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2015 Año Internacional de los Suelos
“Hablamos mucho de la importancia
de sistemas alimentarios sostenibles para una vida sana.
Bien, empecemos por los suelos”.
“Las múltiples funciones de los suelos pasan a menudo
desapercibidas.
Los suelos no tienen voz y pocas personas hablan por ellos.
Son nuestro aliado silencioso en la producción de alimentos”.
José Graziano da Silva, Director General de la FAO1
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha
establecido para este año una campaña destinada a sensibilizar sobre las cruciales funciones del
suelo en el desarrollo sostenible. La misma se encuentra articulada en torno a seis mensajes clave,
que ponen de relieve las múltiples formas en las que todos dependemos en suelos.
•
Unos suelos sanos son la base para la producción de alimentos saludables.
•
Los suelos son el fundamento para la vegetación que se cultiva o gestiona para producir
alimentos, fibras, combustibles o productos medicinales.
•
Los suelos sostienen la biodiversidad del planeta y albergan una cuarta parte de la misma.
•
Los suelos ayudan a combatir y adaptarse al cambio climático por su papel clave en el
ciclo del carbono.
•
Los suelos almacenan y filtran agua mejorando nuestra resiliencia ante inundaciones y
sequías.
•
Los suelos son un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad
alimentaria y un futuro sostenible.2
Sin embargo, los suelos sufren una creciente presión por la intensificación y la competencia de su
uso para la agricultura, la silvicultura, el pastoreo y la urbanización. La cantidad de suelo fértil en
el planeta ha ido disminuyendo a un ritmo alarmante, lo que compromete la capacidad de
cultivar alimentos para alimentar a una población mundial que, según las previsiones, debería
alcanzar los nueve mil millones hacia el año 2050.
Nuestros suelos están en peligro a causa de la expansión de las ciudades, la deforestación, el uso
y las prácticas de manejo insostenibles de la tierra, la contaminación, el sobrepastoreo y el cambio
climático, a tal punto que el ritmo actual de degradación de los suelos pone en peligro la
capacidad de atender las necesidades de las generaciones futuras. Por lo tanto, la conservación y
el manejo sostenible de la tierra se han convertido en esenciales para revertir esta tendencia,
garantizar la seguridad alimentaria y un futuro sostenible.
El objetivo principal del Año Internacional de los Suelos 2015 (AIS) es concientizar y movilizar a
la opinión pública acerca de la importancia de unos suelos sanos y promover una gestión
sostenible de los mismos para proteger este preciado recurso natural.
Los suelos son el fundamento de la agricultura familiar
El Año Internacional de los Suelos 2015 fue inaugurado oficialmente el 5 de diciembre de 2014
con celebraciones en Nueva York, Santiago de Chile y Bangkok, a partir del propósito de
fortalecer las alianzas y las plataformas establecidas durante el Año Internacional de la Quinua en
2013 y el Año Internacional de la Agricultura Familiar en 2014.
El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, que inauguró en Roma el acto “Suelos,
fundamento de la agricultura familiar”, resaltó en sus palabras de apertura la importante
contribución de los suelos sanos “para lograr nuestros objetivos en materia de seguridad
alimentaria y nutrición, luchar contra el cambio climático y garantizar el desarrollo sostenible en
general”.3 Destacó asimismo los importantes vínculos entre los suelos y la agricultura familiar.
“Debemos apoyar la agricultura familiar para apoyar los suelos”, dijo. “Tenemos que gestionar
los suelos de manera sostenible. Existen muchas formas de hacerlo. La diversificación de cultivos,
utilizada por la mayoría de los agricultores familiares del mundo, es una de ellas: da tiempo para
que importantes nutrientes se regeneren. Este no es más que un ejemplo del papel que los
agricultores familiares desempeñan en la producción de alimentos, la conservación de nuestros
recursos naturales y la protección de la biodiversidad”. Las sinergias son evidentes: los
agricultores familiares dependen de los suelos sanos tanto como los suelos dependen de ellos. Y
el planeta depende de ambos para un futuro sostenible y seguro desde el punto de vista
alimentario.
El suelo es uno de los 14 temas prioritarios para el desarrollo sostenible que la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) destaca y, por lo mismo, se
encuentra entre las cuestiones acerca de las cuales se están llevando a cabo negociaciones
intergubernamentales para una Agenda de Desarrollo Post-2015, año en que la comunidad
internacional acordará un nuevo marco de desarrollo global para sustituir a los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM).
