Download Pequeños chips con un gran potencial: nuevas

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
IP/09/740
Bruselas, 12 de mayo de 2009
Pequeños chips con un gran potencial: nuevas
recomendaciones de la UE para que los códigos de
barras del siglo XXI respeten la intimidad
Los europeos deben ser capaces de controlar los microprocesadores
inteligentes —un mercado mundial cuyo tamaño se prevé que se
quintuplicará en la próxima década— y, al mismo tiempo, de utilizarlos con
facilidad para simplificar su vida cotidiana. Hay ya más de 6 000 millones de
microprocesadores inteligentes, dispositivos microelectrónicos que pueden
integrarse en diversos objetos de uso cotidiano, desde frigoríficos hasta
abonos de transporte. Gracias a su tecnología de identificación por
radiofrecuencias (RFID), pueden procesar datos automáticamente al
acercarlos a «lectores» que los activan, captan su señal radioeléctrica e
intercambian datos con ellos. Están en las tarjetas de identificación que
utilizamos para entrar a nuestra oficina y en las que utilizamos para pagar el
peaje en las autopistas. La Comisión Europea ha adoptado hoy una serie de
recomendaciones destinadas a garantizar que todos los que participan en el
diseño o la puesta en funcionamiento de tecnologías que utilizan
microprocesadores inteligentes respetan el derecho fundamental de las
personas a la intimidad y la protección de datos, contenido en la Carta de los
Derechos Fundamentales de la Unión Europea proclamada el 14 de
diciembre de 2007.
«Los microprocesadores inteligentes, una prometedora tecnología para el futuro,
pueden simplificarnos la vida de muy diversas maneras. Estamos hablando de
objetos cotidianos que de repente van a volverse inteligentes al ser conectados a
una red e intercambiar información. Imagínense un frigorífico inteligente que le
informe de que la leche ha pasado la fecha de caducidad o envases inteligentes
para alimentos que adviertan a los padres de posibles alergias», ha dicho Viviane
Reding, Comisaria de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación de la
UE. «La utilización de microprocesadores inteligentes que permitan la comunicación
entre objetos tiene un claro potencial económico. Ahora bien, la nueva tecnología no
debe coger desprevenidos a los europeos, y ése es el motivo por el que la Comisión
ha publicado hoy firmes recomendaciones dirigidas a la industria. Los consumidores
europeos deben tener la seguridad de que cuando se trate de sus datos personales,
su intimidad será inexpugnable aunque cambie el entorno tecnológico. Por
consiguiente, la Comisión quiere que la tecnología RFID permita a los consumidores
controlar la protección de sus datos, y esa será la mejor manera de garantizar su
éxito económico. No hay que olvidar que la cuota de mercado europea en el
mercado mundial de los microprocesadores inteligentes llegará al 35 % en los
próximos ocho años.»
Los microprocesadores inteligentes, o etiquetas de RFID, pueden tener, y de hecho
tienen ya, una enorme repercusión en las actividades empresariales, los servicios
públicos y los productos de consumo, desde una mayor eficacia del reciclaje y la
asistencia sanitaria hasta una disminución del tiempo que se tarda en los peajes o
en la recogida del equipaje en los aeropuertos. Con el propósito de que Europa esté
preparada para estos cambios, la Comisión ha expuesto hoy los siguientes
principios para proteger la intimidad y los datos cuando se utilicen estas tecnologías:
- Los consumidores deben poder controlar si los productos que compran en las
tiendas utilizan o no microprocesadores inteligentes. Cuando compren
productos que contengan microprocesadores, éstos deberán ser desactivados
de manera automática, inmediata y gratuita en el punto de venta, a menos que
el consumidor pida explícitamente que se mantenga operativo el
microprocesador. Pueden hacerse excepciones para evitar cargas innecesarias
a los minoristas, por ejemplo, pero sólo después de que se haya evaluado la
repercusión del chip en la intimidad.
- Las empresas o los organismos públicos que utilicen microprocesadores
inteligentes deben dar a los consumidores información clara y sencilla para que
comprendan si serán utilizados sus datos, el tipo de datos que serán recogidos
(como nombre, dirección o fecha e nacimiento) y con qué fin. Deben
proporcionar también un etiquetado claro que identifique los dispositivos que
«leen» la información almacenada en los microprocesadores inteligentes, así
como un punto de contacto al que puedan dirigirse los ciudadanos para obtener
más información.
- Las asociaciones y organizaciones de comercio minorista deben facilitar que los
consumidores reconozcan los productos que contienen microprocesadores
inteligentes mediante un signo europeo común que indique si en un producto se
está utilizando uno de estos microprocesadores.
- Las empresas y los organismos públicos deben realizar evaluaciones de las
consecuencias para la protección de datos y la intimidad antes de utilizar
microprocesadores inteligentes. Estas evaluaciones, supervisadas por las
autoridades nacionales de protección de datos, deben garantizar que los datos
personales están seguros y bien protegidos.
En 2008 se vendieron en todo el mundo 2 200 millones de etiquetas de RFID, como
las que se utilizan en las cabinas de peaje o para identificar contenedores de
transporte; aproximadamente un tercio de ellas se vendió en Europa. Se calcula que
el valor del mercado mundial de las etiquetas de RFID fue de 4 000 millones de
euros en 2008 y que crecerá hasta alcanzar los 20 000 millones de euros para 2018.
2
Información general:
En 2006, la Comisión Europea puso en marcha una consulta pública (IP/06/289)
sobre el desarrollo y el uso de microprocesadores inteligentes (o tecnologías de
identificación por radiofrecuencias). Basándose en la información obtenida, adoptó
posteriormente una Comunicación, en marzo de 2007 (IP/07/332), en la que se
explicaba que los ciudadanos esperaban que se adoptaran más medidas en materia
de protección de la intimidad y de los datos. La Recomendación que hoy se
presenta, elaborada en consulta con todas las partes interesadas, tanto de la
industria que ofrece esta tecnología como de las industrias usuarias, organismos de
normalización, organizaciones de consumidores, grupos de la sociedad civil y
sindicatos, responde a estas expectativas y trata de crear condiciones de igualdad
para la industria europea, respetando al mismo tiempo la intimidad de las personas.
Los Estados miembros tienen ahora dos años para informar a la Comisión de las
medidas que prevén adoptar a fin de realizar los objetivos de la Recomendación.
Dentro de tres años, la Comisión informará sobre la aplicación de la
Recomendación, incluyendo un análisis de su repercusión en las empresas y los
organismos públicos que utilizan microprocesadores inteligentes, así como en los
ciudadanos.
La Recomendación puede consultarse en la siguiente dirección:
http://ec.europa.eu/information_society/policy/rfid/index_en.htm
MEMO/09/232
3