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BREVE HISTORIA DE LA ASTRONOMÍA
-I-
- DE LOS EGIPCIOS HASTA LOS ÁRABES Blanca Inés Prada Márquez
1. La Astronomía en Egipto y Babilonia
La Astronomía es la madre de todas las ciencias y uno de los primeros signos
de la curiosidad intelectual del hombre, quien desde que empezó a pensar y a
interrogarse sobre todo cuanto lo rodeaba, fijó su atención en el maravilloso
espectáculo que ofrece una noche tachonada de estrellas.
Muchos motivos han llevado al hombre a interesarse por el estudio del cosmos:
por una parte el anhelo de encontrar un vínculo entre el hombre y las estrellas, o
“entre el hombre y el Cosmos”, como diría Carl Sagan. Por otra parte están los
motivos prácticos, entre otros el desarrollo de la agricultura, la navegación
oceánica y el cálculo del tiempo.
Como todos los pueblos antiguos, los egipcios y los babilonios estuvieron
fascinados por las estrellas; podemos decir que fueron los primeros en desarrollar
técnicas matemáticas avanzadas que aplicaron especialmente a la Astronomía, y
sobre las estrellas hicieron no solo especulaciones, sino tambien observaciones.
Hay registros que datan de unos 4000 años a.C. El interés por el cielo tenía un
motivo práctico cual era la agricultura, era obvio para ellos que los tiempos de la
siembra y la cosecha tenían que ver con los movimientos del Sol y con la posición
de ciertas estrellas. Por otra parte
había también motivos religiosos
ya que el Sol y la Luna con
frecuencia eran asociados con la
divinidad.
Calendario solar egipcio -­‐ (fuente Wikipedia)
Un trabajo frecuente estuvo
centrado en darle nombre a las
estrellas mas notorias lo mismo
que a las constelaciones. Hacia
el año 500 a. C. los sacerdotes
babilonios habían observado que
los siete planetas: Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter y Saturno
más el Sol y la Luna que también
1 eran considerados planetas, se movían a través del cielo dentro de la estrecha
banda zodiacal, identificando las constelaciones que las distinguen con doce
segmentos de treinta grados cada uno dándonos así los signos del zodíaco y esto
les sirvió de medida para el movimiento de los planetas, del Sol y la Luna. Su
astronomía estuvo siempre impregnada de astrología, y religión. Tuvieron modelos
numéricos que les permitieron trazar los movimientos diarios del Sol y la Luna, a
través del zodiaco. Elaboraron calendarios, el egipcio es el primer calendario solar
conocido en la historia.
2. Astronomía en los poemas homéricos
Aunque no sabemos casi nada de Homero, si hemos leído sus dos grandes
poemas épicos La Ilíada y la Odisea, que narran aventuras heroicas
relacionadas con la guerra de Troya, sobre todo en sus días finales y en sus
consecuencias. Estudiosos de Homero dicen que en su obra podemos encontrar
el fruto de una larga tradición oral que podría remontarse hasta la edad micénica
(1200 a.C.). Sabemos que La Ilíada y La Odisea fueron por años el fundamento de
la educación y la cultura griegas, y es que sin duda estas dos obras no sólo son de
capital importancia en la literatura, sino también una rica fuente de conocimientos
técnicos, científicos, históricos y astronómicos de los antiguos griegos. En estos
poemas podemos encontrar una muy rica información sobre la Tierra, el cielo, las
estrellas; por ejemplo sobre Sirio, sobre constelaciones como la Osa Mayor,
Bootes y Orión y cúmulos de estrellas como las Pléyades y las Híades. En ellas
podemos encontrar los puntos de vista cosmológicos más generales e importantes
de aquella época. Se han hecho
numerosos estudios sobre las alusiones
astronómicas en La Ilíada y La Odisea, por
ejemplo los de Walker, 1872; Neugebauer
1929;
Raven
y
Shofield,
1995;
Konstantopoulus, 1998, Varvoglis, 2009,
entre otros, y es bueno señalar que los
nombres dados en la antigua Grecia a
muchas de las estrellas y constelaciones
se han mantenido intactas después de tres
milenios.
