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FORMA DE OBTENER EL PATRON PARA LA POSTERIOR CONFECCION DE LOS SOPORTES TERMOPLASTICOS. RESUMEN El autor da a conocer un sistema ideado por él para realizar el patrón sobre un molde para la posterior confección de un soporte termoplástico. En el diseño de ese patrón no sólo se reflejan las formas y tipo de correcciones sino también su porqué para conseguir una perfecta adaptación y acoplamiento del soporte plantar al calzado sin desbocarlo. Es básico también saber el porqué se utiliza el negativo como positivo. PALABRAS CLAVE Patrón para soporte termoplástico. Facilita la perfecta adaptación del soporte plantar al calzado. Utilización del molde negativo en lugar del positivo. Para la confección de los soportes termoplásticos utilizamos el molde negativo como positivo ­ obtenido en decúbito ­ tanto para la confección del patrón como para la posterior adaptación del soporte. Adoptamos este sistema para compensar la expansión del molde en carga, con el grueso del negativo. También puede utilizarse el positivo obtenido en carga. Partiremos de la idea de que el patrón, por lo que respecta al retropié, deberá acolcharlo de forma que lo recoja pero sin desbordarlo y, por tanto, no sobresaldrá ni por el talón ni por los laterales, pero a partir de la articulación de Chopart en el arco medial, las partes blandas podrán desbordar el soporte. De no precisar corrección a la altura de la primera cuña, la plantilla, en cuanto a su anchura, abarcará desde la mitad de la cabeza del I metatarsiano o del borde medial del II, al lateral del V, siempre abrazándolo. Las correcciones mediales que realicemos en el pie partirán, como norma, de las articulaciones subastragalina y de Chopart, sin olvidar la articulación de Lisfranc (sobre todo lateralmente), cuando se trate de pies con metatarso varo, pies aductus o bien pies aducto varos. Sabemos que el pie se divide en dos grupos óseos importantes: el correspondiente a la dinámica y el de la estática. La dinámica comprende: astrágalo,
1 escafoides, las tres cuñas y los tres segmentos dígito­metatarsales correspondientes. Este grupo óseo entra en acción durante la dinámica facilitando la deambulación. El otro grupo, el de la estática está formado por el calcáneo, cuboides y el IV y V segmentos dígitometatarsales, siendo el responsable del pie estático. De ahí que las alteraciones morfológicas o funcionales del primer grupo influyan más directamente en su dinámica y las del segundo grupo, en su estática. Si bien no puede existir el uno sin el otro, puesto que, cualquier patología de uno de ellos terminará repercutiendo también en el otro. Para confeccionar el patrón nos valdremos del molde, sea éste negativo o positivo. Por la parte interna del negativo, perforamos por tres puntos la línea que previamente habíamos marcado en el pie sobre las articulaciones metatarsofalángicas y que quedó reflejada en el interior del molde. Efectuamos los orificios a la altura de las cabezas del I y V metatarsianos y en el centro de esa línea, por la parte interna del molde. Luego los unimos de modo que la línea interior quede reflejada por fuera. Ello nos dará el largo del soporte plantar. Generalmente, éste no rebasará, salvo determinados casos, por ejemplo: calzado de tacón alto, la línea trazada a la altura de las articulaciones metatarsofalángicas. Lo mismo haremos (caso de ser necesario), a la altura de la articulación de Chopart. Cuando utilicemos el molde positivo la línea mencionada ya nos quedará reflejada en éste. El patrón empezaremos a trazarlo por el talón y seguidamente por el borde lateral. Apoyaremos el papel cartón sobre el molde de forma que éste sobresalga de 3 a 5 mm. , según la medida del pie. El papel cartón tendrá, por lo menos, un ángulo recto que utilizaremos para el talón y el arco lateral. Acolchará el talón y saldrá por el borde lateral hacia la V articulación metatarsofalángica, a la altura de la línea marcada. Continuando con el mismo cuidado recomendado anteriormente para no desplazar el papel cartón, marcaremos la anchura del retropié correspondiente al borde medial.
2 A continuación y sin desplazarlo lo adaptaremos al lado medial de modo que llegue hasta la mitad de la cabeza del I metatarsiano tal como lo hicimos antes con la del V.
