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Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Miquel Vidal i Millan Publicado por Matxingune taldea en 2014 Tabla de contenidos Albania ........................................................................................................................ 2 Alsacia-Lorena .............................................................................................................. 2 Armenia ....................................................................................................................... 3 Cataluña ....................................................................................................................... 3 Chequia ....................................................................................................................... 4 Creta ........................................................................................................................... 4 Croacia ........................................................................................................................ 5 Epiro ........................................................................................................................... 5 Eslovaquia .................................................................................................................... 6 Eslovenia ..................................................................................................................... 6 Euskalherria .................................................................................................................. 6 Finlandia ...................................................................................................................... 7 Flandes ........................................................................................................................ 7 Hungría ........................................................................................................................ 7 Irlanda ......................................................................................................................... 8 Kosovo ........................................................................................................................ 9 Lituania ....................................................................................................................... 9 Macedonia .................................................................................................................. 10 Polonia ....................................................................................................................... 10 Schleswig ................................................................................................................... 11 Transilvania ................................................................................................................ 11 Trieste y el Trentino ..................................................................................................... 11 Ucrania ...................................................................................................................... 12 Conclusión .................................................................................................................. 12 Hace poco más de un siglo, Antoni Rovira i Virgili publicó un libro titulado Història dels moviments nacionalistes (Societat Catalana d'Edicions, Barcelona 1912), en el que analizó veintitrés conflictos nacionales que bullían por aquel entonces en Europa. No se trata aquí de hacer en modo alguno una crítica del libro, que es obra de un historiador clásico de la izquierda burguesa de la época (fue fundador de Acció Catalana Republicana, diputado de Esquerra Republicana de Catalunya, vicepresidente del parlamento catalán durante la guerra y presidente del mismo en el exilio), sino más bien de tomarlo como pretexto para echar una ojeada a los movimientos que describe, ver cómo han ido evolucionando en estos últimos cien años y, sobre todo, ser muy conscientes de que el derecho a la autodeterminación, al contrario de lo que quieren hacernos creer los dirigentes de los actuales Estados, sí que se aplica a Europa (fue enunciado al final de la primera guerra mundial por Lenin y Wilson, pensando en los imperios zarista y austro-húngaro, respectivamente; se aplicó en los casos que vamos a ver, se ha aplicado a la unificación de Alemania y se aplicará en los casos que aún quedan pendientes). 1 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Albania Desde el siglo XV, los albaneses formaban parte del imperio otomano, aunque desde sus bases en las montañas resistían a los ejércitos del sultán. En 1770 estalló una importante revuelta, y entre 1807 y 1822 conocieron una gran autonomía en la práctica, al estar las fuerzas armadas otomanas debilitadas por su esfuerzo en las guerras napoleónicas. En 1870 se creó un periódico y una editorial en albanés, que pronto fueron prohibidos. Los albaneses recibieron otro duro golpe, esta vez por parte de las potencias europeas, que, en el congreso de Berlín de 1878, atribuyeron a Montenegro y Serbia territorios del norte de Albania que habían conseguido liberarse de la «Sublime Puerta». En 1908, la política asimilacionista de los Jóvenes Turcos provocó gran malestar en Albania. Un alfabeto latino especialmente concebido para el idioma albanés fue prohibido (ironía de la historia, veinte años después, el alfabeto latino sería obligatorio en toda Turquía tras las reformas de Mustafá Kemal). Se sucedieron varios levantamientos armados, que culminarían en la gran insurrección de 1910, que obligó a los turcos a desplazar a Albania un ejército de cuarenta mil hombres. En 1911, el gobierno turco llamó a filas a los reservistas albaneses con la intención de llevarles a sofocar la revuelta que había estallado en Yemen. Miles de jóvenes albaneses cruzaron la frontera de Montenegro; allí se procuraron armas y municiones y volvieron a su tierra para combatir por la libertad de Albania. Al mismo tiempo se reunía en Sofía (Bulgaria) el Congreso Nacional Albanés, al que enviaron delegados todos los distritos de Albania. Evolución posterior. Tras la derrota otomana en la primera guerra balcánica, Albania proclamó unilateralmente su independencia el 28 de noviembre de 1912. En abril de 1939 fue ocupada por Italia; los partisanos la liberaron completamente en noviembre de 1944 y proclamaron la república democrática. Alsacia-Lorena Alsacia pasó a formar parte de Francia en 1648; Lorena, en 1776. Alsacianos y loreneses partidarios de la Revolución