Busto de Homero -­‐Museo Británico (fuente Wikipedia)
La Tierra en el universo homérico
era un inmenso río circular, río mítico que
define los límites del mundo terrenal. “El río
mítico” no tiene fuentes , su corriente va y
vuelve a donde comenzó en un movimiento
2 incesante y eterno. Desde este océano, mencionado 19 veces en la Ilíada y 14 en
al Odisea, todas las otras aguas de la Tierra fueron creadas.
Para los antiguos griegos el cielo es un Domo hecho de materia sólida,
hierro o cobre, sujetado allí por las columnas altas, o de acuerdo a otra visión por
algún gigante. Homero combina estas dos visiones al poner a Atlas a soportar las
columnas. Hesíodo en la Teogonía (1988: 517) escribe que Zeus era quien le
había asignado este deber a Atlas. Estudiosos de Homero nos explican que no
se debe asumir que el cielo homérico fuera un Domo metálico desolado, sino que
estaba, como canta Homero, lleno de vida, la vida de las estrellas y las
constelaciones. En este Domo celestial, Helios, el dios Sol, conducía su carro
cada noche hasta el océano que circundaba la Tierra y regresaba por éste hacia
el Este por la mañana. Homero describe el carro de Helios como tirado por toros
solares. Es bueno señalar que según los expertos, Homero hace en sus
epopeyas 119 referencias al Sol: 42 en la Ilíada y 26 en la Odisea, mientras que
sólo hay cinco referencias a la Luna, quizá debido a que las batallas se
realizaban durante el día.
En cuanto a las estrellas y las constelaciones se encuentra por ejemplo que
varias veces se refiere Homero a la estrella de otoño que es en realidad Sirio.
También se habla de las Híades y las Pléyades que son dos cúmulos abiertos
pero que los antiguos griegos llamaban constelaciones, hoy ambas son incluidas
en la constelación de Tauro. Otra constelación mencionada por Homero varias
veces es La Osa Mayor como también Bootes o Arturo, que es la tercera estrella
más brillante del cielo.
Como Homero pensaba que la Tierra era un disco circumpolar plano rodeado
por el océano, él estaba seguro de que el Sol, la Luna y las estrellas salían del
océano y se ponían en él por las noches. También hace Homero referencias a
Venus, quizá piensa que son dos estrellas ya que le da un nombre “Hesperus”, la
estrella de la tarde y “Eosphorus”, la estrella de la mañana, esto debido a que
Venus se observa algunos meses del año en las madrugadas al oriente y otras al
caer de la tarde en el occidente.
En fin, es mucha la información que podemos tener sobre la concepción del
universo antiguo gracias a estas dos extraordinarias obras literarias. Quien desee
profundizar puede consultar el primer articulo citado en la biobliografia.
3. Primeros pasos hacia la racionalización del Cosmos
Las obras de Homero y Hesíodo con su riquísima mitología nos muestran un
mundo de deidades antropomorfas que interfieren en los asuntos humanos y usan
3 a los hombres como peones de sus propias tramas e intrigas. Se trataba sin duda
de un mundo caprichoso en el que nada podía predecirse con seguridad a causa
de las ilimitadas posibilidades de la intervención divina. Se personificaban y
divinizaban los fenómenos naturales: así las tormentas, los terremotos, los
relámpagos no eran resultado de fuerzas naturales, sino grandiosas hazañas
provocadas por los dioses.
Pero un fenómeno extraordinario sucede hacia el siglo VI a.C. empiezan a
surgir unos pensadores que van a comenzar a buscar explicaciones diferentes al
mito, lo cual no significa que el mito desaparezca, este sigue y aún hoy muchos
piden a los dioses para que caiga la lluvia y no mande terremotos. Pero podemos
decir que a mediados del siglo VI a. C. surge una manera diferente de mirar la
naturaleza, empieza, podríamos decir, ___ una búsqueda racional para explicar
los acontecimientos naturales, se empiezan a buscar las causas de los fenómenos
y a explicar el mundo de una manera racional, se empiezan a elaborar teorías, y a
criticarlas por los pensadores que van surgiendo__. Se empezó a pensar en un
mundo ordenado y predecible que fue llamado KOSMOS y aunque sus
explicaciones todavía no sean muy precisas, lo que es importante es que
empezaron a excluir a los dioses de sus teorías; sus explicaciones son
naturalistas. Los eclipses, por ejemplo, no reflejan el capricho arbitrario de un dios
sino simplemente, “sombras cósmicas” como pensaron por ejemplo Empédocles y
Anaxágoras. Este primer movimiento intelectual se produjo en la colonia de
Mileto cuna de los fisiólogos como los llamara Aristóteles. Entre ellos se
destacaron Tales, Anaximandro y Anaxímenes.