El nº 1 corresponde a la V metatarsofalángica. El nº 2 a la primera y el nº 3 al borde medial del retropié. A continuación, uniremos los dos puntos señalados a la altura de la I y V articulación metatarsofalángica, siguiendo su parábola. Finalizada esta operación podremos retirar el patrón del molde y operar sobre él ateniéndonos a las siguientes instrucciones: Trazaremos una línea que una el punto marcado en el lado medial del retropié con la dibujada en el antepié por su borde medial, llegando hasta la trazada por detrás de las cabezas de los metatarsianos. Esta línea será paralela a la del arco lateral y podrá llegar a una ligera convergencia en sentido posterior, en determinados casos. Si le diésemos más anchura al patrón, quedaría mermada la capacidad de alojamiento del calzado pues éste abarcaría parte del corte con posibilidad de desgarrarlo e impediría o dificultaría la entrada del pie en el zapato, al disminuir su luz, respecto al perímetro del pie, a la altura de los metatarsianos. Por otro lado, suponiendo que la capacidad del zapato fuese suficiente para permitir calzárselo, el soporte, al apoyarse sobre la vira, perdería su estabilidad y alteraría las correcciones realizadas en el retropié haciendo infructuosa, en parte, su corrección. Obtenidas esas dos líneas paralelas, o casi, que corresponderán a los arcos medial y lateral, dividiremos en cuatro parte iguales el largo desde la parte posterior correspondiente al talón, hasta el punto más alejado de la línea trazada por detrás de las cabezas metatarsales. Luego, en la parte posterior, trazaremos una línea semicircular que unirá los dos puntos de ambos lados de la línea correspondiente a la división posterior, y el punto más alto de esa línea llegará hasta el mismo borde posterior. Su resultado será la configuración del talón.
3 Dividiremos el patrón en cuatro partes en sentido longitudinal (a lo largo) y en tres partes iguales (a lo ancho) o sea, transversalmente. Por fuera del patrón, en su lado medial, a la altura de la línea que parte en dos el patrón, añadiremos el equivalente a un tercio de la división transversal. Este punto corresponderá a la altura máxima medial que pueda precisar un pie para corregir su rotación o pronación. A mayor rotación más anchura precisaremos – que luego se traducirá en altura­ . Esa será la altura medial máxima que pueda precisar el soporte para equilibrar un pie. Desde el punto marcado por fuera de la plantilla, que coincidirá con su centro longitudinal, trazaremos una línea recta punteada concordante con las líneas transversales del antepié y retropié. Posteriormente haremos otra señal en el punto medio de estas líneas y desde los puntos coincidentes con las líneas descritas, dibujaremos una línea curva cóncava, hasta la señal anterior y luego otra línea curva, esta vez convexa, desde la misma señal hasta el punto más alto de la corrección, de manera que en ambos lados se forme una línea sinuosa como si de una S itálica se tratara. 1 2 En su lado medial, el punto más alto respecto al ancho (1) y el medio respecto al largo (2), coincidirán con la articulación de Chopart, a la altura del arco medial, puesto que ésta se halla en el centro de la línea longitudinal trazada desde la obtenida a partir de las articulaciones metatarsofalángicas hasta el talón, correspondiendo al punto medio, también, en el arco lateral. Con objeto de partir de un denominador común, hemos descrito las alturas del lado medial de las plantillas con el léxico que sigue:
4 ­ Soporte de altura medial acentuada. ­ Soporte de altura medial media. ­ Soporte de altura medial discreta ­ Soporte de sostén de arcos. Ejemplo comparativo: el pie plano esencial, debido a su morfología ósea, no nos permitirá la aplicación de lo que denominamos corrección medial de altura acentuada ni tampoco la media, puesto que para la reestructuración de su arco medial nos bastará, generalmente, con un sostén de arcos y, en cambio, la precisada para un pie valgo por laxitud ligamentosa, que presente la línea de Meyer con una desviación superior a 15º, sí precisará, por regla general, de una corrección medial acentuada, esto es, de un patrón más ancho en su parte media (Chopart). Cuanto más recorrido tenga que hacer el pie en ese punto para conseguir su equilibrado o reestructuración, más ancho deberá ser el patrón por su lado medial. Así pues, la desviación de la línea de Meyer será la que nos marcará la pauta en cuanto al ancho del patrón. Tal y como ya hemos comentado, una vez acoplado el soporte al molde, el ancho del material se traducirá en alto. Altura medial media. La corrección media será la conseguida o trazada entre la media discreta y la media acentuada. Al igual que en las demás, para confeccionarla seguiremos las mismas normas
5 Altura medial discreta. Para conseguir la corrección media discreta dividiremos en dos el tercio aplicado al ancho del patrón que corresponde, desde la línea paralela hasta la corrección medial acentuada. Por ese motivo la denominamos corrección medial discreta. Seguiremos el mismo sistema de líneas sinuosas para conseguir un trazado correcto. Sostén de arcos. La de sostén de arcos se halla entre la línea paralela medial y la media discreta. Repitiendo las operaciones anteriores la conseguiremos. Arco lateral externo. Las correcciones o formas que realicemos en el arco lateral no influirán en la configuración del patrón, pero si en su acoplamiento que será, de acuerdo con su léxico, de mayor o menor desplazamiento lateral en el momento de acoplarlas. Las denominaremos: ­ Sostén de arcos. ­ Metatarso aductovaro. Para conseguir una estabilización en los casos que se precise actuar sobre el metatarso aductovaro, en los soportes termoplásticos, podemos prolongar el soporte con materiales termo o auto­adaptables como por ejemplo ROVAL FOAM (también es de aplicación en el neuroma de Morton).
