Download el isw y las mujeres andalus~es: musuvv\anas de la

Document related concepts

La mujer en el islam wikipedia , lookup

Hiyab wikipedia , lookup

Feminismo islámico wikipedia , lookup

Gente del Libro wikipedia , lookup

Islam wikipedia , lookup

Transcript
EL ISW
Y LAS MUJERESANDALUS~ES:
MUSUVV\ANASDE LA PENINSULAIBERICADURANTELA EDAD MEDIA
Carmen Díaz de Rábago
Universitaf jaurne I Castelló
A. ¿Qué tipo de Islam?
Las mujeres andalusíes se sitúan históricamente en la época del llamado Islam cláco, que prácticamente identifica ley y religión. Esto supone que el código legal que las
estaba formado por el Corán interpretado más la Tradición.
Dentro del Islam, la mayor parte de la población de al-Andalus adoptó una escue
jurídica que interpreta el Corán del modo llamado ortodoxo, la escuela malikí.' Sobre
minoritario, no nos ocuparemos ahora.
La rama malikí del lslam predica que la sumisión no es sólo a Alláh y la ~Shari'a~
Hubo en divérsos momentos práctica de otras ramas del lslam en al-Andalus, como
Por tanto, si hablamos de lslam ortodoxo hemos de hablar de unas leyes generales
específicas de al-Andalus. El sustrato hispánico o bereber de las mujeres de la p e
sula, o de las mujeres de cualquier otro país islámico medieval, no afectaba excesiva-
hanafí, la shafi'i y la hanbali, aunque en Africa y parte
El Islam andalusí no tiene una historia pequeña, pues dura desde el siglo Vlll al XVII,
con lo que encontraremos algunas diferencias,. no tanto en la norma jurídica sino en lo particular de cada época. Por ejemplo, .la mujer almorávide estaba altamente considerada
(Forneas,1989: 85) en comparación con la de otros períodos anteriores y posteriores.
B. La visión coránica y post-coránica de la mujer
Al igual que la Biblia (San Pablo a Timoteo) el Corán señala explícitamente la inferioridad de la mujer: 40s hombres son superiores a la mujeres por el hecho de haber elevado Alá a unos por encima de otros, y también por el hecho de ser los hombres los que
gastan de lo que tienen para las necesidades de la vida.. . pegad a las que tengan mala
conducta. (sura IV, aleya 38).
En ciertos aspectos, el Corán es incluso más igualitario que la Biblia respecto a la muier.
modelo femenino de Eva, igual al hombre, con voluntad y responsable en el Corán, por el modelo femenino celeste de la hurí, ser físico aunque pasivo y sin voluntad (López, 1992: 39).
El papel.secundario atribuido a la muier por los iuristas islámicos pretendió anularla incluso en el mundo espiritual. Sin embargo, algunos hombres musulmanes de especial
sensibilidad llegaron a hacer una defensa que les costó ser acusados de heterodoxia. Tal
fue el caso del famoso filósofo murciano Ibn Arabí que dijo que do femenino encarna una
parcela de lo divino relacionada con la belleza. o que <ver a Dios en la muier es verle
en todas las formas en que se manifiestar (López, 1992: 89,93).
Pero para los ulemas y iurísperitos, la belleza femenina se transformó, como en el
cia. Así, la mujer era impura por muy diversas circunstancias, desde la menstruación al
rto. Hasta su propia naturaleza espiritual. Esta aimpureza. excluyó a las muieres de mu-
las circuncisiones, por lo que la Inquisición las persiguió a menudo. El carácter de cultura
dominada de los mudéjares y moriscos conllevó que fueran sus mujeres las mayores depositarias de la tradición islámica.
C. Estructuras familiares: la mujer en la familia musulmana
Al igual que las demás religiones monoteistas, el lslam adopta un modelo familiar
patriarcal de origen semita.
Para entender a la mujer islámica en general es necesario por tanto fijarnos en la
estructura de sus familias, regulada con bastante detalle por su religión. N o es necesario
recordar que el lslam es todo un código de conducta.
