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ciencia >> miércoles, 13 de octubre del 2010 | la voz de la escuela 7 > PARA SABER MÁS NASA El corazón de la Vía Láctea, alrededor del cual gravitan miles de estrellas, visto por el telescopio espacial «Spitzer», de la NASA, a través de infrarrojos ¿Estamos solos en la galaxia? En el sistema Gliese 581-g se han descubierto ya dos exoplanetas que reúnen las condiciones necesarias a priori para que se desarrolle vida tal como existe en la Tierra Recientemente se anunció el descubrimiento de Gliese 581-g, un planeta similar a la Tierra y con condiciones para ser habitable (en La Voz de Galicia del pasado 9 de septiembre, sección Sociedad). Esta similitud llevó a Steven Vogt, uno de los investigadores principales a afirmar que con toda seguridad hay vida en él. Este planeta es el sexto que se descubre en torno a Gliese 581, una estrella relativamente cercana a nosotros y que ya contaba con un planeta con características para poder ser habitable. Hace más de quince años que los astrónomos localizaron el primer planeta extrasolar o exoplaneta. Hoy se conocen casi 500. Pocos de ellos fueron observados directamente, pues normalmente la luminosidad de su sol impide ver su tenue resplandor. Una imagen directa de un planeta aporta mucha información sobre su composición y su atmósfera. Sin embargo apenas hay fotos de unos pocos exopla- netas. Se trata de astros grandes, relativamente calientes y que orbitan estrellas poco activas. Solo en estas condiciones el brillo de la estrella no llega a eclipsar al planeta, especialmente en el rango de la radiación infrarroja. LA ZONA DE HABITABILIDAD Con técnicas indirectas más elaboradas es posible deducir la presencia de planetas de menor tamaño o que estén suficientemente lejos de su estrella como para que el calor de esta no aniquile cualquier posibilidad de vida. El planeta recién descubierto es el segundo que está dentro de la llamada zona de habitabilidad de esta estrella, una región del espacio donde las condiciones podrían permitir la existencia de vida tal y como la conocemos. Esto comprende, entre otros aspectos, una distancia a la estrella ni muy corta ni muy larga. De este modo es posible la presencia de agua líquida, que ni se evapore por el calor ni se congele por el exceso de frío. También es necesario que el planeta tenga un tamaño y peso adecuados para que su atracción gravitatoria sea capaz de retener una atmósfera suficientemente densa, así como una base rocosa. Estar en la zona de habitabilidad es una condición necesaria para que haya vida, pero no es una garantía suficiente. En nuestro sistema solar hay tres planetas dentro de esa zona. De ellos solo la Tierra reúne actualmente las condiciones necesarias para tener agua líquida. Marte tiene una atmósfera demasiado liviana, por lo que cualquier rastro de agua líquida se disipa inmediatamente hacia el espacio, mientras que la de Venus es tan densa que provoca un acusado efecto invernadero, responsable de unas temperaturas elevadísimas en su superficie. > Manuel Miramontes Antas [email protected] ¿O quizás tenemos vecinos? Afirmar, como Steven Vogt, que con seguridad al cien por cien en Gliese 581-g hay vida es un poco aventurado. De hecho, Paul Butler, que lo acompañaba durante la presentación de la noticia, no quiso especular en este sentido. Además, tardaremos mucho en acercarnos a comprobarlo, ya que las primeras estimaciones apuntan a que no seremos capaces de visitar el planeta hasta dentro de al menos 200 años. Sin embargo, este descubrimiento hace que una vez más nos sintamos un poco menos especiales, y quizá menos solos, en el cosmos. Como cuando la Tierra o el Sol dejaron de ser el centro del universo conocido para convertirse en un planeta pequeño que gira en torno a una estrella de las más abundantes en el cielo. Al mejorar las técnicas de observación, cada vez seremos capaces de encontrar más planetas dentro de la zona de habitabilidad de sus respectivas estrellas. La Vía Láctea tiene un ancho de unos 100.000 años luz, en los que hay unos 200.000 millones de estrellas. Gliese 581-g está a solo 20 años luz de nosotros, por lo que podemos suponer que un alto porcentaje de las estrellas en la Vía Láctea pueden tener planetas po- LA BÚSQUEDA DE EXOPLANETAS Las dos técnicas que están dando mejores resultados en la búsqueda de exoplanetas son la observación de los tránsitos y sobre todo la medición de la velocidad radial. En la primera, se analizan las variaciones periódicas en el brillo de la estrella cuando el planeta pasa por delante. Esto solo es posible cuando el astro es relativamente grande y la órbita del planeta está orientada de manera que se interpone entre la estrella y nosotros. Solo un pequeño porcentaje de sistemas planetarios cumplen ambas condiciones. Con el método de la velocidad radial se analiza el movimiento de la estrella para deducir las características del planeta. Cuando un planeta gira en torno a una estrella, esta no permanece fija en el espacio, pese a su gran masa. Por el contrario, ambos giran en torno al centro de masas del sistema estrella–planeta. Cuando la estrella se acerca vemos su luz un poco más azul, y cuando se aleja un poco más roja. Es el llamado efecto Doppler, que permite calcular la velocidad a la que se acerca o aleja la estrella de nosotros. VARIACIONES DEL ESPECTRO Las variaciones del espectro son muy pequeñas, por lo que la medición debe repetirse una y otra vez para descartar errores. En Gliese 581-g el año dura unos 37 días terrestres y los científicos estuvieron tomando datos durante 11 años. En total tuvieron que analizar más de 100 veces el vaivén de la estrella para conocer las características de los planetas que forman su sistema solar. DESCUBRIMIENTO DEL BIG BANG Puedes ver a Carl Sagan explicando cómo fue aplicado este efecto al descubrimiento del Big Bang en: ■ http://www.youtube. com/watch?v=fAskr2pYYgg &feature=related. El exoplaneta HR 8799b, en una recreación a partir de datos del «Hubble» tencialmente habitables. La cifra es tan alta que es casi imposible suponer que en ninguno de ellos hay vida. Otra cosa es saber qué tipo de vida o si lograremos comunicarnos con ellos. Y la Vía Láctea es solo una entre cientos de miles de millones de galaxias… Desde los años setenta, el proyecto SETI (http://setiathome.ssl.berkeley.edu) busca señales de vida extraterrestre sin éxito. EFECTO DOPPLER Hay también demostraciones del efecto Doppler en YouTube, como por ejemplo ■ http://www.youtube. com/watch?v=ys4_JFbSvIQ
