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QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 1 BACTERIAS LÁCTICAS Y FERMENTACIÓN MALOLACTICA (FML) Aline Lonvaud Faculté d'œnologie, 351 cours de la Libération, 33405 Talence - France Tél. + 33 (0) 556846466, Fax. + 33(0) 556846468 ¿A qué se llama FML en vinificación? La FML aparece luego de la fermentación alcohólica en un periodo de tiempo que varía de algunos días a varios meses. Se manifiesta por la presencia de dióxido del carbono, aunque en menor medida que en la fermentación alcohólica. Debido a este parecido es que esta fase de la vinificación lleva el nombre de fermentación. En el sentido bioquímico, el fenómeno principal no es una fermentación (producción de energía a partir de la oxido-reducción de substratos en ausencia de oxígeno), sino una reacción simple de decarboxilación del ácido málico en ácido láctico. COOH | HO–C-H | CH2 | COOH Ácido L-málico COOH | HO–C–H + CO2 | CH3 Ácido L-láctico El ácido málico presente en el mosto de uva (isómero L) es transformado molécula a molécula en ácido láctico (isómero L). En el vino, antes de la FML, la concentración en ácido málico es muy variable, desde 1 g/L como mínimo hasta 8 g/L o más. La concentración de málico depende esencialmente del estado de madurez de la uva en el momento de la cosecha, de las condiciones climáticas durante el verano, de la cepa, de la tierra, etc. Las uvas de regiones más septentrionales son más ricas en ácido málico. ¿Cómo se sigue la puesta en marcha y la evolución de la FML? La reacción de decarboxilación del ácido málico es el hecho prominente de la FML, por la cantidad de substrato puesta en juego y por las repercusiones en los principales rasgos del vino (aumento del pH, reducción de acidez total). El seguimiento de la FML se hace, por consiguiente, midiendo la desaparición del ácido málico. - - En la bodega: el método por cromatografía en papel (o en capa fina) es simple de realizar y un fenómeno bien revelado. Las manchas de vino, sembradas en la base de la hoja, son sometidas a una cromatografía gracias a la ascensión de un solvente por capilaridad. La migración separa ácidos, en particular los ácidos málico y láctico, cuya revelación es realizada con un indicador coloreado. Durante la FML, la intensidad de la mancha del ácido málico disminuye, mientras que la mancha de ácido láctico aumenta. Esta prueba no requiere de ningún equipo sofisticado y/o costoso. Sin embargo, no es muy sensible ni precisa. Esto hace a la necesidad de tener como recurso otros métodos analíticos, en caso de dudas en la puesta en marcha de la FML e incluso al final del proceso. En el laboratorio: la determinación del ácido málico a menudo se realiza por métodos enzimáticos. El análisis es muy fiable y sensible. La FML degrada la totalidad del ácido málico. A menudo, en la práctica, se considera que la FML ha terminado cuando sólo existe cerca de 100-200 mg/L de ácido málico. De todas maneras, en la mayoría de los casos, durante algunos días después del sulfitado se mantiene una cierta actividad bacteriana y el deterioro continúa hasta el término de la FML. Como el ácido málico se transforma exclusivamente en ácido L-láctico, un buen método para detectar el comienzo de la FML es, por lo tanto, determinar la presencia de este último. Si su concentración VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 2 es superior a 200-300 mg/L, es probable que la FML haya comenzado. Pero este proceso no sería posible si no existiera algún tipo de actividad bacteriana durante la fermentación alcohólica. ¿Qué cambios provoca la FML? Debido la degradación total del ácido málico (ácido dicarboxílico) en ácido láctico (monocarboxílico) y a la liberación de CO2, el cambio esencial es la disminución de acidez. La FML es una desacidificación biológica de vino. El pH se aumenta, la acidez total disminuye y la acidez del ácido málico es reemplazada por un sabor más suave, debido al ácido láctico. Esta es la razón por la cual se busca la FML, adaptándose bien para vinos blancos de regiones septentrionales, vinos base de Champán, vinos blancos de Burgundy y, en general, vinos de la variedad Chardonnay. Además de las características aromáticas varietales de los vinos, numerosos vinos blancos de ven beneficiados con esta fermentación. Pero incluso a partir de Sauvignon, se han obtenido vinos más intensos, complejos, estructurados y untuosos. En los vinos tintos la