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Lunes, 28 de junio de 2010 42 la GACETA Sociedad_Cultura Pascual Osa, director de la Orquesta Filarmonía “Las programaciones se olvidan de la música clásica española” El artista dirige la única orquesta que ofrece un repertorio exclusivo de compositores patrios J. Muiña. Madrid Las estrellas de las que se rodea Pascual Osa (Valencia, 1965) no se llaman Torres, Villa o Iniesta, sino Manuel de Falla, Pablo Sarasate o Antón García Abril. Con semejante plantel, el director de la Orquesta Filarmonía ha conseguido mantenerse durante 10 años como la única banda del panorama patrio con un repertorio exclusivamente español. -¿La música clásica de nuestro país había caído en el olvido? -La música clásica española se encuentra olvidada de las programaciones. -¿Culpa de esa omisión a la falta de calidad de las composiciones? -En la música ocurre lo mismo que en otras áreas: parece que lo de fuera es mejor. Existen países competitivos como Alemania, Austria o Italia que tienen una trayectoria musical muy importante, pero España también la ha tenido. Ahora estamos ante un boom de compositores españoles muy importantes. -¿El artista español no vende? -La música española no es nada comercial. Programar a Manuel de Falla, Joaquín Turina, Pablo Sorozábal o Jesús Guridi, grandísimos artistas todos ellos, no resulta nada comercial. -Déficit musical patrio al margen, ¿existe una buena oferta? -Sí, mejorable siempre, pero existen programaciones muy atractivas. -En la nueva temporada, ¿optarán por los clásicos o se decantarán por los contemporáneos? -No nos vamos a centrar solamente en los compositores vivos; no quiero que esto se convierta en una constante interpretación de textos nuevos. -Así que apuesta por los clásicos. -Tenemos mucho repertorio, muchas obras que se han interpretado sólo una “En tiempos de crisis, lo primero que se descuelga son los cuadros” vez; se estrenan, se guardan en el cajón y muchas de ellas mueren. Tenemos muchos compositores del siglo XIX que tienen grandísimas sinfonías: Remacha, Pedro Marqués, el propio Bretón. - ¿Cómo at ra erá n a l público más joven, un sector bastante reacio a su música? -Existe un problema entre los 11 y los 20 años; para esa etapa hay que buscar un modelo de programa- ción que atrape. Este año nosotros vamos a experimentar unos programas. -¿Dónde reside la clave del éxito? -En hacerles partícipes, en introducirlos dentro del espectáculo. Es importante que nos quitemos el frac y nos pongamos una camisa y hablemos de tú a tú a los asistentes. La Orquesta Filarmonía ha trabajado por romper ese muro de hielo que existe entre el escenario y el público. -¿Comparte la necesidad de una ley de mecenazgo, como demandó Zubin Mehta? -Totalmente. Existe ya una ley de mecenazgo que no se ha llevado a la práctica; no está muy desarrollada. Desde las Administraciones se quiere tener muy gestionada la cultura. -¿El arte se encuentra excesivamente financiado en nuestro país? -Respecto a otros países, sí. En Inglaterra y EE UU, por ejemplo, las administraciones no reparten tanto dinero como en España. En centroeuropa tienen un sistema similar al nuestro. -¿La dependencia de las subvenciones hace más vulnerable al arte? -En un periodo de crisis, lo primero que se descuelga son los cuadros. Los artistas tenemos que estar preparados y colaborar con la sociedad. José Ribera EL PERFIL La paciencia por bandera El nombre de Pascual Osa no posee el carácter mediático de Barenboim o Mehta, pero la carrera del director valenciano no se encuentra exenta de reconocimientos. Sin embargo, él rechaza cualquier atisbo de frustración. “Más que de sprint esto representa una carrera de fondo. La paciencia se convierte en la mejor virtud para un director de orquesta”, advierte. crítica teatral Fin de temporada en el Centro Dramático Raúl Losánez. Madrid El Centro Dramático Nacional que dirige Gerardo Vera cierra una temporada irregular en la que se han sucedido algunos montajes francamente fabulosos con otras florituras más prescindibles. Eso sí, unos y otras ha sido acometidos con la corrección técnica y la grandiosidad escénica de las que sólo puede hacer gala el que es el mayor centro de producción teatral de ámbito estatal. Don Carlos impactó visualmente, pero sólo visualmente; Bodas de Sangre dejó algo fría a la concurrencia; El avaro que interpretó Juan Luis Galiardo tampoco entusiasmó como cabía esperar; Madre Coraje demostró que Bertolt Brecht ya no interesa, y Drácula, que Stoker no era un genio. Por otra parte, Urtain logró el aplauso de todos y un merecido reconoci- miento en los premios Max; la lorquiana La tierra nos descubrió a un interesante dramaturgo llamado José Ramón Fernández; Tórtolas, crepúsculo y... telón confirmó que Francisco Nieva sigue siendo un monstruo, y Realidad –una maravilla inolvidable– puso de manifiesto que el gran teatro es, y será siempre, ante todo, un buen texto y unos buenos actores. Cómo el propio Osa reconoce, “encontrar un director perfecto resulta muy difícil”. A su vez, no tiene inconveniente en desvelar sus debilidades. Simon Rattle, Zubin Metha o Lorin Maazel forman su particular trébol de ases. Mientras el ansiado reconocimiento llega, a partir del 24 de septiembre comenzará con la Orquesta Filarmonía su segunda temporada en el Auditorio Nacional. fe de erratas Error en la entrevista al Dúo Dinámico En la edición de ayer, domingo 27 de junio, LA GACETA publicó una entrevista realizada por la periodista Pilar Blanco a los componentes del grupo musical el Dúo Dinámico, cuyo titular contenía un error. En él nos referimos a la canción El Titiritero cuando el encabezamiento correcto era: “Serrat tuvo muchas presiones para cantar el La, la, la en catalán”.
