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Cómo prevenir el VIH
Red de Comunicación y Divulgación de la Ciencia, de la Universidad de Guadalajara*
ciencia
seguido
L
a infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) constituye
un grave problema de salud pública.
El Programa Conjunto de las Naciones
Unidas sobre SIDA (ONUSIDA), en su reporte
más reciente, estimó que a nivel mundial existen 39.5 millones de personas que viven con
el VIH (2.6 millones más que en 2004), de los
cuales 17.7 millones son mujeres y 2.3 millones
son niños menores de 15 años.
El sida ha acabado con la vida de más de 25
millones de personas desde que fue reportado
el primer caso en 1981, lo que le hace una de las
enfermedades más destructivas de la historia.
Tan sólo en 2006, el sida causó 2.9 millones de
muertes y otros 4.3 millones de personas resultaron infectadas.
A pesar de que América Latina y el Caribe
tienen una epidemia más reciente, el número
de infecciones por VIH rebasó la cifra de 1.7
millones de infectados. Los países más comprometidos de América Latina en su lucha contra el VIH son Brasil, México y Colombia. Sin
embargo, el Caribe se ha convertido en la segunda región más afectada por la epidemia del
sida, después de África subsahariana, con 250
mil casos y una prevalencia del 1.2 por ciento
en edad adulta, alertaron ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En México, desde 1983 hasta el 15 de noviembre de 2006, se han contabilizado 107,625
casos, de los cuales el 17 por ciento son mujeres
y el 83 por ciento, hombres. La prevalencia de
VIH en población adulta de 15 a 49 años de edad
es del 0.3 por ciento, lo cual significa que tres
de cada mil personas adultas podrían ser portadoras del VIH en nuestro país. De acuerdo con
las estimaciones más recientes del CENSIDA,
en México existen 182 mil personas infectadas
por el virus.
México se clasifica como un país con una
epidemia de sida concentrada en los grupos
que mantienen ciertas prácticas de riesgo: 13.5
por ciento de prevalencia de VIH en hombres
que tienen sexo con otros hombres, 15 por ciento en trabajadores del sexo comercial y 3.9 por
ciento en hombres usuarios de drogas inyectables (según las últimas encuestas disponibles).
Vías reconocidas de transmisión del VIH: 1.
Inoculación de sangre (transfusiones de sangre
y productos sanguíneos, agujas-jeringuillas-instrumentos compartidos, pinchazos con agujas,
heridas abiertas y exposición de mucosas con
sangre, inyección con aguja no esterilizada);
2. Sexual (homosexual, heterosexual, abuso
sexual, posible en niños); 3. Perinatal (intrauterino, intraparto); 4. Otras (trasplante de órganos,
inseminación artificial, leche materna).
En los niños se reconoce como la principal
causa de transmisión la denominada transmisión vertical o materno-fetal, que ocurre cuando
el niño es infectado por el virus del sida o VIH,
por tres posibles rutas: transmisión intraútero
durante el embarazo; transmisión intraparto
durante el periodo perinatal y especialmente
durante el trabajo de parto, transmisión posparto, por medio de la lactancia materna.
Conocer en qué momento se produce la
transmisión materno-fetal (TMI) del VIH, ha
despertado gran interés por parte de la comunidad científica, ya que esto permitiría diseñar
una serie de medidas encaminadas a disminuir
la tasa de este tipo de transmisión.
El hijo de madre infectada por el VIH tiene la oportunidad de no infectarse, ya que
actualmente existen medidas eficaces para
evitar el riesgo de transmisión, como el diagnóstico precoz de la embarazada infectada,
el uso de medicamentos antirretrovirales, el
parto por cesárea programado, la suspensión
del amamantamiento materno sustituyéndolo
por leche artificial (fórmula infantil) y otros
alimentos.
La maestra Patricia Ortega Medellín, académica del Programa de universitarios y VIH/
SIDA, de la Universidad de Guadalajara, advierte que el Instituto Mexicano del Seguro Social está obligado a realizar pruebas de detección de VIH, pero solamente a mujeres que “lo
soliciten”, a diferencia de otros países latinoa-
mericanos, como Argentina, donde las pruebas
de detección se hacen simultáneamente con la
prueba de embarazo, lo que ocasionó que el 50
por ciento de las mujeres que tienen el virus lo
detectaran cuando se embarazaron.
Dice que es recomendable desarrollar estudios
de detección en los recién nacidos hijos de madres
con VIH que estuvieron en tratamiento con antirretrovirales durante el embarazo, hasta después
de seis semanas de su nacimiento.
El perfeccionamiento y la aplicación sistemática de protocolos cada vez más eficaces dirigidos
a la profilaxis de la transmisión vertical del VIH,
aunado a los programas de prevención, pueden
hacer que las tasas de transmisión vertical se reduzcan a cifras inferiores al uno por ciento. La
situación actual del sida infantil en los países
donde estos protocolos se están aplicando, es una
feliz realidad y ha permitido disminuir los casos
de forma espectacular. [
*Colaboración: Dora García Pérez.
lunes 14 de mayo de 2007
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