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LA SERIE
TUT:
ANÁLISIS
CRÍTICO
Una aproximación a la
historia del Antiguo
Egipto en la Dinastía
XVIII
Iria Souto Castro
Imagen extraída de www.Imbd.com
La serie Tut: Un análisis crítico
Iria Souto Castro
RESUMEN: con este artículo se pretende realizar una revisión crítica sobre la serie de televisión
canadiense Tut, con el objeto no de criticarla, sino de analizarla para así poder establecer una serie
de paradigmas que permitan acercarnos a la difícil situación heredada de Akenatón durante el
Imperio Nuevo (Dinastía XVIII) tras la revolución de Amarna, cuando tuvo lugar la sucesión al
trono de Tutankatón (posterior Tutankamón) en un contexto cortesano hostil y lleno de recelo e
intrigas. Para ello, se llevará a cabo un análisis acerca de los aspectos artísticos, arquitectónicos,
sociales, políticos, religiosos y culturales de la sociedad del antiguo Egipto en este momento clave
en el desarrollo de su historia.
PALABRAS CLAVE: Tutankatón, Akenatón, Imperio Nuevo, Amarna, antiguo Egipto.
ABSTRACT: this article will address a critical review of the well-know TV series Tut in order to
analize and establish some analogies that lead us to a better understanding of the difficult situation
inherited from Akhenaten’s reign during the New Kingdom (XVIII Dynasty) after the Amarna
period when Tutankhaten (Later on, called Tutankhamun) accessed the throne involved in a
suspicious and historically complicated context. To approach this purpose, art, social, political,
religious and cultural factors will be taken into account to provide a whole perspective of the
ancient Egyptian society in this key moment.
KEY WORDS: Tutankhaten, Akhenaten, New Kingdom, Amarna, ancient Egypt.
La serie Tut: Un análisis crítico
Iria Souto Castro
INTRODUCCIÓN
Ficha técnica
La serie canadiense Tut consta de tres capítulos estilo
película, de hora y media aproximadamente cada
uno. El primero “Poder”, el segundo “Traición” y el
tercero “Destino”, relatan la vida del faraón niño
Género: Drama histórico
Escrita por: Michael Vickerman, Peter Paige
y Bradley Bredewerg
Dirigida por: David Von Ancken
desde su ascenso al trono hasta su muerte, pasando
País: Canadá-EE.UU
por todo tipo de hipótesis planteadas en la serie y en
Episodios: 3
algunos casos, como veremos, dadas por sentado.
Productores: Guy John Louthan e Irene
Cabe destacar que no es propósito de esta serie su
Litinski
relevancia como serie histórica-documental, sino que
Rodada en: Marruecos
fue clasificada a modo de serie-filme en el canal
Productora: Muse Entertaiment
Spike canadiense como serie fantástica, dramática y
biográfica, por lo tanto el rigor histórico no será
Estreno: 19/07/2015 y 21/07/2015 (en
EE.UU) y 28/12/2015 (en España)
siempre acertado.
En este artículo se analizará y resumirá cada capítulo procediendo posteriormente a su análisis y
finalizando el discurso con una serie de conclusiones a modo de balance personal y valoración de la
serie.
EPISODIO I: “PODER”
En este primer capítulo se nos presentan los personajes principales y se sitúa en contexto la situación
del joven Tutankatón, quien ante su padre Akenatón o Amenofis IV debe asesinar a modo
ejemplificador, delante del pueblo, al hijo de un hombre que rendía culto al dios Amón, a pesar de
estar prohibido en este momento en la historia de Egipto. Seguidamente, tras la muerte de su padre,
accede al trono rodeado de sus dos principales asesores, el visir Ay y el general Horemheb, así como
de un amigo de la infancia, Ka (posible Smenkhkara?) y de su hermana y esposa Anksenamón
(Ankesenatón). Tutankamón realiza esporádicas salidas de palacio disfrazado de un hombre común
donde conoce a una tabernera llamada Suhad. La acción se desarrolla entre constantes conspiraciones
de los miembros de su círculo íntimo pertenecientes a la corte, y anteriormente mencionados, en un
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Iria Souto Castro
contexto de guerra contra Mittani y los Hititas. En sus escarceos, Tutankamón conoce al jefe de la
“guardia” egipcia que velaba por la seguridad, llamado Lagus. Juntos, Horemheb, Lagus, Ka y hasta
el propio Tutankamón dirigirían una intentona contra el fuerte de Mittani, en la que Tutankamón
resultaría herido. Aprovechando esta situación, Horemheb regresa a Tebas y anuncia la muerte del
joven faraón, aún a sabiendas de que estaba herido.
Suhad rescata a Tutankamón y junto con Lagus, el trío de amigos se dirige a Tebas para reclamar
justicia, mientras Horemheb y Ay planean la boda de Ka como futuro faraón con Ankesenamón.
ANÁLISIS DEL PRIMER CAPÍTULO “PODER”
Se dan una serie de hipótesis por sentado, que en mi opinión convendría analizar con detenimiento.
En primer lugar, la acción se sitúa en Tebas (antigua Waset). Esto a mi entender es destacable porque
tras el período amarniense protagonizado por Akenatón, el palacio del faraón y su familia se situaba
en Amarna. Si bien es cierto que Tutankamón trasladaría de nuevo la capital religiosa a Tebas y la
corte residiría de nuevo en Menphis, esto sucedió de modo paulatino y para restaurar el poder del
antiguo culto del clero a Amón, cuyos sacerdotes habían perdido poder y siendo perseguidos y
asesinados por orden de Akenatón, habrían acabado por resignarse a los designios reales (Van Dijk,
2003: 281-282), lo cual explicaría el cambio de nombre de Tutankatón a Tutankamón (“La imagen
viviente de Amón”) en un intento por conciliar los diversos cultos y restaurar la religión de Amón.