En el lslam la familia es el espacio por excelencia reservado a las mujeres, sin posibilidades de hacerse monjas o algo similar como ocurre en el mundo cristiano. La única
excepción fueron las esclavas, de las que hablaremos más adelante.
En su orígen, el Corán fue un alegato contra anteriores estructuras sociales. La tendencia hacia la formación de familias nucleares es una realidad coránica no siempre bien
ista fuera del ámbito urbano.
En todo esto hemos de tener en cuenta el trasfondo histórico, dado que la regulación coránica de la familia se hizo en un momento, el siglo VII, de sedentarización de faas nómadas, a modo de coordinación social sobre anteriores estructuras tribales.
La familia islámica se puede definir como patrilineal y agnaticia, es decir, con un doy descendencia totalmente paternas, lo cual afecta en gran medida a la posición fe
menina. En Occidente por ejemplo, las familias también son patrilineales, pero no necesuriamente agnaticias, porque la rama materna puede transmitir y recibir ciertos derechos, y
por eso se llaman cognatícias.
El Islam, si no hay práctica endogámica2, excluye a la familia de la esposa completamente del núcleo matrimonial. Veamos pues cuales son las prácticas que más afectan
a las mujeres dentro de dicha estructura familiar islámica.
La base preislámica de las mujeres andalusies se ubica en la sociedad hispanorromana y también parcialmente en sociedades de tradición bereber que aún podemos ver
2 Aunque a menudo si la hay, punto esie compariido'con las sociedades de todo el Mediterráneo.
m
w
(3
u
W
>
m
w
m
m
W
w
n
..
01
m
w
I-
m
z
2
W
U-
cn
IY
W
m
m
O
n
1
en el norte de Africa hoy en día. Esto no fue sin embargo ningún obstáculo para la adopción de las formas familiares marcadas por el Islam, dando al hombre un poder casi absoluto en su familia.
Como hemos dicho, la muier musulmana se desliga por completo de su familia de
orígen a menos que su matrimonio sea endogámico3.
En todo caso, entre los malikíes, y por tanto en al-Andalus, existió la Hadana o custodia de la muier sobre sus hijos: si eran varones duraba hasta la ~ubertad,y si eran chicas duraba hasta la consumación de su matrimonio (Fierro,1989: 40).
.
En realidad, hay pocos ámbitos en los que el marido musulmán no sea dueño absoluto de su esposa. Uno de ellos es el de la dote. El hombre musulmán debe, por ley,
dotar a la muier para que pueda haber boda, dote que ella posee y le pertenece por completo, aunque a menudo no la administre hasta la viudedad.
La dote islámica muestra sin embargo, a pesar de ser una garantía para la mujer,
el predominio de la familia masculina en todo matrimonio. Así como entre los cristianos
medievales el fundamento de la dote era aportado por la parte femenina al matrimonio,
en el mundo islámico es al revés. El hombre musulmán es el que aporta la dote de su
esposa, sin la cual no se puede celebrar la unión legal como contrato de Derecho Civil
que es.
En algunos ejemplos de la baja Edad Media, referidos a muieres rnudéiares del
siglo XV baío pleno dominio feudo-señorial, éstas aparecen en la documentación como ostentadoras de acidachsw o dotes que les sirven de garantía para tratos comerciales en los
que aparecen como garantes de sus maridos (Díaz,199613). Incluso podemos encontrar a
los señores feudales cristianos inmiscuyéndose en estos asuntos. Durante el siglo XV, en la
zona del interior castellonense, he estudiado el caso de un señor que retuvo secuestradas
a diversas muieres musulmanas con sus dotes, a modo de chantaje a sus maridos que que
rían marchar a un señorío diferente (Díaz, 1 993).
