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Rx En la poceta Baja frecuencia foto ideasstock.com Incomodidad, sensación de pesadez, malestar abdominal y cansancio son síntomas que deben enfrentar a diario las personas que sufren de estreñimiento, uno de los trastornos digestivos más comunes y molestos / Adriana López Méndez 34+SALUD Rx estreñimiento Apuntes • El estreñimiento es el motivo de consulta médica más frecuente en Estados Unidos. Se estima que la mayoría de los pacientes padece el síndrome de intestino irritable. El resto sufre de estreñimiento ideopático (el mal no tiene una causa definida). de los mayores de 65 años es considerado estreñido En mayor o menor medida, el problema es bien conocido. Raro es encontrar a alguien que no haya pasado por períodos en los que su frecuencia de evacuación disminuya o en los que sienta mayor dificultad para ir al baño. Si a ver vamos, el estrés, la mala alimentación, el consumo de alcohol e, incluso, los cambios hormonales son todos factores que condicionan la aparición temporal del estreñimiento, uno de los trastornos digestivos más comunes. Más allá de la cantidad de evacuaciones semanales, el estreñimiento tiene que ver con la dificultad para expulsar las heces, con el tamaño y la consistencia de las deposiciones, con la sensación de evacuación incompleta y hasta con la necesidad de estímulos externos para poder sentarse –con éxito– en la poceta. La alteración puede provocar dolor de espalda y de cabeza, cansancio y fatiga, y sensación de distensión abdominal. Existe una creencia popular muy arraigada que celebra como normal acudir al baño, al menos, una vez al día. Aunque ese ritmo sería el ideal, en la práctica se utiliza el estándar de menos de tres excreciones a la semana para definir a los estreñidos. Bernardo Beker, gastroenterólogo del Centro Médico de Caracas, precisa que dentro de esa categoría se puede incluir tanto a quienes no superan esa frecuencia semanal debido a una mala alimentación, como a quienes tienen un tránsito intestinal lento. Más que la cantidad de veces que se evacua, insiste Beker, la clave está en la asiduidad: “mientras haya constancia en el hábito intestinal, no hay estreñimiento. Eso explica por qué una persona que va regularmente al baño cada dos días es considerada normal”. • En las mujeres, la incidencia del estreñimiento es significativamente más elevada. Se sabe que el ciclo hormonal, el embarazo, un estilo de vida más sedentario, la resistencia común a no utilizar baños públicos y una mayor tendencia a sufrir de ansiedad y depresión marcan la diferencia. • El alcohol y la nicotina actúan sobre ciertos neurotransmisores vinculados con el movimiento intestinal. El efecto explica por qué las personas sufren de diarrea luego de una noche de copas o, incluso, por qué hay personas que utilizan el cigarrillo como estímulo para ir al baño. • Además de molestia e incomodidad, el estreñimiento puede generar complicaciones adicionales, entre ellas, la aparición de hemorroides, fisuras anales y prolapsos de la mucosa del recto. Directo a la raíz Si bien cada quien tiene un ritmo intestinal particular que determina el número de visitas al baño, cuando esa frecuencia se altera es importante atacar el problema de inmediato, en parte, porque la costumbre de evacuar poco se arraiga con facilidad y luego es difícil de modificar. “Si alguien tiene entre tres y cuatro meses padeciendo los síntomas, se considera que tiene estreñimiento crónico, pero si la persona deja de evacuar por más de dos o tres días se habla de un estreñimiento agudo y, generalmente, cuando sucede es por una causa orgánica, más que funcional”, explica Beker. En principio, una evaluación médica exhaustiva y un examen físico, que incluya un tacto rectal, son suficientes para determinar la existencia Casos especiales • Infantes. Además de ser una eventual consecuencia del tipo de dieta, del cambio de leche y de la introducción de nuevos alimentos, el estreñimiento infantil podría obedecer a traumas durante el período en el que el pequeño está dejando el pañal. En estos casos, los ejercicios anorrectales