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^' V-" ENFERMEDADES Y PLAGAS ^ DEL TOMATE Í2 m I. CABILDO INSULAR DE GRAN CANARIA GRANJA AGRÍCOLA EXPERIMENTAL • ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE EXCMO. CABILDO INSULAR DE GRAN CANARIA ENFERMEDADES PLAGAS DEL TOMATE POR ROBERTO VARGAS GOLD INGENIERO AGRÓNOMO DE LA GRANJA EXPERIMENTAL DEL EXCMO. CABILDO INSULAR DE GRAN CANARIA IMPRENTA SAN NICOLÁS l A S PALMAS DE GRAN CANARIA AÑO 1953 INTRODUCCIÓN / \ / o pretende el presente manual constituir ana obra •*- ' completa y. cientiiica de patolog.ía del tomate, sino simplemente una g.uta para el cultivador, de forma que con su consulta pueda enfocar adecuadamente alg.unos de los problemas que se le presentan. Siquiendo este criterio se ha procurado dar a la obra un carácter práctico, describiendo las enfermedades y. plaqas por sus aspectos más notables y. de sencilla comprensión, al mismo tiempo que se da qran importancia a los qrabados (casi todos oriqinales), y.a que, a nuestro entender, sustituyan ventajosamente a la meior descripción. De los cuatro apartados de que consta, el primero está dedicado a las enfermedades causadas, por las condiciones del suelo, clima o defectos de constitución de la semilla; el sequndo a las causadas por honqos; el tercero aquellas cuyo oriqen es de índole animal, y por último el cuarto al qrupo de las virosis, que tanto incremento kan tomado, desgraciadamente, estos últimos años. Para facilitar la búsqueda, las enfermedades están descritas por los nombres más comunes dados en esta Isla; aparte se incluye al fin de la obra una lista de nombres ZdZ' ^ de T^'""'' " " ^"'^^ '''^ puedan ser interés general ^' ^ ¿ ^ - ^-^ creemos dadZTul"' ^''«^a^.-e^.o. se indican acfueüos de utdiy comprobada o recomendados por varios autores ^ c^ae sa TfZ , r ^ " ' «""^^'^^«''^ correspondientemente Z^^f. :-^u " ^''^"-^^'^^^ola por dar la^ar a confusiones y. titubeos. cuantZ T T '"""'^TT ''''''''' ^^radecimiento a todos cuantos nos kan ayudado, no citando sus nombres pues so- VI i A MIK ÍNDICE > 3 n 5' ? PAG. CAP. CAP. CAP. CAP. I.—Enfermedades II.—Enfermedades III.—Enfermedades IV.—Enfermedades no causadas por organismos . críptogámicas causadas por animales . . . producidas por virus . , . 1 15 27 . 3 9 VII ÍNDICE DE LAMINAS LAM. I.—Ahongado. LAM. II.—Abarquillado de las hojas. ^. LAM. IIl.—Rotura del fruto^ , " LAM.IIIBIS-IV.—Efectos del'eitcesivb'calor. LAM. V.—Desarrollo de las raíces. LAM. VI.—Desarrollo de las raíces. LAM. VII—Bultos en el tallo. LAM. VIII.—Falta de hierro; LAM. IX.—DeformaCiór( hereditaria de las hojas. LAM. X.—Cinturilla. LA*M. ,,, XI.—Marchitez Ijacteriana. L A M ' . ' ' ' " XII.—Marchitez bacteriana. LAM. XIII.—Marchitez bacteriana. LAM. XIV.—Marchite^ bacteriana. LAM. XV.—Marchitez. LAM. XVI.—Conidióforos y conidios de Phytophtora ínfestans. LAM. XVII.—Manchas o pintas de hierro. LAM. XVIII.—Mancha de hierro. LAM. XIX.—Hoja atacada de Odiopsis táurica. LAM. XX.—Microfot. de conidióforos y conidios de Odiopsis táurica. LAM. XXI.—Pezonera LAM. XXII.—Batatilla. <' • ' LAM. XXIII.—Batatilla. " LAM. XXIV.-Piojillo. LAM. XXV.—Tetranychus telarius y Nezara viridula, , LAM. XXVI.^Hoja comida de lagarta. LAM. XXVII.—Huevecillos de Prodenia litura. LAM. XXVIII.—Adulto de Chloridea obsoleta. LAM. XXIX.—A.—Ninfa de Prodenia litura (bicho zahori). B.—Adulto de Plusia chalcytes. C—Adulto de Prodenia ¡ litura. D.—Adulto de Plusia gamma. ' • LAM. XXX.—Mosaico común, LAM. XXXI.—Virus del rayado sencillo. ' '/ LAM.' XXXII.—Mosaico aucuba.LAM. XXXIIL—Virosis de orejetas. LAM, XXXIV.—Fruto de tomate atacado de manchas viróficas. LAM. XXXV.—Virosis complejas. LAM. XXXVI.—Virosis complejas. , VIII V " CAP. I un ENFERMEDADES POR NO é- CAUSADAS ORGANISMOS .ni Existen una serie de enfermedades que no son originadas, ni por organismos vivos, ni por virus, sino o bien por causas climáticas (frios, vientos, enctiarcamientos, sequía, etc.), o por carencia, o exceso de algunos elementos (falta de nitrógeno, hierro, exceso de cal etc.), o por último por composición de los genes (enfermedades hereditarias). Estos tres grupos los separaremos para su estudio en otras tantas partes, llamando a las primeras enfermedades fisiológicas, al segundo enfermedades carenciales, y al tercero enfermedades genéticas. El remedio, para las dos primeras, será evidentemente: eliminar las causas que los producen, aunque esto no siempre es factible, unas veces por dificultades económicas y otras por entrar tal cúmulo de causas que es prácticamente imposible determinar cuáles son las causantes. ENFERMEDADES FISIOLÓGICAS " 1-1. MADURACIÓN BASAL (Banderifa) Sintonías.—El fruto permanece verde alrededor del pedúnculo y aunque puede llegar a colorearse, nunca toma el color rojo que le es propio, aparte de que dicha zona permanece insípida. Causas.—Parece ser originada por una desnutrición de la planta, a veces por estar enferma y otras sin causa aparente; la adición de potasa influye favorablemente sobre la enfermedad, el exceso de sol puede motivarla, por lo que debe de dejarse al tomatero suficiente número de hojas para proteger al fruto del demasiado sol. 1 CAP. I 1-2. ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS MADURACIÓN POR ZONAS (Banderita) Síntomas.—El fruto madura irregularmente, o sea, las zonas que permanecen verdes aparecen en cualquier punto; usualmente no hay clara distinción entre el límite de la parte atacada y la que está sana. En casos graves, las partes enfermas toman una apariencia cristalina, aunque el resto del fruto esté sobremadurado (pasado). Causas.—Como la anterior está influida por una mala nutrición y el exceso de sol; las adiciones de potasio y nitrógeno están indicadas, pero no siempre es posible dominar la enfermedad, indudablemente porque responde a otras causas desconocidas. Las plantas atacadas de virosis suelen presentarla, especialmente en la última fase de su producción, quizá debido a que por estar enfermas se nutren pobremente. 1-3. AHONQADO LAM. 1 Contra !o que su nombre vulgar indica, no es ningún hongo el causante de esta enfermedad, que por lo demás no es contagiosa. Síntomas.—En la parte apical se desarrolla una mancha de color marrón, a veces deprimida, que puede llegar a ocupar hasta un tercio o más del fruto. Los de cualquier tamaño pueden ser afectados, pero los más susceptibles son los situados en la parte baja de las plantas y de un tamaño que oscile entre los dos y tres centímetros de diámetro. La mancha que es una necrosis (muerte) producida por escasez de agua, comienza con el aspecto de una magulladura en el extremo apical del fruto, aumentando de tamaño hasta que el tomate llega a la maduración, a! mismo tiempo la piel se hace •flácida, marrón claro y per último, marrón oscuro; eventualmente la lesión se hunde si el fruto fué atacado durante su desarrollo, quedando el tomate muy plano; pero si no fué así se reduce a los síntomas antes señalados. El líinife de separación entre las partes muerta y sana es muy claro, siendo por esa zona por donde comienza a sazonar, extendiéndose la maduración hacia el pedúnculo; la parte sana es perfectamente comestible, de consistencia firme y puede durar muchas semanas sin ulterior modificación, salvo en el caso en que se pro¡2 LAM, I, AHONDADO (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. I duzcan invasiones secundarias de microorganismos; no obstante el fruto pierde todo su valor comercial. Causas.—Desde su descubrimiento, a finales del pasado siglo, hasta el primer cuarto del presente, se ha achacado la enfermedad a una serie de microorganismos (Bacterium briosii, Cladosporium fulvum, etc.), pero a partir de esta fecha, la mayoría de los investigadores están conformes en que se trata de una enfermedad fisiológica, y que los microorganismos que puedan encontrarse no son sino invasiones posteriores (personalmente no hemos podido encontrar micelios de hongos, ni inocular la enfermedad). En definitiva, la causa no parece ser otra sino que la planta, durante los períodos de escaso suministro de agua, sea por falta de riego, sea por exceso de sales o abonos, extrae para su subsistencia y crecimiento la que está almacenada en los frutos, originando así una desecación parcial, seguida de una necrosis. Según el profesor McKay, de la Universidad de Dublín, las conclusiones a las que se ha llegado, son las siguientes: 1.°—Las diferentes variedades de tomates presentan distinta resistencia a la enfermedad. 2." - Se da tanto en suelos arenosos como calizos. 3."—El crecimiento rápido y exhuberante de algunas plantas las hace más sensibles que aquellas otras que lo tienen más lento y regular. 4.°- Las rápidas fluctuaciones de humedad la favorecen, especialmente una gran abundancia de agua después de un período de escasez. 5.° En igualdad de condiciones los compuestos nitrogenados favorecen el ahongado. 6."—Está experimentado que el mal va ligado a altas concentraciones de abonos químicos, si éstas son bajas la enfermedad no aparece o se reduce. 7°—La enfermedad, según Lyon, Beeson y Barrentine, está asociada a la nutrición del calcio, siendo perjudicial para la planta altos contenidos de potasio y magnesio en presencia de poco calcio. 8.°—Las racimos inferiores, según pruebas hechas en esta Granja Agrícola Experimental, indican que son más atacados, probablemente porque coincide su aparición con la época de más rápido desarrollo de la planta. Remedios.—Dichas las causas, es evidente el modo de combatir la enfermedad, aunque, como los daños no suelen ser muy grandes, puede que no resulten económicos. Un suministro de CAP. I ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS agua uniforme, regando más frecuentemente y con menor cantidad de agua, es la principal manera de evitar sus daíios, ser prudentes en el empleo de abonos, que como los nitrogenados, tienden a desarrollar el follaje, no agregar un exceso de abonos minerales es muy conveniente, así como estercolar para aumentar la capacidad retentiva del suelo. Si éste fuese pobre en cal, cosa dudosa en el sur de la isla, se dará un encalado. 1-4. ABARQUILLADO DE LAS HOJAS LAM, II Con bastante frecuencia hemos observado un arrollamiento de las hojas que por su aspecto aparenta ser una grave enfermedad, siendo así que parece no tener ninguna importancia sobre el desarrollo y fructificación del tomatero, 5í«tómas.—Comenzando hacia la parte baja de las plantas, las márgenes de las hojas se vuelven hacia arriba, arrollándose alrededor del nervio central, presentando el envés a la vista; este arrollamiento puede llegar a tener tal intensidad que las márgenes se toquen e incluso se entrecrucen; la hoja en su conjunto se endurece y parece como apergaminada. Causas.—Son de índole mecánica externa (viento, roce, polvo etc.) por lo que resulta difícil de evitar, aparte de que sería pueril recomendar tratamientos para una causa que no tiene ninguna o poquísima influencia sobre el cultivo. 1-5. C A Í D A DE LAS FLORES Y BROTES SECOS LAM. III bis Si la flor no es fecundada cae, por lo que todo que evite o dificulte dicha fecundación es causa de esta enfermedad (1). Síntomas.—La flor sana es amarilla rígida y con el pedúnculo verde y turgente, la flor en malas condiciones, es de color más pálido, se abre menos y pende de un pedúnculo flácido, que acaba de romperse en el punto de inserción, originando su subsiguiente caída y disminución de cosecha. Causas.—Como hemos indicado puede obedecerá varias, pero la más frecuente es la falta de humedad, bien por falta de riego, o. (1) Parece que ésta y la enfermedad que luego describiremos, se pueden evitar, así como incrementar !a cosecha, con la aplicación de fitohormonas, pero en el presente folleto no trataremos dicho asunto. LAM, II. ABARQUILLADO DE LAS HOJAS (ORIGINAL) LAM. IIi; ROTURA DEL FRUTO (ORIGINAL) Sobre él se inicia ima infección. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. I lo que es más corriente, porque el ambiente está demasiado seco; otras.causas menos frecuentes son: las bajas temperaturas y el exceso de vegetación originado por superabundancia de abonos nitrogenados. Remedios.— Conocidas las causas las soluciones son evidentes, aunque es clara la dificultad de aplicarlas en nuestro país, ya que no podemos combatir con la facilidad y economía con que se hace en un cultivo de estufa, la sequedad del ambiente, pongamos por ejemplo. 1-6. ABORTO DEL FRUTO Si el fruto no se desarrolla normalmente, por deficiencia de fecundación, se origina esta enfermedad. Síntomas. - Las flores no caen, pero el ovario no se desarrolla, quedando por lo tanto el fruto minúsculo; pueden ser atacadas todas o sólo aljiunas de las flores de un ramo. Causas. -Suele ser la imperfecta polinización, a veces originada por deficiencias fisiológicas del polen, pero lo inás frecuente por una sequedad excesiva en la atmósfera. Remedios.