En al-Andalus, como en otros países islámicos, hubo matrimonios mixtos entre miembros de distintas religiones del libro. En este sentido, el hombre musulmán tiene permitido
casarse, y así lo hizo y lo hace a menudo ( desde los más nobles hasta el pueblo llano),
con cristianas y judías, mujeres en todo caso que pertenecen a religiones adel Libro,.
Casos tan conocidos como el de Abderramán II, Almanzo~ro al-Hakem II son eiemplos de
musulmanes casados con cristianas en al-Andalus.
3 La endwamia islámico se establece con el orimo Daterno. wra reforzar la rama familiar masculin
La mujer musulmana, en cambio, no puede casarse con hombres de otra religión,
aunque en determinados períodos de la historia han sido exceptuados los hombres cristianos o judíos. Esta actitud hacia la muier tiene en realidad raíces tribales, de una antigua actitud de la sociedad reacia a desprenderse de sus mujeres, a las que considera
como riquezas que aumentan el honor del clan. Los famosos harenes son uln símbolo de
status, de prestigio, donde la mujer pasa a ser un obieto de ostentación del hombre de un
modo extremo. .No desposéis sino a dos, tres o cuatro de los que más os gusten, [swra
IV, aleya 3) dice el Corán. Aunque el musulmán debe por ley mantener a su mujer/muje
res y a sus hijos, tenga los que tenga, y por esto la poligamia se suele relacionar con la
riqueza.
Lo más usual en al-Andalus fue la monogamia, aunque hubo muchas excepciones.
Especialmente conocido es el caso de los príncipes omeyas de al-Andalus. Se dice que
SUS harenes estaban formados de hasta 6000 mujeres, pero esta cifra hay que decir que
incluye a todo tipo de muieres de la Corte, desde las esposas a las concubinas, pasando por mujeres mayores, sirvientas y esclavas. La cantidad de esposas reales o concubinas fijas que llegaron a tener estos príncipes se ha calculado entre 10 y 20
(Marín, 1 992: 1 20).
Dentro del matrimonio, el Corán regula incluso el adulterio: Contra aquellas de
vuestras mujeres que hayan cometido adulterio, llamad a cuatro testigos y si son unánimes encerrádlas (antigua costumbre de emparedarlas y dejarlas morir de hambre) en
as casas hasta que la muerte se las lleve o Alá les procure un medio de salvación,
Respecto al divorcio, y a pesar de las falsas apariencias, el Islam es más tolerante
dice el Corán: (Si una mujer teme a su marido a causa de su bru-
I cristianismo. Así,
Sura llamada del
los cristianos altomedievales,
C.2. La herencia
Dice el Corán: das mujeres deben tener una parte de lo que han dejado sus padres y sus parientes, sea poco o mucho, (IV, 8). En el siglo VI1 esto fue un avance que se
puede calificar de revolucionario respecto a la situación preislámica, porque se atacaba
directamente a las estructuras tribales patriarcales en las que la mujer no poseía nada.
Pero en todo caso el Corán no regula una situación de igualdad, al señalar: aAlá
os recomienda legar a vuestros hiios: para un niño del sexo masculino la porción de dos
niños del sexo femenino. De no haber sino hijas, y ser más de dos, sea para ellas dos tercios de lo que el padre ha dejado. Si no hay sino una, esta recibirá la mitad, (IV, 12). En
este punto vemos una gran diferencia con las mujeres del Occidente cristiano, pues éstas
últimas compartían y comparten con sus hermanos a partes iguales la herencia de sus padres5. En todo caso, se aprecia en la herencia islámica una fuerte tendencia a la patrilineaiidad, mayor que la de los cristianos que admiten a la mujer como plena heredera en
caso de ausencia de varones
D. Los espacios de la mujer musulmana: lo público y lo privado
D. 1 . La mujer y el espacio privado: el haram
De modo parecido a las burguesas medievales, la mujer islámica fue y es relegada, de un modo más radical, al ámbito de lo privado.
El equivalente del .gineceo. cristiano es el uharam. o espacio privado del mundo
islámico. La misma estructura de la casa islámica, con mínimas aberturas al exterior y con
un patio interior, es muestra de la privacidad de este espacio.