participaron en los combates en defensa de la República (Estrasburgo fue la primera localidad en la que se cantó La Marsellesa): este compromiso reforzó su solidaridad hacia Francia. En 1877, Pi i Margall1 se preguntaba en su obra Las Nacionalidades: «¿Qué criterio es el que ha de prevalecer aquí? Alsacia y Lorena eran ya francesas por más que no lo fuesen ni su historia ni su lengua. Vivían bajo la legislación y el régimen político de Francia; y por Francia habían peleado heroicamente en las guerras de la República y el Imperio. Estaban ya identificados con ella cien veces más que los bretones». Así pues, cuando Bismarck anexionó Alsacia y parte de la Lorena a Alemania, pudo observar la desafección de sus habitantes. En efecto, más de la tercera parte de los mismos decidió huir de su tierra, y muchos miles solicitaron conservar la nacionalidad francesa. Al ver a la mayoría en su contra, los alemanes jugaron con la carta que tenían a su favor: étnicamente, los alsacianos eran más alemanes que franceses (su lengua es una variante del alto alemán, cercana al alemán de Suiza), así como la mayoría de habitantes del norte de Lorena (Lorena es mayoritariamente francófona, pero Alemania solo anexionó la parte septentrional, en la que vivía una importante población que hablaba fráncico, la misma lengua germánica que se habla en Luxemburgo). Así, los alemanes alegaron que no estaban «desnaturalizando» esas tierras, sino que iban a «devolverles su carácter original». Rovira i Virgili afirma que se estaba creando una nueva nación, francesa en lo sociopolítico y alemana en lo cultural. Este sentimiento germánico aumentó al llegar población inmigrante de origen prusiano (inmigración que el imperio alemán había fomentado para rellenar el vacío dejado por los alsacianos 1 Francesc Pi i Margall (1824-1901) fue un abogado catalán que realizó su carrera política en Madrid y militó en el Partido Democrático. De ideas republicanas, en 1864 tuvo que exiliarse a París, donde estudió la obra de Proudhon. Con la Revolución de 1868 regresó a Madrid y creó el Partido Republicano Democrático Federal, cuya influencia estuvo bastante limitada a los territorios de lengua catalana. Ideólogo de la revolución democrático-burguesa, en febrero y marzo de 1873 desaconsejó la proclamación de la República Catalana propugnada por los revolucionarios de la AIT. Fue presidente de la Primera República Española del 11 de junio al 17 de julio de 1873. Tras la liquidación de la República por los militares, se apartó de la política hasta 1886; cuando volvió a ser elegido diputado se opuso a la guerra de Cuba y propugnó la independencia de las colonias de ultramar. 2 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa y loreneses emigrados). En 1891 se fundó el Partido Socialista de Alsacia y Lorena, que obtuvo la mayoría en varios municipios, en los que introdujo el francés en la escuela primaria; Berlín vetó la medida, pero ofreció a cambio permitir su uso voluntario, con ciertas restricciones. En 1909 empezó a hablarse de una posible autonomía, y las negociaciones culminaron en 1911, con la proclamación de una constitución de Alsacia-Lorena, muy por debajo de las expectativas de los autonomistas, pero que introdujo algún progreso claro, como la creación de una asamblea elegida por sufragio universal, lo que permitió al partido socialista convertirse en la segunda fuerza política. Evolución posterior. La derrota alemana en la primera guerra mundial puso Alsacia y el norte de Lorena bajo el control de la República Francesa. Esto solo se interrumpió durante la segunda guerra mundial, cuando volvieron a Alemania entre junio de 1940 y noviembre de 1944. Desde 1992, Francia permite la enseñanza del alsaciano y del fráncico. Armenia A comienzos del siglo XIX, Armenia estaba repartida entre Turquía, Persia y Georgia. La anexión de Georgia por el imperio zarista en 1802 y la victoria rusa sobre Persia en 1827 hicieron que desde entonces Armenia solo dependiera de Turquía y Rusia. A finales de siglo hubo varias matanzas de armenios en la zona sometida al imperio otomano, que culminarían en los terribles genocidios de principios del siglo XX. Evolución posterior. El peor acto de genocidio tuvo lugar entre 1915 y 1916 y provocó entre un millón y un millón y medio de muertos. Tras la derrota otomana en la primera guerra mundial, el Tratado de Sèvres preveía en 1920 la creación de un Estado armenio independiente, pero la posterior contraofensiva turca llevó a anular dicho tratado, que fue sustituido por el de Lausana en 1923, en virtud del cual Armenia quedaba en manos de la República de Turquía. La parte rusa pasó a constituir el 29 de noviembre de 1920 la República Soviética de Armenia (que de 1922 a 1936 estuvo integrada en la Répública Socialista Federativa Soviética de Transcaucasia). Dentro del proceso de disolución de la URSS, Armenia eligió la independencia el 21 de septiembre de 1991. Cataluña En la revuelta de 1640, conocida como guerra dels Segadors, los sublevados mataron al virrey y proclamaron la república. Tras doce años de guerra se llegó a un acuerdo con el monarca a cambio de la amnistía general y el reconocimiento de las instituciones catalanas. Éstas durarían hasta el siglo XVIII, cuando fueron suprimidas por la monarquía borbónica tras la cruenta guerra de sucesión. La represión fue brutal (incluso se prohibieron los cuchillos con punta, y todo instrumento cortante debía estar sujeto a las mesas con cadenas, para que no pudieran utilizarse como armas). Durante los siguientes cien años, no solo la alta burguesía abandonó la lengua catalana, sino que la mayoría de intelectuales y escritores la dieron por muerta, aunque seguía viva entre el pueblo. Napoleón, tras colocar en el trono de España a su hermano, consideró que Cataluña constituía una entidad suficientemente diferenciada como para separarla del reino de José I e incorporarla al Imperio. Su derrota posterior ante las monarquías absolutas de la vieja Europa impidió la continuidad de esa experiencia, que tuvo una vida efímera. En 1859 se restablecieron los juegos florales y, a finales del siglo XIX, no solo había renacido la poesía catalana, sino que también existía un teatro catalán, una música catalana e incluso un periodismo catalán. Del movimiento cultural se pasaría al político: la agitación social y política culminaría con el fin de la monarquía. La izquierda proclamó la república catalana en 1873, pero el federalista Pi i Margall la hizo fracasar, lo que marcó la escisión entre el republicanismo federal y el independentismo1. En 1882 se funda el Centro Catalán (entiéndase «centro» no como equidistancia entre derecha e izquierda, sino como «lugar de reunión»), que dirigió un memorial de agravios a Alfonso XII. En 1898, el regeneracionista Polavieja ofreció reformas descentralizadoras. La derecha catalana se mostró entusiasta, pero la izquierda advirtió del enorme cinismo de un militar capaz de presentarse como autonomista tras haber estado masacrando patriotas filipinos y habiendo mandado fusilar al líder de estos, el doctor Rizal. Polavieja prometió varios avances (como la provincia única o el concierto 3 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa económico) y ello atrajo a los catalanistas más cándidos. En 1901, elementos burgueses crearon la Liga Regionalista, que en las elecciones municipales de ese año se impondría en Barcelona y que en las siguientes barrió a los partidos españoles de la mayoría de consistorios catalanes. Esa victoria de 1905 fue la que desencadenó el asalto y destrucción de imprentas catalanas y redacciones de periódicos por parte de miembros del ejército español. El gobierno remató la faena cerrando publicaciones, encarcelando periodistas y suprimiendo las garantías constitucionales. En 1912, las diputaciones de Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona solicitaron la constitución de una «mancomunidad» que pudiera tratar los asuntos generales de Cataluña. Evolución posterior. La Mancomunidad vio la luz en 1914 pero sería disuelta en 1925 por la dictadura española. En 1922 se había fundado Estat Català, partido independentista que en 1925 organizó un grupo militar, la Bandera Negra, que protagonizó un atentado fallido contra Alfonso XIII e intentó movilizar un cuerpo de voluntarios independentistas armados en Cataluña Norte. Tras la caída de la dictadura, muchos elementos de Estat Català auspiciaron la creación de Esquerra Republicana de Catalunya, que ganaría las elecciones de 1931, tras las cuales Francesc Macià proclamó la República Catalana, que, al cabo de unos días de negociaciones con enviados del gobierno republicano español, se convirtió en «Generalitat de Catalunya». Esta siguió las vicisitudes de la república española: el final de la guerra y el triunfo del fascismo llevaron a la supresión de la autonomía y al fusilamiento del presidente catalán, Lluís Companys. La autonomía no volvería hasta cuarenta años después, aplicada por separado a las «comunidades» balear, catalana y valenciana. El independentismo conoció un auge muy importante en el siglo XXI, movilizando a millones de ciudadanos. Chequia Desde la edad media había muchos alemanes que fueron asentándose en Bohemia y Moravia, hasta el punto de que el alemán se convirtió en único idioma oficial hasta el siglo XV. Como parte del imperio austriaco, las clases dominantes dejaron el checo por el alemán; en 1774, la única lengua de la enseñanza superior era el alemán, y en el siglo XIX el idioma checo parecía al borde de la desaparición. Los checos participaron con entusiasmo en la «primavera de los pueblos» de 1848, que expulsó a Metternich e hizo vacilar el trono de los Habsburgo. El nuevo gobierno austriaco tuvo que reconocer la igualdad del idioma checo y el alemán; ese mismo año se celebró una asamblea de todos los partidos eslavos del imperio; en sus conclusiones, pedían la reorganización de Austria como Estado federal. El emperador se opuso y Praga fue bombardeada. Oprimidos pero no vencidos, los checos desplegaron una resistencia cultural, dirigida sobre todo a salvar la lengua. En 1881 crearon su teatro nacional, y en 1882 consiguieron abrir una universidad checa. Los comunistas (denominados en la época socialdemócratas) celebraron un congreso en Brno, la capital de Moravia, en el que aprobaron un programa que preconizaba la conversión del imperio austro-húngaro en Estado democrático federal. En 1903, los checos consideraron que podían pasar a una etapa superior y constituyeron el Consejo Nacional Checo, en el que participaron todos los partidos políticos. Evolución posterior. Tras la caída del imperio austro-húngaro, Bohemia, Moravia y Eslovaquia se unieron en una República Checoslovaca independiente. El 1 de enero de 1993, Bohemia y Moravia, bajo la denominación oficial de República Checa, alcanzaban la plena independencia. Creta Bajo dominio otomano, la revuelta de 1866 logró arrancar a la «Sublime Puerta» la igualdad de derechos entre musulmanes y católicos y la cooficialidad entre el turco y el griego. En 1878, Creta obtuvo la autonomía, pero las clases dominantes promovieron varios desórdenes en 1899 y consiguieron que el sultán la aboliera. Vista la inutilidad del régimen autonómico, la lucha armada empezó en 1895: las partidas cretenses derrotaron al ejército otomano en las montañas, pero este respondía con sangrientas represalias en la zona del litoral. El miedo a un triunfo de la insurrección llevó a las grandes potencias a tomar cartas en el asunto, y en 1897 desembarcaron en la isla guarniciones alemanas, austro-húngaras, francesas, inglesas, italianas y rusas que instauraron un protectorado de hecho. 4 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Pero la aspiración de los cretenses era la de unirse en un solo Estado con todos los demás griegos. En 1905 estalló una nueva insurrección, que duró varios meses y finalizó en un pacto con las potencias ocupantes (entrega de las armas contra amnistía general) que les llevó a abandonar progresivamente la isla. La unión de Creta con Grecia estaba más cerca que nunca, pero en 1908 tomaron el poder en Estambul los Jóvenes Turcos, que hicieron valer la todavía vigente soberanía nominal turca sobre la isla para excluir toda posibilidad de unión con Grecia. Evolución posterior. Las guerras balcánicas marcaron el fin definitivo del poder otomano en Europa; el 14 de diciembre de 1913, Creta fue oficialmente incorporada a Grecia. Croacia La nación serbocroata recibió un golpe mortal ya en el siglo XI, cuando unas disputas meramente religiosas separaron a los serbocroatas occidentales de los orientales. En efecto, los primeros juraron fidelidad al pontífice romano, mientras que los segundos abrazaban la ortodoxia. Esto les llevó incluso a adoptar dos alfabetos distintos: el latino en occidente y el cirílico en oriente: una misma lengua presentaba un aspecto muy diferente si era escrita por unos u otros. En 1526, el archiduque de Austria pasó a ser rey de Hungría, Bohemia y Croacia; dentro del imperio plurinacional de los Habsburgo, Croacia gozó de una autonomía relativa hasta 1775, año en el que la emperatriz convirtió a toda Croacia, salvo la costa dálmata, en una simple provincia húngara. En 1809, Croacia