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Invierta en sus huesos
Osteoporosis en el Hombre
La “epidemia silenciosa” también ataca a los hombres
Escrito, por Ego Seeman, MD, Profesor de Medicina, Universidad de Melbourne, Austin Hospital,
Melbourne, Australia. En representación del Comité de Asesores Científicos (CSA) de la IOF. El profesor
Seeman es miembro del Board Internacional de la IOF y editor de Qsphsftt!jo!Ptufpqpsptjt; también es
presidente de la Sociedad Australiana y Neocelandesa de Huesos y Minerales.
La IOF y la Osteoporosis
La International Osteoporosis Foundation (IOF) es una organización internacional, dedicada a la
lucha contra la osteoporosis. Reúne a científicos, médicos, sociedades de pacientes y médicas. A
través de la tarea que realiza la IOF con sus más de 176 sociedades miembro en 86 países, territorios
y regiones, y con otras organizaciones internacionales relacionadas con el cuidado de la salud,
fomenta la conciencia y la prevención, el diagnóstico temprano y un mejor tratamiento de la osteoporosis.
La osteoporosis, enfermedad en la que los huesos se vuelven más porosos y se quiebran con facilidad, se caracteriza por ser una de las patologías más comunes y debilitantes en todo el mundo. El
resultado: dolor, pérdida de movimiento, imposibilidad de realizar las tareas cotidianas y, en muchos casos, la muerte. Una de cada tres mujeres mayores de 50 años sufrirá fracturas por osteoporosis, al igual que uno de cada cinco hombres1,2,3. Lamentablemente, la identificación de los sujetos
en riesgo está lejos de ser una práctica estándar. La osteoporosis puede, en cierta medida, prevenirse; puede diagnosticarse fácilmente, y existen tratamientos eficaces.
Sepa si usted presenta algún riesgo: haga el Test de Riesgo de Un Minuto de la IOF, en:
www.iofbonehealth.org
El Test de Riesgo de un Minuto también está incluido en el Apéndice 1 del presente informe.
Fractura de muñeca
Sitios comunes
de fractura
Una de cada tres mujeres
y uno de cada cinco hombres
mayores de 50 años sufrirán
fracturas por osteoporosis.
Fractura de vértebra
Fractura de cadera
Las publicaciones
“Invierta en sus huesos”
de la IOF, están escritas
para respaldar las
actividades de los
miembros de la IOF en
todo el mundo, y han
sido traducidas a
numerosos idiomas.
Están disponibles, sin
cargo, en el sitio web.
1
Prólogo
¿Por qué estoy caminando sobre la nieve para estudiar la osteoporosis en el hombre?
Hace más de 20 años, mi mentor, el profesor B.L. Riggs, señaló que en las noches de invierno, no debemos
perder el tiempo por temor a que un día, el Tiempo nos pueda desgastar a nosotros. Él sentía que yo no debía
perder la oportunidad de ver cómo resplandecía la nieve en la noche estrellada y cómo la frágil quietud
contemplaba mis pasos, que aplastaban la nieve del camino mientras yo me dirigía hacia el departamento de
historias clínicas de la Mayo Clinic a hojear varios cientos de archivos de hombres con fracturas.
“¿Qué clase de castigo es éste?” me preguntaba. “He venido a estudiar la osteoporosis... ¡una enfermedad
de mujeres, no de hombres! ¿Por qué me estaban sometiendo a esta tarea irrelevante? ¿Era ésta una prueba
a mi temperamento, un ensayo en el hielo para ver si yo era capaz?”. Este “castigo” era por supuesto, como
muchas iniciaciones conducidas por un mentor, un Shogun, un maestro, uno de los aspectos más gratificantes de mi carrera en investigación clínica en osteoporosis.
Ahora sabemos que esta enfermedad no se presenta sólo en la mujer. No hace ninguna diferencia de sexo, es
una enfermedad con igualdad de oportunidad. Si bien afecta a los hombres en menor medida que a las
mujeres, los hombres que experimentan fracturas pueden sufrir aún más en términos de cualidad y cantidad
de vida que cuando las fracturas ocurren en las mujeres4,5. Los hombres y las mujeres pierden cerca de siete
años de vida después de una fractura de cadera, pero esta cantidad es una proporción mayor al número de
años de vida que le quedan al hombre, con respecto a la mujer.
Lamentablemente, la mayoría de los hombres, la mayoría de los médicos y la mayoría de los gobiernos no
son concientes del problema de la osteoporosis en el hombre. Cuando un paciente masculino entra en un
consultorio, el médico piensa en enfermedad cardíaca, problemas de colesterol, presión arterial y paro cardíaco, a veces, próstata, cáncer de pulmón o de intestino, pero osteoporosis y fracturas, nunca o casi nunca.
La falta de hormona femenina, el estrógeno, en el momento de la menopausia produce un rápido adelgazamiento óseo y pérdida ósea en mujeres de mediana edad. En los hombres, también se produce una disminución en los niveles de la testosterona (hormona masculina) pero esto ocurre lentamente, a lo largo de toda
la vida adulta. En la edad avanzada (más de 65 años), cerca del 30% de los hombres presentan niveles de
hormonas masculinas inferiores a lo normal. Esta falta de hormona masculina produce adelgazamiento
óseo, así como también pérdida del deseo sexual.
Los hombres suelen ser reacios a mencionarle al médico que las cosas ya no son como antes, y si el médico
no pregunta, este problema importante para el hombre quedará sin solución. Sin embargo, tanto el adelgazamiento óseo como la pérdida del deseo sexual pueden prevenirse mediante la administración de hormona
masculina. Esta deficiencia puede identificarse mediante una simple prueba de sangre.
Melbourne, Australia
Prof. Ego Seeman
2
Invierta en sus huesos
Osteoporosis en el Hombre
La “epidemia silenciosa” también ataca a los hombres
Esta publicación es la cuarta de una serie de publi-
caciones populares sobre la osteoporosis, lanzadas el
20 de octubre, Día Internacional de la Osteoporosis.
Pretende resaltar el aspecto relativamente ignorado
de la osteoporosis en el hombre, mostrar en qué difieren los huesos del hombre con respecto a los de la
mujer, considerar los desafíos frente a la toma de
conciencia, el diagnóstico y el tratamiento, y sugerir
las medidas que se deben tomar para poder prevenir
las fracturas en el hombre. El informe se completa
con historias de vida que resaltan los problemas que deben enfrentar los hombres al abordar
el tema de la osteoporosis.
Si bien en un comienzo fue considerada una enfermedad de la mujer, en la última década se demostró la
idea de que la pérdida de hueso es también una consecuencia inevitable del envejecimiento en el hombre.
Si bien las fracturas por fragilidad
son menos frecuentes en el
hombre que en la mujer, cuando
éstas se producen pueden estar
asociadas con mayor morbilidad
y mortalidad que en la mujer 4.
La incidencia de fracturas varía notablemente según
el país, pero el costo que ocasionan está aumentando, porque la expectativa de vida, tanto para hombres como para mujeres, está creciendo. Habrá más
gente anciana en el mundo con predisposición a
sufrir fracturas. El resultado será menor independencia y movilidad para un número cada vez mayor de
personas; incluso para algunas será la causa de
muerte. Al igual que la pobreza humana, los crecientes costos de salud –directos e indirectos– ocasionarán una mayor carga a los ya agotados presupuestos
sanitarios.
Mediante una mayor toma de conciencia sobre el
problema de la osteoporosis y tomando medidas
adecuadas para prevenir las fracturas, podemos mejorar fácilmente la situación de hombres y de mujeres.
La osteoporosis puede ser diagnosticada y tratada a
tiempo. Los pacientes, los enfermeros, las autoridades de salud y los médicos (reumatólogos, urólogos,
radiólogos y cirujanos ortopédicos) juegan un rol
importante.
En términos generales, uno de cada
cinco hombres mayores de 50 años
sufrirá una fractura relacionada con
osteoporosis en el transcurso de su
vida 1,2,3 . Esto varía según el país;
un estudio realizado en Australia
anticipa que uno de cada tres
hombres mayores de 60 sufrirá
una fractura como consecuencia
de la osteoporosis 6.
