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COMENTARIO DE TEXTO PAU
II.3. Literatura: Luces de bohemia.
1 LUCES DE BOHEMIA: CUESTIONES
• 
Evolución de la obra de Valle-Inclán. Justifica la inclusión de
Luces de bohemia en la etapa que le corresponda. (2 veces)
• 
Luces de bohemia en el contexto histórico y literario de su
época. (1 vez)
• 
Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia.
(3 veces)
• 
Luces de Bohemia y la realidad política y social. (0 veces)
• 
Modernismo y 98 en Luces de bohemia. (1 vez)
• 
Los personajes de Max Estrella y D. Latino en Luces de bohemia.
(2 veces)
2 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Luces de bohemia constituye el adiós definitivo de ValleInclán a la estética modernista y a la bohemia heroica que
pensaba que podría sobrevivir al margen de la vulgaridad
burguesa. Max Estrella encarna la figura del último bohemio.
El mismo significado de despedida tiene la presencia de la
figura de Rubén Darío y, sobre todo, la reaparición del
Marqués de Bradomín, “exquisito pecador” protagonista de
las Sonatas ⎯obra cumbre de la prosa modernista⎯.
3 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Ambos ‘personajes’ aparecen descritos en el entierro de Max
Estrella como «sombras rezagadas» que «parecen almas imbuidas
del respeto religioso de la muerte». Son dos figuras decadentes
cuyo contorno negro se acentúa entre las lápidas blancas. Sobre
todo el Marqués de Bradomín es consciente del cercano ‘final’:
«Yo, con mi carga de años, estoy más próximo a ser la calavera
de Yorik».
[Yorick es un personaje ficticio de la obra de William Shakespeare Hamlet. Él es el
bufón de la corte muerto cuyo cráneo se exhumado por el sepulturero en el Acto V,
Escena I, de la obra. La vista de la calavera de Yorick evoca un monólogo del
príncipe Hamlet sobre la mortalidad.]
4 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Por su parte, la aparición de Rubén Darío como personaje de la
obra puede considerarse como un tributo a la admiración de
Valle-Inclán por “el vate de Nicaragua”, al que caracteriza como
“el índico y profundo Rubén”. Esta admiración es compartida por
el personaje Max Estrella, que llegará a afirmar. «Muerto yo, el
centro de la poesía pasa a ese negro».
5 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Los versos de Rubén se utilizan como salutación «¡Padre y
Maestro mágico, salud» (Dorio) o son citados por los
personajes «¡Juventud! ¡Noble apasionamiento! ¡Divino
tesoro, como dijo el vate de Nicaragua» (Don Filiberto).
6 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Valle-Inclán se mostró desde un principio declaradamente antiburgués. De ese rechazo hacia las formas de vida de la
civilización burguesa deriva la actitud modernista: la de aquellos
escritores que manifiestan su repulsa de la sociedad por las vías
de un aislamiento aristocrático y de un refinamiento estético,
acompañados no pocas veces por actitudes inconformistas como
la bohemia.
7 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
La bohemia es una forma de vida. Los artistas bohemios se
marginaban voluntariamente con la intención de formar una
sociedad aparte en la que pueda vivirse colectivamente la pasión
del arte. Se vincula originariamente a la sociedad romántica
francesa y se desarrolla en el París del Segundo Imperio. En la
obra, se alude a París, al Barrio Latino y la los modelos literario
de la bohemia.
8 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Además, Max Estrella aparece como el último resistente de una
forma de vida que va siendo abandonada por todos cuantos la
profesaron. En Max vemos claramente cómo la bohemia lleva
asociada la miseria como un mal menor que el bohemio debe
combatir con diversos trabajos, los cuales constituyen una
traición a sus propios principios. También vemos en la actitud de
Max cómo la bohemia aparejada una provocación antiautoritaria,
al denunciar críticamente a la policía o en las burlas
contra la
Real Academia.
9 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Valle-Inclán es consciente de que ‘los nuevos tiempos’ hacen
imposible la existencia del artista bohemio modernista. En su
lugar, lo que tenemos es un golfo buscavidas (don Latino) que
poco o nada tiene de sublime, y el coro/caterva de los epígonos
del Modernismo, niños de papá que juegan a ser poetas
rebeldes y cuyo trabajo será olvidado rápidamente (el personaje
real que inspira a Dorio de Gadex acabó en el olvido más
rotundo). Son los representantes de un Modernismo tardío y
vacuo.
10 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
El propio Max se contagia de la degradación general aceptando
el dinero que le ofrece el ministro. Multitud de personas o cosas
consideradas en grupo, pero sin concierto, o de poco valor e
importancia.
11 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Cabe señalar, asimismo, como parte de las relaciones entre la bohemia y
el Modernismo, las continuas alusiones a París. Se evoca, siempre con
nostalgia, la capital francesa: en la obra, se alude a París, al Barrio Latino,
a los modelos literarios de la bohemia ⎯Verlaine, Victor Hugo⎯. Max
Estrella quiere volver a París con su mujer Madama Collet para renovar
viejos tiempos.
12 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
También Latino de Hispalis recuerda en diversos pasajes su
estancia parisina. Llega a afirmar que su propio seudónimo
guarda relación con el Barrio Latino (ESCENA VII):
Soy Latino por las aguas del bautismo, soy Latino por
mi nacimiento en la bética Hispalis, y Latino por dar mis murgas
en el Barrio Latino de París.