pasó a formar parte de las Provincias Ilirias, creadas por Napoleón. Tras la victoria de la Santa Alianza, muchos croatas llamaron «ilírico» a su movimiento nacional, lo que llevó al gobierno imperial a prohibir ese término y a imponer el húngaro como idioma oficial. Tras la derrota del imperio ante Prusia (1866), Croacia pasó a ser un peón entre quienes se disputaban la hegemonía del viejo imperio: los austriacos y los húngaros. Estos últimos les prometieron apoyar las pretensiones autonomistas que les presentara el parlamento croata, pero diseñaron un sistema electoral que redujo al mínimo la representación de los autonomistas. Así, el estatuto de 1868 no fue otra cosa que una mera descentralización administrativa; en 1873 fue ligeramente modificado ante la presión de los autonomistas. Estos lanzaron entonces la consigna del «trialismo», para que los eslavos del imperio dual tuvieran el mismo peso que los austriacos y los húngaros. Lamentablemente, las cuestiones religiosas que enfrentaban a los eslavos entre sí fueron una baza que supieron jugar las autoridades imperiales. A pesar de todo, logró constituirse una coalición croatoserbia que en 1908 logró la mayoría absoluta en el parlamento de Zagreb; ese Parlamento fue rápidamente disuelto, así como la universidad. De hecho, los sucesivos parlamentos croatas fueron disueltos uno tras otro por decreto (el motivo aducido en enero de 1912 era que «la composición del parlamento no permitía esperar que realizase su labor»). Evolución posterior. Tras la primera guerra mundial, los croatas entraron a formar parte de la unión que se llamaría Yugoslavia. Durante la segunda guerra mundial se creó un Estado croata fascista, que tuvo que ceder la mayor parte de la costa adriática a la Italia de Mussolini. Tras la segunda guerra mundial se constituyó la República Popular de Croacia dentro de la nueva federación yugoslava. En 1963 pasó a denominarse República Socialista de Croacia. El 25 de junio de 1991, dentro del proceso de disolución de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, Croacia declaró unilateralmente su independencia. Serbia se opuso y le declaró la guerra: es terrible ver como unas querellas religiosas viejas de mil años podían seguir suscitando tal animosidad entre gentes de la misma nación, que hablan una misma lengua (luego ocurriría algo parecido en Bosnia, cuyos habitantes también son serbocroatas, en su mayoría de religión musulmana). El 22 de mayo de 1992, Croacia y BosniaHerzegovina pasarán a formar parte de las Naciones Unidas. Epiro La Grecia que logró la independencia en 1830 era mucho menor que la de hoy en día: los griegos consiguieron llegar a sus fronteras actuales gracias a las sucesivas derrotas del imperio otomano en las guerras balcánicas; en el fondo, su deseo (lo que se llamó «la Gran Idea») era apoderarse por completo 5 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa de la totalidad del Epiro, de Macedonia y de Tracia, además de la costa jónica de Turquía y crear un poderoso Estado que recuperaría la capital del imperio bizantino, Constantinopla. Evolución posterior. Cuando Grecia pretendió anexionarse el Epiro en 1913 chocó con la oposición de Austria e Italia. Al principio, Francia defendió la posición griega, pero la empujó hacia la neutralidad la descarada germanofilia del rey Constantino I (no en vano era hijo de un príncipe danés, pues su padre había nacido Guillermo de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, antes de convertirse en Jorge I de Grecia). Así, el norte del Epiro fue incorporado a Albania. Eslovaquia Eslovaquia estaba sometida a los Habsburgo desde el siglo XVI. El compromiso de 1867 (Ausgleich), que convirtió el imperio en una monarquía dual, dejó a los eslovacos en la parte controlada por la monarquía húngara, y pronto comprendieron que los derechos de los pueblos, que Hungría había esgrimido frente a Austria, no iban a serles respetados por los nuevos amos. El gobierno húngaro sometió la producción literaria eslovaca a una censura estricta; incluso hubo poetas encarcelados y sacerdotes deportados. En 1907, los habitantes de #ernová se negaron a abrir la nueva iglesia hasta que no pudiera regresar al pueblo su párroco represaliado. El gobierno envió a #ernová a un obispo húngaro, rodeado de policías armados, para que inaugurara la iglesia. Cuando la gente del pueblo formó una cadena humana para impedirlo, los guardias húngaros dispararon y provocaron quince muertos y muchos heridos, a quienes incluso se les negó la admisión en los hospitales. Para mostrar que los regímenes opresores actuales no han innovado gran cosa, recordemos que en la Eslovaquia sometida ya se perseguía a quienes iban a recibir a los presos políticos que salían de la cárcel, y que se consideraban «actos de rebeldía» los homenajes que los eslovacos rendían a sus combatientes asesinados. Evolución posterior. Tras la caída del imperio austro-húngaro, Bohemia, Moravia y Eslovaquia se unieron en una República Checoslovaca independiente. El 1 de enero de 1993, Eslovaquia alcanzó la plena independencia. Eslovenia Sometida a los Habsburgo desde el siglo XIII, Eslovenia formaba parte del imperio austro-húngaro, del que solo pudo liberarse temporalmente en 1809, cuando Napoleón creó las Provincias Ilirias. En 1815, la Santa Alianza devolvió los eslovenos a Austria-Hungría, donde los militantes autonomistas lanzaron la consigna del «trialismo», es decir: en lugar de un imperio austro-húngaro, uno que fuese austro-húngaro-eslavo. Evolución posterior. Tras la primera guerra mundial, los eslovenos se unieron con los serbocroatas para formar lo que sería Yugoslavia. Durante la segunda guerra mundial, Eslovenia fue repartida entre sus tres vecinos fascistas: Alemania, Italia y Hungría. Derrotados estos por la resistencia comunista, Eslovenia pasó a ser una de las seis repúblicas de la nueva Yugoslavia. El 25 de junio de 1991, dentro del proceso de disolución de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, Eslovenia accedió a la plena independencia. Euskalherria No voy a caer en la pretensión de querer explicar la historia de Euskalherria en una publicación con una mayoría de lectores vascos. En su libro, Rovira i Virgili cita la obra de Arana y destaca la aparición de la izquierda abertzale en 1911, que suprimió de sus principios el lema Jaungoikoa eta Legezaharra y lo sustituyó por Aberri ta Askatasuna. Evolución posterior. La dictadura de Primo de Rivera clausuró las sedes del EAJ/PNV y prohibió su prensa. En 1930, el ala izquierda del partido se escindió y fundó EAE/ANV. En 1936, Agirre presidirá el gobierno