 8.
611
Quizá sea el momento álgido de ese anticlericalismo proveniente de la derecha. López
Villaverde sostiene que el sector asociativo católico arrastró al sector mayoritario de la
jerarquía (1966-1975): ―[…] produciendo un efecto inesperado: que el anticlericalismo dejara
de ser patrimonio de la cultura de izquierdas y pasar a ser enarbolado por la extrema
derecha. Aunque novedoso, se encuentran antecedentes en el primer falangismo, de raíz
secular y fascista, de la misma manera que descubrimos católicos y curas disidentes en
1936‖. López Villaverde, Á. L.: El poder de la Iglesia en la España contemporánea…, Op. cit.,
p. 130.
612
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 588-589. El cardenal añade del OD:
―[…] fomentaba por todos los medios la convicción de que era el momento de defender la
Iglesia contra los enemigos de dentro […]. Era una situación insostenible que necesariamente
había de estallar‖. Ibídem. Según Simón Arce: […] Se produjo un hecho paradójico en el
398
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Durante la misa de difuntos por el almirante Carrero (22-12-1973), en
la catedral de Cuenca, José Guerra Campos destaca la independencia y
libertad que, según él, ha mantenido la Iglesia con el presidente asesinado:
―[…] El día que yo mismo tuve el honor de entrar en esta diócesis
expresé desde aquí el reconocimiento debido a las autoridades españolas por
su actuación en los últimos decenios: su cooperación para facilitar el
ministerio de la Iglesia […], una actitud respetuosa con la libertad de la
Iglesia […], reconocimientos en medida sobresaliente a nuestro hermano don
Luis Carrero Blanco‖613.
Por su parte, Marcelo González, dos días después en Toledo llama a la
concordia sin desligar una llamada de fidelidad al régimen:
―[…] La muerte del Almirante Carrero Blanco no sólo nos lleva a
condenar un crimen, sino también a examinarnos en el interior de la
catolicismo, la articulación ideológica de un ‗anticlericalismo de derechas‘, que a través los
diversos medios de comunicación del régimen y de grupos afines criticaban de forma áspera
la actitud de la CEE y en particular de su presidente. Respecto a lo cual, la mayoría de la
historiografía contempla dicha separación como una de las principales causas del declive del
régimen‖. Simón Arce, R. A: ―La Iglesia católica española en la Transición desde el
franquismo‖, en AA.VV.: Los marxistas españoles y la religión, Edicusa, Madrid, 1977.
613
Diario de Cuenca, 23-12-1973, y reproducido por el BOOC, núm. 1, enero de 1974, pp.
69-71. En éste último añade, como hará en otras ocasiones, referencias de homilías de otros
jerarcas como el arzobispo primado de Toledo el 24 de diciembre y del arzobispo de Madrid y
de Barcelona del día 21. Para Enrique y Tarancón, la homilía oficiada por Guerra: ―[…] parecía
hacer responsables a sus hermanos en el episcopado de ambigüedades que incitaban a la
violencia o de alguna forma de protección al terrorismo‖. Enrique y Tarancón, V.:
Confesiones…, Op. cit., pp. 625-626.
399
―La otra Transición de la Iglesia…
conciencia sobre todo aquello que puede conducirnos a la disgregación, el
resentimiento y el odio. ¡Nunca, nunca más el odio entre españoles!‖614.
Las Comunidades Cristianas de Base de Madrid envían un escrito a
arzobispos y obispos de toda España en el que, después de condenar el
asesinato de Carrero, denuncian la violencia emanada desde el régimen, y
las referencias laudatorias a su figura frente al silencio por otras muertes:
―[…] un gran desfase entre esta gran violencia condenada y el silencio
de la Iglesia ante otras violencias del mismo y aún mayor tamaño: muertes,
detenciones y multas arbitrarias, torturas, malos tratos en las prisiones, falta
de libertades esenciales, como las de reunión, expresión, asociación, defensa
de
los
derechos
laborales,
etc.
[…]―[…]
Concretamente
nos
han
escandalizado los siguientes textos: A) El Cardenal Enrique y Tarancón… ha
puesto de relieve la buena fe que sin duda guió la conducta del presidente
como hombre público pero, dadas las circunstancias, este elogio ha sido
interpretado como la canonización objetiva de esa conducta, que de hecho
fue un instrumento importante en el proceso de violencia contra las
libertades humanas a lo largo de esta última etapa de la vida política
española. B) El cardenal Marcelo González Martín, Arzobispo de Toledo,
admite que el actual régimen español es totalmente legítimo, ya que
solamente está necesitado de una ulterior perfección; y toda su homilía ha
sido interpretada como un total panegírico del actual orden político español.
El Cardenal Primado afirma que es ilícito e inmoral ‗socavar continuamente el
614
BEAT, 1-1-1974, p. 15. Continúa el texto con referencias al Valle de los Caídos donde
reposan los restos de ―quienes combatieron un día como enemigos‖. La referencia no puede
ser más explícita sobre los riesgos que González deja entrever de no volver a la paz social
que desde cierto sector de la Iglesia se ha destacado como valedor al franquismo.
400
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
principio de autoridad‘; pero no tiene en cuenta que el principio cristiano –o
simplemente ético- de autoridad, supone una autoridad que no se pueda
equiparar a un poder político totalitario y dictatorial, mantenido por la fuerza‘
[…] E) Monseñor José Guerra Campos, obispo de Cuenca, llega a una especie
de
canonización
del
fallecido
Presidente,
del
que
dice
que
‗fue
permanentemente justo‘, ‗ministro de Dios para el bien del pueblo‘, etc. Y
todo el tono de su homilía es una clara sacralización del actual régimen
político español, llegando a atribuirse las funciones de juez y maestro
respecto de los demás obispos y de todos los sacerdotes de España, a los
que reprende y exhorta a este respecto…‖ 615.
En un intento por aplacar las manifestaciones en contra del régimen
desde la institución eclesiástica, el sucesor de Carrero Blanco, Carlos Arias
Navarro, apela a la mejora en las relaciones con el Vaticano. Pero el
momento no es el más propicio. Vicente Enrique y Tarancón publica un
artículo en L‘Osservatore Romano denunciando los numerosos pecados de
omisión en una sociedad injusta:
―[…] Pecado mucho más grave, aunque no pase de pecado de
omisión, cuando se tiene la responsabilidad, por el cargo, por el oficio o
615
El texto continúa con críticas a las referencias, con términos parecidos, a Ángel Suquía,
arzobispo de Santiago de Compostela y a José Mª Cirarda, obispo de Córdoba. AGA, MIT.
CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10800. Las Comunidades, que surgen en 1967, no celebran hasta
1969, en Barcelona, su primera Asamblea. Entre sus miembros los denominados ―Sacerdotes
Solidarios‖ marchan a Roma solicitando, entre otras cosas, la supresión del Concordato,
abolición de la censura, independencia de Iglesia frente al Estado. Casimiro Morcillo los define
como: ―[….] grupos proféticos en ruptura total con la Iglesia institucional […] guiadas por el
compromiso político […]‖. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10800.
401
―La otra Transición de la Iglesia…
simplemente por la posición social, de reconocer, defender y promocionar los
derechos de los hombres. Ante tantos pecados de omisión de nuestra
sociedad injusta no puede inhibirse ningún hombre que profese su fe en
Jesucristo‖616.
Al inicio de 1974 en una reunión de la Comisión Permanente del
Episcopado se acuerda, según filtra Guerra a Blas Piñar, ―evitar que el
franquismo se institucionalizara después de la muerte de Franco; y para ello
someter a discusión los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional,
legitimando ante la opinión pública los partidos políticos y la oposición
política legalizada, considerando como contraria al Derecho Natural la
Administración de la Justicia Española. Monseñor Guerra Campos me
confirmó la noticia en carta de 25 de Febrero de 1.974, añadiéndome que
―algunos obispos, aun estando conformes, habían aconsejado, por una
parte, prudencia, y por otra, infiltración en los medios de comunicación‖617.
En instancias castellano-manchegas se mantiene la preocupación por
la división en el seno de la Iglesia. Ireneo García Alonso trata de amortiguar,
en La Voz de Albacete, la imagen pública de una lucha ―fratricida‖: ―Es
lamentable que las diferencias de puntos de vista que se han dado en la
616
Enrique y Tarancón, V.: ―Año de reconciliación‖, L‘Osservatore Romano, y reseñado en
ABC, 13-1-1974, p. 31.
617
Piñar,
B.:
―Mis
recuerdos
y
contactos
www.alertadigital, consultado el 12-9-2012.
con…
Monseñor
Guerra
Campos
(VII)‖,
402
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Conferencia Episcopal se interpretan como divisiones antagónicas‖618. De
signo contrario son las palabras que días después, desde Ciudad Real, Juan
Hervás y Benet subraya en la pastoral Coherencia y libertad del Magisterio
de la Iglesia (1-2-1974) donde califica de ―grave error‖ y ―daño irreparable‖
el que están gestando compañeros de la CEE: ―[…] los que siembran la
confusión, el radicalismo y el enfrentamiento en las filas de la Iglesia
española, desoyendo la voz del Espíritu que nos llama apremiantemente a la
reconciliación y a la conversión en este año santo‖619. Para el obispo las
tensiones en la CEE producen enfrentamientos entre cierta jerarquía y sus
fieles:
[…] No han faltado intentos de contraponer el magisterio de los Obispos
y de crear graves disensiones entre los fieles. Por la gracia de Dios, hay una
clara y resuelta unidad doctrinal en lo dogmático en el magisterio del
Episcopado Español. […] La infalibilidad ha sido prometida al Papa y a toda la
Iglesia docente […]. Por tanto, con mayor razón nadie puede arrogarse una
falsa seguridad en sus propios juicios, nadie se debe dejar deslumbrar por las
novedades doctrinales que la fama airea…‖ 620.
618
La Voz de Albacete, 24-1-74, citando a Cifra, 70. AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp.
40000.
619
Hervás y Benet, J.: ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, BOOPOM, núm. 3,
febrero de 1974, pp. 49-55. También en AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140.
620
Ibídem.
403
―La otra Transición de la Iglesia…
En el texto muestra su desacuerdo con el nuevo rumbo de la cúpula
de la Iglesia española y denuncia presiones indebidas durante y tras el
Concilio que, según él, han llevado al ―abatimiento‖ a muchos católicos:
―[…] No hay dos magisterios contrapuestos, el anterior y el posterior al
Concilio, como algunas veces, con enorme ligereza, parece que se da a
entender. El Vaticano II no está opuesto al Concilio de Nicea ni al de Trento,
en sus enseñanzas doctrinales. […] más bien, vientos contradictorios, pues
son múltiples las tendencias y los grupos humanos, los intereses y las
ideologías de toda índole que tratan de arrastrar la autoridad y el peso moral
de la Iglesia hacia sus propias metas, generalmente contrapuestas y más o
menos aceptables, pero igualmente políticas y terrenales, y por tanto
incapaces de expresar y representar la grandeza del mensaje de salvación que
Jesucristo trajo al mundo… No sería noble ni cristiano tratar de cubrir
astutamente con un velo los problemas reales del momento actual. Pero
pienso, ante la riada de informaciones conflictivas en la doctrina y vida de la
Iglesia, que estamos permitiendo que muchos fieles caigan indefensos en un
estado de miedo y abatimiento…‖621.
621
Ibídem. Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo y presidente de la CEE, tras Tarancón, valora
aquellas tensiones: ―[…] Las relaciones de los obispos dentro de la Conferencia, pese a
discrepar a veces en asuntos importantes de carácter pastoral fueron siempre fraternales. La
composición de los obispos en la CEE evolucionaba a medida que iban siendo nombrados
nuevos obispos. Los nuevos venían con otra mentalidad mucho más abierta a la
normalización social y política, simplemente por el hecho de pertenecer a una nueva
generación‖. Díaz Merchán, G.: Los obispos españoles en la Transición…, Op. cit., p. 8.
404
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En esas fechas, en Bilbao, el obispo Antonio Añoveros Ataún, se suma
a viejas reivindicaciones de identidad y organización sociopolítica para el
pueblo vasco en la homilía El cristianismo, mensaje de salvación para los
pueblos, donde entre otras cosas dice: ―[…] El pueblo vasco, lo mismo que
los demás pueblos del Estado Español, tiene el derecho de conservar su
propia identidad, cultivando y desarrollando su patrimonio espiritual… dentro
de una organización sociopolítica que reconozca su libertad. Sin embargo en
las actuales circunstancias, tropieza con serios obstáculos para poder
disfrutar de este derecho‖622.
El gobierno lo acusa de lanzar ataques contra la unidad nacional y es
retenido en su domicilio, junto a su vicario general, José Ángel Ubieta, para
luego ser expulsado de España. El obispo recibe inmediatamente un masivo
respaldo popular con catorce mil firmas recogidas en la diócesis, mientras la
CEE anuncia que aplicará el Derecho Canónico excomulgando a quienes
impidiesen ejercer la jurisdicción eclesiástica a un obispo; Añoveros se niega
a abandonar el país y Arias Navarro se ve forzado a retirar su expulsión.
Guerra Campos apunta que la mediación del cardenal Tarancón con Franco
ha sido decisiva para solucionar la crisis623.
Pero el obispo de Cuenca va más lejos al referirse a los sacerdotes
presos en Zamora, en huelga de hambre, recordando que mantienen en vilo
622
Chao Rego, X.: Iglesia y franquismo: 40 años de nacional-catolicismo (1936-1976),
tresCtres, A Coruña, 2007, p. 388.
623
Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1936-1975)…‖, Op. cit., p. 35, notas 12-13 y
72. El obispo se deshace en elogios hacia el dictador: ―[…] su gran confianza en su
genialidad, serenidad, eficacia aún ahora, y ponderación‖. Ibídem.
405
―La otra Transición de la Iglesia…
al poder eclesiástico, y por supuesto al civil, y denuncia, de paso, al clero
vasco vinculado a grupos terroristas, en clara alusión a ETA: ―[…] En
algunas regiones hay acciones demostrativas de sacerdotes, mezcladas con
movimientos nacionalistas y en ciertos casos con la violencia terrorista‖624.
Las tensiones internas en la Iglesia son tan profundas que, a finales de
febrero, el gobierno detecta la convocatoria de una reunión de altísimo nivel
con el objetivo de conciliar posturas: ―[…] Esta reunión es posible que se
celebre en El Escorial, y que en ella participen seis obispos representativos
de las tres tendencias fundamentales existentes en nuestro episcopado…
que evite a los fieles el lamentable espectáculo de las continuas críticas de
unos obispos a otros‖625. En el informe del GE se menciona a los cardenales
Vicente Enrique y Tarancón, presidente de la CEE y arzobispo de MadridAlcalá de ―tendencia medio-progresista‖, a Marcelo González, arzobispo de
Toledo, de ―tendencia conservadora‖ junto a los obispos Laureano Castán,
de
624
Sigüenza-Guadalajara
y
Ángel
Temiño
Saiz,
obispo
de
Orense.
Ibídem. En la cárcel de Zamora se encuentran sacerdotes vascos y navarros. Desde Diario
de Cuenca se deja entrever, en un artículo sin firma, que el motín de Zamora es un acto más
de propaganda de deterioro de la imagen de España a nivel internacional. Diario de Cuenca,
16-11-1973, p. 14. Rafael Torija, obispo de Ciudad Real desde 1976, manifiesta años
después sobre el terrorismo: ―[…] Puede haber habido un momento en la Iglesia, sobre todo
de un representante de la Iglesia, que haya tomado postura que no estuviera en conformidad
con lo que debía […]. Con respecto al País Vasco sin embargo no estoy de acuerdo con
quienes dicen que la Iglesia ha estado a favor del terrorismo. Sinceramente no se puede
demostrar y sí se puede demostrar fácilmente que es todo lo contrario. No sería justo decir
que todo lo que se refiere a asesinatos no haya sido condenado claramente por la Iglesia‖.
Valero, M.: Lanza Digital, Ciudad Real, 9-8-2001.
625
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 555, IG, carp. 10540.
406
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Finalmente se cita a Antonio Dorado Soto, obispo de Cádiz y Javier Osés
Flamari, ―ambos de tendencia muy progresista‖. Al final no se transcribe lo
tratado626.
El gobierno trata de ―amplificar‖ la sintonía con la Iglesia ―de
siempre‖. Guerra Campos, su fiel aliado, aporta las ocasiones precisas. Una
muestra es su crítica al Episcopado de Chile por su ―desconocimiento‖ a la
hora de valorar la realidad en la Iglesia española, y sus referencias a la
guerra civil de la que muchos episcopados del mundo no entendieron la
filiación de la jerarquía de aquel momento con el levantamiento militar, con
intencionalidad clara sobre determinadas actitudes de compañeros suyos:
―[…] El ocho de abril de 1974. ‗El Boletín del Obispado de Cuenca
publica un informe del Episcopado Chileno dirigido a la Conferencia Episcopal
Española‘. […] ‗Es notoria la apertura del Episcopado Chileno a las iniciativas
bien intencionadas tendentes a conseguir un mejor orden social… Los obispos
de Chile registran la deformación informativa de tantas publicaciones católicas
–especialmente dirigidas a sacerdotes- que han actuado al servicio, consciente
o inconsciente, de la propaganda marxista… Este informe es muy parecido a la
Carta Colectiva del Episcopado Español de 1 de julio de 1937 en la que se
explicaba a los obispos del mundo entero los hechos que (ilegible) la guerra de
España. Manifestaban su dolor por el desconocimiento de la verdad de lo que
estaba ocurriendo en España‘‖627.
626
Ibídem.
627
AGA. MIT. CUL. GE, C. 561, IG, carp. 40180.
407
―La otra Transición de la Iglesia…
En esas maniobras gubernamentales entra el cardenal González quien
acude, como representante eclesiástico, a la festividad de la Virgen de
Fátima en Portugal (13-5-1974), un mes después de la ―Revolución de los
claveles‖, en pleno proceso democrático del país vecino:
―[…] El primado católico de España, Cardenal D. Marcelo González
Martín, visitará Portugal la próxima semana (13 de mayo con motivo del
aniversario de la Virgen de Fátima), a invitación de la Iglesia portuguesa,
anunció hoy la oficina del Cardenal… Fuentes eclesiásticas manifestaron que la
visita del Cardenal González Martín es significativa, porque la Iglesia española
viene ejerciendo presión desde hace tiempo a favor de reformas políticas y
sociales. La Iglesia portuguesa se ha alineado detrás del régimen militar del
general Spínola. El primado es considerado entre los miembros más
conservadores de la Iglesia española, cuya trayectoria liberal reciente ha sido
promovida por prelados como el Cardenal Enrique Vicente y Tarancón de
Madrid, y el cardenal Narciso Jubany, de Barcelona‖628.
A su vuelta, el cardenal-primado sorprende con un discurso donde se
refiere a la redistribución de la riqueza y las injusticias sociales, durante una
homilía en la catedral toledana (18-6-1974):
―[…] Como obispo no puedo predicar únicamente una doctrina social
que se limite a contemplar los horizontes de la tierra. Yo no estoy para eso
[…]. Pido para vosotros trabajadores, (la nota dice ‗principalmente a los
labradores‘), que la sociedad reconozca cuanto sea posible y justo vuestros
628
Informe de 7-5-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
408
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
derechos. Y que haya cada vez más distribución de la riqueza y el bienestar.
Que se eviten las injusticias sociales, sea cual sea el ambiente en que puedan
producirse…‖629.
Desde abril la Comisión Nacional de Justicia y Paz, presidida por
Joaquín Ruiz-Giménez, implicada seriamente en una reorganización de las
estructuras sociales y políticas del país, tiene organizada una campaña a
favor de la amnistía para los presos políticos, que durante ese año se han
incrementado notablemente. Si bien cuenta con el respaldo de Enrique y
Tarancón, tendrá de nuevo en la pluma de Guerra Campos la crítica más
demoledora a los análisis de la Comisión630. Le secundan Laureano Castán,
Juan Hervás, y la HSE (que tampoco abandona al gobierno en estos
momentos de máxima tensión social, yendo más lejos que los obispos, al
pedir a la cúpula episcopal que investigue a la Comisión: ―[…] conocer la
naturaleza, los miembros y los objetivos de aquel odiado organismo‖)631.
A pesar de un mayor control gubernativo en ese mismo verano de
1974 varios sacerdotes, y miembros del apostolado obrero albacetense,
recogen casi doscientas firmas a favor la petición de amnistía. Desde HOAC
se hace una declaración pública, tras su XII Reunión Nacional de Estudios (I
Asamblea
General),
denunciando
el
endurecimiento
de
las
medidas
represivas del gobierno, y llamando a la movilización social:
629
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
630
Guerra Campos, J.: BOOC, Anuario, 1974, pp. 58-63.
631
Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., pp. 225-226, nota a pie núm. 31.
409
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] En la HOAC pensamos que el pueblo debe ser el protagonista de
su propia promoción. Pero constatamos que el pueblo español -debido a la
despolitización- asiste como mero espectador, que se queda al margen de las
discusiones que llevan entre manos los gobernantes y las diversas familias
políticas sobre la democratización de las instituciones, el asociacionismo, la
apertura, las libertades sindicales y políticas. Es verdad que también presionan
en este sentido las organizaciones obreras clandestinas. Pero el pueblo -en su
conjunto- permanece mudo: por eso nos dirigimos a todos los ciudadanos
españoles invitándoles a que tomen conciencia de la situación que padecemos
y presionen por todos los medios justos a su alcance, para dar pasos reales
hacia la democracia‖632.
En la presentación ante el pleno de la CEE del Año Santo Universal de
la ―Reconciliación‖ (1974), el cardenal Tarancón mantiene como legítimas
las distintas lecturas sobre la Evangelización, según las regiones o
diócesis633. Por el contrario, González Martín pone en tela de juicio la
idoneidad de una evangelización de localismos, ―Iglesia local‖ como la
denomina, frente a los acuerdos de las Conferencias:
632
―Declaración de la HOAC a la opinión pública‖, Boletín HOAC-Noticias Obreras, nº 648-A,
septiembre de 1974.
633
Tarancón, consciente de las serias divergencias entre los obispos españoles, intensifica
sus manifestaciones con el propósito de reconciliar posturas en lo esencial: ―[…] el camino de
la auténtica reconciliación de todos los españoles, pueda ser un medio eficaz para que
nuestra unidad episcopal se proyecte en la vida y en la conducta de nuestro pueblo‖. Ecclesia,
22-6-1974 y BOOA, núm. 6, julio-agosto, 1974, p. 304.
410
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] ¿Cómo se salva la autoridad del obispo en su diócesis, que con
toda certeza es Iglesia particular?; si esto no se aclara como es debido, el
obispo diocesano puede llegar a convertirse en un prisionero del sistema de
las Conferencias. Si en alguna nación se dan regiones con distintas culturas,
por lengua diversa, etc., ¿qué obispos determinarán la indigenización de la
Iglesia local, sólo los que habitan en esa región o todos los de la nación? […]
Lo que ahora piden algunos sobre liturgias propias, teologías propias, etc., ¿se
hace para defender mejor la fe, hasta el martirio si es preciso, o se fomenta
por cierta exaltación nacionalista de los elementos diferenciadores de cada
uno?‖634.
La XXI Asamblea de la CEE -clausurada el 30 de noviembre de 1974da la razón a Enrique y Tarancón cuando aprueba, con cuarenta y siete
votos a favor y trece en contra, una proposición que recoge la diversidad de
matices en el proceso evangelizador, con lo que suma un triunfo más frente
a la corriente conservadora. Blázquez habla de garantías obligadas por
orientaciones sustentadas desde el propio Concilio:
634
BOOA, núm. 9, diciembre, 1974, p. 552. Recogidas del arzobispo de Toledo, 10-10-1974.
Días después de estas manifestaciones Marcelo González, cardenal por razón del arzobispado
y nombrado por Pablo VI en el Consistorio (5-3-1973) –en un gesto de compensar
nombramientos de aperturistas para otras diócesis de importancia y de imagen ante el
régimen, momento en el que se nombra a personalidades como Albino Luciani, futuro papa
Juan Pablo I, Pietro Palazzini o Salvatore Pappalardo-, acude, junto a Narciso Jubany Arnau,
obispo de Barcelona, a la III Asamblea ordinaria del Sínodo (del 27 de septiembre al 26 de
octubre de 1974). Dado que es el único obispo español en la Asamblea de la Congregación
para la Evangelización, da idea del poder de representación y notoriedad que va adquiriendo.
411
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] En consecuencia con la enseñanza de la encíclica de Juan XXIII
Pacem in terris y de la constitución conciliar sobre la Iglesia en el mundo
moderno, la Conferencia Episcopal Española se ve obligada a apoyar una
evolución en profundidad de nuestras instituciones, a fin de que garanticen
siempre eficazmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, tanto
individualmente como asociados a la vida política, desde su propia identidad
programática, sin discriminaciones arbitrarias y con garantías jurídicas para el
ejercicio de este derecho dentro de las exigencias del bien común‖ 635.
Días
después,
en
Guadalajara,
Laureano
Castán,
pronuncia
la
conferencia La empresa, según la doctrina social de la Iglesia, donde
defiende, con argumentos coloquiales que rozan la ―moraleja‖, la iniciativa
privada por encima de sistemas económicos o políticos en ciernes:
―[…] esa iniciativa privada es en muchos casos la gallina que pone los
huevos de oro, de que nos habla la fábula. Pues bien, el marxismo, al
restringir
o negar
esa
iniciativa
subordinándola
totalmente a
la
idea
colectivista o a las planificaciones estatales, mata esa gallina o la enflaquece
tanto que yo no puede poner más huevos de oro. El capitalismo, por lado
opuesto, al quedarse con la parte del león de los beneficios, hace que esa
gallina se coma los huevos de oro que pone. La doctrina social católica permite
a esa gallina vivir y comerse algunos huevos, pero quiere que queden otros
para el justo beneficio del trabajo y de la sociedad‖636.
635
Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., p. 227.
636
La empresa según la doctrina social de la Iglesia, Delegación provincial de la Organización
Sindical, Guadalajara, 1974. Conferencia pronunciada el 13-11-1974, p. 10. Informe del 1311-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Con anterioridad han ido apareciendo,
412
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Castán habla de cómo llevar a cabo el proceso, con una serie de pasos
basados en ―suavizar primero, e intentar superar luego‖ el contrato de
trabajo, ―mediante la introducción gradual de elementos del contrato de
sociedad‖, que se continúa con la participación de los obreros en las
empresas, cooperativas eso sí, sin una intervención directa e impositiva del
Estado, que sólo actuaría como mediador o facilitador637. Ante el futuro
determina la mediación a la OS:
―[…] En este campo creo tiene una gran misión a realizar la
Organización Sindical española, prosiguiendo con tesón esta doble tarea.
Cuanto más sensibilizados estén los dueños y directores de las empresas en
relación con el necesario y justo progreso social y cuanto más capacitados
estén los trabajadores para ir asumiendo crecientes responsabilidades, mayor
será la compenetración de todos en el seno de cada empresa y el rendimiento
que de ella podrá esperar nuestra Patria‖638.
desde la Oficina de Información de la CEE, Extracto del comunicado final de la XLVIII Reunión
de la Comisión Permanente de la CEE sobre la dificultad con la Administración Pública y sobre
el confusionismo ambiente (9-5-1974), y desde la CEAS, Actitudes cristianas ante la actual
situación económica. Nota (14-9-1974).
637
Ibídem, pp. 13-14. Castán recoge aportaciones de pontífices y del propio Concilio, y se
remonta al Breviario de Pastoral Social de la comisión episcopal de Doctrina y Orientación
Social, Madrid, 1959, núm. 90. El tema del cooperativismo está presente entre los preceptos
sociales y económico-laborales de la Iglesia durante la dictadura.
638
Ibídem, p. 32.
413
―La otra Transición de la Iglesia…
En el fondo esta visión recoge lo que la mayoría de la jerarquía desea
ya que, si bien una gran parte propugna un cambio de régimen político, no
es proclive al económico, manteniendo una actitud neutral respecto al
capitalismo639.
Ante tales zozobras y multiplicidad de mensajes, desde Albacete,
Ireneo García llama la atención sobre los límites: ―[…] no puede descender a
criterios
concretos
de
la
actual
situación
española,
y
ésa
es
una
responsabilidad que les toca a los políticos […] nosotros lo que tenemos que
hacer es defender principios morales y éticos‖640.
Guerra Campos, por su parte, busca por todos los medios desautorizar
aquellas
corrientes
contrarias
al
régimen
y
denuncia
presiones
e
infiltraciones dentro de la propia Iglesia que merman, junto a nuevas
corrientes de fe que van asentándose en la sociedad, la tradicional fuerza de
la institución. En ―El Evangelio en Cuaresma‖, dentro de su programa El
639
Châtelet y otros, afirman: ―[…] Ciertamente, la iglesia se guarda de hacer una condena
radical del capitalismo, de la que no querría, ni podría, asumir sus consecuencias políticas.
Sólo se trata de preconizar un reformismo prudente: Cuando concilia el derecho de propiedad
con las exigencias del interés general, la autoridad pública, lejos de mostrarse enemiga de los
que poseen, les rinde un valioso servicio impidiendo a la propiedad privada ‗originar males
intolerables y preparar su propia desaparición‘‖. Châtelet, F.; Duhamel, O. y Pisier-Kouchner,
E.: Op. cit., p. 151. Coincidimos con quienes afirman que la Transición española confirma una
de las tesis centrales del sistemismo político: un sistema cambia cuando sirve y representa
intereses opuestos a los que hasta entonces sirve y representa, por tanto persiste si sirve a
los mismos intereses. Se puede cambiar de régimen y seguir perpetuado el sistema, e incluso
muchas veces es necesario cambiar el régimen para que el sistema pueda sobrevivir. Vid.
Adrada, J. L.; Uña, O. y Díaz Salazar, R.: La transición española. Religión y política, Verbo
Divino, Pamplona, 1990.
640
La Verdad, 4-12-1974.
414
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
octavo día (14-3-1975), en RTVE, y del que nuevamente se hace eco el
gobierno, alude a una homilía del Papa donde se refiere a aquellos que
habiendo perdido la verdadera fe católica permanecen en la Iglesia:
―[…] el obispo de Cuenca ha denunciado la existencia en la Iglesia
Española de una doble infiltración, protestante y atea. A continuación ha
revelado que en la reciente Asamblea del Episcopado español se ha tenido
conocimiento de que en algún caso, ciertos sacerdotes hacen presión sobre
sus
compañeros,
para
que
se
inscriban
en
el
partido
comunista,
amenazándoles en las personas de sus madres, en el caso de efectuar dicha
inscripción (sic)‖641.
La Unión Seglar de Madrid, tras constituirse como organización
religiosa de seglares de ambos sexos, en abril de 1975, agradece a Guerra
Campos las emisiones televisadas durante la Cuaresma y su defensa de la
―doctrina tradicional de la Iglesia‖ pues: ―[…] ha hecho llegar a tantos
hogares españoles palabras de vida eterna, en lugar de particulares
opiniones temporalistas o soflamas marxistas, a las que otros eclesiásticos
nos tienen acostumbrados. El día que todos nuestros obispos y sacerdotes
se decidan a volver a hablarnos en términos semejantes al suyo, la Iglesia
de España recuperará un rumbo que hoy parece haber perdido‖642.
641
Recogido por la agencia de noticias PYRESA. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp.
40180.
642
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580.
415
―La otra Transición de la Iglesia…
Los seguidores del régimen, dentro y fuera de la Iglesia, ven peligrar el
sistema político imperante con la previsible desaparición, no muy lejana, del
dictador; Franco está muy enfermo. Guerra sale al paso de ciertas
informaciones sobre el apoyo de la institución a los procesos de cambio,
instando
a
sus
compañeros
de
la
CEE
a
no
amparar
alguna
de
esas
preferencias
una
salida
constitucional:
―[…]
Respaldar
(mejoras
en
los
instrumentos de gobierno o reformas normativas dentro de las leyes
fundamentales o cambios graduales de la misma Constitución y hasta
cambios revolucionarios) sería indecoroso para el Episcopado; hacerlo
conscientemente
sería
saltar
los
límites
de
su
autoridad
y
su
competencia‖643.
El
régimen
atraviesa
un
momento
de
estancamiento
político,
generado por el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, que bajo la
apariencia de iniciar tímidos cambios, consigue que todo permanezca igual.
Todo el mundo es consciente de que las relaciones de cúpula de la Iglesia
con el gobierno atraviesan serias dificultades de comunicación, según se
desprende de las tibias declaraciones del cardenal Tarancón sobre Arias:
―[...] en ocasiones los temas a tratar motiva discrepancias y no hay
coincidencias a la hora de solventarlos [...], es un hombre humano‖644.
643
BOOC, núm. 5, mayo de 1975, p. 114, nota 6.
644
Diario de Cuenca, sección nacional, 6-7-1975. Según Cárcel Ortí el gobierno lleva tiempo
pensando en actuar con mayor contundencia contra ciertos sectores de la Iglesia: ―[…] Era
intolerable para el Gobierno las intervenciones de la Conferencia Episcopal Española en el
416
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Tarancón
también
vierte
críticas
a
algunos
compañeros
del
Episcopado. En julio, Diario de Cuenca titula: ―Monseñor Guerra Campos no
comment‖, donde el obispo afirma no tener conocimiento de las supuestas,
y negativas apreciaciones, sobre su labor apostólica, provenientes del
presidente de la CEE645. Con inusitada celeridad González Martín envía un
telegrama a Guerra Campos declarándole su afecto y admiración (9-71975): ―Excelentísimo y reverendísimo monseñor Guerra Campos, obispo de
Cuenca. Como metropolitano provincia eclesiástica a la que pertenece
Cuenca lamento profundamente afirmaciones vertidas. Sobre vuestra
excelencia, a la vez que reitero admiración por espléndida labor pastoral
diócesis,
profundidad
magisterio
doctrinal,
espíritu
servicio,
trabajo
constante en bien Iglesia española‖646.
terreno político, descendiendo al plano de las soluciones concretas a los problemas
temporales. En particular, la mayoría de la Conferencia Episcopal: a) había apoyado las
conclusiones contrarias al Estado de la Asamblea Conjunta; b) había aceptado las
ingerencias, algunas de ellas calumniosas, de la Comisión Justitia et Pax; c) toleraba
innumerables homilías de intención política, que fomentaban el rencor, la rebeldía y el
desorden; d) favorecía una política de denegación sistemática de autorizaciones para
procesar a eclesiásticos presuntos autores o cómplices de delitos tipificados incluidos en el
Código Penal…‖. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., pp. 276-277.
645
646
Ibídem, 8-7-1975.
AGA,
MIT.
CUL.
GE,
C.
564, IG,
carp.