6 Generalmente los pies con pronación y/o también con rotación de astrágalo, generalmente, comportan un metatarso aductovaro compensador y, en otros casos, es a la inversa, es el metatarso aductovaro el que determina el comportamiento del tarso medio. Por ello, hay que determinar el tipo de metatarso aductovaro que puede ser, funcional o morfológico. En ambos casos, el soporte termoplástico deberá prolongarse (lateralmente) para equilibrar las correcciones. Este desplazamiento hará que quede libre el primer segmento dígitometatarsal, permitirá su caída, y por tanto aumentará la corrección medial. CONCLUSIONES SOBRE LA FORMA DE OBTENER EL PATRON PARA LA POSTERIOR CONFECCION DE LAS PLANTILLAS TERMOPLASTICAS. 1. Si seguimos detalladamente lo anteriormente expuesto, conseguiremos el patrón adecuado a cada caso y, por tanto, la anchura de soporte más apropiada. 2. Una vez acoplada, el ancho del soporte se adaptará perfectamente al ancho del calzado. 3. Por haber seguido las normas dadas referentes al arco medial, la plantilla no desbocará el zapato, se ajustará perfectamente a él, y por tanto, no influirá en el corte deformándolo. 4. En cuanto al arco lateral, como quiera que la parte desplazada se amolda al lateral del pie, en detrimento de la medial, ello no influirá en la capacidad del calzado. 5. Aplicaremos la altura acentuada y media a pies valgos pronados, o a cualquier otra alteración de la cual sea subsidiaria el astrágalo, y que provoque valgo de retropié acentuado, con formación o no de doble maleolo. 6. Deberemos tener en cuenta que en el pie valgo pronado, la altura irá dirigida ante todo a la rotación del astrágalo, y que el soporte deberá corregirlo mediante la subastragalina. El que hagamos coincidir la altura máxima, o sea, el punto más alto con la articulación de Chopart, tal y como hemos mencionado anteriormente, viene dado por la circunstancia de que el pie en carga tiene una expansión, y en ese momento se consigue retrasar la coincidencia, y, por tanto, influir en escafoides, ya que actuará a su altura. En cuanto al escafoides, lo acolchará coadyuvando así al equilibrado. 7. Toda convexidad del patrón, por lo que respecta al arco lateral que no se adapte a lo descrito, entrañará una mala adaptación del soporte dentro del calzado y repercutirá en el pie al trasladar sus puntos de corrección por desplazamiento. 8. Cuanta más alta sea la corrección en el arco medial, más atención deberemos prestar al lateral. Tendremos que sostenerlo o sujetarlo para que el pie no se desplace sobre el soporte y provoque una rampa lateral, lo cual, por otro lado,
7 anularía las formas obtenidas y para ello, nos valdremos de la prolongación lateral del soporte a partir de Lisfranc. 9. Por ello, en todos los soportes plantares realizados, deberemos tener siempre en cuenta el arco lateral y el metatarso aductovaro. 10. Hemos estudiado el desarrollo del patrón para la posterior confección del soporte plantar para utilizarlo en materiales termoplásticos. Si lo hacemos siguiendo sus normas, una vez aplicada la plantilla en el calzado, ésta se ajustará a su forma sin desbocarlo. En los casos de otros materiales, tipo Roval–Gel o Roval­Foam, sus formas vienen dadas por el mismo material al adaptarse perfectamente a él. COMENTARIO Mi experiencia de más de 55 años de profesión me ha permitido tener una visión muy positiva sobre los soportes y sus excelentes resultados. Los pacientes a los que trataba con soportes plantares, aparte de mejorar su problema puntual, referían, en la mayoría de los casos, mejoras generalizadas en todo el organismo, sobre todo en aquellas en que estaba implicado el aparato locomotor (y en algunos casos órganos). Posteriormente, conforme se fue conociendo la reflejoterapia en nuestro país, pude asociar ciertos efectos positivos que había evidenciado. Teniendo pues en cuenta la teoría de la reflejoterapia podal, el soporte que quede adaptado por completo a la morfología del pie, puede y tiene, igualmente, un efecto verdaderamente excepcional sobre todo nuestro organismo.
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