disminución de acidez, debida al FML, es primordial por la suavidad y la redondez que aporta. Todos los vinos tintos, excepto ciertos casos, requieren una FML. Sin embargo, la desacidificación no es la única consecuencia. Las muy numerosas transformaciones son implícitas en la evolución gustativa y aromática. Algunas substancias volátiles son sintetizadas y ciertos componentes del color (en los vinos tintos) son modificados. Estos cambios se ponen en evidencia por el análisis sensorial. Hasta ahora, no se han identificado todas estas sustancias. Una de estas transformaciones es la del ácido cítrico cuya concentración inicial máxima es el orden de 0,25 g/L. Ella conduce a la formación de diacetilo (molécula del aroma a manteca) que participa de manera obvia al bouquet del vino, siempre que no se perciba de manera excesiva. Asimismo, las moléculas carbonílicas formadas durante la FML conducen, a través de reacciones químicas con aminoácidos, a la producción de sustancias aromáticas heterocíclicas. Finalmente, el metabolismo de los aminoácidos, tales como metionina y cisteína, produce compuestos volátiles interesantes. Durante la FML, el aumento de acidez volátil es débil, menos de 0,15 g/L. Este aumento proviene de la fermentación de azúcares residuales de la fermentación alcohólica y de la degradación del ácido cítrico. La estabilidad microbiológica no debe ser considerada cómo estricta después del FML. La producción de la substancia tóxicas y la utilización de nutrientes esenciales durante la FML pueden transformar eficazmente al medio en hostil para las bacterias. Pero si el pH es demasiado elevado, tal inhibición no se cumple y el medio se torna sensible a la contaminación. Ácido cítrico rique Ácido oxálico Ácido acético Ácido pirúvico ATP Diacetilo Acetoína Butanodiol Ácido acético CO2 Acetil-CoA Ácidos grasos Lípidos ¿Por qué ocurre la FML después de la fermentación alcohólica? La FML es el resultado de la actividad de bacterias lácticas que se multiplican en el vino y alcanzan una importante población. VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 3 Las bacterias existen en el mosto de uva, pero las condiciones del vinificación son tales que prácticamente no se desarrollan durante la fermentación alcohólica. En el mosto existe una gran variedad de bacterias. El medio rico en azúcar, en aminoácidos y vitaminas sería muy favorable para su crecimiento, si las levaduras no colonizaran primero el medio. En la competencia entre levaduras y bacterias, son las primeras quienes ganan ya que están mejor adaptadas que las bacterias. El medio « ocupado » por la masa de levaduras en fermentación se pone progresivamente más hostil para las bacterias. La diversidad inicial de especies se reduce y la población disminuye hasta el final de la fermentación alcohólica. En este momento, el vino aloja, además de una población de levadura en fase de muerte y autolísis, una población de bacterias lácticas débiles pero seleccionadas para tolerar numerosos inhibidores. La composición del medio continúa cambiando porque, a pesar de la finalización de la fermentación de los azúcares, otros fenómenos bioquímicos importantes continúan, entre ellos la autólisis de levaduras que libra factores de crecimiento y nutrientes para las bacterias lácticas. Por su lado, las bacterias, debido a la acción de proteasas y glucanasas, aceleran esta autólisis. En suma, la totalidad de fenómenos bien conducidos lleva al crecimiento de bacterias. Cuando la población alcanza 106 UFC/mL, el deterioro del ácido málico comienza, iniciándose así la FML. Una vez que esta se pone en marcha, avanza hasta su término, excepto en raros casos donde ocurre un enfriamiento brusco. ¿Qué bacterias intervienen y cuáles son los factores para su desarrollo? En una FML espontánea, las bacterias lácticas provienen de la contaminación natural del mosto de uva. Hasta ahora, más de diez especies de lactobacilos y cocos se han identificado en el mosto y en el vino. Taxonomía de las bacterias lácticas del vino Géneros: Lactobacillus, Pediococcus, Leuconostoc, Oenococcus Especies: Lactobacillus plantarum, L. casei, L. hilgardii, L. brevis, L. fructivorans, L. kunkei, L. nageli, L. diolivorans ... Pediococcus damnosus, P. cerevisiae, P. parvulus Leuconostoc mesenteroides Oenococcus oeni P. damnosus L. hilgardii Oenococcus oeni Los principales factores que actúan sobre el crecimiento bacteriano son la graduación alcohólica, el