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(parte III) Día Mundial de la Salud - 7 de abril 2008: Proteger la salud ante el cambio climático Dra. Lea Guido / Representante OPS/OMS Cuba I .Se define cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos son: temperatura, precipitaciones, nubosidad. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático lo define como : un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables Artículo 1. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico. Según algunos científicos las emisiones humanas Estas se dividen en dos grupos. Gases invernadero y aerosoles. Ambos actúan de formas contradictorias. Los gases invernadero contribuyen al calentamiento global por efecto invernadero mientras que los aerosoles al oscurecimiento global al incrementar el albedo de la Tierra. Las partículas que componen la polución atmosférica son también aerosoles otros se ubican en capas más altas contribuyendo a la destrucción de la capa de ozono. La contribución por países: todos somos responsables pero con diferente cuota. Las repercusiones II consenso científico mundial en torno a la idea de que «el calentamiento del clima es incuestionable» a.. La evidencia reunida en todo el mundo muestra ya que el calentamiento global está cambiando el régimen de precipitaciones y tormentas, y alterando el equilibrio de los sistemas naturales que alimentan la vida. b.. Durante varios años la OMS ha subrayado que los riesgos para la salud que entraña el cambio climático son considerables, afectan a todo el planeta y son difícilmente reversibles. Los cambios climáticos recientes han tenido varias consecuencias en la salud, como la muerte de más de 44 000 personas que provocó la ola de calor que sufrió Europa en 2003. Los factores de riesgo y las enfermedades sensibles al clima figuran hoy entre las más importantes causas de la carga mundial de morbilidad; entre ellas cabe citar la desnutrición (que según se estima mata a 3,7 millones de personas cada año), la diarrea (1,9 millones) y la malaria (0,9 millones). Esas afecciones y otros resultados sanitarios se verán cada vez más afectados por la aceleración del cambio climático debido a sus efectos adversos en la producción de alimentos, la disponibilidad de agua y la dinámica de las poblaciones de vectores y agentes patógenos; ya hoy día, por ejemplo, los datos acumulados muestran que el incremento de las temperaturas aumenta el riesgo de transmisión de malaria en las tierras altas de África oriental. a.. El cambio climático afectará muy adversamente por diversos mecanismos a algunos de los determinantes más importantes de la salud, como son los alimentos, el aire y el agua. El calentamiento del planeta será gradual, pero la creciente frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas torrenciales, olas de calor, sequías e inundaciones, se manifestarán de manera abrupta y las consecuencias se percibirán de forma aguda. Las amenazas más inminentes y graves son las que se ciernen sobre los países en desarrollo, con las consiguientes dificultades para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y para garantizar la equidad sanitaria. Así pues, es fundamental articular una respuesta clara a fin de proteger la salud humana y situarla en el centro del debate sobre el clima. (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Cuarto Informe de Evaluación. Cambio climático 2007: informe de síntesis. Resumen para responsables de políticas. Ginebra, Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático, noviembre de 2007 (copia no editada).EB122/4 a.. CUESTIONES SANITARIAS El sector de la salud debe actuar a nivel internacional, nacional y subnacional para proteger a la población de las amenazas sanitarias de origen climático, y cuenta para ello con apoyo político y con personal que posee muchas de las aptitudes necesarias a ese fin. Los profesionales de la salud aportan sus conocimientos sobre la prevención primaria (análoga a las estrategias de mitigación del cambio climático1) y la prevención secundaria (análoga a las medidas de adaptación al cambio climático2) al debate sobre la manera de reducir y prevenir la morbi mortalidad y los traumatismos relacionados con El clima. Entre los conceptos clave que deberían considerarse para articular las respuestas adecuadas cabe citar los siguientes: aunque esto debe ser sujeto a un taller más específico sobre este tema que deberemos desarbolar en este año. Solo mencionaremos a.. El cambio climático amenaza a la seguridad sanitaria. Y. El impacto sanitario será desproporcionadamente mayor en las poblaciones vulnerables. a.. La mitigación de las repercusiones del cambio climático puede tener efectos beneficiosos directos e inmediatos en la salud. a.. La adaptación es necesaria porque un cierto grado de cambio climático es ya inevitable, incluso aunque se interrumpieran súbitamente todas las emisiones de gases de efecto invernadero. La falta de respuesta tendrá un precio