3
Riesgo de fractura de cadera a partir de los 50 años
El problema
de las fracturas
en el hombre
Adaptado de Kanis JA, y col (2002) JBMR 17, Cita 16
Turquía
China
Hungría
China (HK)
Portugal
Grecia
España
Francia
Finlandia
Japón
Reino Unido
Canadá
Alemania
Países Bajos
Estados Unidos
Dinamarca
Italia
Australia
Islandia
Suiza
Noruega
Suecia
D urante la última mitad del siglo XX, hubo una
mayor toma de conciencia acerca de las consecuencias de la menopausia en la calidad de vida de las
mujeres. Sin embargo, recién en los últimos 20 o 30
años, se prestó atención al problema de la osteoporosis y las fracturas. Incluso ahora, la mayoría de los
médicos están desinformados acerca de las graves
implicancias de estas fracturas.
0
En la actualidad, la falta de
conciencia sobre la osteoporosis
y las fracturas como una enfermedad
que también afecta al hombre, es
similar a la falta de conciencia que
había en las mujeres hace 50 años.
10
15
20
25
0
Riesgo de vida (años)
5
10
El riesgo de vida de un hombre que
sufre una fractura por osteoporosis
es mayor que su probabilidad de
desarrollar cáncer de próstata17.
Los hombres no se dan cuenta de que la “epidemia
silenciosa” los afecta también a ellos, ni de que sus
huesos se están volviendo más delgados, porosos y
frágiles durante la edad adulta.
Aproximadamente una de cada cuatro a cinco fracturas de cadera en personas mayores de 50 años se
produce en hombres9. Además de la falta de
hormona masculina, el adelgazamiento óseo afecta a
hombres que fuman tabaco y beben alcohol en
exceso. Numerosas enfermedades que requieren tratamiento con corticoide como por ejemplo, la artritis
reumatoidea y el asma, pueden complicarse con osteoporosis y fracturas, como un efecto secundario de
la medicación, tanto en hombres como en mujeres.
La magnitud del problema
Número de fracturas de cadera (millones)
En el transcurso de su vida, el hombre pierde casi la
mitad de la masa ósea, alcanzada durante el crecimiento hasta la edad adulta temprana. Esta pérdida
de hueso se asemeja a la cantidad pérdida en la mujer,
Adaptado de Cooper C, y col, Cita 9
5
pero el hombre compensa mejor, ya que acumula
más hueso nuevo en la superficie externa del hueso,
como parte del proceso natural de remodelación
ósea7. Sin embargo, esta acumulación de hueso
nuevo no compensa por completo la pérdida de
hueso en su superficie interna y, por lo tanto, aproximadamente uno de cada cinco hombres mayores de
50 1,2,3 sufrirá una fractura ósea, que reduce la calidad
y la extensión de su vida5.
A la mayoría de las mujeres que se fracturan, no se
les realizan pruebas para controlar la densidad ósea,
ni estudios de sangre para controlar la falta de
vitaminas que puede ocasionar el debilitamiento de
los huesos; tampoco reciben tratamiento, aún cuando los hay disponibles.
En el año 2025, el número
de fracturas de cadera en
el hombre igualará al
número de fracturas de
cadera en la mujer en 1990.
Hombres
Mujeres
3.0
Hombres
2.5
Mujeres
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
1990
2025
4
Menor promedio de vida en
el hombre
Después de una fractura, el promedio de vida se acorta,
en parte quizás porque los hombres tienen otras enfermedades, con lo cual la fractura más otras enfermedades “hacen rebalsar el vaso” (Fig. 1. p. 15). Cuando
los hombres que sufren fracturas de cadera no presentan otras enfermedades, sus expectativas de vida no
difieren de las de los hombres sanos. Sin embargo, ante
la presencia de otra enfermedad, el promedio de vida se
reduce en hombres con y sin fracturas de cadera, pero
más se reduce en quienes presentan fracturas de
cadera5.
... y el costo para la sociedad
Dado que la esperanza de vida al nacer se ha prolongado, y la población mundial está aumentando el número
total de fracturas de cadera en el hombre, en 2025 será
similar al observado actualmente en las mujeres9. En
2025, las salas de los hospitales estarán abarrotadas de
casos de fracturas de cadera en ambos sexos. No es
difícil deducir que esto generará una inmensa carga de
salud en la comunidad.
En Suecia, las fracturas por
osteoporosis en el hombre acarrean
más días de internación que el cáncer
de próstata 8.
Las fracturas de columna se producen, con mayor frecuencia, en hombres menores de 50 años que en mujeres,
tal vez porque a menudo interviene el traumatismo. En
los hombres mayores, el riesgo de fractura de columna
se reduce aproximadamente a la mitad, con respecto a
las mujeres, pero aún así es común, y las encuestas radiográficas sugieren que entre el 20% y el 30% de todos los hombres mayores de 65 sufren una fractura de
columna 7.
Las fracturas relacionadas con la osteoporosis son costosas, tanto en términos de pobreza, como en atención
médica. En 2050, 6.4 millones de personas sufrirán una
fractura de cadera por año, y el 51% de dichas fracturas
se producirán en Asia9. En China, uno de cada 6 hombres (16%) sufre una o más fracturas de vértebra10. En
los Estados Unidos y Europa, una de cada 4 o 5 fracturas
de cadera se producen en el hombre9. Tanto en hombres
como en mujeres, se estima que en los Estados Unidos,
los gastos directos (hospitalarios y geriátricos) relacionados con fracturas por osteoporosis o asociadas fueron
US$ 17 billones en 2001, aumentará con los años11. En
Europa, en el 2000, el número de fracturas por osteoporosis se estimó en 3.79 millones de los cuales 0.89 millones fueron fracturas de cadera (179.000 fracturas de
cadera en hombres y 711.000 en mujeres). Los gastos
directos totales se estimaron en alrededor de US$ 38,6
billones (euro 31,5/£21,2 billones), y se calcula que aumentarán hasta alcanzar US$ 93,2 billones (euro76 /
£51,1 billones) en 2050, según el aumento esperado en
el número de ancianos en Europa12.
De todos los gastos por fracturas,
los de fractura de cadera se
producen en mayor proporción
en hombres que en mujeres (73%
contra 61%). En general, el 23%
del gasto por fracturas de cadera
se produce en hombres4.
3250
Proyección del costo
de fracturas de
cadera por
800
osteoporosis en
hombres y mujeres 600
de todo el mundo 400
N° estimado de
fracturas de cadera (1000)
1990
2050
N° total de fracturas de cadera:
1990 = 1,66 millones;
2050 = 6,26 millones
200
0
Norteamérica
Europa
América
Latina
Asia
Adaptado de Cooper C., y col, Osteoporosis
Int. 2:285-289, 1992, Cita 9
5
œEn qué se
diferencian los
huesos del hombre
y los huesos de
la mujer?
D urante la niñez y la adolescencia, la longitud y el
ancho de nuestros huesos aumentan hasta alcanzar su
máxima densidad adulta entre los 20 y los 30. Luego
de ello, y muy lentamente, comienzan a volverse más
delgados. Ciertos factores pueden acelerar la tasa en la
que se pierde masa ósea, lo cual ocasiona porosidad y
adelgazamiento, causando osteoporosis.
Los hombres que presentan fracturas de columna poseen huesos más pequeños, el armazón del hueso es
delgado y poroso, el panal o hueso similar a una esponja que verdaderamente funciona como resorte o
amortiguador, se vuelve delgado; las conexiones del
panal, que le dan al hueso el aspecto de un resorte, se
pierden. Por lo tanto, cuando se coloca una fuerza sobre el hueso, éste no cede, sino que se rompe bajo la
carga y puede desintegrarse por completo, lo cual
ocasiona una fractura de columna. Las fracturas
pueden producir dolor intenso, pérdida de altura y
prominente curvatura de la columna. En este último
caso, se puede ver afectada la función de los pulmones,
así como también la respiración normal.
Esta porosidad y adelgazamiento del hueso se origina
de dos maneras:
En primer lugar, durante el crecimiento, es posible que
la falta de ejercicio, las dietas bajas en calcio, el tabaco,
el exceso de alcohol, el uso inadecuado de esteroides,
pubertad tardía y otros factores impidan que el esqueleto desarrolle todo su tamaño potencial y estructura
ósea. Asimismo, sabemos que los hijos varones sanos
de hombres con fracturas por osteoporosis tienen huesos más delgados que otros hombres jóvenes. Por lo
tanto, los factores genéticos, que todavía no comprendemos, también pueden determinar si un hombre desarrollará un esqueleto más pequeño, con menor masa
ósea que otro hombre. Si pudiéramos identificar cuáles
genes determinan esto, podríamos estudiar la manera
de solucionar el problema. Hasta el momento, no hemos identificado ningún gen que nos indique qué persona tendrá menor o mayor masa ósea.