—Cuando el motivo es este último, y si resulta económico, puede tratarse de humedecer las flores mediante aspersiones de agua con una sulfatadora; no obstante, dudamos, que nuestro sistema de cultivo, permita que dicha operación resulte factible. 1-7. ROTURA DEL FRUTO LAM. 111 Síntomas.—El fruto se resquebraja, bien circularmente, bien en forma de patas de araña a partir del pedúnculo, pudiendo ocasionarse o no invasiones secundarias de hongos, pero quedando en cualquiera de los casos inútil para la exportación. Causas.—Cuando las condiciones ambientales son desfavorables la pie! del fruto se endurece y tiende a madurar, si luego se reanuda el crecimiento por cualquier causa, la piel no puede extenderse ni contrarrestar la presión creciente de la pulpa y acaba rajándose. Son, pues, causas de enfermedad, la adición a destiempo de nitrógeno, un aumento brusco de temperaturaj un exceso de agua tras una falta prolongada de ella y sobre todo las lluvias. Remedios.—Conocidas las causas, evitar, en cuanto sea posible, las ya apuntadas.. CAP. I 1-8. ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS DECOLORACIÓN AZULADA DE LOS SEMILLEROS Síntomas.—A veces en el semillero, o poco después, las plantas presentan sus hojas de un color azulado y crecen muy lentamente. Causas.—La principal es el frío, pudiendo aparecer a temperaturas inferiores a 15" C. Remedios.—En los cultivos de estufa basta con elevar la temperatura, pero desgraciadamente en estas islas no cabe recomendarlo; si acaso ser parcos en los riegos y hacer los semilleros de invierno con mucho estiércol. 1-9. FRÍO Así como hemos visto que el frío causa la anterior enfermedad en el semillero, origina daños análogos en los cultivos ya desarrollados, si bien sus manifestaciones son menos patentes. Síntomas.—El tomatero se desarrolla muy lentamente y las hojas se endurecen tomando un tinte algo amoratado (1). Causas.—Durante los meses de invierno son frecuentes temperaturas inferiores a los 15° C a las que ya son de temer sus efectos; si éstas descienden a 12° C o menos son casi seguros sus daños. Remedios.—Los mismos que para la enfermedad descrita anteriormente, aunque fácilmente se alcanza que su dificultad de aplicación es aún mayor. 1-10. QUEMADURAS SOLARES LAM.1V Síntomas. —Sobre el fruto aparecen unas zonas decoloradas, a veces formando hasta ampollas, que cuando maduran lo hacen de un color muy rojo; sobre las hojas, las manchas son marrón más o menos claro, y de una consistencia apergaminada. Causas.—Cuando la temperatura es superior a 30° C se corre bastante riesgo de que se origine. Los daños en las hojas no tienen, en general, mayor importancia, no así en los frutos, ya que maduran en sus partes afectadas muy rápidamente resultando de escasa calidad y resistencia al embarque cuando no totalmente iniitiles. (1) Estos síntomas se pueden confundir con los de algunas virosis. 6 LAM. III BIS Y IV. EFECTOS DEL EXCESIVO CALOR (ORIGINAI.) \ LAM. DESARROLLO DE LAS RAICES (ORIOINAL) 1. En tierra labrada comunmente. 2. En tierra con "vcrmiciilita" 3. En tierra estercolada ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. I Remedios.—Como se comprende no existen, si acaso procurar que el tomatero esté frondoso, para tratar, al menos, de 'que el fruto esté a la sombra. 1-11. CALOR Aparte de las quemaduras solares ya reseñadas anteriormente, los excesos de temperatura agostan los cultivos, contribuyen, según se ha indicado a la caida de las flores, y parece que juegan un papel activo en la aparición de la «banderita» ya descrita. 1-12, DESARROLLO INSUFICIENTE DE LAS RAICES lAMS. V Y VI Síntomas.—En general el cultivo no presenta un aspecto muy saludable, teniendo las plantas escaso desarrollo; al extraerse las plantas, no se observan daños en la raíz, excepto que ésta es pequeña, con pocas ramificaciones y pilosidades, y el extremo con tendencia a curvarse hacia arriba. Causas.—La raíz es el órgano encargado de suministrar agua y alimentos a la planta, si es de escaso tamaño fácilmente se comprende la imposibilidad de cumplir adecuadamente su misión. Las raices del tomatero no son excesivamente fuertes, y si no se encuentran con tierra blanda y bien mullida son incapaces de desarrollarse en abundancia. Remedios.—Consisten en poner al alcance de las raices tierra esponjada, para esto son convenientes las labores, pero mucho más aún los estercolados a razón de unas 10 a 15 Tn. de estiércol por fanegada, añadiendo cal si el suelo fuese pobre en este elemento (1). Este estercolado puede sustituirse por los llamados abonados Siderales, que consisten en enterrar en verde una cosecha, generalmente leguminosas (2). (1).—Los estercolados o abonados en verde son insustituibles e imprescindibles para conseguir buenas y repetidas cosechas, sean del cultivo que sean. La labor del estiércol es, más que la de proporcionar a las plantas sustancias nutritivas, fundamentalmente física y biológica por lo que no pueden compensarse con abonados minerales. (2).—Actualmente se estudian en algunos países, compuestos que tengan parecidas propiedades al estiércol; si bien se han conseguido algunos, incluso superiores, de momento sólo cabe emplearlos para semilleros, obtención de estaquillas, etc. CAP. I ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS 1-13. INTUMESCENCIAS O BULTOS EN EL TALLO '•A'im'íSÍ LAM. Vil Enfermedad muy frecuente pero de escasa importancia en general, es ocasionada por una respuesta de los tejidos de la planta a circunstancias ambientales desfavorables. Síntomas.—Sobre el tallo, especialmente en su parte baja, aparecen unas como verrugas, de un tamaño aproximado de 3 milímetros de diámetro, y semicirculares, que suelen adquirir un tono más o menos marrón. Causas. - E l motivo es la falta de transpiración suficiente, el exceso de presión interna origina qué las células corticales del tallo se irriten y crezcan, pudiendo originar su necrosis y por esto aparecen marrones. Son más frecuentes cuando existe un suelo húmedo unido a una atmósfera con elevado grado higrométrico, en una palabra cuando se dificulta la transpiración. Contribuyen a su formación los tratamientos con aceites minerales. Como hemos señalado es enfermedad que no causa apenas daños, pero que no obstante puede indicarnos algunas deficiencias en el sistema de cultivo. ^^b. ' ENFERMEDADES CARENCIALES En este grupo incluimos una serie de enfermedades producidas por la falta o exceso de algunos elementos; suelen ser todas consecuencia de un defectuoso abonado, y generalmente van unidas varias causas por lo que resulta muy difícil determinar cuál es el agente perturbador, e igualmente con su diagnóstico pues los síntomas son bastantes parecidos. Algunas de estas enfermedades tienen bastante importancia en la isla. 1-14. FALTA O EXCESO DE NITRÓGENO Excepto en suelos muy pobres, siempre existe suficiente cantidad de nitrógeno como para proporcionar durante los primeros estados de crecimiento un suministro adecuado de dicho elemento, por lo que los síntomas suelen aparecer más tarde, cuando la cantidad de nitrógeno es insuficiente para el desarrollo total de la planta ya cargada de fruto; asimismo también es este el momento más peligroso en cuanto a pecar por exceso. 8 LAM. VI. DESARROLLO DE LAS RAICES (ORIQiNAL) Izda. En tierra poco labrada. Dcha. En tierra labrada y bien estercolada. /f LAM. Vil. BULTOS EN EL TALI.O (ORIOI.VAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. I Síntomas. -La falt-a de nitrógeno se caracteriza por un erecímiento lento (mejor apreciado por el propio agricultor que por ningún otro), acompañado de la producción de brotes aguzados y retorcidos, junto con un cambio de color en las hojas. En la parte superior éstas son pequerlas, delgadas y toman un color más pálido que el normal; la parte superior de la planta es más afectada, y en ella las hojas aparecen con manchas amarillas entre las venas, que en casos agudos pueden cubrir todo el limbo foliar; observadas por el envés muestran un color púrpura. El fruto, más pálido que el normal antes de la madurez, toma en cambio un color más fuerte cuando sazona; al mismo tiempo el tallo se hace leñoso, las flores amarillean y todo el conjunto de la planta permanece raquítico. Un exceso de nitrógeno lleva aparejado un desarrollo foliar exhuberante, la planta crece mucho y rápidamente, pero su producción no está de acuerdo con el porte; muchas flores caen y el fruto resulta zocate, dé mala calidad y de muy escasas condiciones de resistencia. La planta al mismo tiempo, por exceso de tejidos acuosos, es muy propensa a ataques de criptógamas. Remedios.—Para la falta: añadir sustancias nitrogenadas, como lo son el sulfato amónico, el nitro sulfato amónico, los nitratos, los estiércoles, etc., etc. Si la depresión es muy grave, lo mejor es añadir nitrato amónico o nitrato de cal, que actúan de un modo rapidísimo. Si hay exceso, la solución inmediata es cesar los abonados con compuestos nitrogenados y tratar de contrarrestar con potasio y fósforo dicho exceso. A título informativo señalaremos que en los análisis de tierras, se consideran insuficientes aquéllas en cuyo extracto tienen menos de 5 ppm. (partes por millón), y excesivo si pasa de 100 ppm. 1-15. FALTA DE FOSFORO Síntomas.—Son muy parecidos a los de la falta de nitrógeno; el tallo queda corto y fibroso, las hojas pequeñas y con venas púrpuras y el follaje, en general, toma un color azulado. El fruto crece lentamente y es de mala calidad. Estos síntomas no son muy claros, ya que pueden mostrarse por otras causas, a veces sin importancia, aparte de que el tomatero es planta poco ávida del elemento de que tratamos. Remedios.—Adición de fosfatados, huesos, etc., y sobre todo superfosfato de cal. CAP. I ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS Como antes señalaremos que concentraciones inferiores a 1 ppm. son insuficientes, el exceso, difícil de alcanzar, parece que se inicia al llegar a 50 ppm. 1-16. EXCESO O FALTA DE POTASIO El potasio tiene gran importancia en el proceso de maduración del fruto, por lo que su carencia en los últimos estados de crecimiento es más grave; el exceso, según luego señalaremos, es también peligroso. Síntomas.—De la falta de potasio resulta un cambio de color en las hojas, seguido de la aparición de manchas y muerte del tejido. En los suelos en que falta, los síntomas aparecen en la parte media de la planta, que crece poco, y el fruto resulta de mala calidad. Generalmente existe en suficiente cantidad como para cumplir las exigencias al principio del desarrollo, pero no asi cuando éste continúa, momento en que se manifiesta su falta. Aparece como indicamos en la parte media de la planta, pudíendo extenderse hacia arriba bastante rápidamente, sobre todo después de un súbito crecimiento. Las hojas viejas se vuelven, en sus márgenes, de un verde ceniza con manchas amarillo-verdosas en las zonas de transición. Las jóvenes amarillean por sus bordes, secándose las puntas y por fin toda la hoja, que presenta un aspecto como chamuscado. Todos estos síntomas aparecen siempre en los bordes, dirigiéndose hacia la vena central. El exceso de potasio, influye como luego señalaremos, en el suministro de magnesio, aparte de que por su solubilidad, puede producir presiones osmóticas fuertes, con el consiguiente daño para las plantas. Remedios.—El sulfato potásico, es, a nuestro juicio, el mejor modo de suministrar este elemento. Señalaremos de paso que el abonado de fósforo y potasio hacen, en general, a las plantas más resistentes a las enfermedades y corrigen los excesos de nitrógeno. Como anteriormente, indicaremos que menos de 10 ppm. se considera insuficiente contenido en la tierra, adecuado alrededor de 20 ppm. y excesivo más de 50 ppm. 10 f Mi srt í^ LAM. VIII. FALTA DE HIERRO (ORIGINAL ) Se aprecia el contraste de las venas verdes con el resto amarillento del limbo. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE 1-17. CAP. I FALTA DE MAGNESIO Es este elemento fundamental para la elaboración de la clorofila. Síntomas.—Las hojas más bajas son las primeras en manifestar su carencia; una mancha amarilla, difusa, sin línea clara de separación, aparece en la porción central de la hoja, este color se intensifica al desaparecer la clorofila de casi todo el limbo, permaneciendo, sin embargo, verdes las venas central y principales. Aunque comienzan a manifestarse en las partes baja y media de la planta, según va envejeciendo, ascienden llegando a afectar a la totalidad del tomatero. Remedios. - L a causa es la falta de magnesio, pero más que por falta de este elemento, por estar en forma inaprovechable, presentándose sobre todo en lugares donde se ha repetido mucho el cultivo y empleado con gran cantidad de abonos potásicos, pues éstos lo inmovilizan. Jones, Nicholas y Wallace, aseguran haber obtenido buenos resultados con la adición de sulfato magnésico a razón de 500-1000 Kg./H." (unos 250-500 Kg. por fanegada), sin disminuir los abonados potásicos. Según Walsh y Clark, no es conveniente añadir cantidades notables de sulfato magnésico al suelo, por lo que recomiendan sencillamente, cesar la adición de potasio a los suelos, que automáticamente llegan a un equilibrio entre ambos componentes. Cantidades inferiores a 1 ppm. parecen insuficientes, considerándose buenas las que oscilan alrededor de 5 ppm. 1-18. FALTA DE HIERRO LAM. VIH Cuando en el suelo escasea el hierro, o éste se encuentra inmovilizado, las plantas enferman, presentando los siguientes: Síntomas.