tenor de dióxido de azufre, la temperatura y el pH. El efecto de cada uno de ellos debe ser considerado en función del nivel de los otros tres. En la práctica, se ha demostrado que el vino no se debe sulfitar después de la fermentación alcohólica, y que la temperatura se debe controlar. El contenido de SO2 libre debe ser lo más bajo posible; este, en general, es nulo porque la cantidad agregada en la vendimia se combina. La temperatura óptima para conseguir el arranque de la FML es 20 a 22°C. Un enfriamiento ulterior generalmente disminuye la velocidad del proceso, mientras que un calentamiento la realza. VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 4 El etanol se vuelve apreciablemente inhibitorio para las bacterias a partir del 10%. La FML es, por consiguiente, más difícil en vinos de tenor de volumen alcohólico elevado. No obstante, el factor más importante es el pH. En el rango de 3.00 a 4.00, mientras más elevado sea el pH, más próspero es el medio para el crecimiento bacteriano. Debajo del pH 3.00, en vinos muy ácidos, la FML es particularmente difícil y, a la inversa, si el pH es mayor la FML es más fácil. Pero asimismo, esto significa que a mayor pH, mayor es la variedad de bacterias capaces de multiplicarse. La sección exclusiva de las especies Oenococcus oeni se limita a las condiciones de pH. Se considera que las especies Oenococcus oeni son favorables para la calidad de los vinos. En todo caso, es la especie predominante durante el FML porque, probablemente, es la mejor adaptada al vino, luego de la fermentación alcohólica. Pero en una FML espontánea son varias las especies que intervienen en forma simultánea. En vinos de pH elevado, aunque O. oeni es la especie predominante durante la FML, no es la única. Todas las otras especies también transforman el ácido málico en láctico. En estos vinos, donde la selección es menos eficaz, los pH se acercan a menudo a 4.00 al final de la FML permitiendo el desarrollo de lactobacilos o pediococos, cuyos efectos a veces son nocivos. Diversidad de las cepas de Oenococcus oeni durante la fermentacion maloláctica D B F E B C G A A Perfil de restricción de 18 aislamientos de una curva de FML ¿Cómo dominar a las bacterias lácticas? Para prevenir la FML: el método más usual es el sulfitado del vino luego de la fermentación alcohólica. El SO2 libre es muy eficaz contra las bacterias lácticas, tanto más cuando el pH es bajo. De hecho, es el SO2 molecular (o SO2 « activo ») quien ejerce el efecto tóxico. En vinos blancos, que no deberían sufrir una FML, o en casos particulares de vinos tintos, son sulfitados al final de la fermentación alcohólica en dosis para su conservación definitiva, con 20 a 30 mg/L de SO2 libre. Para retardar la FML: la velocidad de crecimiento bacteriano no es fácil de reducir si la FML ya ha comenzado. En la práctica, después de la fermentación alcohólica, si el vino es mantenido o llevado a una temperatura de 18-20°C, hay pequeñas variaciones en los inicios de la FML. Por lo tanto, las bajas temperaturas pueden retardar el fenómeno momentáneamente previniendo la multiplicación de bacterias. Un calentando posterior permite recuperar las condiciones óptimas para la FML. Otra forma de lograr un retraso de la FML puede ser la destrucción de una parte de la flora bacteriana. Esto puede lograrse por el agregado de lisozima que, por hidrólisis de la pared celular de las bacterias, lleva a la muerte de la célula. Dosis de 10 a 25 g/hls, después de que ha comenzado fermentación alcohólica, permite retardar (o prevenir) la FML. Su eficacia, sin embargo, es menor para los vinos VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 5 tintos por causa de la reacción de los polifenoles con la enzima. La acción de la lisozima probablemente disminuye con el tiempo por desnaturalización de la proteína. Las lisozimas también pueden ser útiles en el encuvado al evitar la picadura láctica, resultado de la fermentación alcohólica y FML simultánemente. Para activar la FML : la FML no comienza espontáneamente si las bacterias indígenas no alcanzan una población de 106 UFC/ml. Esto significa que la importancia de los cuatro parámetros principales, temperatura, etanol, pH y SO2, es incompatible con el crecimiento. Esto es suficiente la mayoría de las veces para intervenir actuar sobre ellos con el objeto de invertir la situación. Si el vino no recibe un sulfitado después de la fermentación alcohólica, y como uno no