De este modo, la falta de hueso en los ancianos se debe,
en parte, a que algunos hombres desarrollan un esqueleto más pequeño, con menor masa ósea. Esto sugiere
que la prevención de la fragilidad ósea requiere evaluar
la salud del esqueleto durante toda la vida: a lo largo
del crecimiento y durante la vejez.
En segundo lugar, durante la vejez los huesos se vuelven
más delgados, tanto en el hombre como en la mujer; las
razones de este proceso de adelgazamiento en el hombre no han sido tan evaluadas como en la mujer.
Tanto el estilo de vida como los
factores genéticos son fundamentales
a la hora de determinar la densidad
y la fuerza ósea. Para prevenir la
fragilidad, se debe prestar atención
a la salud del esqueleto durante
el crecimiento y también durante
la vejez.
Hueso: un tejido con vida
El hueso es un tejido poco común, que posee la
misma resistencia que el hierro fundido, mientras permanece tan liviano como la madera. Puede adaptarse a
su demanda de funcionamiento y autorrepararse.
Existen dos grandes clases de huesos: el hueso trabecular (esponjoso o canceloso) y el hueso cortical: la parte
del hueso que conforma el sector externo. El hueso
trabecular brinda fuerza de apoyo a los extremos del
hueso que soportan el peso.
El esqueleto tiene una manera de rejuvenecerse a lo
largo de la vida, y las partes viejas de hueso pueden ser
reemplazadas por hueso nuevo. Cuando el hueso viejo
y dañado desaparece, las células óseas que conforman
el hueso nuevo, denominadas osteoblastos, lo reemplazan. Sin embargo, cuando se deposita hueso nuevo, la
cantidad es apenas inferior a la cantidad de hueso
removido en el proceso de remodelación. Esto significa
que, cada vez que se produce la renovación, hay un
poco menos de hueso. Con el correr de los años, la
masa esquelética se reduce cada vez más.
6
La pérdida ósea en red está determinada por
la ganancia de hueso y la pérdida de hueso
Mayor formación
del hueso en la
parte externa
del mismo
Hombre
Menor formación
del hueso en la
parte externa
del mismo
Mujer
Joven
Hueso trabecular
Anciano
Seeman E., con autorización
M
Hueso
cortical
Hueso trabecular
Hueso cortical
M
Hueso cortical
M
Imagen de cortesía de Paul Crompton
Imagen de cortesía de ASBMR
En el hombre, este proceso de adelgazamiento es menos
severo que el observado en la mujer. En la mujer,
desaparecen las placas completas de hueso, lo que
ocasiona pérdida de conexiones del panal (Fig. 2, p.
15). En el hombre, también se produce el adelgazamiento, pero las conexiones entre una placa y otra se
mantienen en mejor estado.
Existe otra diferencia importante entre el hombre y la
mujer, que probablemente explique porqué las fracturas se producen con menor frecuencia en el hombre. En
el mismo momento en que se pierde hueso en el interior
del mismo adyacente a la cavidad medular, se está
depositando hueso nuevo, como una capa de pintura en
la parte externa del hueso. La cantidad de hueso nuevo
depositado en la superficie externa es casi tres veces
mayor en el hombre que en la mujer. Es como si el
hombre recibiera tres capas nuevas de pintura, mientras
la mujer sólo recibe una (véase gráfico superior izquierdo). Esto aumenta el tamaño del hueso y por lo tanto,
mantiene la resistencia del hueso más ancho y
compensa la pérdida de hueso en el interior del hueso.
El impacto de las hormonas
y las vitaminas
Numerosas hormonas y vitaminas protegen al esqueleto durante el envejecimiento. Dos hormonas importantes son la hormona masculina, testosterona, y la
hormona femenina, estrógeno. Las cantidades de estrógeno son mucho menores en el hombre que en la mujer,
pero también son importantes para la salud del hombre. A medida que los niveles de estas dos hormonas
disminu-yen durante el envejecimiento, hasta llegar a la
mitad de los niveles observados en los jóvenes, se
produce pér-dida de hueso y debilitamiento, como en la
mujer. La falta de estrógeno en el hombre es, probablemente, la responsable de la disminución en la densidad
ósea tra-becular, como en la mujer. Se desconoce la
razón por la cual el hombre parece depositar más hueso
en la parte externa del hueso, que la mujer. Puede ser la
presencia de más hormona masculina, testosterona,
pero esto no ha sido probado.
En hombres y mujeres mayores de 65 años, el intestino
no puede absorber el calcio de la dieta con la misma
facilidad que en los jóvenes. Por lo tanto, nuestro organismo produce una hormona a través de la cual el hueso elimina su calcio en el torrente sanguíneo. Denominada “hormona paratiroidea”, su presencia aumenta
en hombres y mujeres de edad avanzada, y además
contribuye al proceso de adelgazamiento óseo en la
vejez. Una de las razones por las que se administran
comprimidos de calcio a los ancianos es para intentar
solucionar el problema de la baja absorción de calcio y,
además, para detener el alto nivel de hormona paratiroidea, que devora al hueso.
7
Desafíos en el
diagnóstico y
el tratamiento
A menudo, el único momento en que el paciente se
da cuenta de que tiene un problema es cuando se
quiebra un hueso, y aún en ese momento, los médicos no suelen reparar en el diagnóstico de osteoporosis, excepto que pidan un estudio de densidad mineral ósea (DMO).
La mejor manera de identificar a un hombre con alto
riesgo de fractura es medir su densidad mineral ósea.
Dicho estudio, no invasivo ni indoloro, es un examen
que indica la resistencia del hueso y debe estar disponible para aquellos hombres con inquietud sobre
la osteoporosis, así como la medición de colesterol en
sangre o de la presión arterial nos ayuda a identificar
a los hombres con riesgo de enfermedad y paro
cardíaco. En general, un nivel de densidad ósea que
ronda el límite más bajo en un hombre joven sano es
considerado un “valor de corte”. Se estima que todo
hombre con densidad ósea inferior a este límite tiene
osteoporosis y por lo tanto, debe recibir tratamiento.
Sin embargo, es posible encontrar gente con fracturas
por fragilidad, aún cuando la densidad mineral ósea
es normal. En ese caso, también deben recibir tratamiento de inmediato, especialmente si se trata de
fracturas vertebrales.
Existen diferencias de sexo a la hora de determinar el
riesgo de las fracturas de cadera. En las mujeres
ancianas, las fracturas de vértebra son un fuerte
indicador de riesgo de fractura de cadera, pero en los
hombres, una fractura de muñeca, también denominada fractura de Colles, es un mejor indicador de
fractura de cadera en el futuro15.
Hombres y mujeres pueden, por sí mismos, hacer el
Test de Riesgo de Un Minuto de la IOF (véase pág.
14). El ejercicio le ayuda a la gente a determinar si
está en riesgo de padecer osteoporosis, y puede servir
como puntapié inicial para consultar a un médico,
quien podrá recomendar una densitometría o prueba mineral ósea. El riesgo de fractura de cadera (Fig.
3, p. 15)13 o de vértebra, en cualquier nivel de densidad ósea, es similar en hombres y mujeres. Sin embargo, la razón por la cual se observan menos fracturas en el hombre que en la mujer es que, a cualquier
edad, hay menos hombres con DMO inferior al
umbral de fractura, con lo cual hay menos hombres
con riesgo de fractura que mujeres (véase Fig. 4, p.
15, prevalencia de osteoporosis y osteopenia en
hombres y mujeres). Además, los hombres tienen un
promedio de vida más corto y sufren menos caídas
que las mujeres.
Menos tratamientos aprobados
para hombres que para mujeres
Sólo se han aprobado unos pocos tratamientos
contra la osteoporosis para el hombre. El resto no ha
sido sometido a los prolongados y costosos ensayos
clínicos necesarios.
El estudio de las drogas ha sido menos exhaustivo en
hombres que en mujeres con osteoporosis.
En la actualidad, la droga mejor estudiada en el
hombre es el alendronato, que integra el grupo de
drogas bisfosfonatos. También existe evidencia para
otras drogas, tales como el risedronato y el etidronato y la droga anabólica ósea hormona paratiroidea,
la que fabrica nuevo hueso en las superficies externas
e internas del hueso, ayudando a reconstruir el esqueleto y reparar la desconectividad trabecular en el
hueso esponjoso.