—Las hojas del extremo superior amarillean (pájaro canario), observando dichas hojas de cerca se ve que, en realidad, forman un fino reticulado, ya que los nervios siguen verdes, siendo los espacios intermedios los que se hacen más o menos amarillos y transparentes. Es éste el síntoma más característico, otros menos aparentes, son; la delgadez del ramillete terminal, así como el color verde grisáseo de los frutos antes de madurar. Cuando la enfermedad se hace crónica por el repetido cultivo, la planta queda pequeña y es de escasa producción. 11 CAP. I ENFERMEDADES NO CAUSADAS POR ORGANISMOS Causas.—Como hemos indicado es ]a falta de hierro, bien por escasez de él, o lo que es más frecuente, por encontrarse en forma inaprovechable, influyendo en est-i última condición, según parece, el exceso de cal. Remedios.—Cuando el ataque es ligero se puede pulverizar el follaje con una disolución de sulfato ferroso (caparrosa) en dosis que varían del 0,05 % al 0,1 %, no debiendo pasar de esta concentración por el peligro de producir quemaduras; esta aplicación se debe de hacer cuando haya una ligera llovizna, o al menos con tiempo húmedo, mojando solo la parte amarillenta; al cabo de una semana se notará la mejoría. La adición de 0,01 % de ácido cítrico es conveniente, según Marcilla. Cuando el caso es crónico se puede intentar añadir el sulfato ferroso a la tierra, a razón de 700 grs. disueltos en 100 litros de agua, por cada área (aproximadamente 35 Kgs. en 5.000 litros por fanegada). También el exceso de agua favorece el desarrollo de esta enfermedad, al menos donde abunda la cal, por lo que debe de huirse de todo encharcamiento, procurando estercolar y regar con menos cantidad de agua y más frecuentemente. ENFERMEDADES DE ORIGEN GENÉTICO El tomate actual es el fruto de muchos cruces e hibridaciones hechos a partir del tomate malo y basto del pasado siglo, nada tiene pues de particular, que algunas veces aparezcan tomates con deformaciones, aberraciones, u otros defectos, causados simplemente por la conjugación de algunos genes. Estas enfermedades o defectos son transmisibles por herencia, pero no se contagian. 1-19. FRUTO DEFORME Algunas veces surgen frutos que provienen de flores mal formadas, y si bien puede ser puramente casual, otras es debido a un factor hereditario, por lo tanto dichas plantas no deben' utilizarse para la obtención de semillas. 1-20. IRREGULARIDADES EN LAS HOJAS LAM.IX Las plantas afectadas por este factor, presentan entrenudos cortos, producen gran cantidad de yemas (ahijan mucho), quedan 12 LAM. IX. DEhORMAflüN HEREDITARIA DE LAS HOJAS (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. I de aspecto enano y ramoso y las hojas adquieren formas muy variadas. Por el mismo motivo que en el caso anterior, y que en todos los que reconocen este origen genético, dichas plantas no deben de utilizarse para la obtención de semillas. 1-21. MANCHAS O PUNTOS MARRONES EN LAS HOJAS Entre los muchos ensayos hechos para obtener variedades resistentes ai Cladosporium fulvum, se llegó a la obtención de la llamada Vetomold, en Canadá, pero si bien era prácticamente inmune a dicho hongo, presentaba caracteres poco comerciales (escasa y mala fructificación). Entonces se trató, mediante cruzamientos, de obtener plantas que junto con su resistencia al parásito, presentaran buenas cualidades comerciales. El resultado no ha tenido hasta el presente éxito, y es que parece ser que el carácter de resistencia al Cladosporium, y las desfavorables condiciones que luego describiremos, van íntimamente ligados. Síntomas.—Las plantas que tienen ascendiente Ventomold, muestran, en mayor o menor grado, los siguientes: Generalmente cuando la planta tiene de 1 a 1,30 m. de altura las hojas del tercio superior, presentan unas manchas difusas, amarillas, que pronto se agrandan hasta alcanzar de 1 a 5 mm. de diámetro, al mismo tiempo que se hacen marrones, con el borde bien definido y de aspecto anguloso, alrededor se forma una mancha más o menos amarilla y que pronto muere. En este estado se observa mejor la enfermedad por el envés (por debajo de la hoja) que por el haz. Pueden ser afectadas todas o sólo algunas de las foliólas, y en mayor o menor grado. La ausencia de cualquier señal en el peciolo o en el tallo, permiten diferenciar esta enfermedad de otras que presentan características muy parecidas. Daños.—Están ligados a la intensidad y época de la aparición de las manchas, si éstas son pocas y sólo se muestran al final del crecimiento, los danos son ligeros, pero si es en gran cantidad de hojas, y cuando la planta es aún joven, aquellas se pueden secar por sus puntas o por sus márgenes, quedando muchos ramos de la parte superior de la planta sin fructificar. Remedios.—Como es enfermedad genética, no se contagia a las inmediatas, por lo tanto sólo hay que tener cuidado de no destinar estas plantas a semillero. 13 CAP. ENFERMEDADES II CRI P T O G AM I CAS Desde un punto de vista práctico, podemos definir como enfermedades causadas por criptógamas, todas aquellas que son producidas por unas plantas, diminutas, las más de las veces invisibles a simple vista, y que por no poder sintetizar la mineral, han de vivir a costa de seres vivos. Característica de este grupo es su condición contagiosa. 2-1. CINTURILLA LAM. X Enfermedad causada por los ataques de hongos de diversas especies, generalmente saprofitos, pero que en determinadas circunstancias adquieren gran virulencia; entre ellos están la Phytophtora criptogea, Phytophtora parasítica, Pytium Debaryanum, y menos frecuentemente el Corticium solani. Síntomas.—Sea el que sea el organismo causante de la enfermedad, la planta presenta idénticos síntomas; el ataque se verifica por el cuello, provocando la marchitez y tronchado de la planta que puede verificarse incluso antes de la brotación, presentándose el colapso de la planta antes de que se muestren los síntomas de marchitez. Cuando el ataque se produce en plantitas algo mayores el área afectada se vuelve marrón y acuosa, debido a la destrucción del tejido cortical, la falta de savia produce la marchitez y doblado de la planta, como el tejido está destruido y muerto, no puede nunca recuperarse. Si el ataque es intenso, en pocos días puede perderse todo el semillero. El momento del trasplante es muy peligroso ya que la parada que forzosamente tiene lugar, favorece el ataque; en este estado puede, debido a la formación de un pequeño tejido leñoso, la planta no troncharse y seguir en pie, no notándose más que un retraso en el crecimiento, pero esto es aún más peligroso pues cuando 1*5 CAP. II ENFERMEDADES CRIPTOQAMICAS llega la fructificación, y todos los gastos del cultivo están tiechos, Ja savia que circula es insuficiente y Ja planta se marchita, con los consiguientes perjuicios. Desarrollo de la enfermedad.—Como hemos indicado, en el suelo viven hifas que se nutren de residuos; al ponerse en contacto dichas hifas, que se extienden superficialmente, con el cuello de la planta, ésta es infectada del modo anteriormente explicado. Según el agente causal desarrolla para extenderse zoosporas u otro medio de propagación, pero en cualquiera de los casos la enfermedad se extiende rápidamente. Causas que favorecen la infección: 1.°—Exceso de estiércol o humus, puesto que pueden llevar hifas, aparte de que son unos medios de cultivo muy aptos. 2.°—Semilleros muy espesos que originan tallos delgados, de tejidos tiernos y poco maduros. 3."-Exceso de agua, humedades y encharcamientos, bien, por regar demasiado, por ser el suelo impermeable u otra causa cualquiera. 4."—Altas temperaturas, que aparte de formar tejidos fofos, favorecen directamente el desarrollo de los hongos (Óptimo entre los 20° y 30° C, a menos de 12" C. es difícil que se desarrolle la enfermedad). 5.°—Trasplante en desfavorables condiciones. H."—Exceso de abonos nitrogenados. Como colofón diremos que las plantas adultas rarísima vez son atacadas. Remedios.—Sefialadas las causas, vemos que cuanto favorezca el buen curado y maduración de los tejidos, habrá de influir favorablemente en la enfermedad Entre ¡as prácticas culturales adecuadas tenemos: el hacer los semilleros menos espesos, desechar cualquier planta que aparezca dañada en el momento del trasplante, y no verificar éste cuando hace excesivo calor (entre los 18° y 20° C. está el óptimo). Cubrir el semillero con una capa de arena silícea o picón de unos dos dedos de espesor, regando Jo menos posible y en poca cantidad. Medios químicos: Además de los cuidados de tipo cultural señalados, y aunque no podemos garantizar de un modo absoluto sus resultados, siguiendo las instrucciones dadas por el profesor Ferraris, hemos probado el siguiente procedimiento, con resultados que parecen alentadores. Consiste éste en sumergir Jas plantitas en eJ momento del trasplante en caldo bórdeles al 0 , 5 % o bien, tal co16 . LAM. X. CNTUR1LL\ (ORIGINAL) I-A.M. XI. MARCHITEZ BACTERIANA (ORIOIN.íL) El gajo derecho mucho más afectado que el izquierdo. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. II mo lo hicimos, sumergirlas en un preparado de óxido cuproso del 50 "lo a razón de 1 gr. por litro de agua. Además de esta práctica, Ferraris recomienda sumergir las semillas antes de la siembra en sulfato de cobre al 1 7o. Y P^r^ no perjudicar la germinación pasarlas a continuación y momentáneamente por una lechada de cal, dejándolas secar y confiándolas al terreno. Asimismo las semillas deben de conservarse desinfectadas con polvos cúpricos (carbonato de cobre, etc., etc.). Una mezcla que no hemos probado, pero recomendada por Bewíey, en Inglaterra, es el «Cheshount compound» cuya preparación y empleo es el siguiente: Dos partes de sulfato de cobre bien pulverizado, se mezclan con once de carbonato amónico. Esta mezcla bien seca se introduce en un recipiente de barro o vidrio (el hierro y el zinc son atacados) antes de su empleo. Para usarla se disuelven 30 grs. en un poco de agua caliente y se completa a continuación hasta 10 litros con agua fría. De esta disolución se emplean 12 litros por metro cuadrado de semillero, regando con regadera. Los hongos mueren sin que las plantas sufran el menor daño. Esta mezcla se conserva bien durante mucho tiempo, pero una vez hecha la disolución se debe de emplear inmediatamente. Como la mezcla anterior es cara y algo engorrosa de preparar, Cunningham, la sustituye, según él con el mismo éxito, por el permanganato potásico de la forma siguiente: Disolver 30 grs. de dicho compuesto en 5 litros de agua, y regar a razón de 12 litros por metro cuadrado, repitiendo la operación a los diez días. La desinfección del suelo con formaldehido, aunque muy práctica, no la exponemos por dudar de que sea posible su empleo en nuestros cultivos. 2-2. PODREDUMBRE DE LA RAÍZ Enfermedad causada por una gran diversidad de microorganismos, entre los que se encuentran el Colletotrhichum atramentarium, Thielaviopsis basicola, Fusarium Sp., Hypochnus solani (sin. Corticium solani), que en algunos casos llegan a comprometer seriamente la cosecha. Síntomas.—Aparece en los cultivos manifestándose en que las plantas presentan alturas muy desiguales (el cultivo está disparejo), las partes superiores delgadas, dando fruto a partir del tercer ramo, cayéndose las flores, aunque esto último no es característico. La -17 CAP. II ENFERMEDADES CRIPTOGAMICAS muestra más clara es que la planta en tiempos calurosos está decaída, recuperándose por la noche, o después de una dula, pero volviendo a continuación a su marchitez. Si se tira de ellas se arrancan con facilidad, pues el hongo ha destruido casi totalmente el sistema radicular; lavado con aguase ve que casi carece de raicillas y las gruesas están muy estropeadas, con la corteza rota, dejando la parte blanca interna, expuesta a la vista. Ocasionalmente puede atacar al cuello, produciendo una especie de tronchado, pero ésto en plantas adultas no es normal. Patología.—Son hongos saprofitos, o sea que viven sobre residuos y que, en circunstancias no bien conocidas se vuelven patógenos, conservándose de un año para otro, bien por hifas bien por esclerocios; en este último caso, por ejemplo si se trata del Colletotrhichum, se ven con una sencilla lupa, una vez lavadas las raíces, unas manchitas negras de Va f"ni. de diámetro, que son sus esclerocios. Causas y. medios de lucha.