Aún hoy en día, actividades como el servicio doméstico o el comercio al por menor
siguen estando a cargo de hombres en el mundo islámico. Sólo a nosotros nos parece raro
Ita en su xabaya, comprando
Un rasgo común a toda la cuenca mediterránea, del cual el Islam no es más que
va el de la virginidad de las
vigilado en primer lugar por
en las que existió la figura del heredero
el hermano, con preferencia el hermano mayor. En realidad, el honor en las sociedades
islámicas es de dos tipos. Por un lado el honor público masculino (asharaf~)
y por otro lado
el honor privado en el que la mujer es el punto central a resguardar k'ird.).
D. 2- La mujer en el ámbito de lo público: la religión como coartada
En diversas ocasiones se ha dicho que la mujer andalusí tuvo un grado de libertad
mayor que el resto de musulmanas. Esta tesis, en la línea de la occidentalización del Islam hispánico, está hoy en día bastante denostada, aunque sí es cierto que en al-Andalus había un
sustrato preislámico entre los muladíes, sutrato que nos puede llevar a pensar que las mujeres
musulmanas de la península tuvieron mayor protagonismofamiliar que en otras zonas del Islam.
Con todo, la mujer andalusí, al igual que el resto de musulmanas medievales, tuvo
muy poco margen de actuación fuera de su ámbito familiar, teniendo prohibido el libre movimiento con una sola excepción, el viaie ritual a La Meca ( cosa que, por otro lado, casi
La muier andalusí, como las cristianas durante mucho tiempo, tuvo prohibidos los
oficios públicos por ley (Viguera, 1989: 24).Sólo en el ámbito religioso pudo manifestarse en algunas ocasiones. En este sentido, l. Fierro ( 1 989: 44) señala que en al-Andalus hubo casos puntuales de muieres alfaquíes, es decir, expertas en el Corán y tute-
mplo, mujeres cadíes o juezas, como tampoco las había en el mundo cristiano.
Conocemos más casos de mujeres piadosas, que cuando eran ricas mandaban en
ones construir mezquitas o daban legados píos a las mismas (awaqfa según el rito
í; López, 1 992: 65; Marín, 1 992: 1 1 1 ). En Córdoba por ejemplo, caso excepcional
su ámbito por excelencia, tanto frente al lslam
procesos de la Inquisición se encuentran ejemplos de persecuciones a prácticas que en realidad son preislámicas, como es el caso de la circuncisión, hecha por mujeres en la sociedad morisca a niños teóricamente cristianos.
Un lugar público al que solían ir las muieres andalusíes los viernes era el cementerio. Iban vestidas de blanco y sin velo, por lo que llegó a ser considerado por los hombres religiosos como lugar peligroso para las mujeres (López, 1992: 1 13). Ligado también
a la muerte estuvo el fenómeno de las plañideras, tanto profesionales como familiares del
difunto. En realidad, este oficio preislámico fue reprobado por el Islam, aunque hasta hov
no ha sido desarraigado.
Dentro del ámbito público, es regulad
jeres. Sobre los adornos dice el Libro: «Di a las creyentes que bajen sus miradas y que o b
serven perfecta continencia, y que no hagan ver de cuanto las adorna sino los objetos exteriores (los brazaletes, pero no los collares ni joyas que adornen su echo), que cubran
con velos sus senos, que no dejen ver lo que las embellezca, sino a sus maridos y a sus
~adresy a los ~adresde sus maridos o a sus hijos, o a los hijos de sus maridos, y a sus
hermanos, y a los hijos de sus hermanos, y a los hijos de sus hermanas o a sus mujeres y
a sus esclavas, y a los domésticos machos desprovistos de inteligencia, y a los niños que
no distinguen aún los órganos sexuales de las mujeres...a (XXIV,31).Nótese que se habla
de cubrir con velos los senos, y no precisamente el rostro, costumbre ésta última de raíces
preislámicas.
