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EN EL ASENTAMIENTO TEMPORAL DE PUERTO OSPINA (GUAVIARE) Muerte de niño nukak aceleró retorno Un comité del municipio de San José del Guaviare apoya el regreso de los indígenas a Laguna Pavón. JOSE NAVIA ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO La muerte repentina de un niño, el jueves pasado, acabó por convencer a los nukak makú asentados en Puerto Ospina (Guaviare), de su decisión de regresar a su territorio en lo profundo de la selva. Días antes del fallecimiento del menor, algunas familias ya habían abandonado el lugar que ocupaban desde agosto pasado en una reserva campesina ubicada a unos 20 minutos en campero del casco urbano de Puerto Ospina. Se marcharon a pie hacia uno zona conocida como Charras, a varias semanas de camino a través de la selva, indicó Xismena Jadith Martínez, secretaria de desarrollo social de San José del Guaviare. Mauvé Nukak, unos de los líderes que se quedó en Puerto Ospina, se reunió el miércoles con el comité local que atiende a los desplazados y le notificó de la decisión del resto de las familias de marcharse lo antes posible. “Hay buen mico, pero no se consigue pescado”, asegura Mauvé, quien viste de yin, camiseta y gorra de beisbolista. En un español precario, Mauvé explicó que los nukak se quieren ir hacia Laguna Pavón y pidió que el gobierno local les facilite el transporte en volquetas hasta la capital del departamento y un bongo (canoa grande de madera) para viajar por el río Guaviare. También pidió linternas y plásticos para que las familias puedan acampar a la orilla del río, mientras los hombres abren una trocha hasta Laguna Pavón. “Adentro ya hay tarriago (platanillo)”, dice Mauvé y explica que con las hojas de esa planta hacen los techos de sus malokas. “Acá felices, pero pensando en selva”, dice Mauvé. Y explica que en los caños de Laguna Pavón sacan 20 pescados fácil y consiguen batata y yuca, además de semillas para alimentarse. Los hombres, quizá, son los más preocupados pues generalmente tienen dos mujeres y deben cazar y pescar para sus familias. Mauvé agrega que no quieren que les pase lo mismo que a los guayaberos, otra tribu nómada del Guaviare que se volvió sedentaria y que ha visto convertirse en mendigos a muchos de sus miembros. Lo mismo temores asaltan a la Organización Nacional Indígena de Colombia. Xismena Jadith Martinez indicó que la administración de San José del Guaviare les prestará toda la ayuda necesaria a los nukak para su retorno. Advirtió, sin embargo, que deben hacer averiguaciones sobre las condiciones de seguridad en la zona de Laguna Pavón, debido a que en marzo pasado, cuando los indígenas arribaron a ese municipio, venían huyendo desde Tomachipán (a dos meses de camino) debido a la presión de grupos armados. En todo caso, cuando retornen a su hábitat, llevarán a una niña nacida en el hospital de San José del Guaviare, pero dejarán sepultado el niño de 9 años. Sólo se llevarán su recuerdo, pues su ropa y chichorro fueron incinerados, según sus costumbres.