Por lo tanto, afirmar que Tutankatón estaba en Tebas con su padre, Akenatón, es el segundo
planteamiento digno de análisis ya que, en primer lugar, se da por sentado una posible corregencia
entre Akenatón y Tutankamón, muy discutida por los expertos (Reeves, 2005: 173-182) pues tanto la
muerte del padre como el ascenso al trono del hijo tienen una procedencia oscurecida debido a la
damnatio memoriae que se empredió contra Akenatón tras la ruptura de Amarna. Pocas evidencias
quedaron que puedan corroborar con exactitud la sucesión de Akenatón y su muerte, así como las
circunstancias que rodearon al faraón y a su familia. Esto nos lleva a un tercer punto: la genealogía y
las relaciones entre los personajes. Se parte, en la serie, de la teoría mejor aceptada entre los
egiptólogos en el pasado: Tutankatón se casó con su hermana Ankesenatón después de la muerte de
Akenatón. Esta es una de las posibilidades que se barajaban, si bien la que actualmente, tras avances
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en la tecnología y nuevas pruebas se ha confirmado como la más apta, sería la que establece que
Akenatón y su esposa legítima, Nefertiti, tuvieron como hijo a Tutankamón (Reeves es partidario de
que era hijo de Kiya, 2005:179-180), pero una de las concubinas del harén, aunque no reina consorte,
Kiya, habría dado a luz otro varón: Smenkhkara (Dodson y Hilton, 2005: 143-158). Según este punto
de partida, sería Smenkhkara quien primero hubiese accedido al trono (sucediendo primero a
Nefertiti) casándose con su hermanastra, una de las seis hijas de Akenatón y Nefertiti: Meritatón. Sin
embargo, como se ha mencionado anteriormente el episodio sucesorio está muy oscurecido. Lo que sí
se ha demostrado es que Tutankamón se habría casado con Ankesenamón y ésta habría dado a luz a
dos mellizos, muertos al nacer (las momias encontradas: 18P y 18Q).
Antes de que Smenkhara llegase al trono, algunos autores han especulado con la posibilidad de que
actuase como regente Nefertiti, que pasaría a llamarse Neferneferuatón. Para otros, sería una de las
hijas de Akenatón la que actuaría como regente (Reeves, 2005: 172).
A pesar de las observaciones puntuales, la serie sí recoge muy bien las intrigas y conspiraciones
palaciegas que debieron rodear al faraón niño. Tutankatón accedió al trono entre los 9 o 10 años
(según Laboury puede que con 6 años, 2012: 401) y reinó como soberano de Egipto hasta los 18 años
de edad, delegando su consejo en Ay, su visir, representado por la historiografía del antiguo Egipto
como un oficial ambicioso y posible padre de Nefertiti, esposa y reina consorte de Akenatón e
hipotética madre de Tutankatón (Dodson y Hilton, 2005: 154). Si bien, Horemheb, general del
ejército ya en época de Akenatón, sería el principal consejero del faraón niño y actuaría a modo de
“regente” en determinados momentos, tras haber considerado “fallido” el experimento de Amarna
(Van Dijk, 2003:282).
Sí es reconocido por los expertos, que el culto a Atón todavía pervive durante los primeros años tras
la muerte de Akenatón (Van Dijk, 2001: 282), y por tanto la serie acierta al presentar a Tutankamón
como continuador de este culto en sus inicios como faraón posiblemente aconsejado por Ay en un
intento de preservar el atonismo (Reeves, 2005:187-189). Los annales egipcios recogen que
Horemheb sucedió directamente a Amenofis III, lo cual, nos muestra las repercusiones que tuvo este
periodo, con la campaña posterior a la muerte de Akenatón emprendida por el clero de Amon contra
el culto de Amarna: llegaron a mutilar, destruir y borrar las representaciones y los nombres de
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Akenatón y Nefertiti, eliminando así el trauma que representó Akenatón en la sociedad egipcia y en
su concepción de la religión.
Al margen de la trama presentada que une lo fantástico con lo histórico, cabe mencionar la situación
de Egipto frente a Mittani. Tras el reinado de Akenatón, Egipto se vio supeditado en la diplomacia a
los estados vasallos que en el pasado le pertenecieran y a Mittani. En un contexto hostil, en el que
Mittani quería expandirse y que culminaría en la dinastía XIX con Qadesh, Tutankamón no optó por
centrarse del todo en la política exterior, sino que intentó restaurar el culto a Amón (La Estela de la
Restauración es una evidencia de ello) y velar por reponer la Maat, el orden egipcio de las cosas y la
justicia
divina
en
Egipto,
que
se
plasma
en
dicha
estela
(Reeves,
2005:
182).
Por último, hay una serie de pequeños detalles que, en mi opinión, no cumplen con el rigor histórico
pero son comprensibles para aportar acción y una trama atractiva como serie: el hecho de que el
faraón se “mezclara” con el pueblo; que dirigiese el ejército en persona 1 (Gardiner, 1969: 263) o que
se enamorase de una tabernera de origen mitanio. También la representación de Supiluliuma y su hijo
Zannanza es incorrecta, de hecho, en la serie aparece Tushratta, cuando en realidad el rey de Mittani
era Supiluliuma I2 desde el 1350 a.C. (Sanmartín y Serrano, 2006:142), y Tutankamón accedió al
trono en el 1346 a.C. aproximadamente.
EPISODIO II: “TRAICIÓN”
El capítulo comienza con la huida del fuerte de Mittani de Tutankamón ayudado por Suhad y Lagus y
su regreso a Tebas, donde descubre la traición. Ante su sustitución como faraón, asesina a su amigo
Ka y se granjea el odio de Ankesenamón, quien ante su imposibilidad de concebir un hijo, se ve
frustrada constantemente. Asimismo, con la llegada de Suhad a palacio, Ankesenamón teme que la
nueva advenediza de origen mitanio le arrebate su puesto como reina consorte en la corte del faraón.
1
Hay muchos debates en torno a la figura de Tutankamón como guerrero e incluso se barajó como causa de su muerte en un
primer momento, pero Gardiner, en su momento negó toda posibilidad de que Tutankamón hubiera participado en batallas de
modo directo, pues en su opinión, su imagen como faraón guerrero es propia de la dinastía XVIII en su intento por ensalzar el
poder legítimo del faraón.
2
Tusratta pertenece a la época de Hurri-Mittani (1365-1322 a.C), pero en tiempos de Tutankamón, Ay y Horemheb, Mittani no
había sido conquistada por los hurritas sino por los hititas (1350 a.C) concentrados en Asiria y no en los reinos hurritas.