40570. Parte
del
contenido
aparece,
sorprendentemente, al día siguiente en la primera de Diario de Cuenca: ―El cardenal primado
de España expresa su admiración por Guerra Campos‖, con antetítulo: ―Por su parte, el
arzobispo Enrique y Tarancón pide disculpas‖. Marcelo González declara: ―[…] admiración por
su espléndida labor pastoral (de Guerra)‖. Diario de Cuenca, 10-7-1975. Una carta de Miguel
Martínez Millán, capellán de la Hermandad de Familiares de Caídos y Excombatientes de la
División Azul, hace referencia a Tarancón y a la división en la Iglesia: ―[...] En realidad dentro
417
―La otra Transición de la Iglesia…
A partir de ese momento Guerra Campos se distancia definitivamente
de la CEE647. Sus críticas llegarán a través de las páginas del Boletín
Diocesano (fórmula que utilizarán sus compañeros tras el acuerdo, en abril
de 1974, de ensartar, en todos los boletines eclesiásticos la documentación
de la Santa Sede, una de las primeras decisiones de conjunto que se
produce en la provincia eclesiástica)648. El gobierno, en la medida de
intereses confluyentes, ampliará su resonancia mediática.
de esta catastrófica ruindad política en que vivimos en la Iglesia y en España, a los
adversarios
de
Monseñor
Guerra
Campos,
conocido
su
fundamento
científico
y
lo
irreprochable de su vida, no les quedaba otro camino que seguir, sino buscar algo difícil de
discernir, como es la falta de realidad, y dar al mismo tiempo un golpe bajo a la labor
cristiana de una superdotada capacidad [...]‖. Diario de Cuenca, 11-7-1975, p. 5. En esa
misiva afirma que, con anterioridad a la llegada de Guerra a Cuenca, un grupo de sacerdotes
ya estaba predispuesto en su contra.
647
No acudirá a plenos, ni seguirá algunas orientaciones, como afirma González tras su
fallecimiento: ―[…] Y cuando la Conferencia Episcopal adoptó algunas determinaciones, que
no me corresponde a mi juzgar, él siguió caminando, dio alguna explicación, la que le
pidieron los que podían pedírsela, pero no ofendió jamás, ni siquiera cuando aparecían en
revistas y periódicos comentarios que mejor es que no hubieran existido‖. De la homilía con
motivo del fallecimiento del obispo conquense en 1997, en Cabezas Cañavate, J. M.: José
Guerra Campos: Sacerdotes, ministros de Cristo…, Op. cit., p. 20.
648
Son la archidiócesis de Toledo, Cuenca, Sigüenza-Guadalajara y Coria-Cáceres la que
primero lo instauran. Hasta entonces tan sólo lo hacía la provincia eclesiástica de Valencia.
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. López Villaverde valora su utilización: ―[...] La
actitud más manifiestamente profranquista la mantuvo Guerra Campos, que utilizó las
páginas del Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Cuenca como el vehículo idóneo para
estar en el candelero. Consiguió que se incrementara su tirada, pues se recibía en todas las
agencias informativas, así como en congregaciones e instituciones religiosas y particulares.
En sus páginas plasmó su pensamiento político con gran claridad en su documento ‗La Iglesia
y Francisco Franco‘ […]‖. López Villaverde, Á. L.: ―La Iglesia y los católicos…‖, Op. cit., p.
418
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
108. La publicación dedicará más de mil setecientas páginas a la catequesis pontificia, en el
suplemento ―Documentación de la Santa Sede‖. El dato no es baladí pues, además de ser
preeminente sobre otras diócesis, delata que Guerra otorga mucha importancia a todo lo que
llega de Roma -según el obispo útiles para el clero, y por tanto ―sugerencia obligada‖ para su
conocimiento-, así como sus acotaciones a los temas teológicos, o puntos de vista sobre el
devenir social y político en Europa y, por supuesto, España. De la importancia sobre lo
tratado en el Concilio da muestra su decisión, en 1977, de traer, para la biblioteca del
seminario mayor, la obra Acta Synodalia Concilii Vaticani II (que recoge las sesiones de 1962
hasta el 8 de diciembre de 1965, pues restan por editarse, en esas fechas, las sesiones entre
el 22 de septiembre y el final del Concilio).
419
―La otra Transición de la Iglesia…
IV.3. El clero de Albacete y Toledo contra el régimen. Del control de
los obispos en el resto de las diócesis castellano-manchegas
Tras la celebración de la Asamblea Conjunta el obispo de Albacete,
Ireneo
García,
coincide
con
la
preocupación
del
gobierno
por
las
connotaciones políticas y la actitud beligerante de muchos sacerdotes contra
un régimen al que consideran alejado de la realidad social. Según García ese
intento de alejamiento, o ―ruptura‖ en definitiva, sólo puede traer problemas
a los más desfavorecidos, justo por quienes levanta su protesta el clero:
―[…] Durante varios siglos las fronteras de la Cristiandad han sido
marcadas por factores geográficos o nacionales. […] La unidad católica de
España se ha venido señalando por la Iglesia como una gloria y una situación
privilegiada de nuestra fe. Tenemos un Estado confesionalmente católico.
Hemos de ser sumamente sensatos para no liquidar inconscientemente los
auténticos valores de esta situación secular con el Pueblo de Dios. Gracias a
esta situación han tenido acceso a la fe del Pueblo de Dios millones de
‗pobres‘, que sin la ayuda del ambiente no se habrían beneficiado del
Evangelio. Si el servicio a los pobres viene siendo una característica
postconciliar, tengamos en cuenta que la mayor pobreza es carecer de la fe
católica‖649.
El mensaje llega mientras se celebra la II Asamblea general ordinaria
del Sínodo de obispos (30 de septiembre y el 6 de noviembre de 1971)
649
BOOA, núm. 7, octubre, 1971, pp. 375-376. Texto con motivo de la fiesta de Santa
Teresa.
420
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
donde se debate, bajo el lema El sacerdocio ministerial y la justicia en el
mundo, la implicación del sacerdote en la acción social y política. Con
contenidos muy similares a los que se llevaron a la Asamblea Conjunta, allí
se dicta que el papel del sacerdote debe alejarse de todo activismo en
partido político, o cargo derivado, a no ser que cuente con la aprobación de
su obispo en circunstancias ―concretas y excepcionales‖:
―[…] Los presbíteros, juntamente con toda la Iglesia, están obligados,
en la medida de sus posibilidades a adoptar una línea clara de acción cuando
se trata de defender los derechos humanos, de promover íntegramente la
persona y de trabajar por la causa de la paz y la justicia, con medios siempre
conformes al Evangelio. Todo esto tiene valor no solamente en el orden
individual, sino también social; por lo cual los presbíteros han de ayudar a
los
seglares
circunstancias
a
en
formarse
que
se
una
recta
presentan
conciencia
propia.
legítimamente
En
aquellas
diversas
opciones
políticas, sociales o económicas, los presbíteros, como todos los ciudadanos,
tienen el derecho de asumir sus propias opciones. Por como las opciones
políticas son contingentes por naturaleza y no expresan nunca total
adecuada y perennemente el Evangelio, el presbítero, testigo de las cosas
futuras, debe mantener cierta distancia de cualquier cargo o empeño político.
[…] El asumir una función directiva (leadership) o ‗militar‘ activamente en un
partido político, es algo que debe excluir cualquier presbítero a no ser que,
en circunstancias concretas y excepcionales, lo exija realmente el bien de la
comunidad, obteniendo el consentimiento del obispo, consultado el Consejo
Presbiteral y –si el caso lo requiere- también la Conferencia Episcopal‖650.
650
Sínodo de Obispos. II Asamblea general ordinaria de 1971. Tema: El sacerdocio
ministerial y la justicia en el mundo. Documentos: ―El sacerdocio ministerial‖, y ―La justicia
421
―La otra Transición de la Iglesia…
ABC interpreta que el principio ―despolitizador‖ en las tareas del clero,
aprobado en el Sínodo, recorta, aún más a lo acordado en la Asamblea
Conjunta, apuntando que ciertas proposiciones sirvieron de ―falsilla‖ para los
textos sinodales:
―[…] el total paralelismo que existe entre los párrafos sinodales
referidos a la acción política del sacerdote y los dedicados a este mismo tema
por la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes celebrada en Madrid un
mes antes. Similitud tal que obliga a pensar que en este punto textos de la
Asamblea han servido de clara falsilla sobre la que se han elaborado los
textos sinodales. […] Decía la Asamblea: ‗Reafirmamos el derecho y el deber
que tiene la Iglesia de anunciar con fidelidad y libertad del Evangelio,
proporcionándolo
a
los
hombres
y
emitiendo
juicios
morales
sobre
situaciones humanas concretas, ‗incluso sobre materias referentes al orden
político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la
salvación de las almas, utilizando todos y solo aquellos medios que sean
conformes al Evangelio‘, ‗En aquellas situaciones en que quepan varias
opciones políticas, sociales o económicas, el sacerdote, como ciudadano,
tiene derecho a tomar sus propias opciones temporales. Sin embargo, el
ejercicio de este derecho debe quedar regulado por el análisis prudente de
las circunstancias pastorales, evitando, en lo posible, el que su opinión pueda
ser interpretada como la única aceptable por el cristiano o que provoque
en el mundo". Recogido por ABC, 10-12-1971, Editorial, p. 35. El mismo se abre con una
interpretación sobre lo acordado: ―[…] en este punto el planteamiento sinodal es tajante y
claro: clara puerta abierta e incluso obligación del sacerdote en su tarea de defender la
injusticia; clara puerta cerrada a la acción política concreta del sacerdote en toda forma de
acción política o en la asunción de cargos considerados políticos‖.
422
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
innecesarias divisiones entre los fieles‘. ‗En función de su misión, parece
necesario que, como norma general, el sacerdote como tal, no se vea
implicado como militante cualificado en ningún partido o grupo político‘. No
hace
falta
subrayar
la
importancia
que
tiene
este
planteamiento
despolitizador de la Asamblea Conjunta –aunque no hayan faltado quienes
trataran de presentar como politizante lo que era despolitizador- se vea
ahora tan claramente subrayado por el texto sinodal, que incluso hace más
concreto que la misma Asamblea Conjunta en las palabras finales de su
párrafo‖651.
El gobierno trata por todos los medios controlar cualquier atisbo de
crítica o desplazamiento ideológico dentro de la Iglesia. Así se desprende de
algunos comentarios extraídos de la memoria del gobierno civil de Albacete
de ese año:
―[…] de carácter progresista, pronunciadas por algunos sacerdotes,
las declaraciones hechas a La Voz de Albacete por Monseñor Leucona,
referentes a las guerrillas de Colombia en las que militan curas españoles, y
la reunión celebrada en el edificio de Cáritas, con escasa asistencia, en la que
dos sacerdotes se manifestaron como progresistas, y en cierto modo como
contrarios al Régimen, hechos todos que dieron lugar a comentarios de
censura, en general, sin otras consecuencias‖652.
651
ABC, 10-12-1971, p. 35.
652
Memoria del G.C. de Albacete, 1971. AGA. (08) 22 Caja 52/00504.
423
―La otra Transición de la Iglesia…
Además del control de la opinión pública en los medios, se imponen
sanciones, como las que realiza el gobierno civil de Albacete que sanciona
con el impago en los recibos de luz y agua a Eufrasio Campallo Sánchez,
coadjutor de Villamalea (Albacete), ―por su especial virulencia‖ en sus
homilías653. Durante el año siguiente, este sacerdote recibe sucesivas
amenazas del Alcalde de la localidad y su hermano654; hecho que se
reproduce también en Hellín donde algunos sacerdotes no se amilanan y
continúan emitiendo valoraciones del estilo: ―[…] una Iglesia que deja el
poder, su maridaje y el control por los potentes de este siglo para hacerse
más solidaria de los débiles al estilo de Jesús, que mereció la reprobación de
los poderosos‖655.
El imparable protagonismo que va adquiriendo el clero en asuntos
laborales y sindicales se observa en el incremento de trabajadores que se
dejan ―arrastrar‖ por los denominados curas-obreros. La propia OS denuncia
que esa ―línea contestataria o progresista‖ utiliza las estructuras de la
Iglesia para: ―[…] significar su postura y hacer críticas negativas sin
razonamientos convincentes de disposiciones, organismos o situaciones
653
Ibídem.
654
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. Con estas sanciones económicas el gobierno
pretende apurar las condiciones del clero y doblegar actitudes: ―[…] ser suprimida ipso facto
para aquellos clérigos que se destaquen por su activismo político contra el Estado y sus
normas constitucionales aprobadas en Referéndum nacional‖. Ibídem.
655
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 98-99. El autor también
recoge las críticas a las homilías del coadjutor de la JOC y párroco del Espíritu Santo en la
capital.
424
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
legales […] están creando un clima de enrarecimiento en las relaciones
laborales que nada beneficia ni a la doctrina de la Iglesia Católica, ni a los
postulados de la Organización Sindical‖656. FOESSA da cuenta del perfil de
esos sacerdotes:
―[…] Nuevas generaciones de sacerdotes, algunos de ellos de vocación
tardía, quizá un reclutamiento menos rural del clero, una mayor conciencia
de la injusticia social y contacto con la descristianizada clase obrera, estudios
sociológicos de la práctica religiosa, la identificación del clero con las
minorías culturales y lingüísticas del País Vasco y Cataluña, y sobre todo el
impacto del Vaticano II, produjeron un fermento de crítica y descontento
entre jóvenes intelectuales católicos, laicos y clero, y conflictos con la
autoridad. […] En este complejo proceso la comunidad católica, el clero y en
menor medida la jerarquía, fue haciéndose políticamente pluralista y este
desarrollo por sí mismo contribuyó a la neutralidad política y al papel en tono
menor de la Iglesia en el período de transición‖ 657.
656
Ortiz Heras, M.: (Coordinador): ―Albacete: De la ―balsa de aceite‖ a la conflictividad
social‖, en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla La
Mancha, 1969-1979..., Op. cit., pp. pp. 65-66, notas de los autores de los archivos: AHPGCA.
Memorias del Gobierno Civil, Memoria de 1975, y del AHPAOS. Secretariado de Asuntos
Sociales y Jurídico Laboral. Partes a Madrid. Caja 2145 y AHPOS, Secretariado de Asuntos
Sociales y Jurídico Laboral. Partes Madrid. Caja 2145, y en Martín García, O. J.: A tientas con
la democracia…, Op. cit., p. 113.
657
Referencias a Bibliografía en Cap. X ―Religión y política. De conflicto a consenso por
encima de las divisiones‖, FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político en España
(1975-1981)…, Op. cit., pp. 290-291.
425
―La otra Transición de la Iglesia…
La alternativa pastoral progresista entre el clero albaceteño tiene su
origen en la dirección del seminario y la vicaría pastoral social que, junto a
la creación de la Asamblea del Consejo Pastoral, van configurando este perfil
decidido a defender un cambio a la hora de entender la fe. En dicha
Asamblea tiene vital importancia el empuje de su director Ramón Roldán
responsable del estudio sociológico, hecho público el 17-12-1972, que
refleja que un 97% de los menores de treinta años -y un 92,1% del totaldesea que las autoridades sean elegidas democráticamente658.
El gobierno trata de minimizar la importancia de estas cifras, al
tiempo que culpa del nombramiento de ―sacerdotes progresistas para los
658
La encuesta, realizada a quinientas personas desde la Oficina General de Sociología de la
Iglesia, es dirigida por Salvador Díaz Mozal, Vicente Sastre y Salvador Barceló. El informe del
GE en Albacete recoge: ―[…] Puede considerarse conflictivo el contenido de los datos
facilitados anoche en rueda de prensa celebrada en el Obispado de esta Diócesis para
presentar los resultados de un estudio sociológico sobre Albacete llevado a cabo por la Vicaría
Pastoral. […] Como temas abordados en ella aparecen los siguientes: (sic) ‗Más de las tres
cuartas partes de los encuestados niegan su interés por los temas políticos‘ ‗El ochenta por
ciento de los albacetenses no conocen el nombre del gobernador, el sesenta el del Alcalde y
otro tanto el del presidente del Gobierno‘ ‗Mayoría absoluta opina que el sacerdote debe
denunciar las injusticias‘ ‗Un dos por ciento escucha las emisoras extranjeras‘ ‗Egoísmo, falta
de preparación y cariño mutuo, causas de las crisis matrimoniales‘, ‗Los ricos hacen justicia,
piensa la mayoría‘… Ante la pregunta ¿Crees todavía en la lucha de clases? ‗un setenta y dos
por ciento no y un trece por ciento si… También se ha hablado sobre temas políticos,
obteniendo un 91,2 por ciento estima conveniente las elecciones de autoridades civiles. Y ya
en temas religiosos han recogido además de lo expuesto, que el sacerdote gana poco el 88
por ciento, y que la Iglesia de ahora gusta más el 72,90 por ciento… un 67 por ciento no
conoce el nombre de su párroco, un 53% el de su obispo y un 77% el del papa‖. Firma
Tarrago Pleyan. AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000.
426
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
cargos clave del Obispado‖ el motivo de las importantes divisiones entre el
clero:
―[…] han tenido escasa repercusión en la opinión pública de la capital,
no así entre la Curia y medios eclesiales, habiendo dado lugar a que aumente
las diferencias que ya separaban profundamente a los integrantes de la
Diócesis de Albacete, que están divididos en dos grupos bien definidos,
ortodoxos y progresistas. La división a que se alude anteriormente de los
sacerdotes de la Diócesis, tiene su origen en la evolución que desde hace
algún tiempo se viene registrando con el nombramiento de sacerdotes
progresistas para los cargos clave del Obispado y la escalada de éstos para el
gobierno de vicarías, parroquias, etc., que ha creado una situación y estado
de cosas, tales como difusión de circulares, recomendación de inhibición en
actos oficiales y el cursillo que se comenta, entre otras‖ 659.
Desde la Asamblea se convocan, a partir de 1972, los ―Cursos de
Escuela de Pastoral Social‖, a celebrar en la Casa de Ejercicios, donde se
analiza la situación sociopolítica en que se encuentra el país. Entre el dos y
el veinte de julio de 1973 se celebra ―Fe y política‖ y acuden José María GilRobles Gil-Delgado, delegado letrado de las Cortes, y Fernando Prieto S. J.,
licenciado en politología, que exponen ―Introducción a las estructuras
políticas españolas‖; el tema ―Teología de la liberación y educación
liberadora‖, está a cargo de Julio de Loís y Carmeno García, profesores del
Instituto
659
Pastoral
de
Madrid,
y
AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010.
―Sistemas
políticos,
perspectivas.
427
―La otra Transición de la Iglesia…
Comentarios al documento del Episcopado Iglesia-Comunidad Política‖, a
cargo de José María Setién, obispo auxiliar de San Sebastián (a los cursos
sucesivos acudirán personalidades del catolicismo más avanzado como el
obispo Alberto Iniesta, Álvarez Bolado, el padre Agustín Coy, así como
sacerdotes de todas las diócesis de la provincia eclesiástica)660.
Desde el gobierno civil de Albacete se trata de minimizar las críticas al
gobierno y volver en contra de los propios sacerdotes sus argumentos, sin
reconocer, que a finales de 1972, se ha incrementado el número de homilías
de signo contestatario:
―[…] Como en el pasado año (1971), se han registrado algunas
homilías, en un reducidísimo número de Iglesias, durante las cuales
sacerdotes contestatarios- cuyo número no se ha incrementado- han
censurado actuaciones y comportamientos políticos y sociales, utilizando
argumentos que por su poca solidez, consistencia o falta de veracidad,
únicamente sirvieron para producir críticas acerbas contra los que lo
protagonizaron‖661.
660
En agosto de 1974 la revista del obispado Arco se refiere a estos cursos como: ―[…]
actividades de la Iglesia diocesana que despierta ciertos recelos en algunos ambientes‖.
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 100-101. Bernardino
Buendía, sacerdote de Cuenca, añade que también acuden líderes emergentes de sindicatos y
partidos con presencia destacada en el proceso democrático (José Bono Martínez, entonces
miembro del PSP, o Virgilio Zapatero, del PSOE, entre otros). Según Buendía en estas
reuniones aparece por primera vez la palabra ―cambio‖ y, años más tarde, se estudia el
Estatuto de Autonomía de CLM. Cuando la Escuela va a organizarse en Cuenca, en 1985, al
solicitar el permiso a Guerra éste reflexiona en voz alta: ―El que vive la realidad no la conoce,
el que la analiza la distorsiona‖. Bernardino Buendía, entrevista referida del 7-5-2010.
661
Memoria del G.C. de Albacete, 1972. AGA. (08) 22 Caja 52/00473.
428
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
A nivel nacional los servicios de información de la policía sí destacan
―el
incremento
de
los
sacerdotes
contestatarios
y
progresistas‖,
relacionándolo con el momento crucial por el que pasan las relaciones con el
Vaticano. Un informe con el encabezamiento ―El movimiento sacerdotal
contestatario. Impresión de conjunto‖, recoge dos características que se
observan tras la finalización del Concilio: la agudización al máximo de la
pugna entre los dos grupos en que se encuentra dividido el clero, y el
enfrentamiento abierto del Vaticano con el Estado español662.
En 1973, dos años después de la Asamblea, el censo de sacerdotes
por ―activismo anti-régimen‖, según el gobierno, se ha incrementado
notablemente entre el clero joven y cercano a los movimientos seglares
obreros, que insta a la jerarquía a una mayor implicación en la doctrina
social de la Iglesia, y a la que reprocha aplicarla con reservas. Ante tales
datos, y los hechos que acaecen con protagonismo eclesiástico, el ministro
de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, propone una vigilancia
662
Sus principales actuaciones contra el régimen, según el informe, son: la manifestación
sacerdotal del 11 de mayo de 1966 en Barcelona; ―Acción Moisés‖ (1-9-1966) ; ―Operación
Aarón‖ (21-9-1966); manifestación sacerdotal de Bilbao (12-4-1967); los asesinatos de ETA
amparados por el clero de junio y agosto de 1968; la luctuosa huelga de Granada (21-61970); campaña contra el sumarísimo ―31‖ del denominado ―Proceso de Burgos‖, con
máxima tensión en los meses de noviembre y diciembre de 1970, cuando los obispos de
Euskadi inician una larga batalla para que el juicio se celebre públicamente; encierros en pro
de la amnistía…, pero sobre todo destaca las carta pastoral, firmada conjuntamente por el
obispo de San Sebastián, Jacinto Argaya, y el administrador apostólico de Bilbao, José María
Cirarda, del 22 de noviembre, que condena toda violencia; así como la violenta huelga en El
Ferrol del Caudillo (8-9 de marzo de 1972). AGA. Sector religioso. Extraído de Panorámica del
año 1972 (Informe), p. 12. GE (Cultura) legajo 556.
429
―La otra Transición de la Iglesia…
estrecha y la posible congelación de ayuda económica a la Iglesia, según el
informe que envía al ministro de Marina, Adolfo Balinom (27-3-1973):
―- Intensificar la vigilancia sobre homilías y escritos, con la obtención
de pruebas concretas de los mismos (escucha, testigos, etc.). – Presentación
ante la opinión pública de los aspectos más ridículos, extremistas e
inadmisibles de las homilías o escritos… En casos extraordinarios, sanción
administrativa inmediata contra los seglares o publicaciones que hayan
participado en estos hechos… - Estudio urgente de los innumerables canales
administrativos por los que llega a la Iglesia la ayuda económica del Estado y
cierre de éstos de forma muy discriminada, en función de la actitud de los
destinatarios…‖663.
El ministro de Marina corrige la valoración sobre la gravedad de la
situación al justificar que ciertas acciones del clero están en su mayoría
relacionadas con las circunstancias sociales en cada diócesis:
663
AGA. MIT. CUL. GE, C. 557, IG, carp. 10950. Piñol añade un dato significativo sobre las
multas impuestas con motivo de las homilías durante la época posconciliar, especialmente a
lo largo del primer lustro de los años setenta: ―Los policías de la brigada de lo social
ejercieron de pronto una nueva función, la de nuevos inquisidores capaces de juzgar las
posibles desviaciones de las homilías respecto de la curiosamente ‗superespiritualista
ortodoxia oficial‘‖. Piñol, J. M.: La transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., pp. 22-24.
La CEAS publica Actitudes cristianas ante la actual situación económica (14-9-1974), donde
resalta: ―[…] La situación económica del clero es alarmante, y más alarmante la insensibilidad
del Gobierno que tal vez piensa en poner un precio económico a la sumisión de los
predicadores de homilías, mientras las multas crecen e irritan‖. Iribarren, J.: Documentos de
la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p. 24.
430
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] Alinear en un mismo frente anti-régimen a quienes propician
separatismos locales y a quienes denuncian desigualdades socio-económicas
de las zonas de menor nivel de desarrollo puede conducir a un planteamiento
incorrecto del tema y de ahí a medidas inadecuadas para resolverlo‖ 664.
El almirante jefe Gabriel Pita da Veiga valora, en ese mismo sentido,
el informe emitido por el Estado Mayor de la Armada, Sección de
Inteligencia, que estima la inconveniencia de las sanciones administrativas.
Según el escrito las multas a clérigos son satisfechas mediante colectas en
sus parroquias, evitando así actuaciones como la encarcelación por delito.
Añade que éstas son desautorizadas desde la autoridad eclesiástica, en
razón de su prerrogativa en el Concordato, con lo que traslada el punto de
mira hacia los seglares:
‖[…] No se creen eficaces las actuaciones judiciales dirigidas contra
clérigos, ya que el procesamiento de éstos es desautorizado generalmente
por la Autoridad eclesiástica; por el contrario sí pueden ser eficaces aplicadas
a los seglares responsables de las organizaciones apostólicas…‖665.
El informe avanza soluciones en una acción global con otros
organismos, implicando a los medios de comunicación social con los que
cuenta el Estado, interpretando la realidad según los criterios del gobierno,
en un intento de desmovilización social:
664
Ibídem.
665
Ibídem.
431
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] un desarrollo más profundo de las relaciones humanas entre
todas las clases sociales del país, un diálogo de más alcance entre la clase
dirigente y la inferior, mayor divulgación por los medios habituales de
información: prensa, radio, T.V.E. explicando con claridad los sucesos,
destacando todo lo falso o deshonestamente interpretado, etc.‖ 666.
El ejemplo del clero albaceteño de no ceder a las presiones
gubernamentales se hace patente ante las elecciones sindicales de 1973. El
presidente de la Hermandad de Labradores de Villamalea apela desde su
parroquia a la participación con el fin de dar voz a los labradores, al tiempo
que llama la atención sobre otros asuntos como la importancia de los
matrimonios civiles cuando: ―no se sintiese el sacramento […] ―pues la boda
civil era una postura política y no religiosa‖667. Esta parroquia es censurada
por las autoridades locales por: ―tratarse de una insultante defensa de la
temporalidad, la justicia social, la política y la sociología‖668.
El gobierno también controla a líderes de JIC, un movimiento joven
pero con cierta implantación en la provincia manchega. Entre los sacerdotes
asistentes al III Consejo Nacional del Movimiento, en agosto de 1973,
figuran Gaspar Sánchez Majadas, al que se le tacha de ―progresista, ha
fracasado en sus intentos de agitar el sector laboral en Cáceres (diócesis por
entonces de la provincia eclesiástica de Toledo)‖, y José María Arriaza
666
Ibídem.
667
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 103.
668
Ibídem.
432
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
González, ―progresista y socialista, radical enemigo de la Instituciones
actuales, y Benito González Raposo, progresista y filo-comunista, en
acuerdo con las CCOO, agitador laboral‖669.
En noviembre se celebra en Villarrobledo la ―Semana de los Jóvenes‖,
organizada por el sacerdote Diego Villanueva Carrión, párroco de San Blas,
que, meses más tarde, el gobierno cataloga ―[…] como progresista y que se
negó a celebrar una misa, con motivo de la muerte del Presidente del
Gobierno Sr. Carrero Blanco‖670.
También aparecerán voces disidentes desde el clero implicado en el
Movimiento Rural (al igual que está ocurriendo en el resto del país).
Denuncian la marginación en la que se encuentra la masa campesina y
acuden en defensa de los derechos de los agricultores de la vendimia, muy
numerosos en estas latitudes.
Implicados también con el mundo rural, sacerdotes de Alcaraz
denuncian las estructuras sociopolíticas que propician la emigración. El
párroco de La Roda distribuye escritos para una cuestación y describe la
penosa situación del trabajo y deficiencias del ministerio de Trabajo y de la
OS a la hora de atajar los problemas del campo. El sacerdote de
Fuentealbilla se enfrenta con la presidencia de La Hermandad de Labradores
669
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60490.
670
AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010. El informe recoge que con anterioridad este
párroco realiza una encuesta a unos 500 jóvenes con el fin de detectar su problemática e
intereses. Sus actividades son vigiladas, al igual que las del maestro Calixto Serrano Navarro,
un amante del teatro que monta la obra de Alfonso Sastre, El pan de todos, en el salón de
actos de la parroquia.
433
―La otra Transición de la Iglesia…
por parecidos motivos (su participación en la celebración del primero de
mayo de 1975 hace imparable la situación incómoda al gobierno civil de la
provincia a la hora de sancionarle).
Otro conflicto de tipo laboral que salpica indirectamente a la Iglesia
albaceteña, surge en el Hospital Psiquiátrico por parte de los médicos
residentes. El 31 de diciembre, diez huelguistas deciden encerrarse en las
dependencias del Obispado. A pesar de las fuertes presiones desde el
sindicalismo oficial al obispo de la diócesis, Ireneo García, no cede en que
abandonen el recinto ni que entren las fuerzas de seguridad.
Diez días más tarde -al conseguir parte de sus reivindicaciones- los
huelguistas salen a la calle. Cuentan con el apoyo de jóvenes estudiantes y
trabajadores del sector, además de un comunicado del vicario de pastoral
social:
―[…]
desentenderse
la
Iglesia
de
los
no
rechaza
problemas
en
[…]
principio
sobre
a
todo
nadie
de
los
ni
puede
débiles.
Consiguientemente desea que toda persona tenga un trabajo digno y
estable, que le permita vivir y sostener una familia‖671.
A finales de 1973, y tras la exagerada represión en cadena por parte
de la policía sobre estudiantes y trabajadores en las manifestaciones a tenor
del ―Proceso 1001‖ -contra dirigentes de CCOO y del PCE, entre los que se
encuentra el cura-obrero Francisco García Salve-, catorce sacerdotes de la
diócesis de Albacete denuncian la pasividad de ciertos estamentos de la
institución: ―[…] el silencio de la Iglesia cuando se dan casos públicos, la
671
Ibídem, pp. 63-64, nota 68; extraído de La Verdad, 2-1-1976.
434
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
haría cómplice‖672. En esas fechas se producen las detenciones de varios
militantes comunistas de la provincia tras el asesinato de Carrero Blanco. El
sacerdote Florencio Ballesteros Ballesteros, de Alcalá del Júcar (Albacete),
es sancionado con una multa de cien mil pesetas por criticar el hecho en una
homilía (17-1-1974)673.
Pero el gobierno civil albaceteño insiste, en la Memoria de ese año, en
minimizar el carácter político de ciertas homilías y su calado social: ―[…] han
servido de las mismas para criticar de forma directa o indirecta los, para
ellos, supuestos aspectos negativos de la situación política en general y de
los de carácter social, limitados éstos últimos a la provincia‖674.
Sin embargo, 1973 ha supuesto para el gobierno central un momento
de máxima preocupación por las cifras relativas a los sacerdotes activistas
anti-régimen. Los datos de CLM, frente al resto de regiones, coinciden, en
gran medida con los relacionados por el gobierno de Albacete, en cuanto a la
cuantía de miembros activos frente a otras Diócesis del país675. (Cuadro 3)
672
Gómez Flores, A.: ―La Transición en Albacete‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento
de una Región Castilla La Mancha 1975-1995…, Op. cit., p. 12. Gómez añade: ―[…] dejando al
menos un hilo de protesta y solidaridad con los detenidos […]. Un sector de la Iglesia
albacetense que cada vez sería más amplio estaba empezando a seguir las pautas de buena
parte de la Iglesia a nivel nacional, convirtiendo las homilías en serias críticas contra la
situación política y social‖. Ibídem, p. 18.
673
Gómez Flores, A.: Anatomía de una transición: Albacete del fascismo a la democracia.
1975-1982, Servicio de publicaciones de la Diputación, Albacete, 1991, p. 18.
674
Memoria del G.C. de Albacete, 1973. AGA. (08) 31 32/11436.
675
En 1973, según los datos aportados por el GE, el número de sacerdotes activistas anti-
régimen es de 2.558, el 10,6% de los 23.971 sacerdotes que están repartidos entre las
435
―La otra Transición de la Iglesia…
Atendiendo a los datos del informe, podemos extraer las siguientes
observaciones:
-
La media de disidentes en las diócesis del país es del 10,6%,
mientras en las provincias de CLM es mucho menor. El máximo
porcentaje lo ostenta, con un 6%, la diócesis de SigüenzaGuadalajara, a la que sigue Albacete con un 4%, frente a un 38%
de Cádiz, un 36% de Bilbao, un 28% de San Sebastián o un 25% de
Granada. Los datos nos llevan a pensar que determinados contextos
diversas
diócesis, siendo las más conflictivas, las tres vascas (Vitoria, San
Sebastián y
Bilbao), Navarra, Barcelona, la diócesis de Cádiz-Ceuta, Cartagena-Murcia, Málaga y
Zaragoza, que oscilan entre el 20 y el 40% de sacerdotes considerados desafectos. AGA, MIT.
CUL. GE, C. 557, IG, leg. 10.950.
436
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
incitan un mayor activismo y contestación por parte del clero. Esos
contextos tienen relación con el desarrollo industrial (en CLM
hablamos de provincias más ruralizadas, excepto Guadalajara, como
extensión del Corredor del Henares con referencia en Madrid), o
jerarquía más progresista con seminarios más abiertos a nuevos
campos teologales, entre otras variables.
-
En términos absolutos, los porcentajes de la provincia eclesiástica
son los más bajos del país. El caso de Cuenca es llamativo pues tan
sólo aparece reflejado un sacerdote y Toledo, y Ciudad Real que no
llegan al 1%.
En la archidiócesis de Toledo el activismo del clero, se encuentra con
el nuevo talante del arzobispo Marcelo González quien inmediatamente
desplaza del organigrama eclesiástico a aquellos sacerdotes que se han
significado apostando por un entendimiento con los sectores progresistas de
los movimientos obreros de AC y cercanos a Tarancón. Éstos son
trasladados a diócesis de menor importancia -en las que continúan su labor
social-, pero alejados de tareas de relevancia en el arzobispado, como le
ocurre al consiliario y cura-obrero, Matías Manchado, del barrio de Santa
Bárbara, que se secularizará años más tarde676. También el gobierno civil
676
Para Gómez Herruz: ―[…] fue en lo político, la antítesis de su antecesor, lo que hizo
abandonar a muchos sacerdotes sus trabajos en Toledo buscando lugares más propicios,
cerrándose poco a poco una parte de la sociedad a la conciencia crítica que había ido
surgiendo‖. Gómez Herruz, F.: Op. cit., p. 63.