Tales ( 623 -545 a.C.), un viajero y rico comerciante, quien posiblemente gracias a
las observaciones de los caldeos, logró predecir, en el año 585 a. C. un eclipse de
Sol. Aristóteles le atribuye a Tales la idea de que la Tierra era un cilindro plano
que flotaba sobre el agua. También se le atribuye a Tales el haber introducido la
geometría en Grecia. Por otra parte pensaba que el principio de todo era el agua.
Anaximandro (611 - 545 a. C.), discípulo de Tales, fue el primero, __según
Hipólito el último historiador romano en lengua griega__, en postular que la Tierra,
que según él permanece flotando en medio del aire, tiene forma de disco cilíndrico
y superficie curvada. Se le atribuyen muchas cosas, entre otras el haber sido el
primero en afirmar que los astros se mueven en anillos concéntricos alrededor de
la Tierra, como también el haber construido una esfera celeste y un mapa para la
navegación. Se le atribuye también el primer mapa terrestre y la medición del
solsticio y los equinoccios, y haber intentado con la ayuda de Gnomon –
instrumento que se dice ya era conocido por chinos, hindúes, egipcios y babilonios
--, determinar la distancia y el tamaño de las estrellas.
4 Anaxímenes (586 – 525 a.C.), discípulo y crítico de Anaximandro, postuló
la idea de una Tierra aplanada que flotaba en el aire al igual que los demás astros,
a excepción de las estrellas que las considera fijas, las cuales no girarían
alrededor de la Tierra sino horizontalmente, de tal manera que el Sol al quedar
oculto por las zonas más altas de la Tierra produciría la noche (Conf. Cubells
Fernando, 1965, 27 ss.).
Otros pensadores griegos siguen elaborando
sus teorías, algunos incluso retrocediendo a lo ya dicho
por los pensadores de Mileto como por ejemplo
Heráclito, nacido hacia el 540 a.C. quien pensaba que
El Sol, era una esfera incandescente, tenía la anchura
del pie humano, es nuevo cada día y se renueva como
reflejo de la eternidad del ser.
Pitágoras nacido posiblemente en la isla de
Samos entre el 584 y el 582 a.C., fundador de la
escuela que lleva su nombre la cual hizo importantes
contribuciones
a
la
matemática.
Entre
los
Busto de Pitágoras (fuente Wikipedia)
5 pertenecientes a esta escuela se destaca Filolao de Crotona, quien es señalado
por Copérnico como el primer pensador griego que habría postulado la posibilidad
de un sistema heliocéntrico, aunque demasiado complejo, ya que planteaba un
sistema en cuyo centro se encontraría el fuego eterno, alrededor del cual girarían
en esferas concéntricas una Antitierra, la Tierra de forma esférica, la Luna,
Mercurio, Venus, Júpiter, Saturno y las estrellas fijas. La Luna dividiría al mundo
en dos zonas bien diferentes, tema que profundizará más tarde Aristóteles.
4. La astronomía en Platón y Aristóteles
Los historiadores de la Astronomía le atribuyen a Platón (427 – 347 a.C.),
la siguiente pregunta que él habría hecho a los matemáticos de su época “¿Qué
movimientos circulares, uniformes y perfectamente
regulares hay que asumir como hipótesis para salvar los
movimientos aparentes de los planetas?”. Sin embargo,
para algunos historiadores el tema de la circularidad de los
movimientos se venía discutiendo desde mucho antes de
Platón. De todos modos la pregunta marcará el derrotero de
la Astronomía por cerca de dos mil años, la idea fuerte en
todo este tiempo era que los astros se movían circular y
uniformemente y que la tarea de los astrónomos era buscar
construcciones geométricas que explicaran cada vez mejor
las observaciones.