puede actuar sobre el grado alcohólico, por consiguiente, los únicos factores que pueden manejarse siguen siendo la temperatura y el pH. La primera precaución a tomar es evitar un descenso excesivo de la temperatura del vino después de la fermentación alcohólica. El vino debe calentarse hasta 18-20°C si el ácido málico no comienza a ser degradado. En casos de vinos ácidos, la desacidificación química con carbonato de calcio de un volumen pequeño del tanque permite conseguir un pie de cuba. Una vez que la FML se activó en esta porción es reincorporada en el tanque. Esto también es beneficioso en ciertos casos como en los vinos de prensa donde la FML, generalmente, suelta muy fácilmente. Pero la incorporación del vino de prensa al vino de gota necesariamente no es una buena solución en este estadio del desarrollo del vino. ¿Qué es un fermento maloláctico? La mejor solución, cuando la FML no comienza a pesar de una temperatura apropiada y la ausencia de SO2 libre, es, hasta el momento, el agregado de fermentos malolácticos. Se trata así de compensar la deficiencia de la población indígena. El agregado macivo de bacterias permite superar una fase de crecimiento problemática. A menudo estas preparaciones se usan cuando el fenómeno de la FML no comienza espontáneamente en varias semanas o meses después de la fermentación alcohólica. Un hecho, sin explicación, es que un retraso en el agregado de los fermentos lácticos después de la fermentación alcohólica aumenta aún más su eficacia en las disminuciones. Los fermentos malolácticos son preparaciones concentradas y liofilizadas de cultivos de Oenococcus oeni. Se comercializan varios tipos de preparaciones para el inoculado o sembrado de vinos ya sean directamente o después de la reactivación. El primer criterio para su selección es su capacidad de sobrevivir después de la inoculación en el vino. El protocolo de utilización puede variar según las preparaciones comerciales. En todos los casos la inoculación tiene como meta alcanzar una población de 106 UFC/mL para degradar el ácido málico, sin esperar que la microflora indígena aumente. Incluso, hasta en las mejores preparaciones, las bacterias no son capaces de multiplicarse en vinos difíciles. En este caso la biomasa agregada, tanto como la que guarda viabilidad, degrada el ácido málico activamente. Aunque el aumento de la población sea débil o nulo, no impide la FML. Pero los vinos de tanques donde la FML fue iniciada de esta manera no deben ser considerados a partir de los fermentos eficaces para otros vinos difíciles. Contrariamente a los fermentos de levadura de LSA (levadura seca activa) que pueden multiplicarse en tanques de fermentación, los fermentos malolácticos no son muy posibles de esparcir en todas los tanques de un sótano. Los fracasos de los años 1975 - 1980 muestran que es mucho más difícil de preparar un fermento maloláctico eficaz que un fermento « LSA ». De hecho, las levaduras están muy bien adaptadas al crecimiento en la uva molida, mientras que las bacterias deben encontrar su adaptación al vino, la cual perdió durante su aislamiento y multiplicación. De este hecho se justifica que no existan más que un número muy pequeño de fermentos malolácticos comerciales. Las incidencias organolépticas de las diferentes cepas son probables, pero ningún resultado fiable y aplicable permite escoger un fermento actualmente para una contribución aromática dada. El desarrollo de fermentos malolácticos debe someterse a un mejor estudio de medios puesto espontáneamente en obra por la bacteria para adaptarse al ambiente. Luego, sería importante valorar objetivamente los cambios aromáticos y gustativos según las cepas bacterianas utilizadas y variedades de vid. VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 6 ¿En qué momento debe agregarse un fermento maloláctico? El agregado de fermentos aporta una población de O. oeni del orden de 5*106 a 107 UFC/mL, este es un número de bacterias suficiente para degradar el ácido málico si las células permanecen viables. La reacción maloláctica es independiente del crecimiento. Una célula bacteriana de O. oeni, aunque esté en un medio que prohíba su crecimiento, continúa la transformación del ácido málico. Al pH del vino, el ácido pasa al interior de célula, donde la enzima asegura la reacción maloláctica. Las únicas condiciones para la actividad es que la célula conserve su sistema de membranas intacto, aislar el sistema enzimático