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Las Estrellas y la Arena www.esperanzadeisrael.org Las Estrellas y la Arena ahora el Señor los estaba convirtiendo en relucientes estrellas. Israel pasó a formar parte de la constelación de Dios, este pueblo sería el depositario de la SANTA Y FIEL PALABRA, este pueblo liba enseñarle al mundo la adoración del Dios verdadero, y todos los pueblos de aquel entonces se quedaron atónitos al ver con sus propios ojos como aquel inculto pueblo fue levantado del lodo cenagoso de Egipto y colocado en un gran sitial. Al comparar Dios a su pueblo como una constelación de estrellas les estaba señalando la labor que ellos tenían que hacer. Las estrellas han servido y sirven aún para alumbrar, para luchar contra las tinieblas. Esa sería la labor de Israel en este oscuro mundo. Israel tenía que brillar con la Luz de Dios como una estrella en el firmamento. Justamente sucede hoy lo mismo, Dios sigue convirtiendo en estrellas a los hombres, por muy oscura que haya sido la vida de ellos; todos los hombres hemos sido esclavizados y obligados por Satanás a batir el lodo del pecado como Israel en el pasado y estando en ese lodo de miseria y de ignorancia espiritual el Señor un día nos llamó: “Para que Introducción: Dios en su multiforme sabiduría nos habla muchas veces y en diversas maneras, pero nosotros no le podemos entender fácilmente, porque: “El hombre natural no percibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” 1 de Corintios 2:14. ¿Sabía usted que el Todo Poderoso en su Divina Palabra compara a su pueblo como relucientes estrellas y como diminutas arenillas? En todo esto hay una grande y profunda enseñanza de parte de Dios para su pueblo. El Profeta Moisés cuando sacó a Israel de Egipto, en una de las tantas veces que se dirigió a ellos, les dijo: “El Señor vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí sois vosotros como las estrellas del cielo en multitud” Deuteronomio 1:10. El gran profeta de Dios, que sacó a Israel de aquella miseria y esclavitud de Egipto, los condujo por el desierto y estando ahora libres de las cadenas de Faraón, Dios le dijo al pueblo a través de él, que ahora serían: “Como las estrellas del cielo en multitud” después de ser aquellos pobres e ignorantes esclavos, cuya cultura era solamente la de hacer ladrillos; seamos irreprensibles, hijos de Dios, sin culpa en medio de esta nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminarias en el mundo Filipenses 2:15. En el pasado, cuando aun no se había descubierto la brújula, los navegantes se orientaban a través de las estrellas. Una de esas estrellas famosas es la estrella Polar 2 del Norte. Aunque la brújula del marinero fallara y perdiera todo conocimiento de dirección en alta mar, su última esperanza y por cierto la que nunca le fallaba era la Estrella Polar del Norte, en ella confiaban todos los extraviados marineros para orientarse, justamente así debe ser la función del pueblo de Dios. Él está para señalar el Oriente de donde viene nuestra esperanza. anonimato, y hasta el día de hoy brillan mediante sus Escritos que legaron al mundo. Amable Lector, El Eterno quiere revelarte los grandes misterios que están escritos en su Palabra para que después tú convertido en reluciente estrella se lo reveles al mundo: “…porque los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud como estrellas a perpetua eternidad” Daniel 12:3 Si tú ahora eres esclavo del vicio, de la droga o deambulas por el mundo sin un rumbo fijo y sin ninguna dirección, en esta penumbra queda un pueblo para guiar al extraviado y conducirlo hasta las puertas del Reino. Ahora miremos el símbolo de “Las Arenas” Aunque Dios nos compara como estrellas orbitando en su firmamento divino, también nos compara como diminutas arenillas: “Con todo, será el número de los hijos de Israel, como la arena del mar, que ni se puede medir ni contar...” Oseas 1:10 ¡Pero atención a esto! nos compara como arena de mar y no de río. El hijo de Dios no debe olvidar que aunque es la estrella para alumbrar al mundo físicamente en esta tierra no es más que una insignificante arenilla de mar, como tal somos insignificantes, nos enfermamos, el mundo no nos determina, solamente es la gracia de Dios que está en nosotros la que nos hace diferentes al resto de la humanidad, por lo tanto no debemos ser altivos ni orgullosos porque somos Jesucristo le entregó esa misión a su pueblo y se los dijo en el sermón del monte: “Y así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras obras buenas y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Mateo 5:16. Ahora aquellos oscuros pescadores de galilea se convertirían en brillantes luceros, resplandeciendo con la Luz del Evangelio, y la gente miraría aquello como hombres que verdaderamente habían estado con el Maestro. Dios está llamando al batidor de lodo para levantarlo como levantó a los hijos de Israel en el pasado, y los oscuros habitantes de Capernaum, Pedro, Andrés, Mateo, Juan y tantos más salieron del 3 depositarios de la Luz Divina. Pero en este símbolo tan pequeñito encontramos un profundo significado ¿Para qué sirve la arena del mar en la tierra? Hace una función importantísima, ¿Sabe usted cual es? El Eterno dice a través del profeta: “¿A mí no me temeréis? dice el Señor ¿No os amedrentaréis a mi presencia, que al mar por ordenación eterna, la cual no quebrantará, puse arena por término? Se levantarán tempestades, más no prevalecerán; bramarán sus ondas, más no lo pasarán” Jeremías 5:22. Solo cuando El Creador de vez en cuando le suelta el cerrojo se dan los grandes Tsunamis para castigo del hombre. Ahora acomodemos todo esto a lo Espiritual Dios compara a su pueblo como la arena del mar y al mundo como las inquietas olas de un mar embravecido queriéndose salir: “Más los impíos son como mar en tempestad que no pueden estarse quietos, sus aguas arrojan cieno y lodo” Isaías 57:20. Pero por mucho que se levanten las encrespadas olas de un mar embravecido, cuando llega a la orilla la arena lo rechaza, lo humilla y lo hace retroceder. Así el pueblo de Dios está puesto para rechazar, para humillar y subyugar los apetitos carnales de este mundo; el pueblo de Dios como arena de mar, el mundo no lo podrá sobrepasar aunque lance olas de hirvientes pasiones este pueblo se mantendrá incólume, el mar furioso nunca lo vencerá. ¡Qué tremendo e importante trabajo el de la arena del mar, detener las olas sirviendo como muro de contención para que no se salgan! ¿Qué sería de los habitantes de la tierra si la arena no detuviera las impetuosas olas del mar? Bien le preguntaba el Creador al profeta Job: “¿Quién encerró con puertas el mar, Cuando se derramaba saliéndose de su seno, Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad, Y establecí sobre él mi decreto, Le puse puertas y cerrojo, Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y ahí parará el orgullo de tus olas?” Job 38: 8 – 11 La Arena es el dique para detener el impetuoso mar. Escuche “La Voz del Tercer Ángel” De Lunes a Viernes De 8:00 a 8:30 p.m. A través de 106.5 FM de Cadena Hondureña de Noticias (CHN) Y Súper K 89.5 FM De Lunes a Sábado de 6:00 p.m. a 6:30 p.m. San Lorenzo, Valle, Choluteca y alrededores 4