vasco, que la ofensiva fascista llevará al exilio al año siguiente. Durante la dictadura 6 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa franquista se crea ETA, que se convertirá en la referencia del nuevo movimiento abertzale. En 1979, el Estado español accedió a dar una autonomía separada a la Comunidad Foral de Navarra (CFN) y la Comunidad Autonómica Vasca (CAV). Finlandia Ocupada por el ejército sueco en el siglo XII, Finlandia fue una provincia de Suecia durante siete siglos, hasta que en 1808 fue invadida por los rusos. Al año siguiente, el zar Alejandro I se proclamó gran duque de Finlandia y otorgó a los finlandeses una amplia autonomía, que pudieron disfrutar durante un siglo. En efecto, porque Nicolás II veía las cosas de otra manera; apoyado por la poderosa iglesia ortodoxa, que no podía tolerar la existencia de una floreciente nación protestante a las puertas de San Petersburgo, exigió que el ejército finlandés sirviera en territorio ruso, lo que era contrario a la Constitución finlandesa de 1809. El parlamento finlandés rechazó esa pretensión y el zar abolió la autonomía en 1899. Nicolás II nombró gobernador general de Finlandia a un general, que sería ejecutado por la resistencia en 1904. Los acontecimientos se precipitaron: el ejército zarista caía derrotado frente a Japón y en todo el imperio se preparaba la insurrección, que en octubre de 1905 estalló en Finlandia; tras ocho días de huelga general, el zar cedió y restableció la Constitución de 1809. Empujados por los comunistas (o socialdemócratas, como entonces se llamaban), los diputados finlandeses establecieron nuevas normas de funcionamiento, como el sufragio universal ampliado a las mujeres, que hizo que de las elecciones siguientes surgieran diecinueve diputadas, caso inaudito en 1907, y no solo en los dominios del zar (en el Estado español no hubo ninguna diputada hasta las primeras elecciones de la II República, y solo fueron tres). Pero el triunfo finlandés se debía a la delicada situación momentánea de Nicolás II. En 1910, hecha la paz con Japón y sofocada la revolución en Rusia, el zar dictó una nueva ley contra la autonomía de Finlandia. Evolución posterior. La caída del zarismo hizo que Finlandia fuera plenamente independiente el 16 de mayo de 1918 (independencia ya reconocida el 3 de marzo por el Tratado de Brest-Litovsk entre los bolcheviques y los beligerantes del frente oriental). Flandes Bélgica nació de la intervención de Luis Felipe de Francia en apoyo de una rebelión popular contra Guillermo de Orange. Fue así como un territorio constituido por un 60% de flamencos (de lengua neerlandesa) y un 40% de valones (de lengua francesa) nacía bajo la hegemonía política y cultural del grupo étnico minoritario. Evolución posterior. Esa contradicción entre la fuerza dominante y la mayoría fue motivo de gran inestabilidad, pues en un sistema formalmente democrático una minoría solo puede imponerse mediante un sistema de apartheid (lo que sucede en situaciones coloniales o paracoloniales, como en Israel), y eso hizo que tanto la mayoría subyugada flamenca como la minoría dominante valona terminasen por aceptar una solución federal, que parece que ya no da más de sí. El ascenso irresistible del independentismo flamenco a cada convocatoria de elecciones bloqueó durante veinte meses la formación de gobierno en Bélgica (de abril de 2010 a diciembre de 2011), y parece muy difícil que puedan seguir escamoteándose los derechos del grupo mayoritario, que proclama abiertamente su voluntad de independencia. Hungría Sometidos a los Habsburgo, los húngaros participaron activamente en la «primavera de los pueblos» de 1848 y lograron que el propio imperio pasase a ser una monarquía dual (austro-húngara) en 1867, aprovechándose de la debilidad del emperador austriaco, vencido en Sadowa por los alemanes. El río Leita separaba ambos reinos, por lo que la parte austriaca se conocía como Cisleitania, y la húngara, como Transleitania. 7 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Gracias a ese pacto, Hungría gozó de una amplísima autonomía, pero había militantes independentistas que aspiraban a la ruptura definitiva con el imperio. Las elecciones de 1905 dieron la victoria a una amplia coalición de partidos independentistas, pero los ministros del emperador supieron aprovecharse de sus contradicciones de clase para dividirlos: la propuesta del gobierno de instaurar el sufragio universal, inaceptable para la oligarquía terrateniente y la iglesia católica, fragmentó la coalición a finales de 1909. Evolución posterior. El 30 de octubre de 1918, los consejos de obreros y soldados toman Budapest en la llamada «revolución de los crisantemos». El 16 de noviembre proclaman la República Popular Húngara, que el 21 de marzo del año siguiente se convirtió en República Soviética, que fue atacada por los ejércitos checoslovaco y rumano, temerosos del ejemplo que podía mostrar a toda Europa central, y sobre todo a los húngaros de Eslovaquia y Transilvania. El gobierno obrero cayó, pero la independencia de Hungría ya no corría peligro. Irlanda Tras la victoria de la insurrección de las colonias de Norteamérica sobre el imperio británico, estalló una revuelta en Irlanda: en 1782, los batallones de voluntarios llegaron a constituir una fuerza de sesenta mil hombres armados; Inglaterra consintió en dejar de tener a Irlanda como colonia, y la isla solo quedó ligada por la corona (era el «reino unido» de Gran Bretaña e Irlanda). Pero los gobernadores ingleses seguían desarrollando una política agresiva y asimilacionista. En 1798 estalló una gran revuelta irlandesa, que solicitó la ayuda de la República Francesa, que llegó a enviar un cuerpo expedicionario a la isla. Pero la supremacía naval inglesa llevó pronto al aislamiento de los insurgentes. Con la derrota de estos, el parlamento irlandés sería suprimido en 1800, en una vergonzosa campaña de compra de votos, chantajes y falsas promesas. En esas condiciones llegó la catástrofe: la gran hambruna de 1843, que provocó la muerte de más de setecientos mil niños. Centenares de miles de irlandeses emigraron a los Estados Unidos. Irlanda también participó en la «primavera de los pueblos» de 1848, cuando una pequeña organización llamada Joven Irlanda lanzó una rebelión contra la policía que obligó a Inglaterra a mandar grandes refuerzos. La rebelión fue sofocada y sus dirigentes deportados a Tasmania, pero su esfuerzo no había sido vano, pues de ahí nacerían varios movimientos independentistas que acabarían confluyendo en la Hermandad Republicana Irlandesa. Los fenianos (cuyo nombre procede del irlandés