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estrategika La neurofisiología de lo cotidiano Los territorios estables son construcciones personales, mediadas por ideas, percepciones y emociones que, en muchas ocasiones, se diluyen en fragmentos desordenados de acontecimientos. La multiplicación exponencial de las situaciones emergentes (las novedades) del contexto, es una instancia de perturbación para las personas porque pone a prueba la capacidad de interacción con los hechos y la adaptación activa a la dinámica del contexto. Las perturbaciones del contexto son los puntos de contacto con factores desconocidos. Frente a lo que se extiende como paisaje de novedades, las primeras reacciones de las personas son marcar ese territorio con ideas, sentimientos y referencias conocidas. Estas distinciones sobre el entorno (percepciones, interpretaciones, relaciones), definen las vivencias subjetivas sobre los acontecimientos. Por lo tanto, la singularidad de una experiencia de interacción está relacionada con las marcaciones a través de percepciones, emociones e interpretaciones que circunscriben el encuentro con los fenómenos. Así, las perturbaciones cotidianas, se pueden vivir como inquietantes, apasionantes, desafiantes o todo lo contrario dependiendo de las ideas, emociones y marcaciones que circunscriben la singularidad de la experiencia del encuentro. Esta significación subjetiva, se sostiene desde una serie de estímulos químicos y eléctricos que se extienden en redes neuronales. A partir del contacto con determinados estímulos del contexto, una señal activa una serie de “neuronas detectoras” que transforman el encuentro en señales eléctricas que se distribuyen hacia otras neuronas. Las “neuronas detectoras” existen en gran número en todo el sistema nervioso y cada una de ellas procesa muchas entradas que luego distribuyen en salidas individuales hacia otras neuronas que, a su vez, vuelven a hacer en el mismo proceso. Las neuronas reciben estímulos, los procesan, los sintetizan y los distribuyen a otras neuronas que los 1 La neurofisiología de lo cotidiano - Marcelo Manucci ©2013 estrategika reciben, los procesan y los distribuyen. De esta manera se procesa paralelamente una serie de estímulos que generan una estructura global de significación. Desde este planteo, podemos señalar que las significaciones cotidianas de las perturbaciones, surgen como estados globales de una red de componentes simples que se comunican en escala local (con reglas locales que gobiernan las operaciones individuales) y generan estructuras interconectadas entre sí. Por lo tanto, la ilusión de “observación objetiva” de la realidad se diluye en estas propiedades emergentes de las redes neuronales que, a través de un procesamiento paralelo de estímulos dan sustento neurofisiológico a la interpretación personal de los acontecimientos. El cerebro es un sistema cooperativo, donde cada neurona es miembro de grandes redes que aparecen y desaparecen a través de interacciones asociadas. 1 Por eso, frente a determinados estímulos nuevos se activan imágenes, emociones, ideas, todas asociadas en redes que se encienden juntas y generan una vivencia específica del encuentro con los acontecimientos. Frente a estímulos nuevos, las conexiones del cerebro inicialmente son aleatorias; solo a través de las repeticiones permanentes se van estableciendo las redes de conexiones. Los estímulos que reciben las “neuronas detectoras” tienen fuerzas diferentes, que las neuronas pueden leer como niveles de importancia. Dependiendo de la fuerza de una señal, las neuronas fortalecen algunos estímulos y descartan la influencia de otros. Así el sistema nervioso aprende cuáles señales son las pertinentes para fortalecer las conexiones y cuales son “ruidos” a descartar en el procesamiento y distribución de la señal. Las repeticiones de las señales fuertes consolidan los caminos neuronales y hacen que lo aleatorio del estímulo inicial se defina en una conexión de procesamiento automático. Así es como el cerebro va autoorganizando sus redes en niveles cada vez más elevados de procesamiento paralelos que emergen desde abajo (procesamientos locales 1 Varela, Francisco. Conocer. Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía de las ideas actuales. Gedisa. Barcelona, 2005. p. 76 2 La neurofisiología de lo cotidiano - Marcelo Manucci ©2013 estrategika de las neuronas) hacia una forma global emergente que representa esa red encendida. En la medida que las redes neuronales se consolidan y las significaciones se refuerzan, el cerebro adquiere patrones de respuesta que se automatizan frente a un conjunto de estímulos. La interacción con los acontecimientos, tiene un soporte neurofisiológico en una red neuronal que sustenta la significación de nuestro territorio. De esta manera, se si modifican las conexiones que sustentan el procesamiento de estímulos, cambia la configuración de la red. Al sostener estos cambios, probablemente cambien los patrones sensoriales y por lo tanto cambia la significación de la realidad y la vivencia de la experiencia. El cerebro aborda la realidad desde patrones neuronales que se han consolidado en el tiempo; de alguna manera, el cerebro diseña “su propia versión de la realidad” para poder sobrevivir. 2 De hecho, frente a perturbaciones que nos presentan lo desconocido, lo primero que hace el cerebro es encender rápidamente estructura de redes para intentar recuperar esos estímulos en base a formas conocidas. Todas nuestras experiencias, frente a perturbaciones inéditas, están cargadas de significados establecidos que tienen sustento en redes neuronales. No almacenamos información fotográfica, sino fragmentos de datos, emociones e imágenes que se almacenan como significados globales. En el momento de un recuerdo, las redes neuronales se encienden asociadas y se reconstruye biológicamente la estructura global del significado. Por lo tanto, frente a situaciones nuevas, lo primero que hace el cerebro es abordar estas significaciones desde estructuras neuronales establecidas; cuando no hay correspondencia, entre las dimensiones fenomenológicas y las redes de significación aparece lo desconocido. Las perturbaciones, llevan al cerebro a reconfigurar o a crear nuevas redes neuronales para significar estos nuevos estímulos. 2 Gregory, Richard. Eye and Brain: The Psychology of Seeing. Princeton University Press (5th. Edition) New Yersey, 1997. 3 La neurofisiología de lo cotidiano - Marcelo Manucci ©2013 estrategika La significación de lo cotidiano, comienza en la activación de determinados circuitos del cerebro que generan determinadas segregaciones químicas. En nuestro cuerpo existen “moléculas de la información” (neurotransmisores, hormonas, péptidos) que desempeñan un papel clave en las reacciones emocionales y comportamentales. Las neuronas son activadas por impulsos eléctricos y transmiten impulsos eléctricos en su interior. Pero además de estos impulsos eléctricos, entre neuronas circulan moléculas que pasan de una a otra a través de reacciones químicas que a su vez generan actividad eléctrica. Estas moléculas se denominan “neurotransmisores”. 3 Las capacidades intelectuales, emotivas y conductuales dependen de la circulación de estos neurotransmisores que mantienen químicamente la estructura de las conexiones entre neuronas. Las neuronas son células que se activan químicamente. Se encienden con cada estímulo y cuando se activan repetidamente liberan un químico que hacen que las conexiones se instalen. De esta manera, la combinación de lo que experimentamos y lo que sentimos forma naturalmente recuerdos duraderos que quedan marcados en la trama neuronal. A mayor carga emocional, mayor segregación de químicos (neurotransmisores) que refuerzan la conexión entre las células que establecen y consolidan la red específica. La carga emocional de una experiencia refuerza las conexiones neuronales, porque se fortalecen químicamente las uniones entre neuronas, lo que lleva a la perdurabilidad de las redes de significación. Marcelo Manucci ©2013 3 Thagard, Paul. La Mente. Introducción a las ciencias cognitivas. Katz Editores. Buenos Aires, 2008. P.236 4 La neurofisiología de lo cotidiano - Marcelo Manucci ©2013