437
―La otra Transición de la Iglesia…
fiscaliza las actividades de estos sacerdotes. A finales de 1972 un informe
recoge las manifestaciones realizadas por el sacerdote Juan Antonio Paredes
durante un retiro, los días 28 y 29 de octubre, al que asisten una treintena
de jóvenes estudiantes, oficinistas y empleadas y al que se califica de
―izquierdista‖ en las tesis marxistas:
―[…] afirmó repetidas veces la necesidad que tenían los jóvenes de
agruparse para conseguir sus propósitos, especialmente los estudiantes, que
debían hacerlo aún a costa de suspensos […]. Aunque las medias palabras
del citado sacerdote, sus poco aclaratorias contestaciones y sus referencias a
las amistades con marxistas parecen propias de un sector del Clero, que
hace alarde de izquierdismo, sin más consecuencias en el terreno práctico,
no puede despreciarse la labor de mentalización que tales reticencias llevan
consigo ni tampoco la posibilidad de formación de algún grupo de matiz
marxista‖677.
Los curas vigilados mantienen reuniones con miembros de otras
Diócesis como la que celebran el 30 de marzo de 1973, setenta sacerdotes,
según el gobierno, en la casa de ejercicios diocesana de Toledo: ―[…] todos
ellos de tendencia progresista, y de marcada oposición al Régimen actual y a
677
AGA. MIT. CUL. GE, C. 568, IG, carp. 45540. Sello de la Dirección General de Seguridad.
Secretaría de Asuntos Especiales. La nota abunda en las biografías de los sacerdotes y su
afiliación política: ―[…] ideas marxistas-leninistas, socialistas, etc., en franca oposición al
Prelado y que se autotitulan ‗los perseguidos‘…, cuando se tiene conocimiento en estos
Servicios que uno de ellos viajó a Cáceres, al objeto de invitar a varios sacerdotes, y otro de
ellos fue el que pidió a las Misioneras que tienen a su cargo la Casa de Ejercicios, los locales
para celebrar la reunión‖.
438
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
la labor pastoral que viene realizando el Obispo de dicha ciudad (Marcelo
González)‖678. Entre los organizadores figuran Agustín Lozano Sánchez,
delegado de Acción Caritativa y Social y originario de Lezuna (Albacete) al
que se le considera socialista y líder del grupo por sus dotes intelectuales;
Damián Uría Nieto, de Talarrubias (Badajoz), párroco de Sonseca y, según el
informe, quien se traslada a Cáceres para invitar a otros sacerdotes a la
reunión. También figuran Daniel Palomo Rivera, párroco de Mocejón y
consiliario diocesano de la JARC -con marchamo de ideología marxista-, y
como colaboradores Pedro Miguel Isaac Martínez, párroco de Santa María de
la Cabeza, de tendencia marxista-leninista, sobre quien también se reflejan
los antecedentes de su padre: ―[…] uno de los autores del asalto al Palacio
Arzobispal de Toledo, durante la dominación roja‖679.
Otros participantes son José Antonio Sánchez-Valdemoro RomeroSalazar, de ideología antirrégimen y tendencia socialista, Marcelino Casas
Puente, párroco de Burguillos, del que el gobierno destaca que su casa es
frecuentemente centro de reuniones de sacerdotes progresistas, y Juan
Antonio Aparicio de Castro, nacido en San Pablo de los Montes, de ideología
socialista, anterior consiliario de la JOC, y que asiste a cursillos sociales del
Movimiento Católico en diferentes localidades: ―[…] Fue uno de los que
asistió al proceso del Padre Gamo. Está conceptuado peligroso social‖680. En
la reunión se habla, según los informadores, del documento de la CEE,
678
Ibídem. Nota de la Comisaría General de Investigación Social.
679
Ibídem.
680
Ibídem.
439
―La otra Transición de la Iglesia…
Sobre la Iglesia y la comunidad política (23-1-1973), aunque los contenidos
de dicha reunión no han sido recabados: ―[…] por ser imposible la entrada
en el Palacio Arzobispal‖681.
Con motivo del conflicto de la cárcel de Zamora el sacerdote Agustín
Lozano Sánchez, ex miembro del Consejo Presbiterial tras la llegada de
Marcelo González, manifiesta en nombre de sus compañeros: ―Solamente
uno de ellos está por motivos justificados, los otros por decir la verdad y el
Obispo de Segovia se encuentran bajo procesamiento judicial sin causa
justificada‖682.
Lozano forma parte del grupo de diecinueve miembros, de los
veinticuatro que participan en el Consejo Presbiteral de Toledo -entre los
que aparecen, además de Lozano y Daniel Palomo, los de Hilario Pinel y
Lorenzo Alegría Alegría, éste último ecónomo de Dos Barrios-, que ha
dimitido (19-11-1973) con carácter irrevocable por: ―[…] el antagonismo
existente entre ellos y el Prelado, por sus diferentes formas de apreciación
de los problemas de pastoral y gobierno de la Diócesis. Entre el clero
681
Ibídem.
682
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10911. Manifestaciones en el Asilo de Ancianos de
Santa Casilda de Toledo (16-12-1973). Según el cardenal Tarancón: ―[…] Todos los
sacerdotes que estaban allí –hay que reconocerlo- eran muy exaltados y habían cometido
verdaderas imprudencias; sobre todo en la predicación –denunciando violentamente las
injusticias del Régimen- y apoyando a grupitos clandestinos. Era evidente que los obispos no
podían apoyarles, aunque estaban molestos porque la autoridad civil había intervenido sin
consultarles ni permitirles que se responsabilizasen ellos de los distintos casos‖. Enrique y
Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 522.
440
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
diocesano se guarda absoluta reserva en relación con estas dimisiones, ya
que, al parecer, el Prelado les ha aconsejado la mayor discreción‖683.
A principios de 1974, catorce sacerdotes de la diócesis toledana
dirigen un escrito a las autoridades locales denunciando las detenciones,
producidas el 25 de enero en la diócesis, a activistas políticos por
―distribución de propaganda ilegal‖684. Coinciden informes policiales, y la
propia prensa católica, en la denuncia, llamativamente, de un incremento de
―la tensión en la diócesis‖ toledana y su preocupación por: ―el nombramiento
de sacerdotes progresistas para los cargos clave del obispado‖, a pesar del
control que intenta llevar a cabo monseñor González685. Un seguimiento
que, desde el arzobispado se mantiene a las tareas de los sacerdotes de la
parroquia de San Andrés, ubicada en el popular barrio de la Puerta de
Cuartos, de Talavera por sus postulados reivindicadores y afinidad con la
JOC686.
683
Ibídem. La decisión la toman los dimisionarios en una reunión celebrada en Talavera de la
Reina y en la que también está presente el sacerdote Daniel Palomo Rivera.
684
La Verdad, 28-1-1974. AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010.
685
AGA. CUL. MIT. GE. Caja 557, carpeta 10.950.
686
La JOC tiene en Talavera la primera comunidad eclesial de base en torno a la parroquia de
San Andrés. Allí funciona, desde 1968, el Centro de Cultura Popular y Promoción Femenina
que pretende formar a la mujer en cuestiones económicas, cívico-sociales y religiosas, y
donde se imparten clases de historia, religión, relaciones conyugales o educación de los hijos,
entre otras materias por profesionales, profesores, médicos o psicólogos (en sus salones
parroquiales
se
presentarán
partidos
políticos
y
organizaciones
sindicales
en
la
clandestinidad, y se analizará la Constitución, antes de ser sometida a referéndum). Actos
441
―La otra Transición de la Iglesia…
En Ciudad Real las tensiones entre el obispo Juan Hervás y el clero
son manifiestas. Hervás opina que se está produciendo una desautorización
a la figura del Papa, y los dictados del mismo Concilio, a tenor de lo vivido
en el transcurso de la Asamblea Conjunta. Teme que las consecuencias
posteriores sean muy graves:
―[…] Es mi deber poneros en guardia contra las actitudes y doctrinas de
quienes, guiados por un falso celo profético, y atendiendo más a su propio
juicio que a la voz de Dios, se atreven a levantar bandera en nuestros días
contra las enseñanzas y la autoridad del Papa, del Colegio Episcopal y del
mismo Concilio, cuando tal doctrina no coincide con sus propios gustos o
tendencias‖687.
A finales de 1972, el obispo postula, durante la presentación de curso a
los seminaristas, que la Iglesia ha admitido siempre cierta tensión interna,
pero que en ese momento los términos ―progresismo‖ y ―conservadurismo‖
adquieren matices ―belicosos‖ y son utilizados como armas arrojadizas para
hacer daño688. El obispo teme que se rompa todo diálogo y que las posturas
lleguen: ―[…] a la denuncia, a la ironía, al prejuicio injusto y al ataque
que luego son prohibidos por el cardenal Marcelo González, con las consecuentes reacciones
contrarias, de gran resonancia, en la ciudad. La Voz de Talavera, 26-10-1977.
687
Hervás, J.: ―Al Papa debemos acudir para contrastar los pareceres humanos con el
carisma de la verdad‖, Ecclesia, núm. 1596, 24-6-1972, p. 15. Escrito con motivo de la
festividad del Papa.
688
Ecclesia, núm. 1623, 23-30 de diciembre, 1972, p. 37.
442
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
despiadado. […] que vuestro radicalismo no sea un mero compromiso con
ideologías humanas y mudables, sino que sea el santo radicalismo de una
adhesión total y sincera a Jesucristo, a la Iglesia y a su magisterio‖689.
La preocupación e impaciencia por volver a los cauces históricos en los
que ha vivido la institución, hacen que el obispo conservador, en la visita
―ad Limina‖ al Vaticano (enero de 1973), muestre ciertas esperanzas sobre
el proceso renovador de la Iglesia española, al tiempo que hace un
llamamiento al apaciguamiento del clero:
―[…] Otras metas de este programa renovador exigirán mayores
esfuerzos
y
mayor
tiempo.
Tales,
por
ejemplo,
la
participación
corresponsable de los sacerdotes y fieles en tareas de la Iglesia. Tendemos a
los extremismos. De la pasividad y la inercia, es fácil pasar a la anarquía. […]
La impaciencia renovadora de algunos pastores de almas, que les ha llevado
a actitudes menospreciativas de la piedad popular, ha sido, a mi juicio, un
error pastoral y un abuso de clericalismo‖690.
Sin embargo, cuando se le pregunta por el ambiente que se vive en la
diócesis de Ciudad Real, relativo al clero, Juan Hervás lo describe como un
espacio idílico de buenas relaciones dentro de la pluralidad:
689
Ibídem.
690
―Declaraciones del señor Obispo a la Radio Vaticana‖. BOOPOM, núm. 2, febrero, 1973,
pp. 41-46.
443
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] un ambiente de familia en el que conviven distintas tendencias y
mentalidades, que constituyen una sana y legítima pluralidad, en un clima de
respeto y unión, que en el fondo no es otra cosa que fe y amor de caridad.
Pienso especialmente en la alegría que me da ver unidos a sacerdotes
jóvenes y mayores y poder contar con su colaboración leal, desapasionada y
responsable‖691.
La visión del obispo contrasta con las manifiestas reivindicaciones de
sus sacerdotes que reivindican cambios en la vida religiosa, revisión de los
contenidos en la acción pastoral, nuevos hábitos, formas de vestir, o el
continuar impartiendo los sacramentos desde el matrimonio, entre otros
aspectos, a los que ataca frontalmente el propio Hervás durante la misa
crismal de jueves santo:
―[…] Es hipócrita la actitud de un sacerdocio que quiera asemejarse
tanto a lo profano –en el traje, en el modo de vida-
que llega hasta el
extremo de no distinguirse de él […] seguir a Cristo implica renuncia como los
apóstoles renunciaron a sus ocupaciones, país, familia, sin estas renuncias no
somos siervos fieles, ni ministros coherentes‖ 692.
Estas demandas se ven frenadas por Hervás y Benet, según se
desprende de las conclusiones del consejo presbiteral (13-7-1974). Tan sólo
coinciden presbíteros y obispo sobre los límites del sacerdote en las tareas
691
Ibídem, p. 46.
692
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140.
444
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
laborales civiles –o de reinserción con los pobres- cuando éstas no les alejen
de las responsabilidades propias de su ministerio, en un claro seguidismo a
las precisiones hechas desde la CEE sobre: ―la doble peligrosidad que
entraña‖)693.
Muy al contrario que Albacete, Toledo y, en menor medida, Ciudad
Real, en Sigüenza-Guadalajara la organización que agrupa a sacerdotes
reivindicativos, la OCA, y que supuso el único y público enfrentamiento de
un parte del clero contestatario a las tesis de su obispo Laureano Castán
Lacoma, va perdiendo influencia y respaldo entre los sacerdotes alcarreños y
comienza a diluirse como organización a finales de 1972.
Un informe del gobierno (30-11-1972) valora como positivo la
existencia de numerosos grupúsculos como éste por cuanto: ―[…] significa
una división entre los enemigos del Régimen que se disgregan en muchos
partidos distintos como pasó en la República. Sería mucho más peligrosa la
unidad estrecha de todos ellos en una sola organización ofensiva y antiRégimen‖694. Algunos de sus integrantes, como Julián del Olmo y Antonio
693
ABC, 14-7-1974, p. 29. Es la respuesta al obispo por gran parte del clero de Ciudad Real a
su comunicación ―Posibles pautas para una evangelización en la Diócesis Priorato‖,
documento sobre el apartado IV de la ponencia sobre ―Pastoral de evangelización en el
contexto del mundo actual‖, en las sesiones del Consejo del 25 al 28 de junio de 1974.
Hervás y Benet, J.: ―Coherencia y libertad del Magisterio de la Iglesia‖, BOOPOM, núm. 1,
octubre, 1974, pp. 267-273. Entre los argumentos coincidentes entre Consejo y obispo, sobre
el trabajo del sacerdote en tareas laborales civiles se esgrime el peligro de no cumplir con su
ministerio, o que el trabajo le ―llenasen‖ la capacidad intelectual.
694
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. En párrafos anteriores el escrito recoge
que el control sobre las homilías de estos sacerdotes, desde el obispado, ha evitado mayores
―confusiones‖ y extensión de la organización.
445
―La otra Transición de la Iglesia…
Mazarío, piden traslado y lo consiguen, yéndose a otras diócesis más
progresistas, en su caso Madrid695.
Laureano Castán continúa aplacando las reivindicaciones de la OCA,
como la democratización de la institución, pues, según el obispo, este
asunto no fue aprobado en el Concilio. De la conferencia El pueblo de Dios y
la democratización de la Iglesia (5-4-1973), que el obispo imparte dentro
del ciclo La Iglesia Católica en el magisterio actual de los obispos españoles,
durante el ―IV Curso del Instituto Superior de Complementos de Estudios‖,
dirigido a sacerdotes y religiosos, en Valladolid, el gobierno destaca:
―[…] Niega rotundamente la teoría de democratización de la Iglesia,
que no ha nacido del Vaticano II, sino que ha tomado cuerpo en muchos
ambientes con posterioridad a él, y que algunos entienden en el sentido
estricto de ‗el gobierno del pueblo por el pueblo‘, siendo el pueblo el origen
del ‗poder‘ eclesiástico y otros en un sentido más amplio. La idea de ‗pueblo
de Dios‘ incluye también a la jerarquía, laicos, religiosos y clérigos… El
‗pueblo de Dios‘ es ‗jerarquizado‘ por esencia y no democrático, pues para el
culto
hay
quien
tiene
poderes
especiales.
Esta
cuestión
de
la
‗democratización‘ de la Iglesia puede ser planteado no solamente a nivel de
laicos y jerarquía sino a tres niveles: 1º. Relación de laicos con la jerarquía.
2º A nivel de presbíteros y Obispos. 3º A nivel de Obispos y Papa. No puede
hablarse de ‗democratización‘ de la Iglesia a ninguno de estos tres niveles.
[…] Con el pretexto de ‗democratización de la Iglesia‘ guardémonos de
695
Marín Merino, M., Pociños Martínez, P. y Tieso de Andrés, J. M.: ―Movimientos y
transformaciones en Guadalajara‖ en Movimientos Sociales en la crisis de la dictadura y la
transición: Castilla La Mancha, 1969-1979…, Op. cit., p. 210.
446
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
‗clericalizar‘ a los laicos y ‗laicalizar‘ a los clérigos. No caricaturicemos a los
laicos restringiendo su postura en la Iglesia, no los jerarquicemos dándoles
poderes que ni necesitan ni les convienen. Lo primero es burlesco, lo
segundo puede ser herético‖696.
En Guadalajara, donde todo indica que el control de Castán es
incuestionable, surge, en la parroquia de San Antonio de Padua un foco de
―rebelión‖ y sus sacerdotes tienen que ser vigilados por las fuerzas de orden
público (uno de sus párrocos, José María Leonacha, apodado ―cura
comunista‖, es posteriormente delegado nacional del clero). Allí se celebran
homenajes a intelectuales y poetas censurados por el régimen y se
convocan reuniones con representantes de fuerzas políticas democráticas697.
El obispo aprovecha la carta pastoral, El sacerdote ministro de la
reconciliación, con motivo del ―Día del Seminario‖ (14-3-1974), para
recordar que el sacerdote debe estar ―por encima de grupos y partidos‖:
―[…] Si quiere ser hombre de unidad, habrá de colocarse por encima
de cualquier ideología o facción humana […] no tratará de imponer opiniones
696
AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Dirección General de Seguridad. Ministerio
de Gobernación. Brigada Regional de I. Social de la Jefatura Superior de Valladolid. En ese
ciclo participan Larrea Legarreta, obispo de León, y José María Setién, auxiliar de San
Sebastián, que por el contrario, defienden la separación de poderes entre Iglesia y Estado.
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 564, IG, 40620; también en Diez Obispos hablaron sobre la
Iglesia actual, Boletín Oficial del Arzobispado de Valladolid (BOAV), junio 1973, nº 6, y
Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 359.
697
Ibídem.
447
―La otra Transición de la Iglesia…
propias, aún legítimas, si son de libre discusión entre los hombres.
Extremará su prudencia cuando se trate de opciones políticas o económicas,
para las que no tiene más autoridad que su propia competencia y por el
particular peligro de dividir que existe en estas cuestiones. Lo mismo hará
incluso con problemas sociales, siempre que no se trate simplemente de
recordar los principios de la Iglesia sobre algún punto. Por la misma razón se
abstendrá
de
llevar
al
púlpito
cuestiones
o
doctrinas
teológicas
discutibles…‖698.
Para el obispo, entre las doctrinas teológicas más ―discutibles‖ se
encuentra la Teología de la Liberación, cuestión que destaca casi un mes
más tarde en Evangelización y catequesis (13-4-1974), criticando el
incremento y una mayor militancia del clero más avanzado:
―[…] La Teología de la Liberación reciente, ha tenido un producción
literaria abundante, y frecuentemente, discutible y rechazable por su
horizontalismo o por la admisión de elementos marxistas o marxistizantes.
De esta ‗Teología‘ ha surgido la ‗Educación liberadora‘ […] en la que la acción
educativa es una acción predominantemente política […] una ancha puerta
que abre para que los que tienen mentalidad marxista puedan utilizar ese
sistema pedagógico para vaciar las mentes de los educandos de un auténtico
contenido cristiano y para transformarlas en agentes de la revolución […] se
da de hecho en España […] cuando lo temporal merece una atención mayor
que lo sobrenatural, cuando lo social o colectivo condiciona la orientación
individual […] se obsesiona a los alumnos con las delicadas cuestiones de la
698
Ibídem.
448
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Justicia y se les lanza a actividades en grupo para la reforma de estructuras…
‖699.
La observancia de Laureano Castán es tajante en lo que se refiere a
los dogmas de la Iglesia. Un ejemplo se encuentra en las aportaciones que
realiza en el libro de Juan Manuel Igartúa, Respuesta teológica a DíezAlegría, donde recrimina algunos argumentos del sacerdote y teólogo DíezAlegría, que por cierto es seguidor de la Teología de la Liberación: ―[…] son
inquietantes en muchos puntos‖700. El gobierno no tarda en valorar las
recomendaciones de Castán: ―[…] ha aprobado laudatoriamente el libro del
P. Juan Manuel Igartúa, S.J. titulado ‗Respuesta teológica a Díez Alegría‘‖701.
699
Ibídem.
700
ABC, 19-5-1973, edición de Andalucía. En la trayectoria del padre José María Díez-Alegría
figura su paso por las aulas de la Universidad de Alcalá, como profesor de Ética, y de Doctrina
Social de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma hasta 1972. Vive en
el Pozo del Tío Raimundo (Madrid) con el Padre Llanos, con las implicaciones de tipo social
conocidas que esta barriada tuvo para la Iglesia durante aquellos años.
701
AGA. MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510. Bilbao. Cifra, 18-5-1973. Tras apoyar el
texto constitucional de 1978, y otros escritos, pasa también por el ―punto de mira‖ del
cardenal González. Díez-Alegría, siempre crítico, valora, en 2006, muy negativamente los
últimos años de la política del Vaticano: ―[…] Poco y mal. Realmente las instituciones
vaticanas ya en los finales de Pablo VI, que fue un Papa con muchas cosas buenas, muy
respetables, pero ya al final, asustado de que la gente se abría mucho, dio marcha atrás. El
Papa Juan Pablo II ha sido un personaje contradictorio, con cosas positivas y otras negativas
y con vocación de personaje mediático, que para él era una necesidad psicológica, aunque
para un papa no resulta muy adecuado. En su pontificado, la actitud del Vaticano con la
Teología de la Liberación fue mala, mala, mala, antievangélica y contraria a Jesús de Nazaret,
a quien mataron por ser de Teología de la Liberación, si bien de un modo infinitamente
superior a todas nuestras teologías, las de sus pobres discípulos. Jesús es nuestro Maestro, el
449
―La otra Transición de la Iglesia…
El motivo de esta minuciosa apreciación no es baladí. La figura de
Díez Alegría es un referente para muchos sacerdotes y fieles en todo el país.
En la carta que José María Bravo dirige al párroco de Santa María de los
Llanos en Valdepeñas (Ciudad Real), en abril de 1973, aquel valora el
trabajo de Cáritas con los más necesitados, al tiempo que recoge varias
citas de Yo creo en la esperanza, precisamente de Díez-Alegría:
―[...] Es necesario que todas las organizaciones y movimientos
apostólicos consideren como parte importante en sus programas, una actitud
decidida contra la miseria, la injusticia y contra todas las formas de opresión
y esclavitud. (Orientaciones Pastorales sobre A.S.) […] Lo que es contrario al
cristianismo es la resistencia por parte de las clases ‗privilegiadas‘ al
establecimiento de una sociedad sin discriminaciones, (sin clases) […] En
nuestro país queda mucho camino que recorrer en lo que se refiere al
reconocimiento jurídico y a la realización de los derechos de la persona
humana, tal como son expuestos en la Pacem in Terris y en el Concilio:
Libertad de expresión. Derecho de libre asociación y reunión sindical y
política en un sano y legítimo pluralismo. Participación de todos los
único, no los maestros humanos, ni siquiera los eclesiásticos‖. Sobre uno de los puntos más
conflictivos de su pasado, su respaldo a la Teología de la Liberación: ―¿Qué queda hoy de la
Teología de la Liberación? La idea. Queda un poco en las bases, en muchos teólogos, por
ejemplo Monseñor Casaldáliga, enfermo y retirado ya, pero es Teología de la Liberación
viviente. También hay obispos por Latinoamérica y es en este continente donde durante los
últimos cincuenta años se ha vivido lo mejor y lo peor en Teología de la Liberación. Había
algunos admirables en el Brasil, y luego por supuesto monseñor Romero, al que acabarán
canonizando. Aunque me permito decir benévolamente que la acumulación de canonizaciones
que llevó a cabo Juan Pablo II ha desvalorizado lo que supone una canonización, aunque
Monseñor
Oscar
Romero
ha
sido
www.redescristianas.net, 7-12-2006.
canonizado
por
la
gente,
por
el
pueblo‖.
450
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
ciudadanos en la gestión y el control de la cosa pública… supresión de las
jurisdicciones especiales. Derecho a la integridad física que tutele al hombre
de las torturas corporales o mentales, incluso coacción espiritual. (Asamblea
Conjunta de O. y Sacerdotes)‖702.
En la diócesis vecina de Cuenca se ejerce un control al clero parejo al
de Guadalajara. Las conclusiones de la Asamblea Conjunta siembran
interrogantes e inquietudes entre los sacerdotes más jóvenes que, el obispo
Inocencio Rodríguez Díez, se encarga de disipar con tono paternalista y
retórico,
apelando
al
rezo
como
respuesta
a
lo
que
él
denomina
―desorientación‖ en una carta que les dirige personalmente:
―Hermanos sacerdotes: Quizá con tantas reuniones y asambleas y
tantas conclusiones de tan diferentes ponencias, os hayáis desorientado un
poquito y no veáis claro el camino a seguir; por si así fuera, leed
detenidamente esta Alocución de Su Santidad, el Papa Pablo VI, dirigida a un
grupo de nuevos sacerdotes salesianos el 4 de abril del corriente año, según
traducción de Ecclesia del 1 de mayo. […] Como veis nos señala un programa
de vida. Si la aceptásemos todos y lo cumpliésemos, esa crisis que tanto
daño está haciendo, desaparecería y la honra y gloria de Dios y la salvación
de las almas sería el único ideal de nuestra vida sacerdotal. ¡Fiat! ¡Fiat!‖ 703.
702
ACGHOAC, diócesis de Ciudad Real, Caja 240. Tras la publicación de Yo creo en la
esperanza, Díez-Alegría se enclaustra en la Compañía de Jesús -por disposición especial
del Padre Arrupe- en el colegio de la orden en Alcalá de Henares.
703
Rodríguez, I.: ―Carta íntima a mis hermanos los sacerdotes‖, BOOC, núm. 12, noviembre,
1971, pp. 392-393. El texto de Pablo VI se centra en los problemas de adaptación a los
nuevos tiempos y llama a la espiritualidad con Dios. Las cartas se continúan en diciembre, y
451
―La otra Transición de la Iglesia…
Rodríguez manifiesta al abandonar la mitra conquense, dos años más
tarde, en 1973: ―[…] Yo puedo decir que en los treinta años que he sido
obispo de Cuenca, ningún sacerdote se ha rebelado contra mí‖704. Su
sucesor, José Guerra Campos, continúa esa línea conservadora, y su
primera decisión administrativa que toma Guerra es la de confirmar en sus
cargos y ministerios a los sacerdotes nombrados por su antecesor705.
en ellas les invita al rezo del rosario: ―[…] Uno de los aspectos positivos de la Asamblea es el
referente a la oración, con alusiones a todas las conclusiones, para luego, ‗Obrar en
consecuencia, viviendo intensamente de esta gracia, librará a los sacerdotes de tanto
compromiso mundano que desfigura su misión y le aparta de su fin verdadero‘. […] El
Rosario, diariamente rezado y meditado, ayudará a los sacerdotes
a cumplir con su
ministerio pastoral‖. Ibídem, núm. 13, diciembre, 1971, pp. 429-430.
704
Rodríguez, I.: ―Homilía del Jueves-Santo‖, BOOC, núm. 5, mayo de 1973, pp. 216-224.
Entre algunos sacerdotes, que optan por no dar su nombre, hablan del discurso de aquel
prelado de una cierta laxitud, y por tanto de innecesaria confrontación pero innegablemente
controlador.
705
La confirmación se publica en decreto: ―[…] Deseando proveer al mayor bien de nuestra
diócesis, hemos pensado confirmar, y por el presente (Decreto) confirmamos, en sus cargos
y ministerios, a todos los sacerdotes que los vienen desempeñando, con facultades y
atribuciones del tenor y forma en que le hubieren sido concedidas. Dado en Cuenca a 18 de
junio de 1973. José, Obispo de Cuenca‖. BOOC, núm. 9, julio, 1973, primera página. Estas
designaciones duran hasta que la voluntad de los protagonistas, o su edad, les impiden
continuar, lo que para algunos de sus colaboradores es síntoma de concordancia, y para otros
significa una falta de preocupación por la marcha y el funcionamiento de la diócesis. Dimas
Pérez Ramírez sostiene: ―Nunca se mostró proclive a reuniones de sacerdotes, ni a planes
generales de pastoral, así como tampoco fue amante de muchos cambios en los puestos de
trabajo del personal eclesiástico, haciendo solamente los precisos‖. Pérez Ramírez, D.: Op.
cit., p. 63. Pero lo cierto es que en su inicio, ya en diciembre de 1973, tan sólo seis meses
después de su toma de posesión, se ha entrevistado con 180 sacerdotes, con 53 participantes
en los Ejercicios Espirituales del mes de septiembre, consiliarios de AC, profesores de religión
de los institutos de la provincia, y más de mil visitas privadas. También ser reflejan dos
452
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Al poco de su llegada, y a raíz de los altercados protagonizados por
los sacerdotes presos en la cárcel de Zamora, Diario de Cuenca se apresura
a publicar un manifiesto de la HSE de claros contenidos del discurso de
Guerra: la adhesión del clero a la Santa Sede; desaprobación a las
interferencias entre Gobierno y Santa Sede; peligro de confusión entre
"Iglesia nacional" frente a "Iglesia universal" y adhesión a la jerarquía
eclesiástica en la fe y su tradicional espíritu706.
Además, el obispo no media, en la denuncia interpuesta, por el
gobierno civil, contra el cura de Beteta (Cuenca), Faustino Alarcón por aludir
a la represión del bando vencedor tras la guerra civil, en la homilía de año
nuevo de 1974, y omitir condena al asesinato de Carrero, refiriéndose al
hecho ―como prueba de inestabilidad‖:
―[…] El párroco de Beteta, D. Faustino Alarcón Hortelano, durante una
Misa oficiada el día 1 de enero, al referirse a la Jornada Mundial de la Paz,
dijo entre otras cosas: ‗Que en España no existe verdadera paz desde que los
hombres se dividieron en dos bandos, quedando por un lado el poder de los
vencedores y por otro, la sumisión de los vencidos… se habla de orden
público y no es auténtico el conseguido por la fuerza, con detenciones,
palizas, castigos,… condenas por sólo haberse reunido‘… ‗Tengamos en
cuenta los recientes hechos de diciembre, huelgas, disturbios y detenciones y
asambleas plenarias del Episcopado, tres reuniones en Toledo, cinco reuniones del Seminario
de Programas Religiosos de Radio y Televisión, dos del Consejo Asesor de RTVE, una del
patronato Menéndez Pelayo del CSIC y una sesión plenaria de las Cortes Españolas. BOOC,
núm. 14, diciembre de 1973, pp. 573-574.
706
Diario de Cuenca, 16-11-1973.
453
―La otra Transición de la Iglesia…
la muerte del Presidente del Gobierno‘. Es de señalar que al referirse al
asesinato del Sr. Carrero, sólo lo citó como prueba de inestabilidad, pero
omitió toda palabra de condena o repulsa‖ 707.
En lo que sí se implica Guerra es en hacer de la Diócesis un referente
del clero ultramontano en lo evangelizador, al convertirla en sede de la
segunda asamblea de la HSE (del 25 al 27 de septiembre de 1974), a pesar
de la opinión contraria, y mayoritaria, del clero provincial708. Acuden casi dos
mil sacerdotes de toda España que en sus sesiones denuncian la infiltración
marxista en la Iglesia709. Guerra es alzado como líder indiscutible: ―Gracias
707
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10910.
708
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60100. El informe, de la DGS (24-9-1974)
recoge: ―[…] es nota peculiar la gran ausencia del clero diocesano mientras que el cabildo
catedralicio si ha estado presente… puede tener su antecedente (la ausencia del clero) en una
carta que algunos sacerdotes dirigieron al Sr. Obispo cuando se anunció el propósito de la
Hermandad de celebrar esta reunión aquí manifestándole su creencia de que era
inconveniente para diócesis que tal reunión se celebrara en Cuenca‖. El informe señala como
líder del grupo opositor al rector del seminario mayor, quien en su intervención declara la
oposición del clero conquense a la nueva exigencia del obispo para que, ―todos los sacerdotes
ordenados desde 1965 a sufrir el examen en el plazo de ocho meses sobre las materias del
catecismo tridentino de San Pío V para poder conservar sus licencias‖). En una de las
sesiones del segundo día el rector interviene ante la aseveración falsa de que los seminarios
de los obispos Tarancón y Jubany no aceptan seminaristas ligados a la Hermandad. En esos
momentos se llegan a proferir voces por lo que se incrementa el número de la ―brigadilla‖ de
la policía nacional, al tiempo que se graban las intervenciones. Ibídem.
709
Ibídem. Se calcula de 1.600 a 2.000 sacerdotes -según la organización se llega a los
2.300-, con una edad media entre 45-50 años, a los que suman ―2.000 o 3.000 conquenses‖.
Como afirma Blázquez, los miembros de la HSE: ―[…] encontraron el cobijo del obispo de
Cuenca, monseñor Guerra Campos, para celebrar en la ciudad castellana sus Jornadas
454
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
porque en medio de esta incomprensión y de las variaciones de la vida,
vuestra entrega a la Iglesia será mayor desde ahora‖710.
Nacionales‖. Blázquez, F.: La traición de los clérigos…, Op. cit., pp. 225-226. El autor recoge
que entre los invitados están representantes de las órdenes religiosas, periodistas del país y
de la TV alemana y francesa. No se había invitado a obispo alguno, tan sólo el presidente de
la Junta, monseñor Amadeo Ferreira, obispo ya jubilado. Tampoco, oficialmente, se había
invitado a Blas Piñar, quien al final asiste: ―[…] Estarán presentes los ‗Guerrilleros de CristoRey y elementos de ‗Fuerza Nueva‘ contando con la participación segura de Mariano Sánchez
Covisa y Ángel Sierra. Se esperan para hoy la llegada de trenes especiales procedentes de
Madrid y un sin número de autobuses‖. Ibídem. El líder de FN, Blas Piñar, hablará después de
la infiltración marxista: ―[…] Ya no es ningún secreto, ni siquiera para los católicos menos
ilustrados, que la infiltración marxista se está haciendo cada día más profunda, extensa y
patente león la Iglesia española, aún dentro de las filas del clero. Hay sacerdotes, aunque
todavía no en gran número, que se han marxistizado, hasta el punto de colocarse fuera de la
Iglesia. […] Seminarios, casas religiosas, templos y curias episcopales, se convierten en
lugares de encierro de grupos heterogéneos de católicos liberales y marxistas… casi siempre
por razones políticas subversivas, y (se) ve, con escándalo justificado, cómo las autoridades
de la Iglesia reaccionan con exagerada benevolencia, cuando no las apoyan directamente‖.
