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HACIA DONDE CAMINAMOS EN EL USO DE ANTIBIÓTICOS EN EUROPA Y ESPAÑA C. Rubio Montejano Los antibióticos son los medicamentos que se usan para tratar infecciones producidas por bacterias en humanos, animales o plantas. Funcionan inhibiendo el desarrollo de microorganismos que provocan la enfermedad, o eliminándolos. Hasta que llegaron los antibióticos y cambiaron la historia de la medicina, contraer una infección común, podía llevar a la tumba a cualquier persona joven y sana. Someterse a una operación o hacerse una simple herida era una lotería: si una bacteria entraba en la herida, esta podía acabar siendo mortal. A partir de los años cuarenta del siglo XX el número de sucesos no deseables producidos por infecciones causadas por bacterias decae estrepitosamente. Sin duda esto ha sido una revolución sin precedentes que ha salvado millones de vidas en el mundo. Actualmente,el uso se ha convertido en abuso, y los antibióticos están perdiendo efectividad. En todo el mundo aumentan las infecciones causadas por microorganismos que resisten a distintos antibióticos, las llamadas bacterias multirresistentes. La resistencia a los antibióticos es la capacidad de ciertas bacterias de “resistir” y sobrevivir después de haber estado expuesta a un antibiótico específico que normalmente debería haberlas eliminado o inhibido en su desarrollo. La resistencia a los antibióticos puede producirse a través de varios mecanismos. Por ejemplo, las bacterias pueden volverse resistentes mediante el desarrollo de una mutación genética que brinda una ventaja de supervivencia o pueden adquirir una característica de supervivencia a través del material genético de bacterias vecinas. Lo esencial es que las plantas, los animales y las bacterias pueden evolucionar con el tiempo y adaptarse a los cambios ambientales. La resistencia a los antibióticos es un ejemplo de ese fenómeno de resistencia que pone en riesgo el control de las enfermedades generando un problema global, de los que ni Europa ni España se libran España es cada vez más vulnerable, según alerta el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), que ha elevado el nivel de incidencia de estas infecciones al nivel 4 dos más que hace solo unos pocos años. El nivel 4 significa que en España ya no se producen brotes de infecciones con bacterias multirresistentes en hospitales aislados o solamente en algunas regiones, sino que se producen en la mayoría de ellas. Solo existe un nivel más alto, el número 5, que significa que la situación ya es endémica. Así están Turquía, Grecia, Malta e Italia. Aumentan las infecciones, y aumentan las muertes. Solo en la Unión Europea se calcula que la resistencia antimicrobiana se cobra cada año 25.000 vidas. Solo en la primera década del milenio el consumo global de antibióticos en humanos creció el 40%. En Europa el consumo también va al alza. Los últimos datos del ECDC muestran un “incremento significativo” de los porcentajes de infecciones por distintas bacterias que ya no responden a los antibióticos más comunes. Hay países en Europa, donde más de la mitad de las infecciones ya no responden a estos fármacos. España es el quinto país donde más antimicrobianos se consumen. El 45% de los pacientes estudiados tomaban estos fármacos. Los territorios con mayor consumo de antibióticos suelen ser los que tienen mayor problema con las resistencias. Pero no todo el problema de resistencias es por el uso o abuso de antibióticos otras de las causas es que no porque no se producen nuevos antibióticos, ya que comercialmente no resultan interesantes a las compañías farmacéuticas, siendo esta falta de innovación una de las desventajas de los prescriptores, hasta ahora la comunidad científica estaba tranquila, decía: 'Hay una resistencia pero hay un antimicrobiano que evita esa resistencia ", pero ahora el proceso de invención es cada vez más complicado, largo y costoso, por lo que es muy poco probable que las compañías farmacéuticas "" que retomen la inversión en ese campo. La carrera evolutiva de las bacterias que mutan para sobrevivir al antibiótico ha llegado a un punto que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a alertar con un llamamiento claro: “Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras” El problema de las resistencias no es nuevo, por primera vez la OMS ha intentado ponerle cifras a este problema y en una encuesta para recabar información acerca de siete grupos de “bacterias-resistencia” elegidos por la OMS y, realizada a 114 países, confirmó lo que los expertos llevaban años señalando, la amenaza es global y afecta a todas las regiones y la conclusión es clara: las formas más resistentes — lo que en medicina se definiría como las peores— están ya en todo el mundo. Un ejemplo de esto puede ser la bacteria Klebsiella pneumoniae resistente a los carbapenémicos, Esta bacteria se detectó hace poco más de 10 años en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital en EE UU. Desde entonces su propagación ha sido imparable. Se han notificado casos en 80 países de todo el mundo, centrándonos en Europa, el 68,2% de las personas en Grecia, infectadas por klebsiella ya presentaban resistencia; en Georgia, el porcentaje es del 57,1%. En España, afortunadamente, la tasa en el 0,3%, aunque hay hospitales madrileños, entre otros, que han reportado brotes que no consiguen erradicar desde hace meses. Aparte de la Klebsiella pneumoniae resistente a los carbapenémicos, la encuesta ha preguntado por las klebsiellas resistentes a cefalosporinas, la Escherichia coli resistente a cefalosporinas y fluoroquinolonas, el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (la famosa MRSA), y fuera del ámbito hospitalarios, el Streptococo neumónico resistente a penicilina, la Salmonella y la Shigella resistentes a fluoroquinolonas y la Neisseria gonorrhea resitente a la cefalosporina. Muchos investigadores coinciden en que de seguir así el mundo pudiera dar un salto —para atrás— en el tiempo y volver a los tiempos de antes de los antibióticos. A parte del uso abusivo que se hace de los antibióticos por parte de muchos médicos y pacientes, una de las principales causas de la resistencia a los antibióticos es el uso excesivo e irresponsable que se hace de éstos en el sector de la ganadería y la agricultura En varios de los párrafos precedentes, hemos insistido sobre el hecho de que la resistencia bacteriana sigue al uso de antibióticos, y que estos últimos son los que seleccionan los microorganismos resistentes y, probablemente, les permiten sobrevivir. Sin embargo, otros autores mencionan la existencia de factores de resistencia en las bacterias previamente a la era antibiótica. Indudablemente es complicado mantener la objetividad en un terreno plagado de intereses como es este que nos ocupa. Es evidente que, con los datos de que disponemos actualmente, no podemos asegurar que la limitación en el uso de antimicrobianos vaya a revertir las actuales resistencias, ni siquiera que vaya a detener la evolución de las bacterias hacia la resistencia antibiótica. Parece extremadamente claro que necesitamos de estudios coordinados en diferentes partes del mundo con la misma metodología, y que la monitorización del proceso de desarrollo o reversión de resistencias, en función del tiempo, nos dará el conocimiento necesario para tomar las decisiones adecuadas. Es por ello que combatir la resistencia antibiótica es una prioridad de la Unión Europea (UE), que ha establecido una estrategia común. En noviembre del año 2011, el Parlamento Europeo publica una resolución no legislativa, por la que se establece un Plan Director de Acción sobre Resistencias Antimicrobianas, con una duración de cinco años, 7 áreas clave de actuación y 12 acciones concretas. Figura 1. Plan Director de la UE de Acción sobre Resistencias Antimicrobianas Cada uno de los Estados Miembros debe establecer estrategias a nivel nacional para reducir el riesgo de resistencias a los antibióticos, independientemente del plan director general desarrollado por la Comisión Actualmente son 12 los EEMM que ya tienen en marcha distintos planes; algunos de estos tienen como objetivo una reducción cuantitativa del consumo (ej. Holanda 2011: 20% reducción; 2013: 50% reducción y 2015: 70% reducción) o bien, distintas medidas que han tomado les llevan a dicha reducción (ej. la restricción voluntaria del uso de cefalosporinas de 3ª y 4ª generación por parte de los productores de porcino, tanto en Dinamarca como en Francia, hace que la reducción en el consumo alcance niveles muy importantes en ambos países) España, en respuesta a esta demanda de la Comisión Europea , a través de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) inicio en el año 2012, una nueva línea de trabajo, con el objetivo de elaborar un Plan nacional estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antimicrobianos. Para ello, se constituyó el denominado Grupo Coordinador Técnico, formado por miembros del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Ministerio de Economía y Competitividad, Universidades, Comité Español de Antibiograma, Sociedades y Organizaciones Colegiales, para Asociaciones Científicas y profesionales, y asegurar un enfoque holístico del problema, movilizando así a todos los profesionales involucrados, en la puesta en marcha de este proyecto. En el año 2014 y tras dos años de trabajo, el