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Tutankamón siendo consciente de las intrigas que le rodean, decide convertir a Suhad en una de las
esposas de su harén, aunque sin sustituir a su hermana y esposa, Ankesenamón. Al mismo tiempo, la
conspiración de Horemheb hace que éste se gane su propia condena, si bien, Tutankamón necesita su
ayuda para realizar una ofensiva contra Mittani. Sin embargo, otros problemas invaden Egipto, una
plaga (no se sabe muy bien de qué aunque parece de peste) diezma la población, lo cual es
aprovechado por Ankesenamón (que perdió el hijo que esperaba de Ka) para librarse de Suhad, que
estaba encinta. La esposa consorte la engaña con el consejo de Ay, diciéndole que sus padres la
esperan a las afueras de la ciudad; cuando Suhad se dirige a encontrarse con sus padres y descubre el
engaño pero es demasiado tarde. El faraón ordena incendiar la ciudad para evitar más contagios, y
Suhad se desmaya al respirar el humo. El episodio acaba con Tutankamón sentado en su trono viendo
cómo se consume Tebas por las llamas que él mismo causó.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO II: “TRAICIÓN”
El segundo episodio relata las constantes intrigas y conspiraciones perpetradas por los cortesanos del
faraón. Sin embargo, no hay evidencias en la actualidad que demuestren que se intentó alejar al
faraón del trono del modo concreto que narra el capítulo (ni de cualquier otro, en realidad). En
consecuencia, la historiografía del antiguo Egipto posee varios períodos de vacío, entre los cuales
destaca el de la sucesión de Akenatón. Por lo tanto, es muy complicado esclarecer las circunstancias
y problemas diarios a los que debió enfrentarse el faraón niño, si bien sí es, a mi juicio, bastante
sensato figurarse que existieron conspiraciones para acelerar el cese del trono de Tutankamón.
Tradicionalmente, se ha especulado (Howard Carter, en especial) con que su tumba y el atuendo
funerario del joven faraón fueron improvisados debido a que posiblemente su muerte fuese
inesperada (Henry James y Araldo de Luca, 2001:41) lo cual nos lleva a plantear si finalmente estas
intrigas habían sido planeadas o no (más adelante se tratará el asunto de su muerte en base a las
últimas pruebas aplicadas a la momia de Tutankamón).
En cuanto a la presencia de una mujer de Mittani (Suhad) en la corte, esto no es nada fuera de lo
común (a no ser que se añada el hecho de que era tabernera). Nefertiti era de origen foráneo y llegó a
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imponer una nueva moda de vestir que mismo triunfó en la población egipcia (falda enseñando el
vientre), si bien sí es cierto que sus orígenes eran legítimos, pues era una princesa, no como en el
caso del personaje de Suhad. El intercambio de mujeres entre Mittani y Egipto no era un secreto y fue
tema recurrente en la dinastía XVIII (Sanmartín y Serrano, 2006: 313). En consecuencia, suponer que
Tutankamón había tenido ciertos affairs no es descabellado, pero presuponer que él mismo los había
incluido en su corte y harén, siendo en estas circunstancias y de este modo (pretendiendo legitimar un
hijo que no era fruto de la endogamia propia de las dinastías de Egipto), en mi opinión sí supone
aventurarse un poco.
Por último, tampoco hay evidencias de que durante el reinado de Tutankamón hubiese una plaga que
diezmase a la población egipcia y mismo llegase a Tebas. En consecuencia, el segundo capítulo de
esta mini-serie a mi juicio intenta preludiar cómo se desarrollaron constantes conspiraciones en
contra del faraón para intentar explicar mejor el capítulo siguiente que finaliza con su muerte.
EPISODIO III: “DESTINO”
El episodio comienza con Tebas ardiendo y con el conflicto diplomático entre Egipto y Hatti-Mittani
(hititas). Tutankamón y Horemheb preparan una ofensiva tras recibir al príncipe hitita en palacio,
quien se niega a aceptar negociaciones a no ser que Egipto se rinda ante Mittani. Tutankamón finge
enviar regalos a su enemigo (unos píxides que en realidad contienen aceite) que son aceptados
ingenuamente. A continuación, Egipto decide atacar a su enemigo lanzando flechas incendiarias que
prenden todo el campamento hitita (por causa de los píxides). Paralelamente, Tutankamón ordena
buscar a Suhad, que es asesinada por la reina en palacio al ver que ésta había sobrevivido. La batalla
contra Hatti-Mittani se desarrolla a modo de desenlace, donde Tutankamón mata al rey hitita pero
resulta herido de gravedad en una pierna. Mientras tanto, en Tebas, el clero de Amón conspira para
retirar del trono a Tut. Sin embargo, cuando se le pide a Horemheb
que se una a su causa, éste no
da un “sí” claro. Ya de regreso en Tebas, padece altas fiebres y desfallece. En el festival (que se
supone que es el Heb-Sed o de “regeneración” del faraón) Horemheb asesina a todo el clero de
Amón, y el propio Tut, al descubrir la conjura, asesina al sumo sacerdote de Amón.
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Finalmente, tras hacer prometer a Ay y Ankesenamón que será recordado como un gran faraón y
guerrero y como el rey que remedió la situación heredada de Amarna (“templos derruidos y un país
abandonado por los dioses”), muere. Su sucesión sería asegurada por Ay y por Horemheb, entre los
cuales se desataría una gran rivalidad por el trono, siendo uno legítimo y careciendo el otro de linaje
real, respectivamente.
ANÁLISIS DEL CAPÍTULO III: “DESTINO”
Este capítulo se presenta a modo de desenlace de la dramática historia personal de Tutankamón,
quien debe enfrentarse a la ira de Amón, pues el clero de Amón (según la serie) conspira contra el
faraón niño que en ocasiones desafía al sumo sacerdote de Tebas supeditándolo a su voluntad. En la
serie, se retrata a un Tutankamón que, en ocasiones, se muestra partidario de la religión de Amarna
(fundada por su padre), si bien, en sus conversaciones con Ay aparenta estar desencantado con los
dioses, de hecho, Tutankamón llega a decir en la serie que “La voluntad de los dioses es la mía”. En
medio de este odio creciente por parte del clero de Amón, se desarrolla una acción contra Mittani,
pero como ya se mencionó se confunden épocas y personajes (Tusratta es Zannanza, hijo de
Supiluliuma I) y además el hecho de que Tutankamón asesinase a Supiluluma I es, cuando menos,
poco verídico (Batalla de Amqua donde Egipto fue derrotado, Van Dijk, 2000:283). Además, el
asesinato del clero de Amón y su “supuesta” conjura para derrocar a Tutankamón carecen de sentido,
pues fue precisamente el faraón niño quien restauró el culto a Amón, ya fuese bien por la
manipulación de Ay, o bien por el deseo de “corregir” el fracaso de Amarna.