Piñar, B.: Op. cit., p. 155.
710
Blanco y Negro, 5-10-1974, p. 57. La publicación recoge cómo se llama entre los
conferenciantes a los teólogos progresistas ―paracaidistas del diablo‖. El obispo es agasajado
por su reciente publicación La Iglesia y Francisco Franco, tal y como lo hicieran el consejo
provincial de empresarios por su ―gallardía de hacer patente la figura del Jefe del Estado‖, y
el Consejo Provincial del Movimiento. Sobre la II Asamblea de la HSE se elaboran varios
informes gubernativos en AMAE, R. 19735/3. Incluye recortes de prensa (Pueblo, El Alcázar)
y notas internas. De Guerra Campos recogen su polémica situación actuando al margen de la
CEE, con críticas recogidas en El Correo de Andalucía y en Vida Nueva y las respuestas del
obispo. Cuando la HSE se ve atacada por distintos medios manda una carta al cardenal
Tarancón: ―[…] Con dolor tenemos que comunicar a V.E. el silencio, la indiferencia, el
desprecio y hasta las injurias con que ha comentado el acontecimiento un sector de la prensa
de la Iglesia, tanto del clero secular como del regular. Para qué hablar de la prensa seglar
enemiga de la Iglesia. Esta ha sido la única amargura que conservamos de la que hasta ahora
ha sido, creemos, la mayor concentración del clero de España‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 65.
455
―La otra Transición de la Iglesia…
En su discurso reitera la subordinación del clero a la jerarquía y cita,
según el momento y su conveniencia, las orientaciones papales sobre
posibles ―extralimitaciones‖ en el ministerio pastoral de aquellos que lo
sustituyen por su participación en la vida social, sindical y política:
―[…] Al referirse a la Acción, el Papa tiene en cuenta la necesidad de
la promoción de la justicia y de la caridad. Pero en relación con este aspecto
del ministerio pastoral hace dos observaciones de gran actualidad: 1) ‗que
nuestro trabajo caritativo y social no sea a costa de nuestra actividad
propiamente religiosa...‘ 2) Con este primado de lo espiritual sabremos
‗contenernos en los límites de nuestra competencia religiosa, por respeto al
Muelas Alcocer recoge de Pueblo una referencia (sin firma de autor): ―[…] ¿Qué fuerza tienen
en esos momentos? No puedo responder. Sólo quiero dejar constancia por lo que creo de
justicia, de que hoy no existe Obispo, ni sacerdote ni seglar que reúna a dos mil sacerdotes
como ha ocurrido en Cuenca‖. Pueblo, 28-11-1974, p. 7, en Muelas Alcocer, D.: Op. cit., p.
589. Según Díaz-Rincón: ―Guerra Campos se había definido por la Hermandad Sacerdotal,
estuvo en retiros con ellos. En Toledo hicieron un acto en la catedral y lo concelebró él‖. José
María Díaz-Rincón, entrevista ya citada. En la evolución de la HSE el profesor Montero
apunta: ―[…] Ya en enero de 1975, una representación de la Hermandad trató de trasladar
sus peticiones a la CEE a través del Primado, Marcelo González. La Hermandad buscaba
legalizar y legitimar su situación. Muerto ya Franco, en los primeros pasos del proceso de
Transición, la Hermandad Sacerdotal reafirmó sus críticas y sus posiciones en una tercera
Asamblea o Junta General, en Santiago, en septiembre de 1976‖. Montero, F.: La Iglesia: de
la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 323. Representantes de la HSE se
reúnen con Marcelo González en Madrid, según un informe del GE (26-2-1975): ―[…] sea que
estén o no reconocidas oficialmente… se pretende ‗dar a conocer cuál es la actitud de la
Permanente respecto a la Hermandad y ver cómo se podría conseguir una mejor regulación
de las relaciones existentes entre la misma y la jerarquía‘‖. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571,
IG, carp. 60100.
456
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
orden temporal constituido, al cual debemos apoyo y colaboración, pero no
debemos pretender sustituirlo‘‖711.
Muy pocos meses después de estas manifestaciones Guerra Campos
es, sorprendentemente, nombrado miembro de la Comisión de Seminarios y
Universidades de la CEE712. La negociación por el reparto de representación,
y el intento por aglutinar fuerzas desde la cúpula episcopal, pueden estar
detrás de este nombramiento.
711
Guerra Campos, J.: BOOC, núm. 5, abril, 1974, pp. 239-240.
712
Diario de Cuenca, 2-12-1974.
457
―La otra Transición de la Iglesia…
IV.4. La jerarquía apoya los MCC y el Opus mientras HOAC y JOC
pasan a la praxis política
El apoyo a los grupos de seglares de tinte conservador -y hasta
integrista- tiene antecedentes muy tempranos en los mandatos de los
obispos de CLM. Juan Hervás y Benet, en Ciudad Real, y Laureano Castán,
en Sigüenza-Guadalajara, realizan un fecundo trabajo en sus diócesis en
favor del MCC, un Movimiento que, a partir de los años sesenta sufre una
notable disminución de adeptos713.
Castán y Hervás se conocen en 1953 durante unos ejercicios
espirituales con seminaristas en Palma de Mallorca, momento en el que
también está presente Juan Capó, otro creador de los Cursillos. Su
coincidencia en la provincia eclesiástica de Toledo aúna esfuerzos para la
713
Fiel defensor de los MCC desde 1949, Juan Hervás llega a manifestar desde el obispado de
Mallorca, en 1951: "[…] la crítica contra los Cursillos puede alcanzar la malicia de un pecado
mortal". Tarancón se refiere a los mismos: ―[…] Celebraban unos cursillos especiales en plan
de internado que duraban tres días –una especie de ejercicios espirituales de iniciación- con
temas básicos (gracia, sacramentos, vida cristiana, etc.) y con procedimientos nuevos
(charlas a las que llamaban rollos que duraban, a veces, dos o tres horas; oraciones en
común, prolongadas y bien dirigidas; diálogos abiertos sobre temas fundamentales, etc.), que
empezaban
a
conseguir
frutos
espectaculares:
conversiones
extraordinarias,
intensa
renovación de vida en muchos cristianos, etc. Algunos sacerdotes habían salido de la
experiencia desconcertados: les parecía el procedimiento como un lavado de cerebro católico
[…]. Otros sacerdotes –y casi todos los seglares- se manifestaban verdaderamente
encantados de todos los detalles. Creían y repetían casi obsesivamente que los cursillos iban
a transformar la Iglesia y dar verdadera consistencia al cristianismo de los españoles que era
más fruto de la tradición y del entorno social que de convicciones íntimas y arraigadas‖.
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., pp. 122-124.
458
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
propagación del Movimiento bajo un contundente control de la militancia714.
Un ejemplo de ello son las Orientaciones sobre los cursillos de Cristiandad
en nuestra diócesis, que publica Castán, reiterando el acatamiento a las
normas que emanen de la jerarquía, con los conductos y control sobre los
puestos de responsabilidad en el secretariado, o en la escuela de dirigentes:
―[…] o bien por decisión del Sr. Obispo o a juicio de los sacerdotes
delegados en contacto con los dirigentes seglares, pero, en este caso, con el
conocimiento y anuencia previa del Prelado‖715.
En plena crisis de captación, principalmente por el incremento en los
Movimientos
especializados,
el
obispo
de
Sigüenza-Guadalajara
es
consciente de valorar públicamente la acción de los activos y militantes del
MCC, remachando que aquí no cabe la política ―concreta‖, en clara alusión a
aquellos:
―[…] No pierdan el coraje ni la garra que los cursillos tuvieron al
principio… No conciban el apostolado como una gran técnica de planificación,
714
La extensión a nivel nacional de los Cursillos cuenta con José María Díaz-Rincón:
―Comencé a impartirlos en 1954. Los idearon Manuel Llanos, Manuel Aparici, Antonio Ribera,
como cursillos para la preparación para la peregrinación al Camino de Santiago en 1937, pero
llegó la guerra civil. Ésta peregrinación se hizo en agosto de 1946 y ya en enero del 47 se
dieron los primeros cursillos que luego fueron muy conocidos por los de Palma de Mallorca. A
partir de 1954 los expandimos por la península, y participé como ponente en 157. A
monseñor Hervás (el principal referente de los Cursillos y posterior obispo en Ciudad Real) le
conocí en el año 1957‖. J. M. Díaz-Rincón, presidente diocesano del MRA de AC, entrevista ya
mencionada.
715
Castán Lacoma, L.: ―Orientaciones prácticas sobre los Cursillos de Cristiandad en nuestra
diócesis‖, BOOSG, núm. 2181, octubre, 1969, p. 477.
459
―La otra Transición de la Iglesia…
sin más bien como un ímpetu incontenible que se la lanza a una lucha
espiritual, cuerpo a cuerpo, para ganar almas para Dios… […]; pero tengan
siempre muy presente que el movimiento de cursillos, como tal, no tiene ni
puede tener opciones políticas concretas…‖ 716.
Castán no deja pasar la oportunidad de criticar a quienes no se
atienen a los dictados de la jerarquía –en clara alusión a los movimientos
obreros de AC-, por lo que apela constantemente a la disciplina de los
consiliarios:
―[…] Nos es conocida la postura pasiva de muchos ante esta
organización tan querida de la Iglesia, la Acción Católica, la actitud adversa
de algunos y no nos pasa, consoladoramente, desapercibida la posición de
aquellos que trabajan con ilusión, fieles a las enseñanzas de la Jerarquía que
son las nuestras‖717.
716
Castán Lacoma, L.: ―Circular con motivo del ‗Día de la Acción Católica‘‖, BOOSG, núm.
2200, abril, 1971, p. 296. Laureano Castán es conocedor del tema desde que, en 1967,
preside la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. Cárcel Ortí habla de la
responsabilidad de la dinámica del propio Movimiento en ―distanciar‖ a sus militantes de una
acción aglutinadora alrededor de AC: ―[…] Es cierto que la Acción Católica de Ambientes
(referido a HOAC y JOC) distanció a los militantes de las parroquias. Pero a ello contribuyó en
gran proporción el movimiento de Cursillos de Cristiandad, muy benemérito en otros
aspectos, pero que desarticuló los Centros Parroquiales para constituir grupos mesiánicos,
con espíritu de ‗ghetto‘, que muy difícilmente desembocaron en las filas de la Acción
Católica‖. Cárcel Ortí, V.: La Iglesia y la transición española…, Op. cit., p. 266.
717
Ibídem.
460
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Por su parte, el obispo Hervás y Benet organiza, a finales de
septiembre de 1971, la IV Convivencia Nacional de dirigentes en Ciudad
Real, con el fin de relanzar el Movimiento. A la cita acuden más de
trescientos asistentes de diversos países, así como los obispos auxiliares de
Barcelona (Josep Capmany Casamitjana), de Oviedo (Gabino Díaz Merchán),
de Santander y administrador apostólico de Bilbao (José María Cirarda
Lachiondo), Abilio del Campo y de la Bárcena de Logroño, José Delicado
Baeza de Tuy y Antonio Montero Moreno, de Sevilla.
Juan Hervás resalta en su intervención que el Movimiento se ha
adaptado al Concilio con la fidelidad al momento histórico que está viviendo
la Iglesia, y al carisma propio de los cursillos 718, mientras monseñor
Capmany se refiere al parcialismo, antes que al radicalismo, como el
principal problema de la Iglesia, para lo que apela a la visión amplia y
armónica de la teología, con opiniones discutibles719. Delicado Baeza, en la
jornada dedicada al ―Pluralismo y unidad eclesial‖, sostiene que la unidad en
la institución dependerá de su capacidad a mantener la pluralidad:
―[…] La unidad en la Iglesia ya no será posible sin una manifiesta
pluralidad… […] La conservación de esa unidad, hasta donde alcanza
realmente, dependerá ante todo de las energías del catolicismo y no de la
718
Lanza, 28-9-1971, p. 13.
719
Lanza, 29-9-1971, p. 4.
461
―La otra Transición de la Iglesia…
intolerancia religiosa ni de la coacción externa que pueda prestarle el poder
civil‖720.
A su clausura acude el nuncio monseñor Dadaglio (el 26-9-1971),
pero lo tratado pasa desapercibido para los medios nacionales (acaba de
finalizar la Asamblea Conjunta de obispos y sacerdotes –el 18 de
septiembre- y colean los enfrentamientos por los acuerdos de la misma)721.
El Manual para dirigentes
escrito por Juan Hervás y
Benet (Foto cedida por F.
Medina).
720
Lanza, 29-9-1971, p. 4. Por su parte, Antonio Montero llama a los movimientos
apostólicos a continuar ―moviéndose en el siglo del laicado‖ e invita a que surjan nuevos
grupos sin ―clichés‖ por los que se les condene. Ibídem.
721
Desde Lanza se critica que no haya tenido resonancia ni mención previa del resto de la
Iglesia: ―[…] haya sufrido una confabulación de silencio, al menos por ciertos órganos
confesionales o cuasi confesionales‖. Lanza, 28-9-1971, p. 13. A nivel político se está
pendiente de las elecciones, para el 29, de los procuradores por el tercio familiar a las Cortes
franquistas. Ibídem.
462
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Aparte de los MCC la línea de participación seglar propiciada por parte
de los obispos conservadores es AC general. En Albacete las denominadas
―Semana Impacto‖, a las que acuden hombres y mujeres de AC, son muy
regulares (entre enero de 1960 y febrero de 1971 se dan en la provincia
sesenta y cinco ―Semanas‖ con más de dos mil participantes, según sus
actas)722. La participación de cerca de tres mil mujeres en estas ―Semanas
de impacto‖, supone para sus impulsores: ―[…] una revitalización espiritual y
apostólica de la mujer, cuyo fruto se ha notado en la actividad de las
parroquias‖723.
A pesar de estos datos Ireneo García expresa su preocupación ante la
creciente merma en la participación de los seglares en AC general, como
elemento equilibrador de las bases críticas, y hace una llamada a la misma
recordando las limitaciones y el prevalente papel que deben jugar los
obispos ante determinadas contradicciones724.
722
Carrilero Martínez, R.: Op. cit., p. 156. Destacan, por número de ―semanistas‖ –aparte de
Albacete capital (994), las localidades de Hellín (101), La Roda (75) y Almansa (63). El total
de cursillos breves es de treinta y tres, entre junio de 1962 y 1969, y el número de mujeres
participantes, mil noventa y cuatro.
723
724
Ibídem, p. 157.
Martín García mantiene que el obispo: ―[…] se limitó como no pocos compañeros de
jerarquía, a moverse sin complicaciones en el terreno de la denuncia profética –admitida por
el Concilio y la Conjunta- contra las injusticias sociales, sin inmiscuirse en espinosos asuntos
políticos‖. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 97. Si bien las bases
no terminan de ver en su pastoral una implicación en la denuncia de la injusticia, o defensa
de lo social, los conservadores destacan su falta de carácter y debilidad ante el sinnúmero de
actos de protesta y encierros que se producen durante su mandato (a excepción del
enfrentamiento con la comisión de fiestas de la barriada de San Juan, a la que prohíbe la
463
―La otra Transición de la Iglesia…
En ese mismo sentido Castán Lacoma, conocedor y responsable, en
gran medida, de la crisis que la organización sufre desde mediados de los
sesenta,
afirma, en el ―Día Nacional de AC‖ (20-5-1972) que los males
internos de la institución son principalmente sus divisiones internas:
―[…] Es cierto que una serie compleja de circunstancias vienen
creando una no pequeña dificultad a todo cuanto en la Iglesia supone
organización, llegando a la pseudoteología de oposición entre la Iglesia
institución y la Iglesia carismática, con lo cual ha quedado afectada muy
directamente la Acción Católica‖725.
En Cuenca la crisis no se vive como en el resto de las diócesis pues
AC general prevalece sobre cualquier Movimiento. Afianzada y reforzada por
la acción decidida del obispo Inocencio Rodríguez -con quien crecen las
ramas de mujeres y jóvenes (JAC, que incluye a los aspirantes)726-, la labor
es fruto de su consiliario Gratiniano Checa Colmena quien, nada más tomar
las riendas, a mediados de los sesenta, crea una comisión diocesana,
promoviendo iniciativas con otros grupos parroquiales de la ciudad, como es
el caso del colegio de las Madres Josefinas, además de numerosos pueblos
procesión con la imagen del Santo Patrón de Albacete, el 21-6-1973). AGA. MIT. CUL. GE, C.
560, IG, carp. 40000. En 1972 es nombrado ―Albacetense del año‖, junto al gobernador civil,
alcalde y presidente de la Diputación.
725
Ecclesia, núm. 1592, 20-5-1972, p. 17.
726
Años después la Rama de Mujeres de AC se une a la de Hombres de AC, formando el
Movimiento de Adultos de AC.
464
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
(el éxito es tan rotundo que el propio arzobispo, Marcelo González, le pide
orientaciones para la formación de la JAC en la diócesis toledana)727.
Checa no oculta sus inclinaciones hacia el régimen y fidelidad a la
jerarquía conservadora, una acción decidida por el mantenimiento de los
dogmas de la Iglesia, sin opción a visiones críticas en AC, todo bajo una
dirección férrea. En el equipo diocesano de consiliarios de AC de aquellos
años figuran, además de Checa, Vicente Langreo, Francisco Peñaranda,
Dimas Pérez Ramírez y Fidel Martínez. También aparecen Angustias Torner
de la Fuente, como presidenta de la junta diocesana, y Julián Castellanos
como vicepresidente.
Al
margen
de
AC
general,
tan
sólo
aparece
tímidamente
el
movimiento juvenil ―Pax Christi‖ que, sin plantear una disgregación de las
bases con el obispo Rodríguez, busca su espacio de expresión. Entre sus
fines figura organizar las ―Rutas de la Paz‖728. Al obispo tan sólo le preocupa
la posible relación de estos jóvenes con los adultos de ―Pax Christi‖ y
Cristianos por la Paz, como ―movimientos infiltrados del marxismo‖, aunque
727
Vid. BOOC, núm. 5, abril, y núm. 7, junio, 1974, pp. 313-320 y pp. 239-241. Se percibe
una AC en barrios modestos, como opción y propuestas de ocio y tiempo libre para los
jóvenes, además de la catequesis y misas. Las tardes de los sábados se dedican a charlas
donde conocer el Evangelio. En 1973, siendo todavía obispo Inocencio Rodríguez, AC
consigue unos locales para albergar capilla, salas para reuniones y una biblioteca para la
formación espiritual, que rápidamente son insuficientes por el incremento de militantes.
728
El 30 y 31 de enero de 1971 realizan la ruta de Paz a Valencia, a la que asisten
representantes de las ―Rutas‖ de varios pueblos como Cardenete, Torrejoncillo del Rey,
Fuentes, Cañamares, Carrascosa, y pedanías de la zona. BOOC, núm. 1-2, enero-febrero
1971, p. 40.
465
―La otra Transición de la Iglesia…
no se tiene constancia de su presencia en la región729. El sucesor de
Rodríguez, Guerra Campos, multiplica el apoyo a una AC fiel a los dogmas y
el magisterio eclesial, y fomenta, además, otras asociaciones de signo
conservador como la Asociación de Hijos de María, Adoración Nocturna,
Cruzada Eucarística y Asociación Católica Provincial de Maestros730. Como
puede observarse, el intento por aplacar la crisis y la fuga de militantes
hacia Movimientos y asociaciones católicas de índole conciliar y progresista
induce a los obispos inmovilistas a apoyar en sus diócesis a grupos de
seglares menos vindicativos tras el Concilio731.
729
El Servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno (SECED) persigue la
supuesta infiltración de comunistas desde la URSS en la Iglesia a través del movimiento
Iustitia et Pax, creado por Pablo VI en 1967, afirmando que desde 1945 existe esa posibilidad
(la novela de Reverte, J.: Venga a nosotros tu reino, Plaza & Janés, Barcelona, 2008, acerca
al periodo y orígenes de este movimiento).
730
Guerra tiene presente la crisis con los Movimientos. En Cuenca imparte conferencias como
La Acción Católica en el diseño constitucional de la Iglesia, durante las ―Jornadas Diocesanas
de Acción Católica‖. BOOC, núm. 12, octubre-noviembre, 1974, p. 520. En 1980 facilita el
traslado a otro local y, desde 1987, Gratiniano Checa recibe la ayuda de un viceconsiliario,
cargo que han ejercido antiguos militantes de AC como Antonio Martínez Racionero,
posteriormente vicario general de la diócesis de Santa Rosa (República Argentina). Su
continuador es Juan Manuel Cabezas Cañavate, autor de los dos libros sobre las homilías de
José Guerra Campos, ya reseñados.
731
Siguiendo a J. J. Etxebarría las características de estos grupos son que surgen
espontáneamente irrumpiendo como novedad que suscita dinámicas nuevas y obliga a revisar
esquemas mentales, además de desbordar proyectos pastorales: ―[…] Aspecto carismático
tanto por su origen como por las formas de participación y el reconocimiento de la autoridad
de sus dirigentes; […]; Composición mixta de clérigos y laicos basada más en una
eclesiología de comunión que en una teología del laicado, lo que justifica que prefieran
llamarse más movimientos eclesiales que movimientos laicales; […]; Vocación apostólica que
466
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
se realiza ante todo con flexibilidad, pero destinada a ofrecer un espacio de conversión y
crecimiento en la fe especialmente a personas alejadas, más que a organizar o santificar
ambiente ya eclesiásticos‖. Etxebarría S.J., J. J.: ―Movimientos y asociaciones apostólicas
desde una teología de los carismas y de la comunión‖, XVIII Encuentro de delegados
diocesanos de Pastoral Universitaria. ―La estructura eclesial de la fe y Movimientos y
Asociaciones Apostólicas en la Pastoral Universitaria‖. CEE, 24-26, octubre, 2003, en
Cristiano, Universidad y Cultura, Año IV, núm. 8, julio, 2004, pp. 69-87. En su clasificación
teórica encontramos: ―[…] Los movimientos laicales se constituyen únicamente de laicos que
se reúnen para vivir su vocación laical en profundidad y cooperan así a la misión de la Iglesia.
En este ámbito estaría la Acción Católica. Los movimientos espirituales promueven la vida
interior de sus miembros y está compuesta de diversas categorías de personas: laicos,
sacerdotes, religiosos. Podemos hablar del Apostolado de la oración, los Equipos de ‗Notre
Dame‘, las terceras órdenes. Los movimientos eclesiales, por último, que desde un único
carisma general y colectivo se agrupan todas las categorías y órdenes de los fieles –laicos,
casados, consagrados, sacerdotes, obispos- para vivir más plenamente la vida en la Iglesia
según los diversos aspectos de su vocación y ministerio. Por ejemplo los Focolares, Comunión
y Liberación, L‘Emmanuel…‖. Ibídem. El autor también tiene en cuenta los condicionantes a
cada periodo: ―[…] Podemos hablar de una nueva época asociativa de los fieles laicos… Este
asociacionismo ha estado marcado por varios condicionamientos históricos: la eclesiología
conciliar, la necesidad de una nueva evangelización del mundo contemporáneo, la superación
de tendencias individualistas, la desaparición del apoyo estatal a la Iglesia, la promoción del
laicado, la pluriformidad de carismas, pedagogías, estructuras y campos de acción… De este
modo podemos hablar de ‗asociacionismo, grupos, comunidad y movimientos‘ (ChL 29) […] El
nombre de movimientos es atribuido a aquellas realidades agregativas en las cuales el
elemento unificador no es tanto una estructura institucional cuanto la adhesión ‗vital‘ a
algunas ideas fuerza a un espíritu común. Son denominados grupos las agregaciones de
diverso tipo que se caracterizan por una cierta espontaneidad de adhesión, de amplia libertad
de
autoconfiguración
y
de
dimensiones
algo
reducidas,
que
permiten
una
mayor
homogeneidad entre los adherentes. […] Existen dos diferencias evidentes entre las nuevas
comunidades y los movimientos eclesiales. Por una parte, los movimientos tienen un origen
anterior (La obra de María nace en 1943, Comunión y Liberación en 1954, El Camino
neocatecumenal en 1964); sin embargo, las nuevas comunidades surgen en los años 70. Por
otro lado, la gran mayoría de las nuevas comunidades nace en el movimiento de la
renovación carismática‖. Ibídem.
467
―La otra Transición de la Iglesia…
Muchos de estos grupos, o colectivos eclesiales, no hacen público su
posicionamientos ante el devenir de cambios dentro de la Iglesia, ni
tampoco del ámbito político, y son fieles a las directrices de sus superiores
en sus diócesis. A principios de la década de los setenta configuran los
principales Movimientos Laicales en la provincia eclesiástica de Toledo:
a) Movimiento Familiar Cristiano (MFC):
De especial significación y presencia en la provincia, surgen de los
Cursillos de Cristiandad y pertenece a las denominadas comunidades
eclesiales espontáneas732. El MFC llega de la mano de Gabino Díaz Merchán
y entre sus objetivos figuran: ―[…] los principios cristianos, luchando por
superar las limitaciones y miserias de la naturaleza humana‖. Según
Francisco Medina, responsable de los MCC en Toledo:
―La participación más destacada de la militancia apostólica seglar de
la AC en Toledo se dio en los Cursillos de Cristiandad, de la que surgiría el
Movimiento Familiar Cristiano, y en la que participaron Gabino Díaz Merchán
(promotor del Colegio de Infantes en la capital toledana, y al paso de los
años presidente de la CEE), Rafael Torija (luego obispo de Ciudad Real),
Jaime Colomina (Canónigo de la Catedral de Toledo), Ireneo García (luego
obispo de Albacete), Antonio Dorado… Muchos de aquellos grupos no
evolucionaron durante la Transición, sino todo lo contrario. Yo mantengo que
en la decadencia de AC la culpa la tuvieran unos y otros. Lo cierto es que
732
El movimiento se aprueba por la jerarquía en 1968.
468
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
siempre he dicho que no todo lo que hay en AC fuera rancio, pero sí que
había rancio dentro de AC‖733.
Sus militantes organizan charlas y cursillos prematrimoniales, retiros
espirituales, así como conferencias sobre las relaciones familiares y
catequesis734. A pesar de seguir tajantemente los preceptos de la Iglesia
soportan algunas denuncias provenientes de otros grupos intransigentes con
ciertos temas -como la sexualidad y las relaciones de pareja- ante el
arzobispo Marcelo González735. Bajo aquellas actitudes subyace la lucha,
733
De la entrevista mantenida con Francisco Medina en Toledo (19-12-2009).
734
Francisco Medina relata el activismo de aquellos grupos: ―Nos reuníamos en los domicilios
cinco o seis matrimonios para hablar sobre el Evangelio, la vida conyugal, la sexualidad, la
educación de los hijos, y hasta participamos en conferencias como la organizada desde CCP
en 1971 en la que participan destacados miembros de la asociación y a la que me invitaron a
mí, un simple carnicero… Yo lo único que podía aportar era mi experiencia y lo que aprendía
de los demás, y de las encuestas que pasábamos muy a menudo. […] Realizábamos retiros
en los denominados Cursillos de Cristiandad y el libro que teníamos como primordial en los
mismos fue ‗El Camino‘ de Escrivá de Balaguer. Aunque no significó nunca que fuésemos
adeptos al Opus Dei‖. Medina se refiere a las conferencias en las que participan médicos y
psicólogos que aportan la parte ―científica‖ sobre distintas problemáticas en la familia (del 15
de octubre al 10 de diciembre de 1971). También en La Voz de Talavera, 23-4-1975.
735
Según Medina: ―Algunos tacharon de escándalo algunas charlas que se iban impartiendo
desde el MFC. Don Marcelo llamó a Alfonso Cabello, Luis Viñuelas y Ramón Labrador,
presidente de MCF en Toledo, porque algunos padres, pertenecientes al Opus Dei, veían en
las charlas prematrimoniales para sus hijos/as aspectos que les hacían escandalizarse. El
propio Viñuelas, ginecólogo, le dijo al arzobispo que no tenía inconveniente en que asistiera a
las mismas, por lo que González dio por cerrado el asunto. Lo que más nos preocupaba era
que no se hablase de política‖. De la entrevista con Francisco Medina ya referida.
469
―La otra Transición de la Iglesia…
entre asociaciones y movimientos de AC, por conseguir mayores parcelas de
dominio736.
Miembros del MFC con Gabino Díaz Merchán.
(Foto cedida por F. Medina)
El MFC se expande en Albacete a partir del nombramiento, como
consiliario diocesano, del franciscano José María Tovar Alhama (1971). En
Cuenca, el grupo tiene su germen en la iglesia del Salvador por el empuje
del sacerdote Teodoro Rubio.
736
De la incomunicación con otros movimientos Medina subraya: ―[…] Dentro de la Iglesia
hemos defendido desordenadamente nuestra parcela específica. Trabajábamos por la
Evangelización y sin embargo tomamos posiciones frente a otros. La mayoría éramos hijos de
AC. Por ejemplo con los del Camino Neocatecumenal no teníamos relación porque ellos
realizaban sus reuniones con sus hijos y nosotros no, no estaban dispuestos a reagruparnos y
esto no nos permitió la comunicación‖. De la entrevista con Francisco Medina referida.
470
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
b) Movimiento Camino Catecumenal o Neocatecumenal737.
Es el movimiento seglar que más crece en los años setenta en la
capital conquense, concretamente en la parroquia San José Obrero, donde
destaca la participación de distintos colectivos sociales que desarrollan en la
barriada del mismo nombre la creación de las primeras asociaciones de
vecinos de la capital. Sus demandas tienden a las mejoras para esa zona
deprimida, sin que sus actuaciones lleguen, como grupo, a la política. En
Toledo, donde también cuenta con numerosos seguidores, dirige el
movimiento el párroco de Santiago del Arrabal, Jesús Gómez-Gordo, fiel
colaborador de monseñor González y de su sucesor Antonio Cañizares.
c) Renovación Carismática Católica o Movimiento Carismático.
Los denominados Carismáticos aparecen, después de varios intentos a
mediados de los setenta por distintos puntos de la región, en la diócesis de
Cuenca a finales de 1979 y, aunque no cuentan con los parabienes del
obispo Guerra Campos –recordemos que para la Iglesia tradicional sus
737
Fundado en los años sesenta por José Gómez de Argüello ―Kiko‖ –a sus miembros se les
conoce comúnmente como ―Kikos‖- y Carmen Hernández. Al igual que el movimiento
Carismático, es de rápida implantación en la provincia de Cuenca. El Camino Neocatecumenal
llega a contar, en 1978, con 693 comunidades en el país y están presentes en 317 parroquias
de treinta diócesis. Según sus estatutos —aprobados por la Santa Sede a finales de 2002— es
delimitado como itinerario de formación católica o fundación de bienes espirituales. Andrés
Gallego, J., Pazos, A. M., y De Llera, L.: Op. cit., pp. 276-277, Cfr. El camino neocatecumenal
según Pablo VI y Juan Pablo II, Introducción de Kiko Argüello y Carmen Hernández, Madrid
1994, p. 138. Vid. Blázquez, R.: Las Comunidades Neocatecumenales, Bilbao 1988.
471
―La otra Transición de la Iglesia…
tendencias apuntan hacia el ―pentecostalismo‖738-, sus divergencias no
acaban en ruptura. Tan sólo algunos de sus sacerdotes son destinados a
puntos alejados por la provincia, argumentando una mejor distribución de
las fuerzas pastorales. Aunque no deja de ser un movimiento conservador
en la praxis política, aporta una profunda renovación del Movimiento de
Apostolado Seglar (MAS) en el ámbito espiritual, y en la conformación de
grupos homogéneos en la Iglesia, siguiendo los análisis de Casiano Floristán
sobre Carismáticos y Neocatecumenales: ―[…] el modelo kerigmático
representado por comunidades neocatecumenales vinculadas a parroquias,
que postulan una profunda vivencia comunitaria y una intensa actividad
pastoral pero con escasa implicación política; el modelo carismático
caracterizado por una intensa vivencia espiritual pero igualmente alejado del
compromiso socio-político‖739.
Entre los Movimientos Espirituales encontramos destacan los Equipos
de Nuestra Señora (ENS), cuya presencia es notable en la zona de Ocaña e
Illescas, en la provincia de Toledo. Seguidores del padre Caffarel, el
movimiento, surgido en 1939 en Francia, se definen como movimiento de
espiritualidad conyugal.
738
El ―Pentecostalismo‖ agrupa a las también llamadas Iglesias clásicas, en las que sus
militantes, cristianos evangélicos, tienen como objetivo proclamar el Evangelio realizando
milagros y otras manifestaciones que, según ellos, les han sido otorgadas por el Espíritu
Santo (como el don de lenguas).
739
Floristán, C.: ―Modelos de Comunidades Cristianas‖, Sal Terrae, nº 67, 1979, pp. 61-72.
También en Serrano Blanco, L.: Op. cit., p. 311, nota 70.
472
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Otro grupo que tampoco muestra rasgos de ―perversión‖ en sus fines,
según la jerarquía castellano-manchega, y por tanto poco instigado por ésta
en un principio, es el Movimiento Rural Cristiano (MRC), con relativa
implantación en Toledo y en las comarcas de la alcarria y sierra conquenses.
Su primer consiliario en ésta última diócesis es el sacerdote Dimas Pérez
Ramírez. Entre los cursos abordados desde 1971 -fecha de sus inicios de
implantación en la provincia de Cuenca- figuran: ―Análisis Crítico de la
Realidad Rural Diocesana: Estudios sobre vida socio-económica, vida
familiar, cultural, recreativa y religiosa‖, ―La Iglesia y la Política‖ y ―El
Sindicalismo‖. Durante los últimos años del franquismo abordan cuestiones
de la problemática de las sociedades rurales, dentro de los valores católicos,
con
reivindicaciones
laborales
o
la
justicia
social,
o
la
necesaria
alfabetización de su población. Junto a representantes de Albacete, Ciudad
Real y Toledo, celebran una reunión conjunta de las diócesis del Centro en
Albacete los días 16 y 17 de septiembre de 1972.
En octubre de ese 1972, y a raíz de la Ley sobre libertad religiosa,
toma fuerza la Iglesia Evangélica, que celebra en Puertollano (Ciudad Real)
473
―La otra Transición de la Iglesia…
su XVI Asamblea Nacional de la Federación de Iglesias Evangélicas
Independientes de España, a la que asisten cerca de noventa seguidores740.
En Talavera de la Reina también está activa estos años la asociación
―Padres de Familia de la Compañía de María‖ que vuelve a reminiscencias
del pasado en cuanto a ritos y manifestaciones litúrgicas741.