• La testosterona aumenta la densidad ósea en hombres con bajos niveles de esta hormona masculina.
• Los suplementos de calcio no han sido estudiados
exhaustivamente en el hombre, pero probablemente
deberían ser indicados a hombres que consumen menos de un gramo de calcio por día.
Izquierda: hueso sano
Derecha: hueso con osteoporosis
Imagen de cortesía de Ralph Müller, PhD. Zurich
8
œCómo prevenir
entonces la
primera fractura?
La osteoporosis es, entre las enfermedades asociadas con el
envejecimiento, una de las más evitables. La manera más
eficaz de desarrollar y mantener la resistencia ósea es prestar
atención a la salud del esqueleto a lo largo de la vida, a
partir de la infancia. De este modo, disminuye la pérdida
ósea y la debilidad, que puede conducir a la primera fractura.
Rol del paciente
Evaluar sus riesgos y buscar asesoramiento de su médico.
La principal forma de mantener y recuperar la salud ósea es
a través de la dieta, el ejercicio, hormonas sexuales, estilo
de vida y uso de cierta medicación.
• Para los ancianos: infórmese acerca de los programas de
prevención de caídas, que incluyen fortalecimiento muscular, mediante ejercicios y evaluación médica, que abarca
equilibrio y visión; evite posibles riesgos en el hogar como
por ejemplo, escasa iluminación o alfombras resbaladizas.
Ante un diagnóstico de osteoporosis, deberá contemplar el
uso de prendas protectoras, como protectores de cadera.
Problemas de salud en
hombres ancianos
Enfermedad cardíaca – colesterol
mayor a 200 (escala de EE. UU.)
o 5,2 mmol/litro, riesgo de paro
Presión arterial
mayor a 150 sobre 100,
riesgo de ataque cardíaco
Cáncer de próstata
un antígeno específico de la próstata
mayor a 10 indica señal de alarma
Osteoporosis – densidad ósea
densidad mineral ósea inferior a
desvíos estándar (DE) ă1 a ă2,5,
riesgo de fractura por osteoporosis
• Dieta: una dieta balanceada, rica en nutrientes esenciales
para la salud ósea que incluya calcio fortalece los huesos,
también debe contener vitamina D, que ayuda al cuerpo a
absorber el calcio. Entre los 25 y 65 años de edad, el
hombre necesita ingerir, por lo menos, un gramo de calcio
por día, que deberá aumentar a 1,5 gramos por día después
de los 65 años. La luz solar es una fuente natural de
vitamina D, y la exposición de tan solo 10 minutos diarios
puede ser suficiente; incluso pueden recomendarse alimentos ricos en vitamina D.
• Actividad física: ejercicios como por ejemplo, caminatas,
tenis y trote pueden ayudar a mantener la fuerza muscular,
la coordinación y flexibilidad, y reducir el riesgo de caídas.
Los ejercicios de resistencia y los ejercicios con peso pueden
ayudar a mantener la densidad ósea.
• Elecciones en el estilo de vida: los fumadores pierden
hueso con mayor rapidez que los no fumadores. ¡Deje de
fumar! El exceso de alcohol puede inhibir la absorción de
calcio y la formación de hueso. La importancia de desarrollar masa ósea durante la pubertad se explica en detalle en el
informe de la IOF “Invierta en sus huesos: De qué manera
la dieta, el estilo de vida y la genética influyen en el
desarrollo óseo de los jóvenes”.
(Disponible en: www.iofbonehealth.org)
• Medicación: el uso de ciertos medicamentos, como los
esteroides (comúnmente indicados contra el asma, la
artritis y la enfermedad renal) y los anticonvulsivantes,
puede acelerar el comienzo de la osteoporosis.
Rol del médico
En el hombre, la osteoporosis es un problema de salud
pública. Cuando un hombre llega al consultorio, el médico
piensa en enfermedad cardiovascular, lípidos, hipertensión,
exceso de alcohol y tabaco, cáncer de próstata, pero no en
pérdida de altura, cifosis, hipogonadismo ni fracturas sintomáticas o asintomáticas. Es poco probable que tras un infarto de miocardio, un paciente sea dado de alta del hospital
sin que, previamente, se haya tratado su hipertensión o
hipercolesterolemia. Sin embargo, sólo 10-20% de las mujeres, y probablemente un porcentaje menor de hombres
con osteoporosis y fracturas son estudiados o tratados, a
pesar de que una fractura prevalente predice fracturas
posteriores.
La razón de esto es histórica; la mayoría de los estudiantes
de medicina no estudiaron la osteoporosis, no existían
métodos para medir la densidad mineral ósea (DMO), ni
había drogas para reducir el riesgo de fractura. Por lo tanto,
la osteoporosis y las fracturas eran consideradas “propias
de la edad”, una consecuencia del envejecimiento, inevitable y sin tratamiento, en lugar de una enfermedad. Esto es
incorrecto.
Se necesitan programas educativos para lograr que los
médicos reconozcan que la osteoporosis y las fracturas
también se producen en el hombre, y que se requiere investigación y tratamiento, al igual que en la mujer.
9
Rol del cirujano ortopédico
y radiólogo
Todo cirujano debe considerar que, a partir de los 50 años,
cualquier fractura puede ser una fractura por osteoporosis. El
radiólogo debe conocer las características radiológicas de la
osteoporosis y mencionarle al paciente la posibilidad de
osteoporosis.
La página web de la IOF,
www.iofbonehealth.org/health_professionals/education_radi
ologists/, cuenta con un programa educativo para radiólogos
denominado: “Iniciativa de fracturas de vértebra, para un mejor reconocimiento y reporte de las fracturas de vértebra”.
Rol del enfermero
Para muchos pacientes, el primer punto de contacto es el
enfermero. Este especialista puede desempeñar una función
educativa importante y ayudar a crear conciencia, a través de
sus comentarios acerca del Test de Riesgo de Un Minuto de la
IOF y de las medidas sobre la salud de los huesos.
Rol de las autoridades de
salud del gobierno y de las
empresas de salud
Es necesario que los gobiernos nacionales comprendan los
beneficios económicos y sociales, a largo plazo, relacionados
con la prevención de la primera fractura. Ésta puede ser la
rápida desencadenante de posteriores fracturas (la denominada “cascada de fracturas”). Por lo tanto, es sumamente
importante que las políticas de salud promuevan la detección
de la osteoporosis antes de que se produzca la primera fractura. Es fundamental garantizar la existencia de recursos de
diagnóstico y tratamiento adecuados, así como también
políticas de reintegro.
Si se busca revertir los crecientes costos ocasionados por la
osteoporosis, se deberá aumentar considerablemente el compromiso con la investigación sobre la misma.
Rol del investigador
Existen menos estudios sobre osteoporosis en el hombre que
en la mujer, lo cual genera una falta de tratamientos aprobados para el hombre. Mientras se llena este vacío, será necesario redoblar los esfuerzos en investigación, a fin de ayudar a
revertir la situación de la “epidemia silenciosa”.
La Red Temática sobre Osteoporosis Masculina, respaldada
por la IOF, pretende crear un algoritmo para evaluar el riesgo
absoluto de fractura en el hombre, a partir de una combinación de factores de riesgo. El proyecto comenzó en 2002,
con fondos de la Comisión Europea.
La investigación científica ahora respalda el uso de terapias
probadas para prevenir las fracturas por osteoporosis, según
la probabilidad de fractura del sujeto, en contraposición con
su score de densidad ósea, únicamente. En la actualidad, un
grupo de trabajo de la OMS (creado en 1998), en colaboración con la IOF y la NOF (EE. UU.), está validando este
nuevo concepto, a fin de garantizar su precisión y reproducción. El objetivo es crear una herramienta práctica para que
los médicos clínicos puedan evaluar el riesgo de fractura de
sus pacientes de ambos sexos, de cualquier edad, grupo étnico
y país.
Conclusión
Nos queda un largo camino por recorrer antes de poder
comprender la osteoporosis en el hombre del mismo modo
que en la mujer. Deberían existir estudios de densidad ósea
para los hombres, así como los hay para las mujeres. Asimismo, se requiere una mayor conciencia del problema de la
osteoporosis en el hombre, en todos los niveles de la comunidad: en los mismos hombres, en los médicos, los funcionarios
de salud y los organismos que aportan fondos, de manera tal
de redoblar esfuerzos en investigación y asumir el problema
de las fracturas en el hombre. Sólo entonces se podrá comenzar a prevenir la osteoporosis.
