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El edificio Taipei 101, en el centro
financiero de Taiwán, ha sido catalogado
como el más alto del mundo
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Arquitectura
¿Puede provocar
terremotos el edificio
más alto del mundo?
Varios técnicos creen que el peso y la sobrecarga del rascacielos reabrió una antigua falla geológica
Autor: Bernardo Roca
Título: ¿Puede provocar terremotos el edificio más alto del
mundo?
Fuente: Directivos Construcción
nº 188 pág. 14. Abril 2006.
Resumen: El Taipei 101 con 508
metros y 700.000 toneladas es el
edificio más alto y pesado del
mundo. Pero este rascacielos taiwanés está suscitando importantes dudas ya que varios estudios
apuntan que esta mega-construcción podría haber desencadenado dos terremotos recientes
debido a la sobrecarga que ejerce sobre la tierra que hay debajo
de él. De comprobarse, esto podría tener importantes implicaciones en la construcción de edificios.
Descriptores: Rascacielos/
Altura/
Estructura/
Terremoto
[
Todo en el Taipei 101 es enorme. Sus 508
metros de altura, sus 101 pisos, sus oficinas
para 12.000 personas... Todo ello ha convertido
a este gigante del centro financiero de Taiwán en
el más alto del mundo. Sin embargo, los técnicos
estudian ahora si su estructura puede provocar
seísmos.
l Taipei 101 es un edificio que tiene mucho
de qué jactarse. Con 508 metros de altura,
es el más alto del mundo. Y con sus 700.000
toneladas, debe estar entre los más pesados.
Pero el tamaño de este rascacielos de Taiwán
ha suscitado inesperadas inquietudes que podrían tener importantes implicaciones en la construcción de otros edificios y megaestructuras
creadas por el hombre. Varios estudios apuntan que el Taipei 101 ha desencadenado dos
terremotos recientes debido a la sobrecarga que
ejerce sobre la tierra que se halla debajo de él.
E
Según el geólogo Cheng Horng Lin, de la Universidad Normal Nacional de Taiwán, la sobrecarga producida por el rascacielos podría haber
reabierto una antigua falla geológica. Esto plantea preocupaciones con respecto a proyectos
como la Ciudad de los Cielos 1000 de Japón,
la ciudad vertical que ha sido propuesta para
Nº 188 • Abril de 2006
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]
solucionar los problemas habitacionales de Tokio. Y no son sólo los rascacielos los que constituyen un problema: los diques y los depósitos
subterráneos de desechos también podrían provocar perturbaciones. Antes de la construcción
del Taipei 101, la cuenca de la ciudad era una
zona estable sin fallas sísmicas activas en la superficie: sólo registraba microterremotos (inferiores a una magnitud 2) que ocurrían aproximadamente una vez al año.
Sin embargo, una vez que el Taipei 101 comenzó
a elevarse, las cosas cambiaron. El número de
microterremotos aumentó a unos dos por año
durante el período de construcción, entre 1997
y 2003. “Desde que terminó la construcción,
hubo dos seísmos más grandes (magnitud 3,8
y 3,2) directamente debajo del Taipei 101, lo
suficientemente fuertes para ser percibidos”,
dijo Lin.
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Basándose en la información acumulada durante la construcción del rascacielos, Lin calculó cuánta presión ejerce el Taipei 101 sobre la
tierra. El peso del acero y el hormigón llegaba
a más de 700.000 toneladas, que se distribuyen sobre una superficie de 15.081 metros cuadrados, lo que significa una gigantesca presión
de 4,7 bares sobre la tierra que está debajo.
“La construcción del Taipei 101 es totalmente diferente a la de muchos otros edificios
altos, porque se usaron estructuras híbridas hechas tanto de hormigón como de
acero para darle mayor protección contra terremotos e incendios. Por lo tanto,
tiene una enorme carga vertical sobre sus
cimientos”, sostiene Lin.
“Creo que esta considerable presión podría transferirse hacia el interior de la corteza superior debido a las rocas sedimentarias sumamente blandas que se
hallan debajo de la cuenca de Taipei. A
mayor profundidad, esto podría haber
reabierto una antigua falla sísmica”, sugiere Lin en su trabajo, publicado en
la revista Geophysical Research Letters.
Otros especialistas son más cautelosos
a la hora de responsabilizar al rasca-
cielos por los terremotos. “Un edificio modifica la presión sobre la tierra que se halla debajo de él, pero esta probablemente no llegará
hasta los 10 kilómetros de profundidad, nivel
en que ocurrieron los terremotos”, dice John
Vidale, experto en seísmos de la Universidad de
California en Los Ángeles.
A Zygmunt Lubkowski, analista de terremotos
de la firma de ingeniería Arup, le preocupa la
falta de información. “Los seísmos se producen en escalas temporales de miles de millones
de años. A partir de sólo diez años de datos sísmicos es difícil decir si la mayor frecuencia de
los terremotos es simplemente ruido en la señal o se debe al edificio”.
Además de ser el edificio más alto del mundo, Taipei es uno de los más elegantes. Le siguen en altura las ya tradicionales Sears Towers, de Chicago, con 442 metros. Sólo se
le acercan otros dos gigantes por construirse: el Shangai World Financial Trade, de China, con 492 metros y la Freedom Tower New
York, proyectada con 541 metros, en reemplazo de las torres del World Trade Center,
abatidas en el atentado de septiembre de
2001.
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SUBIR 89 PLANTAS EN 39 SEGUNDOS
Al menos cien mil personas acudieron a la inauguración del edificio Taipei 101 que,
con sus 508 metros de altura, 101 plantas sobre la superficie y 5 de sótano, es el más
alto del mundo. El récord se debe a una enorme antena, de 60 metros, que corona
la construcción, porque la estructura del edificio se eleva del suelo “sólo” 448 metros.
Este rascacielos se ha convertido en un importante centro financiero, comercial y
culinario en la capital de Taiwán, con oficinas entre las plantas 7 a 84, que reciben
a la elite de las finanzas internacionales de la isla. Los propietarios han instalado observatorios y centros comerciales en los pisos superiores, que son el destino de muchos de los casi siete millones de habitantes de la ciudad.
Decenas de personas transitan casi cada minuto por los 74 restaurantes situados
entre los pisos 86 y 88, así como en los centros comerciales. Pero una de las atracciones de la nueva gran torre son sus ascensores, anunciados como los más rápidos
del mundo, al ser capaces de subir 89 plantas en 39 segundos.
El rascacielos alberga, entre otros, el Centro del Comercio Mundial, el Centro Mundial de Convenciones y la Alcaldía. Profesionales de Alemania, Corea del Sur, Estados Unidos, India, Japón, Reino Unido, Tailandia y Taiwán han participado en la construcción de este edificio propiedad de la Corporación Centro Financiero de Taipei,
que ha costado 1.455 millones de euros.
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