—La causa principal es la repetición de los cultivos de tomates, o plantas que como la patata son susceptibles de ataque, pero se dá con mayor frecuencia si los suelos son pesados o con poco desagüe, así mismo son muy peligrosas las heridas causadas a la raíz en el momento del trasplante. Remedio directo no tiene, sólo cuidar el semillero eliminando cualquier planta que sea débil o esté dañada, el terreno debe de estar blando de forma que las raíces puedan desarrollarse vigorosas, no como sucede en la mayoría de los casos en que por su compacidad quedan francamente raquíticas. Aparecida la enfermedad se deben de arrancar con azada las plantas atacadas, procurando extraer el mayor numero posible de raíces y quemar dichos residuos, esta última operación debe de hacerse también después de finalizado el cultivo, pues de este modo se destruyen cantidades inmensas de material atacado. El hueco que resulta de la extracción de plantas enfermas debe de rellenarse de tierra, habiendo añadido previamente un puñado de cal viva. 2-3. MARCHITEZ BACTERIANA. lAMS. XI, XII, Xlll y XrV Causada, como su nombre indica, por una bacteria que es, según parece, la Corynebacterium michiganense (Sin. Aplanobacter). 18 '^ilS^^IS^ü^-^<fiíUtí LAM. XII. MARCHITEZ BACTERIANA (ORIGINAL) Obsérvense las manchas marrones del tallo. LAM. XIII. MARCHITEZ BACTERIANA (ORIGINAL), Ultimo estado de !a enfermedad, hojas secas y manchas marrones a lo largo del tallo. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. II Síntomas.—Las plantas de cualquier edad pueden ser atacadas. Lo primero que llama la atención son sus hojas marrones y caldas, así como el cultivo que presenta plantas muertas o detenidas en su desarrollo. Observándolas cuidadosamente se puede ver que las hojas, pero sobre todo los peciolos y el tallo, presentan manchas marrones alargadas y que a veces ocupan todo el entrenudo. Asimismo el tallo está fofo, y por último hueco. Cortando interiormente las plantas, y de un modo longitudinal, se observa el color marrón del tejido vascular y de la médula, acompafiado de la formación de cavidades en esta última; estas manchas internas se corresponden, pero suelen ser mayores que las externas. Al final de la enfermedad todo el tejido interno está vacío, la corteza y la planta se colapsan y mueren. Un corte transversal muestra los haces vasculares ennegrecidos del que manan exudados bacterianos. Etiología.—Comienza la enfermedad por los vasos próximos a la médula, en donde se encuentran unas bacterias cortas, inmóvijes, que Smith, su primer investigador inoculó a plantas sanas reproduciendo la enfermedad. Dichas bacterias cultivadas en jugo (le tomate al agar, presentan colonias superficiales de color anaranjado. La bacteria parece que puede albergarse en época desfavorable en la semilla, y quizá aún más en el suelo. Los daños mayores son en verano, cuando la temperatura es más alta, ya que su óptimo está hacia los 30° C. Remedios.—La semilla puede propagar la enfermedad, luego sólo se usará la procedente de plantas sanas. Tan pronto aparezcan éstas infectadas se arrancarán y quemarán, aunque sólo muestren pequeños síntomas, pues es muy contagiosa, y una vez aparecida en un cultivo se propaga rápidamente penetrando por los estomas. A veces por producirse sólo el ataque en una de las ramas, se ve una parte de la planta plenamente atacada, mientras la otra mitad está aparentemente sana, siendo esto muy característico de la enfermedad. No obstante debe de arrancarse dicha planta en su totalidad. Lucha directa no existe, si bien parece se han obtenido variedades resistentes, cuya importación conviene estudiar. 19 CAP. II 2-4. ENFERMEDADES CRIPTOGAMICAS MARCHITEZ LAM. XV Los organismos causantes de esta enfermedad son el VerticíUum alboatrum y el Fusarium bulbigenum var lycopersicum, de las familias de los Mucedinaceos y Tuberculariáceos, respectivamente, estudiándolos juntos ya que los síntomas y consecuencias, son muy semejantes. Síntomas.—Las plantas atacadas se desarrollan muy lentamente, marchitándose el follaje durante el día y recuperándose por la noche o bien después de una dula. Esta marchitez empieza por abajo, o sea son primero las hojas inferioras las que lo muestran, abatiéndose sobre el tallo y solo al fin secándose y cayéndose. Estos síntomas pueden confundirse con los de la podredumbre de raíz, pero extrayendo la planta se ve, que, si el causante ha sido el Verticílluní, el sistema radicular está aparentemente sano, a diferencia de lo que ocurre en el caso de la podredumbre de raíz o del Fusarium, pues en estos casos la raíz está destrozada totalmente; por otra parte las plantas atacadas de marchitez, muestran, dando un corte transversal al tallo, un poco por encima de la tierra, unos anillos oscuros, marrones, hacia el centro si el causante es el Fusarium y más en la periferia si es el Verticillum. Cultivando en estufa estos hongos, el Verticillum tiene su óptimo hacia los 18° 20" C, formando un abundante micelio, de dos colores, uno blanco y otro negro (de aquí su nombre específico albo-atrum), que produce conodióforos con ramas verticiladas y conidios elipsoideos. El Fusarium, muestra su mejor desarrollo a los 28° C, observándose un micelio regular, en el que los conidios tienen forma de hoz, con tres a cinco tabiques, midiendo de 34-45 X 4-4,2 mieras. BioloQÍa.—Ambos son saprofitos en el terreno y cuando se ponen en contacto con una raíz dañada, la atacan localizándose en los vasos conductores, desarrollando su aparato vegetativo en el interior de ellos, produciendo su obturación; al impedir el paso de la savia, se produce automáticamente la marchitez antes aludida; no obstante hoy día se dá más importancia que a esta acción mecánisa, a la que producen sus toxinas. Cuando las circunstancias son desfavorables producen esclerocios, que pueden persistir en el suelo mucho tiempo. Lo que sí es importante señalar es que el Verticillum es de países fríos, o sea que por encima de los 25° C no se desarrolla,, 20 r" LAM. XIV. .MARCHITEZ BACTERIANA (ORIGINAL) Tallo hueco, las manchas negras pertenecen a un hongo saprofito (Rhizopus) LAM. XV. MARCH/TEZ (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. II causando realmente daños cuando la temperatura es de 18° - 20° C como máximo, en cambio el Fusarium opera a la inversa, siendo sólo de temer sus ataques con temperaturas ambientales superiores a los 20° C, de aquí que este último sea más frecuente en las islas. El Fusarium, ataca también a la raíz, que se vuelve obscura, hendiéndose la principal, además este hongo causa la muerte de la planta más rápidamente que el otro. Remedios.—Lucha química no existe, como medidas preventivas, y si los pies enfermos son pocos, cabe luchar arrancando las matas enfermas y algunas de las más próximas, procurando extraer el mayor número posible de raíces, que se deben de quemar; a continuación rellenar el hoyo, previa adición de un poco de cal viva. Cuando el ataque es general solo cabe recurrir a alternativa de cosechas. Aunque ataca a muchas plantas, diremos que lo hace de una manera muy especial a las patatas, por lo que éstas tampoco deben de ponerse. Del mismo modo que en el caso de la marchitez bacteriana, se buscan variedades resistentes. 2-5. MEADA DE PERRO LAM. XVI Aunque está en discusión sobre si el agente causal es el mismo que el de la patata, como de hecho nos es indiferente ya que se propaga de una a otra planta, señalaremos como causante al Phytophtora infenstans de Bary. Síntomas.—Los más característicos son sobre el tallo, en el que, en su parte baja, aparecen unas manchas irregulares, alargadas, y que a veces lo rodean del todo, invadiendo los tejidos hasta que, por necrosis de éstos, la parte superior se marchita. El hongo aquí se mantiene en forma larvada, es decir, sólo desarrolla micelio interno, no siendo frecuente ver conidióforos (pelusilla). En las hojas, suele iniciarse en las más bajas con la aparición de manchas amarillentas en porciones limitadas, y generalmente en el extremo de una folíola, pero que aumenta de tamaño e invade buena parte de él. Tales manchas, más aparentes en el haz que en el envés, se oscurecen, haciéndose parduzcas y luego negruzcas, con el borde indefinido; las hojas en tiempo seco se arrugan y desecan bastante rápidamente. En correspondencia con las manchas pardas, por el envés se observa una pelusilla grisácea, que fácilmente se desprende con el dedo y que no son sino conodióforos, observándose bastante bien con ayuda de una lupa. En tiempo seco 21 CAP. II ENFERMEDADES CRIPTOGAMICAS no se ve la aureola, pero basta tenerlo en una cámara húmeda a 22° C para que aparezcan rápidamente. Sobre el fruto, aparecen manchas pardo-oliváceas irregulares que pueden interesar incluso a todo él. Este una vez muerto no suele caer hasta muy tarde, no observándose conidióforos ya que se mantiene en forma larvada, desarrollando en cambio mucho micelio en el interior. La piel, al principio aparece brillante, conociéndose en muchos casos esta enfermedad con el nombre vulgar de «helado». Caracteres botánicos.—Micelio continuo, muy ramificado, intercelular, rara vez presenta chupadores globosos; se puede observar haciendo cortes delgados por la parte amarilla de las hojas infectadas (en la parte negra el micelio muere), o mejor aún disociando pulpa de un fruto atacado. Los conidióforos presentan filamentos hialinos, no septados, en su parte superior se ramifican poco, de una a cinco veces, generalmente tres; estas ramitas se ensanchan un poco produciendo una conidia oval, como un limón, hialino y no septado; el conidio queda colocado lateralmente, y la ramita se prolonga un poco produciendo otro a continuación y así sucesivamente. En el punto de inserción queda un ligero abultamiento, aún después de desprendido el conidio. Condiciones favorables.—Mucha humedad, sobre todo si va acompañada de temperaturas alrededor de 23" C; a más de 30° C y a menos (Je 7,5° C prácticamente se detiene. Es posible que la conservación del hongo se verifique en tiempo desfavorable por micelios, mientras que la propagación de ella en época favorable se deba a los conidios. Remedios.—Todos los procedimientos que existen son preventivos, no habiendo ninguno curativo. Entre los indirectos está el de procurar que la planta vegete bien, no produciendo tejidos excesivamente carnosos, siendo comedidos en el empleo de abonos nitrogenados. Pero el principal medio de lucha, totalmente eficaz, es el cobre. Puede aplicarse éste, o bien por los procedimientos ya clásicos del caldo bórdeles o borgoñón al l'5-27o, o quizá major los nuevos cobres mojantes y suspensibles, de aplicación más cómoda e igualmente económicos. Recientemente parece que se han ensayado con éxito nuevos criptogamicidas orgánicos preparados en Norteamérica. Los espolvoreos con azufres cúpricos son coadyuvantes muy útiles, aunque no substitutivos, de los anteriormente señalados y convenientes para tratamientos intermedios. 22 . LAM. XVI. CONIDIOFOROS Y CONIDIOS DE PHYTOPHTORA INFESTANS (Dli BÜNLLOCH) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. II Dichos tratamientos se iniciarán cuando comience la enfermedad habitualmente en la comarca, sobre todo si ha llovido abundantemente, si los ataques son muy fuertes es preciso repetir la pulverización cada 20-25 días, si no, pueden distanciarse más. Téngase en cuenta que sus efectos sólo son eficaces mientras perdure el cobre sobre la planta. 2-6. MANCHAS O PINTAS DE HIERRO tAM. XVll y XVIll Con este nombre se conocen enfermedades de distinta procedencia, pero concretamente nos vamos a referir a una, cuyo carácter fundamental es aparecer en el tallo. 5míoma5.—Generalmente en el invierno, después de la lluvia, se presentan en el tallo del tomatero unas manchas redondas, de pequeño tamaño, de color marrón, y muy abundantes. El tomatero así atacado, crece lentamente, produce poco, y si el ataque es fuerte acaba por morir. Causas. - Es una enfermedad originada por el hongo Alternaría solaní (el mismo que causa muchas veces la maleza de las patatas), el cual desarrolla un micelio interno. Cultivando dichas manchas sobre caldos apropiados, se observa al microscopio una serie de hifas tabicadas, de las que nacen abundantísimas esporas, tabicadas también, muy características y por tanto inconfundibles. (Láms. xvii y xviii). Remedios.—Siendo una enfermedad interna, ios procedimientos de combatirla son preventivos, y su criptogamicida específico las sales de cobre, o sea se combate del mismo modo que la «meada de perro» anteriormente reseñada. 2-7. ABIGARRADO O ENMOHECIMIENTO DE LAS HOJAS Enfermedad causada por el Cladosporium fulvum, que causa graves daños en Inglaterra, en los tomates cultivados en estufa, y en general en los lugares húmedos y cálidos. Síntomas.