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Constelaciones de Invierno
Las características noches del cielo invernal están marcadas por la limpieza del cielo y
la belleza especial de sus estrellas. Tauro y Géminis, junto con la menos visible Cáncer,
son las tres constelaciones que reinarán en la bóveda celeste.
En el zodíaco Tauro es
el segundo signo. Como
tal, en la antigüedad contenía la constelación del
mismo nombre, pero la
precesión de los equinoccios ha hecho que el signo
de Tauro se encuentre
ocupado por la constelación de Aries.
Símbolo de Géminis.
Tauro
La forma de V del grupo de estrellas de Tauro representa los cuernos del Toro, mientras
el lomo está formado por la Pléyades, un cúmulo estelar con siete estrellas muy visibles.
Haciendo uso de diversos telescopios se pueden ver más de 300 estrellas. Las más importantes son seis: Alcyon, Celene, Taigeto, Pleyone, Asterope y Merope (todas hijas de Altlas).
En su conjunto, la constelación de Tauro es la representación mítica de Zeus cuando
se transforma en animal para seducir y raptar a Europa, de la que se había enamorado.
Narra la historia, que estando un día Europa en una playa mediterránea recogiendo
flores, le llamó la atención un toro de pelo brillante y aspecto majestuoso que se encontraba entre los rebaños de su padre. Confiadamente, Europa se acercó al animal y lo
acarició y él dobló las rodillas. Entonces la joven subió a su poderosa grupa y se puso
a trenzar guirnaldas en torno a sus cuernos. De pronto el toro se levantó y, saltando
al agua, se la llevó mar adentro hasta la isla de Creta, donde se consumó la unión a la
sombra de un plátano. De la combinación nació Minos, soberano de Cnosos y fundador
de la cultura minoica.
Géminis
Las estrellas más importantes son Castor y Pólux. La alfa, Castor, es una séxtuple
formada por tres binarias de color blanco verdosas de tipo AB. Pólux es la beta, o la
cabeza del segundo gemelo, una solitaria de color anaranjado del tipo K0.
Según el mito griego Zeus se enamoró de Leda y para poseerla se transformo en Cisne.
Esta dio a luz dos huevos de los que nacieron, por un lado, Pólux y Helena, tenidos por
hijos de Zeus, y por otro, Cástor y Clitemnestra, considerados hijos de Tindaréo.
A pesar de su diferencia de origen, Cástor y Pólux, vivieron siempre relacionados el uno
al otro. Eran guerreros, lucharon contra Atenas para recobrar a su hermana Helena y
participaron en la expedición de los Argonautas. Entre sus proezas se cuenta el rapto de
las hijas de Leucipe lo cual dio origen a una guerra contra los Afarcidas. En una batalla
Cástor murió y Póllux rogó a su padre para que permitiera vivir a su hermano ocupando
él su puesto. Tal muestra de amor fraterno conmovió a Zeus, quién autorizó a Pólux
a compartir con su hermano el privilegio de la inmortalidad, por lo que los Dioscuros
viven alternativamente un día cada uno y Zeus los colocó entre los astros formando la
constelación de Géminis.
Las personas relacionadas con Géminis tienen un gran talento y habilidad para resolver
las dificultades y saben mostrar el aspecto gracioso de las cosas. Son agudos y hábiles
para engañar o para lograr cualquier fin y perciben las cosas con claridad y rapidez.
Constelación de Géminis, la tercera constelación del zodíaco.
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