fianna, plural de fian, que significa «guerrero»), constituyeron un movimiento revolucionario que se distinguió por sus acciones atrevidas, como el asalto al castillo de Mumhan o, en la propia Inglaterra, la voladura de la cárcel de Clerkenwell y los ataques a la policía. El primer ministro liberal británico Gladstone intentó apaciguar a los irlandeses con un estatuto de autonomía (Home Rule), pero vio como muchos miembros de su propio partido se juntaban con los conservadores para hacer naufragar el proyecto: corría el año 1886. Glasdstone se vio obligado a dimitir, pero volvió a intentarlo ocho años después, con un proyecto que logró la aprobación de la Cámara de los Comunes, pero que fue rechazado por los Lores. En las elecciones británicas de 1910, hallándose los liberales con dificultades para formar una mayoría suficiente, pactaron con los diputados irlandeses; los conservadores dieron por hecho que tal acuerdo les perjudicaría ante la opinión pública inglesa e iniciaron una feroz campaña contra la autonomía. Para su gran sorpresa, se vieron arrollados por una unión de liberales, socialistas y nacionalistas irlandeses. Solo quedaba el mismo escollo que en 1894: la Cámara de los Lores. Fuertes de su victoria, esos partidos amenazaron a los lores con hacer que el rey nombrase quinientos nuevos lores a propuesta del gobierno; temiendo quedar en minoría, los viejos lores cedieron y aprobaron la Home Rule en 1912. Evolución posterior. En marzo de 1914, los unionistas del norte de Irlanda amenazaron con tomar las armas si se aplicaba la Home Rule. El gobierno se opuso, pero muchos militares británicos estacionados en Irlanda advirtieron que se negarían a combatir un alzamiento unionista y el rey se puso al lado de ese «pronunciamiento». Se congeló la Home Rule, y el Sinn Féin, heredero de la Hermandad Republicana, respondió con el Alzamiento de pascua de 1916. Las elecciones generales británicas de diciembre de 1918 dieron al Sinn Féin la mayoría en setenta distritos de Irlanda, pero sus diputados no ocuparon sus escaños, sino que proclamaron unilateralmente la República de Irlanda el 21 de enero de 1919. Ese mismo día empezaron a actuar los voluntarios del IRA (Ejército Republicano 8 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Irlandés). En abril hubo una huelga general en Limerick y al año siguiente los trabajadores del puerto de Dublín se negaron a descargar material militar británico. La policía británica se vio obligada a abandonar las regiones rurales, que quedaron en manos del IRA. El gobierno republicano, a finales de 1920, controlaba veintiuno de los treinta y dos condados. En marzo de 1921, el parlamento irlandés declaró oficialmente la guerra al imperio británico. El 6 de diciembre, un tratado anglo-irlandés, negociado entre el primer ministro Lloyd George (acompañado por Churchill y Chamberlain) y Michel Collins (ministro de Hacienda de la República de Irlanda y dirigente del IRA) establecía la división de la isla: el norte debería tener un estatuto distinto del sur. La mayoría de independentistas irlandeses se opuso a ese tratado. De Valera rompió con Collins y así empezó la guerra civil, que acabaría con la aceptación de la partición por De Valera, que en 1926 había abandonado el Sinn Féin. La guerra civil seguiría larvada en el norte, donde el IRA atacó repetidamente la nueva frontera intrairlandesa entre 1956 y 1962. En 1970, tanto el Sinn Féin como el IRA conocen una escisión entre «oficiales» y «provisionales». En 1974 se escindirá del Sinn Féin oficial el Partido Socialista Republicano Irlandés (que creará su organización armada, el INLA). El IRA provisional actuó con fuerza a partir de 1970 en defensa de los barrios católicos de Irlanda del Norte y atacó al ejército británico. En enero de 1972, este disparó contra una marcha pacífica y mató a catorce irlandeses (Bloody Sunday); en julio llegará la respuesta del IRA, cuando más de veinte bombas estallan en Belfast. Al año siguiente, el IRA golpea en Londres. En 1976, los británicos dejan de tratar a los presos del IRA y del INLA como prisioneros de guerra; estos se negarán a llevar el uniforme de los presos comunes, irán cubiertos solo con una manta y organizarán «huelgas de aseo». En 1981 la protesta culminará en las huelgas de hambre que llevarán a la muerte a Bobby Sands, otros cinco militantes del IRA y tres del INLA. En 1994, el IRA declara un alto el fuego que durará un año y medio. En 1997, tras la victoria laborista en Londres, otro alto el fuego acabará desembocando en los «Acuerdos del viernes santo», que refuerzan la autonomía del norte y prevén instancias de cooperación entre norte y sur. Algunos militantes opuestos al acuerdo seguirán la lucha con el nombre de IRA Auténtico. Kosovo Rovira i Virgili se refiere a Kosovo como «la Vieja Serbia», es decir, la región que los serbios consideran su patria original y que siguió bajo dominio otomano cuando Serbia alcanzó la independencia tras la insurrección de 1815. Evolución posterior. Tras la derrota otomana en la primera guerra mundial, Kosovo pasó a formar parte de Albania, y como el resto de Albania sufrió la anexión de la Italia fascista en abril de 1939. Los partisanos que expulsaron a los fascistas y a sus aliados nazis negociaron con los yugoslavos la cesión provisional de Kosovo a cambio de la promesa de que se celebraría un plebiscito. Al ser todos los partisanos de tendencia comunista, los albaneses confiaron en la palabra dada por Tito, pero este escamoteó la consulta a cambio de un estatuto de autonomía en el marco de Serbia. Esa autonomía sería revocada en 1989; entonces, los kosovares se rebelaron y proclamaron su independencia el 22 de septiembre de 1991, pero Yugoslavia no acató esa decisión y empezó una cruenta guerra en la que la OTAN tomó cartas en el asunto, llevando a cabo una campaña de bombardeos aéreos tanto sobre Kosovo como sobre Serbia en la que participaron más de mil aeronaves que realizaron cerca de cuarenta mil misiones de combate. Los bombardeos no cesaron hasta el fin de la guerra, en julio de 1999. Kosovo pasaba a ser una especie de protectorado de las Naciones Unidas. El 17 de febrero de 2008, el parlamento kosovar declaró unilateralmente la independencia. Lituania Menos conocido que el reparto de Polonia, es el que sufrió Lituania en 1795 dividió su territorio entre el imperio ruso y el reino de Prusia. Para agravar la situación, las clases dominantes lituanas estaban totalmente polaquizadas, y el lituano se había convertido en un idioma de campesinos (una «lengua de corderos», en palabras de un obispo polaco), que fue prohibido en la prensa, en