Busto de Platón -­‐Fuente Wikipedia Platón en su diálogo El Timeo sostiene, como ya otros griegos lo habían
planteado, que el mundo era esférico y concéntrico, según él porque la esfera es
la más perfecta de todas las figuras; además consideraba que el mundo estaba
dotado de un movimiento circular y uniforme. Su discípulo Eudoxo de Cnido (408 –
355 a. C.) sustituye los círculos por esfera homocéntricas y propone para cada
planeta un sistema de esferas concéntricas en torno a la Tierra y conectadas entre
sí a fin de reproducir el movimiento aparente del planeta. Esta idea de las esferas
u orbes asociadas a los cuerpos celestes adheridos a ellas, permanecerá desde
entonces vigente hasta Copérnico quien la menciona en el título de su libro De
revoluciones (1543).
El Cosmos platónico fue construido por el Demiurgo a partir de triángulos y
sólidos regulares, es de una gran belleza, y debe ser una criatura viviente, que
posee una alma la cual es la responsable de todos los movimientos del cosmos,
así como el alma humana es la responsable de todos los movimientos del cuerpo
6 humano. Opuesto a la necesidad del mundo atomista, Platón describe un cosmos
penetrado por la racionalidad, repleto de finalidad y de propósitos, como también
de divinidad. Platón asignó la divinidad al Alma del mundo y considera que los
planetas y las estrellas fijas son huéspedes de los dioses celestiales, pero a
diferencia de los dioses de las religiones tradicionales griegas, las deidades
platónicas nunca interrumpen el curso de la naturaleza. El Sol, la Luna y los otros
planetas deben moverse con determinada combinación de movimientos circulares
uniformes precisamente porque tal movimiento es el más perfecto y racional, y en
consecuencia es el único movimiento que conviene a un ser divino. Es bueno
aclarar que la reintroducción de la divinidad por parte de Platón no significa una
vuelta a la impredectibilidad del mundo homérico donde todo estaba sujeto al
capricho de los dioses; al contrario, para Platón la función de la divinidad es
asegurar y explicar el orden y la racionalidad del cosmos.
Característica de toda esta época griega son las muchas teorías que vienen
y van, tratando de explicar los fenómenos observados. Heráclides de Ponto (388
– 312 a. C.)) dio un paso enorme al negar la inmovilidad de la Tierra, afirmando
que el movimiento aparente de los cielos se debía en realidad a la rotación diaria
de la Tierra sobre su eje, en lugar de a la rotación de la esfera de las estrellas,
pero su sistema sigue situando a la Tierra en el centro del universo en torno al
cual giran la Luna, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno, sin embargo hace girar
alrededor del Sol a Mercurio y Venus.
Aristóteles (384 – 322 a. C), es el máximo
exponente de la filosofía griega, y un gran
enciclopedista y sistematizador de todo cuanto se
había dicho hasta su época en muchos temas y
por supuesto también en Astronomía y Física a
las que dedica dos obras: La Física y el Tratado
del cielo, en ellas expone su concepción filosófica
y metafísica sobre el universo. Aristóteles escribió
varios libros sobre biología, también sobre
política, lógica, metafísica, ética y otros temas, en
ellos expone todo de una manera tan lógica y con
un aparente dominio de los temas tratados,
Busto de Aristóteles -­‐ Fuente Wikipedia
incluso haciendo alusión a experiencias
realizadas; lo cual hizo muy difícil combatir sus
ideas, y durante casi veinte siglos, en lugar de confrontar sus afirmaciones con la
experiencia, __como bien dice Galileo__, sus seguidores lo que hicieron fue
repetirlo.
7 La física aristotélica estaba basada en cuatro principios: 1) Todo movimiento es
natural o violento; 2) El movimiento natural es el movimiento hacia un lugar
natural; 3) el movimiento violento es el producido por la acción de un agente; 4) El
vacío es imposible. Estos cuatro principios serán inamovibles hasta que Galileo y
otros científicos del siglo XVII logran demostrar lo contrario.