—Las hojas de cualquier edad pueden ser atacadas, pero con más frecuencia las hojas viejas y en su parte terminal, en las que aparecen unas manchas pálidas que luego se hacen amarillentas, mientras que por el envés se muestra una borra densa, primero gris y luego marrón, que no es sino una acumulación de hifas y esporas del hongo. Más tarde las manchas crecen, la hoja se arrolla y el hongo aparece también por el haz, encontrándose éste com23 CAP. 1/ ENFERMEDADES CRIPTOOAMICAS pletamente cubierto de fructificaciones del parásito y adquiriendo un aspecto leñoso y marrón sucio. Aunque la hoja muere y se seca, no suele caerse. Desarrollo. -La semilla parece que propaga la enfermedad en el espacio, pero en el tiempo son las esporas, sumamente resistentes incluso a las bajas temperaturas; estas esporas germinan atacando sobre todo por la parte inferior de las hojas. El motivo de esta particularidad del ataque es que sus estomas son más numerosos y están más abiertos que por el haz, al mismo tiempo que la atmósfera a su alrededor está más húmeda y los rayos del sol la hieren menos directamente. Una vez germinada se produce esa pelusa gris anteriormente señalada, que no es sino un conjunto de conidióforos, erguidos, tabicados, y que ofrecen, bajo dichos tabiques, apéndices muy cortos sobre los que se insertan las conidias, que son ovales o cilindricas, continuas o unitabicadas, y de dimensiones que oscilan entre 10-24 X 4-7 mieras, de color amarillo, mientras los conidióforos son algo más pardos. Excusado es decir que estos caracteres solo se aprecian al microscopio. Rara vez ataca al fruto, asi como solo en casos muy graves lo hace a la parle superior de la planta. Se necesita para desarrollarse una gran humedad relativa (a más del 70 7o es muy de temer su ataque a los 90°/„ casi seguro: por debajo del 55 7„ no se desarrolla); el limite inferior de temperatura es de 21" C. Remedios.—Indirectos; Procurar que la planta no sufra mucha sed; una vez producido el ataque deshojar la parte atacada, procediendo de abajo arriba según vaya madurando el fruto, sin pasar más allá del 4." o 5." ramos y quemar estos residuos. Directos: El azufre parece que evita o al menos atenúa de un modo notable sus daños, siendo, según opinión del profesor McKay, preferibles las aspersiones con azufres mojables a los espolvoreos ordinarios. De todas formas, y en cualquiera de los casos; el azufre debe extenderse en forma de nube, de abajo arriba, y sobre todo en la parte inferior de las hojas y de la planta, justo al revés del procedimiento comunmente empleado por nuestros cultivadores. Parece ser que las pulverizaciones con cobres coloidales, son aún más eficaces. Los tratamientos deben de darse frecuentemente, cubriendo bien el follaje por ambas caras, no regar ni tres días antes, ni tres después (aunque esto no es absoluto), y repetirlo cada 10 o 12 días si fuera preciso, 24 LAM. XVllI. MANCHA ÜE HIEKRO (OKIOINAI.) Microfot. de Alternaría, esporas y micelio. LAM. XIX. HOJA ATACADA DE ODIOPSJS TÁURICA (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. II Se ha tratado de buscar variedades resistentes pero hasta la fecha, la única encontrada, la Ventomold, o sus híbridos, presentan características que las hacen antieconómicas. 2-8. MANCHAS AMARILLAS EN LAS HOJAS lAM. XIX y XX No conocemos el nombre vulgar de esta enfermedad, desgraciadamente muy frecuente en las islas, indicando el del título por ser su característica fundamental. Síntomas.—A nuestro juicio se confunden bastante con los de la anteriormente descrita. Las hojas, especialmente las situadas en la parte media inferior de la planta, comienzan a mostrar unas manchas amarillentas más o menos circulares y de bordes no bien definidos. Estas manchas más tarde oscurecen por el centro, punto por donde la hoja se seca. Observándolas por su parte inferior se suele apreciar que las manchas están como limitadas por los nervios, y en ellas se ve una pelusa gris muy tenue, que son los conidióforos. Dicha enfermedad es muy raro que ataque, tanto a los tomates jóvenes (antes de pasar de la primera caña) como a la parte superior de la planta. Biología.—El organismo causal es un hongo erisifáceo, el Odiopsis táurica, desconocido en la Península, pero que parece causar graves daños en los cultivos de Palestina, pese a ser casi característico de los erisifáceos el desarrollo externo del micelio, éste tiene dicho cuerpo vegetativo interno, penetrando por los estomas; los conodióforos son erguidos, cortos, con una conidia en forma de lanzadera, que sale por los estomas del envés. Aunque puede producir peritecas, no es probable se encuentren en este estado en las islas, su difusión es debida a las conidias, mientras que su permanencia, probablemente sea motivada por los micelios. Es raro que se desarrolle en los meses de verano. Remedios.— Partct que se pueden contener sus daños mediante azufrados, pero no aplicados en la parte joven de la planta, ni por el haz, sino en forma de polvo y por el envés. Para ello debe de utilizarse un buen aparato espolvoreador, sea de fuelle o de manubrio, pero desechando en absoluto el bote azufrador. El número de azufrados depende de las condiciones de cada caso, pero creemos que debe comenzarse cuando se ven las primeras manchas, juzgando errónea la costumbre de azufrar los tomate- 85 CAP. lí ENFERMEDADES CRIPTOGÁMICAS ros excesivamente jóvenes, y desde luego mucho más equivocada la de embadurnar con dicho producto la parte superior de la planta. Por no haber probado aún los efectos de las sales de cobre sobre dicho hongo, no podemos adelantar nada en concreto. 2-9, HELADO DEL FRUTO Anteriormente señalamos los síntomas, parásito y remedios de esta enfermedad. (Ver 2-5). 2-10. PEZONERA lAM. XXI Enfermedad del fruto, causada comunmente por la Alternarla tenuis, pero que en algunos casos pueden ser otras especies de Alternaria (A-solani) y hasta géneros distintos. (¿Dydimella lycopersici?). Síntomas.—Sobre el fruto, en la parte en que éste se une a la planta, aparece una mancha de color marrón en el cáliz, y negra en el fruto, que originan su putrefacción, y desde luego su rápida caída. Causas.—Como indicamos no siempre está claramente determinado el organismo causal, pudiendo únicamente señalar que, si bien requiere para hacer su aparición tiempos húmedos, no es necesario que se precisen grandes lluvias. Remedios.—Si el organismo causal es la Alternarla solani, cabe añadir sales de cobre, mejor cobres coloidales, que caldo bórdeles de menor adherencia, como preventivo, en cuanto sean de temer sus ataques; en cambio parece que esta adición es inútil sí se trata de la Alternaría tenuis o de la Dydimella lycopersici. Experiencias preliminares hechas en la Granja, nos han dado resultados negativos en el laboratorio, mientras que parecen positivos en el campo. ,lOÍDÍbri 3S I.A.M. XX. MICROFOT. DE CONIDIOFÜKOS Y CONIDIOS DE ODIOPSIS TÁURICA (ORIGINAL) LAM. XXI. PEZONERA (ORIOINAL) CAP. ENFERMEDADES POR III CAUSADAS ANIMALES Aunque las enfermedades causadas por animales, tienen en España, en general más importancia que las causadas por las criptogamas, creemos que en estas islas, y en cuanto al tomatero se refiere, está a la par. Así mismo, mientras el grupo de enfermedades ocasionadas por los animales suele ser casi exclusivamente producido por la familia de los insectos, (hasta el punto de constituir rama aparte llamada Entomología agrícola), en esta isla causan tan graves daños animales no pertenecientes a este grupo, sino a otros, como nematodos y ácaros. 3-1. BATATILLA LAMS. XXn y XXIIl Causantes de esta enfermedad pueden ser dos nematodos: el Heteroda Marioni y el Heteroda Schachti, el primero, más abundante que el segundo en Canarias. Atacan a más de cinco mil especies de plantas conocidas, pero de un modo especial al tomate, melón, patata y tabaco, donde causan graves daños. Síntomas. —En la parte aérea, los síntomas son variables según la intensidad del ataque; donde es muy intenso, la planta, sobre todo la joven muere, cuando no es tan violento, suele encontrarse decaída, produce poco y el fruto resulta pequeño, especialmente a partir del tercer o cuarto ramo. Pero donde se establece un diagnóstico claro es en su parte radicular; en los caso? más graves toda la raíz está abultada, pero en todos los casos se presentan unos abultamientos, de tamaño que varía entre apenas visibles y hasta 3 o 4 cms. de diámetro, que recuerdan los tubérculos de la patata (de aquí la creencia, errónea, 27 CAP. III ENFERMEDADES CAUSADAS POR ANIMALES pero si se quiere justificada, de que es la patata la que motiva esta enfermedad en el tomate). Las raíces infectadas prácticamente no alimentan a la planta, presentando en consecuencia los caracteres de decaimiento anteriormente consignados. Cortando la raiz enferma por uno de los abultamientos, y observando el corte con una lupa, se ven unos puntitos brillantes, apenas visibles, que no son sino las hembras de estos nematodos. Biología.—Partamos de una larva situada en el suelo. Esta penetra en la raíz por la parte de principal crecimiento, donde se estaciona alimentándose de los tejidos; al principio tanto el macho como la hembra son muy parecidos, pero al poco tiempo la hembra se hace ovoidea, como si fuera un quiste, mientras que el macho conserva su forma filamentosa; el tiempo que tarda en convertirse en adulto varía según las circunstancias entre 30-40 días, comenzando entonces la puesta, variable entre 300-800 huevecillos, que avivan a los 3-4 días. De estos huevos, que quedan como una masa gelatinosa adherida al quiste, salen, en el tiempo señalado las larvas, que, mientras algunas permanecen en la planta atacada, otras emigran hacia nuevas, formando así focos de infección. La irritación producida por el animal hace que las células circundantes se desarrollen extraordinariamente, y de ellas es precisamente de las que se alimenta el heteroda; esta misma irritación es la que produce los abultamientos que se observan. Los vasos desorganizados dejan de conducir la savia y la planta se marchita. Invernan en estado de huevo o larva, siendo para ellos muy favorable la existencia de suelos arenosos y sueltos. Soportan bastante mejor la sequía, que el frío y la humedad, que ocasionan gran mortandad. Remedios. —Es muy difícil atacarlos; las plantas infectadas no deben de usarse ni como abono, ni dejarse abandonadas, sino quemarse. Por otra parte no hay más remedio que ir a la rotación de cultivos o a la desinfección del suelo. Como atacan a tantas plantas es difícil recomendar alguna, que no lo sea (tales como los manises, la soja, cereales); quizá dada la forma de cultivo en las islas sea preferible abandonar el cultivo durante al menos dos años, no obstante seguir dando labores culturales, para destruir todo vestigio de hierbas. Es preciso dejarlo dos años, porque la larva puede resistir uno, sin tener donde alimentarse, pero al cabo de dos muere. Lí esterilización, o al menos una aceptable desinfección del suelo puede llevarse a cabo con la Cianamida de cal, que al mismo tiempo sirve de abono. Puede utilizarse seca o disuelta; en el 28 • • * * • LAM. XXII. BATATILLA (ORIGINAL) rr *'> LAM. XXm. BATATILLA (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. III primer caso a razón de 10 Kgs. por Ha. (unos 5 Kgs. por fanegada), antes del trasplante; parece que en disolución da mejores resultados en la proporción de 1.200 grs. de cianamida disueltos en 100 litros de agua, y con esta mezcla regar a razón de 40 metros cúbicos por fanegada. (1) Según últimas referencias, la cianamida no ha dado resultados tan alentadores como parecía, y en cambio parece eficaz regar los surcos que abre el arado con una solución de cianuro sódico a razón de 5 grs. en 100 litros de agua, (con la consiguiente vigilancia de un técnico por ser un producto extraordinariamente venenoso). También se recomienda el empleo de plantas cebo como la colza o los nabos, que se arrancan y queman unas semanas después de su plantación. (2) El número de generaciones del Heteroda Marioni es variable, el Schachti tiene solo una, pero resulta tan dañino como el anterior. 3-2 PIOJILLO LAM. XXIV y XXV Se conoce con este nombre a un acaro del género Tetranychus, de diversas especies, principalmente el telarius, y que según parece existía hace años, habiendo tomado recientemente mayor incremento. Síntomas.—Hacia el otoño, aparecen en las hojas tiernas unas zonas punteadas, decoloradas por el haz, mientras que por el envés se ven pulular una multitud de arañitas, de color rojo vivo, y cuyo tamaño no pasa del mm. por lo que al principio suelen pasar inadvertidas. Rara vez el ataque es mortal para la planta, pero si no se combate, las hojas pueden morir y el animal permanece en ellas en espera de que aparezcan nuevos brotes a los que vuelve a atacar; (1) El empico de la Cianamida requiere ciertas precauciones. Referente a las plantas es preciso agregarla al suelo por lo menos un mes antes de la siembra o trasplante, pues es muy cáustica y produciría quemaduras. Respecto a las personas es venenosa, por lo que no se debe ni fumar, ni beber, etc. mientras se emplea. Tomando estas precauciones no existe peligro, y en muchas partes del mundo se emplea como un buen nitrogenado. (2) Se preconiza el empleo de la Cloropicrina, pero de momento no nos parece posible su uso en nuestros cultivos por falta de material adecuado. 