10
Historias
personales
Andrew Wishart,
Australia
Andrew tiene 41 años, es
estudiante y cursa el último año de la
carrera de arquitectura. Hace dos
años, a los 39, mientras desarmaba
un armario en su casa, y tras un
empujón, sintió algo en la zona de sus
costillas. Supo de inmediato que se
había fracturado una costilla.
La radiografía confirmó sus temores, y la médica clínica
pronto le indicó un estudio de densidad mineral ósea (DMO),
ya que es poco frecuente que un hombre de 39 años se fracture una costilla luego de un traumatismo mínimo. Tuvo
suerte de que la médica así lo hiciera, ya que éste demostró
que Andrew tenía un alto grado de osteoporosis.
La especialista que trataba a Andrew sugirió un tratamiento inicial con suplementos de calcio y una tableta por semana de bisfosfonato (droga antirresortiva que disminuye o
detiene la pérdida de hueso).
Andrew tiene antecedentes familiares de osteoporosis: la
madre de su padre sufre una osteoporosis severa, al igual que
la hermana de su madre. Andrew tiene un hermano gemelo.
Si bien su hermano probablemente no haya sufrido una
fractura, se niega a hacerse una DMO, porque si ésta
efectivamente revela osteoporosis (sin fractura), tendrá que
gastar en medicamentos durante el resto de su vida, y no
quiere ocasionar ese gasto a su joven familia.
“La primera vez que me pidieron una DMO, pensé, ¿eso
qué es?”, explica Andrew. “Cuando la médica me dijo que
estaba analizando la posibilidad de que yo tuviera osteoporosis, me sentí algo consternado, porque esa es una enfermedad
que afecta a las “ancianas” entonces ¿por qué perder el
tiempo? Pero confié en la médica y me hice el estudio. La
espera de los resultados no fue problemática, ya que no esperaba ninguna mala noticia”.
Una semana más tarde, cuando llamó a la secretaria de su
médica para cancelar el turno, la médica se comunicó con él
para pedirle que la viera. “En ese momento, tomé conciencia
de que podía tratarse de algo malo” dijo Andrew. “La médica me confirmó que tenía osteoporosis, y comencé a sentir
que mi vida estaba cambiando. Hasta ahora podía estar enfermo pero el problema pasaba; a partir de este momento,
tenía algo que permanecería allí para siempre”.
Andrew regresó a su casa y decidió investigar un poco. “Mi
desilusión comenzó cuando me di cuenta de que en realidad
no hay mucha información sobre la osteoporosis en el hombre. Mujeres y hombres de todas las edades necesitan conocer
los riesgos de una enfermedad que no hace diferencia de sexos.
Aun cuando se menciona a los hombres, se hace referencia a
aquellos de 65 años en adelante. Empecé a desanimarme, me
preguntaba porqué tenía una enfermedad que afectaba a los
ancianos. La falta de información, especialmente sobre la
manera en que afecta a los hombres jóvenes, me hizo
comenzar a sentir que, de repente, me había convertido en un
anciano. Pensar en la enfermedad no me deprimía tanto
como el hecho de que yo creía que mi cuerpo se estaba consumiendo o comenzaba a deteriorarse a una edad temprana”.
“A la mañana siguiente, luego de haber tomado por primera
vez la medicación, sentí dolor en todos los huesos y me pasé
el día en cama. Ese dolor se calmó al día siguiente. Una
sema-na más tarde, estaba preparado para ese “efecto
secundario”, pero esta vez no fue tan grave. Cuatro semanas
más tarde, los efectos secundarios de la medicación apenas se
percibían. Ahora, el único momento en que siento dolor es
cuando olvido tomar la medicación y lo hago tarde. Pero ese
dolor es mínimo”.
“Tener osteoporosis me ha hecho más conciente de mis actos
cotidianos. Me he vuelto más cuidadoso al usar las escaleras,
y las actividades diarias las realizo con precaución. Pienso
dos veces antes de levantar/empujar objetos pesados e intento
evitar esa actividad, si puedo. Afortunadamente, por estar
entre los estudiantes de mayor edad, no debo enfrentar esa
situación muy seguido. Por suerte, mi vida –más allá de esta
actitud de precaución- no ha cambiado sustancialmente. Pero
sé que todo esto podría cambiar en el futuro”.
Felizmente, un estudio reciente reveló una mejoría en la
densidad ósea de Andrew.
Jamal Saleh,
Bahrain
“Antes de enterarme de que tenía
osteoporosis, era físicamente muy
activo. Durante la práctica médica,
corría de un lado a otro, sin
preocuparme por las caídas. Cuando
supe que tenía osteoporosis, comencé de repente a sentir miedo a la
mayoría de las actividades físicas; tal
vez, eso fue una exageración, pero fue lo que verdaderamente sentí. Ahora camino con cuidado y con menos
confianza. Evito las superficies resbaladizas y los pisos encerados del hospital.
Cuando subo o bajo las escaleras, lo hago lentamente,
mirando dónde pongo los pies a cada paso que doy. Antes no
era así”.
“Atrás quedaron los días en que me inclinaba a examinar
las piernas de los pacientes. Ahora les pido que se acuesten en
la camilla, así los puedo examinar con la columna derecha”.
“Suelo mirar a mis colegas y comparo si estoy más bajo que
ellos. Mi altura original era 1.79 m, ahora mido 1.76 m”.
“Antes ayudaba a subir a los pacientes a la camilla del
quirófano; era una buena manera de compartir responsabilidades y fomentar el espíritu de equipo. Un día entré en pánico
cuando sentí un fuerte dolor en la espalda después de levantar
con facilidad a un paciente. Fui derecho a hacerme una
radiografía de columna y, afortunadamente, se notaba
claramente que no había fractura de vértebras por osteoporosis. Ya no ayudo a levantar pacientes”.
“Evito hacer cirugías de columna; muchas de estas operaciones requieren un mínimo de tres horas ininterrumpidas de
pie. Me gustaba hacerlo; aún me gusta, pero sufro al final del
día.”
“El dolor de espalda, piernas y pies persistía durante uno o
dos días. Sé que permanecer mucho tiempo de pie no es
bueno para la osteoporosis, y también siento los huesos
menos fuertes que antes, ya que me duelen más”.
“Estoy usando los días de licencia anual que tengo acumulados, básicamente, hago más descansos durante el agitado día
de trabajo. Creo que debería estar muy activo, pero también
debo prestar más atención a las necesidades de mi cuerpo.”
“Tomo los medicamentos todas las mañanas, religiosamente, los comprimidos de calcio y la vitamina D y la tableta
semanal de bisfosfonato”.
11
“Recientemente, me hicieron una medición DEXA de los
huesos, que mostró cierta mejoría. Eso me alentó, aunque les
digo a mis pacientes con osteoporosis que no se desilusionen si la DEXA no revela una mejoría inmediata durante
el tratamiento. A veces, me siento raro cuando tranquilizo a
mis pacientes, cuyas enfermedades no mejoran, mientras yo
sé que, en mi caso, la densidad ósea está mejorando. La
osteoporosis ha cambiado muchos aspectos de mi práctica
médica y quirúrgica, pero no me ha forzado a cambiar mi
profesión, todavía. Espero no tener que llegar a eso”.
Ram Gulam,
India
Ram Gulam estaba conforme
con la vida que llevaba. Era el
panch (jefe del consejo del pueblo)
del pueblo indio de Larpur, en el
Distrito de Azamgarh, una aldea
de 5.000 personas en el estado de
Uttar Pradesh.
También era un campesino acomodado, propietario de tierra y de
una pequeña estancia.
Las fotos de Ram Gulam muestran a un hombre de 58 años, esbelto, imponente, atractivo, con un gran bigote y el aspecto
de tener confianza en sí mismo.
Una mañana soleada, Ram Gulam compartía un té con sus
pares del pueblo y conversaba sobre una decisión importante
que debía tomar. Más tarde, en la asamblea del pueblo Ram
Gulam prometió revisar objetivamente los dos lados del caso,
que involucraba una disputa de tierras, y se excusó, pues
debía prepararse para la asamblea.