En este capítulo, y en la serie en general, llama mucho la atención que no se mencione el país de
Kush o Nubia, puesto que fue uno de los mayores problemas de la política exterior junto con los
hititas, que preocupó al Imperio Nuevo y que concentró la mayoría de los esfuerzos de Horemheb.
Se ha elucubrado mucho acerca de las causas de la muerte de Tutankamón, pero recientemente
gracias a las nuevas tecnologías, ha sido publicado el último estudio (en febrero de 2010 por Ker
Than) llevado a cabo en El Cairo, a través de la revista (un tanto sensacionalista pero de alcance
global al fin y al cabo) National Geographic History news, en la cual se afirma que hay suficientes
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pruebas como para establecer que la causa de la muerte del joven faraón no fue ni una herida en la
pierna izquierda, ni sus posibles malformaciones congénitas ni el asesinato, como se venía barajando
tradicionalmente, sino la malaria.
Para concluir el análisis de este capítulo, me gustaría añadir el tema de la sucesión de Tutankamón,
que en este caso no provocó un vacío de poder debido al deseo de toda la sociedad egipcia de
consolidar la vuelta al culto tradicional de modo definitivo (el de Amón) cuanto antes. Por ello, Ay
había esbozado cuidadosamente su plan como consejero fiel y leal al faraón; este consejero ya había
adquirido grandes títulos con Akenatón y Tutankamón y además, siempre se le ha achacado el ser de
noble linaje (mismo el posible padre de Nefertiti). En consecuencia, su persona se barajó como
sucesora. Sin embargo, la rivalidad con Horemheb y los problemas y necesidades de Egipto en el
terreno diplomático y militar, hicieron que su reinado fuese breve y que le sucediese Horemheb.
Tras la muerte de Tutankamón, cabe realizar la pregunta acerca de ¿Qué pasó con Ankesenamón? Lo
cierto, es que ella escribió desesperada a Supiluliuma I para que enviase a palacio a un príncipe hitita
(presumiblemente, Zannanza) pero éste fue asesinado en su camino a Egipto (Van Dijk, 2000:283284), dejando el trono, una vez más vacío (que sería ocupado por Ay). Así pues, los expertos barajan
la teoría de que la princesa se habría unido a Ay en la sucesión.
La serie Tut: Un análisis crítico
Iria Souto Castro
OTROS ASPECTOS DE LA SERIE
La tumba de Tutankamón y la herencia de Amarna3
Figuras 1 y 2- Cámara funeraria de Tutankamón y capillas. National Geographic History, nº60, pp. 42-43.
La tumba de Tutankamón, tal y como aparece en la serie no es completamente fiel a la realidad, en
parte debido a las pocas escenas que aparecen de la misma. Se plasman hasta 3 estancias diferentes.
En un primer momento, aparecen varios objetos a medida que se va introduciendo el sarcófago en la
tumba: jarros y estatuillas (principalmente). En una segunda estancia, aparecen cofres, camas, juegos
de sennet, comida, etc. –figuras 7 y 8-. A continuación, se ve la cámara real con el sarcófago y el
fresco –fig. 10-. Con lo cual, como se puede apreciar, el trono y la máscara de Tutankamón (quizás
los principales elementos de su tesoro) no aparecen en la tumba de la serie, sino que son presentados
en otras escenas de la serie (figuras: 3 y 6).
3
Las figuras 12 y 13 se incluyen en un anexo al final de este artículo debido a su tamaño (pp.26 y 27).
La serie Tut: Un análisis crítico
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Figuras 3 y 4: trono de Tutankamón en la serie (izquierda) en su ajuar (derecha).
Sin embargo, Howard Carter descubrió al mundo el tesoro del joven faraón y su tumba en 1922 (Fig.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 55 y 56) y entre los diferentes elementos, se encontraron: cofres canópicos,
capillas y ataúdes, el trono funerario, ushebti (estatuillas), comida, ropas, alimentos, cucharas, joyas,
afeites, perfumes, la propia cámara del faraón y muchísimos más elementos de gran valor,
digitalizados recientemente por el Griffith Institute de Oxford, la mayoría de los cuales sí se retratan
en la tumba reflejada en la serie, si bien, hay otros elementos que apenas se recogen: Para comenzar,
cabe recordar como principal elemento que bebe directamente del arte de Amarna, y que sin duda,
según los expertos, no estaba preparado para estar en la tumba del joven faraón: el trono de
Tutankamón (Fig. 4 y 55). Esta pieza presenta numerosos detalles amarnienses, pero sin ninguna
duda, destaca entre todos ellos, la presencia del disco solar con los rayos terminados en manos que
dan vida (ankh) a Tutankamón y Ankesenamón. Está realizado en madera forrada con oro y plata,
incrustaciones de vidrio y gemas. Su análisis detallado aparece perfectamente en la imagen que se
incluye en el anexo.
Otros elementos que recuerdan a Amarna son los cofres canópicos (Fig. 56), que no se aprecian en la
serie. En ellos se recogían las vísceras y fluidos del muerto, en este caso del faraón. Estos cofres se
cree que debieron pertenecer a Neferneferuatón (posible Nefertiti ¿?) debido a que sus inscripciones
fueron modificadas y la cara retratada no pertenece al faraón. Están realizados en alabastro. Pero la
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figura estrella por excelencia es la máscara funeraria de Tutankamón. Conserva rasgos idealizados
del joven faraón, sin embargo, los materiales (oro, lapislázuli…) revelan que el arte desde el período
de Amarna había cambiado (Fig. 5). Aunque en la serie aparece en otro contexto diferente (no
cuando se entierra Tut)-fig. 6-.
Figuras 5 y 6- Máscara de tutankamón en el museo de El Cairo (izquierda); máscara funeraria de Tutankamón en la serie
(derecha).
Figuras 7 y 8- Detalle del mobiliario funerario en la serie. cofres a la izquierda, y cama egipcia, cofres, muebles variados
y ofrendas, a la derecha.
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Figuras 9 y 10- detalles del sarcófago a la izquierda en la comitiva, a la derecha, en la tumba real.
