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S Á B ADO / C L AS E 3 DE 10
19 DE MARZO DE 2012
PREGUNTA FUNDAMENTAL:
¿CÓMO VALORAMOS LOS BIENES?
EL V AL OR
DE L OS B IENES
LA DEMANDA TRANSF ORMA
EL VALOR SUBJ ETIVO EN
OBJ ETIVO, MONETARIO
a clase pasada describimos
cómo se forman los precios
y qué importancia revisten
para la asignación de recursos.
Independientemente de si se
trata de una economía centralizada, en la cual las decisiones de
asignación de recursos las toman burócratas, o una economía descentralizada, en donde
los precios los determina el mercado, siempre el análisis de
oferta y demanda es pertinente
pues detrás de él están los principios a relevar, cuáles son, dónde asignar los recursos que tienen usos alternativos y que son
escasos para las necesidades
existentes.
Una pregunta fundamental,
desde la perspectiva económica, dice relación con determinar
la valoración de los bienes y servicios. Las personas valoran los
bienes por distintas razones y de
distinta manera, lo que genera
la pregunta de cómo comparar
bienes diversos.
Las decisiones de producción
y — en general— de cuánto esfuerzo dedicar a una actividad,
dependen del precio al que se
L
os precios, libremente fijados por el mercado, determinan la cantidad de bienes
que deben producirse para satisfacer la demanda. En el equilibrio (oferta = demanda), el precio refleja la máxima valoración
que se le da a la última unidad
consumida y que iguala al costo
de la última unidad producida.
Los precios racionan quiénes y
cuánto comprarán.
Sin embargo, las ganas de torcerle la mano al mercado, alterando los precios que determina, se repiten continuamente.
Hasta 1973, en Chile prácticamente todos los precios (alrededor de 3.000), eran fijados por la
autoridad económica. Con ello
se esperaba limitar eventuales
abusos contra los consumidores
y permitir que más personas accedieran al consumo.
L
EXCESO DE DEMANDA:
NO HAY, SE ACABÓ
El análisis económico y los
economistas son, sin embargo,
portadores de malas noticias.
La Figura 1 muestra que al precio de equilibrio Peq, la cantidad
demandada es igual a la ofrecida
qe. Un precio máximo (Pmax) inferior al precio de equilibrio induce a más gente a comprar (aumento de la cantidad demandada hasta qd), pero induce a menos oferentes a producir (qo).
La diferencia se representa
como “exceso de demanda”, es
decir, compradores que no pueden adquirir el bien porque simplemente “no hay”, “se acabó”.
espere vender y de los costos.
Los costos relevantes deben
considerar no sólo los explícitos,
sino que todos los implícitos. El
costo de oportunidad, es el más
relevante de los costos implícitos y se refiere al hecho que
cuando hacemos una cosa, perdemos de hacer otra.
Cuando una persona evalúa
incursionar en una determinada
actividad, digamos la venta de
libros, y estima que ésta dará
$1.200.000 mensuales y que el
costo de esa actividad (arriendo
de local, personal y libros) será
$1.000.000, no esperamos que
tome ese camino sin antes evaluar su mejor oportunidad perdida. Si su mejor alternativa le
generará $250.000 mensuales,
entonces debiera concluir que
vender libros no le es conveniente y que, por el contrario, le
producirá una pérdida económica, aunque no contable, de
$50.000. Para los consumidores
también es clave el concepto de
costo de oportunidad, esta vez
para determinar la conveniencia
de asignar recursos a la satisfacción de sus necesidades.
SALIR A COMER
O COCINAR
Considerar el costo de oportunidad, entonces, hace que en
el análisis económico necesariamente se requiera comparar entre alternativas.
Ejemplos mundanos incluyen
la decisión de ir a comer a un restorán. Un comportamiento económico implicaría comparar la
RACIONAMIENTO,
NO MERCADO
SI EL PRECIO DE LAS
ENTRADAS ES MENOR AL
QUE ESTÁN DISPUESTOS A
PAGAR LOS HINCHAS, HABRÁ
REVENTA
EL MERCURIO
NO ES FÁ C IL C O MPARAR, PO R EJ EMPLO , EL V ALO R DE TENER ALUMNO S MÁ S EDUC ADO S Y DE C O NTAR C O N V IV IENDAS MÁ S AMPLIAS .
El racionamiento por vías distintas al precio, es costoso (largas filas,
violencia) y no necesariamente beneficia a los hinchas.
LA D EMAND A Q U E EST IMAN EST AD ÍST ICAMENT E LOS
ESP ECIALIST AS SE CONST RU Y E AL INT ERP RET AR LA
D ISP OSICIÓN A P AG AR P OR CAD A U NID AD D E U N BIEN.
En las políticas públicas y en
calidad de la comida y el precio,
con iguales aspectos de otro las decisiones empresariales, las
restorán, o con la opción de opciones son recurrentes. D estinar el presupuesto a seguriquedarse en la casa y cocinar.