Mientras estaba en el baño, Ram Gulam se resbaló. “La
caída fue insignificante”, recuerda, “pero el dolor era insoportable”. No podía ponerse de pie, y su familia tuvo que
llevarlo al hospital del distrito, en Azamgarh, a 40 kilómetros
del pueblo. Luego de hacerle una radiografía, el médico de
guardia le diagnosticó una fractura en el cuello del fémur y le
dijo que debería someterse a una intervención quirúrgica.
No convencidos de que una caída tan insignificante podía
causar una fractura que requería cirugía, sus familiares
decidieron llevarlo a Delhi, a 400 kilómetros de allí. En Delhi,
el doctor Sushil Sharma, cirujano ortopédico, muy vinculado
con la Fundación de Artritis de la India, les explicó que Ram
Gulam se había quebrado la cabeza del fémur, lo que
comúnmente se conoce como una fractura de cadera, por
tener huesos débiles. El cirujano lo operó, y Ram Gulam
comenzó una larga y dolorosa rehabilitación, durante la cual
su trabajo de juez encargado de los asuntos de la comunidad
pasó de manera provisional a otra persona.
Recién a los 4 meses, pudo retomar tareas livianas y reuniones con amigos, recuerda Ram Gulam. “Pero permanecía
escéptico al diagnóstico de osteoporosis que había hecho
hecho el médico. Estaba convencido de que la enfermedad de
los huesos débiles afectaba a las mujeres, no a hombres”,
cuenta.
Durante una de sus caminatas vespertinas, Ram Gulam
hizo un movimiento rápido para esquivar a un perro
vagabundo. Se resbaló, calló y se fracturó la otra cadera.
Una vez más, acudió al cirujano, y una vez más, debió
someterse a una cirugía de reemplazo de cadera. Pero esta
vez, la rehabilitación fue mucho más difícil. Estuvo postrado
en cama. Una vez más, perdió su participación en la toma de
decisiones en el consejo municipal del pueblo. Nunca más
usaría el sombrero pagri de juez. Perdió su autoestima y quedó aislado.
En la actualidad, Ram Gulam es un hombre enfermo y abatido. Puede caminar, con la ayuda de un andador, pero a los 65
años, aparenta 90. Ha comenzado el tratamiento contra la
osteoporosis, pero luego de las dos fracturas de cadera, los
débiles huesos ya han sufrido demasiado.
Luego de la segunda cirugía de cadera, se hizo un control de
la DMO. El T-score fue -4,9, y la columna reveló un gran deterioro vertebral. Ha perdido 4 cm de altura en los últimos siete
años, y sufre dolores constantes.
Mientras camina por los corredores del hospital con el andador,
Ram Gulam se muestra totalmente desahuciado: le han dicho
que su puesto como jefe del consejo del pueblo ha sido
transferido definitivamente a otra persona.
Nicholas Flood,
Ireland
En el hombre, la osteoporosis a veces
se desarrolla como consecuencia de un
traumatismo, ligado a ejercicio excesivo
y mala alimentación, que deviene en
bajos niveles de hormonas sexuales
masculinas. En 2000, Nicholas Flood,
uno de los tiradores de rifle más
reconocidos del mundo, acababa de
regresar de una competición en Brisbane,
Australia. Nicholas estaba ansioso por retomar el entrenamiento, ya que “después de pasar tanto tiempo en la ruta, me sentía
flojo y fuera de estado”.
Pero se excedió y sintió un dolor en la parte baja de la
espalda. Consultó a Moira O’Brien, médica deportóloga y presidente de la Sociedad Irlandesa de Osteoporosis. Le ordenó un
estudio de densidad ósea, y los resultados mostraron que
Nicholas tenía osteoporosis.
¿Cómo es posible que un atleta sano de sólo 34 años, desarrolle osteoporosis? Hay numerosas razones.
El deporte de tiro es particularmente estresante, ya que el
atleta tira estando de pie, mientras sostiene un rifle que puede
pesar hasta cuatro kilos. El tirador debe permanecer en una
posición que requiere dos inclinaciones de la columna, lo cual
expone a la columna lumbar inferior a presión extrema.
La doctora O’Brien notó que, al entrenar dos o tres veces por
día, Nicholas no le daba a su cuerpo tiempo para reponerse. Además, algunos de los ejercicios producían demasiada
tensión en su esqueleto.
Ella cambió algunas posturas y con la ayuda del Centro
Nacional de Entrenamiento, incorporó una rutina de ejercicios
aeróbicos y estiramiento.
Además, Nicholas había prestado poca atención a su dieta.
La cafeína le estaba quitando el calcio a su organismo, pero “el
principal problema era la simple falta de comida: yo pensaba
que comer era una total pérdida de tiempo”, dice. “Estaba muy
mal, y mi cuerpo me lo hizo saber”.
La lesión de Nicholas se curó y, en 2004, se convirtió en
Campeón Europeo de los cuatro eventos de rifle, marcando un
nuevo récord.
Confiesa que conoce a mucha gente con problemas de
espalda. “Los incentivo a hacerse estudios, porque el cuerpo
nos habla, y tenemos que escucharlo”.
La doctora O’Brien agrega “Estamos tratando de identificar
a los hombres en riesgo, pero también intentamos que la gente
comprenda que la osteoporosis no es sólo una enfermedad de
los ancianos, sino que afecta a hombres, mujeres y niños. Eso es
lo más importante. Todos los hombres deben tomar conciencia
de que están en riesgo de sufrir osteoporosis y no deben esperar
a quebrarse los huesos para descubrir que tienen la
enfermedad”.
12
Sergio Barrientos
Arellano, Mexico
“Hace aproximadamente 5 años,
cuando tenía 42, comencé a sentir
dolor en un brazo. El dolor era tan
intenso, que no podía levantar el
brazo. Tenía que dormir sentado,
porque me dolía mucho cuando me
acostaba. Casi no dormía. Soy chofer
de colectivo y mecánico; tuve que
dejar de trabajar a causa del dolor, y porque estaba tan
cansado, que dormía durante el día. Fui a ver a un médico,
que me recetó fuertes calmantes. Controló si tenía artritis,
pero no encontró nada. Comencé a trabajar nuevamente”.
“Dos años más tarde, comencé a sentir dolor de espalda, y
el brazo empezó a molestarme una vez más. Me dolían los
huesos: brazos, hombros y cuello. El médico de la obra social
pensó que iba a sufrir un paro. Me hicieron un electrocardiograma, pero el corazón estaba bien. Me indicó inyecciones de tranquilizantes, y yo iba una y otra vez a buscar más
inyecciones. Los huesos me dolían tanto, que creí que tenía
cáncer de huesos”.
“Mi hermana me recomendó a un quiropráctico en Cuernavaca. Comencé a verlo semana por medio; manejaba 40
millas desde mi casa, en Ciudad de México, hasta Cuernavaca, donde permanecía tres días seguidos. Me componía la
columna y me daba medicina homeopática; hasta pensé en
mudarme a Cuernavaca, pero mi trabajo era en la Ciudad de
México. Acudí a otro quiropráctico en la misma ciudad, pero
no me resultó, por lo tanto, seguí yendo a Cuernavaca
durante aproximadamente un año. Mis dos hermanas y uno
de mis hermanos tenían el mismo problema”.
“Me sentía muy frustrado y me desesperaba, porque creía
que no había solución posible. Justo en ese momento, mi
esposa estaba escuchando un programa de radio, donde
hablaban sobre la osteoporosis y daban un número de teléfono. Llamó al COMOP, nuestro Comité Mexicano para la
Prevención de la Osteoporosis, para solicitar información y
llevó a su madre a hacerse una DXA. Cuando se dio cuenta
de que era un estudio de los huesos, me dijo, “¿Por qué no
vas? No tienes nada que perder, hasta puedes mejorar”.
Pensé, “Esa no puede ser la respuesta, la osteoporosis es una
enfermedad de mujeres”, pero estaba desesperado. Cuando
llegué a la clínica, sólo había mujeres. Me dieron un cuestionario para mujeres: tenía preguntas sobre menstruación,
menopausia, etc. Mi mujer, incluso, me hacía bromas sobre el
tema. Me hicieron la DXA, que reveló que tenía osteoporosis.
El médico me dijo que tenía huesos de una persona 60 años y
que eran tan frágiles que podían quebrarse en cualquier
momento”.