29 CAP. III ENFERMEDADES CAUSADAS POR ANIMALES como se comprende la planta crece muy despacio y produce poco. Biolog.ia.—Del huevo, muy pequeño y de color amarillento, sale una larva, amarillenta también, y con tres pares de patas, por lo demás, muy parecida al adulto en el que se transforma en pocos días y cuya diferencia más saliente es que éste tiene 4 pares de patas. Tarda desde que nace hasta que es capaz de reproducirse, unos 15 dias si el tiempo es cálido y seco; teniendo en cuenta que cada hembra puede poner 10 huevos diarios, durante unos 12 días, fácilmente se puede comprender la intensidad de )a plaga si no se combate. Es muy polífaga, o sea que se alimenta de multitud de especies vegetales, cuya savia chupa, habiendo sido observada por nosotros en Melocotoneros (Valsequillo), Judias (Granja), Morera (Jinámar), Malvas (El Carrizal), Ricino (Granja, Jinámar), aparte, como es natural en cultivos tomateros. Cuando el medio les es desfavorable, se ocultan las hembras en resquicios de cortezas, grietas, etc., donde esperan la reaparición de los calores. Las épocas más propensas a sus ataques son, según hemos podido colegir, la primavera y el otoño, ya que en invierno el frío y sobre todo las lluvias, causan gran mortandad; en verano la escasez de cultivos debe de ser la causa limitante. Remedios.—Es difícil de combatir ya que la hembra, en circunstancias adversas se oculta en sitios inaccesibles, y una vez declarada la plaga, es tan rápida su multiplicación que muy difícilmente se consigue hacerla desaparecer radicalmente; lo que sí es posible es disminuir la virulencia del ataque, y evitar que cause daños graves. Lucha indirecta.—Son convenientes y libran, practicándolos adecuadamente de bastantes contratiempos. Entre ellos están: Vigilar la presencia de lugares que como los árboles puedan ser focos de infección, tratándolos durante el invierno. Evitar la presencia de malas hierbas, especialmente las malvas, que son muy propensas al ataque, para ello se escardará tantas veces como sea preciso. Ser prudentes en el empleo del DDT, que parece influye indirectamente sobre el piojillo; no obstante a este respecto queremos señalar, que el uso del DDT no ha traído expresamente la citada plaga, así como tampoco debemos creer que la supresión de dicho insecticida lleve aparejada la desaparición de la misma; más aún, esta plaga era temible ya en Inglaterra hace unos 25 años, o sea mucho antes del descubrimiento de dicho insecticida. m LAM. XXIV. PIOJILLO (ORIGINAL) Hoja atacada; punteado característico. LAM. XXV. SUP. TETRANYCHUS TELARIUS (AUMENTADO) (DE UN PROSPECTO) INF. NEZARA VIRIDULA (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. III Pero de esta lucha indirecta la más eficaz es sin género de duda la desinfección del material de latada. Para ello debe de limpiarse bien la caña, quitando en cuanto sea posible los restos de vainas que quedan en los nudos, ya que debajo de ellos puede haber ácaros y es lugar dificilmente penetrable por el líquido de que pasamos a hablar. El tratamiento no consiste sino en sumergir las varas y cañas en benzol, gas-oil, gasolina, etc., durante cinco minutos. Esta sumersión puede hacerse en un estanque de poco fondo, reponiendo el líquido según se va gastando. Las varas extraídas se ponen a secar, sin sufrir ningún daño o perjuicio. Este procedimiento lo recomendamos muy encarecidamente por sus excelentes resultados, comprobados, no solo personalmente, sino por la Jefatura Agronómica, que lo aconsejó a diversos agricultores. Procedimientos directos.—Si a pesar de todo surge la plaga cabe luchar contra ella mediante el empleo de acaricidas. El más antiguo recomendado por Balachowsky, De Ong y Mollinan entre otros muchos, es el azufre, siendo siempre según dichos autores, imprescindible aplicarlo en cuanto se inicie la plaga, asi como que el producto empleado sea muy fino, además de espolvorearlo cuidadosamente, por lo que desde luego podemos asegurar que tal como se utiliza en Canarias, o sea con botes azufradores, es absolutamente inútil. Parece que asi se obtienen buenos resultados siempre que la temperatura sea superior a los 24° C. Mejor resultado parece que dan los llamados azufres mojables. Otros autores recomiendan el aceite mineral, simple o adicionado de sulfato de nicotina. Pero lo que si da resultado eficaz, según varias experiencias practicadas en la Granja Agrícola Experimental de Gran Canaria, es el aceite mineral emulsionado con Rotenona, si bien es preciso señalar que existen preparados de muy diversas calidades. Las pulverizaciones con estos productos han de darse con mucho cuidado, procurando mojar bien el envés de todas las hojas, sobre todo de las más tiernas, El tratamiento debe repetirse a los 8 o 10 días para que hayan avivado los huevos anteriormente tratados y que son más difíciles de destruir que los adultos. La dosis usual es del 0,75 al 0,50 %, debiendo de hacerse bajo la vigilancia de un técnico, para no producir quemaduras. El mayor inconveniente que presenta el método es la escasez, prácticamente total, de aparatos pulverizadores en los cultivos. Existen otros productos nuevos, de los cuales unos están en 31 CAP. III ENFERMEDADES CAUSADAS POR ANIMALES vías de ensayo por esta Granja Experimental (1), y otros no se pueden recomendar porque, salvo en especiales circunstancias, están prohibidos por la Legislación española (2). 3-3. VAQUITA LAM. XXV Conocemos una serie de insectos del grupo de los Hemípteros, que causan algunos daños, con su aparato chupador a los tomates; entre ellos y como más destacado, señalaremos el Nezara viridula, aunque no cabe duda que otros géneros, menos abundantes causan análogos perjuicios. Síntomas. —Son estos sobre todo en los frutos, los cuales por sus picaduras quedan como punteados y trasparentes, no siendo aptos para la exportación; las hojas picadas presentan las puntas secas. Biúlog^ia.—Los adultos son de color verde, cuerpo de forma exagonal, con alas mitad duras y mitad membranosas, poseyendo un aparato bucal en forma de pico, que corrientemente lo llevan recogido debajo del cuerpo, siendo casi de una longitud igual a su mitad. Las dimensiones son variables pero, aproximadamente, resultan insectos de tamaño mediano (1,5 cms. de largo). Producido el acoplamiento de sexos, las hembras ponen unos huevos en forma de barrilitos en la parte inferior de las hojas, y en grupos de unos 30; si el tiempo es cálido avivan a los 6 días, tardando hasta 13 en condiciones desfavorables. De ellos salen unas larvas, b,astante semejantes a los adultos y cuyas diferencias de hecho no interesan al caso, pues ya comienzan a ocasionar daños. Estos son causados, como antes indicamos, por su forma de alimentarse que consiste en clavar el pico en las partes tiernas de la planta, extrayendo sus jugos. Son muy polífagos atacando entre otras a las siguientes plantas: patata, berenjena, maiz, naranjos, algodón, tomate, etc. En los tomates, como decíamos antes, chupa los frutos tiernos, originando su calda o al menos el punteado que se señaló en los síntomas. El número de generaciones parece ser de 4 anuales en las islas, invernando en estado adulto, escondido entre piedras, madera, etc. (1). Aramite, Ropinex, (2). Y de casi todos los países. 32 L A M . XXVI. HOJA COMIDA DE «LAGARTA» (ORIGINAL) Nuevecilloi LAM. XXVll. HUEVECILLOS DE PRODENIA LITURA (ORIGINAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. III Ramedios.^-'Aunqnt los daños que causa no hemos oido decir que sean muy graves, quizá por el relativamente escaso númtro de individuos, convendría combatirlos en algunos casos, si se acrecientan considerablemente, y en todos, si resultan ser transmisores de virosis. Como insecto poco abundante no es fácil de combatir, máxime siendo chupador, por lo que resulta que el verdín, arseniato, etc. no sirven para nada. De las pocas pruebas que hemos podido verificar el Lindane en polvo, o en suspensión acuosa es el que ffle^ jor resultado ha dado. 3-4. LAGARTAS U ORUGAS "-;; tAMS. XXVl,XXVIl,XXVmyXXlX ; . - ; Con este nombre se conocen las larvas de algunos lepidópteros (mariposas) que causan bastantes daños tanto en los tomates como en otros cultivos. Tres son las más abundantes y las estudiaremos juntas, pues si bien se diferencian en cuanto a su morfología,, los danos que causan y los remedios que se aplican son muy, semejantes (1). Comenzaremos pues por describir, las tres especies, indicando luego los medios de lucha. I."—El llamado bicho camello (por su forma especial de caminar) es la larva de una mariposa conocida por él nombre d€ Plusia (sin. Phytometra) chalcytes. Es de color verde, siendo característico de ella el no poseer rnás que tres pares de falsas patas, lo que le da su clásico caminar. La ninfai (bicho zahori) de color marrón, se envuelve en una masa algodonosa, y escondida en cualquier parte, pero siempre sobre la tierra, evoluciona dando lugar al insecto adulto o mariposa. Es ésta de tamaño mediano, de costumbres nocturnas, color marrón y con dos manchas blancas y brillantes en las alas, no obstante ser relativamente abundante no es frecuente verla por sus hábitos crepusculares. Ciclo.—Verifica la puesta en la parte inferior de las hojas, en grupos; dichos huevos son de color blanco en el momento de la puesta y marrón al avivar, de 1 mm. de diámetro. Las larvas tardan en despertar de 5 a 10 días según la época, comiendo ávidamente las hojas por el envés y respetando las ner(1). Otra especie que también hemos observado, aunque con menos frecuencia, es la Plusia gamma; se la combate de un modo análogo a la Plusia chalcytes. 3a CAP. III ENFERMEDADES CAUSADAS POR ANIMALES viaciones; según aumentan de tamaño dejan de comer de esa forma y roen cualquier parte de la tioja, por último atacan también al fruto al que mordisquean, marchándose de uno a otro, y rara vez se introducen dentro. Característico de los ataques producidos por este lepidóptero son pues las hojas comidas, por lo que fácilmente se da uno cuenta de su presencia. Cuando la larva ha alcanzado su máximo desarrollo, lo que sucede alrededor de los 25-30 días, según la época, deja de comer, se dirige a cualquier abrigo, hojas, paredes, etc., pero nunca bajo tierra, y envolviéndose en un capullo se convierte en ninfa, permaneciendo en este estado durante unos 11 días, saliendo al fin el insecto adulto, que ya describimos anteriormente. 2."—La llamada lagarta, rosquilla, lagarta boba, etc., no es sino el estado larvario de la mariposa Prodenia litura, y cuyas características más salientes son; Larva de color marrón, cabeza negra, y con una serie de triángulos negros también en cada anillo; el tamaño varía desde 3 mm. al nacer, hasta más de 2 cms. cuando comienza la ninfosis. La crisálida es de color marrón, pasando dicho estado enterrada a poca profundidad en tierra, y a veces incluso en la superficie. Adulto, mariposa de color marrón, tiene un dibujo en las alas muy característico en forma de 4, no obstante por ser de costumbres nocturnas no es frecuente verla. Ciclo.—Hacia el mes de marzo, comienza ya la puesta, en la parte inferior de las hojas, o sobre los mismos frutos, se ven unas aglomeraciones de huevos, blancos recién puestos y de color más obscuro al avivar, de un tamaño de 1 mm. aproximadamente. Si el tiempo es normal a los 5 días avivan dichos huevos, dando origen a unas larvitas que se descuelgan mediante unas finas hebras sedosas, y comienzan a roer las hojas, de una forma muy parecida a la descrita en la especie anterior. Las larvas jóvenes se alimentan lo mismo de día que de noche, pero las de los últimos estados son preferentemente nocturnas, pasando la mayor parte del día enterradas. No obstante roer las hojas, como antes indicamos, es muy frecuente que ataquen al tallo, produciendo la tronchadura de la planta; así mismo suelen penetrar en el interior del fruto y permanecer en él. Por todas estas causas sus ataques son menos notorios que los del «bicho camello», pero quizás por ello más perjudiciales. A los 25 o 30 días la larva se dirige hacia tierra; y sin envol34 LAM. XXVIII. ADULTO DE CHLORIDEA OBSOLETA (DE BALACHüWSKY) . LAM. XXIX. (ORIGINAL) A.—Ninfa de Prodenia litura (bicho zahori) B.—Adulto de Phisia chalcytes. C. -Adulto de Prodenia litura. D.--Adulto de Plusia gamma. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. III verse en ninguna funda crisálida, la ninfa inmóvil, de color marrón, es conocida vulgarmente con el nombre de bicho zahori. Permanece en este estado unos 10 días en pleno verano, y algunos más en primavera, y al cabo de ellos surge la mariposa, de costumbres nocturnas anteriormente descrita. 