del ambiente, mantener el pH cercano al óptimo y asegurar la presencia de coenzimas indispensables. La integridad de la membrana está estrictamente correlacionada a la viabilidad celular, esto habla del costo de que una sola célula viable esté activa. Por consiguiente, un fermento maloláctico es eficaz si las células conservan su viabilidad. La concentración de inóculo suficiente para asegurar la FML es la misma que si la levadura no se multiplica más pero sobrevive. Sembrado en vino, O. oeni metaboliza un número importante de substratos; el ácido málico no es solo el único. Esta transformación que genera la energía « transmembrana » participa de la vida de la célula. Esto es fácil si el substrato es abundante. El ácido cítrico también es una fuente de energía. Pero entre todos los substratos, los azúcares no transformados por las levaduras son los más energéticos. Se trata de glucosa, fructosa y pentosas presentes en cientos de mg/L, hasta más de 1g/L en un vino « seco ». La ruta metabólica utilizada por O. oeni (y de otras bacterias del vino) es la fermentación heteroláctica cuyo efecto principal es la producción de ácido acético. Por esta razón es importante no agregar los fermentos malolácticos después de que la fermentación alcohólica ha terminado. El uso de fermentos consiste en agregar bacterias, en grandes cantidades, bacterias cuya primer actividad es la de metabolizar todos los substratos de los que pueden tomar la energía necesaria. Antes de que la fermentación alcohólica termine, los azúcares serán fermentados y el ácido málico descarboxilado. Si el número de generaciones que desarrollan se limitara, la cantidad de azucares fermentados también lo sería. Uno puede observar entonces que todo el ácido málico se degrada sin un aumento excesivo del ácido acético. Pero esta situación no es completamente controlable. El equilibrio más conveniente de obtener depende de un número importante de factores en los que el enólogo no tiene ninguna toma de decisión. Los inconvenientes se presentan porque la población bacteriana alcanza una concentración muy elevada (> 108 UFC/mL). El ácido málico se degrada pero los daño y perjuicios son importantes: detenimiento de la fermentación alcohólica por eliminación de la población de levadura en fase de declive, y el aumento de acidez volátil. Uno puede esperar esto en los vinos de pH favorable donde el inóculo se multiplica a partir de los azúcares, pero también puede ser el caso de vinos más ácidos. De hecho, la fermentación maloláctica no sólo se liga al pH sino que integra otros factores cuyos límites son interdependientes y que no son posibles de modificar. Muchas pruebas describen el éxito del agregado de fermentos en los diferentes estadios de la fermentación alcohólica. Ellas demuestran la competencia de levaduras y bacterias por los azúcares y la viabilidad que podría ser compatible con la calidad del vino. Pero el equilibrio es demasiado frágil, incluso para el par levaduras/bacterias descrito cómo óptimo, y completamente imprevisible, porque todos los datos del sistema en interacción no pueden ser conocidos para cada vino. La ausencia de inconvenientes en los casos experimentales descritos permite realmente no aconsejar esta práctica; el costo de los riesgos no lo justifican. Por último, se debe señalar que existen pocas pruebas sobre usos de fermentos al inicio de la vinificación, serán combinaciones de la verificación de la identidad de las cepas bacterianas responsables de las FML , es decir del agregado o implantado del fermento. VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5 QUESTION&ANSWER – QUESTION&RÉPONSE – PREGUNTA&REPUESTA – DOMANDE&RIPOSTE – PERGUNTA&RESPOSTA LONVAUD A. – BACTÉRIAS LACTICAS Y LA FERMENTACION MALOLACTICA (FML) – PAGE 7 Verificación de implantación de un fermento maloláctico A : fermento B et C : fermento bien implantado D, E F : microflora indígena dominante ¿En conclusión? Los fermentos malolácticos disponibles son muy eficaces. La industria ha adquirido conocimientos, desde luego empíricos, pero reales para la preparación de estas biomasas. No hay razón para arriesgarse a una picadura láctica mientras se inoculen los vinos precozmente. Por otra parte, jamás ha sido correctamente demostrado que un vino verdaderamente "resistente” a la FML es más fácil de vinificar por el agregado de fermentos durante la fermentación alcohólica. VINIDEA.NET – WINE INTERNET TECHNICAL JOURNAL, 2002, N.5