en términos de enfermedades, gasto sanitario y pérdidas de productividad. Esos objetivos pueden alcanzarse empleando los marcos de salud pública existentes con los siguientes objetivos específicos. Basada en la evidencia por parte de la comunidad sanitaria mundial para sensibilizar sobre la necesidad de proteger la salud pública mundial frente a los cambios climáticos. Como son la preparación de los Programas Nacionales de Acción para la Adaptación y para la Comunicación, y el programa de trabajo mundial de Nairobi sobre las repercusiones del cambio climático y la vulnerabilidad La OMS debe asesorar a los sectores sanitarios de los Estados Miembros para que participen más eficazmente en las citadas iniciativas. Fortalecer los sistemas de salud pública para hacer frente a las amenazas que plantea el cambio climático. Es necesario aumentar ya las inversiones en sistemas de salud pública para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, el logro de los cuales se verá aún más comprometido por las repercusiones del cambio climático. Por esa razón, se requerirá un mayor refuerzo y planificación prospectiva de los sistemas. Elemento Clave es Mejorar la capacidad para afrontar las emergencias de salud pública. Urge en especial fortalecer los sistemas para poder responder a las crisis agudas asociadas a la variabilidad climática, en particular a las repercusiones sanitarias de los desastres naturales y a unas epidemias cada vez más frecuentes, graves y de mayor alcance. Promover el desarrollo sanitario. Los organismos de salud nacionales y subnacionales pueden promover la salud evaluando las implicaciones sanitarias de las decisiones tomadas en otros sectores, como la planificación urbana, el transporte, el suministro de energía, la producción de alimentos, el uso de la tierra y los recursos hídricos.. Potenciar la investigación aplicada sobre la protección de la salud frente al cambio climático. Se necesitan mejores datos probatorios sobre la eficacia y la eficiencia de las medidas de salud pública para proteger la salud frente a los cambios climáticos, y para ello habrá que llevar a cabo investigaciones sistemáticas, interdisciplinarias y aplicadas en los Estados Miembros. Vigilar y evaluar la ejecución. Los organismos nacionales y subnacionales pertinentes deberían mejorar sus sistemas de determinación y vigilancia de la situación sanitaria de los grupos vulnerables, y evaluar la eficacia de las intervenciones encaminadas a proteger mejor la salud frente a las amenazas del cambio climático. Fomentar las alianzas interdisciplinarias. A fin de garantizar una mitigación y adaptación eficaces y de amplio alcance, los Estados Miembros deberían forjar alianzas a nivel nacional y subnacional, aprovechando los conocimientos técnicos de organismos gubernamentales, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, la comunidad, la industria y agrupaciones profesionales para la protección de la salud.. II. Mensaje de la Directora General de la OMS El cambio climático constituye uno de los mayores desafíos de nuestra época. Afectará de manera profundamente perjudicial a algunos de los determinantes más fundamentales de la salud, como los alimentos, el aire y el agua. Frente a este reto necesitamos en todo el mundo paladines que procuren que la protección de la salud humana ocupe un lugar central en el programa relativo al cambio climático. El Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril de cada año, es una oportunidad extraordinaria para llamar la atención en el mundo entero sobre un asunto de suma importancia para la salud mundial. Este año el Día Mundial de la Salud se concentra en la necesidad de proteger la salud de los efectos perjudiciales del cambio climático. Además de que se asuma un compromiso personal. Cada evento y cada voz en cada ocasión son esenciales para insuflar energías renovadas e infundir un sentido de compromiso a fin de que se introduzcan los cambios fundamentales necesarios para estabilizar el clima y prevenir sufrimientos humanos. Sabemos lo que significa para la salud un clima inestable y cambiante. Olas de calor, tormentas, inundaciones y sequías matan a decenas de miles de personas por año. Enfermedades sensibles al clima tales como las diarreas, el paludismo y la malnutrición proteinoenergética causan ya más de tres millones de defunciones en el mundo. Ni siquiera estas cifras impresionantes reflejan las devastadoras repercusiones sanitarias indirectas previstas como consecuencia de los efectos del cambio climático en las cosechas y la disponibilidad de agua dulce en extensas zonas del mundo. Todas las poblaciones son vulnerables, pero los pobres son los primeros y los peor afectados. El cambio climático amenaza con un retroceso en la lucha contra las enfermedades de la pobreza y un aumento de las disparidades de los resultados sanitarios entre los más ricos y los más pobres. Esto es injusto e inaceptable. ¿Qué podemos hacer? Necesitamos tener claro que en un