Éstas son las cinco razones por las que deberíamos proteger nuestro recurso natural
frecuentemente subestimado.4
1. La tierra saludable alimenta al mundo
El suelo es donde comienza la alimentación. Compuesto de minerales, agua, aire y materia
orgánica, proporciona el ciclo de nutrientes primarios para la vida vegetal y animal y actúa como
base para productos alimenticios, combustibles, fibras y productos médicos, así como para
muchos servicios ecosistémicos esenciales. “La calidad de nuestra alimentación depende mucho
de la calidad de nuestro suelo”, destaca Ronald Vargas, oficial de la Gestión de Tierra y Suelos en
la FAO. “Su degradación es un proceso silencioso, pero de enormes consecuencias para la
humanidad. Estudios muestran que alrededor de un tercio de los suelos del planeta se enfrenta a
una degradación entre moderada y grave. 2015 será un año especialmente importante para el
futuro sostenible del planeta, en cual serán anunciados nuevos objetivos globales. La atención y el
compromiso dedicados a suelos saludables y vivos, serán aliados cruciales para garantizar la
seguridad alimentaria y la nutrición para todos."
2. El suelo, como el petróleo o el gas natural, es un recurso finito
El suelo es un recurso natural no renovable, es decir que su pérdida no es recuperable en
el marco de tiempo de una vida humana. Un centímetro de suelo puede tardar cientos de
miles de años en formarse desde la roca madre, pero este centímetro de suelo puede
desaparecer en el plazo de un año a través de la erosión. Las malas prácticas agrícolas
(laboreo intensivo, eliminación de la materia orgánica, irrigación excesiva con agua de
mala calidad y excesivo uso de fertilizantes, herbicidas y pesticidas) agotan los nutrientes
del suelo más rápido de lo que pueden formarse, lo que lleva a la pérdida de su fertilidad
y a su degradación. Algunos expertos afirman que el número de años de cobertura del
suelo restante en el planeta es comparable a las estimaciones de reservas de petróleo y
gas natural. A nivel mundial, 50 mil km2 de suelo (un área del tamaño de Costa Rica) se
pierden cada año, según la Alianza Mundial por el Suelo creada por la FAO. Se estima
que hoy en día el 33% de las tierras están de moderada a altamente degradadas debido a
la erosión, la salinización, compactación, acidificación y la contaminación química de los
suelos.
3. El suelo puede mitigar el cambio climático
El suelo constituye la mayor reserva de carbono orgánico terrestre, más del doble de la
cantidad almacenada en la vegetación. Además de ayudar a suministrar agua potable,
evitar la desertificación y proporcionar resiliencia a las inundaciones y la sequía, el suelo
mitiga el cambio climático a través del secuestro de carbono y la reducción de las
emisiones de gases de efecto invernadero. “Los suelos del mundo deben formar parte de
cualquier programa dedicado a hacer frente al cambio climático, así como a asegurar la
seguridad alimentaria e hídrica”, afirma Rattan Lal, Director del Centro para la Gestión y
el Secuestro de Carbono de la Universidad Estatal de Ohio. “Creo que ahora existe una
concienciación general sobre la importancia del carbono en el suelo, de que la tierra no es
sólo un medio para el crecimiento de las plantas”.
4. El suelo es un ser vivo, lleno de vida
El suelo alberga la cuarta parte de la diversidad biológica del planeta. Hay literalmente
miles de millones de microorganismos tales como bacterias, hongos y protozoos en el
suelo, así como miles de insectos, ácaros y gusanos. Hay más organismos en una
cucharada de suelo sano que personas en el planeta. “No fue sino hasta hace poco que
hemos empezado a pensar en la biodiversidad del suelo como un recurso que
necesitamos conocer”, afirma Diana Wall, Directora científica de la Iniciativa Global sobre
la Biodiversidad del Suelo. “Sin los suelos y su biodiversidad, no hay vida humana”.
5. Invertir en la gestión sostenible de los suelos tiene sentido económico y ambiental
La gestión sostenible del suelo cuesta menos que la rehabilitación o la restauración de las
sus funciones. Ejemplo de ello es el programa que la FAO desarrolló en la región de
Lempira Sur (Honduras) para sustituir el método ancestral de cultivos causante de la
disminución de la humedad y la fertilidad, el cual tuvo como consecuencia un aumento
de la productividad y los ingresos de los agricultores de la región. Un proyecto diferente,
centrado en la tierra, el agua y los recursos biológicos, para revertir el proceso de
degradación de la tierra en la cuenca del río Kagera (en Burundi, Ruanda, Uganda y
Tanzania) ha mejorado los medios de vida y la seguridad alimentaria de los agricultores
alrededor del Lago Victoria.
Sudamérica consolida su Alianza Regional por el Suelo5
En el mes de marzo de este año, en el marco del AIS 2015, se ha consolidado la estructura
directiva de la Alianza Sudamericana por el Suelo en el taller desarrollado en la Oficina
Regional de la FAO en Santiago de Chile y organizado por este organismo, miembros de
la Alianza Mundial por el Suelo, expertos internacionales y representantes de diez países
de Sudamérica.