Sostuvo
y
trató
de
demostrar la lógica de un sistema
geocéntrico en el cual la Tierra se
encontraba inmóvil en el centro
mientras a su alrededor giraba el
Sol y los planetas. Planteó la
existencia de dos mundos: el
sublunar, es decir todo aquello
que estaba por debajo de la
esfera de la Luna en el cual
existe la generación y la
corrupción, este es el mundo
propio de la Tierra; y el mundo
supralunar, el cual es perfecto y
eterno. Propuso la existencia de
un Cosmos esférico y finito, la
parte central de dicho cosmos
estaba formado por cuatro
elementos: Tierra, aire, fuego y agua. Señala en la Física que cada uno de estos
elementos tiene su lugar adecuado, determinado por el peso relativo o “gravedad
específica”; cada elemento se mueve de forma natural en línea recta, por ejemplo,
la Tierra hacia abajo, el fuego hacia arriba según el lugar que les corresponde; los
movimientos en la Tierra serán siempre naturales y terminarán por detenerse.
Mientras que los cielos se mueven en forma natural e infinita siguiendo un
complejo movimiento natural y que según su lógica deben estar compuestos por
un quinto elemento, esto es por el éter, elemento superior que no es susceptible
de ningún cambio. Aristóteles sostenía que la naturaleza le tenía horror al vacío,
por ello todo estaba envuelto en el famoso éter que no era susceptible de ningún
cambio. También sostenía que los cuerpos más pesados de una materia
específica caían de forma más rápida que aquellos que son más ligeros cuando
sus formas son iguales, concepto este, como muchos otros, que se sostuvieron
durante cerca de 2000 años como verdades irrefutables.
Sistema Geocéntrico
8 5. La Astronomía helenística
Como sabemos la ciencia griega a partir del siglo III a.C. se traslada poco a
poco a Alejandría, ciudad fundada por Alejandro Magno en el año 331 a.C. quien
había sido educado por Aristóteles y fue un gran amante de las ciencias y de las
artes. Alejandría fue por cerca de cinco siglos el centro cultural del mundo y en ella
la ciencia griega logró su máximo desarrollo.
Tolomeo I le dio un esplendor particular a esta ciudad al crear el Museo y la
Gran Biblioteca donde se reunió todo el saber de su época. En este Museo que
en realidad era una gran universidad trabajaron filósofos, geógrafos, físicos,
matemáticos, biólogos y también astrónomos. En ella brillaron por su sabiduría
matemáticos como Euclides y Eratóstenes, Astrónomos como Hiparco, Sosígenes
y Claudio Ptolomeo; el ejemplo de esta ciudad se extendió a varios lugares del
reino helenístico, de los cuales podemos destacar a Rodas donde trabajó Hiparco,
a Siracusa, cuna de Arquímedes, y a Pérgamo donde trabajaron el matemático
Apolonio y los primeros médicos: Hipócrates y Galeno.
Actual Biblioteca de Alejandría . Inaugurada por la UNESCO en el año 2002
El tema de la biblioteca y el Museo de Alejandría es uno de los capítulos
más apasionantes de la cultura antigua, pero no podemos detenernos por ahora
en ellos pues el tema que nos ocupa es el de la Astronomía.
Aristarco de Samos (310 – 230 a. C.), fue el primero, __ según lo planeado
por Arquímedes en El Arenario y más tarde por Plutarco __, en idear un sistema
no centrado en la Tierra sino en el Sol, esbozado en su obra “Sobre el tamaño y la
9 distancia del Sol y de la Luna”; allí habría planteado la idea de un Sol inmóvil en el
centro y en torno a él todos los planetas girando concéntricamente, incluida la
Tierra, la cual estaba dotada de un movimiento diario de rotación sobre sí misma.
Sus trabajos se perdieron en la primera quema de la Biblioteca de Alejandría, pero
Arquímedes se refiere a su concepción del mundo, colocando el Sol y no la Tierra
en el centro del universo. Subraya también Arquímedes que para Aristarco el
universo era mucho más grande de lo que imaginaban sus contemporáneos.
Eratóstenes (284 – 192 a. C.) Fue
astrónomo, geógrafo, matemático y
filósofo griego, vivió primero en Atenas y
luego se trasladó a Alejandría donde
trabajó con Euclides, Arquímedes y
Apolonio. Estableció por primera vez la
longitud de la circunferencia de la Tierra
en 252.000 estadios que serían
equivalentes a 40.000 kilómetros, con un
error de solo 90 kilómetros respecto a las
estimaciones actuales. También calculó la
oblicuidad de la eclíptica.