Figuras 11 y 12- Avenida de esfinges a la izquierda (en la serie, entrada previa a la tumba); séquito funerario real, a la
derecha.
En cuanto a la avenida de las esfinges, representada en la figura 11 en la serie, es cierto que daba
acceso al área funeraria, pero no siempre a la tumba, sino a un pequeño recinto donde se situaba la
momia del faraón (y donde en ocasiones se realizaban ritos y las últimas comprobaciones de la
momificación) antes de acceder a su enterramiento y colocación en la tumba. Si bien, esta
construcción fue variando según la dinastía y la época.
Figura 13-. Pintura de la cámara real de Tutankamón.
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Figura 14-. Esquema de la tumba KV64 (Tutankamón).
En la serie, también aparece una entrada de acceso excavada en la roca (Fig. 17). La tumba de
Tutankamón (KV64) presenta una entrada a un nivel inferior que el plasmado en la serie (Fig.16).
Con unas escaleras que descienden a una primera puerta que estaría sellada (a pesar de haber pruebas
de que fue violada y vuelta a sellar hasta en dos ocasiones). Tras esta puerta, hay una antecámara sin
decorar, donde se encontraron objetos empleados en el embalsamamiento y momificación del faraón.
Tras esta antecámara, habría a un nivel inferior de 90 cm., otra llamada “anexo” por Carter, donde se
encontraron gran parte de los objetos del tesoro. Finalmente, tras ésta estaría la cámara del sarcófago
o cámara real (Fig.14). En la serie, no se recoge la cámara del tesoro (anexo), sino que se centra más
en la antecámara y la cámara sepulcral (Fig. 14). De hecho, el conjunto canópico (Fig. 2 y Fig. 56) no
se representa (en la figura 14 estaría en la cámara del tesoro). Otra observación, es la de que la barca
destinada a la navegación solar (el muerto acompañaba a Ra en su viaje regenerador) no aparece en la
serie, pero sí se encontró en la cñamara del tesoro de Tutankamón.
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Figuras 15, 16 y 17-. Supuesta tumba de Tutankamón en la serie (izquierda), entrada descubierta por Carter
y entrada de la tumba (derecha).
(medio)
Aparece también en Tut, una construcción en fase más o menos avanzada (Figura 15), que
supuestamente es donde Tutankamón debía ser enterrado, o eso se da a entender. Sin embargo, se
entierra rápidamente y de modo improvisado en una tumba no diseñada para un faraón, sino más bien
para un noble. Además, en la serie se retrata inadecuadamente la procesión funeraria hasta el templo:
en esta época y contexto era el sumo sacerdote el que precedía la procesión funeraria cantando ritos
funerarios de memoria y sin equivocarse (de suceder esto, debía volver a empezar desde el principio).
Pero como el sumo sacerdote en la serie fue asesinado, no aparece. En realidad, está bastante
aceptado que sería Ay quien precedió el séquito fúnebre, y de hecho, en la serie son Ay y
Ankesenamón, quiénes los preceden, si bien, Ay no lleva el atuendo de sumo sacerdote. Por el
contrario, en la procesión puede observarse a algunos miembros del cortejo fúnebre vistiendo
máscaras de Anubis. Esto no es correcto del todo. Más bien, en la entrada de la cámara real se
situaban estatuas de Anubis, dios protector de los muertos, para que velase por el cadáver.
Otra observación es la de que en la procesión se lleva el sarcófago hasta el templo de Amón, donde
se supone, le practican ritos funerarios de apertura de boca. Esto no se realizaba tan sólo en el templo,
en el Imperio Nuevo, tras la momificación y embalsamamiento, se iniciaba un período de “vigilia”
que Assmann explica perfectamente en su libro Death and Salvation in ancient Egypt (2005:363). La
momia debía ser vigilada durante la noche, pues podía corromperse su cadáver. Llama la atención
también, que si en la tumba se encontró la barca de navegación solar, no se practicase (ni aparezca en
la serie) la ceremonia de navegación en lugar de su traslado a pié. Si bien, esto también podría
explicarse por lo inoportuno y repentino de la muerte de Tutankamón, en teoría.
La serie Tut: Un análisis crítico
Iria Souto Castro
Los personajes y su caracterización
Figura 18- Imágenes extraídas de www.spike.com, www.deseries.com y www.digitalspy.com. De izquierda a derecha
(arriba): Tutankamón, Ay, Horemheb y Ka. De izquierda a derecha (abajo): sumo sacerdote de Amón, Suhad, Ankesenamón y
Lagus.
En cuanto a la indumentaria de la serie, realmente, aunque no siempre verídica al cien por cien, parece
bastante lograda. En la época amarniense se establecieron cánones de belleza nunca antes vistos, y las
tendencias también cambiaron en cuanto a vestuario se refiere. Nefertiti y Akenatón impusieron una
nueva moda: las mujeres de la corte intentarían imitar a Nefertiti, vistiendo faldas alargadas pero que
dejasen a descubierto el vientre, con “tops” de lino ajustados. A continuación, me centraré en algunos de
los personajes para analizar el vestuario.
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Iria Souto Castro
El faraón y la reina consorte o esposa real4
Figura 19- Tutankamón y Ankesenamón. Extraída de www.pinterest.com.
Ankesenamón siguió la tradición inaugurada por Nefertiti de vestir la corona ante eventos
diplomáticos y prendas de lino (en la serie los trajes de Ankesenamón no son muy verídicos, aunque
sí se acierta en los enjovales).
Figura 20- Reconstrucción del busto de Nefertiti e imagen de Ankesenamón en Tut.
4
Para la elaboración de la sección de vestimenta se recurrió a la web
https://www.reshafim.org.il/egypt/timeline/topics/clothing [último acceso , 5 /12/2015]
La serie Tut: Un análisis crítico
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Como vemos la corona de la reina se representa fielmente en la serie (Figura 20). Sin embargo, los
vestidos son difíciles de analizar debido a la falta de estudios, por lo cual se ha recurrido a
reconstrucciones (Figura 22).
Figuras 21,22 y 23: Ankesenamón en una escena de Tut, reconstrucción de un posible vestido egipcio de Nefertiti y
variadas vestimentas.
