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Composición musical
Sigue los consejos de un compositor de canciones para que tú también puedas
darle vida a esas ideas musicales que rondan por tu cabeza.
Jorge Andrés Arbelaez, guitarrista, arreglista y compositor, nos compartió sus
conocimientos y experiencias a la hora de componer canciones y musicalizarlas. Jorge Andrés
dirige a los grupos Kafé es 3 y Ritornello , con sede en la ciudad de Medellín y es
Coordinador Musical de la Fundación Batuta para Bogotá y la región centro occidente.
Por: Jorge Andrés Arbelaez
Hay quienes tienen una facilidad asombrosa (no es mi caso ) para producir textos de infinita
belleza literaria o textos que reflejan situaciones cotidianas, que fácilmente encuentran un
espacio en el alma del público que, aún escuchándolas por primera vez en forma de canción,
las adoptan para siempre como suyas y las llevan consigo día tras día, convirtiendo a estos
textos en una especie de himno personal al que no renunciarán ya jamás.
Los amantes del tango clásico, de los boleros, de la trova cubana, para citar sólo algunos
géneros populares, pueden confirmar esto que digo y corroborar el poder de las letras aún por
encima de la música misma:
"Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el 506 y en el 2000 también...",
"Sin un amor la vida no se llama vida, sin un amor le falta fuerza al corazón...",
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"Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre..." .
Santos Discépolo, Chucho Navarro y Silvio Rodríguez son tres ejemplos claros de
aquellos que tienen la capacidad de crear textos de inmenso arraigo, belleza y
permanencia. Me atrevería a decir que estos versos sin música tienen la fuerza, la
profundidad y la belleza de la buena poesía.
Existen también quienes tienen una facilidad asombrosa para crear textos llenos de humor, de
fantasía, de sencillez, entre otras muy diversas posibilidades textuales. Ellos también, al igual
que los anteriores, pueden dejar un legado enorme de canciones de profunda raiz popular.
"Mama, qué será lo que quiere el negro...",
"Tengo la camisa negra porque negra tengo el alma...",
"En una palangana vieja sembré un lucero para tí...",
¿Qué recomendaciones podría darle a los jóvenes que tienen
talento para escribir canciones?
A los que se reconocen con capacidades para escribir textos les sugiero leer mucha
poesía, toda clase de poesía. Ella entraña un sentido rítmico que dificilmente aparece en otro
estilo literario. Obviamente el lenguaje que proporciona y el manejo de este es algo que puede
comprobarse fácilmente. Leer de todo y con avidez es la mejor manera de aprender a
escribir. Lo digo respetuosamente, claro está.
Probablemente para quienes se les facilita la escritura, quizás resulte útil escribir al comienzo
un texto en borrador, bien sea en prosa o en verso, para luego ir decantando la idea hasta
llegar a una redacción cada vez más aproximada de lo que se persigue.
Luego podría intentarse, con la ayuda de un instrumento armónico como piano o
guitarra, la elaboración desprevenida de una melodía con su respectivo acompañamiento, en
comienzo básico, a partir del texto que vamos definiendo poco a poco... luego intentar otra
melodía... y otra más...cada vez iremos ajustando la relación entre texto y música, la
armonía, es decir los acordes que acompañan la melodía probablemente irán modificándose
hasta lograr la sensación que mejor refleje nuestro gusto y visión personal de lo que
suponemos debe ser nuestra canción.
¿Y para los que tienen desarrollado el oído musical?
Del mismo modo que sugiero leer con asiduidad, recomiendo escuchar la música de
los grandes compositores de todos los géneros. No únicamente de aquellos que se acercan a
nuestro gusto personal. Todos ellos son una fuente inagotable de musicalidad y nos enseñan
siempre algo novedoso cada vez los escuchamos.
Hay quienes, según lo he escuchado, elaboran con más facilidad la música sin texto y luego
emprenden la difícil tarea de acomodar una letra a la música ya existente.
Para mí es demasiado complejo este método, pero sé que hay quienes trabajan de esta
manera a partir de las ideas que van surgiendo de interpretar en su instrumento armónico una
melodía que van puliendo poco a poco hasta cristalizarla por completo. Existe incluso quien
va tarareando una melodía al tiempo que enlaza acordes en su guitarra, por ejemplo, hasta
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memorizar una idea completa que más adelante con la ayuda de un texto que se acomode a la
melodía, convertirá en canción.
¿Qué podría decirles entonces a los que quieren componer la letra
y la música?
Otro caso es el de aquellos que producen a la vez texto y música. A mi modo de ver es lo
ideal pues si se tienen pericia en este sentido los acentos del texto y de la música estarán en
perfecta concordancia, produciendo una canción, digámoslo así, correcta en tal sentido.
Melodía y armonía dependerán en todo caso del género que se interprete. Por así decirlo, es
un problema de estilo que justificaría la utilización de un determinado tipo de acordes y, por
supuesto, la manera de presentar una melodía.
¿Cómo es el proceso de musicalización de la letra de una canción?
Finalmente existen también (ahí estoy yo) los que por verguenza no producen un texto, o por
respeto a los textos ya leídos, o por física incapacidad, o por un exceso de perfección. En fín,
el caso es que no atreviéndose por cualquier causa a escribir sus propios textos, se valen de
los textos de otros (los autores) para musicalizarlos y así componer canciones.
Nada fácil por cierto, pues hay que leer muy bien el texto que ha de musicalizarse,
aprenderlo, saborearlo y luego de que todo esto se ha hecho, comenzar el trabajo de
aproximarse a través de la música al carácter de lo escrito. Pienso que el método se equipara a
los anteriores, es decir: esbozar una melodía, una armonía que vaya de la mano con esta, un
sentido rítmico que se complemente con el texto hasta que, insisto, poco a poco la canción
vaya tomando la forma que nos complazca.
Supongamos que tenemos la canción estructurada, no importa si lo hicimos a partir de un
texto, de una idea musical propia, de la unión de ambas o de un texto ajeno al cual decidimos
musicalizar.
La estructura básica sería:
# Dos estrofas con su música respectiva, el estribillo (lo que algunos llaman el coro) con
su música respectiva.
# Otras dos estrofas con la misma música de las estrofas anteriores y de nuevo el
estribillo.
# Nos faltaría a mi modo de ver una introducción, que podríamos componer a partir de
algunos elementos de las estrofas o del estribillo y una coda final que sería una especie
de colita musical que admite ya una fisonomía distinta para dar variedad y sorpresa al
final de la canción.
# Tener siempre presente la importancia de lograr con elementos sencillos la mejor
comunicación con quien nos escucha. El mensaje será siempre más importante que el
medio.