740
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900. El gobierno civil de Albacete recoge la
actividad de ese grupo en aquella localidad: ―[…] La actuación de las Iglesias Evangelistas
autorizadas ha sido durante todo el ejercicio económico, extraordinariamente correcta y
respetuosa, ateniéndose en todo momento al cumplimiento más estricto de las disposiciones
legales correspondientes‖. Memoria del G.C. de Albacete, 1972. AGA. (08) 22 Caja 52/00473.
Otras fórmulas religiosas que aparecen tímidamente en el espacio castellano-manchego son
los Testigos de Jehová que celebran en Albacete su asamblea regional (14-12-1974) a la que
asistirán unas trescientas personas. AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 574, IG, carp. 70710. En
otro informe, de 1975, se recoge el caso de un joven de este grupo que se niega a recibir
transfusión de sangre por ―motivos de conciencia‖, por lo que su caso pasa al Juzgado de
Guardia por: ―[…] entenderse que existe un síndrome presuicida en el citado enfermo y
teniendo en cuenta que en España está penado el delito de suicidio‖. Ibídem. Ese mismo año
Guerra Campos marca los pasos a seguir para quienes deseen abandonar la Iglesia católica,
trámites para la celebración de matrimonios civiles, o el nombramiento de sus sacerdotes en
el BOOC con instrucciones para su notificación al obispado y la recogida en el libro De cura
animarum: ―[…] actitud no practicante, abandono, u otra, que mejor refleje el estado
espiritual de la persona indicada‖. BOOC, núm. 6, junio, 1975. La ley que regula la baja en la
Iglesia católica es la Ley de regulación del ejercicio del derecho civil a la libertad religiosa es
la anterior (de 28 de junio de 1967) que en su artículo 6.1 recoge: ―Se autorizará el
matrimonio civil cuando ninguno de los contrayentes profese la religión católica [...]‖, y en su
artículo 32.3: ―El abandono de una confesión religiosa exigirá la prueba de que el mismo ha
sido comunicado al ministro competente de la religión que hubiese sido abandonada‖.
Ibídem. En cuanto a los protestantes, su presencia se detecta desde los primeros años
setenta en Valdepeñas, extendiéndose rápidamente por Albacete capital, Ontur, Petrola,
Villarrobledo llegando hasta Toledo capital. AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10911.
474
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Con José Guerra Campos en la provincia eclesiástica de Toledo se
produce la coincidencia con sus compañeros más conservadores a la hora de
albergar otra línea de participación seglar, ésta de tinte ultraconservador,
como es el OD. Para el obispo de Cuenca, el OD, junto a otros institutos
seculares, ―cultivan ‗la vocación universal‘ a la santidad en la vida
ordinaria‖742. Cuenca, al igual que las diócesis de Ciudad Real y Guadalajara,
además de contar con los seglares (captados en un proceso calculado entre
destacados estudiantes de clase media-alta, y de inclinaciones religiosas
muy ortodoxas), se convierte en destino para sacerdotes no ―aceptados‖ en
otras diócesis, que se asientan durante años en la serranía conquense,
concretamente en Beteta.
La Obra, como se le conoce, va aglutinando poder en la estructura de
la Iglesia, al tiempo que sus miembros tienen un claro objetivo: la presencia
en los gobiernos de Franco. Son los ―tecnócratas‖, un ―colectivo silencioso‖
como los define Calleja743. Los ministros del OD controlan la economía del
741
Sus celebraciones se insertan en anuncios en prensa, con motivo de la celebración de la
misa mensual de los padres. El texto revela más sentido de obligación que de invitación. La
Voz de Talavera, 28-3-1973.
742
Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1936-1975). Síntesis histórica‖, Separata del
BOOC, núm. 5, mayo de 1986, Cuenca, p. 40. En una nota el obispo añade datos técnicos
sobre la Prelatura Personal, cuestión a la que no se atrevió su compañero Castán: ―Muy
extendido e intenso el influjo espiritual de los sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la
Santa Cruz -Opus Dei-. El Opus Dei se orientaba ya hacia una forma canónica más secular,
que había de ser la de Prelatura Personal según el nuevo Código de Derecho‖. Ibídem, p. 45.
743
J. I. Calleja opina sobre la tenue presencia pública del OD: ―[…] Este colectivo, tan
importante a priori, nunca expresó públicamente sus voluntades, intenciones o apoyos al
proceso eclesial de la Transición. Podemos suponerlos y sabemos que no permaneció
475
―La otra Transición de la Iglesia…
país a finales de los sesenta y pretenden alcanzar su integración en el
mercado mundial (en ese sentido al menos, son más progresistas que otros
cargos ministeriales). Para algunos de sus estudiosos es una secta mientras
para otros se trata de una organización de oscuros entramados económicos
y poder en la sombra que cuenta con una presencia desigual en la región
castellano-manchega744.
impasible ni en la sociedad ni en la Iglesia‖. Calleja, J. I.: Op. cit., pp. 11-12. Hernández
Sánchez habla de la ―misión‖ de los ―tecnócratas‖: ―[…] no sólo habían introducido cambios
radicales en la política económica, sino algo más importante, habían realizado un cambio en
la política económica al introducir la racionalidad instrumental como criterio último de dicha
política. Es posible que Franco creyera que acababa de contratar los servicios de asépticos
expertos técnicos fuertemente leales a su régimen. Pero los tecnócratas del Opus Dei, lejos
de ser asépticos, como tantas veces se les ha presentado, eran profesionales con un sentido
de misión: la de imponer el evangelio de la racionalización y el desarrollo. Para los católicos
del Opus Dei hacer funcionar el capitalismo era también un modo de hacer prosperar el país y
realizar la voluntad de Dios‖. Hernández Sánchez, A.: Las claves de la Transición. Del
Franquismo a la Democracia en Castilla León, Consejería de Cultura y Turismo, Junta de
Castilla León, Ávila, 2009, p. 13. Vid. AA. VV.: ―Los que retardan el cambio en España‖, Fe y
Actualidad, núm. 21, 1976, pp. 53-58. Aquí aparece el OD como grupo de presión de relieve
extraordinario, muy desconocido para la opinión pública, con publicaciones de relativa
importancia como Iglesia-Mundo y Palabra. En el plano político ―Vuelven los tecnócratas de la
órbita del Opus‖. Gaceta Ilustrada, 21-3-1976, p. 25. El fin de sus acólitos prima en que sin
importar desde dónde, deben extender sus principios y conseguir sus fines, a ser posible
desde el poder.
744
El OD se distingue del resto de las asociaciones católicas de AC en la región por
importantes aspectos que se deben a estudios propios, aparte del aquí simplemente
enumerado. Fundado en 1928 por José María Escrivá de Balaguer sus primigenias
orientaciones se encuentran en Consideraciones Espirituales, coincidentemente editado en
Cuenca en 1934. La segunda edición, Camino, se edita en Valencia en 1939. Su expansión se
produce principalmente por Europa y América en los años 50.
476
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Es Juan Hervás y Benet, en Ciudad Real, el que más tempranamente
apoya al OD. Amigo y fiel colaborador de José María Escrivá de Balaguer desde los años treinta- se enorgullece de haber colaborado a su expansión
en la diócesis manchega, y ensalza los valores de su fundador y de los
sacerdotes que siguen sus preceptos:
―[…] La presencia del Opus Dei en esta diócesis fue para mí una
fuente de alegría y de consuelos. Por referirme, en concreto, a la labor
realizada entre mis sacerdotes, ya pertenecían a la Obra muchos de ellos
cuando llegué allí, y después se han ido multiplicando las vocaciones. Los he
considerado siempre como fermento de unidad, por su obediencia pronta y
alegre a su ordinario; por su fidelidad a la doctrina de la Iglesia; por su
vibración apostólica contagiosa, esperanzada y optimista; por su espíritu de
comprensión, pasando por alto, con buen humor, aquellas pequeñeces que
surgen en la convivencia; por su ilusionada dedicación a los ministerios que
sus obispos les encomiendan. Ponen un empeño constante por santificarse
en y desde su ministerio. Son sacerdotes que quieren y procuran ser sólo
sacerdotes: su ejemplo firme y humilde –con las flaquezas personales, como
tenemos todos, que no empañan la rectitud de intención– hace mucho bien
dondequiera que son destinados. […]. Yo había ‗cometido‘ la ‗grave‘ audacia
de levantar una bandera de renovación de espiritualidad y de apostolado
seglar; me refiero a los cursillos de cristiandad […]. Pero el Señor quiso
probarme y probar también a este movimiento, desde sus comienzos, con la
contradicción. […] tuve que ir a Roma, ya que había sido denunciado ante el
Santo Oficio. Quise visitar a Monseñor Escrivá de Balaguer: el recuerdo de la
imperturbable alegría con la que había llevado las contradicciones que
arreciaron contra el Opus Dei, me impulsaron a buscar su consejo,
477
―La otra Transición de la Iglesia…
persuadido de que de esa charla me vendría la paz para mi ánimo atribulado.
Y no me engañé. Me escuchó atentamente y llegó al fondo de la cuestión
enseguida: no perdió el tiempo en estériles lamentaciones. En sus palabras,
breves y certeras, volcaba en mí su propia alma: ‗No te preocupes. Son
bienhechores, porque nos ayudan a purificarnos. Hay que quererles y pedir
por ellos‘. Me insistió en la necesidad de querer a los que no nos
comprenden, de rezar por los que juzgan sin conocimiento suficiente de
causa, y en el deber de prestar atención tan sólo a la voz de la Iglesia–no a
los rumores de la calle– y de mantener el corazón limpio de resentimientos y
amarguras…‖745.
Laureano Castán aporta otras tantas valoraciones positivas a la figura
de Escrivá del que se precia de haberle conocido mientras cursa los primeros
años del seminario. En 1926, recién ordenado sacerdote, coincide en Fonz
(Huesca), el pueblo natal de Castán, donde el inspirador del OD acude a
visitar a su tío Teodoro Escrivá, beneficiado de la capellanía de la Casa
Moner:
―[…] Recuerdo una de aquellas conversaciones en la que, con gran
fuerza, me habló de lo improcedente que resultaba la injerencia de los
745
Hervás y Benet, J.: ―Corazón Universal‖, en Cursillos de Cristiandad Madrid, septiembre de
1975, Arriba (Madrid), 26-6-76, y en Palabra, Madrid, octubre de 1978. De monseñor Escrivá
ensalza: […] un hombre elegido por Dios para ser maestro de los nuevos caminos del laicado
católico. El nervio central de todo su apostolado con laicos y con sacerdotes– ha sido hacer
llegar al corazón de cada persona la llamada divina a la santidad; promover la santidad en
medio del mundo entre personas de todas las condiciones. Una doctrina que sería proclamada
solemnemente por el Concilio Vaticano II, muchos años más tarde‖. Ibídem.
478
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
gobiernos en los asuntos internos de la Iglesia. […] Mi última conversación
con el fundador del Opus Dei tuvo lugar en Roma en enero de 1974, […] se
mostró firmemente confiado en la Providencia, aunque la Iglesia estaba
pasando momentos difíciles. Me insistió mucho en que rezara –convencido de
la eficacia de la oración– por la Iglesia y por el Papa. Manifestándose con
gran realismo en la apreciación de las dificultades por las que atravesaba –y
atraviesa– la Iglesia, me llamó la atención verlo profundamente esperanzado
y optimista […]. Al comentar la noticia de la audiencia que acababa de
concederle el Santo Padre Pablo VI, me dijo que había procurado hablarle de
las maravillas que Nuestro Señor llevaba a cabo en tantas labores apostólicas
de todo el mundo. Me comentó que el Papa ya tenía bastantes preocupaciones, y que había querido darle sólo alegrías. Me confió que a diario
ofrecía la Santa Misa por la Iglesia y por el Papa; sólo en tercer lugar la
ofrecía por el Opus Dei‖746.
El propio Castán escribe, en 1980, poco antes de abandonar la mitra
alcarreña,
Josemaría Escrivá
de
Balaguer,
un
hombre
de
Dios,
en
colaboración con Francisco Peralta Ballabriga747. En ese momento el obispo
no desea hacer pública su opinión sobre la posibilidad de que el OD sea una
diócesis en claves técnica y canónica, aunque sí se queja de la amplia
difusión informativa que ha adquirido el asunto: ―[…] no me resulta grato
que los problemas de tipo intraeclesial que pueda haber en un determinado
746
La Provincia, Las Palmas de Gran Canaria, 1-10-1978, con motivo del cincuenta
aniversario de la creación del OD.
747
Castán Lacoma, L. y Peralta Ballabriga: Josemaría Escrivá de Balaguer, un hombre de
Dios, Ed. Palabra, Madrid, 1992.
479
―La otra Transición de la Iglesia…
momento sean sacados del ambiente de serenidad y discreción en que, por
su propia naturaleza, tienen que desenvolverse‖748.
El libro de Castán Lacoma: Josemaría Escrivá de
Balaguer, un hombre de Dios, escrito con Francisco Peralta Ballabriga.
En Toledo el OD entra en una lucha de captación entre las bases de
AC749. En agosto de 1975, el cardenal Marcelo González alaba los objetivos
conseguidos por el fundador de la Orden:
748
BOOSG, núm. 2306, enero, 1980, p. 6. Juan Pablo II eleva en 1988 al OD a una especie
de diócesis supranacional con obispo propio. La polémica sobre la constitución jurídica del OD
dentro de la Iglesia se traduce en constantes censuras públicas, como las del sacerdote Juan
Arias y José Luis Aranguren, entre otros, pero no así por el Estado en distintos periodos
históricos acaecidos. Monseñor Escrivá es canonizado el 6-10-2002.
749
Santiaga Sanz González, presidenta de ACF en Santo Tomé -luego en San Nicolás- en los
albores de los años sesenta, es ―captada‖ por el Opus. De las fórmulas empleadas recuerda:
―En las reuniones no podíamos comentar nuestras impresiones sobre el Evangelio, ni opinar.
Venían de Madrid con la lección aprendida, y vestían como modelos (las mujeres militantes
del Opus con dirección en la organización). Sólo podíamos decir ‗Amén‘. Era muy distinto a
AC y nos llamaba la atención. En los ejercicios espirituales en ‗La Pililla‘, Ávila, entrábamos
temprano a la capilla, orábamos a oscuras, meditación a las cuatro con la luz de un flexo al
lado del sacerdote, en fin, muy extraño y no nos gustaba a quienes veníamos de otras formas
de evangelización‖. Santiaga Sanz González, entrevista realizada en Toledo, 20-12-2009.
480
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[…] el primero de todos, dar vida y sólido arraigo a una obra a la que
se entregó totalmente, la asociación que predica y promueve la santificación
del hombre en medio del trabajo ordinario de la vida. Esto, que era tan
sencillo
y
tan
evangélico,
estaba
prácticamente
olvidado
[...].
El
universalismo del Opus Dei, en la extensión geográfica y en la diversidad de
las personas llamadas, y las originalidades en la concepción de la obra y en
sus métodos de apostolado, obedecían a esta identificación tan cabal del
fundador con el misterio de la Iglesia [...]‖ 750.
Al margen de los grupos o Movimientos propiciados o amparados por
los obispos ultraconservadores en la región, se dan otros que, en principio,
750
González, M.: ―Mons. José María Escrivá de Balaguer. ¿Cuál sería su secreto?‖, ABC,
dominical, 24-8-1975. González valora la debida sumisión al Papa, a los obispos, al
Magisterio, al culto litúrgico, a la devoción privada..., en definitiva a tantos déficits que
encuentra en gran parte del resto de la Iglesia. En plena Transición la presencia de militantes
del OD se da entre los partidos conservadores. Un ejemplo es Manuel Díaz Pinés, diputado de
UCD por Ciudad Real, que pasa a AP), después de enfrentarse a la línea más centrista de la
formación -de ideas más liberales-, como Blas Camacho presidente del partido en CLM. José
Aguilar se refiere a él como: ―[…] miembro del Opus Dei e integrante del ala conservadora‖.
El País, 23- 12-1980. En abril había presentado una enmienda a la totalidad a la Ley de
divorcio, y ABC lo tilda de católico en la onda del OD. ―Blanco y Negro‖, ABC, 30-4-1980, p.
22. En plena crisis de UCD, a nivel nacional, Díaz abandona el partido, si bien en ese
momento se le califica como ―democristiano‖ por El País. ―[…] el partido del Gobierno pierde
la mayoría en las comisiones parlamentarlas del Congreso de los Diputados. Díaz Pinés
pasará provisionalmente al Grupo Mixto, para integrarse el próximo mes de enero en Alianza
Popular (AP)‖. El País, 31-10-1981. Esta acción se basa, según el diario, en la confirmación
de sus inclinaciones más conservadoras y un: ―[…] alejamiento progresivo de su electorado,
la toma del poder por un aparato oligárquico preocupado tan sólo por mantenerlo, y la
aceptación de los chantajes de un sector seudoprogresista, que no han dado consecuencias
más que negativas, aunque valore el papel de Calvo Sotelo, a quien, entre abrazos, han
tratado de condicionar‖. Ibídem.
481
―La otra Transición de la Iglesia…
no son objetivo de persecución contundente. Se trata de los movimientos
juveniles al estilo de ―Juventud y Amistad Talavera‖ (JUYAT), con sede en
los Padres Carmelitas de Talavera, que mantienen multitud de actividades
recreativas, de tiempo libre y cultural751.
Continuando en el mundo de la juventud, pero desde muy distinta
perspectiva, las JEC discuten, durante el XIII Consejo Nacional de Hellín
(Albacete), en marzo de 1972, la doble militancia y fe-política. Sus bases
han iniciado una brusca derivación hacia la autonomía, liderada por los
responsables y el consiliario de la JEC de Córdoba. También analizan el
documento sobre apostolado seglar y se intensifican los contactos con la
jerarquía dialogante en un intento de reconciliación. A nivel organizativo se
cambia el nombre de secretariado de coordinación nacional por el clásico de
comisión nacional, compuesta de un comité permanente y los responsables
de zona752.
En septiembre JEC vuelven a reunirse en Toledo, en su segunda
reunión nacional. Para entonces el Movimiento cuenta con implantación en
diecisiete diócesis españolas pasando, según sus responsables, de los 141
militantes en el curso 68-69, a los 680 del actual. Parece que la crisis está a
punto de superarse. Preside la reunión su consiliario nacional, Jesús Pérez
751
La Voz de Talavera, 14-1-1970. En el verano de 1974 surge la ―Asociación Juvenil Amigos
de la Cultura‖, legalizada en septiembre del año siguiente, como muestra de la efervescencia
de este tipo de asociaciones, donde sus principales miembros pertenecen a grupos cristianos
con experiencia en organización.
752
Albacete vuelve a ser sede en julio de 1996 de la Asamblea General JEC, bajo el lema
―Signos nuevos para una Escuela nueva‖. Montero, F. (Coord.): Juventud Estudiante Católica
(1947-1997)…, Op. cit., pp. 109 y 312.
482
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
García, y en ella se critica duramente la desconexión entre dirigentes y
base, un problema que se viene arrastrando desde hace años, y se decide
iniciar contactos a nivel nacional con los militantes de la FECUM, con quienes
comparten medio y fe, sobre la que se dictan normas encaminadas a su
renovación en medios universitarios: ―[…] mermada como consecuencia de
las influencias político-religiosas del momento progresista actual‖753. En su
clausura, el día 28, están presentes militantes de Córdoba, Madrid, Oviedo,
Salamanca y Toledo754.
JEC comienza a mermar activos de otros movimientos juveniles
controlados desde AC lo que inquieta a la jerarquía. De aquellos que
mantienen un proselitismo más descafeinado figura ―Jóvenes sin frontera‖,
del que un informe del gobierno (17-1-1973) destaca que esta asociación
tiene, desde hace un año, comunidades en las provincias de Alicante, Ávila,
Burgos, Salamanca, Santander, Toledo y Zamora755.
Sin embargo, quienes continúan siendo una importante preocupación
para los obispos de la región son los movimientos obreros de AC con los que
753
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900.
754
Ibídem. Hasta 1975 el Movimiento no marca una tendencia estable a nivel nacional. En
1977 aglutina enseñanza media y universitaria, pero tan sólo se mantiene activo en Albacete.
755
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 60580. Otra asociación que surge desde
ámbitos religiosos es el club juvenil ―Rumbo Joven‖ (enero de 1975), que aglutina un grupo
de jóvenes alumnos del Colegio Salesiano de la Inmaculada, de Albacete. Según un informe
de la delegación de Juventud su principal impulsor es un profesor del mismo, esté influido:
―[…] creemos, por las tendencias progresistas y socializantes de la Iglesia actual… no es
posible asegurar categóricamente la línea de actuación que en el futuro mantenga dicha
asociación‖. AHPDJ, Participación, Caja 28681.
483
―La otra Transición de la Iglesia…
el seguimiento y control son más contundentes. No olvidemos que en este
periodo coinciden en CLM, a partir de 1973, los dos obispos que
persiguieron, desde mediados de los sesenta, las tendencias ―temporalistas
e incluso filocomunistas‖ de HOAC y JOC: José Guerra Campos y Laureano
Castán, cuya presencia es clave en el freno a la implantación y desarrollo de
los movimientos especializados de AC en la provincia.
Ambos Movimientos se desvinculan, entre 1970 y 1972, de la ―Zona
de Andalucía‖, a la que pertenecen históricamente, pasando, junto a
Albacete y Ciudad Real, a formar la Zona de la Mancha (Murcia, hasta aquí
con Toledo, pasa a formar parte de la Zona de Levante).
Los movimientos obreros toledanos recuerdan su confrontación con el
vicario general de Pla y Deniel, Anastasio Granados, a la que sigue un corto
periodo de diálogo en el breve paso del cardenal Tarancón por la Diócesis756.
Reaparecen los enfrentamientos, y con especial virulencia, con Marcelo
González quien mantendrá, desde el principio, una cierta beligerancia y
756
Anastasio Granados García, obispo vicario general de Toledo, fue secretario particular de
Isidre Gomá i Tomás, cardenal anterior a Plá y Deniel, durante los últimos cinco años de su
vida. Es autor de El Cardenal Gomá. Primado de España, Espasa-Calpe, Madrid 1969. Por su
parte Tarancón reconoce la evolución de los Movimientos tras el Concilio, así como de la
pérdida de hegemonía de AC: ―[…] Surgen, entonces, los Movimientos Especializados dentro
de la Acción Católica que por las mismas exigencias de la vida fueron subrayando cada día
con mayor fuerza esa proyección humana y temporal que aparecía como secundaria
anteriormente. […] La Acción Católica no tiene, pues, la hegemonía que tenía del apostolado
laical, como prácticamente la tenía cuando no existía más que esa organización en la Iglesia.
Ni tiene ninguna autoridad sobre las otras‖. ABC, 31-1-1970, p. 30.
484
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
control, una vez superado un primer periodo de decadencia física y mental
que arrastra de su paso por Barcelona757.
JOC en Toledo tiene en la agrupación de Sonseca una presencia
destacable, donde se organizan cursillos nocturnos sobre alfabetización,
legislación
laboral,
contratos
y
negociación
de
convenios.
Algunos
empresarios lo ponen en conocimiento del gobernador civil. El consiliario del
movimiento tiene que comparecer en el cuartel de la guardia civil y varios
jóvenes obreros son retenidos durante horas. También se organizan cinefórums, funciones teatrales y actuaciones musicales, en las que intervienen,
entre otros, Luis Pastor, Elisa Serna o Rosa León, cantautores conocidos
públicamente por su fuerte compromiso con la recuperación de las
libertades758.
En la diócesis
de
Albacete
los
activos
de estos Movimientos
complementan su trabajo con los curas-obreros (procedentes en su mayoría
de la militancia en JOC, y ahora pasando muchos a las filas del PCE) en los
barrios más deprimidos de la periferia, conformando una especie de
ideología basada en la ayuda mutua, opuesta a los valores impuestos por el
modelo de urbanismo franquista. JOC y HOAC están detrás del movimiento
757
Como señala el dirigente de la JOC, Antonio Galán: ―La relación con los obispos,
especialmente tras la llegada de González, fue de opuestos. Defendíamos a los curas y a la
Iglesia en general que se enfrentaban a obispos con posturas intransigentes. Hubo
comparaciones pero no descalificaciones‖. Antonio Galán, entrevista ya reseñada.
758
Antonio Galán, en la entrevista ya reseñada.
485
―La otra Transición de la Iglesia…
vecinal en Albacete, en particular en los barrios San Pedro o Hermanos
Falcó759.
Por su parte, los militantes de HOAC de Ciudad Real tratan, a
mediados de 1972, concretamente en junio, de reorganizarse bajo la
dirección del el consiliario de HOAC, Napoleón Palacios de la Osa quien,
desde Valdepeñas, desea hacer de la HOAC el principal movimiento obrero
en la provincia760.
En cuanto a Cuenca, la presencia de este Movimiento se transcribe
únicamente en HOAC/F, con una presencia testimonial en la capital,
alrededor de la parroquia del Santísimo Cristo del Amparo en la barriada
obrera del mismo nombre. No más allá de una docena de mujeres, amas de
casa en su mayoría, se reúnen semanalmente en el salón de la parroquia
para analizar el evangelio, participar en cursillos de promoción de la mujer y
técnicas de revisión de vida obrera. A pesar de su escaso número acudirán
al pleno extraordinario en Madrid (26 y 27 de febrero de 1972) junto a
HOAC/F de Albacete, Guadalajara, Ávila, Valencia y Valladolid. Allí se discute
la necesidad de reivindicar los seguros sociales que no tienen en sus
trabajos, y la importancia de formarse en otros campos a los habituales, así
como la petición a la Comisión Episcopal de Enseñanza de la creación de un
secretariado de adultos761.
759
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 255.
760
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900.
761
BOOC, núm. 5, mayo, 1972, pp. 181-183. También se asumen las conclusiones de los
estudios sobre ―Liberación Integral de la Mujer Trabajadora‖, y ―Relación Iglesia-Estado‖,
realizados en las jornadas celebradas del 5 al 8 de diciembre del año anterior.
486
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
De aquel pleno surge el congreso nacional a celebrar en Cuenca del
16 al 19 de julio bajo el lema ―Liberación de la mujer trabajadora y
Apostolado Obrero‖. Las ciento cincuenta participantes de todo el país
vuelven a denunciar la precaria situación de la mujer en el mundo laboral, y
del cómo conseguir la liberación integral de la persona en tres dimensiones:
material, espiritual y sobrenatural. Al mismo acuden el obispo de GuadixBaza (Antonio Dorado, presidente de la CEAS), Rafael Torija (quien,
sorprendentemente, orienta sobre los criterios educadores y metodología de
Paulo Freire para la promoción obrera femenina), Fernando Guerrero
(profesor de doctrina social de la Iglesia habla sobre el asociacionismo y la
Ley Sindical) y, Paquita Tortajada, como presidenta, (quien propone las
líneas de acción a partir del congreso con una reivindicación igualitaria hacia
la mujer en el ámbito laboral)762. Al final se propone la creación de
encuentros diocesanos y regionales, para los equipos de militantes, con el
objetivo de reivindicar ante los organismos responsables una mayor
equiparación en el puesto de trabajo de la mujer, en igualdad de condiciones
al hombre763.
Las integrantes de HOAC/F de Cuenca acuden también al pleno
celebrado en Madrid, del 10 al 12 de octubre, donde se envía una carta al
ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, para solicitar la seguridad social
para las mujeres trabajadoras aspecto no contemplado en la legislación
laboral del momento. También intentan celebrar el día de la HOAC/F en las
762
Encuentro Nacional de dirigentes de la HOAC/F (22-7-1972). AGA, MIT. CUL. GE, C. 556,
IG, carp. 10900.
763
Ecclesia, núm. 1603, 5 de agosto de 1972, pp. 19-20.
487
―La otra Transición de la Iglesia…
diócesis, un calendario de reuniones con las autoridades para tratar sobre
problemas escolares, subida de precios etc., que agobian a los hogares. A
esta reunión acude el consiliario Francisco Bermejo Bustos y varios
miembros de la comisión diocesana conquense764.
HOAC/F mantiene su actividad, casi testimonial, en los primeros
meses de estancia de Guerra en el obispado. En julio de 1973 se hace
pública la ―Semana A.L.I.M.O.‖ (Animadoras para la Liberación Integral de la
Mujer Obrera), dentro de las ―Semanas de impacto‖765 orientadas desde el
764
BOOC, núm. 13, diciembre, 1972, pp. 435-436. En lo referente al alto índice de
analfabetismo de la provincia, en 1970, se encuentra entre las más altas de España,
exceptuando algunas provincias andaluzas, con un 16,2% en su tasa provincial. Vid. Murillo
Ferrol, F. en FOESSA: Informe sociológico sobre la situación social de España 1970, p. 214. Al
margen de la corta existencia de la HOAC/F conquense, que trabaja ante la indiferencia desde
el obispado, lo cierto es que muy pocos horizontes marcan la vida laboral de la mujer en esta
provincia. Una de las iniciativas que sí cuenta con el apoyo de su jerarquía es la creación de
un taller de confección de vestimenta para el ejército que consigue el párroco de la iglesia de
‗San José Obrero‘, Domingo Muelas, en un barrio deprimido como el conocido como ―Las
Quinientas‖. Tal y como recoge el autor de este trabajo: ―[…] Domingo Muelas, el párroco,
pretendía sanear, en lo posible, la precaria economía familiar dando trabajo a las mujeres
que vivían en aquel barrio modesto, cuidando especialmente la integración de las mujeres
gitanas, como grupo significativo que vivía en el mismo barrio e inmediaciones, y que
también tuvieron su puesto de trabajo en dicha empresa‖. Peñuelas Ayllón, M. A.: ―Cuenca:
entre la inercia inmovilista y la exigencia participativa para salir del olvido‖, en Ortiz Heras,
M. (Coord.): Movimientos sociales en la crisis de la dictadura y la transición: Castilla-La
Mancha, 1969-1979…, Op. cit., pp. 186-187.
765
Diseñadas por el consiliario de la HOAC, el ciudadrealeño Tomás Malagón, las ―Semana de
Impacto‖ suponen los nuevos ―instrumentos de concienciación‖. Una referencia recogida por
Montero: Semana de Impacto. Manual de la directora, Madrid, 1963. Entre sus fines: ―[…]
destinada a crear una conciencia social nueva, superadora de la tradicional conciencia
caritativo-benéfica asistencial […] siguiendo el mismo modelo pedagógico de los cursillos de
488
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Movimiento en Madrid (22-29 de julio), a la que acuden tres becadas de la
diócesis766. Es el último acto destacable de la militancia de HOAC/F de
Cuenca. A finales de 1973 el grupo es reducidísimo. Todo hace pensar que
se debe a la llegada al obispado de José Guerra Campos, pero el propio
Bermejo disipa esa teoría: ―Era muy comprensivo y dejaba hacer. No era
impositivo en la doctrina‖767.
En momentos considerados delicados, por el alejamiento irremediable
que se produce con las bases, la CEE emite comunicados conjuntos con la
intención de amortiguar el caos, como lo atestigua una declaración de la
CEAS -con origen en la XVII Asamblea Plenaria de la CEE-, Orientaciones
formación de militante obreros…‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia
(1956-1975)…, Op. cit., pp. 79 y 90-91.
766
BOOC, julio de 1973, p. 349. Con motivo de la fiesta del primero de mayo de 1973 –
momento en el que se cambia el nombre de la festividad de San José Artesano a San José
Obrero- HOAC/F reivindica: ―NOS EXIGIMOS... como mujeres trabajadoras, el ser cada día
más conscientes de nuestra corresponsabilidad con el hombre en la marcha de nuestra
sociedad, superando los complejos y obstáculos que nos marginan ante los cargos sociales,
sindicales, políticos y religiosos‖. Ibídem.
767
La desaparición del grupo por la falta de implicación de los maridos en la ―evangelización
del mundo obrero‖, en palabras del párroco que las asiste, Francisco Bermejo Bustos, quien
añade: ―No llegaron a tener conciencia de clase‖. De la entrevista en la parroquia del Cristo
del Amparo (Cuenca), el 19-10-2009. De aquellos años Bermejo asegura que no existen más
movimientos especializados de AC en la provincia. Tan sólo recuerda que tres sacerdotes,
destinados en Beteta, hacen conatos de acción obrera a principios de los años setenta, y
abunda en la idea de las altas tasas de analfabetismo de la provincia para justificar la baja
concienciación militante.
489
―La otra Transición de la Iglesia…
sobre apostolado seglar (27-11-1972)768. El documento supone un intento
por acercar de nuevo a sus miembros a la institución, otorgando una cierta
autonomía e independencia a los Movimientos, sin dejar de ser AC, teniendo
en cuenta la nueva realidad sociopolítica y da la razón a los seglares
comprometidos, pero para entonces AC cuenta con pocos apoyos. Excepto
algún caso aislado, la tónica de diálogo propuesta no es seguida por la
jerarquía en la región castellano-manchega.
JOC convoca una reunión conjunta, del 26 al 30 de diciembre de
1972, entre militantes de Toledo y Extremadura, en Navalmoral de la Mata
(Cáceres), a la que asisten varios consiliarios y diez sacerdotes toledanos,
según el gobierno769. Los militantes toledanos proceden de los núcleos más
movilizados que son Sonseca, Esquivias, Toledo capital y Talavera de la
768
BOOC, núm. 1, 1973, p. 41. Simultáneamente se va haciendo nítido el despegue del
conjunto de la Iglesia española respecto al régimen. Montero, F.: ―Notas para la historia de la
Juventud de Acción Católica‖…, Op. cit., pp. 15 y ss. A esta XVII Asamblea no acude Guerra
Campos lo que motiva recelos en la CEE. ABC, 30-11-1972, p. 14. En la misma se discute la
modificación de los catecismos escolares de la enseñanza primaria y media elemental de la
Educación General Básica (EGB), entendida esta modificación como: ―[…] evolución, no sólo
del sistema educativo español, sino también de toda la pastoral de la fe, que acentúa toda la
necesidad de una catequesis permanente para todas las edades y de una acción coordinada
de todos los cauces de formación del cristiano…‖. XVII Asamblea Plenaria de la Conferencia
Episcopal, Acuerdos, 2-12-1972, publicado el 25-1-1973, y aparecida en el BOOC, núm. 4,
abril, 1972, pp. 170-181. Es llamativo pues la presencia de Guerra tiene su sentido. Desde su
puesto como procurador en Cortes, y en la Comisión de Enseñanza, solicita, en diciembre de
1973, un mayor control sobre los contenidos: ―[…] un reajuste de procedimientos, y en
particular una coordinación mejor entre la autorización del Ordinario diocesano y el dictamen
de la Comisión‖. BOOC, núm. 14, diciembre de 1973, p. 570.
769
AGA, MIT. CUL. GE, C. 556, IG, carp. 10900.