10 Hiparco de Nicea (150 a. C).
Astrónomo, geógrafo y matemático.
redactó el primer catálogo de las
estrellas donde clasificó 1080 estrellas,
este trabajó fue valiosísimo para
Ptolomeo. También se dice que observó
una nueva estrella en Scorpio en el año
134 a. C. Hizo la primera diferenciación
entre el año sidéreo y el año trópico.
Fue el inventor de la geometría esférica y
el primero en dividir la Tierra en
meridianos y paralelos.
Se le atribute también a Hiparco el
descubrimiento de la precesión de los
equinoccios, fijándola en 45 segundos de
arco en un año, muy cercano a 50,7
segundos de arco que se maneja
actualmente. La precesión de los
equinoccios es el cambio lento y gradual
en la orientación del eje de la Tierra que
hace que la posición que indica el eje de
la Tierra en la esfera celeste se desplace
alrededor del polo de la eclíptica, trazando
un cono y recorriendo una circunferencia completa cada 25.776 años , período
conocido como “año platónico”.
Claudio Ptolomeo (100 -170 d. C.). Nació en Egipto y trabajó muchos años en el
Museo de Alejandría donde se distinguió como astrónomo, astrólogo, químico,
geógrafo y matemático. En Astronomía es célebre su libro Síntesis matemática,
conocido como El Almagesto, obra escrita en 13 volúmenes donde desarrolló con
gran rigor científico el modelo geocéntrico tratando de explicar de la mejor forma
posible en su época, el complicado mecanismo del movimiento planetario, cuando
aún no se tenían instrumentos de observación, ni se aceptaba la idea de Aristarco
de poner el Sol en el centro del sistema.
Heredó el sistema del universo planteado por Platón y Aristóteles, pero
desde una mirada no tanto teórica sino empírica, se dedicó a estudiar toda esa
gran cantidad de datos que ya existían sobre el movimiento de los planetas
11 tratando de construir un modelo geocéntrico
que fuera capaz de explicar las posiciones de
los astros en el pasado y sirviera para
predecirlas en el futuro. El explica que su
modelo es un método de cálculo y que él no
pretende descubrir la realidad. Su obra
contiene un catálogo de estrellas tomadas de
Hiparco de Nicea, quien había clasificado más
de mil, y estableció un criterio para predecir
eclipses.
Su modelo de universo sigue siendo
geocéntrico, en él la Tierra sigue estando
inmóvil en el centro, y el Sol, la Luna y los
Grabado Medieval de Ptolomeo -­‐ Fuente planetas giran a su alrededor, pero gracias a
Wikipedia
su modelo de epiciclo – deferente que
algunos dicen lo tomó de Apolonio de
Pérgamo, y otros de Hiparco de Rodas, trató de resolver geométricamente los dos
grandes problemas que por entonces presentaba el sistema planetario: 1) el
problema de la retrogradación de los planetas y su aumento de brillo cuando
retrogradan y 2) La distinta
duración de las revoluciones
siderales.
La explicación ptolemaica
del movimiento de los cuerpos
celestes
obedece
a
la
combinación de dos esquemas:
excéntricas
con
epiciclos.
Resumiendo diríamos que un
planeta recorre una órbita circular
llamada epiciclo cuyo centro se
traslada también describiendo otro
círculo llamado deferente. La
Tierra esférica y estática se sitúa
en un punto del diámetro del
deferente al sur del centro de
éste. Además Ptolomeo elige
como centro a un tercero, llamado
ecuante, igual al deferente, un
punto del diámetro de este,
El epiciclo y la deferente dos de los artificios del sistema geocéntrico con los que Ptolomeo intenta justificar el movimiento situado al norte de su centro, y
retrogrado de los planetas.
12 a igual distancia de la que hay entre el centro de la deferente y la Tierra. El
ecuante es el círculo que recorrería con movimiento uniforme un planeta que
circulara por él.