En este encuentro la FAO y la Alianza delinearon los principales puntos de un plan
regional de cinco años dirigido a enfrentar los principales problemas que afectan los
suelos del área, el cual será formalizado durante el Año Internacional 2015. El mismo
reviste especial importancia frente a la realidad de que vastas áreas de las tierras de
América Latina y el Caribe se encuentran gravemente dañadas por la mala gestión y uso
de los recursos naturales. Según la FAO, el 14% de las tierras degradadas del mundo
están en América Latina y el Caribe, y en Mesoamérica la cifra asciende al 26% del
territorio, todo lo cual afecta a 150 millones de personas. Asimismo, la baja fertilidad es
otro problema que alcanza a una gran parte de los suelos de la región: cerca del 50% de
ellos sufre deficiencias de nutrientes. En total, casi un 20% de los suelos de América
Latina y el Caribe son áridos, mientras que un 10% presenta limitaciones de drenaje por
ser arcillosos. La intensificación del uso de la tierra, por ejemplo en la Amazonia, la
contaminación del suelo en zonas dedicadas a la actividad petrolera, y los cambios de uso
del suelo para ampliar la frontera agrícola, son también realidades que agravan su
degradación.
La alianza regional tiene el objetivo de facilitar los vínculos con los programas y las
actividades de manejo nacional y local del suelo, con miras a fortalecer el trabajo conjunto
y el desarrollo de sinergias. “La consolidación de esta Alianza Regional permitirá a los
países unir sus esfuerzos para proteger, recuperar y manejar sus suelos, un factor esencial
para lograr la erradicación del hambre”, señaló Ronald Vargas, Oficial de Suelos de la
FAO y Secretario de la Alianza Mundial por el Suelo. “Los suelos de América del Sur no
sólo alimentan a la región sino que juegan un rol clave en la alimentación global, ya que
la misma es una gran exportadora de alimentos”, explicó Vargas.
Con respecto al cambio climático, el rol de los suelos es fundamental: “En el primer metro
de profundidad de los suelos de América Latina y del Caribe se almacenan
aproximadamente 185 giga toneladas de carbono orgánico, casi el doble de las reservas
de carbono acumuladas en la vegetación de la Amazonia”, señaló Gustavo Bernal,
Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Suelos
La Alianza Sudamericana por el Suelo nace de la Alianza Mundial por el Suelo, la cual
busca promover el uso y manejo sostenible del mismo para garantizar la seguridad
alimentaria y nutricional, la adaptación al cambio climático, la provisión de servicios
ambientales y el desarrollo sostenible.
La Alianza Mundial tiene cinco pilares fundamentales:
1. Promoción del manejo sostenible del suelo
2. Fomento de la inversión, la cooperación técnica, las políticas y la concientización
3. Promoción de la investigación y el desarrollo
4. Mejoramiento de la cantidad y la calidad de los datos e información sobre los
suelos
5. Armonización de los métodos, medidas e indicadores para el manejo sostenible y
la protección del suelo.
La FAO, cargo de su Secretaría, coordina los esfuerzos de los gobiernos, la sociedad civil,
el sector privado, la academia y todos los demás miembros de la Alianza.
¿Cómo podemos proteger nuestros suelos?6
Pueden hacerse muchas cosas a distintos niveles para promover la gestión sostenible de
los suelos y garantizar su salud. Entre ellas figuran una mayor inversión gubernamental,
la promoción de prácticas de gestión para la adaptación y mitigación del cambio
climático, una legislación estricta y el desarrollo de políticas inclusivas por parte de los
gobiernos, entre otras medidas. Los agricultores y las personas directamente en contacto
con el suelo deben comprender los beneficios de las prácticas de gestión sostenible de la
tierra antes de poder aplicarlas. Por lo tanto la educación, los programas de extensión
eficaces y la promoción de tecnologías adecuadas tienen un papel fundamental en este
aspecto.
La propuesta de este Eje Temático para la XI Edición del Programa de Formación en
Valores “Manos Jóvenes Escriben en Grande” apunta a estimular el interés y la conciencia de
docentes, niños y jóvenes sobre las posibilidades que tienen los ciudadanos, las
organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos de incidir en la crítica conservación de
este recurso natural que sustenta la vida en el planeta.
1
http://www.fao.org/soils-2015/es/
http://www.fao.org/soils-2015/about/key-messages/es/
3
http://www.fao.org/soils-2015/news/news-detail/es/c/271845/
4
http://www.fao.org/post-2015-mdg/news/detail-news/es/c/277124/
5
http://www.fao.org/americas/noticias/ver/es/c/279601/
6
http://www.fao.org/soils-2015/news/news-detail/es/c/276277/
2