Los tintes de la serie para los vestidos de Ankesenamón (verde, violeta, púrpura…) no son plausibles
al cien por cien. Normalmente, los estratos sociales más elevados vestían prendas de lino blanco o de
algodón, aunque también podían permitirse prendas teñidas. Sí es cierto que los tintes no eran una
novedad en Egipto, ya que se comerciaba con ellos, especialmente con los reinos vasallos en este
período (de Próximo Oriente).
Figuras 24, 25 y 26- Cofia dorada de Ankesenamón a la izquierda y cofia de Cleopatra a la derecha. Ankesenamón
con una peluca y tocado egipcios.
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En cuanto a los tocados y estilos de peinado, las pelucas eran muy recurrentes entre la nobleza,
especialmente en el Imperio Nuevo. Y las había de diferentes tipos, pero generalmente, eran lisas y
elaboradas con cabello oscuro (Fig. 26). La reina debía vestir según la ocasión lo requiriese.
También el faraón vestía diferentes prendas según el contexto: evento militar (Fig. 27), religioso,
cotidiano…
Figuras 27 y 28- Tutankamón viste la cofia de Nemes a la izquierda. A la derecha, corona militar con el cetro y el
látigo.
Al igual que había una corona para cada ocasión, los atributos de poder (cetros y látigo- fig. 30-) se
empleaban únicamente en determinados momentos, por ejemplo, en contextos diplomáticos,
funerarios, religiosos, etc.
Figura 29- Diferentes coronas del faraón así como la indumentaria.
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Figura 30- Cetros como atributos del faraón: Cetro de poder y estabilidad (látigo), cetro de Maat o maza (Símbolo del
orden y la justicia) y Ankh (símbolo de vida y fertilidad).
Los materiales de la vestimenta en Egipto eran: la lana, el lino y las pieles, principalmente. También
el algodón. Heródoto nos decía “Visten (los egipcios) túnicas hechas de lino con flecos colgando de
sus piernas, llamados “calasirios” y ropajes de lana flojos sobre esta vestimenta” (Heródoto,
Historias, 2,81). Debido al clima, es muy probable que en la época seca predominasen los vestidos de
lino.
De hecho, la tumba de Tutankamón dio a conocer diversas tipologías de vestimentas: faldas, túnicas,
calcetines, tocados, guantes… El color de los ropajes solía ser blanco, especialmente para los
extranjeros. Sin embargo, los grupos mejor posicionados podían permitirse tintes y mayor variedad
de telas. Incluso se vestían ropajes desteñidos.
Por último, un elemento recurrente bien representado en todos los personajes es la ausencia de vello
(excepto en el personaje de Lagus). El vello en Egipto era considerado elemento impuro (de ahí que
los sacerdotes llevaran el pelo rapado). Esto, posiblemente, se debe a la representación del enemigo
(especialmente el de Oriente) como un ser barbado.
En la serie, el tema de la vestimenta, en general aparece bastante bien abordado. Sin embargo, hay
algunas descontextualizaciones y anacronías (Fig. 24) por ejemplo, la cofia dorada de Ankesenamón
que se emplearía sobre todo, en época Ptolemaica (con Cleopatra).
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La corte real
La corte del faraón (Fig. 31) imitaba en la
medida de lo posible las modas
establecidas por el propio faraón y la reina.
Los nobles en consecuencia, en señal de
estatus y respeto a la dinastía tendían a
imitar las vestimentas del momento que
vivían.
Figura 31- Corte del faraón. En la imagen precedida por Ay y Ankesenamón.
Figura 32-Vestimentas de la corte y del faraón y reina.
Los niños de la corte
Normalmente, el faraón de niño recibía su educación en Heliópolis (en la dinastía XVIII) o en Menfis
junto con los hijos de los nobles de la corte. Cuando alcanzaban la pubertad, se les rasuraba parte de
la cabeza dejando tan sólo una pequeña coleta, bien trenzada o bien lisa. También se podía dejar el
pelo a la altura de los hombros, pero esto último era menos común. En la serie, en las escenas del
primer capítulo al inicio se ve a un Tutankamón niño con el pelo a la altura de los hombros.
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Figuras 33,34 y 35- Imágenes del peinado distintivo de los púberes en el antiguo Egipto y comparación con el peinado de
Tut siendo todavía un niño.
El clero de Amón y su representación en la serie
Figuras 36 y 37- Sumo sacerdote de Amón (Izquierda). Representación de un sacerdote en el antiguo Egipto.
La representación del clero de Amón es bastante verídica. Si bien, en ocasiones, éste vestía también
pieles de leopardo. Normalmente, el sumo sacerdote vestía como se representa en la serie, y el resto
del clero de modo similar, con túnicas blancas de lino o algodón.
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El ejército en Tut
Figuras 38, 39, 40 y 41- Reconstrucción de un carro de guerra (Izquierda, arriba), Horemheb y Ka en una escena de la
serie (derecha, arriba), imagen de la infantería egipcia (abajo, izquierda) y arqueros (abajo derecha).
En cuanto a la representación del ejército en el Imperio Nuevo (en el que se inscribe la dinastía de
Tutankamón), hay bastante que apuntar. En primer lugar, el hecho de que el poder lo asuma el
general (en este caso Horemheb) no es muy acertado, pues era el visir el que tomaba el papel de
“ministro de defensa” (Faulkner, 1953:41-42).
La novedad del momento eran los carros de combate, introducidos por los Hicsos al igual que el
hierro y los arcos (Faulkner, 1953:43). Los carros serían el primer elemento en atacar en el campo de
batalla (Fig. 38) -en la serie tan sólo se ve a Tutankamón en el carro de combate, no aparece un grupo
definido- para después proceder al combate de la infantería (Fig. 41); a continuación también
actuaban los arqueros armados además con hachas y mazas, que en la serie no se representan (Fig.
40). También se queda atrás la representación de la marina egipcia (podría haberse reflejado, pues los
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hititas y Mittani se encontraban al norte del río Orontes y para trasladar el ejército, probablemente se
empleasen barcos). Tampoco aparece la sección de los lanceros.
En cuanto al equipamiento, las armaduras no aparecen muy logradas. Los chalecos de pieles con
escamas de bronce eran exclusivas de los altos rangos, no de toda la infantería (Figs. 39 y 41), por
ello en la figura 39 apreciamos que Horemheb viste un chaleco ligeramente diferente al resto. Si bien,
Horemheb no lleva bastón de mando, elemento distintivo del general (Buttery, 1974: 20).