'ó.°—La lagarta del tomate, es la larva de la Chloridea obsoleta (sin. Helyotis obsoleta), y cuyas características son: Larva de color verde, más o menos claro, no encontrándose nunca más de una por tomate (por fruto se entiende), algo áspera al tacto y de grueso tamaño. Ninfa de color marrón, casi análoga a la de la prodenia anterior. Adulto de tamaño mediano, color marrón claro, sin ninguna característica notable, de vida corta, pero muy activa vuela a la caída de la tarde o durante la noche, por lo que no es frecuente verla. Ciclo.—Sobre las plantas en floración verifica la puesta de unos huevecillos amarillentos, hemiesféricos y estriados, aisladamente; la puesta se hace de una manera especial sobre el tomate y más aún sobre el maíz. Una hembra es capaz de poner entre 500 y 2.000 huevos, por lo que, pese a su mortalidad, puede calcularse la intensidad que puede alcanzar la plaga. De dichos huevos sale una larva de pequeño tamaño, que o se introduce en el fruto, donde completa su evolución, o bien perfora el tallo; royendo la médula hacia arriba; aunque a veces ataca a las hojas no es esto lo más frecuente, por lo que el ataque, en ocasiones, pasa desapercibido hasta el momento en que ya no tienen remedio los males causados, pues los daños ya están hechos. Cuando la oruga tiene un tamaño de 3 a 4 cms., termina su crecimiento y dirigiéndose hacia la tierra se entierra a unos 2 u 8 cms., donde crisálida, siendo sus características muy parecidas a las de la Prodenia; al cabo de 12-17 días, según la época, sale el adulto, ya descrito. El número de generaciones de las tres especies, es variable, calculándose en 3 o 4 por año, siendo más precoces las dos primeras. Las tres invernan en estado de ninfa, pudiendo no obstante encontrarse adultos de Prodenia en pleno invierno, pero realmente su aparición en masa tiene lugar en los meses de marzo y abril. Medios de lucha. - Ante todo conviene señalar, que así como los daños de la Plusia son fácilmente visibles y pueden tomarse las medidas oportunas después de apreciarlos, no sucede lo mismo con las otras dos, cuyos destrozos son más solapados y frecuente35 CAP. III ENFERMEDADES CAUSADAS POR ANIMALES mente se da el agricultor cuenta, cuando mucha parte de los frutos están irremisiblemente dañados; además las larvas en el primer estado son bastante sensibles a los insecticidas, mientras que en sus últimas fases son muy resistentes; por todo ésto, los tratamientos deben de ser al principio. Medios indirectos.—Como invernan en estado de ninfa bajo tierra, las labores dadas durante esta época exponen al aire gran cantidad de ellas que son fácilmente destruidas por las inclemencias del tiempo, y por sus enemigos naturales, por este motivo consideramos de gran interés las labores de después de levantar el rastrojo. Tratamientos directos.—Existen gran cantidad de productos químicos capaces de combatirlas, pero señalaremos que deben de usarse prematuramente, o sea, nada más observar larvas neonatas, o bien guiándose para comenzar los tratamientos en cuanto los frutos del tomate tengan el tamaño de una nuez, como máximo. La forma de empleo puede ser en espolvoreos, pulverizaciones o cebos envenenados. Cebos envenenados: Son eficaces las siguientes fórmulas; Salvado . . . 25 Kgs. Verdín . . . . 1 Kg. Agua . . . . 20 litros Melaza . . . . 4 Kgs. Acetato de amilo 50 grs. La adición de melaza y sobre todo del acetato de amilo son facultativas, ya que la misión de este último es hacer el cebo más apetitoso. Otra fórmula es: Salvado . 25 Kgs. Lindane . 80 grs. de principio activo. Agua . . 20 litros Melaza . 4 Kgs. Ambos cebos se extenderán en montoncitos a razón de unos 8 Kgs. por fanegada. Pulverizaciones y espolvoreos: Existen tres clásicos arsenicales, cuyas ventajas y defectos pasamos a reseñar. El verdín, no debe de emplearse para espolvoreo, pues se corre el riesgo de producir quemaduras en el fruto, aparte de permanecer demasiado poco tiempo sobre la planta, y su alto precio. El arseniato de plomo, es muy eficaz, especialmente usado en pulverizaciones a razón de 750 grs. por 100 litros de agua. Tiene 36 • ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. III el inconveniente de ser muy venenoso y mantenerse excesivamente sobre la planta. El arseniato de cal, es menos eficaz, y según algunos autores, inútil (no obstante discrepamos de esta última opinión a juzgar por los resultados obtenidos por nosotros en la Granja Agrícola), se puede emplear a razón de 1 Kg. de arseniato por 100 litros de agua, si bien se corre el riesgo de producir algunas quemaduras si el arseniato no es de buena calidad. También puede espolvorearse gastando a razón de unos 8 Kgs. por fanegada, bien solos, bien mezclados con azufre (1). A partir de esta época, o incluso antes, pues según pruebas verificadas en los Estados Unidos resulta tan eficaz, deben de sustituirse los arsenicales por los productos fluorurados, por ejemplo la Fluorina, cuyos espolvoreos, a razón de 10-15 Kgs. por fanegada ha sido standard en Norteamérica. Recientemente en dicho país mezclan los fluorurados con Lindane o DDT para conseguir mayor eficacia. Estos dos últimos insecticidas pueden emplearse también -solos, o mezclados con azufre, pero teniendo en cuenta que no se debe de rebajar excesivamente la dosis, cantidades de 150 grs. de principio activo de Lindane en una fanegada son adecuadas, así como 650 grs. de DDT activo, por la misma extensión (2). Por último se están verificando ensayos para tratar de combatir a estos insectos cuando estén en tierra mediante la adición de Lindane al mismo suelo. Aunque no es precisamente un medio directo de lucha, no dejaremos de señalar que es útilísimo arrancar los tomates dañados, y destruir la larva que exista en su interior, pues si nos limitamos a arrancar el fruto y arrojarlo a una cuneta, no conseguiremos nada, ya que la larva o termina su evolución en él o regresa tranquilamente al cultivo. (1). El uso de arsenicales está prohibido por la legislación vigente desde 14 días antes de comenzar la recolección. (2). Existen casas que luchando contra la tendencia de rebajar excesivamente las mezclas, recomiendan la siguiente: DDT del 50°/„, 3 Kgs , Azufre, 47 Kgs. Siendo esta dosis de DDT la mínima que se debe de poner. Tampoco conviene forzar demasiado las dosis ya que espolvoreos con mezclas de más del 1 0 % e incluso del 5°/o de DDT, pueden producir quemaduras, 37 CAP. ENFERMEDADES POR IV PRODUCIDAS VIRUS Siguiendo al Doctor Bawden, se pueden definir los virus como agentes patógenos que se multiplican en células vivas, pero no en las muertas ni en medios artificiales de cultivo, y que pueden pasar a través de los filtros para bacterias. Durante mucho tiempo se pensó que los virus eran el tipo de microorganismos más pequeños, y muy semejantes a las bacterias. Investigaciones recientes han descubierto que al menos muchos de ellos son aún mucho más sencillos: Proteínas con la propiedad de reproducirse cuando se encuentran en animales o plantas susceptibles. Aunque en ellos se observa la multiplicación no se han encontrado los menores síntomas de funciones respiratoria y nutritiva; en definitiva, la ciencia no sabe si clasificarlos entre los seres vivos o entre materia inerte. Las enfermedades causadas por los virus tienen excepcional importancia en nuestros cultivos tomateros siendo quizá los causantes, con diferencia, de los mayores daños. 4-1. MOSAICO COMÚN DEL TOMATE LAM. XXX El agente causante de esta virosis es el clasificado como el Nicotiana virus I, llamado así por ser en el tabaco en la primera planta en que se descubrió. Síntomas.—Comienzan a mostrarse alrededor de los nueve dias de ocurrida la infección, apareciendo un moteado en las hojas de la parte superior de la planta; este moteado está formado por áreas de color verde, claro en unas zonas y más oscuro en otras; a veces se forman algunas como ampollas. El tomatero queda algo achaparrado. 39 CAP. IV ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS Las hojas que se forman después de verificada la infección son estrechas, algo puntiagudas y con los bordes más profundamente dentados que lo normal. En condiciones de escasa luminosidad se hace más patente este síntoma que el moteado. El mosaico se muestra generalmente más cuando la infección ocurre en plantas jóvenes, pero en todas, a medida que se desarrolla el follaje la enfermedad va produciendo su marchitez. El fruto es normal, pero la cosecha se reduce en más de un 10%. Propagación.—Aunque luego nos extenderemos más sobre este particular, indicaremos que es uno de los virus más fácilmente propagable (la disolución límite es de) orden de una diezmillonésima) siendo transportado por la ropa o manos de los trabajadores, herramientas de trabajo e incluso por contacto de las manos de los obreros con el tabaco de fumar. No parece existir insecto vector. 4-2. VIRUS DEL RAYADO SENCILLO LAM. XXXI Tipo de virosis que frecuentemente se manifiesta en forma de mosaico, por lo que es fácilmente confundible con la anterior; el virq^ causante es el Lycopersicum virus I. Síntomas.—Son bastante variables; la enfermedad suele atacar ya en el semillero a un pequeño número de plantas, que pese a su infección no muestran el rayado, si embargo presentan las hojíllas estrechas, los lóbulos en punta en vez de redondeados y las venas algo prominentes; a veces se arrollan a lo largo del nervio central, si bien esto último no es frecuente. Como las características anteriores no son muy notables, aún suponiendo que se seleccionen escrupulosamente, siempre escapa alguna a la observación y se planta en el lugar definitivo, convirtiéndose en un foco de infección. En este estado, como regla general, los síntomas son manchas en las hojas muy semejantes a los causados por el virus anteriormente descrito; y en ciertas circunstancias, bastante frecuentes según se ha observado en estas islas, se produce un efecto necrótico: se muestra en el tallo y pecíolos un rayado irregular, longitudinal y de color marrón oscuro; a menudo estas lesiones son tan virulentas que las hojas cercanas al área del tallo afectado, se marchitan, quedan colgando o caen. Tal apariencia da la impresión de que la planta está muerta, sin embargo examinando la parte superior de ella se ve que no es cierto. Si sobrevive al ataque, 40 LAM. XXX. MOSAICO COMÚN (ORIGINAL) LAM. XXXI. VIRUS DEL RAYADO SENCILLO (ORIOINAI.) Véanse los puntos marrones de la parte inferior de la hoja. ENFERMEDADES y PLAGAS DEL TOMATE CAP. IV que es lo normal, las nuevas hojas situadas sobre la parte necrosada presentan unas manchitas irregulares, marrones y el conjunto de esta parte alta es algo raquítico. Propag.ación.—En los cultivos corrientes esta enfermedad coincide con el deshijado, que facilita la rápida propagación del virus, siendo frecuente que se presenten plantas con tres formas: la parte inferior con hojas normales, la media atacada de una grave necrosis, y la superior con hojas moteadas y raquíticas. En el caso más favorable de que solo se muestre el efecto mosaico, aunque el fruto parece normal hay una notable disminución de cosecha; si aparece el rayado, en la parte afectada no se dan frutos, o bien éstos son pequeños e irregulares, con lesiones amarillentas en la piel que anulan todo valor comercial. El por qué se muestra así no está dilucidado, únicamente se puede señalar que ni la luz, ni la temperatura, ni los abonados parecen influir sobre la producción o no de las rayas ya indicadas, pero en cambio si parece que la variedad cultivada tiene que ver con dicho desarrollo. 4-3. MOSAICO AUCUBA LAM XXXll Es la virosis más espectacular llamando rápidamente la atención del cultivador y siendo producida por el Nicotiana virus IC. Síntomas.—De los ocho a los diez días de verificarse la infección aparecen en las hojas unas manchas amarillas y verdes que persisten toda la vida de la planta. Si bien las hojas por lo demás presentan una forma normal, no así las plantas que quedan algo achaparradas. Una característica de esta enfermedad es el no aparecer nunca puntos necróticos. Los daños causados en el fruto son notables, manchas amarillas, redondas, que pese a no afectar más que a la piel, restan su valor. 4-4. VIROSIS DE OREJETAS LAM. XXXIII El agente causal está clasificado como el Nicotiana virus lA. Síntomas. Característicos de ella son la deformación de las hojas, que en casos avanzados pueden ser tan anormales que dificilmerte parecen de un tomatero; las foliólas llegan a convertirse en una especie de zarcillos, o formando un aspecto extraño, de aquí proviene el nombre inglés de «enations» «orejetas». 41 CAP. IV ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS Esta enfermedad puede confundirse con algunas otras virosis, o con las deformaciones hereditarias de las hojas de las que ya se ha hablado. 