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AROUSA
FARO DE VIGO
Miércoles, 25 de julio de 2007
Vilagarcía, última parada
de la Ruta Marítima a Compostela
Los dos veleros de la expedición atracaron en el
puerto de la ciudad pasadas las siete de la tarde
J
Hoy llegarán a Santiago, destino de la comitiva,
para celebrar el día en honor al Apóstol
Juan Fernández / VILAGARCÍA
l Nauja y el Zorba, los dos
veleros portugueses que
componen la esencia de la
expedición de la Rota Marítima
do Caminho de Santiago, atracaron en el puerto de Vilagarcía pasadas las siete de la tarde de ayer.
Más de 300 quilómetros los separaban de su origen en Figueira da
Foz, en Portugal. Venían tranquilos, con las velas extendidas, pero
sin usar el motor. La ciudad es el
último asalto de la travesía marítima, ya que la última etapa, hasta
Santiago, se hará por agua y por
tierra.
Hoy, día del Apóstol, los dos
veleros, se trasladarán por el Ulla
hasta Pontecesures, última villa
en donde el río es navegable. Después, ya por tierra, la comitiva se
trasladará a Compostela, en donde será recibida por un delegado
de la Oficina del Peregrino. Antes
del final, será el turno de la visita
a la Catedral, que será la última
parada de este viaje en su primer
año de vida.
En su estancia en Vilagarcía,
los cerca de treinta tripulantes
que navegaban con los dos veleros, fueron acogidos en el puerto
por una delegación de las autoridades y los representantes de la
directiva del Liceo Casino de la
ciudad, quienes invitaron a los visitantes a un pincho en el club de
mar. Después, a cenar y a reponer
fuerzas, pues el plan era llegar
hoy a Santiago alrededor de las
once de la mañana, por lo que tocaba madrugar.
E
LA CIFRA
334
• Los quilómetros recorridos
en una semana de viaje hasta
Santiago.
La expedición venía del puerto
de Baiona, separado de Vilagarcía
por unos cincuenta quilómetros.
La ruta, según sus impulsores, va
más allá del simple sentido de peregrinación a Compostela y, para
El velero amarrado . / I.ABELLA
ellos, representa la unión de esfuerzos y voluntades para conseguir un objetivo común: dinamizar el sector náutico en los aspectos deportivos, ambientales y
sociales, y a Galicia y Portugal como importante centro de este
nuevo mercado. Situar el océano
El objetivo del viaje es
situar el mar como
punto de unión de los
países del Atlántico
La tripulación de los veleros en el muelle vilagarciano. / IÑAKI ABELLA
como punto de unión entre los
países del Atlántico, para conseguir un desarrollo común, unión
en la que Galicia y Portugal ya
han avanzado mucho.
El objetivo último es fomentar
el turismo y publicitar el mar como principal activo de la franja
oeste de la Península, y esto es lo
que buscan los impulsores de la
ruta marítima, entre los que destacan la Asociación Intercéltica o
la Asociación Galega de Actividades Náuticas. Una de las últimas
iniciativas en este sentido fue la
organización de los Juegos Náuticas Intercélticos, que recientemente han terminado en la región de Bretaña, en Francia.
Un momento de la llegada de los barcos. / IÑAKI ABELLA
9
Ocho días de
travesía entre
Figueira da Foz
y Santiago
El castillo de Montemor-ovelho, en Portugal, acogió hace justo una semana el acto
inaugural de la RAID-Rota
Marítima do Caminho de
Santiago. Trescientos quilómetros de recorrido y ocho
puertos intermedios separaban entonces a los dos únicos
veleros participantes en la expedición, y a la treintena de
personas que los tripulaban,
de su destino final. Paradas en
pueblos marineros de la costa
lusa, como Aveiro, Matosinhos o Viana do Castelo, y en
los dos núcleos gallegos de
Baiona y Vilagarcía, antes de
llegar a Santiago de Compostela en el día grande del
Apóstol.
La ruta cuenta con el apoyo
de multitud de asociaciones
tanto españolas como portuguesas, e incluso de alguna
ONG de ámbito internacional.
Por ejemplo, la Surfrider Foudation Europe, que centra su
labor en la protección y el
desarrollo del océano, las olas
y el litoral, realizó junto a los
marineros labores de sensibilización ambiental a lo largo
del recorrido.
Además, el viaje trataba también de recuperar, o al menos
de recordar de alguna forma,
el pasado histórico de los dos
países participantes, objetivo
que fue escenificado en el
puerto gallego de Baiona con
la visita a la réplica de la Carabela Pinta con la que Cristóbal Colón viajó a América
en 1492.
También el deporte está muy
presente en este viaje, y es
que toda actividad relacionado con el mar, como la vela, el
surf o el remo, se ve desde la
organización del evento como
un elemento más para promocionar las ventajas del
océano, y el consecuente
atractivo turístico.
Todas estas ideas son, realmente, temas claves del “Programa de Cooperación Transfronterizo Galicia - Norte de
Portugal no dominio do mar”,
un convenio firmado entre
gobiernos de las dos regiones
para fomentar y explotar de
forma sostenible la riqueza
marina de la zona.