la escuela y en la iglesia, lo que hacía peligrar la propia existencia de la nación lituana. Un millón de lituanos tiró la toalla y decidió tomar el camino de la emigración. Una primera recuperación se iniciaría en 1861, cuando se logró la abolición de la servidumbre, lo que hizo aumentar el nivel de vida de los campesinos, algunos de los cuales pudieron incluso dar estudios 9 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa a sus hijos. La falta de unificación del país también fue aprovechada: si el zar prohibía imprimir libros en alfabeto latino, los lituanos los llevaban a imprentas de la zona ocupada por Prusia. Así, a finales del siglo XIX hubo un floreciente renacimiento literario y patriótico. La revolución de 1905 obligó al zar a derogar la ley que prohibía el uso del alfabeto latino. Los lituanos lograron así que su lengua pudiera estar presente en la enseñanza primaria. En diciembre se reunió en Vilna una Asamblea Nacional Lituana que hizo que los ministros reformistas de Stolypin propusieran anteproyectos de autonomía. Evolución posterior. Durante la primera guerra mundial, Lituania estuvo ocupada por el ejército alemán. Con el fin de la guerra, Lituania logró la independencia el 16 de febrero de 1918, pero ese mismo año fue invadida por el ejército de la República de Polonia, que le arrebató buena parte de su territorio (incluida su capital, Vilna). En 1940, el ejército rojo entró en Lituania y proclamó la República Socialista Soviética de Lituania; esta duraría hasta la agresión nazi de junio de 1941, que ocupó Lituania y asesinó a decenas de miles de lituanos, muchos de ellos judíos. Tras la derrota nazi, Lituania volvió a constituirse en República Socialista en el seno de la Unión Soviética. En 1989, el nacionalismo lituano triunfó en las elecciones y proclamó la independencia el 11 de marzo de 1990. El fracaso de una intentona militar por parte de Gorbachov hizo que la Lituania independiente lograra el reconocimiento de la comunidad internacional. Macedonia Bajo dominio otomano desde el siglo XV, Macedonia debía pasar a formar parte de Bulgaria tras la guerra ruso-turca de 1877, pero las potencias de Europa central y occidental decidieron devolverla a la «Sublime Puerta». En 1902 estalló una insurrección nacionalista, pero poco podían hacer las milicias macedonias frente al todavía poderoso ejército del sultán. Además, Austria y Rusia aconsejaron a Bulgaria y Serbia que no apoyasen la revuelta macedonia. El acceso al poder de los Jóvenes Turcos en 1908 desencadenó una espiral de acción y represión en la que los atentados y las matanzas eran cada vez más importantes. Evolución posterior. En 1913 tuvo lugar un reparto de Macedonia entre Bulgaria, Grecia y Serbia. La derrota de Bulgaria en la primera guerra mundial le hizo perder casi toda su parte. Ante la pugna entre búlgaros y serbios para apropiarse del territorio (e incluso de la lengua, que ambas partes reivindicaban como dialecto de la suya), la Internacional Comunista zanjó la cuestión en 1934 afirmando claramente la existencia de una nación macedonia aparte. El sur de Macedonia, poblado mayoritariamente por griegos, forma parte de la República Helénica; el norte, en el que conviven eslavos y albaneses, fue parte del Reino de Yugoslavia y constituyó en 1946 la República Popular de Macedonia dentro de la nueva federación yugoslava. En 1963 pasó a denominarse República Socialista de Macedonia. El 8 de septiembre de 1991, dentro del proceso de disolución de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, Macedonia accedió a la independencia plena tras haber convocado un plebiscito en el que esta opción obtuvo el 95% de los votos. Polonia El territorio polaco fue menguando en el siglo XVIII, en beneficio de sus poderosos vecinos: Austria, Prusia y Rusia. En 1795 toda Polonia había sido borrada del mapa. Hubo varias insurrecciones armadas, las principales en 1830-1831 y en 1863-1864, sin olvidar la eliminación de varios aristócratas en un levantamiento del campesinado en 1846, la agitación polaca en la llamada «primavera de los pueblos» de 1848 o las grandes manifestaciones de Varsovia en 1861. Ningún gobierno europeo socorrió nunca a los combatientes polacos; cabe recordar la cínica frase del ministro francés de Asuntos Exteriores al anunciar ante el parlamento el aplastamiento por el ejército zarista de la insurrección de 1831: «El orden reina en Varsovia». Evolución posterior. La caída de los tres imperios ocupantes tras la primera guerra mundial hizo que naciera una Polonia plenamente independiente el 11 de noviembre de 1918 (independencia ya 10 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa reconocida el 3 de marzo por el Tratado de Brest-Litovsk entre los bolcheviques y los beligerantes del frente oriental). La segunda guerra mundial provocó una pérdida temporal de la independencia, hasta renacer en 1945 con una importante modificación de fronteras. Schleswig A principios del siglo XIX, el rey Cristián VII de Dinamarca proclamó la anexión forzosa a la corona de los ducados de Schleswig y Holstein, aunque solo el norte de Schleswig era étnicamente danés: el sur, así como todo Holstein, estaba poblado por alemanes. Cuando estalló la «primavera de los pueblos» de 1848, los alemanes de Schleswig y Holstein se rebelaron contra el rey Federico VII. El ejército prusiano acudió en apoyo de los insurgentes; cuando ya había ocupado los ducados, la presión de los imperios británico y ruso obligó a Prusia a retirarse a cambio de una vaga promesa de autonomía por parte de Dinamarca. A finales de 1863, un ejército de doce mil hombres volvió a ocupar los ducados en nombre de Prusia y los anexionó. En el tratado de paz de 1867, Napoleón III consiguió que ésta aceptara que, en el caso de que los habitantes del norte de Schleswig así lo decidieran, esa región fuera devuelta a Dinamarca. Evolución posterior. El plebiscito deseado por Napoleón III no tendría lugar hasta que el imperio alemán conociera la derrota en la primera guerra mundial. En 1920, los ciudadanos del norte de Schleswig pudieron manifestar libremente su voluntad de volver a formar parte de Dinamarca. El sur de Schleswig y todo Holstein seguirían perteneciendo a Alemania, en la que constituyen actualmente un Estado federado. Transilvania Vaivodato tributario de Hungría hasta 1526 y principado vasallo de la «Sublime Puerta» hasta 1699, Transilvania fue a partir de esa fecha un archiducado del imperio austriaco. El compromiso de 1867 la hizo depender otra vez de Hungría, aunque su población, mayoritariamente rumana, prefería los austriacos a los húngaros, hasta el