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TOMO 2 - Capítulo 4: Antiguo Egipto Donación de los Hicsos El Imperio nuevo La tumba de ... Auge y decadencia del... La caída de la civilización Mesopotamia y el reino... DOMINACIÓN DE LOS HICSOS La XII dinastía egipcia acabó alrededor de 1800 a. C., y le siguió la XIII, de dirigentes mucho más débiles. Gobernando desde Ity-tauy o Itjtawy, situada cerca de Menfis y el El-Lisht, al sur del delta de Nilo, se mostró incapaz de dominar la extensa tierra de Egipto, logrando que los gobernantes de la región de Xois, localizada en los pantanos del delta occidental, se independizaran de la autoridad central para constituir la dinastía XIV. El progresivo debilitamiento de la autoridad faraónica y el posterior vacío de poder abrió las fronteras de Egipto a los hicsos, un pueblo nómada de origen asiático que consiguió imponer su propia soberanía, rompiendo el tradicional aislamiento del país e implantando una nueva dinastía extranjera que ocupó el trono cerca de dos siglos. 195 TOMO 2 - Capítulo 4: Antiguo Egipto Donación de los Hicsos El Imperio nuevo La tumba de ... Auge y decadencia del... La caída de la civilización Mesopotamia y el reino... La aparición de los hicsos plantea uno de los mayores dilemas de la historia egipcia. Su origen, significado y permanencia todavía son objeto de estudio e investigación. Si comenzó como una migración paulatina, se transformó con el tiempo en conquista militar del territorio egipcio, que se logró por los avances tecnológicos que dieron a los invasores extranjeros ventajas tácticas que resultaron decisivas. Las investigaciones históricas parecen avalar la tesis de Manetón, un sacerdote egipcio que escribió en tiempos de Ptolomeo II, quien ha demostrado que, desde la XII dinastía, la palabra hicsos sirvió para identificar a los jefes de las tribus nómadas que recorrían los desiertos siriopalestinos. La palabra hicsos sirvió para identificar a los jefes de las tribus nómadas que recorrían los desiertos siriopalestinos. Se supone que los hicsos eran semitas y pueblos de otras etnias que los indoeuropeos obligaron a desplazarse de Anatolia y del alto Éufrates hacia Egipto alrededor del siglo XVIII a. C., aunque se han barajado diversas hipótesis para explicar con exactitud la verdadera naturaleza de esta dinastía. Las investigaciones históricas parecen avalar la tesis de Manetón, un sacerdote egipcio que escribió en tiempos de Ptolomeo II, quien ha demostrado que, desde la XII dinastía, la palabra hicsos sirvió para identificar a los jefes de las tribus nómadas que recorrían los desiertos siriopalestinos. La controversia también se proyecta en las causas que les llevaron a establecerse en la tierra de los faraones. La tradición egipcia no alberga dudas al respecto, ya que afirman que se trató de una invasión. Sin embargo, esta tesis, mantenida largo tiempo, ha sido refutada en beneficio de una explicación más plausible desde el punto de vista histórico: se infiere que las cada vez más intensas relaciones con Siria y Líbano durante la XII dinastía habían traído como consecuencia una progresiva infiltración de pueblos nómadas de la periferia. 196 TOMO 2 - Capítulo 4: Antiguo Egipto Donación de los Hicsos El Imperio nuevo La tumba de ... Por primera vez en la historia de Egipto el tradicional aislamiento del país se rompió en beneficio de una nueva estirpe de faraones “venida de fuera” y que durante dos siglos aproximadamente, ejerció su dominio sobre gran parte del país. Asentamiento de los Hicsos. Auge y decadencia del... La caída de la civilización Mesopotamia y el reino... Anteriormente se trataba de algunos libios que se establecieron en el territorio egipcio para realizar trabajos de agricultura o minería para luego, debido a los cambios climáticos y a la inestabilidad política egipcia, adentrarse en el valle del Nilo para aprovechar su fertilidad. Otros, en cambio, debido a las guerras civiles entre los nomos, se alistaron como mercenarios auxiliares del ejército. Poco a poco terminaron por constituir una densa minoría, sobre todo en el delta oriental. Es decir que la penetración de estos pueblos, más que a una invasión, obedeció