para entrenar los esfínteres mejoran el padecimiento. • Mujeres embarazadas. Este tipo de estreñimiento tiene una causa metabólica: los cambios hormonales que se registran durante el período de gestación modifican la función intestinal. Mantener cierto nivel de actividad y aumentar el consumo de líquidos y fibra da buenos resultados. • Ancianos. Un tercio de los mayores de 65 años es considerado estreñido. La incidencia puede tener su origen en dietas bajas en fibra o en calorías, en la falta de fluidos, en la inactividad, en el consumo de ciertos fármacos y en cambios orgánicos específicos, como afecciones neurológicas y modificaciones metabólicas. De ser el caso, se recomienda hacer cambios en la dieta y caminatas para mejorar la función intestinal. El especialista también podría prescribir medicamentos coadyuvantes del movimiento intestinal. 35+SALUD Rx estreñimiento Con cuidado Los laxantes no son la panacea. Su acción es temporal y su consumo, generalmente, causa tolerancia y dependencia. Algunos, incluso, provocan lesiones irreversibles en el colon si se usan por un tiempo prolongado. Están los que aumentan el volumen de las heces y los que lubrican la mucosa para disminuir el roce y facilitar la excreción. En cualquier caso, sólo se debe recurrir a ellos por recomendación expresa del especialista. foto ideasstock.com Facilite el tránsito • Cambie su dieta. Consumir alimentos ricos en fibra (verduras, frutas y granos) ayuda a que las heces sean más voluminosas y blandas. • Aumente los líquidos. Beber mayor cantidad de líquido facilita la evacuación. Eso sí, evite la cafeína y el alcohol (son irritantes). • Muévase. El ejercicio periódico contribuye a regular el movimiento del intestino. • Tómese su tiempo. Por más apurado que esté, nunca ignore o postergue las ganas de ir al baño. • Cree hábitos. Establezca un horario fijo tanto para sus comidas como para sus visitas al baño. Con el tiempo, la costumbre le permitirá evacuar con mayor frecuencia. • No se automedique. Sólo siga el tratamiento que le indique su médico. 36+SALUD del trastorno y sus posibles causas. La más frecuente es el síndrome de intestino irritable, una afección en la que el estreñimiento viene acompañado de distensión abdominal, fatiga y sensación de llenura. Pero el origen también puede estar en una dieta baja en fibra, en el sedentarismo, el estrés e, incluso, en postergar las ganas aun cuando se presenta la urgencia de evacuar. El estreñimiento puede, además, obedecer a factores neurológicos (mal de Parkinson, lesiones de la médula espinal, esclerosis múltiple) y metabólicos (diabetes, alteración de la función tiroidea). La aparición de trastornos hormonales, la existencia de obstrucciones intestinales y el consumo de analgésicos, antiespasmódicos (para el dolor abdominal), antihipertensivos y reguladores de los niveles de azúcar en la sangre son factores que también pueden incidir en una disminución en la frecuencia de las deposiciones semanales. La edad es otro elemento clave y de cuidado, en parte, porque en personas mayores el estreñimiento puede ser un síntoma de patologías graves. No en vano, “si un paciente tiene más de 45 años se recomienda la práctica de una colonoscopia”, advierte Beker. El examen supone el uso de una pequeña cámara adherida a un tubo flexible que permite visualizar el colon para descartar la presencia de divertículos o de tumores que dificulten la excreción. En caso de que aún queden dudas sobre el origen del estreñimiento, el médico podría solicitar evaluaciones alternativas, como la manometría anorrectal (mide la presión en la zona y constata el funcionamiento correcto de los esfínteres); los marcadores del tránsito intestinal (ingestión de píldoras radiológicamente marcadas que ayudan a establecer el tiempo que tardan los alimentos en ser excretados desde su consumo); y, finalmente, la defecografía, un examen que evalúa cómo evacua el paciente, mientras el especialista adelanta un análisis del funcionamiento del piso o base de su pelvis. • ( F u entes c o ns u l ta d as Dr. Bernardo Beker, gastroenterólogo. Centro Médico de Caracas )