El sistema es complicadísimo porque cada vez hay que añadir más y
más círculos a medida que se trata de explicar el movimiento de cada
planeta, pero explicaba en su época por qué los planetas no se mueven ni
circular ni uniformemente y ello comportaba una ruptura con el modelo
apriorístico platónico.
Los sucesores de Ptolomeo según nos explica Kuhn (1978 – 109) sin tocar
los elementos técnicos fundamentales de la explicación astronómica heredada del
gran maestro, añadieron epiciclos a epiciclos y excéntricas a excéntricas
buscando una explicación cada vez más simple pero complicando tanto el modelo
que terminaba siendo incomprensible, razón por la cual Kepler cuando conoció el
modelo heliocéntrico copernicano exclamó, pensando en el modelo ptolemaico,
“Era imposible que Dios hubiera hecho algo tan enredado” porque para Kepler
Dios era el gran matemático y esta ciencia brillaba por su simplicidad y elegancia.
Complejidad del sistema de los epiciclos
Ptolomeo también clasificó 48 constelaciones de las 88 que acepta hoy la
Liga astronómica internacional. Entre estas constelaciones se encuentran las 12
13 constelaciones del zodiaco que eran ya conocidas incluso por los babilonios. En
astronomía el Zodíaco (del griego Zoon – diakos que significa “rueda de los
animales”), es una banda que circunda la esfera celeste comprendiendo a la
eclíptica y que es suficientemente ancha para contener al Sol. Tanto los babilonios
como los griegos dividieron esta banda en doce partes iguales, representando
cada una de ellas un sector del cielo de una extensión de treinta grados de arco,
bautizadas con el nombre de las doce constelaciones más destacadas y que ellos
veían en cada una de las subdivisiones. Los nombres de estas constelaciones
son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario,
Capricornio, Acuario, Piscis.
Las enseñanzas de Ptolomeo fueron adoptadas por los árabes y toda la
Edad Media hasta Copérnico. También escribió Ptolomeo un tratado de Óptica en
cinco volúmenes, donde trabajó sobre espejos, reflexión y refracción de la luz. En
astrología publicó El Tetrabiblos, obra que lo hizo muy famoso durante la Edad
Media y que es la Biblia de todos aquellos que siguen creyendo en la astrología y
haciendo horóscopos.
Aporte de los árabes a la Astronomía antigua: Los árabes que trabajaron
en Bagdad desde la segunda mitad del siglo VIII d.C. le dieron gran impulso a la
ciencia, en especial a las matemáticas y la Astronomía; tradujeron las obras de
Ptolomeo, las estudiaron y más tarde durante el apogeo de la cultura árabe en
Toledo y Córdoba durante el siglo XI, elaboraron tablas astronómicas y tratados
de astronomía, a su vez que perfeccionaron algunos instrumentos de observación,
14 informe que nos ha llegado a través de Los Libros del saber de Astronomía, obra
escrita por varios autores durante la época de Alfonso X el sabio (1221 – 1284)
que fuera rey de Castilla y León. También se elaboraron las Tablas alfonsinas,
redactadas entre 1252 y 1272, tomando como base la astronomía ptolemaica y
mejorando las Tablas toledanas en relación con los movimientos del Sol, la Luna y
los planetas. Esta tablas se emplearon como guía para las observaciones
astronómicas hasta el siglo XVI, cuando se desarrolla la revolución copernicana
del astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473 -1543), de quien hablaremos en el
siguiente capítulo.
Para saber más:
E. Theodossiou and V. N. Manimanis. Astronomy and Constelations in the Iliad
and Odyssey. Deparmant of Astrophysics – Astronomy and mechanics, School of
Physics, National & Kapodistrian University of Athens.
LINDBERG, David, Los inicios de la ciencia occidental. Paidós, 2002.
COUPER, Heather y HENBEST, Nigel. Historia de la Astronomía, Paidós
2009, con prólogo de Arthur C. Clarke.
KUHN, Thomás. La revolución copernicana, Ariel, 1978.
PEREZ, Sedeño E. El rumor de las estrellas. Siglo XXI, 1986.
TATON, René. Historia general de las ciencias. Orbis, 1988.
VARIOS, Científicos griegos. Tomos I y II, Aguilar, 1970.
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