El legado del arte de Amarna vs la arquitectura de Tebas
Figuras 42, 43 y 44- National Geographic History, nº 60, p.44 Templo de karnak (Izquierda, ruinas actuales;en el medio,
reconstrucción y a la derecha reconstrucción de la serie).
Figuras 45 y 46- Exterior del palacio, una de las salas del trono en la serie (izquierda), maqueta del palacio real para la
serie (derecha).
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Figuras 47 y 48-Ciudad de Tebas en la serie. Vista de la ciudad (izquierda), visión aérea de la ciudad en el margen del
Nilo (derecha).
Figuras 49 y 50- Interior del templo de Amón en la serie (patio-sala hipóstila- de acceso a la zona exclusiva de los
sacerdotes o sancta sanctorum), a la izquierda. Reconstrucción de la misma zona a la derecha realizada por la UOC.
Figuras 51 y 52- Dibujos-esquema. A la izquierda, templo solar tradicional (Tebas), y a la derecha, templo solar de época
amarniense.
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El arte de Amarna, con sus peculiaridades (templos sin techo, abiertos al sol (Fig. 50);
representaciones realistas y caricaturizadas de la figura humana; nuevos materiales; arte áulica para
ser contemplada por el propio dios…) murió junto con el culto a Atón. Sin embargo, durante los
primeros años de Tutankamón (cuando aún era Tutankatón), el culto permaneció y con él, también se
heredó el arte amarniense (Van Dijk, 2003: 283). De hecho, como hemos visto en el apartado de la
tumba de Tutankamon, en su ajuar funerario se encontraron elementos con características que
recuerdan al arte de Amarna.
En lo que a arquitectura se refiere, en la serie se han realizado numerosas reconstrucciones del
palacio de Tutankamón (que debería estar en Menfis) y del templo de Karnak en Tebas –ahora
Luxor- (Fig. 42, 43, 44, 49, 53 y 54) donde Tutankamón consagró la restauración de Amón,
ampliando el lugar de culto. Las imágenes son, en ocasiones, sobrecogedoras y, aunque no retraten
con rigor histórico la arquitectura, nos aportan una idea de lo ingente y enorme que eran las
dimensiones egipcias arquitectónicas.
Figuras 53 y 54- Reconstrucciones del templo de Karnak en Luxor (Tebas) y ruinas de noche de Karnak. National
Geographic History, nº60, p.39
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El palacio real, sin embargo, recuerda en exceso a los antiguos palacios minoicos (Fig, 46), si bien,
uno de los aspectos mejor logrados en la serie (aunque no se han recogido en todas las figuras de este
artículo) es la representación de las zonas de purificación (el agua). Así en la figura 46 se pueden
observar diversos estanques. También, en algunas escenas de la serie aparecen momentos como el
baño corporal, o diversos espacios reservados al agua en sí.
Figura 55. Detalle parte superior del palacio de Tutankamon. Captura de la serie.
Figura 56. Estancia dentro de palacio. Captura extraída de la serie.
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CONCLUSIONES
Como punto final a este análisis, me gustaría aportar mi opinión a modo de revisión crítica. La serie
de Tut se basa en un episodio concreto de la historia del antiguo Egipto, un momento convulso en el
que el país se encontraba con malas cosechas, plagas de malaria (retratada en la serie como “peste”) y
una situación político-religiosa adversa heredada, posiblemente, del predecesor de Tutankamón,
Akenatón.
En consecuencia, el faraón niño con apenas 10 años cumplidos ya gobernaba el país teniendo que
enfrentarse a numerosas conspiraciones e intrigas tanto palaciegas como de los círculos sacerdotales.
De hecho, es probable que fuese Ay quien se escondía detrás de las políticas aplicadas por el joven
Tutankamón.
Así pues, como balance personal, creo que la serie no es verídica al cien por cien, y en ocasiones,
como se ha expuesto, la información y los datos históricos no son exactos. Sin embargo, me parece
una gran iniciativa para acercar a la audiencia y al público en general, a la historia o al menos la
supuesta historia personal de Tutankamón, siempre inmersa en cierto aire enrarecido por las
maldiciones, la magia y lo esotérico, cuando en realidad, según los expertos, y en esto coincido con
ellos, el faraón niño tuvo una vida dramática pero también privilegiada en el contexto que le tocó
vivir, a pesar de su muerte prematura.
Sin embargo, no aconsejaría esta serie desde el punto de vista del rigor histórico, puesto que incluso
los expertos dudan de la exactitud de los datos sobre la vida de Tutankamón, debido a la mencionada
damnatio memoriae.
La serie Tut: Un análisis crítico
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Enlaces de interés:
Página oficial (Canal de Spike): www.spike.com/sows/Tut
IMBD: http://www.imdb.com/title/tt3214310/
Crítica y videos de making of de Tut en el canal Historia: http://mx.tuhistory.com/infografía/reytut-egipto
Biblioteca de imágenes:
Figura. 1: Cámara funeraria de Tutankamón:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.42
Figura. 2: capillas del tesoro de Tutankamón:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.43
Figura 3: trono de Tutankamón en la serie: www.google.es
Figura 4: trono de Tutankamón en su ajuar real:
 http://oculimundienclase.blogspot.com.es/2011/03/el-trono-de-tutankamon.html
Figura 5: máscara de Tutankamón de El Cairo:
 http://www.arte.laguia2000.com/escultura/mascara-de-Tutankamón/
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Figura 6: máscara funeraria de Tutankamón (serie):

http://www.youtube.es/ (TUT: making of) [captura de pantalla].
Figura 7: detalles de la tumba de Tutankamón (cofres)
 https://www.youtube.es/ (TUT: making of) [captura de pantalla]
Figura 8: detalles de la tumba de Tutankamón (cama; ofrendas; cofres):
 https://www.youtube.es/ (TUT: making of) [captura de pantalla]
Figura 9: detalle del sarcófago y la comitiva funeraria:
 http://www.youtube.es/ (TUT: making of) [captura de pantalla]
Figura 10: detalle del sarcófago e interior de la tumba:
 http://www.youtube.es/ (TUT: series, canal Spike) [captura de pantalla].
Figura 11: avenida de esfinges:
 http://www.youtube.es/ (TUT: series, canal Spike) [captura de pantalla].
