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2 NEGOCIOS internacionales EDITORIAL Contra la corriente COMEXPERU cumplió veinte años y si alguien me preguntara qué es lo que caracteriza su corta pero intensa historia, yo diría, con mucho orgullo, que no ha tenido nunca temor de ir contra la corriente. COMEXPERU se crea como Sociedad Nacional de exportadores en noviembre de 1989, en un contexto en el cual, además de que el PBI caía un 14%, la inflación alcanzaba casi el 3,000%; había tipos de cambio diferenciados y de un universo arancelario de poco más de 5,200 partidas, más del 10% estaba prohibida de importación y el resto tenía algún tipo de restricción como licencias previas, licencias de cambio y registro de importadores. Entre tasas ad valórem y sobretasas se llegó a tener más de 56 niveles arancelarios diferentes que iban desde el 10% al 110% de arancel, con un promedio simple de más del 65%. Y, en medio de esta institucionalización de prebendas, un grupo de empresarios plantea que se respeten los principios de la libre empresa. Más adelante, COMEXPERU volvería a enfrentarse a los entendimientos tradicionales al incorporar al sector importador y dar pie a nuevas críticas que se mantienen hasta el día de hoy, por parte de quienes aún no entienden que los beneficios del comercio exterior se perciben a través de la capacidad de importar, tanto bienes de capital e insumos para las empresas, como bienes finales para el consumidor. En esa misma línea, mientras la gran mayoría sostenía que era una locura enfrentarse en negociaciones a la economía más grande del mundo, COMEXPERU lideraba una campaña para la negociación de un TLC con los Estados Unidos; nuevamente, una propuesta arriesgada y muy criticada por quienes pensaban que éramos incapaces de negociar y competir con una economía como la norteamericana, sin recordar que, desde hacía ya muchos años, las empresas peruanas exportadoras habían demostrado su capacidad para competirles, con éxito, a las empresas del mundo en sus propios mercados. Han transcurrido 20 años desde la creación de COMEXPERU y, a pesar de la crisis financiera y a diferencia de lo que ocurrirá con los demás países de la región, el Perú crecerá un 1,5% este año. La inflación estará por debajo del 3%. Nuestras exportaciones, que hace veinte años eran de US$ 3,503 millones, superaron los US$ 31,000 millones en el 2008 y, aun en un entorno de crisis y de caída de demanda y precios, superarán los US$ 26,000 millones este año. El Perú cuenta hoy con solo tres tasas arancelarias, que tienen un promedio del 5%. Cada vez nos acercamos más al ideal del arancel “bajo y plano” que tanto rechazaron algunos y que a tantas empresas les permite ser competitivas el día de hoy. La actividad exportadora ha sido fundamental para alcanzar las elevadas y sostenidas tasas de crecimiento que, en los últimos años, han permitido reducir la pobreza al 36% y mejorar las condiciones de vida de la población en general, al proporcionar fuentes de empleo digno que han contribuido de manera importante a elevar la productividad de los trabajadores, factor que explica mucho del crecimiento alcanzado. Cuando ingresé a COMEXPERU, hace ya diez años, se me explicó que, más allá del Estado de Resultados, la preocupación era que los activos de las empresas valieran más, y eso solo se podía lograr en un entorno económico más sano. Viendo los resultados de estos veinte años, puedo decir que hemos sido consecuentes con nuestro objetivo.