490
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Reina770. Desde el régimen se presagia un ―peligroso acercamiento‖ de JOC,
y también HOAC, a la corriente del socialismo: ―[…] a pesar de la tradicional
oposición histórica entre Iglesia y Socialismo, está siendo justificado por
diferentes artículos que periódicamente aparecen en los boletines HOAC de
los últimos meses‖771.
Rafael Díaz Salazar habla de la emergencia de una cultura política
cristiana de izquierdas772, mientras Feliciano Montero lo define como: ―[…]
un fenómeno inédito en el catolicismo español, cuyas raíces se pueden
rastrear en los cincuenta, que se desarrolla ampliamente en la fase final de
Régimen y en el proceso de la Transición‖773.
770
Antonio Galán precisa: ―La JOC se desarrolló de manera importante en Sonseca (con
responsables como Eufemio Romero al que sustituye Gabriel Rojas), Talavera de la Reina
(con Marino de la Rocha) y en Quintanar de la Orden. Nos juntábamos, a nivel provincial, en
Talavera para realizar nuestras Jornadas. También acudían a Talavera los de Extremadura
(recuerdo al sacerdote Arturo). El responsable de zona llevaba los temas a, Don Benito, en
Badajoz (porque Cáceres pertenecía a la de Coria-Cáceres)‖. Antonio Galán, en entrevista ya
reseñada.
771
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 572, IG, carp. 70180. (18-12-1972). Mientras tanto, para las
autoridades gubernativas apenas llama la atención la actividad de CCOO, en conexión con el
PC, por no ―revestir importancia por su escasa trascendencia‖. Ortiz Heras, M. y Sánchez
Sánchez, I.: ―Aproximación a las comisiones campesinas en Castilla-La Mancha‖, en López
Villaverde, Á. L. y Ortiz Heras, M. (Coordinadores): Entre surcos y arados. El Asociacionismo
agrario
en la España del siglo
XX, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2001, pp.
211-235.
772
Díaz Salazar, R.: Nuevo socialismo y cristianos de izquierda, HOAC, Madrid, 2001.
773
Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 19.
491
―La otra Transición de la Iglesia…
Entre los seglares, la idea de que la Iglesia debe pasar de protegida a
protectora de los más débiles no pasa por cuestiones estrictamente
doctrinales sino políticas. En Cataluña es una cuestión incuestionable para
Cristianos por el Socialismo (CPS), de la que son sus artífices Alfonso Carlos
Comín, junto al jesuita García Nieto, Pep Ribera e Ignasi Pujades774. CPS
cuenta entre sus filas con militantes de los movimientos JOC, ACO y
HOAC775, de las comunidades de base y algunos intelectuales progresistas. A
774
CPS es un partido con fines similares al surgido en Chile, en abril de 1971, por cerca de
ochenta sacerdotes, que en la lucha de defensa de los más desfavorecidos se manifiestan a
favor del socialismo, entendido como un nuevo sistema de valores y no sólo como
organización económica. Como asegura Martínez Hoyos: ―[…] Todos se movían en la línea
renovadora y conciliar impulsada por la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
(CELAM), donde se había condenado la violencia institucionalizada que sufría el continente.
Poco después con la victoria del candidato de Unidad Popular, Salvador Allende, se plantearon
cómo podían contribuir, desde la fe, a la construcción de una sociedad socialista. Sentían el
deber de unirse al proceso revolucionario e identificarse con los partidos de los trabajadores,
para que la Iglesia no volviera a desempeñar un papel contrarrevolucionario…‖. Martínez
Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op. cit., pp. 150-154. Vid. Arango, F.: ―Luces y sombras
del movimiento ‗Cristianos por el socialismo‘‖, Ecclesia, núm. 1598, 1-7-1972, pp. 23-25. En
el texto se habla de una apertura ―cautelosa‖ hacia el socialismo frente al marxismo, ―existen
otras muchas clases de socialismos‖. Ibídem, p. 25. Según el propio Comín: ―[…] la liberación
de nuestra Iglesia de su situación de Iglesia protegida –protegida, por supuesto, para que
ella protegiera a su vez los intereses de los protectores- es ante todo un problema político.
Un problema que se manifiesta como decisivo y condicionante para que la Iglesia como
comunidad visible pueda dar el testimonio que el Concilio le exige‖. Piñol, J. M.: La transición
democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 283. Vid. Carmona Fernández, F. J.: Cambios en la
identidad católica: Juventud de Alfonso Carlos Comín, Libertarias-Prodohoufi, Madrid, 1995.
775
Según López García: ―[…] La HOAC fue manteniendo una buena sintonía con todo
movimiento generado en el interior de la Iglesia fruto de la frustración que el desarrollo del
Concilio suscitó entre amplios colectivos eclesiales. La relación fe-compromiso, la unidad de
conciencia y su formación, que había estado en la base de la crisis de identidad de la HOAC
492
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
nivel estatal su primera reunión se celebra en enero de 1973, en Calafell, y
allí están presentes el padre Llanos y teólogos como González Faus. En el
Documento de Ávila (denominado así por ―despiste‖ del lugar de celebración
por las fuerzas de seguridad), se apuesta por un socialismo marxista776.
Feliciano Montero destaca la función de las organizaciones católicas
pues cumplen, según el momento: ―[…] la función ‗tribunicia‘ de cauce y
en la década de los setenta, comenzó a ser un tema recurrente en todos los encuentros
internacionales,
participando
del
dualismo
que
igualmente
se
daba
en
la
HOAC.
Formulaciones como ‗cristianos y revolucionarios‘ y ‗obreros y cristianos‘ para destacar los
dos polos de la formación del militante obrero cristiano aparecen con la misma frecuencia en
documentos internos y en documentos de ámbito internacional‖. López García, B.: Op. cit.,
nota 449.
776
Comín, que milita en el PSUC, intenta incrementar la militancia de cristianos en el PCE.
Junto con el canónigo José María González Ruiz realiza una campaña en contra de los
movimientos tácticos de la jerarquía eclesiástica que en ese momento abogan por un
mantenimiento del orden establecido. Según Lluís Izquierdo, amigo de Comín: ―[...] El
diálogo cristiano-marxista no fue a ninguna parte. Es mejor que cada cual se quede en su
sitio, sin intentar ser las dos cosas al mismo tiempo‖. Para el sociólogo Salvador Giner ―[…]
Yo creo que la culpa no es de Alfonso sino de este país, donde no se analizan contenidos
ideológicos con demasiada seriedad […]. Un cristiano no podría creer ni en el materialismo
dialéctico ni en el materialismo histórico…‖. Martínez Hoyos, F.: La Cruz y el martillo…, Op.
cit., pp. 192-193. También se funda la Organización de Izquierda Comunista, una
continuación de los ya existentes Círculos Obreros Comunistas (COC), cuyas raíces, a su vez,
pertenecen al Front Obrer de Catalunya (FOC), la versión catalana del Frente de Liberación
Popular (FLP o FELIPE). A este tronco principal cabe añadir diversos grupos cristianos
obreros, como el cordobés Grupos Anticapitalistas de Base (GAB), impulsado por trabajadores
de las JOC, confirmación de que militantes de los Movimientos se inclinan hacia la izquierda
política. Para Rafael Díaz Salazar: ―[…] las orientaciones políticas y culturales de las masas
obreras se hallan muy alejadas de esa cultura que era propia y específica de las minorías
militantes‖. Ibídem, p. 196, citando a Díaz Salazar, R.: Nuevo socialismo y cristianos de
izquierda, Madrid, Ed. HOAC, 2001, p. 110.
493
―La otra Transición de la Iglesia…
portavoz
legal
o
semilegal
de
demandas
e
instituciones
legales
o
clandestinas777.
Enero de 1973 es especialmente importante para las bases, pues
aparece el documento del Episcopado, Sobre la Iglesia y la comunidad
política, (23-1-1973), analizado por todos los Movimientos, hasta los más
modestos en la región castellano-manchega, como el MRC. Sus integrantes
777
Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 18.
Víctor Pérez Díaz se refiere a la Transición como un proceso social ―de retorno a la sociedad
civil‖, y habla de la contribución de los nuevos católicos de izquierda: ―[…] Es evidente que
parte de la generación política de los setenta procedió del activismo generado en torno a la
Acción Católica […]. Estas organizaciones y actividades fueron lugares de aprendizaje y
entrenamiento para la acción política: para la formación de militantes, la acumulación de
recursos organizativos, la redacción de programas y los juegos de alianzas. Con ello, la
Iglesia comenzó a cumplir en el terreno de la izquierda la función ‗parapolítica‘ que había
estado cumpliendo tradicionalmente en el terreno de la derecha (con la ACNP o el Opus Dei),
pero a través de diferentes eclesiásticos y con distintas ofertas religiosas‖. Pérez Díaz, V.: El
retorno de la sociedad civil, I. E. Económicos, Madrid, 1987, p. 446. En otro sentido no
debemos olvidar la inacción de una importante masa, como se ha ido viendo en otros
colectivos, tal y como recoge Ruiz-Huerta: ―[…] El mundo represor del franquismo lleva a los
colectivos sociales al silencio, al olvido de sus propias ideas, al abandono de la discusión
política por conseguir una vida presuntamente más digna. Se trata de lo que se ha llamado
inhibición cívica, tan frecuente durante los primeros años de la transición, que condensa los
legados perversos del franquismo en la vida colectiva. Es lo que López Aguilar llamaba el
‗consenso pasivo‘, […] Una despolitización que es ‗apatía política‘ en palabras de Sastre
García‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Op. cit., pp. 130. Los textos referidos son: López Aguilar,
J. F.: ―El tema de la oposición en la crisis y caída del autocratismo franquista‖, REP, núm. 63,
Madrid, CEPC, 1989, pp. 133-187; y Sastre García, C.: Transición y desmovilización política,
Valladolid, UVA, 1997. Sastre García cita los resultados de una encuesta-sondeo de IcsaGalup durante el período 1971-1973 en el que el 55% de los consultados se manifiesta
―absolutamente despolitizados‖, un 31% ―poco sensibles‖ y un 5% tan sólo declara tener
mucho interés por la política. Sastre García, C.: Transición y desmovilización política,
Valladolid, UVA, 1997.
494
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
aprueban el contenido del documento pero denuncian la falta de peso del
apostolado seglar en los Movimientos en general, y manifiestan su
desaprobación a las sanciones impuestas a su boletín, fruto del marcaje del
gobierno a toda iniciativa reivindicativa de cualquier índole: ―[…] por el
Ministerio de Información y Turismo al Boletín Nacional del Movimiento Rural
por salirse ‗del terreno propiamente religioso‘ a que debe ajustarse‘‖778.
Estos militantes, al igual que de otros Movimientos, están siendo vigilados
por el gobierno779. El cinco de mayo el MRC difunde un comunicado en el
que denuncia la utilización de su nombre en el documento ―¿Magisterio o
Confusión?‖, si bien está de acuerdo con los contenidos del Episcopado.
El cardenal González se refiere en Valencia, en esos días, a la
urgencia de volver a las ―fuentes‖ de la verdad y de Dios, y no centrarse en
los temas terrenales como hace una parte del apostolado seglar:
―[…] El apostolado seglar necesita urgentemente volver a sus fuentes:
la eterna verdad y el amor salvador de un Dios que se nos ha revelado en
Jesucristo […] A los jóvenes de Valencia, de Castilla y de Andalucía o de
cualquier parte del mundo, no les moveremos para el apostolado seglar con
sólo hablar de las realidades de la tierra‖ 780.
778
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 571, IG, carp. 60540.
779
José María Díaz-Rincón, presidente del MRC recuerda: ―Los últimos años de Franco fueron
muy malos. Yo tenía los teléfonos intervenidos y mi correspondencia retenida. He pasado
noches en los calabozos por las cartas en las que decía cosas como ‗Jesucristo no te falla, hay
que dar la cara por él hasta el último extremo‘. Las autoridades lo interpretaban como
atentar contra el régimen‖. De la entrevista ya citada.
780
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570. Año 1973.
495
―La otra Transición de la Iglesia…
Pero el discurso no cala y los movimientos que continúan activos, con
un parón, y en algunos casos descenso en su militancia, muy acusado, son
los obreros, sin que la renovación esperada por la jerarquía llegue.
HOAC de Toledo nombra, en su asamblea provincial (18-1-1974), a
José Domínguez y Antonio Martín como consiliarios para el pleno nacional
del Movimiento, a celebrar los días 9 y 10 de febrero. En el escrito de
conclusiones se recogen los cursos a desarrollar durante el curso siguiente:
―Historia Obrera‖, economía, sindicalismo apostólico o el método de
encuesta para detectar aquellos temas que más preocupan a los militantes,
además de convivencias, misas de los sábados y cursillos de responsables a
nivel provincial. Es muy significativo que, al final de la asamblea se destaca
el pesimismo de sus integrantes por el escaso número de nuevas afiliaciones
que se producen: ―[…] en un ambiente muy poco favorable‖781.
La HOAC toledana se aglutina en el llamado ―Hogar Obrero‖. Allí se
organizan numerosas reuniones clandestinas -primero sindicales y luego
políticas- que suponen para sus responsables sanciones económicas y visitas
a los cuarteles de las fuerzas de orden público. La derivación de las bases
católicas concienciadas, al igual que la del resto de Movimientos, se deriva
hacia organizaciones de tipo sindical o político en la clandestinidad o
ilegales.
781
ACGHOAC, diócesis de Toledo, Caja 246. Ese mismo año, el 15 de agosto, se clausura la
XII Reunión Nacional de Estudios y Primera Asamblea Nacional de Militantes de la HOAC
(restringida). A ella acuden representantes de las diócesis de Ciudad Real (1), sin derecho a
voto, y de Toledo (6) con derecho a voto, de un total de 180 representantes, de 25 diócesis
con acta.
496
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
La
confluencia
de
organizaciones
políticas
y
sindicales
en
la
clandestinidad durante estos primeros años de los setenta, en salones
parroquiales y escuelas de HOAC y JOC, produce un foco de rebelión de
indudable importancia contra el régimen. La permeabilidad entre católicos,
sindicalistas y políticos es decisiva para el engranaje de los principales
agentes de la oposición. Los militantes de los movimientos de AC lo son a su
vez de sindicatos como CCOO en sectores como sanidad, educación…, o
militan en partidos ilegalizados como el PCE782.
En ese ambiente la CEAS teme una pérdida de control sobre las
acciones de los seglares. Con motivo del ―Día de la AC‖ (2-4-1974) emite un
comunicado que, aparentemente, permite una organización más autónoma
de los movimientos de AC, al tiempo que advierte sobre los límites a la
acción política, y el papel de la jerarquía por evitar el ―sectarismo‖ político
de los militantes de AC:
782
Ortiz Heras, M., Castellanos López, J. A. y Martín García, O. J.: ―Historia social y política
para una Transición. El cambio desde abajo y la construcción de una nueva autonomía:
Castilla-La Mancha‖, HAOL, publicación online, núm. 14, 15-10-2007, pp. 115-126. Como
ponen de relieve estos autores, los individuos aislados raramente se movilizan, y la
organización se convierte en el instrumento fundamental para la estructuración de la acción
colectiva, entendida ésta en un sentido amplio que no se limita únicamente a las
organizaciones formales sino también a las poco visibles redes sociales previas a la
conformación de cualquier partido o sindicato. Francisco Cobo Romero y Teresa María Ortega
López, en una línea parecida, insisten en la necesidad de integrar la experiencia de los
colectivos movilizados en las zonas con una débil industria en las explicaciones sobre la
conflictividad social que erosiona los pilares de la dictadura franquista. Cobo Romero, F.,
Ortega López, T. Mª.: ―La protesta de sólo unos pocos. El débil y tardío surgimiento de la
protesta laboral y de la oposición democrática al régimen franquista en Andalucía oriental‖.
Historia Contemporánea, núm. 26, 2003, pp. 113-114.
497
―La otra Transición de la Iglesia…
―Seglares en la dirección ―Los movimientos de la Acción católica han
llevado el mensaje de Cristo con hechos y palabras a distintos ambientes
sociales [...]. Su conciencia eclesial le lleva a afirmar, por una parte, la
responsabilidad de los seglares. Los seglares han de asumir la dirección de
los movimientos de la Acción Católica en el examen de las condiciones, en
que ejercen su actividad apostólica, en la elaboración y desarrollo de sus
programas de trabajo [...]. El papel de la Jerarquía respecto de la Acción
Católica no es el de anular o limitar indebidamente la iniciativa de los
seglares, sino por el contrario promover esta iniciativa [...] Política ―La
Jerarquía ayuda a la Acción Católica a luchar contra la tentación del
sectarismo, contra la reducción de la acción evangelizadora a simple
preocupación
política,
y
contra
el
peligro
de
un
espiritualismo
desencarnado‖783.
Pero la doble militancia es imparable. HOAC y JOC celebran en
Albacete, con la presencia también de miembros del Apostolado Rural de AC,
y las fuerzas sindicales legalizadas, el primero de mayo de 1974. El obispo
Ireneo García al referirse al hecho halaga al Apostolado Rural por su decisiva
implicación en los problemas del mundo agrario784.
783
BEAT, abril de 1974, pp. 509-512. El texto lleva la firma del obispo de Ciudad Real, Juan
Hervás y Benet, nombrado esos días consiliario nacional de los Cursillos de Cristiandad (le
sucederá en la presidencia quien luego también le continúa en la provincia, Rafael Torija).
784
BOOA, núm. 4, mayo, 1974, p. 144.
498
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Desde su revista Militante, Apostolado Rural trata temas agrarios y de
índole social, como su negativa a las plantas nucleares en 1976 (Revistas
cedidas por Francisco Medina).
El resto de los obispos de la región están atentos para cercenar todo
aquello que tenga visos de marxismo, o consignas fuera del ámbito
eclesiástico afín al régimen. El BEAT llega a recoger un artículo de Víctor
García Hoz -catedrático de la Universidad Complutense- criticando las obras
del pedagogo brasileño Paolo Freire, de bastante difusión en el país: ―[…] Lo
verdaderamente grave de Paolo Freire es la confusión entre Acción
educativa y Acción política y la reducción del proceso educativo a un mero
instrumento de la revolución y de la lucha de clases, alejando a la educación
liberadora del concepto cristiano de la realidad y de la vida para insertarla
como un elemento de la lucha de clases tal como el marxismo la
entiende‖785.
En ese sentido tan sólo la diócesis de Albacete se desmarca un tanto
de este tipo de divulgaciones y sorprende que en el Boletín diocesano
aparezcan, a lo largo de ese 1974, exhortaciones pastorales de obispos de la
provincia eclesiástica de Valencia -a la que aún pertenece la diócesis- como
la del obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, que, en el escrito Sobre el olvido
785
Referido el 29-6-1974. AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
499
―La otra Transición de la Iglesia…
de la clase trabajadora, del primero de agosto, afirma: ―[…] Nunca será lícito
tratar de resolver los problemas económicos que la industria tiene
planteados, por el procedimiento de recortar los derechos de las clases
trabajadoras, en cuanto se refiere a la remuneración, a las horas de trabajo,
al trato y a las atenciones que legalmente se le deben‖786.
Pero a pesar de todos los intentos de la jerarquía, la AC general no
sale de la situación crítica en la que se encuentra. El obispo de Ciudad Real,
Rafael Torija, nuevo consiliario general de AC y delegado de la CEAS,
manifiesta ante la asamblea de la CEE los ―serios y apremiantes problemas‖
en sus planteamientos doctrinales y de estructura organizativa. El consiliario
afirma que los esfuerzos por su reorganización -y salir de la crisis de finales
de los sesenta- ha tenido unos resultados ―modestos‖ debido en gran
medida a: ―[…] una insuficiencia de cauces legales para el ejercicio de
determinadas
libertades
civiles.
-
La
insuficiente
educación
para
la
convivencia dentro de un pluralismo cívico, político, religioso, etc. - La
situación de cambio, fruto de la profunda transformación sociocultural de
nuestro país, que repercute inevitablemente en la vida de la Iglesia‖787.
786
BOOA, núm. 7, septiembre-octubre, 1974,
p. 371. Sorprende el texto por la denuncia
explícita en una línea dispar al discurso conservador, o de tenue y aislada denuncia social, de
los obispos de CLM.
787
BOOA, núm. 7, septiembre-octubre, 1974, p. 345. Rafael Torija de la Fuente (primo de
Licinio de la Fuente, ministro de Trabajo, también originario de Toledo) sucede a Guerra
Campos como consiliario de la junta nacional de AC. Ha sido consiliario en Toledo de los
movimientos obreros y del Consejo Diocesano de Jóvenes con Vicente Enrique y Tarancón).
Ya, 15-9-1972. Tras su nombramiento intenta encarar los problemas en AC, con aspectos
inmersos en Los cristianos y el cambio, conferencia de un ciclo organizado por los Jóvenes de
AC en Madrid (14-4-1973), en el colegio ―Fray Luis de León‖, donde también participan
500
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Monseñor Torija trata de distanciar militancia de las bases con el mensaje de
AC: ―No es justo identificar a los militantes de AC con una política
determinada‖788.
La muestra de esa identificación viene de nuevo entre septiembre y
noviembre de 1974 cuando una serie de conflictos en empresas de Albacete
desvelan que, detrás de los comités de los trabajadores, existe un fuerte
componente de militantes católicos, concretamente de JOC. En la empresa
textil ―López Vera‖, sita en la capital, el grupo mayoritario de mujeres
pertenece al Movimiento. El conflicto se agudiza cuando los empresarios
despiden a dos trabajadoras y se niegan a readmitirlas789.
Al obispo, Ireneo García, le agobia esta implicación sindical en la que
incurren sus fieles. Como alternativa el prelado, preocupado por la enorme
emigración que vive la provincia, propone, en la carta pastoral para el ―Día
de las Migraciones‖ (15-12-1974), el estímulo a las cooperativas -en un
discurso parejo al del ―cedismo‖ de la Segunda República-, eso sí, dentro del
capitalismo
por
encima
de
otros
modelos
o
sistemas:
―[…]
podría
incrementarse y sanearse la productividad agraria con el mayor desarrollo
del cooperativismo, con una mayor creatividad de puestos de trabajo por
Enrique Miret Magdalena, con Creer en el mundo de hoy, y Antonio Aparisi Guijarro, con Una
auténtica renovación de la Iglesia. AGA. MIT. CUL. GE, C. 571, IG, carp. 60100.
788
789
ABC, 8-9-1974, p. 30.
Este conflicto enciende la mecha de las movilizaciones en la provincia: ―[…] Así, que
organizaron paros, asambleas y reuniones habitualmente canalizadas por la JOC y los curasobreros‖. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 57-58.
501
―La otra Transición de la Iglesia…
parte del capital y con el incremento industrial dentro de la provincia‖790. El
gobierno destaca el momento delicado y en cuanto a la carta: ―[…] referida
a migraciones, tema que se plantea siempre conflictivo en esta provincia‖,
resalta el tono pesimista del obispo, para quien su solución no pasa siempre
por ―bienes espirituales‖:
―[…] La jornada de las Migraciones se ve afectada este año por un
clima de ansiedad e inseguridad. La crisis económica incide en el problema
migratorio de una manera inquietante. ¿Tendrán que ser los más débiles los
que hayan de soportar las consecuencias de la crisis con efectos más
gravosos? […] Todo este servicio a los pobres no se limita a bienes
espirituales. Como hizo Jesucristo, la Iglesia es servidora de todo el hombre
y de todos los hombres‖791.
La presión contra el régimen se acentúa en los primeros meses de
1975. La oposición clandestina trata por todos los medios de sumar aliados
para desequilibrar los cimientos sobre los que se tambalea la dictadura (en
febrero el PCE, desde su Comité Ejecutivo, adopta una posición laica, no
atea, supera la crítica leninista de la religión como opio del pueblo y admite
la entrada de católicos en el partido, lo que supone una situación de especial
virulencia para los obispos conservadores)792.
790
AGA. MIT. CUL. GE, C. 560, IG, carp. 40000.
791
AGA. MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 45010.
792
Sobre la cooperación de organizaciones cristianas y partidos y organizaciones de
izquierdas: García-Nieto, M. C.: ―Participación en partidos y sindicatos‖, XX Siglos, 16, 1993.
502
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
A medida que transcurre el año las movilizaciones en las calles van
incrementándose. Todo hace pensar que las represas ideológicas del
franquismo, y de los valores tradicionales que se transmiten desde la
Iglesia, son incapaces de retornar a los cauces esperados. Los mensajes
desde la cúpula de la Iglesia son cada vez más desesperados. El obispo de
Ciudad Real, Juan Hervás, habla de una sociedad ―desacralizadora‖, en la
carta pastoral sobre la Santidad (4-6-1975):
―[…] Cuando por un mal entendido afán renovador, quitamos la vista
de las imágenes de los santos, pronto se buscan los pueblos otros prototipos
humanos a los que rinden culto: el artista, el filántropo, el sabio, el
inconformista, el revolucionario, el idealista, cuando no el ídolo de la canción,
del deporte o del cine pueden convertirse fácilmente en el nuevo ‗santoral‘
una pobre corriente desacralizadora‖ 793.
García-Nieto, M. C.: ―La historia vivida y protagonizada por Cristianos por el Socialismo,
1973-1993‖ en Pastoral Misionera, 193-194, marzo-junio de 1994. Espadas Burgos, M. y
Laboa, J. M.: Los católicos seglares en la vida social española de nuestro siglo; CEU, Madrid,
1988. Comín, L. C.: A.C. Cristianos en el partido, comunistas en la Iglesia; Laia, Barcelona,
1977. Instituto Fe y Secularidad, Los marxistas españoles y la religión;
Edicusa, Madrid,
1977. Ruiz, R. (Coord.): Historia de Comisiones Obreras (1958-1988), Siglo XXI, Madrid,
1994; Babiano Mora, J.: ―Los
católicos en el origen
de Comisiones Obreras‖, en Espacio,
tiempo y forma, Serie V: Historia Contemporánea, núm. 8, 1995; Ysàs Solares, P.: ―Las
Comisiones Obreras: orígenes y configuración‖, en Vega García, R. (Coord.): Las huelgas de
1962 en España y su repercusión internacional: el camino lo marcaba Asturias; Fundación
Juan Muñoz Zapico, Oviedo, 2002.
793
AGA, Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40140. A lo largo de 1974 Hervás se enfrenta
a las ―desviaciones‖ que, a su juicio, se están viviendo en las procesiones de Semana Santa y
al cierre de la catedral por obras. Además se le interponen una serie de denuncias ante el
Santo Oficio, en Roma, donde acude en varias ocasiones para afrontarlas.
503
―La otra Transición de la Iglesia…
El cardenal Marcelo González hace lo propio en la pastoral Carta a los
jóvenes (17-7-1975), recordando a estos que difundan las deficiencias
marxistas para una correcta concepción del buen cristiano:
―[…] Decid a los positivistas, a los marxistas y a todas las ideologías
que os presenten programas alejados del evangelio, que dejan de percibir la
dimensión más profunda de la existencia: la que Dios realiza en el hombre.
Decidles que minimizan al ser humano, que coartan y ahogan la liberación,
que le niegan el amor, la fraternidad y al filiación más radical y constitutiva
de su ser. Decidles que con sus teorías no responden a los grandes
interrogantes que oís en vuestro interior ni os ayudan a realizar los anhelos
de verdad, justicia y amor que lleváis dentro. […] Sopesad con reflexión y
con honradez la indigencia de esas teorías que parecen mensajeras de la
Justicia, y son después una terrible opresión y un auténtico ataque a la
dignidad de ser hombres. Desconfiad también de la Libertad que muchos
gritan y que no es más que la máscara de la defensa de los privilegios‖ 794.
Hasta Cáritas se verá inmersa en la crítica por la nueva orientación en
su acción social. Ha pasado de su etapa inicial de carácter benéfico, a la
social, donde sus integrantes asumen la problemática del apostolado seglar
en el intento de ahondar en la problemática social y buscan un cambio en
794
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
504
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
las estructuras, con el consiguiente freno desde la jerarquía, por lo que
interviene la Comisión Episcopal de Acción Caritativa y Social (1975)795.
En la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, y a pesar de la importancia
que el sindicalismo tiene en la zona de Azuqueca de Henares -con empresas
importantes como VICASA (Química), TUDOR y DURAVAL-, no existe una
conciencia de militancia resaltable en los movimientos obreros de AC
(destaca el sindicalista de CCOO Francisco Palero, que ocupa el puesto de
secretario de organización del PCE a nivel nacional). El gobierno cuenta con
el obispo Castán Lacoma para frenar todo intento de acción sindical y
política en la Diócesis. Paradójicamente, al final de su periplo en SigüenzaGuadalajara, Castán se jacta de haber estado en todo momento abierto al
diálogo con HOAC, presente según sus apreciaciones en muchas empresas,
y apoyarlo durante los años setenta:
795
Andrés-Gallego, J. y Pazos, A. M.: La Iglesia en la España contemporánea/2 (1936-
1999)…, Op. cit., p. 161. Para Feliciano Montero: ―[…] Desactivada la Acción Católica
especializada, otros movimientos, organizaciones y plataformas de la Iglesia tomaron el
relevo de la concienciación y del compromiso social y político por la promoción de la
Transición. Entre estas organizaciones de Iglesia, laicas, y relativamente autónomas, aunque
directamente vinculadas a Comisiones de la CEE, y por tanto cubiertas por el paraguas del
Concordato, destacan Justicia y Paz y Cáritas‖. Montero, F.: La Iglesia: de la colaboración a la
disidencia (1956-1975)…, Op. cit., p. 267. En Cuenca la figura de Simón Guadalajara destaca
durante todos estos años como impulsor de un internado para jóvenes estudiantes con
escasos recursos económicos, y un albergue de transeúntes. En Cáritas de Albacete recalan
grupúsculos de las Conferencias de S. Vicente Paúl que, si bien llegan en 1951, será tras el
Concilio cuando se integran en Cáritas, por la línea de ―Pastoral de conjunto‖. Según Ramón
Carrilero: ―[…] a partir de 1966, en los libros de actas no se mencionan más de 4 o 5 socios,
ni más de 15 pobres visitados. Durante este periodo figura como presidente D. César Tomás
Moreno. En 1973 encontramos en su libro de actas la palabra ‗Disuelta‘‖. Carrilero Martínez,
R.: Op. cit., p. 169.
505
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Dado que las masas de obreros industriales están localizados
principalmente en Guadalajara, en ella se han cultivado los Movimientos
Apostólicos Obreros. La HOAC, que existía cuando llegué a la Diócesis, ha
tenido siempre mi
apoyo, y ha
demostrado tener la
capacidad
de
convocatoria cuando en los últimos años ha organizado diversos actos
públicos y de culto, especialmente con motivo del día 1º de mayo. Además,
desde los primeros años de mi estancia en la Diócesis se han creado las
Hermandades de Trabajo, a las que he dado Consiliarios locales y apoyo‖ 796.
796
BOOSG, núm. 2306, enero, 1980, pp. 5-6. Valoraciones a su trabajo en la diócesis
alcarreña. Sorprenden estas declaraciones a tenor de sus antecedentes en la crisis con los
movimientos de AC en la década de los sesenta. Para P. Aguilar: ―[…] Guadalajara durante
los años setenta tenía uno de los obispos más reaccionarios, junto a Guerra Campos, de
cuantos había en España, monseñor Laureano Castán Lacoma. Desde el primer momento sus
esfuerzos por erradicar los avances sociales, las reivindicaciones femeninas y los nuevos
planteamientos políticos fueron ímprobos. Sus contactos con el Gobierno Civil, oscurantistas y
misteriosos, fueron fraternales‖. Aguilar, P.: ―La Transición política en Guadalajara‖, en Asín
Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha 1975-1995. Toledo,
Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, p. 57.
506
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
507
―La otra Transición de la Iglesia…
IV.5. La muerte de Franco provoca en los obispos afectos al régimen
la máxima exaltación de su figura
A mediados 1975 crece el nerviosismo en el gobierno por el
agravamiento en la enfermedad del Caudillo. Paralelamente van apareciendo
criterios encontrados sobre la idoneidad del príncipe Juan Carlos de Borbón
para sucederle. El tema llega a tratarse banalmente en algunos medios797. El
obispo Guerra Campos tercia en el debate de quienes desean erigirse en
―herederos‖ del dictador:
―[…] Es indudable que lo que caracteriza a muchísimos millares y
millones de hermanos nuestros contemporáneos no es que sean peores [...],
es sencillamente, que muchos no se escuchan a sí mismos [...], están
empujados en una caravana incontenible y no son dueños de sus propias
decisiones [...]‖798.
797
La prensa del Movimiento airea manifestaciones como las de Pilar Franco, hermana del
general, con el fin de ―tranquilizar‖ a la opinión pública: ―Ahora no es el momento para la
sucesión [...], el día que piense entregar el Poder a Juan Carlos, pues se levantará como
todos los días, llamará a Juan Carlos y le dirá ‗Mira coge tú el mando, gobierna tú‘‖. Diario de
Cuenca, 12-7-1975, primera página. Días más tarde se refiere a la Ley de Asociación, que no
acepta, y sobre el líder de FN: ―[…] de Blas Piñar no me pregunte porque no soy partidaria‖.
Diario de Cuenca, 7-8-1975.
798
Diario de Cuenca, 1-7-1975, sección Local, p. 3. Homilía de la ―Romería a San Julián‖,
Cuenca. El obispo de Cuenca lleva meses ensalzando la figura de Franco y justificando el
régimen autoritario surgido tras el ―Alzamiento Nacional‖: ―[…] el Estado, sin ser confesional,
concordará con la Iglesia católica […] porque no se olvida que aquel gran esfuerzo nacional
estuvo animado también por valores positivos (impedir la dictadura anárquica o marxista y
persecutoria, tender a integrar la tradición espiritual del país y la promoción de la justicia
social, etc.) que los Papas de Roma y los Obispos españoles exaltaron en su día
508
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
José Solís Ruiz, ministro secretario general del Movimiento, recuerda
a los jefes locales, alcaldes, y concejales de toda España las líneas señeras
del régimen: ―Estamos en un momento delicado, difícil, importante y
esperanzador para España [...]. Pero avanzar dentro de unas normas, de
una legalidad y de una doctrina sin abandonar nada [...]. Estamos
dispuestos a defender la Patria con uñas y dientes. No vamos a entregarla
[...]‖799. Ese mismo tono patriótico utiliza monseñor Guerra durante la
entrega de títulos y diplomas de la Escuela de Enfermeras de la capital:
―Seguiremos en el camino de la patria y en la continuidad del Movimiento
Nacional‖800.
Desde Guadalajara Clementino Martínez, vicario de pastoral, publica
en las páginas del BOOSG -lógicamente con el beneplácito de su obispo
solemnemente‖. Guerra Campos, J.: ―Pastoral del Episcopado‖ (17-4-1975), BOOC, núm. 5,
mayo de 1975, p. 113, nota 5.
799
Diario de Cuenca, 5-7-1975, p. 5.
