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http://www.iofbonehealth.org/latinoamerica
Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF)
EN INTERNET
Osteoporosis
06| SALUD con identidad |n°26
¿QUÉ ES Y CUÁLES SON SUS CONSECUENCIAS?
La osteoporosis es una enfermedad que
afecta a todos los huesos del esqueleto. El
hueso osteoporótico es más frágil que el
normal y se deforma o quiebra espontáneamente o ante golpes o caídas insignificantes.
Según la Fundación Internacional de
Osteoporosis (IOF) el riesgo de padecer una frectura osteoporótica en algún momento de la vida es del 30–40% para las
mujeres y del 15% para los hombres.
La osteoporosis comienza cuando, por
algún motivo, las células que se ocupan de
mineralizar a los huesos funcionan desorganizadamente, permitiendo que partes
importantes de los huesos se vayan destruyendo. Es un proceso muy lento, pero
progresivo e irreversible. Porción de hueso que se pierde, porción de hueso que jamás se recuperará, a menos que se trate a
tiempo.
Cuando se acumula una serie de defectos óseos, los huesos ya no pueden soportar las mínimas exigencias de la vida diaria y se deforman, aplastan o fracturan.
Muchas veces se culpa de la fractura a
un accidente hogareño, pero en el caso de
la persona osteoporótica, la fractura empezó a gestarse 20 o 30 años antes.
n°26| SALUD con identidad |07
Ejemplos típicos son las personas
(varones y mujeres) que pierden
estatura con los años. Las radiografías muestran como las vértebras se
achican y literalmente, se aplastan.
Esta deformación lleva la cabeza de
las personas delante de la línea media del cuerpo apareciendo la denominada «joroba de la vejez».
Con frecuencia, estas deformaciones
comprimen nervios apareciendo dolores de espalda difíciles de calmar con
analgésicos comunes y se comprime o
complica la función de las vísceras contenidas en el cuerpo.
Las muñecas, los tobillos, el talón y
las costillas son otros sitios de fractura
frecuente. Sin lugar a dudas, la fractura
de cadera es la peor consecuencia de la
osteoporosis. Este tipo de fractura puede
ser grave, y los resultados pos-operatorios cambian la calidad de vida del paciente y su entorno.
Las deformaciones de los huesos por
una osteoporosis avanzada producen cambios estéticos importantes. Se afinan los
huesos de la cara, se pierden dientes y se
dobla la espalda. El aspecto típico de un
paciente con osteoporosis avanzada es el
de una persona mayor a la de su edad.
Por lo general cuando la osteoporosis
se ve, es poco lo que puede hacerse para
evitarla. Al menos se trata de minimizar
las complicaciones de mayor riesgo para la
salud. Por ello, lo ideal es detectarla tempranamente y contrarrestarla con medicaciones eficaces.
En la actualidad, existe una técnica
radiológica denominada «densitometría» que
puede contabilizar la cantidad de calcio
que hay dentro del esqueleto e identificar
a los pacientes que han perdido mucho o
que están perdiendo calcio con mucha velocidad. Hay pruebas bioquímicas que ayudan a certificar esta última condición.
Estas técnicas son tan precisas que pueden efectuar diagnósticos varios años antes de que aparezca la primera fractura.
Si la persona ya tiene un antecedente
de aplastamiento de columna o fractura de
muñecas, por ejemplo, la densitometría
certificará el diagnóstico y los tratamientos pueden detener el progreso de la enfermedad.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIRLA?
La osteoporosis es una enfermedad compleja que no
puede corregirse sólo con el consumo de píldoras o
inyecciones. Además, la adecuación de la estructura
ósea es un proceso delicado y lento que lleva meses y
años modificar cantidades sustantivas del esqueleto
(tanto para empeorar como para mejorar). De modo
que el primer paso del tratamiento consiste en la educación del paciente para que adopte una actitud de
cuidados permanentes a favor de su salud.
La educación le sirve al paciente para comprender
la naturaleza de la enfermedad y optimizar los esfuerzos para contrarrestarla, para que cumpla y conserve
las indicaciones del médico con la constancia necesaria, y para que pueda apreciar los progresos de su
tratamiento y ser consciente de los riesgos y beneficios
que recibe.