Plan Nacional de Resistencias a Antibióticos fue aprobado en el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y en el pleno de la Conferencia Sectorial del Ministerio de Agricultura. España está tomando las medidas recogidas en planes de acción europeo y forma parte de grupos de trabajo a nivel europeo. En la misma línea, y con el objetivo de dar cumplimiento a la Comunicación de la Comisión Europea, del 17 de noviembre de 2011, por la que se solicita a los Estados miembros un plan de acción sobre resistencias a los antibióticos, así como a las Conclusiones del Consejo de la UE, del 22 de junio, en el que insta a un abordaje conjunto, a nivel nacional se ha puesto en marcha el «Plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a los antibióticos» que abarca medicina humana y veterinaria y supone la implicación de todos los organismos profesionales de la salud humana y animal españoles; el Plan consta de seis áreas prioritarias de actuación; vigilancia, control, prevención, investigación, educación y comunicación. Dentro de estas áreas de actuación, en 2015 hay que destacar: el consenso alcanzado en cuanto a los indicadores cuantitativos y cualitativos comunes para la recogida de datos de consumo de antibióticos en atención primaria; la definición de la estructura básica y de la estrategia de implementación de los equipos de optimización de uso de antibióticos en los hospitales y en atención primaria; la aprobación, establecimiento y desarrollo de un Sistema Nacional de Vigilancia de Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (con un módulo específico dedicado a infecciones por bacterias multirresistentes); el establecimiento de una red de vigilancia del consumo de antibióticos siguiendo los criterios europeos en salud veterinaria; desde Enero de 2016, se ha comenzado a recoger datos de consumo de antibióticos en hospitales [hasta la fecha sólo se notificaba a ESAC-net (European Surveillance of Antibiotic Consumption Network) los datos de consumo en atención primaria]; por último, es necesario destacar importantes avances en materia de investigación y formación de los profesionales en todas las etapas de su carrera y la difusión del problema de la resistencia a todos los ámbitos de la población. Toda la población en general, los profesionales sanitarios, los investigadores, compañías farmacéuticas, profesores, ganaderos y por supuesto, las administraciones públicas centrales y autonómicas estamos involucrados de alguna forma en este grave problema y por tanto también todos somos parte de la solución. La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y en concreto el Departamento de Medicamentos Veterinarios es el organismo responsable de aprobar los sumarios de características y sus modificaciones, para ello la AEMPS ha desarrollado un nomenclátor, con toda la información referida a los medicamentos veterinarios registrados, para alimentar al sistema de receta electrónica, y de esta forma dar información segura al prescriptor. Se denomina CIMA vet y se puede descargar desde la página web de la AEMPS. Los progresos en Europa a raíz del Plan de Acción han sido la consolidación y refuerzo de los sistemas de vigilancia y monitoreo consiguiendo de esta manera una gran mejora en el uso apropiado de antibióticos. Una promoción activa del uso prudente de AB y responsable ya que la venta de antimicrobianos humanos/veterinarios está regulada y requiere prescripción, un aumento en la inversión en el desarrollo de antibióticos. La resistencia a los antimicrobianos se ha colado en todas las agendas internacionales WHO, GHSA, FAO, OECD, OIE, etc. siendo imprescindibles los esfuerzos coordinados en todos los sectores y por parte de los Estados miembros un compromiso político CONCLUSION Los antimicrobianos desempeñan un papel clave en la protección de la salud publica y de la sanidad y el bienestar animal. La protección de los animales frente a las enfermedades contribuye a la producción de animales sanos que proporcionen alimentos de alta calidad, minimizando el impacto en el medio ambiente. Resulta esencial que todas las partes trabajen conjuntamente para garantizar un uso seguro y reducir al mínimo el desarrollo de resistencias. Él principal recto respecto al uso de los antibióticos debería ser “Tan poco como sea posible, tanto como sea necesario”, ya que les debemos a las generaciones presentes y futuras, el utilizar estos productos de manera cuidadosa y selectiva. De este modo, los que nos sucedan podrán beneficiarse, como lo hemos hecho nosotros, de estos valiosos medicamentos. Rubio Montejano, Consuelo Jefe de Departamento Medicamentos Veterinarios Agencia Española del Medicamento C/ Campezo, 1 EDF. 8 28022 MADRID