“El tratamiento comenzó de inmediato, pero yo estaba
muy asustado. Dejé mi trabajo de mecánico, por temor a que
algo pudiera caer sobre mí y quebrarme un hueso. Sólo supervisaba a los mecánicos y a los choferes. Apenas salía, a causa
de la depresión. Luego de unos meses, me hicieron análisis
clínicos, que revelaron que el tratamiento estaba funcionando. Eso me hizo sentir un poco mejor, pero los huesos aún
estaban frágiles. Comencé a hacer ejercicio. Tomaba el medicamento temprano a la mañana, y como no podía comer ni
acostarme por un rato, salía a caminar una hora todos los
días”.
“Hace unos meses, la última DXA reveló que la situación
de mis huesos sigue mejorando. Me siento mucho mejor ahora que estoy haciendo algo por mis huesos, no solo tomando
el medicamento, sino el ejercicio físico y una mejor alimentación. Quienes sufren dolor de huesos deben hacerse estudios
en los huesos. Yo no sabía que existían esos estudios. Me
considero muy afortunado, porque nunca sufrí una fractura;
el dolor me alertó, pero conozco a mucha gente que no se da
cuenta de que tiene osteoporosis hasta que se quiebra un
hueso. Ahora comprendo porque la llaman “la epidemia
silenciosa”. Deberían haber más campañas de concientización
dirigidas a los hombres, como en el caso del cáncer, en las que
incentiven a los hombres a hacerse estudios. Muchas personas
no se hacen estudios, porque creen que no hay cura para esta
enfermedad. La DXA es muy importante, y yo soy testigo de
que los huesos pueden fortalecerse. Puedo dar prueba de
ello”.
Mike Nelson, UK
“Hace 4 años, cuando sólo tenía 37
años, la pérdida de altura que había
comenzado a advertir a los 30 pero
que se había acelerado notablemente
en los últimos 12 meses, demostraba
que me había encogido 5 centímetros,
algo que los médicos consideraban
“imposible” para una persona de mi
edad. Decían que era producto de mi
“imaginación”, que había pasado de 1.70 metros a 1.65
metros”.
“No era mi imaginación, era la osteoporosis. Pero los
médicos no lo querían reconocer. Recién cuando me quebré
tres costillas tras quedar aprisionado en una puerta, me
sugirieron que las fracturas, la pérdida de altura y los dolores
en las articulaciones podían ser causados por esta enfermedad. Fue luego de mi sugerencia, que el médico clínico
finalmente contactó a un especialista, aunque le llevó casi un
año convencerse de que ya que no había nada que pudiera
explicar mis problemas y que la osteoporosis también
afectaba a los hombres. Creo que el médico se sorprendió
tanto como yo cuando la DXA reveló osteoporosis”.
“En lo que a factores de riesgo respecta, creo que los
médicos deberían haber advertido que la pérdida de altura en
un hombre joven no era normal. Y recibí durante 2 años,
quimioterapia por enfermedad de Hodgkins, y durante 5
años, inhibidores de la proteasa, que podrían haber hecho
efecto”.
“Quizás deberíamos modificar los factores de riesgo
reportados a médicos y radiólogos, para incluir tratamientos
médicos, que contengan compuestos citotóxicos y drogas antivirales. Y los médicos deberían estar mejor informados y
más abiertos a considerar la osteoporosis como un problema
que puede afectar a hombres de cualquier edad. Lo bueno es
que ahora encontré una explicación a mis problemas, que
habían permanecido sin respuesta”.
“El mayor desconcierto fue que, para poder hacerme una
densitometría ósea, debía asistir a una clínica de mujeres y
soportar, de parte de las otras clientas, algunos comentarios
un tanto hostiles, como “retírese de nuestro espacio exclusivo
de mujeres”. Esa no fue la primera vez, ya que también me
pidieron una mamografía (procedimiento aún más difícil e incómodo en el hombre, que en la mujer), dado que la medicación hizo aparecer una protuberancia que agrandaba mis
mamas (luego de una biopsia, se determino que era benigna).
Todo esto parecía romper con el mito de que la osteoporosis
y el cáncer de mama son problemas exclusivos de las mujeres
y temas relacionados con la edad”.
“Estoy haciendo campaña en el ámbito local para que,
tanto los pacientes jóvenes como los hombres en general, reconozcan estos problemas, y para crear más clínicas, además
de la “clínica de la mujer”. En medio de ese ámbito intimidante, creo que en mi lugar, muchos hombres no se habrían
hecho los estudios necesarios. Espero que mi historia sirva
13
para que otras personas, que no están en situación de riesgo,
obtengan un diagnóstico más rápido”.
“Me tranquiliza saber que la última DXA revela una
notable mejoría, luego del tratamiento con bisfosfonato y
una dieta alta en calcio y magnesio. Ahora estoy cerca del
umbral de fractura, en lugar de estar fuera de él”.
“La pérdida de altura continúa, y aún siento dolor en las
articulaciones debido a la osteoartritis, que se debe, en parte,
al diagnóstico tardío de la osteoporosis. Ahora hago las cosas
con más cuidado y uso un bastón al caminar, para evitar
caídas”.
“Aún cuando no he sufrido ninguna fractura importante
me fracturo los dedos de los pies con frecuencia, pero, quizás
afortunadamente, también padezco una neuropatía periférica
y por lo tanto luego del dolor inicial prácticamente me olvido
que se me ha quebrado un hueso.”
“Ahora también comprendo que la osteoporosis puede ser
hereditaria; mi madre tiene osteopenia”.
“Pero hay otro aspecto positivo. Cuando me derivaron por
primera vez al “centro de la mujer”, no me recibieron con
cordialidad. Ahora la clínica reconoce que tiene una función
más variada y se ha convertido en un centro independiente de
osteoporosis y osteopatía, con una actitud mucho más abierta. ¿Se deberá al creciente número de pacientes masculinos?”
Domingo Di Lorenzo,
Venezuela
“No pregunté o no fui
informado acerca de los
riesgos que implica una cirugía de colon para los huesos”.
Optimismo inigualable y una
sonrisa cálida caracterizan a Domingo Di Lorenzo. Es
venezolano, descendiente de
italianos, y se dedicaba a
realizar trabajos de mecáni- ca
y reparación. Domingo tiene
77 años y, a los 65, comenzó a
sufrir fracturas de vértebras, ocasionadas por la osteoporosis.
“A los 40 años, me extirparon el colon, debido a una
diverticulosis. Desde entonces, no volví a ingerir leche ni
queso, por temor a sufrir diarrea. Tampoco me dijeron que
debía tomar comprimidos de calcio. El intestino funcionaba
bien, y los médicos y yo estábamos muy conformes. Continué
trabajando con el mismo ímpetu de siempre, porque me
gustaba mucho mi trabajo. Incluso solía ir de caza, a pesar de
la colostomía”.
“Sufrí la primera fractura a los 65 años. Desde entonces,
he tenido varias fracturas, pero no me producen demasiado
dolor. Noté una pequeña joroba y advertí que mi altura había
disminuido, pero no me preocupé porque no sufría dolor.
Nunca creí que tenía osteoporosis. En realidad, no sabía nada
acerca de esa enfermedad, y los médicos nunca la mencionaron. Recién en 1997, me derivaron a un centro especializado”.
Domingo sufre osteoporosis secundaria, originada por una
cirugía en el aparato digestivo y por déficit crónico de calcio.
Refleja la falta de información acerca de la osteoporosis entre
los pacientes y los médicos. Asimismo, su ejemplo es una
prueba clara de la elevada ocurrencia de nuevas fracturas
luego de la primera fractura. En la actualidad, Domingo tiene
cinco fracturas de vértebra. Su historia también refleja una
típica actitud masculina, la renuencia a buscar apoyo médico
ante los cambios en la salud. Muy a menudo los hombres sólo
recurren al apoyo médico cuando el daño ya es grave.
“En la actualidad, Domingo debe hacer frente a muchas
limitaciones, debido a la grave deformidad vertebral”, expli-
ca el profesor Gregorio Riera Espinoza. “Además, tuvo un aneurisma de la arteria poplítea, con obstrucción vascular.
Lamentablemente hace 18 meses, dicho estado condujo a la
amputación, por debajo de la rodilla, de la pierna izquierda.
Sin embargo, este hombre aún muestra entusiasmo y una
sonrisa afectuosa y sumisa frente a la vida. Gran parte de su
desgracia fue ocasionada tanto por la sociedad como por
nosotros, los médicos. Esto se lo debemos a Domingo Di
Lorenzo”.