Figura 12: séquito funerario real:
 http://www.youtube.es/ (TUT: series, canal Spike) [captura de pantalla]
Figura 13: Pinturas de la cámara real de Tutankamón: https://recortesdeoriente.com
Figura 14: Esquema de la tumba de Tutankamón: http://elespiritudegata.com
Figura 15: Supuesta tumba de Tutankamón en la serie. Captura de pantalla.
 http://www.youtube.es/ (TUT: making of).
Figura 16: Entrada a la tumba de Tutankamón. http://jedena.blogspot.com
Figura 17: Entrada a la tumba de Tutankamón según la serie Tut. Captura de pantalla:

http://www.youtube.es/ (TUT: Making of)
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Figura 18: los personajes principales de la serie:
 Tutankamón: http://www.estereofonica.com
 Ay: http://www.bolsamania.com
 Horemheb: http://www.thewrap.com
 Ka: www.deseries.com
 Amón: www.digitalspy.com
 Suhad: http://mx.tuthistory.com
 Ankesenamón: http://www.elmanana.com
 Lagus: www.deseries.com
Figura 19: faraón Tutankamón y Ankesenamón:
 https://www.pinterest.com/pin/35395547048801195/
Figura 20: reconstrucción del busto de Nefertiti:
 https://www.pinterest.com/cma12345/vestimentas-de-las-reinas-delantiguo-egipto/
Figura 21: Ankesenamón y su vestido verde:
 https://www.pinterest.com/pin/35395547049148999/
Figura 22: reconstrucción de un posible vestido de Nefertiti:
 http://storehouseofmemory.blogspot.com.es/2014/09/fashion-history-antiguoegipto.htm
Figura 23: vestimentas variadas:
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 http://historiadelamodas.blogspot.com.es/2014/08/los-egipcios-indumentaria-ycultrua.html
Figura 24: cofia dorada de Ankesenamón:
 https://www.pinterest.com/nhb99/tut-2015-miniseries/
Figura 25: cofia dorada de Cleopatra:
 http://es.slideshare.net/SoledadGimnez/presentacin-egipto1
Figura 26: tocado de Ankesenamón:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla].
Figura 27: Tutankamón:
 http://florestanbcn.blogspot.com.es/2015/09/tut.html
Figura 28: atuendo militar de Tutankamón:

http://miniaturasjm.com/uniformologia/uniformes-los-egipcios/
Figura 29: coronas del faraón:
 http://infantilgraciapc.blogspot.com.es
Figura 30: cetros del faraón:

http://mas-historia.blogspot.com.es/2011/06/blog-post.html
Figura 31: corte real:
 http://www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/historia-tutankamonnueva-serie-history-channel
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Figura 32: vestimentas de la corte del faraón y de la reina:
 http://sobreegipto.com
Figura 33: peinado de los niños en el antiguo Egipto:
 http://www.egiptologia.com/sociedad-tecnica-y-cultura/136-moda-y-cuidadopersonal-en-el-antiguo-egipto/511-tocados-peinados-y-pelucas.html?showall=1
Figura 34: peinado de los niños en el antiguo Egipto:

http://history-peru.blogspot.com.es/2013/07/educacion-y-el-aprendizaje-en-el.html
Figura 35: peinado de Tutankamón de niño:

http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 36: el clero de Amón y su representación:
 http://sidcity.net/
Figura 37: el clero de Amón representado en un papiro:
 http://elateneohistoria.blogspot.com.es/2014_05_01_archive.html
Figura 38: indumentaria militar:
 http://miniaturasjm.com/uniformologia/uniformes-los-egipcios/
Figura 39: Horemheb y Ka: http://hn.tuhistory.com/programas/el-rey-tut
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Figura 40: infantería egipcia:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 41: arqueros:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 42: templo de Karnak:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.44
Figura 43: reconstrucción:
 http://www.historiaselectividad.com/historia-del-arte/karnak_ws2/
Figura 44: reconstrucción de Karnak:
 http://www.youtube.es/ (series TUT: Spike) [captura de pantalla]
Figura 45: salón del trono real:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 46: palacio real de Menphis:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 47: ciudad de Tebas:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
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Figura 48: ciudad de Tebas, vista aérea:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 49: templo de Amón:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 50: templo de Karnak, interior sala hipóstila, reconstrucción: proyecto 3D de la UOC:
http://Egipto.com/cgibin/
Figura 51: templo de Karnak, esquema-dibujo: http://Egipto.com/cgibin
Figura 52: templo solar amarniense: http://imperio-nuevo.blogspot.com/2012/02/posibles-fallos-delcisma-amarniense.html
Figura 53: reconstrucción: http://materialesdeclasericardo.blogspot.com
Figura 54: templo de Karnak:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.39
Figura 55: Parte superior del palacio en Tut:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
Figura 56: Una de las estancias de palacio:
 http://www.youtube.es/ (Tut: Making of) [captura de pantalla]
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Figura 57: relieve del trono de Tutankamón detallado:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.45.
Figura 58: cofres canopes de Tutankamón:
 MASCORT, M (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, p.41
BIBLIOGRAFÍA
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FAULKNER, R.O (1953): “Egyptian military organisation” en Journal of Egyptian
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DODSON,A; HILTON,D.(2005): “El interludio de Amarna” en Las familias reales del
Antiguo Egipto, pp.142-158, Oberon, Londres.
LABOURY, D.(2012): “La sucesión de Akhenatón” en Akhenatón, pp.401-436, La esfera de
los libros, Madrid.
La serie Tut: Un análisis crítico
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MASCORT, M. (2013): “El faraón desconocido: Tutankamón” en National Geographic
History, nº60, pp.37-47.
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-VAN DIJK, J. (2000): ‘The Amarna Period and the Later New Kingdom (1352
a.C-1069 a.C)’, pp.265-308.
THAN, K. (2010): ‘King Tut Mysteries Solved: Was disabled, Malarial, and Inbred’,
National Gepgraphic Daily News, Published February 16, 2010. [last access
online: http://news.nationalgeographic.com/news/2010/02/100216-king-tutmalari-bones-imbred]
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Anexo de imágenes:
Página anterior: Figura 57- Trono de Tutankamón. National Geographic History, nº60, p.45
La serie Tut: Un análisis crítico
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Figura 58- Cofres canópicos de la tumba de Tutankamón. National Geographic History, nº60, p.4
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