Hoy en día se puede ver que las mujeres de ciertos grupos de la población rural isIámica llevan el velo. Y hay que decir que esto es algo que no hicieron casi nunca durante
los anteriores fuera de las ciudades6.
Siguiendo con el comportamiento recomendado a las mujeres, la sura XXXIII, en las
aleyas 32 y 33 señala: c . . .si temeis a Alá, no mostréis excesiva amabilidad en vuestras
palabras, pues de otro modo aquel en cuyo corazón hay cierta enfermedad sentirá hacia
vosotras deseos culpables. Hablad, pues, siempre un lenguaje conveniente,; .Y permaneced tranquilas en vuestras casas y no os mostréis con toda la ostentación, hiia de la ignorancia propia de los tiempos pasados. Sed asiduas en el rezo, practicad la limosna
nbedeced a Alá y a su Apóstol.. . B .
De un modo parecido a las imprecaciones de los predicadores cristianos medir
ales hacia las mujeres, el profeta Mohammed maldice también costumbres femeninas ar
guas como los tatuajes o la depilación (Fierro,1989: 45).
-
El velo actual es o menudo una forma de hacer patente su oposición a la occidentalización que se extiende
E. La cultura de las mujeres andalusies: el ámbito intelectual y el ámbito tradicional-pagano
E. 1 . El árnbito intelectual
En el Islam medieval, como en el rnundo cristiano, devoción al saber era devoción
a Dios. Por eso es difícil desligar a la muler intelectual de la piadosa.
Al estar la intelectualidad ligada a lo religioso, hubo en al-Andalus muieres tradicionista~,ekatibas* o escritoras, ascetas, aalfaquiesw, lectoras del Corán, alirnat o sabias,
rnisticas, predicadoras y hasta santonas. Ciertarnente fueron pocas, y sobra decir que el
status social de todas ellas era rnedio-alto o alto. A rnenudo se trataba de rnuieres cercanas a hornbres estudiosos, que al no tener herrnanos eran educadas en la alta cultura r e
ligiosa y científica de aquella época.
En el lslarn no existe el celibato obligado7, por lo que la situación social de estas
mujeres estudiosas es rnuy distinta de la de las cristianas que virnos ayer. Aunque se conocen casos aislados de rnuieres ascetas en al-Andalus, que practicaban la continencia
sexual, esto no fue frecuente, y era perfectarnente concebible el ascetisrno dentro del matrimoni~,incluso entre sufíes.
En todo caso, si se puede identificar un cierto enfrentamiento entre lslarn rnistico e
Islam juridico, y las rnuieres solian estar en el primer tipo, el más debil y con rnenos poder
MY. Avila ( 1 989),en su estudio sobre las rnuieres sabias de al-Andalus entre 10s
XI y Xlll sitúa su centro, de rnodo paralelo a 10s avatares politicos, en Córdoba hasta
Gtiva, Orihuela, Denia y
Al hablar de lo andalusí, hemos de tener en cuenta que, al igual que en el rnundo
cristiano medieval, sobre todo en la zona mediterránea, existia la esclavitud y por tanto un
I rnisrno Corán, dadas las
s en que se redactó, asurne la existencia de esclavos.
orno madres de hiios le
10s hombres ricos y formas rnujeres más priviliegianian una vida de relativa
especialinente el matrimonio como estado ideal.
libertad, aunque dependiesen del ,amo. Así sucedió en la corte omeya, donde las agawari* o concubinas eran muieres muy cultas.
Más aleiadas de la religión que las mujeres piadosas, las esclavas cultas se espe
cializaron en temas profanos, como los panegíricos, los poemas políticos, de amor o las
sátiras. Su número comenzó a decrecer poco antes de la conquista cristiana del siglo XIII.
En todos los casos, estas muieres tenían una desventaia frente a,los varones en cuanto a su movilidad, ya que al no poder viajar de modo autónomo, no podían acudir a escuchar a los maestros tal como hacían los hombres estudiosos del Islam y como solían hacerlo en general los estudiosos de la Edad Media.