Por otra parte, para la menor
cantidad ofrecida y disponible
en el mercado qo, hay una mayor disposición a pagar que a la
cantidad de equilibrio. Ello genera una presión al alza de precios. Paradojalmente, el objetivo de bajar los precios por parte
de la autoridad genera una presión al alza de éstos, y eventualmente, a la existencia de un precio de mercado negro.
Pero no necesitamos retroceder tanto para encontrar precios
que no reflejan escasez y, por
ende, generan comportamientos contrarios a los que se procuran. En algunos países, incluyendo Chile, Colombia y los EE.UU.
ha habido episodios de sequía
que condujeron a racionamientos eléctricos generalizados. Se
optó por que el precio de la electricidad no se ajustara al alza ante sequías extremas. Con ello, se
producía un exceso de demanda
y la necesidad de limitar el consumo de electricidad se canalizó
por la vía de racionamientos.
POR QUÉ
COBRAN MENOS
Más cercano aún, aunque por
razones diferentes, el concierto
del músico Roger Waters hace
un par de semanas, y el partido
que viene por las clasificatorias
para el Mundial de Fútbol no tuvieron ni tendrán precios determinados por el mercado, sino
que serán menores a los de
equilibrio.
¿Por qué la ANFP cobra menos de lo que pudiera si se sabe
dad, a educación, vivienda o a
salarios son disyuntivas permanentes. Pero, ¿cómo comparar
el valor de temas tan disímiles
como alumnos más educados,
con viviendas más amplias?
La demanda, nuevamente, es
la herramienta que permite sintetizar la valoración de distintas
cosas en términos de un denominador común, y por lo tanto,
es un instrumento de comparación natural.
Considérese, por ejemplo, la
valoración que para los habitantes de Chiloé pudiera tener la
existencia de un puente sobre el
Canal de Chacao. ¿Cómo cuantificar la valoración de algo tan
intangible como el deseo y la
necesidad de estar conectado?
El instrumental económico
por excelencia, la demanda,
precisamente procura traducir
la valoración subjetiva en valoración objetiva, monetaria.
La demanda que estiman estadísticamente académicos,
personas de negocios, ejecutores de política, se construye al
interpretar la disposición a pagar por cada unidad de un bien.
Así, a los habitantes de Chiloé
no se les pregunta cuán felices
serían teniendo conectividad a
través de un puente, sino que se
procura inferir cuánto estarían
dispuestos a pagar — sí, en dinero— con tal de disponer de tal
estructura.
Esta valoración permite entonces tener un equivalente monetario a la “felicidad” que daría
disponer de ese puente.
Análogamente, la disposición
a pagar por disponer de una
educación de calidad, de mejores viviendas, o de obtener ciertos bienes intangibles, como
una buena vista y mayor seguridad, son el objetivo de muchos
estudios que procuran traducir
la felicidad que ellos producen,
en disposiciones a pagar, es decir, en valores monetarios.
La forma en que se puede de-
terminar la valoración en dinero
de esos intangibles es variada.
Hay algunas muy directas, como
simplemente verificar el precio
de mercado cuando éste existe.
Otras veces se debe avaluar
algo que no existe. Por ejemplo,
la construcción de una vía que
reduzca la congestión vehicular
suele ser valorada por el ahorro
en tiempo de quienes circulen,
lo que a su vez es valorado en el
salario por hora que podrían ganar trabajando, en lugar de estar en el taco. D e esa valoración,
se determina la demanda.
que ello generará un exceso de
demanda, fomenta el mercado
negro, y transfiere a otros (los
revendedores), lo que podría
ganar?
La Figura 2 muestra esta situación. El precio de las entradas es
inferior al que equilibra el mercado, es decir, donde se iguala
demanda con oferta (o capacidad del estadio).
Hay un exceso de demanda,
que no es racionado por el precio, sino por quien llega primero
o quien tiene medios para acceder a las entradas. A su vez, habiendo una mayor disposición a
pagar, hay espacio para revendedores, que ganan para sí lo
que pudiera haber sido de la
ANFP (área naranja).
La pregunta es: ¿qué motiva a
la ANFP a elegir esa forma de
poner precios? Podemos aventurar respuestas. Puede ser que
tenga una visión social, en la
que, conciente de lo costosa
que serían las entradas, hace rebajas. Esta respuesta es posible,
pero choca con la evidencia de
que hay reventa y los valores finalmente pagados por muchos
de los hinchas son muy altos.
Otra posibilidad es que quiera
beneficiar a algunos entregándoles o favoreciéndolos con entradas a un precio que podrán
aumentar en la reventa. Seguro
que hay otras posibilidades, pero de cualquier manera, el racionamiento por vías distintas al
precio, es costoso (largas filas,
violencia, etc.), lo que no necesariamente beneficia a los hinchas. ¡Hasta el sábado!