DON LATINO:
13 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
En la ESCENA IV, Max, Rubén y Don Latino evocarán la vida bohemia de
París:
«Levanta su copa, y gustando el aroma del ajenjo, suspira y evoca el cielo
lejano de París. Piano y violín atacan un aire de opereta, y la parroquia del
café lleva el compás con las cucharillas en los vasos. Después de beber,
los tres desterrados confunden sus voces hablando en francés. Recuerdan
y proyectan las luces de la fiesta divina y mortal. ¡París! ¡Cabaretes!
¡Ilusión! Y en el ritmo de las frases, desfila con su pata coja Papá
Verlaine.»
14 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Si la vida bohemia ya no es posible, tampoco lo es la estética
modernista que la sustenta. Ese descubrimiento lleva a Max a la
creación de una nueva estética (el esperpento) que sea capaz de
ofrecer una visión del mundo tanto más cierta cuanto más
deformada. Max llega a esta conclusión cuando está a punto de
llegar al final de su vida.
15 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
En este sentido se le ha comparado con don Quijote, pues
ambos emprendieron un viaje por la realidad española (el de Max
marcado por la pobreza, el hambre y la degeneración) y ambos
ven, antes de morir, la sinrazón de su vida anterior. En ambos
casos hay una despedida de una forma de vida (caballería
andante–bohemia) y el rechazo de una estética de carácter
evasivo (libros de caballerías–idealismo modernista) y en ambos
casos hay también un profundo sentido crítico frente a la realidad
española.
16 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Por otra parte, hay que destacar el aire de queja, de protesta, la
áspera crítica que encierran los esperpentos. Con Luces de
bohemia, Valle-Inclán se incorpora al quehacer de sus colegas de
generación (la Generación del 98), preocupados por España,
pero lo hace desde una perspectiva original, nueva: pone sus
espejos deformantes ante los más variados aspectos de la
realidad española.
17 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
El profundo dolor de España es un tema de raíz noventayochista.
La preocupación por la mala política y la miseria económica y
moral de España están presentes en toda la obra (recordemos
que lo que pretende Valle es reflejar la profunda deformación de
la vida española, muy lejos de Europa y de la España de otras
épocas que incluso había sido primera potencia mundial).
18 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
La preocupación de Valle, al igual que otros escritores del
98, por los problemas de España surge de su amor por el
país, pero su sentido crítico le libra de toda patrioterismo.
Su visión del país es completamente pesimista.
19 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Son muchos los ejemplos en los que Valle muestra su
preocupación por España y por su atraso:
«País sin remedio cuya única solución sería una hipotética bomba
que le destripara como terrón maldito» (ESCENA VI);
«En España el trabajo y la inteligencia siempre se han visto
menospreciados» (ESCENA VI).
«¡En España es un delito el talento!» (ESCENA XIII).
20 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Los noventayochistas, además, se interesan por la historia del
pueblo, de las personas que trabajan día a día, la de los hechos
cotidianos, la del trabajo, la de las costumbres, la de “los
millones de hombres sin historia”, concepto introducido por
Unamuno con la voz ‘intrahistoria’. Los autores se fijan en la vida
cotidiana de las gentes para conocer mejor la idiosincrasia de los
pueblos. En Luces de bohemia la vida miserable del protagonista
y de todos los personajes que muestran ideales contrasta con el
lujo aparente y provinciano de los poderosos.
21 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
En la España que refleja en Luces de bohemia, nada ni
nadie se libra de la crítica, especialmente dura con las
fuerzas del orden y la clase política: gobierno,
empresarios, ‘esbirros’.
22 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Sin embargo, no se produce la idealización del pueblo. Se trata
de una condena de la sociedad española en su conjunto: la clase
obrera (exceptuando, quizá, el preso catalán y la madre del niño
muerto) son retratados como una masa brutal, inculta e incapaz,
en consecuencia, de producir la anhelada regeneración de la
sociedad española. No en vano, todo ello parece remitirnos a las
palabras de Max Estrella: «España es una deformación grotesca
de la civilización Europea».
23 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Es más, Max Estrella se muestra radical en sus posiciones
políticas, compartiendo la ideología anarquista con el preso
catalán o, incluso, yendo aún más lejos al reclamar una revolución
para España como la de Rusia o la muerte de los patronos:
«País sin remedio cuya única solución sería una hipotética bomba
que le destripara como terrón maldito» (ESCENA VI).
24 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Por otra parte, además de la preocupación por la mala política y
la miseria económica, social y moral del pueblo español, también
es propio de los autores del 98 la primacía del diálogo sobre la
acción, la riqueza expresiva de las acotaciones, que difumina las
fronteras entre lo dramático y lo narrativo y la riqueza verbal, que
incluye recuperación de localismos, arcaísmos o gitanismos:
"gachó", "chanelo", "beatas” (‘pesetas’), "apoquinar”,
“naturaca”…
25 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Los noventayochistas y los modernistas constituyen una misma
generación histórica y entre ellos hay numerosos puntos
comunes, producto del ambiente crítico del momento. En Luces
de bohemia se ven reflejadas gran parte de las características
propias de estos dos grandes movimientos de renovación
estética que removió profundamente los cimientos del arte y la
literatura del primer tercio del siglo XX.
26 Modernismo y 98 en Luces de bohemia.
Sin embargo, tanto por sus presupuestos ideológicos como por
la radicalidad de su estética, Valle se sitúa en posiciones
polarmente alejadas de las que adoptarán los noventayochistas
en su madurez.
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