Apéndice 1
14
Test de riesgo de osteoporosis
en el hombre
1.
¿Alguno de sus padres se quebró la cadera
después de un golpe o una caída leve?
Si
2.
3.
Si
6.
7.
No
Si contestó de manera afirmativa alguna de estas
preguntas, no significa que usted tiene osteoporosis.
El diagnóstico de osteoporosis sólo puede hacerlo un
médico, a través de un estudio de densidad ósea.
Recomendamos que le muestre este estudio a su
médico, quien le indicará si es necesario realizar otras
pruebas. Lo bueno es que la osteoporosis puede
diagnosticarse fácilmente y tratarse a tiempo.
No
¿Tiene frecuentemente diarrea (causada por
problemas como enfermedad celíaca
o enfermedad de Crohn)?
Si
8.
No
¿Fuma más de 20 cigarrillos por día?
Si
No
¿Ha perdido más de 3 cm (algo más de 1
pulgada) de altura?
¿Suele beber en exceso (superando los
límites establecidos)?
Si
No
¿Ha tomado corticoides (cortisona,
prednisona, etc.) durante más de tres meses?
Si
4.
No
¿Se quebró usted un hueso después de
un golpe o una caída leve?
Si
5.
No
¿En alguna oportunidad, experimentó
impotencia, falta de libido u otros síntomas
relacionados con bajos niveles de testosterona?
Si
No
Hable con la sociedad de osteoporosis de su país
acerca de los cambios que usted podría hacer en su
vida para reducir el riesgo de osteoporosis. Puede
contactarla través de:
www.iofbonehealth.org
Apéndice 2
15
Fig. 1 La sobrevida es similar en hombres con
fractura de cadera (línea completa) y sin fractura
de cadera (línea de puntos), que no presentan
ninguna enfermedad. Ante la presencia de alguna
enfermedad, la sobrevida disminuye en hombres
con y sin fracturas de cadera, pero siempre
disminuye más en hombres con fracturas de
cadera. (Adaptado de Poor y col.)
Tablas y figuras
Fig. 2 El adelgazamiento del hueso trabecular
predomina en el hombre durante el envejecimiento, mientras que en la mujer, se produce una
pérdida completa de estructura ósea, ya que las
placas se pierden en su totalidad, y el hueso esponjoso se desconecta. (Seeman, con autorización.)
Fig. 1
Probabilidad de sobrevida luego de
fractura de cadera en hombres con
scores variables de comorbilidad
Probabilidad de sobrevida
Hombres sin enfermedad
Con enfermedad
leve
Con enfermedad
moderada
Fig. 3 Incidencia anual de fractura de cadera por
100.000 personas por año, en hombres y mujeres
de 60, 70 y 80 años. (Adaptado de De Laet y col.)
enfermedades
graves
1.0
Fig. 4 Es baja la presencia de osteoporosis en
hombres y mujeres menores de 60 años, pero
aumenta con la edad, con lo cual la prevalencia en
hombres de 75 años o mayores, es del 20%, y del
40% en hombres de 85 años o mayores. (Schuit
SCE, y col, cita 14.)
Controles
0.8
0.6
Hombres
con fractura
de cadera
0.4
0.2
0.0
0
2
4
6
8 10
0
2
4
6
8 10 0
2
4
6
8 10
0
2
4
6
8 10
Años después de la fractura
Fig. 3
Mujer
perforación
Incidencia de fractura de cadera/100.000
Fig. 2
Hombre
4000
DMO de cuello del fémur
e incidencia de fractura
de cadera:
hombres y mujeres
80 años
3000
2000
70 años
Mujeres
Hombres
1000
60 años
0
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
DMO de cuello del fémur (g/cm2)
adelgazamiento
Fig. 4
Prevalencia de
osteoporosis
y osteopenia en
hombres y mujeres,
según scores
específicos de
cada sexo
1.1
normal BMD
Osteopenia
Osteoporosis
100%
80%
60%
40%
20%
0%
+
85
4
-8
80
9
-7
75
4
-7
70
9
-6
65
4
-6
60
9
-5
55
+
85
4
-8
80
9
-7
75
4
-7
70
9
-6
65
4
-6
60
9
-5
55
Hombres
Mujeres
1.2
Apéndice 3
Bibliografía
1 Melton LJ, Chrischilles EA, Cooper C et al. How many
women have osteoporosis? Journal of Bone Mineral
Research, 1992; 7:1005-10
2 Kanis J.A., Johnell O., Oden A., Sernbo I., RedlundJohnell I., Dawson A., De Laet C., and Jonsson B.; Longterm risk of Osteoporotic Fracture in Malmö, Osteoporosis International, 2000; 11:669-674
3 Melton L.J., Atkinson E.J., O’Conner M.K., O’Fallon
W.M., Riggs B.L., Bone Density and Fracture Risk in Men,
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Lectura adicional
Kanis JA and Pitt FA Epidemiology of osteoporosis. Bone
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Van Der Klift M, De Laet CEDH, McCloskey EV, Hofman A,
Pols HAP. The Incidence of Vertebral Fractures in Men
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11 Website of the (US) National Osteoporosis Founda-
tion: www.nof.org
La IOF es un organismo internacional, no gubernamental, que representa a una liga mundial de pacientes,
sociedades médicas y de investigación, científicos, profesionales de la salud y a la industria de la salud. La IOF
trabaja en sociedad con sus miembros y con otras
organizaciones del mundo, para acrecentar la conciencia
y mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento
tempranos de la osteoporosis.
Si bien la osteoporosis afecta a millones de personas en
todo el mundo, aún se sabe poco acerca de la enfermedad; los médicos a menudo no la diagnostican; el equipamiento diagnóstico suele ser escaso o no se lo utiliza en
su totalidad, y el tratamiento no siempre está al alcance
de aquellos que lo necesitan para prevenir la primera
fractura.
El número de miembros de la IOF ha ascendido a más del
doble desde 1999, lo cual refleja la creciente preocupación mundial por este grave problema de salud. Hay 176
sociedades miembro en más de 80 lugares del mundo
(julio de 2007).
Para más información acerca de la IOF y para contactar a una sociedad miembro de la IOF en su país,
visite: www.iofbonehealth.org
International Osteoporosis Foundation
5 Rue Perdtemps
CH-1260 Nyon
Suiza
Tel: +41 22 994 0100
Correo electrónico: [email protected]
Página web: www.iofbonehealth.org
International Osteoporosis Foundation
Oficina para America Latina
Libertad 860 4 piso oficina E
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Página web: www.iofbonehealth.org/latinoamerica
Créditos
Compilado y escrito por Ego Seeman, Profesor de Medicina en el
Austin Hospital de Melbourne, Australia.
Editor principal: Paul Spencer Sochaczewski, Jefe de Comunicaciones de la IOF
Asesor principal del proyecto:
Ghassan Maalouf, Profesor de Ortopedia Clínica,
Jefe del Departamento de Ortopedia y Osteoporosis,
Saint George Hospital, Beirut, Líbano
Edición y Producción:
Jenny Bonnet, Encargado de Comunicaciones de la IOF
Asesores del proyecto:
John Bilezekian, Cyrus Cooper, John Kanis,
Jean-Marc Kaufman, René Rizzoli, Refik Tanakol
Diseño: BRANDCOM, Basilea, Suiza
Imagen de tapa: ? 2004, Salvador Dalí,
Fundación Gala-Salvador Dalí / ProLitteris, Zurich
Apoyo editorial: Daniela Meyer, IOF
Financiado, en parte, por un subsidio ilimitado para educación, de NESTLE SA
Producido en sociedad con:
Centro Colaborador de
la Organización Mundial
de la Salud, Lieja,
Bélgica Ginebra, Suiza;
Sheffield, Reino Unido
Bone & Joint Decade
Consejo
Internacional de
Enfermeros
Instituto Europeo
de la Salud de la
Mujer
Foro Europeo
sobre la Salud del
Hombre
Organizaciones
compuestas por
ligas de pacientes
“Todos los días, millones de hombres y mujeres de cada uno
de nuestros países pierden su movilidad, su independencia,
su esperanza... incluso sus vidas. La clave para poner fin a
esta tragedia es actuar antes de la primera fractura”.
IOF – Outreach and Education: 05; October 2004
Reina Rania de Jordania, Patrocinadora de la IOF, disertante
en la Mesa Redonda de Mujeres Líderes de la IOF, en Lisboa,
mayo de 2002