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Transcript
Proposición del Sen. Ricardo Monreal Ávila, del Grupo Parlamentario del Partido del
Trabajo, con punto de acuerdo sobre el Instituto Nacional de Antropología e
Historia.
Exposición de Motivos.
Los monumentos, edificios y bienes culturales con los que cuenta nuestro país son la más
clara expresión de la pluralidad cultural de México y de la magnitud y riqueza del
patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico que configura nuestra identidad
nacional. De ahí que la preocupación por cuidar, conservar, investigar y difundir este
patrimonio tenga una importancia de suma envergadura para el país, y que desde el
movimiento de independencia ha sido un objetivo prioritario de todos los gobiernos del
México independiente.
Para dar continuidad a dicho propósito, el 3 de febrero de 1939 se creó el Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH). Entre sus obligaciones y funciones primarias
encomendadas están la custodia, conservación y restauración de los monumentos
arqueológicos e históricos de la República, así como de los objetos que en ella se
encuentren.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos refrenda
ese compromiso al estipular que la responsabilidad principal en la preservación del
patrimonio mexicano corresponde al INAH en lo que toca a los bienes paleontológicos,
arqueológicos e históricos de los periodos prehispánico, virreinal y del siglo XIX. En este
sentido, el INAH es responsable de más de 110 mil monumentos históricos y 42 mil 991
zonas arqueológicas registradas en todo el país, de las cuales 250 están abiertas al
público (aunque se calcula que debe haber 200 mil sitios con vestigios arqueológicos aún
no registrados), asimismo, tiene a su cargo 116 museos en el territorio nacional de
diferentes categorías (según la amplitud y calidad de las colecciones resguardadas, su
situación geográfica y el número de visitantes); 5 son museos nacionales, 22 son
regionales y 43 locales. También existen 32 museos de sitio, 3 comunitarios y 2
metropolitanos.
Sin embargo, el gobierno federal ha sido incapaz de cuidar y conservar nuestro patrimonio
cultural. Por ejemplo, en lo que va de la administración de Calderón, de acuerdo con
especialistas nacionales e internacionales, México es uno de los países con mayor
saqueo de bienes culturales. De esta manera tenemos el nada gratificante calificativo de
ser un “paraíso del saqueo arqueológico”.
Se han desprotegido los monumentos históricos y se ha permitido el robo y tráfico hacia
países de Europa y Asia de objetos con un gran valor cultural. Más allá de que estas
piezas tienen una cotización muy lucrativa, estamos perdiendo historia e identidad
cultural.
De los 42 mil 991 sitios arqueológicos registrados por el INAH, el 40% de ellos han sufrido
saqueos, según la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
Por su parte, el INAH se ha visto incapaz de cumplir con sus obligaciones que por Ley
tiene debido a dos factores fundamentales: falta de plazas para ampliar su personal y la
precariedad salarial con la que tiene que operar su personal. Es decir, más que
argumentos de fondo, en el caso del INAH son cuestiones de forma las que han impedido
el cumplimiento de su encomienda.
Por ello es que en el trabajo interno del INAH se estableció el Acuerdo para el
Fortalecimiento del Instituto, en el cual se plantearon 4 mesas de trabajo técnico, lo que
redundaría en el mejoramiento de los servicios que presta la institución, y que van
encaminados a que el INAH cumpla con la función que la norma le atribuye.
A su vez, se presentó ante el Pleno de la Cámara de Diputados, el 15 de noviembre del
2010, la solicitud de una ampliación presupuestal para la creación de 250 plazas, con la
finalidad de custodiar el creciente patrimonio arqueológico, dado que en el último sexenio
se han abierto al público 10 zonas arqueológicas más. No obstante, a la fecha no se ha
tenido respuesta alguna de los legisladores ante esta petición.
Lo peor es que resulta increíble que para el año fiscal 2011 la Cámara de Diputados, a
través de la Comisión de Cultura, le haya negado una ampliación de recursos teniendo la
necesidad para ello a una Institución Pública reconocida como el INAH, pero en cambio, a
organizaciones culturales u orquestas de empresas privadas muy pudientes, sin
necesidad de partida presupuestal, se le asignaron de manera grosera cantidades
exorbitantes de dinero.