800
Diario de Cuenca, 16-7-1975, p. 6. Días más tarde, con motivo de la figura del apóstol
Santiago -sobre el que ha publicado un estudio el año anterior-, y en el hospital conquense
del mismo nombre, Guerra Campos expresa su deseo de que España ―[...] se mantenga fiel,
como en la actualidad [...]‖. Diario de Cuenca, 26-7-1975, p. 9. El obispo se granjea, además
de los grupos radicales y ultraderechistas, las adhesiones de la Cámara de Industria y
Comercio de Cuenca, en voz de su presidente J. P. Machetti. Diario de Cuenca, 9-8-1975, p.
7. El 19 de septiembre un grupo de sacerdotes homenajean al obispo en Cartagena: ―[…]
Sacerdotes y seglares del sector conservador, están recibiendo invitaciones para asistir a un
homenaje que la Unión Seglar de San Antonio María Claret de Barcelona, rendirá a Monseñor
Guerra Campos el próximo día 21, con ocasión de finalizar unos ejercicios espirituales, que
dirigidos por dicho Prelado… al que asistirán Asociaciones religiosas de varias regiones‖. AGA,
Cultura. MIT. GE, Caja 561, IG, carp. 40180.
509
―La otra Transición de la Iglesia…
Castán Lacoma- Libertad y democracia (9-9-1975), un documento que
previene de los riesgos de un régimen democrático:
―[…] la democracia es un bien, la participación una necesidad. Pero si
estas sagradas realidades humanas no se usan sino para mentalizar
halagando, sin dar lugar a la propia reflexión, posible disparidad y aún
oposición correcta, y con el sólo objetivo de crearse un soporte para sus
logros particulares, no se trata de actuación limpia y conduce a lo que no
dudamos en titular como dictadura de los demócratas, que para nosotros es
la dictadura más temida‖801.
El 18 de septiembre un nuevo temblor remueve los cimientos del
Estado y que agrandará, aún más, las grietas con gran parte de la Iglesia.
La política del gobierno frente al terrorismo, bajo el pretexto de evitar
cualquier intento de desestabilización del régimen, deja sello en la sentencia
a muerte, por un tribunal militar, a tres miembros del Frente Revolucionario
Antifascista y Patriota (FRAP) -organización extrema cercana al PCE
marxista y leninista-, y dos de la organización terrorista ETA, de los once
juzgados. Inmediatamente la CEE, a través de su comisión permanente,
pide el indulto para los condenados cuya ejecución está prevista para el 27.
En Albacete un grupo sacerdotes son sancionados por el gobierno tras
su denuncia en sus homilías la espiral de violencia en la que se ha cegado el
801
AGA, MIT. CUL. GE, C. 563, IG, carp. 40510.
510
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
régimen802. Miembros de las JOC de Toledo solicitan por escrito a José María
Sánchez Ventura, ministro de Justicia, que no se aplique la pena803. El
propio Pablo VI intercede por una conmutación de la misma. El cardenal
Tarancón hace suyas las palabras del pontífice y alega, ante un grupo de
obispos en Roma que, igual que la Iglesia está en contra del aborto, también
lo está cuando la vida de un ser depende del ―arbitrio‖ de un jefe de Estado:
―[…] El Papa ha querido oponerse decididamente al ataque contra la
vida. No olvidéis que la cuestión del aborto está planteada en muchas
naciones y puede ser fácilmente legalizado. Contra ello, la defensa única y
sólida de la Iglesia es subrayar el carácter sagrado de la vida humana, que
está exclusivamente en manos de Dios; no al arbitrio de un Jefe de Estado,
aunque se trate de delincuentes. […] no se puede distinguir entre inocentes y
culpables, ni vale la razón del bien común para quitar la vida‖
804
.
Pero ningún argumento hace cambiar la decisión del dictador. El 27 de
septiembre el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, ordena las
ejecuciones. Pablo VI hace público su pesar:
802
Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., p. 68. En el mes de julio el
párroco de Nerpio había sido denunciado por su homilía crítica ―Desfile de la Victoria‖.
803
El propio ministro declaraba pocos meses antes: ―Las relaciones entre la Iglesia y el
Estado yo diría que van bien‖. Diario de Cuenca, 13-7-1975, primera página.
804
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 835. También piden clemencia el
príncipe heredero, Juan Carlos y su padre Juan, en consonancia con la fuerte presión
internacional.
511
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] la amargura que experimentamos hoy, por las dramáticas
noticias que nos han llegado de la ejecución, esta mañana, de las personas
condenadas a muerte en España. […] Nos renovamos la firme deploración
por la serie de atentados terroristas, que han enlutado aquella nobilísima y a
Nos tan querida nación y por la osadía de cuantos, directa o indirectamente,
se hacen responsables de una tal actividad, considerada equivocadamente y
asumida como legítimo instrumento de lucha política. Pero a esta condena
debemos añadir también una vibrante condena de una represión tan dura
que ha ignorado incluso los llamamientos que de todas partes, se han
elevado contra aquellas ejecuciones. […] Por desgracia no hemos sido
escuchados‖805.
805
Original en italiano en Insegnamenti di Paolo VI. XIII, pp. 994-995. Boletín Oficial de la
Archidiócesis de Madrid-Alcalá (BOAM), núm. 17, 15-10-1975, p. 721. Cuenca Toribio habla
de la influencia que cierta jerarquía tiene sobre el caudillo en momentos críticos de su
mandato, y que ahora no se ha producido: ―[…] no vacilando en dar la razón a los jerarcas
eclesiásticos frente a sus propios ministros en los contenciosos y fricciones surgidos de su
relación, según lo prueba, en sucesos de monta, su reacción frente al ‗caso Añoveros‘; y, a
sensu contrario, su negativa a la petición de indulto por Pablo VI de los cinco fusilados a
finales de septiembre de 1975 demuestra palmariamente la decadencia física de Franco, al
que habían abandonado sus más ahincados reflejos de gobernante)‖. Cuenca Toribio, J. M.:
Nacionalismo, Franquismo y nacionalcatolicismo…, Op. cit., p. 154. El mismo día de la
ejecución se produce otro atentado de ETA con tres muertos. Según FOESSA las acciones de
ETA se han utilizado con relación a la autonomía de las regiones y una concepción de Estado:
―[…]
Sin
la
ETA
y
el
problema
vasco
que
ella
dramatiza,
y
que
consciente
o
inconscientemente ha sido utilizado para acelerar o imponer cambios fundamentales sin dar
tiempo al tiempo, la transición a la democracia hubiera sido muy distinta […]. Sería
interesante tener una estadística del número de horas que el presidente, el Gobierno, los
ministros y las Cortes tuvieron que dedicar a este tema (al problema de las autonomías y el
concepto de un nuevo Estado) y al del terrorismo, cuya solución siempre se ligaba a la
solución política del problema vasco‖. FOESSA: Informe sociológico sobre el cambio político
en España (1975-1981)…, Op. cit., pp. 623-624. Los sucesivos gobiernos tendrán que hacer
grandes esfuerzos por controlar una ultraderecha, así como a parte de las Fuerzas Armadas,
512
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Frente a la condena tajante del Papa, y de la mayoría de la institución
eclesiástica, sorprende la justificación moral que acuña para estas muertes
monseñor Guerra Campos durante la homilía del primero de octubre,
aniversario del Movimiento:
―[…] Estamos, como es notorio, ante una dolorosa y triste necesidad:
el uso de la espada; pero también ante una función inesquivable para el bien
común. Hace bien pocos días, la Comisión Permanente del Episcopado
español recordaba que en circunstancias en que la paz es amenazada, y más
si se vierte sangre inocente, la autoridad tiene el deber de defender
eficazmente el bien público de la sociedad y los ciudadanos el de apoyar toda
y de Seguridad, ancladas en esquemas patrióticos del régimen, en su reacción frente a los
atentados. Desde el Episcopado se aprueba, el 23 de noviembre de 2002, la primera
instrucción pastoral centrada en el terrorismo de la banda, Valoración moral del terrorismo en
España, de sus causas y de sus consecuencias, donde los obispos se muestran contrarios al
derecho de autodeterminación y al diálogo con ETA. Durante la última visita del Papa,
Benedicto XVI, a España, en agosto de 2011, el gobierno socialista de José Luis Rodríguez
Zapatero solicita ayuda ―pastoral‖ para solucionar definitivamente el conflicto vasco. ―El
gobierno pide al Vaticano ayuda pastoral para el final de ETA‖, El País, 20-8-2011, p. 10. Las
conversaciones, sin llegar al término de negociación, se llevan a cabo entre el ministro de la
Presidencia, Ramón Jáuregui, y el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone. El
ministro argumenta en la reunión que la Iglesia puede ―restañar‖ las graves heridas
producidas. Carlos García Andoin, director adjunto del gabinete de la ministra de Asuntos
Exteriores, Trinidad Jiménez, manifiesta que la evolución de la jerarquía frente al terrorismo
de ETA es significativa tras el asesinato del edil de Ermua, Miguel Ángel Blanco, en julio de
1997, dando un giro al comportamiento anterior con las víctimas, añadiendo que en el año
2000 los obispos vascos piden perdón por su comportamiento y empiezan a comprometerse
en el proceso de paz: ―Añadió que el comportamiento de la Iglesia vasca en relación al
terrorismo había contribuido al descenso de las vocaciones eclesiásticas en la comunidad
navarra y vasca‖. Ibídem. Unos meses después, y tras intensos contactos con negociadores
internacionales ETA proclama ―el cese definitivo de su actividad armada‖. ―ETA pone fin a su
campaña armada por la independencia del País Vasco‖, El País.com, 20-10-2011.
513
―La otra Transición de la Iglesia…
acción legítima de los gobernantes y añadía: ‗en coyuntura como la presente,
el Estado debe arbitrar normas legales extraordinarias para defender la
sociedad‘ […]. Pero cuando no hay duda de que las acciones son justamente
punibles, al llegar la hora de la decisión, ‗tantas veces dolorosa, pero
intransferible, se impone absolutamente el respeto, por motivos morales y
religiosos. […] Hay apelaciones a la clemencia que por su carácter
oportunista selectivo o discriminatorio muestran su insinceridad. No son más
que un método de intromisión injusta al servicio de finalidades que nada
tienen que ver ni con la clemencia, ni con la justicia. Esas apelaciones
envilecen las altas motivaciones morales que se atreven a esgrimir y
constituyen una actitud despreciable signo de la máxima corrupción moral.
Hay también, lo sabemos, peticiones de clemencia sentidas desde el fondo
del corazón fruto de una auténtica benignidad. […] Pero la moral cristiana, la
voluntad de Dios nos dice que esa petición sólo es legítima cuando apela a la
gracia, y por tanto respeta delicadamente el derecho y la conciencia de aquel
a quien se pide. Deja de ser legítima, sobre todo cuando se reconoce que los
culpados son punibles en el máximo grado, si la petición se convierte en
presión coactiva, en exigencia, en acusación pública […]‖806.
806
Guerra Campos, J.: ―Defensa de la sociedad y amor cristiano‖, BOOC, núm. 9, octubre,
1975, pp. 270-273; AGA, Cultura, GE, Caja 561, IG, carp. 40180. Es el trigésimo noveno
aniversario como jefe del Movimiento de Franco y el obispo coincide en los mismos mensajes
lanzados desde el régimen: ―[…] conspiración de fuerzas a lo largo del mundo, que se
renuevan cada poco tiempo contra España‖. Ibídem, p. 271, añadiendo loas de varios
pontífices hacia el dictador: ―[…] Sin tomar partido por lo que en lo político sea contingente o
discutible, exaltaban los valores fundamentales a cuyo servicio se había puesto el Jefe del
Estado Español‖. También se refiere al cardenal Alfrink, quien abandona el país el día anterior
a la ejecución: ―[…] hizo patente su sorpresa por la irresponsabilidad con que muchos se
forman juicio acerca de los procesos españoles contra el terrorismo y por la falta de
comprensión hacia la situación del pueblo y del gobierno español, olvidando, por ejemplo a
514
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
En esa misma homilía el obispo de Cuenca glosa la vida personal del
dictador, destacando la ―inspiración cristiana‖ con la que ha impregnado las
leyes del régimen:
―[…] Su ejemplaridad personal y familiar, con sentido religioso de la
vida. La inspiración cristiana de la Leyes y de las Instituciones. La profesión
pública de la fe. El culto a Dios, no por razones exclusivamente históricopolíticas, sino por motivo religioso […]. La correlación exigible entre el culto a
Dios y la justicia social. El interés por el contacto directo con el pueblo, y por
recoger el verdadero sentir de los humildes. El poner su autoridad moral al
servicio de la paz, del bienestar del pueblo y de institucionalización de la
función política. La ayuda a la misión de la Iglesia, con respeto a su
independencia, con aprecio de su fecundidad social, después de haber
preservado la existencia misma de sus instituciones, atacada a muerte por la
revolución atea, y de haber facilitado su reconstrucción. Y, por último, el ser
constante favorecedor de la concordia en las relaciones entre la Iglesia y el
Estado, a pesar las múltiples dificultades […]‖ 807.
tantos servidores de la patria asesinados (tres esta mañana) y a sus viudas y a sus
huérfanos‖. Ibídem.
807
Ibídem, pp. 270-271.
515
―La otra Transición de la Iglesia…
Una de las últimas decisiones de Franco
es
firmar
las
ejecuciones
de
cinco
condenados por terrorismo. Lo llamativo
del caso es la argumentación de Guerra
Campos
sobre
decisión
-por
responsabilidad
margen
la necesidad de
de
encima
como
toda
de
religiosola
esta
su
y
al
movilización
internacional, el Papa incluido. (Fotos
de “50 años en la vida de España II”,
Diario 16.)
El obispo auxiliar de Madrid-Alcalá, Alberto Iniesta Jiménez, condena
severamente el hecho y envía a todos los sacerdotes de la diócesis un
escrito (4-10-1975) para que se lea en la misa del domingo siguiente por lo
que es llamado a Roma808.
Con motivo de la reunión plenaria de la Sagrada Congregación para la
Evangelización de los Pueblos (21-10-1975), también viajará al Vaticano el
cardenal González. Ante su partida recalca la importancia del sentido
universal de la Iglesia que debe alejarse de ―egoísmos locales‖: ―[...] Se
trata de buscar nuevas formas de evangelización, cada vez más vivas y
actualizadas. Tiene mucha importancia el pensar en el sentido universal de
808
Iniesta ya ha tenido, en marzo, un enfrentamiento serio con el régimen, con la
preparación de la I Asamblea Cristiana de la Vicaría IV (Pacífico y Vallecas), presidida por
Tarancón, con un claro matiz de discurso hacia el desfavorecido y las relaciones
intraeclesiales. Planteada para varios días la policía cercó a los asistentes llegando a retirarles
la documentación por ―peligro de alteración del orden público‖. En ―Queremos una Iglesia
valiente, realista y en Marcha‖, Ya, 15-3-1975 y ―Sobre la suspensión de la I Asamblea
cristiana de Vallecas‖, Informaciones, 17-3-1975.
516
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
la Iglesia, porque así uno puede desprenderse de los egoísmos locales que a
veces empequeñecen al hombre e incluso al cristiano‖809. Al ser preguntado
si tiene intención de interesarse sobre el caso de Iniesta, e intermediar ante
alguna personalidad vaticana, González contesta: ―No, porque es un asunto
que no me incumbe en absoluto‖810.
Mientras, las multas a los sacerdotes que se han manifestado
contrarios a las ejecuciones llegan a las parroquias. El obispo de Albacete,
Ireneo García, no lo aprueba, pues argumenta, ―faltan los cauces oportunos
para que las posibles infracciones sean juzgadas con objetividad‖811.
809
AGA, MIT. CUL. GE, C. 564, IG, carp. 40570.
810
Ibídem. Según Santiago Calvo Valencia, secretario de González en Toledo, cuenta que
éste medió ante Franco varias veces, sin perder de vista su deber a Roma: ―[…] Con Franco
tuvo varias entrevistas, cuyo contenido no trascendió a la prensa, pero de las que dio cuenta
a la Nunciatura. En varias ocasiones le insistió para que renunciara al derecho de
presentación y se abrieran cauces para nuevas leyes de prensa y asociación. Cuando se
produjo el caso del obispo Añoveros, su intervención fue decisiva para que no fuera
expulsado de España. En más de una ocasión le insistió que no aplicara la ejecución de penas
de muerte. Pero nunca lo comunicó a la prensa. En relación con la Santa Sede, en una
ocasión, un arzobispo de mucha influencia en el Vaticano y en amplios ambientes españoles
le indicó la conveniencia de que enviara informes sobre la situación política de España y su
opinión sobre la misma, como lo hacían otros obispos. La respuesta fue que la obligación que
tenía era cuidar de su diócesis e informar sobre la situación doctrinal y moral, y no creía que
fuera misión de un obispo diocesano enviar informes sobre la situación política de España
[…]‖. Calvo Valencia, S.: ―Iniciativa y libertad‖, primer aniversario de la muerte de Marcelo
González, Alfa y Omega, edición digital, 19-04-2001.
811
La Verdad, 12-10-1975. El control gubernamental al clero albaceteño continúa hasta
1977. Martín García, O. J.: A tientas con la democracia…, Op. cit., pp. 285-287. Muchas
multas son condonadas y levantadas por el responsable político que las impone, el
gobernador civil Federico Gallo, a instancias superiores, a partir de la muerte de Franco.
517
―La otra Transición de la Iglesia…
Por su parte, la Asamblea del Clero Rural denuncia que el párroco de
Pozo Cañada es amenazado de muerte en una carta por los ultras
―Guerrilleros de Cristo Rey‖, en su estrategia de acoso y silencio812. El
párroco de la Iglesia de los Padres Capuchinos de Hellín y el titular del
Espíritu Santo de Albacete capital también son multados por sus críticas a
las fuerzas de orden público813.
A finales de 1975 el dictador está en sus últimos momentos de vida.
Desde todas las diócesis de la provincia eclesiástica se piden rezos y
prédicas por su salud. El cardenal González pide a los fieles toledanos: ―[…]
mientras dure la actual situación que origina la
enfermedad de Su
Excelencia el Jefe del Estado Español, eleven oraciones al Señor y preces
812
El sacerdote de Pozo Cañada recibe el 7-11-1975 una carta amenazándole de muerte:
―[...] dándole veinte días para que abandonara la parroquia‖. Gómez Flores, A.: Anatomía de
una transición: Albacete del fascismo a la democracia. 1975-1982…, Op. cit., p. 113. RuizHuerta Carbonell habla del miedo impuesto por los grupos ―ultras‖ hasta la culminación de la
transición democrática: ―[…] no sólo se tenía miedo a determinados grupos terroristas que
actuaban en España, sino también a los restos del franquismo más autoritario, los grupos
fascistas de los guerrilleros de Cristo Rey, la triple A, Fuerza Nueva, etc., de la época, que
infiltrados
en
diferentes
formaciones
políticas
e
instituciones
del
anterior
régimen,
mantuvieron su rechazo permanente, no sólo a la posibilidad de construir un sistema
democrático en España, sino, sobre todo, a cualquier cambio en la línea de una razonable
modernidad‖. Ruiz-Huerta Carbonell, A.: Op. cit., p. 329.
813
Son sancionados por: ―[…] entender actuaciones injustas de las Fuerzas del Orden Público
con la mala intención de desprestigiarlas‖. La Verdad, 11-11-1975. El equipo sacerdotal
redacta una homilía común en desacuerdo con las multas. En otros casos son encarcelados.
Pero el proceso es imparable. La Verdad destaca unos días más tarde: ―[…] el pueblo
albaceteño se muestra dispuesto a una democracia‖. La Verdad, 21-10-1975, en Martín
García, O. J.: Op. cit., p. 37.
518
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
litúrgicas rogando por
sus intenciones y las necesidades de la nación
española‖814. En la misma línea el obispo de Cuenca, Guerra Campos, envía
la carta La Iglesia ante la enfermedad y la muerte de Francisco Franco (2810-1975), reproducida por casi todos los medios del país, en la que desea
una pronta recuperación al caudillo, al tiempo que reza por él815.
El 20 de noviembre de 1975 el presidente del gobierno, Carlos Arias
Navarro, comunica la muerte de Franco y lee, ante las cámaras de
televisión, el testamento del dictador, destacando su condición de católico:
―[…] En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad
constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir‖. Guerra
escribirá, en Diario de Cuenca, sobre esas palabras: ―[...] El escrito póstumo
o testamento
espiritual del Jefe del Estado Español, que acaba de hacer
público el Presidente del Gobierno, es una página admirable, digna de que,
como católicos y españoles, la meditemos con reverente atención [...]‖ 816.
814
BEAT, 23-10-1975, p. 783. El obispo Hervás también lo hace con una nota aparecida en
Lanza, (25-10-1975).
815
Guerra Campos, J.: ―La Iglesia ante la enfermedad y la muerte de Francisco Franco‖,
BOOC 1975, pp. 319-338. A principios de noviembre alaba la actitud de sacerdotes y fieles:
―[...] que han elevado espontáneamente a Dios sus preces especiales por la salud y el
consuelo espiritual del mismo‖. Diario de Cuenca, 1-11-1975. En esa nota encarga a los
sacerdotes incluir en la oración ―Et famolus‖: ―[...] a nuestro Jefe del Estado, Francisco y al
sucesor Juan Carlos‖, mientras éste último ejerza las funciones de jefe del Estado.
816
Diario de Cuenca, 21-11-1975, p. 4. El obispo ordena a los sacerdotes la lectura del
testamento en las misas: ―[…] durante el funeral prescrito, bien dentro, bien al final de la
Santa Misa, se lea ante los asistentes el mencionado testamento espiritual [...]‖. Ibídem.
519
―La otra Transición de la Iglesia…
El mismo día 20 monseñor Hervás, en Ciudad Real, envía un escrito a
los medios en el que pide serenidad y responsabilidad: ―[…] Es preciso que
prevalezca el derecho sobre la violencia; que se imponga reflexión sobre la
pasión‖817. Desde los mismos medios se trata de mantener la idea de que el
régimen no sufre fisuras. ABC ofrece una extensa cronología de la vida del
general:
―Ha
muerto
como
un
soldado;
Gran
táctico,
reconstruyó
España…‖818. Pueblo describe, someramente, la evolución en sus relaciones
817
Hervás y Benet, J.: BOOPOM, núm. 12, diciembre, 1975, pp. 397-398.
818
―Cronología‖, ABC, 20-11-1975, p. 43-53. Los medios locales lanzan ediciones especiales
ensalzando su figura como católico, hombre de familia y, sobre todo, político. Diario de
Cuenca recoge las valoraciones de dos Papas, Pío XII y Juan XXIII quienes, según el obispo
de Vitoria, el primero llega a decir en 1951: ―El caudillo Franco, es el hijo predilecto y el más
querido de la Iglesia entre los Jefes de Estado‖. De Juan XXIII recoge el testimonio del
pontífice al vicario apostólico de Fernando Poo en una visita ―Ad Limina‖: ―[...] Da leyes
católicas, ayuda a la Iglesia, es buen católico ¿qué más quiere?‖. El diario recuerda que el
general tan sólo visita la capital conquense durante la inauguración de la línea de ferrocarril
Cuenca-Utiel, en 1947 (Ofensiva, 31-11-1947). Diario de Cuenca, 21-11-1975. Desde el
principal vocero del régimen en Toledo, El Alcázar, se apuesta por la continuidad de sus
principios. Pinilla García analiza, por el contrario, los mensajes que, a su juicio, presagian
cambios en el sistema político: ―[…] Se comenzó con pedir apertura, se continuó solicitando
evolución, desarrollo y reforma, y ya ni unas ni otro son suficientes; ahora, sin disimulo
ninguno, se exige el cambio total del Régimen [...]. ¿Qué hay que seguir evolucionando?
Quién lo duda; y oponerse a ello sería insensatez. Pero esa evolución hay que hacerla de
conformidad con nuestras Leyes Fundamentales‖. Raimundo Fernández-Cuesta, Recuerdo y
fidelidad, ABC, 20-11-1975, p. 3, extraído de la tesis doctoral de Pinilla García, A.: Del
atentado contra Carrero al golpe de Tejero. El acontecimiento histórico en los medios de
comunicación, Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura, Cáceres, Julio de
2003, p. 670. Entre sus observaciones destacan: ―[…] Se reproduce así el discurso
reaccionario anclado en la continuidad, como demuestra un artículo de Fernández Cuesta,
publicado por ABC en página impar con un gran titular (importancia media alta), donde se
afirma que la muerte de Franco abre un periodo en el que la continuidad del Régimen debe
520
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
con la Iglesia: ―[…] Las vinculaciones de Franco con la Iglesia se puede decir
que han sido buenas en general, y difíciles en algunos momentos‖819.
En las diócesis de CLM la exaltación hacia la figura de Franco, por
parte de los obispos, es inconmensurable. Marcelo González, desde Toledo,
afirma que la estela del dictador debe iluminar a todos aquellos que miren al
futuro con buena voluntad:
―[…] Nadie arrebatará jamás al Jefe del Estado que acaba de morir el
honor de ocupar una de las páginas más gloriosas en los anales de la historia
patria. La que él ha escrito con su vida y con su muerte es tan excelsa que
podrá seguir iluminando a todos los españoles con tal de que exista una sola
actitud: buena voluntad‖820.
El cardenal, después de apreciar el sentido ―lumínico‖ en la obra del
caudillo, trata de elevarlo como referente humano de perfección cristiana
ante un pueblo al que califica de ―ignorante‖ en lo político, sin ideologías,
conjugando en su discurso patria y dictador como indisolubles:
―[…] Y a un hombre que ha sabido sacrificarse así, con tal grandeza,
por la patria querida, se le puede dar el crédito de la esperanza, como si
asegurarse rechazando cualquier reforma que atente contra el espíritu del 18 de julio‖.
Ibídem, pp. 675-676.
819
Pueblo, ―Ha muerto Franco‖, en el Especial urgente, 22-11-1975, p. 9.
820
González Martín, M.: ―Ante la muerte del Jefe del Estado‖, Exhortación pastoral, publicada
el 20-11-1975, BEAT, enero, 1976, pp. 27-28.
521
―La otra Transición de la Iglesia…
también pudiera asegurarnos, después de muerto, que hemos de seguir por
los caminos de paz que él abrió para España [...]. Ese pueblo sencillo que no
entiende políticas, pequeños y adultos, hombres y mujeres, que desfilan hoy
incesantemente ante su cadáver, o que se han sentido sobrecogidos estos
días... los hombres de corazón limpio, libres de ideologías, solamente
pensaban, y solamente piensan, en esa especie de encarnación de la patria
española, que ha sido nuestro Jefe de Estado [...]‖ 821.
González ve ejemplificante el testamento de Franco y se dirige al
nuevo jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, recordándole los valores que
representa el cargo asumido, la historia y los envites por los que ha pasado
el país, y por el camino de ―respeto‖ y ―adhesión a la autoridad‖ por los que
debe regir la corona, valores de calado católico, en ese ambiente de libertad
―sin límites‖ que parte de una mayoría de la sociedad:
821
Homilía del cardenal González en la misa ―Corpore insepulto‖, celebrada en la catedral de
Toledo (21-11-1975). BEAT, enero de 1976, pp. 20-25. Ya destaca otro párrafo de la homilía:
―[…] Dejando de un lado los elogios fúnebres, hemos de fijarnos únicamente en las virtudes
cristianas que destacan en su persona como testimonio y ejemplo que todos debemos imitar.
Su amor a la patria y el servicio de los hermanos‖. Ya, 22-11-1975, p. 57; En La Vanguardia,
25-11-1975: ―Monseñor González ofició la solemne misa funeral‖. Ferrán Gallego define como
―tramontano‖ el discurso del arzobispo a tenor de estos párrafos: ―[…] añadiendo el brillo de
la luz del agradecimiento por el inmenso legado de realidades positivas que nos deja ese
hombre excepcional‘ y animando a seguir ‗el ejemplo que nos dio‘ en una obra de
perfeccionamiento de las estructuras heredadas, bajo ‗una civilización cristiana sin la que la
libertad es una quimera‘‖. Gallego, F.: El mito de la Transición. La crisis del franquismo y los
orígenes de la democracia (1973-1977)…, Op. cit., p. 225.
522
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
―[...] los valores que encarna como representante supremo de la
patria. El perfeccionamiento de un Estado, de un pueblo, de un sistema
político, son exigencias insoslayables de todo el que quiera marchar al
compás de lo que la civilización pide a los hombres. […] A lo largo de este
tiempo ha ido cambiando muchas cosas; y las exigencias de hoy, en el orden
de la convivencia civil, no son ni están sujetas a las restricciones explicables
que se producían ayer. Salimos de una guerra muy difícil; hemos vivido
hostilizados por tantas campañas de orden internacional, en medio de
dificultades sin cuento. Poco a poco, el país ha ido abriéndose hacia un futuro
en el que nunca se puede ver el límite exacto de qué es lo que piden la
libertad, el respeto y la obediencia [...]. Este proceso ininterrumpido de
perfeccionamiento sin duda tiene que continuar; pero no podrá hacer si fallan
estos goznes fundamentales: el respeto, la adhesión a la autoridad [...]‖ 822.
Guerra Campos, el obispo que más se ha destacado como seguidor de
Franco en vida, previene sobre los riesgos que pueden sobrevenir a la
Iglesia tras la desaparición del dictador, al tiempo que culpa a cierto sector
de la CEE de debilitar a la institución en estos momentos cruciales:
―[…] Son muchísimos los españoles cuyo deseo más íntimo era que
Franco pudiera continuar indefinidamente como conductor de España […],
hubo de aguantar virajes injustificados y comportamientos muy poco
ejemplares
822
Ibídem.
de
algunos
sectores
eclesiásticos
que
han
terminado
por
523
―La otra Transición de la Iglesia…
robustecer a fuerzas cuyo objetivo esencial es lograr un tipo de vida social que
pierda sentido la presencia de Cristo y la misión de la Iglesia […]‖823.
El obispo de Cuenca afirma, en ABC, no querer entrar a ―juzgar‖ la obra
de Franco ―desde el punto de vista político‖:
―[…] Yo no entro a juzgar la obra de Franco desde el punto de vista
político. No es mi misión. Para mí hay otros valores más altos, sin los cuales
la política, a la larga, tiene siempre algo de obligada frustración. Valores que
se llaman paz, progreso ordenado, uso ponderado de la libertad, anhelo de
justicia, trabajo creador, y, por encima de todo, sentido religioso de la vida
que da a las empresas humanas, individuales o colectivas, la categoría
suprema que ennoblece a los hombres. Creo que durante los años que
hemos vivido bajo la dirección de Francisco Franco, este conjunto de valores
ha brillado con fulgor [...]. Como gobernante de un país que pasó por una de
las mayores tragedias que pueden amenazar la supervivencia de un pueblo,
ha brillado en él dos excelsas cualidades: la magnanimidad y la prudencia
[...], pero sobre todo he admirado siempre en él su sentido religioso-católico,
tan noble tan profundo [...]. Un día y en un momento propicio a la
confidencia me atreví a preguntarle: ¿Es cierto que Vuestra Excelencia no ha
perdido nunca la serenidad en tales circunstancias? Y Franco me contestó:
Jamás, siempre he creído que la vida del hombre está en manos de Dios‖ 824.
823
Diario de Cuenca, edición especial, 21-11-1975. En Anexo 3. Capítulo IV. Carta del obispo
José Guerra Campos, en la muerte de Franco.
824
Guerra Campos, J.: ―Franco, hombre creyente‖, ABC, 21-11-1975, y en el BOOC, enero de
1976, pp. 33-34. Pocos días después, Guerra se refiere a Franco como el ―salvador de la
patria‖: ―[...] él la sacó de un estado de postración que si no era muerta, constituía, sin duda,
524
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Para el obispo Guerra Campos el general Franco es el ideal de
gobernante, católico y hombre de familia (Fotos Diario de
Cuenca, edición especial, 21-11-1975).
En la homilía de la misa de difuntos en la catedral conquense (21-111975), el obispo justifica su admiración por el fallecido y utiliza el término de
―mazazos‖, hacia quienes no fueron fieles en los últimos momentos a los
designios del caudillo:
―[...] Yo que nunca he tenido trato personal con él (Francisco Franco),
creí necesario por justicia y como obispo vicario del Señor en esta diócesis,
hablar más de una vez, y con amplitud, de las actitudes y de la obra de
Franco a favor de España y de la Iglesia [...], he estado cinco horas de pie en
un rincón próximo al cuerpo yacente de Francisco Franco. [...] yo no me
atrevo a decir nada en este momento, me paraliza, además, un poco, la
vergüenza de pensar cuáles fueron los últimos mazazos que, de manera tan
grave peligro de muerte para la convivencia [...] y comenzar en medio de tantas dificultades
el crecimiento de la justicia social, la expansión de la cultura, el sentido de la hermandad
entre todos los hijos de España [...]‖. Diario de Cuenca, 12-12-1975.
525
―La otra Transición de la Iglesia…
injusta, resquebrajaron el corazón de nuestro hermano Francisco Franco
[...]‖825.
Por su parte, Pablo VI se refiere a la figura del dictador con cierta
diplomacia ajustada al momento: ―[…] ha hecho mucho bien a España y le
ha proporcionado una época de larguísima paz. Franco merece un final
glorioso y un recuerdo lleno de gratitud […]‖826. Muchos obispos glosan estas
palabras en los funerales, y vierten loas al fallecido por ―salvar‖ a la Iglesia
de la persecución republicana, apoyarla bajo la dictadura, y devuelto la
prosperidad social y económica al país827.
Desde la comisión permanente de la CEE se envía un pésame a la
viuda del general y un saludo al príncipe Juan Carlos de Borbón. Los obispos
cambian la fecha de la plenaria pues interpretan que el momento es de
máxima relevancia: ―[…] cada obispo atienda, desde su propia diócesis, las
cuestiones urgentes que provoca el cambio de Régimen‖828. El propio
825
Diario de Cuenca, Local, 22-11-1975, p. 3. Sus palabras son recogidas por Lanza 22-11-
1975, p. 13, bajo el título: ―Finura evangélica del caudillo. Destacada por el obispo de Cuenca
en la misa exequial‖. El diario conquense trae, en la misma página, el altercado político que
se produce con el obispo auxiliar de San Sebastián, José María Setién, quien no hace alusión
al caudillo en la misa por su fallecimiento, así como los actos que el colectivo gitano ofrece
por la memoria del general (sorprende el hecho toda vez que el régimen no ha elaborado
serios planes para un serio proceso de integración). Ibídem.
826
Cárcel Ortí, V.: Breve historia de la Iglesia de España…, Op. cit., p. 453.
827
Ibídem, p. 454.
828
Iribarren, J.: Documentos de la Conferencia Episcopal Española, 1965-1983…, Op. cit., p.