Según G. López ( 1 992: 102), tomando las palabras.de Abd Allah de Granada,
hubo en al-Andalus un porcentaje mayor de muieres y hombres religiosos que en el resto
del mundo islámico. Si esto es así, cabría pensar que quizá el sustrato hispánico tuvo algo
.
.
E. 2. El ámbito tradicional-pagano
La mayoría de muieres andalusíes no fueron intelectuales ni nada parecido. Practicaban una religión que mezclaban con tradiciones populares, a menudo fuera de la oficialidad, a veces perseguidas y a veces coexistiendo periectamente con el Islam. De modo
parecido al mundo cristiano, en la tradición bereber y árabe los magos son mujeres, r e
queridas siempre en rituales de orígen a menudo preislárnico.
pecíficas sobre el comportamiento cotidiano. En todo caso, los juristas del lslam lo interpretaron, y manipularon la imagen de la mujer excluyéndola del poder y de lo público.
Con todo, las mujeres andalusíes tuvieron, dentro del mundo intelectual, un mayor
porcentaje de protagonismo que las mujeres de otros paises islámicos. Pero en cualquier
caso estas mujeres más cultas no estuvieron en los ámbitos de poder, y en los espacios públicos' debían ocultarse tras una cortina a modo de separación física de los hombres.
El lslam andalusí, dentro de la ortodoxia malikita, no se puede denominar occidental desde el punto de vista de la cultura, pues estuvo plenamente integrado desde el
siglo IX en la cultura que miraba hacia Bagdad como centro hegemónico. Muchas costumbres árabes y persas llegaron a al-Andalus, y su práctica era símbolo de una mayor islamización y prestigio. Y las mujeres andalusíes, a pesar de cualquier sustrato, tuvieron r e
gulado su comportamiento por ese patrón de sociedad oriental que las diferenció en todo
momento, a pesar del Mediterráneo común, de las mujeres cristianas.
G. Bibliografía citada
IIA, M".
( 1 989): atas mujeres sabias de Al-Andalus., l a Muier en Al-Andalus. Actas de las QuintasJornadas de Investigación Interdisciplinaria: 1, Al-Andalus, Sevilla-Madrid, pp. 139-184.
DlAZ DE RÁBAGO, C. ( 1 993): aResistencias señoriales al desvasallamiento durante el siglo XV valenciano: la retención de muieres musulmanas,, II Congreso de ióvenes historiadores y geógrafos, Moncada (Valencia),Octubre de 1992, CSIC, pp. 1 17-123.
DE RÁBAGO,C. ( 1 9960): aResistencia cultural del islam bajo dominio cristiano. El papel de
las mujeres musulmanas~,As~arkía,n" 7, Univ. Jaume 1, Castelló.
DE RABAGO,C. ( 1 996b): <Mujeres mudéjares en operaciones económicas durante el siglo
XV valenciano: el papel de la dote islámico,, VI Simposio Internacional de Mudejarismo, sep
tiembre de 1996, en prensa.
UBY, G. ( 1 985): El Caballero, l a mujer y El cura. Ed. Taurus, Madrid.
ERRO, 1. ( 1 9893: ata mujer y el trabajo en El Corán y El Hadithu, l a mujer en al-Andalus. Actas de
1, al-Andalus, Sevilla-Madrid, pp. 35las Quintas Jornadas de Investigación Interdi~ci~linaria:
EAS, J. M' ( 1 989): *Acerca de la mujer musulmana en las épocas alrnoracid y alrnohade: ele
gías de tema femenino., l a mujer en al-Andalus. Actas de las Quintas Jornadas de Investigación Interdi~ci~linaria:
1, al-Andalus, Sevilla-Madrid, pp. 77-103.
LABARTA, A. ( 1 98 1 ): +Contratos matrimoniales entre moriscos valencianos,, AI-Qantara, Iv, pp. 57-
xceptuando a las esclavas.