punto de que se habían puesto al lado del emperador Fernando I cuando la revuelta húngara en la «primavera de los pueblos» de 1848 (aunque cuando, al año siguiente, presentaron una solicitud de autonomía, esta les fue negada). En 1859, la unión de Moldavia y Valaquia (dos principados feudatarios de los otomanos), que constituyó el embrión de la futura Rumanía, envió una señal esperanzadora a los rumanos de Transilvania. En 1877, Rumanía logró la plena independencia de la «Sublime Puerta», y los rebeldes transilvanos se convirtieron en irredentistas rumanos. En 1892 enviaron un memorial de agravios al emperador, que se negó a recibirlos; entonces, el documento fue traducido a varias lenguas y ampliamente difundido dentro y fuera del imperio austro-húngaro. El partido transilvano, que solo había obtenido un escaño en el parlamento húngaro en 1903, consiguió catorce en 1906. Evolución posterior. Tras la derrota del imperio austro-húngaro en la primera guerra mundial, las asambleas territoriales de Besarabia, Bucovina y Transilvania votaron la incorporación a Rumanía. Desde entonces, Transilvania forma parte de Rumanía excepto durante la segunda guerra mundial, en la que el almirante Horthy, jefe de Estado húngaro aliado de los nazis, la anexionó de 1940 a 1944. Trieste y el Trentino El reparto de territorios organizado por la Santa Alianza tras la caída de Napoleón dejó a Trieste y el Trentino en manos del imperio austriaco. Sus habitantes, mayoritariamente de cultura italiana, no vieron con buenos ojos la sumisión a un Estado germánico. Los austriacos se apoyaron en los eslovenos para atacar el irredentismo italiano en Trieste. La resistencia italiana empezó a organizarse: la explosión de unas bombas en 1882 llevó a la policía política austriaca a detener a un joven militante de Trieste, que negó haberlas colocado, pero declaró estar dispuesto a atentar contra el emperador. Se le condenó a muerte y, a pesar de un vasto movimiento internacional de solidaridad, fue ahorcado el 20 de diciembre de 1882. 11 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa El movimiento iba a acelerarse: estallaron bombas en comisarías de policía y en la redacción de periódicos austriacistas; paralelamente, los ayuntamientos iban pasando a manos de los irredentistas, y el gobierno imperial los disolvía uno tras otro. Cuando un italiano mató a la emperatriz en 1898, la policía y sus secuaces asaltaron las asociaciones y los bares italianos de Trieste. Estaba terminantemente prohibido mostrar la combinación de los colores verde, blanco y rojo (lo que traerá recuerdos a los militantes vascos mayores de cincuenta años). Evolución posterior. El fin del imperio austro-húngaro tras la primera guerra mundial hizo que Trieste y el Trentino pasaran a Italia, junto con el Fiume, Istria y el Tirol del Sur. Tras el derrocamiento del fascismo en Italia, Trieste fue ocupado por la Alemania nazi, que en 1945 fue expulsada por partisanos yugoslavos. Las Naciones Unidas acordaron establecer el Territorio Libre de Trieste en 1947. El norte del territorio permanecía mayoritariamente italiano, pero en el sur había mayoría eslovena. El 5 de octubre de 1954, el norte de Trieste pasaba a Italia, y el sur, a Yugoslavia. Ucrania Los ucranianos pasaron muchos siglos siendo vasallos del rey de Polonia. A mediados del siglo XVII, la aristocracia ucraniana envió al monarca un memorial de agravios, pero fue rechazado. La respuesta de los ucranianos fue enérgica, ofreciendo su país al zar Alexis I en 1654, considerando que su afinidad con los rusos eslavos era mucho mayor (en los siglos XVIII y XIX, Ucrania era conocida como la «Pequeña Rusia», y el propio Rovira i Virgili se refiere repetidas veces a ellos en su libro como «pequeños rusos»). Sin embargo, el renacimiento literario y patriótico que conoció Ucrania a principios del siglo XIX hizo que el gobierno del zar iniciara una persecución contra la lengua ucraniana, lo que llevó a los ucranianos a organizarse en torno a dos fuerzas políticas: un partido autonomista y otro independentista y socialista. Evolución posterior. La Revolución de febrero en Rusia hizo que se constituyera un parlamento ucraniano que proclamó la autonomía. Tras la victoria bolchevique se proclamó la República Popular de Ucrania (noviembre de 1917). A finales de 1918, las potencias europeas entrarían en Ucrania para apoyar al general zarista Denikin. La victoria final del ejército rojo llevó a la creación de la República Socialista Soviética de Ucrania en 1922, que llegó a pertenecer de pleno derecho a las Naciones Unidas en 1945 como miembro fundador. En 1991, Ucrania decidió abandonar la Unión Soviética y convertirse en un Estado plenamente independiente. Conclusión Algunos lectores podrán haber encontrado a faltar algún problema nacional. ¿Por qué no se han citado casos como los de Bretaña, Cerdeña, Córcega, Escocia, Gales, Galicia u Occitania? Pues porque Rovira i Virgili delimitó el ámbito de su estudio, en sus propias palabras, a aquellos movimientos «que se refieren a nacionalidades con plena personalidad material y espiritual, que luchan por una reforma constitucional o por un cambio estatal destinado a satisfacer sus anhelos patrióticos». Y calificaba a los demás de «movimientos incompletos y rudimentarios», y tal vez no le faltaba razón, sabiendo que estaba hablando en 1912 (la primera organización en favor de Bretaña, el Partido Nacionalista Bretón, se fundó en octubre de 1911; el galleguismo nace con las Hermandades del Habla en 1916; el Partido Sardo de Acción no vería la luz sino en 1920; hasta finales de 1922 no nacería el Partido Corso de Acción; el Partido Nacional de Gales, en 1925, y el Partido Nacional Escocés, en 1928). En Occitania, aunque había habido movimientos culturales (lo Felibritge) desde mediados del siglo XIX, el primer partido político (el Partido Nacionalista Occitano) no nacería hasta 1959, y en 1962 se creó el Comité Occitano de Estudios y de Acción, primera alianza de la izquierda occitana, al calor de las grandes huelgas contra el cierre de las minas de La Sala (en francés, Decazeville). De los veintitrés movimientos estudiados, dieciocho se resolvieron plenamente en el sentido que marcaba la obra de Rovira i Virgili. Uno, Kosovo, iría más allá porque llegaría hasta la independencia, no prevista por el autor. Otro, Irlanda, solo se resolvió parcialmente, pues sigue pendiente la unificación con el norte. Y solo tres siguen aún sin resolver: Cataluña, Euskalherria y Flandes. 12 Material de debate sobre los pueblos sin Estado: Europa Miquel Vidal i Millan para Matxingunea 5 de enero de 2014 13