medio ambiente rápidamente cambiante necesitan protección no sólo los animales y las plantas, sino también los seres humanos. Necesitamos que los gobiernos asignen a la salud y al bienestar humano un lugar central en la política sobre el cambio climático y renueven sus esfuerzos encaminados a proteger la salud mediante la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Necesitamos que los ministerios de salud fortalezcan la política y la práctica de la salud pública para hacer frente a los desafíos del cambio climático y proteger a las poblaciones. Más importante aún, necesitamos que las personas opten tanto por el fortalecimiento de la salud como por la reducción del cambio climático. El cambio climático sólo responderá a la acción concertada de las naciones y los pueblos. Dra. Margareth Chan Palabras de Susan McDade, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, con motivo del Día Mundial de la Salud 2008 Estimado Dr. Luís Estruch, Viceministro de Salud Pública, Estimada Dra. Lea Guido, Representante de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud en Cuba. Estimados Representantes y personal de otras instituciones de las Naciones Unidas en Cuba. Estimado doctor Fernando Martínez, Ministro del CITMA, Estimado Coronel José Betancourt, de la Defensa Civil de Cuba. Estimada Mayda Álvarez, del Secretariado de la FMC. Señoras y Señores: Celebrar el Día Mundial de la Salud en Cuba constituye ciertamente una gran fiesta. Por que hay muy pocos países en el mundo, especialmente entre aquellos en vías de desarrollo, que hayan hecho tanto por preservar la salud de sus habitantes como éste. Y no sólo de sus habitantes: el propio doctor Estruch recordaba en el Seminario OPS sobre comunicación en caso de Pandemias de Influenza, que son decenas de miles los médicos y otro personal de salud de Cuba que trabajan en 78 países del mundo. La Organización de las Naciones Unidas ciertamente aprecia este esfuerzo. Además de las amenazas habituales que el ser humano enfrenta en el campo de la salud, ahora se nos viene encima otra que ha sido creada por nosotros mismos: la del cambio climático originado por el calentamiento global de la atmósfera que genera la quema de combustibles fósiles. Es precisamente esa amenaza y su perniciosa influencia sobre la salud humana el tema del mensaje que ha emitido nuestro Secretario General, Ban Ki-moon, y que tengo el honor de leer a continuación: Algunas veces se debate sobre el Cambio Climático como si solo afectara al planeta y no a las personas que viven en él. Este año, el Día Mundial de la Salud es una oportunidad para ampliar este punto de vista, enfocando en la mayor amenaza de salud que enfrentamos como resultado del calentamiento global. El cambio climático amenaza la calidad y disponibilidad de agua y alimentos, los principales factores de la nutrición y la salud. Está causando tormentas cada vez más frecuentes y severas, olas de calor, sequías e inundaciones, a la vez que empeora la calidad de nuestra atmósfera. El resultado es un aumento importante en el sufrimiento humano provocado por las heridas, las enfermedades, la desnutrición y la muerte. Debemos de realzar esta realidad tantas veces ignorada, asegurando que la protección de la salud humana esté enclavada en el corazón de la agenda del debate global sobre cambio climático. El impacto será mucho más severo en los países pobres, que son los que menos han contribuido a esta crisis global. Para el 2020, unos 250 millones de africanos enfrentarán problemas crecientes con la disponibilidad de agua, y se espera una reducción a la mitad de la producción agrícola en algunos países de África. La desnutrición y las enfermedades infecciosas vinculadas al clima reclamarán sus principales víctimas entre los más vulnerables: los niños pequeños, los ancianos y los enfermos. Las mujeres que viven en la pobreza se enfrentan a graves riesgos cuando son atacadas por desastres naturales y otros peligros vinculados al calentamiento global. Debemos hacer más que simplemente denunciar estas circunstancias. Debemos actuar para asegurar que los grupos vulnerables estén protegidos durante el cambio climático. Esto significa incrementar los esfuerzos para alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio, desde reducir la mortalidad infantil hasta empoderar a la mujer, como componente central en la respuesta internacional al cambio climático. La salud pública tiene décadas de experiencia en enfrentarse de forma efectiva a problemas que el cambio climático va a exacerbar y debemos utilizarla como base para predecir -e impedir-sus consecuencias. El cambio climático es real, se está acelerando y nos amenaza a todos. Debemos responder con acciones urgentes que estabilicen el clima, cumplan los ODM y alienten las acciones individuales. Nuestros esfuerzos colectivos pueden alentar el desarrollo económico y social de los pueblos más pobres del mundo, mejorar sus sistemas de salud y sus propias vidas. Muchas gracias.