3) Prevención Hormonal: Para las mujeres que llegan a la menopausia, prolongar la acción de las hormonas sexuales tomando píldoras de estrógenos, le ayuda
a que los cambios del organismo sean menos bruscos.
Si prosiguen con el tratamiento por años pueden recibir beneficios al proteger el sistema circulatorio y el
funcionamiento de los huesos. Pero no todas las mujeres pueden recibir este tipo de tratamiento que debe
ser vigilado por un especialista para evitar los riesgos.
Ahora se dispone de moduladores selectivos de los
estrógenos, que son compuestos que pueden actuar en
algunos sitios del organismo. Estos moduladores favorecen la condición ósea y circulatoria al igual que los
estrógenos, pero no actúan en tejidos como las mamas
o el útero por lo que no presentan riesgos de producir
enfermedades a ese nivel. Por el contrario, probablemente tengan un efecto protector.
1) Reducir el sedentarismo: Este consejo no sólo
ayudará al esqueleto, sino con casi todo el funcionamiento de su cuerpo. Algunas personas tienen inhibiciones o limitaciones para la actividad física, pero no
es obligatorio hacer deportes, moverse más dentro de
lo habitual será importante para el hueso. Cuanto más
se mueva el cuerpo, más se estimula el hueso para cambiar. Moverse ayudara a sentirse mejor.
4) Prevención no Hormonal: Si el problema principal es la protección del esqueleto, es posible prescindir
de las hormonas recurriendo a las tabletas de bisfosfonatos. Estos compuestos son de acción selectiva ósea,
producen cambios metabólicos en el hueso parecido al
de los estrógenos, sin embargo han demostrado prevenir las fracturas vertebrales y de cadera con mucha
eficiencia. Pueden ser utilizados tanto por mujeres como por varones. Pueden administrarse solos o conjuntamente con hormonas.
2) Consumir calcio: Si la ingesta de calcio no es suficiente (normalmente se deben consumir unos 10001500 mg por día) se debe recurrir a la calcioterapia.
Existe una variedad de preparaciones farmacéuticas,
para todas las condiciones y gustos que permitirán
completar las cantidades exigidas en el día. Debe tenerse la precaución de consultar siempre al médico por
el tipo de preparado ya que algunos presentan problemas de absorción y de eficacia o riesgos de efectos
colaterales. Resultan prácticas las preparaciones que
pueden administrarse sin relación con las comidas o
disolverse en la boca sin que sea esencial consumir líquidos en ese momento, Para quienes tienen antecedentes de cálculos, el citrato de calcio disminuye el
riesgo de formación de cálculos.
Las personas con problemas digestivos, por disminución de la acidez gástrica o que estén en tratamiento
por gastritis o úlcera, debieran consumir sales de citrato, para que la absorción del calcio no se vea dificultada. Si el problema es la poca absorción intestinal del
calcio, puede agregarse vitamina D que facilita el
transporte del calcio hacia la sangre y el hueso. Las
formas comunes de vitamina D son suficientes, pero
en las personas de mayor edad, o que presentan inconvenientes renales es aconsejable el consumo de las preparaciones semi-activas, que no dependen del metabolismo renal.
5) Anti-osteoporóticos: cuando ya está instalada la
enfermedad también puede recurrirse a los bisfosfonatos, administrados por 4-5 años. Otras alternativas
como las calcitoninas, no pueden ser suministradas
por vía oral, pero sí en inyectables o por vía intranasal.
Las calcitoninas pueden agregarse transitoriamente a
los bisfosfonatos si existe dolor de tipo óseo. Las sales
de flúor, pueden mejorar el hueso esponjoso aunque no
es conveniente consumirlos por tiempos prolongados.
6) Tomar sol: El sol genera espontáneamente vitamina D. Es deseable adquirir el hábito todos los días, o al
menos el fin de semana.
7) Evitar los factores de riesgo: Existen varios factores conocidos que favorecen la pérdida de calcio, entre ellos: el exceso de alcohol, el tabaquismo, el exceso
de café, etc.
8) Remedios inconvenientes: El consumo de ciertos medicamentos como corticoides, anticoagulantes,
hormonas tiroideas o anticonvulsivantes afecta a los
huesos. El médico orientará sobre cómo estos medicamentos deben ser vigilados teniendo osteoporosis y
ayudará a minimizar los riesgos.