26.
526
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
presidente, Vicente Enrique y Tarancón, hace un llamamiento a la
tranquilidad y la concordia durante los funerales en El Pardo:
―[...] Mi misión de obispo es de llamar a todos los españoles a la
unión, en la concordia, a la convivencia fraterna. Esta es una tarea difícil
como hemos dicho en un reciente documento los obispos españoles, pero es
también una tarea posible y, por tanto, obligatoria [...]. No es hora de
tragedias ni de pánicos [...]‖829.
Al día siguiente, en la catedral de San Isidro, Tarancón habla,
midiendo sus palabras, del vacío excepcional que produce la muerte del jefe
del Estado, fruto de su larga estancia en el poder: ―[…] lo que es natural ya
que durante cuarenta años ha permanecido al servicio de nuestra Patria,
incluso con una aureola casi mítica que rodeaba su figura‖830. Monseñor
Hervás y Benet, desde Ciudad Real, pide a los ―herederos‖ del régimen que
sepan dar los pasos correctos ―superando toda tentación de violencia‖:
829
Diario de Cuenca, 21-11-1975, pp. 9-10. Tarancón reconoce públicamente la figura del
general aunque cuida los términos: ―[...] Nadie dudará en reconocer conmigo la absoluta
entrega, obsesión diría incluso, con la que Francisco Franco se entregó a trabajar por España,
por el engrandecimiento espiritual y material de nuestro país‖. Ibídem. En medios proclives
al régimen destacan expresiones vertidas esos días del cardenal Tarancón como: ―Que el
señor premie su total entrega a la patria‖. Arriba, 21-11-1975, p. 43.
830
Ya, 22-11-1975, p. 57. Para el cardenal el jefe del Estado, ―ha sido recibido en el seno de
Dios, más aún después de conocer su testamento espiritual‖. Ibídem.
527
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Desde ahora nuestra oración se elevará al Cielo para pedir luz y
fortaleza para cuantos reciben la herencia de Francisco Franco y asumen la
responsabilidad de dar un paso adelante en la nueva etapa histórica que se
abre. […] Nuestra oración por su alma nos lleva así a invocar la ayuda divina
por nuestra Patria, que él amó y sirvió ejemplarmente, y a unir nuestras
fuerzas en una actitud inspirada en la fe, superando toda tentación de
violencia y trabajando ilusionadamente por una sociedad más justa y más
cristiana‖831.
Monseñor Hervás durante la misa por Franco.
Lanza, 22-11-1971, primera página.
El mismo día en que se produce la muerte
de Franco Lanza recoge la foto de la víspera de la celebración en recuerdo de José
Antonio Primo de Rivera y los Caídos, oficiada por Hervás, con el fin de no romper la
tradición de tantos años anteriores. Lanza, 21-11-1975, primera página.
831
Hervás y Benet, J.: ―Solemne funeral por el alma de Francisco Franco‖, BOOPOM, núm.
12, diciembre de 1975, pp. 398-401.
528
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
El obispo de Albacete, Ireneo García, es el más escueto a la hora de
magnificar la figura de Franco, al que define como gobernante defensor de
la institución: ―[…] sobre el cual ha pesado durante casi cuarenta años la
máxima responsabilidad civil de España. […] Y ha favorecido a la Iglesia en
el cumplimiento de su misión‖832. En la homilía del día 21, en la oración de
fieles, recita: ―[…] acuérdate en tu misericordia de tu siervo Francisco, que
en el mundo ha sido gobernante solícito con los suyos‖833.
Para la celebración de las exequias oficiales en El Pardo (23-11-1975)
se produce cierta tirantez en la cúpula de la Iglesia ya, que en buena lógica,
debería realizarla el cardenal Tarancón, arzobispo de Madrid, pero éste
asegura que es el propio ministro de Justicia, Sánchez Ventura el que le pide
que no acuda834. Al final es el cardenal González quien se traslada desde
Toledo. Ante los reyes y la viuda de Franco, Carmen Polo, se refiere a la
justicia social que ha expandido el dictador, y de su fidelidad en el futuro a
su obra que supone ―no será nunca inmovilismo rechazable‖:
832
BOOA, núm. 7, diciembre, 1975, p. 114. Gómez Flórez destaca las palabras del obispo
hacia el dictador: ―[…] resaltó la capacidad de perdón (apenas unos meses se negó a
conmutar cinco penas de muerte), la amplitud de miras y patriotismo de Franco, añadiendo:
‗¿Cómo el señor no lo va a premiar?‘‖. Gómez Flores, A.: Anatomía de una transición:
Albacete del fascismo a la democracia. 1975-1982…, Op. cit., p. 117.
833
Ibídem, p. 117. En un telegrama cursado a Carmen Polo, viuda de Franco, aparece:
―Reciba sincera condolencia ofrecimiento eterno descanso Gran Caudillo Franco, pidiendo
Vuestra Excelencia fortaleza cristiana. Ireneo, Obispo de Albacete‖. Ibídem, p. 118.
834
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 863.
529
―La otra Transición de la Iglesia…
―[…] Brille la luz del agradecimiento por el inmenso legado de
realidades positivas que nos deja ese hombre excepcional, esa gratitud que
está expresando el pueblo y que le debemos todos: la sociedad civil y la
Iglesia, la juventud y los adultos, la justicia social y la cultura extendida a
todos los sectores. Recordar y agradecer no será nunca inmovilismo
rechazable, sino fidelidad estimulante, sencillamente porque las patrias no se
hacen en un día, y todo cuanto mañana pueda ser perfeccionado encontrará
las raíces de su desarrollo en lo que se ha estado haciendo ayer y hoy en
medio de tantas dificultadas‖835.
Las referencias a la figura de Francisco Franco son profusas y Guerra
Campos hace acopio de aquellas que ensalzan las actitudes religiosas y
morales, y adhesiones políticas, tanto de sus compañeros prelados como de
personalidades de todos los ámbitos, en Post mortem; Manifestaciones
episcopales sobre Francisco Franco836. Los obispos de Coria-Cáceres, Manuel
835
ABC, 24-11-1975, y en Iglesia-Mundo, núm. 102, segunda quincena, noviembre 1975, pp.
30-32, en cuya edición se destacan en mayúsculas RECORDAR Y AGRADECER NO SERÁ
NUNCA INMOVILISMO RECHAZABLE, SINO FIDELIDAD ESTIMULANTE, cuestión que no se
conoce si es por cuestión de los editores o del propio González como discurre Martín de Santa
Olalla, M.: ―De la dictadura a la democracia. Marcelo González, arzobispo de Toledo en
tiempos de cambio‖…, Op. cit., p. 424.
836
Guerra Campos, J.: Post mortem; Manifestaciones episcopales sobre Francisco Franco.
BOOC, núm. 2, febrero de 1976, pp. 63-106. En el escrito vuelve a citar contenidos de ―La
Iglesia y Franco‖, publicado en el BOOC, en septiembre de 1974, un alegato a la figura del
general, sobre su religiosidad y valores morales, donde transcribe veinticinco declaraciones
públicas de obispos y de la Santa Sede entre 1937 y 1968. Aparece también la existencia del
brazo incorrupto de Santa Teresa en la mesa del general, según el arzobispo de Toledo, o las
declaraciones de Manuel Garrido, sacerdote del monasterio del Valle de los Caídos -donde se
encuentra la tumba de Franco- que, en una entrevista con P. Warner, corresponsal alemán,
530
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Llopis Ivorra, y de Valencia, José María García Lahiguera –el primero
pertenece a la provincia eclesiástica en ese momento, y el segundo ha
compartido la diócesis de Albacete en su jurisdicción- ensalzan la labor,
militar, política y social del ―generalísimo‖. Llopis Ivorra resalta, además, el
cumplimiento con las obligaciones católicas del caudillo, así como el sentido
―mesiánico‖ de su labor:
―[...] resaltar, no su bizarría militar, no sus cualidades de eminente
estadista [...], sino su carácter de buen cumplidor de sus obligaciones
católicas [...]. Estamos convencidos de que a él debemos, o a Dios, que se
valió de él, la paz interior y respeto exterior de que goza España; el
progreso, el desarrollo técnico, las mejoras laborales, la acción social bien
dirigida, el superior nivel de vida alcanzado, etcétera‖ 837.
asegura: ―Del extranjero piden objetos tocados a su tumba y lo proclaman santo. La
competente jerarquía de la Iglesia verá lo que tiene que decir a esos testimonios‖. Ibídem.
Según Domingo Muelas, administrador con Guerra, algunos de estos textos son el motivo de
la censura, desde la CEE, al libro que él mismo, trata de sacar a la luz años después de la
muerte del obispo. De la entrevista con Domingo Muelas, ya citada. El historiador Powell
afirma: ―[…] Al morir el dictador pocas semanas después, la Iglesia de la cruzada se haría de
nuevo presente en la persona del obispo Guerra Campos, que comparó la agonía de Franco
con la pasión de Jesucristo‖. Powell, Ch.: España en democracia, 1975-2000. Las claves de la
profunda transformación de España, Plaza & Janés, Barcelona, 2001, p. 76.
837
Ibídem.
531
―La otra Transición de la Iglesia…
Imagen de los fieles en el oficio del obispo de Cáceres
Manuel Llopis, por Franco. Extraída de: www.religionenlibertad.
El arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera destaca el giro
que dio a la nación el general, haciendo de España ―Una, Grande y Libre‖:
―[…] Sin ningún atisbo político, sin entrar a juzgar cómo lo hará la
historia enseguida, en torno a este ser privilegiado y único, me voy a limita a
subrayar el gran giro que él lanzó también en su mensaje: aplica a España
aquello de ‗Una, Grande y Libre...‖838.
838
Ibídem. Otras manifestaciones recogidas son: ―[…] España entera está de luto, porque ha
perdido un valeroso soldado, que supo no sólo ganar una guerra, sino forjar la paz y hacer
posible la convivencia entre los españoles; ha perdido un ejemplar gobernante y estadista,
que
logró
para nuestro pueblo
metas de
prosperidad
y bienestar material
nunca
alcanzadas…‖. (Obispo de Ciudad Rodrigo). ―Recogemos entristecidos la noticia del
fallecimiento del gran estadista [...], que durante cuarenta años ha regido los destinos de
nuestra Patria, llevándola por caminos de unidad, de progreso y de paz.‖ (Obispado de
Huesca); ―Es una grave obligación reconocer la paz, no corriente entre nosotros, el profundo
bienestar, el impresionante progreso que nos ha proporcionado durante este prolongado
periodo de nuestra historia.‖ (Obispo de Orense). ―Sin entrar a enjuiciar su actuación política,
nadie regateará elogios para la plena entrega a las tareas de gobierno, para la rigurosidad y
seriedad impuesta en todas sus funciones, para el ejemplo de vida privada, para la
estabilidad lograda en un país que durante siglo y medio venía siendo atormentado por
tremendos vaivenes políticos.‖ (Obispo de Salamanca). Ibídem.
532
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
El 21 de marzo de 1976 José Guerra Campos oficia una misa –encargo
de la lugartenencia de la guardia de Franco- en la capital conquense, a la
que asiste la viuda, Carmen Polo de Meirás. El obispo destaca en la homilía:
―[…] Si este tipo de poder personal logró tantos decenios de identificación
con el pueblo fue por dos razones: porque era un poder que quería
subordinarse a la ley de Dios y porque, además había logrado la confianza
de su pueblo‖839.
Guerra Campos saluda a la viuda de
Franco, Carmen Polo, a la entrada en San Esteban (Cuenca). Colección José
Manuel Vela, “Real Ilustre y Venerable Cofradía de Nuestra Señora de las
Angustias", Cofradía, Semana Santa 2011, Cuenca, 2011, p. 90.
En muy poco tiempo los actos en memoria de Franco comienzan a
sufrir obstáculos dentro de la Iglesia. Diario de Cuenca destaca: ―El colmo.
La catedral de Santiago de Compostela deniega autorización para celebrar
funerales por Franco, Carrero Blanco y Herrero Tejedor‖840. No ocurre lo
mismo en el ámbito civil para la conmemoración del aniversario del
839
ABC, 21-3-1976, p. 9.
840
Diario de Cuenca, 12-9-1976, primera página. En la información aparecen otras diócesis
que plantean los mismos impedimentos argumentando que la petición debe hacerse a
instancias de particulares, como se solicita para cualquier fiel.
533
―La otra Transición de la Iglesia…
fallecimiento del general con un acto multitudinario en la plaza de Oriente de
Madrid. Ante la imposibilidad de asistir al acto, pues tiene misa de
concelebración en Cuenca, Guerra Campos envía una misiva a los
organizadores en la que vierte halagos en términos ―políticos‖ sobre el
fallecido: ―[…] quien ha hecho realmente posible en la gran familia de
España la esperanza y participación de los trabajadores y los humildes‖841.
En la misa, celebrada en la Iglesia de San Esteban de la capital llama al
general ―Libertador de la Iglesia‖ y del pueblo español:
―[…] que había padecido el ‗despotismo ilustrado‘ de tantos hombres
públicos, empeñados en cambiar una fe que despreciaban […]; un pueblo
tratado como menor de edad o retrasado mental, aturdiéndolo, eso sí, con
toda suerte de halagos y solicitaciones democráticas […] con tenacidad librar a
los humildes de la miseria y de las coacciones del odio o del partidismo estéril.
[…] Vivió y murió como hijo fiel de la Iglesia‖‖ 842.
841
El obispo justifica su ausencia: ―El próximo día 20 de noviembre me proponía, como en
otras ocasiones semejantes, mezclarme y como diluirme en la multitud del pueblo en la plaza
de Oriente. No podré hacerlo, pues debo participar, muy gustosamente, en el acto que se
prepara a la misma hora en la capital de mi provincia. Me asocio a todos los que se reúnan en
Madrid, de modo especial a los numerosos sacerdotes, para orar por Francisco Franco y
honrar y manifestar gratitud a quien nos ha legado tan admirable testimonio de fe en Cristo y
fidelidad a la Iglesia…‖. Recogido por Europa Press (19-11-1976). AGA. MIT. CUL. GE, C. 561,
IG, carp. 40180. También en Lanza 20-11-1976, p. 8. En cuanto al acto en sí, Diario de
Cuenca, 10-11-1976, en primera, anuncia que ese día 20, no habrá misa en la Plaza de
Oriente. ―El Cardenal Arzobispo ha negado su autorización‖, en referencia al cardenal
Tarancón. El Alcázar publica el mismo día del acto que nadie podrá impedir que sus
seguidores en la ―causa‖, ―recen por el Caudillo‖. El Alcázar, 20-11-1976.
842
Guerra Campos, J.: ―Hijo fiel de la Iglesia y servidor de la Patria‖, BOOC, núm. 11,
noviembre y diciembre de 1976, pp. 360-367. Destaca: ―[…] los Boletines Oficiales de las
534
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Tampoco asiste al acto Marcelo González quien envía desde Roma donde se encuentra con otros obispos de la provincia eclesiástica de Toledouna carta para ser leída en la Catedral, con claros mensajes a la corona para
que proteja los principios para con Dios en la nueva etapa política:
―[...] Él nos pidió –en el mensaje último de su vida- unión y
hermandad para superar nuestras divisiones, atención a las exigencias de la
justicia, renuncia al odio y a las luchas intestinas, colaboración con la
suprema Autoridad del Estado –hoy encarnada en nuestro Rey- para seguir
avanzando ordenadamente hacia el futuro... Nadie, efectivamente tiene el
monopolio del verdadero amor a España, y son muchos y muy diversos los
caminos por donde pueden discurrir los esfuerzos de una participación
colectiva que nos asegure la paz y la convivencia tranquila [...]. La libertad,
la participación política, el progreso creciente y ordenado [...], se hacen cada
día y cada día se merecen según sea el comportamiento de los ciudadanos
de acuerdo con las exigencias de un orden moral que debe estar por encima
de todos [...]. El pueblo sencillo que habita en nuestras ciudades y en
nuestro campos tiene derecho a la paz, al respeto en sus legítimas
diferencias, al disfrute equitativo y creciente del bienestar que pueda
producirse con el trabajo de todos, al sentido cristiano de la vida del que no
ha renegado, y, por supuesto, a la protección y defensa de unos principios y
unas costumbres sin la cuales se hace imposible el cumplimiento de las
obligaciones que tiene el hombre para con Dios y para con los demás
hombres considerados como hermanos‖ 843.
diócesis españolas contienen un florilegio extraordinario, que en algún caso alcanza calidad
hagiográfica‖. Ibídem.
843
BEAT, 20-11-1976, pp. 665-668.
535
―La otra Transición de la Iglesia…
Tras la creación de la ―Fundación Nacional Francisco Franco‖ Guerra
Campos, quien sigue celebrando las fechas claves de recuerdo a Franco y al
Movimiento, recoge en el BOOC los actos y convocatorias que parten de la
misma, como premios literarios y tesis doctorales ―sobre los distintos
aspectos que han caracterizado los años de mandato de Francisco Franco‖,
además de concursos periodísticos sobre ―Francisco Franco, su obra y el
futuro‖844.
José Guerra Campos junto al líder de FN, Blas Piñar, en
el Valle de los Caídos. Una de sus constantes
adhesiones póstumas al caudillo (Colección El Banzo,
fotografía censurada)
844
845.
Anuario del BOOC, 1977, pp. 128-129. De la misa organizada por la Fundación ―Francisco
Franco‖, y oficiada por monseñor Guerra Campos en 1977. ―Funeral multitudinario en el Valle
de los Caídos‖, El País, sección España, 22-11-1977.
845
En el capítulo ―Cuenca, entre sueños nunca realizados‖ el director de El Banzo, José Luis
Muñoz, señala al obispo como referente de los grupos ultras en aquellos años: ―[…] En 1973
es nombrado obispo de Cuenca el símbolo del radicalismo religioso, José Guerra Campos, que
no influye especialmente en la provincia pero sí convierte a la ciudad en centro de
536
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
González y Guerra vuelven, años más tarde, a rememorar, de forma
distinta, la figura del dictador. En 1984, el cardenal González, en Cambio
moral y ruptura, lo define como motor de la superación del país tras la
guerra civil de 1936, si bien llega a ponderar de ―excesiva‖ su prolongación
en el poder que, junto al influjo de nuevos modelos de participación política
que surgieron, y ―resistencias‖ internas, propiciaron el final del modelo que
encarnaba:
―[…] Después, un régimen político que intentó, y en gran parte lo
logró, la reconstrucción de España en el orden material, y fue pacificando los
espíritus; aunque su excesiva prolongación sin asimilar en sus justos
términos la presión mundial hacia nuevas formas de participación de los
ciudadanos en la vida política, y las resistencias interiores que se le
peregrinación para todos los elementos del fanatismo católico-falangista español que, ante la
proximidad inevitable de la muerte de Franco, acuden a la sombra de la catedral conquense
en busca de dogmas y bendiciones. La Asamblea de la Hermandad Sacerdotal Española en
septiembre de 1974 o la presencia multitudinaria de Blas Piñar en el teatro Xúcar (con
docenas de autocares en la puerta, llegados de toda España) en la primavera de 1975, son
ejemplos de esa atracción que ejerce monseñor y que se multiplica a través de homilías,
discursos y escritos en el Boletín Oficial del Obispado que así trasciende de su humilde papel
para convertirse en best-seller periodístico.‖
Muñoz, J. L.: ―Cuenca, entre sueños nunca
realizados‖, en Asín Vergara, R. (Coord.): El nacimiento de una Región Castilla La Mancha
1975-1995, Toledo, Biblioteca Añil, Celeste Ediciones, 1999, pp. 44-45. La relación del obispo
con El Banzo termina en conflicto pues este medio recoge manifestaciones del tipo:
―conmovió por completo las conciencias‖, ―La fotografía del obispo saludando brazo en alto en
el Valle de los Caídos, junto a todos los jerarcas de la provincia…‖, (fotografía censurada en la
edición). Ibídem, pp. 43-44.
537
―La otra Transición de la Iglesia…
opusieron, lo hicieron depauperarse progresivamente y entrar en la agonía a
medida que iba envejeciendo la persona que lo encarnaba y mantenía‖ 846.
Dos años después, en 1986, el obispo Guerra Campos defiende que el
régimen del general no fue autoritario -y su gobierno como ideal-, dibujando
su figura como mártir y protohéroe de la historia de España847. En 1997
escribe ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖ donde
glosa, de nuevo, valoraciones de Papas (de Juan XXIII recoge: ―[…] Franco
da leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es un buen católico: ¿qué más se
quiere?‖) y obispos, y añade:
―[…] Hay quienes, tras haber señalado con antipatía la adhesión de la
Jerarquía de la Iglesia a Franco y su Régimen, rebuscan luego (en las
846
BEAT, Anuario de 1984, junio, p. 336.
847
Guerra Campos, J.: ―La Iglesia en España (1939-1975) Síntesis histórica‖. Separata del
BOOC, núm. 5, mayo de 1986, capítulo IV, pp. 29-35. El texto se afirma: ―En el Clero,
religiosos, seminaristas, militantes apostólicos, Franco suscita un sentimiento unánime de
gratitud, admiración, confianza y cariño familiar‖, o en las notas: ―[…] La unanimidad
(ciertamente no menos del 99 por 100) resplandece en tres hechos (de entre los cuales nos
permitimos destacar el referente a ‗Cuando en los años setenta llegó un tiempo de maniobras
para el cambio político, ningún Obispo diocesano eludió el proclamar su estimación positiva
de la persona de Franco […]‘‖. Es parte del escrito ―La Iglesia y Franco‖, de 1974, e ―Hijo fiel
de la Iglesia y servidor de la Patria‖, de 1976, ya citados. En 1989, Guerra retoma las loas al
Movimiento nacional y el nacionalsindicalismo desde el obispo Plá y Deniel a Vicente Enrique
y Tarancón, entre otros. Guerra Campos, J.: ―La Iglesia y el régimen de Franco‖, en Crisis y
conflicto en la Acción Católica española…, Op. cit., pp. 234-260. En una conferencia en el
ciclo ‗Franco y la Iglesia‘, en la sede de FN (16-17 de diciembre de 1992), Guerra reitera:
―[…] en un tiempo secularizado, Franco era admirado como gobernante verdaderamente
católico, profundamente identificado con la Iglesia de Jesucristo‖. Piñar, B.: Op. cit., p. 52.
538
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
negociaciones diplomáticas, en
la gestación de ciertas leyes, en episodios
varios) ‗roces‘, palabras o gestos de alerta, crítica o reclamación, y los
presentan
como
descubrimientos
sorprendentes,
que
revelarían
una
oposición de fondo o una retractación de adhesiones previas. […] En
realidad, la oposición o el enfriamiento en la adhesión que se dio en ciertos
grupos de católicos, por razón de preferencias de partido o de oportunismo
político internacional, no fue nunca en vida de Franco una retractación de la
posición oficial de la Iglesia, ni en cuanto a la estima de su fidelidad personal
ni en cuanto al reconocimiento de la legitimidad doctrinal del Régimen y de
su conformidad con las ‗variaciones‘ del Concilio Vaticano II‖ 848.
848
Guerra Campos, J.: ―Franco y la Iglesia Católica. Inspiración cristiana del Estado‖…, Op.
cit., p. 82.
539
―La otra Transición de la Iglesia…
PARTE SEGUNDA.
IGLESIA Y DEMOCRACIA: SU RESITUACIÓN EN UNA SOCIEDAD
PLURAL
540
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
541
―La otra Transición de la Iglesia…
Capítulo V. La Iglesia ante el nuevo régimen democrático
V.1. El “no” a la Ley de Reforma Política de los inmovilistas
Tras
la
muerte
de
Francisco
Franco
podemos
observar
dos
subperiodos de clara implicación política de la Iglesia hasta 1979 como
período constituyente de un nuevo régimen: el primero que culmina con las
primeras elecciones democráticas (15-6-1977) y, un segundo que contiene
otras elecciones generales, las del primero de marzo de 1979 y las primeras
elecciones municipales democráticas (3-4-1979), donde la Iglesia, con
distintos ritmos y planteamientos, intenta no perder sus áreas de influencia,
resituándose ante los nuevos cambios que el nuevo régimen conlleva.
Son muchas las tesis que aducen que la reforma política, y del
sistema, se promueven desde sectores del propio régimen que fuerzan un
consenso, frente a la ansiada ruptura por la oposición. Esto explicaría, en
gran medida, la desaparición de parte de las demandas radicales que
mantienen cada bloque. El nuevo sistema político integra un número
importante de desviaciones –desórdenes o desajustes como viene a
llamarse-, cuya incorporación modifica al propio sistema que, al menos en
apariencia, resultará distinto pues ya no es denominado ―dictadura‖849.
849
Rodríguez De Las Heras, A.: Historia y crisis, Ed. Fernando Torres, Valencia, 1976, p. 35 y
108. Paul Preston afirma tajantemente: ―La democracia española es tanto por su nacimiento
como por su desarrollo formativo, una criatura de la dictadura de Franco‖. Preston, P.: El
triunfo de la Democracia en España (1969-1982), Barcelona, Grijalbo, 2001, p. 26.
542
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
Para la institución eclesial lo acontecido es más favorable pues, en el
caso hipotético de una ruptura política -que podría haberse producido por la
concatenación de otros factores-, la Iglesia no hubiera llegado en las
mismas condiciones al proceso de ―reforma pactada‖, como argumenta
Piñol850.
El mismo día de la muerte de Franco diversos movimientos y
asociaciones cristianas expresan en el documento Ante la sucesión (20-111975) su deseo por recuperar la democracia, la amnistía para los presos
políticos, recuperación de los derechos humanos y una transición al
socialismo, entre otros aspectos. El documento se suma a otros surgidos de
las asambleas y encuentros anuales de HOAC, Justicia y Paz, CCP, CPS, y
Cáritas entre los más representativos de esa línea.
Desde la cúpula, Enrique y Tarancón, durante la misa del Espíritu
Santo (24-11-1975), ante los futuros reyes de España, emite el que sin
duda va a ser el mensaje que refleja el nuevo posicionamiento de la
institución. En él expresa una total colaboración ante la nueva etapa
histórica que se abre: ―[…] la excepcional importancia de la hora en que
850
Según Piñol: ―[…] Desde la perspectiva de la transición, no es aventurado afirmar que la
evolución o transición de la Iglesia –y nos referimos también a la jerárquica (episcopado)- se
anticipó unos años a la transición política, acontecimiento singular y poco frecuente. Claro
está que las orientaciones conciliares y la lucidez e influjo de la Santa Sede, durante el
pontificado de Pablo VI fueron decisivos al respecto. Por el contrario, el episcopado habría
llegado tarde a la cita histórica en el caso de originarse la ruptura política‖. Piñol, J. M.: La
transición democrática de la Iglesia…, Op. cit., p. 48, nota 9.
543
―La otra Transición de la Iglesia…
vivimos y también su extraordinaria dificultad […] la Iglesia se siente
comprometida con la Patria y no regateará su colaboración‖851.
El cardenal intenta desvincular esta Iglesia de aquella que ―había
apoyado al régimen de los vencedores en la guerra civil‖, y que ahora debe
ayudar al pueblo, ―en su evolución y proclamar la reconciliación con los
españoles
[...]‖852.
Estas
manifestaciones
indignan
profundamente
al
―búnker‖ franquista. Los periódicos ultraconservadores centran sus titulares
en afirmar la continuidad del régimen a través de la monarquía evitando
toda referencia de tono reformista de la homilía de Tarancón. El Alcázar
titula: ―La iglesia apoya al Rey como sucesor de Franco‖853.
Durante la misa de coronación de Juan Carlos I (27-11-1975)
Tarancón aboga por una postura neutral de la Iglesia ante los inminentes
cambios en la gobernabilidad del país, e insta a nuevos cauces de
participación política de toda la sociedad en la solución de los graves
problemas sociales manifiestos:
―[…] nunca determinará qué autoridades deben gobernarnos, pero sí
exigirá a todas que estén al servicio de la comunidad entera; que respeten
sin discriminaciones ni privilegios los derechos de la persona; que promuevan
y protejan el ejercicio de la adecuada libertad de todos y la necesaria
participación común en los problemas comunes y en las decisiones de
851
Enrique y Tarancón, V.: Confesiones…, Op. cit., p. 375.
852
―50 años en la vida de España II‖, Diario 16, Madrid, 1992, p. 634.
853
El Alcázar, 25-11-1975, p. 3.
544
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
gobierno. […] Pido que seáis el Rey de todos los españoles, de todos cuantos
se sienten hijos de la madre Patria, de todos cuantos desean convivir sin
privilegios ni distinciones en el mutuo respeto y amor. Amor que, como nos
enseñó
el
Concilio,
debe
extenderse
a
quienes
piensan
de
manera
distinta‖854.
Se trata de un mensaje alejado de toda confrontación o espíritu de
revancha, en clara alusión a lo que sucediera bajo el régimen anterior: ―[…]
Que ningún modo de muerte o violencia lo sacuda. Que ninguna forma de
opresión esclavice a nadie. Que sea el vuestro un reino de justicia en el que
quepan todos sin discriminaciones ni favoritismos, sometidos todos al
imperio de la ley. Y puesta siempre la ley al servicio verdadero de la
comunidad‖855.
854
Prego, V.: Así se hizo la Transición, Barcelona, Plaza & Janés, 1995, p. 349. Ferrán Gallego
diferencia el discurso de Tarancón con las palabras del cardenal González en la misa de
difuntos días antes: ―[…] Enrique y Tarancón quiso destacar la independencia de la Iglesia
frente a cualquier régimen –algo que estaba en clara contraposición a las referencias hechas
por el cardenal primado tres días antes- y que, en su misma formulación, negaba sin haberlo
hecho con la solemnidad suficiente en tiempos anteriores, lo que había sido un indispensable
elemento de legitimización del sistema: ‗La fe cristiana no es una ideología política ni puede
identificarse con ninguna de ellas‘‖. Gallego, F.: El mito de la Transición. La crisis del
franquismo y los orígenes de la democracia (1973-1977)…, Op. cit., p. 225.
855
Preston P.: Juan Carlos. El rey de un pueblo. Madrid, Plaza y Janés, 2003, pp. 362-363. El
luego primer presidente democrático, Adolfo Suárez, destaca el papel ―conciliador‖ de la
Iglesia en aquellos momentos: ―[…] reconciliación definitiva de todos los españoles, la
superación del mito dramático de las Dos Españas, siempre excluyentes y permanentemente
enfrentadas. La Iglesia española, por boca del cardenal Enrique y Tarancón, Presidente
entonces de la Conferencia Episcopal Española, el 27 de noviembre de 1975, en la iglesia de
los Jerónimos pidió al Rey que lo fuera de todos los españoles, sin exclusión de ninguna clase
545
―La otra Transición de la Iglesia…
En el fondo se intuye que el sector progresista de la jerarquía
apoyará, bajo el nuevo sistema monárquico y democrático, los cambios que
necesita el país, en base a que una complicidad entre las dos instituciones,
lo que dotaría a la Iglesia de un nuevo papel preponderante.
Aprovechando este aparente desplazamiento ideológico, y presionada
por las bases, la CEE publica, en diciembre, La iglesia ante el momento
actual: petición de libertad para detenidos políticos, donde se apoya un
y proclamó un triple compromiso: Colaborar, con la predicación del Evangelio y la oración, en
la promoción de los derechos humanos, de las libertades justas y de las causas de la paz y la
justicia. Impulsar la convivencia de todos los españoles en el mutuo respeto y el amor; amor
que debe extenderse a quienes piensan de una manera distinta, pues nos urge la obligación
de hacernos prójimos de todo hombre, especialmente de los pobres, los ignorantes, los
despreciados: aquellos a quienes nadie parece amar. Solicitar que, en los caminos de futuro
que se abren para España, las estructuras jurídico políticas ofrezcan a todos los ciudadanos la
posibilidad de participar, libre y activamente, en la vida del país, y en las medidas concretas
de gobierno. El cardenal, en nombre de la Iglesia española, pidió al Rey la democracia y la
libertad, cuando esto no era fácil hacerlo‖. Alfa y Omega, ―¿Qué papel ha jugado la Iglesia en
los 25 años de democracia?‖, núm. 241, 4-6-2001. El escritor Alfredo Grimaldos ve en aquel
gesto una intención clara de preservar lazos con el poder: ―[…] Durante la última etapa del
franquismo, con el cardenal Tarancón al frente, la Iglesia pretende desmarcarse del Régimen,
pensando que la dictadura se va a hundir con enorme estrépito y que lo inteligente es
mantenerse lo suficientemente alejado de sus residuos para que el derrumbe no le alcance. El
‗gran gesto progresista‘ del arzobispo de Madrid en San Jerónimo el Real, poco después de la
muerte del dictador, pidiéndole al rey apertura, no es más que un espectáculo medieval, la
renovada alianza eterna entre la Iglesia y el Trono.‖ Grimaldos, A.: Op. cit., p. 11. También
recoge las reflexiones de Mariano Gamo, ―cura-obrero‖ dirigente del Sindicato Unitario y
miembro de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) por la que se presenta
como cabeza de lista en las elecciones de 1982: ―[…] lo que hizo, en hora solemne y en
fórmula pública, en la homilía de la misa de proclamación de Juan Carlos I, en San Jerónimo
el Real, no fue más que abrir una nueva etapa de colaboración con el régimen establecido, un
nuevo maridaje entre la Iglesia y el Trono. Tarancón pasa por ser una persona liberal porque
se le compara con los obispos ultras que hay en la Conferencia Episcopal‖. Ibídem, p. 64.
546
Miguel Ángel Peñuelas Ayllón
sistema democrático, bajo el binomio: ―ni partidismo, ni neutralidad‖, es
decir, sin apoyar desde la institución a ningún partido concreto, pero
tampoco neutral respecto al tipo de ordenamiento político y ético-cultural de
las nuevas leyes de la sociedad856.
Desde el sector inmovilista Guerra Campos pasa de inmediato a la
ofensiva y, en enero de 1976, destaca la catolicidad de la institución regia
en La monarquía católica, con el fin de evitar que sanciones leyes con
valores contrarios a la religión que le ampara, bajo la disyuntiva de tener
que abandonar el cargo en el caso de producirse conflicto:
―[…] El rey, como gobernante, no puede ser árbitro indiferente a los
juicios de valor porque es servidor y tutor de valores fundamentales, y lo es
con
autoridad
independiente
de
las
opiniones,
aunque
éstas
fueran
mayoritarias […], el rey está como principio de unidad orgánica y promotor
de la justicia en el desequilibrio entre ‗mayoría del pueblo‘ y ‗grupos de
resonancia‘ y entre ‗sectores débiles del pueblo‘ y ‗sectores con capacidad de
presión‘ […] Si en un momento dado se produjesen manifestaciones de
opinión opuestas a aquellos valores (fundamentales e históricos a la C