a un lento y complejo proceso de infiltración demográfica, favorecida por el elevado número de asiáticos que prestaban sus servicios en el aparato administrativo y en el ejército egipcio. Esta presencia fue consentida por los faraones, lo que desembocó en la ocupación, hacia 1700 a. C., de la ciudad de Avaris, en el delta del Nilo, y poco tiempo después, en la fundación de la XV dinastía. Asimilación La caída de la emblemática ciudad de Menfis en 1674 a. C. a manos de los hicsos abrió pasó definitivamente a la XV dinastía. Por primera vez en la historia de Egipto el tradicional aislamiento del país se rompió en beneficio de una nueva estirpe de faraones “venida de fuera” y que durante dos siglos aproximadamente, ejerció su dominio sobre gran parte del país. Al contrario de lo que se cree, los hicsos no fueron los toscos bárbaros de los que hablara la tradición egipcia posterior. Pese a que esta soberanía extranjera aparece como perniciosa, deshonrosa y proclive a las peores barbaries, la historia describe un marco de intercambios recíprocos, sobre todo culturales, que llevaron a Egipto la tecnología del bronce, el uso de la rueda como instrumento de locomoción y el empleo del carro de guerra. Espada Hicsa. A diferencia de otros pueblos de la Antigüedad, los reyes hicsos no impusieron a sangre sus patrones sociales y culturales. Antes bien, se adaptaron sin mayores complejos la cultura egipcia y asumieron la titulatura real, construyeron monumentos y templos e integraron sus propios credos con los locales, como muestra la adopción por parte de estos soberanos al culto de Seth, equiparado al antiguo dios asiático Baal. 197 TOMO 2 - Capítulo 4: Antiguo Egipto Donación de los Hicsos El Imperio nuevo La tumba de ... Auge y decadencia del... La caída de la civilización Mesopotamia y el reino... Además, hicieron suya la escritura jeroglífica y asimilaron el aparato administrativo del estado, conservando también las relaciones comerciales desarrolladas por los antiguos faraones y desplegando una intensa actividad en el plano político y cultural con sus vecinos asiáticos, fomentada más tarde por los faraones expansionistas del Imperio Nuevo. SIRIA Mar Mediterráneo Fenicios Creta Hiscos BAJO EGIPTO LIBIA Tebas ALTO EGIPTO Mar Rojo Hiscos NUBIA Mapa de expansión de los Hiscos. El fin de la dominación Los hicsos nunca ejercieron un dominio político absoluto sobre Egipto. Así, los príncipes tebanos controlaron amplias zonas del Alto Egipto y los nubios se reconocieron irreductiblemente independientes. En estas circunstancias, en otras zonas del país, surgieron principados locales regidos por caudillos de origen asiático que fueron encuadrados bajo la designación de “dinastía de los pequeños hicsos” o XVI dinastía. Cabe señalarse la aparición, además, de soberanos autóctonos que, en calidad de vasallos de los hicsos, trataron de conservar la idiosincrasia del poder egipcio adoptando nombres de faraones del Imperio Medio, sin que sea posible establecer línea de descendencia alguna entre ellos. Consecuentemente, en la época en que Menfis cayó bajo dominio hicso, los egipcios que gobernaban en Tebas declararon la independencia respecto a aquellos englobados en la XIV dinastía, por lo que Manetón les denominó la XVII dinastía. Frente a la irrupción de los hicsos, sus soberanos debían representar la “salvación de Egipto” y dirigir finalmente la “guerra de liberación” contra los hicsos. Los miembros de esta familia, los reyes Taa I, Taa II, Kamose y Ahmose, llevaron a cabo las hostilidades y luchas abiertas contra los extranjeros. La guerra fue muy difícil ya que, al iniciarse, hubo varios príncipes egipcios vasallos que apoyaron a los hicsos, aunque su fidelidad inicial acabó en una rendición sin condiciones cuando el rumbo de la guerra les fue adverso. Es así como, tras duras batallas en el Medio y Bajo Egipto, en el año 11 de su reinado, Ahmose vencía a los hicsos en Avaris, logrando su definitiva expulsión de Egipto. Con ello se ponía punto final a la dominación extranjera en el país por más de 200 años. Nacía la XVIII dinastía y con ella se emprendió la vertiginosa andadura hacia una época dorada: El Imperio Nuevo. 198