4-5. MANCHAS VIROTICAS LAM. XXXIV Con este nombre hemos traducido la virosis conocida en Inglaterra por el de «Spotted wilt» (que responde en algunos casos a lo que nuestros cultivadores llaman «pinta de hierro»), que, aunque descubierta en Australia el año 1919, no ha tomado carta de naturaleza en Europa hasta hace 2Ü años, resultando, sin embargo, quizá la más grave de todas las virosis del tomate conocidas; el agente productor está clasificado como el Lycopersicum virus 3. St'rtíomas.—Son muy variables dependiendo tanto de la variedad como de las condiciones de cultivo; se muestran a los 10-18 días de verificada la infección, pero una vez iniciados su desarrollo es rápido, notándose, ya al cabo de una semana, clara diferencia entre el follaje nuevo de la parte superior, que se arruga, seca y torna quebradizo, y la parte vieja que apenas las muestra. En las plantas aún en crecimiento las hojas nuevas resultan pequeñas, con las venas prominentes y como algo marchitas, enseguida aparece un bronceado, sin forma definida, pudiendo mostrarse en rayas, anillos, etc., entre las venas e incluso cubrir todo el limbo; puede aparecer por la base de las hojas, aunque en las más jóvenes es frecuente que progrese a la inversa. Este color varía realmente entre el verde marrón, verde púrpura e incluso marrón; pero siempre con matices metálicos. El cambio de color puede persistir bastante tiempo si éste es frió, pero con luz y calor las áreas manchadas se secan en pocos días. Aunque la planta puede reanudar su crecimiento lo hace muy despacio, produciendo hojas deformes y quedando en conjunto raquítica; pese a que en este estado puede permanecer y vivir varios meses, resulta totalmente inservible. Estos son los síntomas corrientes, pero a veces apenas se muestra el bronceado, tomando las hojas un matiz amarillo-verdoso; no obstante estáis manifestaciones, junto con los reflejos metálicos, el desarrollo rápido de la enfermedad y el decaimiento de la parte superior, permiten el diagnóstico. El efecto sobre la cosecha depende de la época en que tuvo 42 LAM. XXXII. MOSAICO AUCUBA (ORIGINAL) LAM. XXXIU. VIROSIS DE OREJETAS (ORICI.NAL) ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. IV lugar la infección, si fué tardía se reduce a un pequeño acortamiento de la vida de la planta con la consiguiente merma, pero si resultó ser precoz, apenas fructifica y los pocos tomates conseguidos son pequeños, con manchas amarillas, en círculos o anillos y por tanto con valor nulo. Causas de la enfermedad.—Aunque luego hablaremos extensamente sobre ellas, así como la manera de prevenir los daños causados por enfermedades de este tipo, no queremos dejar de destacar que la descrita ataca a más de 19 familias distintas de vegetales y que no todas muestran análogos síntomas, hasta el punto de que algunas, apesar de estar infectadas, no muestran ninguno a simple vista. 4-6. VIROSIS COMPLEJAS LAMS. XXXV y XXXVI A veces a una virosis se superpone otra, provocando esta asociación un estado patológico distinto del producido por ellos aisladamente y resultando en general, de efectos más perniciosos. MOSAICO RUGOSO. Proviene, al parecer por la asociación de Solanum virus I (Virus X de la patata) con el Nicotiana virus I, anteriormente descrito. Síntomas.—La planta además de mostrar manchones de diversos colores de verde, presenta las hojas arrugadas y con un desarrollo raquítico. MOSAICO CON RIZADURA. Según los datos que poseemos deriva de la concurrencia del virus X de la patata con el Lycopersicum virus I. Síntomas.—Parecidos a los de la anterior solo que las manchas son de un color francamente amarillo, las hojas se arrugan e incluso presentan síntomas de necrosis. Las plantas quedan totalmente raquíticas al menos durante mucho tiempo después del trasplante. VIRUS DEL RAYADO COMPLEJO. Es la virosis compuesta más dañina y felizmente no la hemos observado en las Islas, aunque nada tenga de extraño su existencia, y resulta de la unión del virus X de la patata con el Lycopersicum virus 3. 4a CAP. IV ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS Síntomas.—Las hojas superiores quedan pálidas, decoloradas y con rayas marrones o negruzcas; en el tallo también aparecen esas mismas rayas necróticas, muriendo las hojas de la parte más afectada; las otras pueden subsistir pero son pequeñas, crispadas y deformes. El conjunto de la planta queda achaparrada. La producción de frutos es pequeña y además éstos resultan deformes, ásperos y con manchas punteadas marrones; en definitiva el cultivo es totalmente inútil. 4-7. MEDIOS DE LUCHA CONTRA LAS ENFERMEDADES DE TIPO VIROTICO. No creemos equivocarnos al asegurar que este tipo de enfermedades forman el conjunto más peligroso de las que aquejan a nuestros cultivos y que de no poner pronto remedio cada año cobrarán más extensión y virulencia. Desgraciadamente medios de lucha directa no existen. Las inoculaciones de sulfamidas u otros productos químicos-terapéuticos no pasan de ser ensayos maso menos prometedores para el porvenir. La vía más eficaz, la de conseguir variedades resistentes es labor de mucho tiempo y en centros especializados, entre tanto, no cabe más remedio que acudir a medidas preventivas. Con mayor autoridad que nosotros, ya expuso nuestro compañero y profesor el Ingeniero Agrónomo D. Miguel Benlloch, en una conferencia dada en el Excelentísimo Cabildo Insular, los orígenes de la enfermedad y cuidados que hay que observar para prevenirlas. La misma sencillez de estas prácticas, la no total desaparición de la enfermedad aunque se sigan, el hecho de que, aunque no difíciles, sí requieren algo de atención y vigilancia, así como la falta de convencimiento en los propios obreros, de que no son ganas de molestar sino cosas útiles, han hecho que dichas enseñanzas hayan caído prácticamente en el vacío. Una vez más, repetimos. El origen son las plantas enfermas; como se ha venido señalando no solamente atacan al tomate, sino a otros vegetales, especialmente si son de la misma familia, teniendo en cuenta que algunos pueden estar enfermos sin mostrar el menor síntoma. Los métodos de propagación pueden ser los insectos, pero dudamos que resulten ser el principal vehículo, pudiendo asegurar en cambio que son los propíos cultivadores los encargados de propagar el mal. Antes de pasar adelante queremos resaltar la enorme facilidad de contagio que muestran: diluciones de una diezmiUonésima 44 LAM. XXXIV. FRUrO DE TOMATE ATACADO DE MANCHAS VIROTICAS ( U t UN FOLLtTO) LAM. XXXV. VIKOSIS C0A1PLEJAS (uRlGlNAL) Deformación de las hojas junto con sintonías mosaico. ENFERMEDADES Y PLAGAS DEL TOMATE CAP. IV (para hacerse cargo de lo que esta cifra supone, diremos que es equivalente a la de 0,0001 gramos de sal en 1 litro de agua) de jugo de plantas enfermas son capaces de provocarlas en sanas. Reconocido el origen y modo de difusión se deducen las prácticas siguientes: Eliminación total de las plantas silvestres, que como la hierba mora, el calentón o hediondo (Nicotiana glauca), el buenas noches (Datura stramonio) etc., etc., pueden resultar focos de infección, incluso aunque no de muestras de estar contaminadas. Tener cuidado de no repetir el cultivo de tomate, si antes ha habido uno de patatas, y evitar los trabajos simultáneos en ambos cultivos. Lo dicho vale, aunque sea menos frecuente, para los de berenjenas y pimientos. El tabaco es fuente de infección, no solo cuando cultivado, sino y es aún más peligroso, cuando se fuma por lo que debe prohibirse esta piáctica a los trabajadores. Muchas veces el origen son los propios tomates enfermos, en cuyo caso las normas a seguir son las siguientes: Establecer los viveros o semilleros lo más alejados posible del terreno de asiento. Los obreros deben de trabajar primero en aquellos y luego en el resto del cultivo, el mismo orden se seguirá caso de haber parcelas sanas y enfermas. Antes de formar los manojos para el trasplante se eliminarán todas las plantitas que muestren la menor anormalidad; si fuera muy elevado el número de ellas es preferible prescindir de dicho semillero. Una vez en el lugar definitivo, y antes de proceder al deshijado y atado un obrero debe de recorrer el cultivo arrancando las matas enfermas sin tocar ninguna sana; las plantas así arrancadas se meten directamente en un saco y se queman o se emplean como abono en cultivos de plantas no atacables. Verificado el atado ya no es posible evitar la infección caso de existir algún foco que haya pasado desapercibido. Con el fin de desvitalizar el virus es muy conveniente que los obreros se laven las manos en agua con jabón, tanto después de fumar como de haber tocado plantas enfermas. La semilla, pese a la opinión de algunos autores no propaga la enfeimedad, y basta que se haya secado bien durante unas tres semanas para poder garantizar el que no son portadoras. Como dijimos anteriormente, los principales insectos vectores son los pulgones y trips, aunque no suelen presentarse en nuestros 45 CAP. IV ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR VIRUS cultivos tomateros; si en algún caso lo hicieran sería muy conveniente su destrucción. Como resumen indicaremos que el cuidado de no fumar mientras se labora en los cultivos, el destruir toda planta enferma, la vigilancia en el deshijado y el tocarlas lo menos posible, son los procedimientos de evitar su difusión. Algunas veces nos han señalado los agricultores como origen de la enfermedad algún tipo de abono; esto es totalmente erróneo, aunque no cabe negar que si las plantas se encuentran en buenas condiciones los daños son algo menores. Por último, los azufrados, adiciones de sulfato de hierro (caparrosa) etc., no sirven absolutamente para nada, siendo aconsejable en cultivos ya mayores cesar la adición de productos que en el mejor de los casos no servirán sino para gastar más dinero. Tocarlos lo menos posible, ya que lo que tengan que dar lo darán y nada más. 46 LAM. XXXVI. VIROSIS COMPLEJAS (ORIGINAL) ÍNDICE DE ENFERMEDADES ESPECIFICACIÓN N.'^ PAG. Abarquillado de las hojas, Abigarrado de las hojas Aborto del fruto Ahongado 1-4 2-7 1-6 1-3 4 23 5 2 Banderita. Batatilla . Brotes secos . Bultos en el tallo 1-1 3-1 1-5 1-13 Caída de las flores Calor Cinturilla. Decoloración azulada de los semilleros Desarrollo insuficiente de las raíces , 1-5 1-11 2-1 1 27 4 8 4 7 15 Enmohecimiento de las hojas Exceso de nitrógeno » » potasio 2-7 1-14 1-16 Falta » » » » Frío. Frute deforme. 1-15 1-18 1-17 1-14 1-16 1-9 1-19 6 7 23 8 10 9 11 11 8 10 6 12 Helado del fruto 2-9 26 Intumescencias en el tallo Irregularidades en las hojas 1-13 1-20 8 12 de » » » » fósforo hierro. magnesio nitrógeno potasio 47 1-8 1-12 ESPECIFICACIÓN PAG. Lagartas . . . . 3-4 33 Orugas . . . . 3-4 33 Maduración basal . Maduración por zonas Manchas amarillas en las hojas » de hierro . » marrones en las hojas » viróticas . Marchitez. » bacteriana. Meada de perro Medios de lucha contra las enfermedades de tipo vi rótico Mosaico aucuba Mosaico común del tomate Pezonera Pintas de hierro Piojillo . . . . Podredumbre de raíz Puntos marrones en las hojas 1-1 1-2 2-8 2-6 1-21 4-5 2-4 2-3 2-5 1 2 25 23 13 42 20 18 21 4-7 4-3 4-1 44 41 39 2-10 2-6 3-2 2-2 1-21 26 23 29 17 13 Quemaduras solares. 1-10 6 Rotura del fruto 1-7 5 Vaquita . . . . Virosis complejas Virosis de orejetas . Virus del rayado sencillo . 3-3 4-6 4-4 4-2 32 43 41 40 48 ÍNDICE TÉCNICO ESPECIFICACIÓN PAG. 2-6 Alternaría solani » » . . Alternaría tenuis Aplanobacter míchíganense Chlorídea obsoleta . Colletotríchum atramentaríum Corticíum solani » » . . Corynebacteríum míchíganense Dydímella lícopersicí F u s a r i u m . . . . Fusaríum bulbigenum Helyotís obsoleta Heteroda maríoni Heteroda Schachti . Hypochnus solani . » » . . Nezara víridula. Odíopsís táurica Phytometra chalcytes Phytophtora críptogea Phytophtora infestans Phytophtora parasítica Plusia chalcytes Plusia gamma . Prodenia litura. Pytíum Dcbaryanum Tetranychus Thíelavíopsís basícola Vertícíllum albo-atrum 2-10 2-10 2-3 3-4 2-2 2-1 2-2 2-3 2-10 2-2 2-4 3-4 3-1 3-1 2-1 2-2 3-3 2-7 3-4 2-1 2-5 2-1 3-4 3-4 3-4 2-1 3-2 2-2 2-4 49 23 26 26 18 35 17 15 17 18 26 17 20 35 27 27 15 17 32 23 33 15 21 15 33 33 34 15 29 17 20 OBRAS CONSULTADAS DE INTERÉS GENERAL Virus düeases of. iarm and. g.arden CTOPS.-KENNETH M . SMiTH.-Littlebury & Company Ltd.-Worcester. Terapéutica veg.etdl.-0. CHIESA MOLINARI.-Editorial Salvat. Tomata diseases and iüustrated Quide to their recog.nition and control.-RoBEKT McKAY.-The sign of the three candles.-Dublin. Les insectes nuisibUs oux plantes cultivees.-A. BALACHOWSKY y L. MESNiL.-París 1935. Patología y. terapéutica vegetales.-TEODOS.0 pERRARis.-Editorial Salvat. Enfermedades de la patata.-J. RODRÍGUEZ SARDiÑA.-Estación Central de Fitopatología.-Madrid. Tomatoes: BULLETIN N.° 77.-His Majesty's Stationery Office.-London.-1950. 51 IMPRENTA SAN NICOLÁS LAS PALMAS DE GRAN CANARIA AÑO 1953