Asimismo, es muy cuestionado que los supuestos recursos ampliados del INAH se hayan
destinado a la partida 7801: “Aportaciones a fideicomisos públicos”. Y es muy objetable
porque el único fideicomiso que maneja la institución es el “Fideicomiso para el Fomento y
la Conservación del patrimonio Cultural, Antropológico, Arqueológico e Histórico de
México”, el cual tiene serios señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación, que
en su informe del resultado de Fiscalización de la Cuenta Pública 2009 “Estima que el
marco jurídico establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, no prevén la posibilidad
de que mediante la constitución de un fideicomiso se puedan transferir las
responsabilidades y obligaciones del INAH como órgano ejecutor de gasto en materia de
programación, presupuestación, control y evaluación del gasto público, a una institución
fiduciaria que administre el fideicomiso o a un Comité Técnico integrado en su mayoría
por servidores públicos del instituto, ya que dichas responsabilidades y obligaciones
derivan de las atribuciones asignadas específicamente por la Ley Orgánica del INAH y por
la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”.
Es decir, el INAH debe llevar a cabo sus actividades dentro del presupuesto autorizado a
dicha institución, y no mediante fideicomisos.
Siendo honestos, aún cuando las obligaciones del INAH están amparadas en la
Constitución Política General, en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos,
Artísticos e Históricos, en la Ley General de Bienes Nacionales y en la Ley Orgánica del
Instituto Nacional de Antropología e Historia, los servidores públicos de dicha institución
están muy mal pagados, ello se ve notoriamente si se contrastan con los sueldos
dispendiosos y ofensivos de cualquier dependencia de gobierno, sea del nivel que sea,
con los del INAH.
En nuestro país, históricamente se ha determinado que el Patrimonio Cultural es
propiedad de la nación, que es inalienable e imprescriptible y no es susceptible de
transmitirse a los estados, municipios y particulares. Las Diversas Constituciones que han
regido a nuestro país (1824, 1857 y 1917), han consignado la función del Estado de
salvaguardar los bienes culturales reconociendo su carácter pluricultural y dándole a los
mexicanos coherencia histórica e identidad nacional.
Hoy más que nunca hay que recuperar y hacer valer esos preceptos, ¿Por qué? Porque la
cosmovisión y cultura de los pueblos constituyen enormes raíces que se sumergen en la
historia de los tiempos para dar identidad como “Nación”. Esa identidad, para el caso
mexicano, muestra los orígenes y la grandeza de nuestro pueblo, que si es respetada y
valorada adecuadamente, garantizará cohesión social y directrices para construir el futuro
de la Nación.
Los tiempos que estamos viviendo exigen redefinir una estrategia integral en el INAH,
tanto para defensa de la institución como del patrimonio mexicano. Una primera acción
para ello es la realización de un foro en donde se generen propuestas que impidan la
privatización y comercialización del Patrimonio Cultural; que imposibiliten que se
entreguen las funciones federales del INAH a gobiernos estatales y municipales; que las
propuestas generadas en este coloquio sean entregadas a la Comisión de Cultura del
Senado de la República, notificándole el impacto devastador que traería para nuestro país
la desvinculación entre cultura y educación, asimismo, se buscaría en este foro establecer
de manera clara que el patrimonio cultural es el conjunto de bienes y valores que
constituyen la herencia común de los mexicanos para el presente y el futuro; que es el
vínculo necesario que une las manifestaciones artísticas y monumentales de cada etapa
de nuestra historia y expresa la diversidad de lenguajes, tradiciones, costumbres,
creencias, aspiraciones y talentos comunes de hombres y mujeres.
Derivado de lo anterior, someto a consideración de esta honorable Asamblea el siguiente
Punto de Acuerdo.
Primero.- Que el Senado de la República convoque a realizar un foro denominado:
“Importancia Estratégica del Patrimonio Arqueológico, Histórico y Paleontológico para el
presente y futuro de México”, donde participen expertos y personas interesadas en el
tema.
Segundo.- Que esta honorable Asamblea exhorte a la Cámara de Diputados para que en
el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2012, asigne más
recursos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a fin de que éste amplíe el
número de su personal y para que mejore las condiciones salariales de sus trabajadores.
Dado en el salón legislativo del Senado de la República a los 6 días del mes de junio de
2011.